Curso Rayos X

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Tema 1: Conceptos básicos

1 Producción y cualidades de los rayos x


2 Naturaleza de los rayos x
3 Interacción de la radiación con la materia
5 Atenuación de la radiación
5 Formación de la imagen radiológica

1. Producción y cualidades de los rayos x


El descubrimiento de la radiactividad es relativamente reciente. En noviembre de 1895
Röentgen, mientras experimentaba con rayos catódicos, descubre los rayos X, radiaciones
que presentan una serie de propiedades desconocidas hasta ese momento. Se trata de
ondas electromagnéticas originadas por el choque de electrones con un determinado
material, en el interior de un tubo de vacío. Este descubrimiento le reportó el Nobel de
Física en 1901.

La evolución de la energía atómica es impulsada por los sucesivos descubrimientos


entre los que cabría destacar:

• La teoría de la relatividad de Albert Einstein (1905).


• Los trabajos de Ernest Rutherford (1911), quien por una parte
consigue distinguir los tres tipos de radiaciones existentes, alfa, beta y
gamma, y por otra parte propuso también un modelo atómico. En este
modelo el átomo está formado por un núcleo con carga positiva donde se
encuentra prácticamente toda la masa del átomo y en torno a éste, como un
pequeño sistema planetario, se encuentran los electrones con carga negativa
y masa prácticamente inapreciable.
• El descubrimiento en 1934 de la radiactividad artificial por Irene y
Federico-Curie a los que se otorga el premio Nobel en 1935.
• Fisión nuclear por Otto Hahn (1939).
• La construcción y puesta en marcha del primer reactor nuclear en
1942, denominado “Chicago I”, realizada por Enrico Fermi A partir
de esta fecha los usos y aplicaciones de la radiactividad han sido
numerosas, pero también se hizo evidente que el uso de la radiactividad
representa un riesgo. Existe el riesgo derivado del mal uso de este
fenómeno ya puesto de manifiesto por Pierre Curie en 1903 a la recogida
del Premio Nobel donde dijo: “No es difícil concebir que en manos
criminales el radio pueda ser muy peligroso”. También se preguntó “sobre
la utilidad del conocimiento sobre los secretos de la Naturaleza” para al
final decir “Yo pienso que los nuevos descubrimientos acarrearán más
beneficios que daños a la Humanidad”. Por otra parte existe un riesgo de
daño biológico por el uso de la radiación ionizante, puesto de manifiesto
por la aparición de cánceres y leucemias en los primeros investigadores que
trabajaron con material radiactivo, en médicos usuarios de rayos X y por
los efectos a largo plazo de las primeras explosiones atómicas.

Actualmente las radiaciones ionizantes son utilizadas en numerosos campos científicos


e industriales, tantos que una relación detallada sería muy extensa.
Específicamente las áreas de la medicina y la investigación biomédica encuentran en las
radiaciones ionizantes una de las herramientas más versátiles y útiles. Los niveles de
radiactividad que se usan en los trabajos de investigación son evidentemente limitados
pero, al igual que ocurre con otras herramientas utilizadas en investigación, las
radiaciones ionizantes son potencialmente peligrosas. Por esto se han desarrollado una
serie de organizaciones de carácter mundial, europeo y nacional (AIEA, ICRU, ICRP,
EURATOM, CSN, ...) que establecen normas y legislación, reglas de protección que
gobiernan todos los usos de las radiaciones ionizantes y tienen como propósito asegurar
que éstos se lleven a cabo con las máximas garantías de seguridad y protección, tanto
para el personal como para bienes materiales y el medioambiente.

2. Naturaleza de los rayos x


La radiación ionizante, por su propia naturaleza, produce daños en los seres vivos. Desde el
descubrimiento de los rayos X por Roentgen en 1895 y de la radiactividad por Becquerel, en 1896,
los conocimientos sobre sus efectos han ido avanzando a la par que los estudios sobre las propias
radiaciones y sobre la esencia de la materia misma, no siempre sin episodios desgraciados.

El propio Becquerel (Fig. 1) sufrió daños en la piel causados por la radiación de un frasco de radio
que guardó en su bolsillo. Marie Curie (Fig. 1), merecedora en dos ocasiones del Premio Nobel
por sus investigaciones sobre las propiedades de las sustancias radiactivas, falleció víctima de
leucemia, sin duda a causa de su exposición a la radiación. Más de trescientos de los primeros
trabajadores en este campo murieron a causa de las dosis recibidas, con casos significativos como
el de los pintores que dibujaban con sales de radio los números en las esferas luminosas de los
relojes y mirillas de cañones, afinando el pincel con la boca, que en su mayoría desarrollaron
cáncer de mandíbula. El empleo de la bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki produjo la
irradiación de las poblaciones supervivientes a la explosión, con secuelas que aún continúan
siendo estudiadas y son fuente de valiosa información acerca de los efectos biológicos producidos
por la radiación a largo plazo. La utilización de las radiaciones en medicina, con fines terapéuticos
o de diagnóstico, constituye sin duda uno de los aspectos más destacados del beneficio que éstas
suponen para la Humanidad, pero en su desarrollo también se causaron exposiciones a los
pacientes, que en la actualidad serían injustificables, provocando en ciertos casos el desarrollo de
daños atribuibles a la radiación recibida.
Henry Becquerel y Marie Curie
Toda esa experiencia negativa sin duda ha ido creando en el subconsciente colectivo una idea
deformada sobre la radiación y la radiactividad, que se perciben como intrínsecamente peligrosas,
con independencia del tipo de radiación, de la cantidad recibida o del motivo por el que se reciba.
Además, a nivel popular, suele desconocerse que radiación y radiactividad forman parte de la
Naturaleza y de nuestro propio cuerpo, siendo vistas en general como un nefasto invento del
Hombre.

Sin embargo, la radiactividad es uno de los grandes descubrimientos del hombre contemporáneo,
y a la par que se fueron conociendo sus efectos, también se fueron encontrando aplicaciones de
gran utilidad, en las que las sustancias radiactivas o los aparatos emisores de radiaciones
ionizantes resultan insustituibles: además de la medicina, la agricultura, la industria, las ciencias
de la tierra, la biología y otras muchas ramas dependen hoy en día en muchos aspectos de su
utilización.

Posteriormente se presenta la naturaleza de la radiación ionizante y los efectos que causa sobre la
materia y en particular los tejidos vivos, los procedimientos para su detección y medida, así como
las diferentes fuentes de radiación, naturales y artificiales, a las que los seres humanos estamos
expuestos. A consecuencia de todo ello es necesario protegerse adecuadamente, para evitar sufrir
daños, pero sin limitar innecesariamente la utilización beneficiosa que se puede hacer de la
radiación y las sustancias radiactivas en numerosos ámbitos. Ese es el objetivo de la Protección
Radiológica, cuyos principios y métodos serán también revisados.

Conceptos básicos sobre radioactividad


Llamamos radiación a la energía que se propaga a través del espacio. Dentro de este concepto se
incluyen, entre otros, a las radiaciones no ionizantes, como la luz visible o infrarroja, o las ondas
de radio, y a las radiaciones ionizantes.

Radiaciones ionizantes
Se define una radiación como ionizante cuando al interaccionar con la materia tiene suficiente
energía para producir la ionización de la misma, es decir, origina partículas con carga eléctrica
(iones). El origen de estas radiaciones es siempre atómico, se producen tanto en el núcleo del
átomo como en los orbitales y pueden ser de naturaleza corpuscular (partículas subatómicas que
se mueven a altas velocidades) o electromagnética, rayos X, rayos gamma (γ), caracterizada por
tener una energía fotónica muy elevada.

Clases de radiaciones
Las principales clases de radiaciones ionizantes son:

• La emisión de partículas nucleares alfa, beta y neutrones.


• La radiación electromagnética gamma de origen nuclear.
• La emisión de rayos X.

Origen de las Radiaciones Ionizantes


Dependiendo del origen podemos distinguir entre radiactividad natural y radiactividad artificial.

La radiactividad natural siempre está presente en el medio ambiente, tanto de origen cósmico
como procedente de los materiales radiactivos existentes en la naturaleza.

El ser humano ha estado expuesto a las radiaciones ionizantes desde el comienzo de los tiempos.
El conjunto de radiaciones naturales se conoce como radiación de fondo (Fondo), que depende de
numerosos factores como el lugar de residencia, la altitud, materiales de construcción, la
composición del suelo y otras. Recibimos continuamente esa radiación, ingerimos a diario
productos que contienen cantidades muy pequeñas de sustancias radiactivas y todos los seres
vivos acumulamos pequeñas cantidades de algunos isótopos radiactivos.

La radiactividad artificial es la que se produce por la intervención humana, aunque su fuente sea
natural, para obtener beneficios que, obviamente, tienen que ser superiores al riesgo que
representan. Actualmente el uso de radiaciones ionizantes se extiende a campos muy diversos:
medicina, tanto en el diagnóstico como en los tratamientos clínicos, investigación, obtención de
energía, radiografías industriales, en la agricultura y otros muchos.

Fuentes de Radiaciones ionizantes


Las fuentes de radiaciones ionizantes son naturales, como los isótopos radiactivos y los rayos
cósmicos procedentes del espacio, y artificiales, como los generadores de radiación.

Los generadores de radiación son equipos en los que partículas cargadas se aceleran mediante
campos eléctricos hasta producir radiación ionizante. En unos casos el objetivo del equipo es
producir la radiación, como en el caso de los equipos de rayos X y en otros muchos, como la
microscopía electrónica, la radiación ionizante se produce como efecto secundario indeseable.

Del conjunto de fuentes radiactivas a las que nos encontramos sometidos el mayor porcentaje de
dosis recibida procede de la radiactividad natural. La figura siguiente muestra la distribución de
la dosis por las distintas fuentes.

Estructura de la materia
El átomo consta de un núcleo, que está formado por protones con carga positiva y neutrones y
una corteza, formada por electrones con una masa muy pequeña y cargados negativamente. El
número y la carga de los electrones es igual que la de los protones, de forma que el átomo resulta
neutro y la masa se concentra prácticamente en el núcleo. El número atómico Z, que corresponde
al número de protones, define la posición en la tabla periódica, qué elemento es y sus
características químicas. El número total de nucleones (protones y neutrones) existentes en el
núcleo recibe el nombre de número másico (A). La diferencia entre el número másico y el número
atómico, A-Z, nos da el número de neutrones contenidos en el núcleo atómico.
Isótopos, isótonos, isóbaros e isómeros
En función de las características físicas de los elementos químicos podemos distinguir entre
isótopos, isóbaros, isómeros e isótonos: Los ISÓTOPOS son átomos del mismo elemento, con
igual número de protones, pero distinto número másico A y por tanto distinto peso atómico.

A = N + Z

Notación:

Z= número de protones. Número atómico.


A= número másico.
N= número de neutrones.

Los nucleidos, así denominamos a los elementos cuando los caracterizamos por sus núcleos, que
tienen el mismo número de neutrones, N, se denominan ISÓTONOS.

Los nucleidos caracterizados por tener el mismo número másico A, reciben el nombre de
ISÓBAROS.

Un núcleo, de la misma forma que ocurre en el átomo, puede encontrarse energéticamente en


niveles excitados que tienden a retornar al estado fundamental con vida media muy corta (10-15
a 10-13 s) emitiendo radiación gamma. Si el nivel excitado es metaestable, (vida media que puede
alcanzar años) se dice que el núcleo excitado es un ISÓMERO del mismo núcleo en su nivel
fundamental. Los isómeros se representan con la letra m tras el símbolo másico.

Desintegraciones radiactivas
Los protones, que están cargados positivamente, se repelen y se mantienen unidos en el núcleo
por la intercalación de los neutrones, que tienen masa similar a los protones sin carga eléctrica,
mediante las llamadas fuerzas nucleares. No todos los isótopos son estables. A veces la relación
número de protones y neutrones no es la óptima y se requieren altos niveles energéticos para
mantenerlos unidos. En estos casos, los núcleos inestables se reestructuran, a veces se desintegran,
y emiten el exceso de energía por distintos mecanismos para transformarse en otros isótopos que,
a su vez, pueden desintegrarse hasta que al final de la cadena se llega a isótopos estables.

La radiactividad o desintegración radiactiva es un proceso complejo por el que el núcleo atómico


inestable alcanza una estructura de mayor estabilidad, emite partículas o fotones y puede
transformarse o no en otro elemento químico. Los nucleidos inestables que se transforman
espontáneamente con el tiempo formando otros nucleidos mediante procesos de desintegración
se conocen como nucleidos radiactivos o radionucleidos.
Actualmente se conocen unos 2.000 nucleidos, de los cuales son estables 274.

Los isótopos radiactivos decaen por distintos mecanismos que resultan en la emisión de diferentes
tipos de radiaciones ionizantes que pueden tener naturaleza corpuscular o electromagnética. Los
principales tipos de desintegraciones las agrupamos en: partículas α, partículas β, neutrones y
radiación γ. En el laboratorio de investigación biológica los materiales radiactivos usados son
emisores β o γ.

En la figura siguiente, correspondiente al experimento de Rutherford, se pone de manifiesto el


carácter corpuscular y la carga de las partículas alfa y beta, y la naturaleza
electromagnética de la radiación gamma.

Desintegración α
La partícula α es equivalente a un núcleo de Helio con masa cuatro y 2 protones. Por tanto, cuando
un núcleo emite una partícula alfa, su número másico se reduce en cuatro unidades y su número
atómico en dos unidades. Este proceso se da en átomos con un número atómico elevado. El
proceso de desintegración alfa va acompañado de la emisión de una gran cantidad de energía
procedente del defecto másico producido. Los emisores α, que corresponden a átomos pesados
como el radio y el uranio, no se suelen usar en el ámbito de la investigación biológica.

Este tipo de desintegración se produce debido a la inestabilidad derivada de la repulsión


coulombiana entre los protones del núcleo. Se produce en núcleos pesados con número másico
superior a 140, la causa fundamental de la inestabilidad nuclear se debe al desequilibrio entre las
fuerzas repulsivas, que crecen proporcionalmente a la relación Z(Z-1), y la fuerza nuclear de
unión, que crece con el número másico.

La energía de las partículas α emitidas por radionucleidos naturales se encuentran entre 1,8 MeV
( 144Nd) y 8.785 MeV (212 Po), alcanzando velocidades elevadas. Los espectros alfas son
discretos, pudiendo encontrarse espectros monoenergéticos y polienergéticos.

Desintegración β
Consiste en la emisión de una partícula β, procedente del nucleo atómico, que tiene la
masa y carga de un electrón. En consecuencia el núcleo descendiente es un ISÓBARO,
distinto elemento y misma masa, del núcleo precursor. La desintegración beta se extiende
a la totalidad de la carta de nucleidos.

Dentro de la desintegración β podemos distinguir:

Desintegración β-.

Desintegración β+.


Desintegración por captura electrónica.
Desintegración β-
Es la emisión espontánea de partículas negativas, electrones, que emergen del núcleo a
velocidades muy próximas a la velocidad de la luz.

Los espectros energéticos de las partículas desintegración β son continuos, y se extienden desde
energía cero, hasta una energía máxima o límite superior que depende del radionucleido
estudiado. En la desintegración desintegración β se emite, además del electrón, una nueva
partícula llamada neutrino, carente de carga y masa. La energía de desintegración se reparte entre
el electrón, el neutrino y el núcleo de retroceso.

Según Fermí, dado que en el núcleo no existen electrones, la transformación nuclear que se
produce será que un neutrón se convierte en un protón, en un electrón y en un neutrino, según:

El esquema de desintegración vendrá dado:

Las energías máximas de las emisiones beta se extienden desde los emisores blandos como el
tritio (3H) [Emáx = 17 KeV] y el (32P) [Emáx = 1.7 MeV]

Son emisores β-, los radionucleidos muy ricos en neutrones y la emisión β-, que transforma un
neutrón en un protón, reduce el valor del cociente N/Z con lo que el nucleido descendiente se
encuentra más próximo a la zona de estabilidad.
Desintegración β+
Consiste en la emisión de positrones por ciertos radionucleidos. El positrón tiene una masa igual
a la del electrón pero su carga eléctrica es positiva aunque con valor absoluto igual al electrón.

Al no existir positrones libres en el interior de los núcleos, el proceso que tiene lugar es el
siguiente:

Por lo que disminuye el número atómico en una unidad.

Al emitirse un positrón, el nucleido descendiente queda con una carga nuclear Z-1, pero con Z
electrones, del que se desprende un electrón cortical. Los positrones emitidos son partículas
inestables y cuando pierden su energía, mediante choques con la materia, se combinan con un
electrón libre del entorno, produciendo el fenómeno llamado de aniquilación del positrón, con la
emisión de dos fotones de 511 keV. De esta forma la masa de ambas partículas se convierten en
energía de 511 keV que se propaga en la misma dirección pero en sentido opuesto. A esta
radiación electromagnética se le denomina de aniquilación.
Los radionucleidos emisores β+ son aquellos que se encuentran situados por encima de la línea
de estabilidad. Es decir, aquellos núcleos excesivamente ricos en protones. El espectro β+ es
continuo, desde energía nula a un valor máximo que depende del radionucleido considerado y que
para las emisiones más duras alcanza el valor de unos 5 MeV.

Captura Electrónica
Los electrones de la corteza atómica en el curso de su movimiento, se aproximan en ocasiones al
núcleo, y según la mecánica ondulatoria, incluso pueden penetrar en su interior. La probabilidad
que esto ocurra aumenta para los electrones de la capa K.

En átomos ricos en protones, estos electrones pueden ser capturados por el núcleo y se produce

el proceso:

Disminuyendo el número atómico en una unidad.

La captura electrónica es un procedimiento competitivo con la desintegración β+. Todo


radionucleido que se desintegre mediante β+ puede hacerlo como captura electrónica. La inversa
no es necesariamente cierta, debe existir un nivel umbral mínimo. En todo proceso de captura
electrónica, el átomo descendiente queda ionizado, con una vacante en la capa K, con lo que al
producirse el reajuste electrónico en el átomo descendiente, se producirá la emisión de rayos X

característicos.
Como ejemplo completo de desintegración beta se muestra el diagrama de desintegración
correspondiente al 64Cu.

Radiación γ
La radiación gamma se produce en transiciones nucleares entre niveles excitados. La emisión de
radiación gamma es un proceso mediante el cual un núcleo que se encuentra en uno de sus niveles
excitados pasa a otro de menor energía mediante emisión de radiación electromagnética. La
energía de los fotones de radiación gamma se encuentra, en los casos más habituales, entre el keV
y el MeV.

Las radiaciones γ producen ionización indirecta que libera electrones de los átomos con los que
interaccionan, ionizándolos. El poder de penetración de estas radiaciones es grande, ya que
únicamente son desviadas o neutralizadas por impacto con los electrones orbitales.

Rayos X
La emisión de rayos X corresponde a la zona del espectro electromagnético por encima de la
radiación ultravioleta, su intervalo energético abarca entre unos 100 eV y 250 keV.

Para que se produzca la emisión de rayos X, es necesario que se produzca una vacante electrónica,
o inonización en una capa electrónica profunda, ya que los electrones de estas capas poseen una
energía de ligadura muy alta.

Por lo general, los rayos X se generan artificialmente en un tubo de vacío a partir de un material
que no tiene radiactividad propia, por lo que su activación y desactivación tiene un control fácil
e inmediato. La energía de los rayos X y su poder de penetración son proporcionales a la tensión
eléctrica utilizada para su producción, alrededor de los 100 kV para los rayos X de diagnóstico y
entre 15 kV y 50 kV en los equipos para análisis.

Radiación de neutrones
La radiación de neutrones es la generada durante la reacción nuclear. Los neutrones tienen mayor
capacidad de penetración que los rayos gamma y sólo pueden detenerlos una gruesa barrera de
hormigón, agua o parafina.

La figura siguiente nos muestra el poder de penetración e ionización de los distintos tipos de
desintegraciones vistas en los apartados anteriores.
Como ya se ha indicado la emisión de radiaciones ionizantes es una característica común a
muchos átomos en cuyo núcleo el número de neutrones resulta escaso o excesivo, lo que les hace
inestables. Esos átomos son llamados "radiactivos". En ellos, las ligaduras nucleares se
transforman en busca de configuraciones más estables, a la vez que se libera energía, asociada a
la radiación emitida. Esta puede ser de cuatro tipos fundamentales: partículas alfa (α), partículas
beta (β), radiación gamma (γ) y neutrones.

La velocidad con que dichas transformaciones tienen lugar en una sustancia radiactiva se
denomina actividad, y se medirá como el número de átomos que se desintegran por unidad de
tiempo, teniendo como unidad natural (1 desintegración / segundo) al Becquerel, así llamado en
honor al descubridor de la radiactividad. Una unidad anteriormente utilizada, pero que no
pertenece al Sistema Internacional, es el Curie, correspondiente a la actividad existente en un
gramo de 226Ra (3,7·1010 desintegraciones / segundo). El Becquerel (abreviadamente Bq) es
una unidad muy pequeña y de poco uso práctico (sería como medir longitudes o distancias en
micras), baste decir que nuestro propio organismo contiene aproximadamente 4.000 Becquerel de
40K, por lo que siempre se emplean sus múltiplos. Por el contrario 1 Curie (Ci) es una actividad
considerable, e incluso peligrosa según las sustancias, por lo que se emplean a menudo sus
submúltiplos. Para sustancias radiactivas cuya concentración sea inferior a 100 Bq/g o sustancias
naturales sólidas de menos de 500 Bq/g, la reglamentación vigente no exige ningún tipo de
declaración o autorización, al considerarse prácticamente inocuas.
Emisión de radiaciones ionizantes desde el núcleo atómico
3. Interacción de la radiación con la materia
A su paso por la materia, la radiación sufre distintos tipos de interacción, según su
naturaleza. Si bien el tratamiento detallado de las interacciones entre las radiaciones y los
medios materiales es un tema de extremada complejidad, para partículas cargadas (α y β)
puede afirmarse que la interacción básica responde a la Ley de Coulomb entre cargas
eléctricas, la cual da lugar a dos fenómenos elementales: la excitación atómica (o
molecular) y la ionización. En el primero, los electrones corticales son impulsados a un
nivel superior, volviendo posteriormente al estado inicial tras emitir fotones luminosos.
En el segundo, los electrones son expulsados del átomo o molécula, según se ilustra en la
figura 3.

Las partículas pesadas (α y protones fundamentalmente) experimentan un frenado


dependiente de su carga y su velocidad. La cesión de energía y la ionización producida
en el medio no son constantes a lo largo de su trayectoria, resultando mayores cuanto más
lenta vaya la partícula. A la vez, el alcance en cualquier medio material será muy limitado,
de unos centímetros en el aire, o sólo unas micras en el tejido, no pudiendo atravesar la
piel. Sin embargo, esta combinación de una alta densidad de producción de iones y corto
alcance confiere a los radionucleidos emisores α una gran peligrosidad intrínseca en el
caso de ser ingeridos o inhalados, ya que el daño celular resultante será muy intenso. Para
los electrones, el alcance aumenta a unos metros en aire, y al espesor de la piel en el
cuerpo humano, no pudiendo sobrepasar el tejido subcutáneo.
Esquema de un proceso de ionización

En el caso de los fotones, su energía puede ser absorbida por el medio mediante tres
procesos fundamentales: el efecto fotoeléctrico, el efecto Compton y la producción de
pares electrón-positrón, cuyas probabilidades de ocurrencia dependen de la energía inicial
de los fotones. Todos ellos originan la aparición de partículas cargadas, con lo cual se
desarrollarán posteriormente las interacciones comentadas anteriormente. El efecto
fotoeléctrico supone la absorción de toda la energía del fotón por el átomo. Esa energía
es transferida a un electrón cortical, que resulta expulsado del átomo. El efecto Compton
puede interpretarse como una colisión elástica del fotón incidente con un electrón, en la
que una parte de la energía del fotón será transferida al electrón como energía cinética,
saliendo el fotón en distinta dirección a la inicial, con menor energía y frecuencia (mayor
longitud de onda). Este efecto es más probable para energías intermedias de los fotones
(entre 0'5 y 10 MeV aproximadamente), disminuyendo el rango de energías al aumentar
el número atómico del absorbente. Por último, el proceso de formación de pares electrón-
positrón consiste en la materialización de parte de la energía de un fotón en un par de
partículas (electrón-positrón) que se reparten la energía sobrante; es un proceso que
solamente puede producirse dentro del campo eléctrico del núcleo atómico y para
energías superiores a 1,022 MeV. El alcance de la radiación γ en aire puede llegar a los
centenares de metros, pudiendo traspasar el cuerpo humano, y hasta varios centímetros
de plomo.

Con respecto a los neutrones, al carecer de carga eléctrica, solamente pueden


interaccionar con los núcleos de los átomos mediante las diferentes reacciones posibles
(de dispersión elástica, de dispersión inelástica, de captura radiactiva, de transmutación o
de fisión). Puesto que los núcleos ocupan una fracción ínfima del volumen total de la
materia, los neutrones podrán desplazarse distancias relativamente grandes antes de
interaccionar, resultando ser muy penetrantes (véase la Fig. que compara la capacidad de
penetración de los distintos tipos de radiación).
Capacidad de penetración de los distintos tipos de radiación en la materia

La atenuación que sufre la radiación a su paso por la materia dependerá


fundamentalmente de dos factores:

• El factor geométrico, que hace que con la distancia entre la fuente y el


objeto la radiación sea cada vez más débil, generalmente en proporción
inversa al cuadrado de la distancia.
• El factor material, que dependerá del tipo y energía de la radiación y
de la composición del material, lo que afecta a la probabilidad de
interacción. Generalmente este último factor de atenuación suele tomar
forma exponencial negativa con la distancia recorrida.

De acuerdo con lo anterior, para el manejo seguro de fuentes emisoras de radiación


ionizante, habrá que jugar con la distancia a las que éstas se sitúen y con los materiales
que proporcionen un blindaje adecuado, al facilitar la interacción y la cesión de la energía
de la radiación en los mismos. De tal manera que distancia, blindaje y tiempo constituyen
los tres puntos clave del manejo seguro de fuentes radiactivas.
Distancia, blindaje y tiempo, los tres factores de protección contra la irradiación
externa
4. Atenuación de la radiación
Cuando un haz de radiación electromagnética, de intensidad I0, incide sobre un trozo de material
de espesor x, el haz se atenúa y la intensidad emergente viene dada por la ley de Bouger-Lambert
(1729 y 1768) que establece que:

donde μ es el coeficiente de absorción lineal y x el espesor en unidades de longitud. A veces es


útil expresar el espesor en unidades de masa por unidad de área. Si definimos t = ρ.x, donde ρ es
la densidad, la ley de Lambert se expresa como:

μ / ρ se conoce como el coeficiente de absorción másico.

Esquema del dispositivo experimental para estudiar la atenuación de la radiación con al atravesar
un trozo de material de espesor x.

En general el principal proceso por el cual una partícula cargada pierde energía al atravesar la
materia es la interacción con los electrones atómicos.

Los procesos de excitación nuclear y reacciones nucleares presuponen la eliminación de partículas


del haz, contribuyendo a la absorción efectiva de las mismas. Si tales mecanismos se hacen
importantes en relación a las pérdidas por ionización ya no es posible definir el alcance de una
partícula en el material. En estos casos la variación de intensidad en función del espesor de
material atravesado viene dado por la ley exponencial ya vista

donde , el coeficiente de absorción, está relacionado con las secciones eficaces.

Radiación de frenado
Cuando una partícula cargada con alta energía colisiona con un núcleo atómico por interacción
coulombiana se pueden producir bruscas aceleraciones de acuerdo con las leyes de la
electrodinámica. Estas aceleraciones darán lugar a la emisión de radiación electromagnética de
espectro continuo. Este fenómeno se conoce como radiación de frenado o Bremsstrahlung y
constituye un importante mecanismo de pérdida de la radiación beta.

Absorción de partículas alfa

Las partículas alfa, que son núcleos de Helio , junto con los protones , los

deuterones y los tritones constituyen el grupo de partículas cargadas pesadas


más comunes. Su interacción con la materia produce principalmente ionización y excitación en
los átomos del absorbente, no existiendo prácticamente Bremsstrahlung. Estas partículas,
emitidas por los núcleos atómicos con energías comprendidas entre los 3 y los 9 MeV son
partículas no relativistas (sus velocidades están comprendidas entre 1,1 y 2,2, x 109 cm/s) que se
absorben fácilmente en la materia. Una hoja de papel o algunos centímetros de aire bastan para
absorber totalmente partículas alfa producidas en reacciones nucleares.

Absorción de partículas beta


Las partículas beta negativas o positivas de origen nuclear, tienen velocidades que pueden llegar
hasta prácticamente la velocidad de la luz. Pese a ello sus energías son menores en general que
las de las partículas alfa, ya que en su mayoría no alcanzan los 4 MeV. Estas altas velocidades
obligan a tratar la radiación beta en forma relativista.

Las partículas beta son mucho más penetrantes que las alfa, lo que hace necesario el empleo de
métodos muy distintos para las mediciones de absorción. Para tener una idea comparativa hay que
tener en cuenta que una partícula alfa, de 3 MeV, tiene un alcance de 2,8 cm en aire en condiciones
patrón y produce alrededor de 4000 pares iónicos por mm de recorrido, mientras que una partícula
beta de igual energía tiene un alcance en aire de más de 1000 cm y sólo produce 4 pares iónicos
por mm. El que sean tan penetrantes permite emplear absorbentes sólidos que resultan más
prácticos que el aire.

5. Formación de la imagen radiológica


Para comprender las características de las imágenes que configuran la radiografía y, por lo tanto,
su interpretación básica, es necesario tener presente algunos mecanismos que operan en su
formación:

Densidad radiográfica
Éste es un determinante primordial de la cantidad de rayos que impresiona la placa radiográfica
que, como cualquier otro negativo fotográfico, da un tono más oscuro mientras más rayos recibe.
Este método diferencia netamente sólo algunos niveles de densidad: en un extremo está la
densidad del calcio (hueso) que, al impedir el paso de los rayos, produce un color blanco en el
negativo y, en el otro, la densidad del aire que permite el libre paso de los rayos, dando color
negro; en medio existe una gama de grises que no siempre permiten diferenciar con claridad los
tejidos blandos, la sangre, los líquidos y la grasa.

Grosor del medio atravesado


La opacidad a rayos de una estructura depende no sólo de su densidad sino que de la longitud del
trayecto que los rayos deben atravesar dentro de ella. Esto explica que materiales de diferente
densidad puedan dar un mismo tono de gris, por diferencias de espesor, y que la visualización de
una estructura dependa de su posición en relación a la dirección del haz de rayos.
magen radiográfica de una estructura laminar. Cuando la lámina esta situada
perpendicularmente al haz de rayos, estos son mínimamente interceptados por la
delgada capa de material denso, por lo que no se forma imagen. La misma lámina
dispuesta tangencialmente a los rayos significa que estos deben atravesarla a través
de un trayecto mayor, dando origen a una imagen lineal.

Así, por ejemplo, la pleura que recubre las cisuras oblicuas o mayores no se ve en la
placa frontal, ya que en esta posición esta estructura laminar se encuentra orientada
en un plano aproximadamente perpendicular al haz de rayos, que sólo debe
atravesar las dos finas hojas pleurales adosadas. En cambio, en la posición lateral
las cisuras se disponen en un plano tangencial al haz de rayos, de manera que éste
debe atravesar varios centímetros de pleura dando, en consecuencia, origen a una
fina línea blanca oblicua, visible en la placa lateral. El fenómeno es similar al de una
puerta de cristal que cerrada y de frente no se ve, pero que si está abierta, su borde
se ve claramente como una franja vertical.

Contraste de interfaces
La opacidad a rayos de una estructura no basta por sí sola para dar origen a las imágenes que se
ven en la radiografía. Es necesario que la densidad en cuestión contraste sobre otra densidad
netamente diferente, de manera que se delimite una interfase perceptible.

Este fenómeno explica por qué los bronquios no son normalmente visibles: sus paredes son muy
finas y el aire que los llena no contrasta con el parénquima pulmonar, también lleno de aire. En
cambio, si los alvéolos circundantes no contienen aire por estar llenos con líquido (edema) o con
exudado (neumonía) o por estar colapsados (atelectasia), los bronquios resultan claramente
distinguibles Esta imagen se denomina broncograma aéreo.
Imagen radiográfica de los bronquios. En el pulmón normal los bronquios llenos de aire no
contrastan con los alvéolos también llenos de aire. Si los alvéolos están ocupados por líquido o
sólido, el aire de los bronquios se contrasta y se produce la imagen llamada de broncograma aéreo.

Al contrario de los bronquios, los vasos pulmonares llenos de sangre se destacan sobre el
parénquima normalmente aireado y se borran cuando el pulmón a su alrededor se condensa.

Imagen radiográfica de los vasos pulmonares. En el pulmón normal los vasos llenos de sangre
dan una imagen por contraste con el contenido aéreo de los alvéolos. Si el parénquima está
condensado los vasos dejan de verse por falta de contraste.

Este mismo mecanismo explica que si a una estructura que normalmente da origen a una silueta
de borde preciso, se le adosa otra de similar densidad, desaparece el contraste y con ello, la silueta
de esa estructura. Más adelante veremos algunos ejemplos y analizaremos la interpretación de
este signo, llamado "de la silueta".
Formación de la imagen radiológica
Se realiza por absorción y penetración de los rayos x en el organismo. Conceptos
opuestos, cuando uno disminuye, el otro aumenta.

• Hay mayor absorción de rayos X a mayor número atómico de la


estructura atravesada. La absorción es proporcional a Z3. (Número
atómico, protones).
• La absorción es mayor a mayor densidad de la estructura atravesada.

La densidad es peso/volumen. Ej: Músculo y pulmón tienen átomos con igual Z, pero
agrupados en distinta densidad por lo que tienen distinta imagen radiológica.

• La absorción es mayor a mayor espesor que atraviesen.


