Miguel Covarrubias 1904 1957 y China Rel
Miguel Covarrubias 1904 1957 y China Rel
Miguel Covarrubias 1904 1957 y China Rel
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Director/es
Presentación
Tema del Trabajo Fin de Master y causas de su elección
El tema de este trabajo es el estudio de las relaciones artísticas y culturales que el artista mexicano Miguel
Covarrubias (1904-1957) tuvo con China, una de sus últimas y menos conocidas pasiones. Miguel
Covarrubias fue uno de los artistas gráficos más célebres y mejor considerados de los Estados Unidos en
las décadas de los años 1920 y 1930, que después viró hacia el camino de la Antropología, donde alcanzó
algunos de sus mayores éxitos.
Igual que la fiebre japonista sacudió Occidente durante las últimas décadas del siglo XIX y primeras del
siglo XX, la proclamación de la República de China en 1911 situó de nuevo al estado dentro del
panorama internacional, que interesaba ya no solo como un lugar de milenarias y oscuras tradiciones,
sino como un país en aras de una modernización, tan admirada como temida. Si bien la fiebre amarilla se
extendió por todo el globo, esta fue especialmente importante en países que, o bien ejercían intereses
coloniales en el país, como Inglaterra o Francia, o bien recibían de él una importantísima inmigración,
como Estados Unidos o México.
Entre estos dos últimos países osciló la carrera artística de uno de los creadores más prolíficos de las
décadas centrales del siglo XX, Miguel Covarrubias, que llegó a Nueva York desde su México natal en el
verano de 1923; antes de volver a su país de origen varias décadas más tarde, realizó varios viajes por
todo el mundo, y en el contexto de dos largos viajes a la isla de Bali, Covarrubias realizó importantes
estancias en Shanghái y otras ciudades de China, donde se rodeó de la élite cultural del país y realizó
numerosos bocetos1.
1 Para una mejor comprensión de los apartados siguientes, y debido al relativo desconocimiento de la figura
artística de Miguel Covarrubias en nuestro país, hemos considerado estrictamente necesario introducir, a
continuación una gran nota biográfica, que pueda situar al lector en el contexto adecuado. Miguel Covarrubias
nació en 1904 en México D.F., en una familia pudiente del porfiriato (su padre y su tío ostentarían importantes
cargos gubernamentales a lo largo de varias décadas). Abandonó la educación reglada a los 14 años y, con un
innato talento tanto para el dibujo como para las relaciones sociales, pronto comenzó a mezclarse en el ambiente
artístico del café Los Monotes, frecuentado por la vanguardia artística mexicana contemporánea y futura. Allí
conoció a grandes personalidades, como Adolfo Best-Maugard, que le daría su primer empleo como ilustrador, y
José Juan Tablada, quien unos años más tarde le conseguiría un pasaje a Nueva York como agregado cultural de
tercera. Covarrubias llegaría a Nueva York a finales del verano de 1923, y presentado en sociedad, primero por
Tablada y luego por Carl Van Vechten, se haría en pocos meses con el control artístico y social de la ciudad;
pronto comenzaría a ilustrar para Vanity Fair, convirtiéndose en una de sus estrellas principales. Durante estos
años, ilustró para diarios y revistas como Vogue, The New Yorker, Harpers’ Baazar, Collier, Time o Fortune y se hizo
especialmente famoso por sus representaciones del New Negro, teniendo un papel principal durante el
Renacimiento del Harlem. Tan pronto como en 1925 publicaría su primer libro (el oficio de ilustrador le
acompañaría hasta el final de sus días); en Nueva York también se dedicaría ocasionalmente a la publicidad, a la
escenografía y la museología. En 1930 se casó con su pareja desde hacía años, la bailarina y modelo (después
también fotógrafa) Rosemond Cowan (que usó como nombre artístico “Rosa Rolando”), y partió hacia un viaje
que cambiaría su vida: durante 9 meses, la pareja vivió en la isla de Bali, que marcó un cambio significativo en obra
de Covarrubias: a partir de ahora, abandonaría progresivamente (aunque nunca del todo) la caricatura para
dedicarse a la pintura, y especialmente, a la antropología (algunos de sus estudios, como The Island of Bali, o México
South, todavía no se consideran superados). Durante los años siguientes, que al artista pasó a caballo entre su
México natal y su Estados Unidos querido, el Covarrubias ilustrador/antropólogo alcanzó un éxito inusitado. En
la década de 1940 se instaló definitivamente en México, volviendo a ser una de las grandes estrellas del ambiente
cultural en el que se había formado y dedicó todos sus esfuerzos a la pintura y a la antropología, la museología y la
enseñanza. Progresivamente, aparecería en él un gran interés por la arqueología y las culturas precolombinas,
campo en el que conseguiría algunos de sus mayores logros, sentando una gran escuela en las cuestiones olmecas.
Durante los años finales de su vida, estaría además, a cargo de la sección de danza del Instituto Nacional de Bellas
Artes, dirigiendo y creando las escenografías y vestuarios de numerosos ballets, especialmente de tema mexicano.
Repositorio de la Universidad de Zaragoza – Zaguan http://zaguan.unizar.es
En parte como fruto de estas experiencias, en parte por su gran habilidad para tratar los temas
pretendidamente exóticos, Covarrubias recibió en las décadas siguientes toda una serie de encargos
artísticos de temática china; algunos de ellos, como varios libros ilustrados o una serie de colosales
murales sobre el esplendor del Pacífico, alcanzaron una enorme fama. Además de estos encargos,
también realizó muchas otras obras motu proprio con la misma temática. A lo largo de este trabajo
pretendemos estudiar tanto estas obras (y el contexto en el que se produjeron) como la larga e intensa
relación que Covarrubias mantuvo con el gigante asiático.
Nuestro trabajo se delimita cronológicamente entre mediados de los años 1920, cuando durante su
experiencia neoyorkina, Covarrubias comenzó a estar en contacto con la cultura y el arte chinos, y su
prematura muerte en 1957, que cerró un periodo mexicano de una inaudita promoción de la cultura
popular china y de algunas de sus tradiciones culturales más arraigadas. En medio quedan numerosos
viajes a China (hemos de destacar que Covarrubias fue uno de los pocos artistas occidentales que visitó
Shanghái, causando una gran impresión entre sus artistas más vanguardistas), así como la publicación de
varias obras, muy diferentes entre sí, que tuvieron una gran difusión y reconocimiento en Occidente y
que se colocan, estilísticamente, entre algunas de los trabajos más apurados del autor.
Creemos que, por el carácter reproducible de la obra de Covarrubias (que se hizo célebre como
ilustrador de libros y de populares revistas), y por la gran influencia audiovisual que causó entre sus
contemporáneos, estas imágenes son a la vez causa y consecuencia del particular encuentro de la cultura
occidental y la cultura china que se produjo a mediados del siglo XX.
Las causas que han determinado la elección de esta temática, las causas y consecuencia del encuentro de
Nuestro especial interés por los temas generalmente tildados de primitivos o exóticos, un gusto del
Covarrubias con la cultura china, como tema de este trabajo son:
que Miguel Covarrubias fue un fiel exponente. En el caso del arte chino del siglo XX, puede decirse
que mi encuentro real sucedió durante el curso académico 2009-2010 y ha continuado cada vez más
intensamente a lo largo de los años2.
Nuestro gran interés por los medios de comunicación de masas y los productos visuales que de ellos
derivan, como la ilustración o la publicidad, desgraciadamente todavía considerados por muchos
como un arte menor. A esto se une nuestra convicción de que este tipo de obras fácilmente
reproducibles son una fuente fundamental para estudiar la difusión de la imagen de China en la
Nuestro interés particular por la historia, el arte y la cultura del periodo histórico correspondiente
sociedad de su tiempo.
(1920-1960).
Miguel Covarrubias moriría prematuramente, consecuencia de una septicemia, en México D.F. en 1957 a la edad
de 53 años.
2 Durante este año cursamos las dos asignaturas que han resultado vitales para la elección de mi tema e itinerario:
Arte del Extremo Oriente (con los doctores Elena Barlés y David Almazán) e Historia del Cine y otros medios
Audiovisuales (con los doctores Amparo Martínez y Fernando Sanz). Aunque la asignatura de los doctores Barlés
y Almazán se centraba en el Arte Japonés, fue la responsable de abrir nuestro horizonte cultural hacia otras
sensibilidades artísticas y nacionales, algo en lo que también influyeron los doctores Martínez y Sanz con sus
estupendas lecciones sobre las llamadas cinematografías periféricas. Recibí entonces mis primeras nociones de
cine chino que, a lo largo de los años se han ido aumentando, gracias a la licenciada Ana Labaila, que ha sabido
siempre trasmitir magistralmente tanto en lo personal como, especialmente, en lo profesional. Nuestra pasión por
el extremo Oriente continuaría durante nuestra estancia italiana (2010-2011), y ha seguido vigente, por supuesto,
durante este año académico en el que hemos realizado el Master en Estudios Avanzados en Historia del Arte,
dentro del cual hemos cursado los módulos de especialización en Lenguaje y Cultura Audiovisual y Relaciones
Artísticas entre Oriente y Occidente.
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Y en definitiva, la ausencia total de estudios sobre las relaciones entre Covarrubias y China, siendo
los únicos referentes algunas breves menciones en obras generales, además de toda una serie de
fuente que, inexplicablemente, todavía no ha sido fruto de exégesis.
En definitiva, creemos que este trabajo puede ser una contribución al estudio de la imagen de China que
llegó a mediados del siglo XX a Norteamérica. En la medida de que es una investigación llevada a cabo
en un Departamento de Historia del Arte se prestará especial atención al arte y su influencia.
Estado de la cuestión
El estudio de la obra de Miguel Covarrubias ha sido, como veremos a continuación, tardío y desigual.
Desgajado, como lo estuvo su vida y su obra, entre dos países y dos idiomas (Estados Unidos y México,
el inglés y el español), muy pocas obras han afrontado un estudio global o completo, centrándose
únicamente en uno o varios de los focos de especial interés: su papel como antropólogo, sus caricaturas,
sus dibujos del Harlem, y más tardíamente, su relación con el mundo de la danza; muy pocas
publicaciones escapan a estos sectores, de entre las que debemos separar algunas mexicanas, en
ocasiones pobladas de entrevistas y testimonios sentimentales de algunos de sus amigos y colegas de
profesión, que aunque de gran valor documental y biográfico, no siempre aportan demasiado a un
estudio científico de su obra. Cabe decir que si bien hay grandes estudiosos y comunicadores que han
contribuido a este estudio, solo una mínima parte se ha hecho desde el ámbito universitario, algo
relativamente extraño teniendo en cuenta el apoyo gubernamental de otras muchas publicaciones3.
Resulta imposible cuantificar las informaciones publicadas sobre Miguel Covarrubias en el trascurso de
su vida4, algo que no debería extrañarnos si nos atenemos a un testimonio del pintor José Clemente
Orozco en el que relata que la obra de Covarrubias se vendía más cara que la de Picasso 5. Sin embargo,
nos parecen particularmente evocadoras, por su riquísimo tono literario, las realizadas por el literato
mexicano José Juan Tablada6, embajador cultural del mundo latino en la Nueva York de la década de los
1920, así como algunos de los prólogos y reseñas que para sus libros escribieran otros compañeros de
aventuras y profesión7. Evidentemente, también resultan de gran valor las entrevistas que concediera en
3 A pesar de que hay numerosas exposiciones y colecciones que han incluido una o varias obras de Covarrubias,
aquí solo reseñaremos las monográficas o semi-monográficas, así como los catálogos que no sean únicamente
enumeraciones o descripciones formales.
4 Hemos considerado relevantes algunas como: COSÍO, D., “Nuevo estilo de caricaturas del señor Miguel
Covarrubias”, El Mundo, n. 402, 19 de mayo de 1923; CABALLERO PUCK, “Miguel Covarrubias y sus
caricaturas neoyorkinas”, El Universal Ilustrado, 21 de Febrero de 1924; “La exposición de dibujantes”, El Universal
Ilustrado, 7 de mayo de 1925; ALÍ, B., “La obra del Chamaco en Nueva York”, El Universal Ilustrado, 6 de Junio de
1925; RAMOS, S., “Ensayos estéticos: la caricatura”, Forma, n. 1, octubre de 1926; VILLAURRUTIA, X., "Un
cuadro de la pintura mexicana actual", Ulises: Revista de curiosidad y crítica, n. 6, febrero de 1928, pp. 5-12;
FERNÁNDEZ BUSTAMANTE, A., “Miguel Covarrubias el gran caricaturista mexicano”, Nuestro México, n.6,
agosto de 1932; IGLESIAS CASTELLOT, A., “Un artista mexicano vuelve a triunfar en los Estados Unidos”, El
Universal, 28 de diciembre de 1937; BEJARANO, J.M., “México vale más por Miguel Covarrubias”, Letras de
México, n. 22, 1 de enero de 1938; PURRINGTON, C., “Covarrubias y Bali”, Letras de México, n. 25, 1 de marzo de
1938; MORTA, J. A., “Crónica cultural: un libro de Miguel Covarrubias”, El Nacional, 11 de febrero de 1948;
“Covarrubias, Miguel”, Novedades, 23 de mayo de 1949; “Arte Moderno de México”, Novedades, 5 de junio de 1949.
