DISEÑO BASADO EN CONSIDERACIONES AMBIENTALES

INTRODUCCIÓN

Ya no hay duda de que el cambio ambiental es una realidad, no se trata ya de un

debate entre aquellos que aseguran la existencia del fenómeno y los que ponen en
duda su existencia. El debate hoy en día es sobre el grado de sus efectos y
consecuencias.

En este contexto la preocupación se da desde todos los ámbitos, y nuestra disciplina, el

diseño arquitectónico y urbano no es ajeno, considerando que la actividad de la
construcción de ciudades y edificios, ocupa grandes zonas en las diferentes regiones
del mundo. No por algo hace ya 5 años se ha calculado que se ha pasado a un
porcentaje mayor al 50% de la población mundial viviendo en zonas urbanas.

De manera casi unánime, existe un consenso científico sobre que el cambio climático
se genera en la actividad humana. Desde la Primera Revolución Industrial los registros
conocidos muestras un incremento en la temperatura global. Este incremento se ha
visto exacerbado en el último siglo.

Los científicos hoy en día teorizan sobre la posibilidad de que la sociedad humana se
halle a punto de cruzar “el punto de no retorno” que podría generar cambios más
radicales en el clima global, y que podría generar un clima más caliente y húmedo
similar a la era previa a la aparición de la raza humano, o por el contrario una nueva
era del hielo.

Entonces, las consideraciones sobre el impacto –positivo o negativo- de las

construcciones sobre el medio ambiente devienen en un factor imprescindible al
momento de su diseño.

La reducción del uso de energía durante la construcción y la operación de los edificios

es uno de las formas más importantes para reducir el impacto sobre el medio
ambiente.

La primera fuente del calentamiento es la emisión de gases de efecto invernadero,

generado por el uso de energía basada en petróleo fósil

1
El cambio climático se relaciona con fenómenos observables como la pérdida de
glaciales, y de la cubierta de hilo de las regiones polares. Las primeras fuentes
primordiales para muchos centros poblados; las segunda relacionado con el
incremento en la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos como olas de
calor, olas de frio, tormentas, huracanes, tornados, sequías e inundaciones.

Antes de cruzar el punto de no retorno, es importante, generar oportunidades en el

diseño, para revertir o –al menos minimizar- esta tendencia, antes de que los efectos
del cambio global sean irreversibles y los seres humanos solo les quede sino adaptarse
de la mejor manera posible a un nuevo contexto. Este contexto es una oportunidad de
generar cambios prácticos objetivos y posibles para técnicos relacionados con la
construcción, exige de soluciones creativas, prácticas y eficientes en términos de costo.

Se ha establecido que el 40% del uso de energía mundial es utilizada por los edificios,
más que el impacto del transporte. Se ha calculado que en los siguientes 25 años, las
emisiones de CO2 crecerá más rápido que en otros sectores especialmente de edificios
comerciales.

En otros contextos el origen de la energía en gran parte proviene de plantas donde la

energía se genera en el uso de carbón.

El diseño basado en consideraciones ambientales, está relacionado al concepto de

“edificios verdes”. Hay muchas definiciones de lo que es un edificio verde, éstas varían
entre edificios que “no son tan dañinos” como los edificios “normales” o comunes,
hasta edificios que son “notablemente mejores” que un edificio común o promedio,
hasta que un edificio puede incluso incluir un proceso de regeneración que es en
realidad la mejora y restauración del sitio y su entorno. El ideal de edificio verde,
además de preservar y recuperar el hábitat que es vital para una vida sostenible,
puede convertirse en un productor y hasta exportador de recursos materiales, energía
y agua, y no ser en una entidad que consume estos recursos.

Un edificio verde es aquel cuya construcción y vida operativa asegura un ambiente lo

más saludable posible mientras que representan un uso más eficiente y menos
exigente en cuanto al uso del suelo, agua, energía y otros recursos.