• Los rayos X de bajo kilovoltaje son más absorbidos.

Dispersión de los rayos X


Al atravesar el organismo los rayos X sufren una dispersión importante esta RADIACIÓN
DISPERSA es negativa para la imagen radiológica.

• Aumenta al aumentar el campo.


• Aumenta con el aumento del espesor.
• Aumenta con altos kV.
Se intenta disminuir con parrillas antidifusoras o Bucky: son unas laminillas de
plomo colocadas verticalmente que absorben los rayos X dispersos.

Técnicas radiográficas
La elección del kilovoltaje nos determinará el tipo de técnica radiográfica.

• BAJO KILOVOLTAJE: hasta 90 kilovoltios.

Utilizada en mamografía, partes blandas y huesos pequeños.

Tiene la ventaja de producir mucho contraste, pero el paciente recibe mucha radiación y
los tiempos de exposición son largos.

• ALTO KILOVOLTAJE: utiliza de 90 a 150 kV.

Utilizado en el tórax y en estudios con contraste de abdomen.

Da mucha penetración, baja radiación y tiempo corto de exposición. Produce mucha


radiación dispersa.

Técnicas radiológicas
1. Radiografía estándar.

Utiliza un Chasis de radiográfico, que consta de carcasa de plástico,


pantallas de refuerzo y película radiográfica.

Pantallas de refuerzo capturan los rayos X que han atravesado el


organismo, los convierten en luz (FLUORESCENCIA) y la
transmiten a la:

Película, que es un plástico con una emulsión en su
superficie de yoduro o bromuro de plata.
▪ Esta se revela en reveladoras automáticas.
2. Tomografía convencional. tomografía por planos.

Movimiento simultáneo e inverso de la placa y el tubo de rayos X,


consiguiendo que las estructuras de un plano queden nítidas y las de
planos superiores e inferiores borrosas.

3.
▪ Radioscopia televisada con intensificador de
imágenes.

Nos permite visualización en tiempo real, la imagen


se representa en monitores de televisión, permite
realizar radiografías en cualquier momento. Utilizada
en estudios digestivos, quirófano de traumatología...

▪ Estudios con contrastes. Por vía vascular y


digestivos.
Digestivos: Esofagogastroduodenal, Tránsito
Intestinal, Enema Opaco…

Vasculares: Arteriografía, Flebografía…


4. Ortopantografía

Estudio panorámico, en maxilares. Movimiento circulatorio del


tubo y de la placa.
5. Digitalización de la imagen.

La radiografía convencional es una representación ANALÓGICA,


de la imagen, variando el ennegrecimiento de la misma en función
de la mayor o menor absorción de rayos X por las zonas del cuerpo.
Se utiliza en muchas técnicas: radiología digital, TAC, Vascular,…

▪ Si damos un valor numérico a cada grado de


absorción de rayos X, estaremos realizando una
digitalización-numerización y tendremos una
representación DIGITAL.
▪ Ventajas de la representación o imagen digital:

1. Facilidad de archivo: magnético,


óptico...
2. Manipulación por ordenador.
3. Transmisión digital de la
imagen.
4. Reproducción en monitor,
papel...
5. Todas las aplicaciones que nos
permita la informática: archivo,
red,…
6.

7. Sustracción Digital.

Proceso por el cual podemos realizar una sustracción (resta) de dos


imágenes para obtener una imagen que sólo presenta las diferencias
entre ellas. (Arteriografía por sustracción digital nos permite una
mejor visualización de los vasos.) En la actualidad este proceso se
realiza por ordenador y con representaciones digitales.

Tema 2: Características físicas de los equipos y haces de rayos x


1 Generador
2 Tubo
3 Características de la radiación producida por tubos de rayos x
4 Sistemas de imagen

1. Generador
Los Rayos X fueron descubiertos por un científico alemán, Wilhelm Conrad Roentgen en
11/1895, registrando éste hallazgo por medio de una publicación que la tituló “una nueva
especie de Rayos”; posteriormente, en enero de 1896, en Inglaterra, el Dr. John F. Hall
Edwards hizo las primeras radiografías clínicas mostrando una aguja enterrada en la mano
de una paciente. A partir de entonces, su uso se extendió por todo el mundo y la
incorporación de estos equipos ha ido en un aumento considerable por los múltiples
beneficios que esta actividad reporta en la práctica médica y odontológica; es obvio, que
se han incorporando a la vez, múltiples modificaciones y evoluciones en los tubos
generadores de Rx y en los sistemas de registros con vista a lograr una mayor calidad en
la imagen radiológica, con una menor exposición a las radiaciones.

Los Rayos X son radiaciones electromagnéticas (fotones) ionizantes; tienen su origen en


las órbitas electrónicas de los átomos, a diferencia de las radiaciones Gamma cuyo origen
es en el núcleo del átomo, o sea, estos últimos sólo se pueden originar mediante un
proceso nuclear radiactivo, mientras que los rayos X se pueden generar por un proceso
eléctrico, no radiactivo como ocurre en los tubos de rayos X de los equipos de
radiodiagnóstico médico y dental.

Esto es importante porque en este caso solo hay emisión de radiaciones ionizantes,
exclusivamente, por el tiempo que se activa y se hace el disparo con el equipo.
Un equipo generador de Rx con fines de diagnóstico consta esencialmente de:

• Un tubo generador de Rx.


• Un transformador o generador de alto voltaje.
• Un panel de mando y controles (panel de comandos).
• Dispositivos extras, camilla, stativo, etc.

En los equipos hay tres principales indicadores o variables que nos expresan las
características esenciales de la calidad y formación del haz de rayos X, así como del
tiempo por el que éstos, se producen. Estos son:

• Kilovoltaje (Kv): Expresa la potencia y el nivel energético del haz de


fotones de rayos X; a mayor Kv, mayor energía y mayor nivel de
penetración del haz.
• Miliamperaje (mA): expresa “la cantidad” de haces que se forman, es
decir, un aumento de la corriente provoca un aumento del número de
fotones de rayos X por unidad de área y tiempo.
• Tiempo (t): expresa el tiempo de emisión del haz de radiación; a mayor
tiempo, mayor exposición.

Los equipos convencionales de radiodiagnóstico médico operan normalmente en un rango


de potencial de voltaje entre los 30 a150 Kv, con una corriente de tubo entre los 10 y 20
a 500 o más mA y un tiempo de emisión de rayos variable según el tipo de examen que
se vaya a realizar, por lo general, de fracciones (centésimas) a segundos. Específicamente
en radiología dental, algunos equipos convencionales operan con un Kv fijo,
encontrándose en el mercado con Kv entre los 50 a 70 Kv, con un amperaje también fijo
entre los 5 a 10 mA y es la variable tiempo, la que el operador puede cambiar; como
promedio, las técnicas que más se utilizan oscilan entre los 0,1 a 2 segundos con una
distancia foco paciente entre 18 a 23 cms.; en este medio, una técnica muy empleada es
la de 3 segs con 70 Kv. Señalamos que los ortopantomógrafos (equipos panorámicos) de
reciente incorporación en la clínica dental, son de características similares a los de Rx
diagnóstico convencional, o sea, pueden variar sus distintos indicadores (Kv, mA ) en
cambio el tiempo de rotación es fijo, salvo programas infantiles que tienen un tiempo de
giro menor).

2. Tubo
Un tubo de Rx consta principalmente de una ampolla de vidrio Pirex (resistente al calor) al vacío
en cuyo interior se encuentran dos elementos con una separación entre ellos que son los
electrodos, el cátodo (electrodo negativo) y el ánodo (electrodo positivo). En el cátodo se
encuentra el filamento, donde, durante la activación y disparo del equipo, se producen por una
emisión termoiónica, una corriente de electrones que se proyecta a grandes velocidades al
electrodo positivo (ánodo). Por tal motivo tiene que estar hecho de un material con un punto de
fusión elevado, por ejemplo, el tungsteno; por lo general, los equipos de Rx de uso médico tienen
dos filamentos, uno fino y otro grueso, dado por el diámetro de él y el uso que se quiera dar. El
ánodo es llamado “blanco” y puede ser fijo (como el de los equipos de Rx dental convencional y
portátiles) o rotatorio (como el de los equipos fijos de Rx de uso médico); es aquí donde inciden
e impactan estos electrones producidos en el filamento del cátodo por la diferencia de potencial
que se crea cuando se hace el disparo.

Esquema de un tubo de Rx

Los rayos X son producidos cuando se crea entre ambos electrodos, una diferencia de potencial
eléctrica (de decenas a centenas de Kv) generándose así una corriente electrónica (de algunos
mA) entre el cátodo y el ánodo. Cuando estos electrones violentamente acelerados impactan en
el ánodo, interactúan con sus átomos, desviándose o perdiendo velocidad por lo que se origina
una liberación de energía, el 99 % en calor y el 1% de Rayos X por diversos mecanismos, el
principal por el fenómeno de Bremstrahlung (radiación de frenado).

Por la cantidad de energía calórica que se produce, el “blanco” del ánodo también debe estar hecho de
un material de alta fusión y conductividad térmica, por ejemplo, el tungsteno y el walframio; el
molibdeno, también es muy utilizado en los equipos de mamografía; a su vez, éste lo asocian o lo
incluyen dentro de una gran masa de cobre que actúa como recipiente y disipador del calor. En los
tubos de mayor carga y potencia, se utiliza además un medio refrigerante como el aire, agua o aceite
(éste último el más utilizado) que se ubica entre el tubo y su carcasa o cabezote de plomo.
El haz de fotones (rayos X) que se produce tiene un espectro con energías que oscila desde casi 0 hasta
el valor máximo de voltaje aplicado al tubo. No todos estos rayos son útiles para fines diagnósticos,
por eso se hace necesario absorber toda la radiación secundaria que no contribuya a la formación de
la imagen radiográfica, ya que ésta incide en una dosis innecesaria e injustificada para los operadores
y pacientes. Para esto, existe una filtración inherente que depende de la absorción del propio vidrio de
la ampolla, del refrigerante, de la ventana de cristal de la coraza de plomo, la cual debe ser equivalente
al menos de 0,5 mm de Al.
A lo anterior, se le agrega la filtración añadida, con el objetivo de disminuir al máximo posible la
radiación secundaria no útil, por medio de un filtro que se coloca a la salida del haz primario en la
“ventana” del tubo, de cobre o de aluminio (el más utilizado) cuyo espesor oscila desde los 0,5 mm
para los equipos de Rx dental hasta 1,5 – 2,5 mm para los equipos de mayor potencia de radiología
médica.
Además, el tubo de rayos X se encierra dentro de una cúpula o cabezal construido de plomo con un
espesor acorde a las características técnicas de él, evitando así la salida al medio circundante de las
radiaciones innecesarias. Por otra parte, para que el paciente sea irradiado solamente en el área de
interés, el haz primario ya filtrado debe ser limitado (colimado) a través de diafragmas o colimadores
luminosos. En radiología dental convencional se utiliza los localizadores, dispositivos diseñados para
“fijar” el área a estudiar, no tienen que ser de plomo; los actuales son cilíndricos de plástico con un
tamaño (distancia tubo piel) que puede oscilar entre 15 a 18 cms con un diámetro no mayor de 6 cms
como máximo. Los antiguos colimadores cónicos de plomo están prohibidos, por la múltiple
irradiación secundaria e innecesaria que producen (por reflexión del haz primario) con el subsiguiente
aumento de la dosis al paciente.

Esquema de un tubo de Rx con el cabezote, colimador, etc.


3. Características de la radiación producida por tubos de rayos x

Espectro, filtración y calidad de haz


La contribución de otros fotones con energías próximas a cero no es despreciable, con el
agravante de que estos fotones no favorecen, en absoluto, la formación de la imagen, ya
que su energía queda depositada en las capas superficiales de los tejidos del paciente sin
llegar a la película radiográfica o al receptor de imagen. Estos fotones de baja energía
deben ser eliminados por medio de filtros.

Los filtros son materiales que se interponen en la trayectoria del haz de rayos X y absorben
los fotones poco energéticos. Pueden diferenciarse dos tipos de filtración: inherente y
añadida:

• Se denomina filtración inherente a la producida por los materiales


estructurales del tubo de rayos X (vidrio del tubo, aceite, etc).
• Se denomina filtración añadida a la originada por colocar materiales a
la salida del haz de rayos X, antes de que incida sobre el paciente. El
tipo y espesor del material empleado para tal fin depende del valor de
kilovoltaje al que esté operando el tubo. En el rango de tensiones utilizado
habitualmente en radiodiagnóstico el material empleado suele ser aluminio,
solo o acompañado de espesores adicionales de cobre cuando se trabaja por
encima de 150 Kvp. En mamografía también se usa el molibdeno, que
puede llegar a reducir al 50% las dosis administradas, gracias a la
eliminación de la porción espectral del haz no válida para la mamografía.
• Se denomina filtración total del haz a la suma de la filtración inherente
y de la añadida. Se suele expresar en mm equivalentes de Al.

En conclusión, la filtración conlleva:

• Un endurecimiento del haz al eliminar preferentemente los rayos X


blandos.
• Disminución de la dosis en piel del paciente, que puede llegar, en
ocasiones, hasta un 80%.
• Atenúa, en escasa proporción, la zona de altas energías del
espectro. Una filtración excesiva del haz puede ocasionar una pérdida de
intensidad global de radiación, que obligue a utilizar valores muy altos de
más para obtener imágenes con la calidad apropiada.

Existen recomendaciones para trabajar con una filtración total mínima en función del
kilovoltaje utilizado:

• 1,5 mm de Al para valores menores de 70 Kvp.


• 2,5 mm de Al para valores superiores a 70 Kvp.

Efecto anódico
Aunque se pueda disponer de un haz de rayos X del tamaño máximo, la intensidad de radiación
no será uniforme en la región cubierta por el haz. En la figura se observa que las intensidades que
llegan a la película son diferentes en el lado del cátodo y en el del ánodo.
En la zona de la película enfrentada al cátodo se detecta mayor dosis de radiación -o
ennegrecimiento- que en la zona de la película correspondiente al ánodo. Este fenómeno físico
inevitable en el tubo de rayos X debe ser utilizado en la práctica para compensar los diferentes
volúmenes de las estructuras anatómicas, optimizando la imagen radiológica así obtenida.

Capa hemirreductora (CHR)


Se define la capa hemirreductora de un haz de rayos X (CHR), como el espesor de un determinado
material absorbente que habría que interponer para reducir a la mitad la dosis de exposición.

Para el rango de energías utilizado normalmente en el radiodiagnóstico, el material absorbente


empleado como filtro es el aluminio. Es habitual utilizar el valor de kilovoltaje pico (kvp) y de la
CHR para especificar la calidad de haz, aunque en muchos casos se emplea también la filtración
total en lugar de la CHR (hay tablas que dan la equivalencia, para cada kilovoltaje, entre ambos
parámetros). La CHR es un parámetro que se puede deducir a partir de medidas sobre el haz. Para
ello, conviene utilizar materiales apropiados (filtros de Al de varios espesores y cámaras
calibradas en exposición) y evitar que una contribución excesiva de la radiación dispersa pueda
falsear los resultados.

Se define como coeficiente de homogeneidad el cociente entre los valores obtenidos de la primera
capa hemirreductora y de la segunda CHR. Cuanto más próximo a la unidad sea este cociente,
más homogéneo es el haz de radiación. Capa hemirreductoraEs el espesor de material
queinterpuesto en el haz de rayos X consigue reducirlo a la mitad.

Radiación dispersa
El haz de radiación, al salir del tubo de rayos X, constituye el haz de radiación directa,
que al interaccionar con el paciente sufre una serie de modificaciones:
• Una parte es absorbida por el paciente, por efecto fotoeléctrico.
• Otra porción es dispersada en todas las direccione por efecto Compton
y constituye la radiación dispersa propiamente dicha.
• Una última parte atraviesa al paciente dando lugar a la imagen
radiográfica. Sin embargo, una determinada cantidad de los fotones de este
haz atraviesa el chasis y la película, choca contra el suelo o las paredes de
la sala radiográfica, haciendo que aumente la dosis de radiación dispersa
dentro de la sala en la que se realizan las exploraciones. A esta radiación
que se suma a la radiación dispersa se le denomina radiación residual.

La radiación dispersa produce efectos indeseables sobre la imagen, ya que disminuye el


contraste además de aumentar el velo radiográfico e irradiar al paciente o a las personas
que permanezcan dentro de la sala.

Además de las radiaciones nombradas anteriormente, en cada exposición se produce


también la denominada radiación de fuga. La radiación de fuga es aquella que logra
atravesar la coraza de plomo y acero en la que está encapsulado el tubo. Esta radiación
debe ser mínima, recomendando la ICRP que a 1 metro de distancia del foco; la tasa de
radiación de fuga será siempre inferior a 1 mGy/h.m, trabajando a máxima potencia y en
las condiciones más desfavorables.

Las figuras siguientes muestran estas diferentes denominaciones de la radiación dentro


de la sala:
La suma de la radiación de fuga, la radiación dispersa propiamente dicha y la radiación
residual, constituyen la radiación dispersa dentro de la Sala de radiodiagnóstico la cual
contribuye a la irradiación del personal profesionalmente expuesto que se encuentra en la
sala y próximo al paciente.

Para reducir la contribución de la radiación dispersa a la imagen final se han desarrollado


diversas técnicas, algunas de las cuales se detallan a continuación:

• Limitación del tamaño del haz (colimación).

La cantidad de radiación dispersa producida en el paciente se disminuye si


se restringe el campo de radiación al máximo, haciéndolo corresponder sólo
con el área de interés clínica. Esto se consigue utilizando los sistemas de
limitación del haz o "limitadores de campo" (colimadores y diafragmas),
seleccionando al mínimo necesario el volumen anatómico irradiado.
Gracias a la colimación también se disminuye la dosis de radiación al
paciente y al personal profesionalmente expuesto.
• Rejillas antidifusoras.

La rejilla antidifusora es un dispositivo que, colocado entre el paciente y el


receptor de imagen, absorbe radiación dispersa con lo que se consigue
mejorar la calidad de la imagen radiológica obtenida. El modo en que actúa
está esquematizado en la figura. Generalmente son planchas de varios mm
de espesor, que tienen en su interior una serie de láminas sumamente finas
de Pb o W, y entre ellas se coloca un espesor mínimo de plástico o material
poco absorbente (fibra de carbono).

Aunque hay rejillas de láminas paralelas, es frecuente el uso de rejillas enfocadas, en las
que las láminas poseen una cierta inclinación relacionada con la divergencia del haz en el
punto en el que se coloca la rejilla. El llamado factor de rejilla (h/D) representa la relación
de la altura de la lámina (h) con la distancia entre láminas (D). La frecuencia de rejilla
representa el número de láminas por centímetro que ésta posee.
Con este dispositivo se consigue eliminar los fotones que iban a incidir sobre la película
con diferentes ángulos de inclinación, generalmente producidos al ser desviados de su
trayectoria por el choque contra los átomos del paciente y producir una interacción
Compton. Sin embargo, su utilización implica elevar la técnica radiológica hasta valores
en los que la dosis de radiación que recibe el paciente se sitúa entre 2'5-5 veces por encima
de la que recibiría sin el empleo de la rejilla antidifusora. Este incremento de dosis se
asume por la mejoría evidente que se obtiene en la imagen radiológica. Su utilización
inadecuada provoca aumento de la dosis al paciente sin tener ningún tipo de beneficio, e
incluso perjudicando notablemente la imagen radiológica obtenida.

Importancia de la distancia entre el objeto y la película


La radiación dispersa se genera fundamentalmente en el cuerpo del paciente, y es de menor
energía que la directa. Si se aleja la película del paciente llega a ella menos radiación dispersa,
pero por el contrario la imagen aparece aumentada o magnificada en exceso. Esto puede evitarse
aumentando la distancia foco-paciente, con el inconveniente añadido de que hay que aumentar la
radiación empleada para obtener la imagen.

Factores para disminuir la radiación dispersa


4. Sistemas de imagen
En un Servicio de Imagen podemos encontrar salas donde se realizan radiografías convencionales
que disponen de equipos más o menos avanzados tecnológicamente, así, actualmente coexisten
distintos Sistemas de obtención de imágenes de radiografía. Todos ellos tienen en común la
emisión de un haz de rayos x con una determinada intensidad y energía que interacciona con los
átomos del paciente en la zona a examinar y el haz resultante es recogido en un receptor. Así, la
principal diferencia entre ellos está en el dispositivo receptor de los rayos x, una vez que han
atravesado el área a examinar, y en el sistema de procesamiento posterior para la transformación
de la imagen latente en imagen visible.

Los principales sistemas vigentes para la obtención de radiografías, son:

Sistemas analógicos de película y pantalla


Son equipos analógicos que utilizan como receptor de imagen un chasis en cuyo interior se
encuentra: dos pantallas intensificadoras, que transforman el haz resultante en luz visible, y una
película, con emulsión por las dos caras, que es impresionada por la luz emitida por las pantallas
y es portadora de la imagen latente.

Esta imagen latente debe ser procesada en el cuarto oscuro o bien en la procesadora luz-día,
mediante la introducción de la misma en los líquidos revelador y fijador, transformándose así la
imagen latente en imagen visible, también llamada “copia dura”. La imagen visible así obtenida
es visualizada en un negatoscopio. Este sistema está cayendo poco a poco en desuso.

Sistemas digitales
Dentro del término “radiología digital” se incluyen equipos o sistemas de adquisición de
imágenes cuyos fundamentos físicos son muy diferentes entre sí, aunque todos ellos
tienen en común la transformación de la señal analógica del haz de rayos x que emerge
del paciente, y que es portadora de la imagen latente, en cargas eléctricas de intensidad
variable según el número de fotones que incidió en cada punto del receptor, a
continuación los valores de de esas cargas eléctricas son cuantificadas en un Convertidor
Analógico-Digital (CAD) donde les será asignado un valor numérico o dígito. El número
de valores que el CAD aplicará dependerá de la profundidad de bip del sistema
(normalmente más de 12 bit, es decir, más de 4096 valores digitales). Tras su
digitalización, la imagen es tratada por un ordenador, donde será procesada, y finalmente
visualizada en la pantalla del monitor.

El ORDENADOR es pues el encargado del tratamiento de la matriz numérica procedente


del CAD y va a realizar, entre otras, las siguientes funciones:

• Permite la utilización del PACS, al que se encuentra habitualmente


integrado. El PACS lleva incorporado un sistema de conversión DICOM y
permite acceder a la Lista de trabajo de los pacientes o worklist.
• Registro de datos: a cada paciente examinado se le abre una ficha desde la
pantalla táctil del ordenador del equipo en el que se realiza el examen, en
ella son recogidos:

o Datos personales de los pacientes, obtenidos habitualmente


tras ser vertidos desde la página del RIS (y a esta desde el
HIS) mediante la conexión en red de ambos sistemas, o bien
introducidos de forma manual en el teclado alfanumérico, o
bien también pueden ser recogidos mediante la lectura de
código de barras.
o Datos de la exploración: Identificación del área a examinar,
la proyección, posición del paciente sobre la mesa, datos
técnicos, etc.

• Procesado de la imagen tras la exposición donde a los valores digitales


les será aplicada una escala de grises, un contraste y un brillo
determinado.
• Visualización de la imagen en el monitor para su aceptación y envío
directo al PACS, o bien para el postprocesamiento de la imagen, es decir,
la manipulación de la imagen para mejorar el brillo o el contraste mediante
la modificación de los datos digitales de la misma, lo que evita muchas
repeticiones. También es posible cambiar las tonalidades de la escala de
grises, ajustar el tamaño de la imagen (recortar), ampliar la imagen,
intensificar los bordes, cambiar la orientación de la imagen (lo de arriba
hacia abajo, hacia la derecha, izquierda, etc).
• Una vez aceptada, la imagen a través del PACS va a ser:

o Asociada a la página del RIS de ese paciente, donde entre


otras cosas se accede al informe del médico.
o Archivada, primero en la memoria primaria y, tras un
tiempo, en la remota.
o Transferida y mostrada en otros equipos del hospital o
fuera de él:

▪ Pantalla del ordenador del radiólogo para que


elabore los informes.
▪ Pantalla del médico que solicitó el estudio.
▪ Impresora láser para obtener la imagen en
película.
▪ Otras salas de radiografías.

Una de las principales ventajas de los sistemas de radiología digital es la menor dosis que
recibe el paciente debido principalmente a que es posible obtener una imagen de calidad
con un menor número de fotones gracias a su gran resolución de contraste. En este
sentido, la pantalla del ordenador nos informa del valor del índice de exposición o
cantidad de “señal” con el que se ha obtenido la imagen que debe mantenerse dentro de
unos límites ya que si es bajo da lugar a una imagen con peor calidad debido a la aparición
de un mayor “moteado cuántico” o ruido, y si es alto supone una dosis inecesariamente
alta para el paciente. Para que el índice de exposición sea adecuado se aconseja la
utilización del exposímetro automático siempre que se pueda.

Cuando no se trabaja con exposimetría automática como en los portátiles se dice que los
sistemas de radiografía digital permiten compensar sobrexposiciones del 500% y
subexposiciones del 80% lo que evita muchas repeticiones. ¡Cuidado! Con sobreexponer
innecesariamente las placas, sobredosificando a los pacientes con la confianza de que
luego podemos compensar la calidad de la imagen. Autor: Adela Calatayud Sáez.

Los equipos o sistemas de radiología digital que ofrecen las casas comerciales pueden ser
de 2 tipos:

1. RADIOLOGÍA DIGITAL INDIRECTA O


COMPUTARIZADA, CR:

La radiografía digital mediante un sistema CR permite obtener


imágenes digitales utilizando los equipos convencionales de
radiografía, es decir, un tubo, un generador, una mesa o mural y una
consola normal. Para ello utiliza como receptor una placa de
almacenamiento de fósforo(o fósforo fotoestimulable), que se
encuentra dentro de un chasis o cassette, que tras ser expuesta a los
rayos x portará una imagen latente que deberá ser procesada en un
procesador especial de CR.

El proceso de adquisición de imágenes por CR, es idéntico que para


el sistema de radiografía convencional con película, y necesita dos
pasos:

Realización de la radiografía: utilizando los mismos equipos que


en la radiografía convencional de película y pantalla y chasis
especiales con una placa de almacenamiento de fósforo en su
interior.

Procesamiento: Lectura del chasis CR y digitalización de la


imagen en la unidad de lectura, o procesador CR, que sustituye a la
reveladora de los equipos convencionales de película y
pantalla. Esta unidad de lectura consta de 3 elementos:
▪ Un ordenador conectado a una pantalla táctil o
estación de trabajo.
▪ Una zona de alimentación de los chasis.
▪ Un lector de código de barras.

El tamaño de los chasis o cassettes utilizados en radiología digital


con CR es muy similar al de los utilizados en chasis convencionales
con películas (18 x 24, 24 x 30, 35 x 35, y 35 x 43). No utilizan
pantallas intensificadoras y la placa de fósforo puede ser expuesta a
la luz, de tal manera que el chasis solo le sirve de protección de
golpes y ralladuras que deteriorarían la imagen latente, aunque
también protege de la radiación ambiental que incrementaría el
ruido en la imagen procesada, por ello, no se recomienda extraer la
placa del chasis.

Hay que tener en cuenta que las placas de fósforo son muy caras y
su tiempo de vida es limitado, según los fabricantes garantizan unos
100.000 disparos, es decir, unos 6 años.

Todos los chasis llevan una etiqueta o marca en una esquina para su
posicionamiento sobre la bandeja, debiendo quedar ésta en la parte
superior de la imagen tanto si el chasis es introducido longitudinal
como transversalmente.

Cuando se incluya más de una imagen en el mismo chasis, es


necesario colocar una lámina de plomo sobre la zona no incluida ya
que los sensores fosforescentes son muy sensibles a la radiación,
dispersa o de fuga. Si bien, muchos fabricantes no aconsejan incluir
más de una imagen en el chasis por la dificultad de reprocesar una
imagen sí y la otra no además pueden producirse errores en la
determinación de los bordes de la imagen y en su reconstrucción y
aparecer artefactos.

Respecto a los elementos necesarios para el procesamiento y


visualización de la imagen, estos son:
▪ A) Zona de alimentación de chasis o cassettes donde
son colocados los chasis expuestos (1 o varios según
el modelo de CR), portadores por tanto de una imagen
latente analógica en una placa de fósforo. En esta zona
es liberada la placa de fósforo del interior del chasis,
sus datos son escaneados, digitalizados y
almacenados, transformados en imagen visible en el
monitor del ordenador del CR y, finalmente borrados
los datos de la placa de fósforo que queda así lista para
una nueva exposición.

Para la lectura de la placa de almacenamiento de


fósforo se utiliza un haz de rayos láser que al incidir
sobre la placa, los electrones situados en trampas por
la acción de los rayos x del haz remanente van
volviendo a su posición energética estable emitiendo
una luz visible, cuya intensidad es directamente
proporcional al número de fotones de rayos x
absorbidos. Esta luz es captada por un tubo
fotomultiplicador que transforma la luz emitida punto
por punto en una señal eléctrica, y es posteriormente
digitalizada por un Convertidor analógico-digital de
unos12 bit/píxel o incluso mayor, es decir, que se
dispone de 4.096 posibles valores por punto de
imagen. Estos datos se transmiten al PC para su
tratamiento posterior.

Una vez leída la placa fosforescente es borrada


mediante una luz ultravioleta quedando así lista para
una nueva exposición.
▪ B) Un ordenador (PC) conectado a una pantalla
(tactil) o Estación de trabajo.

A la imagen digitalizada le es asignada una matriz


para la formación de la imagen, en un CR lo más
habitual es de unos 2048x 1536 (3Mpixel), aunque
puede llegar hasta 4000 x 4000 (mamografía) de tal
manera que la resolución espacial obtenida varía entre
5 y 10 pares de líneas por mm en función de la placa
utilizada. Durante el procesamiento los valores
digitales pasarán a tonos de gris y les será asignado un
brillo y un contraste en teoría óptimo. El
procesamiento total de la imagen dura unos 60
segundos.
▪ C) Lector de código de barras que permite leer los
datos de identificación del chasis o código situado en
un margen del chasis utilizado en cada una de las
proyecciones realizadas a un mismo paciente,
quedando así “asignado” el chasis a los datos del
paciente y a la exploración. Si el equipo no está
integrado en un PACS, este lector permite también
incorporar al ordenador los datos codificados de
identificación del paciente incluidos en el volante.

El sistema CR es especialmente útil en las


exploraciones en las que el paciente no puede ser
trasladado hasta la mesa radiográfica y en las
exploraciones con equipos portátiles (urgencias,
UCI).

El sistema CR de obtención de imagen es


perfectamente compatible con el sistema DR, muchos
servicios tienen los 2 sistemas para adaptarse así a las
limitaciones de los distintos pacientes. Autor: Adela
Calatayud Sáez.

2. RADIOLOGÍA DIGITAL DIRECTA, DR:

En estos sistemas la señal del haz de rayos x emergente, portadora


de la información de la imagen, es recogida por detectores, que
transforman la señal analógica de rayos x en una carga eléctrica, que
será digitalizada en el CAD y procesada de manera automática,
permitiendo la visualización de la imagen en la pantalla del mismo
ordenador de manera casi instantánea desde la exposición a los
rayos x. El procesamiento de la imagen es por tanto inmediato y no
requiere la intervención del Técnico. Estos sistemas por tanto no
utilizan chasis.
Dentro de los sistemas DR podemos encontrar:

▪ A) SISTEMAS BASADOS EN SENSORES DE


DISPOSITIVO DE CARGA ACOPLADA CCD

El sensor o detector CCD (Charged Coupled Device)


es el mismo dispositivo que capta las imágenes en las
cámaras y videocámaras fotográficas digitales.

El receptor consiste en una matriz de elementos


sensibles a la luz visible, cuyo tamaño suele ser de 2,5
x 2,5 cm y contiene una matriz de hasta 2048x2048 ó
más elementos sensores, que son capaces transforman
la luz visible, en una carga eléctrica que será
posteriormente cuantificada y digitalizada en el CAD,
ofreciendo imágenes de más de 4 Megapíxeles.

Para realizar esta transformación, el haz de rayos x


emergente debe interactuar primero con una placa
fluorescente, que convierte los fotones de rayos x en
fotones de luz visible, los cuales son “concentrados”
hacia la superficie del CCD mediante un bloque de
fibra óptica que está unido a la placa por un lado y a
la superficie del sensor CCD por el otro. Los CCD
tienen una alta Eficiencia en la Detección Fotónica
(mayor que los CR y similar a los flat panel).

Este tipo de sistemas se emplea mucho en los equipos


dentales intraorales y en los ortopantomógrafos (a
medida que va girando el tubo alrededor del paciente
la imagen va apareciendo en la pantalla del
ordenador), donde se obtienen imágenes con una alta
resolución espacial (más de 10 pl/mm).

Aunque estos CCD en un principio no permitían la


obtención de imágenes en formato grande dado el
pequeño tamaño del sensor CCD, actualmente existen
ya en el mercado un receptor compuesto con muchos
detectores CCD unidos en forma de mosaico, de hasta
35x45 cm, que se pueden aplicar en grandes áreas
como el tórax, también se pueden utilizar en
mamografías.

Los sensores CCD donde sí se utilizan y mucho es en


la fluoroscopia digital, aquí el sensor se encuentra
conectado a la pantalla de salida del intensificador de
imagen, frecuentemente utilizado como receptor,
dando lugar a una imagen de muy alta calidad.
▪ B) SISTEMAS BASADOS EN DETECTORES DE
PANEL PLANO O FLAT PANEL:

1. DE DETECCIÓN DIRECTA (DE SELENIO)


2. DE DETECCIÓN INDIRECTA (DE SILICIO)

En ambos sistemas el receptor es una matriz de detectores, de silicio


o de selenio, sobre la que inciden los rayos x del haz remanente que
ha atravesado el área a examinar. En cada detector la señal de rayos
x se transforma, directa (selenio) o indirectamente (silicio), en una
carga eléctrica que es inmediatamente leída y digitalizada en un
Convertidor Analógico-Digital.

