Los Secretos Del Libro Eterno

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Semion Vinokur

Los SECRETOS
del
LIBRO
ETERNO

El Significado de las Historias


del Pentateuco
Los Secretos
del
Libro Eterno

h
EL SIGNIFICADO DE
las historias
DEL PENTATEUCO

Laitman
Kabbalah
Publishers

Por Semion Vinokur


Los Secretos del Libro Eterno: El significado de las historias
del Pentateuco

Todos los derechos reservados


Publicado por Laitman Kabbalah Publishers
www.kabbalah.info [email protected]

1057 Steeles Avenue West, Suite 532,


Toronto, ON, M2R 3X1, Canadá

2009 85th Street #51, Brooklyn, New York, 11214, USA

Impreso en Canadá

Ninguna parte de este libro puede ser usada o reproducida de


cualquier manera sin el permiso escrito del editor
excepto en el caso de citas breves
incorporadas en artículos cortos o críticas.

Traducción: José Antonio Alonso Rojas


Corrección: Alberto Bakaleinik, Anny Loera Fragoso
Diseño: Alberto Bakaleinik
Cubierta: Galina Kaplunovich, Inna Smirnova
Editor Ejecutivo: Jaím Ratz
Impresión y Post Producción: Uri Laitman

PRIMERA EDICIÓN: DICIEMBRE/2015


Primera impresión
índice

Un Prólogo necesario .................................................................7


¿Qué es el Pentateuco? ................................................................9
Un Breve, Pero imPortante Prefacio .........................................11
El Lenguaje de las Ramas............................................................13

caPítUlo 1: En el Principio (Génesis, Bereshit)..........................17


Día Uno.......................................................................................22
Día Dos........................................................................................24
Reconocimiento del Mal ............................................................25
De Regreso a “El Cielo y la Tierra”...........................................26
Día Tres........................................................................................32
Día Cuatro ...................................................................................33
Día Cinco ....................................................................................37
Día Seis ........................................................................................39
Responsabilidad Hacia el Mundo ..............................................43
Día Siete ......................................................................................46
La Pantalla....................................................................................47
Shabat, El Séptimo Grado ..........................................................49
Los Siete Días de la Creación .....................................................49
El Deseo Superior .......................................................................51
De qué fue Hecho el Hombre ...................................................55
El Jardín Del Edén ......................................................................58
La Esposa del Hombre ................................................................62
La Serpiente Aparece...................................................................66
El Exilio .......................................................................................70
Sobre el Libre Albedrío...............................................................73
Regreso a Adán ............................................................................76
caPítUlo 2: Noé ............................................................................83
La Chispa de Noé .......................................................................85
Entrando al Arca..........................................................................89
Preguntas Difíciles ......................................................................90
El Diluvio ....................................................................................92
Nacimiento..................................................................................95
La Nueva Tierra ..........................................................................99
Construyendo la Torre de Babel .............................................102
El Nacimiento de las Lenguas ..................................................103
La Torre de Babel Dentro de Nosotros ...................................103
Caer para Levantarse .................................................................105
La Babilonia de Ayer y de Hoy .................................................107
Qué Hacer .................................................................................110

caPítUlo 3: Sigue Adelante ........................................................115


El Reino del Egoísmo ...............................................................116
La Profecía .................................................................................117
El Nacimiento de Abraham Dentro de Ti ...............................122
Descubrimientos Realizados en una Cueva ............................123
Sobre los Ídolos y el Creador ...................................................128
La Prisión...................................................................................133
La Muerte que no Sucedió .......................................................135
Sarah, Esposa de Abraham ........................................................138
El Maestro .................................................................................139
Sal De Tu País............................................................................140

conclUsión .................................................................................145
soBre el aUtor............................................................................147
Un Prólogo
necesario
h

Estimado lector

Si alguna vez te has preguntado sobre el misterio de la vida,


siquiera por un momento has contemplado el significado de
la existencia, o has soñado con encontrar el “elixir de la inmortali-
dad”, entonces sostiene fuerte este libro, es para ti.
Los Secretos del Libro Eterno revela cómo leer correctamente el
Pentateuco, cómo abrirse paso a través de las cáscaras externas—las
acciones mundanas de este mundo que el libro parece contar—y
descubrir lo que realmente está detrás de todo.
Comencemos haciendo una lista de los cinco libros: Génesis,
Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. Esos son los nombres
de los títulos traducidos en español; mientras que en el hebreo
original son Beresheet (En el Principio) Shemot (Nombres), Vayikrá
(Y Llamó), Bamidbar (En el Desierto), Devarim (Palabras).
Cuando tomas el libro y comienzas a leerlo, poco o nada sabes que
su contenido está encriptado. Tú lees y consideras la información
como una colección de historias, deteniéndote ocasionalmente para
preguntarte de qué se trata todo este aspaviento. El Pentateuco es
el fundamento de todo el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam, y es
continuamente citado por sabios, filósofos, escritores, y... políticos.

7
Los secretos deL Libro eterno

¿Pero por qué es tan especial? Permíteme asegurarte que si no estás


satisfecho con respecto a este libro como una epopeya histórica,
no hay en ello nada erróneo en ti. Es una señal de que estás
buscando el significado oculto; y si lo estás buscando realmente,
invariablemente lo encontrarás.
Bombardeas con tus preguntas a personas con conocimiento o
autoridad, pero ellos son incapaces de esclarecerte. Lees montañas
de literatura, pero parece que no encuentras ninguna respuesta.
Estás buscando el código de este libro, tratando de descubrir alguna
puerta secreta a través de la cual entrar a hurtadillas y descubrir el
funcionamiento interno de este código. Durante milenios, muchos
eruditos han intentado infructuosamente resolver el misterio de
este código. Sin embargo, ellos han intentado resolverlo con la
razón; y esto ha sido su perdición. No puedes penetrar este código
con la razón, así que no te molestes intentándolo.
Para revelar los secretos del Pentateuco, necesitas solamente una
“herramienta” — el deseo. Es una palabra mágica que reaparecerá
una y otra vez.
Así que, ¿dónde comenzar si has decidido adentrarte en la profun-
didad de la pregunta más importante de la vida? Abre el libro y dite
a ti mismo: “Esto es acerca de mí. Todo lo que aquí está escrito
revela mi camino hacia las profundidades más íntimas de mi alma”.
Es cierto que los senderos se han convertido en una encrucijada
con el tiempo. Desde que puedes recordar, has estado relacionado
con el mundo exterior: lamentando la falta constante de dinero,
insatisfacción del trabajo, amor no correspondido, traición, mala
comida, y la falibilidad del transporte público, mientras que te
regocijas comprando una nueva casa, un auto nuevo, muebles
nuevos, comiendo una buena comida, viendo una buena película...
Y teniendo todas estas cosas en cuenta, debería ser suficiente para
mí.
Y entonces, algo ocurrió... Te encontraste cada vez más acosado
por pensamientos de que todos estos placeres eran transitorios y
vanos. No podías resignarte a la idea de que el ser humano — esta

8
Un Prólogo necesario

fusión fenomenal de intelecto y corazón — nació en este mundo


sólo para satisfacer el cuerpo y desaparecer para siempre.
De repente, los pensamientos de que la vida puede continuar
para siempre comenzaron a impregnar tu mente.
¿De dónde han venido? Suenan demasiado a ciencia ficción,
pero... ¿Podría ser que tu intuición sea correcta? Si, lo es. De hecho,
puedes vivir para siempre.
Estos pensamientos provienen desde lo más profundo de ti. Ahí,
escondido profundamente dentro de ti, hay un lugar donde reside
la eternidad. Te llama continuamente, explicando que todo el resto
no es más que una cáscara vacía.
No escuchaste su voz hasta que estuviste preparado. Te protegió
de estas profundas contemplaciones, como a un niño al que se le
dan coches de juguete para jugar, hasta que con el tiempo, al crecer,
la persona adulta toma el volante de un coche real
Lo mismo es verdad para ti. Fuiste un niño adulto. Durante
muchos años, incluso miles de años, has “jugado con coches de
juguete”; y entonces, de repente, se hizo consciente dentro de ti la
pregunta: ¿Realmente esto es para lo que estoy viviendo?”
Y eso fue todo. En el momento en que reconociste esta pregunta,
dejaste de ser un niño.
Y es ahora cuando realmente necesitas este libro — el verdadero
mapa de rutas para aquellos que se preguntan sobre el significado
de la vida. Es un manual del usuario para abrir la puerta al mundo
espiritual que existe dentro de ti, un mundo que es eterno, lleno de
serenidad y gozo. Este mundo es la fuente de luz en tu vida.

¿QUÉ ES EL PENTATEUCO?
Como ya hemos mencionado, los primeros cinco libros de la
Biblia, en hebreo, se llaman la Torá (de la palabra Horaá, que signifi-
ca “Instrucción”, o de la palabra Or — “Luz”). Cuando trata de

9
Los secretos deL Libro eterno

avanzar hacia arriba, a lo largo del rayo que descendió en la oscuri-


dad de nuestro mundo, la Luz es tu manual. Tu trabajo es sólo
“agarrarla y aguantar”. Conforme te propongas seguir las instruc-
ciones de este manual, el mundo espiritual comenzara a abrirse ante
ti, revelando las respuestas a todas tus preguntas. A medida que te
limpias de todas las cosas superficiales, empiezas a ver claramen-
te que a tu alrededor, la realidad va cambiando gradualmente. Te
das cuenta de que toda tu vida has estado dormido, pensando todo
este tiempo que estabas despierto. Te das cuenta que todas las cosas
que solías considerar valiosas son, de hecho, inmateriales. Todo lo
que pensaste que era verdad, en realidad es falso, y que todos los
placeres terrenales no se pueden comparar con lo que te espera.
Si aún no has llegado a este punto de vista, solamente mantén este
pensamiento: “Este libro es sobre mí”, y lo lograrás. Sé implacable
contigo mismo mientras buscas dentro de ti; y detrás de las historias
de los antepasados, revelarás tu propia historia. Entre las líneas de
las páginas del libro descubrirás nuevas palabras, que como una
fuerza espiritual especial, comienzan a revelarse detrás de cada
letra, cada símbolo y puntuación. Entonces sentirás realmente la
Luz reuniéndose y buscando una manera de entrar en ti — no en tu
cuerpo físico, que es inútil, sino dentro de tu alma, que es eterna.
Cuando la Luz entra y comienza a limpiarte, todas las cosas que
antes parecían demasiado fantásticas e irreales, se transforman en
claras, evidentes y naturales.
Después de un mes de leer el libro correctamente, verás cómo
podrás experimentar muchos cambios. Apenas te reconocerás a
ti mismo y a tu mundo interno. Tu mundo se convertirá en un
todo. Comenzarás a ver y sentir que el libro trata acerca de tu alma,
que se llama Noé cuando experimenta su nivel, Abraham en otro,
Moisés en otro, continuando así hacia la eternidad.
Y ahora, si estás listo, vamos a comenzar nuestra historia.

10
Un Breve, Pero
imPortante
Prefacio
h

H ace más de 5.000 años en Mesopotamia, un lugar que dio


origen a muchas de las civilizaciones actuales, vivió un
hombre llamado Abraham. Casi todas las religiones y tradiciones
espirituales lo reconocen como su fundador y patriarca. Su nombre
está registrado dentro de sus escrituras sagradas, como el primer
hombre que reveló la ley detrás de la existencia del mundo, el
primer hombre en alcanzar el gobierno superior.
No es otro más que Abraham, quien es el padre de la ciencia
que trasciende nacionalidades, una ciencia que es universal, pues
surgió antes que el mundo se dividiera en naciones y lenguajes. Es
una ciencia que desapareció muchas veces a lo largo de los siglos,
pero que siempre volvió a aparecer, envuelta cada vez más en mitos
y leyendas.
Este proceso fue deliberado. Las personas aún no estaban
preparadas para aceptarlo, como es ahora, precisamente en nuestro
tiempo, que esta ciencia conocida como “Cabalá”, está destinada a
ser revelada. ¿Por qué es así? Está escrito sobre una época en la que
el egoísmo en nuestro mundo llegará a su fase final de desarrollo, y
se volverá tan poderoso que la humanidad será incapaz de contro-
larlo, y necesitará un remedio para salvarse del ego. Es entonces
que la sabiduría de la Cabalá aparecerá.

11
Los secretos deL Libro eterno

La palabra “Cabalá” se traduce como “recepción”. En otras


palabras, es una ciencia sobre cómo recibir correctamente, o cómo
utilizar apropiadamente nuestro propio egoísmo para recibir todos
los placeres preparados para la humanidad.
La Cabalá no acepta nada de la fe. Te invita a “probar y ver que
el Creador es bueno”. Querido lector, llamo tu atención sobre
esto una vez más: “probar y ver”, no significa que debes estar de
acuerdo con algo que alguien te dice. Tú mismo debes adquirir la
sensación del Creador, y la Cabalá está aquí para ayudarte a hacer
precisamente eso.
Por lo tanto, prepárate, porque ascenderás nivel por nivel, experi-
mentarás todo tipo de situaciones. En cada nivel, le darás al Creador
diferentes nombres, dependiendo de cuán cerca o lejos estés de Él.
En un nivel lo llamarás Despiadado; otras veces, Justo; en alguna
otras, Misericordioso o Unificado, etc.; y todo porque lo sentirás
como tal. Cada nivel trae un nuevo nombre para el Creador.
De hecho, lo mismo es válido para nuestras vidas aquí. Por
ejemplo, cuando conocemos a alguien, podemos calificarlo
como “reservado”. Conforme llegamos a conocerlo y desinhibir-
nos con él, podemos decir, “No, es sólo que sabe mucho”. Nos
hacemos cada vez más amigos y lo consideramos sabio, después
amable y finalmente — amigable... aun cuando hayamos comenza-
do el proceso considerándolo “reservado”. Nuestras evaluacio-
nes cambian a medida que revelamos sus cualidades. Esa persona
siempre ha sido así; simplemente, requeríamos conocerlo mejor.
Es muy importante para nuestro avance entender que no fue la
persona quien cambió, sino que nos hemos abierto hacia él, como
si lo absorbiéramos dentro de nosotros.
Lo mismo es cierto para el Creador. Cuanto mejor llegamos
a conocerlo, alcanzamos más de Sus cualidades, es decir, Sus
nombres. Esto sucede cuando, literalmente, vivimos a través del
contenido de los cinco libros de Moisés, cuando dejamos que el
texto fluya a través de nosotros. De esta manera alcanzamos los
nombres del Creador, según avanzamos a través de los libros. Con
cada nivel — un nuevo nombre. ¿Cuánto tiempo tomará este

12
Un Breve pero Importante prefacIo

proceso? Hasta que descubramos todos los nombres del Creador,


nos unamos a Él y Lo alcancemos como la Ley absoluta del Amor.

EL LENGUAJE DE LAS RAMAS


La Cabalá ha desarrollado su propio lenguaje. Se llama “el lenguaje
de las ramas”.
La razón de esto es porque no hay nada que sea accidental en
nuestro mundo. Por el contrario, todo fue creado y es gobernado
con propósito e intención.
El universo, las rocas, plantas, animales y seres humanos, todo
lo que ha pasado, pasa y pasará, viene del Creador, pasa a través de
todos los mundos espirituales y se manifiesta en nuestro mundo.
Saltemos un poco más adelante, y mencionemos que el Creador
tiene un sistema de gobierno sobre nuestro mundo. Se llama “el
mundo de Atzilut”, que se traduce como “En Su lugar”. “Su”
significa del Creador.
El mundo de Atzilut es como un cerebro, ya que sin su comando,
nunca sucede nada en nuestro mundo, nada, ningún pensamiento
o acción, guerra o descubrimiento científico, absolutamente nada...
como está escrito: “ningún insecto se arrastra” o “una brizna de
hierba se mueve” sin Su voluntad.
Nuestro universo, que puede compararse a una computadora
gigante, está regido por el mundo de Atzilut.
Es decir, todo lo que existe en nuestro mundo, necesariamente
se origina en el Mundo Superior; luego desciende a lo largo de los
grados espirituales. Hay una conexión rígida entre los objetos de
nuestro mundo y sus raíces en el Mundo Superior, que pueden
ser denominados sus “dobles espirituales”. Por lo tanto, nuestro
mundo es una consecuencia del mundo espiritual.
Los cabalistas sienten esto muy claramente porque existen en
ambos mundos. Es decir, ven el objeto superior — la raíz de la cual

13
Los secretos deL Libro eterno

todo surge, y su manifestación en nuestro mundo — la rama.


Porque llamamos a la raíz por el nombre de su rama correspon-
diente, y no al revés. El lenguaje de la Cabalá se llama “el lenguaje
de las ramas” y no “el lenguaje de las raíces”.
Con el lenguaje de las ramas, los cabalistas han encontrado una
manera de transmitir información precisa sobre el mundo espiri-
tual utilizando el lenguaje de nuestro mundo.
Toman el nombre de un objeto en nuestro mundo, por ejemplo,
“árbol”, y lo utilizan para describir su contraparte superior, es decir,
la fuerza que ahora es llamada “árbol”.
¿Pero qué pasa si una persona no sabe que el Antiguo Testamento
fue escrito en este lenguaje especial? ¿Qué ve en él, entonces?
Ve una narración acerca de nuestro mundo, sobre un árbol que
crece en el paraíso, o una serpiente que susurra dulces tentaciones
en el oído de Eva.
Pero esto es absolutamente incorrecto. Estas interpretaciones
reducen este libro, cuyo propósito es unir nuestro mundo con el
mundo espiritual, al nivel de literatura terrenal.
(Recuerdo a mi abuela bordando ropa con hermosos y vívidos
diseños. Siendo un niño, yo deleitaba mi vista viéndolos y pensaba,
“Así es como el mundo es”. Eso fue hasta que miré la parte posterior
de los bordados y vi una caótica maraña de hilos y nudos. Al menos
a primera vista parecía caótica. Más tarde comprendí que era la
raíz de la belleza. Que si cortas siquiera un solo nudo de la parte
posterior, todo el hermoso diseño se arruinaría...).
Entonces, aquí estamos, queriendo aprender a dirigirnos la raíz.
Vemos el patrón en la parte delantera, compuesto de palabras
simples y mundanas, pero queremos saber qué hay detrás de ellas.
Cuando leemos la Biblia, aprenderemos a observar detrás de
las palabras y ver las fuerzas que son sus raíces. Por otra parte,
la verdadera intención de leer este libro, precisamente de esta
manera, de por sí nos conectará al mundo superior. Esto se debe a
que todo comienza con el objetivo y la intención del lector. Desde

14
Un Breve pero Importante prefacIo

las primeras líneas, la Biblia establece una meta simple: decirle a


la humanidad cómo llegar a convertirse en ciudadanos del mundo
espiritual. Quiere dirigirnos al Creador, a la eternidad, a la felici-
dad. Y quien la lee debe adoptar la misma intención: “Estoy hacien-
do esto con el fin de revelar al Creador.”
Y ahora vamos a empezar nuestro viaje hacia los secretos del libro
más grande de todas las naciones y generaciones. ¿Estás listo? ¡Aquí
vamos! El primer capítulo de Génesis se llama Beresheet en hebreo,
y se traduce como: “En el Principio”.

15
caPítUlo 1

en el PrinciPio
(génesis, Bereshit)

“E n el principio Dios creó el cielo y la tierra. La tierra estaba


informe y vacía, y las tinieblas cubrían lo faz de los abismos;
y el espíritu de Dios se cernía sobre la superficie de las aguas. “
Interpretar estas palabras literalmente puede despertar la mente
para imaginar a qué se parece el Creador; es decir, cómo se “mueve”,
“habla”, “ve”... Existe espacio ilimitado para la fantasía con esas
palabras: las aguas, la oscuridad, la faz del abismo...
Pero, ¿quién necesita estas fantasías? Aquellos que están atrapa-
dos por los deseos de nuestro mundo físico, que desean aprender
pero no lograr, que les gusta contemplar y discutir, sobre todo si
hay alguien que los escuche.
Si todavía estás satisfecho con los placeres de este mundo, entonces

17
Los secretos deL Libro eterno

continúa adelante y disfruta de la música, el arte y cualquier otro


deleite que este mundo puede ofrecer. Pero si quieres alcanzar
el mundo espiritual, deberías interesarte en algo completamente
diferente — necesitas al Creador.
Si necesitas respuestas a preguntas que no te abandonan, si quieres
saber por qué naciste, cuál es el propósito de este vasto universo
en el que vivimos, eso significa sólo una cosa: que no descansarás
hasta que llegues a desentrañar el misterio que es tu alma.
Y si ése es el caso, entonces, esa ya es una historia totalmente
diferente. Esto significa que ya has comenzado a ascender la escale-
ra espiritual.
Ante ti aguarda el peldaño más alto que puedes alcanzar. Es
Beresheet — el primer capítulo del Libro del Génesis. El peldaño
más elevado descrito aquí, sólo puede ser alcanzado al final de la
corrección.
“En el principio Dios creó el cielo y la tierra”. Este pasaje habla de
la creación del mundo superior, un espacio en donde tu alma va a
existir. Tu “Yo” aún no está despierto; todavía no percibes tu propia
existencia. Sólo el hábitat es creado — la Madre Celestial en cuyo
útero serás concebido.
¿Qué es este hábitat? Me adelantaré un poco y te diré esto: las
palabras “creado” y “en el principio” aluden a la creación de dos
cualidades — egoísta y altruista — entre las cuales tu alma se elevará.
“...la tierra estaba informe y vacía.” Aquí es donde los términos
espirituales hacen su primera aparición. La palabra “tierra” en
hebreo es Eretz, de la palabra Ratzon — deseo. Por lo tanto, tierra
representa el deseo. A partir de ahora sólo nos ocuparemos del
deseo, porque el deseo lo determina todo.
“...la tierra (deseo) estaba informe y vacía.” Se deduce que el
deseo aún no estaba formado (informe y vacío), lo que significa
que no teníamos deseo de revelar el mundo espiritual.
Entonces, ¿qué había allí? Sólo una hoja limpia de papel prepara-
da para registrar la historia de la humanidad, la historia de un alma.

18
Capítulo 1: En El prinCipio (GénEsis, BErEshit)

A eso es a lo que aluden los pasajes — al mismo principio, cuando el


mundo espiritual fue concebido dentro de ti. En otras palabras, en
este capítulo estamos empezando a examinar el punto de encuentro
de las fuerzas que surgieron primero. Formaron el mundo dentro
del cual el hombre (Adán, tu “yo” espiritual) aparece más adelante.
Ellas crearon el hábitat que habitará el hombre. “Hombre” es el
deseo espiritual que brota dentro.
Puedes preguntar: “Si estas fuerzas están dentro de mí, ¡¿por qué
es que no puedo sentirlas?!”
Bueno, en primer lugar, ¿puedes percibir cómo funcionan tus
órganos, cómo el estómago digiere comida, cómo respiran tus
pulmones? No, no puedes.
Estos procesos determinan completamente tu subsistencia física,
aunque no puedas percibirlos.
El mismo principio se aplica aquí. Tu vida espiritual está formada
por procesos tumultuosos que no percibes hasta que empiezas a
sentir un irrefrenable deseo de convertirte en un participante, o
mejor aún, en el protagonista de este maravilloso juego.
Así es cómo se forma tu alma. Ahora están trabajando sobre ti tus
Grandes Ancestros — las fuerzas del mundo de Atzilut. Tu tiempo
ha llegado — es hora de que nazcas. Tarde o temprano, cuando
atravieses todos los grados de corrección, te encontrarás con tus
“antepasados”. Pero durante el transcurso, debes ser paciente.
Una negra e impenetrable pantalla te separa de todo lo que ocurre
en tu interior; no puedes, de ningún modo, ver ni sentir nada a
través de ella. Ha estado creciendo cada vez más gruesa durante
un largo tiempo (para usar terminología terrenal), haciéndote cada
vez más egoísta e interesado en los asuntos externos, más que en
los internos. Creciste cada vez más preocupado por tu cuerpo, en
lugar de por tu alma. Sólo haz memoria de esos deseos que surgie-
ron dentro de ti a través de tu vida y lo alejados que estaban de la
espiritualidad.
La pantalla se engrosó con una capa sobre otra, ahogando los
deseos espirituales dentro de ti, hasta que te encontraste en un

19
Los secretos deL Libro eterno

callejón sin salida. “¿Qué me rodea? Cuerpos y más cuerpos.


Comen, ganan dinero, se reproducen, etc. ¿Qué me queda por
delante? ¿La muerte? Pero si ése es el caso, entonces, ¿cuál es el
propósito de mi existencia?”
Estas son las preguntas que provocan que uno se embarque en
el camino “de regreso a las fuentes”, a Beresheet, “el principio”. En
realidad este camino conduce a la Luz. Asciendes hacia las fuerzas
que gobiernan el mundo. Cada grado espiritual a lo largo del camino
es un misterio: “¿Qué otras grandes sorpresas tiene reservadas el
Creador para mí?”
Así es como, poco a poco, comenzamos a limpiarnos de esta capa
oscura llamada “egoísmo”, que nos impide vivir, respirar, ver. Cada
vez más, comenzamos a descubrir nuestras almas — un mecanis-
mo complicado para alcanzar el mundo espiritual.
El placer que estamos destinados a experimentar es absoluto. Es
precisamente lo que el Creador ha preparado para nosotros. En
esto radica el objetivo de la creación — en satisfacernos a nosotros,
Sus creaciones, en llenarnos con el sentimiento de la eternidad y la
perfección. Porque el Creador mismo es eterno y perfecto, y quiere
transmitir Su estado a Sus creaciones.
Bueno, entonces, ¡no Lo hagamos esperar!
“Y Dios dijo: ‘Hágase la luz’. Y hubo luz”. Es así cómo se crea
el mundo espiritual. Así es como las fuerzas de las que hablamos
antes, se juntan y determinan la exacta residencia del alma futura.
Residirá en la Luz y será llenada por ella.
¿Qué es la Luz? Hagas lo que hagas, no trates de imaginarla. Es
una empresa inútil, particularmente porque nuestras nociones
corporales son demasiado estrechas para definirla correctamente.
Comparamos la Luz con la luz del sol o una sensación de armonía
interior.
La luz es lo único que existe. Nos envuelve — a nuestras almas,
a todo el mundo y al universo entero. Es la cualidad del Creador, la
cualidad de completo y absoluto otorgamiento. Es la ley de Amor y
Bondad. La luz es todas esas cosas.

20
Capítulo 1: En El prinCipio (GénEsis, BErEshit)

Y mientras más rápido nos demos cuenta de esto, más rápido


superaremos todos los sufrimientos de este mundo, que nos fueron
dados por una sola razón — para ayudarnos a darnos cuenta a qué
necesitamos “volver” — a esa misma Luz de Amor.
“Y Dios vio que la luz era buena, y Dios separó la luz de la oscuri-
dad”. Si la Luz — absoluto otorgamiento, la gran ley de altruis-
mo del Creador — nace, es lógico pensar que también debe haber
alguien a quien el Creador quiera deleitar, a quien desee otorgar
todo lo que tiene
La creación asume el papel de este “alguien”. La creación somos
nosotros. Soy yo, el mundo entero, el mundo dentro de mí.
Nosotros somos los receptores.
Y por lo tanto, se forman dos estados previamente inexistentes:
otorgamiento — la cualidad del creador (o la Luz) y la recepción —
la cualidad de la creación.
El pasaje, “Y Dios separó la luz de la oscuridad”, alude a este
proceso, la formación de dos estados: la Luz y la oscuridad, la
cualidad del Creador y la cualidad de la creación, otorgamiento y
recepción.
Este proceso se incluyó en la primera palabra del libro del Génesis
— Beresheet, que proviene del palabra Bar (arameo: afuera), lo que
significa la separación de la creación de su Creador, su salida del
“seno” del Creador.
La palabra Beresheet abarca todo el camino de la humanidad y es
todo el significado de la Biblia. Incluyendo la comprensión que
hemos salido del seno del Creador y debemos regresar a Él después
de recorrer un largo camino de creciente egoísmo que debe experi-
mentar toda la humanidad. Para que eso ocurra, debes comprender
que realmente te has distanciado del Creador y que estás inmerso
en el egoísmo, que estás enfermo, y que el egoísmo es la causa de
tu enfermedad.
Lo que es más, la enfermedad del egoísmo afecta a todo el
mundo, quebrándolo en pedazos. Sólo después que entiendas esto,

21
Los secretos deL Libro eterno

te puedes embarcar en el camino de regreso hacia el Creador. A


medida que avanzas por este camino de corrección de tu egoísmo,
ganarás una recompensa infinitamente mayor que cualquier otra
cosa que puedas imaginar — tu ganas la eternidad. Adquieres la
dicha eterna, ilimitada. Te reúnes nuevamente con el Creador en
un nivel superior; porque esta unificación es consciente.
“Y Dios nombro a la luz ‘Día’, y a las tinieblas las llamó ‘Noche’.
Y fue la tarde y la mañana un día”. Dos estados se han formado
dentro de ti: Luz — ascenso, otorgamiento, una cualidad altruista,
y oscuridad — descenso, recepción, una cualidad egoísta. Separar-
las, diferenciarlas entre ellas es tu primer paso hacia la corrección.
Este estado se llama “Día Uno de la Creación.”

DÍA UNO
Cada uno de nosotros se compone por dos cualidades opuestas:
oscuridad y luz, tarde y mañana. Estos estados representan nuestros
ascensos y descensos espirituales. Ascensos y descensos no tienen
nada que ver con cuánto dinero ganaste o perdiste, sino qué tan
cerca o lejos te encuentras del Creador, y por consiguiente de su
cualidad de otorgamiento.
Por lo tanto, cuando se mencionan en el Génesis las nociones
de “día y noche”, “mañana y tarde”, éstas se refieren a tus estados
cambiantes. El objetivo en el progreso espiritual es encontrar
formas de mantener los descensos en una breve duración, y cambiar
rápidamente a la siguiente fase — una de ascenso, de mañana.
El secreto de los buenos y malos estados, puede ser definido por
la proximidad al Creador: cuando estoy cerca de Su cualidad de
amor, disfruto de un estado de ascensión y me siento bien. Cuanto
más lejos estoy de esta ley, más sufro un estado de descenso y me
siento mal. Aunque siempre pretendo atribuir mi desesperación a
factores corporales, como problemas de salud, pérdida de dinero,
un agotador día de trabajo o una pelea con mi esposo, estas justifi-
caciones son falsas. La situación la interpreto así desde mi estado no

22
Capítulo 1: En El prinCipio (GénEsis, BErEshit)

corregido, cuando la raíz — la fuerza que realmente está moviendo


los hilos — está oculta de mí. Por lo tanto, me encuentro inmerso
en mi “yo”, en mi egoísmo, en lugar de intentar con todas mis
fuerzas salir de ello.
La verdad es que no importa cuán arduamente lo intente, yo soy
incapaz de hacerlo. Sin embargo, este esfuerzo ferviente es lo que
me lleva a la verdadera oración, que se encuentra no en la mente
sino en el corazón. Esta es precisamente la plegaria que el Creador
quiere de mí, una que Él responda al instante y sin falta.
Una “plegaria” es una súplica, una demanda que nace en mi
corazón. Está “inscripta” en él y no en la lectura de un libro de
oraciones. Una oración es mi súplica desesperada por ayuda, por la
liberación, una apelación al Creador, para que no me abandone a la
esclavitud del egoísmo.
¿Cuándo surge dicha plegaria? Sólo cuando llego a darme cuenta
que no puedo escapar del control mortal del ego por mí mismo.
Sólo entonces puedo dirigirme al Creador por Su ayuda, implorán-
dole que me conceda la fuerza necesaria.
Esa es precisamente la plegaria que este libro me enseña. Me
dice que todos esos estados son necesarios para el desarrollo de
mi alma. No puede haber mañana sin noche; no puedo sentir un
ascenso si no he experimentado un descenso. Por lo tanto, juntos
abarcan todo el deseo espiritual; juntos son “noche y día”, descenso
y ascenso que se unifican en “un día”.
“Y fue la tarde y la mañana, un día”. Esta es la vasija espiritual, la
única capaz de recibir la Luz.
Entonces, recapitulemos los “días de la Creación” a los que se
hace referencia al principio del Génesis. Estos pasajes explican
precisamente lo que necesitas hacer con tu alma en cada uno de
los “días”. Por ejemplo, el “primer día” necesitas sólo sentir que
la Luz (cualidad de otorgamiento) existe, y que se activarán los
pensamientos de lo que pueden ser tus “día y noche”, “mañana y
tarde” interiores. Estas sensaciones iniciales son sólo el comienzo
para agitarte interiormente. Un entorno se está formando para que

23
Los secretos deL Libro eterno

el alma resida en ti, para el humano que surgirá dentro de ti.

DÍA DOS
“Y Dios dijo: ‘que haya un firmamento en medio de las aguas y
que se dividan las aguas de las aguas’. Y Dios hizo el firmamento y
separó las aguas que estaban debajo del firmamento de las aguas que
estaban sobre el firmamento, y así fue. Y llamó Dios al firmamento
Cielo. Y fue la tarde y la mañana, el segundo día.”
No te dejes atrapar pensando que todo estaba lleno de agua,
porque el pasaje habla de algo muy diferente.
La palabra “agua” en el Génesis significa la Luz de la Misericor-
dia. Y la extensión creada llamada “cielo”, alude a la necesidad de
separar los pensamientos y deseos dentro de mí, para ver cuáles de
ellos son Luz (significado “el cielo”), y cuáles de ellos son oscuros.
Los deseos oscuros se llaman “tierra”, pero hablaremos más sobre
ellos posteriormente.
Este es el primer mandamiento que debes realizar. Sólo después
puede ser concebida el alma. (Ten en cuenta que aquí, también,
la tierra está concebida sobre la base del agua, es decir, sobre la
cualidad de misericordia del Creador.)
“Y Dios dijo: ‘Que se reúnan en un solo lugar las aguas que están
bajo el cielo, y aparezca el suelo firme’. Y así fue. Y llamó Dios al
suelo seco Tierra.”
Esta separación de “cielo” y “tierra” — pensamientos de luz de
pensamientos oscuros — se llama el “reconocimiento del mal”.
Es un estado donde claramente te das cuenta que dentro de ti
se encuentra el mal que debe ser corregido, o nunca alcanzarás
el mundo espiritual. Y si el deseo de conseguir el mundo espiri-
tual vive dentro de tu corazón, atormentándote, harás lo que sea
necesario para purificarte de este mal. Sin embargo, tu primer paso
es exponer y reconocer el mal que está adentro.