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Un elemento que es fácil de ignorar es que las consideraciones del diseño, deben
necesariamente proyectarse tanto hacia la fase de construcción como la fase de uso u
operación del diseño arquitectónico.

La dimensión implica un mayor o menor uso de materiales, y por lo tanto energía para
producirlos. Además de una cadena de gasto de energía: mayor área construida
implica mayor cantidad de materiales, mayor cantidad de mano de obra, que debe
trasladarse, mayor cantidad de uso de transporte

Durante la operación: el mantenimiento, la limpieza, la conservación,

Y finalmente, al final del ciclo de vida de los hechos ya construidos, y utilizados, que
han concluido su ciclo de vida, su demolición y/o reemplazo también implica un gasto
de energía: los recursos humanos para el trabajo, la energía utilizada en la demolición
misma y en el transporte de los escombros

La construcción y operación de los edificios tienen un importante impacto en la

sociedad, la economía y el medio ambiente. El diseño sostenible busca equilibrar las
necesidades de estos 3 elementos usando un enfoque que permita obtener un
resultado positivo en los 3 ámbitos.

Para el diseño sostenible el objetivo más importante es reducir, o mejor, evitar por
completo el uso y agotamiento de recursos tales como agua, energía y materia prima o
bruta, que se produce en el ciclo de vida de los edificios; que a la vez no signifique
sacrificar la necesidad de lograr espacios amigables, confortables y productivos.

Como se indicó antes, los edificios usan recursos, entre éstos: materia prima, agua y
energía; generan deshechos y emiten materia potencialmente dañina -durante su
construcción y su uso u operación; y finalmente también al final de su ciclo de vida útil
generan deshechos perjudiciales (escombros y deshechos de demolición).

En este contexto, los diseñadores y constructores, deben enfrentar el reto de

satisfacer la necesidad de nuevos edificios que sean saludables, seguros, accesibles
(económicos) y que además sean productivos al tiempo que reduzcan los impactos
negativos en la sociedad (la gente), la economía y el ambiente. Idealmente, el diseño
arquitectónico debería satisfacer ambas tres áreas.

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Al tiempo que incluye los conceptos de diseño sostenible en el diseño de nuevas
edificaciones, el diseño sostenible es partidario de promover la adaptación de edificios
ya existentes en lugar de su demolición para la construcción de nuevos edificios.

La adaptación de un edificio existente en general puede ser más rentable –en el

sentido económico, social y ambiental- que la construcción de una nueva edificación.
El diseño para la renovación y reconstrucción de edificios existentes que permita
incluir las características del diseño sostenible ayuda en la reducción de los costos de
operación y los impactos ambientales, al mismo tiempo puede contribuir a aumentar
la resiliencia de los edificios. La energía integrada al edificio existente –entendiéndose
ésta como el costo de los recursos consumidos, en términos de fuerza de trabajo
humano como los materiales utilizados durante la construcción y el uso del edificio- se
desperdician cuando se permite el destrozo o la demolición del edificio.

Aunque el “diseño arquitectónico sostenible” y aun se constituye en un tema de

reciente tratamiento, es posible desarrollar principios que son básicos para su
práctica:

CRITERIOS DE DISEÑO

Optimizar el potencial del lugar: La creación de edificios sostenibles necesariamente

se inicia con una elección y un análisis apropiado del terreno. La localización, la
orientación y el tratamiento y ambientación paisajística de un edificio tienen un
impacto en el ecosistema del lugar, incluye las consideraciones sobre las formas de
transporte y el uso de energía. También se incluye la consideración del mayor respeto
posible de elementos naturales existentes (vegetación y topografía por ejemplo), así
como posibilidad de reutilizar o rehabilitar edificios existentes. Es importante
incorporar principios de construcción incremental en el proceso de diseño, ya se trata
de un edificio individual, o de un conjunto más amplio. Aspectos de la seguridad física
son aspectos críticos al momento de optimizar el diseño del lugar, incluyendo la
consideración de la ubicación de las vías de acceso, por ejemplo.

