Kouri Sobre Molina
Kouri Sobre Molina
Kouri Sobre Molina
Jornadas
156
EL COLEGIO DE MÉXICO
CENTRO KATZ, THE UNIVERSfIY OF CHICAGO
JORNADAS 156
EN BUSCA DE
MOLINA ENRÍQUEZ
Emilio Kourí
coordinador
1
Jornadas 156
EL COLEGIO DE MÉXICO
333.31
A561
En busca de Molina Enríquez. Cien afios de Los gran-
des problemas nacionales I Emilio Kourí, coor-
dinador - la. ed. - México, D.F. : El Colegio
de México ; Chicago Ill. : University of Chicago,
Centro Katz, 2009.
331 p.; 16 cm. - Qornadas; 156)
Open access edition funded by the National Endowment for the Humanities/Andrew W.
Mellon Foundation Humanities Open Book Program.
ISBN 978-607-462-075-7
Impreso en México
El Colegio de México ha decidido fortalecer y ampliar sus
lazos académicos con la Universidad de Chicago a través de
un convenio de colaboración e intercambio intelectual con el
Centro Katz de Estudios Mexicanos. Este centro de estudios,
fundado en 2004, consolida una larga y distinguida trayectoria
de investigación sobre México en la Universidad de Chicago,
en la cual destaca desde hace varias décadas la participación
-en conferencias, seminarios y cátedras visitantes- de acadé-
micos vinculados a El Colegio de México. Lleva el nombre
de Friedrich Katz, profesor emérito de la Universidad de Chi-
cago, amigo de México y de El Colegio, autor de reconocidas
obras sobre la Revolución, colega y mentor de varias genera-
ciones de historiadores mexicanos y mexicanistas.
Este libro es el primer producto tangible del acuerdo
de colaboración entre El Colegio de México y el Centro
Katz de Estudios Mexicanos. Es resultado de un seminario
internacional realizado en la Universidad de Chicago en
septiembre de 2008.
ÍNDICE
Emilio Kourl
1960), 27-29.
20 EMILIO KOURf
33
34 MAURICIO TENORIO TRILLO
TROMPO A LA UÑA
y sostenidos, al respecto véase Mark Francis, Herbert Spencer and the lnvention
ofModern Life, lthaca: Cornell University Press, 2007.
6 Wallace Thompson, The Mexican Mind, a Study ofNational Psychology,
1909; David W. Levy, Herbert Cro/y of The New Republic, Princeton: Prince-
ton University Press, 1985. En la década de 1920, como buen progressive
thinker, Croly se ocupó de México, viajó a México y escribió sobre el país:
"Mexico and the United States", The New Republic, 50 (marzo 30, 1927), pp.
159-164; "Mexico's Renascence", WorUReview, 7(diciembre10, 1928), p. 177.
DEL MESTIZAJE A UN SIGLO DE ANDRÉS MOLINA 41
'ºAl respecto véase David Nirenberg, "Was there Race before Modernity?
The Exarnple of 'Jewish' Blood in Late Medieval Spain", artículo inédito.
42 MAURICIO TENORIO TRILLO
LA PARTITURA MESTIZA
años de !.a revolución agraria de México, México: Talleres Gráficos del Museo
Nacional de Arqueología, Historia y Etnología, 1937, libro tercero, Aspectos
mestizos de /.a historia de México, pp. 161-170. Andrés Molina Enríquez, Los
grandes problemas, pp. 61-75.
18 Andrés Molina Enríquez, Los grandes problemas, p. 266.
50 MAURICIO TENORIO TRILLO
19 Ibidem, p. 353.
DEL MESTIZAJE A UN SIGLO DE ANDRÉS MOLINA 51
das de la cultura occidental, sobre todo de los criollos de las
ciudades; y la otra sobre todo la india y la mestiza del campo,
hacia las formas patriarcales definidas de la cultura oriental" .20
Pero lo mejor, decía, es una raza nueva, mestiza, aliada a
Asia si era posible. México en su hibridez era para Molina al
mismo tiempo una estrategia de supervivencia y una nueva
pureza invencible: "Si Estados Unidos llegara a dominar por
las fuerzas económicas todo el continente americano, México
llegará a dominar a Estados Unidos por su fuerza cultural ...
