Rosario A La Virgen Guadalupana 2020
Rosario A La Virgen Guadalupana 2020
Rosario A La Virgen Guadalupana 2020
GUIA: Por la señal de la santa cruz + de nuestros enemigos + líbranos, Señor, Dios nuestro + En el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo + Amén.
Ofrecemos este novenario pidiéndole a nuestra Santísima Madre que nos cubra con su protección
y nos cuide de todo mal, le pedimos especialmente su intercesión por todas las personas
afectadas por el coronavirus y por todos los afectados por los huracanes en México y Centro
América.
Tomemos un instante, en silencio, para poner en las manos de nuestra Santísima Virgen de
Guadalupe las necesidades que traigamos en nuestros corazones. (pausa)
Virgen Santísima de Guadalupe, Reina de los Ángeles y Madre de las Américas. Acudimos a ti
hoy como tus amados hijos. Te pedimos que intercedas por nosotros con tu Hijo, como lo hiciste
en las bodas de Caná. Ruega por nosotros, Madre amorosa, y obtén para nuestra nación, nuestro
mundo, y para todas nuestras familias y seres queridos, la protección de tus santos ángeles, para
que podamos salvarnos de lo peor de esta enfermedad y fortalece a los que han sido golpeados
por los huracanes y los disturbios civiles. Para aquellos que ya están afectados, te pedimos que
les concedas la gracia de la sanación y la liberación. Escucha los gritos de aquellos que están
vulnerables y temerosos, seca sus lágrimas y ayúdalos a confiar. En este tiempo de dificultad y
prueba, enséñanos a todos en la Iglesia a amarnos los unos a los otros y a ser pacientes y
amables. Ayúdanos a llevar la paz de Jesús a nuestra tierra y a nuestros corazones. Acudimos a ti
con confianza, sabiendo que realmente eres nuestra madre compasiva, la salud de los enfermos y
la causa de nuestra alegría. Refúgianos bajo el manto de tu protección, mantennos en el abrazo
de tus brazos, ayúdanos a conocer siempre el amor de tu Hijo, Jesús.
Dios todopoderoso y eterno, que, impulsado por tu infinita misericordia, te dignaste dirigir a las
Américas una mirada de amor, y viéndolo lleno de sombras y miserias, enviaste a la inmaculada
Virgen María para que fuera Apóstol, Reina y Madre nuestra; te rogamos escuches su intercesión
al poner ante ti nuestras necesidades. Acepta la ofrenda que por medio de ella te hacemos de
nuestros corazones, familia y hogar; y haz por tu infinita bondad, que establezca aquí nuestra
1
Santísima Madre de Guadalupe, su trono de clemencia y dispensación; nos vea como cosa suya,
nos mantenga lejos del pecado y de todo mal; y por su intercesión valiosísima alcancemos el
perdón y la paz. Por Jesucristo Señor Nuestro. Amén.
TODOS: Creo en Dios Padre, Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Y en Jesucristo, su único
Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa
María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos, al tercer día resucitó entre los muertos, subió a los cielos y está sentado
a la derecha de Dios Padre, Todopoderoso. Desde allí vendrá a juzgar a vivos y a muertos. Creo
en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los
pecados, la resurrección de la carne y la vida perdurable. Amén.
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase
tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras
ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la
tentación, y líbranos del mal. Amén.
Dios te salve María llena eres de gracia el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las
mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por
nosotros, pecadores, ahora y en la ahora de nuestra muerte. Amén. (3x)
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los
siglos de los siglos. Amén.
2
Primer Misterio Guadalupano: La Virgen de Guadalupe trae un mensaje de paz a su Pueblo
“Sabe y ten entendido, tú, el más pequeño de mis hijos, que soy yo la siempre Virgen Santa María, Madre del
verdadero Dios por quien se vive; del Creador, en quien está todo; y es Señor del cielo y de la tierra. Deseo
vivamente que se me erija aquí un templo para en él mostrar y dar todo mi amor, compasión, auxilio y defensa,
pues yo soy su piadosa Madre”.
