La Geografía y El Género de La Pobreza
La Geografía y El Género de La Pobreza
La Geografía y El Género de La Pobreza
La lucha por los "derechos" se basó en la lucha de clases desde 1920. Dos
momentos marcan el paso de lucha: los años 20 y los años comprendidos entre las
décadas de los años 60-70. Las luchas por los derechos civiles generaron conflicto con
el Estado, el cual reaccionó mediante la represión. El final del período estuvo marcado
por la Asamblea Constituyente de 1978-79 y antes la Asamblea Constituyente de 1932-
33, donde los ; legisladores trataron sin éxito de relacionar los derechos con las
leyes de la tierra; por ejemplo, encontrar la relación entre el régimen político y el
progreso social.
Entonces las tácticas militares de poca monta, como por ejemplo los rastrillajes en
los pueblos jóvenes por parte del ejército, o los asesinatos selectivos y los coches
bomba por el otro lado, actuaban en el simbolismo de Poder y terror. Ambos se
basaban en instituciones débiles, en la ausencia de mediadores y subjetividades
endebles. El diagnóstico del Perú que tenía Sendero es que era semi-feudal, por
ejemplo, pre-moderno, sin una sociedad civil diferenciada ni una esfera pública
diferenciada, tomándolo directamente del diagnóstico de Mariátegui para los años
20. El Estado, según Sendero, estaba en proceso de desintegración, con una
tendencia hacia el autoritarismo, donde la unidad nacional sólo podía ser obtenida
con la mediación de la Iglesia y el ejército, en especial el ejér cito. El jaque era de
ejército a ejército.
Diagrama de exclusión
Vectores de Estatutos o Intermediaria Excluidos
exclusión agentes de
exclusión
Lenguaje Español Bilingües Nativos con
monolenguaje
Los que tienen el Poder, cuentan con un atajo para el proceso de legitimación
mediante la construcción de un consenso que apuesta por el uso de la fuerza. En
este marco, la intermediación social está muy reducida o debilitada. El poder del
lenguaje, la religión, las sociedades migrantes y otros trabajos voluntarios está
debilitado. En el Perú esto se expresa en la administración de las diferencias con
el "otro", en tiempos de paz y el uso extremo de la fuerza en tiempos confusos. Es
entonces cuando los militares ingresan como intermediarios. Los "otros" están al
lado derecho del diagrama de exclusión. "Ellos" eran "sacrificables», y son los que
perdieron sus vidas debido al fuego cruzado de la guerra entre Sendero y las
fuerzas armadas. Sólo cuando la guerra llegó a Lima y a sus sectores residenciales
se tomó conciencia de que había alcanzado a todos. No sólo les pasaba a "ellos";
nos podía pasar también a "nosotros".
Hay razones estructurales para la violencia, tal y como hemos visto antes. Hasta los
militares y civiles comprometidos con la guerra estaban al tanto de esto y del
discurso de las raíces estructurales de la violencia que ganó peso durante los años
80. La exclusión era vista en términos de la extrema pobreza, la discriminación y la
marginación. Otros elementos tales como la interacción en la esfera política han
entrado como un argumento a través del trabajo de Rodríguez Rabanal, quien
sugiere que la violencia es la continuación de la política mediante otros medios,
parafraseando a Clausewitz que afirma que la guerra es la continuación de la
diplomacia a través de otros medios. Propone que la vida social continúa con
cicatrices de pobreza por medios destructivos e inéditos. En este sentido la violencia
no libera, más bien refuerza la comunicación ilógica que hay detrás de la sociedad
que ha nutrido a la violencia. Esto se manifiesta de varias formas: desde el letargo, la
depresión y las actitudes de sacrificio mediante enfermedades psicosomáticas,
hasta la abierta agresión contra el "ser" y el "otro".
A. El lugar común según el cual todos somos sujetos de derechos humanos con una
desigual distribución de la justicia, leyes débiles y la ausencia de la autoridad no
aparece con la esperada intensidad entre los muy pobres. Lo que se reflejó fue
que las condiciones para el éxito no eran iguales para el rico y para el pobre en
la competencia por la vida.
B. Hay una conexión entre las demandas de la población por derechos ciudadanos y
por la ley y el orden. Esto ha tenido un resultado en el comentario según el cual el
"orden existente" está marcado por el abuso del Poder... "todos están bajo sospecha". Es
un reconocimiento consciente y amargo de la exclusión: la experiencia ha enseñado que
todos pueden ser culpables si no son parte del mundo de las influencias, la ley y el orden.
C. Hay un embargo sobre los mecanismos sociales para la reivindicación de los
derechos. La protesta está inhibida por el miedo a ser acusado por subversión.
El discurso dominante se ha llegado a adoptar con la convicción de que todo está
definido y no puede ser modificado. La única lucha posible es para obtener el
"éxito individual". Cuando los organismos defensores de los derechos humanos
se alejan de la población en un área, queda la sensación de falta de protección
contra la violación de los derechos huma nos. El Estado, como tal, intimida a los
muy pobres y pobres en las zonas identificadas. Por otro lado, parece estar a la
sombra de la conciencia ciudadana el hecho de que todos somos iguales,
algunos más iguales que otros, según la primera respuesta.
ACTIVIDAD Nº 03
1. Lee atentamente y subraya las ideas más importantes.
2. Forma grupos y relaciona los contenidos de la lectura con los
elementos no sociales que han influenciado en la vida de la población
y de la sociedad peruana.
3. Expone las conclusiones.
CONCLUSION:
En el Perú nadie se definiría como racista. No obstante, las categorías raciales no
solamente tiñen, sino que en ocasiones condicionan nuestra percepción social.
Permanecen presentes en la conformación de conjuntos expertos, en los mensajes que
transmiten los medios de comunicación o en los denominados concursas de belleza, para
nombrar ciertos ejemplos diarios. Pocos han reparado en el contenido racista de una
categoría tan habitual en los recuentos censales como es la de "analfabeto", para clasificar
de esta forma como un conjunto inferior y menospreciado , a quienes ignoran el castellano.