Estados Unidos, país esencialmente occidental, no podrá crear
una cultura; pero nosotros que con la cultura occidental, lleva-
mos los acentos orientales, sí podemos crearla. Para tener una
cultura se necesitan dos fuerzas opuestas y los Estados Unidos
no tienen más que una". 21
El general Díaz sabía mejor que nadie, puesto que era indio
mestizo, que sin el sentimiento original, sin la concepción
jurídica del derecho, ningún derecho político se podía tener y
menos podía pugnar por hacerlo efectivo. Sabía como todos los
predicadores del sufragio efectivo que éste sólo podía existir si
realmente existía, en la casta superior, pues los orígenes asiáti-
cos, las tendencias raciales, asiáticas también, de los mestizos y
de los indios, llevaban a esos mismos mestizos e indios hacia la
preferencia de gobiernos paternales de la cultura oriental sobre
los gobiernos occidentales ... 25
ALLEGRO ÜSTINATTO
MAEsrnso LARco
ScHERZO R:ITARDANDO
4°Claudio Lomnitz, Deep Mexico; Exits from the Labyrint; Roger Bartra,
Claudio Lomnitz
65
66 CLAUDIO LOMNITZ
La hegemonía inglesa
tenemos con qué comprar. Han visto algo más todavía que entre
nosotros parecen no querer ver quienes más interés debieran
tener en verlo, y es que la casta inferior o casta india, ni es a
propósito para la industrialización, ni es reductible a cambios
de cultivo, ni es consumidora, por lo que todos los negocios
que tienen emprendidos con nosotros, sólo afectan en realidad
a la casta superior.
El resorte primordial de los dos imperialismos, está en la necesi-
dad de sostener el acrecimiento constante, progresivo y acelerado
de la producción por medio de la obligada concurrencia de todos
los países sometidos, a exprimir su vitalidad para concurrir a
esa producción y para consumir los productos de ella ... Los
70 CLAUDIO LOMNITZ
Altamirano y Jorge Myers (ecls.). Buenos Aires, Katz Editores, 2008, y ''.Anti-
Semitism and the Ideology of the Mexican Revolution: Incerpreting the Hatred
of che Científicos", &presentations (en prensa).
ANDJIBS MOLINA ENRfQUEZ: ONCE TESIS 73
nuscrito, 2009.
ANDRÉS MOLINA ENRÍQUEZ: ONCE TESIS 77
'ºVéase Nancy Leys Steppan, The Hour ofEugenics: Race, Gender, and
Nation in Latin American, Ithaca, Cornell University Press, 1991; y Alexan-
dra Stern, Eugenic Nataion: Faults and Frontiers ofBetter Breeding in Modern
America, Berkeley, University of California Press, 2005.
78 CLAUDIO LOMNITZ
Antonio Azuela
INTRODUCCIÓN
Este ensayo tiene por objeto explorar el papel que tuvieron las
ideas expuestas por Andrés Molina Enríquez en Los grandes
79
80 ANTONIO AZUELA
dova (1978).
EL PROBLEMA CON LAS IDEAS 81
Rabotnikof, en prensa.
82 ANTONIO AZUELA
Hay dos ideas en LGPN que aún son parte del horizonte aca-
démico contemporáneo. La primera es la centralidad que el
pensamiento económico asigna a los regímenes de propiedad
como condicionantes del progreso material. La simpatía de
Malina por la propiedad privada, que se hace muy evidente en
su análisis del crédito territorial, no deriva de un liberalismo
de carácter político sino de uno estrictamente económico.
Hay momentos en que uno parece estar leyendo a Hernando
de Soto:
O bien:
Cuando ese ingenio [el de los criollos nuevos para los asuntos
económicos] haga con su inteligente labor que toda la propie-
dad territorial de la República pueda gozar de los beneficios
del crédito, los propietarios grandes y chicos, verán pronto
88 ANTONIO AZUELA
volumen.
EL PROBLEMA CON LAS IDEAS 89
9 Se trata del mismo tipo de hallazgo que dio lugar al realismo jurídico
11 Por su parte, los juristas que no simpatizaban con que el reparto agrario
esa postura.
94 ANTONIO AZUELA
en el que Roma parecía estar decidiendo algo tan grande como el reparto
del mundo. Sólo dos años después, España y Portugal suscribirían, para el
mismo fin y al margen de la autoridad papal, los Tratados de Tordesillas, en
un ejercicio propiamente moderno de sus respectivas soberanías.
98 ANTONIO AZUELA
es lo mismo decir que el ejido es una forma de propiedad que está "sujeta
a cierras modalidades", a decir que el ejido, como tal, es una modalidad
(o sea una variante) de la propiedad privada.
102 ANTONIO AZUELA
en 1982 al artículo 26, que desde entonces establece los eres "sectores" de la
economía, que estarían sujetos a la rectoría del Estado. Los núcleos agrarios
son, por supuesto, la quintaesencia del sector social, incluso hasta ahora, casi
dos décadas después de la reforma de Carlos Salinas.