24
Capítulo 1: En El prinCipio (GénEsis, BErEshit)

RECONOCIMIENTO DEL MAL


El reconocimiento del mal sucede al estudiar los libros de Cabalá
escritos por los cabalistas en niveles espirituales elevados. Estos
libros contienen una luminiscencia especial que tú provocas invaria-
blemente al tratar de comprender el significado de los textos. En un
corto tiempo dentro del estudio empiezas a sentir lo opuesto que
eres de esta luminiscencia, que representa el amor desinteresado y
el otorgamiento. Te ayuda a darte cuenta que eres egoísta, siempre
esforzándose en utilizar a todo el mundo para tu propio beneficio.
La luminiscencia es paz y seguridad, mientras que tú te consumes
por el miedo y la ansiedad. La luminiscencia es la vida eterna,
gozosa, mientras que tú te arrastras a lo largo de una miserable
existencia llena de sufrimiento, al final de la cual viene la muerte.
Quieres reunirte con la Luz. Haces de eso tu objetivo, sabes que
es posible, ¡¿pero cómo purificarte a ti mismo y llegar a ser similar
a la Luz?!
Si continúas poniendo en práctica en ti mismo todo lo que estos
libros dicen, si tratas de darte cuenta que están escritos para ti y
sobre ti, no pasará mucho tiempo antes que sientas que el mundo a
tu alrededor empieza a cambiar. Este es el comienzo del proceso de
tu purificación del mal, tus primeros pasos hacia la Luz.
Sin embargo, este camino está plagado de estados inevitables de
descenso. Cuando llegan esos momentos, cómo resistes y te abstie-
nes de decir algo como, “El objetivo es imposible; soy demasiado
débil y debería apegarme a los asuntos de este mundo; no utilizar
sueños de felicidad eterna; estoy cansado, agotado”.
¿Cómo puedes sobrellevar estos estados devastadores? Bueno, hay
un remedio, pero por ahora debes escucharte a ti mismo, porque
toda tu vida espiritual depende de ello. Poco a poco aprenderás a
analizar cuáles son tus cualidades que pertenecen a lo espiritual
y cuales a lo animal, cuáles te traen la sensación de vida y cuáles
la sensación de muerte. Tu reconocimiento del mal crecerá hasta
que se convierta en absoluto. Ese será el verdadero avance en la
dimensión espiritual, una prueba que se te concederá un remedio.

25
Los secretos deL Libro eterno

DE REGRESO A
“EL CIELO Y LA TIERRA”
Recuerda los siguientes conceptos Cabalísticos, porque los necesi-
tarás de aquí en adelante: “Cielo” significa la cualidad de otorga-
miento. Cuando la adquiere, la criatura esta se llena con la Luz de
la Misericordia — el placer de ser similar al Creador.
“Cielo” significa la chispa del Creador dentro de ti, un pequeño
grano de otorgamiento y amor totalmente desinteresados que
descubres en tu interior. Es precisamente esta cualidad de “Cielo”
la que provoca la sensación de malestar, obligándote a buscar con
insistencia algo que no existe en este mundo.
“Tierra” son todos tus deseos egoístas. Todo este mundo está
construido sobre ellos.
Y entre estos dos polos opuestos — “el cielo y la tierra” — está
tu alma. Su estado es inestable, como si estuviera colgada de una
cuerda.
Sujeta a estas dos fuerzas, en tiempos de ascenso, el alma se acerca
al cielo, al otorgamiento, al Creador, y sientes que te remontas con
una alegría que te supera. En tiempos de descenso, el alma cae al
suelo, a los deseos del cuerpo, al egoísmo, y está imbuida en las
preocupaciones mundanas, cálculos, temor al futuro y una total
falta de fe.
Es similar a la manera de mantener el equilibrio cuando camina-
mos, nuestras piernas se turnan: primero la derecha, luego la
izquierda.
El proceso de corrección es lo mismo. Encontrarás tu “justo
medio”, es decir, utilizarás tu innato deseo egoísta para transfor-
marlo en un deseo altruista, con el fin de subir por la escalera
espiritual hacia el Creador, adquiriendo, finalmente, Su cualidad
de otorgamiento.
Además, se puede decir que la corrección constituye la misma
comprensión que la cualidad de otorgamiento existe, que debe ser
adquirida y que debes trabajar con tu egoísmo — “la tierra” — para

26
Capítulo 1: En El prinCipio (GénEsis, BErEshit)

lograr este objetivo. Mientras que anteriormente no tenías esta


comprensión, ahora comienzas a vivir y aproximarte al infinito.
Todo tu objetivo es acortar el periodo del descenso, para no
permitir que dure meses, semanas, o incluso horas, sino sólo un
instante.
Constantemente debes cultivar el “cielo” dentro de ti. Tenemos
“tierra” en abundancia. Nacimos egoístas, toda nuestra vida está
llena de “tierra”. Sin embargo, tenemos sólo una pequeña chispa
de “cielo”, y esta chispa debe estar encendida.
¡Recuerda tu vida “pasada”, en la que viste el mundo circundante
a través del prisma de tu “saludable” egoísmo! En ese entonces,
cualquier mención del mundo espiritual sólo parecía distraerte de
los esfuerzos reales y que valían la pena.
“Estoy trabajando aquí”, dirías, “construyendo un negocio,
haciendo una carrera, comenzando una familia, y estas personas
están molestando con sus historias del ‘cielo’”. Es decir, en tu
percepción, el mundo espiritual apenas valía la pena ser conside-
rado.
Hoy, sin embargo, con tu vocabulario enriquecido con nueva
terminología, como “tierra”, “cielo”, “egoísmo”, “otorgamiento”,
“vida”, “muerte” y “el secreto de la Creación”, el mundo espiritual
ha ganado significado, y pasó a convertirse en una meta deseada.
Hoy en día, se ha convertido verdaderamente en un mundo, y no
solamente en un punto. Continúas una carrera, haces negocios,
construyes y mantienes tu hogar, pero no va en detrimento de tu
avance en el sendero espiritual. Quieres vivir en dos mundos, y
entiendes que esto es posible.
Los cabalistas difieren de otras personas, precisamente, en su
capacidad para utilizar la cualidad altruista de “cielo” para corregir la
cualidad egoísta de “tierra”. De ninguna manera intentan suprimir
o erradicar el egoísmo.
La corrección consiste en siete estados, llamados “siete días”.
Naturalmente, los días en cuestión no tienen nada que ver con
nuestro calendario terrenal. Esta corrección puede producirse en

27
Los secretos deL Libro eterno

cuestión de segundos o prolongarse a un año, muchos años, toda


una vida, o muchas vidas. Sólo depende de ti.
Está escrito en el Génesis: “Y Dios dijo, ‘las aguas bajo el cielo
reúnanse en un solo lugar y descúbrase la tierra seca.’”
Tan pronto como tu conciencia se llena de Luz, de pensamien-
tos sobre el Creador y el mundo superior, comienzas a sentir que
estás constituido por cualidades totalmente opuestas a la Luz.
Tus cualidades son egoístas, es decir, “terrenales”, de ahí la frase
“Descúbrase la tierra seca”. Comienzas a pensar sobre qué puede
hacerse para lograr que la vida aparezca, para que los primeros
brotes de otorgamiento emerjan. (Esto se describe en el libro del
Génesis, con la aparición de organismos vivos y no vivos.) Ya no
quieres existir como antes. Simplemente no puedes permitirlo.
Hay un punto que ha comenzado a vivir en tu corazón, un punto
que está en contacto directo con el Creador, y no te deja descansar.
El “corazón” simboliza los deseos egoístas de este mundo,
mientras que “el punto en el corazón” son los brotes del Creador.
También se puede comparar a una cuerda de salvamento que el
Creador bajó a nuestro mundo para que podamos agarrarla y
ascender hacia Él.
¿Entonces, cómo comienza la vida espiritual en la tierra? O, para
usar el lenguaje de la Cabalá, ¿cómo utilizo mis deseos egoístas
(tierra) para que crezcan los primeros brotes de otorgamien-
to dentro de mí? ¿Cómo me abro paso a través de mi egoísmo y
avanzo hacia el Creador?
Esto se hace con la ayuda de una Luz especial que Él nos envía.
Dos tipos de luz emanan del Creador: “La Luz de la Vida” y “La
Luz de la Misericordia”. Así es, precisamente, cómo la criatura las
percibe.
Mediante el uso de la cualidad de la Luz de la Misericordia, que
se llama “agua”, se adquiere la habilidad de otorgar. ¿Qué significa
esto en términos de tu vida corporal, y cómo se logra? Tú debes
“purificarte” a ti mismo leyendo los libros escritos por aquellos
que ya han alcanzado los mundos espirituales, escribiendo para

28
Capítulo 1: En El prinCipio (GénEsis, BErEshit)

nosotros desde su altura. Al hacerlo, extraes la emanación de la Luz


Superior que estos libros contienen.
En esto consiste tu trabajo espiritual. El mismo proceso de lectura
ya es útil, pero si lo abordas con el deseo de cambiar, para ser como
la Luz, para limpiarte del ego, la Luz influye en ti en mucho mayor
grado. Es precisamente esta influencia de la Luz, lo que separa las
obras de los cabalistas de todos los otros textos en nuestro mundo.
Es entonces cuando “la vida aparece sobre la tierra”, es decir
que empiezas a percibir claramente los primeros brotes tiernos de
los deseos espirituales. Estos deseos aún no te han atrapado por
completo. Por el contrario, tu estado es como el de un bebé que
todavía no ha aprendido a caminar, pero puede ya utilizar sus pies
para patear. Mejor aún, es como las primeras flores — no se pueden
mover, pero que son atraídas hacia el sol.
Cuando cae la noche, te marchitas, ya que la noche puede
compararse a los estados de descenso, que son inevitables y signifi-
can sólo una cosa: que estás avanzando. (De hecho, los obstáculos
son enviados sólo a aquellos que están avanzando. Los obstáculos
son necesarios para fortalecer nuestra determinación con el fin de
librar una “batalla interna” y llegar a una verdadera plegaria: “sé
que la mañana llegará y pido la fuerza para resistir, para superar
todos los descensos. Sé que actualmente estoy experimentando una
limpieza de mis deseos, que están resistiendo, exigiendo que este
proceso se detenga, apelando a mi razón y lógica. Pero no quiero
oírlos. En cambio, Te pido la fuerza resistir...”) Y entonces, invaria-
blemente llega la mañana — un estado de ascenso, de confianza
al saber que has actuado correctamente en la elección del camino
espiritual — y como una flor, te abres a la Luz.
Vamos a reiterar. “Tierra” — la cualidad egoísta — es nuestra
naturaleza. Ya sabemos que la “labranza” debe hacerse con cuidado.
También sabemos que “agua” (Luz de la Misericordia) es nuestro
auxiliar principal. Corrige el ego, satura la tierra y facilita las
condiciones para que nazca la nueva vida. “Vida” se refiere a la
cualidad de otorgamiento; es decir, el uso correcto del egoísmo —
para tu beneficio propio y el de los demás.

29
Los secretos deL Libro eterno

Puede preguntarte, “¿Qué es la “corrección del egoísmo”?” Es


un estado en el que te sientes dichoso de otorgar placer a la gente a
tu alrededor, en lugar de utilizarla para tu propio placer. Esta dicha
solamente se puede sentir en ese estado, que es característico del
mundo espiritual.
¿Qué ves en nuestro mundo? Tus ojos detectan todo tipo de
objetos, plantas y cuerpos. ¿Cómo te relacionas con ellos? Los
amas, si te traen sensaciones placenteras, y los odias si no te traen
ningún placer. En otras palabras, tu actitud hacia ellos es totalmen-
te egoísta.
¿Qué sucede cuando corriges tu egoísmo o incluso cuando
simplemente comienzas, paso a paso, el proceso de su corrección?
De repente, comienzas a percibir cosas que antes no habías notado
A través de este mundo imaginario, empiezas a ver el mundo real,
que siempre ha existido a tu alrededor, un mundo que está lleno
de Luz, amor y otorgamiento mutuo, el mundo del Creador, el
llamado “mundo por venir”.
Nunca lo has visto porque estabas lleno de oscuridad y odio. Era
ocultado por tu propio ego.
Tu mundo y “el mundo por venir” no tienen nada en común
en absoluto, porque ambos existen por leyes diferentes. Muchas
personas tienen la falsa noción de que “el mundo por venir” es un
lugar al que irán después de la muerte.
No es así. “Por venir” significa que es tu siguiente estado, el cual
debes alcanzar no después de la muerte, sino en tu vida, aquí y
ahora. El momento en que te pones en congruencia con “el mundo
por venir”, adquieres la capacidad de verlo.
Es como si salieras de ti mismo, dejando tu cuerpo egoísta y
abriéndote a un mundo nuevo, un mundo con sólo una ley — la
Ley del Otorgamiento. Y tú aspiras hacia ese mundo porque la vida
de sus habitantes se basa en el amor mutuo. De ese modo, en lugar
de percibir únicamente nuestro mundo con sus cuerpos y objetos,
comienzas a percibir la fuerza que lo gobierna, en la medida que
creces más parecido a esta fuerza. Al aspirar a otorgar, te das cuenta

30
Capítulo 1: En El prinCipio (GénEsis, BErEshit)

que esta fuerza es el bien absoluto. Esta fuerza es el Creador.


Así es como comienzas a percibir la Luz pura, genuina, precisa-
mente como surge del Creador. Es como si fueras al encuentro de
la Luz antes que entre y te llene. Ésta, la luz del Creador, no está
aún debilitada por tus filtros egoístas. Aún es pura, y se te da la
oportunidad de sentirla. El hecho de que seas capaz de detectarla,
es la felicidad en su propio derecho. Esto se llama, “escuchar la
llamada del Creador”.
Después, cuando la Luz pasa a través de tu sistema de filtros, todo
lo que queda es una pequeño brillo tenue, tan débil que incluso
una persona no corregida puede soportarlo.
Es la misma Luz que antes habías sentido como tu punto en el
corazón. Es lo que los Cabalistas llaman “una pequeña vela”.
Esta Luz gotea en nuestro mundo a través de la gruesa pared
del egoísmo que la filtra. Entra aquí con el único propósito de
mantener la vida en nuestro mundo. Esta luz “oculta” dentro de
todos los objetos de nuestro mundo, está vestida con todo tipo de
prendas. Todas esas veces que te encontraste disfrutando de una
buena comida, de cosas nuevas, de fama y dinero, fue esta Luz la
que lo atrajo hacia ti. ¡Esa fue la verdadera fuente de tu gozo!
Tú puedes preguntarte: ¿existiría algo en realidad si no fuera
por esta Luz? Nuestro mundo no existiría. No habría nadie con el
deseo de vivir porque no habría ningún deseo.
Sin embargo, el hecho de que tienes un deseo (verdaderamente
grande) para alcanzar la profundidad de lo que te está sucediendo,
habla de una cosa y sólo de una cosa (sin ánimo de ofender): tú eres
un gran egoísta, mucho más grande que todos los demás. ¡Mientras
que otros están satisfechos con este mundo, tu exiges nada menos
que el mundo espiritual! No descansarás hasta que lo reveles y eso
es algo muy bueno, porque es precisamente eso lo que quiere el
Creador de ti.
Y esto nos lleva al día tres — una explicación de tus nuevos deseos.

31
Los secretos deL Libro eterno

DÍA TRES
”Y Dios dijo: ‘Produzca la tierra hierba, hierba que de simiente
y árboles que den fruto según su naturaliza, que su simiente esté
en él sobre la tierra’. Y así fue. Y produjo la tierra hierba, hierba
que hace simiente según su especie, y árbol que hace fruto, cuya
simiente está en él según su especie. Y vio Dios que era bueno. Y
fue la tarde y la mañana el día tercero.”
Ya dijimos que después de la corrección de “agua” (Luz de Miseri-
cordia), “tierra” (tu deseo de recibir) se vuelve adecuada para dar
frutos, ya que las cualidades agua y tierra se han unido.
En sí misma, la abundancia de agua es tan destructiva para la vida
como lo es la tierra seca. Un ejemplo claro, Noé y el diluvio.
La corrección del hombre se basa precisamente en la combina-
ción ideal de cualidades altruistas y egoístas dentro de su alma,
“cielo” y “tierra”, Creador y criatura.
Esta corrección se llama avanzar por la “línea media”. ¡Recuerda
esta definición!
Tu naturaleza egoísta innata se llama “tierra” o la línea izquierda.
La cualidad del Creador, “agua”, otorgamiento absoluto, es la
línea derecha.
La línea media es lo que tú debes crear por tu propia cuenta,
mediante la combinación de las líneas de la derecha y la izquierda.
Es decir, debes combinar el “agua” con la “tierra” de manera
complementaria, que permita a las dos cualidades “dar frutos”.
Debes pedir lluvia y no una tormenta, ya que aún no eres capaz
de otorgar como el Creador. Sin embargo, estás listo para avanzar
gradualmente, empezando por corregir tus deseos egoístas más
pequeños, como está escrito: “Y produjo la tierra hierba, hierba que
hace simiente según su especie”. Posteriormente, surgen deseos
más ásperos, como en “y árbol que hace fruto, cuya simiente está
en él según su especie”, seguido por deseos incluso peores... hasta
que tus ojos se abren completamente al mundo maravilloso que el

32
Capítulo 1: En El prinCipio (GénEsis, BErEshit)

Creador ha preparado para ti.


Debes pedir “lluvia” para que estas dos cualidades (“agua” y
“tierra”) se combinen para que crezca, en última instancia, el
“Árbol de la Vida” — una persona espiritual que percibe el univer-
so entero, existiendo eterna y felizmente en todos los mundos.
Eternamente, porque te identificas con un alma eterna en lugar
de un cuerpo transitorio, comienzas a equiparar tu ser con tu alma,
relegando el cuerpo a su verdadero papel — una cáscara efímera
que simplemente la acompaña. Esta transición para identificar-
te con el alma más que con el cuerpo, es estrictamente interna,
llevándose a cabo gradualmente conforme adquieres la cualidad del
otorgamiento, al trabajar correctamente con los libros cabalísticos.

DÍA CUATRO
“Y Dios dijo: ‘Haya luminarias en la expansión de los cielos para
separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones,
para días y años, y sean por luminarias en la expansión de los cielos
para alumbrar sobre la tierra’ Y fue así. E hizo Dios las dos grandes
luminarias; la luminaria mayor para que señorease en el día, y la
luminaria menor para que señorease en la noche; hizo también las
estrellas. Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar
sobre la tierra y para señorear en el día y en la noche, y para separar
la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno. Y fue la tarde y la
mañana el día cuarto.”
Recordatorio: el ser humano (Adán) dentro de ti aún no ha
nacido. Este fragmento habla solamente de crear el entorno para
su nacimiento y vida. ¿Qué es un “entorno”? Son fuerzas — las
fuerzas del Creador que influirán en la persona. Existen sólo para
llevarnos a la meta de la Creación — la unificación con el Creador
y la felicidad eterna.
Entonces, ¿qué fuerzas fueron reveladas en el cuarto día? “Y Dios
dijo: ‘Haya luminarias en la expansión de los cielos para separar el

33
Los secretos deL Libro eterno

día de la noche.’”
Las luces están para gobernar la “noche” y el “día” — los estados
que uno experimenta en el camino hacia el Creador. Te apuesto a
que ya has sentido períodos de constantes ascensos y descensos —
son el “día y noche” en cuestión.
“Día” se refiere a un ascenso, cuando estás lleno de confianza de
que estás en el camino correcto, volando con la anticipación de que
las puertas del mundo espiritual se abrirán ante ti de un momento a
otro. “Noche” es un descenso, cuando nada trae alegría y el mundo
espiritual parece inexistente o inventado y te preguntas, “¿por qué
estoy perdiendo mi vida en tonterías?”
Estas preguntas son lanzadas a ti por tu ego. El ego encuentra el
momento perfecto para atacar porque sabe que si resistes y entras
en la dimensión espiritual, te escaparás de su control. Natural-
mente, el ego no quiere esto, de modo que abundan estas pregun-
tas comunes, “¿Para quién trabajas?” “¿Puedes siquiera verlo?”
“¿Dónde está tu razón?” “¡Mira a tu alrededor, las personas llevan
vidas tranquilas y agradables, mientras tú estás luchando hacia una
meta irrealizable!”
¿Necesito seguir?
Hay sólo una sugerencia: cuando cae la “noche”, asegúrate de
estar rodeado por personas como tú, que buscan el camino dentro
del mundo espiritual. Amigos que tienen el mismo objetivo que tú,
soportarán el embate del golpe del ego, y te darás cuenta que solo
estás indefenso, pero juntos, resistirás.
Otro consejo útil es ir a dormir. ¿Qué significa “ir a dormir”?
Significa desconectarse de todas las preguntas insidiosas, apartar-
las y no mirar hacia atrás. “Duermes” durante este período. Hola,
afuera está oscuro, de todos modos. Acuéstate y duerme para que tu
cabeza (pensamientos, cálculos) y cuerpo (deseos) estén al mismo
nivel, como un animal. En esencia, no dejas entrar nada.
Es como si te cancelaras, te anularas a ti mismo, esperando afuera
mientras recuperas tus fuerzas. Tú no piensas, no realizas acciones
o movimientos, y con razón. Sabes que mañana está a la vuelta de

34
Capítulo 1: En El prinCipio (GénEsis, BErEshit)

la esquina.
“Mañana” significa un nuevo ascenso, una manera de salir del
estado de descenso.
Te puedes preguntar, “¿por qué el Creador nos envía estos
ascensos y descensos? No pudo habernos dado a nosotros toda la
bondad, como de todos modos El planea hacerlo en última instan-
cia, evitándonos así todos los sufrimientos y dudas?” Bueno, Él nos
envía estos estados porque sin ellos no habría ningún avance, ya
que el progreso es posible sólo a través de un cambio continuo de
los estados.
Sólo mediante la superación nace una verdadera persona, un
verdadero “hombre”. Repito, siempre estamos hablando de lo que
sucede internamente, y ahí tenemos también “hombre” y “mujer”.
Este concepto se refiere al “hombre interno” (hebreo Gever, de la
palabra Hitgabrut — sobreponerse).
¿Qué pasaría si le dieras a tu hijo todo lo que él quiere? No se
desarrollaría, sino que crecería mimado, caprichoso, egoísta y
carente de empatía. ¿Estarías feliz con un niño así? Por esta razón
uno debe pasar por todo lo que le está destinado. Cada alma tiene
un único camino hacia la meta.
Además, si el Creador te hubiera puesto en un buen estado
inmediatamente, Él te aplastaría con Su Luz. Quedarías privado
de cualquier libertad de elección, te convertirías en un esclavo de
ese estado. ¡¿Quién podría rechazar la felicidad absoluta?! Pero el
Creador no quiere un esclavo de la Luz. Quiere un amigo, un igual,
en el que puedes transformarte sólo si pasas por todos los estados y
eliges al Creador por tu propia voluntad.
Tu cometido es sentir el alma inmortal detrás de los cuerpos
mortales, con lo cual se disiparán todas tus preguntas al instante;
entonces, verás la bondad que emana del Creador y Su actitud hacia
cada alma individual. Él siempre está con nosotros; sólo necesita-
mos confiar en Su orientación, como un niño prestando atención
a los consejos de un padre amoroso. El niño sabe que puede contar
con el padre en todos los sentidos, y se confía a su cuidado.

35
Los secretos deL Libro eterno

Hay una razón por la cual las luces que separan el día de la noche,
es decir, mis estados, están en los cielos. “... y sean por luminarias
en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra .”
El cielo se refiere a tu cualidad de otorgamiento, la cualidad del
Creador. Porque las luces en el firmamento de los cielos “alumbren
sobre la tierra” (deseos egoístas), los deseos egoístas están sujetos al
“cielo”, la cualidad altruista en nosotros.
“Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre
la tierra y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz
de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno.”
Se deduce que sólo las “luces en la expansión de los cielos” afectan
el cambio de nuestros estados, separándolos: “para señorear en el
día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas”.
Repitamos una vez más: este texto bíblico describe la estructura
del universo en el que residirá Adán. Adán es el ser humano en ti.
Cielos, tierra y luces se refieren a las cualidades altruistas y egoístas
internas dentro de las cuales Adán va a existir.
El Creador empujará al hombre hacia la obtención del mundo
espiritual. Para lograrlo necesitas identificarte con tus cualidades
internas, con el “humano” en ti. Si tienes éxito, pasarás a través de
todos los estados que tienes por delante junto con Él. “Noches”
y “días”, “mañanas” y “noches” son estados espirituales diseñados
para llevarte al Infinito, a la vida en el Mundo Superior.
“…y sirvan de señales para las estaciones, para días y años.”
Siempre que se habla acerca del tiempo, debemos abstenernos de
imaginar días, meses y años corporales; porque no hay tiempo en
el mundo espiritual. ¿Cómo puede posiblemente existir tiempo en
el Infinito? Ya estás conectado a un alma inmortal, eterna, por lo
tanto, ¿qué espacio hay para la noción del tiempo? De hecho, no
existe el tiempo, sino sólo estados cambiantes a lo largo del camino
siempre ascendente de la escalera espiritual.
“Día” representa un estado cambiante — ascenso y descenso en
el transcurso de un grado (“mañana”, “día” y “tarde” son todos “un
dia”), antes de pasar al siguiente grado.

36
Capítulo 1: En El prinCipio (GénEsis, BErEshit)

Jodesh (mes) deriva de la palabra Jidush (renovación) — un retorno


a un estado anterior en un nivel superior, renovado y más avanza-
do, ya habiendo pasado por treinta ascensos y descensos. Cada día
se te da trabajo adicional con tu egoísmo, haciéndote caer, levantar
y continuar el ascenso a lo largo de la escalera espiritual.
Shaná (año) deriva de la palabra Lishot (repetir), que es como
moverse a lo largo de una espiral que regresa al mismo estado en
un nivel superior. De cualquier forma, el ascenso es constante.
“Días”, “meses” y “años” están todos en ti. Tú “vives a través” de
ellos al corregir los nuevos y cada vez más difíciles deseos egoístas.
Algunos requieren un “día” para corregirse, otros un “mes” o un
“año”. Sin embargo, la dirección permanece invariable hacia arriba.

DÍA CINCO
“Y Dijo Dios: ‘Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que
vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos’. Y creó
Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se
mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada
según su especie. Y vio Dios que era bueno. Y Dios los bendijo,
diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares,
y multiplíquense las aves en la tierra. Y fue la tarde y la mañana el
día quinto”.
El Libro de Zohar representa cada día de la creación como
“construcción de habitaciones” dentro del hombre, las llamadas
“cámaras celestiales” (hebreo Heijalot — huecos, espacios de
deseos). Conforme las cualidades egoístas del alma se corrigen, estos
espacios huecos gradualmente se llenan con la Luz Superior. Esto
es a lo que cada persona aspira inconscientemente. Un relleno
gradual de los espacios huecos trae a todas las almas a un estado de
completa corrección y perfección.
En el capítulo “El lenguaje de las Ramas”, hablamos sobre el
hecho que las fuerzas del Creador se describen con palabras de

37
Los secretos deL Libro eterno

nuestro lenguaje. En el libro Génesis, por ejemplo, son llamados


peces, aves y así sucesivamente: “…y señoree en los peces del
mar, en las aves de los cielos”. Al leer estas líneas, debes visualizar
claramente todas las acciones que se deben llevar a cabo para tu
propia corrección.
Echemos un vistazo a la palabra “pez” (hebreo Dag), que proviene
de la palabra Daagá (preocupación). Si ves esta palabra en el texto,
sabes que no alude al pez nadando en el agua (recuerda también
que agua significa la Luz de Misericordia), sino preocuparse. ¿Con
qué deberías estar preocupado? Sólo con crecer más cercano al
Creador. No debe haber ninguna otra preocupación para ti. Estos
deseos para entrar al mundo espiritual son precisamente de lo que
habla el Génesis.
Sin embargo, por el momento, debemos tener en cuenta que
todos los deseos están dentro de nosotros. En su forma no corregi-
da, aparecen como objetos en nuestro mundo, pero en su forma
corregida son las fuerzas del Creador, gobernadas por Su Luz.
Por lo tanto, el Quinto Día alude a los deseos que primero y
ante todo deben ser corregidos. Esto es porque son “más fáciles”, es
decir, más fáciles de corregir: “…y aves que vuelen sobre la tierra,
en la abierta expansión de los cielos”. Las “aves” tocan la “tierra” (su
naturaleza egoísta), en lugar de “crecer” de ella, pero también están
sujetas a corrección, descansando sobre su naturaleza egoísta: “…y
multiplíquense las aves en la tierra”.
Tal es tu camino, estimado lector — separar dentro de ti los deseos
egoístas, a los que les puedes adherir una intención altruista, y así
tratar de corregirlos. Para hacerlo, primero simplemente intenta
pensar en ello. Piensa y lee libros cabalísticos, principalmente los
libros de Baal HaSulam, que tomó todas las fuentes cabalísticas
antiguas, desde los tiempos de Abraham, Moisés y el ARI, adaptán-
dolos a nuestra generación.
Pero volvamos al libro del Génesis. Aquí vemos que ha llegado el
momento de corregir los deseos más “difíciles”, que pertenecen a
la “tierra”. Es como si hubieran sido engendrados por ella, nacidos

38
Capítulo 1: En El prinCipio (GénEsis, BErEshit)

de la tierra.
Se forman nuevas extensiones (Heijalot — cámaras). Confor-
me estos deseos egoístas más difíciles se corrigen, estos espacios
huecos se llenan con Luz.
Luego, llega el Sexto Día.

DÍA SEIS
“Y Dios dijo: ‘Produzca la tierra seres vivientes según su género,
bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue
así. E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado
según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según
su especie. Y vio Dios que era bueno”.
El Creador creó solamente un deseo — disfrutar. Sin embargo,
este deseo es tan integral que llevarnos a todos nosotros a la meta
final de inmediato, es imposible. Después de todo, estamos hablan-
do sobre la dicha infinita, que es precisamente el objetivo de la
creación del hombre. En lugar de eso, el camino está hecho en
etapas porque el deseo de disfrutar dentro de nosotros se divide en
una miríada de deseos más pequeños. Al corregirlos uno por uno,
progresando de “fácil” a “difícil”, conseguiremos la dicha infini-
ta, la realización absoluta y eterna preparada para nosotros por el
Creador.
Para aquellos a quienes se les ha despertado el punto en el corazón
(el esforzarse por conseguir el placer espiritual), trabajar con los
deseos se convierte en un fascinante viaje al Mundo Superior.
El Génesis describe cómo superar la fase de corrección de los
deseos “fáciles”, después de lo cual debemos corregir los “difíciles”,
los que “nacieron de la tierra”.
“Produzca la tierra seres vivientes según su género.” Como ya
sabes, el “ser humano” dentro de ti está siendo preparando vigoro-
samente para nacer. En este proceso, siempre emergen constan-
temente nuevos deseos, pero por ahora no se usan para tu gozo

39
Los secretos deL Libro eterno

personal.
“...y vio Dios que era bueno.” La palabra “bueno” significa que
los deseos son verdaderamente puros.
¿Pero quién puede hacer uso de estos deseos? Sólo el hombre. Así
llega su turno, mediante el cual un “humano” nace dentro de ti.
“Y Dios dijo: ‘Hagamos al hombre a nuestra imagen,
conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces
del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda
la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó;
varón y hembra los creó”.
En otras palabras, dentro de ti, nace un “humano” para gobernar
sobre todos los demás deseos: “Y señoree en los peces del mar,
en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo
animal que se arrastra sobre la tierra.” Todos estos deseos fueron
creados exclusivamente para el hombre.
El “humano” dentro de ti está destinado a andar un camino difícil,
antes de darse cuenta que el gobierno sobre los deseos no significa
utilizarlos para su propio beneficio, porque eso sólo lo perjudica a
él y al mundo. Muy por el contrario, estos deseos deben utilizarse
exclusivamente para deleitar a los demás, porque con respecto a los
deseos de los demás, todos nuestros deseos serán siempre libres,
capaces de separarnos claramente unos de otros.
Más adelante hablaremos más sobre esto. Pero por ahora es
esencial comprender que cuando empiezas a sentir otras almas a tu
alrededor, comienzas a sentir lo que el Creador siente por ellas. En
esto consiste tu oportunidad de ser libre, es decir, a ser como el
Creador. Todos juntos, sin duda llegaremos a esto, y comprendere-
mos qué hacer con el fin de deleitar al Dador.
Volvamos a la situación representada en el Génesis. Antes del
“nacimiento de un ser humano dentro de ti”, estabas lleno sólo con
deseos inanimados, vegetales y animados. ¿Qué significa esto? Un
deseo inanimado es cuando quieres una cosa — estar inmóvil y no
pensar en nada, como una roca al costado del camino, totalmente

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Capítulo 1: En El prinCipio (GénEsis, BErEshit)

pasiva, con sólo un simple pensamiento: “Déjame en paz”. ¡Recuer-


da todas las veces que estuviste en ese estado!
Un deseo vegetal es cuando reaccionas a los estímulos externos,
pero aun no eres capaz de moverte de lugar, como si estuvieras
atado a la tierra (por el egoísmo). Quieres llegar al sol como una
flor, es decir, ahora tienes un impulso de moverte, ascender y
descender, como una flor que se abre durante el día y se marchita
por la noche. Comienzas a hacerte preguntas tales como: “¿por qué
sufro?”. Aspiras a la luz, deseas ser “diluido”. Estás preocupado sólo
con tu propio crecimiento, consumes, ya no eres una piedra — y
eso es un progreso.
Un deseo animado implica movimiento y búsqueda de subsisten-
cia. En esta etapa puedes conectarte con otros como tú y vincularte
con un grupo, porque juntos será más fácil adquirir alimentos. Estás
preocupado con la crianza y el desarrollo de tus descendientes.
Y luego, de repente, emerge dentro de ti el deseo más exalta-
do y complejo que abarca a todos los demás, el cual es llamado el
“Hombre dentro de nosotros”.
La palabra “hombre” en hebreo es “Adam”.
“Adam” deriva de la palabra Domé — similar, semejante.
¿Similar a quién?
Al Creador.
¿Similar en qué sentido?
Similar a Sus cualidades.
Las cualidades del Creador son puro otorgamiento, amor absolu-
to e incondicional. A esto es a lo que Adán, que percibe al Creador,
aspira y en lo que finalmente debe convertirse. (Seguiremos
repitiendo esto hasta que estas cualidades nos sean familiares, luego
comprensibles, y finalmente sentidas hasta la médula.)
Esto es lo que tú debes llegar a ser. Sólo entonces te encontra-
rás en el Paraíso, lo que significa que te asemejarás al Paraíso y a
su Maestro. Más adelante profundizaremos más sobre este tema

41
Los secretos deL Libro eterno

fascinante, explorando dónde existe el Paraíso dentro de ti, y dónde


Adán existe dentro de este Paraíso.
Se deduce que sólo quien aspira a ser como el Creador y a nacer
espiritualmente, puede ser llamado Adán (“hombre”, similar al
Creador). Esta es la persona a la que se hace referencia a lo largo del
libro. Sólo aquéllos que aspiran a este estado aprenderán a leerlo
correctamente. Los otros sólo mirarán la narrativa y verán todo
tipo de normas de conducta y consejos para hacer la vida cómoda
y exitosa.
Adán es el deseo que ha surgido dentro de ti, la razón por la
que sigues leyendo este texto. Todos los deseos anteriores ya no
te satisfacen. Terminaron tus días de teleadicto; ya no te sientes
atraído por la riqueza y ya no estás dispuesto a trabajar incansable-
mente para adquirir la admiración o la fama.
¿Qué significa todo esto? Un punto llamado “Adam” o “el punto
en el corazón” se ha despertado dentro de ti. Este punto es uno con
el Creador y quieres ser como Él, porque Él es su raíz.
Este es el significado de la frase: “Hagamos al hombre a nuestra
imagen y semejanza” (Génesis 1:26). En el hebreo original, está
escrito Be Tzelem. Tzelem (imagen del Superior) es la parte del
Creador (el Grado Superior), que desciende en el alma del hombre
y le introduce las cualidades del Creador.
En otras palabras, es el mecanismo del Gobierno Superior, a
cargo de todas las almas, sus caminos y orden de corrección. Este
mecanismo administrativo está conectado directamente al punto
en el corazón del hombre, el Adam que hay en ti.
Como ya se mencionó, el corazón representa todos nuestros
deseos egoístas terrenales; mientras, que el punto en el corazón
representa los deseos encaminados a alcanzar el mundo espiri-
tual. Este punto no tiene nada que ver con el corazón. Nos lo da el
Creador y está presente en todos nosotros, sólo se necesita tiempo
para despertar.
¿Por qué es sólo un punto? Porque los deseos espirituales aún no
están desarrollados en ti. Son como un bebé dando sus primeros

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Capítulo 1: En El prinCipio (GénEsis, BErEshit)

pasos. Por esta razón es considerado un “punto”.


