Principios Legales de La Oración

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Principios legales de la oración

La ley es una norma, que en un estado de derecho implica un precepto dictado por una autoridad competente y
que debe ser respetado sin excepciones por quienes habitan o conviven en ese estado. La legalidad es, entonces,
todo lo que se realice dentro del marco de la ley escrita

La autoridad legal en la tierra está en manos de la humanidad.

• DIOS debido a Su integridad, no violará la ley de Su Palabra.

• Nada ocurrirá en el reino terrenal sin el permiso activo o pasivo del hombre, quien tiene la autoridad legal.

• El Creador y los seres celestiales no pueden interferir en el reino terrenal sin la cooperación o el permiso de la
humanidad.

• Dios debe obtener el acuerdo y la cooperación de una persona para lo que Él desea hacer en la tierra.

Estos principios son cruciales para entender la naturaleza, el poder y el propósito de la oración.

¿QUÉ ES LA ORACIÓN?

 La oración es darle a Dios el derecho y el permiso legal para interferir en los asuntos terrenales.
 La oración es darle al cielo licencia terrenal para influenciar la tierra.
 La oración es licencia terrenal para la interferencia celestial.
 La oración es ejercer nuestra autoridad legal en la tierra para invocar la influencia del cielo sobre el
planeta.

PRINCIPIO 1. La oración es de abajo hacia arriba.

Los resultados no dependen de Dios sino de nosotros, en la Biblia vemos que la acción de las oraciones es de
abajo hacia arriba de la tierra hacia el cielo:

(2d a Crónicas 7:14) Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi
rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y
sanaré su tierra

(Mateo 16:19-20). Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en
los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos

(Mateo 18:18-20). De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que
desatéis en la tierra, será desatado en el cielo. Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo
en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque
donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos CONGREGADOS

Estos pasajes nos dan la autoridad y el privilegio para determinar lo que ocurre en la tierra. Si analizamos
cuidadosamente sobre los tratos de Dios con la humanidad y la tierra revela que él no hizo nada en la tierra sin la
cooperación de alguna persona.

Toda acción tomada por Dios en el reino terrenal requirió del ser humano.

 Para rescatar a la humanidad del Diluvio, Él necesitó a Noé.


 Para crear a una nación, Él necesitó a Abraham.
 Para guiar a la nación de Israel, Él necesitó a Moisés.
 Para sacar a Israel de la cautividad, él necesitó a Daniel.
 Para derrotar a Jericó, Él necesitó a Josué.
 Para la preservación de los hebreos, Él necesitó a Ester.
 Para la salvación de la humanidad, Él se volvió hombre.

Por lo tanto, la oración no es una opción para los cristianos sino una necesidad. Si no oramos, el cielo no podrá
interferir en los asuntos terrenales. Es muy importante que tomemos responsabilidad por la tierra y que
determinemos lo que ocurre aquí por medio de nuestra vida de oración.

El cielo necesita que usted le otorgue licencia para impactar la tierra. Usted puede hacer la diferencia y cambiar
el curso de la historia si tan sólo usted consigue entender el propósito y el poder de la oración.
¿Por qué tendríamos que orar cuando ya Dios:

 lo sabe todo
 lo controla todo
 lo predetermina todo
 no cambia?

Dios no creó al hombre para vivir en el cielo; Él creó al hombre para vivir en la tierra. Dios es el Gobernante del
cielo y Él creó al hombre para expresar Su autoridad en este mundo. Él dijo: "Yo quiero que lo que sucede en el
cielo, ocurra también en la tierra; quiero que Mi gobierno se extienda a otros reinos, pero no quiero hacerlo Yo
directamente. Quiero que el hombre comparta Mi gobierno".

PRINCIPIO 2. Ejerciendo la autoridad que nos fue dada

El plan de Dios para la creacion fue este:

Así como Dios gobierna el reino invisible en el cielo, el hombre debía gobernar en el reino visible en la tierra, con
Dios y el hombre gozando de continua comunión por medio de sus naturalezas espirituales, recuerden que Dios
hablaba con Adan personalmente, esto cambio en el Eden. Cuando Dios le concedió dominio al hombre, Él le
concedió la libertad para funcionar legalmente como autoridad en este planeta pero ahora lo hacemos con la
oración.

Ejemplo presidente gobernador y policías.

PRINCIPIO 3. Orando su voluntad

Dios permite que las cosas sucedan en la tierra cuando hombres y mujeres están de acuerdo con Su voluntad. Por
consiguiente, el orar es esencial para que la voluntad de Dios sea hecha en la tierra. Siendo que Dios nunca
quebranta Su Palabra con respecto a cómo las cosas han de funcionar, la oración es obligatoria (no es opcional)
¿quiere crecer espiritualmente? Ore ¿quiere la victoria? Ore

El plan de Dios es que el hombre llegue a desear lo que Él desea, a querer lo que Él quiere, entonces debemos
pedirle que cumpla Sus propósitos en el mundo para que la bondad y la verdad puedan reinar sobre la tierra, en
vez de que reinen el mal y la oscuridad. En este sentido, la oración del hombre le da a Dios la libertad de intervenir
en los asuntos terrenales. En otras palabras: La oración es licencia terrenal para la interferencia celestial.