5 OROZCO, J. C., y JEAN CHARLOT. El artista en Nueva York: (cartas a Jean Charlot, 1925-1929, y tres textos
Estados Unidos; La belleza en donde nadie la había visto." El Universal, 30 de noviembre de 1924; "Nueva York
de día y de noche: Mexicanos en Nueva York.- La Metamorfosis de Tata Nacho.- Best Maugard.- Tata Nacho y
Covarrubias.- El Rancho Mexicano." El Universal, 31 de mayo de 1925; “El arte criollo en Nueva York”, Social,
1926; “Recent Activities in Mexican Art”, Parnassus, Vol.2, n.4, abril de 1930, pp. 16-18,48.
7 El literato y fotógrafo Carl Van Vechten escribiría la introducción de COVARRUBIAS, M., The Prince of Wales
and Other Famous Americans, Nueva York, A.A. Knopf, 1925. pp. 1-6; el caricaturista Ralph Barton y el editor y
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vida el propio Covarrubias8, y, es importante destacar que también fue incluido en varias antologías de
pintura mexicana contemporáneas9.
Tras su muerte, que sí suscitó un gran interés hemerográfico 10, la obra y la vida Miguel Covarrubias
cayeron en un relativo olvido, tanto periodístico como científico. Como excepción, nos resultan muy
interesantes las entrevistas que al muy poco tiempo su muerte realizara la escritora y periodista mexicana
Elena Poniatowska, que aunque personales y sentimentales se consideran hoy una de las fuentes de
estudio más certeras y cercanas11.
En los años posteriores al fallecimiento del artista, podemos destacar todavía un gran interés
hemerográfico, en general dirigido a asuntos como el polémico destino de su colección 12, a la traducción
al español del libro El águila, el jaguar y la serpiente en 196113, entre otros asuntos14.
En 1976 se produciría un primer acercamiento científico a los quehaceres de Covarrubias, todavía muy
parcial, Miguel Covarrubias y el romanticismo en la antropología, un extenso artículo de Andrés Medina,
crítico Frank Crowninshield escribieron en COVARRUBIAS, M., Negro Drawings. Nueva York, A. A. Knopf,
1927. pp.1-14; el pintor Diego Rivera escribiría el prólogo del catálogo de su exposición de pinturas y dibujos
balineses en la Valentine Gallery de Nueva York: VALENTINE GALLERY, Paintings, Water Colors, Drawings of
Bali by Miguel Covarrubias. Nueva York, Valentine Gallery, 1932…
8 BRETAL, M., “Cinco minutos con el chamaco Covarrubias”, Revista de revistas: El semanario nacional, n.1144, abril
de 1932; PITZ, H. C., “Miguel Covarrubias of Mexico City”. American Artist, enero de 1948.
9 Quizás la más célebre de todas ellas sea la siguiente, que aunque modesta dedica varias páginas a nuestro
artista: MÉRIDA, C., Modern Mexican Artists. Mexico, Frances Toor Studios, 1937.
10 Véase, entre otras: “Falleció ayer el famoso pintor y caricaturista Miguel Covarrubias”, Excélsior, 5 de febrero de
1957; “Falleció el gran dibujante Miguel Covarrubias”, El Nacional, 5 de febrero de 1957; “Del Museo de Historia
partirá el sepelio de Miguel Covarrubias hoy”, Novedades, 5 de febrero de 1957; “Miguel Covarrubias Duclaud fue
sepultado en el Francés”, Excélsior, 6 de febrero de 1957; HENESTROSA, A., “La nota cultural”, El Nacional, 6 de
febrero de 1957; VALLE, R. H., “En breves palabras”, El Nacional, 7 de febrero de 1957; HENESTROSA, A.,
“El Chamaco Covarrubias”, Novedades, 9 de febrero de 1957; CADENA, M., “Miguel Covarrubias, el Chamaco”,
Revista de Revistas, 24 de febrero de 1957; CRESPO DE LA SERNA, J. J., “Miguel Covarrubias”, Novedades, 24 de
marzo de 1957; NELKEN, M., “Exposición homenaje a Miguel Covarrubias”, Novedades, marzo de 1957;
SCHERER GARCÍA, J., “Primeras reparaciones en el Museo de Antropología”, Excélsior, 19 de mayo de 1957;
CASO, A., “El mapa de Covarrubias”, El Universal, 25 de mayo de 1957.
11 PONIATOWSKA, E., “Homenaje a Miguel Covarrubias. Entrevistas a Octavio Barreda, Adolfo Best Maugard
y Rosa Rolando”, Novedades, suplemento México en la Cultura, 28 de abril de 1957, “Fernando Gamboa y Daniel
Rubín de la Borbolla hablan de Miguel Covarrubias”, Novedades, suplemento México en la Cultura, 5 de mayo de
1957, “Alfonso Caso, Harry Block y Diego Rivera hablan de Miguel Covarrubias”, Novedades, suplemento México
en la Cultura, 12 de mayo de 1957, “Raoul Fournier, Carlos Solórzano y Justino Fernández hablan de Miguel
Covarrubias”, Novedades, suplemento México en la Cultura, 19 de mayo de 1957.
12 Por ejemplo: “El bello arte de los pueblos primitivos, en una exhibición“, Excélsior, noviembre de 1958; “El
al español”, Novedades, suplemento México en la Cultura, 15 de octubre de 1961; LEIVA, R., “El águila, el jaguar y la
serpiente”, El Nacional, 1961; RODRÍGUEZ, A., “La Universidad rescata importante obra de Covarrubias”,
Gaceta de la Universidad, 22 de enero de 1962.
14Por ejemplo: GARRIDO, J. S., “Buenos días, mis amigos”, Novedades, 4 de febrero de 1958; VALLE, R. H.,
“Covarrubias y su mundo artístico”, Novedades, 1958; VALDIOSERA, R., “Un gran estudioso de la arqueología
mexicana”, Impacto, 27 de mayo de 1959; “Declaraciones de don Luis Covarrubias, Impacto, 1 de junio de 1959:
VALENCIA, R., “Miguel Covarrubias”, El Mundo (Tampico), 31 de mayo de 1960; AGUILAR ZINSER, C.,
“Miguel Covarrubias: la maravilla del lápiz”, Excélsior, 16 de enero de 1971; “Enorme colección de dibujos y
grabados”, Excélsior, 18 de septiembre de 1971.
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dedicado al campo de la Antropología15, que como ya hemos mencionado fue uno de los primeros en
suscitar interés, y posiblemente el que ha sido fruto de mayor exégesis en México.
Serán tres grandes exposiciones las que hagan comenzar el interés científico por Covarrubias, y las que
vertebren su todo el estudio inicial; una se realizará en los Estados Unidos, y dos, en México. Además,
estas exposiciones servirán para abrir diferentes líneas de investigación que demostrarán el diferente
cariz que adoptará la investigación en estos dos países. La primera de todas sería una breve exposición
realizada en 1981 en la Galería Metropolitana de la Universidad Nacional Autónoma de México16, que
suscitó un ligero interés por la figura de Covarrubias en su país de origen 17. Sin embargo, la primera
exposición verdaderamente importante, aunque parcial, fue la realizada en National Portrait Gallery de
Washington en 1984, Miguel Covarrubias Caricatures, que como cuenta su conciso título se dedicó a la
caricatura de Miguel, la disciplina que mayor éxito le dio en los Estados Unidos, por lo que no es extraño
que recibiera esta atención. Esta exposición, un verdadero hito en la historiografía de Covarrubias,
generó, además de una abundante hemerografía 18 el excelente catálogo Miguel Covarrubias Caricatures19, que
incluía también textos de su colega y amigos Al Hirschfeld, Bernard R. Reilly Jr. y Alan Fern, que fue
publicado al año siguiente.
En este mismo año de 1985 se leería una tesis doctoral 20 en la George Washington University de la
homónima ciudad, Miguel Covarrubias’ Drawings and Caricatures of Harlem 21, que abría el camino del estudio
de la implicación de Covarrubias en el Renacimiento del Harlem, que de aquí en adelante será el tema
predilecto de las tesis doctorales norteamericanas sobre el artista.
Parece ser que fue este hecho, la recuperación americana y el olvido mexicano22, lo que propició que
comenzara a organizarse en México la que fue considerada como la exposición definitiva sobre
15MEDINA, A., “Miguel Covarrubias y el romanticismo en la antropología”, Nueva Antropología I, n. 4, 1976. pp.
11-42. Medina continuaría estudiando y desarrollando la figura de Covarrubias como antropólogo, al que dedicó
un capítulo en: MEDINA, A., Recuentos y figuraciones: ensayos de antropología mexicana. México, Universidad Nacional
Autónoma de México, 1996. pp. 203-218.
16 Esta exposición generó un escueto catálogo (BALMORI, S., y GALERÍA METROPOLITANA. Miguel
Covarrubias: dibujos y pinturas. México, Universidad Autónoma Metropolitana, Dirección de Difusión Cultural y
Coordinación de Artes Plásticas, 1981. sp.), que a nuestro parecer no aportó nada significativo al estudio de la
figura de Covarrubias.
17 BELKIN, A., “Víctimas de nuestra amnesia”, UnomásUno, 5 de septiembre de 1982; CÁRDENAS, G., “Veinte
ensayos de arte mexicano”, Revista de la ENAP, año I, n. 1, octubre de 1984; MAGDALENO, V., “Desde los
grandes caricaturistas del siglo pasado hasta los de la actualidad”, El Día, 30 de mayo de 1984.
18 “Caricaturas de famosos estadounidenses, de Miguel Covarrubias, en Washington”, Excélsior, 12 de diciembre de
1984; “Exposición en memoria del célebre Miguel Covarrubias”, Excélsior, 13 de diciembre de 1984;
MONSIVÁIS, C., “Miguel Covarrubias: la caricatura de las celebridades, el retrato de los pueblos”, Proceso, n. 425,
24 de diciembre de 1984.
19 COX, B. J., ANDERSON, D. J., y NATIONAL PORTRAIT GALLERY. Miguel Covarrubias Caricatures.
Washington, Smithsonian Institution Press, 1985. 163 pp. Con textos de Al Hirschfeld, Bernard R. Reilly Jr. y
Alan Fern.
20 En lo sucesivo, traduciremos como “tesis doctoral” las disertaciones que en Estados Unidos dan derecho a un
título de “Doctor of Philosohy”. Quizás deba recordarse que los programas de doctorado estadounidenses no
tienen las mismas características que los europeos y consecuentemente tampoco las tienen sus tesis, que suelen ser
considerablemente más cortas.
21 GRANA, T. C. “Miguel Covarrubias’ Drawings and Caricatures of Harlem”, George Washington University,
enero de 1985; REILLY Jr., B. F., "Homenaje en Nueva York, olvido en México”, UnomásUno, suplemento
Sábado, 9 de febrero de 1985.
Repositorio de la Universidad de Zaragoza – Zaguan http://zaguan.unizar.es
Covarrubias23, Miguel Covarrubias: homenaje, planeada para coincidir en 1987 con el 30 aniversario de la
muerte del artista. Cuando finalmente se celebró, en el Centro Cultural de Arte Contemporáneo de
Ciudad de México, no solo fue muy aclamada24, sino que generó, a modo de catálogo, la publicación más
seria sobre Covarrubias realizada hasta aquel momento, Miguel Covarrubias: homenaje 25 , la cual incluía
diferentes ensayos, no solo del propio Covarrubias y de algunos de sus afamados amigos y colaboradores
(Andrés Henestrosa, Fernando Gamboa, Fausto Ybarra, Daniel F. Rubín de la Borbolla, Eusebio
Dávalos Hurtado, o Guillermo Arriaga), de un mayor tono sentimental, sino también de las
investigadoras que de aquel momento en adelante dedicarían casi la totalidad de su estudio a la obra del
artista: Sylvia Navarrete y Adriana Williams. Esta exposición y este catálogo desarrollaron todo un nuevo
vórtice de interés hacia la figura de Covarrubias, que se manifestó, como veremos, tanto en la literatura
científica como en la periódica 26 , aunque podemos señalar que a partir de aquí nos centraremos
únicamente en la literatura científica.
Sería precisamente la propia Sylvia Navarrete la que en 1993 marcase un nuevo hito en el estudio de
Covarrubias, con su Miguel Covarrubias - artista y explorador27, que de nuevo volvía a ser el más serio de los
estudios realizados hasta el momento, y que además incluía una gran cantidad de imágenes inéditas,
además de una detallada y completísima bibliografía, algo que resulta de vital interés para ulteriores
investigaciones. Este estudio artístico se completaría con la llegada el panorama de una pieza que todavía
faltaba: en 1994 aparece Covarrubias28, de Adriana Williams, una monumental biografía realizada gracias a
abundante e inédito material de archivo y numerosas entrevistas, que debería ser considerada como la
Biblia sobre Covarrubias, aunque tenemos que reseñar que está concebida como una biografía
cronológica y no como un estudio histórico-artístico de la obra del artista; sin embargo, ninguno de los
anteriores libros o artículos había aglutinado tanta información reseñable; si bien el libro tiene un
carácter más literario que visual, sacó a la luz innumerables informaciones hasta entonces confinados a
los múltiples archivos, privados o no, que contienen la obra y los efectos de Miguel Covarrubias.
