El Verbo en La Eternidad.

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El Verbo en la eternidad - Juan 1:1-5

(Jn 1:1-5) "En el principio era el Verbo, y el Verbo con Dios, y el Verbo era Dios. Este
era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin el nada de lo que
ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz
en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella."

Introducción

Deberíamos comenzar el estudio de este pasaje quitando el calzado de nuestros pies


porque vamos a pisar "tierra santa" (Ex 3:5).

Juan comienza su evangelio con un prólogo en el que nos adelanta y resume muchos de
los grandes temas que después desarrollará en el resto del libro.

El punto central del evangelio y al que Juan dirige nuestra mirada desde el comienzo
mismo, es el Señor Jesucristo, quien es presentado como el eterno Dios.
Su eternidad: "En el principio..."
Su comunión con el Padre: "era con Dios"
Su divinidad: "el Verbo era Dios"
Su atributo divino de Creador de todo: "Todas las cosas por él fueron hechas"
Sus atributos divinos como Vida y Luz: "En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los
hombres"
Su triunfo sobre las tinieblas: "La luz en las tinieblas resplandece y las tinieblas no
prevalecieron contra ella"

"En el principio"

La Biblia empieza con las palabras: "En el principio creó Dios los cielos y la tierra" (Gn
1:1). Pero el prólogo de Juan lleva nuestros pensamientos aún más allá de la creación,
para trasladarnos a la eternidad de Dios.

El Señor Jesucristo se refirió a ese momento cuando dijo: (Jn 17:5) "Ahora, pues, Padre
glorifícame tú para contigo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo
fuese".

"Era el Verbo"

Juan utiliza el término griego "Logos" (que es traducido como "Verbo" o "Palabra") para
referirse al Señor Jesucristo.
Este término era muy utilizado en la filosofía griega de la época. Con él se referían tanto
a la palabra hablada o escrita, como a aquella que no se ha pronunciado y permanece en
la mente. Podía equipararse a la idea de razón. Para muchos de ellos el "Logos" apuntaba
hacia el principio de racionalidad en el universo, a la inteligencia detrás del orden y la
uniformidad que se observaba en el cosmos, aunque carente de personalidad.

Juan se refiere al Señor Jesucristo con este término de la filosofía griega tal vez con el fin
de captar la atención de algunos de sus lectores, aunque más probablemente su deseo era
el de corregir sus conceptos equivocados acerca del Verbo.

Para comenzar, el evangelista nos va a explicar que quien ha creado el universo y lo rige
es una Persona Divina, el Señor Jesucristo.

Además, va a utilizar el término para enseñarnos que de la misma forma que la palabra o
el discurso de un hombre nos da a conocer sus pensamientos, de la misma manera, el
Verbo nos declara la mente de Dios. Sólo Cristo podía declararnos con toda precisión,
exactitud y profundidad la mente de Dios, porque como él mismo dijo (Mt 11:27) "Nadie
conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien él lo quiera revelar".

En este sentido, el autor de Hebreos nos dice que Cristo es la revelación definitiva de
Dios (He 1:1-2) "Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro
tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo".

"En el principio era el Verbo"

Otro detalle importante que Juan nos hace notar es que el Verbo "era", no que "llegó a
ser".

Cuando más adelante (Jn 1:14) nos habla de su encarnación, utiliza un término muy


diferente: "Aquel Verbo fue hecho carne".

Podemos resumir diciendo que Cristo era Dios por toda la eternidad, pero que llegó a ser
un hombre en un momento concreto de nuestra historia.

Por esta razón el Señor Jesucristo pudo afirmar ante la incredulidad de los judíos: (Jn
8:58) "De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy"".

"Y el Verbo era con Dios"

La expresión "era con" nos da a entender que aun siendo igual en esencia con el Padre,
había una distinción de Personas que permitía la comunión y el amor mutuo dentro de la
Trinidad.
La Biblia nos enseña que Dios es amor. Para él son importantes las relaciones donde
puede expresar su amor. Pero si Dios fuera una sola Persona, dependería de su propia
creación para poder manifestar su amor. Esto quiere decir que no podría haberse
manifestado como Dios de amor antes de haber creado el mundo, pero tal Dios
dependiente no sería el Dios de la Biblia.