El “Adán” en ti da sus primeros pasos. Está conectado directa-
mente a los “padres” (el Creador), y no puede sobrevivir sin esta
conexión. Quiere llegar a ser precisamente como sus padres.
A través de este “punto”, el Creador se conecta a nosotros y
comienza a construir Su imagen en nosotros, conectándonos a Su
mecanismo administrativo.
¿Cuál es el propósito de este mecanismo? Es proporcionarte la
información sobre el programa de la Creación, el camino que debes
recorrer. Sin la percepción de los mundos espirituales, no puedes
saber qué hacer, cuál debería ser el siguiente paso o qué se requiere
de ti. Es por eso que sigues cometiendo errores y sufres por ello.
Eres como un gatito ciego en un vasto mundo. Para que puedas
adquirir las cualidades necesarias para avanzar. El Grado Superior
debe enseñarte exactamente qué necesitas hacer y cómo hacerlo. Por
esta razón emana este dispositivo auxiliar llamado Tzelem.
Este dispositivo se implanta en el alma, donde se activan todas las
correcciones necesarias. Por esta razón está escrito que el hombre
(Adam) está hecho a imagen del Creador. El hombre se convierte
en la criatura predominante, la joya de la corona de la creación.

RESPONSABILIDAD
HACIA EL MUNDO
“…y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las
bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la
tierra”.
Al corregir tus deseos egoístas (inanimados, vegetales y animados),
también corriges el universo entero. Recuerda esta afirmación por
ahora. Pronto lo aclararemos y verás que tu trabajo determina todo
lo que sucede a tu alrededor.
El hombre tiene una tremenda responsabilidad sobre lo que

43
Los secretos deL Libro eterno

ocurre en el mundo. Porque todavía no lo entiende — viviendo


una vida impulsada por sus deseos bestiales — difícilmente es
culpable. Sin embargo, cuando llegue esta comprensión, comenza-
rá el verdadero trabajo para el cual fue creado.
Puedes preguntar “¿Cuál es el trato?” “Si comienzo el camino de
la corrección (en primer lugar, no hay ningún “si” — todo el mundo
tendrá que empezar este camino tarde o temprano), automática-
mente todo se corregirá en mi entorno”. Esto es cierto. Todos los
problemas que vemos en la naturaleza, simplemente reflejan lo que
está pasando dentro de nosotros. La inminente catástrofe ecológi-
ca, la contaminación de ríos y mares, la extinción de especies y
los fenómenos meteorológicos extremos, todos son reflejo de
nosotros, de la esencia egoísta que nos ha esclavizado. El mundo
entero está dentro de nosotros, esperando que nos demos cuenta
que somos los responsables de todo lo que ocurre en él y comple-
temos nuestra corrección.
Por ejemplo, supongamos que hay una roca, llamémosla “el
Creador”. Esta roca está compuesta de un porcentaje determinado
de granito, un determinado porcentaje de cal, un cierto porcen-
taje de oro y algunos otros minerales. Si la roca se hiciera añicos,
¿cuál sería el porcentaje de composición de sus elementos en
cada pieza? Sería exactamente el mismo porcentaje que en la roca
completa. Porque cada pieza es parte del todo, su composición
es idéntica a la pieza completa. Por esta razón los geólogos sólo
necesitan romper un trozo de una roca para conocer su contenido.
Cada uno de nosotros es un fragmento de esta “roca”, el
Creador. Nosotros estamos totalmente compuestos por las mismas
cualidades de amor y otorgamiento que existen en Él, excepto que
nos hemos separado completamente de Él. ¿Cuál fue la causa de
esta ruptura? Egoísmo — una cualidad que es totalmente opuesta
al Creador.
¿Cómo regresamos a Él? En el momento que entendamos que
somos opuestos a Él y deseemos regresar al Creador, inmedia-
tamente nos embarcaremos en el camino hacia Él. El principal
objetivo en el sendero espiritual es construir el deseo para esto. Sin

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Capítulo 1: En El prinCipio (GénEsis, BErEshit)

embargo, debemos experimentar este deseo completamente, hasta


el final, hasta que duela, ¡hasta gritar de dolor!
El deseo es la base para todas las cosas en el mundo y determina
absolutamente todo. Tu objetivo es adherirte al Creador. Si tienes
el deseo de hacerlo, comenzarás a escapar de la esclavitud del amor
propio y sentirás inmediatamente los cambios en tu entorno. Ya no
será necesario celebrar conferencias sobre ecología, o manifestacio-
nes de “Green Peace”, o preocuparse por las especies en peligro de
extinción, etc. La humanidad comprenderá que la responsabilidad
es nuestra. Debemos elevarnos por encima del ego y comenzar el
viaje hacia el Creador.
Este es el mensaje de todos los libros escritos por los cabalistas. Y
en el momento en que nos elevemos por encima de nuestro ego,
todo va a cambiar. Finalmente entenderemos otra verdad universal:
el Creador nos creó a Su imagen y semejanza, y nunca tenemos
que abandonar este estado.
¿Qué significa “a Su imagen y semejanza”? Significa que el Creador
(la cualidad de otorgamiento) creó el mundo, que opera bajo la ley
de otorgamiento. Habiendo sido hecho a imagen y semejanza del
Creador, nosotros vivimos en este mundo y el mundo existe en
nosotros. Pero sólo existe en nosotros en la medida que observa-
mos la ley de ese mundo, la ley de otorgamiento.
Hemos existido y seguimos existiendo en el “jardín del Edén”. No
lo vimos ni lo sentimos porque nuestro ego se interponía en el
camino, separándonos de la imagen verdadera al tiempo que
pintábamos una imagen falsa, egoísta.
El hombre ve el mundo a través de sus cualidades internas. Si
estamos corrompidos, el mundo aparece ante nosotros como tal. Si
somos puros, así es como el mundo surge ante nosotros.
Hemos estado viviendo una mentira, pero ahora deseamos captar
la Verdad. Si este pensamiento está vivo y ardiendo dentro de
nosotros, ¡entonces vamos a escapar de la prisión de nuestro ego!

45
Los secretos deL Libro eterno

DÍA SIETE
“Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de
ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el
día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo,
y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho
en la creación.”
Todo el trabajo del hombre, la razón de su existencia, equiva-
le a adquirir las cualidades del Creador, que son las cualidades de
otorgamiento. El hombre se corrige a través de estas cualidades,
y en el proceso de la corrección asciende a lo largo de la escalera
espiritual hacia el infinito y la perfección, creciendo cada vez más
cercano al Creador.
¿Qué estuvimos haciendo en el transcurso de los seis días anterio-
res, los seis grados de corrección? Estábamos observando nuestros
deseos egoístas a través del prisma de la cualidad del otorgamien-
to. En cada grado nos comparábamos con el Creador y veíamos que
aún teníamos mucho trabajo por hacer. Al hacerlo, aparentemente
profundizábamos en nuestro “yo”. Durante los seis “días” progre-
sábamos de los deseos “fáciles” (desde el punto de vista de correc-
ción) a los más “difíciles”.
En el lenguaje de la Cabalá, estos seis grados de avance son
llamados Sefirot, de la palabra Sappir (zafiro), que significa “ilumina-
ción”. Los nombres de las Sefirot son los siguientes: Jésed, Gevurá,
Tifferet, Netzaj, Hod, Yesod.
Cada grado tiene su propia iluminación.
Un cabalista es alguien que está conectado con el mundo espiri-
tual, que siente esta conexión muy claramente.
Al trabajar con los deseos egoístas “más fáciles”, el cabalista se
coloca en el grado de Jésed. Su objetivo es construirse a sí mismo
similar al Creador. Piensa sólo en una cosa: “¿Qué puedo hacer para
lograr que nuestra comunicación Le sea placentera, cómo puedo
modificar mi deseo egoísta en un deseo de otorgar? En este grado
Él es pureza y otorgamiento. Yo quiero ser como Él, y yo sé que Él

46
Capítulo 1: En El prinCipio (GénEsis, BErEshit)

también lo quiere. No puedo lograr esto directamente porque en


Su luz estoy expuesto como un verdadero egoísta. Entiendo que es
mi naturaleza, así que, ¿puedo evitarlo?”
Siguiendo estas reflexiones, una persona aparentemente le dice
al Creador: “Tú fuiste el que me creó así, para recibir placer; por
lo tanto, ¿qué puedo hacer para recibir y, sin embargo, otorgar al
mismo tiempo? Ya que en esto radica la verdad, el eterno placer
para el que me has creado, y no para ser un egoísta efímero. ¿Qué
puedo hacer para deleitarte, como a un hijo que desea que su padre
sea feliz?”
La respuesta se encuentra en la misma pregunta: para recibir con
el fin de dar alegría. ¿Cómo? Cambiando la intención. En lugar
de la típica intención egoísta, tengo que formar una intención por
medio de la cual mis acciones deleiten al Creador. Esto es posible
sólo si, en un grado determinado (Jésed, por ejemplo), tú Lo
“ves”. Es decir, sientes claramente la magnificencia de la cualidad
de otorgamiento, y la absoluta bajeza y esterilidad del ego. Si el
Creador presta atención a tus súplicas y te otorga esta revelación,
serás capaz de cambiar tu intención. Desearás estar en otorgamien-
to, al darte cuenta que no hay mayor alegría para el Creador que
esto. Si eso sucede, significa que has construido una “pantalla”.

LA PANTALLA
La Pantalla es la fuerza de resistencia contra los deseos egoístas. Si
adquieres esta fuerza, estás en perfecta forma, dirigiéndote directa-
mente hacia el Creador. Aquí debo añadir que puedes construir la
pantalla por ti mismo. Por el contrario, deberá obtenerse exigién-
dosela persistentemente al Creador, que es el Grado Superior. El
Grado Superior en el mundo espiritual, es el grado que está justo
encima de tu nivel actual. Este grado es el Creador para ti. Así es
como alcanzas uno de los nombres del Creador (de lo que hemos
hablado anteriormente).
En cada grado subsecuente conocerás mejor al Creador, lo que

47
Los secretos deL Libro eterno

significa que te serán revelados cada vez más Sus Nombres, hasta
que alcances la revelación completa del Hacedor.
Entonces, ¿cuándo adquieres una pantalla? Cuando el Grado
Superior siente que estás dispuesto a hacer cualquier cosa para
conseguirlo. La petición debe venir desde el fondo del corazón:
“Dame fuerzas para otorgar como Tú... Ayúdame a corregirme a mí
mismo, te lo suplico”. Si tu petición es sincera, recibirás la pantalla.
Es decir, tú debes “corregir” el deseo egoísta con la intención
de otorgar. Cada día. Es como si colocaras tu “Yo” en la “clínica”
del Creador, y pidieras la cura — la pantalla que te permitirá abrir
los ojos y ver la verdadera imagen de la realidad. En esta clínica te
dan deseos egoístas adicionales, con los cuales debes comenzar a
trabajar y sentirlos con el fin de revisar tu actitud hacia ellos, darte
cuenta de lo poderosos que son, y sólo entonces pides la pantalla —
la fuerza que puede protegerte de la caída de este grado.
El objetivo es claro: corregir tu ego, que se te suministra en
porciones a medida que asciendes y maduras. Así, gradualmente,
te mueves de grado a grado. Una vez que te has encargado de una
porción de egoísmo, te dan la oportunidad de ascender, de acercar-
te al siguiente grupo de deseos egoístas. Y entonces comienzas a
trabajar con ellos, corrigiendo tu intención, de egoísta a altruista; así
que puedes decir, “recibo y al hacerlo estoy dándote placer”. Cada
grado contiene su propio trabajo, su propia pantalla, un nuevo
nombre del Creador.
Los seis días de Creación corresponden a las Sefirot de la siguiente
manera: Jésed es el primer día, Gevurá el en segundo, Tifferet es el
tercero, Nétzaj es el cuarto, Hod es el quinto y Yesod es el sexto.
Estas seis correcciones sucesivas, llamadas “los seis días de la
creación”, también son los seis milenios de la Creación, o los seis
grados de profundización en uno mismo. A lo largo de este período,
la humanidad trabaja arduamente para corregir su egoísmo. Por
cierto, estamos viviendo en el 5776, el final del sexto milenio.
Ahora usted podría preguntarse, “¿Qué pasa con el final, el
séptimo grado?”

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Capítulo 1: En El prinCipio (GénEsis, BErEshit)

SHABAT, EL SÉPTIMO GRADO


El séptimo y último grado se llama “la criatura completa e indepen-
diente”, que quiere recibir y se percibe a sí misma como un
receptor. Es la fase final de cada grado. También es nuestra raíz.
Este grado no puede corregirse a sí mismo, porque es una
concentración de tu egoísmo, su fundamento. Sólo después que
experimenta las seis correcciones anteriores (días de la creación),
adquiere la capacidad para “absorberlas” internamente y adoptar
sus cualidades.
Por lo tanto, el objetivo del “Séptimo Día” es tomar todo lo que
fue creado y acumulado durante los seis días anteriores y producir
una criatura acabada e independiente.
Este séptimo grado se llama “el Shabat”. Es un día especial
porque en este estado, las almas se llenan con la Luz Superior. La
única condición es no interferir con este proceso, simbólicamen-
te representado por las leyes del Shabat. Abandonas los remos y
vas con la corriente hacia la Luz. Tú te sometes a estas leyes, y así
mantienes tu ego en la posición de “off ”. También está escrito: “el
que trabaja seis días tendrá comida en el séptimo”. Esto significa
que si has trabajado sobre tus deseos a través de los seis grados, seis
milenios, recibirás todo lo que el Creador ha preparado para ti. Esta
es la Luz Superior Divina de abundancia y placer.

LOS SIETE DÍAS DE LA CREACIÓN


Ahora resumamos los siete días de la Creación. ¿Cuál debería ser
el resultado del trabajo interno correcto? El alma se elevará del
el nivel egoísta al de otorgamiento. Esto se logra mediante siete
correcciones consecutivas, llamadas los “siete días de la semana”.
Siete es el número del Creador. El sistema que rige nuestro
mundo se compone de siete partes. Por esta razón, nuestro mundo
está dividido por siete y setenta: setenta naciones del mundo, siete
días a la semana, siete colores del espectro, siete notas de la escala

49
Los secretos deL Libro eterno

musical, el alma del hombre se divide en setenta piezas, la vida del


hombre se calcula mediante ciclos de setenta años y en el séptimo
milenio, el hombre recibe la recompensa que merece.
Una vez más, estamos viviendo en el año 5776. ¿Qué es lo nos
espera a nosotros durante los restantes 224 años antes que llegue-
mos al séptimo milenio? ¿Debemos simplemente sentarnos allí y
dejarlos pasar? No. Podemos intervenir en este proceso, que fue
puesto en marcha desde arriba hace 6.000 años, y apresurarlo. Esta
intervención ya ha comenzado. Todos los sabios especificaron el
mismo año, 1995, como el año en que comenzaría el proceso de
corrección consciente de todo el mundo. Se hace referencia en
muchos textos escritos por grandes cabalistas del pasado, incluyen-
do El Libro de Zohar.
De hecho, desde 1995 cada vez más gente en todo el mundo se
está embarcando en el camino de la corrección.
Sin embargo, individuos seleccionados pueden experimentar
este proceso por separado, alcanzar el Mundo Superior y llegar
a sentir antes que otros al Superior, la realidad perfecta. Por otra
parte, el mismo camino de corrección, cuando se navega conscien-
te y voluntariamente, se siente como una aventura extraordinaria.
Éste es nuestro objetivo al estudio la estructura y funcionali-
dad de este sistema del universo — saber exactamente dónde y
cómo podemos intervenir en el proceso, cambiar algo, y lograr la
inmediata corrección.
De hecho, uno no puede influir directamente en su raíz, la fuente
desde la que proviene, porque existe en un grado inferior y se
deriva de ella.
Sin embargo, al corregirse a sí mismo y equiparar sus cualidades a
su raíz, una persona cambia la manera en que percibe lo que viene
de arriba: en lugar de golpes interminables, problemas y dificul-
tades cotidianas, comienza a experimentar felicidad, descanso,
perfección, realización completa.
Fuimos hechos por el Creador con el único propósito de dominar
el Mundo Superior y asumir el control de nuestro destino.

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Capítulo 1: En El prinCipio (GénEsis, BErEshit)

EL DESEO SUPERIOR
Hemos llegado el momento del nacimiento del “ser humano que
hay dentro”. Ha nacido un nuevo deseo “humano” dentro de
nosotros. Tomémonos nuestro tiempo y examinemos cuidadosa-
mente este deseo y todo lo que eso conlleva.
Con este fin, nos dirigiremos a la antigua fuente oral que comple-
menta el Pentateuco. Se llama el Midrash (la Torá Oral). Se ha
transmitido oralmente de maestro a estudiante durante miles de
años. Ha llegado a nuestro tiempo junto con el Antiguo Testamen-
to y no es menos venerado que su contraparte escrita.
El siguiente texto está tomado del Midrash en la creación del
hombre: “Cuando el Santo Único, bendito sea, vino a crear a Adán,
los ángeles ministros se formaron en grupos y facciones, algunos
de ellos diciendo: ‘Que sea creado’, mientras otros demandaron
‘que no sea creado’.
“El Amor dijo: ‘Déjalo ser creado, porque dispensará actos de
amor’. La Verdad dijo, ‘Que no sea creado, porque está compues-
to de falsedad’. La Justicia dijo: ‘Que sea creado, porque realizará
obras justas’. La Paz dijo, ‘Que no sea creado, porque está lleno de
discordia’...
“Los ángeles ministros dijeron al Señor: ‘¡Soberano del Univer-
so! ¿Qué es el hombre para que Te acuerdes de él, y el hijo del
hombre, para que pienses en él? ¿Para qué tiene que ser creada esta
tribulación?’
“‘Si es así —Él dijo—, ovejas y bueyes, todos ellos, ¿por qué; por
qué fueron creados las aves de los cielos y los peces del mar? Una
torre llena de cosas buenas y ningún huésped — ¿qué placer tiene
su dueño en haberla llenado?’”
¿Cuál es el significado de este pasaje, que detalla la “conversa-
ción” del Creador con los “ángeles”? Primero y principal, ¿quién es
el Creador? el Creador es la Ley de la Naturaleza unificada, la Ley
del Amor y el otorgamiento, presente dentro de nosotros y alrede-
dor de nosotros. Es inmutable y eterno. No lo percibimos porque

51
Los secretos deL Libro eterno

vivimos según leyes completamente diferentes, pero el propósito


de nuestras vidas es revelarlo a Él.
Los “ángeles” son las fuerzas de la naturaleza (el Creador), que
obedecen la Ley y son incapaces de actuar o pensar independiente-
mente. Se podría decir que los Ángeles simplemente personifican
las fuerzas que sirven a la Ley del Amor y el Otorgamiento.
Ten en cuenta que el Midrash habla de lo que ha sido revelado
por los cabalistas — aquéllos que comenzaron la corrección y
descubrieron la fuerza de otorgamiento, al Creador.
Naturalmente, las fuerzas opuestas comienzan a manifestarse,
personificando la naturaleza humana, que es totalmente egoísta y
malvada.
Imagina sacudiendo una linterna en la oscuridad total. Mientras
ilumina tu entorno, descubres que has estado sentado en un
sumidero todo este tiempo. Al principio, puede parecer que
hubieras estado mejor permaneciendo en la oscuridad, pero ese no
es el caso. Al menos ahora sabes el origen de la pestilencia y por
qué has sido tan miserable. Nuestra tarea consiste en limpiar el
sumidero, controlar nuestro egoísmo. ¿Cómo? Eso es precisamen-
te lo que explica el Midrash.
Nos relata que el hombre está aparentemente “suspendido” entre
dos fuerzas opuestas, que existe a mitad de camino entre el bien
y el mal. Se balancea entre ellas, y estas fuerzas actúan dentro de
él. Como muchas veces decimos: “Estoy entre el cielo y la tierra”.
Entonces, dentro de nosotros hay fuerzas (“ángeles”) que están
en equilibrio con la Naturaleza que se expresan “a favor de la
creación del hombre” (dentro de nosotros). Luego hay “ángeles”
que no están en equilibrio con la naturaleza y que están en contra
de la creación del hombre. “Saben de antemano” que el hombre
las utilizará para hacer el mal, perjudicándose a sí mismo y a todo
el mundo. Dicho esto, ten en cuenta que todas estas fuerzas —
los ángeles que hablan a favor o en contra — son las fuerzas del
Creador. Todo este alboroto fue concebido por el Creador con un
solo propósito: que nosotros eligiéramos, independientemente, en

52
Capítulo 1: En El prinCipio (GénEsis, BErEshit)

qué lado estamos.


El hombre nace egoísta. Desde el principio está sumido en el
desequilibrio y prefiere la falsedad a la verdad. Por esta razón la
cualidad de Verdad, llamada “el Sello del Creador”, se opone a
la creación del hombre. Esto es para su propio bien, para evitarle
sufrimiento, puesto que el hombre no está equilibrado con la ley
general.
“La Verdad dijo, ‘no se puede crear, porque él está compuesto de
falsedad’. La Justicia dijo, ‘que sea creado, porque realizará obras
justas’.”
Precisamente porque el hombre es egoísta, tendrá la oportunidad
de darse cuenta de esto y luego mostrar misericordia. Gracias a sus
buenas acciones será capaz de darse cuenta qué es bueno, para que
después pueda adquirir la cualidad del otorgamiento y corregirse a
sí mismo. Es como si este “ángel” dijera, “Todas las cualidades del
hombre serán corregidos porque yo existo dentro de él, así que no
hay que preocuparse”.
Pero también existe el “Ángel de la Paz”.
“La Paz dijo, ‘Que no sea creado, porque está lleno de discor-
dia’”. Protesta porque el hombre es opuesto a la paz. Vive para sí
mismo y su único pensamiento es poseer todo. Y si todo el mundo
sólo quiere recibir para sí mismo, descaradamente aprovechándose
de los demás, ¿qué clase de paz podría haber?
El hombre es agresivo, se deleita en la miseria de los demás, se
esfuerza para dañar a los demás y desea acaparar más de lo necesa-
rio para su existencia. Las malas cualidades en él lo elevan por
encima del grado animado, pero mientras el grado animado está en
armonía con la naturaleza, ¡el hombre no!
El león y la vaca toman de su entorno sólo lo que necesitan para
su sustento; pero, el hombre no. La Naturaleza dicta este compor-
tamiento en los animales, pero no en el hombre. No hay una sola
cualidad en el hombre que utilice para lograr la paz. La noción de
paz significa lo siguiente: tomo solamente lo que necesito para sobrevi-
vir; el resto no me pertenece.

53
Los secretos deL Libro eterno

El hombre nace con un deseo grotesco por gobernar y dominar


a todo el mundo para satisfacer sus necesidades, que son contrarias
a la cualidad de otorgamiento de la naturaleza. Por esta razón el
ángel de la Paz habla con tanta vehemencia contra la creación del
hombre, porque trae discordia y guerra al mundo.
Y, de hecho, vemos que la historia de la humanidad es una
procesión de guerras. Si fuera consciente de su esencia, se daría
cuenta que todo lo que piensa consiste en cómo utilizar a otros
para su propio beneficio. Esto es lo que entendemos por “guerra”:
la perpetua toma de posesiones del territorio de otro, es decir, la
esclavitud de otro “Yo” por el mío.
Todo el progreso de la humanidad a lo largo de milenios equiva-
le al desarrollo de armas de destrucción masiva. El hombre ha
buscado formas de gobernar, de beneficiarse y utilizar sus fuerzas
para elevarse por encima de los demás. Por esta razón el ángel de la
Paz tiene razón al decir que el hombre es todo discordia. Ninguna
de sus inclinaciones está dirigida a lograr un equilibrio con su
entorno, que le permita dar a los demás lo que se merecen. En
cambio, el hombre se esfuerza por adquirir y controlar todo lo que
pertenece a los demás.
Los versículos del Midrash dicen que de esta forma el hombre no
debería siquiera entrar en el mundo. La razón es clara: el Midrash
es una instrucción que “vive” dentro del hombre, pero él se resiste
y no quiere vivir de acuerdo a su instrucción. Por lo tanto, los
ángeles que se oponen a la creación del hombre están inicialmente
en lo correcto. Dadas las circunstancias, el hombre no debería ser
creado, porque es opuesto a toda la Naturaleza.
Sin embargo, cuando el hombre utiliza sus poderes correctamen-
te y logra la corrección, se convierte en Rey sobre la Naturaleza y el
mundo, todo el proceso adquiere un propósito, y el hombre llega a
ser igual al Creador.
Ya se mencionó que el Creador es la ley general de la naturaleza,
que incluye todos los “ángeles” es decir las fuerzas y leyes particu-
lares. el Creador les dice, “sin embargo, estoy a favor de crear al

54
Capítulo 1: En El prinCipio (GénEsis, BErEshit)

hombre, a pesar de sus defectos, porque veo que a través de este


proceso obtendrá un grado espiritual. Eso es lo que necesito de
él. Él mismo se librará de su ego y vendrá a Mí. Y cuando lo haga,
será por su propia iniciativa, no como un esclavo de Mi Luz. Esto
es muy importante”.
Por lo tanto, al Creador no le importan ni el estado inicial de la
Creación ni los estados que atraviesa. Él ya nos ve en el estado final,
que es la razón de nuestra existencia.
La lucha que se describe en el Midrash está siempre presente
dentro del hombre. Con cada paso, en cada momento de la vida, el
hombre trabaja para establecer este equilibrio, y de tal modo trae
equilibrio a todo el mundo. No puede quedarse quieto, porque
cada estado lo obliga a actuar, y elige su camino con cada paso. Cada
segundo, el hombre debe conectarse con el objetivo de la Creación,
analizando por qué el creador ha elegido hacerlo, a pesar de todas
las fuerzas y cualidades que se oponían a su creación. De hecho, el
objetivo del trabajo del hombre se encuentra en justificar su propia
creación.
Esto es lo que pasa en cada uno de nosotros. Sólo tenemos que
ser sensibles a ello.

DE QUÉ FUE HECHO EL HOMBRE


El Creador deseó hacer el cuerpo de Adán. Así es cómo Él trabajó:
para crear las manos y las piernas de Adán, el Creador reunió tierra
de todos los rincones del mundo. Para el torso, tomó la tierra de
Babilonia. Para crear la cabeza de Adán, la parte más importan-
te del cuerpo humano, tomó la tierra de Eretz Ysrael (la Tierra de
Israel). el Creador puso toda la tierra reunida en la cima de Monte
Moriá, donde debe estar el altar de los sacrificios en el Templo. La
mezcló con agua tomada de todos los océanos del mundo, y de la
arcilla resultante formó el cuerpo del hombre.
Claramente, el Midrash no habla de cómo se hizo el cuerpo

55
Los secretos deL Libro eterno

humano biológico, o de mezclar arcilla y tierra con agua, como si


fueran niños jugando con un cubo y una pala, o alfareros convirtien-
do arcilla en cerámica. Por el contrario, el Midrash describe cómo
el hombre incluye dentro de sí todas las fuerzas del mundo. He
aquí lo que está escrito, “Para crear las manos y las piernas de Adán,
el Creador reunió tierra de todos los rincones del mundo”. Esto
significa que el hombre contiene los deseos de todo el mundo
(“tierra de todos los rincones del mundo”). Si los corrige, corregirá
así a todo el mundo.
“Lo mezcló con agua tomada de todos los océanos del mundo,
y de la arcilla resultante formó el cuerpo del hombre”. El “agua”
en el hombre representa la fuerza de otorgamiento, la cualidad del
altruismo, la que todo lo anima, y que también es recolectada de
todo el mundo.
Así, tanto el deseo de disfrutar (tierra), como el deseo de otorgar
(agua) existen en abundancia en el hombre. Son mezclados y
conectados juntos en cada deseo del hombre. Sólo tenemos que
identificar la fuerza de otorgamiento y utilizarla para corregir la
fuerza de la recepción, de modo que el otorgamiento domine a la
recepción. Entonces todos nuestros deseos para disfrutar, reunidos
dentro de nosotros de todas las “naciones” del mundo, se activarán
solamente por la cualidad de otorgamiento.
“Para crear la cabeza de Adán, la parte más importante del cuerpo
humano, tomó la tierra de Eretz Ysrael (la Tierra de Israel)”.
El Creador hizo la “cabeza” del hombre de la “tierra” de Israel,
de los deseos dirigidos hacia el Creador. Por lo tanto, todas las
aspiraciones del hombre deben estar orientadas para adquirir las
cualidades del Creador. Israel proviene de las palabras Yashar, que
se traduce como “directamente” — (Yashar) y El (al Creador).
El Creador tomó la “tierra” de Babilonia para el “torso” del
hombre, el grado que corresponde a la cualidad de otorgamien-
to. No es casualidad que Babilonia fuera el escenario de una gran
crisis conocida como “la Torre de Babel”. Los babilonios querían
alcanzar la santidad con la ayuda de las fuerzas de recepción, y esto

56
Capítulo 1: En El prinCipio (GénEsis, BErEshit)

es imposible. Después que la gente se dispersó y se dio cuenta de


la inutilidad de sus aspiraciones, se reunieron y alcanzaron el grado
del Creador con la ayuda de las fuerzas de otorgamiento.
(Déjame recordarte que estamos estudiando las raíces; es decir,
las fuerzas del Creador. Todo lo que ha tenido lugar en el plano
físico, en esta tierra, tiene su propia raíz espiritual Superior. Por
esta razón la “Torre de Babel”, que existió en el mundo corporal,
también existe en nosotros.)
“El Creador puso toda la tierra reunida en la cima del Monte
Moriá, donde debe estar el altar de los sacrificios en el Templo. La
mezcló con agua tomada de todos los océanos del mundo, y de la
arcilla resultante formó el cuerpo del hombre”.
¿Dónde fue creado el hombre? Fue creado en un lugar especial
donde el origen espiritual toca el origen corpóreo, en el punto de
contacto entre los dos grados adyacentes. Sin embargo, aunque
estamos hablando de dos grados adyacentes, hay un gran abismo
entre ellos. Este contacto significa que precisamente arriba del
“Monte Moriá”, las Sefirot descienden de los cielos y tocan la tierra.
La realidad por encima del “Monte Moriá” se llama la realidad
espiritual, mientras que todo lo que existe por debajo se llama “el
mundo material”. La cima del Monte Moriá es una cumbre espiri-
tual, el punto más alto posible en este mundo, donde se construirá
el Santo de los Santos. Sobrepasa todo lo material de este mundo,
y las fuerzas espirituales más grandes se congregan allí. Es precisa-
mente donde el hombre — el “coordinador” entre lo material y las
dimensiones espirituales — fue creado.
Ambos mundos, el material y el espiritual, están presentes en
Adán, y él puede establecer el equilibrio entre ellos, utilizándolos
como un todo. Al hacerlo, eleva nuestra realidad en su totalidad al
nivel espiritual.
“Entonces Dios formó al hombre del polvo de la tierra y sopló
en su nariz el aliento de vida; y el hombre se convirtió en un alma
viviente”. No debemos olvidar que siempre estamos hablando de
lo que está pasando internamente. Aquí es, precisamente, donde

57
Los secretos deL Libro eterno

“nació el hombre”. Has sido sometido a las fases de desarrollo


de los deseos inanimado, vegetal y animado, y ahora ya no estás
satisfecho en todo lo que se refiere a ellos. Ahora quieres otro nivel
— ¡el espiritual!
Si te atrapas a ti mismo pensando así, significa que el punto
en el corazón ha despertado dentro de ti y te está atrayendo al
Creador. Si no deseas que esta encarnación se desperdicie, sigue a
tu punto, y escucha tu voz interior. Tú estás ahora “en la línea” con
el Superior. No naciste en el mundo simplemente para vivir tu vida
y morir. De hecho, no se supone que mueras en absoluto.
Ahora estás existiendo en tu ego corporal, el estado más bajo:
“Entonces Dios formó al hombre del polvo de la tierra”. Él deja
que el “humano” dentro de ti sienta el estado verdadero y puro, la
cualidad de otorgamiento, la vida... (en el mundo espiritual, el ego
significa muerte, y el otorgamiento significa vida) “...y sopló en su
nariz el aliento de vida”.
Tú empiezas a identificarte con el punto en el corazón que te
lleva al Creador. Disfrutas de estar en este estado, y deseas adquirir
sensaciones espirituales. Este es el significado de “...y el hombre
se convirtió en un alma viviente”. El ser humano dentro de ti ha
nacido. Si vas detrás de este “humano”, seguramente te llevará a la
“tierra en que fluye leche y miel”, y allí verás al Creador.
¿Qué significa “ver al Creador”? El tiene muchos nombres, pero
el que se relaciona con nosotros es Boré. Consiste en dos palabras:
Bo (ven) y Re’e (y ve). En otras palabras, tú verás al Creador; nadie
más puede hacerlo por ti.