El sitio, como elemento inicial para lograr un edificio sostenible, debe reducir y/o
controlar el desperdicio de aguas pluviales, alentando su re-uso y cosecha. Si es
posible debe utilizarse la flora nativa en el diseño del paisaje.

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Optimizar el uso de Energía: En un mundo que continuamente incrementa la demanda
y el uso de energía –especialmente energía fósil- es cada vez más evidente la
preocupación por lograr la autonomía y seguridad energética y por el impacto y
efectos del cambio climático a nivel mundial. Para encontrar maneras de reducir la
carga de energía, aumentar la eficiencia y mejorar y maximizar el uso de fuentes de
energía renovable. En este contexto y para aumentar la independencia energética es
importante la mejora de la eficiencia energética de los edificios existentes. En países
màs desarrollados hay un compromiso entre el ámbito público y el privado de arribar a
la construcción y operación de instalaciones en las que el uso de energía tenga un
resultado neta nulo (o lograr emisiones “0”) como una forma de reducir
significativamente la dependencia de la energía procedente de combustibles fósiles.

Proteger y conservar el recurso agua: En muchos lugares del mundo, el agua dulce es
un recurso escaso, por ello, un edificio sostenible, debe utilizar de manera eficiente el
agua; reusar y/o reciclar el agua en la mayor medida de lo posible. Los esfuerzos y los
trabajos necesarios para proveer de agua potable a los habitantes puede consumir
también recursos energéticos; desde la aducción y/o bombeo –donde sea necesario-,
el transporte, y el tratamiento; además de su proceso de eliminación y tratamiento
luego de su utilización. En este proceso tiene altos costos ambientales y financieros
que deben ser considerados.

Optimizar el uso de materiales: Aunque hoy en día existe una ralentización en el

crecimiento de la población mundial, aun existe una tendencia al crecimiento de la
población del mundo; esto implica que el uso de los recurso naturales continuará
incrementándose, así como la demanda por bienes y servicios resultando, todo esto en
un mayor estrés sobre los recursos disponibles.

En este contexto un aspecto crítico es lograr un uso integral e inteligente de

materiales, de manera de maximizar el aprovechamiento de su valor, a la vez de
prevenir y evitar la contaminación – por ejemplo de corrientes de agua superficiales o
subterráneas- y además de conservar los recursos disponibles.

Un edificio sostenible debe estar diseñado de manera que utilice y reutilice– durante
todo su ciclo de vida: la construcción y la operación o uso- los materiales de la manera
más productiva y sostenible posible; además debe incorporar criterios que permitan su

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adaptación para ser reutilizado al final de dicho ciclo. Los materiales utilizados en un
edificio sostenible deben minimizar los impactos ambientales durante el mencionado
ciclo de vida, tales como el calentamiento global, el agotamiento de recursos, y su
toxicidad para el ser humana. Los materiales ambientalmente recomendados deben
tener un efecto reducido sobre la salud humana y el medio ambiente y deben
contribuir a mejorar la seguridad y la salud de los trabajadores, deben reducir los
pasivos, los costes de eliminación de escombros y lograr con esto los objetivos
ambientales.

Asimismo debe considerarse el origen y la fabricación de los materiales. El origen es

importante en cuanto al impacto que tiene la fabricación de materiales, en los tres
ámbitos importantes ya remarcados: social (no debiera tener un impacto negativo
sobre la población en el lugar de origen), económico (no debiera tener un costo
excesivo) y ambiental (no debiera haber generado impactos negativos, como el uso de
energías no renovables, el uso de energías o medios de producción que generen gases
de invernadero, o generar en su producción daños al medio ambiente como por
ejemplo madera de bosques naturales).

En cuanto al origen también debe tomarse en cuenta la provisión o transporte delos

materiales a ser utilizados, evitando materiales que requieran su transporte desde
grandes distancias; aunque debe hacerse un balance entre el anterior aspecto
(impactos en la fabricación) y el presente, para definir aquellos que generen menores
impactos negativos.