Williams, amiga de la difunta Rosa Rolando-Covarrubias, se definió ya aquí como la mayor experta en
Covarrubias, puesto que sigue ostentando en la actualidad, dado que esta biografía no ha sido, en ningún
momento superada.
23 IDALIA, M., “Artistas mexicanos consagrados desde años atrás recibirán un homenaje”, Excélsior, 5 de marzo
de 1985; DRIBEN, L., “Muestra antológica para un cincuentenario” UnomásUno, suplemento Sábado, 23 de marzo
de 1985.
24 ABELLEYRA, A., “Reúnen por primera vez la obra integral de Covarrubias” (1ª parte), La Jornada, 10 de
febrero de 1987, “Reúnen por primera vez la obra integral de Covarrubias” (2ª parte), La Jornada, 11 de febrero de
1987, “Televisa y Arte Contemporáneo editan libro sobre Covarrubias”, La Jornada, 21 de abril de 1987; TIBOL,
R., “Las lecciones de Miguel Covarrubias”, Universidad de México, n. 436, mayo de 1987; LÓPEZ BOSCH,
“Homenaje a Miguel Covarrubias en México”, El Sol, 15 de noviembre de 1987.
25 GARCÍA-NORIEGA Y NIETO, L. (coord.), Miguel Covarrubias: homenaje. México, Centro Cultural/Arte
Contemporáneo, 1987. 261 pp. Textos de Andrés Henestrosa, Fernando Gamboa, John L. Brown, Sylvia
Navarrete, Olivier Debroise, Adriana Williams, Fausto Ybarra, Daniel F. Rubín de la Borbolla, Rafael Abascal,
Eusebio Dávalos Hurtado, Guillermo Arriaga, Patricia Aulestia de Alba y Miguel Covarrubias.
26 Quizás los ejemplos de mayor interés sean: de NEUVILLATE, A., “Arte: la universidad de Miguel
Covarrubias”, Novedades, 15 de julio de 1987; NAVARRETE, S., “Entre la obra de Miguel Covarrubias”, La
Jornada Semanal, 8 de febrero de 1987; SESÍN, S., “Sentó Miguel Covarrubias bases para que se tome en cuenta en
la arqueología el criterio artístico”, UnomásUno, 14 de febrero de 1987; CARDOZA, P. “Miguel Covarrubias (El de
la danza)”, UnomásUno, 28 de febrero de 1987; EMERICH, L. C., “Alrededor del sello de Miguel Covarrubias”,
Novedades, 17 de marzo de 1987.
27 NAVARRETE, S., Miguel Covarrubias - artista y explorador. México, Ed. Era, 1993. pp. 139.
28 WILLIAMS, A., Covarrubias. Austin, University of Texas Press, 1994. 318 pp.
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Una interesante y muy poca explorada vía fue la que abrió, en 1998, Rita González con Cine
mexperimental: 60 años de medios de vanguardia en México 29 , en donde dedicó un capítulo a la escasa y
desconocida producción cinematográfica de Covarrubias, que rodó varias películas documentales de sus
viajes a Bali y el istmo de Tehuantepec30.
Otra exposición de la National Portrait Gallery de Washington, Celebrity Caricature in America, tuvo lugar
en 1998 y se ocupó de situar las caricaturas de Covarrubias al nivel de sus contemporáneos, algo que se
reiteró en su espléndido catálogo, que por supuesto dedicó una sección al mexicano31.
También a finales de los noventa se realizaron otras tesis doctorales que de nuevo pusieron el énfasis en
la implicación de Covarrubias en la representación de las minorías: Crossing Borders: Miguel Covarrubias and
the Re-representation of the Other32, de 1996, hacía un comentario más general aunque mucho más profundo,
mientras que When Harlem was in Vanity Fair: the Harlem Renaissance in the Mainstream American Press, 1920-
1929 33 , hacía un estudio del Renacimiento del Harlem dentro de importantes publicaciones
norteamericanas, estudiando la obra de Miguel en revistas como Vanity Fair.
También en 1999, De la Torre Villar incluía a Covarrubias dentro de su Ilustradores de libros: guion
biobibliográfico34, que aunque no hacía más que repetir y sistematizar muchos de los datos ya expuestos
previamente, confería por fin al artista la categoría de ilustrador, algo que consideramos relevante en el
cambio en la percepción de su figura.
29 GONZÁLEZ, R., Cine mexperimental: 60 años de medios de vanguardia en México. Santa Mónica, Smart Art Press,
1998. 163 pp.
30 Algunas de estas películas se conservan, editadas y restauradas por José G. Benítez, en la Cineteca Nacional de
México.
31
“Miguel Covarrubias: Caricature and Modernism in Vanity Fair” en REAVES, W. W., Celebrity
Caricature in America. New Haven, National Portrait Gallery y Smithsonian Institution, 1998. Pp. 158-180.
32 MASUOKA, S. N., “Crossing Borders: Miguel Covarrubias and the Re-representation of the Other”, University
of California, 1996. 363 pp.
33 COCHRAN, M. A., “When Harlem was in Vanity Fair: the Harlem Renaissance in the Mainstream American
Covarrubias's images of African Americans, incluido en el catálogo de una exposición itinerante que comercializa el
Ramson Center de Texas titulada “Miguel Covarrubias: caricaturista”: REAVES, W. W., LINDAUER, M.A. y
NADELL, M. J., Miguel Covarrubias, caricaturista. Austin, Humanities Texas, 2005. 17 pp.
Repositorio de la Universidad de Zaragoza – Zaguan http://zaguan.unizar.es
Este año 2004 fue uno de los más productivos en la historiografía sobre el artista. Del lado
estadounidense apareció The Covarrubias Circle: Nickolas Muray’s Collection of Twentieth-century Mexican Art39,
publicación ligada a la exposición “Miguel Covarrubias: A Certain Clairvoyance” que se realizó en el
Ramson Center de Austin, perteneciente a la Univeristy of Texas. Esta obra enfatizaba la importancia de
conocer los movimientos sociales de Covarrubias, y aunque sea un hecho que no hemos destacado
previamente, hay que decir que puede extraerse valiosa información de su correspondencia con
importante personalidades, o bien de los propios diarios que estos escribieran; quizás los casos más
vistosos sean los de José Juan Tablada40 o Carl Van Vechten41. En el lado mexicano también aparecerían
algunas publicaciones muy importantes, como Miguel Covarrubias: retorno a los orígenes42, de Sylvia Navarrete
y Alberto Tovalín, un verdadero homenaje a la figura del artista donde Navarrete profundizada sus
investigaciones sobre el artista; o, fruto de este renovado interés, se publicaba, auspiciado por Antonio
Saborit, Miguel Covarrubias: vida y mundos, que no era más que una edición crítica, con algunas fotografías y
láminas a color, de las célebres entrevistas que ya publicara Elena Poniatowska entre de 1957.43 En este
mismo año, apareció La revista Dyn (1942-1944). Sus principales contenidos44, una profunda aproximación a
esta importante revista en la cual Miguel Covarrubias desarrolló un papel muy activo: esta publicación,
además de profundizar en el ya reiteradamente conocido papel de Covarrubias como antropólogo, hizo
también algo muy importante al destacarle dentro de una de sus más olvidadas facetas: la de editor 45.
También en 2004, Margarita Tortajada publicaba Bailar la patria y la Revolución46, una aproximación a la
danza revolucionaria en México, donde se desatacaba el papel de Covarrubias a la cabeza del
Departamento de Danza del Instituto Nacional de Bellas Artes de México, algo que, ya había hecho,
aunque nunca en una obra monográfica, el gran investigador de la danza Alberto Dallal 47.
En 2005 aparecía una singular e irremplazable obra, un catálogo conjunto para cuatro exposiciones que
se realizaron en 2004, con motivo del centenario del nacimiento de Miguel Covarrubias, en diferentes
lugares de México: Homenaje nacional, Miguel Covarrubias: cuatro miradas 48. Dicho catálogo incluye varios
ensayos temáticos de gran valor, algunos sumamente novedosos, como “Yólotl Bali, Yólotl
Tehuantepec”, que destaca su papel como antropólogo, “Geografía de un Ilustrador”, que realizaba un
recorrido por las diferentes áreas geográficas de las ilustraciones de Covarrubias y “El Chamaco y otros
famosos mexicanos”, que estudiaba sus caricaturas de importantes figuras de la vida cultural mexicana.
39HEINZELMAN, K. y MEARS, P. The Covarrubias Circle: Nickolas Muray’s Collection of Twentieth-century Mexican Art.
Austin, University of Texas Press, 2004. 183 pp.
40 TABLADA, J.J., Cartas a Genaro Estrada, 1921-1931. México, Universidad Nacional Autónoma De México,
de Las Américas, Consejo Nacional para La Cultura y Las Artes e Instituto Nacional de Arqueología e Historia,
2004. 196 pp.
43 PONIATOWSKA, E., Miguel Covarrubias: vida y mundos. México, Ediciones Era, 2004. 143 pp.
44 ROLLAND, P., y GAY, J. P., “La revista Dyn (1942-1944). Sus principales contenidos”, Anales del Instituto de
USABIAGA, D., “Anthropology as Science, Anthropology as Politics: The Lessons of Franz Boas in Wolfgang
Paalen’s Amerindian Number of DYN”, Anales Del Instituto de Investigaciones Estéticas XXXIII, n.98, 2011. pp. 175-
200.
46 TORTAJADA QUIROZ, M., “Bailar la patria y la Revolución”, Casa del Tiempo, Agosto de 2004. Pp. 56-65.
47 Por ejemplo, en: DALLAL, A.. La danza contra la muerte. México, Universidad Autónoma de México, 1979. 172
pp.
48 AYALA CANSECO, E. M. (coord.), MUSEO MURAL DIEGO RIVERA, MUSEO CASA ESTUDIO
DIEGO RIVERA Y FRIDA KAHLO, y MUSEO SOUMAYA, Homenaje nacional, Miguel Covarrubias: cuatro miradas
= National homage, Miguel Covarrubias: four visions. México, Editorial RM , Consejo Nacional para la Cultura y las
Artes y Museo Soumaya, 2005. 199 pp.
11
Todo el libro estaba realizado con un enorme cuidado y una insuperable calidad editorial, dando a
conocer, además, muchas obras pertenecientes a colecciones privadas.
A partir de aquí, la segunda parte de los 2000 ha sido sin duda el momento de los estudios parciales
pero, por lo general, sumamente concisos y profundos. Por ejemplo, en 2005, Carlos Molina, dentro de
su Fernando Gamboa y su particular versión de México 49, destacaba el papel de Covarrubias como museólogo,
apuntando por primera vez esta faceta, que sin duda necesita de un estudio en profundidad. También en
2005 se publicaba Covarrubias in Bali50, donde Adriana Williams estudiaba mucho más detenidamente los
viajes de Covarrubias a Bali y sus repercusiones, mientras que Chong ofrecía un detallado catálogo de la
obra balinesa del artista, incluyendo también algunas imágenes inéditas de sus cuadernos de viaje. Sin
embargo, la publicación que más relevante nos resulta, a pesar de su brevedad, es otra del 2005, The
China I Knew 51 , una cuidada y limitada edición tipográfica de una selección, por parte de Adriana
Williams, del diario que escribiera Rosa Covarrubias recordando uno de sus viajes a China, que nos
ofrece abundante información de carácter biográfico.
Durante estos años resurgiría el interés por el estudio de la obra de Covarrubias en San Francisco,
gracias a dos libros: Covarrubias: esplendor del Pacífico52, una reedición crítica de la versión editorial de los
mapas murales que Covarrubias pintase para la Exposición internacional de San Francisco de 1939 (que
incluía un largo texto del propio Covarrubias 53), y Miguel Covarrubias en México y San Francisco54, similar al
primero pero que destacaba también su labor como coleccionista de arte precolombino.
En 2007, la investigadora Alicia Azuela de la Cueva publicaba Peace by Revolution: una aproximación léxico-
visual al México revolucionario 55, uno de los análisis monográficos (en este caso, sobre el susodicho libro)
más profundos de la historiografía de Covarrubias. También en 2007, Adriana Williams y Carlos
Monsiváis iniciaban otra nueva línea de investigación, con la publicación de Rosa Covarrubias: una
americana que amó México56, biografía de la compañera, esposa y ex mujer de nuestro artista, con la que
vivió y trabajó durante casi 30 años, y que colaboró activamente en gran parte de su obra; esta obra
resultaba fundamental para un mejor entendimiento de la figura de Miguel57. Williams también publicaba
ese 2007 un breve artículo titulado Miguel Covarrubias y la cultura de las estrellas58, que repasaba de nuevo la
relación, personal y pictórica de Miguel con la élite social norteamericana. Otra publicación monográfica
sobre un libro, Picturing Uncle Toms Cabin from Harlem 193859, en este caso sobre una reedición ilustrada
49 MOLINA, C., “Fernando Gamboa y su particular versión de México”, Anales del Instituto de Investigaciones
Estéticas XXVII, n.87, 2005. pp. 117-143.