EL PROBLEMA CON LAS IDEAS 103
man, 2009; Stephen, 1998:126; Nuijten, 1992: 191; Castells, 1981: 138;
Gordillo, 1990: 164.
104 ANTONIO AZUELA
a decir que donde hay propiedad privada hay una norma como la del primer
párrafo de nuestro artículo 27 constitucional, aunque no exista en el orden
jurídico; lo cual puede ser motivo de alivio para quienes ven a nuestro régimen
106 ANTONIO AZUELA
que hay ahí una pista para entender el porqué de una negación
tan generalizada como la que se ha hecho en México sobre
el tipo de propiedad que el régimen post-revolucionario creó
para sus campesinos.
Parecería que existe en la cultura post-revolucionaria una
necesidad colectiva de mantener un vínculo simbólico fuerte
entre ellos y la nación (Lomnitz, 2002). Para que la propiedad
originaria de la nación no pierda su carácter sagrado, tenemos
que negar que la tierra ha sido entregada en propiedad a los
campesinos, a pesar de que en la práctica jurídica y económica
la tierra es de ellos y sólo de ellos. Es verdad que hay momentos
heroicos, en ciertos conflictos, en los que la movilización social
proclama que "la tierra no se vende, se quiere y se defiende",
como hicieron los ejidatarios de San Salvador Ateneo frente
al proyecto del presidente Fox de expropiar sus tierras para
construir un aeropuerto. Pero a final de cuentas la venta de
tierras ejidales es y ha sido un hecho generalizado, dentro
y fuera de la ley, cada vez que las fuerzas del mercado han
impuesto su lógica.
En suma, si en 1909 LGPN pudo desplegar una sociología
de México en la que los pueblos ejercían una forma de propie-
dad de la tierra, un siglo después lo que prevalece es una manera
completamente distinta de clasificar a los mismos actores y a
su situación institucional. Sin olvidar que al mismo tiempo
la clasificación de "indios" fue sustituida por la de "campesi-
nos", lo que quiero decir aquí es que las ideas para ubicarlos
institucionalmente son también distintas a las de LGPN. Lo que
era una modalidad de propiedad privada (según el lenguaje
pata nuestros juristas, el municipio se define ni más ni menos que como una
corporación (García de Enterría y Fernández, 1990: 388).
114 ANTONIO AZUELA
RECAPITULACIÓN
BrnuoGRAFfA
127
128 ALEJANDRA NúÑEZ LUNA
cit., p. 307.
14 Frank Tannenbaum, The MexicanAgrarian Revolution, Archon Books,
33 /bid., p. 66.
34 Para elaborar esta distinción de aguas en permanentes y transitorias,
Molina se basaba en la regulación del agua en el derecho romano, que influyó
en el carácter público de los ríos perennes. Sobre el derecho romano de las
aguas, véase Rafael Gay de Montellá y Cristóbal Massó Escofet, Tratado de
/,a legisl.ación de aguas públicas y privadas, t. I, Legislación fundamental, 3a.
ed, Bosch, Barcelona, 1956, pp. 13-18.
LAS APORTACIONES DEL JURISTA 149
38 /bid., p. 84.
39 Clifton B. Kroeber, "La cuestión del Nazas hasta 1913", Historia
Mexicana, vol. XX, julio 1970-junio 1971, nota 27, p. 441.
152 ALEJANDRA NÚÑEZ LUNA
1905, p. 4.
46 Cfr. E/Tiempo, 31 de octubre de 1905, p. 4.
47 Idem.
154 ALEJANDRA NúÑEZ LUNA
53 "Advertencia", s/p.
54 Cft. Florencio García Goyena, Concordancias, motivos y comentarios
del Código Civil español, t. I, Imprenta de la Sociedad Tipográfico-Editorial,
Madrid, 1852.
55 Por ejemplo, para el contexto de la Ley de Aguas espafíola de 1866, la
de las concesiones, que en los países de tradición civil fueron reguladas por
primera vez para los ferrocarriles y carreteras; luego seguirían las aguas. Cft.
Eduardo García de Enterría, Dos estudios sobre la usucapión en el derecho ad-
ministrativo, Instituto de Estudios Políticos, Madrid, 1955, p. 77.
158 ALEJANDRA NÚÑEZ LUNA
venía de la ley de 1902 que regulaba las aguas en México. Pero la distinción
original proviene del proyecto de Código Civil español. García Goyena,
Concordancias, op. cit., pp. 348-349 (arts. 385 y 386).
61 Molina Enríquez, Proyecto de Aguas Federales, op. cit., p. 5.
LAS APORTACIONES DEL JURISTA 159
62 !bid., p. 6.