EL JARDÍN DEL EDÉN


“Y Dios plantó un jardín hacia hacia Oriente, en Edén, y allí puso
al hombre que Él había formado”.
¿Qué es un “jardín”? Son cualidades del hombre, que, utiliza-
das correctamente, le proporcionarán la oportunidad de alcanzar

58
Capítulo 1: En El prinCipio (GénEsis, BErEshit)

el mundo espiritual. Este “jardín” (cualidades del hombre) se


“plantó” con el único propósito de llevarnos a la Meta. El jardín es
“plantado” dentro de nosotros por el Creador, lo que significa que
no podemos atribuirnos ninguna de nuestras cualidades a nosotros
mismos.
Intenta imaginar a las personas a tu alrededor, el universo entero,
son todas tus cualidades proyectadas dentro de tu conciencia. Sólo
nos parece que algo existe en el exterior. De hecho, cuando nos
corregimos a nosotros mismos, comenzamos a percibir que
todas estas son nuestras propias cualidades, que existen dentro de
nosotros. Personas, animales, plantas, planetas, todo el mundo y el
universo entero — todo existe dentro de nosotros.
En el momento que alcanzamos esto, nos quedamos cara a cara
con el Creador, y entendemos que no existe nada más que nosotros
y el Creador. (No te preocupes si te parece confuso. Conforme
continúes aclarando el verdadero significado del Libro Eterno, estas
aclaraciones te permitirán desarrollar cada vez más esta sensación.)
“Y de la tierra Dios hizo crecer cada árbol que es agradable a la
vista y bueno para comer; el árbol de la vida también en medio del
jardín y el árbol del conocimiento del bien y del mal”.
Como puedes ver, no importa cómo condenamos o maldeci-
mos al ego, es nuestra naturaleza. Nuestro deseo es egoísta. En
el Midrash, sobre el Génesis, crece a partir de nuestro ego, como
se dice, “y Dios Todopoderoso hizo crecer de la tierra toda clase
de árbol”. (Estamos aprendiendo a comprender el significado del
libro, y deliberadamente estoy repitiendo para consolidar en tu
memoria la terminología que pronto te permitirá ver el significado
interno de todas las palabras y frases corporales.)
Entonces, ¿cuál es el significado de “el Árbol de la Vida también
en medio del jardín y el Árbol del Conocimiento del Bien y del
Mal”? El “Árbol de la Vida” es la parte superior de tu alma, la
cualidad de otorgamiento que te diseña. Es la cualidad interior que
está cerca del Creador, razón por la cual está escrito “en medio del
jardín”, en el centro de todas tus cualidades. El “Árbol del Conoci-

59
Los secretos deL Libro eterno

miento del bien y del mal” es la parte inferior de tu alma, la cualidad


de la recepción, tu componente egoísta.
Aquí es donde entra en juego la cuestión del bien y del
mal. Depende de cómo usas tu ego; a esto se le llama “intención”. ¿Su
propósito será satisfacerte a ti mismo o a los demás? ¿Destrucción o
creación? Vamos a ver qué sucede después.
“Y salió un río del Edén para regar el jardín” ¿Qué es este río
que fluye del Edén para regar el jardín? El “río” es la Luz Superior,
alimentando tu cualidad de otorgamiento desde tu interior,
transmitiendo la confianza de que puedes existir sin desear nada
para ti mismo. ¿Cómo puedes afirmar que no quieres nada para ti
mismo? Tú puedes, si tienes la oportunidad de poseerlo todo. Esta
es la sensación de seguridad y serenidad que es proporcionada por
el río (Luz Superior) que lo riega todo. Alimento que permite que
todas las cosas den frutos.
Y Dios tomó al hombre y lo puso en el Jardín del Edén para
que lo cultive y lo cuide. “Y ordenó Dios al hombre, diciendo: ‘de
todo árbol del jardín puedes comer libremente; pero del árbol del
conocimiento del bien y del mal, no comerás; porque el día que
comas de él, ciertamente morirás’”.
Actualmente existes en un estado exaltado, ya que finalmente
haz alcanzado al “humano” en ti. Él es Adam (ya mencionamos
que Adam en hebreo se deriva de la palabra Domé (similar), lo que
significa que se asemeja al Creador).Todos tus deseos en esta etapa
están en la euforia de alcanzar el mundo espiritual. Te sientes bien
en esta Luz y deseas continuar viviendo y respirando sólo de esta
manera. Este es el significado de “y Dios tomó al hombre y lo puso
en el jardín del Edén para que lo cultive y lo cuide”.
En este momento, es como si olvidaras de que en tu interior
acecha el ego, que estás rodeado por deseos egoístas y deseos
terrenales de dinero, fama, poder y conocimiento. Es como si le
dijeras al Creador, “no necesito nada de esto; estoy feliz de estar
simplemente en Tu Luz”.
De repente oyes la advertencia, “de todo árbol del jardín puedes

60
Capítulo 1: En El prinCipio (GénEsis, BErEshit)

comer libremente; pero del árbol del conocimiento del bien y


del mal, no comerás; porque el día que comas de él, ciertamente
morirás”.
En la actualidad existes en este “jardín” junto con tus cualidades
de otorgamiento. Nunca “te harán daño” porque están dirigidas a
otorgar a los demás. Por lo tanto, “de todo árbol del jardín puedes
comer libremente”.
Sin embargo, si utilizas tus cualidades egoístas, “...pero del
árbol del conocimiento del bien y del mal, no deberás comer”, la
Luz desaparecerá al instante y te encontraras desconectado de el
Creador, la Ley Universal de la Vida, del otorgamiento. Éste es
precisamente el estado llamado muerte: “...porque el día en que
comas de él, ciertamente morirás”. Conectarse con el Creador es la
vida; desconectarse de Él es la muerte.
Esto debe entenderse como se explica a continuación: cuando un
“humano” nace dentro de ti, no debes excitar toda la amplitud de
su ego. Puesto que aún no puedes corregirlo, no debes usarlo. Es
decir, el “humano en ti” no debe comer del árbol del conocimiento
del bien y del mal, ya que te haría daño. Aunque los frutos pueden
parecer grandes, maduros y sabrosos, son venenosos.
Así vive el “humano en ti”, el deseo “humano” o “Adán” en ti,
regocijándose en su felicidad. El ego aún no se ha manifestado en
él de ninguna forma.
Está en el jardín del Edén, en medio de los placeres permitidos,
revelando en su serenidad y cercanía al Creador.
Pero esto es sólo de momento. En la Cabalá, el estado en el
que no se utilizan los deseos egoístas se llama Katnut (infancia o
pequeñez). Es cuando los niegas conscientemente, sabiendo que
eres demasiado débil y no serías capaz de abstenerte de tomarlos
para ti mismo. El estado de Katnut se describe como poner una
“pantalla” sobre los deseos egoístas.
Es como si te dijeras a ti mismo, “¡No, no recibiré! No seré capaz
de resistir y en cambio tomaré para mí mismo, y todo caerá dentro
de mi egoísmo. Pero yo quiero aprender a otorgar, como Tú. ¿Qué

61
Los secretos deL Libro eterno

puedo hacer? Tengo sólo una opción: no recibiré nada. No quiero


tomar por mí mismo. ¡No quiero nada! Y de ese modo estoy
construyendo una pantalla encima de todo”.
Otra vez, una pantalla representa la fuerza de resistencia contra
el ego. Por supuesto, funciona solamente mientras podamos
seguir resistiendo, hasta que llegue un placer que no podamos
resistir. Entonces nuestra resistencia se quiebra y recibimos — y la
pantalla se rompe y nos hundimos en el ego una vez más.
Aún no ha llegado nuestro tiempo. Sólo se está preparando para
llegar...

LA ESPOSA DEL HOMBRE


“Y Dios dijo: ‘no es bueno que el hombre esté solo; Yo le haré
una ayuda en su contra’”.
De hecho, no es bueno para el hombre, que fue creado a imagen
y semejanza de Dios, que tenga sólo el poder del Creador, y nada
del hombre mismo (es decir, su naturaleza egoísta). “No es bueno
que el hombre esté solo”. Es decir, no es bueno que esté sofocado
por la luz y no tenga libre albedrío. Poco a poco, su naturaleza debe
ser despertada, revelar su ego en la medida en que lo pueda contro-
lar. Por lo tanto, su ego permanecería “detrás de él”. Es decir, el ego
podría utilizarse, pero quedaría bajo su control.
La “mujer en nosotros” es la personificación de este ego contro-
lado.
“Y Dios causó un profundo sueño que dejo caer sobre el hombre
(Adán) y él durmió; y tomó una de sus costillas y cerró el lugar con
su misma carne. Y de la costilla que Dios tomó del hombre, hizo
una mujer y la trajo hacia el hombre. Y el hombre dijo: ‘esto es
ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; se llamará Mujer
porque del Hombre fue tomada’”.
“Sueño” es un estado espiritual, como si el hombre muriera,
cuando todos los tipos de luz lo abandonaran. En este estado no

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Capítulo 1: En El prinCipio (GénEsis, BErEshit)

controlado, una fuerza que no quiso usar antes, despierta en él. El


hombre no quiso activar su ego.
¿Por qué sucede esto? Él reside en el jardín del Edén del Creador
y está completamente bajo el control de la Luz. El hombre existe
en una especie de estado narcotizado, pero en última instancia debe
volverse libre, ya que el objetivo del Creador fue hacer una criatura
igual a Él, en lugar de un esclavo a la Luz. Se deduce que tarde o
temprano, el hombre debe comenzar activar su ego y corregirlo.
Cuando la luz “sale de él”, cuando el “Adán” en él cae adormeci-
do, se puede realizar una “operación”: “tomó una de sus costillas y
cerró el lugar con su misma carne. Y de la costilla que Dios tomó
del hombre, hizo una mujer y la trajo hacia el hombre”.
Naturalmente, esto no se refiere al cuerpo físico de Adán. Espero
que tú, lector, te hayas acostumbrado al hecho de que estamos
mirando más allá de las imágenes materiales de estas palabras, en
dirección a su verdadero significado espiritual. Siempre estamos
hablando de deseos, ¡y nada más!
Una costilla es un “lugar” en el pecho, en donde nuestro deseo
altruista se conecta con el deseo egoísta.
En cada uno de nuestros deseos hay un “lugar” vulnerable pero
absolutamente esencial. Este es el momento de la duda y la lucha,
cuando surge la tentación de tomar para sí mismo, aun cuando ya
hayamos decidido “iniciar una nueva vida”, y estar exclusivamente
en otorgamiento. Este es el material del cual está hecha “tu mujer
interior”, y existe en cada uno de nosotros.
Este material es esa misma cualidad común que existe entre el
deseo de otorgar y el deseo de recibir.
Te puedes preguntar, “¿Qué pueden tener en común?” El deseo
masculino dentro de ti se esfuerza por recibir el placer espiritual a
través del otorgamiento a los demás, al Creador. Espera el momento
en que el hombre declara, “Tomaré solamente lo esencial para mí y
con alegría otorgaré todo lo demás al Creador”.
El deseo femenino dentro de ti se esfuerza para recibir el placer

63
Los secretos deL Libro eterno

espiritual; pero para su propio deleite, dándose cuenta que este


placer es lo más grande en la existencia.
Este punto común se llama “recepción de placer”, y la única
diferencia es a quien estás gratificando con esta acción: a ti o a los
demás.
Si el deseo de recibir placer espiritual para sí mismo (deseo
femenino) no es controlado por el deseo masculino de otorgar,
entonces, esto se convierte en la muerte del hombre (en el sentido
espiritual).
Intenta entender que lo que ves y sientes es imaginario. De hecho,
aparte de ti, sólo existe el Creador. “Para beneficio del Creador” y
“para tu propio beneficio” son exactamente lo mismo. Hasta que
alcances el estado del final de la corrección, esta ilusión de que
existen otros persistirá. Pero entonces verás que no existe ningún
”otros”; solo existen “yo y el Creador”.
Pero si el deseo de otorgar (deseo masculino) se somete o sigue
el deseo de recibir para sí mismo (deseo femenino), significará
también la muerte para el hombre.
El avance puede ser infinito, dado que tu alma no tiene ninguna
limitación con respecto a tu capacidad para conectarte a través de
ella con otras almas. El alma es el enlace con otras almas. Uno
puede conectar a toda la humanidad con uno mismo — sentir,
pensar y comprender en su lugar. Sólo necesitas “salir” de ti mismo
y “entrar” en ellos.
Esta es la esencia del principio bíblico, “Amarás a tu prójimo
como a ti mismo”. ¿Cuál es nuestro verdadero egoísmo? Es cuando
te amas egoístamente a ti mismo, dispuesto a hacer caso omiso de
todo el mundo, sólo para tomar algo para ti mismo. Si puedes salir
de ti mismo y renunciar a todas tus posesiones, comenzarás a sentir
otras personas y serás eterno. Por lo tanto, no hay límite para tu
crecimiento espiritual; simplemente no nos enseñaron esta prácti-
ca. Todo el mundo puede actualizarse a sí mismo y convertirse en
semejante al Creador. Además, es obligación y responsabilidad de
todos conseguirlo.

64
Capítulo 1: En El prinCipio (GénEsis, BErEshit)

Explicaremos esta conexión de los principios masculinos y


femeninos en nuestros deseos más adelante, y clarificaremos la
necesidad de las proporciones. Entretanto, entendamos que su
verdadera coalición radica en la sumisión a la Luz, en la aspiración
a ella, pase lo que pase.
Para resumir, la manifestación de una cualidad egoísta en Adán,
que nunca antes había sentido, es el nacimiento de una “mujer”, la
forma externa adicional llamada “Eva”. Adán y Eva son la misma
carne, ya que crean entre ellos una combinación que tiene derecho
a existir independientemente. Se apoyan uno al otro, mientras que
antes (el deseo de otorgar y el deseo de recibir) estaban separados
entre sí.
“Por lo tanto un hombre dejará a su padre y su madre, y se unirá
a su esposa, y serán una sola carne”. Hasta ese momento, todos
nuestros deseos dependían de una sola necesidad: permanecer en
el Jardín del Edén, estar siempre en la Luz del Creador. Así es cómo
nos sentimos cuando estamos en un estado de ascenso, cuando sólo
pensamos en los placeres espirituales, mientras que todo lo demás
parece vacío y sin valor. Esto significa que estamos “en el Jardín del
Edén”, conectados a “nuestro padre y nuestra madre”.
Nosotros no bajamos nuestros ojos a la “tierra pecaminosa”,
pensando que nos hemos “ausentado” de ella y ahora solamen-
te estamos aspirando ascender. Pero no podemos escapar de la
tierra. Nuestra naturaleza es egoísta y debe corregirse. La conexión
a la tierra (deseo de recibir) es la “mujer” a la cual el “hombre”
se une, convirtiéndose en una sola carne con ella, lo que significa
formar sus propios deseos egoístas, pero sin revelarlos aún. Ni el
hombre ni la mujer se han descubierto a sí mismos: “Y estaban
ambos desnudos, el hombre y su esposa y no se avergonzaban”.
El término “desnudo” alude a la ausencia de “ropas” — es decir,
deseos egoístas que recubren al hombre, como ropa, ocultando su
verdadero anhelo primordial por el mundo espiritual.
Al ponerse estas “ropas” — más y más deseos egoístas nuevos — el
hombre se distancia del Creador, aunque la base espiritual siempre

65
Los secretos deL Libro eterno

permanece en él. Simplemente necesita comenzar a eliminar estas


capas y siempre esforzarse por alcanzar la raíz — el Creador que
nos creó. Esto es exactamente lo que estamos haciendo ahora.
Si estás pensando en una cosa y sólo una cosa — cómo igualarte
con el Creador —evocas de este modo una influencia sumamente
intensa de la Luz que purifica. Te estás “bañando” en pensamientos
auténticos, con un libro auténtico, leyéndolo del modo en que lo
hacen los cabalistas en los grados espirituales supremos. Es como
si tomaras una cuerda de salvamente que te arrojaron. ¡Ahora lo
importante es resistir!
“Desnudo” significa una ausencia completa de intenciones
egoístas. Por esta razón los cabalistas no estaban avergonzados de
sus deseos.
Asimismo, los animales no necesitan ocultar sus acciones; están
impulsados por instintos, no por deseos egoístas. El hombre es
la única criatura que puede ruborizarse con vergüenza o necesita
“cubrir” sus intenciones, dado que es completamente egoísta.
Pero en este momento, al principio del camino, los separados
Adán y Eva (nuestros deseos) están desnudos y descubiertos. No
tienen nada de qué avergonzarse porque llevan una existencia
“bestial”, dirigidos por los instintos. Esto es lo que se llama vivir
por los instintos en nuestro mundo.
Ellos están desnudos y sin vergüenza, ya que la vergüenza es el
descubrimiento de nuestra disparidad con el Creador, de la que
Adán y Eva todavía tienen que darse cuenta.

LA SERPIENTE APARECE
“Ahora la serpiente era más sutil que cualquier otra bestia del campo
que Dios haya hecho. Y le dijo a la mujer: ‘en realidad, Dios ha
dicho, ‘no comáis de ningún árbol del jardín’’. Y la mujer dijo a la
serpiente: ‘de la fruta de los árboles del jardín podemos comer; pero
del fruto del árbol que está en medio del jardín, Dios ha dicho:

66
Capítulo 1: En El prinCipio (GénEsis, BErEshit)

‘vosotros no comeréis de él, ni lo tocaréis, para que no muráis’’. Y


la serpiente dijo a la mujer: ‘seguramente no moriréis; porque Dios
sabe que el día que lo comáis, vuestros ojos se abrirán, y seréis
como Dios, conociendo el bien y el mal’”.
¿Qué pasó aquí exactamente? Confío en que tú, lector, estés
empezando a “palpar” tus pensamientos y deseos, y percibas esta
historia de forma diferente leyéndola con tu visión interna.
Claramente, la “serpiente” es tu deseo egoísta, tu naturaleza. (La
“serpiente” es la cuarta y última fase del ego). Más adelante hablare-
mos de cómo aún no podemos trabajar con la serpiente hasta que
seamos lo suficientemente fuertes para superar esta fase final del
ego, llamada Lev HaEven (el corazón de piedra). Es por una buena
razón que se llama “de piedra”. Sólo el Creador puede doblegarlo,
y eso es lo que sucede una vez que completamos nuestra correc-
ción. El proceso es finalizado por el Creador.
Puedes preguntarte cómo es que la serpiente terminó en el jardín
del Edén. Bueno, si nadie está utilizando la serpiente para propósi-
tos malvados, ella existe en el mismo nivel que todo lo demás que
el Creador ha hecho, en su verdadera forma primordial como
creación de Dios. Si ella no usa sus deseos con el fin de recibir, su
egoísmo no es revelado, y en tal estado puede estar dondequiera
que lo desee.
Tendrías razón en preguntar, “¿Cuál es la razón por la que la
serpiente (nuestro ego) se reveló?” ¿Por qué no continuó vivien-
do sencillamente en el Jardín del Edén, sin conducir al hombre al
pecado?
La respuesta es que el hombre entonces permanecería en el nivel
de un ángel, “estéril”, ¡mientras que su meta es convertirse en
humano! Por esta razón la serpiente (ego) se revela. Es precisamen-
te lo que el hombre necesita para ascender desde el nivel del Jardín
del Edén hasta el nivel del Creador, y por su propia voluntad.
¿Por qué, entonces, la serpiente sigue adelante con Eva? Eva es
ese ego oculto que ya existe en Adán (el deseo de otorgar). Eva es el
puente que vincula a Adán con el poderoso ego real (la naturaleza

67
Los secretos deL Libro eterno

del hombre, como ego sólo puede conectarse a través del ego). Así
que cuando llega el momento de realizar esta conexión, la serpien-
te aparece ante Eva: “Y dijo a la mujer: ‘de hecho, Dios ha dicho,
‘no comáis de todo árbol del jardín’”.
Puesto que Eva es la parte egoísta de Adán (la cualidad del otorga-
miento), ella resiste a la serpiente porque desea mantener a Adán
puro, un ángel, así ella puede quedarse con él en el Jardín.
“Y la mujer dijo a la serpiente: ‘de la fruta de los árboles del jardín
podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del
jardín, Dios ha dicho: ‘ustedes no comeréis de él, ni lo tocaréis,
para que no muráis’”.
Sin embargo, según el plan del Creador, Adán debe llegar a
ser verdaderamente humano, y crecer desde el estado de Katnut
(infancia, pequeñez), donde se encuentra, hasta el estado de Gadlut
(adultez, grandeza). Esto lo logrará finalmente después que su ego
se evidencie en toda su magnitud, pero usándolo exclusivamente
para beneficiar a otros, para el Creador. Por esta razón, el verdade-
ro ego insiste: “Y la serpiente dijo a la mujer: ‘seguramente no
moriréis; porque Dios sabe que el día que lo comáis, vuestros ojos
se abrirán y seréis como Dios, conociendo el bien y el mal’”.
En otras palabras, nuestra “serpiente” insiste en que se trata de la
única forma de realizar un verdadero acto de otorgamiento hacia el
Creador. Es decir, llevar a cabo un verdadero acto de otorgamiento
hacia el Creador implica juntar todo el egoísmo y alcanzar la meta
de la Creación, es decir la equivalencia con el Creador, todo de
una sola vez. (La serpiente no miente. Estaba hablando desde la
meta final, cuando suceda de una manera u otra. Ella tenía sólo las
mejores intenciones).
“Eva” en el hombre piensa que realmente él será capaz de lidiar
con su ego. Se siente confiada y no duda ni por un segundo que no
dará un paso en falso fuera del camino espiritual.
Esto es lo que siente cada principiante. ¿Recuerdas cuando
descubriste por primera vez las verdades espirituales? En ese
momento estabas absolutamente seguro que desde ese momento

68
Capítulo 1: En El prinCipio (GénEsis, BErEshit)

en adelante sólo aspirarías hacia el mundo espiritual, y que jamás


volverías a los primitivos deseos corporales. Pensaste que serías
capaz de “explicarle” a tu ego todas las ventajas del camino espiri-
tual.
Entonces, de repente, te viste agobiado por problemas tangibles,
como una oportunidad para hacer mucho dinero o una promoción
en tu carrera que requería doce horas diarias de trabajo. Estos
beneficios materiales que dieron un resultado momentáneo, pero
muy tangible, como dinero, respeto y posibilidades de crecimien-
to adicional, y hasta olvidaste que sólo ayer te sentías como si el
Creador pudiera revelarse a ti en cualquier momento para colocar-
te en Su “Jardín del Edén”. Tú olvidaste todo esto y volviste a caer
en tus deseos corporales. Pero el registro de ese dichoso sentimien-
to de alturas espirituales que experimentaste permanece en ti, y
esto es más importante que cualquier otra cosa.
De eso es lo que trata el capítulo actual del Pentateuco. Describe
lo que sucede cuando la Eva (el deseo egoísta que no está conecta-
do a lo espiritual, a Adán) une fuerzas con la serpiente (el egoísmo
primordial, terrenal), y presta atención a sus palabras: “Y cuando la
mujer vio que el árbol era bueno para comer y que era un deleite
para los ojos, y que el árbol era excelente para alcanzar el conoci-
miento...”
En otras palabras, pensaste que esta acción te llevaría a la meta,
que era “bueno para comer”, como dijo la serpiente.
Es decir, cuando el deseo egoísta más fuerte entra a ti — tu Adán,
tú más ardiente deseo de alcanzar el estado espiritual — provoca la
“ruptura de tu Adán”, el deseo espiritual puro, y esta es “la caída del
hombre” (Adán).
“...ella tomó de su fruto y comió, y también le dio a su marido que
estaba con ella y él comió”. Estabas seguro que prevalecerías, que
lo hacías en aras de avanzar espiritualmente. Ésta era tu intención
sincera. El Adán en ti “comió”, significa que se vinculó al egoísmo
que nunca antes utilizó. Naturalmente, él no prevaleció; empezó
a utilizar el placer para sí mismo. “los ojos de ambos se abrieron y

69
Los secretos deL Libro eterno

supieron que estaban desnudos”.


De hecho, descubrieron la Luz del Amor, la Luz del Creador que
los envolvía todo el tiempo. “Y los ojos de ambos se abrieron”, pero
luego también se vieron uno al otro en esa luz y se dieron cuenta
que eran absolutamente opuestos a Él. La Luz (Creador) es puro,
absoluto otorgamiento, mientras que ellos son completamente
egoístas (“y supieron que estaban desnudos”).
Ellos entendieron que eran egoístas y no podían ser como Él,
habían sentido, por un lado, su corrupción, su disparidad con el
Creador, y por el otro su individualidad, singularidad y capacidad
para lograr la corrección. Se podría decir que esta fue la primera
manifestación del “Yo” del “hombre”. Hasta ese momento, existía
en la Luz general, completamente devoto al Creador, cuando de
repente sus “ojos se abrieron”: Aquí está mí “yo”, aquí está mi
ego. ¡Si sólo supiera la total amplitud de los ascensos y descensos
que este gran descubrimiento traería a cada individuo y a toda la
humanidad en el futuro!

EL EXILIO
Lo que sigue es sólo el exilio y nada más, todo el camino descen-
dente hasta nuestro mundo. “Con el sudor de tu frente comerás
tu pan, hasta que regreses a la tierra, porque de ella fuiste sacado.
Porque eres polvo y en polvo te convertirás”.
¿Cuál fue el motivo para el exilio? ¿Por qué el Creador concibió y
ejecutó esta “operación” de romper un exaltado deseo espiritual en
muchos pedazos, que cayeron en nuestro mundo y se revistieron
en cuerpos? Olvidaron todo sobre el cuento de hadas del jardín y
no perciben mundo espiritual alguno. No sienten ninguna influen-
cia de la Luz espiritual, sino que están ocupados con ellos mismos,
atendiendo sus mezquinos deseos corporales, enfrentando sus egos
en guerras, discordia y odio. De hecho, ¿cuál fue el motivo para
romper esta gran alma unificada de Adán?

70
Capítulo 1: En El prinCipio (GénEsis, BErEshit)

La ruptura permitió que sucediera la cosa más importante: las


chispas de otorgamiento, los deseos altruistas del Hombre (Adán)
cayeron en el reino del egoísmo y lo saturaron con el “espíritu del
otorgamiento”. Se realizó una “grabación” en nuestro egoísmo, de
que existe algo tan grande como una conexión espiritual con el
Creador, que es una increíble alegría difícil de expresar en palabras.
Es precisamente este sentimiento el que entrará en juego más
tarde. Permanecerá latente en nuestros egos, esperando una oportu-
nidad, que sin duda llegará, porque todo se desarrolla exclusi-
vamente por los designios del Creador. Luego, estas chispas de
experiencia espiritual, latentes y esperando su momento, ilumina-
rán el reino del egoísmo y aparecerá un camino en la oscuridad
total. Como un hombre vidente guiando a un ciego por un camino,
así estas chispas conducirán los deseos egoístas hacia la Luz, hacia
la corrección.
Ha llegado ese momento. La humanidad entiende que ha llegado
a un callejón sin salida, que no puede progresar hacia una vida
buena. Ya sentimos los daños inherentes al egoísmo y lo culpamos
de todos los pecados mortales: “...porque eres polvo y en polvo
te convertirás”. Lo percibimos como el polvo del que nada crece
excepto la guerra, la depresión, el terrorismo y una cadena intermi-
nable de sufrimiento. Esta sensación significa que el Creador nos
está llamando hacia Él. Su Luz “brilla” sobre nosotros, y nos vemos
como somos realmente — una visión tan pavorosa que comenza-
mos a buscar una manera de salir de nosotros mismos. Esto se
llama “una plegaria”.
Es precisamente en esta situación que las chispas del alma del
primer hombre despiertan en nosotros. Ellas existen en cada uno
de nosotros. Pronto las sentiremos a todas y nos daremos cuenta
que somos parte de un alma, un organismo y desearemos regresar a
“Casa”, viviendo en unidad con todas las otras almas, sin las cuales
no sobreviviremos.
“Y Dios lo echó del jardín del Edén, para que labrara la tierra de la
cual fue tomado. Expulsó, pues, al hombre; y al oriente del Jardín
del Edén puso querubines, y una espada encendida que giraba en

71
Los secretos deL Libro eterno

todas direcciones, para guardar el camino del árbol de la vida”.


Entonces, este es el plan del Creador. Obviamente, el acto de
la ruptura estaba predeterminado. De lo contrario, el “reino de
las tinieblas” reinaría por siempre dentro de nosotros, y nunca
nos despertaríamos para sentir el mundo espiritual, dado que nos
arrastramos en el suelo e ingerimos polvo como las serpientes. (Por
cierto, esta es exactamente la razón por la que nuestro egoísmo
primordial no corregido se llama ”serpiente”, porque nuestro deseo
de recibir se arrastra por el suelo.)
La serpiente no puede elevarse por encima de este deseo (no tiene
brazos ni piernas; está atada a la tierra y maldecida por el Creador,
lo que significa que es opuesta a Él, y todo esto le trae al hombre
sólo sufrimiento).
“Por cuanto has hecho esto, maldita serás más que todos los
animales, y más que todas las bestias del campo; sobre tu vientre
andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida”. Esta es la forma
en que percibimos nuestro egoísmo.
Por supuesto, no hay maldición alguna del lado del Creador. Él
nunca cambia; Él es el bien absoluto y siempre permanece igual
— en total otorgamiento. Sólo nosotros cambiamos. Hoy más que
nunca, nosotros reconocemos que nuestra naturaleza es opuesta
a la del Creador y que el egoísmo nos ha llevado a un callejón sin
salida.
De hecho, es el Creador quien nos ha llevado a este estado de
inutilidad, porque no existe ninguna otra fuerza en el mundo —
ni diablos, ni demonios, ni brujas — solo existe el Creador. Para
impulsarnos a ascender independientemente hacia Su nivel, Él nos
ha colocado en esta situación.
Además, en nuestro camino de regreso hacia Él, nosotros necesi-
taremos someternos a pruebas: “Puso querubines y una espada
encendida que giraba en todas direcciones, para guardar el camino
del árbol de la vida”. Estas pruebas están preparadas para nuestro
beneficio, ya que mediante la superación de ellas formamos un
solo deseo — regresar a nuestro estado anterior por nuestra propia

72
Capítulo 1: En El prinCipio (GénEsis, BErEshit)

voluntad y vivir de acuerdo a la ley de unidad y amor. Sólo entonces


los ángeles con espadas nos permitirán entrar al jardín y no necesi-
taremos regresar al sufrimiento de este mundo. En cambio alcanza-
remos los secretos del Creador en placer infinito.
Ahora hagamos una breve pausa para aclarar el texto y tratar de
entender todo el cuadro. Esto va a simplificar nuestro viaje hacia
adelante.

SOBRE EL LIBRE ALBEDRÍO


De lo anterior hemos aprendido que uno aprende gradual-
mente a sentir este mundo y el Mundo Superior, y al mismo
tiempo la interacción entre ambos. La información desciende
desde el Mundo Superior hacia el nuestro y se manifiesta como
materia. Nosotros vemos objetos físicos, plantas, animales, pájaros,
insectos y gente. Pero si poseemos una visión espiritual adicional
a la corporal, también podemos sentir las fuerzas que gobiernan la
materia.
Es precisamente esta percepción de la realidad la que todo el
mundo debe alcanzar: sentir al Creador detrás de todo lo que existe
y sucede. No hace falta creerlo ciegamente, sino verlo y sentirlo
realmente. Esto es lo que nos enseña el libro.
Nuestra reacción a las fuerzas que descienden desde arriba como
información, ascienden al Mundo Superior, donde se decide
nuestro futuro, tanto si se materializa en un resultado bueno o
malo.
Al estar en el más alto grado espiritual, el Creador creó a la criatu-
ra de la cualidad del egoísmo, que es opuesto a Él. Él llenó la criatu-
ra con la Luz y luego la vacío, reduciéndola de este modo al estado
llamado “nuestro mundo”.
En cambio, la criatura asciende de vuelta a lo largo de los grados
espirituales, mereciendo por esta razón placeres mucho mayores
que los que tenía antes de su descenso a este mundo.

73
Los secretos deL Libro eterno

Surge una pregunta: para alcanzar la equivalencia con su Hacedor,


¿por qué la criatura necesitaba experimentar los peores estados
posibles? ¿No pudo ser evitado?
El hecho es que la criatura debe tener la fuerza y la libertad de
actuar libremente entre dos cualidades opuestas: su propio ego y el
Creador, a elegir libremente su propio camino y seguirlo indepen-
dientemente.
Brindar al hombre estas opciones significa que el Creador debe
a) distanciar completamente a la criatura de Él, b) dar a la criatura
la capacidad de desarrollarse y alcanzar el universo, y c) permitir la
libertad de elección a la criatura.
El Creador le proporciona gradualmente a la criatura estas
condiciones. La criatura que siente al Creador, y por lo tanto está
llena con la Luz, no es autónoma. Por el contrario, es completa-
mente controlada por la Luz, que dicta sus propias condiciones y le
imparte sus cualidades.
Para crear una criatura totalmente autónoma e independiente, el
Creador debe distanciarse Él mismo totalmente. En otras palabras,
liberándose de la Luz, la criatura alcanza la independencia en
sus acciones. El acto por medio del cual se extrae la Luz se llama
Tzimtzum (restricción).
Imagina tener una herramienta defectuosa que necesitas para
trabajar. Naturalmente, lo primero que debes hacer es arreglarla y
hacerla útil antes que puedas utilizarla.
Esto es exactamente de lo que la Biblia habla desde sus primeras
páginas: cómo reparar esta herramienta inservible — nuestra
alma — y regresar al Creador como resultado. Como un manual
de instrucciones explica cómo uno puede ascender al estado más
paradisíaco y perfecto, mientras sigue viviendo en este mundo.
Como ya se mencionó, durante la corrección, uno existe entre
dos mundos: el Superior y el inferior. En el proceso de corrección
el alma adquiere las habilidades, el conocimiento y la experiencia
necesarios para la corrección. Hay que resaltar que uno desarrolla
nuevas sensaciones, nuevas cualidades espirituales. Por lo tanto, al

74
Capítulo 1: En El prinCipio (GénEsis, BErEshit)

alcanzar la corrección completa del alma, uno adquiere las cualida-


des que le permiten la existencia en todos los Mundos Superiores
— en eternidad, serenidad y perfección. Así es cómo llegamos al
final de la corrección.
Este estado no está descrito en ningún lado por la simple razón
que no puede ser expresado con palabras. Sólo aquellos que pasan
por todos los estados preliminares y llegan al final de la correc-
ción lo alcanzan. Más allá del final de la corrección se encuentran
territorios inexplorados que contienen los llamados “secretos de la
Torá” (Maasé Merkavá y Maasé Berishit).
Existen sólo indicios aislados de esto en El Libro del Zohar y en
otros textos cabalísticos. Sin embargo, esas esferas espirituales no se
pueden describir porque nuestra lengua, nuestras letras y nuestras
nociones, todas son tomadas del mundo de la corrección.
Nosotros no podemos percibir lo que existe por encima del
sistema de la corrección. Por lo tanto, no podemos expresarlos en
nuestro lenguaje humano, que está limitado por nuestras coorde-
nadas, nociones y percepciones.
Por esta razón el mayor Cabalista de la edad moderna, Baal
HaSulam, imploró al Creador para que le permita descender del
mundo de las percepciones verdaderas a un grado inferior, para
poder comunicar el camino a la dimensión espiritual usando letras,
palabras y emociones terrenales. Cuando su petición fue concedi-
da, escribió las principales obras Cabalísticas para nuestra genera-
ción, las cuales podemos utilizar para entrar en el reino espiri-
tual. Sus obras son como un mapa sin el cual seguramente perderías
tu camino dentro del laberinto de la vida corporal, perderías la
esperanza, te desalentarías y te pasarías de largo sin aprender nunca
el verdadero propósito de tu existencia. Como un padre respon-
diendo ante el sufrimiento de sus hijos, Baal HaSulam nos recoge
y nos lleva hacia la Luz.
Al igual que uno no puede existir en nuestro mundo sin compren-
derlo, el alma no puede existir en el mundo espiritual, después de
que el cuerpo muere, sin adquirir conocimiento sobre el mismo de

75
Los secretos deL Libro eterno

antemano. Por lo tanto, todos los logros en la ciencia de la Cabalá


nos garantizan no sólo una existencia cómoda en este mundo, sino
también la oportunidad de existir en el mundo venidero.