50 WILLIAMS, A. y CHONG, Y., Covarrubias in Bali. Singapur. Editions Didier Millet, 2005. 144 pp.
51 COVARRUBIAS, R., The China I Knew. San Francisco, Protean Press, 2005. 43 pp.
52 ANAYA DÁVILA GARIBI, G., y de MARÍA Y CAMPOS, A., Covarrubias: esplendor del Pacífico. México,
(1898-1970): una orquídea tatuada y la danza en las manos, realizada en el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida
Kahlo, que dio lugar al interesante catálogo: SÁNCHEZ SOLER, M., y CORONEL RIVERA, J., Rosa Rolanda
(1898-1970): una orquídea tatuada y la danza en las manos. México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes,
Instituto Nacional de Bellas Artes y Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, 2011. 221 pp.
58 WILLIAMS, A., “Miguel Covarrubias y la cultura de las estrellas”, Americas, agosto de 2007. Pp. 38-43.
59 LINDENBERGER WELLEN, L. A., “Picturing Uncle Toms Cabin from Harlem 1938”, Religion and Culture
Las últimas publicaciones, aunque breves, aportan mucho material inédito (esencialmente, bocetos) en
dos líneas muy diferentes: en The Olmec Notebooks of Miguel Covarrubias60, el afamado antropólogo Michael
D. Coe comentaba y enseñaba al mundo unos cuadernos de Covarrubias que habían llegado a sus
manos; en Miguel Covarrubias: Sketches: Bali – Shanghái 61 , Bruce W. Carpenter y Adriana Williams
publicaban muchos de los bocetos inéditos de los viajes de Covarrubias a Bali y Shanghái, algo que
permite indagar en el proceso creativo de Covarrubias, a la par que abre la vía de investigación de
Covarrubias y China, precisamente, la que en nuestro trabajo pretendemos desarrollar, sobre el que,
como se ha podido ver, existe todavía un gran vacío historiográfico.
Esperamos poder alcanzar estos objetivos a lo largo de nuestro trabajo, pero debemos tener en cuenta
que consideramos dicho trabajo como una obra abierta.
Método de trabajo
Para abordar este estudio, aconsejados desde un primer momento por el Dr. David Almazán, tutor de
este trabajo, hemos considerado necesario llevar a cabo las siguientes labores, de la manera lo más
sistemática posible, con el fin de enfrentarnos a la investigación con la mayor eficiencia posible:
http://divinity.uchicago.edu/martycenter/publications/webforum/032010/Picturing%20Uncle%20Toms
%20Cabin%20from%20Harlem%201938.pdf.
60 COE, M. D., “The Olmec Notebooks of Miguel Covarrubias”, Mesoweb, 2012. 49 pp. Disponible en:
http://www.mesoweb.com/olmec/publications/Covarrubias.pdf
61WILLIAMS, A., y CARPENTER, B. W., Miguel Covarrubias: Sketches: Bali - Shanghái, 2012. 121 pp.
13
mediante dos catálogos colectivos online: Rebiun62, para el caso español, y, Worldcat63, para el
caso internacional, que además especialmente útil pues recoge cualquier tipo de publicación o
material de archivo y facilita el acceso a parte de él. Para nuestra investigación concreta, nos
resulta también especialmente útil la Bibliografía sobre Arte Oriental Moderno y Contemporáneo
(MODERN AND CONTEMPORARY ASIAN ART: A Working Bibliography) que recopila y
actualiza cada año la Sydney University, la más completa y actualizada del mundo64.
Obtención de la bibliografía. Esta se ha realizado, esencialmente, de tres maneras diferentes:
De manera digital, ya sea de manera gratuita o de pago 65. De entre las herramientas utilizadas
para este punto, resultaran especialmente útiles las siguientes66:
Scirus 67 . Motor de búsqueda de publicaciones científicas, que indexa una enorme
cantidad de repositorios y que permite búsquedas muy acostadas, pero que,
Jstor 68 . Motor de búsqueda de pago, que aloja e indexa una enorme cantidad de
desgraciadamente, solo funciona de manera eficiente en el mundo anglosajón.
Google Libros70, que permite el acceso (parcial o total) a una enorme cantidad de libros
académico, y que permite la consulta y descarga de muchos de ellos.
62 http://rebiun.absysnet.com/cgi-bin/rebiun/O7242/ID91bf645e?ACC=101
63 http://www.worldcat.org/
64 La versión más reciente, que data del 2011, puede consultarse aquí:
http://sydney.edu.au/arts/art_history_film/documents/MCAA_bib_2011.pdf
65 Debemos mencionar que, puesto que no estamos becados para este proyecto, el uso eficiente de los sistemas
digitales resulta vital, si no la única vía, para nuestra investigación. La obtención digital de los documentos, además
de ahorrar, no solo dinero, sino también espacio y material, elimina o simplifica el paso posterior de escaneado y
sistematización de los materiales.
66 Desde la primera y la tercera que citamos se puede acceder a la práctica totalidad del contenido científico de
distribución libre de la red, por lo que obviamos citar repositorios pequeños excepto que sean muy específicos.
67 http://www.scirus.com/
68 http://www.jstor.org/
69 http://scholar.google.es/schhp?hl=es
70 http://books.google.es/bkshp?hl=es&tab=wp
Biblioteca del Centro de Arte Reina Sofía (Madrid), otra de las más
bibliotecas de las facultades de Bellas Artes y de Geografía e Historia.
Biblioteca del Museo Thyssen, de carácter privado, pero que dedica gran
importantes de España para el estudio del arte contemporáneo.
Compra del material necesario, muchas veces la opción más conveniente. Para la compra
igualmente, obras relevantes.
71 Esto mismo puede decirse de muchas otras bibliotecas, por lo que también aprovecharemos los recursos
disponibles en cada ocasión.
72 http://www.amazon.es/
73 http://www.iberlibro.com/
74 http://www.betterworldbooks.co.uk/
15
(algunos, de hace casi un siglo), resulta muy complicado su préstamo. Así pues, recordemos que las
De manera digital, ya sea de forma gratuita o de pago. De entre las herramientas utilizadas para
fuentes pueden consultarse de varias maneras:
este punto, además de las mencionadas en el apartado anterior (Google Libros, Scirus o Jstor),
nos han resultado especialmente útiles las siguientes:
o ICAA Documents Project75. Se trata de un repositorio-proyecto de carácter colaborativo,
organizado por el International Center for the Arts of the Americas at the Museum of
Fine Arts de Boston, dedicado a la difusión de documentos para el estudio del arte latino
y latinoamericano del siglo XX. Incluye una gran cantidad de publicaciones históricas y
es de acceso gratuito.
o El Archivo Miguel Covarrubias, conservado en la Universidad de las Américas de Puebla
(México), y que contiene una parte del mismo digitalizado y disponible en la web76.
De manera física.
o Consulta física de la documentación. Para este paso, nos hemos desplazado a diferentes
bibliotecas y centros de documentación, que hemos mencionado previamente en el
apartado de la bibliografía.
o Uso del servicio de préstamo interbibliotecario de la universidad de Zaragoza; en este
caso, nos hemos centrado en conseguir la reproducción de los documentos que por
antigüedad no puedan ser prestados).
o Compra del material necesario. Destacamos los mismos aspectos que en el apartado
anterior.
Una vez consultadas las fuentes, hemos fotografiado, fotocopiado o tomado notas de las
informaciones resulten relevantes.
3. Para un mejor y más rápido acceso, además para para facilitar su almacenamiento e impresión,
hemos digitalizado una gran cantidad imágenes y textos relevantes, para lo que hemos utilizado
nuestra cámara digital Canon EOS 1000D y nuestro escáner Epson Expression Home XP-205. Con
esto, hemos creado un archivo gráfico y bibliográfico. Debido a la gran cantidad de artículos,
información e ilustraciones que hemos recopilado, y para un mejor análisis de los datos, hemos
utilizado en todo momento un par de ordenadores personales y un programa de base de datos,
gracias a los cuales hemos podido realizar un mejor estudio de los materiales.
4. Una vez obtenida y clasificada toda la bibliografía y las fuentes relevantes, hemos procedido al
trabajo de campo, para lo que hemos analizado cuidadosamente cada una de las imágenes que
incluimos en nuestro catálogo, y sobre las que hablamos en el trabajo. Se ha procedido a un estudio
de primera mano de las imágenes, que siempre que ha sido posible se ha llevado a cabo mediante el
manejo de primeras ediciones de los libros. Hemos realizado un completo reportaje fotográfico, una
descripción pormenorizada, además de una toma de los datos de interés (como las medidas o los
formatos) que presentan las obras que estudiamos. Todos estos datos han sido convenientemente
analizados y organizados en un fichero que facilita su consulta. Para esta función, hemos empleado
un doble sistema:
a. De una parte, hemos empleado un gestor de referencias bibliográficas, que permite su rápido
almacenaje y su clasificación por temas, al tiempo que facilita su localización; para esta tarea,
y por su versatilidad, hemos elegido el programa Zotero.
b. De otro lado, hemos incluido los datos sobre las obras estudiadas, las propias obras y toda
información que consideramos relevante, en una base de datos; para esta función hemos
elegido el programa FileMaker Pro 8.5, que ha supuesto una gran ayuda y economización de
tiempo, tanto para este trabajo como de cara al futuro.
Una vez obtenidos todos los datos que el trabajo de campo proporciona, se ha procedido a su
sistematización y estudio pormenorizado.
75 http://icaadocs.mfah.org/icaadocs/
76 http://catarina.udlap.mx:8080/xmLibris/projects/covarrubias/index.html
Repositorio de la Universidad de Zaragoza – Zaguan http://zaguan.unizar.es
5. Realizadas todas las fases anteriores, se ha elaborado el ensayo propiamente dicho, en el que hemos
tratado de alcanzar los objetivos marcados, ordenando la información según la estructura que
exponemos a continuación.
Confiamos en que, derivadas de este método de trabajo, puedan surgir nuevas líneas de investigación.
El segundo bloque lo constituye la parte introductoria del verdadero cuerpo del trabajo, y se dedicará a
afrontar una serie de cuestiones generales sobre la biografía de Miguel Covarrubias y su contexto
histórico-cultural (prestando especial atención a la situación de su devenir artístico dentro del contexto
estadounidense), haciendo énfasis en su tratamiento de los temas exóticos, y más concretamente, en su
temática balinesa y de los Mares del Sur, que sirve para completar una panorámica sobre su
aproximación al arte y la cultura asiático-oceánicas.
En el tercer bloque, titulado “La China que conoció”, estudiamos las relaciones físicas y culturales que
Miguel Covarrubias mantuvo con la cultura china, las cuales hemos separado en tres escenas artísticas: la
china (donde estudiamos los diferentes viajes que el artista realizó al país, y las importantes relaciones
personales y artísticas que allí comenzó), la estadounidense y la mexicana (donde estudiamos la
promoción de la cultura china que Covarrubias realizó en los últimos años de su vida, coincidiendo con
la época maoísta). A lo largo de estas tres secciones hemos intentado establecer un corpus de
personalidades con las que se relacionó y que influyeron, o pudieron influir, en sus ideas sobre China.
En el cuarto bloque, titulado “La China que dibujó”, realizamos un catálogo comprensivo de la obra de
temática china de Covarrubias, dando relación de la historia y motivos de su producción, además de los
diferentes estilos formales empleados, y por supuesto de las iconografías que utilizó (realizando también
un estudio iconológico). Hemos clasificado esta obra en cuatro bloques diferentes, marcados por su
diferente formato: los libros ilustrados de temática china (que son tres), el tratamiento de China en los
murales que realizó para la Exposición Internacional de San Francisco de 1939, los bocetos, y un grupo
al que hemos titulado “otra obra”, y donde se incluyen desde óleos a gouaches o a algunas caricaturas
publicadas por prestigiosas revistas como Vogue o Vanity Fair. De cada una de las obras, realizaremos
una descripción y análisis pormenorizados.
En el quinto bloque se incluyen unas breves conclusiones que nos permitan entender mejor la
importancia de este trabajo académico, y que recordarán que, dada la particular tesitura en la que nos
movemos, este será siempre un trabajo abierto. Asimismo, podremos ver que con él se abren otras vías
de investigación. Tras estas conclusiones se incluye una profusa bibliografía, pues si bien hemos visto
que la bibliografía específica sobre Covarrubias es bastante limitada, no lo es así la general ni las fuentes
históricas.
Agradecimientos
No podríamos concluir esta presentación sin dedicar unas palabras, que son apenas una ligera síntesis, a
todas aquellas personas que, en mayor o menor medida, han estado involucradas en el presente proyecto,
sin la ayuda de las cuales este no hubiera podido seguir adelante.
En primer lugar, nos gustaría agradecer personalmente a Bruce W. Carpenter, cuyos valiosos mensajes
aclararon importantes cuestiones y, sobre todo, por la vital puesta en contacto con Adriana Williams, a la
17
cual agradecemos de corazón su atención, ya que desde que tuvo conocimiento del proyecto manifestó
su interés y nos proporcionó información y documentación importante, a la que de otra manera nos
hubiera sido imposible acceder.
Nos gustaría destacar igualmente, la generosidad de numerosos coleccionistas privados, sin cuya
disposición no hubiéramos podido concretar nuestras pesquisas; de entre todos ellos merece una
atención especial Jon Rendell, cuya impresionante colección nos ha servido para completar el estudio
que aquí hemos presentado.