Su voluntad debe ser la medula y la columna vertebral de nuestras oraciones, el centro de su intercesión, la fuente
de su confianza en súplica, la fortaleza de su oración ferviente y eficaz. Orar no significa convencer a Dios para que
haga su voluntad, sino hacer la voluntad de Él por medio de su voluntad.

Todo lo que Dios es y todo lo que Él tiene, puede ser recibido por medio de la oración. La medida de nuestra
apropiación de la gracia de Dios está determinada por la medida de nuestras oraciones.

Si el propósito de la oración es cumplir los propósitos de Dios en la tierra,

 ¿cuánto conozco acerca de los propósitos de Dios?


 ¿Cómo puedo aprender más sobre cuáles son los propósitos de Dios?
 ¿He estado resistiendo la voluntad de Dios en alguna área de mi vida?
 ¿Qué puedo hacer hoy para entablar una relación más profunda de amor con Dios?
 ¿Cuál es uno de los propósitos de Dios que yo pueda empezar hoy mismo a ponerme de acuerdo con Él
en oración?

PRINCIPIO 4 Aceptando la transferencia del derecho a orar

¿en base a qué tiene usted el derecho para orar?

Inicialmente Dios nos dio este derecho en virtud de nuestra relación con Él y nuestro propósito de ejercer
dominio sobre la tierra. Por medio de Cristo somos restaurados a nuestro propósito y por medio de Él tenemos
derecho a orar con autoridad. Cristo reclamó nuestra autoridad terrenal de estas maneras:

 Jesús vino como hombre. De esta manera estaba calificado como Representante de la autoridad terrenal.

 Jesús fue perfectamente obediente y sin pecado. De esta manera estaba calificado para ser el Hijo de Dios para
restaurar la relación del hombre con Dios, el Padre, al vencer el pecado y la muerte por medio de Su sacrificio en
la cruz.
 Jesús resucitó victoriosamente. De esta manera estaba calificado para derrotar al pecado y a Satanás
recobrando la autoridad sobre la tierra y ser el Rey justo.
La posición y autoridad que Jesús obtuvo ha sido transferida de nuevo al género humano por medio del nuevo
nacimiento espiritual en Cristo (Juan 3:5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo que el que no naciere de agua y
del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios.).

Nuestro derecho para orar viene tanto de nuestro llamamiento en la creación como de nuestra redención en Cristo. La
oracion es más importante que todas las otras actividades del día. Por medio de la oración, Dios da guía, sabiduría y
discernimiento para cumplir Su voluntad y propósito.

Los mayores impedimentos para recibir respuesta a la oración son-

Temor: El temor bloquea nuestras oraciones, minando así nuestra fe. Debemos aceptar el perdón de Dios y el nuevo
espíritu que Él nos ha dado-uno de poder, fe y dominio propio. TEMOR

Culpabilidad: Para ser libres de los sentimientos de condenación, debemos darnos cuenta que Dios no sólo nos ha
perdonado, sino que también se ha olvidado de nuestros pecados; por consiguiente, podemos orar con una
conciencia limpia y con seguridad.

Miqueas 7:9 Él volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo
del mar todos nuestros pecados.

Filipenses 3:13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando
ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,

Sentimiento de inferioridad: Como hijos amados de Dios, no debemos actuar como mendigos en nuestras
oraciones. Podemos orar con confianza basados en la Palabra de Dios, el testimonio de Jesús y en la defensa del
Espíritu.

Duda: La duda entorpece nuestras oraciones porque realmente no creemos en lo que pedimos. Nosotros demostramos
nuestra confianza en Dios al hacer los arreglos para el cumplimiento de nuestras peticiones.

Motivos equivocados: Cuando nuestras prioridades son correctas-colocando el reino de Dios y Su honor por sobre
todas las cosas-Él escuchará nuestras oraciones y suplirá nuestras necesidades.

Amargura: Dios no escuchará nuestras oraciones si albergamos iniquidad en nuestros corazones, tales como los
celos. Debemos mantener corazones transparentes y puros delante de Dios y el hombre.

Falta de perdón: La falta de perdón estorba nuestras oraciones al bloquear nuestras relaciones con Dios y los demás.
Efesios 4:26-27 dice, ''Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo".

Relaciones familiares rotas: Dios no contestará nuestras oraciones si violamos Sus propósitos al no demostrar Su
amor y gracia a los miembros de nuestra familia. Debemos enmendar toda relación rota tan pronto como nos sea
posible.

Ídolos: Debemos examinar nuestras prioridades. Cualquier cosa que tenga mayor valor que Dios es un ídolo el
impedirá que nuestras oraciones sean contestadas. Dios merece nuestro más alto amor y respeto.

Mezquindad:

Proverbios 21:13 dice, "El que cierra su oído al clamor del pobre, también él clamará, y no será oído".

Si somos mezquinos, no seremos escuchados, pero si somos compasivos y generosos, nuestras oraciones serán
contestadas.

Proverbios 24:17 y 18 Cuando cayere tu enemigo, no te regocijes,Y cuando tropezare, no se alegre tu corazón;

No sea que Jehová lo mire, y le desagrade, Y aparte de sobre él su enojo.


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