REGRESO A ADÁN
Ahora volvamos al primer hombre, Adán, ese deseo que sentimos
dentro. Cuando el Creador lo exilió del Jardín del Edén, el “humano
en nosotros” (Adán) dejó de ser un niño y comenzó a madurar.
El proceso de maduración es un período en el que sabemos que
debemos corregir nuestro egoísmo, dado que no podemos vivir
con él o simplemente suprimirlo.
No hay ninguna corrección inmediata, como sugiere la “serpien-
te”. En cambio, el hombre debe descender hasta el fondo, hasta
que sienta toda la extensión de su ego y ruega por ayuda al Creador,
dándose cuenta que es incapaz de lidiar con el ego por sí mismo.
“Y el hombre conoció a Eva, su mujer, y ella concibió y dio a luz a
Caín, y dijo: ‘He adquirido varón con la ayuda del Señor. Después
dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas y Caín fue
labrador de la tierra”.
Este es el comienzo del descenso. Vemos cómo un gran deseo
egoísta, al que el hombre no se podía enfrentar, comenzó a dividir-
se en trozos. (Hay un rompimiento por el cual las chispas se
esparcieron en nuestro mundo, donde recibieron cáscaras egoístas
— cuerpos. Reitero que aquí estamos hablando exclusivamente de
nuestro trabajo con los deseos egoístas y no sobre personas concre-
tas.)
“Y el hombre conoció a Eva, su mujer”. Esto significa que los
deseos egoístas y altruistas se fusionaron en el hombre. El resultado
fue una fusión o “dar a luz” dos deseos: Caín y Abel.
Un deseo, Abel, gravita hacia el otorgamiento, hacia el
Creador. Por esta razón está escrito que no labra la tierra, sino
que “pastorea las ovejas”. Puede ser el “guía” y liderar el camino a

76
Capítulo 1: En El prinCipio (GénEsis, BErEshit)

pastos fértiles. ¿A quién lleva allá? A los deseos egoístas del hombre,
los que están dispuestos a seguirlo, adelantándose a los placeres
futuros. Son precisamente estos deseos los llamados “ovejas”.
El deseo llamado “Abel” también se llama la “línea derecha”. La
línea derecha es un deseo altruista, una aspiración por el Creador
sin rastro de egoísmo. Este deseo es enviado a nosotros desde
arriba, como una mano extendida o como una escalera con la cual
podemos subir hacia la meta.
El deseo llamado a “Caín” es la línea izquierda. Es exactamente
lo contrario: un deseo egoísta y una aspiración a utilizar el vínculo
con el Creador para su propia satisfacción.
En la historia de Caín y Abel, el distanciamiento del Creador
aún no es completo. Es decir, no hay ninguna situación, como
en nuestro mundo, donde el Creador está absolutamente oculto,
donde la mente sostiene que es una farsa y que el hombre debería
vivir sólo para sí mismo.
Aquí tenemos una imagen diferente. Estamos en un diálogo con
el Creador: Él se siente y el mundo espiritual está cerca, pero los
deseos son diferentes.
Abel tiene deseos puros, el deseo de otorgar, de recibir placer para
deleitar al Creador. Parecería que Caín también tiene el deseo de
otorgar, pero en su caso se esfuerza por ganar el favor del Creador,
merecer Su atención, para adquirir el mundo espiritual. Quiere
recibir toda la Luz y el placer infinito que contiene, pero sólo para
sí mismo.
Caín representa la línea izquierda, “labra la tierra”. Esto signifi-
ca que nuestro deseo llamado Caín siempre está trabajando con el
ego. Si Caín no domina el ego, el ego domina a Caín. A esto se refiere
el siguiente pasaje: “Y aconteció que al transcurrir el tiempo, Caín
trajo al Señor una ofrenda del fruto de la tierra. También Abel, por
su parte, trajo de los primogénitos de sus ovejas y de la grosura de
los mismos. Y el Señor miró con agrado a Abel y a su ofrenda, pero
a Caín y su ofrenda no miró con agrado. Y Caín se enojó mucho y
su semblante se demudó. Entonces el Señor dijo a Caín: ‘¿Por qué

77
Los secretos deL Libro eterno

estás enojado y por qué se ha demudado tu semblante? Si haces


bien, ¿no serás aceptado? Y si no haces bien, el pecado yace a la
puerta y te codicia, pero tú debes dominarlo.’”
“...pero tú debes dominarlo”, tal es la llamada de la Naturale-
za. Debes trabajar sobre tus deseos egoístas, en lugar de suprimirlos
o intentar eliminarlos, porque no recibir no es una opción para
ti. Así es cómo fuiste creado. Se requiere que asciendas por encima
de ellos, los utilices, que domines tus deseos egoístas, es decir,
recibir placer para deleitar al Creador.
Ése es el estado al que el hombre debe llegar finalmente. Ahí
radica el propósito de la creación del hombre. De lo contrario, su
ego gobernará sobre él, y el resultado de su reinado serán todas las
cosas que afligen hoy a la humanidad: guerra, muerte y tragedias.
Eso es en lo que sucedió con Caín.
“Y Caín dijo a su hermano Abel: ‘vayamos al campo’. Y aconte-
ció que cuando estaban en el campo, Caín se levantó contra su
hermano Abel y lo mató.
¿Qué significa el fratricidio aquí? Esto significa que la línea
izquierda suprime a la derecha. En otras palabras, la línea egoísta
afirma lo siguiente, “Yo soy lo único que es útil por aquí; yo actúo,
cosecho, cultivo la tierra y debería ser recompensado por todo
esto”.
Tiene sentido, ¿verdad? Seguro, pero este enfoque racional que
“mata” a la línea derecha, que afirma que el único camino es el
otorgamiento puro y la equivalencia absoluta con el Creador. Aquí,
el único estado permisible es deleitarlo a Él sin ninguna preocupa-
ción de recompensa.
¿Cuál es el veredicto del Creador?
“Cuando cultives el suelo, no te dará más su vigor; vagabundo y
errante serás en la tierra”.
La fuerza de la tierra, el deseo, radica precisamente en la combina-
ción de la línea derecha e izquierda, en la búsqueda de “el justo
medio”, donde el hombre se deleitará en la recepción solamente

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Capítulo 1: En El prinCipio (GénEsis, BErEshit)

para otorgar a los demás. Esta es la única manera que podemos


permanecer en la dicha infinita.
Pero si esta combinación no ocurre, es decir, si “Abel es asesina-
do”, la tierra no puede producir, sino que en realidad la consume,
ya que todos los esfuerzos que haces se convierten en trabajo para
tu propio ego, la línea izquierda, Caín. El ego nunca puede ser
saciado. Por esta razón está escrito: “vagabundo y errante serás en
la tierra” es decir, estarás tratando de encontrar la felicidad en vano.
“He aquí, me has arrojado hoy de la faz de la tierra, y de tu
presencia me esconderé, y seré vagabundo y errante en la tierra; y
sucederá que cualquiera que me halle me matará”.
Como ya se mencionó, matar o suprimir el ego es imposible. Vive
por siempre, creciendo, pasando de generación en generación, y
perdiendo contacto con el Creador todo el tiempo.
Por lo tanto está escrito: “Entonces el Señor le dijo: No será
así; pues cualquiera que mate a Caín, siete veces sufrirá venganza.
Y puso el Señor una señal sobre Caín, para que cualquiera que lo
hallase no lo matara”.
Este momento marca el comienzo de la historia de la humani-
dad, el proceso en el cual tu alma desciende desde el Creador hasta
nuestro mundo. El alma misma no cambia durante todo el proceso,
sino simplemente se pone vestimentas egoístas que ocultan, que
amortiguan su voz, su el vínculo eterno con el Creador. Así sucede
la transformación desde el corazón individual, unificado de Adán,
en innumerables puntos de infinidad de personas.
El Creador siempre permanece conectado al alma, en la parte
que llamamos el “punto en el corazón”. Por esta razón, en última
instancia, llega un momento en que “escuchas” Su voz una vez
más, sintiendo una débil luminiscencia estallando a través de los
filtros y barreras. Es cuando empiezas a aspirar regresar al mundo
espiritual, al Creador, anhelando el Jardín del Edén.
“Y conoció Caín a su mujer, y ella concibió y dio a luz a Enoc; y
edificó una ciudad y la llamó Enoc, como el nombre de su hijo. A
Enoc le nació Irad, Irad engendró a Mehujael, Mehujael engendró

79
Los secretos deL Libro eterno

a Metusael, y Metusael engendró a Lamec”.


Y así sucesivamente... La humanidad empezó a procrear, su
número fue creciendo, pero ya sabes que todas estas “personas”
son realmente tus deseos egoístas. Tu misión es corregirlos, con lo
cual volverás a ser un alma una vez más, la de Adán, uniéndote con
ella en un todo único.
Entonces, ¿por qué se rompió el gran deseo egoísta (la serpiente y
Caín) en innumerables pequeños deseos egoístas? Sucedió porque
es más fácil corregir innumerables pequeños deseos que un solo
gran deseo. Al corregirlos, nos re-ensamblamos en el único gran
deseo y restauramos el alma única en el Jardín del Edén.
Hay una vieja parábola acerca de un rey que deseaba enviar una
gran fortuna a su hijo en otro reino. Esto le presentó al rey un
dilema: sabía que en su pueblo todos eran ladrones y no había nadie
en todo el reino a quien pudiera confiar tanta riqueza.
De modo que después de darle vueltas al asunto, encontró una
forma. El rey cambió toda su fortuna en monedas de menor valor,
las disperso entre sus súbditos y les encomendó la entrega de las
mismas a su hijo en el reino vecino. Naturalmente, la gente no
podía molestarse en embolsarse una suma tan pequeña; era más
importante demostrar su lealtad y obediencia al rey. Cada uno
de ellos cumplió su deber con honor, y toda la fortuna llego a su
destino.
Reflexiona sobre esta historia; posee un gran significado, que
puede ayudarte a extraer la conclusión correcta de todo lo que
abordamos en este capítulo.

80
Capítulo 1: En El prinCipio (GénEsis, BErEshit)

81
caPítUlo 2

noé

“N oé era un hombre justo, perfecto entre sus contemporá-


neos; Noé andaba con Dios”. Así comienza el capítulo de
Noé, confundiendo inmediatamente al lector con lo que parece ser
una historia sencilla sobre nuestro mundo.
Sin embargo, confunde sólo a aquéllos que todavía no están
preparados para leer la Biblia de forma diferente, que odavía
encuentran satisfactoria la simple narración histórica sobre una
persona llamada a Noé.
Dejémoslos en su búsqueda del Arca de Noé en el monte
Ararat, y en lugar de eso profundicemos en el texto. Tanto como
podamos, entendamos cómo esto está conectado a todos y cada
uno de nosotros, a nuestra búsqueda espiritual, nuestras almas y al
propósito de nuestras vidas.

83
Los secretos deL Libro eterno

Empecemos exponiendo el tema de este capítulo. Habiendo visto


que la tierra estaba llena de pecado, Dios hace un pacto con Noé
para construir un arca y encontrar allí refugio con su esposa, hijos
y animales. Entretanto, Dios inundará la tierra, destruyendo efecti-
vamente a todos.
Luego, Noé saldrá de su arca con su familia y los animales
salvados, y se convertirán en los progenitores de las futuras genera-
ciones de personas y animales en la tierra. Las personas desearán
construir una Torre de Babel y hablar el mismo lenguaje, pero
fracasarán. Luego, se dispersarán por todo el mundo y dejarán de
entenderse entre sí.
Pregúntate: “¿dónde estoy en esta historia de Noé?” O mejor
aún, “¿Cuál es el significado de mi Noé interior?” Tú debes buscar
solamente una aproximación a los contenidos de este libro: “Todo
lo que leo aquí es sobre mí”. Noé, los justos, su esposa, hijos y
todos los animales, el Arca y la Torre de Babel, todos existen dentro
de mí. Son fuerzas, deseos que gobiernan mis mundos internos y
externos. Todo lo que tengo que hacer es llegar a ellos y sentirlos, y
las puertas a todos los secretos se abrirán para mí.
En el capítulo anterior, Berishit (Génesis, “En el Principio”)
hablamos de la creación del mundo, la morada de las almas. Aclara-
mos cómo después de todos los deseos animales, nació el deseo
humano, simbolizando la aspiración del hombre por el mundo
espiritual, por el Creador, que luego se rompió en innumerables
pedazos que cayeron en nuestro mundo.
Este descenso aún continúa. Continuará hasta que estemos
dispuestos a enfrentar nuestros egos primordiales, para ver nuestro
verdadero “yo”. Todavía tenemos que llegar a este punto; todavía
debemos estar preparados no sólo para ver el ego, sino soportarlo,
y no sólo soportarlo, sino decidir escapar de él.
Saltando un poco más adelante, sabemos que nuestro “Yo” va ser
personificado por el Faraón. Pero ampliaremos eso más adelan-
te. Mientras tanto, nos estamos dirigiendo hacia el Faraón, hacia la
comprensión completa de que somos esclavos de nuestros egos. El

84
Capítulo 2: Noé

descenso sólo acaba de comenzar. Por el momento, nos sentimos


como si aún estuviéramos cerca del mundo espiritual. Continua-
mos sintiendo la Luz — esta alegría inicial del encuentro con el
Creador. En otras palabras, el Creador aún no está totalmente
oculto para nosotros, de modo que todavía no ha llegado la noche
de nuestra huida de Egipto.
Sin embargo, nosotros ya nos sentimos como egoístas, y este
sentimiento es extremadamente preocupante.

LA CHISPA DE NOÉ
“Y miró Dios a la tierra, y he aquí que estaba corrompida, porque
toda carne había corrompido su camino sobre la tierra”. Esto
significa que todos nuestros deseos son egoístas.
Sin embargo, seguimos viendo en medio de toda esa corrup-
ción cierto punto, minúsculo y solitario, que es completamente
lo opuesto de todo lo demás en la tierra. Este es el “punto en el
corazón”.
En el primer nivel egoísta, este punto se llama “Noé”. El Noé
dentro de nosotros es nuestro primer deseo espiritual. Puede ser
pequeño y apenas perceptible, pero ya lo sentimos viviendo dentro
de nosotros. Por lo tanto, hemos descubierto a Noé.
La chispa de Noé vive dentro de cada uno de nosotros. El
problema es que la hemos rodeado con un inmenso egoísmo que
continuamente ahoga su suave voz. A medida que el ego creció,
cubrió a Noé con cada vez más capas, abrumándolo con incesan-
tes deseos. La búsqueda de placer distanció al hombre de Noé,
haciéndolo más tosco y egoísta mientras que la voz de Noé se hizo
cada vez menos perceptible. Finalmente, se volvió esencialmente
silencioso.
Pero Noé no fue a ninguna parte. Él constituye la base del alma
del hombre. De hecho, es eterno y simplemente espera el momento
en que el hombre regrese a él.

85
Los secretos deL Libro eterno

De hecho, este punto al que llamamos “Noé” es el mismo


centro de nuestros deseos y está directamente conectado con
el Creador. También es eterno, mientras que los deseos egoístas
que lo rodean son efímeros, fugaces, vanos y vacíos. Sólo aquello
que aspira hacia arriba, al mundo espiritual, es eterno, y ese es el
propósito de nuestro deseo conocido como “Noé”.
Estimado lector, ¿alguna vez has querido parar repentina-
mente está loca carrera de ratas que llamamos “vida”, cerrar los
ojos, taparte los oídos y sentir el silencio que vive dentro de
ti? ¿Alguna vez deseaste oír la voz interior, despejada de influencias
ajenas? ¿Alguna vez deseaste oír tu propia voz, y al hacerlo, como
quien dice, desaparecer de este mundo, que te impone sus deseos
desde que amanece hasta que anochece?
La TV, la radio y los periódicos te rocían con sus anuncios; tanto
personas conocidas como extrañas fuerzan sus pensamientos y
deseos en ti. ¡Dinero! ¡Poder! ¡Fama! Eso es lo que tú escuchas a
derecha e izquierda de tu entorno, hasta que empiezas a pensar que
estos son realmente tus pensamientos. Atrapado en el vórtice de la
vida diaria, ya no sabes decir si quien quiere estas cosas eres tú o
alguien más.
Tu voz interior ha sido suprimida, asfixiada por todo lo que está
sucediendo a tu alrededor. Mientras corres a lo largo de la autopista
de la vida, eres estimulado por deseos ajenos. Es solo más tarde que
te das cuenta que te equivocaste, que nunca quisiste ninguna de
estas cosas, que ellas simplemente te fueron dictadas a ti, forzadas
a ti por alguien más.
Qué dichoso se siente ser capaz de detenerse y escuchar tu
propio y único deseo, puro y desconectado del mundo material. Es
el deseo de experimentar la espiritualidad, que es conocido en el
Antiguo Testamento como “Noé”. Vive dentro de ti, tanto si eres
un presidente o un asesino en masa. Cuando pasas con dificultad tu
camino a través de la cáscara de extraños sentimientos y pensamien-
tos, finalmente llegarás a Noé y escucharas la voz: “...ya que eres el
único justo que he visto ante Mí en esta generación”.

86
Capítulo 2: Noé

Si puedes escuchar al Noé dentro de ti, esta pequeña chispa


altruista llamada, “Noé el Justo”, si puedes sentir el deseo de
ascender por encima de este mundo, entonces estás preparado para
alcanzar la paz, la seguridad y la eternidad que te esperan en tu
camino espiritual.
Y si no estás preparado, continuarás pasando cada momento
como esclavo de los deseos corporales externos a ti, mientras ellos
te siguen susurrando al oído, “¡Continúa, entrégate a los placeres
de este mundo, vive para ti mismo, no seas idiota!”
¿Y qué pasa cuando sucumbes a estos deseos? El cuerpo se debili-
ta y muere, y es arrojado bajo la tierra para que se descomponga. La
muerte de la carne es inevitable. Una lástima, ¿verdad? Trabajas
toda tu vida para el cuerpo, pero al final, te traiciona.
¿Qué pasa con Noé? Bueno, Noé no te traiciona porque Noé es el
deseo del alma eterna. Está conectado a la eternidad, y si te conectas
a Noé, también tú llegaras a ser eterno. Es así de simple. Todo lo
que tienes que hacer es quererlo. De eso es precisamente sobre lo
que el libro habla en el capítulo de Noé.
“Y la tierra estaba la tierra llena de violencia... estaba corrompida,
porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra”.
Recordamos que la palabra “tierra” (hebreo Eretz) se deriva de
la palabra Ratzon — deseo. Por lo tanto, “la tierra estaba llena de
violencia” y “estaba corrompida” significa que tus deseos son
corruptos: te agotaste persiguiendo las posesiones ajenas, eres
completamente egoísta y vives sólo para ti mismo. Ya sientes que
esta actitud provoca tu destrucción interior y lo que te rodea (sólo
mira lo que está pasando en el mundo — nos estamos despedazan-
do con nuestros egos).
Pero, ¿realmente no hay ninguna respuesta a todo esto? Seguro
que la hay. Encuentra al “Noé” dentro de ti y salva tu vida, como
el texto dice: “Y he aquí, los destruiré con la tierra”. Sigue los
consejos del Creador, ya que Él es la Inteligencia Suprema o la Ley
Suprema, y esto es lo que dice: “Pero estableceré Mi pacto contigo;
y entrarás en el arca tú, y contigo tus hijos, tu mujer y las mujeres

87
Los secretos deL Libro eterno

de tus hijos. Y de todo ser viviente, de toda carne, meterás dos de


cada especie en el arca, para preservarles la vida contigo; macho y
hembra serán. De las aves según su especie, de los animales según
su especie y de todo reptil de la tierra según su especie, dos de
cada especie vendrán a ti para que les preserves la vida”.
¿Qué significa esto? El mundo entero está dentro de ti. Tú está
en el grado más alto de la existencia, el vértice de la pirámide, que
incluye todas las almas animadas, vegetales e inanimadas localiza-
das debajo de ti. Ellas están “ligadas” a ti como la única criatura
verdadera que tiene un alma y la responsabilidad de elevarse a sí
misma y al mundo entero al nivel del Creador.
De modo que este capítulo te describe cómo el deseo llamado
“Noé” dentro de ti reúne todas las partes corregidas del alma
(humana, animada, vegetal y cualquier parte sin corregir que aspira
a la corrección), que es el significado de “dos de cada especie”, y
entra en el arca con ellas.
El arca es una especie de pantalla, un campo de fuerza protector
que creas a tú alrededor, y que te ayuda a resistir las perturbaciones
externas, es decir, todas las influencias egoístas de este mundo.
Simplemente te rehúsas a permitir que cualquier cosa entre
en ti, rehusando todo contacto con tu entorno. Al hacerlo, no
te conviertes en un ermitaño ni abandonas a tu familia ni este
mundo, ¡absolutamente no! Aún vas a trabajar, haces tu vida y te
ocupas de tus negocios como de costumbre, pero sólo externamen-
te. Internamente, intentas con todas sus fuerzas negar la entrada
al mundo material. Con la ayuda del Arca, la pantalla protectora,
buscas respuestas a las preguntas, “¿Quién soy yo? ¿Para qué estoy
viviendo? ¿Qué es lo más importante para mí en la vida?”
No has encontrado la respuesta todavía, pero sigues buscan-
do, y eso ya es increíblemente significativo. Te estás preparando
para encontrar la respuesta, y ya estás seguro que tu búsqueda
será exitosa, dado que el punto en el corazón dentro de ti ya ha
despertado y no te deja descansar un momento. Este punto mantie-
ne contacto directo con el Creador, y mientras crece dentro de ti,

88
Capítulo 2: Noé

forma una vasija que está lista para recibir la Luz Superior. Esa es la
voz que oyes, diciéndote que estás en el camino correcto, y que sin
duda llegarás al Creador, incluso si aún no Lo sientes.

ENTRANDO AL ARCA
Tu entrada en el Arca comienza en el momento que tú “clasificas”
tus deseos y seleccionas aquellos con los cuales puedes continuar
desarrollándote espiritualmente. En consecuencia, comprenderás
qué deseos deben ser “ahogados”.
¿Cómo se hace esto? Podemos hacerlo principalmente con
la ayuda de los libros. Además de este libro, busca otros como
éste, escrito por aquéllos que ya han alcanzado su raíz, el Mundo
Superior, y transmiten a través de ellos su logro. Estos libros son
como mapas de ruta diseñados para guiarte hacia tu Meta por la
ruta más corta posible. Estos libros son pocos en número. Ellos no
están destinados a ampliar tus conocimientos, sino a cultivar dentro
de ti la sensación del Superior. Están escritos por grandes cabalistas:
Abraham, Moisés, RASHBI (rabino Shimon Bar Yojai), el ARÍ y
Baal HaSulam. Regresaremos a estos nombres más adelante.
Así que, si te rehúsas a rendirte hasta que encuentras los libros
adecuados, significa que estás “construyendo un arca”. Profundizas
en los libros y al principio no los entiendes ni siquiera un poco,
pero continúas leyendo. Así es como “levantas las paredes del Arca”.
Entonces, encuentras un maestro, un guía que no te permitirá
desviarte de la ruta y encontrarás amigos con quienes superarás
los obstáculos que se interponen entre tú y la meta. Así es como
“pones el techo del Arca”.
Y ahora estás dentro del Arca. En otras palabras, vives en el mundo
material, pero bajo las condiciones adecuadas. Esta es “tu arca”.

89
Los secretos deL Libro eterno

PREGUNTAS DIFÍCILES
“Y he aquí, yo traeré un diluvio sobre la tierra, para destruir toda
carne en que hay aliento de vida debajo del cielo; todo lo que hay
en la tierra perecerá. Pero estableceré mi pacto contigo; y entrarás
en el arca”.
Aquí está de nuevo: “entrar en el arca”. Entrar en el arca y escapar
del diluvio es posible sólo si desconectas tu mente, por extraño que
pueda parecer. “Desconectar tu mente” significa que ignoras los
consejos del cuerpo, tu ego. Es una situación difícil, pero se puede
hacer, y muchos ya han hecho esta travesía. Escribieron los libros
auténticos sobre el descubrimiento de la verdadera fuerza exaltada
del amor, que llamaron “el Creador”. También escribieron que el
grano más diminuto de placer espiritual es miles de millones de
veces más grande que todos los placeres terrenales combinados.
De modo que alcanzar el placer espiritual es posible sólo si
escapas de las garras de hierro del ego y conquistas tu mente. Por
supuesto, tu mente te bombardea con preguntas tales como, “¿Para
qué estoy haciendo esto?” y “¿Qué estoy sacando de esto realmen-
te?” “¿Dónde están los beneficios tangibles?” “¿Quiénes son estos
sabios para que sigas sus instrucciones tan estrechamente?”
Tú escuchas todo esto, pero tu respuesta a tus pensamientos es,
“entiendo tu preocupación, pero tengo fe en los sabios y en lo que
he leído en estos libros. Tengo fe en el camino en el que estoy
porque sin fe no puedes lograr nada en el mundo espiritual”.
Respondes del mismo modo a cada objeción que tu cuerpo plantea
durante el camino: “todo lo que me está pasando es la misericor-
dia de la Fuerza Superior, que me lleva a la salvación. Esta miseri-
cordia está ciertamente oculta, pero camino hacia ella a pesar de
mi mente. No me desviare del camino”. Esta es la única respuesta
que te llevará hasta la meta, y ese es exactamente el estado llamado
“entrar en el arca”.
Me doy cuenta que te he confundido, querido lector, tu mente
se rebela en contra de tal opresión, gritando, “¡No escuches! ¡Eres
un ser humano independiente, capaz de tomar decisiones

90
Capítulo 2: Noé

independientes!”
Déjame decirte un secreto. ¿Sabes quién está alimentando tu
mente con estas preguntas? Es la denominada “fuerza impura”,
también conocida como, “el diablo”. Esta fuerza tiene poder sólo
sobre tu mente. Pero si actúas a pesar de tu mente, sentirás inmedia-
tamente el tipo de alivio que viene después de un trabajo agotador,
porque el poder de la “fuerza pura” significa hacer algo a pesar de
la mente.
Ahora, la siguiente noción puede parecer extraña o desconcer-
tante, pero necesitas saber que tanto las fuerzas puras como las
impuras provienen de la misma fuente. Esa fuente es el Creador,
una fuerza de bien absoluto que quiere una cosa y sólo una cosa:
que nos convirtamos en criaturas dignas de Él. Es Él quien nos
confunde, deliberadamente, para que podamos decidir por nosotros
mismos nuestro destino. Cada decisión, cada paso que tomamos
debemos considerarlo cuidadosamente, como si toda nuestra vida
dependiera de ello.
“Entonces vino el diluvio sobre la tierra por cuarenta días, y las
aguas crecieron y alzaron el arca, y ésta se elevó sobre la tierra. Y
las aguas aumentaron y crecieron mucho sobre la tierra; y el arca
flotaba sobre la superficie de las aguas. …Y pereció toda carne que
se mueve sobre la tierra… sólo quedó Noé y los que estaban con
él en el arca”.
¿Cuál es el significado de, “el diluvio sobre la tierra por cuarenta
días”? Significa que la “tierra” — tu deseo — está siendo “inundado
con aguas del diluvio”. “Las aguas del diluvio” son las preguntas
que literalmente te “invaden”.
Como mencionamos anteriormente, estas preguntas no son
sencillas. Son preguntas de tu mente. Son materialistas, racionales,
pragmáticas, y son provocadas por problemas que conciernen al
cuerpo. En estas preguntas (“aguas del diluvio”) acecha “el ángel de
la muerte”. Sus “dóndes” y “por qués” ayudan a ahogarnos.
Sí, el cuerpo se convierte en “el ángel de la muerte” cuando
comienzas tu camino hacia la ascensión espiritual. Las pregun-

91
Los secretos deL Libro eterno

tas nunca cesarán; regresan una y mil veces: “¿Para qué necesitas
esto? ¿Cuál es el punto? Piensa en ti mismo, porque tus esfuerzos
no te están aportando ningún beneficio personal. ¿Qué resultará
de todo este trabajo? ¿Cómo te retribuirá el Creador por observar
Sus mandamientos? ¿Valdrá la pena después de todo el trabajo que
hiciste?”
Estas objeciones del cuerpo son resumidas por la pregunta
“¿Qué?” (hebreo Ma?)
Si te opones al cuerpo, citando la fe en el Creador que gobier-
na todas las cosas en el nombre del bien, entonces el cuerpo se
opone aún más. Ahora grita, “¿Quién?” (hebreo Mi?) “¿Quién es
el Creador, para que yo obedezca Su voz?” Si tan solo supieras, si
pudieras ver y sentir que el Creador es grande, podrías trabajar para
Él. Sólo considera cuánto más beneficioso es trabajar para alguien
respetado en nuestro mundo.
Es cuando estas dos objeciones del cuerpo se combinan en las
dos preguntas “¿Qué?” y “¿Quién?” (Ma y Mi) que se funden en
una sola palabra — Maim, que en hebreo significa “agua”. Y mucho
Maim (agua) crea un diluvio.

EL DILUVIO
Maim es el diluvio que ahogará tu embrión espiritual, si prestas
atención a las preguntas del cuerpo, destruyendo todo lo que has
trabajado tan duro para ensamblar internamente. ¡No lo escuches!
El diluvio viene como una fuerza implacable que puede destruir-
lo todo. Esos deseos que no pudieron soportar las preguntas, es
decir, los que no “entraron en el Arca”, verdaderamente perecerán
en sus aguas: “Y pereció toda carne que se mueve sobre la tierra”. Y
sin embargo, la paradoja es que pese a toda su crueldad, el diluvio
también purifica.
Sin embargo, purifica sólo a aquéllos en los cuales prevalecen los
deseos de alcanzar el mundo espiritual. Es como si el hombre no

92
Capítulo 2: Noé

oyera las preguntas racionales de su cuerpo mientras avanza hacia la


meta, pase lo que pase. En este caso actúa como Noé, construyen-
do él mismo un Arca (encontrando los libros adecuados, el maestro
adecuado y el entorno adecuado). También encontrará refugio allí
con sus numerosos deseos individuales que aún han de ser corregi-
dos (pero será corregido mientras el arca “navega” las aguas del
diluvio).
“Entonces vino el diluvio sobre la tierra por cuarenta días,
y las aguas crecieron y alzaron el arca, y ésta se elevó sobre la
tierra”. ¿Cuál es el significado de estos 40 días, durante el cual tu
cuerpo te acribillo conjuntamente con todos tus deseos con sus
preguntas, aparentemente lógicas: “¿Ma?” y “¿Mi?”?
Cuarenta es un número muy significativo en la espirituali-
dad. Naturalmente, no estamos hablando de días aquí. El número
cuarenta representa la cualidad de otorgamiento, la cualidad del
Creador.
Cuarenta también es el valor numérico de la letra Mem. En hebreo
se escribe ‫ם‬. Como puedes ver, se asemeja a un espacio cerrado,
pero en realidad está compuesta de dos letras Dalet (‫ )ד‬juntas. Una
de las dos está en cabeza arriba (derivado de la palabra hebrea Delet
– puerta), mientras que la otra Dalet está cabeza abajo. Cuando
se unen forman una letra cerrada Mem (‫)ם‬. Sin embargo, cuando
llegue el momento, se abrirán.
Si te las arreglas para resistir durante esos cuarenta días el ataque
de la mente sin quebrarte, “el agua elevará el arca” y “flotará en la
superficie del agua”. Esto significa que las dos letras Dalet bloquean
y forman una letra Mem “cerrada” y tu “flotas”.
Te conviertes en un embrión en el útero de la madre (el Superior,
la Mem cerrada), que te protege, te cuida, y te alimenta. Permane-
ces bajo su protección completa mientras creces ahí. Tu madre
Superior (hebreo Ima) no deja que nada te lastime. Empiezas a
flotar en el agua, hacia el Mundo Superior.
“…sólo quedó Noé y los que estaban con él en el arca”. Por lo
tanto el “agua” se transforma de una fuerza destructiva para ti

93
Los secretos deL Libro eterno

en Luz de Misericordia, limpiándote y ayudándote a avanzar. Tú


asciendes por encima de las aguas del diluvio en las que actual-
mente se está ahogando nuestro mundo, destrozado por el ego y
sucumbiendo a las preguntas del cuerpo.
Ahora repitamos una última vez cómo puedes limpiarte, en lugar
de ahogarte en el momento del diluvio, y cómo puedes convertir-
te en un “embrión espiritual” para entrar en la Mem. Para lograr
esto, debes escoger los libros necesarios, y comenzar a “lavarte” con
ellos, como si fuera agua limpia. Bañarte en la luz de Misericordia,
que por medio de tu estudio correcto, te limpiará de lo exterior. Te
magnetizarás como un imán al leer estos libros, y te llenará interior-
mente cuando estés abierto a la Luz y su cualidad de otorgamiento,
con lo cual la Luz entrará en ti.
Es precisamente la luz de misericordia la que te ayuda a revelar el
deseo entre todos tus demás deseos, el deseo llamado a Noé.
Como las aguas del diluvio, la misma Luz “inunda” los deseos y
las fuerzas dentro de ti que necesitan ser “completamente empapa-
dos” con el fin de limpiarlos para su posterior utilización.
¿Cuánto tiempo deben permanecer tus deseos en el Arca para
el avance espiritual? Tanto como le lleve a las “aguas del diluvio”
elevarse por encima de la “tierra” (tus deseos restantes) hasta que
se “ahoguen” en la Luz de Misericordia, limpiándose de manera
tal que puedas utilizarlos correctamente para tu deseo interior,
personal y único, conocido como “Noé”.
“…Las aguas fueron decreciendo paulatinamente hasta el mes
décimo; y el día primero del mes décimo, se vieron las cimas de los
montes”.
Tú estabas en el Arca, separado de todos los deseos egoístas. No
los utilizaste, sino que permaneciste “dentro” de los libros y los
pensamientos de ascenso espiritual, como un embrión en la matriz
de su madre. Estabas bajo la protección del Creador, resguardado
por Él. Te regocijabas en ese silencio; era como el Paraíso. Pero
ahora eres adulto y maduro, y el momento de tu aparición en el
mundo se está acercando. Es hora de comenzar tu “salida del Arca”.