Mediante este sistema se obtienen imágenes digitales trascurridos


tan solo unos segundos desde la realización del disparo con rayos x
y sin tener que manipular ningún chasis.

Los elementos de que constan estos equipos son:

1. Un aparato de rayos x convencional provisto


de sus 3 elementos: tubo, generador y consola,
ésta última conectada al ordenador (por este
motivo no pueden adaptarse a este sistema los
equipos antiguos utilizados en los sistemas
analógicos, que sí es posible en el caso del
CR).
2. Un ordenador provisto de una pantalla táctil
mediante la cual se abre una ficha para cada
paciente, este ordenador está conectado a la
consola del aparato de rayos x de tal manera
que al seleccionar una proyección concreta en
la pantalla del ordenador, directamente
aparecen seleccionados los factores de
exposición programados para un paciente de
tamaño medio, si bien estos factores pueden
modificarse y ajustarse a otros tamaños o a
niños, etc. En la pantalla del ordenador
aparece directamente la imagen radiográfica
unos 5 segundos después de producirse el
disparo.
3. Un receptor de imagen que en este caso es un
flat panel, es decir, un panel con una matriz
formada por detectores que puede adquirirse
en distintos tamaños, 43 x 43 ó 41 x 41 son los
más habituales, cuyos elementos, silicio o
selenio, transforman la señal de los rayos x en
una carga eléctrica que es acumulada en un
condensador y transformada en señal eléctrica
por medio de un transistor, todo ello se
encuentra dentro de cada uno de los píxel de la
matriz activa.

La lectura de las señales eléctricas es directa e


inmediata desde el receptor y transformada,
píxel a píxel, en dígitos por el convertidor
analógico-digital a cuyos resultados le es
aplicada una escala de grises por el ordenador
que obtiene así la imagen visible que será
mostrada en la pantalla del monitor.

Es el sistema más novedoso y, debido a su


rapidez, menor posibilidad de errores, etc, se
va extendiendo poco a poco en sustitución de
los antiguos equipos de radiografía, aunque su
uso es más limitado en portátiles y sobre todo
en pacientes traumatizados, por eso, es útil
disponer de ambos sistemas DR y CR sobre
todo en algunas áreas como urgencias.

Con este tipo de tecnología de detectores de panel plano, existen dos


tipos distintos de sistemas:

2. A) De detección indirecta: su elemento


diferenciador es que contienen silicio activo. En este
tipo de detectores, los rayos x interaccionan con un
elemento centellador o fluorescente, de Yoduro de
Cesio, situado delante de la matriz activa y que
convierten cada fotón de rayos x en múltiples fotones
de luz visible. En la matriz activa, en cada píxel a
través de un fotodiodo de silicio activo, los fotones de
luz visible son convertidos en una carga eléctrica que
es almacenada en el condensador del píxel hasta que
arranca el proceso de lectura tras finalizar el disparo
de rayos x. Así, tras el disparo, la carga acumulada en
el condensador de cada píxel es transformada por el
transistor TFT (hay uno por cada píxel) en una señal
eléctrica que será digitalizada en el convertidor
analógico-digital, y finalmente es tratada en el
ordenador que presentará la imagen digital.
3. B) De detección directa: su elemento diferenciador
es que contienen selenio amorfo estos detectores
convierten directamente los fotones de rayos x que
interaccionan con él en carga eléctrica que se
almacena en el condensador asociado a cada píxel
siendo el resto del sistema similar a los de detección
indirecta. Para lograr la conversión directa de los
rayos x en carga eléctrica se emplea una capa de
selenio amorfo.

En ambos sistemas, los rayos x que han


interaccionado en un píxel de la matriz son
convertidos por el transistor TFT en una señal
eléctrica a partir de la carga eléctrica almacenada en
el elemento de la matriz activa correspondiente a
dicho píxel. Por tanto, la imagen latente en estos
sistemas es electrónica.

Si comparamos ambos detectores flat panel:

4. La principal ventaja de los de silicio es que su


eficacia en la detección y aprovechamiento de la
señal, o EDF es mayor que en los de selenio. Esto es
debido a que el fill factor o factor de llenado,
proporción de utilidad de la superficie del píxel para
recoger la señal de los rayos x, es mayor (de hasta un
80%). Además, los detectores de silicio se adaptan
mejor a los estudios dinámicos con fluoroscopia que
los de selenio (en estos puede quedar algo de carga
residual tras la lectura de la imagen lo que produce
artefactos).
5. La principal ventaja de los de selenio es que su
resolución espacial algo mayor que en los de silicio
(al difuminarse en estos más la señal por tener que
pasar cada fotón de rayos x a varios fotones visibles),
aunque siempre inferior a la obtenida en los sistemas
película/pantalla.
La resolución de la imagen con este sistema es de unos 2,5-5 pares
de líneas/mm (hasta 10 pl/mm en mamografía).

Excluimos de esta clasificación los Digitalizadores de películas o


scanners puesto que se trata de un dispositivo que permite digitalizar
las imágenes radiográficas que están en soporte de película, lo que
vulgarmente llamamos scanner. La utilización de este sistema es
cada vez menor, se limita a la digitalización de imágenes de antiguas
exploraciones a pacientes para ganar espacio en el archivo de
historias clínicas.

VENTAJAS Y LIMITACIONES DE LA RADIOLOGÍA


DIGITAL

En general la radiología digital supone las siguientes ventajas:

1. Reducción del consumo de película.


2. Reducción de la dosis a los pacientes, con el
CR las dosis son entre un 20-40% menores.
3. Reducción de la repetición de
exploraciones.
4. Posibilidad que ofrece la imagen digital de:

▪ A) Manipulación final del


procesado de la imagen, que
permite mejorar su calidad,
debido a su mayor rango
dinámico, y visualizar
estructuras que no se definían
bien sin tener que repetir la
exposición ni incrementar la
dosis del paciente.
▪ B) Transmisión, envío a otras
estaciones intra o
extrahospitalarias, es decir,
aparece la denominada
Telerradiología, desapareciendo
el transporte humano.
▪ C) Archivo que no ocupa apenas
ningún volumen, por lo que es
posible eliminar los archivos de
cientos de miles de radiografías
que ocupaban un espacio
considerable.
5. La calidad obtenida es satisfactoria y
estable. La radiología digital permite obtener
imágenes con una resolución de contraste
mucho mejor que la analógica, sin embargo,
su resolución espacial es peor (aunque va
mejorando al aplicar tamaños menores de
píxel).
En general, la digitalización de un servicio de Imagen para el
Diagnóstico supone un desembolso económico muy considerable en
un principio debido a la necesidad de sustituir los viejos equipos
analógicos totalmente, en la digitalización directa, o parcialmente
en la indirecta o CR. Sin embargo, a largo plazo el gasto de material
fungible es menor pues son menores los requerimientos materiales
de estos equipos, aunque requiere un gasto de mantenimiento
informático permanente.

Según el tipo de digitalización podemos añadir:

6. A) De la Radiografía digital indirecta o CR:

La principal ventaja es:

Permite la digitalización de los sistemas de radiología


convencional sin necesidad de cambiar los equipos de
rayos x, así, se pueden seguir utilizando los mismos
generadores, tubos, mesas, etc, bastando sustituir los
chasis con la clásica combinación película-pantalla
por otros que contengan la placa de almacenamiento
de fósforo o fósforo fotoestimulable e incorporar
lectores de CR e impresoras laser.

Las principales limitaciones son:

1. a) Dificultad para registrar con


fidelidad estructuras pequeñas,
limitaciones sobre todo en mamografía,
(microcalcificaciones), puesto que la
resolución espacial necesaria depende
del tamaño del píxel, que a su vez
depende del tamaño del haz láser, que
tampoco puede reducirse
excesivamente pues disminuiría la
relación señal/ruido que afectará a la
resolución de contraste.
2. b) Las pantallas de fósforo tienden a
degradarse con el uso.
7. B) De la Radiografía digital directa con detectores
de panel plano o FPD:

La principal ventaja es:

1. a) Desaparecen los chasis, ya que la


imagen se produce de forma inmediata.
2. b) Menores dosis a los pacientes incluso
que en el sistema CR ya que estos
detectores tienen una gran eficacia en la
detección de fotones, sobre todo los de
conversión indirecta de silicio.
3. c) Otra gran ventaja frente a los CR es
que se pueden utilizar también en
estudios dinámicos, es decir, en
fluoroscopia:, telemandos, arcos de
vasular, incluso TC (capacidad de hasta
50 imágenes/sg), y suelen ser de silicio.
4. d) Este sistema permite además la
posibilidad de trabajar en dual en
estudios de tórax.
5. e) Existen también detectores planos en
equipos portátiles para su utilización en
la UCI, plantas de hospitalización, etc.

Los principales inconvenientes son:

• a) La sustitución de los paneles planos cuando se degradan por el uso


supone un importante gasto.
• b) La limitación de la resolución espacial en relación a los sistemas
analógicos de película/pantalla, ya que en los flat panel hay un conflicto de
espacio, pues para incrementar la resolución es necesario reducir el tamaño
del píxel, y en cada píxel debe haber suficiente espacio para los elementos
electrónicos del sistema (transistores TFT) y por otro lado debe haber
suficiente espacio para captar la señal de rayos x o fill factor. Su resolución
es similar a la obtenida con los CR, 2,5-5 pl/mm (hasta 10 pl/mm en
mamografía).
• c) Mayor dificultad para obtener radiografías a pacientes encamados,
traumatizados, pacientes no colaboradores, etc, dado el gran tamaño del flat
panel (43x43, ó 41x41) y la imposibilidad de trasladar al paciente hasta la
mesa de exploración.
• d) Aunque la reducción de la dosis que recibe el paciente es una de las
ventajas de la radiología digital con flat panel, sin embargo, a veces ocurre
exactamente lo contrario debido a la tendencia a:

o Producir más imágenes de las necesarias.


o Producir mayor calidad de imagen no indispensable para
el propósito clínico.

• Tema 3: Magnitudes y medida de la radiación


• 1 Magnitudes y unidades radiológicas
• 2 Detección y medida de la radiación
• 3 Equipos de medida
• 4 Tipos de dosímetros utilizados
1. Magnitudes y unidades radiológicas
El Sistema Internacional (SI) de unidades es un conjunto consistente de unidades que cubre todas
las áreas de la ciencia y, de acuerdo con las recomendaciones de la Comisión Internacional de
Unidades y Medidas de Radiación (ICRU), ha adoptado una serie de unidades relacionadas con
la radiactividad.

Actividad
La actividad se define como el número de desintegraciones nucleares por unidad de tiempo. La
unidad en el Sistema Internacional es el Bequerelio (Bq), que corresponde a una desintegración
por segundo. El Curio (Ci) es una unidad histórica que equivale a 37 MBq. La desintegración
radiactiva es un proceso espontáneo imposible de predecir para un átomo pero la proporción de
núcleos que se desintegran es constante a lo largo del tiempo, es una constante estadística
conocida como constante de desintegración l.

El periodo de semidesintegración (T1/2) es el tiempo t1/2 necesario para que se desintegren el


50% de los isótopos radiactivos existentes y tiene una relación obvia con la actividad.

La vida media es el valor medio de duración de los átomos de una sustancia radiactiva. Es una
constante característica de cada isótopo, independiente de las influencias del entorno. Existen
radionucleidos que tienen vidas medias que duran segundos como el Po-211, días como el P-32
y miles de años como el C-14.
La energía que transporta la emisión radiactiva, que se mide en electronvoltios (eV), es del orden
de keV a MeV. Depende del radioisótopo y en general aumenta con el tamaño de la partícula
emitida.

Es muy importante no confundir la actividad o la energía de la radiación con la dosis, que es una
medida del efecto que causa la radiación sobre el receptor. La dosis depende tanto de la energía
que se libera en el receptor como de la calidad de la radiación.

Exposición
Se emplea para medir la capacidad de la radiación para producir iones en el aire. Su unidad en el
sistema internacional de medida es el C/Kg.

Dosis absorbida
La dosis absorbida se define como el cociente entre el valor medio de la energía cedida por la
radiación y absorbida por una cantidad de masa dm.

La tasa de dosis se define como la dosis absorbida por unidad de tiempo.

Dosis equivalente
La dosis equivalente, que se mide en Sievert (Sv), que equivale a 100 rems en el Sistema
Cegesimal, tiene en cuenta tanto la cantidad de energía que absorbe el tejido vivo como
la calidad de sus repercusiones biológicas según el tipo de partículas. En los

emisores o usuales en investigación, el Gray y el Sv son equivalentes y al hablar


de dosis nos referimos a la dosis equivalente que se mide habitualmente en milisievert.

La dosis absorbida en un tejido orgánico no determina el efecto biológico resultante, ya


que intervienen otros factores tales como:

• Naturaleza de la radiación.
• Energía y espectro de la radiación.
• Tipo de efectos biológicos.
En la tabla siguiente se muestran los coeficientes de ponderación, WR para cada tipo y
rango de energías.

Dosis efectiva
La dosis efectiva, que se mide en Sievert, se define como la suma de las dosis equivalentes
ponderadas en todos los tejidos y órganos del cuerpo procedentes de irradiaciones internas y
externas.

En la tabla siguiente se muestran los coeficientes de ponderación, WT, para cada uno de los
órganos y tejidos considerados.
2. Detección y medida de la radiación
Obviamente, la detección de la presencia de radiación ha de basarse en los efectos que produce
sobre la materia. No estando dotado el organismo de sentidos para ello, ha de recurrirse a
instrumentos adecuados capaces de detectar —e incluso hacer visibles— las partículas
fundamentales subatómicas. Su complejidad va, desde el conocido contador Geiger portátil hasta
cámaras de destellos o de burbujas con el tamaño de una habitación, empleadas por los físicos de
altas energías.
Otros detectores se llaman de trazas, porque permiten a los investigadores observar las
trazas que deja a su paso una partícula. Las cámaras de destellos o de burbujas son
detectores de trazas, igual que la cámara de niebla o las emulsiones fotográficas
nucleares. Fundamentalmente se aplican en el estudio de la física de las partículas
elementales.
• A) Cámara de burbujas que permite visualizar las trayectorias de las
partículas cargadas desviadas por un campo magnético, con una trayectoria
dependiente de su carga, masa y velocidad.
• B) Otros sistemas de detección habituales para protección radiológica:
Cámara de ionización. Detector Geiger. Monitor de contaminación, de
centelleo. Dosímetro personal de película fotográfica.

Para contabilizar la cantidad de radiación recibida por una persona (la dosis) también se
emplean emulsiones dosimétricas, más gruesas y menos sensibles a la luz visible que las
empleadas en fotografía, en las que los granos de plata ionizados adquieren un color
negro cuando se revela la emulsión, pudiendo establecerse una relación directa entre el
ennegrecimiento y la cantidad de radiación recibida. Otros dosímetros se basan en el
empleo de materiales plásticos termoluminiscentes, en los que se libera luz visible al ser
calentados, mediante un proceso que implica dos pasos: 1) la ionización inicial hace que
los electrones de los átomos del material se exciten y salten de las órbitas internas de los
átomos a las externas; 2) cuando se calienta el material y los electrones vuelven a su
estado original, se emite un fotón de luz, que puede ser amplificado y medido al igual
que se hacía con los materiales de centelleo.

Con respecto a los neutrones, suelen detectarse de forma indirecta a partir de las
reacciones nucleares que tienen lugar cuando colisionan con los núcleos de
determinados átomos. En el caso de los neutrones térmicos, se producen partículas alfa,
detectables con facilidad, al colisionar con los núcleos de boro del trifluoruro de boro.

4. Equipos de medida
La detección de las radiaciones ionizantes se realiza de la siguiente manera:

Medidas directas: para las que se utilizan monitores portátiles.


Medidas indirectas: realizando frotis que son leídos en el contador de centelleo.
Medidas personales: se utilizan dosímetros personales.

Monitores portátiles

• Monitor portátil de contaminación para emisores beta. (c.p.s).


• Monitor portátil de contaminación para emisores beta y gamma (c.ps.
y Bq/cm).
• Monitor de contaminación
• para emisores gamma (c.p.s).
• Monitor de radiación, Tasa de dosis. (μSv/h).

Contador de centelleo líquido

• Contador para emisores beta. (c.p.m y d.p.m).


• El contador de centelleo liquido, utilizado para medir la actividad de
una muestra radiactiva, tiene una eficiencia de contaje, que varia
dependiendo de los siguientes factores:

o Energía de emisión del isótopo considerado.


o Quenching.
o Tipo de vial.

Generalmente hay tres tipos de quenching: químico, de color y físico o de absorción.

• El quenching químico, ocurre cuando la muestra contiene sustancias


químicas que absorben la energía transferida al disolvente por las partículas
beta, sin producir centelleo.
• El quenching de color ocurre cuando la muestra contiene sustancias
coloreadas con espectro de absorción parcial o totalmente sobrepuesto a la
longitud de onda del centelleador, los fotones producidos por la
desintegración beta son parcialmente absorbidos.
• El quenching físico o de absorción, significa que la energía de la partícula
es parcial o totalmente absorbida antes que la partícula alcance el
cetelleador.

Para corregir los efectos del quenching se tiene en cuenta la eficiencia de contaje para
unas condiciones experimentales concretas.

La eficiencia del contador de centelleo liquido esta determinada por la siguiente


expresión:

De acuerdo con el Reglamento de Protección Sanitaria contra las Radiaciones Ionizantes,


los trabajadores clasificados en la Categoría B, no están obligados a utilizar dosímetro
personal. Cuando una zona no dispone de una dosimetría de área exhaustiva, en su defecto
se utilizan dosímetros personales, para control de dosimetría externa.
4 . Tipos de dosímetros utilizados
Se utilizan dosímetros de termoluminiscencia (TLD), de solapa. Estos dosímetros son
personales, intransferibles y no se pueden pasar de una persona a otra.

El dosímetro de solapa será colocado en la zona del tronco más expuesta, a la altura del
pecho, sobre la bata. Si se utiliza ropa de protección, el dosímetro se colocará debajo de
esta vestimenta.
Recomendaciones para usar el dosímetro:

• Cuando se realiza un cambio de bata, no olvidar el dosímetro de la bata


utilizada y colocarlo en la nueva.
• Cuando finalice su trabajo, deje el dosímetro en lugar cerrado
protegido del calor y la luz, donde solo exista el fondo natural de
radiación.
• Si se pierde el dosímetro, debe comunicarse inmediatamente al
responsable correspondiente.
• Si se sospecha una sobreexposición, notifíquelo al responsable
correspondiente.
• Si un dosímetro resulta contaminado, se quitará inmediatamente del
lugar donde estaba colocado, guardándolo en un contenedor y se
comunica al responsable correspondiente.

Cuando se debe utilizar el dosímetro:

Siempre que se manipulen isótopos y actividades que sean detectadas por el dosímetro.
A continuación figura una tabla, en la que aparecen reflejados diferentes isótopos
utilizados, indicando los casos en los que se estima necesario, conveniente y no necesario
el uso del dosímetro. Cuando se indica que no es necesario, no es porque los isótopos o
actividades utilizadas sean inocuas, sino porque el dosímetro no lo detecta.

Cuando un profesional expuesto va a comenzar a trabajar con un isótopo que requiera uso
de dosímetro, lo notificara al responsable correspondiente.

Periodicidad de la lectura de los dosímetros:

De acuerdo al Reglamento de Protección Sanitaria contra Radiaciones Ionizantes, son


leídos una vez al mes.

Cuando se sospecha una sobreexposición o ha ocurrido un accidente, se mandan


inmediatamente a leer.

Límites de dosis:

El sistema de protección radiológica establecido en la actualidad en España recoge los


límites de dosis tanto para personal profesionalmente expuesto como para personal en
formación y estudiantes así como para público en general.

Para trabajadores profesionalmente expuestos, resulta un límite de dosis efectiva de 100


mSv durante todo periodo de cinco años oficiales (de enero a diciembre), sujeto además
a una dosis efectiva máxima de 50 mSv en cualquier año oficial. Además, también se
imponen limitaciones específicas a tres órganos o zonas de cuerpo:

• El cristalino: límite de dosis equivalente de 150 mSv por año oficial.


• La piel: límite de dosis equivalente de 500 mSv por año oficial. Dicho
límite se aplicará a la dosis promediada sobre cualquier superficie de 1 cm²,
con independencia de la zona expuesta.
• Las manos, antebrazos, pies y tobillos: 500 mSv por año oficial.

Los límites de dosis para las personas en formación y estudiantes mayores de 18 años que
durante sus estudios tengan que utilizar fuentes, el límite de dosis será el mismo que el
de los trabajadores expuestos.
Tema 4: Efectos biológicos de las radiaciones ionizantes
1 Aspectos generales de la interacción de la radiación
2 Efectos somáticos y genéticos
3 Efectos estocásticos y no estocásticos
1 Aspectos generales de la interacción de la radiación
El hombre siempre ha estado expuesto a las radiaciones ionizantes provenientes de un fondo
natural radiactivo, a esto hay que sumarle la exposición por la creciente incorporación, desde
finales del siglo XIX, de un gran numero de fuentes artificiales en todas las actividades del ser
humano.
Desde los primeros estudios sobre los Rx y materiales radiactivos (Roentgen, 1895; esposos
Curie, 1898), hasta las prolongadas investigaciones epidemiológicas efectuadas en poblaciones
expuestas, especialmente en los sobrevivientes de los bombardeos atómicos de Hiroshima y
Nagasaki (agosto/1945), en pacientes tratados con radioterapia y mas recientemente, en los
accidentes ocurridos principalmente el de Chernobyl, (abril/1986), en del Goiania, Brasil,
(septiembre/1987) además, por los estudios experimentales de laboratorios efectuados en
animales, han demostrado los efectos dañinos sobre la salud de las radiaciones ionizantes a corto
y a largo plazo.

La aceptación por la sociedad de los riesgos derivados de la radiación se condiciona a los


beneficios que reporta su utilización y es innegable que el desarrollo y progreso impiden el no
uso y empleo de las radiaciones ionizantes, por lo tanto, la filosofía en este sentido es la de
restringir el riesgo y poder ofrecer un máximo de protección. En la actualidad, los avances y
progresos de la Física Nuclear, de la Radiobiología y de la Seguridad y Protección Radiológica,
permiten hacer un uso racional y seguro de esta forma de energía inagotable en la naturaleza.

El marco básico de la Protección Radiológica tiene, necesariamente, que incluir valoraciones


tanto de tipo social como científicas, porque su finalidad principal es la de proporcionar un nivel
adecuado de protección para el hombre y el medio ambiente, sin limitar indebidamente las
practicas beneficiosas que dan lugar a la exposición a las radiaciones. Puesto que para la
determinación de los efectos biológicos producidos por la radiación ha de cuantificarse la cantidad
o dosis recibida en el órgano u órganos afectados, se definen las magnitudes apropiadas según se
resume en la tabla inferior. En ella se observa que la Dosis Absorbida sería una medida de la
energía depositada por unidad de masa, siendo utilizada generalmente cuando se estudian los
efectos sobre un tejido u órgano individual, mientras que la Dosis Equivalente considera ya el
tipo de radiaciones y su potencial daño biológico, por lo que constituye un mejor índice de la
toxicidad de las radiaciones. Las unidades de medida correspondientes, el Gray y el Sievert,
resultan ser muy elevadas para su utilización práctica, por lo que se emplean mucho más sus
submúltiplos el miliGray y el miliSievert, que son la milésima parte de la unidad original.

En la Dosis Efectiva se tiene, además, una medida del riesgo de desarrollo de cánceres o daños
hereditarios, en la que se asigna un peso diferente a la dosis equivalente recibida por cada órgano,
según el riesgo asociado a su irradiación. Con ello, éste resulta ser el índice de toxicidad más
completo, especialmente si se realiza el cálculo de la dosis recibida en el organismo desde el
momento de la ingestión o inhalación de productos radiactivos hasta su completa eliminación.
Esta medida la ofrece la Dosis Efectiva Comprometida, que será el índice empleado con carácter
más general.
Se pueden indicar valores de referencia que ayuden a comprender mejor la transcendencia de un
determinado valor de dosis, lo que se presenta en la siguiente tabla. Se observa que, frente a la
dosis que podría suponer efectos letales de recibirse de forma rápida, la dosis recibida al año por
término medio, sumando todas las contribuciones naturales y artificiales está a una distancia
inferior en más de mil veces. El origen de esta exposición continuada a las radiaciones ionizantes
se comenta seguidamente.
La tabla muestra algunos valores característicos medios de la dosis de radiación. Para dosis
equivalente a todo el cuerpo del orden de 10.000 miliSievert (mSv), las probabilidades de
supervivencia son mínimas. Cuando la dosis baja a 4.000 mSv, recibiendo tratamiento médico
adecuado la probabilidad de supervivencia aumenta al 50% por término medio. Dosis inferiores
a 250 mSv no producirían efectos observables de tipo inmediato en la persona, salvo alguna
variación temporal en los recuentos de células sanguíneas (leucocitos). Por debajo de los 100 mSv
no existe evidencia concluyente de efectos sanitarios en seres humanos, ya que los colectivos que
presentan mejores características para los estudios epidemiológicos recibieron dosis más
elevadas. Por debajo de estas cifras resulta muy difícil establecer relaciones causa-efecto entre la
dosis recibida y la aparición de cánceres o defectos hereditarios, ya que la radiación no es sino
uno más entre muchos factores causantes a los que el ser humano está expuesto. Cifras
características de la dosis media anual serían 3,5 y 2,5 mSv, residiendo la diferencia en el uso
médico que de las radiaciones se hace en los países desarrollados frente al promedio mundial.
Una exploración radiográfica de aparato digestivo o un escáner de cabeza pueden suponer en
media una dosis de 3 mSv, mientras que una simple radiografía de tórax supone 0,02 mSv. Frente
a estos valores, la dosis media anual recibida por causa de la industria nuclear es del orden de
0,001 a 0,002 mSv, que resultan equivalentes, por ejemplo, a la dosis que la radiación cósmica
produce cuando se realiza un vuelo de 3 horas en un avión comercial.

2 Efectos somáticos y genéticos


Absorción de radiación y daño celular
La absorción de la radiación por la materia viva es función tanto de la calidad y cantidad del haz
de radiación como de la estructura y composición del tejido absorbente. Cabría distinguir varios
casos en función del tipo de radiación (partículas cargadas α o ß, fotones γ o rayos X, neutrones),
no obstante, todas ellas acaban depositando su energía en el medio, directa o indirectamente,
mediante los dos procesos ya comentados: ionización y excitación. Aunque la excitación de
átomos y moléculas, en caso de que su energía supere la de los enlaces atómicos, puede causar
cambios moleculares, el proceso de ionización resulta cualitativamente mucho más importante,
puesto que necesariamente produce cambios en los átomos, al menos de forma transitoria y, en
consecuencia, puede provocar alteraciones en la estructura de las moléculas a las que éstos
pertenezcan.

La importancia de la ionización inducida en los tejidos vivos por una radiación, se cuantifica
mediante un concepto de amplia utilización en radiobiología: la transferencia lineal de energía
(TLE, o LET en abreviatura inglesa) o la cantidad de energía cedida por unidad de recorrido de
la radiación en el tejido. La TLE depende del tipo de radiación (masa, carga y energía de las
partículas) así como del medio absorbente. En general, de forma simplificada, pero útil, se suelen
clasificar las radiaciones en dos categorías: de baja y de alta TLE; a la primera pertenecerían los
electrones (radiación ß) y la radiación X o γ, mientras que la radiación α y los neutrones, se
consideran de la segunda. A mayor TLE de una radiación, mayor concentración en la energía
transferida al medio y mayor localización de las moléculas modificadas por la ionización.

Si las moléculas afectadas están en una célula viva, la propia célula puede verse dañada, bien
directamente si la molécula resulta crítica para la función celular, o indirectamente al provocar
cambios químicos en las moléculas adyacentes, como por ejemplo mediante la formación de
radicales libres. El daño celular es particularmente importante si la radiación afecta a las
moléculas portadoras del código genético (ácido desoxirribonucleico, ADN) o de la información
para sintetizar las proteínas (ácido ribonucleico mensajero). Estos daños pueden llegar a impedir
la supervivencia o reproducción de las células, aunque frecuentemente sean reparados por éstas.
No obstante, si la reparación no es perfecta, pueden resultar células viables pero modificadas. El
proceso descrito aparece representado en la siguiente figura.
Figura - Representación de los efectos de la radiación ionizante sobre los tejidos
vivos.
La aparición y proliferación de células modificadas puede verse influenciada por un buen número
de otras causas (agentes cancerígenos o mutágenos) aparte de la radiación, que pueden actuar
antes o después de la exposición a la misma. Por ello, el peligro de la radiación no es la producción
de mutaciones en si, sino que ésta pueda inducir un número de éstas superior al espontáneo que
se produce en todo ser vivo, provocando una situación cuyas condiciones el organismo no sea
capaz de superar.

Estudios de laboratorio, mediante la irradiación celular in vito, permiten afirmar que la cantidad
de mutaciones es mayor cuanto mayor es la dosis de radiación aplicada, no existiendo umbral de
dosis por debajo del cual no puedan producirse mutaciones, observándose, para una misma dosis,
una mayor cantidad de mutaciones cuanto mayor TLE posea la radiación.

Efectos somáticos agudos


Si un número suficientemente grande de células de un mismo órgano o tejido mueren o resultan
drásticamente modificadas, puede haber una pérdida de la función del órgano, tanto más seria
cuanto mayor sea el número de células afectadas, constituyendo un daño somático que se
manifestará al poco tiempo de la irradiación. Para que este tipo de daños se manifiesten, en general
habrán de superarse unas dosis mínimas o "umbrales" para la manifestación de efectos clínicos.
A pesar de que los cambios celulares iniciales son aleatorios, el gran número de células que han
de verse afectadas para que se inicie un efecto clínicamente observable, confieren a este tipo de
daños un carácter determinista por encima de los umbrales de dosis correspondientes. Una vez
superados estos umbrales, la probabilidad de que la radiación produzca el daño en un individuo
sano, crece con cierta rapidez hasta la unidad. Por supuesto, si la dosis es suficientemente grande,
puede conducir a la muerte de la persona irradiada.

No obstante, la reacción después de una irradiación varía mucho entre las distintas partes del
organismo, y depende también del tratamiento médico que pueda suministrarse al paciente y de
si la dosis se recibe de una sola vez o en varias etapas. En general, los órganos pueden reparar
hasta cierto punto los daños provocados por la radiación, de forma que una misma dosis
suministrada de forma paulatina es mejor tolerada que si se recibe de forma instantánea.

Cánceres y daños hereditarios (efectos latentes)


El ser humano sufre muchos millones de ionizaciones en su masa de ADN cada día por causa de las
fuentes naturales de radiación. Sin embargo, el cáncer no produce más de una de cada cuatro muertes,
y sólo una pequeña fracción de éstas es atribuible a la radiación. Se puede afirmar, por tanto, que el
proceso que conduce desde la creación de un par iónico en la molécula del ADN hasta la aparición de
un cáncer es altamente improbable.
Por otra parte, alrededor del diez por ciento de los recién nacidos sufre algún tipo de defecto
hereditario, desde ligeras afecciones, como el daltonismo, hasta graves incapacidades, como el
síndrome de Down. Los efectos genéticos pueden clasificarse en dos categorías: alteraciones en el
número y la estructura de los cromosomas, y mutaciones de los genes. Las mutaciones genéticas se
clasifican, a su vez, en dominantes (que aparecen en los hijos de quienes las padecen) y recesivas (que
sólo aparecen cuando ambos progenitores poseen el mismo gen mutante).
A pesar de las numerosas investigaciones llevadas a cabo en las últimas décadas, la información
relativa al cáncer o a los defectos hereditarios inducidos por la radiación a bajas dosis es todavía
escasamente significativa, siendo ésta una cuestión todavía abierta a la discusión científica (véase
Figura). Para realizar estimaciones válidas del riesgo, deben reunirse ciertas condiciones: en primer
lugar, debe conocerse con exactitud la dosis de radiación absorbida por todo el cuerpo o en los órganos
de interés; la población irradiada ha de ser observada durante décadas a fin de que todos los tipos de
daño tengan tiempo de aparecer; y, puesto que también se presentan naturalmente por múltiples causas,
se deberá disponer de una población de referencia, pero que no haya sufrido la irradiación, a fin de
poder saber casos habrían aparecido en ausencia de ésta. Tales estudios incluyen a los supervivientes
de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, y a diversos grupos que sufrieron irradiaciones con
fines médicos.

Figura - Relación entre el incremento relativo del riesgo y la dosis. Un problema significativo de
la protección radiológica reside en saber con certidumbre suficiente qué relación existe, para dosis
bajas, entre el incremento relativo del riesgo, con respecto al natural, de contraer cáncer que
experimenta un individuo y la dosis por él recibida. En la gráfica, sin tener valor cuantitativo, se
incluyen las cinco hipótesis que han ido surgiendo a lo largo del tiempo y aún se consideran en la
actualidad. De entre ellas, la que más se presta y más atención ha recibido desde el lado
cuantitativo es la aproximación lineal. En la gráfica, deducida de datos de UNSCEAR94 y basada
en análisis de supervivientes japoneses, se da por supuesto que se conoce con suficiente certeza
el punto P de la representación - en realidad no es así - en el que se supone que el riesgo natural
aumenta en el 9% cuando la dosis recibida es de 200 mSv, lo que corresponde a un incremento
relativo del riesgo de 4.5 E-4 por mSv. La Comisión Internacional de Protección Radiológica y
la mayor parte de las instituciones nacionales consideran que la extrapolación lineal es una
hipótesis aceptable, sin que lo avale la observación de la realidad. Las incertidumbres asociadas
a los datos disponibles, representados en la figura por una vez la desviación típica, justifican
cualquiera de las hipótesis representadas. Nuevos proyectos de investigación actualmente en
curso tratarán de aportar datos a tal cuestión.