160 ALEJANDRA NÚÑEZ LUNA
65 !bid., p. 10.
66 !bid., p. 14.
LAS APORTACIONES DEL JURISTA 163
pp. 39-40.
70 !bid., art. 46, p. 54.
wna fundamental de los cereales. !bid., pp. 29-30. Ya se ha dicho que la irriga-
ci6n de la wna fundamental, uno de los grandes problemas nacionales, debía
LAS APORTACIONES DEL JURISTA 165
72 !bid., p. 44.
73 !bid., p. 7.
LAS APORTACIONES DEL JURISTA 167
en David Trubek y Álvato Santos, The New Law and Economic Development.
A CriticalAppraisal, Cambridge, 2006, pp. 20-23.
83 Véase Diego López Medina, Teoría impura del derecho. La transfor-
este número.
86 Molina, Los grandes problemas, op. cit. (1909), p. 165; Cabrera,
93 !bid., p. 11.
94 !bid., p. 8. Para explicar la naturaleza jurídica del real patrimonio
como "una especie de mayorazgo á favor de los herederos de la corona', y
no como un bien estrictamente público ni estrictamente privado, Pallares se
apoyó, no en el derecho indiano, sino en el Libro Segundo de los Códigos ó
Estudios fondamentales sobre el derecho civil español (1868-1878) de Benito
Gutiérrez Fernández, quien redactó un anteproyecto de Código Civil Español
entre 1882 y 1888 y cuya obra era referencia obligada para Pallares. Véase
Jaime del Arenal, "Ciencia jurídica española en el México del siglo XIX",
en La supervivencia del derecho español en Hispanoamérica durante la época
independiente, UNAM-IIJ, México, 1998, p. 39.
LAS APORTACIONES DEL JURISTA 175
95 Las cursivas son de Pallares. Este mismo párrafo fue citado entero por
Molina en Los grandes problemas, op. cit. (1909), p. 166, donde éste subrayó
específicamente lo relativo a las bulas alejandrinas como el título primitivo de
propiedad de la Corona espafiola, así como la concesión primitiva -merced-
de la Corona como el sistema del cuál dependían los derechos de propiedad
en la Nueva Espafia.
% !bid., p. 1o.
97 !bid., pp. 8-9. Sobre esta cita, "[l]a base fundamental de la legislación
de Indias respecto de la propiedad inmueble del territorio conquistado fué,
no que el Estado tenía simplemente el dominio eminente ... " volveremos a
hablar en sección posterior.
98 !bid., p. 9.
176 ALEJANDRA NÚÑEZ LUNA
!bid., p. 981.
121
125 Queremos hacer énfasis en este punto, por ejemplo, los mares parti-
culares e interiores, porque los ríos interiores -aquí discutidos como sujetos
192 ALEJANDRA NÚÑEZ LUNA
127 Para 1902, el año en que se expidió una de las leyes que Molina
148 José María del Castillo Velasco, Ensayo sobre el derecho administrativo
mexicano, t. II, México 1875, pp. 5-25. Como se verá, el tratado se basa
tanto en las Partidas como en el Código Civil. Esto es porque en 1875 no
había tal cosa como "Código administrativo" o leyes especiales que analizar.
Las primeras leyes administrativas, tanto en España como en México, fueron
las de ferrocarriles y caminos, y luego las de aguas, así que no habría leyes
administrativas que comentar sino hasta después de 1884.
204 ALEJANDRA NÚÑEZ LUNA
Del Castillo Velasco consultó, pues su libro carece de citas. Nosouos hemos
consultado la cuarta. Véase Manuel Colmeiro, Derecho administrativo espa-
ñol, t. II, 4a. ed., Imprenta y Librería de Eduardo Martínez, Madrid, 1876,
pp. 1-39.
150 !bid., p. 7.
151 !bid., p. 8.
206 ALEJANDRA NÚÑEZ LUNA
391 y ss.).
160 Maurice Hauriou, Précis de droit administratif, contenant le droit
public et le droit administratif, 2a. ed., L. Larose & Porcel, Éditeurs, París,
1893, p. 485.
210 ALEJANDRA NÚÑEZ LUNA
161 Molina Enrfquez, Proyecto de Aguas Federales, op. cit., art. 31, p. 47.
212 ALEJANDRA NúÑEZ LUNA
167 Duncan Kennedy, op. cit., pp. 20-23. Véase también Francesco
minera", en Revista Chi/,ena tk derecho, vol. 17, núm. l, 1990, pp. 135-159.
169 Maurice Hauriou, op. cit. La edición que nosotros hemos consultado
es la segunda, de 1893.