94
Capítulo 2: Noé

Hasta ahora, estuviste orando constantemente por tu nacimiento,


llamado “elevando MAN” al Creador, el Superior. Las siglas MAN
son sinónimo de Mayin Nukvin (aguas femeninas, refiriéndose al
líquido amniótico).
Esto significa que debes comenzar tu propio camino, para
“abandonar la matriz del Creador”, como si nacieras con las aguas
femeninas y comenzaras a trabajar con tus, hasta ahora, deseos
egoístas “fáciles”. No los llevaste contigo dentro del “Arca”, habién-
dolos puesto en espera hasta el momento adecuado. Ahora que se
encuentran debidamente lavados y purificados por las “aguas del
diluvio”, es hora de que empieces a corregirlos.
Al hacerlo, te acercas cada vez más al mundo espiritual, al Creador,
ya que la meta final es la corrección completa del ego. Sólo entonces
te sentirás libre, inmortal y absolutamente dichoso. Esto es lo que
quiere el Creador para ti. Esta es la única condición bajo la cual
puedes estar cerca de Él.
Ya has comenzado a recorrer este camino. ¡Ahora no te detengas!
De modo que la “rotura de las aguas”, es igual que el líquido
amniótico durante el parto.

NACIMIENTO
“Las aguas fueron decreciendo paulatinamente hasta el mes
décimo”. Y entonces, la “tierra aparece” significa sacarse los
primeros deseos egoístas, más ligeros y más superficiales, que son
montañas. “Y el día primero del mes décimo, se vieron las cimas de
los montes”.
(Aquí lo tienes, después de nueve meses de desarrollo intrauteri-
no nace el embrión en el primer día del décimo mes.)
“Y aconteció que al cabo de cuarenta días, Noé abrió la ventana
del arca que él había hecho, y envió un cuervo, que estuvo yendo
y viniendo hasta que se secaron las aguas sobre la tierra. Después
envió una paloma…, pero la paloma no encontró lugar donde

95
Los secretos deL Libro eterno

posarse, de modo que volvió a él, al arca”.


¿Qué está pasando aquí? Piensa de nuevo en lo que hiciste en
el momento que estuviste desconectado del mundo material, para
después regresar a él con un programa específico de corrección. Tú
tomaste deseos egoístas fáciles, conocidos como “cuervo” y
“paloma”, que fueron corregidos en el Arca y luego utilizados para
“sentir la tierra” (el deseo). Al hacerlo, aparentemente te pregun-
taste, “¿Será el ego succionándome otra vez?”
¿Por qué sucede esto al final de cuarenta días, y qué es la “ventana”
que se hace? Cuarenta es la cualidad del Creador, la cualidad de
absoluto otorgamiento, la cualidad de una madre. Lo que estás
haciendo aquí es una “pequeña ventana” en ella. Estás agregando
una pizca de egoísmo que introduce una cierta disonancia en este
idilio. Esto te permite verificar si puedes establecer contacto entre
tus cualidades altruistas y egoístas (enviando a un cuervo y una
paloma, cualidades que han sido sometidas a corrección dentro del
Arca). ¿Puede haber contacto entre las dos? ¿Puedes “desembar-
car”, o todavía no?
Resulta que la respuesta es “no” ya que ambas aves regresan al
arca.
“Esperó aún otros siete días, y volvió a enviar la paloma desde el
arca”. ¿Qué son estos siete días?
En la Cabalá, el número siete (7) simboliza un deseo pequeño
pero completo. Un deseo completo tiene un componente altruista
(la línea derecha) y uno egoísta (la línea izquierda). Al combinarlos
“engendramos” una cierta “media áurea”, en la que dos mitades
opuestas se unen, formando una línea media: un solo deseo dirigi-
do hacia arriba, al mundo espiritual.
Este método garantiza la integridad de la criatura entera. En otras
palabras, ni una sola fuerza es desperdiciada, ni una sola palabra es
redundante. Por el contrario, todo se trata de la correcta aplicación
de todas las fuerzas y procesos que tienen lugar en el hombre.
Nuestro pequeño deseo puede compararse a un bebé recién
nacido; ya está afuera del vientre materno, “fuera del Arca”. Este

96
Capítulo 2: Noé

“recién nacido” es ese pequeño deseo espiritual nuestro que


comienza a explorar el siguiente grado de corrección, llamado
“lactancia”. El recién nacido todavía no puede caminar, pero ya está
respirando el aire de la tierra, exigiendo sustento y “pataleando sus
pies”. Esto significa que nuestro deseo de otorgar puede darse una
pequeña pizca de egoísmo, del que puede hacerse cargo y corregir.
Nos embarcamos en un camino de corrección. Aunque este
deseo ahora es sólo un “niño”, se convertirá en “el líder de la nueva
generación”, esto significa que llevará tus otros deseos, aún no
corregidos, hacia la corrección, hacia el Creador.
“Y hacia el atardecer la paloma regresó a él [a Noé], y he aquí,
en su pico traía una hoja de olivo recién arrancada. Entonces Noé
comprendió que las aguas habían disminuido sobre la tierra”. Esto
significa que ahora puedes ponerte a trabajar. Es hora de bajar a
tierra y empezar a trabajar con el ego, cuidadosamente al principio,
para asegurar que no arruine las jóvenes y frágiles flores altruistas...
¿Qué es la hoja de olivo recién cortada en el pico de la paloma? Una
hoja de olivo simboliza la Luz de la Vida, que sólo puede ser recibi-
da en un deseo altruista.
El Noé dentro de ti recibe un informe: “puedes lidiar (corregir)
con los pequeños deseos egoístas, ya que han sido lavados suficien-
temente con agua (la Luz de Misericordia). Como prueba de esto,
se te muestra esta hoja de olivo (luminiscencia)”.
Todavía no es aceite de oliva, que simboliza la Luz Completa de la
Vida, ni es aceituna, sino simplemente una hoja de olivo (no es Luz,
pero sí luminiscencia). Sin embargo, es suficiente para empezar a
corregir los pequeños deseos egoístas.
"Y Dios habló a Noé, diciendo, ‘Sal del arca... sean fecundos y
multiplíquense sobre la tierra.’” Has superado esta fase de correc-
ción llamada el “Arca”. Has soportado y madurado a través de
ella; has nacido esencialmente de nuevo, por lo que ahora puedes
estar seguro que no habrá más diluvios. Ésta es la bendición que el
Creador le dio a “Noé y sus hijos”, los deseos altruistas corregidos:
“Sean fecundos y multiplíquense sobre la tierra”.

97
Los secretos deL Libro eterno

Has pasado a través de este estado, y ahora el altruismo (la


cualidad del Creador) se une con el egoísmo (la cualidad de la
criatura). Finalmente, estás “poniendo un pie sobre la tierra” y
emprendes el camino bendito de la corrección del ego. ¡De una u
otra manera, todos deben recorrer este camino! Y hasta el final de
la corrección de todo el ego (la vuelta al Jardín del Edén), tu avance
estará dirigido únicamente hacia arriba.
Hay un proverbio en la Cabalá: “En lo espiritual siempre subes y
nunca caes”. De hecho, debes saber que todos los ascensos y descen-
sos que sentirás en tu camino espiritual te llevan solamente hacia
arriba por la escalera espiritual. Incluso si parece que has tropeza-
do en la oscuridad o que la noche sea interminable (“noche” se
refiere a estados de descenso espiritual, cuando la luz está ausente),
sabes que en realidad te está ayudando en tu camino espiritual. Lo
único que se requiere de ti es aferrarte a todo lo que utilizaste para
“construir el arca” y sentirás la llegada de la mañana (la ascensión).
¿Por qué existen esos descensos? Es porque la cualidad otorga-
miento del Creador, dentro de nosotros, ha crecido lo suficien-
temente fuerte para soportar otra porción del ego, la cual es
inmediatamente suministrada para su corrección. El trabajo no
debe detenerse. Nosotros debemos someternos a la purificación
completa.
Es por eso que hay momentos, cuando sientes los descensos y
escuchas las preguntas del ego, que entonces corriges. Éste continúa
asaltándote con las mismas viejas preguntas: “¿Por qué necesitas
todo esto? ¡Déjalo y concéntrate en cosas más importantes, como
hacer dinero!”
Las preguntas del ego no cambian; son muy lógicas y terrenales;
pero ya no eres la misma persona. Ya has adquirido un gusto del
estado espiritual y sabes que la noche invariablemente se transfor-
mará en la mañana.
Desde este punto en adelante, todo el camino, como se describe
en el libro, es una de las fases de corrección del ego, con la ayuda
de la cualidad del Creador.

98
Capítulo 2: Noé

LA NUEVA TIERRA
“Entonces habló Dios a Noé, diciendo: ‘Sal del arca tú, y contigo
tu mujer, tus hijos y las mujeres de tus hijos. Saca contigo todo
ser viviente de toda carne que está contigo: aves, ganado y todo
reptil que se arrastra sobre la tierra, para que se reproduzcan en
abundancia sobre la tierra, y sean fecundos y se multipliquen sobre
la tierra.’”
Salir a “la nueva tierra” es lo que te sucede a ti después del
Arca. Ves la tierra de forma diferente, encuentras alegría en todo.
Empiezas a darte cuenta que todo lo que te rodea te es dado como
ayuda en tu avance espiritual. Te ayudan y les ayudas; y cualquier
instancia de sufrimiento que te ocurre está allí sólo como ajuste,
para evitar que tropieces recordándote que todo proviene de una
fuente, el Creador.
El sufrimiento es ahora mitigado por la comprensión de que es
para tu propio beneficio. Te permite verificar dónde estás y cuánto
te has desviado del camino correcto. Tienes que trabajar, ajustar el
rumbo y regresar a un nuevo ascenso.
Nosotros podemos resumir el concepto de sufrimiento con un
ejemplo sencillo. Un hombre terriblemente sediento está parado
ante un manantial, tratando de llenar su taza sucia. El agua tiene un
sabor desagradable y amargo para él. No la puede beber y maldice
al manantial sucio (como a menudo maldecimos al Creador, que
nos envía sufrimiento). Cuando el hombre finalmente se da cuenta
que el problema no es con el agua, sino con su taza, limpia la taza,
y el agua le sabe maravillosamente.
Sucede lo mismo con nosotros. La gente se preocupa sólo de sus
tribulaciones corporales y maldice el sufrimiento que les aconte-
ce. Se sumergen en sus problemas, culpando a todos a su alrede-
dor. Pero aquéllos en los que el punto en el corazón ha desperta-
do — los que empiezan a buscar la entrada en el mundo espiri-
tual — aprenden que el sufrimiento es útil porque identifican el
lugar (deseo) que necesita verificación y limpieza (corrección). Y la
corrección se realiza solamente encontrando la intención correcta.

99
Los secretos deL Libro eterno

El deseo permanece, sólo la intención cambia. Ya no estás


esperando que llegue el golpe siguiente, sino que en lugar de eso
tratas activamente de hacer contacto con el Superior; por lo que Él
no necesitará empujar o ajustar tu camino. Tú avanzas hacia arriba
con alegría y sin dolor, dirigiéndote hacia donde te espera la Luz
infinita de amor puro y bondad.
Esta luz está destinada para ti; la corriente siempre fluye con agua
pura de manantial para cualquiera que esté sediento de ella. La
comprensión de este concepto está simbolizado por “Sal del arca y
ve a la nueva tierra” de Noé.
Es una "tierra nueva"; porque, la tierra que fue maldecida por
el Creador (tus deseos egoístas) comenzó a rendir frutos (deseos
egoístas unidos a los altruistas), permitiendo que la vida aparezca,
la cual lleva constantemente al hombre a la meta de la Creación.
“Y dijo Dios: ‘Esta es la señal del pacto que hago entre Yo y
vosotros y todo ser viviente que está con vosotros, por todas las
generaciones: pongo Mi arco en las nubes y será por señal del pacto
entre yo y la tierra’”.
El arco en la nube (arco iris) es una restricción que el Creador
toma sobre Sí Mismo, no para celebrar ningún juicio verdadero
sobre el hombre: para no hacer nunca más diluvios y ruinas, sino
que a pesar de tus acciones (ya que aún eres egoísta por naturaleza)
conducirte sólo a la máxima corrección.
El Creador se compromete a guiarte por el buen camino, el
camino del amor, aún cuando puedas percibir que este camino está
plagado de sufrimiento. (Recuerda el ejemplo de la vasija sucia y
el agua pura. Eres el recipiente sucio, mientras que Él es el agua
pura. Comienza a limpiar tu vasija, llegarás a saborear el verdadero
sabor del agua.)
Unas pocas palabras más sobre el arco iris. El arco iris tiene
siete colores. ¿Qué significa eso? Los siete colores denotan las
siete cualidades (Sefirot) que comprenden nuestro pequeño pero
completo deseo, la combinación de las cualidades de otorgamiento
y recepción — el Creador y la criatura.

100
Capítulo 2: Noé

“Y los hijos de Noé que salieron del arca fueron Sem, Cam y
Jafet; y Cam fue el padre de Canaán. Estos tres fueron los hijos de
Noé, y de ellos se pobló toda la tierra”. Tus deseos corregidos son
llamados “hijos”. Al principio son tres de ellos (refiriéndose a las
tres líneas. La línea derecha es el Creador, la izquierda es la criatura
y la línea media es el resultado de su unión).
Los tres hijos engendraron toda la vida sobre la tierra. “Vida” es
todo lo que es opuesto al egoísmo. Si a veces las cosas aparecen
sin vida — no opuestas al ego, sino egoístas, llevando a la ruina,
la muerte y la destrucción del mundo — detente, piensa acerca
de la meta y continúa tu trabajo, corrigiéndote a ti mismo y al
mundo. Todo se creó con una sola meta — reunirse con el Creador.
Créeme, querido lector, está a punto de serte revelado. Y otra
cosa de vital importancia se te revelará: todo está regido por una
ley — ¡la Ley del Amor!
“Toda la tierra hablaba la misma lengua y las mismas
palabras.” Como puedes ver, después del “diluvio”, todos los deseos
están dirigidos sólo al Creador. Juntos forman un todo único entre
ellos mismos y la Naturaleza. Todos nuestros deseos (“bañados”
en la Luz de la Misericordia) “hablan” el mismo lenguaje — el
lenguaje del amor por el Creador.
Sin embargo, todavía hay mucho trabajo por delante de estos
primeros deseos altruistas. Deben moverse hacia los deseos
egoístas, mezclarse con ellos y comenzar a corregirlos, empezando
por los más fáciles y continuando con los más difíciles, hasta que
el ego entero haya sido corregido. El objetivo es “limpiar la vasija”
completamente. Pero eso sucederá más tarde. Por ahora estamos
sólo al principio del camino.
“Y aconteció que según iban hacia el oriente, hallaron una llanura
en la tierra de Sinar, y se establecieron allí”.
Como con cualquier referencia al movimiento, “según iban hacia
el oriente” significa el logro de un nuevo grado espiritual. “Estable-
cerse” o “habitar” significa mezclarse con nuevos deseos egoístas
que se manifiestan en ese próximo grado. Aquí es donde la infiltra-

101
Los secretos deL Libro eterno

ción de un deseo dentro de otro lleva a consecuencias inesperadas.

CONSTRUYENDO
LA TORRE DE BABEL
“Y dijeron: ‘Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre cuya
cúspide llegue hasta los cielos, y hagámonos un nombre famoso,
para que no seamos dispersados sobre la faz de toda la tierra’”.
Y ahí está — el primer evento increíblemente significativo que
puso al mundo boca abajo — el comienzo de la construcción de
la torre de Babel. Es una historia que ocurrió hace unos 4.000
años, pero sigue siendo sorprendentemente actual hasta nuestros
días. Entonces, analicémoslo desde todos los ángulos.
Aunque este evento fue mencionado al principio de nuestro
relato, retrocedamos y establezcamos el contexto histórico, que
demuestra una cosa concluyente: todo lo que sucede en el mundo
material tiene su raíz en el mundo espiritual. Cualquier aconteci-
miento histórico que se te ocurra, es una consecuencia de lo que ya
ha sucedido en el reino espiritual.
Hay un proverbio en la Cabalá que dice: “no hay una hoja de
hierba debajo que no tenga un ángel arriba que la golpee y le diga,
‘¡Crece!’” Así es el caso de la torre de Babel. En realidad existió,
como confirman los anales de la historia.
A comienzos del Siglo XX, el arqueólogo alemán Robert
Koldewey descubrió la antigua ciudad de Babilonia en el Iraq de
hoy. Contenía las ruinas de una torre cuyas dimensiones eran (en
metros) 90 x 90 x 90. Herodoto, el historiador griego antiguo que
vivió en el Siglo V A.C., describió la torre como una pirámide de
siete niveles de dimensiones análogas. Las fuentes históricas hablan
del complejo de templos de Esagila, en el corazón del cual estaba
situada la Torre de Babel, dedicada al dios Marduk. Se llamaba
Etemenanki, que en sumerio quiere decir “Templo de la Fundación
del Cielo y la Tierra”.

102
Capítulo 2: Noé

Esagila fue el centro religioso de ese mundo, en el que reinaba


el paganismo. Astrología, signos del Zodíaco, horóscopos, adivina-
ción, numerología, espiritismo, magia, brujería, encantos, hechizos,
invocaciones, exorcismo de espíritus malignos — todos nacieron
en Esagila y sobrevivieron hasta llegar a la edad moderna. Hoy en
día vemos un resurgimiento de estas creencias.

EL NACIMIENTO DE LAS LENGUAS


Hay una hipótesis de que los idiomas indoeuropeos se originaron
de un idioma hablado por la humanidad en la época de la construc-
ción de la Torre de Babel.
El Dr. Russell Gray, de la Universidad de Auckland en Nueva
Zelanda, calculo la “edad” aproximada de 87 idiomas indo-euro-
peos, y concluyó que probablemente surgieron en el período de la
Torre de Babel, de donde posteriormente emigraron al oeste hacia
Europa y al este hacia la India.

LA TORRE DE BABEL
DENTRO DE NOSOTROS
Los hallazgos anteriores son en realidad hipótesis acerca de las
pruebas físicas de la existencia de la Torre de Babel. Nosotros, sin
embargo, estamos más interesados en las raíces de lo que realmente
sucedió. Nos esforzamos por comprender la causa, correlacionar-
la con nuestro mundo interior y asegurarnos que la división que
tuvo lugar entonces no se repita. Al alcanzar los mundos espiri-
tuales, podemos influir en la causa de todo lo que sucede, y por
consiguiente cambiar nuestro destino, el destino del mundo y el
destino de la humanidad como un todo.
De modo que los habitantes de Babilonia deciden construir una
“torre hacia los cielos”. En aras de la claridad y una prueba adicio-

103
Los secretos deL Libro eterno

nal, nos referiremos a las palabras de la Torá oral (Midrash), que


se basa enteramente en la interpretación de la Torá escrita. Esto es
lo que nos dice el Midrash sobre el tema: los babilonios sabían la
historia del diluvio. Vivían con el temor de que el mismo destino
les pudiera suceder. Por lo tanto, buscaron un lugar donde pudieran
morar completamente seguros. Finalmente, hallaron un valle en la
tierra de Babilonia que era suficientemente grande para contener-
los a todos.
Más tarde la gente coronó a Nimrod como su rey. Y desde entonces
todos ellos se establecieron en Babilonia, Nimrod, esencialmente,
se convirtió en rey de toda la población de la tierra.
Nimrod propuso al pueblo, "Vamos, edifiquémonos una ciudad
grande donde todos podamos vivir. Y en esa ciudad erigiremos una
torre muy alta”. Sus súbditos estaban encantados con la idea. Él
dijo: “Vamos, edifiquémonos una torre tan alta cuya cúspide llegue
hasta los cielos y hagámonos un nombre famoso, no sea que otro
diluvio venga y nos disperse por todo el mundo”.
Sin embargo, aunque todos estaban unidos en la creencia de
que la torre debería construirse, diferían sus opiniones sobre el
propósito de su construcción. Algunos pensaron que, “En caso de
otro diluvio, subiremos a lo alto de la torre, donde el agua no nos
alcance”. Otro grupo pensó, “Nosotros nos haremos un nombre”,
con el objetivo de construir un lugar de asamblea en la cima de
la torre, donde adorar a sus dioses, salvándose así de cualquier
calamidad. Otros protestaron, “Es injusto que sólo el Creador sea
el Señor sobre los reinos del cielo, limitando nuestro dominio al
mundo de abajo”.
¡¿Ves el ego hablando?! “Llegaremos a los cielos por nuestra
cuenta, sin ayuda del Creador. Gobernaremos el mundo y no
Él. Nos construiremos una torre tan alta, que su cima llegará a los
cielos, y nos haremos un nombre”.
¿De dónde viene esta audacia? La respuesta es que habían
alcanzado un nuevo grado. Precisamente porque fueron capaces
de completar el grado anterior, se les dio egoísmo adicional con

104
Capítulo 2: Noé

el que trabajar. En este nuevo grado el ego es rey y su nombre es


“Nimrod”, de la palabra, Meridá — rebelión. “Y entonces, la gente
coronó a Nimrod para que fuera su rey. Y puesto que todos ellos se
establecieron en Babilonia, Nimrod esencialmente se convirtió en
rey de toda la población de la Tierra”.
“Nimrod” es una nueva y poderosa fuerza egoísta que gobierna
sobre el ego entero. Y esa fuerza es con la que debes luchar ahora.

CAER PARA LEVANTARSE


La primera cosa que experimentas es el descenso. El “Día” se
convierte en “Noche”, y te domina una sensación de que se está
imponiendo la fuerza egoísta del nuevo grado. Todo lo que ya has
logrado parece olvidado: es como si nunca “hubieras sobrevivido
al diluvio”, como si “Noé y sus hijos” nunca hubieran existido. Tu
deseo de otorgar es impotente ante el poder de “Nimrod”.
(Históricamente, en este momento Babilonia sufre un poderoso
asalto de egoísmo, que transforma el mundo entero).
Tu puedes preguntar, “¿Es realmente necesario el descen-
so?” ¡Sí! Por otra parte, debe celebrarse, porque es ahora que nace
el próximo peldaño en la escalera espiritual. Un nuevo grado se
revela dentro de ti.
De hecho, es exactamente lo que sucede en la vida. Imagínate
que eres el gerente de una sucursal de una pequeña empresa. Lo
sabes todo acerca de tu personal. Todos son amables y muy unidos,
celebran las fiestas juntos, chismean juntos unos de otros, cuando
de repente se te ofrece un ascenso que no puedes resistir: has sido
trasladado a la sede corporativa.
Aquí vienen las noches de insomnio y pensamientos persistentes:
“¿Por qué acepté esto, sacrificando la paz y la felicidad que tenía
antes?”
Es un nuevo grado. Y con un nuevo grado necesitas acostumbrar-
te a las nuevas condiciones y nuevos deseos egoístas: un sueldo más

105
Los secretos deL Libro eterno

alto, el deseo de ser querido por tus nuevos superiores y subordina-


dos, con la esperanza de que te esperen más promociones, siempre
y cuando tengas éxito. No hay escapatoria, puesto que estás tratan-
do con otro grado más alto.
Este un ejemplo tomado de nuestro mundo egoísta.
En el mundo espiritual, un nuevo grado siempre es precedido
por un descenso. Para aquéllos que entienden que un descenso
marca esencialmente el comienzo de otro ascenso, es una ocasión
placentera. Ya sabes que después de procesar cierta porción del ego,
otras porciones se añadirán, señalando un nuevo ascenso, y por lo
tanto una mayor revelación del Creador. Y esto te inspira.
El gran cabalista, rabino Shimon Bar Yohai (RASHBI), autor de El
Libro de Zohar, gozó de alturas espirituales que no podemos siquie-
ra imaginar. Pero antes de cada ascenso a un nuevo grado, experi-
mentó un descenso. Y antes de que ascendiera al último grado, el
grado 125, su descenso fue tan profundo que el autor de la obra
más célebre de la Cabalá se sentía como un vendedor de mercado
ambulante analfabeto, sin logro espiritual alguno. ¡Incluso olvidó
el alfabeto!
La diferencia entre él y otras personas que experimentan descen-
sos, es que él sabía con certeza que este estado pronto pasaría, y que
precedía su transición hacia un grado incluso mayor. Sólo necesitas
persistir, ya que antes de cada ascenso se te dará una porción adicio-
nal del ego que debe corregirse.
Uno nunca puede saber qué nos espera en el mundo espiri-
tual. Cada nuevo grado es un viaje hacia lo desconocido. El inferior
no puede alcanzar al Superior hasta que éste lo eleva posterior-
mente a Su nivel. Como se mencionó anteriormente, alcanzas el
nombre de un grado, que es uno de los nombres del Creador, sólo
una vez que hayas alcanzado el grado mismo.
De lo mencionado anteriormente, se desprende que sólo existen
ascensos en los mundos espirituales. E incluso la sensación de un
descenso constituye aún otro ascenso por el camino hacia la meta.

106
Capítulo 2: Noé

LA BABILONIA DE AYER Y DE HOY


Volvamos a Babilonia. ¿Qué vemos? A primera vista, el ego
(Nimrod y su gente) parece haber ganado.
Por cierto, si decimos que al alcanzar un nuevo grado descubri-
mos nuevos nombres del Creador, encontramos que “Nimrod” es
uno de Sus nombres. ¿Por qué? Porque no hay ninguna otra fuerza
en el mundo. Es el Creador quien pone obstáculos en nuestro
camino hacia la meta y debemos superarlos. De este modo Él nos
educa y purifica, porque necesitamos merecer la abundancia que
nos espera al final de nuestro viaje.
La construcción de la torre fue una empresa gigantesca. Dado
que no había ninguna piedra en Babilonia, la gente creó un nuevo
material de construcción: quemaron arcilla en el fuego y utilizaron
los ladrillos resultantes en lugar de piedras.
Los ladrillos se fueron ajustando como por sí mismos: cuando
la gente puso un ladrillo, descubrieron dos en la pared, y cuando
pusieron dos, cuatro ladrillos aparecieron en la pared.
¿Qué significa este pasaje? Es la voz del ego (el Rey Nimrod y su
gente), diciendo: “No necesitamos la Fuerza Superior, desarrolla-
remos tecnología de construcción, creeremos en nuestras propias
manos, en nuestro propio intelecto y triunfaremos”.
“Dado que no había ninguna piedra en Babilonia, la gente creó
un nuevo material de construcción”. ¿No es lo mismo que está
ocurriendo ahora? Pero, ¿adónde vamos con este progreso? “...
quemaron arcilla en el fuego y utilizaron los ladrillos resultantes
en lugar de piedras .”
Un escenario similar se desarrolló a principios del Siglo XX en
Rusia, cuando los comunistas se negaron a reconocer la Fuerza
Superior y pensaron que podrían implementar sus ideas por su
propia cuenta. A simple vista, esas consignas de amor, fraternidad
e igualdad sonaban maravillosas (el ego es muy astuto). Pero no
había Fuerza Superior alguna detrás de esas consignas. Todo fue
construido sobre la tierra, lo que significa fundada sobre el ego.

107
Los secretos deL Libro eterno

Los rusos no se dieron cuenta que el hombre es intrínsecamente


egoísta y que, tarde o temprano, todo implosionaría y el Paraíso
que esperaban se convertiría en el Infierno.
Hasta hace poco, estuvieron sucediendo desarrollos similares
en todo el mundo, especialmente en Estados Unidos, hasta que
comenzó el nuevo proceso de conciencia. Ahora la humanidad está
empezando a comprender que ningún progreso puede conducir a
la felicidad, si carece de una conexión con la Fuerza Superior.
Al principio puede parecer que funcionará, que el progreso podría
reducir nuestra jornada laboral de doce horas a cinco, que tendría-
mos más tiempo para estar con nuestras familias, leer, educarnos y
aparte de eso, mejorarnos a nosotros mismos. De hecho, al princi-
pio las cosas parecían ir maravillosamente y parecía que podríamos
lograr cualquier cosa que viniera a nuestras mentes.
“Los ladrillos se fueron ajustando como por sí mismos: cuando
la gente puso un ladrillo, descubrieron dos en la pared, y cuando
pusieron dos, cuatro ladrillos aparecieron en la pared”. ¿Pero cuál
fue el resultado final? Hoy trabajamos más que nunca antes; nos
hemos convertido en esclavos de las corporaciones; nuestras familias
se están desintegrando, están aumentando las tasas de divorcio, que
se traduce en niños y adultos miserables. Buscamos olvido en las
drogas y el alcohol y caemos en la depresión, que se ha convertido
en la enfermedad más extendida de nuestro tiempo. ¡Verdadera-
mente, los cavernícolas eran más felices que nosotros!
Este es el resultado de los progresos que están desconectados del
Creador, de la corrección del hombre y de obtener la cualidad de
otorgamiento.
Entonces, ¿qué nos dio el progreso? Estamos empezando a ver que
nosotros no podemos existir sin una conexión con el Creador. Este
es el resultado más importante del progreso.
Hasta que nos demos cuenta de la necesidad de corregir el ego,
nada puede hacerse acerca de ello. Mientras no estemos corregi-
dos o involucrados en el proceso de corrección, permaneceremos
susceptibles a los trucos del ego (Nimrod en la fase de construcción

108
Capítulo 2: Noé

de la Torre de Babel, Faraón en la fase de Egipto), y el ego no será


negado. Se declararán la guerra, presionarán el botón rojo, acepta-
rán sobornos y lanzarán a alguien debajo del autobús, mientras se
sirve a sus intereses dado que el ego está corrupto.
Estoy seguro que el mundo está a punto de llegar a la conclusión
de que sólo la Fuerza Superior puede doblegar el ego. Pronto todos
tendremos la necesidad de volvernos hacia el Creador, porque no
tendremos otra opción. Y sin embargo, es mejor hacerlo con antela-
ción y evitar el increíble sufrimiento de darse cuenta que tenemos
que conectarnos a la Luz, al Gobierno de la Fuerza Superior y
aferrarnos a su conducción.
La torre creció y creció, y pronto llegó a ser tan alta que tomaba
un año subir a su cima. Dos amplias escaleras conducían a la torre,
una desde el este y otra desde el oeste. La escalera hacia el este era
utilizada para levantar cargas, mientras que la escalera hacia el oeste
era utilizada para que baje la gente. Era necesario que las personas
subieran y bajaran con frecuencia para suministrar los materiales
de construcción.
Los constructores eran tan fanáticos en su deseo de completar la
torre, que cada vez que un ladrillo se caía y se rompía, se lamenta-
ban: “Qué difícil será reemplazarlo”. “Pero cuando una persona
resbalaba y caía hacia su muerte, nadie la tenía en cuenta”.
En esta primera fase, es así como el ego reprime cualquier brote
de altruismo: “Pero cuando una persona resbalaba y caía hacia su
muerte, nadie la tenía en cuenta”.
Nosotros ya hemos mencionado que el hombre (Adán) proviene
de la palabra Adameh, “seré como” el Creador. El pueblo de Nimrod
no necesitaba nada similar al Creador, sólo los ladrillos para la
construcción. Reflexiona sobre estas palabras y trata de sentirlas:
“Pero cuando una persona resbalaba y caía hacia su muerte, nadie
la tenía en cuenta”.
Un día, un hombre llamado a Abraham, hijo de Téraj, estaba
pasando por el sitio de la construcción de la torre. Tenía cuaren-
ta y ocho años en ese momento y era famoso por oponerse a la

109
Los secretos deL Libro eterno

construcción de la torre. Cuando se aproximó le pidieron, “Únete


a nosotros en la construcción de la torre, ya que eres un hombre
poderoso y serás muy útil”; él se negó diciendo: “Tú has renuncia-
do al Creador, que es la Torre y decidiste reemplazarlo con una
torre de ladrillos”.
Así es cómo se manifiesta en nosotros la fuerza altruista, que
corresponde a este grado egoísta. Esta fuerza es la única capaz de
derrotar a Nimrod, y su nombre es Abraham.
Esta fuerza lanza una advertencia casi incidentalmente. Todavía
no es capaz de enfrentarse con el egoísmo agrandado, pero ya
puede oír su voz, y esto es muy importante.
En otras palabras, estás empezando a cobrar vida y saliendo del
estado de descenso. Armado con nuevos poderes altruistas, te estás
poniendo a trabajar.
Entretanto, el asunto está llega al punto crítico — la torre está a
punto de “colapsar”. (De hecho, no puedes construir nada fundado
en el egoísmo, sino sólo sobre una conexión con el Superior.)