El principal problema reside en que los grupos de población de los estudios que han resultado
concluyentes recibieron dosis de radiación significativamente superiores a las habituales en el
campo profesional, o en la vida cotidiana. Por ello, no queda más alternativa que extrapolar los
riesgos conocidos, producidos por dosis altas, al campo de las dosis reducidas. Prudentemente,
los organismos internacionales expertos suponen la inexistencia de umbral para la aparición de
cánceres o de efectos hereditarios, y además que existe un incremento lineal constante del riesgo
con el aumento de las dosis recibidas.

Para ofrecer estimaciones que puedan ser de aplicación general, la Comisión Internacional de
Protección Radiológica indica unos factores de riesgo promediados, que indican una probabilidad
de muerte por cáncer del orden de 5 x 10-2 por cada Sievert (dosis efectiva) en una población de
todas las edades, siempre que la exposición recibida sea pequeña. Con respecto a los daños
hereditarios graves, en la primera generación después de la población que sufra la irradiación, la
probabilidad es del orden de 1,5 a 4 x 10-3 por cada Gray recibido en las gónadas. Si esta
probabilidad se integra para todas las generaciones posteriores a la irradiada, el valor resultante
es del 1 por ciento por Gray.

3 Efectos estocásticos y no estocásticos

Tipos de irradiación asociadas a las personas


Irradiación externa: Es cuando el individuo se irradia a partir de una fuente emisora que se
encuentra en el exterior, fuera del sujeto que la recibe.
Irradiación interna o contaminación: Es cuando la fuente emisora se encuentra en el sujeto. Si
está en la superficie (piel y faneras) se produce una contaminación superficial o externa. Si la
fuente se encuentra en el interior del organismo, entonces se denomina una contaminación interna.

En la contaminación siempre van a estar implicadas fuentes radiactivas, no así en la irradiación


externa, donde pueden ser originados por estas, pero también por otros tipos de fuentes como son
los generadores de Rx. Por lo tanto y por principio básico, en la contaminación, el órgano o tejido
del individuo afectado va a estar sometido a una exposición a las radiaciones ionizantes durante
todo el tiempo que la fuente permanezca en el organismo de manera activa o hasta que se logre
su eliminación o extracción, por lo que una contaminación radiactiva siempre va a constituir una
urgencia medica, ya que mientras mas temprano se logre extraer el elemento contaminante
radiactivo, menor va a ser la dosis que reciba la persona y por ende, menor el daño. En la
irradiación externa, la urgencia va a ser dosimétrica, no vamos a poder influir en la dosis total que
recibe la persona; en este caso se hace necesario conocer la dosis a la que se expuso el sujeto para
poder conocer, entonces, el cuadro clínico que desarrollará, los efectos que se presentarán y por
ende, las medidas terapeúticas a implementar.

Clasificación de los efectos biológicos por las radiaciones ionizantes


Se han clasificado de varias maneras teniendo en cuenta distintas variables, pero en la actualidad
la recomendada por las organizaciones internacionales tales como la UNSCEAR, la CIPR, el
OIEA, OMS OPS es en efectos determinísticos y estocásticos:

Efectos determinísticos (no estocásticos): Existe un umbral de dosis para su aparición y hay una
relación directa dosis efecto, tanto en las alteraciones como en la gravedad de las mismas.
Ejemplos: Radiodermitis, radiocataratas, infertilidad temporal y permanente radioinducidas,
alteraciones hematologicas radioinducidas, etc.
Efectos estocásticos: Es aleatorio, probabilístico, se asume la no existencia de un umbral de dosis
para su aparición. No obstante y es una realidad, que al aumentar la dosis recibida, aumenta la
probabilidad del riesgo de incidencia de estos efectos. Su severidad es independiente a la dosis.
Dentro de estos efectos se encuentran, solamente, la carcinogénesis (cánceres radioinducidos) y
los efectos genéticos radioinducidos.

Factores que influyen en el daño


La reaccion del organismo a las radiaciones ionizantes depende de diferentes factores,
externos e internos:

A continuación haremos un breve análisis de los principales de ellos:

Factores externos

Son ajenos al organismo, principalmente están dados por las características de la radiación.

Entre los principales elementos de este tipo están:

Tipo de radiación ionizante: Principalmente aquí hay que tener en cuenta la transferencia lineal
de energía (TLE), que no es más que la cantidad de energía que es capaz de ceder al medio el tipo
de radiación ionizante que esta interactuando con la materia. Además, hay que tener en cuenta su
poder de penetración.
Ejemplos: Radiaciones con alta T.L.E.: Radiaciones Alfa y Beta con alto nivel de ionización
cuando interactúan con el medio pero con poco recorrido en el (de 0.5 a 3 cm.), por lo tanto, con
poco poder de penetración. Por otro lado, están los Neutrones, que tienen, además de una elevada
TLE (alto nivel de ionización), un gran poder de penetración.

Radiaciones con baja T.L.E.: Rayos X y Gamma, las que tienen poco nivel de ionización pero
pueden alcanzar grandes distancias, por lo que su poder de penetración es también elevado.

Dosis y potencia de dosis (tasa de dosis): Hay una relación directa entre la magnitud (cantidad)
de la energía depositada en la materia por la radiación ionizante que interactúa con el organismo,
con el tipo y la gravedad de la lesión, así como el tiempo de aparición de la sintomatología. Es
innegable que los mecanismos adaptativos, reparatorios y compensatorios del cuerpo humano son
mucho mas efectivos a exposiciones a bajas dosis.

También es importante, en cuanto a la dosis, la forma de administración o como fue recibida la


irradiación. El fraccionamiento hace que el efecto sumario total sea menor, ya que los mecanismos
reparatorios se pueden manifestar de mejor manera. Una irradiación única, según la magnitud de
ella, es mas dañina.

En línea general y como dato practico, todas las radiaciones (tanto las de alta o baja T.L.E.) que
tengan una tasa de dosis (dosis en tiempo) menor a 0.05 Gy/min. son bajas, mientras que tasas
superiores a 0.5 Gy/min son consideradas como altas.

Área y localización de la irradiación: A mayor área irradiada, mayor es la dosis absorbida, por
tanto, el daño también es mayor. Las manifestaciones clínicas varían enormemente según sea el
tamaño y la localización del área irradiada, con alteraciones especificas atendiendo a esto último,
dado por la diferencia de radiosensibilidad de los distintos tejidos del organismo.

La magnitud y la distribución de la dosis son factores fundamentales que influyen en el daño


radiobiológico.
Factores.internos

Estos dependen del propio sujeto. En este sentido son importantes los factores siguientes:

La edad: Las células de los organismos jóvenes (embrión, niños) son más radiosensibles, debido
al promedio elevado de poblaciones celulares en división. Por otra parte, las personas de la tercera
edad son también mas radiosensibles, en este caso particular, por la disminución de las defensas
y de los procesos reparativos del organismo.

Concentración de oxígeno: A una mayor concentración de oxigeno en los tejidos, mayores serán
también los efectos nocivos de las radiaciones (efecto oxigeno). La causa es por el aumento de la
formación de radicales libres que son tóxicos para las células.

Metabolismo: Un aumento de éste, incrementa los efectos nocivos de las radiaciones, también es
por un aumento de la formación de radicales libres, elemento muy dañino para el funcionamiento
normal de las células (efecto oxigeno).

Radiosensibilidad: Como se conoce, no todos los seres vivos poseen igual radiosensibilidad y
aunque las causas no están del todo esclarecidas, se plantea entre otros aspectos, que sea por las
diferencias del metabolismo que pueden existir entre las distintas especies.

Dentro de esta, se encuentra la radiosensibilidad individual, en la cual, además del metabolismo,


es importante tener en cuenta otros factores como son, patologías o enfermedades de base,
actividad cardiorespiratoria, estado nutricional, stress, etc., del individuo o sujeto irradiado.

Sexo: Aunque no es categórico, se plantea que el sexo femenino es más radioresistente, esto es
por la extrapolación de resultados de determinados estudios efectuados en animales de
experimentación.

Tema 5: Normativa y legislación básica en instalaciones de


radiodiagnóstico
1 Ley energía nuclear
2 Ley 33-2007
3 Real decreto 783-2001
4 Real decreto 1836-1999
5 Real decreto 1891-1991
6 Real decreto 1132-1990
7 Real decreto 1976-1999
8 Normativa del consejo seguridad nuclear aplicable
1 Ley energía nuclear
Se adjunta la Ley 25/1964, de 4 de mayo, por la que se constituye como instrumento que recoge
los principios actualmente vigentes sobre energía nuclear y protección contra el peligro de las
radiaciones ionizantes y los desarrolla y amplia para logra mayor flexibilidad en al aplicación y
para contribuir, al fomento de sus aplicaciones pacíficas.

LEY_25-1964.pdf
2 Ley 33-2007
Ley 33/2007, de 7 de noviembre, de reforma de la Ley 15/1980, de 22 de abril, de Creación
del Consejo de Seguridad Nuclear (BOE nº 268, de 8 de noviembre de 2007)

A continuación se adjunta la Ley 33/2007, de 7 de noviembre, por la que se establece la reforma


de la anterior Ley 15/1980, de 22 de abril, sobre creación del Consejo de Seguridad Nuclear.

LEY 33-2007.pdf

3 Real decreto 783-2001


Real Decreto 783/2001, por el que se aprueba el Reglamento sobre Protección Sanitaria
contra Radiaciones Ionizantes

Se adjunta Real decreto 783/2001, de 26 de julio, por el que se aprueba el Reglamento sobre
Protección Sanitaria contra Radiaciones Ionizantes.

LEY_783-2001.pdf

4 Real decreto 1836-1999


Real Decreto 1836/1999, por el que se aprueba el Reglamento sobre Instalaciones Nucleares
y Radiactivas

Se adjunta Real decreto 1836/1999, de 3 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento sobre
Instalaciones Nucleares y Radiactivas.

LEY_1836-1999.pdf

5 Real decreto 1891-1991


Real Decreto 1891/1991, sobre instalación y utilización de aparatos de rayos X con fines de
diagnóstico médico

A continuación se adjunta el Real Decreto 1891/1991, de 30 de diciembre, sobre instalación y


utilización de aparatos de rayos X con fines de diagnóstico médico.

LEY_1891-1991.pdf

6 Real decreto 1132-1990


Real Decreto 1132/1990, por el que se establecen medidas fundamentales de protección
radiológica de las personas sometidas a exámenes y tratamientos médicos

A continuación se adjunta el Real Decreto 1132/1990, de 14 de septiembre, por el que se


establecen medidas fundamentales de protección radiológica de las personas sometidas a
exámenes y tratamientos médicos.

RD_1132-1990.pdf

7 Real decreto 1976-1999


Real Decreto 1976/1999, por el que se establecen los criterios de calidad en radiodiagnóstico

Se adjunta Real decreto 1976/1999, de 23 de diciembre, por el que se establecen los criterios de
calidad en radiodiagnóstico.

RD_1976-1999.pdf

8 Normativa del consejo seguridad nuclear aplicable


El Consejo de Seguridad Nuclear tiene la facultad de emitir instrucciones, circulares y guías de
carácter técnico relativas a las instalaciones nucleares y radiactivas y a las actividades
relacionadas con la seguridad nuclear y la protección radiológica, según el artículo 2, apartado a)
de la ley 33/2007 de 7 de noviembre de reforma de la Ley 15/1980, de 22 de abril, de creación
del Consejo de Seguridad Nuclear (BOE nº 268 de 8 de noviembre de 2007).

Normativa de carácter obligatorio


Instrucciones del Consejo (IS)

Son normas técnicas en materia de seguridad nuclear y protección radiológica que tienen carácter
vinculante para los sujetos afectados por su ámbito de aplicación, una vez han sido publicadas en
el Boletín Oficial del Estado

IS publicadas

En cuanto a su naturaleza legal, son verdaderos reglamentos con vocación de permanencia y pasan
a integrarse en el ordenamiento jurídico, pudiendo ser objeto de revisión contencioso
administrativa como cualquier norma general. Su incumplimiento está tipificado como infracción
administrativa.

En el proceso de elaboración de las instrucciones del Consejo se fomenta la participación de los


interesados y del público en los términos previstos en la Ley 27/2006, de 18 de julio, por la que
se regulan los derechos de acceso a la información, de participación pública y de acceso a la
justicia en materia de medio ambiente:

Las instrucciones son comunicadas al Congreso de los Diputados y, aquellas que afectan a la
protección radiológica, también a la Unión Europea, en cumplimiento del artículo 33 del Tratado
EURATOM. Todo ello, con carácter previo a su aprobación por el Consejo.

Instrucciones técnicas (IT) e instrucciones técnicas complementarias (ITC)

Las instrucciones técnicas son actos administrativos con efecto vinculante dictados por el CSN
basándose en su potestad de inspección y control, dirigidos a uno o a varios sujetos determinados
sometidos al CSN, en virtud de relaciones especiales de supremacía, derivadas de la posesión de
licencias o autorizaciones previas, o del ejercicio de competencias propias del CSN.
Tienen el carácter de actos jurídicos administrativos, que consolidan formalmente acuerdos o
decisiones del Consejo y no se integran en el ordenamiento jurídico. Deben ser debidamente
notificadas, haciendo constar pie de recurso y motivada en su caso, pero no llevan aparejada la
exigencia de publicación en el BOE. Su incumplimiento está asimismo tipificado legalmente
como infracción administrativa.

Adicionalmente, el Consejo de Seguridad Nuclear podrá remitir directamente a los titulares de las
autorizaciones instrucciones técnicas complementarias para garantizar el mantenimiento de las
condiciones y requisitos de seguridad. Estas ITC son actos administrativos de cumplimiento
obligatorio integrado en la licencia. Las ITC se incluyen en los Informes Anuales al Congreso de
los Diputados y al Senado para cada tipo de instalación.

Normativa de carácter recomendatorio


Guías de seguridad (GS)

Son documentos técnicos de carácter no obligatorio con los que el Consejo dirige orientaciones a
los sujetos afectados por la normativa vigente en materia de seguridad nuclear y protección
radiológica. Su finalidad es orientar y facilitar a los usuarios la aplicación de dicha normativa.
Puesto que las guías no son de obligado cumplimiento, los usuarios pueden seguir métodos y
soluciones diferentes a los contenidos de las mismas, siempre y cuando estén debidamente
justificados.

GS publicadas por el CSN

En su elaboración, al igual que en el caso de las instrucciones, se contempla la participación del


público y de las instituciones, mediante una fase de comentarios externos.

Documentos de carácter informativo

Circulares informativas

Son documentos técnicos de carácter informativo que el Consejo podrá dirigir a uno o a más
sujetos afectados por su ámbito de aplicación para notificarles hechos o circunstancias
relacionados con la seguridad nuclear o la protección radiológica que son de interés para su
instalación.

Trámite de audiencia pública en los proyectos de Instrucciones y Guías de Seguridad del


CSN

A fin de cumplimentar el trámite previsto en el artículo 14.3 de la Ley 33/2007 de reforma de la


Ley de Creación del Consejo de Seguridad Nuclear, el CSN debe facilitar el acceso a la
información y la participación del ciudadano y de la sociedad civil en su funcionamiento. Por
tanto, en su proceso de elaboración de normativa del CSN se someten a comentarios del público
las instrucciones y las guías de seguridad, haciendo uso de la web corporativa para facilitar el
acceso a los ciudadanos.

Guías de seguridad e instrucciones en fase de participación y audiencia pública


Tema 6: Protección radiológica básica
1 Objetivos
2 Principios
3 Normas básicas de protección radiológica operacional
4 Criterios generales de reducción de dosis
1 Objetivos
Las radiaciones ionizantes forman parte de nuestro entorno, dado principalmente por los
radionúclidos presentes en la naturaleza (suelo, aire, agua, alimentos), estimándose una dosis
promedio por persona de 1 – 3 mSv/año, no obstante, no fueron descubiertas hasta finales del
siglo XIX. Desde entonces, ha existido una creciente exposición a fuentes artificiales de
radiaciones ionizantes que se han ido incorporando en todas las actividades del ser humano.

Dentro de estas, el sector de la Salud es el mayor contribuidor a la exposición del hombre,


estimándose que más del 90% de ella proviene del uso médico y dental de las radiaciones,
principalmente en radiodiagnóstico.

Ningún país está exento de lo anterior, siendo conocido el aumento sostenido tanto en número de
exámenes como de incorporación de nuevas técnicas en el campo de la imagenología.

La siguiente Tabla muestra distintas tasas de dosis efectivas según las actividades del quehacer
humano.

Los efectos nocivos de las radiaciones ionizantes se conocieron también desde el mismo momento
en que éstas fueron descubiertas, demostrados más tarde, por los estudios efectuados en
poblaciones expuestas en accidentes radiológicos, durante el ataque nuclear de las ciudades de
Hiroshima y Nagasaki, (Japón, 8/1945) y en las múltiples investigaciones realizadas al efecto, en
las personas sobreexpuestas en accidentes, así como en animales de experimentación a nivel de
laboratorio.

Por lo tanto, la filosofía que actualmente se considera, es la de restringir al máximo posible, el


riesgo con relación al gran beneficio que nos reporta la utilización de técnicas radiológicas y/o
nucleares, siendo innegable que el desarrollo y progreso impiden el no uso y empleo de las
radiaciones ionizantes. El objetivo principal de la Protección Radiológica es asegurar un nivel
apropiado de protección del hombre, sin limitar de forma indebida, las practicas beneficiosas que
dan lugar a su exposición. Este objetivo no se consigue únicamente con la aplicación de conceptos
teóricos o científicos; todas las personas involucradas en este campo de acción, deben hacer
valoraciones y análisis riesgo – beneficio para poder tomar, casuísticamente, las decisiones
pertinentes. Todo sistema de Protección Radiológica debe tener como meta fundamental, la de
obtener “más beneficio que daño”.
2 Principios
A los efectos de la protección radiológica se definen las prácticas como todas aquellas actividades
que pueden incrementar la exposición humana por introducir nuevas fuentes de radiación, vías de
exposición o individuos expuestos, o por modificar las relaciones entre las fuentes ya existentes
y el hombre. Para conseguir lograr el objetivo fundamental de la protección radiológica se
establecen tres principios básicos:

Principio de Justificación: Tiene como objetivo, garantizar que toda exposición esté
debidamente justificada. Casuísticamente, ante cada aplicación de una práctica que conlleva
exposición a las radiaciones, es necesario realizar un análisis “riesgo beneficio”, donde prevalezca
el último aspecto. La idea es evitar la realización de prácticas que supongan exposiciones
injustificadas que conlleven un riesgo innecesario de las personas expuestas.

Toda práctica debe producir el suficiente beneficio a los individuos expuestos o a la sociedad
como para compensar el detrimento por causa de la exposición a la radiación.

Principio de Optimización: Con este principio se trata de que desde el origen, planificación,
hasta su uso y aplicación de cualquier fuente de radiaciones ionizantes se realice, de forma tal,
que se aseguren los niveles más bajos que razonablemente se puedan conseguir, teniendo en
cuenta factores económicos y sociales. Este principio satisface de modo cualitativo el trabajo con
las radiaciones ionizantes.

Antiguamente se conocía como el “Principio de ALARA” cuyas siglas en ingles, significa “as
low as reasonably achievable”.

Para cualquier fuente de radiación, las dosis individuales, el número de personas expuestas, y la
probabilidad de verse expuestas, deben mantenerse tan bajas como sea razonablemente posible,
teniendo en cuenta consideraciones sociales y económicas.

Principio de Limitación de Dosis: La base fundamental de este principio, es establecer límites


de exposición para las personas, los principales son los “límites primarios de dosis” para
trabajadores expuestos y público en general.

La exposición individual al conjunto de fuentes susceptibles de control ha de estar sujeta a límites


en la dosis recibida y, en el caso de exposiciones potenciales, a cierto control del riesgo.

Estos límites no deben considerarse como la frontera entre la seguridad y el peligro, sino como
un indicador evaluativo de exposición, de riesgo y de detrimento a la salud. Actualmente, el
cumplimiento de estos límites garantiza, la no aparición de los efectos determinísticos y limita al
máximo, el riesgo a padecer los efectos estocásticos (canceres y alteraciones genéticas)
producidos por las radiaciones ionizantes.

Los anteriores principios implican que, además de las operaciones o situaciones normales, haya
que considerar las exposiciones potenciales por causa de accidentes. Generalmente, para estos
casos, las limitaciones se establecerán con respecto a su probabilidad de ocurrencia. Este requisito
se puede satisfacer aplicando técnicas probabilistas para la cuantificación del riesgo.
3 Normas básicas de protección radiológica operacional
Sólo se hará mención a los principales aspectos regulatorios vinculados con las prácticas en
radiología médica y dental.

A manera de resumen, este Decreto establece las condiciones y requisitos que deben cumplir las
instalaciones radiactivas o los equipos generadores de radiaciones ionizantes, el personal que
trabaja en ellas u opere estos equipos, la importación, exportación, distribución y venta de
sustancias radiactivas que se utilicen o se mantengan en las instalaciones, el de los desechos
radiactivos, así como los aspectos fundamentales relacionados con los equipos generadores en el
ámbito sanitario.

En relación al personal, se refiere a la autorización de capacitación que debe tener toda persona
que por la realización de su trabajo se exponga a las radiaciones ionizantes por una fuente emisora
artificial en el campo sanitario.

Establece las medidas básicas de protección radiológica, la necesidad de la vigilancia radiológica


personal por dosimetría de los trabajadores expuestos, de los elementos de Protección personal,
etc.).

4 Criterios generales de reducción de dosis


Es importante señalar que la ICRP considera que, con los límites actuales de dosis
planteados en sus recomendaciones, no es necesario establecer ningún régimen especial
(reducción de horario de trabajo, aumento de la periodicidad de las vacaciones,
jubilación anticipada, alimentación especial, etc.) sobre los trabajadores expuestos
secundario al factor de riesgo ocasionado por las radiaciones ionizantes, inclusive, para
las embarazadas, si se cumple con garantizar el limite establecido al efecto, unos 2 mSv
sobre la piel en la región inferior del abdomen durante todo el embarazo, no se plantea
la necesidad de cambios ni condiciones especiales de trabajo; no obstante, en este
último aspecto, de manera práctica, la legislación de la mayoría de los países, promueve
e indica el cambio de puesto de trabajo durante este periodo a otro donde no haya
exposición a las radiaciones, garantizando así los limites antes mencionados.

La justificación de una práctica ha de analizarse teniendo en cuenta las ventajas e


inconvenientes asociados a la introducción de la misma, estableciendo un balance
adecuado entre ambos. Puesto que, en la realidad, hay componentes de beneficios y
costes difícilmente cuantificables, o de evaluación subjetiva, siempre es posible la
comparación de diferentes alternativas. En todo caso, para cada práctica (por ejemplo, la
generación de energía eléctrica), debe considerarse la suma de todos los procesos
asociados a la misma, incluyendo explícitamente la generación y gestión de los residuos
generados.

Una vez justificada una práctica, ha de procederse a su optimización. Puesto que se


admite que toda dosis de radiación implica un riesgo no nulo, no es suficiente con
cumplir los límites de dosis - que en todo caso limitan la región de lo inaceptable -, sino
que han de reducirse las dosis hasta encontrar un valor óptimo, que maximice el
beneficio neto total, para lo cual, mediante técnicas apropiadas se puede comparar el
esfuerzo necesario para aminorar las dosis frente a la reducción del detrimento sanitario
obtenida.

Por último, la limitación de dosis tiene como finalidad la protección de los individuos
más expuestos, para garantizar que no se alcancen niveles inaceptables del riesgo de
sufrir daños a la salud. La tabla recoge los límites aplicables a la exposición
ocupacional, definida como la recibida en el trabajo o como consecuencia de él, así
como la producida en el trabajo por fuentes naturales cuando supere considerablemente
los niveles ambientales en el entorno.

Los límites indicados para la exposición a todo el cuerpo se recomiendan por


comparación con el nivel de riesgo existente en actividades profesionales consideradas
como especialmente seguras. Los límites especiales al cristalino, piel y órganos se
adoptan para prevenir la aparición de efectos deterministas derivados de la irradiación
de dichos órganos. Además, existen límites secundarios para la incorporación por
inhalación de cada radionucleido, dependiendo de su toxicidad y metabolismo, así como
límites derivados de concentración en aire en el trabajo.

Por su parte, la tabla siguiente muestra los límites establecidos para acotar la exposición
del público en general. También en este caso se fijan límites derivados de incorporación
al organismo, por inhalación e ingestión, para cada radionucleido. Para cada instalación
concreta, han de aplicarse en el diseño límites restringidos, que eviten con razonable
prudencia la superación de estos límites por cualquier individuo, tomando como
referencia aquellos que puedan estar más expuestos. Así, en el caso de las centrales
nucleares, para limitar la exposición del público por vertido de efluentes se toman como
referencia los límites indicados en la tabla V. El titular ha de realizar un estudio
Analítico-Radiológico del emplazamiento, en un radio de 30 km, teniendo en cuenta el
uso de la tierra y agua, demografía, costumbres, etc., además de la meteorología e
hidrología locales, con el objetivo de determinar el grupo crítico de población y las
dosis resultantes.
La protección de los trabajadores, el público y el medio ambiente

Además de lo ya expuesto, se pueden citar otras cuestiones de tipo práctico con las que
la reglamentación ayuda a garantizar una utilización segura de las radiaciones ionizantes
y las sustancias radiactivas, tanto para los trabajadores, como para el público en general
y el medio ambiente.

Así, la protección de los trabajadores de una instalación se hace basándose en el


establecimiento de:

• Zonas y áreas de trabajo debidamente señalizadas.


• Clasificación de los trabajadores según el riesgo potencial al que están
sometidos.
• Control y registro individual de la dosis recibida por vía externa
mediante dosímetros.
• Control de la posible incorporación de material radiactivo al
organismo mediante detección externa y análisis de muestras
biológicas.
• Realización de exámenes de salud periódicos y especializados.

Para el conjunto de los trabajadores profesionalmente expuestos en España, el Consejo


de Seguridad Nuclear (CSN) mantiene un registro centralizado de la dosis recibida en el
banco de datos dosimétricos y ha impuesto el uso del llamado carnet radiológico,
documento personal del trabajador en el que se han de consignar todas las dosis que el
trabajador pueda recibir en cualquier instalación.

Con respecto a la protección del público y del medio ambiente, además de establecerse
los límites para los vertidos de efluentes de cada instalación, se lleva a cabo una
estrecha vigilancia del medio ambiente, reforzada en el entorno de los emplazamientos
nucleares. Para comprobar el impacto real de las centrales nucleares, el CSN establece
los programas de vigilancia radiológica del medio ambiente, en los que se comprueba
mediante la toma de miles de muestras de sustancias ambientales, la ausencia de
contaminación significativa. Se toman muestras de suelos, agua de lluvia, cultivos,
leche, carne, aves y huevos, peces, agua potable, agua subterránea, agua superficial y
sedimentos. Además existen una serie de puntos en los que se mide continuamente la
radiación de fondo y la presencia de radiactividad para poder detectar cualquier
desviación. Las muestras tomadas y los análisis practicados son objeto de verificación y
contraste por entidades independientes de las centrales, a las que el CSN encomienda
esa misión.

Además, para cubrir la vigilancia de la totalidad del territorio nacional, el CSN dispone
de una red de vigilancia de la radiación que comprende tres sistemas diferenciados:
• Una serie de estaciones de detección y medida en continuo de la
radiactividad ambiental, con transmisión de señales al CSN (y cuyos
valores medios se pueden consultar por el público en general en
Internet).
• Unos laboratorios asociados que llevan a cabo un programa de
muestreo y análisis de la radiactividad ambiental en todo el país.
• La vigilancia radiológica de las aguas continentales españolas.

También existe en España otra red muy densa, la Red de Alerta a la


Radiactividad, con más de 900 estaciones de medida que registran y
transmiten, en tiempo real, los datos de radiación ambiental. Esta red, de
menor sensibilidad y precisión que REVIRA, tiene por objeto
principalmente la detección de cualquier situación accidental o de cualquier
escape incontrolado de material radiactivo a la atmósfera, originado dentro
o fuera de nuestras fronteras.

Tema 7: Protección radiológica específica en instalaciones de
radiodiagnóstico
1 Consideraciones generales
2 Diseño de instalaciones
3 Diseño de proyectos y elaboración de especificaciones técnicas
4 Recepción y aceptación de instalaciones y equipos
5 Características técnicas de las salas de radiodiagnóstico
6 Desarrollo de la protección radiológica operacional
7 Mantenimiento preventivo y correctivo
8 Consideraciones particulares respecto a la protección del paciente
1 Consideraciones generales
Por otra parte, hay que actuar sobre la población, debiéndose establecer todo un
sistema de control y de optimización de las prácticas encaminado a disminuir, lo
mas posible, las dosis.

Con relación a la vigilancia de salud de los trabajadores expuestos, sólo es


importante desde el punto de vista de satisfacer los principios básicos de la Salud
Ocupacional, es decir, poder relacionar las condiciones psicofísicas del trabajador
con los requerimientos del puesto de trabajo. En condiciones normales de trabajo,
con límites de dosis por debajo de los establecidos, no existen indicadores
biológicos de exposición, de ahí la importancia de la vigilancia radiológica personal
por medio de la dosimetría.

Es preciso incorporar la cultura de la "seguridad y percepción de riesgo”.

Sobre el medio ambiente, hay que tener definidas las distintas acciones a realizar
con el objetivo de mantener una vigilancia y control estricto sobre los equipos o
fuentes de radiaciones ionizantes, sobre los locales y puestos de trabajo y el medio
ambiente en general.
La capacitación y entrenamiento en materia de radioprotección es fundamental y
es un aspecto que todo Programa debe tener muy en cuenta. Con éste se logra un
aumento sostenido de una cultura radiológica con la subsiguiente optimización de
las prácticas y menor exposición de los trabajadores y población.

De manera general, todos los componentes del Programa deben estar encaminados
a la prevención, en primer lugar, todas las acciones deben dirigirse a obtener una
efectiva prevención primaria, “evitar el efecto dañino a la salud y al medio
ambiente por las radiaciones ionizantes”, pero también tienen que estar
contempladas las acciones que se realizarían, de manera oportuna y rápida, a nivel
secundario y terciario de la prevención, en caso de algún accidente con sobre
exposición de personas y/o contaminación ambiental.
Los elementos básicos de un Programa de este tipo, lo resumimos en el siguiente
esquema:

2 Diseño de instalaciones
La instalación y aceptación de equipos nuevos o modificados, cuyo funcionamiento
implique riesgo radiológico, debe llevarse a cabo siguiendo criterios de optimización.
Esto es, además de permitir que se logren los objetivos clínicos, diagnósticos o
terapéuticos perseguidos deben de minimizarse las dosis asociadas a dichos estudios.

Por ello, la toma de decisiones para la adquisición o modificación de este tipo de


equipamiento o instalaciones debe hacerse teniendo en cuenta:

• Las necesidades clínicas a que pretende dar respuesta dicha


adquisición o instalación.
• Las dosis a pacientes, trabajadores y público.
• El riesgo potencial de accidente radiológico.
• La normativa legal existente.
Deberá, por tanto, existir una fase previa a la contratación, en la que se estudie y se
planifique la misma teniendo en cuenta las anteriores consideraciones.
3 Diseño de proyectos y elaboración de especificaciones técnicas
Se realizará un estudio previo dentro de la política y objetivos generales marcados.

Según el artículo 22 del RD 783/2001 RPSCRI apartado a), el titular de la instalación es el


responsable de que el SPR, la UTPR, el Supervisor o la persona a quien se le encomiende las
funciones de Protección Radiológica realice el examen crítico previo de los proyectos de la
Instalación desde el punto de vista de la Protección Radiológica.

El resultado se reflejará en un documento autorizado por el titular y servirá de referencia para las
fases posteriores.

Una vez realizado el estudio previo, será preceptiva la consulta al SPR para que determine las
consideraciones que estime oportunas en los aspectos de su competencia, e indique las acciones
que se deben realizar según la legislación vigente.

Cuando se solicite un permiso de funcionamiento, una modificación del mismo o una declaración
de funcionamiento de una instalación, el SPR supervisará o realizará, según sea el caso, el Estudio
de Seguridad correspondiente. En este sentido y según el artículo 22 del RD 783/2001 RPSCRI
apartado b), el titular de la instalación es el responsable de que el SPR, la UTPR, el Supervisor o
la persona a quien se le encomiende las funciones de Protección Radiológica examine y controle
la autorización de puesta en marcha de fuentes nuevas o modificación de la mismas.

Diseño de proyectos
El titular de la instalación es el responsable de que la entidad o persona que diseñe el
proyecto haga llegar el mismo al SPR, quien deberá comprobar que en él se ha
contemplado:

• El control de accesos a las zonas con riesgo radiológico (con fuentes


radiactivas o equipos emisores de radiación).
• Detalles precisos referentes a los enclavamientos eléctricos y mecánicos
de seguridad.
• Composición y dimensiones de los blindajes.
• Sistemas de confinamiento y control de la contaminación radiactiva.
• Adecuación a la normativa legal vigente.

Todos los proyectos deberán incluir una definición de los parámetros que definen el
funcionamiento de la instalación, con sus características, así como una relación de los
elementos de funcionamiento que deberán ser comprobados en la recepción de la obra o
montaje, y del cumplimiento de los niveles de tolerancia y procedimientos de
verificación. Cuando sea aplicable incluirán las condiciones de aceptación.

Tras la revisión del proyecto, se emitirá un informe sobre la conveniencia de incluir en el


proyecto las posibles modificaciones a que este informe dé lugar.

En las instalaciones de Radiodiagnóstico será preceptiva la certificación del SPR, que


asegure la conformidad del proyecto de la instalación con las especificaciones técnicas
aplicables.