Otro concepto importante a tomar en cuenta en ls definición de materiales, es la

resilencia del edificio; este concepto se entiende como la capacidad del edificio de
continuar en funcionamiento y operación bajo condiciones ambientales extremas,
tales como altas temperaturas, desastres naturales y crecimiento de reservas y/o
fuentes de agua (lagos, ríos y en otros contextos de los niveles del mar). En la medida
que el entorno construido enfrenta efectos negativos del cambio climático mundial, el
diseño y la construcción debe permitir optimizar la resilencia de las edificaciones.

Optimizar el uso de las tecnologías de la construcción: Al igual que en caso de

materiales, la consideración sobre la tecnología también es un elemento clave del
diseño; es necesario evaluar la tecnología a utilizar de manera de lograr un equilibrio

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entre la eficiencia de la construcción (en tiempo, costo financiero, uso energía y
recursos humanos) y el impacto en el medio ambiente.

No se trata de utilizar únicamente materiales y tecnologías “avanzados” –como los

prefabricados, o únicamente materiales tradicionales/locales.

Uno de los aspectos importantes al momento de decidir qué tecnología utilizar será el
poder hacer uso los mejores materiales y tecnologías disponibles en el mercado que
permitan minimizar el consumo de energía y recursos y maximizar el uso de materiales
naturales, reciclados y no tóxicos.

Optimizar el espacio y la funcionalidad de los edificios: El objetivo del diseño

sostenible, de generar menores impactos sobre el medio ambiente, implica como
puede apreciarse varios factores. Es posible retomar y revisar principios desarrollados
en otros escenarios históricos, para poder proyectarlos al momento que vivimos: nos
referimos al concepto de “existenzminimum” desarrollado por el movimiento
modernista; este movimiento, que produjo una revolución especialmente en
referencia al diseño y construcción de la vivienda (elemento predominante en las
construcciones humanas); el impacto de estos cambios se refleja en las
transformaciones importante de las formas de conceptualizarla, diseñarla y habitarla ,
que perviven hoy en día.

La génesis de esta transformación fueron las necesidades generadas por la situación

social y económica de la postguerra (Primera Guerra Mundial) en Alemania. El
arquitecto jefe Ernst May, nominado para diseñar una estrategia que permita
encontrar solución para la reconstrucción de ciudades devastadas por la guerra, la
carencia de viviendas, aunada a la falta de recursos materiales, humanos y
económicos, en un contexto de altos precios.

El plan de acción propuesto, concluyó con la propuesta realizada en el Segundo CIAM

( 1929) realizado en Frankfurt nominado “Das Existenzminimum” o el mínimo
existencial o la “vivienda mínima”, en referencia al espacio mínimo necesario para el
diseño de una vivienda que optimizara el uso de los limitados recursos disponibles,
tomando en cuenta la necesidad de rapidez de la construcción, de menores costos, al
tiempo que lograra la mejor calidad y el máximo confort de las viviendas.

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Por contraposición y aunque una de las máxima del Movimiento Moderno fue “La
forma sigue la función” es importante incorporar otro concepto importante: el de la
“adaptabilidad” de las edificaciones, entendida como la capacidad de un edificio de
adaptarse a una multiplicidad de funciones y formas de uso durante su ciclo de vida.
Esto conlleva consideraciones de diseño de flexibilidad, uso de divisiones removibles
que permitan la transformación del espacio. Además este concepto incluye el hecho
que una edificación pueda adaptarse incluso a diferentes ambientes y condiciones.

Optimizar el diseño a través de la forma y proporción: En cuanto a la forma, por lo

general, se ignora al momento de tomar decisiones en el diseño, el impacto que
tienen las formas y las proporciones sobre la economía y ahorro de recursos. Es
importante incorporar estas consideraciones si se toma en cuenta que para lograr
ciertas áreas, la cantidad de materiales no es la misma como resultado de diferentes
formas. En los ejemplos incorporados en cuadros que siguen se demuestra esta
afirmación.