En el ámbito académico, agradecemos en primer lugar, y muy especialmente, al Dr. David Almazán
Tomás, que desde un primer momento manifestó su interés por el tema y que fue, poco a poco,
orientando nuestras investigaciones hasta el punto presente; en segundo lugar, no podemos olvidarnos
de los profesores del Máster de Estudios Avanzados en Historia del Arte 77 , y en general, del
Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza, a quienes nos gustaría dedicar unas
palabras.
A medio camino entre el ámbito académico y el familiar se encuentran dos personas que han resultado
esenciales. En primer lugar se encuentra Dña. Margarita Márquez Padorno, de la Universidad
Complutense de Madrid, doctora en Historia de los Medios de la Comunicación Social, que tanto nos ha
enseñado y apoyado, pero especialmente agradecemos a alguien que desde un primer momento hizo
posible este trabajo: don Antonio Peiró Arroyo de la Universidad de Zaragoza, gran historiador, mejor
padre, e inagotable fuente metodológica y multidisciplinar.
En último lugar, nos gustaría agradecer a todos los familiares, compañeros y amigos que en algún
momento se han involucrado en dicho proyecto o que nos han ayudado en su ardua confección (ya fuera
en temas técnicos, lingüísticos, culturales o personales) ya que, sin su ayuda, la redacción del texto que
han comenzado a leer, y que confiamos continúen leyendo con gusto, tampoco hubiera sido posible.
77 Agradecemos especialmente a los profesores (y a sus excelentes colaboradores ocasionales) de los módulos de
especialización en Lenguaje y Cultura Audiovisual y en Relaciones Artísticas entre Oriente y Occidente, tanto por
sus enseñanzas como por la preciada y agradecida libertad que siempre nos concedieron a la hora de orientar los
trabajos de investigación hacia nuestras preferencias académicas.
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Miguel Covarrubias y Asia
Aunque este aspecto no ha recibido todavía un estudio de manera conjunta, resulta fácilmente
apreciablemente como a lo largo de toda su carrera artística y científica, Covarrubias demostró siempre
una enorme atención y devoción por las culturas asiáticas. Quizás, esto puede explicarse si
consideraremos que, llegado al punto en el que se interesó por la Antropología y decidió estudiar a los
hombres no únicamente mediante el lápiz y el papel, Covarrubias empezó a entender su América natal,
que con tanta dedicación estudiaba) y su Asia lejana como las partes de un todo, adoptando con ello
unas actitudes muy precoces para su tiempo:
“(sobre El Águila, la Serpiente y el Jaguar) Él
considera cada vez más tangible la evidencia de una
interpenetración del arte en Asia con el arte del Pacífico
y de América. Levantada una relación de los motivos
artísticos y de los conceptos culturales comunes al Viejo
Continente y al Nuevo Mundo (figuras totémicas y
objetos de culto, instrumentos de música y de guerra,
vestimenta y utensilios, técnicas de alfarería, cestería y
casería) y señala una por una las similitudes y
correspondencias entre las civilizaciones indoamericanas
y la China prebudista, Malasia y los mares del Sur“.78
un javanés que viajó en el mismo barco. WILLIAMS y CHONG. Op. cit. p. 13.
81 Durante esta estancia, la célebre periodista Corazón Grau entrevistó a Covarrubias para el Tribune de Manila.
GRAU, C. “Famous Mexican Caricaturist Visits Manila”, Tribune Magazine, 20 de julio de 1930.
82 A tal efecto, debemos señalar que, con la excepción de la que presentamos aquí, Covarrubias sí que realizó
obras de temática japonesa, alguna de ellas incluso muy premiada; todas y cada una de ellas son caricaturas
políticas (especialmente, de Hirohito y Tojo), algo bastante lógico si tenemos en cuenta las percepciones
norteamericanas sobre los japoneses en la época de mayor éxito de Covarrubias.
19
De izquierda a derecha: Geishas (c. 1930), Bailarines de Siam (c. 1930) y Pareja de filipinos (c. 1930).
83 En este sentido, debemos comentar que Covarrubias funciona de la misma manera que muchos modern artists: se
siente fascinado por lo absolutamente moderno (la gran ciudad, las novedades en el transporte y la tecnología) y lo
puramente primitivo, sin que en su imaginario tengan cabida sociedades intermedias, ya sean fuertemente
occidentalizadas motu proprio (Japón) o profundamente coloniales (la India o Indochina). En este sentido, su obra
representa el cambio definitivo del orientalismo de mediados del siglo XX.
84 A lo largo de nuestra futura tesis doctoral, pretendemos desarrollar el tema de Covarrubias y sus relaciones con
Asia.
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La isla de Bali
La aventura balinesa es probablemente una
de las más conocidas de Miguel
Covarrubias, y una de las que mayor
atención ha recibido, pero ninguna
panorámica que trate la visión de
Covarrubias sobre Asia podría estar
completa sin ella, por lo que nos vemos
obligados a presentar una pequeña
recapitulación85.
Miguel y Rosa Covarrubias partieron
rumbo a Bali el 3 de mayo de 1930, a bordo
del carguero Cingalese Prince,
perteneciente a una de las primeras líneas
que comenzó a especializarse en el turismo asiático. Junto a ellos, viajaba otro matrimonio célebre, el
formado por la actriz Claudette Colbert y Norman Foster.
Tras numerosas escalas y un cambio de barco, verían por fin aquella isla soñada e imaginada, cuyo
ambiente comercial y colonial en un principio les decepcionó. Necesitarían adentrarse en el interior de la
isla y alejarse de la civilización occidental para enamorarse definitivamente de todo aquello que luego
vendría a significar Bali. Los Covarrubias eligieron su destino, que se les tornaba tan desconocido como
apetecible, gracias a un libro de fotografías de Gregor Krause 86, un
médico alemán que había vivido en la isla unos años atrás. Por
aquel entonces, muy poca gente había oído hablar de Bali, ya que
la “balimanía” que la haría famosa comenzaría, precisamente, con
la vuelta de Miguel y Rosa a Nueva York.
85 La mayoría de los datos que comentamos aquí se recogen, exhaustivamente en WILLIAMS, Covarrubias. Op. cit.
y, especialmente, en WILLIAMS y CHONG. Op. cit.
86 Gregor Krause (1883-1959) fue un médico prusiano que, trabajador de las Compañía de las Indias Orientales,
fue asignado a Bangli (en Bali) en 1912, ocupándose tanto de la colonia militar como de la población local, que
aún no tenía acceso a la medicina moderna. Krause pasaría 18 meses trabajando y explorando la isla, durante los
cuales inmortalizó la vida diaria con su cámara. En 1920 publicaría, en Alemania, su libro Bali 1912, que contenía
más de 400 fotografías en blanco y negro, y que pronto se convertiría en un clásico. Krause pasaría el resto de su
vida trabajando y documentando la vida cultural del sudeste asiático.
87 Podría decirse que, en cierta medida, Walter Spies (1896-1942) era el homólogo a Van Vechten en el sudeste
asiático: igualmente europeo, rubio y homosexual, artista aficionado, fue más conocido por su papel de anfitrión y
mecenas que por su producción artística. Llegado a la isla en 1927, trabajó como director artístico en muchas de
las películas que en esa década se rodaron en la isla, creó una cooperativa para la preservación de las artes de la isla
y funcionó como anfitrión de las muy numerosas personalidades que visitaron la isla, desde antropólogos como
Margaret Mead y George Bateson, a gente del mundo del espectáculo como Charles Chaplin o Colin McPhee,
pasando por artistas como el propio Covarrubias.
21
Fueron
muchos los
que sugirieron
a Covarrubias
emplear todo el material recogido en una obra
de mayor entidad; esta labor se haría posible
cuando en 1933 Covarrubias recibió una beca
de la Fundación Guggenheim para,
precisamente, escribir un estudio de la isla. Ese
mismo verano, el matrimonio Covarrubias se
embarcaría de nuevo hacia su querida isla de
Bali, donde ahora prepararían a conciencia el
contenido de un futuro libro: Miguel dibujaba,
pintaba y leía libros sobre la isla, Rosa
fotografiaba y ambos preguntaban a los nativos Escaparate de los almacenes Franklin & Simon en 1937.
y acabaron formando parte de la vida cultural
de la isla.
En el viaje de vuelta a Nueva York, a la que llegaron en diciembre de 1934, Miguel hizo más pinturas de
tema balinés y se puso a redactar el libro. Life y Vanity Fair habían ido informando del trabajo de
Covarrubias en Bali y se desarrolló una auténtica fiebre balinesa entre las altas esferas neoyorkinas (por
ejemplo, los grandes almacenes de la Quinta Avenida, Franklin & Simon, tuvieron en sus escaparates
telas con diseños balineses creados por Covarrubias). Island of Bali88 llegó a agotar incluso una segunda
edición antes de salir a la venta en noviembre de 1937. El seminal libro es todavía considerado como la
lectura esencial sobre la cultura balinesa:
“La obra no fue realizada siguiendo el esquema tradicional de una investigación etnológica, por lo que muchos
investigadores la han clasificado de “romántica” en el sentido de poco científica. Sin embargo, realiza un profundo
análisis del medio ambiente, de la habitación, de la economía regional y familiar, del vestido, artes y oficios, lengua,
literatura popular, música, fiestas, rituales y ciclo de vida (…) Quizás la crítica de que no profundiza en el
88 COVARRUBIAS, M. Island of Bali. Nueva York, A.A. Knopf, 1937, 480 pp.
Repositorio de la Universidad de Zaragoza – Zaguan http://zaguan.unizar.es
aspecto de la organización social sea aceptable, pero hasta la fecha no se realizado, una obra etnológica sobre la
región que supere a la de Covarrubias89.
Si bien
hemos
visto
como
Covarru
bias
influyó
en Bali de manera exógena, apenas lo hizo de forma endógena: al
contrario que Walter Spies, que junto a Rudolph Bonnet creó la
renovadora escuela Pita Maha, Covarrubias apenas influyó en un
pequeño grupo de pintores balineses de Sanur a mediados de la
década de los 194091.
Arriba, anuncio en cuyo fondo se aprecia un mural pintado por Covarrubias (c.1941);.
Miguel Covarrubias volvería a este ambiente exótico con la realización de una serie de campañas
publicitarias para la Hawaiian Pineapple Company (hoy, Dole Food inc.) entre 1937 y 1942, una época
en la que Covarrubias aceptó la mayoría de sus escasos encargos comerciales. Estos anuncios respondían
a la estética escapista y lujosa que la compañía había utilizado bajo un amago de bancarrota en 1932 y
que mantendrían hasta la entrada de los Estado Unidos en la Segunda Guerra Mundial, y que en
términos prácticos se tradujeron en la contratación de la prestigiosa agencia publicitaria N.W. Ayer &
Son (habitual colaboradora de empresas de lujo como De Beers, para quien Covarrubias también
diseñaría publicidad en la misma línea) y de Charles T. Coiner94, su principal director artístico y célebre
por sus colaboraciones con artistas de vanguardia95.
93 En una acción claramente inusual, Covarrubias, que por aquel entonces estaba residiendo en Bali, tuvo la
ocurrencia de encargar a un comerciante chino, cien hojas de tapa (el tejido típico de la Polinesia, hecho
habitualmente con corteza de morera), que servirían para encuadernar la primera edición del libro, sumamente
exclusiva y limitada a los suscriptores. WILLIAMS, Covarrubias. Op. cit. p. 88.
94 Charles Toucey Coiner (1898-1989) estudió pintura comercial en la Academia de Bellas Artes de Chicago, y tras
graduarse continuó su formación en Europa en la década de los 20. Ahí, propiciamente, absorbió el espíritu de la
tradición clásica del arte occidental, mientras que en su búsqueda personal se encontró en el centro mismo del arte
contemporáneo. A su regreso a Estados Unidos, que encontró en Ayer una especial comprensión empática que
redujo las diferencias entre las dos culturas. Coiner trabajaría para Ayer durante 40 años (1924-1964), quedando a
cargo del Departamento de Arte en 1936, durante los cuales defendió el arte como un elemento vital en la
comunicación moderna. Durante este periodo, dirigió prestigiosas campañas para compañías como Dole, las
toallas Cannon, Bell Telephone, De Beers, tractores Caterpillar, The Container Corporation o el propio gobierno
de los Estados Unidos (él mismo diseño el emblema de la National Recovery Agency). AIGA. «Charles Coiner».
AIGA, 2013. http://www.aiga.org/medalist-charlescoiner/.
95 Coiner trabajó con artistas de élite, muchos de los cuales a menudo rechazaban los encargos comerciales. Entre
sus colaboraciones más celebradas, además de la del mentado Covarrubias, podemos destacar a Pablo Picasso,
Ben Shan, Miguel Covarrubias, Raoul Dufy, Edward Steichen, Georgia O’Keeffe, A. M. Cassandre, Normal
Rockwell, Marie Laurencin, Georges Rouault, Jean Hugo o Jean Carlu; en el caso de la colaboración la Hawaiian
Pineapp.le Company sus artistas estrella fueron los ya mencionados O’Keeffe, Cassandre, Covarrubias y otros
como Buk Ulreich, Lloyd Sexton, Millard Sheets o Pierre Roy.