Elaboración de especificaciones técnicas


La elaboración de las especificaciones técnicas de los equipos o instalaciones a contratar será
responsabilidad de los especialistas correspondientes de acuerdo con la reglamentación vigente
en cada caso.

En cualquier caso, el SPR asesorará en todos los aspectos relativos a materias de su competencia.

Contratación de instalaciones y equipos


En todos los aspectos relativos a solicitud de ofertas, evaluación y adjudicación de los equipos e
instalaciones con riesgo radiológico, se seguirán los procedimientos administrativos establecidos
para el resto de equipos e instalaciones sanitarias.

Deberá prestarse especial atención a las especificaciones de carácter técnico y de Protección


Radiológica.

4 Recepción y aceptación de instalaciones y equipos


La recepción de un equipo o de una instalación que contenga equipos productores de
radiaciones ionizantes, así como la de dispositivos y accesorios precisos para la formación
de imágenes y la de sistemas o elementos para el control y reducción de dosis a paciente
o trabajadores expuestos, se efectuará por el procedimiento establecido en el centro u
Organismo al que vaya destinado.

Se deberán realizar las pruebas de aceptación de acuerdo con la legislación vigente que
incluirán, como mínimo, los parámetros detallados en las especificaciones de
contratación, y harán referencia a protocolos nacionales o a protocolos internacionales
cuando se estime oportuno. Asimismo se prestará especial atención a las especificaciones
de carácter radiológico y de Protección Radiológica.

Las pruebas de aceptación deberán ser realizadas por el suministrador del equipamiento
en presencia de un representante del comprador.

Se debe tener en cuenta lo siguiente:

• Los equipos de medida para realizar estas pruebas de aceptación


deberán estar acompañados por los correspondientes certificados de
calibración.
• Se exigirá el marcado y certificado CE.
• Las tolerancias aplicables a los parámetros que deben verificarse serán
las que figuren en las especificaciones de compra o en su defecto, las de
protocolos nacionales o internacionales aplicables.
• Los parámetros cuyo valor no pueda comprobarse “in situ” deberán
estar acompañados del correspondiente certificado de fábrica que
demuestre que no superan las tolerancias establecidas en las
especificaciones de compra o en la normativa aplicable. De igual forma
se actuará con las características no mensurables.
• El representante del comprador puede exigir la comprobación de
cualquier parámetro que afecte a la dosis impartida o a la calidad de
imagen, aplicándose las tolerancias de los protocolos nacionales o
internacionales, aunque dichos parámetros no estén explicitados en las
especificaciones.

El resultado negativo de la prueba de aceptación será causa suficiente para la suspensión


de la recepción del equipo o de la instalación.

El resultado de las pruebas de aceptación deberá recogerse por escrito y archivarse como
documentación de base para los futuros programas de garantía y control de calidad que
en cada caso se establezcan.
5 Características técnicas de las salas de radiodiagnóstico
Requisitos técnicos de los equipos
Los requisitos técnicos a que están sujetos los equipos de rayos X para diagnóstico médico se
corresponden con las especificaciones técnicas establecidas en los Decretos de Homologación.

Requisitos técnicos de la instalación


Diseño y construcción

El diseño y construcción de una instalación de rayos X con fines de diagnóstico médico,


ha de ir orientado a:

• Proteger a las personas, de modo que las dosis equivalentes de radiación


que pudiera recibir el personal profesionalmente expuesto, los pacientes y
los miembros del público sean tan pequeñas como sea razonablemente
posible.
• La conservación del material radiográfico en perfecto estado, ya que el
aumento del velo de dicho material puede provocar repeticiones
innecesarias de placas o pérdida de la calidad de imagen, con la
consiguiente repercusión sobre la Protección Radiológica.

Evitar la interferencia con otros equipos cuyo correcto funcionamiento sea


susceptible de ser perturbado por la radiación.
• Optimizar la calidad de las imágenes con el mínimo de radiación.

Con objeto de conseguir estas consideraciones en el diseño y construcción de las


instalaciones, se han de observar las siguientes medidas:

• El acceso a las salas deberá ser controlado.


• Las puertas de acceso deberán permanecer cerradas cuando haya
emisión de rayos X.
• Las salas de radiodiagnóstico no serán lugares de paso para acceder a
otras dependencias.
• Los pupitres de control de los equipos de rayos X han de estar
protegidos mediante mamparas blindadas, a ser posible fijas o
estructurales.
• Las mamparas blindadas que protegen la zona de los pupitres de
control han de disponer de visores y ha de estar prevista la
comunicación con el paciente.
• Los soportes verticales portachasis, de cualquier tipo, para efectuar
radiografías no se colocarán en:

o Zonas del puesto de control.


o Muros de las salas de revelado o cámaras oscuras o lugares de
almacenamiento de películas, a menos que el blindaje y los
tiempos de almacenamiento sean tales que el velo (densidad
óptica) de las mismas no pueda aumentar en más de 0,05 por
este motivo.
o La inmediata proximidad de las puertas y de manera que el
haz directo pueda dirigirse hacia las mismas.

• El diseño se efectuará de forma que en la medida de lo posible no se


dirija el haz directo de radiación hacia las mamparas que protegen el
pupitre de control, puertas de acceso y ventanas. Análogamente se
aconseja no dirigirlos hacia la cámara oscura, a no ser que las barreras
hayan sido diseñadas para ello.
• No se dispondrán 2 tubos de rayos X en la misma sala alimentados por
distintos generadores, a no ser que exista una barrera de protección
entre ellos. (Se exceptúan las instalaciones con funcionamiento
simultáneo 0 alterno en dos proyecciones sobre el mismo paciente.).
• Cuando existan dos o más tubos alimentados por el mismo generador,
ubicados en la misma sala, no se preparará a un nuevo paciente, cuando
uno de ellos esté en funcionamiento.

Finalmente, la planificación y diseño de las instalaciones ha de


efectuarse teniéndose en cuenta consideraciones futuras (carga de
trabajo, futuras ampliaciones, etc.). Asimismo han de tomarse en
consideración no solo los límites de dosis actuales, sino que es
imprescindible introducir, en todos los casos, el criterio ALARA.

Diseño y clasificación de áreas de trabajo

Las áreas de trabajo se clasifican, en función del riesgo de exposición, en zona controlada
y zona vigilada, de acuerdo con lo establecido en el Reglamento sobre Protección
Sanitaria contra Radiaciones Ionizantes. Dichas zonas han de estar delimitadas y
señalizadas adecuadamente y el acceso a las mismas estará limitado a personas
autorizadas siempre que los pupitres de control estén conectados o haya emisión de rayos
X.

El personal profesionalmente expuesto que pueda permanecer en zonas controladas,


estará obligado a portar dosímetros individuales, mientras que, en zonas vigiladas, puede
optarse por la instalación de dosimetría de área para estimar las dosis que pudiera recibir
el personal en las mismas, siempre que los dosímetros estén en lugar representativo de las
dosis que pueda recibir dicho personal.

A tal efecto, se recomienda la clasificación de zona vigilada para todos los lugares
situados detrás de las mamparas de protección de los pupitres de control, y zona
controlada al interior de las salas con equipos fijos, al menos mientras el generador esté
conectado a la red. En el interior de las salas se deberá siempre utilizar delantales
plomados cuando hay emisión de radiación, Asimismo, se recomienda que las zonas
controladas estén delimitadas por elementos de construcción estructurales. Se recomienda
que pasillos y dependencias de utilización pública, colindantes con las salas de
radiodiagnóstico, sean zonas de libre acceso donde no se puedan superar los límites de
dosis establecidos para los miembros del público.

Además de lo expuesto anteriormente, cuyo objetivo es la vigilancia de las personas


profesionalmente expuestas, se recomienda realizar una dosimetría de área al menos una
vez en la vida de cada instalación y después de cada modificación que pueda ser
significativa a este respecto, así como realizar, sobre los valores obtenidos por esta vía y
sobre los resultados de la dosimetría personal individual, un cuidadoso análisis dirigido a
evaluar las condiciones de seguridad y protección radiológica de la instalación durante su
funcionamiento. Todo esto sin perjuicio de otras verificaciones que hayan de llevarse a
cabo.

Señalización de áreas

Las zonas vigiladas y controladas de una instalación, deberán estar convenientemente


señalizadas mediante el símbolo internacional de un trébol bordeado de puntos radiales,
con objeto de indicar que únicamente existe riesgo de irradiación externa, enmarcado en
una orla rectangular del mismo color que el trébol. Los colores y dimensiones de las
señales estarán de acuerdo con lo establecido en el Reglamento sobre Protección Sanitaria
contra Radiaciones Ionizantes y en la Norma UNE 23 077.

Se recomienda que las mencionadas señales lleven una leyenda en la que se indique que
dicha señal únicamente es válida, cuando los generadores y equipos de rayos X estén
conectados a la red.

Asimismo, se recomienda que, además de las señales indicadas anteriormente, se coloque


en los accesos de las salas de radiodiagnóstico, en un lugar visible, una señal luminosa de
color rojo que indique cuándo hay emisión de rayos X, o desde que empieza hasta que
termina una exploración, con una leyenda que exprese que la entrada está prohibida
cuando la luz está encendida.

En cualquier caso, la señalización ha de cumplir los objetivos siguientes:

• Que los pacientes no entren en la sala de exploración hasta que se les


llame, y siempre a través de la cabina vestuario que estará blindada
por la parte colindante con la sala.
• Que el personal se abstenga de entrar en la sala de exploración, salvo
aquellas personas autorizadas explícitamente.
• Que sólo entren a la sala las personas que tengan que permanecer
dentro durante la exploración.
• Que no se produzca la entrada involuntaria o indebida de personal sin
delantal, coincidiendo con un disparo radiográfico o una radioscopia.

Diseño de la cámara oscura y del lugar de almacenamiento de películas

El diseño irá orientado a contribuir a la obtención de una buena calidad de imagen con el
mínimo de exposición a la radiación, evitando en especial repeticiones indebidas.

Para elegir la ubicación de las reveladoras, se tendrá en cuenta el número de placas a


realizar en cada sala y las distancias, de modo que en base a ello se decida la colocación
centralizada, descentralizada o mixta, siempre optimizando los trayectos del personal y
de los chasis.

En el diseño del interior de la cámara oscura se tendrán en cuenta rigurosamente las


condiciones de:

• Temperatura, humedad.
• Blindaje frente a radiación.
• Ausencia de entradas de luz.
• Luz de seguridad, distancia y filtro; distribución y color de las
superficies de trabajo de manera que el operador tenga la visibilidad
necesaria con el mínimo de velo a las películas.
• Ventilación y separación de zona húmeda y seca.
• Evitar confundir chasis expuestos de los no expuestos.

La ubicación y blindaje del almacén de películas se hará de tal modo que la temperatura
a que estén sometidas las mismas sea la recomendada por el fabricante y su exposición a
la radiación sea mínima.

En particular, se proveerá los medios para que la posición de las películas sea vertical, y
con las fechas de caducidad bien visible. El nivel de radiación será lo bastante reducido
como para que sean aceptables los tiempos de almacenamiento previstos y las películas
no deben recibir más radiación, que aquella que produzca un aumento de velo hasta 0,05
(valor orientativo de dosis en torno a 2-5 micro Gy, dependiendo de la sensibilidad de las
películas).

Blindajes
En el cálculo de las barreras de protección de una sala de radiodiagnóstico, es razonable
considerar una carga de trabajo que cubra las previsiones futuras en función del volumen
máximo de exploraciones que puedan ser practicadas.

Los principales parámetros que intervienen en la protección de un local son:


• La carga de trabajo del equipo de rayos X.
• La posición prevista del tubo o tubos de rayos X y la dirección prevista
de los haces útiles de radiación.
• La calidad de la radiación (penetración del haz).
• El tipo de radiación: Radiación directa, residual, dispersa o de fuga.
• La presencia simultánea de radiaciones ionizantes que provengan de
otras fuentes.
• La clasificación de las áreas circundantes l Las características
constructivas de los muros ya existentes en la instalación.
• La clasificación del personal a proteger: profesionalmente expuesto o
miembros del público.

Materiales de blindaje

En Radiodiagnóstico es habitual utilizar planchas de plomo dado que en general el espesor


necesario se halla en torno a los 2 mm de este material, con lo cual el peso no es tan
grande que llegue a producir deformación de las planchas verticales.

No obstante en muchos casos las propias paredes de la instalación pueden ofrecer un


blindaje significativo o incluso sustituir la función del plomo. Este es el caso de los muros
de hormigón o de ladrillo macizo.

En las paredes de ladrillo hueco, o en los suelos y techos de forjado con bovedilla, es
preciso prestar atención a que los espesores considerados sean los reales, es decir no
incluyan los huecos, y si el muro no es homogéneo tomar en consideración las zonas más
desfavorables.

Cálculo de Blindajes

Como principio general, el diseño del blindaje debe basarse en la aplicación del criterio
ALARA, al igual que en todos los aspectos de protección radiológica.

Según este principio, el cálculo no se efectuará en base a los límites de dosis


reglamentarios, sino que se optimiza la dosis colectiva reduciéndola todo lo posible hasta
conseguir que la diferencia entre el beneficio y el coste de blindaje sea máxima.

Un ejemplo de cómo hacerlo viene ilustrado en la publicación ICRP-33 y se basa en


efectuar sucesivos tanteos, analizando en cada uno los costes y las dosis colectivas hasta
encontrar dicho máximo (optimizar).

Sin embargo dada la dificultad de este cálculo, la mayor parte de la normativa existente,
continúa adoptando el método tradicional de cálculo basado en los límites individuales
de dosis El método no contradice el criterio ALARA a pesar de seguir basándose en los
límites individuales, ya que las dosis que resultan en la práctica vienen a estar entre 1/10
y 1/30 de dicho límite. Ello es debido a que todas las hipótesis de cálculo contienen un
factor de seguridad, los cuales multiplicados entre sí arrojan las reducciones de dosis
indicadas.
Dichos factores de seguridad se introducen al:

• Sobrestimar intencionadamente la carga de trabajo, los valores de


kVp, los factores de ocupación y de utilización y tamaños de campo
promedio.
• Suponer que las personas permanecerán junto a la pared, al otro lado
del blindaje, en el lugar más desfavorable.
• Despreciar la atenuación del paciente y del dispositivo de imagen en el
haz directo.
• Algunos reglamentos recientes aplican incluso un factor de reducción
adicional al límite de dosis poniendo un tope inferior.

En el caso de aplicar con rigor el método de optimización mencionado al principio, no


sería correcto utilizar hipótesis desfavorables ni introducir factores de seguridad. Para que
la optimización sea real ha de trabajarse con hipótesis reales, ya que de lo contrario el
resultado no sería óptimo sino otro más costoso pero sin la contrapartida de una reducción
de dosis en consonancia con el aumento de coste.

Por tanto, a continuación se explica el método tradicional basado en fijar un tope de dosis
individual al otro lado del blindaje. En la práctica, para esta baja energía de fotones
propios del Radiodiagnóstico se utilizan tres procedimientos para determinar el espesor
de la barrera por el método tradicional:

• A) Estimar el campo de radiación que existiría en la zona a proteger si no


hubiera blindaje, fijar como hipótesis un tope para el valor de dosis y
deducir el espesor necesario para atenuar el valor de campo hasta dicho
tope.
• B) Utilizar directamente tablas que contienen los resultados de aplicar el
método anterior para un elevado número de hipótesis de partida.
• C) Por último se pueden utilizar, por razones prácticas, espesores
normalizados a uno o dos valores para todas las barreras. Esto es aceptable
en la mayoría de los casos, en los que las condiciones de trabajo (distancias,
cargas de trabajo...) están dentro de los márgenes habituales.

Prácticas constructivas

Los blindajes de las salas de radiodiagnóstico. Se deberán construir de modo que no se


debilite la protección a causa de las juntas, conductos, tuberías, etc., que pasen a través
de las barreras, o diferentes elementos de servicio empotrados en las barreras.

Las puertas (en otros medios de acceso a la sala) y las ventanas de observación, requieren
una consideración especial para asegurar una protección adecuada sin perjuicio de la
eficiencia operacional.
• A) Juntas

Las juntas entre las planchas de plomo deberán ser construidas de modo que
las superficies estén en contacto y con un solapamiento de al menos 1 cm o
dos veces el espesor de la plancha.

Las barreras protectoras construidas con bloques sólidos o ladrillos, deberán


tener mortero (sin huecos) de al menos la misma densidad que los bloques.

Las juntas entre diferentes clases de materiales deberán ser construidas de


modo tal que no se debilite la protección total de la barrera, por ejemplo una
extensión del plomo dentro del hormigón podría ser necesaria para atenuar
la radiación dispersa. Aunque normalmente en instalaciones de diagnóstico
convencionales no se suele requerir esta extensión del plomo.
• B) Aberturas en barreras protectoras

Las aberturas en barreras protectoras para puertas, ventanas, conducciones


para ventilación, etc. pueden requerir algún tipo de apantallamiento para
asegurar que se mantiene el grado total de protección requerido.

Siempre que sea posible, la abertura deberá estar localizada en una barrera
secundarla, en las que los espesores de blindaje requeridos son menores. El
diseño de estos apantallamientos depende de los siguientes factores:

o Energía de la radiación.
o Orientación y tamaño del campo de radiación.
o Tamaño y localización de la abertura en la barrera
protectora.
o Relación geométrica entre la fuente de radiación y la
abertura.
o Relación geométrica entre la abertura y las personas,
materiales 0 instrumentos a proteger.

A modo general, una protección efectiva con el mínimo coste, se ha de


obtener considerando todos los factores en cada una de las instalaciones
individuales. Normalmente, el material de blindaje más económico para un
apantallamiento es el plomo, porque la cantídad de radiación dispersada por
este material es menor que la dispersada por materiales más ligeros.

La barrera de protección primaria en salas de radiodiagnóstico no necesita


extenderse más de 2,10 m desde el suelo; por tanto, las aberturas en la pared
por encima de esta altura, generalmente, no requieren apantallamiento.
• C) Accesos a la sala de radiodiagnóstico

Se pueden utilizar varios métodos para proveer accesos a la sala de


radiodiagnóstico. El más conveniente sería disponer de una puerta plomada
directamente al interior de la sala.

Los requerimientos de plomo, o su equivalente para una puerta, dependerá


de la energía de la radiación, de la carga semanal y de la orientación del
haz.
• D) Ventanas de observación

Las ventanas de observación para salas de radiodiagnóstico están


normalmente hechas de vidrio plomado.

Prácticas de funcionamiento

Los siguientes casos, se han de considerar como reglas fundamentales de funcionamiento,


aunque en circunstancias particulares se podrían añadir otras para cada situación concreta.

Salas de radiografía únicamente

1. Antes de proceder a efectuar la exploración, cerrar las puertas de la


sala.
2. Durante la radiografía, todo el personal deberá permanecer en la
zona protegida donde se pueda observar al paciente a través de un
visor suficientemente protegido.
3. Se deberá diafragmar el campo de exploración al mínimo suficiente
para el diagnóstico.
4. Siempre que sea posible, utilizar protectores gonadales para los
pacientes.
5. Cuando sea necesario sostener un chasis radiográfico, se deberán
utilizar dispositivos mecánicos.
6. No deberá permanecer ningún paciente en la sala mientras se está
explorando a otro.
7. La inmovilización de los pacientes se efectuará mediante la
utilización de sujeciones mecánicas adecuadas. Si fuera
imprescindible sujetar a un paciente, se deberá:
▪ A) Utilizar delantal y guantes plomados, permanecer
fuera del haz directo y lo más alejado posible.
▪ B) Utilizar siempre dosímetro personal cuando se
efectúan este tipo de exploraciones por personal
profesionalmente expuesto.
▪ C) En ningún caso se efectuará por mujeres gestantes
ni personas menores de 18 años.

Salas de radiografía y radioscopia

1. Durante la realización de la radioscopia, sólo permanecerá en el


interior de la sala el personal imprescindible.
2. La radioscopia se ha de efectuar con intensificador de imagen.
3. No se deberá pulsar el pedal para radioscopia nada más que cuando
se necesite información.
4. Se ha de tener en cuenta en exploraciones a pie de tubo, que la
disposición de tubo arriba de la mesa e intensificador abajo, produce
más radiación dispersa. En esos casos se colocará algún dispositivo
de protección (pantallas, cortinas, etc.).
5. La distancia foco-piel nunca debe ser inferior a 30 cm.,
recomendándose que sea superior a 45 cm.
6. Dependiendo del tipo de exploración puede ser recomendable la
utilización de dosímetros adecuados para estimar las dosis en las
partes del organismo potencialmente afectadas (de anillo, de
muñeca, etc.).

Equipos móviles

1. Bajo ninguna circunstancia se efectuará radioscopia con un equipo


móvil si éste no dispone de intensificador de imagen.
2. No se deberá dirigir el haz directo hacia ninguna persona que no sea
el paciente.
3. En caso de exploración radiográfica, el personal permanecerá
durante el disparo lo más alejado posible del paciente; siempre que
sea posible, aúna distancia no inferior a 2 m. y provisto de delantal
plomado.
4. Siempre que sea posible, se utilizarán protectores gonadales y se
diafragmará el campo exploratorio al mínimo con el fin de no
irradiar partes importantes del paciente que no sean objeto de la
exploración.
5. En relación con la sujeción de un paciente o chasis, se aplicará lo
especificado en este curso.
Radiografía dental

1. No se dirigirá el haz directo hacia ninguna otra persona que no sea


el paciente.
2. En radiografía dental intraoral, la placa radiográfica la sujetará el
mismo paciente o bien la sujeción se realizará por medios
mecánicos.
3. Los disparos radiográficos se efectuarán a una distancia mínima de
2 m del tubo emisor de rayos X, colocándose el operador en un
lateral del mismo. En el caso excepcional de que con tal
procedimiento se comprometiera la finalidad perseguida por la
exploración, el operador se protegerá mediante un delantal plomado
o cualquier otro dispositivo similar.
4. Se deberá disponer de un delantal plomado para proteger al
paciente, en aquellos casos que se estime necesario.
5. La apertura del haz de radiación se limitará con localizadores
apropiados, al mínimo compatible con la exploración a efectuar.
6. Se han de cuidar de manera especial las normas de protección
cuando se efectúen exámenes radiológicos a niños o cuando sea
absolutamente imprescindible efectuarlos a una mujer embarazada.

Finalmente, resulta imprescindible la implantación de un programa de garantía de calidad


con objeto de mantener la calidad de las imágenes en todas las técnicas de
radiodiagnóstico y, en general, para optimizar la protección radiológica en el
funcionamiento de las instalaciones.

Para garantizar el buen funcionamiento de los equipos, se recomienda que se efectúe el


control de calidad de los mismos al menos una vez al año sin perjuicio de ciertas
comprobaciones que han de hacerse con mayor frecuencia, así como realizar el
mantenimiento de los equipos con la periodicidad adecuada de acuerdo con el resultado
del control de calidad efectuado.

Todas estas revisiones se han de llevar a cabo por personal o entidades debidamente
autorizados. La retirada de los equipos defectuosos y la inutilización de los tubos podrá
ser realizada por estas mismas entidades.
6 Desarrollo de la protección radiológica operacional
El CSN, en función de las características del Centro, y considerando el riesgo radiológico
existente, podrá requerir al titular para que disponga de un Servicio de Protección
Radiológica propio o de una Unidad Técnica de Protección Radiológica contratada
(UTPR), con el fin de proporcionarle asesoramiento específico y de que asuma las
funciones que en esa materia le pertenecen.

Organización

El SPR, que deberá estar expresamente autorizado por el Consejo de Seguridad


Nuclear, estará constituido y organizado jerárquicamente por:
• El Jefe de SPR, (Especialista en Radiofísica Hospitalaria en los Hospitales
de la red pública del Estado) deberá estar en posesión del diploma otorgado
por el CSN.
• Especialistas en Radiofísica Hospitalaria.
• Técnicos Superiores en Radioterapia o en Diagnóstico por Imagen, que
colaborarán activamente con los facultativos en el desempeño de sus
funciones.
• Personal administrativo.

El SPR restringirá su ámbito de actuación al área de cobertura otorgada por el CSN y


especificada en su autorización. No obstante, y con carácter asesor, podrá intervenir en
terceros centros, siempre con permiso previo del titular correspondiente, y en los cuales
no pueden ser ejercidas las funciones encomendadas por la legislación. El Jefe de Servicio
dependerá directamente del Director Gerente del Área Hospitalaria, y sus actuaciones en
cada centro perteneciente a dicha Área se coordinarán adecuadamente.

El SPR se organizará y actuará independientemente del resto de unidades funcionales, sin


perjuicio de la coordinación necesaria con el SPRL.

Funciones y obligaciones

El SPR es responsable de la vigilancia del cumplimiento de la legislación vigente en


materia de protección radiológica además de la normativa propia y la establecida en los
Reglamentos de funcionamiento de las distintas instalaciones.

Las principales misiones del SPR serán:

• Evaluar y emitir informes en materia de protección radiológica en los


siguientes casos:

o Construcción y/o modificación de instalaciones radiactivas y


radiológicas.
o Actividad con nuevas fuentes o técnicas, así como
modificación de las condiciones de trabajo con las mismas.
o Comprobación periódica de la eficacia de los dispositivos y
procedimientos de protección establecidos.
o Estudio de los riesgos radiológicos derivados del
funcionamiento de las instalaciones y de las actividades que
en ellas se desarrollan.
o Participación en los procesos de adquisición del equipamiento
radiológico.
o Establecimiento de normas, instrucciones y procedimientos
específicos sobre protección radiológica, aplicables a las
actividades realizadas en las instalaciones.
o Colaboración con los responsables de las distintas
instalaciones en el establecimiento de procedimientos y en el
desarrollo de programas de control y garantía de calidad en
materia de protección radiológica, descritos en el presente
manual.
o Asesoramiento a los Jefes de Servicio y a los supervisores de
las instalaciones que utilizan radiaciones ionizantes.
o Información sobre optimización, de las técnicas nuevas o de
los proyectos de investigación que impliquen el uso de
radiaciones ionizantes.
o Investigación de las causas de las anomalías, incidencias y
accidentes que pudieran producirse en las instalaciones, como
por ejemplo superaciones de límites de dosis establecidos y
niveles de referencia.
o Colaboración en la preparación de los Planes de Emergencia
de las instalaciones.

• Vigilancia operacional.

o Realizar la vigilancia radiológica de los trabajadores


expuestos decidiendo las técnicas y procedimientos a emplear
teniendo en cuenta los principios de optimización.
o Realizar la vigilancia radiológica de las instalaciones y de las
actividades en ellas realizadas, decidiendo el tipo y frecuencia
de las medidas a efectuar.
o Gestionar y realizar la vigilancia radiológica de los residuos
radiactivos, sólidos y líquidos generados en las instalaciones,
decidiendo el tipo y frecuencia de las medidas.
o Realizar la calibración y comprobación periódica del buen
estado y funcionamiento de los instrumentos de medida.
o Vigilar la actividad de los trabajadores externos en las
instalaciones radiactivas, velando por el cumplimiento de lo
dispuesto en la normativa sobre medidas de protección
radiológica para trabajadores externos en zona controlada.
o Establecer los niveles de referencia de los parámetros a medir
en los distintos procedimientos de vigilancia radiológica.
o Clasificar y señalizar las zonas con riesgo radiológico de las
instalaciones.
o Clasificar a los trabajadores expuestos en función de su riesgo
radiológico.
o Realizar los controles de calidad pertinentes en el
equipamento en las instalaciones de Medicina Nuclear,
Radiodiagnóstico y Radioterapia.
o Establecerlas circunstancias en las cuales se ha de definir el
cese de la operación de una instalación o desarrollo de una
práctica, por incumplimiento de las normas de protección
radiológica o por la aparición de riesgos radiológicos no
aceptables.

• Documentación, registros y controles administrativos.

o Elaborar los procedimientos específicos aplicables a las


actividades del SPR.
o Registrar los datos recogidos en los programas de vigilancia
radiológica del personal, de las instalaciones, de las
operaciones y de los efluentes radiactivos.
o Archivar los historiales dosimétricos individuales de los
trabajadores expuestos de las instalaciones. Conocer la
categoría de aptitud de los trabajadores expuestos y sus
modificaciones como consecuencia de los reconocimientos
médicos realizados por el Servicio de Prevención de Riesgos
Laborales.
o Controlar la aptitud médica de los trabajadores expuestos y
sus modificaciones como consecuencia de los
reconocimientos médicos realizados por el SPRL.
o Disponer del historial dosimétrico previo de los trabajadores
expuestos que se incorporen a las instalaciones.
o Entregar una copia de su historial dosimétrico al trabajador,
cuando se produzca un cese de empleo en las instalaciones
con riego radiológico.
o Disponer de un inventario de las fuentes radiactivas de las
instalaciones permanentemente actualizado, que por su
naturaleza lo requieran.
o Conocer en cada instalación las fuentes radiactivas utilizadas,
así como su actividad.
o Disponer de copia registrada de la documentación preceptiva
que se envíe desde/a los organismos competentes.

• Formación en materia de Protección Radiológica.

o Comprobar la adecuada formación de los profesionales que se


incorporen a una instalación radiactiva, así como de la
posesión de la correspondiente licencia o acreditación.
o Organizar y participar en diferentes cursos y seminarios
relacionados directamente con la Protección Radiológica.
o Colaboración, de acuerdo con lo establecido en los Programas
de Garantía de Calidad de cada una de las unidades
asistenciales, en la formación, información e instrucción de
los trabajadores expuestos, en un nivel adecuado a su
responsabilidad y al riesgo de exposición a las radiaciones
ionizantes en su puesto de trabajo a los estudiantes, previo al
inicio de su actividad.
o Establecer la formación continuada, cuando corresponda, de
programas de garantía de calidad en las diferentes unidades
asistenciales, en los que se contemple la formación
continuada del personal.

Funciones del Jefe del SPR:

▪ Asesorar al Director del Centro en materia


de Protección Radiológica y mantenerle
informado de sus obligaciones respecto a la
normativa legal vigente, poniendo en su
conocimiento todas las deficiencias que
puedan incidir en la seguridad de las
instalaciones y en la protección de los
trabajadores expuestos, miembros del
público y pacientes.
▪ Vigilar el cumplimiento de las normas
establecidas.
▪ Establecer las actividades del SPR y
supervisar el cumplimiento de los
procedimientos específicos que regulan el
funcionamiento del mismo y su
cumplimiento.
▪ Visar dictámenes, evaluaciones e informes
emitidos, en relación con las misiones del
SPR.
▪ Certificar los historiales dosimétricos de los
trabajadores expuestos.
▪ Comunicar por escrito, a los responsables
jerárquicos de las instalaciones y prácticas,
de las circunstancias que aconsejan o exigen
la paralización de las mismas por
incumplimiento de las normas de Protección
Radiológica o la existencia de riesgos
radiológicos indebidos, dando cuenta, si es el
caso.

Otras actuaciones que son competencia del Jefe de Servicio de Protección Radiológica
son:

• Establecer una vía de comunicación fluida para la transmisión de


información y documentación necesaria para el cumplimiento de las
misiones del SPR con los distintos Servicios y Direcciones, de acuerdo
con los procedimientos generales y específicos aplicables.
• Tener conocimiento y, a ser posible, estar presente durante las
inspecciones del CSN así como tener constancia y conocimiento de los
informes y comunicaciones que remita dicho Organismo.
• Informar sobre las medidas de Protección Radiológica a los
trabajadores que, sin necesitar licencia, operen en una instalación con
riesgo radiológico, ya que están obligados a conocer y cumplir las normas
de protección contra las radiaciones ionizantes. Deben conocer, asímismo
sus actuaciones en caso de emergencia. Los programas de formación habrán
de establecerse según los criterios previamente establecidos por el CSN.
7 Mantenimiento preventivo y correctivo
La normativa establece los criterios de calidad en radiodiagnóstico, recogiendo la
obligación por parte de las unidades de Radiodiagnóstico de disponer de un adecuado
programa de mantenimiento preventivo y correctivo:

1. La autoridad sanitaria competente establecerá aquellas


unidades asistenciales de radiodiagnóstico que por su
complejidad requieran disponer de un adecuado programa de
mantenimiento, tanto preventivo como correctivo, por parte del
proveedor, de la propia unidad asistencial de radiodiagnóstico
o de una empresa de asistencia técnica, autorizada de acuerdo
con la normativa.
2. Cualquier reparación o intervención en los equipos que pueda
repercutir en la calidad de la imagen o en la dosis al paciente,
deberá ser seguida de una verificación. La entidad que realice
la reparación o intervención, dejará constancia escrita,
mediante certificado, de la restitución del funcionamiento del
equipo a las condiciones previas a la avería y de la verificación
de su correcto funcionamiento. Dicha verificación constará en
un informe.

Para la verificación se tomarán como base de comparación los resultados de las pruebas
de aceptación del equipamiento que servirán de niveles de referencia, o el estado de
referencia anterior a la avería, tanto de la calidad de las imágenes como de los indicadores
de dosis.