170 /bid., pp. 1-X. Sobre la teoría institucional de Hauriou, véase Albert
escrito por Manuel de la Peña, 176 que rescata todos los ele-
mentos de los que hemos venido hablando, como si estuviera
uno leyendo Los grandes problemas nacionales: el régimen de
la propiedad de la Corona fundado en las bulas alejandrinas y
el real patrimonio de la Corona española como origen de los
bienes de propiedad originaria de la nación. Pero la explicación
histórica no venía de la gran obra de Molina.
La interpretación que de estos bienes dio Fraga, y que se-
ría la que perduraría en las mentes de los abogados mexicanos
del siglo XX, que entienden la propiedad del artículo 27 como
un régimen de derecho público, se la debemos, no a Fraga
mismo, ni a Molina Enríquez, sino a un abogado porfirista
-no sabemos si "apologista", pero sí verdaderamente "talen-
toso", usando las palabras de Córdova con que introdujimos
nuestro texto-. Abogado porfiriano, del "ala reformista", 177
pero porfiriano al fin y al cabo, Jorge Vera Estaño!, abogado
practicante del derecho administrativo, 178 articuló una ínter-
que Pallares no llama así porque, como hemos dicho, era un jurisra privatisra,
el cual serviría para consulra de las leyes administrativas más importantes del
porfiriato. Véase Pallares, Leyes no codificadas de mds reciente aplicación en el
Foro, Colecci6n formada por los alumnos del tercer afio de derecho Jorge
Vera, Manuel Mercado, Ismael Pizarro y M. Calero y Sierra, Librería de las
Escuelas de Jesús Urías, México, 1892.
179 Alegatos que presenta el Señor Licenciado Don Jorge Vera Esrañol
como abogado especial del Gobierno Federal ante la Tercera Sala de la Su-
prema Corte de Justicia de la Naci6n, Imprenta y Fototipia de la Secretaría
de Fomento, México, 1910, pp. 589-592.
LAS APORTACIONES DEL JURISTA 221
que éste había dicho entre 1905 y 1909. Veamos lo que dijo
en los treinta:
185 Véase Horacio Jorge Álamo Arriola, "El derecho de reversión en las
CONCLUSIÓN
186 Recuérdese que dicho "retorno a los pueblos" era una reforma de
229
230 FERNANDO ESCAIANTE GONZALBO
cito el atáculo 27. La versión original, así como la Ley del 6 de enero de 1915
están en Tena Ramírez, Felipe, Leyes fondamentales de México, 1808-1987,
México: Porrúa, 1988.
2 La mayor pacte de los conflictos recientes que se refieren a la materia
del atáculo 27 son por problemas ambientales: uso de agua, bosques, espe-
cies protegidas, construcción de presas, obras de infraestructura, etcétera; y
muchos de ellos inspiran reacciones fuertemente emotivas, pero las protestas
no remiten directamente al atáculo 27 ni decivan su legitimidad del attícu-
lo 27. El "cacnpo ambiental" sólo tangencialmente se refiere a la nación. Véase
Antonio Azuela de la Cueva, Visionarios y pragmdticos. Una aproximación a la
sociología del derecho ambiental, México: UNAM, Fontamata, 2006.
EL LENGUAJE DEL ARTICULO 27 231
3 No hace falta recordar que ese carácter abstracto de las garantías indi-
viduales era uno de los temas que más incomodaban a los positivistas del fin
de siglo. Véase Cosío Villegas, Daniel, La Constitución de 1857 y sus críticos,
México: FCE, 2007, pp. 47 y ss.
232 FERNANDO ESCAI.ANTE GONZALBO
8 !bid., p. 485.
9 !bid., p. 491.
242 FERNANDO ESCALANTE GONZALBO
A todo eso hay que añadir que, meses antes, las refor-
mas en materia religiosa habían acarreado una reforma de
la fracción 11, para que las "asociaciones religiosas" pudiesen
adquirir, poseer o administrar "exclusivamente los bienes que
sean indispensables para su objeto".