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Covarrubias, contratado en el momento del
punto álgido de la “balimanía”, produjo una
serie de imágenes, que como las producidas
para Typee, trasladaban al lector a un
ambiente prístino, sensual e irresistible,
similar al que emanaba de muchas
superproducciones hollywoodienses como
Aloma del Mar del Sur (1926) 96 , en la que
además había participado Rosa Rolando, o
Ave del Paraíso (1932)97; sin embargo, aunque
su publicidad comparte el tono arcádico con
las imágenes balinesas, resultan, si cabe,
todavía más inocuas, evocando el Hawai
lujoso que interesaba a los potenciales
consumidores de la compañía 98 . De entre
sus realizaciones debemos destacar un
Anuncio para Container Corporation of mural que sirvió de fondo a las idílicas
America (1944) escenas publicitarias, y que hoy se
considera perdido; además de anuncios a
página completa y cuñas laterales.
permitir, por lo que se decidió re-orientar la política de la empresa hacia el único público que en aquel momento
que en aquel momento podía comprar fácilmente el producto (la clase media-alta), y promocionarlo utilizando la
retórica de los verdaderos productos de lujo (contratando para ello a los publicistas de empresas como De Beers y
Steinway & Sons), que era lo que habían acabado siendo.
99 The Lamp. Vol. 35. Junio de 1953.
100 Dichas imágenes incluían un Napoleón sobre la isla de Santa Helena, un Robinson Crusoe en Mas-a-Tierra en
las islas de Juan Fernández, una de Tristán da Cunha y una de la propia Isla de Pascua, en la que presentaba sus,
entonces, dos principales atractivos: las monumentales estatuas y las ovejas merinas.
25
101 HEYERDAHL, T., Aku-Aku, the Secret of Easter Island. Chicago, Rand McNally, 1958. 384 pp.
102 LINTON, R. y D’HARNONCOURT, R., Arts of the South Seas. Nueva York, Museum of Modern Art y Simon
and Schuster, 1946. 199 pp.
103 WILLIAMS, Covarrubias. Op. cit. p. 164.
104 Tan solo cuatro láminas a color, ubicadas en las páginas 87, 107, 153 y 165.
105 Life, 25 de Abril de 1949. p. 96
A la izquierda, “Formas de Arte del Pacífico” (detalle, 1939); a la derecha, p. 7 de ¿Tenía razón La kon-Tiki? (1954).
106 The Polynesian Deluxe Motel es motel de lujo de ambientación tiki situado en Ocean Shores (Washington),
fundado a finales de los años 1950 y todavía en activo.
107 Clark’s Islander fue un célebre restaurante de ambientación polinesia situado en Tacoma (Washington), abierto
en 1957 como remodelación de un restaurante anterior, The Islander, que funcionó de 1951 a 1957.
108 LINTON y D’HARNONCOURT. p. 74.
109 Don the Beachcomber fue uno de los primeros restaurantes de ambientación polinesia y uno de los más
famosos, fundado en 1934 en Hollywood, y que dio lugar a una exitosa franquicia aún vigente.
110 BOSCH BARRETT, M., ¿Tenía razón La kon-Tiki?. Barcelona, G.P., 1954. p. 7.
27
111 Williams comenta cómo durante sus días en la administración porfirista, José Covarrubias Acosta, el padre de
Miguel, había estudiado la inmigración mexicana en México. WILLIAMS, Covarrubias. Op. cit. p. 274
112 En ningún momento se especifica qué lengua china conocía con fluidez Miguel, aunque suponemos que se
trata del mandarín; de todas maneras, Fernando Gamboa relataba que Miguel “conocía el chino en varios de sus
dialectos”. PONIATOWSKA, Miguel Covarrubias... Op. cit. p. 87.
113 “En aquellos días, Miguel y yo no hablábamos una palabra de chino. Por primera vez en nuestra vida, teníamos dificultades para
desenvolvernos solos. Por consiguiente, acabamos contratando a dos jóvenes de la China Travel Bureau para acompañarnos”.
COVARRUBIAS y WILLIAMS. Op. cit. sp.
114 María Elena Rico Covarrubias, comentaba cómo entre 1955 y 1957, su tío Miguel recibía llamadas de Pekín y
hablaba chino fluidamente, lengua en la cual comenzó a darle clases junto a su prima Florita (WILLIAMS,
Covarrubias. Op. cit. P. 215); además, Covarrubias tradujo del chino un artículo sobre el artista Chi Pai Shi
(COVARRUBIAS, M., "Chi Pai Shi, distinguido artista del pueblo", Artes de México, n. 2, 1954. pp. 59-65; original
de Wu Tsu Kiang).
115 Rosa Covarrubias mencionó tener amistades chinas en Shanghái, Guangzhou, Pekín, Suzhou, Hong Kong,
Java, Bali, Nueva York, San Francisco, Chicago, París y Londres. COVARRUBIAS y WILLIAMS. Op. cit. sp.
116 Los hermanos Chiang, “unos arqueólogos”, aparecen varias veces citados como amigos de Covarrubias,
aunque nada, excepto su profesión, se nos dice de ellos. PONIATOWSKA, Miguel Covarrubias... p. 71;
COVARRUBIAS y WILLIAMS. Op. cit. Sp.; WILLIAMS, Covarrubias. Op. cit. p. 202.
117 Aparece mencionado en COVARRUBIAS y WILLIAMS. Op. cit. sp.
118 La amistad con Lee Ya Ching aparece en WILLIAMS, Covarrubias. Op. cit. p. 281 y WILLIAMS y
71. El China Critic fue el primer periódico en inglés totalmente producido y editado por chinos, aparecido en 1928
como reacción ante el incidente de Jinan. Sus miembros fundadores fueron Tsai Kung-shih, Ch'en Ch'in-jen, Chu
Shao-p'ing, Kwei Chung-shu y D.K. Lieu; sus colaboradores más importantes fueron H.Y. Warren Chen, Kan
Lee, Ms. V.T. Bang, Y.C. Ma, Chang Hsin-Ha, P.T. Chen, T. King, Thomas M.H. Chao, T.K. Chuan, Quentin
Pan, Lin Yu y, muy especialmente, Lin Yutang. El China Critic no fue una revista literaria, sino un noticiario
semanal dirigido al público angloparlante de China, y más especialmente a los estudiantes extranjeros en China o a
aquellos que habían vuelto de su educación en Occidente, por lo que no necesitaba presentar generalidades sobre
el país, y podía ocuparse de la política, la sociedad y la economía de China de cara al interior. El China Critic se
editaría ininterrumpidamente desde 1928 a 1940, quedaría en hiato durante la Guerra, y viviría una breve
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en su tiempo, y algunos, como Lin Yutang121, Sinmay Zaw (Shao Xunmei)122 o el Dr. Hu Shih123 (además
de la gran personalidad sino-americana del siglo XX, la escritora Pearl S. Buck124), todavía lo son a día de
hoy, por su gran relevancia en los ámbitos culturales sino-americanos.
resurrección, tras esta, en 1945. QIAN, S., “Gentlemen of The Critic. English-Speaking Liberal Intellectuals in
Republican China”, China Heritage Quarterly No 30/31 (junio-septiembre de 2012). Disponible en:
http://www.chinaheritagequarterly.org/features.php?searchterm=030_league.inc&issue=030.
121 La amistad con Lin Yutang y su esposa aparece mencionada en COVARRUBIAS Y WILLIAMS. Op. cit. y
PONIATOWSKA, Miguel Covarrubias... Op. cit. p. 71; COVARRUBIAS y WILLIAMS. Op. cit. y WILLIAMS y
CARPENTER. Op. cit. p. 80.
123 La relación con el Dr. Hu Shi aparecen mencionada en PONIATOWSKA, Miguel Covarrubias... Op. cit. p. 71
124 Además de las múltiples relaciones laborales e intercambios culturales que realizaron a lo largo de su vida, esta
Norman Foster. El viaje les llevaría seis semanas”. WILLIAMS Y CHONG. Op. cit. p. 13.
126 Chester Fritz (1892-1983) fue un importante hombre de negocios norteamericano, que residió gran parte de su
vida en China, especialmente en Shanghái y Hong Kong; en la época que nos concierne, era una de las
personalidades más ricas e importantes de Shanghái, y poseía una parte importante de la agencia Swan, Culbertson
& Company. Entre 1929 y 1946 estuvo casado con Bernadine Szold (1896-1982), una excéntrica y conocida
periodista norteamericana que durante muchos años había servido de cronista desde París. Para más información
sobre esta importante figura de las relaciones sinoamericanas, léase FRITZ, C., y RYLANCE, D., Ever Westward to
the Far East: The Story of Chester Fritz. Grand Forks, University of North Dakota, 1982. 246 pp.
127 WILLIAMS, Covarrubias. Op. cit. p. 78.
128 Dicha invitación aparece en AYALA CANSECO. Op. cit.
129 El Hotel Cathay fue considerado como el más prestigioso de Shanghái hasta el ascenso al poder de Mao Tse-
Tung. Uno de los edificios más alto del Bund shanghaiano, esta joya del art decó fue construida en 1929 por
29
más importantes, y el importante salón regido por Bernadine, en donde invitados de varios orígenes y
ocupaciones se reunían para hablar de negocios y de arte; ahí, Rosa y Miguel fueron presentados a
artistas y poetas130.
El segundo viaje de Covarrubias, al que partiría esta vez sin Rosa132, se produciría con el motivo de
documentarse para el libro Chine, que Marc Chadourne le había encargado hacía poco tiempo mientras
visitaba a la pareja en Bali133. Cotejando las fechas de los viajes de los Covarrubias y Bali, la visita de
Chadourne a los Covarrubias en Bali debió producirse entre el final de noviembre y el final de diciembre
de 1930, y no mucho tiempo después (entre enero y junio de 1931) Covarrubias habría partido hacia
Shanghái, donde habría permanecido un mes134. Fue precisamente este viaje, y no el anterior, el que le
permitió entablar un contacto mayor con la cultura china, y el que le despertó ese interés por el país que
ya nunca se apagaría135.
Muy recientemente, Bruce W. Carpenter, comentaría la existencia de un tercer viaje; al parecer, los
Covarrubias también pasarían algo de tiempo en Shanghái en la vuelta de su viaje de Bali136, algo que
según los datos cotejados podría haber sucedido a finales de agosto de 1932. Este tercer viaje habría
durado un mes137.
Asociados a estos dos viajes están los bocetos incluidos en Miguel Covarrubias: Sketches: Bali - Shanghái138,
que comentaremos en el capítulo siguiente y que tratan principalmente de la ópera de Pekín y de la vida
nocturna de Shanghái, además de algunos retratos de notables personalidades; a juzgar por los bocetos,
durante al menos uno de estos dos viajes, Covarrubias habría frecuentado de nuevo el Hotel Cathay.
orden de Victor Sassoon, el mayor magnate inmobiliario de la ciudad. El edificio, además de las habitaciones del
hotel, incluía dos bancos, oficinas, un bar, una sala de baile, dos restaurantes y los apartamentos privados de
Sassoon.
130 WILLIAMS Y CHONG. Op. cit. p. 16.
131 WILLIAMS, Covarrubias. Op. cit. p. 67.
132 WILLIAMS y CARPENTER. Op. cit. p. 80.
133 WILLIAMS y CARPENTER. Op. cit. p. 80.
134 Esta estancia aparece por primera vez mencionada en GRANA. Op. cit. p. 73.
135 WILLIAMS, Covarrubias. Op. cit. p. 67.
136“The Covarrubias would also spend time in Shanghai on their return trip to the United States.” en CARPENTER, B. W.
Covarrubias in Shanghai, 27 de octubre de 2012. Comunicación personal con la autora; la misma idea se nos
confirmó con “Miguel, in this time in the company of Rosa, returned again for another month soujourn while on
the return trip to New York”. WILLIAMS y CARPENTER. Op. cit. p. 80.
137 WILLIAMS y CARPENTER. Op. cit. p. 80.
138 WILLIAMS y CARPENTER. Op. cit.
139 Los Covarrubias zarparon de Nueva York, a bordo del Cingalese Prince, el 18 de agosto de 1933.
140 WILLIAMS, Covarrubias. Op. cit. p. 78.
141 “It was the month of October in the year 1933 when Miguel and I visited China”. COVARRUBIAS y WILLIAMS. Op. cit.
Después, los Covarrubias decidirían viajar, esta vez solos, a Pekín, pero una vez ahí sus experiencias más
reconfortantes parecen ser las gastronómicas; no sabemos cuánto tiempo permanecieron en la ciudad,
pero a juzgar por el largo camino hasta la ella (de casi un día de duración), debieron permanecer cierto
tiempo.
Tras esto, los Covarrubias volvieron a Shanghái, ciudad que les era ya bien conocida, y en la que pasaron
varios días. Su experiencia más recordada es la visita a una importante casa:
142 “Our trip was made possible because our close friend, Sinmay Zaw, a Chinese poet, who had been lucky betting on the game of Jai-
Alai while on a visit to Mexico. To celebrate his win, he invited a small group of friends to accompany him to Suzhou, China, for a
very special culinary event.” COVARRUBIAS y WILLIAMS. Op. cit.