La normativa establece que los informes de verificación se archivarán durante toda la vida
útil de cada equipo, estando ese informe a disposición de la autoridad sanitaria
competente y del CSN.
8 Consideraciones particulares respecto a la protección del paciente
El paciente merece una consideración especial, ya que la exposición radiológica le
proporciona un gran beneficio diagnóstico o terapéutico frente al pequeño riesgo al que
puede estar sometido. Por ello, de acuerdo con la normativa sobre Protección Radiológica
en exámenes y tratamientos médicos, esta exposición debe:

• Estar siempre justificada por el médico prescriptor y el médico


responsable de la exploración.
• Realizarse al nivel más bajo posible de dosis. Los procedimientos
diagnósticos deben estar siempre optimizados a fin de obtener una imagen
diagnóstica adecuada con la menor dosis posible a partir de los protocolos
establecidos que garanticen su calidad. Se deben cuidar aspectos como la
generación de un haz adecuado al espesor del paciente y al contraste
necesario (K Vp, filtros), colimar el campo lo más posible para evitar un
excesivo incremento de dosis por la radiación dispersa, centrarlo bien en la
zona que se quiere estudiar, evitar en la medida de lo posible irradiar
órganos de riesgo próximos a esta zona, bien cerrando el campo o bien
utilizando protectores adicionales que se colocan sobre el paciente para
interponerlos entre él y el haz, elegir el sistema de imagen adecuado (el que
requiera menos dosis), compatible con la calidad de imagen exigida,
controlar el revelado de las placas radiográficas, reducir el número de
exploraciones repetidas, avisar convenientemente del riesgo de daño al feto
a posibles embarazadas (la menor probabilidad de que una mujer en edad
de gestación esté embarazada es en los diez días siguientes a la
menstruación), y es muy importante también el aprovechamiento de
estudios previos.
• Llevarse a cabo siempre bajo la responsabilidad de un especialista
médico. En relación al principio de justificación, las exposiciones médicas
no sólo deben proporcionar un beneficio neto suficiente, sino que habrá que
considerar su eficacia y su eficiencia, así como los beneficios y los riesgos
de otras técnicas alternativas disponibles que no requieran exposición a
dichas radiaciones.

Existe una responsabilidad directa, tanto del médico responsable de la exploración, como
del médico prescriptor. Por ello, éstos deberán poseer una formación adecuada, no solo
acreditada inicialmente, sino basada en programas de formación continuada en el área de
la Protección Radiológica. La exposición médica que no pueda justificarse deberá
prohibirse.

Los criterios de justificación de las exposiciones médicas deberán constar en los


correspondientes Programas de Garantía de Calidad de las Unidades asistenciales de
Radiodiagnóstico y Radiología Intervencionista, estando a disposición y en conocimiento
de la Autoridad sanitaria competente.

Los procedimientos diagnósticos deben seguir el principio de optimización a fin de


reducir las dosis sin afectar la calidad de la información diagnóstica, ya que estas dosis
pueden variar en dos órdenes de magnitud según las instalaciones. Asimismo, tanto los
procedimientos terapéuticos como los diagnósticos, deben elaborarse a partir de
protocolos establecidos que garanticen su calidad.

Si bien a los pacientes no se les puede aplicar el principio de la limitación de dosis, se han
reglamentado unos niveles de referencia para el Radiodiagnóstico. Estos niveles no se
deberían sobrepasar cuando se aplica una buena práctica.
En relación al equipamiento, se han establecido medidas rigurosas para evitar su
proliferación innecesaria, así como para su control (inventario nacional, criterios mínimos
de aceptabilidad, vigilancia periódica, etc.). Asimismo, todos los nuevos equipos de
radiodiagnóstico deben poseer un dispositivo que informe sobre la dosis administrada al
paciente en cada exploración o intervención.

Aparte de ello, se debe prestar una atención particular, a tres categorías de exposición,
que la legislación europea denomina “prácticas especiales”:

• La exposición del niño, debido a su mayor sensibilidad a la radiación.


• Los programas de "cribado sanitario" porque afectan a un elevado
número de personas, potencialmente sanas.
• Los procedimientos que implican altas dosis de radiación, sobre todo,
si pueden producir efectos deterministas, como es el caso de la
radiología y cardiología intervencionista.

Asimismo, se deberán tomar medidas para asegurar la protección radiológica del feto y
del lactante especialmente en relación a la justificación (urgencia) y a la optimización del
procedimiento.

La Comisión europea ha publicado una Guía de indicaciones para la correcta solicitud de


pruebas de diagnóstico por imagen con el objetivo de mejorar la práctica clínica y reducir
las exposiciones médicas a la radiación.
Tema 8: Programa de garantía de calidad
1 Implantación de un programa de garantía de calidad
2 Información de las instalaciones radioactivas
3 Justificación del control de calidad
4 Desarrollo de un programa de garantía de calidad
5 Ciclo de mejora continua
6 Determinación de la calidad del espectro
7 Determinación del voltaje pico
8 Determinación del producto intensidad-tiempo
9 Fotoexposímetro
10 Calidad de la imagen
11 Reveladoras
12 Cámara oscura
13 Almacenamiento de películas
14 Percepción visual de la calidad de la imagen
1 Implantación de un programa de garantía de calidad
Se denomina registro a todo documento a partir del cual se pueda establecer un seguimiento de
las actividades relacionadas con la Protección Radiológica y el cual estará en todo momento a
disposición de la autoridad competente (CSN, Administraciones Públicas, Juzgados y Tribunales
que lo soliciten).

Registros
Se contempla la obligatoriedad de registrar la información concerniente a la Protección
Radiológica de las personas y áreas relacionadas con la actividad donde exista riesgo
potencial de exposición a fuentes de radiación.

Existen distintos tipos de registro, en función de la información de que consten:

• Vigilancia de los trabajadores expuestos:

o Medida o estimación de dosis.


o Vigilancia médica.

• Vigilancia de las áreas.


• Vigilancia de fuentes y equipos productores de RI.

El sistema de archivo puede ser tanto “en papel” como “informático o electrónico”. El
archivo informático presenta ventajas indudables como la rapidez en el acceso a los datos
o el posible tratamiento estadístico de los mismos, ventaja importante en cualquier estudio
como prevención de riesgos.

En cualquier caso se han de tomar las medidas necesarias para asegurar la


confidencialidad de los datos relativos a los trabajadores (Ley 15/1999 de 13 de
diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal).
Registros relativos a los trabajadores expuestos
Deberá existir un registro individual para cada trabajador donde constarán:

• Datos personales: D.N.I., nombre y apellidos, fecha de nacimiento.


• Datos relativos al puesto de trabajo: Identificación de la instalación, tipo
de trabajo y categoría, fecha de alta y de baja en el mismo, vigencia y tipo
de licencia o acreditación (si la tuviera).
• Dosimetría personal.

Trabajadores de categoría A: Lectura del dosímetro individual y periodo de tiempo al


que corresponde. Dosis efectiva acumulada en cada año oficial y en cada periodo de 5
años oficiales consecutivos. Dosis equivalente en órganos de riesgo si los hubiere.

Trabajadores de categoría B: Dosis anual estimada a partir de los resultados de la


vigilancia del ambiente de trabajo ó del dosímetro personal.

• Dosis efectivas resultantes de exposiciones especialmente autorizadas,


accidentes o emergencias, fecha y actividad o instalación donde se ha
producido.
• Fecha del último examen de salud y clasificación médica resultado del
mismo.

Este registro se denomina historial dosimétrico y será archivado por el titular de la


práctica hasta que el trabajador hubiera alcanzado la edad de 75 años y nunca por un
periodo inferior a 30 años desde su cese en la actividad. Una copia certificada del historial
dosimétrico le será facilitada al nuevo titular si el trabajador cambia de empleo. El SPR
se encargará de la custodia del archivo.

Existirá un archivo donde se registrarán los datos derivados de la vigilancia del ambiente
de trabajo que deberá incluir si el trabajador está expuesto a radiaciones en más de una
instalación se han de consignar los valores de dosis que correspondan a cada lugar de
trabajo:

• Identificación de la zona: Instalación a la que pertenece, ubicación en el


edificio, clasificación radiológica.
• Datos de la estimación de la tasa de dosis debida a fuentes
externas: Fecha en que se ha realizado la medida, tipo y calidad de la
radiación, valor de la tasa resultante, identificación del equipo con el que se
ha realizado la medida.
• Concentración de la actividad en aire: Fecha de la estimación, naturaleza
de las sustancias contaminantes, equipo y método de medida.
• Contaminación de superficies: Fecha de la estimación, naturaleza de las
sustancias contaminantes, equipo y método de medida.
El archivo será conservado por el SPR, siendo el titular el responsable de dicho archivo.
Registros relativos a la vigilancia de las áreas
Las características técnicas y dosimétricas de los equipos y fuentes productoras de
radiaciones ionizantes son además objeto de la legislación relativa a la garantía de calidad
de los tratamientos y pruebas diagnósticas realizadas con radiaciones ionizantes. En este
punto, la información a registrar, son las características de las fuentes y equipos que
afecten a la protección radiológica de profesionales, miembros del público y pacientes.
El archivo deberá permanecer en la instalación radiactiva o de Radiodiagnóstico y/o en
el SPR durante el periodo de tiempo que la instalación esté en funcionamiento.

Fuentes radiactivas encapsuladas

En el archivo se consignarán:

• Descripción: Nombre del equipo mediante el cual se controla la fuente y


situación de la misma.
• Fecha de recepción de la fuente.
• Identificación de la fuente: marca, modelo, número de serie, etc.
• Características de la fuente dadas en el certificado de calibración
emitido por el fabricante: radionucleido, actividad o tasa de kerma en aire,
composición físicoquímica, dimensiones, espesor y material de la cápsula.
• En el caso de fuentes iguales, no identificables individualmente, que se
suministran en forma de lotes, se registrará también el número de
fuentes que forman el lote.
• Fecha y resultado de las pruebas de estanqueidad.
• Tiempo estimado de validez de la fuente.
• Fecha en que ha sido dada de baja y destino de la misma.

Fuentes radiactivas no encapsuladas

Dadas las especiales características de las fuentes no encapsuladas utilizadas en las


instalaciones radiactivas, variedad de radionucleidos y actividades bajas, será suficiente
con tener un archivo donde se registren:

• Fecha de recepción.
• Nombre que identifique el producto o compuesto químico y albarán de
transporte.
• Actividad del radionucleido que marca el producto y fecha de la
calibración.
• Fecha de cierre.
• Porcentaje de actividad estimada de los residuos sólidos y líquidos
generados por dicha fuente.
• Nombre del supervisor u operador responsable de su control.
• Fecha prevista de la evacuación.
Equipos productores de radiación de uso en Radioterapia

Una vez instalada una unidad de irradiación en Radioterapia, la empresa suministradora


realizará, en presencia de un especialista en Radiofísica Hospitalaria del Centro, la prueba
de aceptación mediante la cual se compruebe que el equipo cumple con los requisitos
especificados en el contrato de compra. El documento resultado de esta evaluación será
firmado por el Radiofísico responsable, quedando archivado en el departamento
correspondiente. El SPR deberá tener conocimiento de las pruebas de aceptación y acceso
al documento resultante. Además se deberá registrar:

• Ubicación.
• Identificación y descripción: Marca, modelo y número de serie de la
unidad de irradiación.
• Tipo y valor de la energía nominal máxima emitida por ésta.
• Características de la fuente encapsulada si la hubiese.
• Copia de los certificados de fabricación y control de calidad del equipo.

Equipos productores de radiación de uso en Radiodiagnóstico

Una vez realizada la instalación de un equipo de Rayos X, la empresa suministradora


realizará las pruebas de aceptación en presencia de un especialista en Radiofísica
Hospitalaria para comprobar que el equipo cumple los requerimientos especificados en el
contrato de compra.
Se registrarán también:

• Ubicación del equipo.


• Tipo: Móvil o fijo.
• Marca, modelo y número de serie del generador.
• Marca, modelo y número de serie del tubo de rayos X y fecha de
instalación.
• Factores máximos de técnica: kVp, mA, t.
• Resultado de la prueba de aceptación y estado de referencia del equipo.
• Controles periódicos de calidad.
• Copia de los certificados de marcado CE de fabricación del equipo.

Residuos radiactivos sólidos

En el caso de producirse la evacuación controlada de materiales residuales sólidos con


contenido radiactivo al medio ambiente, se habrán de registrar los resultados de la
estimación de la dosis recibida por la población debida a exposición externa o a
incorporación de radionucleidos.

Para el resto de los residuos radiactivos almacenados en recipientes especiales, se


registrará:
• Identificación y fecha de cierre del recipiente.
• Datos físicoquímicos más relevantes del contenido.
• Valores máximos de exposición en contacto y a 1 metro de distancia del
residuo.
• Fecha de la medida y estimación, si es posible, de la actividad.

La documentación se archivará en la instalación radiactiva y/o en el SPR.

Residuos radiactivos líquidos

Los registros de evacuación de efluentes líquidos evacuados por vía convencional,


después de un tiempo de decaimiento adecuado, deberán incluir, como mínimo, lo
siguiente:

• Radionucleidos contaminantes.
• Volumen de efluente evacuado.
• Concentración de actividad (Bq/g) y fecha de su determinación.
• Fecha(s) de evacuación.
• Vía de evacuación.
• Estimación de concentraciones finales y comparación con los criterios
de evacuación aplicables.
• Identificación del responsable.

Para los efluentes líquidos que no precisen ser almacenados y que se evacuen
directamente a la red, se llevarán a cabo evaluaciones trimestrales que se registrarán con
indicación de los parámetros siguientes:

• Radionucleidos contaminantes.
• Actividad total estimada.
• Periodo de evacuación.
• Vía de evacuación.
• Estimación de concentraciones finales y comparación con los criterios
de evacuación aplicables.
• Identificación del responsable.

Se registrarán independientemente los resultados de las tomas de muestras, manuales o


automáticas, que se efectúen en los depósitos de almacenaje durante el tiempo que los
residuos líquidos permanecen en ellos.

Todos estos registros deberán estar actualizados en todo momento y a disposición de la


autoridad competente.

Quedarán archivados durante al menos cinco años bajo la custodia del Titular de la
instalación.

En el informe anual de la instalación se incluirán los datos correspondientes a todas las


evacuaciones efectuadas por cualquiera de las dos vías.

Vigilancia médica
A cada trabajador expuesto de categoría A se le abrirá un historial médico que contendrá
al menos:

• Datos personales: DNI. , Nombre y apellidos, fecha de nacimiento.


• Datos relativos al puesto de trabajo: Identificación de la instalación,
tipo de trabajo y categoría, fecha de alta y de baja en el mismo.
• Resultados de los exámenes médicos previos a la contratación o
clasificación como trabajador de categoría A.
• Resultados de los exámenes médicos periódicos y eventuales.
• Historial dosimétrico de toda su vida profesional.

El historial médico será archivado en los SPRL correspondiente donde el trabajador preste
o haya prestado sus servicios. El archivo se mantendrá, al igual que el historial
dosimétrico, hasta que la persona hubiera alcanzado la edad de 75 años y nunca por un
periodo inferior a 30 años desde su cese en la actividad.
2 Información de las instalaciones radioactivas
De cada una de las instalaciones radiactivas y/o de rayos X, deberá existir un registro que
constará de:

• Memoria descriptiva de la instalación donde consten:

o Las características técnicas detalladas de los equipos y


fuentes productoras de radiaciones ionizantes.
o Las características técnicas de los equipos de detección
medida de las radiaciones, el factor de calibración y la
fecha y laboratorio donde ha sido obtenido.

• Estudio de seguridad.
• Reglamento de funcionamiento.
• Plan de emergencia interior.
• Autorización de funcionamiento.
• Diario de operación (Instalaciones radiactivas).
• Intervenciones de los Servicios Técnicos.
• Pruebas de hermeticidad de las fuentes.

Toda esta documentación estará bajo la custodia del titular de la práctica y a disposición
del SPR.

Es aconsejable mantener actualizado un archivo con toda la documentación generada en


la instalación que pueda afectar a la seguridad en materia de Protección Radiológica.

El SPR, a su vez, deberá mantener actualizado un registro de todas las unidades


productoras de radiación, de todos los detectores y equipos de medida y de las fuentes
radiactivas accesorias (usadas en la calibración y verificación de equipos, etc.).
3 Justificación del control de calidad
Los siguientes principios generales son comunes a todos los exámenes del
radiodiagnóstico médico y corresponden a las áreas en las cuales se deben disponer
recursos y prioridades para desarrollar el programa de control y garantía de calidad, por
ende concierne a todo el equipo de salud involucrado en la protección, en el proceso de
obtención de imágenes, en la realización del procedimiento y quienes informen los
resultados.

1. Identificación de la Imagen.

Identificación del paciente, fecha del examen, proyección, nombre


de quien realiza el procedimiento, etc. ubicado en el soporte de la
película.
2. Control de Calidad en equipos de rayos X.

Programas de Control y Garantía de calidad en equipos de rayos X.


3. Posicionamiento del Paciente.

La correcta posición del paciente es determinante en el éxito de


cualquier examen radiológico.
4. Limitaciones en el haz de rayos X.

La calidad de imagen es mejorada y la dosis al paciente es reducida.


5. Barreras y elementos de protección.

Para propósitos de protección radiológica.


6. Condiciones de exposición radiográfica.

Conocer y corregir el uso apropiado de las técnicas radiológicas


(factores de exposición).
7. Sistema película pantalla.

Conocer la velocidad de sistema película pantalla utilizados


(sensibilidad).
8. Densidad óptica de la película.

El ennegrecimiento de la película (densidad óptica) influye


fuertemente en la calidad de imagen.
Conocer los rangos promedios de ennegrecimiento en una
radiografía.
9. Exposición radiográfica por examen.

Numero de exposiciones radiográficas dentro de un examen.


10. Revelado de la película.

Controlar y optimizar el rendimiento y mantenimiento de las


condiciones del proceso de revelado.
11. Condiciones de Visualización.

Optimizar las condiciones de visualización para la evaluación de la


calidad de imagen y la exactitud de la información diagnostica.
12. Tasa de Rechazo.

Crear un registro de las películas rechazadas y sus motivos para un


posterior análisis e implementar las acciones para su corrección.
4 Desarrollo de un programa de garantía de calidad
Todas las políticas y procedimientos que se desarrollen en un Manual de Protección
Radiológica deben constituir el plan de actuación para asegurar una calidad adecuada de
protección contra la Radiaciones Ionizantes tanto del personal expuesto, como del
paciente y de los miembros del público en general, de acuerdo con los recursos
disponibles.

Sin embargo, lo realmente importante para garantizar la calidad, es que todos los
procedimientos definidos se lleven a la práctica diaria de forma controlada y sistemática.

Para ello es necesario establecer un sistema que permita evaluar periódicamente las tareas
que se llevan a cabo cada día y comprobar que, éstas, han sido efectuadas tal y como se
describieron. Además se deberá estructurar un sistema activo y de ágil reacción ante la
posibilidad de un eventual incumplimiento de los objetivos acordados, dentro de un clima
abierto de cooperación entre todos los profesionales afectados que permita el análisis de
errores.

Para poder establecer el sistema de calidad es preciso que se cumplan las siguientes
premisas:

• Establecer y reconocer la responsabilidad para la Calidad dentro del


Servicio.
• Asegurar que todos los componentes del sistema se documentan y
controlan.
• Desarrollar e implantar procedimientos dentro del Servicio para
asegurar que se cumplen todos los requisitos de calidad.
• Asegurar que cada parte desarrollada forma parte de un conjunto.
• Asegurar un enfoque práctico que permita garantizar la mayor
eficacia, efectividad y eficiencia de los servicios prestados.
• Asegurar el diseño de métodos que permitan el registro de los datos
relativos a la calidad y el inicio de acciones correctivas una vez
superados los límites de tolerancia de los diferentes parámetros.
• Establecer revisiones regulares y auditorias, tanto para la
implementación, como para comprobar la eficacia del sistema de
calidad, lo que incluye la revisión periódica de los estándares de
calidad.
• Asegurar que el sistema es adaptable y abierto al cambio y que permite
introducir cualquier información pertinente que surja desde otra
fuente.

Elementos del sistema de calidad

El sistema de calidad que se propone se estructura en torno a procedimientos


asociados a continuación descritos:

Elaboración de procedimientos

Los procedimientos se elaborarán siguiendo una norma específica que facilitará:

• La discusión y compresión de los mismos.


• La fácil comprensión por cualquier persona nueva que inicie su trabajo
en el Servicio.
• El entrenamiento continuo y la actuación de las personas implicadas en
llevarlos a cabo teniéndolos como guía.
• Su aplicación en el Servicio.
• El establecimiento de indicadores de calidad.
• Su actualización y revisión periódica.

En cada procedimiento figurarán, al menos, los siguientes apartados:

• Objetivo y ámbito de aplicación.


• Responsabilidades.
• Documentación.
• Método de trabajo.
• Sistema de evaluación.

Para su identificación se tendrá:

• Logotipo del centro sanitario.


• Nombre del procedimiento.
• Código de identificación.
• Fecha de edición.
• Lugar de archivo (informático, convencional).
• Autor.
• Responsable.

Calidad de archivo y documentación

Se deberá garantizar la existencia de un archivo de documentos de calidad que contenga


toda la documentación referente a la Legislación, Reglamentos, MPR, así como los
documentos derivados de la actividad del SPR.

La documentación archivada deberá estar controlada para asegurar que los cambios que
se producen, son introducidos en dicho archivo, son difundidos sistemáticamente entre el
personal afectado y se eliminan los documentos en desuso.

Se procederá a la actualización periódica del archivo, difundiendo sistemáticamente la


nueva información generada y anulando la que se queda obsoleta.

Para ello deberá existir un responsable del mantenimiento del archivo quien:

• Dispondrá de un espacio físico para su ubicación.


• Mantendrá una lista magistral donde figuren: los documentos
existentes, el nombre y la ubicación de las personas que disponen de
documentación de actividades del SPR.
• Mantendrá actualizada una lista de distribución de documentación.
• Enviará una copia a las personas que figuren en la lista de distribución
cada vez que se produzca una modificación de los documentos.
• Dispondrá de un archivo informático y un listado de la organización de
dichos archivos en el que figure la nomenclatura utilizada.

Sistema de Información para la Calidad

Para garantizar el funcionamiento correcto del sistema de información se debe de


comprobar la introducción de nuevos datos y la disponibilidad de éstos para la evaluación
interna y externa previa autorización.

Con el fin de disponer de un sistema de información fiable y completo en el que se base


la toma de decisiones:

• Se realizarán reuniones periódicas con el personal responsable en las


que se analicen las actividades, medidas y controles llevadas a cabo en
dicho periodo.
• Se elaborará un cuadro de mando, del periodo analizado, en el que
figure la siguiente información: Número de quejas o reclamaciones,
registro de incidentes, índices de satisfacción, resumen de los registros de
los controles de calidad y las medidas dosimétricas realizadas, áreas de
mejora derivadas de la información del control documental.
La información deberá estar accesible y disponible para:

• Los profesionales encargados de efectuar las medidas correctoras


pertinentes.
• Los Jefes de los Servicios afectados por la actividad.
• La Dirección del Centro.
• Las Autoridades Sanitarias.
• La autoridad competente: CSN, Administración Pública, Juzgados y
Tribunales que lo soliciten.

Gestión de la revisión de estándares

Toda la información generada por el sistema de calidad debe ser analizada y servir de
base para las acciones de mejora que permitan avanzar en el desarrollo del programa de
calidad.

Con el fin de disponer de un sistema organizado para la revisión de los indicadores es


importante establecer una organización sistemática, adaptada a cada centro, que podría
seguir el siguiente esquema:

• Análisis de los resultados de la implementación y desarrollo del sistema


de calidad en reuniones periódicas convocadas por el responsable de
Garantía y Control de Calidad.
• Análisis de los datos recogidos tras la implantación del sistema con
aprobación de modificaciones.
• Valoración de los cambios introducidos en el ámbito legislativo o de
evidencia científica.
• Evaluación de las necesidades de formación y gestión de recursos
orientados a ellos.

De estas reuniones se deberá elaborar acta y enviar copia a la Dirección del Centro.

Incidentes

El Sistema de Calidad debe garantizar que todo incidente, además de resolverse de forma
inmediata, vaya a ser objeto de análisis y de desarrollo de oportunidades de mejora.

Para ello deberá elaborarse un procedimiento que asegure que se ponen en marcha las
acciones correctivas e informativas necesarias en todos los incidentes que puedan afectar
directa o indirectamente a exposiciones con radiaciones ionizantes no previstas.
Quejas

Todo sistema de calidad debe ocuparse de las quejas tanto de los profesionales a los que
el SPR presta su servicio como del propio personal de dicho Servicio, estableciendo
mecanismos primero de escucha activa y después de análisis y detección de oportunidades
de mejora.

A tal fin se deberá elaborar un procedimiento que asegure que, tanto las quejas internas
como las externas, se responden apropiadamente y se aplica una acción correctiva para
rectificar el problema con la mayor rapidez posible, garantizando el análisis posterior para
evitar futuras reincidencias del problema.

Encuestas de satisfacción

Con objeto de evaluar la calidad del servicio percibida por los trabajadores expuestos se
elaborarán encuestas periódicas que contemplen las diversas actividades que el SPR
realiza.

Se redactará un procedimiento en el que se indique:

• Periodicidad de las encuestas.


• Personal que las elabora.
• Forma de realizarlas.

Los datos cuantitativos más importantes de las mismas formarán parte de los indicadores
de calidad, serán trasladados al cuadro de mando y analizados por los responsables de la
garantía de calidad.
5 Ciclo de mejora continua
El Sistema de Calidad propuesto se basará fundamentalmente en un sistema de
aseguramiento de la calidad, sin embargo todo esto debe estar inmerso dentro de una fase
de planificación que permita mediante el ciclo PDCA de mejora continua (Plan Do Check
Act) avanzar hacia la calidad total.

El esquema adjunto sintetiza el ciclo de calidad que se puede establecer en un SPR.


Según la legislación vigente es obligatorio implantar, en todas las unidades asistenciales
de radiodiagnóstico desde su puesta en funcionamiento, un programa de garantía de
calidad, elaborado de acuerdo con los protocolos nacionales o internacionales
actualizados, a los que se hará referencia en el mismo. Dicho programa tiene que abarcar
diferentes aspectos, tales como pueden ser, el de la justificación de la exploración ó el de
la formación continuada de las personas implicadas en el proceso.

Desde que se decide captar una estructura anatómica hasta que se realiza el diagnóstico
sobre la imagen se realiza un complejo trabajo en el que intervienen diferentes procesos
físicos, equipos y especialistas, dependientes unos de otros como los eslabones de una
cadena. Si se produce algún fallo en alguno de estos elementos, tendremos un detrimento
en la calidad de la imagen final o un aumento en la cantidad de radiación que reciba el
paciente. El programa de garantía de calidad debe servir para asegurar que las imágenes
diagnósticas producidas por una instalación de radiodiagnóstico tengan una calidad
suficientemente elevada para que se den en todo momento una información diagnóstica
adecuada, al menor costo posible y con la mínima exposición del paciente a las
radiaciones. De todos estos aspectos, sólo vamos a centrarnos en los técnicos y de medida
de control de calidad, los cuales podemos clasificarlos como sigue:

• Medidas de control de calidad.

1. Del equipamiento radiológico.


2. De los receptores de imagen.
3. Del sistema de registro de datos.
4. De los sistemas de procesado.
5. De los sistemas de visualización de imagen
(negatoscopios, monitores y otros).

• Evaluación de los indicadores de dosis en pacientes en las prácticas más


frecuentes.
• Evaluación de la calidad de la imagen clínica obtenida.
• Tasa de rechazo de repetición de imágenes.
6 Determinación de la calidad del espectro
Control de calidad del equipamiento radiológico

En las unidades asistenciales de radiodiagnóstico es obligatorio el control de calidad del


equipamiento, para garantizar la producción de imágenes de la mejor calidad posible para
el diagnóstico, y que las dosis recibidas por los pacientes sean tan bajas como pueda
razonablemente conseguirse, respetando además los aspectos generales de protección
radiológica. Dicho control se ajustará a protocolos establecidos para tal fin, aceptados y
refrendados por sociedades científicas nacionales competentes o por instituciones
internacionales de reconocida solvencia y, contendrán como mínimo las pruebas
consideradas como esenciales en el Protocolo Español de Control de Calidad en
Radiodiagnóstico.

El control de calidad de los parámetros técnicos de los equipos se agrupa en los siguientes
bloques:

• Equipos convencionales con dispositivos de grafía.


• Equipos convencionales con dispositivos de escopia.
• Equipos de mamografía.
• Equipos de tomografía computarizada.
• Equipos dentales.

Teniendo en cuenta que existen parámetros muy específicos de cada uno de los grupos
señalados anteriormente, cuya comprobación es muy dependiente del equipo en cuestión.
Sin embargo la filosofía del control de calidad es común a todos ellos.
El control de calidad para todos ellos se podría dividir en tres grandes apartados:

1. Control del generador y del tubo.


2. Control de la exposición.
3. Control de la calidad de imagen.
6 Determinación del voltaje pico

Control del generador y del tubo


En este apartado se incluyen básicamente, el control de los parámetros geométricos del equipo, la
calidad del haz, los rendimientos y el tiempo de exposición.

El interés general que tiene el control de los parámetros geométricos es la de evitar que el paciente
reciba dosis innecesarias en zonas sin interés clínico, sin olvidar la importancia que dichos
parámetros, como pueden ser el tamaño de foco o la perpendicularidad del receptor de la imagen
con el foco, tienen en la calidad de la imagen obtenida.

La medida de la calidad del haz de radiación consiste en determinar la energía que posee la
radiación, en términos de longitud de onda, o del kilovoltaje necesario para su producción. Para
determinarla se estudia la atenuación que sufre el haz de radiación, el método más empleado
consiste en determinar el valor de la capa hemirreductora (CHR).

La determinación experimental de la CHR del haz que sale del tubo de rayos X, consiste en
calcular el espesor de absorbente necesario para que la radiación de salida nos dé una exposición
mitad que la de entrada. Una vez conocido este valor de CHR, se recurre a unas tablas donde se
indica cual es la energía de la radiación monocromática que presenta esta misma CHR, de esta
forma sabemos cuál es la energía de nuestro haz de radiación.

La calidad del haz depende de la tensión pico (kVp); una pequeña variación de esta produce un
cambio importante en la intensidad transmitida y, por tanto, en el contraste de la imagen.

El rendimiento del tubo se mide en dosis en aire sin retrodispersión y por mAs y expresada a 1
metro de distancia del foco. Este parámetro junto con los correspondientes al tiempo de
exposición y a la calidad del haz nos permite tener un indicador del ajuste de la corriente y, si esta
fuera correcta, del estado del tubo. Si el rendimiento se mide para varias tensiones pico, puede
utilizarse como parámetro para estimar la dosis a pacientes en condiciones reales de trabajo.

A continuación se revisan algunos métodos de medida de los distintos parámetros de interés


discutidos, limitando la enumeración a los de uso más frecuente.

Control del kV
Generalmente los métodos indirectos, se basan en el diferente poder de penetración del haz en
función del kV que lo genera. El más empleado, por su simplicidad es el de la cuña formada por
escalones de un material tal como el aluminio, que define hasta 21 espesores diferentes.

La idea básica es filtrar fuertemente el haz a caracterizar de tal forma que se comporte como
quasi-monoenergético. Para el haz resultante, basta conocer qué espesor ha de interponerse para
reducir su intensidad en una fracción (cualquiera) para poder inferir el kVp. La absorción
producida por los distintos escalones de la cuña se compara con la que produce un espesor de
referencia. La comparación se realiza inspeccionando densidades de velado en una película
expuesto, sin chasis, al haz a través de la cuña.

Con este principio trabajan los equipos de medida no invasiva, emplean dos detectores de
semiconductor apantallados por diferentes espesores del material, y el kV se deduce por
procedimientos electrónicos, comparando las caídas de potencial de contacto, las corrientes en
cortocircuito (o las conductivididades de los diodos) o ambas. Basados en este principio de
operación funcionan los kilovoltímetros digitales.

Forma de onda de kV
Se averigua en la práctica disponiendo de una cámara de ionización o un detector de estado sólido
y usa oscilógrafo o sistema de registro apropiado. La medida es, por tanto, la variación de la dosis
o la exposición con el tiempo, de la que puede obtenerse la forma de onda. Esta medida puede
llevarse a cabo también por medio de diodos de semiconductor, de un modo similar a la utilización
para la medida de kV.

Calidad del haz: Son siempre métodos indirectos basados en la determinación de la CHR o
similar (es decir, mediante medidas de la atenuación que experimenta el haz de rayos X), aunque
trabajando a una tensión fija a la que se haya calibrado el equipo de medida.

Algunos de estos equipos, provistos de un par de detectores de semiconductor, determinan la


filtración con sólo dos exposiciones. De no disponer de los citados equipos, especialmente
diseñados para el control de calidad de generadores y tubos de rayos X, la medida puede hacerse
con media docena de disparos, interponiendo espesores variables de Al, por ejemplo entre 0 y 5
mm. Representando en papel semilogarítmico la salida del tubo (mGy, mR o cualquier otra
unidad) frente al espesor de Al, puede conocerse la CHR con precisión, observando sobre la
gráfica la distancia en mm que separa un punto de otro con ordenada mitad, cuidando que esta
observación se haga en un tramo rectilíneo.

La filtración se conoce a partir de ese valor, mirando en tablas adecuadas que relacionan uno y
otro parámetros para unos datos concretos de Generador (tipo de rectificación) y tensión de
trabajo a la que la CHR que sido medida.

Rendimiento
Consiste en la medida, utilizando una cámara, de la ionización producida por el haz de rayos X y,
simultáneamente o mediante medidas auxiliares, determinar la duración del disparo. Esta última
requiere conducir la salida de la cámara (si es adecuada para ello) a un oscilógrafo, con memoria
preferiblemente, o disponer de equipos de control de calidad que realizan la medida del tiempo
de modo simultáneo.

8 Determinación del producto intensidad-tiempo


Linealidad: En el caso del tiempo, interesa tener seguridad en que existe fiabilidad a lo largo de
exposiciones sucesivas, es decir, que son repetitivas. También, que existe una buena
correspondencia entre los valores seleccionados y los realmente medidos.

Aunque se pueden practicar diversos procedimientos, los basados en la observación al


osciloscopio de la forma de onda de ionización (la salida de una cámara, como antes se comentó)
o el uso de equipos de control de calidad con conversor analógico digital, son los más versátiles
y precisos.