Señor, te pedimos por todos aquellos que no conocen a tu santísima Madre y no la valoran como su Madre.
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en
la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
Dios te salve María llena eres de gracia el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es
el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la ahora
de nuestra muerte. Amén. (10x)
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los
siglos. Amén.
Oh Jesús mío, perdónanos nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva todas las almas al cielo,
especialmente las más necesitadas de tu misericordia.
Segundo Misterio: Juan Diego comparte a la Virgen su humildad y su pequeñez a los ojos de los hombres.
“Te ruego encarecidamente, Señora y niña mía, que alguno de los principales, conocido, respetado y estimado,
le encargues que lleve tu mensaje para que le crean, porque yo soy un hombrecillo, soy un cordel, soy una
escalerilla de tablas, soy cola, soy hoja, soy gente menuda.”
Te pedimos Santísima Virgen de Guadalupe que nos ayude a darnos cuenta del valor de la humildad y la
sencillez de corazón.
Padre nuestro….
Oh Jesús mío, perdónanos nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva todas las almas al cielo,
especialmente las más necesitadas de tu misericordia.
3
Tercer Misterio: María de Guadalupe escogió a Juan Diego por su sencillez y no por su sabiduría.
“Oye hijo mío, el más pequeño, ten entendido que son muchos mis servidores y mensajeros a quienes puedo
encargar que lleven mi mensaje y hagan mi voluntad, pero es de todo punto preciso que tú mismo solicites y
ayudes y con tu mediación, que se haga mi voluntad”.
Te pedimos Santísima Virgen de Guadalupe que nos ayude a saber transmitir la palabra de Cristo a los demás.
Padre nuestro….
Oh Jesús mío, perdónanos nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva todas las almas al cielo,
especialmente las más necesitadas de tu misericordia.
Cuarto Misterio: La Virgen María cura a Juan Bernardino como signo de que quiere salud y felicidad
para su pueblo.
“Oye y ten entendido, hijo mío el más pequeño, que es nada lo que te asusta y aflige; no se turbe tu corazón; no
temas a esa enfermedad ni alguna otra angustia. ¿No estoy yo aquí que soy tu Madre? ¿No estás bajo mi
sombra? ¿No soy yo tu salud? ¿No estás por ventura en mi regazo? ¿Qué más has menester? No te apene ni te
inquiete otra cosa, no te aflija la enfermedad de tu tío, que no morirá ahora de ella. Está seguro de que ya sanó".
Te pedimos Santísima Virgen de Guadalupe que, como Juan Diego, sepamos acompañar en la enfermedad, la
angustia y el dolor a los que están cerca de nosotros.
Padre nuestro….
Oh Jesús mío, perdónanos nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva todas las almas al cielo,
especialmente las más necesitadas de tu misericordia.
4
Quinto Misterio: María nos deja su imagen para recordarnos su ternura, su amor y su constante
protección.
Juan Diego trajo a la Señora del Cielo las diferentes rosas que fue a cortar; las que, así como las vio, cogió con
sus manos y otra vez se las echó en el regazo diciendo: “Hijo mío, el más pequeño, esta diversidad de rosas es
la prueba y señal que llevarás al obispo, le dirás en mi nombre que vea en ella mi voluntad y que él tiene que
cumplirla. Tú eres mi embajador, muy digno de confianza.”
Te pedimos Santísima Virgen de Guadalupe que, como el, sepamos escuchar y ayudar a nuestros hermanos.
Padre nuestro….
Oh Jesús mío, perdónanos nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva todas las almas al cielo,
especialmente las más necesitadas de tu misericordia.
TODOS: Para que seamos dignos de alcanzar las divinas gracias y promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
TODOS: Por la señal de la santa cruz + de nuestros enemigos + líbranos, Señor, Dios nuestro + En el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo + Amén.