143 Rosa Covarrubias recuerda haber aprendido a disfrutar de la gastronomía china en Nueva York, gracias a la
compañía y consejos de Alfred Bahr, Arnold Genthe, Lin Yutang y Sinmay Zaw. COVARRUBIAS y WILLIAMS.
Op. cit.
144 A juzgar por las diferentes comidas y experiencias que relata, debieron pasar entre cuatro y ocho días en la
ciudad.
145 “Once outside, we went bumping over the cobblestones in a string of rickshaws to the Garden Hotel (…) It is here, where we were
enjoyed dining in restaurants, in private homes and on boats. We traversed the canals in a red lacquer houseboat owned by the Fritzes,
gliding under the bridges and observing the fascinating river traffic around us”. COVARRUBIAS y WILLIAMS. Op. cit.
147 “We listened to Sinmay describe the history of the monastery we were about to visit. Since ancient times, Hanshan Si Temple, built
in the early 6th century, had been a haven for great pilgrimages. To learn about this sacred place from a poet, instead of a guide book,
was wonderful”. COVARRUBIAS y WILLIAMS. Op. cit.
31
“Fuimos invitados a la casa del presente Lord Li Hungzhang (1823-1901)148, cuyo abuelo había modernizado
el ejército y había introducido la industria occidental en el país. En la puerta, nos cruzamos con varios guardias;
rusos, indios, franceses y chinos. Dentro, los jardines resplandecían con las peonías floreciendo, y estaban adornados
con rocas de formas peculiares colocadas entre árboles nudosos (…). Mientras andábamos por los bellos jardines,
fuimos de una estructura a otra. La biblioteca, el museo, y la vivienda estaban separados los unos de los otros. En
la vivienda, el altar familiar estaba adornado por una simpática pintura de melocotones llevada a cabo por la
antigua emperatriz Dowager (1838-1908). En el comedor, en donde nos sirvieron te, colgaban enormes losas de
mármol con paisajes naturales representados mediante formas oscuras, con diseños muy modernos, que nos
impresionaron a todos”149.
Después de Shanghái, viajarían a Hangzhou, donde debieron alojarse algunos días. Allí, su experiencia
mejor recordada fue la visita al templo-monasterio de Lin Yin:
“Para llegar hasta ahí, tuvimos que atravesar un enorme lago, parándonos para mirar la totalidad de la isla
cubierta por rosados lotos en flor, temblorosos por el rocío del alba. A lo largo de nuestro camino, vislumbramos
muchas hermosas casas en otras pequeñas islas. Cuando llegamos al final del lago, salimos del bote y comenzamos
a subir la montaña frente a nosotros para llegar al monasterio budista. El templo de Lingyin, con su pagoda
octogonal en piedra de nueve pisos, construido en el siglo X es una maravilla. Cánticos y el tañer de las campanas
nos dieron la bienvenida a nuestra llegada, mientras que nubes de incienso fluían desde la puerta del templo”150.
Tras tan idílica experiencia, la pareja emprendió su viaje hacia Hong Kong; el viaje, que realizaron a
bordo de la casa flotante de los Fritz. Nada se nos dice de la duración de este largo viaje, que debió
llevarles al menos un par de días. Cuando llegaron a Hong Kong, ciudad que tampoco debió fascinarles,
llevaron el bote a reparar, y para aprovechar la espera, decidieron visitar la cercana Guangzhou (Cantón).
En Cantón, los Covarrubias pasarían unos cuantos días, para dar rienda suelta a sus intereses artísticos
(Miguel quería ver cómo los artesanos del jade realizaban su trabajo), y especialmente, a los culinarios.
Una vez en la ciudad, se dieron cuenta de que su conocimiento del inglés no les era suficiente, y
decidieron contratar a un par de guías locales, que aunque perfectos conocedores del idioma, parecían
saber tan poco como los Covarrubias sobre la ciudad 151.
En esta ciudad acaba el diario de Rosa Covarrubias, pero es de suponer que los Covarrubias volvieron a
Shanghái a despedirse del grupo antes de su definitiva partida hacia Bali.
148 Creemos firmemente que esta no podía ser la vivienda, aunque si pertenecer, la casa del, por aquel entonces
heredero de Li Hungzhang, ya que Liang Sicheng y Lin Huiyin, famosos arquitectos, vivieron en Pekín entre 1931
y 1937.
149 COVARRUBIAS y WILLIAMS. Op. cit.
150 COVARRUBIAS y WILLIAMS. Op. cit.
151 “In Hong-Kong it was necessary to have our boat painted. During the interim, Miguel and I went to Guangzhou to see how jade
was carved and, more importantly, to eat some of the famous Cantonese (Guangzhou) dishes we had heard so much about (…) In
those days, Miguel and I didn’t speak a word of Chinese (….) Hence, we ended up hiring two young boys from the China Travel
Bureau to accompany us. It soon became app.arent that their knowledge of the sights was limited. We arrived in Guangzhou on a
windy, dusty day at the noisiest hotel in the world.” COVARRUBIAS y WILLIAMS. Op. cit.
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El ambiente artístico en el que se movió Covarrubias en Shanghái, gracias a amigos como Sinmay
Zaw152, no fue el de las artes tradicionales sino el de plena vanguardia. Más allá de la muy reconocida
Escuela de Shanghái, existió en dicha ciudad un muy importante núcleo de artistas cosmopolitas e
interdisciplinares (aunque, como Covarrubias, estuvieron fuertemente ligados a las artes gráficas,
verdadero instrumento de difusión de las artes y estilos en el siglo XX), que presentaron una declarada
influencia de las vanguardias occidentales. Artistas algo más clásicos como Goya o Daumier, y otros más
contemporáneos como George Grosz, David Low, Paolo Garretto o el propio Covarrubias153, poblaban
las páginas de las mejores revistas artísticas y literarias de Shanghái. Sus trabajos eran, a menudo,
adaptados a los gustos y funcionalidades de la prensa gráfica china (habitualmente, el humor gráfico, la
denuncia social, y la propaganda), o incluso, plagiados sin ningún rubor.
De entre todos estos modelos occidentales a imitar, Covarrubias tuvo una gran repercusión no solo por
su depurado estilo gráfico, sino por la enorme difusión de revistas americanas como Vanity Fair o
Vogue154, y especialmente, porque fue el único artista occidental de renombre que visitó Shanghái durante
aquella década prodigiosa (c. 1927-1937)155. Además, el artista fue uno de los pocos occidentales en tener
una exposición monográfica en la ciudad156.
La mayoría de estos artistas estuvieron ligados a dos revistas principales, que se sucedieron en el tiempo:
Shanghai Manhua157 y Sindai Manhua (Modern Sketch)158, ligadas fuertemente a las vanguardias europeas y a
los ambientes literarios. En sus páginas, aparecerían artistas y literatos de la talla de Lu Shaofei, Sinmay
Zaw, Ye Qianyu, Zhang Guangyu, Hu Kao, Zhang Leiping, Wang Zimei, Liang Baibo o Ding Cong…
152 Sinmay Zaw o Shao Xunmei (1906-1965) fue un importante poeta y socialité chino, habitualmente considerado
un enfant terrible y el equivalente a Verlaine en Shanghái. Covarrubias y él se conocieron en Nueva York entre 1924
y 1926, cuando el chino estaba estudiando en Cambridge. Para más información sobre el ambiente del personaje,
véase el muy interesante HUTT, J., “Monstre Sacré: The Decadent World of Sinmay Zau 邵洵美”, China Heritage
Quarterly, nº 22, junio-septiembre de 2010. Disponible en:
http://www.chinaheritagequarterly.org/features.php?searchterm=022_monstre.inc&issue=022.
153 HUNG, C., War and Popular Culture: Resistance in Modern China, 1937-1945. Berkeley, University of California
American in “Paris”, conferencia presentada en Cosmopolitan China, Centre for Chinese Studies y Confucius
Institute en la Universidad de Manchester, 16 de mayo de 2012.
155 HUNG, C. War and Popular Culture… Op. cit. p. 38.
156 Covarrubias disfrutó de una exposición en Shanghái en 1934, que según Ye Qianyu fue la que le inspiró a
dibujar. FITZGERALD, C., “Intersections Between Cartoon and National Art: Ye Qianyu’s Search for the
Sinicized Cartoon”, en Fragmenting Modernisms: Chinese Wartime Literature, Art, and Film, 1937-49. Leiden, Brill, 2013.
pp. 79-124.
157 La revista Shanghái Manhua, fue una muy influyente publicación de corta duración (se editó entre 1928 y 1930),
que combinaba dibujo, fotografías con relatos cortos, centrándose en escenas de la vida urbana, en la crítica social
y en la caricatura política; estuvo especialmente relacionada con las modas artísticas literarias provenientes de
Japón, Inglaterra y Francia, y fue una de las responsables de la introducción de la modernidad en la alta sociedad
china. Para más información sobre la revista, véase JOHNSTON LAING, E., “Shanghái manhua, the Neo-
Sensationist School of Literature, and Scenes of Urban Life.”, MCLC Resource Center, octubre de 2010. Disponible
en: http://mclc.osu.edu/rc/pubs/laing.htm.
158 La revista Sindai Manhua (cuya edición en inglés se llamaría Modern Sketch) fue otra influyente publicación
shanghaiana eminentemente gráfica, editada por Lu Shaofei entre 1934 y 1937, que igualmente combinaba dibujo,
fotografías (incluyendo también collage y fotomontaje) y textos breves; aunque se también se centraba en escenas
urbanas y en la crítica social, las actitudes de esta revista fueron sustancialmente más irreverentes. Mientras que
Shanghái Manhua estuvo más ligadas al simbolismo y a otras corrientes de los cambios del siglo XIX al XX; Sindai
Manhua era más moderna en su planteamiento estético y muchos de sus artistas presentaban deudas con el
cubofurismo, el dadaísmo y la Nueva Objetividad Alemana. Para más información, véase el completísimo
CRESPI, J. A., “China’s Modern Sketch. The Golden Era of Cartoon Art, 1934-1937”, 2011. Disponible en:
http://ocw.mit.edu/ans7870/21f/21f.027/modern_sketch/index.html.
33
159 Ye Qianyu (1907-1995) fue un dibujante y pintor autodidacta de gran influencia durante la época republicana y
durante la época de propaganda anti-japonesa. HUNG, C. War and Popular Culture… Op. cit. p. 38. Para más
información sobre Ye, véase: FITZGERALD. Op. cit. pp. 79-124.
160 Ding Cong (pseudónimo de Xiao Ding, 1916-2009) fue un importante dibujante chino, casi tan precoz como
Covarrubias, que empezó a publicar sus caricaturas a los diecisiete años, y que después sería especialmente
conocido por su gran actividad dentro de la propaganda anti japonesa. Para más información, véase SULLIVAN,
M., Modern Chinese Artists: a Biographical Dictionary. Berkeley, University of California Press, 2006. p. 29.
161 Hu Kao (1912-1994) fue un pintor, especialmente de flores y pájaros, que durante la década de los 1930
alcanzó una gran reputación como caricaturista. Para más información, véase BEVAN, P., “The cartoonist Hu
Kao and Shanghai Modeng”, Polyvocia - The SOAS Journal of Graduate Research, nº 2, marzo de 2010. Disponible en:
https://www.soas.ac.uk/research/rsa/journalofgraduateresearch/edition-2/file58288.pdf
162 COVARRUBIAS, M. The Prince of Wales and Other Famous Americans. Nueva York, A.A. Knopf, 1925. 16 pp.
163 Zhang Guangyu (1900 -1965) fue un importante dibujante, artista comercial y pintor decorativo chino.
Formado en el arte tradicional, al principio trabajó como artista comercial; más tarde se haría una de las estrellas
de revistas como Shanghái Manhua y Modern Sketch. Durante la Guerra realizaría importantes obras de denuncia.
En 1949 fue nombrado profesor de la Academia Central de Bellas Artes. Su pintura decorativa está basado en el
popular combinado con las enseñanzas del arte occidental. Una buena y breve biografía de Zhang puede leerse en
DESTENAY, P., “Zhang Guangyu, Caricaturiste et imagier”, Extrême-Orient, Extrême-Occident, nº 8, 1986. pp. 11-
29.
164 Covarrubias y Zhang se habrían conocido en Shanghái y habrían entablado amistad; no sabemos cómo de
profunda podría haber sido esta amistad. Esta relación aparece en: DESTENAY, 1986. Op. cit. p. 13; SULLIVAN,
1996. Op. cit. P. 121 y PAN, L. Shanghai Style: Art and Design Between the Wars. Long River Press, 2008. P. 141.; que
Zhang aprendió de Covarrubias aparece en HUNG, C. “The Fuming Image: Cartoons and Public Opinion in Late
Republican China. 1945 to 1949”m Comparative Studies in Society and History, enero de 1994. p. 125.
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Covarrubias serán igualmente válidos y empleará ambos a lo largo de toda su larga y trascendente obra165.
En cuanto al estilo lineal, que en el caso de Zhang se epitomiza en sus “Love Folksongs”166 incluidas en
Modern Sketch, la influencia de Covarrubias se acusa en el tratamiento de la línea y en el tipo de humor,
aunque en ocasiones la cita es algo más literal, como ya constató Crespi 167.