La linealidad en el mA tiene significado e interés similares si bien no existen métodos directos no


invasivos de medida de la corriente. Las comparaciones se hacen siempre sobre valores relativos
y viendo si el rendimiento se mantiene razonablemente constante de unas posiciones a otras del
conmutador. Se establecen tolerancias variables, pero los distintos márgenes aceptados como
operativos se sitúan en el 10% de desviación.

El mantenimiento de una lectura de la cámara constante al variar el mA y el tiempo, manteniendo


invariable el producto mA x ms es la reciprocidad. Su determinación puede hacerse con una
cámara de ionización, una vez se conoce la respuesta en tiempos. El buen funcionamiento se
materializa en idénticas lecturas de la cámara, aunque el estudio del rendimiento obtenido en cada
posición de los conmutadores puede ser igualmente informativo.

9 Fotoexposímetro
Control de la exposición

Los equipos de rayos X modernos disponen de un sistema automático para controlar la exposición
(CAE), es decir, un sistema mediante el cual el equipo es capaz de producir ennegrecimientos
constantes, en el caso de que el receptor de la imagen sea una película radiográfica, o brillos
constantes(CAB), en el caso de que el receptor de imagen sea una pantalla de TV. La eficacia de
dicho control automático se describe por la reproducibilidad y exactitud de la exposición bajo
condiciones variables tales como diferentes espesores del paciente y tensiones del tubo.

10 Calidad de la imagen
La calidad de imagen es el resultado del efecto combinado de muchos factores y parámetros como
pueden ser, el material del ánodo, la filtración, el kilovoltaje pico utilizado, el receptor de imagen
utilizado, etc.
Imagen de maniquí para el control de calidad de la imagen en equipos
mamográficos
El enfoque más práctico desde el punto de vista del control de calidad consiste en utilizar
maniquíes especialmente diseñados para cada tipo de equipo. Estos maniquíes tienen que tener la
suficiente sensibilidad para detectar variaciones en los parámetros indicativos de la calidad de
imagen como pueden ser el contraste, la borrosidad, la visibilidad de pequeños detalles, etc.

10 Calidad de la imagen
La calidad de imagen es el resultado del efecto combinado de muchos factores y parámetros como
pueden ser, el material del ánodo, la filtración, el kilovoltaje pico utilizado, el receptor de imagen
utilizado, etc.

Imagen de maniquí para el control de calidad de la imagen en equipos


mamográficos
El enfoque más práctico desde el punto de vista del control de calidad consiste en utilizar
maniquíes especialmente diseñados para cada tipo de equipo. Estos maniquíes tienen que tener la
suficiente sensibilidad para detectar variaciones en los parámetros indicativos de la calidad de
imagen como pueden ser el contraste, la borrosidad, la visibilidad de pequeños detalles, etc.

11 Reveladoras
Control de la película radiográfica y del procesado
El proceso de películas radiográficas es un componente fundamental en la cadena de formación
de la imagen radiológica.

Un funcionamiento incorrecto de las procesadoras tiene una influencia negativa en la calidad de


la imagen, en la dosis de radiación que recibe el paciente y en los costes. El establecimiento de
un programa de control de las procesadoras permite prever con anticipación anomalías en el
funcionamiento de las mismas y tomar las acciones correctoras pertinentes, aún antes de que se
manifiesten en forma de deterioro de la imagen.

El control de las procesadoras debería realizarse diariamente mediante métodos sensitométricos,


impresionando una película de una caja control con una serie de exposiciones conocidas, lo cual
se traducirá tras el revelado en una escala de grises. Para el control de las procesadoras pueden
utilizarse sensitómetros de luz que permitan que la impresión de la película se realice con luz azul
o verde, en función del tipo de película utilizada. La escala sensitométrica suele tener 21
escalones, estando calibrada de forma que entre dos escalones consecutivos tiene lugar un
aumento en la exposición un factor 2. Una vez que la película ha sido impresionada, se procesa.
Posteriormente, utilizando un densitómetro, pueden medirse las densidades ópticas asociadas a
cada escalón en la película procesada. La representación gráfica de estas medidas da lugar a la
curva característica de la película (curva de sensibilidad), mediante la cual pueden determinarse
las magnitudes: velo (valor de la densidad óptica de la película cuando se procesa sin ser
expuesta), velocidad (asociada al punto de la curva cuya densidad es 1 y relacionada con la
sensibilidad de la película) e índice de contraste (relacionado con la pendiente de la curva
característica en su tramo lineal o latitud de la película).

Las condiciones de revelado afectan considerablemente a la forma de la curva característica y,


por tanto, a los parámetros anteriormente citados. Por ejemplo, un ascenso de la temperatura del
revelador provoca un aumento de velo y velocidad, y una variación de contraste. El contraste
puede aumentar o disminuir defendiendo de que el valor de la temperatura se acerque o aleje de
su valor óptimo. La contaminación del revelador da lugar a un aumento en velo y velocidad con
una considerable disminución en el contraste. Una tasa de refuerzo insuficiente del revelador se
manifiesta en forma de una disminución gradual de velocidad y contraste.

En la práctica no es imprescindible realizar la lectura de los 21 escalones; basta con tomar tres
valores: en el primer escalón, que corresponde al velo, en el escalón cuyo valor de densidad sea
más próximo a 1 (A) y en el escalón de valor más cercano al 2 (B). El valor A corresponde a la
velocidad y el valor B-A representa una medida del contraste.

Para realizar el control debe partirse de unos valores de referencia que se obtienen promediando
los correspondientes, al menos, a 10 películas, impresionadas y procesadas en un mismo día,
tornando las medidas en los mismos escalones en el resto de las películas que diariamente se
impresionen y procesen a lo largo del control. Una vez reveladas las películas, deben tomarse las
temperaturas correspondientes a los líquidos de procesado, especialmente la del revelador, dada
la relación que ésta tiene con los valores de velo, velocidad y contraste. Realizadas las lecturas,
se representan gráficamente las variaciones que diariamente se produzcan respecto a los valores
de referencia. Variaciones superiores a 0,05 en el velo, 0,15 en velocidad o contraste requerirán
una acción correctora en las condiciones de procesado.
Tasa de rechazo de películas
Deberá señalarse que el programa busca mejorar la eficiencia general y no se busca criticar
deficiencias individuales. Se recomienda iniciar un análisis de rechazo antes de iniciar un
programa general de control y garantía de calidad para establecer valores de referencia (que cabe
pensar estarán entre un 10 y un 15%) y después con periodicidad al menos anual. Las películas
rechazadas deberán recogerse al menos durante un período de dos a cuatro semanas.

En su forma más simple, un estudio deberá consistir en el recuento de las películas rechazadas,
expresando la tasa de rechazo como un porcentaje del número total de películas usadas durante
un cierto período. El número total de películas usadas deberá obtenerse a partir de la indicación
que el responsable de control de calidad estime más fiable (datos del almacén de películas de los
contadores de exposición o procesado de las estadísticas y registros del propio servicio de
radiodiagnóstico, etc.).

Otras opciones, que permiten obtener más información acerca de los orígenes y causas de los
rechazos suponen registrar la sala de donde procede cada una de las películas rechazadas, el tipo
de examen y la causa del rechazo (que pueden clasificarse en categorías como: subexposición,
sobreexposición, mala posición o colimación, fallo del equipo, artefactos en la placa, movimiento
del paciente, sin valor diagnóstico, etc.).

12 Cámara oscura
Control de los cuartos oscuros y de las condiciones de almacenamiento de películas

El cuarto oscuro es, por definición, una habitación en la que la iluminación es escasa y
por añadidura atraviesa filtros especiales, y por función, un laboratorio científico en el
que las películas radiográficas pueden alterarse por radiación, luz, calor, presión,
humedad, vapores químicos, electricidad estática o manipulación inadecuada. Por
sentido común este laboratorio debe mantener un alto nivel de organización, estar bien
ventilado, limpio, seguro, bien distribuido y cómodo para desarrollar un trabajo
científico en condiciones de escasa iluminación.

Un control de calidad elemental en un cuarto oscuro puede realizarse con las siguientes
pruebas:

1. Niveles de radiación. El test de protección de las películas a la


radiación es necesario realizarlo únicamente si alguna pared del
cuarto oscuro o almacén de películas es común a una sala de rayos
X o si se observan de forma sistemática velos en películas por
encima de lo normal, en este caso deben realizarse lecturas
dosimétricas.
2. Humedad ambiental. La humedad relativa en el cuarto oscuro
debe medirse con un higrómetro y mantener en todo momento entre
el 40 y el 60%. Una humedad por encima de los límites se
manifestará en un deterioro de la película con aumento de velo. Por
debajo de un 40% se favorece la aparición de electricidad estática.
La electricidad estática aparece en materiales no conductores corno
el plástico (base de la película, fibras sintéticas) y se incremento
hasta que alcanza un potencial que le permita una rápida descarga
en forma de chispa. La película radiográfica consta de una base no
conductora (productor de estática) y capas de emulsión a cada lado
de la base en las que el material de registro (cristales de haluros de
plata) se encuentra inmerso en una gelatina semiconductora por la
que puede escapar la electricidad estática produciendo un depósito
de plata en forma de árbol, corona o salpicadura. Si bien la humedad
debería controlarse todo momento, especial atención debe prestarse
en épocas invernales en las que puede pasarse de una humedad
excesiva a un ambiente totalmente seco causado por el encendido
de las calefacciones.
3. Temperatura. La temperatura ambiental debe controlarse
diariamente en el cuarto oscuro y mantenerse en torno a los 20º C.
Temperaturas por encima de 24º C producen un deterioro de la
emulsión con aumento de velo.
4. Ventilación. Se requieren medios de ventilación especiales en los
cuartos oscuros, puesto que una deficiente ventilación tiene efectos
perjudiciales sobre el personal y sobre los materiales fotográficos.
La circulación del aire debe ser suficiente como para cambiar el del
cuarto oscuro unas 12 veces por hora, evitando acumulación de
vapores emanados de los líquidos de revelado.

Condiciones de iluminación

La cámara oscura debe ser totalmente oscura a la luz blanca, un simple test de percepción
visual debe realizarse para detectar entradas de luz, al menos cuatrimestralmente,
prestando especial atención, tras un período de acomodación a la oscuridad, a entradas de
luz por cercos de puertas y pasachasis o sistemas de ventilación. Las luces de seguridad,
por otra parte, no son seguras hasta que no se ha constatado su efectividad con un test de
control. Un filtro puede perder su eficacia como resultado de grietas, perforaciones o por
el uso de bombillas de potencia inadecuada (máximo 25 W).

Una prueba simple puede realizarse manteniendo una película durante unos 5 segundos
en contacto con el filtro de cada luz de seguridad. En la película posteriormente procesada
no deberían aparecer ennegrecimientos apreciables a la vista si la luz de seguridad es
correcta.

13 Almacenamiento de películas
Condiciones de almacenamiento de películas

Un control de calidad elemental en un cuarto oscuro puede realizarse con las siguientes
pruebas:

1. Niveles de radiación. El test de protección de las películas a la


radiación es necesario realizarlo únicamente si alguna pared del
cuarto oscuro o almacén de películas es común a una sala de rayos
X o si se observan de forma sistemática velos en películas por
encima de lo normal, en este caso deben realizarse lecturas
dosimétricas.
2. Humedad ambiental. La humedad relativa en el cuarto oscuro
debe medirse con un higrómetro y mantener en todo momento entre
el 40 y el 60%. Una humedad por encima de los límites se
manifestará en un deterioro de la película con aumento de velo. Por
debajo de un 40% se favorece la aparición de electricidad estática.
La electricidad estática aparece en materiales no conductores corno
el plástico (base de la película, fibras sintéticas) y se incremento
hasta que alcanza un potencial que le permita una rápida descarga
en forma de chispa. La película radiográfica consta de una base no
conductora (productor de estática) y capas de emulsión a cada lado
de la base en las que el material de registro (cristales de haluros de
plata) se encuentra inmerso en una gelatina semiconductora por la
que puede escapar la electricidad estática produciendo un depósito
de plata en forma de árbol, corona o salpicadura. Si bien la humedad
debería controlarse todo momento, especial atención debe prestarse
en épocas invernales en las que puede pasarse de una humedad
excesiva a un ambiente totalmente seco causado por el encendido
de las calefacciones.
3. Temperatura. La temperatura ambiental debe controlarse
diariamente en el cuarto oscuro y mantenerse en torno a los 20º C.
Temperaturas por encima de 24º C producen un deterioro de la
emulsión con aumento de velo.
4. Ventilación. Se requieren medios de ventilación especiales en los
cuartos oscuros, puesto que una deficiente ventilación tiene efectos
perjudiciales sobre el personal y sobre los materiales fotográficos.
La circulación del aire debe ser suficiente como para cambiar el del
cuarto oscuro unas 12 veces por hora, evitando acumulación de
vapores emanados de los líquidos de revelado.

Condiciones de iluminación

La cámara oscura debe ser totalmente oscura a la luz blanca, un simple test de percepción
visual debe realizarse para detectar entradas de luz, al menos cuatrimestralmente,
prestando especial atención, tras un período de acomodación a la oscuridad, a entradas de
luz por cercos de puertas y pasachasis o sistemas de ventilación. Las luces de seguridad,
por otra parte, no son seguras hasta que no se ha constatado su efectividad con un test de
control. Un filtro puede perder su eficacia como resultado de grietas, perforaciones o por
el uso de bombillas de potencia inadecuada (máximo 25 W).
14 Percepción visual de la calidad de la imagen
La búsqueda visual es el primer paso en la lectura radiográfica. La primera mirada a una
radiografía está realizada con la visión periférica o estetoscópica. El uso de visión periférica
permite un campo mucho mayor de visualización, aunque no muy fino. En este campo de visión,
es posible seleccionar áreas anormales a partir de numerosas áreas de calidad subóptima que se
proyectan en la retina. Existe una relación directa entre tamaño del campo visual y el tiempo que
se requiere para localizar un área anormal. Una vez que el área de interés es localizada, el ojo se
mueve para enfocar la fóvea central de dicha área. Con ello se emplea la visión fotópica, es decir,
la de mayor agudeza visual (debido a que los conos responsables de la agudeza visual están allí
concentrados). De esta manera, se puede obtener una información más detallada. Una vez que
esta información es registrada en la retina, el ojo se mueve hacia otras áreas de interés. Este
movimiento se conoce con el nombre de movimiento sacádico.

Una prueba simple puede realizarse manteniendo una película durante unos 5 segundos
en contacto con el filtro de cada luz de seguridad. En la película posteriormente procesada
no deberían aparecer ennegrecimientos apreciables a la vista si la luz de seguridad es
correcta.

Control sobre los sistemas de visualización. Negatoscopios


La utilización de negatoscopios en perfecto estado es un requisito importante para un correcto
diagnóstico basado en imágenes de rayos X. No olvidemos que el diagnóstico supone una
observación en la que se evalúa el contraste de una imagen de forma subjetiva. Una vez procesada
la radiografía, sigue siendo posible mejorar el contraste subjetivo mediante la elección de las
condiciones adecuadas de observación. Los factores principales a considerar son la intensidad y
uniformidad de la iluminación y un correcto balance con la iluminación ambiental.

La medida del brillo y uniformidad de los negatoscopios es, por otra parte, fácilmente realizable
con ayuda de un fotómetro y puede expresarse en unidades absolutas sin influencia del resto de
los soportes de la imagen, por lo que comparaciones entre diferentes servicios u hospitales puede
realizarse de forma rápida y realizar correcciones inmediatas. Por estas razones, el control de los
negatoscopios puede elegirse como primer paso en un programa de garantía de calidad de la
imagen.

La medida del brillo y uniformidad de un negatoscopio puede realizarse con un fotómetro


(luxómetro) en ciclo con la superficie difusora del negatoscopio. La medida en el centro del
negatoscopio puede utilizarse para evaluar la emitancia del mismo (en lux). Si se desea tener la
medida de 1ª luminancia (brillo, en candelas/m2 , magnitud que mide la luz emitida por un foco
extenso por unidad de superficie en una dirección dada) es preciso realizar correcciones
oportunas, dividiendo entre n si el fotómetro tiene incorporado una superficie difusora. Para un
control rutinario de los negatoscopios pueden utilizarse los valores en lux obtenidos directamente
con la lectura del fotómetro, siendo el nivel de intensidad óptimo del orden de 5500 lux y no
variar en toda la superficie del negatoscopio más de un 10%.

La medida en diferentes puntos de la superficie difusora del negatoscopio (por ejemplo en las
esquinas, laterales y centro) nos dará una idea de la uniformidad de la iluminación. Es muy
importante que la iluminación utilizada sea uniforme sobre la totalidad de la radiografía pues una
iluminación que no cumpla esta condición (variaciones mayores de un 10%) puede dar lugar a
una distribución aparente de la densidad errónea y afectar al diagnóstico.

Como normas para su correcto estado de los negatoscopios podemos seña- lar: realizar el control
de brillo y uniformidad al menos una vez al año-, limpiar las superficies difusoras; exterior e
interior, de forma periódica (una limpieza de ambas superficies puede llegar en algunos casos a
mejorar la iluminación en un 100%); cambiar si es preciso un tubo por rotura o envejecimiento,
realizar la sustitución de todos los tubos que formen el negatoscopio y sustituir aquellos con
iluminación vibrante o color diferente al resto. La iluminación ambiental debe ser del orden de
100 lux para obtener una acomodación y visión óptima a los negatoscopios sin deslumbramientos
o reflexiones.

Control de los receptores de imagen. Chasis y cartulinas


El control de chasis y cartulinas deberá realizarse anualmente o con mayor frecuencia en el caso
de que haya indicios de degradación en la calidad de la imagen o aparición de artefactos en
posiciones fijas. También es conveniente realizar pruebas de imagen cuando se cambien tubos de
rayos X o se utilicen nuevas combinaciones cartulinas de refuerzo-películas.

Aparte la limpieza rutinaria de cartulinas (siguiendo las instrucciones y productos suministrados


por el fabricante) puede ser oportuno realizar de forma periódica un sencillo test que ponga de
manifiesto fugas de luz en el chasis (dejando el chasis cargado, cerrado y expuesto a luz visible
por espacio de unas horas por ambas caras y realizando posteriormente una inspección visual de
la película revelada o midiendo el nivel de velo) y un test con ayuda de entramados de cobre que
ponen de manifiesto contacto defectuosos película-cartulina de refuerzo. Para este último test es
preciso realizar una exposición con el tubo de rayos X (por ejemplo a 50 kVp, 2 mAs a un metro
de distancia) para obtener una densidad en torno a 1,5. En las zonas de mal contacto aparecerá la
imagen del entramado borrosa y mal definida.

Tema 9: Requisitos técnico-administrativos


1 Especificaciones técnicas de funcionamiento
2 Requisitos del personal
3 Normas de actuación
4 Evaluación de la exposición del trabajador expuesto
5 Normas generales en zonas con riesgo radiológico
6 Verificaciones periódicas y especiales
7 Dispositivos y prendas de protección
1 Especificaciones técnicas de funcionamiento
El Programa deberá desarrollarse en tres áreas, lo cual implica una coordinación entre el
área clínica y administrativa:

1. Práctica Clínica

Aplicación de los protocolos de control de calidad, estudios e


investigación de las dosis impartidas a los pacientes y estrategias de
optimización.
2. Protección Radiológica de los Trabajadores Ocupacionalmente
Expuestos (TOE) y del Público
Verificación de los elementos de protección personal y barreras de
protección, levantamiento radiométrico, catastro protocolizado y
unificado de todos los generadores emisores de radiación ionizante,
programa de mantenimiento y control de equipos.
3. Vigilancia Radiológica Personal (dosimetría)

Programa de control y registro de la dosimetría de los funcionarios


ocupacionalmente expuestos.

Para una buena aplicación y desarrollo del programa de estos programas de control y
garantía de calidad, es necesario definir prioridades que están dirigidas a la optimización
de los recursos del establecimiento; de esta manera el programa deberá estructurarse en
cadena, controlando y optimizando en primer lugar los sistemas o dispositivos más
sencillos y que no están influenciados por el resto de los sistemas a controlar.

De esta manera se iniciarán los controles en los sistemas de visualización de las


radiografías (control de brillo, uniformidad y limpieza), optimizar y controlar el sistema
de procesado de películas (sensitometría), control del cuarto oscuro, almacenamiento de
placas, chasis, películas.

En forma conjunta se desarrollará un plan en el área administrativa dirigida


principalmente al control dosimétrico de los trabajadores ocupacionalmente expuestos y
al catastro de los equipos de rayos X.

Para una segunda etapa se implementará el programa de control de calidad en los equipos
generadores de rayos X, la evaluación de la calidad de imagen y la aplicación de
protocolos de estudio para determinar la posibilidad de establecer niveles de referencia
en radiodiagnóstico e intervencionismo.
Objeto
El objeto principal de la Protección Radiológica es asegurar un nivel apropiado de
protección al hombre y al medio ambiente sin limitar de forma indebida las prácticas
beneficiosas de la exposición a las radiaciones. Este objetivo no sólo se puede conseguir
mediante la aplicación de conceptos científicos. Es necesario establecer unas normas que
garanticen la prevención de la incidencia de efectos biológicos deterministas
(manteniendo las dosis por debajo de un umbral determinado) y la aplicación de todas las
medidas razonables para reducir la aparición de efectos biológicos estocásticos
(probabilísticos) a niveles aceptables. Para conseguir estos objetivos, se deben aplicar los
principios del Sistema de Protección Radiológica propuestos por la Comisión
Internacional de Protección Radiológica (ICRP):

• Los diferentes tipos de actividades que implican una exposición a las


radiaciones ionizantes deben estar previamente justificados por las
ventajas que proporcionen, frente al detrimento que puedan causar.
• Las dosis individuales, el número de personas expuestas y la
probabilidad de que se produzcan exposiciones potenciales, deberán
mantenerse en el valor más bajo que sea razonablemente posible,
teniendo en cuenta factores económicos y sociales.
• La suma de dosis recibidas y comprometidas no debe superar los
límites de dosis establecidos en la legislación vigente, para los
trabajadores expuestos, las personas en formación, los estudiantes y los
miembros del público.
• Esta limitación no se aplica a ninguna de las exposiciones siguientes:

o La exposición de personas durante su propio diagnóstico o


tratamiento médico.
o La exposición deliberada y voluntaria de personas, cuando
ello no constituya parte de su ocupación, para ayudar o aliviar
a pacientes en diagnóstico o tratamiento médico.
o La exposición de voluntarios que participen en programas de
investigación médica y biomédica.

En el área médica y de acuerdo con la legislación europea y nacional se deben establecer


requisitos relativos a:

• Funciones, responsabilidades y cualificaciones del personal


involucrado en las instalaciones médicas.
• Equipamiento.
• Procedimientos.
• Prácticas especiales.

El objeto del Manual de Protección Radiolófica es establecer las directrices para la


aplicación de la normativa básica relativa a la protección contra los riesgos derivados de
la exposición a la radiación ionizante (radiación), específicamente a las instalaciones
radiactivas y radiológicas hospitalarias, sus trabajadores expuestos, los pacientes y los
miembros del público.

Utilizando el Manual General como referente, cada Servicio de Protección Radiológica


hospitalario (SPR) o Unidad Técnica de Protección Radiológica (UTPR), deberá revisar
su Manual específico a fin de que contemple las particularidades propias de las
instalaciones de su ámbito de competencia.

El Manual General debe, por tanto:

• Definir el marco de desarrollo de la protección radiológica en dichas


instalaciones, de modo que se cumplan los tres principios citados en el
apartado anterior.
• Unificar los criterios básicos en lo referente a la protección contra los
riesgos derivados de la exposición a las radiaciones.
• Determinar las líneas de responsabilidad del personal de las
instalaciones.

Establecer las actuaciones básicas a llevar a cabo, tanto por los trabajadores
expuestos, como por los Servicios, Unidades ó personas responsables de
conseguir estos objetivos y del cumplimiento de la legislación vigente,
determinando la relación entre ellos.
• Servir de base para el desarrollo del Manual específico.
Ámbito de aplicación del manual
Será de aplicación a todo el personal de los centros sanitarios de un área determinada, que utilice
equipos emisores de radiación ionizante o material radiactivo, o que esté involucrado en su
adquisición, mantenimiento o en cualquier otra actividad relacionada con dichos equipos o
materiales.

El Manual, una vez revisado de acuerdo con las directrices marcadas en el Manual General, se
deberá remitir al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para su apreciación favorable según lo
dispuesto en la autorización del SPR.

Disponibilidad del manual


Una copia del Manual de Protección Radiológica estará disponible en las diferentes Direcciones
de los Centros, y en cada uno de los Servicios que utilicen radiaciones, en aquellos otros
implicados en la adquisición o mantenimiento de equipos y fuentes productores de las mismas,
en los SPR, en los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales (SPRL) y en las Comisiones de
Seguridad y Salud.

Tendrán conocimiento y acceso al Manual todos los trabajadores expuestos y/o relacionados con
actividades que impliquen riesgo radiológico, por lo que se les comunicará su existencia y
contenido antes de ocupar su puesto de trabajo.

Revisión del manual


Objeto de las revisiones

El Manual estará sometido a revisión con el fin de perfeccionar los métodos o


procedimientos que conduzcan a un logro mejor de los objetivos de la Protección
Radiológica.

Frecuencia de las revisiones

El Manual deberá someterse a revisión:

• Siempre que se modifique la legislación nacional o autonómica en esta


materia.
• Cuando las circunstancias lo aconsejen debido a una modificación en
las recomendaciones o protocolos de organismos internacionales o
nacionales vinculados con la Protección Radiológica.
• Si se estima oportuno a la vista de la experiencia adquirida en la puesta
en práctica de los procedimientos de este Manual, o porque la mejor
evidencia científica así lo recomiende.

Procedimiento a seguir

Cualquier modificación del Manual deberá ser realizada por SPR y aprobada por el
Director Gerente, como máximo responsable y representante del Titular en el Centro
sanitario. En cualquier caso, cualquier modificación deberá ser emitida al CSN para su
apreciación favorable.
2 Requisitos del personal
Conseguir los objetivos de la Protección Radiológica es una tarea en la que están involucrados
todos los estamentos de cada Centro: las personas que ostentan la autoridad en los órganos de
Dirección y Gestión, los profesionales dedicados al ejercicio de la protección radiológica y los
trabajadores, expuestos o no a las radiaciones ionizantes. Del conocimiento de sus obligaciones y
del estricto cumplimiento de las normas con relación a dichos objetivos dependerá la disminución
del riesgo, con el consiguiente beneficio, tanto para los profesionales sanitarios y no sanitarios,
como para los pacientes y miembros del público.

Funciones y responsabilidades en materia de protección radiológica

Las funciones y responsabilidades en materia de Protección Radiológica de los distintos


profesionales implicados son:

Dirección Gerencia (titular)


El Director Gerente, como máxima autoridad ejecutiva del Centro y representante del titular, es
responsable legal de que en el mismo se sigan las normas contenidas en este Manual, que se
cumplan las disposiciones legales vigentes sobre Protección Radiológica y que se instruya e
informe al personal, en el ámbito de su responsabilidad, en los aspectos relacionados con dicha
materia.

Asimismo, es el responsable de la coordinación de los distintos Servicios hospitalarios implicados


en la gestión, utilización y mantenimiento de las instalaciones radiactivas y radiológicas.

El Director Gerente del Centro firmará y tramitará la documentación preceptiva de las


instalaciones y aprobará los procedimientos relativos a la protección radiológica, elaborados con
la participación de los Supervisores y tras el visto bueno de la Dirección Médica.

El Director del Centro implantará el Programa de Garantía de Calidad en las distintas Unidades
asistenciales en las que se haga uso de radiaciones ionizantes, y nombrará al responsable en cada
caso para su confección, desarrollo y ejecución.

En las inspecciones preceptivas que los funcionarios del CSN realicen al Centro, vendrá obligado
a facilitar el acceso, la documentación y los medios necesarios para el cumplimiento de su misión.

Aunque la responsabilidad final no puede delegarse, el Director Gerente del Centro atribuirá al
Jefe del SPR la autoridad necesaria para velar por el cumplimiento de las normas establecidas en
este Manual, y que obligan a todos los miembros de los distintos Servicios y Unidades del Centro.

Dirección Médica
El Director Médico, de acuerdo con las atribuciones de su cargo, es el responsable del
cumplimiento de las normas establecidas en este Manual, relativas al personal facultativo y al
funcionamiento de los Servicios y Unidades.

Necesariamente debe establecer las líneas de responsabilidad de las unidades asistenciales de cada
instalación radiactiva, dependiendo de las peculiaridades y recursos de cada Centro.
Estará obligado a comunicar al SPR los movimientos de personal facultativo producidos en los
Servicios con riesgo radiológico, con antelación suficiente para adoptar las medidas necesarias
para su adscripción o baja en la instalación correspondiente.

Dirección de Enfermería
El Director de Enfermería, de acuerdo con sus atribuciones, es el responsable del cumplimiento
de las normas establecidas en el Manual relativas al personal a su cargo debiendo asignar las
funciones de cada puesto de trabajo en las instalaciones con riesgo radiológico, con objeto de que
el SPR pueda clasificar adecuadamente al personal que las desempeñe.

Estará obligado a comunicar al SPR los movimientos de personal (altas, bajas y traslados)
producidos en los Servicios con riesgo radiológico, con la suficiente antelación que permita
adoptar las medidas necesarias para su adscripción a la instalación radiactiva correspondiente.

Dirección de Gestión
El Director de Gestión, de acuerdo con sus atribuciones, es el responsable del
cumplimiento de las normas establecidas en este Manual en lo relativo a:

• Contratación del personal, sanitario o no sanitario, que vaya a ser


destinado a Servicios y Unidades con riesgo radiológico.
• Adquisición de equipos productores de radiaciones ionizantes,
materiales radiactivos y resto de la dotación que comporte el correcto
funcionamiento de una instalación radiactiva.
• Obras, centralizadas o descentralizadas, así como el mantenimiento
que afecten a las instalaciones con riesgo radiológico.
Jefes de los Servicios o Unidades Médicas
Los Jefes de los Servicios o Unidades Médicas deben establecer la organización y las líneas de
responsabilidad dentro de sus Servicios o Unidades, en lo relativo a su funcionamiento como
instalación radiactiva. Asimismo deben coordinar con el Jefe del SPR las actividades que dicho
Servicio debe realizar en su instalación, facilitándole el acceso a los equipos y la documentación
necesaria para el desarrollo de sus funciones.

En los Servicios o Unidades Médicas, los responsables de los respectivos Programas de Garantía
de Calidad deben redactar los procedimientos específicos de su instalación, en colaboración con
el SPR en lo que se refiere a aspectos relacionados con la protección radiológica.

Personal de las instalaciones radiactivas


Todas las personas que trabajen en una instalación radiactiva deben estar formadas y
capacitadas para ello.

Aquellas que, en virtud de su puesto de trabajo, manipulen los dispositivos de control de


la instalación y/o el material radiactivo o dirijan dichas manipulaciones, deben estar
provistas de la correspondiente acreditación (en el caso de una instalación de rayos X) o
licencia de operador o supervisor (en el caso de instalaciones radiactivas), ambas
otorgadas por el CSN.

Las responsabilidades y funciones de cada una de estas personas son las siguientes:
• A) Supervisor de instalación radiactiva o Titulado que dirija una
instalación de rayos X: En virtud de su licencia o acreditación, está
capacitado para dirigir el funcionamiento de la instalación y las actividades
de los operadores, siendo responsable de tener actualizado el Diario de
Operación.

Como responsable directo del funcionamiento de la instalación, está


obligado a cumplir y hacer cumplir las normas especificadas en este
Manual, en el Reglamento de Funcionamiento, en el Plan de Emergencia y
en cualquier otro documento oficialmente aprobado.

Tiene autoridad para detener, en cualquier momento, el funcionamiento de


la instalación, si estima que se han reducido las condiciones de seguridad
radiológica, comunicándolo inmediatamente al SPR. Para autorizar la
reanudación de su funcionamiento deberá tener constancia explícita de que
se han restablecido dichas condiciones de seguridad radiológica, a juicio
del especialista en Radiofísica Hospitalaria, asignado a la instalación, con
conocimiento del SPR.

En caso de emergencia adoptará las medidas que estime oportunas, de


acuerdo con los Planes de Emergencia aprobados, dejando constancia de
ellas y comunicándolo a la mayor brevedad posible al SPR.

Participará activamente con el SPR en la elaboración de la documentación


preceptiva de la instalación y elaborará el informe anual de la instalación.

Comunicará al Servicio de Protección Radiológica, previamente a su


aplicación, las nuevas técnicas o la modificación de las existentes que
puedan influir en las condiciones de seguridad radiológica.
• B) Operador:

Tanto en el caso del radiodiagnóstico, como en el de las instalaciones


radiactivas médicas, su acreditación o licencia de operación,
respectivamente, se concede a efectos de dejar constancia de su
cualificación en materia de protección radiológica, sin perjuicio de otras
titulaciones requeridas en cada caso, para el mejor desempeño en su puesto
de trabajo.

En virtud de su licencia o acreditación está capacitado, bajo la dirección de


un supervisor (en el caso de una instalación radiactiva), o de un titulado que
dirija la instalación (en el caso del radiodiagnóstico) para manipular los
dispositivos de control de los equipos y/o el material radiactivo de la
instalación. Esta licencia o acreditación es obligatoria, sin perjuicio de la
titulación que, por otros motivos, también pueda ser exigible, como ya se
ha mencionado.