El panorama general, después de la reforma de 1992, es
claramente distinto del anterior: el artículo explica otra histo-
ria, con otra distribución de papeles: mantiene el vínculo en-
tre Nación, Territorio y Revolución, pero considerablemente
debilitado. Y no es lo de menos que el tema que haya suscitado
mayores críticas haya sido la ruptura explícita con la sociología
de Molina Enríquez: ese "respeto a la voluntad de los ejidata-
rios y comuneros" para decidir lo que más convenga para el
EL LENGUAJE DEL ARTICULO 27 247
11 Hay que decir que el argumento era puramente teórico: la idea de que
Emilio Kourí
253
254 EMILIO KOURf
5 George McBride, The Land Systems ofMexico (Nueva York: The Ameri-
can Geographical Society, 1923); Helen Phipps, "Sorne Aspects of the Agrarian
Question in Mexico: A Historical Srudy'', University ofTexas Bulletin 2515
(1925); Frank Tannenbaum, The Mexican Agrarian Revolution (Nueva York:
Macmillan, 1929); Eyler N. Simpson, The Ejido: Mexico's W'lly Out (Chapel
Hill: University ofNorth Carolina Press, 1937); y Nathan Whetten, Rural
Mexico (Chicago: UniversityofChicago Press, 1948).
6 Véase, por ejemplo, Wistano Luis Orozco, Legislación y jurisprudencia
(México: Ed. Emos, 1943); John WomackJr., Zapata and the Mexican Revo-
260 EMILIO KOURf
University Press, 1986), 1:94; véase también John Tutino, From lnsurrection
to Revolution in Mexico: Social Bases of Agrarian Violence,1750-1940
(Princecon: Princecon University Press, 1986); Historia de la cuestión agraria
mexicana: la tierra y el poder, 1800-1910, Enrique Semo (ed.) (México:
Siglo Veintiuno, CEHAM, 1988).
'º Al respecto, véase la breve pero sugerente discusión de Friedrich
Katz sobre la desamortización de los pueblos y sus consecuencias, en "The
Liberal Republic and che Porfiriato, 1867-1910", The Cambridge History
of Latín America, Leslie Bethell (ed.) (Cambridge: Cambridge Universicy
Press, 1986).
LOS PUEBWS Y SUS TIERRAS 261
EL SIGNIFICADO DE "PUEBLO"
entre los indios del norte de Puebla hasta 1700 (México: El Colegio de México,
1987), 78-79, núm. 23-24. Para más evidencia, véase RafaelAltamirayCrevea,
Diccionario castellano de palabras jurídicas y técnicas tomadas de la legislación
indiana (México: Universidad Nacional Autónoma de México, 1987), 260-
262. Nótese que en aquel entonces "puebla" era una variante de "pueblo" o
"población". Sobre la fundación de Puebla, véase Fran<;ois Chevalier, Signifi-
cación social de la fandación de la Puebla de Los Ángeles (Puebla: Centro de
Estudios Históricos de Puebla, 1957).
268 EMILIO KOUR1
13 José María Ots Capdequí, Estudios del derecho español en las Indias
las Cédulas Real.es del 4 de junio, 1687 y del 12 de julio, 1695, en Galván
Rivera, Ordenanzas de tierras e aguas, capítulo 12. Para una discusión sobre la
constitución legal de los pueblos-territorio (en teoría y en la práctica), véase
Gibson, The Aztecs Under Spanish Rule, capítulo 10; y Zavala y Miranda,
"Instituciones indígenas en la Colonia", 122-132.
LOS PUEBLOS Y SUS TIERRAS 271
del clero", en En favor del campo, Heriberto Moreno García (ed.) (México:
LOS PUEBLOS Y SUS TIERRAS 277
regular que quiso instituir la sociedad civil sin su base fundamental que es la
propiedad, y fundar en América otros tantos monasterios cuantos eran los
pueblos o congregaciones de sus neofitos". José María Luis Mora, Méjico y
sus revoluciones (París: Lib. de Rosa, 1836), 1:198.
278 EMILIO KOURf
las causas", 153. Los juicios genéricos de Pimentel respecto a "la raza indí-
gena" son muy reveladores en este sentido, puesto que escribió en una época
en que la arqueología, la lingüística y la emografía mexicanas avanzaban
rápidamente (en parte gracias a sus notables contribuciones). Sus primeros
estudios lingüísticos se publicaron a principios de la década de 1860, cuando
escribía su Memoria y mientras Manuel Orozco y Berra realizaba sus pioneras
investigaciones sobre las culturas y lenguas del México antiguo. A pesar de
la extraordinaria diversidad y complejidad cultural que estas investigaciones
estaban documentando, Pimentel siguió caracterizando a los indios como si
todos fueran esencialmente iguales, lo cual sugiere que, en última instancia, le
atribuía un gran poder explicativo a los efectos sociales de las normas legales
alrededor de las cuales se constituyeron los pueblos durante la Colonia. A
pesar de que Pimentel no era abogado, estas consideraciones de orden legal
le marcaron la pauta a sus ideas. Véase Francisco Pimentel, Cuadro descriptivo
y comparativo de las lenguas indígenas de México, 2 vols. (México: Imp. de
Andrade y Escalante, 1862-1865); Manuel Orozco y Berra, Geografta de las
lenguas y carta etnográfica de México, precedidas de un ensayo de clasificación
de las mismas lenguas y de apuntes para las inmigraciones de las tribus (México:
Imp. de Andrade y Escalante, 1864); Historia antigua y de la conquista de
México (México: 1ip. de G. A. Esteva, 1880).