Dios no creó a los hombres por ninguna necesidad en él, sino sólo por el gozo de amar a
su creación personal.

Cuando pensamos en la gloria divina que disfrutaba el Hijo durante toda la eternidad en
la comunión dentro de la Trinidad y que Juan nos presenta aquí al comienzo de su
Evangelio, y lo contrastamos con el final de su libro en el que encontramos al Señor
Jesucristo muriendo en una cruz como un criminal, es entonces cuando quedamos
asombrados de la inmensidad del amor de Dios para con el hombre.

"Y el Verbo era Dios"

Con esta breve declaración, el evangelista declara la absoluta divinidad de Cristo. Al


mismo tiempo, pone en evidencia la falsedad de muchas de las posturas que los hombres
tienen frente a Dios: ateos, agnósticos, panteístas, politeístas, idólatras...

Tal vez sea interesante en este punto hacer notar cómo traducen los "Testigos de Jehová"
este versículo: "En [el] principio la Palabra era, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra
era un dios". Resulta muy evidente cómo su teología condiciona su "traducción". Ellos
no creen en la divinidad de Cristo, así que cuando llega el momento de traducir un
versículo que afirma de manera absoluta su deidad, ellos lo cambian sin el más mínimo
rubor.

"Este era en el principio con Dios"

Nunca el Padre estuvo solo. Desde el principio el Hijo estuvo con él.

¿Qué podemos hacer cuando pensamos en la preexistencia del Verbo sino adorarle?

(Jud 1:25) "Al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y
potencia, ahora y por todos los siglos. Amén."

"Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho"

Cuando dice "todas las cosas", esto abarca la totalidad de la materia y de la existencia.

(Col 1:16) "Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las
que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados,
sean potestades, todo fue creado por medio de él y para él"
Fue por mandato de Cristo que llegaron a existir los mares y las montañas, el sol y la
luna, los ángeles y los querubines... La conclusión evidente es que la materia no es
eterna, ni tampoco se ha organizado en su forma actual por casualidad.

Cuando dice "por él fueron hechas" quiere decir literalmente "mediante él llegaron a
ser". No en independencia, sino actuando como ejecutor de la voluntad del Padre. El
Padre obraba mediante el Verbo, pero no como el obrero que corta con su hacha, sino
como el cuerpo que ve con el ojo.

A lo largo de su evangelio, Juan nos va a demostrar que Jesús tenía realmente este poder
creador. Por ejemplo, en las bodas de Caná de Galilea, el Señor creó vino a partir de
agua (Jn 2:1-12) y en el desierto dio de comer a cinco mil varones panes y peces
habiéndolos creado previamente (Jn 6:1-15).

"Y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho"

La frase anterior se vuelve a repetir en modo inverso con el fin de que sea imposible
hacer ninguna excepción. Desde el ángel más elevado, hasta el gusano más vil, todo fue
hecho por él.

Podemos decir por lo tanto, que el autor y fundador del cristianismo, es también el autor
y fundador del mundo.

"En él estaba la vida"

No es sencillamente que está vivo en contraste con los ídolos muertos, sino que es la
fuente de toda vida. No se trata de "bios" (forma de vida), sino del principio mismo o
esencia de la vida.

La muerte, tanto a nivel físico como espiritual, es la separación de la vida. Adán y Evan
murieron porque decidieron rebelarse contra Dios. Pero por medio de la fe en Cristo, el
hombre puede ser reconciliado nuevamente con Dios y volver a disfrutar de la vida.
Jesús dijo:

(Jn 3:36) "El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no
verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él."

Podemos decir que la vida es la necesidad fundamental de todo hombre y por lo tanto,
todo hombre necesita a Cristo que es la Vida.