QUÉ HACER
Este libro ofrece este consejo: “Escucha al Abraham en ti”. Encuén-
tralo en medio de la locura egoísta y dale la libertad para actuar. Deja
que el ego grite y resista cualquier cambio dirigido al avance espiri-
tual, pues se debe entender que no hay otra manera. Todo lo demás
ha sido probado suficientemente y podemos ver claramente que no
ha funcionado.
Decídete y todo se resolverá. El Abraham de hoy se revelará al
mundo.
Esta es precisamente la razón por la que la sabiduría de la Cabalá,
que permaneció oculta a la humanidad durante milenios, se revela
hoy.
Si la humanidad escucha, seguiremos el camino constructivo

110
Capítulo 2: Noé

de unificación con la Naturaleza. De lo contrario, seguiremos el


camino del sufrimiento. Pero de cualquier manera, llegaremos a
la meta.
¿Qué significa unirse con la naturaleza? Los cabalistas lo escribie-
ron hace casi 4.000 años en El Libro de la Creación.
A nuestro alrededor existe una ley única, a la que no nos ajusta-
mos. La Ley de la Naturaleza es altruismo absoluto, amor absolu-
to. Actúa alrededor de nosotros con toda su fuerza. Es conocida
como la Ley del Creador.
¿Qué hay sobre nosotros? Nos oponemos a esta ley de manera
egoísta. En lugar de corregir nuestros egos que crecen constante-
mente y equilibrarnos con la naturaleza, ponemos barreras artifi-
ciales para protegernos de ella. Para eso se utilizan todas nuestras
ciencias y tecnologías.
Este fenómeno, en que el hombre rehúsa corregirse a sí mismo
y busca, en su lugar, dominar la naturaleza, es a lo que se refiere la
“construcción de la Torre de Babel”.
Desde los días de Babilonia, nuestros egos han estado desarro-
llándose gradualmente hasta que alcanzaron su punto culminan-
te. La humanidad se ha desilusionado de su capacidad para saciar su
propio ego mediante la tecnología o cualquier otro tipo de progre-
so. Hoy estamos empezando a darnos cuenta que todo este viaje
nuestro fue recorrido en vano.
Debido a la crisis y al callejón sin salida en que nos encontramos,
se podría decir que la ruina de la Torre de Babel está ocurrien-
do ante nuestros propios ojos. Todo lo que necesitamos ahora es
tomar la decisión correcta. Después de todo, ¿no hemos tomado
bastantes malas decisiones y aún sufrimos por ello?
El gran cabalista Yehuda Ashlag, conocido como Baal HaSulam
(Dueño de la Escalera) por su comentario Sulam (escalera) sobre El
Libro del Zohar, escribió en la década de 1940 que si la humanidad
no entra en razón, habría una tercera y luego una cuarta guerra
mundial, con sólo un puñado de sobrevivientes. Estas personas
entonces se unificarán con la ley universal y el mundo conocerá la

111
Los secretos deL Libro eterno

verdadera paz y amor.


Como siempre, tenemos que traducir estas palabras en el lengua-
je de la Cabalá. Cuando el ego te está destrozando desde el interior,
estás listo y dispuesto a ocuparte de los demás, y el amor es el
producto del otorgamiento que es sentido por ambas partes.
"Al final, el Creador descendió sobre la tierra con setenta ángeles
y celebró un tribunal sobre esa generación”. Este pasaje habla de la
fuerza altruista (el Creador) “descendiendo sobre la tierra” como
consecuencia de la ruptura. En otras palabras, esta fuerza entró al
deseo egoísta (la tierra).
No dejes que frases como “celebró un tribunal sobre esa genera-
ción” te asuste. Simplemente significa que de repente nos vimos
como realmente somos. Esto fue posible gracias a la luz de las
chispas altruistas que entraron en nosotros. Como los rayos de luz
de una linterna, iluminaron la oscuridad y nos otorgaron la visión y
nos dimos cuenta que todas nuestras acciones son dictadas exclusi-
vamente por el amor propio.
“¡Soy un egoísta!” Esta sola sensación egoísta está compuesta de
setenta deseos egoístas individuales (70 Sefirot).
Cada uno de estos deseos fue infiltrado por una chispa altruis-
ta durante la ruptura, poniendo todas nuestras vidas cabeza abajo,
demoliendo el orden habitual de las cosas, y obligándonos a
reflexionar sobre quiénes somos.
Imagínate cómo se conmocionaron las personas cuando de
repente descubrieron que no podían comunicarse entre sí en una
lengua, y en su lugar estaban hablando inexplicablemente setenta
lenguas diferentes.
En otras palabras, en la iluminación de la Luz altruista, se
descubrió que cada deseo sólo vive para sí mismo. Así es como
viven todas las personas. Nadie entiende al otro, y todas los consig-
nas sobre el amor y la fraternidad son palabras vacías. El verdadero
altruismo resaltó el abismo que existe realmente entre los deseos
egoístas — la gente, las naciones y el mundo — y nos mostró que
ese egoísmo no nos permite amar, estar juntos o hablar el mismo

112
Capítulo 2: Noé

lenguaje. Egoísmo es cuando cada quien se preocupa sólo por sí


mismo, hablando su propio lenguaje que los demás no pueden
entender.
La mezcla de las lenguas sucedió instantáneamente. Las personas
hablaban entre ellas, pero no podían entender una sola palabra. Uno
dijo: “Dame agua”. En lugar de eso se le dio arcilla. Otro exigió,
“Dame una cuerda”. En cambio, se le dio una sierra. En un caso,
el hombre que recibió una sierra en lugar de una cuerda atacó al
hombre que no le había entendido y lo mató. Una terrible discordia
y confusión cayó sobre la tierra. La gente tomó las armas y comenzó
a matar a sus amigos — así pereció la mitad de la humanidad.
En la Luz altruista, resulta evidente que el ego no tiene amigos. Está
diseñado para llevarnos al extremo, clavándonos a la pared. Sólo
entonces nos damos cuenta que estamos atrapados, esclavos del
ego, sin voluntad propia alguna, nos damos cuenta que todo lo que
hicimos durante nuestras vidas estuvo a la orden del amor propio.
El hombre descubre de repente que en lugar de crear, él
estuvo “matando” todo el tiempo. Atrincherado en el terroris-
mo y las drogas, sintiéndose impotente e incompleto finalmente
ha llegado a un estado desesperado. No ve una salida y no quiere
moverse en ninguna dirección. Se ha vuelto tan distante de la
Naturaleza que no ve de dónde podría venir la salvación ni qué
puede hacer. Esta comprensión constituye la “ruina de la torre de
Babel” dentro de nosotros.
¿Qué pasa después? A continuación, la sabiduría conocida como
Cabalá, viene al rescate. Esta sabiduría nació en los tiempos de la
antigua Babilonia, fue mantenida en secreto durante miles de años
y ahora se revela a todo el mundo, ya que la humanidad nunca
sabrá cómo continuar desarrollándose sin ella. Las cosas seguirán
deteriorándose hasta que la humanidad esté lista para utilizar el
método de corrección del mundo como una solución a los proble-
mas de la humanidad.
Mientras tanto, hemos llegado hasta el final del capítulo sobre Noé. A
continuación, estudiaremos el capítulo, Lej Lejá (Sigue Adelante).

113
Los secretos deL Libro eterno

114
caPítUlo 3

sigUe adelante

E stimado lector, estás a punto de ascender al siguiente grado


egoísta. Nuevos personajes entran en escena, que son tus
nuevos deseos. Su objetivo es simple: ayudarte a lograr el más
perfecto estado imaginable.
Sin embargo, para continuar nuestro viaje dentro de nosotros
mismos, debes volver a la época en que estabas seguro que podrías
hacer todo por ti mismo, construir todo con tus propias manos y
alcanzar la felicidad sin ninguna ayuda externa. Pero eso fue antes
de la ruina de la Torre de Babel dentro de ti.

115
Los secretos deL Libro eterno

EL REINO DEL EGOÍSMO


En esa época, un rey llamado Nimrod (tu ego) reinó dentro de
ti. Lo seguiste fielmente, confiabas en él y le rendías culto sólo a él.
Aquí está una descripción de este período desde el Midrash:
“La fuerza y la astucia del Rey Nimrod llegaron a ser proverbia-
les. Todos sabían que su brazo, apuntando al corazón de un ciervo,
nunca fallaba su objetivo. ¡Ay de aquel que se atreviera a cuestionar
que Nimrod se había hecho Dios a sí mismo, ya que un verdugo
siempre se encontraba al lado de su trono!”
El Nimrod dentro de ti se refiere al egoísmo natural, claramente
desarrollado, que desea y puede alcanzar cualquier cosa: “Todos
sabían que su brazo, apuntando al corazón de un ciervo, nunca
fallaba su objetivo”.
Si recuerdas, toda tu vida y todas tus intenciones estuvieron
enfocadas exclusivamente en ti mismo. “¿Para qué me sirve?” fue
el principio por el que viviste. Todas tus relaciones con los demás
cayeron esencialmente en eso.
“Nimrod” siempre fue tu esencia. No tomaba en cuenta a nadie
más que a sí mismo: “¡Ay de aquel que se atreviera a cuestionar que
Nimrod se había hecho Dios a sí mismo!”
En otras palabras, “¡Estoy bien con todo lo demás que existe,
mientras exista debajo de mí! ¡Estoy dispuesto a aceptar todo, estoy
dispuesto a pagar, pero debo estar por encima de todo! ¡Porque no
puede ser que alguien me haya creado!” Este fue el razonamiento
de tu ego: “Nimrod se hizo Dios a sí mismo”.
“Yo vengo primero” era cómo te sentías. No reconocías a nadie
más, mientras tu “Nimrod” interno dirigía sus asuntos desde su
trono.
“Trono” significa poder. Es la “Torre de Babel” dentro de ti que se
resiste al Creador y se rebela contra Él.
En ese momento no sabías que no duraría, que tu Nimrod
fracasaría, “...porque un verdugo siempre se encontraba al lado de
su trono”.

116
Capítulo 3: Sigue adelante

El verdugo que siempre está al lado del trono es tu sentimiento


de que todo lo que sea ligeramente ofensivo para el ego, que trata
de alguna manera de obstruirlo, suprimirlo u oprimirlo, está sujeto
a la exterminación inmediata.
Tu Nimrod no tolera ninguna oposición a su dominio. ¿Recuer-
das las épocas de tu vida en que te sentías particularmente dolorido
o molesto? Eso sucedía cuando tu verdadera esencia era atacada. Te
sentías humillado cuando alguien infringía tu “yo” degradando al
“Santo de los Santos”, “el Dios Nimrod” dentro de ti.

LA PROFECÍA
El Midrash continúa diciendo, “Un día los astrólogos de Nimrod
se acercaron al trono reverentemente, y se postraron ante el rey.
‘Oh, gran señor’, proclamaron, ‘venimos con la noticia del gran
peligro que amenaza tu gobierno. Las estrellas prevén que un niño
pronto nacerá en tu reino, que negará tu divinidad y te vencerá’”.
Los astrólogos de Nimrod son tu propio miedo, querido lector,
que existe dentro del ego mismo. El temor es que algo puede sacudir
tus cimientos, tu Nimrod. Este temor siempre está manejando tu
ego para que se preocupe por su realización y prosperidad, buscan-
do más cosas, cosas más grandes, cosas nuevas. Y sin embargo, este
impulso perpetuo para realizarte a ti mismo, en última instancia
te lleva a un punto donde “nace un niño” dentro de ti, que un día
vencerá a Nimrod.
¿Quién es este niño que nacerá dentro de ti? Es el germen del
grado siguiente. Surge de ese mismo Nimrod, de tu “yo”, que
de repente empieza a entender que ser Nimrod no es más que
miseria. De pronto te das cuenta que tu vida está lejos de las nubes,
ya que siempre estás preocupado: preocupado por erigirte sobre las
ruinas de los demás, protegiendo tu “yo” de ataques, y permane-
ciendo en la cima, en tu trono.
Al mismo tiempo, no puedes destruir a todos los que te

117
Los secretos deL Libro eterno

amenazan. De lo contrario, ¿a quién dominarás?


De ello se deduce que tu ego es completa y absolutamen-
te dependiente de los que están en su entorno, y vemos muchos
ejemplos de esto. Por ejemplo, toma las estrellas de cine u otras
celebridades mostrando sus sonrisas perfectas — un testimonio
de su felicidad absoluta. ¿Pero es realmente así? A pesar de sus
enormes ingresos, siguen siendo muy dependientes de la prensa,
de sus productores, directores y del público — en definitiva, de
todos los que lo rodean. A menudo se quiebran bajo la presión,
y caen en la dependencia de las drogas o el alcohol en un intento
desesperado por encontrar un camino fuera de la prisión en que
sus propios egos los hicieron caer.
“Nimrod” está en el poder, exigiendo siempre ser adorado. “Haz
todo lo necesario para hacer que los demás te respeten”, tu ego
sigue murmurando.
No puedes destruir tu medio ambiente. No puedes borrar sus
“yoes”. Y aunque pudieras, no lo harías, porque entonces no
tendrías a nadie para gobernar. Después de todo, tú no puedes
ni quieres demostrar tu superioridad a un rebaño de vacas. No,
necesitas estar rodeado de intelectuales; es a ellos a quienes quieres,
no un rebaño de vacas que se inclinen ante ti. Sólo entonces el
ego prospera. De ello se deduce que Nimrod es increíblemente
dependiente de otras personas. Debe apoyarlas, pagarles, cuidarlas,
y al mismo tiempo, oprimirlas.
De hecho, el ego asciende precisamente cuando oprime a otros. Por
lo tanto, el grado siguiente del desarrollo del ego (Nimrod) en ti,
es cuando empiezas a reconocer tu propia dependencia, vulnerabi-
lidad y fragilidad.
Este proceso se llama “el reconocimiento del mal en Nimrod”. Es
cuando por fin tienes la sensación de que, de alguna manera, tu
libertad está restringida.
Eres dependiente de todos los demás. Ese es el problema de los
reyes, presidentes y cualquiera que pueda estar en el poder. Pero
en realidad, es el problema de cada persona. Tú siempre debes

118
Capítulo 3: Sigue adelante

construir una pirámide a tu alrededor, pero de manera que siempre


te mantengas en la cúspide. Necesitas tener el respeto de tus hijos,
esposa, parientes, compañeros de trabajo, pasajeros en el autobús u
otro medio de transporte público, incluso del perro del vecino que
te ladra. ¡¿Pero cuánto tiempo puedes seguirle el ritmo este juego?!
Por lo tanto, tu grado siguiente es Abraham. Él es libertad, es
ascenso, es la idea revolucionaria de lo que viene a ti después de
todo el sufrimiento, y el hallazgo de que el otorgamiento, no la
recepción, debe ser el único propósito de tu existencia. ¡Él quiere
negar y desechar todas las mentiras y los excesos! Este es el nuevo
grado que surge en ti, en tu Nimrod.
De esto se deduce que Abraham no puede existir sin
Nimrod. Nimrod es el grado previo a Abraham. Nimrod es el ego
exorbitante que se da cuenta que su destino final es la autodestruc-
ción, a menos que pueda encontrar un nuevo sistema de realiza-
ción, es decir, a menos que pueda elevarse por encima de sí mismo.
Ahora continuemos nuestra historia. “Un día los astrólogos de
Nimrod se acercaron al trono reverentemente y se postraron ante
el rey”. ¿Quiénes son los astrólogos de Nimrod? Son fuerzas en
tu ego que juran que no puedes seguir viviendo como eras. Son
estados intermedios que predicen, prevén y anticipan el grado
siguiente en el que Abraham debe convertirse.
De modo que los astrólogos dentro de ti son el estado intermedio
entre Nimrod y Abraham.
“Las estrellas prevén que un niño pronto nacerá en tu reino
que negará tu divinidad y te vencerá”. ¿Qué simbolizan las
“estrellas”? Son las fuerzas de tu desarrollo interior. Es inútil
resistirlas. Será como ellos dicen, incluso si eres el mismo Rey
Nimrod. No puedes eludirlas. Tarde o temprano, de una forma u
otra, el egoísmo dará paso al altruismo, y serás feliz. Revelarás el
mundo espiritual y aceptaras sus leyes. Es la única meta hacia la que
te están guiando, no importa lo que hagas — ¡ellas te llevaran allí!
Nimrod se dirigió a sus ministros. “¿Qué medidas de protección
sugieren?” La respuesta llegó rápidamente, “¡Emitir un decreto

119
Los secretos deL Libro eterno

para que todos los niños recién nacidos sean ejecutados!” “¡Una
idea maravillosa! Convoquen a una reunión de arquitectos. Debo
emitir una orden para construir casas especiales que alojen a todas
las mujeres embarazadas. Necesitamos asegurarnos que sólo las
niñas queden vivas”.
No temas, querido lector, sino continúa intentando descubrir el
significado interno de lo que sucede aquí. Para comenzar, aclare-
mos que “hijo” o “muchacho” en hebreo es Ben. La palabra Ben
proviene de la palabra Mevin — “comprensión” o “logro”. ¿Logro
de qué? Del nuevo grado. Y eso es a lo que Nimrod teme tanto. Eso
es lo que representa una amenaza a su poder. Para protegerse, el
ego debe erradicar el logro, expresado alegóricamente como matar
niños recién nacidos.
“Necesitamos asegurarnos que sólo las niñas queden vivas”. Las
niñas, hijas, la parte femenina en ti, es la personificación del deseo
de recibir. Por esta razón tu Nimrod aprecia tanto la noción de
mujeres dando niñas a luz. En otras palabras, cuantos más nuevos
deseos aparezcan en ti, más gloria añadirán a Nimrod y aumenta-
rán su creciente autoridad y dominio — y eso es algo con lo que
Nimrod no tiene ningún problema.
Con lo que tiene un problema es con este otro método de satisfa-
cer los deseos, un nuevo método para recibir placer que nace en la
forma de Abraham.
Intentemos dar un paso fuera de nosotros mismos por un
momento y examinémonos. Crecen nuestros deseos, lo que para
nosotros significa que las niñas nacen. Pero un día nos damos cuenta
que los deseos cambian cualitativamente. Ya no nos son suficientes
las satisfacciones anteriores. Ya no es suficiente desplomarse en el
sofá con una cerveza y ver la televisión. La riqueza ya no aporta
la misma satisfacción. ¡El placer de ser un gran jefe se seca, y los
logros y adquisiciones anteriores ya no satisfacen nuestros deseos!
Esto significa que nuestros deseos no sólo crecieron, sino que
cambiaron en calidad, y ahora queremos un tipo diferente de
satisfacción. Nosotros lo queremos, pero lo tememos al mismo

120
Capítulo 3: Sigue adelante

tiempo, porque entendemos que pondrá nuestras vidas totalmente


cabeza abajo. ¡Es Nimrod rebelándose dentro de nosotros! Así es
como llega a la conclusión que todos los pensamientos similares
deben ser destruidos.
¿Pero puede destruirlos? Desde nuestro Nimrod, desde nuestro
propio ego insatisfecho se levanta una nueva generación, ¡y este
proceso no puede ser detenido.
Las niñas (deseos) y niños (maneras de satisfacerlos) que nacen
dentro de nosotros pertenecen a un nuevo grado. En Cabalá, es
llamado el grado de Biná dentro de nosotros. Biná es el grado
de otorgamiento, amor y misericordia. A través de este proceso
aprendemos que en este grado podemos sentir infinitamente más
placer. De hecho, podemos sentir la infinidad por sí misma.
Escucha a tu Nimrod interior. Te está diciendo, “Bien, estoy
dispuesto a otorgar. Lo haré, pero sólo porque me dará placer”. “Me
sentiré bien”, Nimrod piensa para sí mismo, “voy a usar esta parte
de Biná que está en mí, este grado de otorgamiento y placeres infini-
tos, pero lo usaré para mi propio beneficio. ¡Yo otorgaré, seguro,
pero sólo porque sirve a mis intereses!”
Esto se llama “utilizar la chispa del amor”, la chispa del Creador,
que existe en todos nosotros, pero para nuestro propio benefi-
cio. Esto es lo que significa “matar a los hijos”, recibiendo toda la
Luz — toda la tremenda energía de un ascenso — con el propósito
de nuestra propia satisfacción.
Pero resulta que es un esfuerzo condenado al fracaso, y el Nimrod
dentro de ti está a punto de darse cuenta de su locura. Aún no se
ha dado cuenta, y así le da la bienvenida al nacimiento de las niñas
(deseos del nuevo grado), pero lucha con uñas y dientes para evitar
el nacimiento de Abraham — un nuevo modo de satisfacción. Por
ahora, todavía cree que su plan va a funcionar.
Téraj, uno de los más estimados nobles de Nimrod, preguntó en
tono de broma, “No tiene planeado poner mi propia esposa en uno
de estos edificios, ¿verdad? Ella está embarazada en este momento”.

121
Los secretos deL Libro eterno

“No estábamos hablando acerca de tu hogar, Téraj”, el rey le


aseguró, “porque tú eres el más confiable de todas mis ministros”.
Téraj es “uno de los más estimados nobles”, mano derecha de
Nimrod, ideólogo de Nimrod, ideólogo del ego. De este modo
crece el ego dentro de ti y tu Téraj interior debe encontrar una
nueva manera de gestionar este ego creciente, de modo que puedas
continuar sintiendo placer.
Téraj representa el método de satisfacción de un deseo. Por
lo tanto, tenemos que dedicar un poco de tiempo en el hombre
llamado Téraj, el ideólogo del ego, para entender cómo pudo
engendrar el Abraham dentro de ti.

EL NACIMIENTO DE ABRAHAM
DENTRO DE TI
El nacimiento de Abraham es la revolución interna que tiene lugar
en Téraj. Es el método actual de satisfacer a Nimrod. Este evento
simboliza el hecho que es imposible satisfacerte a ti mismo en el
nuevo grado del ego en crecimiento. El método de satisfacción
necesita un cambio drástico. Esta revolución es conocida como
Abraham.
Así que Téraj engendra a Abraham para renovar completamente
el método de satisfacer su ego, el Nimrod en él.
Una mañana, los astrólogos de Nimrod solicitan una audien-
cia con él una vez más. ¡La amenaza no ha sido neutralizada, oh,
rey! Hemos observado sobre la casa de Téraj una estrella recorrien-
do el firmamento en todas direcciones. Devoró cuatro estrellas,
hacia el este, hacia el norte, hacia el oeste y hacia el sur. ¡Esto apunta
claramente al nuevo hijo de Téraj, que conquistará tu reino!”
La “estrella recorriendo el firmamento” en tu interior, es la señal
que Abraham representa el otorgamiento. Es el cambio de una
intención egoísta hacia una de completo otorgamiento. Desde este
día en adelante, el método de Abraham gobernará las cuatro fases

122
Capítulo 3: Sigue adelante

de desarrollo del ego, lo que significa sobre todo tus deseos.


“... Devoró cuatro estrellas, hacia el este, hacia el norte, hacia el
oeste y hacia el sur”. Desde el momento en que nació Abraham en
lo profundo de las entrañas de tu ego, empiezas a darte cuenta que
todas las cosas que solían satisfacerte antes no tienen sentido. Tus
pertenencias ya no te satisfacen, la vida ha perdido su sabor, y los
antiguos placeres están vacíos. Frenéticamente, buscas una abertu-
ra en este callejón sin salida.
Así es como un enfoque completamente nuevo (la estrella) nace
dentro de ti. Es una nueva forma de satisfacer tu deseo, un nuevo
método que vuelve una nueva página en tu vida y actualiza todos
los deseos nuevos creados en ti (norte, sur, oeste y este). Es un
feliz momento para ti porque una nueva intención de otorgar nació
dentro de ti.
El Midrash continúa diciendo que un niño le nace a Téraj, y le da
el nombre de Abraham. Pero ya sabes que Abraham nace dentro de
ti. Este es el verdadero y único significado de esta historia.

DESCUBRIMIENTOS REALIZADOS
EN UNA CUEVA
¿Cuáles son las condiciones de crecimiento que debes proporcionar
a tu Abraham? Debes ponerlo en una cueva. Así dice el Midrash:
“Téraj le ordena que se esconda en una cueva”. ¿Qué significa
esconder a tu recién nacido Abraham (intención de otorgar) en
una cueva? Significa crear en la tierra, en tu propio ego, un lugar
especial en el cual Abraham (Biná, la parte del Creador en ti, la
intención de otorgar) pueda desarrollarse.
En otras palabras, en este mundo egoísta y material, lleno de
cálculos corruptos y odio, donde las personas se explotan unas a
otras para provecho personal, debes cavar una cueva para ti mismo,
lo que significa elegir un ambiente especial. Debes encontrar
amigos con tu misma opinión, que también aspiren a lo espiritual,

123
Los secretos deL Libro eterno

libros que describen los sublimes mundos espirituales, y un guía


que te conduzca hacia la meta espiritual. Si haces esto, significará
que has excavado una cueva en la tierra.
Recuerda que Noé — el primer deseo de lo espiritual que
se presentó en el nivel egoísta más pequeño — tuvo el mismo
enfoque. El libro del Génesis dice que Noé entró en el Arca como
si fuese una cueva, un barco que navega por las aguas, y que asegura
su salvación. Él fue capaz de evitar ser saturado con los valores de
este mundo egoísta, y más tarde salió a una tierra que había sido
purificada por las aguas del diluvio.
Lo mismo sucede ahora, en el nuevo grado del desarrollo del ego.
La historia se repite, solo que el crecimiento de Abraham dentro
de ti no tiene lugar en un arca, sino en una cueva. Se crió en un
ambiente especial, por eso está escrito: “el joven Abraham creció en
una cueva, lejos del mundo bullicioso de las personas. Poseedor de
una mente extraordinaria, llegó a conocer al Creador cuando tenía
sólo tres años de edad”.
¿Por qué “tres años de edad”? Denota la primera fase del desarro-
llo del Abraham dentro de ti. Es el período de su nacimiento. Como
que ya hemos mencionado, en el nivel superior del desarrollo del
ego, nace un nuevo método de sensaciones espirituales dentro de
ti. La siguiente fase se llama “lactancia”.
Mientras, “en la cueva”, tu Abraham interior experimenta
este período de lactancia en su entorno, lee las obras de grandes
sabios, escucha la guía de los maestros y se esfuerza en seguirla. La
tercera fase (tres años) significa la comprensión, la fase de Biná,
la sensación de lo espiritual, la comprensión de que todo en este
mundo está regido por la Fuerza Superior, que conduce al mundo
hacia su mejor estado posible.
El Abraham dentro de ti llega a comprender esto. Aférrate a tu
Abraham; él sabe dónde debe llevarte.
Está escrito: “Además, lo hizo sobre sí mismo, habiendo alcanza-
do esta conclusión a través de la observación y el razonamiento”. La
observación, es el desarrollo continuo de tu cualidad interna de

124
Capítulo 3: Sigue adelante

Biná, la cualidad del Creador. Como ya sabes, Biná deriva de la


palabra Mevín o Havaná, que se traduce como “comprensión”.
De modo que el método continúa desarrollándose. La fase de
Abraham, el grado de Biná, opera dentro de ti, y te acerca cada vez
más hacia el Creador.
“¿Tal vez debería adorar la tierra”, razonó, “porque el hombre se
alimenta de sus frutos? Sin embargo la tierra no es todopoderosa,
sino que depende de los cielos, que otorgan la lluvia. ¿Debería por
lo tanto adorar el firmamento? Es evidente que el firmamento está
gobernado por el sol, cuya luz y calor mantienen la subsistencia del
mundo”.
Abraham se postró ante el sol. Pero cuando cayó la noche y el sol
dio paso a la luna, Abraham razonó que la luna no puede ser menos
divina. Pero también renunció a ese pensamiento, considerando
que puesto que la luna brilla sólo por la noche, no puede ser más
poderosa que el sol que brilla sólo durante el día.
Comprendes que el crecimiento sólo puede suceder gracias a los
cambios en tus estados internos: desde el “día”, cuando todo está
claro y la meta espiritual es de suma importancia en tu vida, a la
“noche”, cuando llegan las dudas y debes encontrar dentro de ti la
fuerza para darle al ego un buen puñetazo en los dientes. La oscuri-
dad es esencial para tu crecimiento. De Nimrod surge Téraj, de
Téraj surge Abraham, y así sucesivamente.
Y así te purificas, pasando a través de todos esos estados. La noche
reemplaza al día, que es seguido nuevamente por la noche, aunque
ya en una etapa diferente de tu comprensión (u observación). Y
así, junto con tu Abraham, percibes que sólo una fuerza gobier-
na el mundo, y esta es una fuerza de amor y otorgamiento — el
Creador. Y Abraham es su chispa.
La comprensión más importante que has obtenido por medio de
tus observaciones, es que el egoísmo en sí mismo no es malo. Sin
embargo, utilizar el egoísmo para tu propio beneficio, es malo. Pero
si fueras a usarlo en beneficio de los demás, dejarías de percibirlo
como mal. Es como si te quitaras tu vieja piel, tu ego se vuelve

125
Los secretos deL Libro eterno

constructivo y obtienes placer de su naturaleza constructiva.


Entonces, ¿qué ha cambiado? Tu intención ha cambiado. El ego
ha dejado de ser destructivo y se ha vuelto constructivo. Te das
cuenta que “disfruto al otorgar”. Los placeres que despiertan en mí
ahora son eternos e inagotables, ya que no neutralizan el deseo de
otorgar”.
Esto es lo que hace una intención simple llamada “Abraham” —
te ofrece una manera de ser feliz. Ahora entiendes que la esencia del
deseo y la intención son completamente diferentes. La intención
concierne al pensamiento, mientras que el deseo concierne a su
manifestación corporal.
En el momento que verdaderamente comiences a reconocer y
categorizar estas dos fuerzas dentro de ti, sentirás muy claramente
cómo tu vasija espiritual se está formando. Comenzarás a identifi-
carte más con las intenciones que con los deseos.
Tu actitud hacia el mundo, hacia otras personas y hacia todo
lo que te rodea cambiará drásticamente. Este cambio será el
resultado de tu habilidad para clasificar todo lo que te sucede en
dos dominios distintos: “mi deseo” y “mi intención”. Te dirás a
ti mismo, “Yo trabajo únicamente con la intención y no tomo en
cuenta mi deseo. No me importa en lo más mínimo cuáles son mis
deseos. Me elevo por encima de este plano, donde las personas son
juzgadas por sus deseos. Ya no es para mí. Me ocupo exclusivamen-
te de las intenciones”.
Esta comprensión gradual que sólo la intención, y no los deseos,
sobre los cuales no tienes ningún control, es la base sobre la cual
estás construido. Te permite ver el mundo y el universo entero
con nuevos ojos. Tu visión del mundo se somete a un cambio
fundamental. De receptor te conviertes en otorgante, permitién-
dote ver el mundo real — el Mundo Superior — ver al Creador.
Abraham llego a la conclusión de que un Creador todopoderoso
y sabio debe estar presente detrás de todo esto: “en consecuencia,
debe existir un Intelecto supremo, guiándoles”.
Tú ves cómo dos intenciones pueden existir sobre un deseo. Estas

126
Capítulo 3: Sigue adelante

dos intenciones están actualmente en guerra dentro de ti. También


cabe destacar que tu vieja intención “para ti mismo”, la raíz del
egoísmo, no está siendo destruida. Por el contrario, todo se basa en
ella. Tu ego gigantesco se conserva, pero es satisfecho de manera
diferente, con el método de Abraham. De modo que al observar estas
dos intenciones llegas a alcanzar la singularidad del Creador. Esta
Fuerza Superior singular es el fundamento de absolutamente todo:
día y noche, intenciones para recibir u otorgar — todo está sujeto
a esta fuerza.
“No he visto al Creador”, dijo Abraham, “pero sé que sólo un
Dios poderoso y misericordioso pudo crear este maravilloso mundo
que me rodea, y que sólo su intelecto supremo pudo sostener la
existencia de este mundo. ¡Es a Él a quien adoraré!”
Tú no podías ver este maravilloso mundo mientras estabas en
tu estado egoísta, porque siempre estuviste preocupado por ti
mismo y en cómo satisfacer tu ego. ¿Cómo podría ser maravillo-
so un mundo en el que estás persiguiendo perpetuamente todo
tipo de satisfacciones egoístas — sea dinero, fama o poder? ¡El ego
continúa creciendo, y debes seguir apaciguándolo con más dinero,
más fama y más poder!
Pero el mundo maravilloso se refiere al mundo que ve Abraham. Tú
también puedes ver este mundo maravilloso si lo combinas con
tu intención de otorgar. Si utilizas tu egoísmo correctamente te
elevarás sobre él y comenzarás a ver el futuro y tu vida avanzando.
Todas tus aspiraciones son para otorgar. Ese es el significado de “ver
un mundo maravilloso”, recibir con el propósito de otorgar.
Abraham es el grado de Biná dentro de ti, que es absoluto otorga-
miento. Este grado está diciendo: “No necesito nada; solo quiero
otorgar”.
¿Pero es este estado realmente perfecto? Tú te preguntas, “¿Dónde
está el ego al que me sobrepuse? ¿Qué pasó con él? Yo no lo he
satisfecho como resultado de esta acción, sino que simplemente lo
empujé lejos de mí y me elevé por encima de él. Pero nací egoísta y
debo aprender a usar mi egoísmo”.

127
Los secretos deL Libro eterno

Con esto, te preguntas cómo conectar a tu Abraham con tu


naturaleza egoísta, asegurando que Abraham luego exigirá ser
recompensado con el próximo grado. Él insiste, “¡Dame la oportu-
nidad de realizar tu deseo absoluto de otorgar, dame un hijo, para
que en este grado pueda aprender a satisfacer mi ego a través del
otorgamiento!”
“No he visto al Creador”, dijo Abraham, “pero sé que sólo un
Dios poderoso y misericordioso pudo crear este maravilloso
mundo que me rodea”.
¿Cuál es el significado de “No he visto al Creador”? Significa que
mediante la conexión con Abraham te conectas con la cualidad de
Jasadim (misericordia) dentro de ti. Es como si obtuvieras la capaci-
dad de elevarte por encima de este mundo y por encima de tu ego,
sin satisfacerlo. Simplemente dejas el ego a la orilla del camino. Por
esta razón Abraham conocía, pero no “veía” al Creador.
¿Entonces, cuándo serás capaz de “ver” al Creador? Sólo
cuando la Luz de la Vida (Or Jojmá) entre en ti. ¿Cuándo sucederá
eso? Cuando el Abraham dentro de ti logre nuevos grados, cuando
aparezcan “sus hijos”, que no huirán del ego, sino que encontra-
rán un modo de satisfacerlo. En otras palabras, harán lo que es
esencialmente el propósito del hombre: recibir todos los placeres
que el Creador ha preparado para él.