26 En este contexto, las efímeras leyes agrarias del Segundo Imperio,
tiones relacionadas con los pueblos durante la última parte del siglo XIX; de
hecho, hubo bastante debate. En la prensa radical, en círculos anarquistas y
entre los reformadores sociales católicos, por ejemplo, la búsqueda de solu-
ciones a los problemas de los agricultores de los pueblos y los trabajadores
de las haciendas fue ciertamente un tema prioritario. No es dificil encontrar
impresos denunciando la injusticia y la opresión en el campo, llamados a la
reforma radical de la agricultura e incluso a la revolución agraria, planes para
mejorar el nivel de vida y las condiciones laborales de campesinos y peones, y
evidencia de juntas, mítines, congresos y panfletos dedicados a diagnosticar
y tratar de resolver, cada cual a su manera, "el problema rural" de México. Por
lo general, sin embargo, para estas voces disidentes la defensa de los pueblos
como instituciones sociales (y jurídicas) no fue el foco principal de sus dis-
cursos críticos y programas alternativos. Sus análisis y propuestas tendieron
a concentrarse principalmente en la situación apremiante de la gente del
campo, ya fuesen individuos, familias, tipos de trabajadores, clases sociales o
grupos raciales, y no tanto (o en lo absoluto) en la suerte de una institución
que para muchos era emblemática del atraso y la subyugación colonial. De
ahí que cuando estos críticos sociales se ocuparon de las instituciones rurales,
el tema por lo general sería la hacienda, no el pueblo. Aun en este contexto de
disidencia, las ideas de Molina Enríquez representaron un nuevo rumbo.
LOS PUEBLOS Y SUS TIERRAS 287
Para mayores detalles acerca de su vida, véase Stanley F. Sbadle, Andrés Molina
Enrlquez: Mexican Land Reformer ofthe &volutionary Era (Tucson: University
of Arizona Press, 1994); Alvaro Molina Enríquez, prefacio a Antología de
Andrés Molina Enrlquez (México: Ed. Oasis, 1969); Renaro Molina Enríquez,
ªAndrés Molina Enríquez: conciencia de México", Boletín Bibliográfico de
la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, 15 de agosto de 1955; Antonio
Huittón Huitrón (coord.), Andrés Molina Enrlquez: la propiedad agraria en
México (Toluca: Gobierno del Estado de México, 1987), sobre todo el apéndice
documental; Andrés Molina Enrlquez (Toluca: Gobierno del Estado de México,
288 EMILIO KOURf
Colección Testimonios del Estado de México, 1979); María del Carmen Reyes,
"Detalles de la vida y obra de Andrés Molina Enríquez", Boletín del Archivo
General del Estado de México 9, núm. 3 (1981); Alfonso Sánchez Arteche,
Molina Enrlquez: La herencia de un reformador (Toluca: Instituto Mexiquense
de Cultura, 1990); y Agusán Basave Benítez, México mestizo: andlisis del nacio-
nalismo mexicano en tomo a la mestizofilia de Andrés Molina Enríquez (México:
Fondo de Cultura Económica, 1992) 42-51. Una buena bibliografía de las
obras de -y sobre- Molina, se encuentra en Shadle, Andrés Molina Enríquez,
143-154. Sobre el Instituto de Toluca, véase Aurelio J. Venegas, El Instituto
Científico y Literario del Estado de México (México: Biblioteca Enciclopédica
del Estado de México, 1979 [1927]); Elizabeth Buchanan Martín del Campo,
El Instituto de Toluca bajo el signo del positivismo,1870-1910 (Toluca: Uni-
versidad Autónoma del Estado de México, 1981); y Margarita García Luna,
El Instituto Literario de Toluca: una aproximación histórica (Toluca: Gobierno
del Estado de México, 1987).
34 Sánchez Arteche, Molina Enrlquez, 154; y Huirrón Huitrón, Andrés
(Nueva York: Harper & Brothers, 1900), 81. Estas ideas aparecieron inicial-
mente en Haeckel, Generelle Morphologie der Organismen, 2 vols. (Berlín:
Reimer, 1866); y Naturliche Schopfangsgeschichte (Berlín: Reimer, 1868).