El evangelio ilustra esta verdad recordándonos el momento en que Cristo resucitó a


Lázaro de entre los muertos. Antes de ese momento, Jesús se presentó de la siguiente
manera:

(Jn 11:25) "Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto,
vivirá."
"Y la vida era la luz de los hombres"

Del contexto se desprende claramente que los términos "vida" y "luz" pertenecen a la
esfera espiritual. En este sentido, el Verbo es la luz que ilumina a los hombres en cuanto
a los asuntos espirituales de la salvación.

Y nuevamente encontramos en el Evangelio que Cristo mismo afirma estas verdades que
encontramos en el prólogo.

(Jn 8:12) "Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue,
no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida."

El hombre necesita la luz de Cristo, ya que por sí mismo, por sus esfuerzos y
conocimientos, nunca podrá llegar a conocer a Dios. Y como ya hemos dicho, Cristo es
la revelación suprema de Dios.

El uso que Juan hace de la luz para designar al Verbo es sin duda muy apropiado.
La luz es necesaria para ver y conocer.
La luz es pura y además no se puede contaminar.
La luz lo penetra todo y nada se le puede esconder.

"La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella"

Las "tinieblas" aquí son morales, producidas por el pecado y se traducen en odio e
incredulidad contra Jesús.

Ya hemos visto que estar en la luz significa conocer a Cristo y andar en sus caminos, por
tanto, estar en las tinieblas tiene que ver con la rebeldía del hombre pecador que no
quiere aceptar la voluntad de Dios. Incluye a la humanidad contemplada como poder
hostil que resiste activamente la luz y rehúsa aceptarla.

Un hombre puede estar en tinieblas por dos razones; bien por falta de luz, o de vista.
Como veremos más adelante a través del evangelio, los judíos rechazaron los caminos de
Dios, pero no por falta de luz, pues la misma Luz estaba entre ellos, sino por falta de
vista, por estar ciegos a las verdades de Dios a causa de la dureza de sus corazones.

Hay una incompatibilidad manifiesta entre la luz y las tinieblas, entre el reino de Dios y
el del mundo, entre Cristo y las fuerzas del maligno. Juan nos va a mostrar a lo largo de
todo su evangelio esta continua resistencia de las tinieblas a la luz, y su incapacidad para
apagarla definitivamente. Y la historia es testigo de que esto ha seguido siendo así. Su
iglesia ha sido perseguida, Cristo ha sido blasfemado, sus discípulos muertos y el
evangelio despreciado.

Pero el pasaje nos enseña también que Satanás nunca podrá apagar la Luz y que ésta
seguirá brillando hasta la venida en gloria de Cristo.
El capitulo nueve de Juan sirve para ilustrar perfectamente la lucha entre las tinieblas y la
luz, sin que éstas puedan prevalecer contra ella. En este caso el Señor se presenta como
la "luz del mundo" (Jn 9:5) y después lo demuestra dando vista a un hombre que desde
su nacimiento había sido ciego. Pero el milagro fue mucho más allá de proporcionar la
vista física al ciego, y así, cuando llegamos al final del capítulo, el ciego declaró: "Creo,
Señor; y le adoró", a lo que Jesús contestó: "para juicio he venido yo a este mundo; para
que los que no ven, vean, y los que ven, sean cegados" (Jn 9:38-39).

Preguntas

1. Busque otras citas en donde se afirma claramente la divinidad del Señor Jesucristo.

2. Busque en el Evangelio de Juan dónde se desarrollan los siguientes temas que han
aparecido la lección: La eternidad de Cristo, su poder creador, que en él está la vida, que
es luz y vida y la oposición entre las tinieblas y la luz.

3. ¿Por qué cree que Juan se refiere a Cristo como el Verbo?

4. ¿Cómo contestaría a alguien que afirme que el mundo salió de una explosión?

5. A la luz de este pasaje, ¿cómo definiría la muerte tanto en su sentido físico como en el
espiritual? ¿Por qué dice que Cristo es la vida y la luz de los hombres?

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