En el cuadro que sigue es posible confirmar que para con una misma cantidad de
material -expresada en el perímetro como ejercicio- es posible generar diferentes
áreas, siendo el cuadrado una forma eficiente y aún más el círculo.

lado 1 lado 2 Área Perímetro

Forma
ml ml m2 Ml
rectángulo 1 1 7 7 16
Cuadrado 2 6 12 16
rectángulo 2 4 4 16 16
Circulo Radio 2,55 20 16

En consonancia, en el cuadro a seguir es posible verificar que para lograr una misma
área, cada forma e incluso la proporción (como ocurre en el caso de triángulo) influye
en la cantidad de metros lineales (que luego puede traducirse en material, tiempo y
mano de obra necesarias) para obtener la cantidad de m2 que se muestra.

lado 1 lado Área Perímetro

Forma
ml 2ml m2 Ml
Rectángulo 1 1 16 16 34
rectángulo 2 2 8 16 20
cuadrado 4 4 16 16
Circulo Radio 2,25 16 14

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Este mismo análisis es aplicable al diseño urbano: la dimensión de las vías, la
dimensión y proporción de los predios necesariamente tendrá un efecto sobre la
necesidad por ejemplo de pavimento o de las redes de servicios básicos, o de servicios
durante la operación tales como el transporte público y privado, o la recolección de
basura.

Optimizar la calidad del espacio interior: La calidad del ambiente interior de un

edificio tiene un impacto significativo en la salud, productividad y confort de sus
ocupantes o usuarios. Entre los atributos que debe tener un edificio sostenible están:

(i) maximizar el uso de la luz natural, lo que genera un ahorro en el uso de energía
utilizada en la iluminación, pero también en la calefacción de las edificaciones
(ii) contar con ventilación apropiada, de igual manera, éste factor garantiza el ahorro
de energía y un ambiente saludable al interior de las construcciones
(iii) optimizar la acústica, también puede implicar el ahorro en el uso de recursos
materiales y el confort de los usuarios.
(iv) evitar materiales que generen altas emisiones de componentes orgánicos
volátiles (COV), como son ciertos tipos de pintura y barnices, especialmente los
que necesitan solventes químicos; se debería tener preferencia por pinturas cuyo
solvente es acuoso. El uso de energía fósil también es un generador importante de
COV. El formaldeido también es otro COV emitido por materiales como algunos
tipos de pinturas, adhesivos y paneles para muros y cielos falsos. Hoy en día
mayor cantidad de personas pasa mayor tiempo en espacios cerrados, esto
sumado al uso mayor de nuevos materiales con mayor emisión de COV; esta
realidad contribuye a un incremento del “síndrome del edifico enfermo”, por este
fenómeno es importante también prestar atención durante el diseño a la buena
ventilación de los espacios.
(v) El control del uso eficiente de energía, a través –por ejemplo- de uso de sensores
de movimiento que permitan el ahorro de energía, puede ser un elemento de
ayuda al cuidado medioambiental.

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Optimizar las prácticas de operación y mantenimiento: La consideración durante la
fase del diseño de los edificios, de aspectos que pertenecen a las fases de operación y
mantenimiento de los edificios también son factores que contribuyen a mejorar los
ambientes de la vivienda y el trabajo, pueden mejorar la productividad, reducir el uso
de la energía, reducir los costos de operación y mantenimiento prolongando de esta
manera la vida útil de los edificios, además de prevenir fallas en su operación o uso.

Los diseñadores pueden especificar el uso de materiales y sistemas constructivos que

simplifiquen y reduzcan los costos y requerimientos de mantenimiento, reduzcan el
requerimiento de uso de agua, energía y materias químicas para el mantenimiento;
además de ser efectivos en la reducción de costo durante el ciclo de vida de los
edificios.

Optimizar la relación de la obra con su medio natural: La soluciones óptimas de diseño

es aquella que emula de manera efectiva los sistemas y condiciones naturales del sitio
luego de que la obra está concluida.