Tendrá autoridad para detener en cualquier momento el funcionamiento de


la instalación si estima que se han reducido las condiciones de seguridad y
le es imposible informar al supervisor de esta circunstancia con la prontitud
requerida.
• C) Especialista en Radiofísica Hospitalaria:

Las instalaciones de Radiodiagnóstico, cuando el número de equipos o las


técnicas empleadas lo aconsejen, las de Radioterapia y las de Medicina
Nuclear, dispondrán de un Especialista en Radiofísica Hospitalaria.
• D) Personas sin acreditación ni licencia:

Toda persona que, sin necesitar licencia ni acreditación, trabaje en una


instalación deberá conocer y cumplir las normas de protección contra las
radiaciones ionizantes así como su actuación en caso de emergencia.
Servicio de Prevención de Riesgos Laborales
El Servicio de Prevención de Riesgos Laborales (SPRL) deberá contar con la colaboración del
SPR para la determinación y evaluación de los riesgos derivados del uso de radiaciones ionizantes
que puedan afectar a la seguridad y a la salud de los trabajadores. Esta colaboración se hará
extensiva a la formación e información a los mismos.

Responsable de Recursos Humanos


El Responsable de Recursos Humanos establecerá, en colaboración con el SPR correspondiente,
la metodología más apropiada para la incorporación de los trabajadores expuestos en sus puestos
de trabajo, en cumplimiento de lo establecido en este Manual.

Responsable de la adquisición de equipos


El Responsable de la adquisición de equipos establecerá, en colaboración con el SPR
correspondiente, la metodología más apropiada para el cumplimiento de lo establecido en este
Manual, en lo referente a las propuestas de adquisición, obras y contratación de materiales,
equipos y servicios que afecten a las instalaciones con riesgo radiológico o actividades
directamente relacionadas con ellas.

Responsable del mantenimiento de equipos e instalaciones


El Responsable del Mantenimiento de equipos e instalaciones establecerá, en colaboración con el
SPR correspondiente, la metodología más apropiada para el cumplimiento de lo establecido en
este Manual, en lo referente a las operaciones de mantenimiento preventivo o correctivo que
afecten a los equipos e instalaciones con riesgo radiológico, así como a las obras o modificaciones
que afecten a dichas instalaciones.

Trabajadores externos
Se entiende por trabajador externo cualquier trabajador clasificado como expuesto que efectúe
una intervención de cualquier carácter, en la zona controlada de una instalación radiactiva y que
esté empleado de forma temporal o permanente por una empresa externa al ámbito hospitalario.

La empresa externa deberá hallarse inscrita en el Registro de Empresas Externas, que a tal efecto
fue constituido por el CSN, y será la responsable de la Protección Radiológica de sus trabajadores.

El titular exigirá a la empresa externa que intervenga en la instalación radiactiva, que satisfaga
los requisitos establecidos en la legislación al respecto.

Todo trabajador externo tiene la obligación de colaborar con los responsables de la protección
radiológica, tanto de su empresa como propios de la instalación, en su protección contra las
radiaciones ionizantes, cumpliendo las normas establecidas por los mismos y las legalmente
aprobadas.
Jefe del Servicio de Protección Radiológica
Las funciones del Jefe del SPR son encomiendas del Reglamento de Protección Sanitaria contra
Radiaciones Ionizantes, de las que, en materia de Protección Radiológica, tiene asignadas el
Director del Centro como titular de la instalación radiactiva.

Clasificación del personal

Por razones de seguridad, vigilancia y control radiológico, las personas que trabajan en
las instalaciones con riesgo radiológico se clasifican, en función de las condiciones en
que realizan su trabajo, en:

• Trabajadores expuestos.
• Miembros del público.

Trabajadores expuestos

Son personas que, por las circunstancias en que se desarrolla su trabajo, bien sea de
modo habitual, bien de modo ocasional, están sometidas a un riesgo de exposición a las
radiaciones ionizantes susceptible de entrañar dosis superiores a alguno de los límites de
dosis para miembros del público.

Los estudiantes y personas en formación, mayores de dieciocho años, que, durante sus
estudios, se encuentren expuestos a radiaciones ionizantes, se consideran incluidos en
esta categoría.

Los trabajadores expuestos se clasifican en dos categorías:

• Categoría A Pertenecen a esta categoría los que puedan recibir una dosis
efectiva superior a 6 mSv por año oficial, o una dosis equivalente superior
a 3/10 de los límites de dosis equivalente para el cristalino, la piel y las
extremidades.
• Categoría B Pertenecen a esta categoría aquellos que es muy improbable
que reciban dosis efectivas superiores a 6 mSv por año oficial, o a 3/10 de
los límites de dosis equivalente para el cristalino, la piel y las extremidades.

La condición de trabajador expuesto de categoría A exige obligatoriamente:

• Superar el reconocimiento médico de ingreso y los reconocimientos


periódicos.
• Haber recibido formación en Protección Radiológica.
• Utilizar obligatoriamente dosímetro individual que mida la dosis
externa, representativa de la totalidad del organismo siempre que
realicen trabajos que supongan riesgos de exposición externa.
• Utilizar dosímetros adecuados en las partes potencialmente más
afectadas, en el caso de riesgo de exposición parcial o no homogénea del
organismo.
• Someterse a los controles dosimétricos pertinentes, en caso de existir
riesgo de contaminación interna.
La condición de trabajador expuesto de categoría B exige obligatoriamente:

• Superar el reconocimiento médico establecido.


• Haber recibido formación en Protección Radiológica.
• Estar sometido a un sistema de vigilancia dosimétrica que garantice
que las dosis recibidas son compatibles con su clasificación en categoría
B.

A cada trabajador expuesto le será abierto:

• Un protocolo médico individual, conteniendo los resultados del examen


de salud previo a su incorporación a la instalación y los exámenes
médicos anuales y ocasionales.
• Un historial dosimétrico individual que, en el caso de personas de
categoría A, debe contener como mínimo las dosis mensuales, las dosis
acumuladas en cada año oficial y las dosis acumuladas durante cada
período de 5 años oficiales consecutivos, y en el caso de personas de
categoría B, las dosis anuales determinadas, o estimadas, a partir de los
datos de la vigilancia radiológica de zonas.

De acuerdo con las recomendaciones de la Comisión Internacional de Protección


Radiológica, la mayoría de las personas que trabajan con radiaciones ionizantes pueden
clasificarse como trabajadores expuestos de categoría B. Como orientación: Se pueden
considerar de categoría A las personas que trabajan próximas al haz de rayos X en
Radiología intervencionista, vascular y cardiaca, los que administran y preparan dosis
radiactivas en Medicina Nuclear las asociadas con la preparación del tratamiento y el
cuidado de pacientes en terapia metabólica, así como los que realizan estas funciones en
Braquiterapia.

Contratación y traslado de los trabajadores expuestos

El SPR, conocidas las funciones asignadas a cada puesto de trabajo, realizará la


valoración radiológica del mismo y su correspondiente clasificación, comunicándolo al
SPRL.

En virtud de dicha clasificación, las personas, al ser contratadas, deben demostrar su


aptitud desde el punto de vista médico y acreditar la formación adecuada para
desempeñar tales puestos de trabajo.

El responsable de los recursos humanos, conocida la aptitud médica, exigirá la


capacitación o acreditación para aquellos puestos de trabajo que lo requieran, como
paso previo a su contratación o traslado.

Cuando, excepcionalmente, no exista personal con la capacitación o acreditación


necesaria para desempeñar un puesto de trabajo, el Centro asumirá su formación bajo la
supervisión del SPR.
Si el trabajador ya es o ha sido expuesto en otra instalación, deberá aportar su historial
dosimétrico al SPR.

Una vez superados los requisitos anteriores, el SPR, en colaboración con el SPRL
correspondiente, arbitrará el procedimiento más oportuno para proporcionar al
trabajador la información en Protección Radiológica adecuada a su instalación
específica y a su puesto de trabajo y, en su caso, entregarle el dosímetro personal.

Antes de producirse el traslado interno de un trabajador a una zona con riesgo


radiológico la Dirección Médica, la Dirección de Enfermería o la Dirección de Gestión,
según corresponda, deberá proceder de forma similar a la descrita anteriormente.

Miembros del público

Se consideran miembros del público:

• Los trabajadores no expuestos.


• Los trabajadores expuestos, fuera de su horario de trabajo.
• Los usuarios de las instituciones sanitarias mientras no estén siendo
atendidos como pacientes con fines diagnósticos o terapéuticos.
• Cualquier otro individuo de la población.

Como orientación general, no se considerarán trabajadores expuestos a los que se cita a


continuación:

• Radiodiagnóstico: Administrativos, celadores y limpiadoras.


• Radioterapia e instalaciones con fuentes no
encapsuladas: Administrativos.
3 Normas de actuación
Gestión y control del material radiactivo

La utilización de radionucleidos en el ámbito hospitalario, en cualquiera de sus actividades, puede


suponer un riesgo radiológico importante si no es manipulado adecuadamente, tanto para los
trabajadores expuestos, como para los pacientes, los miembros del público y el medio ambiente,
debido fundamentalmente a la extensión y forma de su utilización, a su presentación y
características de los mismos, y a la falta de confinamiento en su aplicación.

Por todo ello, y para ejercer un adecuado control sobre este material, y minimizar los riesgos en
todos los aspectos, es necesaria la aplicación de normas de seguridad desde el momento de su
adquisición.

La Dirección de Gestión, los Servicios Médicos que utilizan material radiactivo y el SPR
establecerán un procedimiento específico de forma que el SPR tenga conocimiento, en todo
momento, de la adquisición y entrada de material radiactivo.

Es importante señalar que la utilización de material radiactivo está condicionada a un adecuado


proyecto previo de gestión de los residuos radiactivos generados, aprobado por el Ministerio de
Economía previo informe del CSN.

Los equipos generadores de rayos X, tanto en el rango de energías propio del diagnóstico como
de la terapia, no son objeto de este capítulo ya que sólo supone riesgo radiológico durante su
utilización y no su posterior desmantelamiento.

Adquisición
El SPR vigilará que la compra de los radionucleidos se efectúe a un proveedor autorizado.

El trabajador de la instalación autorizado para ello solicitará los radionucleidos siguiendo el


procedimiento específico al efecto, remitiendo una copia de la petición al SPR y quedándose con
otra.

Recepción
Los radionucleidos serán entregados en la instalación radiactiva, en la que la persona encargada
en el procedimiento para su recepción comprobará que el material recibido coincide con el
solicitado.

Asimismo, se comprobarán visualmente las características del bulto, realizándose una medida de
los niveles de radiación en contacto y a un metro del mismo.

En el caso de que los controles realizados sobre ese bulto den lugar a sospechas en cuanto a la
integridad del contenido, se deberá notificar tal circunstancia al SPR.

Se anotarán en el Diario de Operación, la fecha de recepción, el radionucleido y su presentación,


su actividad en la fecha de calibración, el proveedor y las incidencias, si las hubieran, en la
recepción del mismo, todo ello firmado por el supervisor. Se llevará un registro específico del
material recibido.

Si se recibe el listado informatizado del pedido con estos datos, tras su firma se adjuntará al Diario
de Operación de la Instalación.

En el caso de recepción de fuentes radiactivas encapsuladas destinadas a la carga o recarga de


equipos de terapia, se deberá establecer un procedimiento específico de Protección Radiológica
que, entre otras cosas, debe contemplar la presencia del jefe del SPR en el momento de carga de
la fuente.

Las empresas que realicen las maniobras de carga deberán figurar en el Registro de empresas
externas del CSN.

Almacenamiento
Tras la recepción del material radiactivo, éste se almacenará en la propia instalación, en
contenedores específicos y apropiados al tipo y energía de la radiación emitida, y a la actividad
del mismo, en la zona habilitada al efecto. Todo el material radiactivo de características similares
se agrupará en contenedores comunes, quedando registrado junto a la identificación del material
recibido, su contenedor de almacenamiento.

La zona en que se almacene el material radiactivo será clasificada como zona controlada.
Utilización
Los procedimientos de utilización se establecerán de tal forma que se evite en lo posible el
movimiento innecesario del material radiactivo.

El movimiento puede ser interno (entre diferentes unidades del centro) o externo (entre diferentes
hospitales).

El movimiento interno se realizará por personal autorizado de la instalación, bajo el control del
SPR y utilizando contenedores adecuados al tipo de material radiactivo transportado y a su
actividad.

El movimiento interno se considerará como una aplicación y como tal se anotará en el diario de
operaciones.

La aplicación de los radionucleidos del material radiactivo se realizará en la propia instalación,


empleando los elementos de protección adecuados a su naturaleza y actividad.

Se aplicarán los procedimientos establecidos en los protocolos específicos, desarrollados en los


respectivos programas de garantía de calidad, para asegurar su correcta utilización y las medidas
de Protección Radiológica necesarias.

En los casos excepcionales en los que se tuviera que utilizar material radiactivo para diagnóstico
o terapia fuera de las dependencias de la instalación, deberá existir un procedimiento establecido
y se hará siguiendo las recomendaciones del SPR.

En el caso de implantes temporales de fuentes encapsuladas para braquiterapia intersticial o


intracavitaria, deberán verificarse periódicamente durante su ingreso y antes del alta hospitalaria,
la correcta colocación o ausencia, en su caso, del mencionado implante, mediante la obtención de
imágenes radiográficas y/o el rastreo con un monitor de radiación convenientemente verificado.

El SPR realizará periódicamente las medidas de radiación que estime oportunas para comprobar
los niveles de radiación y contaminación de las zonas de tratamiento.

En el caso de implantes temporales se registrarán: fecha de inicio, número de fuentes, actividad,


fecha de retirada y datos de identificación del paciente. Esto permitirá el control de las fuentes en
el implante.

En implantes permanentes se considerará como salida de material radiactivo, anotándose: fecha,


número de fuentes, actividad total, datos de identificación del paciente y tasa de dosis a un metro
y en contacto.

Se llevarán a cabo periódicamente inventarios de material radiactivo tanto encapsulado como no


encapsulado.

Transporte
En aquellas instalaciones en las que, además de utilizar material radiactivo, se disponga de
capacidad de producción y hayan sido específicamente autorizadas para su distribución a otros
centros, se deberán establecer procedimientos específicos de Protección Radiológica para el
transporte del material radiactivo.

El SPR deberá supervisar que los bultos de radionucleidos que salgan al exterior estén
debidamente etiquetados y señalizados y que se hayan realizado los controles necesarios de los
niveles de radiación y contaminación antes del envío de los mismos.

Toda salida de material radiactivo de la instalación se anotará en el diario de operaciones


indicando: fecha de salida, isótopo, actividad transportada, presentación, destino, controles
realizados y empresa de transporte.

Para el embalaje y transporte de material radiactivo se aplicará la reglamentación correspondiente.

4 Evaluación de la exposición del trabajador expuesto


Determinación de dosis por irradiación externa
La dosimetría personal externa de los trabajadores expuestos deberá ser realizada por un Servicio
de Dosimetría Personal expresamente autorizado por el CSN.

Los resultados de los controles dosimétricos se remitirán al SPRL, a quién corresponderá


interpretarlos desde el punto de vista sanitario. En caso de urgencia, dicha transmisión deberá ser
inmediata.

Trabajadores expuestos de categoría A


Las dosis individuales por irradiación externa se estimarán, como mínimo mensualmente, con
dosímetros personales.

El dosímetro de solapa permite estimar las dosis equivalentes individuales, profunda y superficial,
a cuerpo entero.

En el caso de riesgo de exposición parcial o no homogénea del organismo, se deberán utilizar


dosímetros adecuados en las partes potencialmente más afectadas.

En situaciones de exposición especialmente autorizada y en cuantas situaciones sea necesario a


criterio del SPR, se pueden utilizar dosímetros personales de lectura directa, por la ventaja que
supone su lectura inmediata. Su control y registro depende del SPR. Su uso nunca sustituye a los
dosímetros personales de termoluminiscencia, de uso obligatorio para todos trabajadores
expuestos de categoría A.

Trabajadores expuestos de categoría B


Se pueden estimar las dosis a trabajadores de categoría B con dosímetros personales o a
partir de los datos obtenidos de la dosimetría de área de los diferentes locales y zonas de
trabajo, siempre que estos datos permitan demostrar que dichos trabajadores están
clasificados correctamente en la categoría B.

La metodología para el uso de los dosímetros o instrumentos utilizados para la dosimetría


de área, y el procedimiento de asignación de dosis asociado, deberán incluirse en un
protocolo escrito sujeto a la evaluación e inspección del CSN.

Cuando esa dosimetría de área se realice por medio de dosímetros de termoluminiscencia,


se deberá tener en cuenta que:

• Las características de los dosímetros serán equivalentes a las de los


dosímetros TL utilizados en dosimetría personal, siendo capaces de
medir Hp(10) y Hs(0,07).
• La lectura de dichos dosímetros debe ser realizada por Servicios de
dosimetría personal autorizados por el CSN.
• El periodo de uso de estos dosímetros será mensual y se procurará
hacerlo coincidir con el mes natural.
• En ningún caso se podrán asignar estos dosímetros a personas,
debiendo figurar en la asignación el área de trabajo donde se
encuentren ubicados.
• Debe disponerse de algoritmos apropiados para, a partir de las lecturas
de los dosímetros de área, asignar dosis a los trabajadores expuestos.
• En caso de que la dosis registrada en un dosímetro de área utilizado
para la asignación de dosis al personal excediera el límite anual, se
notificará al CSN.

Determinación de dosis por contaminación interna


Las dosis resultantes de una eventual contaminación interna deben determinarse con una
periodicidad acorde al periodo de semidesintegración efectivo de los contaminantes por
servicios de dosimetría expresamente autorizados a tal fin por el CSN.

El SPR es responsable de identificar a aquellos trabajadores expuestos que, por las


circunstancias en que se desarrolla su trabajo, deberían someterse a controles de
contaminación interna (rutinarios o especiales) en Servicios de dosimetría
autorizados. Para ello, se tendrán en cuenta:

• El tipo de trabajo que desarrollan.


• Las características del material radiactivo que manipulan (actividad,
energía, tipo de desintegración, forma física y química).
• Los resultados de la vigilancia radiológica de la contaminación
ambiental y de superficie de las instalaciones.
• Las incidencias operacionales de las instalaciones (derrames, fugas,
etc.).
• Los resultados de las medidas directas (gammacámara) o indirectas
(orina, etc.) que el SPR pudiera realizar sobre un trabajador en caso
de sospecha de contaminación.

Estimaciones especiales de dosis


En los casos en los que no sea posible o resulten inapropiadas las mediciones individuales, la
vigilancia individual se basará en una estimación realizada a partir de mediciones individuales
hechas a otros trabajadores expuestos o a partir de los resultados de la vigilancia del ambiente de
trabajo, haciéndose constar expresamente este hecho en el historial dosimétrico del trabajador.

Estimación de dosis en exposiciones accidentales y de emergencia


En caso de exposiciones accidentales se evaluarán las dosis asociadas y su distribución en el
cuerpo. En caso de exposiciones de emergencia se realizará una vigilancia individual o
evaluaciones de las dosis individuales en función de las circunstancias que concurran.

Superación de los límites de dosis


Cuando a consecuencia de una exposición especialmente autorizada, exposición accidental o
exposición de emergencia se hayan podido superar los límites de dosis, deberá realizarse un
estudio para evaluar, con la mayor rapidez y precisión posible, las dosis recibidas en la totalidad
del organismo o en las regiones u órganos afectados.
Estos casos, y los resultados del estudio, serán inmediatamente puestos en conocimiento del SPRL
que desarrolle la función de vigilancia y control de la salud de los trabajadores, del CSN y del
trabajador afectado.

Cuando se registren dosis que superen los límites establecidos, en condiciones normales de
trabajo, se deberá iniciar una investigación con objeto de averiguar las causas que originaron el
suceso. Al mismo tiempo, se separará al trabajador de su puesto de trabajo, hasta que el SPRL
que desarrolle la función de vigilancia y control de la salud de los trabajadores determine que
dicho trabajador es apto para trabajar con radiaciones ionizantes. El momento de la
reincorporación al puesto de trabajo, así como la posible necesidad de recibir atención médica,
los determinará el SPRL.

En el plazo de un mes, se remitirá al CSN un informe sobre las circunstancias de la sobre


exposición y se indicarán las medidas correctoras aplicables para evitar que en un futuro se
produzcan situaciones similares. En este informe, se hará igualmente constar la decisión del SPRL
sobre la aptitud del trabajador.

Utilización de los dosímetros


El uso del dosímetro es personal y restringido al centro al que está asignado.

El dosímetro se debe de colocar en aquella posición que sea más representativa de la parte
más expuesta de la superficie del cuerpo.

Las dosis a las extremidades, especialmente a las manos, pueden ser algo mayores, pero
a menos que sea probable que estas dosis se aproximen a los tres décimos de los límites
de dosis equivalente apropiados, no será necesaria la utilización de dosímetros
adicionales.

En aquellos casos en los que sea necesario el uso del delantal plomado, el dosímetro se
colocará debajo de este, y en la posición recomendada anteriormente.

En los casos particulares en que los valores registrados estén próximos a los niveles de
investigación, puede ser necesaria, a juicio del SPR, la utilización de dos dosímetros, uno
debajo del delantal para estimar la dosis efectiva, y otro por encima del delantal para
estimación de la dosis equivalente en cristalino y piel.

Si un dosímetro se pierde o se daña, el usuario del mismo estará obligado a comunicarlo


al SPR inmediatamente.

La responsabilidad de la utilización correcta del dosímetro es del propio usuario.

El trabajador está obligado a efectuar el cambio mensual del dosímetro en el plazo y en


la forma establecidos por el SPR, quién deberá comunicar a la dirección del Centro el uso
indebido o la negligencia reiterada en la utilización o cambio de los dosímetros por parte
de algún trabajador.

Como orientación general, no será preciso entregar dosímetro personal a los trabajadores
que se citan a continuación:
• Radiodiagnóstico: Administrativos, celadores y limpiadoras.
• Radioterapia e instalaciones con fuentes no
encapsuladas: Administrativos.

Historial dosimétrico
Todas las dosis recibidas por un trabajador expuesto quedarán registradas en su historial
dosimétrico. Este historial es individual para cada trabajador, se mantendrá debidamente
actualizado y estará en todo momento a su disposición.

Se registrarán, conservarán y mantendrán a disposición del trabajador y de la Autoridad


competente los siguientes documentos:

• En el caso de las exposiciones accidentales y de emergencia, así como


en caso de superación de límites, los informes relativos a las
circunstancias y a las medidas adoptadas.
• Los resultados de la vigilancia del ambiente de trabajo que se hayan
utilizado para estimar las dosis individuales.

El historial dosimétrico de todo trabajador expuesto de categoría A figurará, además, en


su historial médico.

El historial dosimétrico correspondiente a los trabajadores de la categoría A contendrá las


dosis mensuales, las dosis acumuladas en cada año oficial y las dosis acumuladas durante
cada período de 5 años oficiales consecutivos.

En el caso de trabajadores de la categoría B, se registrarán las dosis anuales determinadas


con el uso de dosímetro o estimadas mediante dosimetrías de área realizadas en la zona
de trabajo.

La dosis recibida como consecuencia de una exposición especialmente autorizada deberá


quedar consignada como tal en el historial dosimétrico especificando, en su caso, las
incorporaciones de radionucleidos en el organismo.

Las dosis recibidas como consecuencia de una exposición especialmente autorizada, así
como las recibidas por exposiciones en caso de accidente o de emergencia, figurarán en
el historial dosimétrico, registradas por separado de las recibidas durante el trabajo en
condiciones normales.

En el caso de cambio de empleo, el trabajador deberá proporcionar copia certificada de


su historial dosimétrico al titular de su nuevo destino.

Un trabajador expuesto que trabaja en más de una actividad o instalación radiactiva o


radiológica, llevará un dosímetro en cada una de ellas, y estará obligado a informar de tal
circunstancia al SPR o UTPR o, en su defecto, al Supervisor o persona que tenga
encomendadas las funciones de Protección Radiológica de cada uno de los centros en los
que trabaje, que le harán entrega de una copia de sus informes dosimétricos para
conocimiento de los titulares de las demás instalaciones o actividades, a la vez que
exigirán copia de las lecturas dosimétricas de las otras instalaciones, al objeto de que en
todos ellos conste, actualizado y completo, su historial dosimétrico individual. A tal fin,
el trabajador deberá comunicar en cada instalación los resultados dosimétricos que se le
proporcionen en las demás. Nunca podrá utilizar el mismo dosímetro en distintas
instalaciones.

El Titular de la práctica (o la persona en quién él delegue), deberá archivar:

• El historial dosimétrico de los trabajadores expuestos.


• Los documentos correspondientes a la evaluación de las dosis y a las
medidas de los equipos de vigilancia.
• Los informes referentes a las circunstancias y medidas adoptadas en
los casos de exposición accidental o de emergencia, hasta que el
trabajador haya o hubiera (en caso de fallecimiento) alcanzado la edad de
75 años, y nunca por un período inferior a treinta años contados a partir de
la fecha de cese del trabajador en aquellas actividades que supusieran su
clasificación como trabajador expuesto.

El titular de la práctica facilitará esta documentación al CSN y, en función de sus propias


competencias, a las Administraciones Públicas, y a los Juzgados y Tribunales que la
soliciten.

Al producirse el cese definitivo de la actividad, los titulares de las mismas harán entrega
al CSN de los expedientes médico y dosimétrico correspondientes a cada trabajador.

Cuando un trabajador cause baja, el SPR le proporcionará una copia certificada de su


historial dosimétrico actualizado hasta ese momento.

En el caso de trabajadores externos, será la empresa externa de la que dependan, la


responsable de cumplir lo anteriormente indicado.
5 Normas generales en zonas con riesgo radiológico
Acceso a zona controlada
El acceso a las zonas controladas estará restringido a personas debidamente autorizadas, es decir,
a trabajadores expuestos adscritos a ese lugar y con conocimiento de las normas a aplicar y el
riesgo existente en el mismo.

A los pacientes que deban ser objeto de pruebas diagnósticas o tratamientos se les dará toda la
información y medios necesarios para que no se irradien accidentalmente por motivos ajenos al
acto médico del que van a ser protagonistas.

Trabajo en zona controlada


• Debe realizarse de modo que se cumplan estrictamente las
instrucciones contenidas en los procedimientos de trabajo incluidos en
los Programas de Garantía de Calidad de las distintas unidades
asistenciales, con objeto de reducir la exposición a radiaciones ionizantes,
evitar la contaminación radiactiva y prevenir y limitar la probabilidad y
magnitud de accidentes radiológicos así como sus consecuencias.
• Estos procedimientos de trabajo deben de estar a disposición del
trabajador en las diferentes unidades.
• Cada trabajador conocerá todos los procedimientos relacionados con
su trabajo y con la Protección Radiológica.
• La zona debe de contar con instrumentos adecuados para identificar
los riesgos.
• Deben comprobarse periódicamente los dispositivos de seguridad tales
como enclavamientos, filtros, etc.
• Si existe riesgo de contaminación se cumplirán estrictamente las
normas en cuanto a utilización de ropa, guantes y calzado especiales y
todas aquellas medidas destinadas a prevenir este riesgo.
• El personal que trabaja en esta zona, obligatoriamente, debe llevar
dosímetro personal.

Salida de zona controlada


En situación normal y en áreas con riesgo de contaminación deben tomarse las siguientes
precauciones al abandonarlas:

• Con detectores adecuados se realizará un control de contaminación


superficial de manos, pies y ropa.
• Se procederá a la descontaminación si fuera necesario.

En la Unidad de braquiterapia, y siempre que se haya cortado, preparado o manipulado


alguna fuente de pequeño tamaño, se debe controlar la posible contaminación del
trabajador y del área antes de abandonarla.

Acceso y trabajo en zonas vigiladas


Las zonas vigiladas estarán delimitadas adecuadamente y señalizadas de forma que quede
claramente indicado el riesgo de exposición existente en las mismas.

El acceso a las zonas vigiladas estará limitado a las personas autorizadas.

En el interior de las zonas vigiladas se establecerán procedimientos de trabajo adaptados al riesgo


radiológico existente.

6 Verificaciones periódicas y especiales


Vigilancia del ambiente de trabajo

Vigilancia y control de la radiación externa


Es el conjunto de medidas que deben establecerse con objeto de comprobar experimentalmente,
y con la periodicidad necesaria, que tanto las dosis recibidas, como los niveles de riesgo
existentes, están dentro de los límites correspondientes a cada zona. Dicha vigilancia incluye la
dosimetría de área y la dosimetría personal (ya desarrollada).

Dosimetría de área
La vigilancia de las áreas de trabajo puede dividirse en tres categorías:

• De rutina: Asociada a las operaciones habituales o cotidianas.


• Operacional: Proporciona información sobre un procedimiento en
particular.
• Especial: Se aplica a una situación que se sospecha anómala.

La vigilancia de rutina en el puesto de trabajo debe realizarse para confirmar que dicho
trabajo se realiza satisfactoriamente. Ésta se hará mediante los procedimientos adecuados,
de forma continuada y en tanto no se produzcan cambios significativos.

La vigilancia operacional se realizará para estimar el riesgo asociado con procedimientos


de trabajo determinados.

La vigilancia especial se practicará cuando:

• No haya información suficiente sobre una situación especial para


decidir las medidas de seguridad a tomar.
• Se aplique un procedimiento en circunstancias especiales.

Cuando se midan las tasas de dosis externas se especificará la naturaleza y calidad de las
radiaciones de que se trate.

Instrumentación
Se realizará la vigilancia de las dosis absorbidas, las tasas de dosis absorbidas o de
fluencia con los equipos del tipo y sensibilidad adecuados a la naturaleza y calidad de la
radiación emitida.

Dichos equipos pueden ser fijos o portátiles, distribuidos en la forma siguiente:

• Equipos fijos: Se ubicarán, previa fijación de un nivel de alarma en:

Lugares de almacenamiento y preparación de material radiactivo.

Los accesos a zonas controladas donde se manipulen fuentes encapsuladas


y no encapsuladas.
Las salas de tratamiento de Radioterapia.
• Equipos portátiles: Dispondrán de ellos el SPR y los Servicios que
manejen fuentes encapsuladas y no encapsuladas.

Niveles de actuación
Se deberán definir niveles de actuación en términos de tasa de dosis de radiación, de manera que
en caso de alcanzarse, se tomen las medidas de investigación o de intervención necesarias.

Registro de documentación
Los documentos correspondientes al registro, evaluación y resultado de la vigilancia y control de
la radiación externa deberán ser archivados por el Titular, quién los tendrá a disposición de la
Autoridad competente.

Vigilancia y control de la contaminación


Es el conjunto de medidas que deben establecerse con objeto de comprobar
empíricamente, y con la periodicidad necesaria, los niveles de contaminación existentes
en las instalaciones.
Cuando se midan las concentraciones de actividad en el aire y la contaminación
superficial, se especificará la naturaleza de los radionucleidos contaminantes y su estado
fisicoquímico en caso de contaminación.

La vigilancia de la contaminación puede ser:

• De área: superficial y ambiental.


• Personal: interna y externa.

La vigilancia rutinaria se realizará periódicamente en puntos de referencia establecidos


previamente por parte del SPR y mediante el procedimiento específico correspondiente,
sin perjuicio de los controles que deban realizar los operadores de la instalación de
acuerdo con su Reglamento de funcionamiento.

Las medidas de control de la contaminación externa se realizarán diariamente en los


lugares de trabajo, al final de la jornada, al salir de zonas con riesgo de contaminación
radiactiva, y siempre que se sospeche que existe contaminación o se produzca un
incidente o accidente. Las normas de actuación en el caso de contaminación personal o
ambiental serán las descritas en los procedimientos correspondientes y cualquier
incidencia se anotará en el Diario de Operaciones.

Se debe disponer de una zona específica con todo lo necesario para la descontaminación
de las personas.

En caso de contaminación interna significativa se debe estimar la actividad incorporada


y enviar si es necesario al trabajador a un Centro de referencia. Este accidente o incidente
se registrará en su historial dosimétrico.

Las personas que trabajan con fuentes no encapsuladas deberán notificar al SPR cualquier
sospecha de contaminación interna. De la misma forma se notificarán las situaciones de
contaminación externa persistente.

Cuando se desee evaluar la contaminación desprendible, o cuando no se pueda estimar


directamente el nivel de contaminación superficial, por el excesivo fondo ambiental, se
procederá a la realización de frotis de las zonas posiblemente contaminadas.

Quien haya ocasionado una contaminación importante o quien conozca que se ha


producido está obligado a comunicarlo inmediatamente al SPR.

Instrumentación
La medida de la posible contaminación se realizará por medio de equipos, fijos o portátiles,
adecuados en sensibilidad y respuesta en energía al radionucleido empleado en cada caso.

Los equipos fijos se situarán a la salida de las zonas con riesgo de contaminación. Los equipos
portátiles estarán disponibles en el SPR y en los Servicios que manejan fuentes radiactivas.
Niveles de actuación
• Contaminación externa.

Para aquellas instalaciones en las que, en condiciones normales de trabajo,


exista contaminación superficial persistente, se definirá un nivel de acción
(expresado en Bq/cm2) que, en caso de superarse, obligará a adoptar
medidas de descontaminación.
• Contaminación interna.

Se establecerá un nivel de registro de 1 mSv y un nivel de investigación de


5 mSv.

Estos valores se refieren a las dosis efectivas comprometidas resultantes de


la incorporación de radiactividad a lo largo de un periodo anual.

Registro de documentación
Los documentos correspondientes al registro, evaluación y resultado de la vigilancia y control de
la contaminación deberán ser archivados por el titular de la práctica, quién los tendrá a disposición
de la Autoridad competente.

7 Dispositivos y prendas de protección


En la zona controlada existirán a disposición de los trabajadores expuestos:

• Los medios necesarios para detección y medida de la radiación y/o


contaminación.
• Medios de protección adecuados para evitar en lo posible la irradiación
externa.
• Ropa y calzado adecuado cuando los trabajadores puedan estar
sometidos a un riesgo de contaminación.
• Material específico que sea necesario para resolver una emergencia.

El titular del Centro es el responsable de que se cumpla lo establecido en la legislación


aplicable y en la documentación oficial de la instalación, y de que esto se realice con la
supervisión del Jefe del SPR, o en su defecto, del Supervisor o persona a la que se
encomienden las funciones de Protección Radiológica.

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