ALARCOS LLORACH, Emilio - Estructuras Ecuacionales
ALARCOS LLORACH, Emilio - Estructuras Ecuacionales
ALARCOS LLORACH, Emilio - Estructuras Ecuacionales
E. ALARcos LwRAcH
Real Academia Espa;iota
IV Jornadas de metodología y didáctica de la lengua española: sintaxis
Cáceres, Universidad de Extremadura, 1997, 21-31.
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oraciones, por cuanto hay un núcleo verbal de lexema /ser/ con morfe-
mas de persona, perspectiva y modo, y que por tanto entre la persona
(siempre tercera) y el lexema se cumple la relación predicativa. ¿Pero
puede demostrarse que cada uno de los segmentos adyacentes A y B
son especificaciones de la /tercera persona/ o del lexema del verbo
/ser/?
Lo que sí está patente es que entre ambos segmentos A y B existen
relaciones más o menos explícitas, según hemos ido señalando, y que se
resumen en que serían equifuncionales en otras estructuras. Por ejem-
plo: los sintagmas /a esos alemanes/ y /a los que hemos soportado/
pueden funcionar en la misma estructura como implemento: Vimos a
esos alemanes, Vimos a los que hemos soportado; las magnitudes /de esta
cuestión/ y /de lo que nunca hablaré/ son aptas para aparecer como
suplementos: Olvidaos de esta.cuestión y Olvidaos de lo que nunca habla-
ré; /entonces/ y /cuando confesaron su falta/ se desempeñan como adi-
tamentos en Se avergonzaron entonces y Se avergonzar011 cuando confe-
saron su falta; /hacia aquel monte/ y /hacia donde huyeron/ serían
también aditamentos en Había niebla hacia aquel monte y Había niebla
hacia donde huyeron; etc. A pesar de ello no puede afirmarse que todas
esas unidades mantengan las funciones citadas respecto del núcleo de
la construcción ecuacional: ni /a los alemanes/ ni /a los que hemos
soportado/ pueden ser implementos de /ser/ (sintagma que no admite
tal adyacente), ni menos pueden serlo simultáneamente en la misma
construcción sin estar conectados por la copulativa /y/ (sería absurda
la sustitución de esas magnitudes con el referente pronominal de imple-
mento: Eslos a los que hemos soportado o Estos a esos alemanes). Tampo-
co /de esta cuestión/ ni /de lo que nunca hablaré/ funcionan como
suplementos del núcleo es. Solo podría aceptarse la compatibilidad del
núcleo /ser/ con los aditamentos. Por otra parte, en la estructura ecua-
cional no es posible introducir ningún otro sintagma que pudiese ejer-
cer como sujeto (y, claro es, tampoco como atributo). La estructura
ecuacional estricta consta, pues, del núcleo /ser/ inmovilizado en ter-
cera persona y los dos segmentos A y B que no pueden ser considera-
dos como sujeto y atributo.
Recordemos que, cuando hablamos de la lengua y de sus compo-
nentes, el uso metalingüístico impone la categorización como sustantivo
de cualquiera de sus unidades y, por tanto, cumplen con las diversas fun-
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dones de este: el fonema /t/, o solo i1L es oclusivo; Este ato sr 1•sailw si 11
hache; En casafunciona como aditamento; No me escribáis es una oral'iti11
yusiva con un me referente de complemento; En Déialo para lo último. 1•/
primer JQ es referente de implemento y el segundo lQ..sustantiva a tíltim11.
etc. En esos ejemplos, ni /t/ es ya fonema, ni /ato/ verbo, ni /en casa/
sintagma preposicional, ni /no me escribáis/ y /déjalo para lo último/
oraciones, ni /me/ y /lo/ referentes pronominales, ni /lo último/ artí-
culo y adjetivo sustantivado, sino etiquetas sustantivas de tales conteni-
dos. Por ello ejercen las funciones del sustantivo correspondiente en
cada una de las oraciones citadas: en la mayoría como sujeto explícito,
en otras (En Déjalo ... , con un me ... ) como aditamento, y en un caso (sus-
tantiva a último) como implemento.
En esta situación, cualquier unidad, con independencia de su estruc-
tura interna que permanece inmovilizada y ya sin capacidad de trans-
fundir al exterior su combinatoria latente propia, se convierte en sus-
tantivo y por ende adquiere globalmente las posibilidades de relación
que este sintagma puede contraer con las demás unidades de la cons-
trucción en que aparece. Esta congelación morfológica, producida al ser
transpuestas ciertas unidades por el uso metalingüístico, no suele tener
otro indicio que la pura aparición en los contextos donde serían de espe-
rar sintagmas sustantivos. No hay en este caso transpositores explícitos
especiales, aparte, claro es, de los ocasionales adyacentes que acompa-
ñen a la unidad sustantivada (así, por ejemplo,~ ato, un me, el primer
lo), y de los recursos del acento y la entonación, malamente reflejados
en lo escrito por procedimientos varios (puntuación, tipos, subrayados,
espaciados, etc.). Si esto es así, no debe extrañar el uso a veces como
sujeto de ciertas unidades en general adscritas a la función de adita-
mento: ¿Hoy es lunes? ¡Qué va! No lo es, lo será maiiana, aunque la pre-
gunta se haga con adverbio: ¿Cuándo es lunes? Lo fue ayer.
Entonces, tornando a las ecuacionales, los dos segmentos A y B,
t·arentes ambos en su estructura interna de los rasgos característicos
del sustantivo en función de sujeto (o atributo), estarían transpuestos
por el mismo procedimiento silencioso de los usos metalingüísticos, es
clt•dr, condenados a no mantener más relación que la igualadora
impuesta por el núcleo verbal /ser/ en esos casos, esto es, A=B, o si se
quiere «sujeto=atributo». En un par de ejemplos arriba debatidos, Aquí
1's donde se inició la sublevación, A comer es a lo que vengo, lo que maní-
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BIBLIOGRAFÍA CITADA
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