SOBRE LOS ÍDOLOS Y EL CREADOR


Téraj, padre de Abraham, vendía estatuas de ídolos, y Abraham
hizo todo lo posible para convencer a la gente de no comprarlos:
“Un día su padre tuvo que salir de viaje, y dejó su tienda para que
la atienda Abraham, que ahora había crecido”.
Le dio a su hijo las siguientes instrucciones: “Cuanto más grande
sea el tamaño del ídolo, más alto deberá ser su precio. Si entra una
persona importante, ofrécele un ídolo más grande, y a un cliente
menos importante ofrécele un ídolo pequeño”. Con estas palabras,

128
Capítulo 3: Sigue adelante

Téraj partió.
Un tiempo después, un impresionante hombre de amplia espalda
entró en la tienda. “¡Dame un gran ídolo, como corresponde a mi
posición!”, le dijo al muchacho altivamente. Abraham le entregó
el ídolo más grande que pudo encontrar en el estante, y el hombre
sacó una gran suma de dinero de su bolso.
“Cuántos años tiene”, le preguntó Abraham.
“Cincuenta”, respondió el hombre.
“¿Y no estás avergonzado de adorar a un ídolo que sólo tiene un
día de edad?” Pregunto Abraham. “¡Mi padre apenas lo hizo ayer!”
El hombre se sintió avergonzado, recuperó su dinero y salió de
la tienda.
Una anciana entró. Le dijo al joven comerciante que unos
ladrones entraron en su casa durante la noche y robaron todos sus
ídolos.
“Es así”, dijo Abraham. “Si tus ídolos son incapaces de protegerse
de los ladrones de casas, ¿por qué esperas que te protejan a ti?”
“Tienes razón”, admitió la mujer. “¿Pero a quién más voy a
servir?”
“Al Creador de los cielos y la tierra, al que me ha hecho a mí, a ti
y a todas las personas”, respondió a Abraham.
La mujer dejó la tienda sin comprar nada.
Otra mujer entró, llevando con ella un recipiente lleno de harina
como ofrenda para los ídolos. Abraham tomó un hacha y destruyo
todos los ídolos excepto al más grande. Cuando Téraj regresó y vio
la destrucción en su tienda, le gritó, “¿Qué pasó aquí?”
“¿Por qué debería yo ocultarte la verdad?” Abraham respon-
dió. “Mientras estabas fuera, una mujer vino e hizo una ofrenda de
harina a los ídolos. Cada uno de los ídolos exclamó que él quería
comerla primero. El ídolo más grande se enojó, tomó el hacha y
destrozó a todos las demás”.
“¿Qué es esta locura?”, Téraj pregunto furiosamente. “Sabes tan

129
Los secretos deL Libro eterno

bien como yo que los ídolos no comen ni se mueven, y mucho


menos, que luchan”.
“¿Es eso cierto?”, Abraham le contestó. “Pero si lo que dices es
verdad, ¿por qué les prestas servicio?”
Aquí tu Abraham entra en acción. Comienza a explicar a tus otros
deseos, grandes y pequeños, hombres y mujeres, acerca del ego que
gobierna sobre ti. Es decir, la primera vez que Abraham se revela, es
como un maestro. Te dice lo siguiente: “El ego no puede proteger-
te; no puede elevarte ni satisfacerte. ¡No puede!”
Lo que es interesante aquí es que Abraham recurre a ti, un egoísta,
diciendo que nunca serán satisfechos tus deseos egoístas. O mejor
dicho, solicita al ego que busque nuevas maneras de satisfacerse. La
búsqueda de autosatisfacción es egoísta, sin duda; pero es precisa-
mente esta búsqueda la que te llevará al Creador. Esencialmente,
el ego voluntariamente se embarca en el camino de la autodestruc-
ción.
El gran cabalista, Baal HaSulam, dice lo mismo cuando explica
cómo la vaciedad (falta de satisfacción) emerge dentro del hombre,
que entonces comienza a preguntarse, “¿Para qué vivo?”, “¿Cuál
es el significado de mi vida?” Aunque las preguntas son egoístas,
terminan llevando al hombre a una nueva forma de utilizar sus
deseos, que ya no es egoísta. Así es cómo el ego se dirige hacia la
meta de su correcta utilización.
¿Por qué y cómo ocurre esto dentro de ti? Es porque eres especial
en cuanto a que el punto en el corazón ya ha despertado dentro
de ti. Tiene la cualidad de Biná, que vive dentro de cada uno de
nosotros. ¡De lo contrario no serías capaz de captar este material; ¡no
habrías superado las primeras páginas de este libro! Este es el punto
de Biná llamado el “humano” (Adam) dentro de ti.
De modo que la cualidad de Biná gradualmente comienza a
señalar hacia tu ego y a decirle que lo estás usando incorrectamen-
te. Esto es hecho por el Abraham en ti. “No está trabajando correc-
tamente con tu naturaleza, por lo que no puede protegerte o darte
nada. Es inanimada, como todos los ídolos, hechos simplemente

130
Capítulo 3: Sigue adelante

de arcilla”.
Volvamos al Midrash: “Abraham tomó un hacha y destruyo todos
los ídolos excepto al más grande. Cuando Téraj regresó y vio la
destrucción en su tienda, le gritó, ‘¿Qué pasó aquí?’”
“¿Por qué debería yo ocultarte la verdad?” Abraham respon-
dió. “Mientras estabas fuera, una mujer vino e hizo una ofrenda de
harina a los ídolos. Cada uno de los ídolos exclamó que él quería
comerla primero. El ídolo más grande se enojó, tomó el hacha y
destrozó a todos las demás”.
“¿Qué es esta locura?”, Téraj pregunto furiosamente. “Sabes tan
bien como yo que los ídolos no comen ni se mueven, y mucho
menos, que luchan”.
“¿Es eso cierto?”, Abraham le contestó. “Pero si lo que dices es
verdad, ¿por qué les prestas servicio?”
El Téraj dentro de ti comprende que adora ídolos. Enfrentémos-
lo, comprendes perfectamente que deificas el ego, que tú nunca
podrás satisfacerlo. Tú comprendes que esos son deseos inanima-
dos, lo que significa que la Luz simplemente no puede entrar en
ellos, puesto que la misma naturaleza de la Luz es opuesta a ellos. El
Téraj en ti comprende todo esto, al igual que tú comprendes que
estos deseos te dominan y no puedes escapar de ellos.
También comprendes que Abraham es el grado que sigue a
Téraj. Y eso es lo más importante a comprender. Comprendes que
has nacido egoísta, y ya sientes que la única manera de derrotar a tu
naturaleza es revelar tu Abraham interno, la cualidad de amor del
Creador, el deseo de otorgar.
Hay dos fuerzas dentro de ti, luchando una contra la otra. Una
dice que este es tu mundo, todo el mundo vive así y no hay escapa-
toria. Es como naciste y por lo tanto tienes que continuar vendien-
do y comprando “ídolos”, lo que significa usar tu ego para recibir
placeres, no importa cuán superficiales y transitorios puedan
ser. De modo opuesto, la otra fuerza está persuadiéndote que todo
esto es una mentira, que todo el mundo que endiosa al ego — los
placeres y todos estos “ídolos” para los que no hay divinidad alguna

131
Los secretos deL Libro eterno

porque no están conectados de ninguna manera con el creador —


es falso y ficticio.
Aún no ves que dentro y detrás de cada cosa en este mundo se
encuentra el Creador, confundiéndote deliberadamente. Pero tú
estás preparado para aceptar el grado de Abraham como un grado
más progresivo; comprendes que te ayudará a darle sentido a todo.
Está escrito en el Midrash que el rey ordenó a sus soldados encontrar
a Abraham. Abraham y Téraj aparecen en el castillo. “Nimrod se
sentó en su trono”. Cualquiera que se acercaba al trono debía hacer
reverencia ante el rey, pero cuando Abraham fue llevado a la sala del
trono, permaneció parado.
Nimrod está sentado en el trono porque es su naturaleza, tu “yo”,
tu esencia, que depende de cualquier cosa que trabaja para tu benefi-
cio, un fundamento que parece inquebrantable. Pero Abraham no
quiere inclinarse ante esta ideología de explotar a otros para su auto
gratificación.
Admite que su naturaleza es desear placer. Sin embargo, desea
utilizar este deseo para el bien de otros, en lugar de para sí
mismo. Desea aprender a otorgar. Y tú estás con él. Esto marca tu
separación gradual del deseo egoísta, que más tarde se convertirá
en una orden directa del Creador: “Vete de tu tierra”, que significa
rechazar tu deseo egoísta. Más adelante hablaremos de eso, pero
por ahora estás empezando a distanciarte de tu ego. Ya no deseas
recibir ningún placer egoísta.
Una vez que hayas alcanzado esta meta elevándote sobre tu
naturaleza, y te hayas conectado con Abraham, se iniciará una
nueva fase mucho más complicada, pero no menos necesaria. En
ella, necesitarás reconectarte con tu ego, pero con una intención
diferente. Te deleitarás en otorgar a los demás.
Por ahora hay una discusión entre Abraham y tu Nimrod. Según
el Midrash, Nimrod dijo: “Mi gobierno se extiende sobre el sol, la
luna y las estrellas”.
Abraham respondió: “Cada día el sol se levanta en el este y se
pone en el oeste. Ordénale al sol mañana que se ascienda desde el

132
Capítulo 3: Sigue adelante

oeste y se ponga por el este... o [si eres todopoderoso] concéde-


me otra petición. Dime lo que estoy pensando ahora mismo y lo
que estoy planeando hacer”. Finalmente, Abraham concluyó en
presencia de todos los nobles: “¡no eres Dios!”
“Guardias”, gritó Nimrod, “¡pongan a este rebelde en prisión
inmediatamente!”
Lo que pasa aquí es que tu Abraham quiere demostrarle a tu
Nimrod que tu ego no se controla ni a sí mismo, ni a la naturale-
za. A pesar de su confianza en ser un dios, no conoce las fuerzas
que la gobiernan.
Nosotros pensamos que tenemos el control porque existimos
en un estado de ocultamiento. Recuerda quién eras hace sólo un
rato. ¿No pensabas que tenías un control completo, autónomo y
eras libre de tomar tus decisiones? Ahora Abraham está exponien-
do este engaño, dejando claro que no tienes ningún control sobre
tus acciones o el destino. De hecho, esto es una revelación para tu
Nimrod.
De esto se desprende que sin Abraham es imposible ver tus
verdaderas limitaciones. Y este descubrimiento está lejos de ser
agradable.

LA PRISIÓN
Abraham es arrojado a un calabozo durante diez años.
Estimado lector, confío en que ya te hayas dado cuenta de que
todo lo que te sucede en la vida ocurre exclusivamente para tu
propio beneficio. Tu vida entera sobre esta tierra no es otra cosa
que tu viaje individual hacia el Creador, ya que Él te lleva hasta Él
mismo.
La mazmorra en la cual tu Abraham es arrojado, es el estado
óptimo para tu desarrollo en este momento. Tu Abraham debe darse
cuenta que está irremediablemente unido a su ego. ¡Debe experi-
mentarlo de primera mano, no conceptualmente, para realmen-

133
Los secretos deL Libro eterno

te sentirlo! Y la única forma de sentirlo y ver claramente que el


ego es una fuerza maligna de la oscuridad que está robándote tu
libertad, que te está poniendo “profundamente dentro de la tierra”,
en el calabozo — la parte más oscura e íntima de tu ego, donde no
puedes evitar sentirte terrible y encadenado por él. Esto sólo puede
hacerse en la prisión del ego, en las entrañas de la tierra.
Me gustaría reiterar que la palabra “tierra” (Eretz) deriva de la
palabra Ratzón (deseo). En otras palabras, estás inmerso en las
entrañas de la tierra, en lo profundo de tu deseo. Esta es una
experiencia importante para tu Abraham, quien debe sentir y vivir
a través de todo esto para separarse del ego.
Aquí, Abraham está pasando por una fase que atraviesa toda
persona que no puede dejar que su ego sufra. Intentas cualquier
cosa en tu poder para reconciliar el ego con lo que estás estudian-
do; deseas permanecer egoísta, y sin embargo, conectarte con el
Creador al mismo tiempo. De esta manera, Abraham se encuentra
encarcelado.
El período en que te sientes como si estuvieras languideciendo
en la prisión, es preparatorio, y se puede sentir extraordinariamente
largo.
En la Cabalá, a este estado se llama “el doble ocultamiento del
Creador”. Esto es seguido por un período de un “ocultamiento
simple”. Estas son las fases de tu “prisión”.
Tú ya sabes de la existencia del Gobierno Superior, cuando ya
estás con Abraham, pero te das cuenta que tu naturaleza no puede
ser derrotada.
Este es el estado llamado “encarcelamiento”, que dura hasta que
comienzas a darte cuenta que puedes recuperar tu libertad, pero
no por tus propios esfuerzos. En cambio, puedes ser libre sólo si el
Creador te rescata.
Lleva tiempo darse cuenta de esto.
Como dice el Midrash, tu Abraham permanece en prisión por
diez años. No es necesario decirlo, no hablamos de años corpora-

134
Capítulo 3: Sigue adelante

les, ya que tu liberación puede suceder en un instante. Diez años


más tarde, Nimrod finalmente se da cuenta de que Abraham no
puede ser quebrado, y ordena que lo ejecuten.

LA MUERTE QUE NO SUCEDIÓ


“Nimrod ordenó a su gente preparar en su ciudad capital, Ur, en
Caldea, un horno para la ejecución por fuego”.
“La muerte” es la partida de la Luz. “La muerte por el fuego”
es cuando se te entrega tanta Luz, tanto placer, que no puedes
evitar empezar a recibirla para ti mismo. Y cuando esto sucede, la
vergüenza te quema vivo. No hay nada más terrible que eso.
Y eso es lo que le espera a tu Abraham. Él ya está en el camino
hacia el Creador. Ha experimentado la dicha de estar cerca de la
Luz, existente en compatibilidad con la Ley del Amor y el otorga-
miento, y ahora está siendo puesto en contra de su voluntad en
condiciones que pueden “quemarlo vivo”.
Imagina que te han dado todo lo que posiblemente podrías soñar:
dinero, una alta posición social, poder y fama, salud, e incluso
la sensación de que estás avanzando hacia una revelación espiri-
tual. Como se dice, es “una oferta que no podrías rechazar”. Tú
estás vinculado por lazos egoístas, y te dan tiempo para pensar
acerca de la oferta — tres días.
“Abraham permaneció encadenado durante tres días mientras
que los esclavos de Nimrod colocaban madera por dentro y por
fuera, preparando el horno para su ejecución”.
Los “tres días” simbolizan las tres líneas. Es cuando estás supera-
do por las dudas sobre lo que debes elegir. Las dudas son las cadenas
que amarran a tu Abraham. En cuanto a cuál debe ser tu elección,
ya dijimos que es tu línea media, también conocida como “fe por
encima de la razón”.
En esta parte del Midrash nos encontramos con Amatlai, madre
de Abraham, por primera vez. Viene con una petición: “¿No te

135
Los secretos deL Libro eterno

inclinarías ante Nimrod sólo una vez?”, le susurra a Abraham, “y él


te perdonará, mi querido hijo”.
¿Cuál es ese grado dentro de ti llamado “la madre de
Abraham”? Madre es el grado de egoísmo que te nutre. Padre
significa intención; madre es tu ego. No has salido de la casa de
tu “padre y madre” (tus deseos innatos), por eso tu madre puede
acercarse.
Como ya se ha mencionado, eres visitado por dudas, que son
tanto naturales como queridas como una madre que solía ser capaz
de persuadirte. Esta es la prueba final antes de tu salto hacia el
próximo grado espiritual. “¿No te inclinarías ante Nimrod sólo
una vez?” “Solo toma una vez lo que él desea darte”. Pero tomar
significa recibir placer para tu propio beneficio, sin tener en cuenta
a nadie más.
Abraham se niega, y de este modo se separa del grado anterior
de una vez y para siempre. Tu Abraham demuestra que no tiene
ninguna conexión con su padre (ideología anterior) o con su madre
(grado previo del ego).
Esta ruptura representa el principio de tu “yo” moviéndose
rápidamente hacia el momento en la vida en que oye la orden: “Sal
de tu país, de tus parientes y de la casa de tu padre, a la tierra que
te mostraré”.
“Y entonces los esclavos de Nimrod prenden fuego a la pirámi-
de de madera desde ambos extremos”. Los esclavos de Nimrod
son esos deseos que sirven a tu egoísmo. ¿Quién puede salvarte
de esta situación? Tú eres débil, mientras que los deseos de servir
a Nimrod son poderosos. ¡No puedes resistirlos! Estás a punto de
quebrarte y “quemarte” (de vergüenza, como ya hemos mencio-
nado). Y entonces rezas, rezas realmente, desde el fondo de tu
corazón. Y es entonces cuando el Creador responde.
“El Creador respondió, ‘No hay nadie como Yo en los cielos, y no
hay nadie como Abraham en la tierra. ¡Iré Yo mismo para salvarlo
del fuego!’ Y el Creador mismo dispone las llamas para que no le
causan daño a Abraham”.

136
Capítulo 3: Sigue adelante

Sólo la Fuerza Superior puede arrastrarte de un grado a


otro. Cuando no te queda esperanza, cuando tu mente ya no es
útil, decidirás ir con la fe por encima de la razón (razón es ser un
siervo fiel del ego), cuando resuelves elevarte por encima de ella.
Es entonces cuando se produce un “milagro” (“milagro” desde el
punto de vista del egoísmo, aunque en plena conformidad con lo
espiritual), y el Creador Mismo te lleva de un grado al otro. Otra
manera de decirlo sería que comienzas a identificarte totalmen-
te con Biná, la parte del Creador en ti. Te elevas “por encima de
la tierra” — sobre Maljut, por encima del ego. Y el “fuego” ya no
puede hacerte daño.
“La madera se transforma en ramas maravillosas, llenas de
fruta”. Arderás de vergüenza si utilizas la Luz de la satisfacción para
tu propio placer. Sin embargo, si la usas con el propósito de otorgar,
la “madera”, que se supone te quemará, se transformará en frutas
que puedes comer, llenándote a ti mismo y así avanzar.
“Y Abraham salió ileso con todas las miradas sobre él, y la
multitud conmocionada”. “¿Por qué estás vivo?” preguntó Nimrod,
temblando de miedo.
“Dios, el que ha creado los cielos y la tierra, y de quien te has
burlado, me salvó de la muerte”.
En otras palabras, tu Abraham ha mostrado a todo el mundo que
puedes elevarte por encima del deseo egoísta. Además, es la única
manera de liberarte de la naturaleza sórdida que te gobierna. Puedes
salir de debajo de ella, y entonces nadie tendrá poder sobre ti.
La multitud (todos tus deseos egoístas) ahora ve que es posible,
ya que también existe en el nivel de Nimrod. Entiende que estaba
bajo el dominio del ego, pero no veía ninguna manera de escapar. Y
ahora Abraham le muestra que hay una forma.
“Conmocionado y aterrado, el rey se postró ante Abraham. Todos
los ministros hicieron lo mismo. ‘No se inclinen ante mí’, dijo
Abraham, ‘sino inclínense más bien ante el Dios vivo, Creador del
Universo.’”

137
Los secretos deL Libro eterno

En otras palabras, la cualidad que adquieres no te permite


hincharte de orgullo, porque ahora comprendes de dónde viene
tu salvación, y diriges a todos hacia esta fuente de vida, hacia el
Creador, la cualidad de otorgamiento, la Luz que se revela dentro
de ti. Esto es lo que se denomina “el Dios viviente”.
El Midrash continúa diciendo que después de todos estos aconte-
cimientos, Téraj y su familia se instalaron en Jarán.

SARAH, ESPOSA DE ABRAHAM


“Abraham se casó con su sobrina Sarai, hija de Jarán. Ella era diez
años menor que Abraham, pero no fue menos justa, y más adelante
incluso superó a su esposo en el don de la profecía”.
Siempre que el Midrash menciona cualquier mujer, se refiere a
“tu mujer interior” (indistintamente si eres varón o mujer). Por
lo tanto, Sarai, quien más tarde se convirtió en Sara, simboliza el
deseo de recibir dentro de ti, tu mujer interior.
Mientras la mujer exista dentro de ti sin la intención correcta, ella
sirve al ego destructivo. Pero una vez que la intención correcta se
une a ella, la mujer se convierte en una fuerza constructiva.
De modo que aquí está. “Abraham”, la intención de otorgar, se
casa con Sara, el deseo de recibir, y por lo tanto se transforma en una
mujer justa. Al unificarse con Abraham, Sara, el deseo de recibir,
adquiere la intención de otorgar, y se convierte en un estado puro
y noble, y tú comienzas a comprender el significado de la verdade-
ra felicidad, que significa pensar en los demás en lugar de en ti
mismo, y cómo se siente el amor verdadero.
Posteriormente, Sara se vuelve más noble que Abraham, porque
ella contiene un egoísmo que está ausente en Abraham, que es
puro por naturaleza, la cualidad de Biná en ti. A continuación, Sara
se convierte en la madre de todos.
Abraham comienza a unir los deseos egoístas a sí mismo y los
purifica. El primer y más cercano deseo a él es Sara, seguido por sus

138
Capítulo 3: Sigue adelante

alumnos, de quienes hablaremos pronto, luego sus hijos — Isaac,


Yacov — hasta que hayas logrado la purificación completa. Como
has aprendido una y otra vez, siempre hablamos de lo que está
pasando dentro de ti.
Está escrito sobre Sarah que “ella más adelante incluso superó a
su esposo en el don de la profecía”. No cabe duda de ello porque el
Abraham en ti es otorgamiento absoluto, y por lo tanto, está separa-
do del egoísmo. Sara, sin embargo, encarna tu deseo egoísta. Por lo
tanto, al unificarse con Abraham, se convierte en una figura muy
significativa (el deseo dentro de ti).
Sarah está más cerca de la tierra. Está escrito que ella (como todas
las mujeres de nuestro mundo) no está “separada de la vida”, y al
mismo tiempo está conectada a Abraham. Por esta razón ella puede
profetizar mientras sea comprendida y admirada.
Pero volvamos al Midrash. Está escrito: “Por aquel entonces
Abraham se ha vuelto exactamente de setenta...” Esto significa que
las siete Sefirot (Jesed, Gevura, Tifferet, Netzaj, Hod, Yesod y Maljut),
el deseo completo de Abraham, este deseo completo dentro de
ti, se corrigió (adhiriendo hacia sí el grado anterior de Téraj, que
creyó en su hijo). Y puesto que cada Sefirá individual comprende 10
Sefirot, hay setenta en total.

EL MAESTRO
Por primera vez, el Abraham dentro de ti puede comenzar a
enseñar. Habiéndose unificado con Sara, y alcanzado la edad de
setenta, finalmente se convirtió en un deseo completamente
funcional. Ya no está con la cabeza en las nubes, dado que Sarah “lo
bajó a la tierra”. Ahora puedes conectarte con la gente dentro de ti,
y enseñarles sin ser considerado excéntrico. Ahora serás compren-
dido.
Abraham transmite la sabiduría, y de este modo conecta para sí
más deseos y los purifica.

139
Los secretos deL Libro eterno

He aquí lo que el Midrash tiene que decir sobre el asunto: “¿Qué


hizo Abraham en Jarán? Llamó a reuniones públicas, y declaró ante
ellos la verdad sobre el único Creador, apelando a la gente que Le
sirva a Él... Además de los discursos públicos, sostuvo debates en
los que defendió sus afirmaciones contra cualquiera que dudaba de
ellas. También compuso libros que demostraron la inutilidad de
adorar ídolos. De este modo, Abraham atrajo decenas de miles de
seguidores que aceptaron la existencia del Creador”.
De hecho, así es precisamente cómo Abraham reúne dentro de ti
todos los deseos altruistas, que más tarde serán llamados la “Nación
de Israel”. “Israel” se deriva de las palabras Yashar (Heb. directo) y
El (Heb. Dios), es decir, directo al Creador. Ten en cuenta que
esta noción no tiene absolutamente nada que ver con religión,
nacionalidad o raza. La nación de Israel (los deseos dirigidos hacia
el Creador) se forman dentro de ti (independientemente del lugar
en que naciste).
Además, está correctamente escrito que “Abraham viajó por
la tierra sin descanso, propagando la fe en el Creador”. En otras
palabras, hay una búsqueda continua de nuevos deseos dentro de
ti, que podrían unirse a la nación, es decir, corregirse, por lo que se
agregará una intención altruista a un deseo egoísta.

SAL DE TU PAÍS
Querido lector, hemos estado navegando por las “páginas” del
Midrash por un tiempo hasta ahora y por una buena razón. Es la
única fuente cuidadosamente detallada de la historia de Abraham,
desde el momento en que apenas lo sientes (su “nacimiento”),
en adelante. El Midrash describe todo lo que le sucede, hasta el
momento en que el Creador Mismo lo dirige.
Pero ahora volvamos a la Torá escrita (el Pentateuco, Midrash
es la Torá oral). Por primera vez hasta ahora, el Creador se dirige
directamente al Abraham dentro de ti, porque finalmente él puede
escuchar Su instrucción. Hasta ahora, eras diferente e incapaz de

140
Capítulo 3: Sigue adelante

percibirlo, y la instrucción del Creador te habría parecido inacep-


table.
“Ahora el Señor dijo a Abraham: ‘Deja tu país, tus familiares y la
casa de tu padre hacia la tierra que te mostraré. Haré de ti una gran
nación y te bendeciré, y voy a engrandecer tu nombre; y tú serás
una bendición’”.
Este es el comienzo del viaje de Abraham cuyos deseos será capaz
de unir a sí mismo: Sara, su familia y sus discípulos. El viaje es “fuera
de tu país, lejos de tu familia y lejos de la casa de tu padre”. En otras
palabras, debes separarte de todo esto.
“Separarse de la tierra”, significa separarse de todos los deseos que
todavía no puedes corregir. Les llegará el momento, pero por ahora
los dejaras atrás, y solo retendrás esos deseos que puedes adjuntar a
Biná, la parte del Creador en ti, esta ferviente voluntad de otorgar
que has adquirido. Necesitarás tomar estos deseos y llegar con ellos
al nivel espiritual llamado el (Primer y Segundo) “Templo”, el nivel
de los deseos en los cuales existen los Reyes David y Salomón.
Saltando un poco más adelante, quiero aclarar que una vez que
has alcanzado su nivel — la corrección completa de esos deseos
que “tomaste contigo” — necesitarás caer una vez más en el abismo
de los deseos egoístas que temporalmente dejaste atrás. Al haber
logrado la corrección, necesitarás una vez más mezclarte con
Nimrod, con Téraj y con Jarán, pues ahora tendrás la fuerza para
corregirlos.
De hecho, el propósito de tu creación es la corrección completa
de todos tus deseos. Sólo entonces te fusionarás con el infinito, y
alcanzaras la felicidad absoluta que existe incluso ahora, sólo que
no puedes sentirlo debido a que tu vasija no está corregida.
Está escrito en la Torá, “Sal de tu país”. Es decir, “Vete del lugar
donde naciste y has vivido hasta ahora, rechaza tus deseos egoístas.
Comienza a desarrollarte por encima de ellos, como si no existie-
sen”.
Continúa con: “...y de tus parientes y de la casa de tu padre...”
significa “parte de tu grado anterior, deja atrás a tu antiguo entorno,

141
Los secretos deL Libro eterno

que no se dedicaba a la búsqueda espiritual”.


“...a la tierra que te mostraré”. Es decir, “Utiliza los deseos que
despertarán en ti. Ellos serán los deseos que podrás adherir a tu
intención de otorgar, llamada ‘Abraham’”. El Creador despertará
estos deseos en ti, y Él te ayudará a corregirlos. De este modo te
llevará a la tierra de la felicidad absoluta.
“Haré de ti una gran nación y te bendeciré, y voy a engrandecer
tu nombre; y tú serás una bendición.”
¿Qué es la “gran nación” de la que se habla aquí? Hay numerosas
conjeturas alrededor de esta “gran nación”. Algunos dicen que esto
se refiere a la nación elegida por Dios, pero esto es incorrecto. De
hecho, este tipo de separación y el sentido de superioridad de una
nación sobre otra es precisamente la raíz de todos los problemas,
como podemos ver claramente en nuestro mundo.
Sin embargo, todo se vuelve claro y toma su legítimo lugar cuando
nos damos cuenta que la Torá habla sólo de deseos que existen
dentro de nosotros. Se deduce que la noción de “gran”, se refiere a
alguien que ha alcanzado la cualidad de otorgamiento, y aprendió
a amar verdaderamente a los demás. En eso radica la verdadera
grandeza. Una vez que entiendas este concepto, inmediatamente
desearás pertenecer a esta “nación”. De hecho, el objetivo final es
hacer “grande” al mundo entero.
“...y te bendeciré...”
¿Qué es una “bendición”? Cuando recibimos una bendición
en la vida, estamos absolutamente seguros que nos fue dada para
mantenernos saludables, exitosos en nuestro trabajo, y así sucesi-
vamente. En realidad, una bendición no pertenece en absoluto a
nuestro mundo egoísta; es una noción espiritual que nos conduce
al mundo espiritual. No tiene nada que ver con los asuntos
mundanos. Una “bendición” es la fuerza o Luz que desciende a
nosotros y corrige nuestras intenciones, convirtiéndolas de egoístas
en altruistas.
Debido a que estás conectado a Abraham, se te ha concedido esta
fuerza. Una vez que la tienes, todos los deseos que has identifica-

142
Capítulo 3: Sigue adelante

do, esos que has tomado contigo “de tu país” y esos que aún has de
conocer en tu viaje, son todos corregidos con esta fuerza llamada
“bendición”.
Pero continuemos. Mira qué duro es el siguiente pasaje salido de
los sonidos del Midrash: “Te libero de la obligación de honrar a tu
padre. Puedes dejarlo sin pensarlo dos veces. Tu padre y tu hermano,
quienes parecen muy amigables, en realidad están tramando planes
malignos. Están planeando asesinar...” Esto parece algo salido de
una novela de suspenso.
Pero a esta altura sabes que el pasaje hace referencia a tus antiguos
estados, con los que has vivido anteriormente y que no pueden
estar de acuerdo contigo. Estos deseos ven que tienes razón, y de
ese modo admiten que te has elevado por encima de ellos.
Sin embargo, siendo lo que son los deseos no corregidos, la
cualidad con la que les propones vivir, parece como la muerte. Por
lo tanto, tarde o temprano habrá un conflicto en el cual algunos
deseos tendrán que ser destruidos por otros. Cuando llegue ese
momento, tendrás sólo una opción — separarte de estos burdos
deseos egoístas para evitar discutir con ellos.
Al abandonarlos, se preservarán por un tiempo. Ellos permanece-
rán, y vivirás pacíficamente, sólo para volver más tarde y corregir-
los. Sin embargo, sólo volverás una vez que hayas logrado suficien-
te fuerza y te conviertas en una “gran nación” capaz de derrotar
(corregir) los deseos que hayas dejado atrás.
El Creador no revela a Abraham a dónde llegará al final de su
viaje. “...a la tierra que te mostraré”, le dice.
Los deseos de otorgamiento que se revelaron a lo largo del
camino, guiándote conforme se manifiestan gradualmente dentro
de ti, deben ser aceptados conforme a la ley de otorgamiento, es
decir, con la fe por encima de la razón. Esto significa que no debes
pasarlos a través de tu ego, es decir, acercarse a ellos con preguntas,
“¿Pero esto qué me dará? Parece tan ilógico...”
Los deseos de otorgar deben pasar a través de tu Abraham, la
cualidad de otorgamiento dentro de ti. Debes identificarte constan-

143
Los secretos deL Libro eterno

temente con la cualidad de Biná dentro de ti, dejando todos los


pensamientos egoístas a la orilla del camino.
El Midrash dice lo siguiente sobre Abraham: “No le hizo al
Creador ni una sola pregunta, como, ‘¿Cuánto tiempo tomara mi
viaje?’”
Eso es correcto, porque tu ascenso sucede en el grado de
Abraham (Biná) dentro de ti, y en este grado no haces pregun-
tas; sólo asciendes, distanciándote de los deseos egoístas, hasta que
eres lo suficientemente fuerte para lidiar con ellos. Pero por ahora,
estás experimentando tu primera corrección.
La Torá escrita continúa, “Entonces Abraham partió, como el
Señor le había dicho”.
¿Qué significa “partió”? Significa que has comenzado a conquistar
la escalera espiritual. Siguen apareciendo inesperadamente nuevos
deseos egoístas dentro de ti, que puedes corregirlos al unirlos a
“Abraham”. Es decir, puedes ver a través del prisma de Abraham,
comparándolos constantemente con la cualidad de Abraham, de
esta forma los unes a él, a la cualidad de Biná en ti. Y así siempre
serás capaz de elevarte por encima de ellos.

144
conclUsión
h

Estimado lector, hemos llegado hasta el final de nuestro


libro. Hemos examinado dos capítulos: Bereshit (Génesis, Heb. En
el principio) y “Noé”, y apenas hemos comenzado el capítulo,
“Vete”.
Naturalmente, es imposible cubrir todo en un libro tan pequeño,
especialmente considerando el hecho que tenía que mantener el
discurso bastante “ligero” para asegurarme que lo entiendas y seas
capaz de relacionarlo contigo mismo. Este libro es para todo aquel
que sólo está empezando en el sendero espiritual.
Para aquellos que ya están en camino, está el libro, El Zóhar:
anotaciones al comentario de Ashlag, en el que la explicación del capítu-
lo Bereshit cubre el libro entero, y que presenta el comentario del
gran cabalista, Baal HaSulam. Sin embargo, si fueras a escoger ese
libro hoy, no entenderías ni una palabra, porque está escrito para
aquellos que ya perciben el mundo espiritual, y existen en ambos
mundos, conectándolos dentro de ellos.
Si el deseo de alcanzar el mundo espiritual despierta sinceramen-
te en ti, permanecerás fiel a ello. Buscarás cualquiera oportunidad
para preservar y cultivar este delicado brote dentro de ti, y segura-
mente lograrás la meta deseada.

145
Los secretos deL Libro eterno

Guías probadas y firmes nos esperan en nuestro camino. Algunas


de ellas ya las descubrimos internamente, mientras que otras están
aún por ser encontradas, como Moisés y muchos más. Pasaremos
a través del “desierto” (interno), descenderemos a “Egipto” (el
ego), saldremos de ahí como “una nación” (consolidando el deseo
altruista), “haremos la guerra” (contra el ego), caeremos sólo para
levantarnos otra vez (sucumbiendo al ego pero siguiendo adelan-
te hacia el logro espiritual), hasta que finalmente alcancemos el
deseo “directo al Creador”. Así dice la Torá, el libro que nunca se
ha equivocado.

146
soBre el aUtor

Semion Vinokur es un fecundo guionista y director. Ha dirigido


y escrito por lo menos setenta documentales y once largometra-
jes. Es el Presidente de la Escuela para Cineastas Jóvenes Talento-
sos en el Ministerio Israelí de Absorción. Actualmente está a cargo
de los proyectos de graduación de los estudiantes en Academia de
cine “Sapir”.
Muchas de las películas del Sr. Vinokur (producción, dirección y
escritura de guiones) fueron premiadas y proyectadas en importan-
tes festivales de cine internacionales en los Estados Unidos, Italia,
Israel, Rusia, China, Argentina y muchos otros países.
Algunas películas del Sr. Vinokur han ganado numerosos
premios. Ganó la Medalla de Oro en el Flagstaff International Film
Festival (What fire can´t burn), la Placa de Bronce en el Columbus
International Film & Video Festival (Kalik in Black, White, and Color),
Primer Premio en el Shanghai International Documentary Film Festival
(Magnolia), un premio especial en el National Geographic Internatio-
nal Film Contest por su cortometraje, Toward Integral Consciusness, y
muchos más.
Semion Vinokur es también el autor de la célebre novela cinema-
tográfica El Cabalista.

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