Optimizar las decisiones a la conclusión del ciclo de vida del edificio: El cálculo de la
duración y la vida efectiva de una edificación varía según el lugar donde se encuentra,
su función, su construcción, su intensidad de uso, y otros múltiples factores. En
relación a la cantidad de bienes inmuebles, el porcentaje de edificios que se preservar
–especialmente por razones históricas, culturales y patrimoniales – es muy reducido.
Esto implica que una gran cantidad de edificios es demolida cada año; los avances
tecnológicos, las condiciones económicas, entre otros factores, son motores que
impulsan este hecho.

Esto implica que existe una cantidad apreciable de deshechos de diferente tipo
generado por la demolición de edificios. Este hecho también debe ser considerado al
momento de diseñar: que el edificio tarde o temprano tendrá un fin, y por lo tanto
generará material que debe ser desechado con los consecuentes impactos en el medio
ambiente.

Evaluación del costo: A medida que la preocupación e interés por el diseño sostenible
y los edificios verdes se incrementa, los costos anteriormente altos de las tecnologías y

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estrategias verdes, van disminuyendo lo que permite que estos materiales y
tecnologías vayan siendo más accesibles y se difundan más ampliamente.

A través del uso mixto de las tecnologías tradicionales que cuestan menos, con las
tecnologías verdes es posible tener un edificio sostenible que pued alcanzar el mismo
costo que un edifico convencional.

Es importante también tomar en cuenta en esta evaluación que el costo de materiales

tecnologías verdes inicialmente puede ser alto, sin embargo, si se consideran los
ahorros de costo durante la fase de operación puede encontrarse que a mediano y
largo plazo existe un mayor ahorro –y por lo tanto un menor costo final- de recursos y
energía.

CONCLUSION

En conclusión, un diseño responsable debe integrar en sus criterios la necesidad de

considerar y evaluar los impactos de las edificaciones a corto, mediano y largo plazo,
es decir durante todo el ciclo de vida del edificio, que se inicia en la fase del diseño,
pero que continúa durante la operación o uso del mismo y concluye con al final de su
ciclo con su demolición o reemplazo.

11
BIBLIOGRAFIA Y WEBGRAFIA

INDICE

INTRODUCCIÓN ………………………………………………………………………………………. 1

CRITERIOS DE DISEÑO ……………………………………………………………………………. 4

Optimizar el potencial del lugar …… …………………………………………………………. 4

Optimizar el uso de Energía ……………………………………………………………..………. 5

Proteger y conservar el recurso agua ………………………………………………….……. 5

Optimizar el uso de materiales…………………………………………………..………………. 5

Optimizar el uso de las tecnologías de la construcción: ………………………….. 6

Optimizar el espacio y la funcionalidad de los edificios ………….……………….. 7

Optimizar el diseño a través de la forma y proporción: ……………..……..…….. 8

Optimizar la calidad del espacio interior …………………………………………………. 9

Optimizar las prácticas de operación y mantenimiento …………………………. 10

Optimizar las decisiones a la conclusión del ciclo de vida del edificio: ……… 10

Evaluación del costo: ……………………………………………………………………………. 10

CONCLUSION ……………………………………………………………………………. 11

12
 PRODUCCION INTELECTUAL 2015

ARQ. MS. SARA S. RIVAS MARAÑON

CRITERIOS PARA EL DISEÑO BASADO

EN CONSIDERACIONES AMBIENTALES

FAADU - UMSA

13
La Paz, 19 de febrero de 2016

Señor

Arq. Jesús Rodriguez Z.

Director Carrera de Arquitectura

FAADU – UMSA

Presente.-

Ref. Entrega de producción intelectual 2015

De mi consideración:

Adjunto a la presente hago llegar a usted el documento de producción intelectual

correspondiente a la gestión 2015.

Sin otro particular saludo a usted, atentamente

Arq. Ms. Sara Rivas M.

Docente.

Adj. Lo indicado.

14