296 EMILIO KOURf
ción del derecho en México (México: Imp. Mellado & Pardo, 1900). Como
ejemplos de la historiografía del derecho en España a fines del siglo XIX, véase
Eduardo de Hinojosa, Historia general del derecho español (Madrid: Tip. de
los Huérfanos, 1887); y Rafael Altarnira, Historia de la propiedad comunal
(Madrid: J. López Camacho, 1890).
52 Hubert Howe Bancroft, The Native Races ofthe Paciftc States ofNorth
America (San Francisco: History, 1886); y Elie Reclus, Les primitifi: Etudes
d'ethnologíe comparée (París: Schleicher Freres, 188 5). Los estudiosos de la obra
de Molina han confundido a veces a Elie Reclus con su conocido hermano,
el famoso geógrafo y activista anarquista Elisée Reclus.
LOS PUEBLOS Y SUS TIERRAS 301
56 /bid., 25.
ESCALA DE LA NATURALEZA DE LOS pERECIIOS TERRITORIALES
Y DE LOS ESTADOS EVOLUTIVOS CORRESPONDIENTES
Figura l. Tomado de Andrés Malina Enríquez, Los grandes problemas nacionales (México: Imp. de A Carranza e Hijos,
1qoq\_ 27.
LOS PUEBLOS Y SUS TIERRAS 305
57 !bid., 26-27.
306 EMILIO KOUIÚ
289-290, 302-310.
66 Acerca de las propuestas de Molina Enríquez en esa época, véase su
revolución agraria, 5:158-161. Para una discusión del decreto de 1915, véase
Simpson, The Ejido, 58-62; y Shadle, Andrés Molina Enrlquez, 67-69.
314 EMILIO KOURf
Brenner, The Wind that Swept Mexico (Austin: University offexas Press, 1943),
55; Rouaix, Génesis, 148-164; Molina Enríquez, Esbozo de los primeros diez
años de la revolución agraria, 5: 171-177; Lucio Mendieta, "Los antecedentes
del artículo 27 constitucional", El Universa/, 2 de octubre de 1946; José N.
Macías, "Quién fue el autor del artículo 27 constitucional", El Universal 20
de septiembre de 1937; Molina Enríquez, "El Lic. Macías yel artículo 27 de
la Constitución", El Universa/, 23 de septiembre de 1937; José N. Macías, "La
paternidad del artículo 27 de la Constitución", El Universal 27 de septiembre
de 1937; y Shadle, Andrés Molina Enríquez, 69-75.
316 EMILIO KOURf
75 Para el texto del aráculo 27, tal y como fue aprobado, véase Fabila,
Este número del Boletln estuvo a cargo de Molina Enríquez y se dedicó por
completo al artículo 27.
79 Molina Enríquez, "El espíriru de la Constirución de Querétaro", Bole-
Nueva York: Columbia University Press, 1933, p. 140. Las páginas 139-141
son meramente citas o paráfrasis de Malina.
91 Tannenbaum, The MexicanAgrarian &volution, 177.
LOS PUEBLOS Y SUS TIERRAS 327
Tannenbaum se refirió a Molina como "el autor del artículo 27". Véase
Frank Tannenbaum, Mexico: The Struggle far Peace and Bread (Nueva York:
Knopf, 1950), 104-105.
93 Tannenbaum, The Mexican Agrarian Revolution, 177-203; e ídem,
CONCLUSIÓN
95 Simpson, The Ejidn, 24-25, 29. Su discusión está basada casi por com-
pleto en las obras de McBride y Phipps, y su análisis del artículo 27 está tomado
directamente de Tannenbaum y Molina (62-·7 4). A manera de comparación,
véase también Nathan Whetten, RuralMexico, 85-86, 114-123.
LOS PUEBLOS Y SUS TIERRAS 329
331
332 LISTADO DE AUTORES
g
En 1909 publicó Andrés Molina Enríquez Los -5
grandes problemas nacionales. Es un libro de le- ~
yenda que casi todos conocemos y casi nadie -~
>
ha leído: una de las obras fundamentales para 8
entender el origen de la sociología mexicana, im- -~
portante para la formación ideológica de algunos 3
de los líderes de la revolución de 191 O, decisivo ~
para la redacción del artículo 27 constitucional, ¡§
casi una biblia de la revolución social de los años fü
siguientes. Voluminoso, enciclopédico, con fre- ~
cuencia farragoso y muy anclado en los concep- ~
tos raciales y evolucionistas de fines del siglo x1x, ~
¿merece ser colocado en el pedestal en que se ~
'º
. le puso? ¿Merece el olvido en que se encuentra -~
hoy? ¿Dónde queda Andrés Molina Enríquez? ~
1 EL COLEGIO
DE MÉXICO