A la izquierda, caricatura de Roosevelt realizada por Covarrubias (1933); a la derecha, caricatura de Stalin realizada
por Covarrubias (1932); en el centro, caricatura realizada por Zhang Guangyu publicada en la revista Van Jan, 1934.
A la izquierda, una Love folksong de Zhang Guangyu; a la derecha, ilustración de Covarrubias en Peace by Revolution
(1933).
165 Con “estilo lineal”, nos referimos al que Covarrubias empleó en sus primeras caricaturas, o en libros más
recientes como Chine (1931) o Peace by Revolution (1933); con “estilo colorista” nos referimos al que Covarrubias
empleó, por ejemplo en las Impossible Interviews o en la portadas de Vanity Fair durante la década de 1930.
166 HUNG, C. War and Popular Culture… Op. cit. p. 37.
167 CRESPI. Op. cit.
35
Como ya hemos mencionado, Covarrubias llegó a los Estados Unidos al final del verano de 1923, un
momento de profundo y constante cambio, que igualmente afectó a las percepciones sobre China. “Los
espléndidos ebrios años veinte”, que recordase su amigo y valedor Carl Van Vechten, vieron ante sí una
profunda conversión de todo aquello que venía del país asiático. Por sus violentas y profundas
yuxtaposiciones entre lo alto y lo bajo, entre lo popular y lo elitista, que sobre el mundo se generaron en
la sociedad estadounidense anterior a la Segunda Guerra Mundial, “lo chino” se configuró como un
lugar común, que funcionaba además como un locus amoenus típicamente middlebrow, estatus que todavía
hoy, mantiene en cierta medida170.
168 Basada en la tradicional novela “Viaje al Oeste”, que narra el viaje del Mono en busca de las Escrituras, Zhang
realiza, en esta serie de 60 pinturas, una acusada sátira hacia la sociedad de consumo contemporánea: “En la serie de
sesenta pinturas de Zhang, las escrituras son la Democracia. Los viajeros atraviesan el Reino del Dinero, símbolo del colapso
económico de China; el Reino de Aiquin – Ai es la sociedad esclavista egipcia, quin la tiranía de Qin Shihuangdi (…); y la Ciudad
de los Sueños Felices, donde uno vive al estilo americano, preocupándose únicamente por las necesidades materiales propias. Al final del
viaje, los viajes, en su búsqueda de reino de la Democracia, encuentran en cambio el fascismo, simbolizado en las personas de Hitler,
Mussolini y el Almirante Tojo”. SULLIVAN. Op. cit. p. 121.
169 LAIMING, W. Da nao tian gong. 1965.
170 En este sentido, el papel general de la cultura asiática dentro del middlebrow norteamericano recibió un
interesante estudio en KLEIN, C., Cold War Orientalism: Asia in the Middlebrow Imagination, 1945-1961. Berkeley,
University of California Press, 2003. 340 pp.
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Debido a que Covarrubias se desenvolvió, precisamente, en
este mundo de profundas contradicciones que tanto fascinó
a los intelectuales neoyorkinos, hemos creído procedente
dar unas pequeñas notas de los elementos que las
generaron.
La figura de la mujer china malvada, que se unía a los estereotipos de inmoral 172, fea o mera esclava,
encontraba su lugar en las percepción tanto de figuras reales (desde las suegras chinas a la Emperatriz
Dowager Cixí) como imaginarias (por ejemplo, en la Turandot de Puccini o en el personaje interpretado
por Alla Nazimova en La Linterna Roja (1919); prácticamente en los mismos términos se describía tanto
al hombre chino, tanto en su supuesta faceta de drogodependiente del opio y traficante corrupto de a pie
como en los ejemplos literarios supuestamente más elevados, muy bien ejemplificados en la exitosa saga
de novelas de Sax Rohmer Fu Manchú.
Paradójicamente, fue en estos mismos años cuando se produjo un mayor estudio y ensalzamiento del
arte chino, ampliándose su rango desde las típicas artes decorativas en alza durante la época de las
chinerías hacia los recientes y masivos descubrimientos arqueológicos. El arte chino, que como el arte de
otras civilizaciones orientales, había vivido en Europa un progresivo descubrimiento durante las edades
moderna y contemporánea, tuvo una especial repercusión en Norteamérica tras la primera Guerra
Mundial, cuando la crisis económica desplazó los principales mercados artísticos desde Europa hasta
Nueva York.
171 Marchetti dio una muy buena definición del peligro amarillo en MARCHETTI, G., Romance and the «Yellow
Peril»: Race, Sex, and Discursive Strategies in Hollywood Fiction. Berkeley, University of California Press, 1993. pp. 2. :
“Hundiendo sus raíces en los temores medievales a las invasiones de Genghis Kan y los mongoles en Europa, el peligro amarillo
combina el terror racista a las culturas extrañas, ansiedades sexuales, y la creencia de que Occidente será subyugado y envuelto por las
irresistibles y oscuras fuerzas ocultas de Oriente. Dado que el conocimiento sobre Asia y los asiáticos era limitado en Europa y
América, mucha de esta formulación necesariamente descansaba sobre una fantasía que proyecta los deseos y temores euroamericanos
hacia el Otro. (….) Cuando terminó la esclavitud y, en la segunda mitad del siglo XIX, aumentó la inmigración en los Estados
Unidos, el peligro amarillo se convirtió en una riada de temor al trabajo barato, que amenazaba con disminuir el poder adquisitivo de
los blancos inmigrantes europeos, desviando, de este modo, la crítica hacia la explotación brutal de una economía capitalista
expansionista hacia el asunto de la raza.”
172 La Ley Page de 1875 había prohibido entrar en Estados Unidos a las mujeres chinas “de sospechosa” virtud, lo
que no solo redundó en el control y expulsión de prostitutas sino de muchas trabajadoras de otros sectores.
37
En el coleccionismo y revalorización del arte chino jugó un papel muy especial el marchante, y ocasional
crítico de arte, C.T. Loo173 (Ching Tsai Loo), responsable de la compraventa de algunas de las piezas más
importantes de toda la historia del arte en China, que fueron vendidas a los principales museos
(especialmente, al Metropolitan Museum de Nueva York y el Museo de Bellas Artes de Boston) y
coleccionistas (como los Rockefeller, con los que Covarrubias mantuvo gran relación).
Para que el arte de la antigua China pudiera encontrar su justo papel dentro de los museos y pasase a ser
considerado por sí mismo y no como una mera curiosidad etnográfica, se destacaron sobremanera sus
nexos estilísticos con el arte europeo (especialmente, con el arte griego), considerado por los
conservadores como el modelo a imitar; así, en Norteamérica se dio especial importancia al arte de la
región de Gandhara y del Turkestán chino y al arte sino-siberiano, que permitían establecer unos nexos
estilísticos muchos más claros con el arte clásico. Igualmente, se intentó adaptar para el arte chino el
mismo esquema que siglos atrás Wincklemann ya hubiera utilizado para el arte griego, bajo cuyos
convencionalismos se intentó comercializar el arte chino de las diferentes dinastías; así, se habló de un
arte arcaico (dinastía Wei), un arte de transición (dinastía Sui), un arte clásico (dinastía Tang) y un arte de
decadencia (finales de la dinastía Tang – dinastía Song).
Las piezas mejor valoradas por compradores y museos fueron las que era más fácilmente asimilables
dentro del discurso eurocéntrico del arte, aunque sus contextos originales poco o nada tuvieran que ver;
así, se minusvaloró la pintura a favor de la escultura, y se dio una enorme importancia a las piezas
arqueológicas, especialmente a los bronces y jades de la dinastía Zhou.
Sin embargo, la aproximación a la literatura china, tuvo un punto de vista mucho menos occidentalista y
estuvo protagonizada, en los Estados Unidos, por una serie de grandes personalidades, que además,
mantuvieran gran relación con Covarrubias: Pearl S. Buck, Lin Yutang y Hu Shih. Pearl S. Buck sería una
escritora norteamericana criada en china autora de exitosas novelas y ganadora del premio Nobel en
1937, que contribuiría, con sus realistas ficciones al conocimiento de China; Lin Yutang se haría
especialmente famoso por sus traducciones de textos clásicos chinos y por su novela La alegría de vivir
(1937); Hu Shih, en cambio, sería un gran reformador de la lengua china, gracias a lo cual se simplificó su
escritura permitiéndose una mucho mayor difusión.
173Para más información sobre la situación del arte chino en los Estados Unidos durante la primera mitad del
siglo XX, véase la excelente WANG, Y., “The Loouvre from China: A Critical Study of C. T. Loo and the
Framing of Chinese Art in the United States, 1915-1950”. Ohio University, 2007. Disponible en:
http://etd.ohiolink.edu/send-pdf.cgi/Wang%20Yiyou.pdf?ohiou1195498748.
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En un punto medio entre estas abismales diferencias de percepción de la cultura china, entre los
fumaderos de opio y la literatura milenaria, se produjeron también otras aproximaciones, que aunque
arquetípicas, contribuyeron a suavizar las tensiones y a acercar la cultura china al gran público.
Seguramente, la más relevante sea la producida por el cine de Hollywood, curiosamente amable aunque
superficial174:
“Teniendo en cuenta la prevalencia de las imágenes del peligro amarillo que emanaban de la prensa, de la política
exterior imperialista y las exclusivistas leyes de inmigración del gobierno americano, de la tendencia de la religión
organizada a tratar las razas alegóricamente, el miedo de la mano de obra al trabajo barato y las horribles
asociaciones, por parte de los reformistas, de los asiáticos con suciedad, enfermedad, opio y prostitución, parece
sorprendente que cualquier tratamiento remotamente compasivo sobre los asuntos de amor interracial pudiera
existir en Hollywood.”175
Muchos occidentales, como sucede en el caso de Miguel Covarrubias, se involucraron con la causa y se
unieron a los actos de estas organizaciones, que colaboró con la Chinese Woman’s Relief Association,
presidida honoríficamente por Soong May-ling, esposa de Chiang Kai-shek, y de manera real por C.H.
Wang; la tesorera-secretaria de la asociación fue Mai-Mai Sze178, posiblemente una amiga cercana de
174 “El romance de Hollywood con Asia tiende a ser un coqueteo con lo éxito más que un intento de entendimiento intercultural
genuino”. MARCHETTI. Op. cit. P. 1.
175 MARCHETTI. Op. cit. Pp. 4.
176 A tal efecto, nos resultan especialmente llamativos dos cortos animados de gran éxito, The China Plate (1931) y
One step ahead of my shadow (1933), respectivamente una Silly Symphony y una Merrie Melodie, que presentan
prácticamente el mismo tema: dos jóvenes y adorables amantes sufren peripecias en una china de poblaciones
caóticas, relajados canales y jardines, tiranos de uñas largas y ocasionales dragones.
177 SONG, J., Shaping and Reshaping Chinese American Identity: New York’s Chinese During the Depression and World War
fama como artista y escritora. Como artista, se dedicó especialmente al paisaje; en 1946 escribió un libro sobre
pintura china, The Tao of Painting, que incluye una traducción de un manual de pintura del siglo XV que todavía
utilizan artistas y estudiantes. Sería también una famosa escritora de ficción, además de una exitosa columnista del
New York Post y critica literario del New York Times. Durante los años de la Guerra llevó a cabo muchas
39
Covarrubias 179 . Este diseñaría para la asociación un programa para una cena benéfica del 24 de
noviembre de 1937180, en la que hablarían la propia Soong May-Ling y Lin Yutang, y a la que acudirían
los matrimonios Covarrubias, Van Vechten y Fritz.181
Durante los años de esta guerra, especialmente durante los previos a la entrada de Estados Unidos en la
Segunda Guerra Mundial, se realizaron, especialmente en el ambiente de Hollywood, todo tipo de
actividades recaudatorias. Una de las personas que más dinero recaudó, además de la ya mencionada
Anna May Wong, fue precisamente una buena conocida de Miguel Covarrubias, la aviadora y actriz Lee
Ya-Ching.
Lee Ya-Ching (1912-1998)182, proveniente de una familia adinerada y educada en Europa, fue durante su
adolescencia fue (bajo el nombre Li Dandan), una famosa actriz de cine en Shanghái. Aprendió a volar
en Ginebra, para en 1935 ser la primera mujer de los Estados Unidos en graduarse en la Boeing School
of Aeronautics de Oakland; poco tiempo después, se convertiría en la primera mujer en obtener una
licencia de vuelo de China, en donde se dedicó a instruir a otras mujeres en la aviación y a hacer
exhibiciones acrobáticas. Cuando los japoneses tomaron Shanghái, prohibieron volar a las mujeres y Lee
se dedicó a otras actividades benéficas, hasta que fue perseguida y tuvo que huir a los Estados Unidos.
En Norteamérica, decidió dedicarse por completo a la beneficencia patriótica: gracias a sus contactos
americanos y al empeñar sus propios bienes personales, consiguió alquilar un avión, al que llamó Spirit of
New China (El espíritu de la Nueva China), e iniciar un exitoso tour benéfico.
Con la ayuda de organizaciones benéficas, socialités y
estrellas de Hollywood, consiguió llevar a cabo un
exitoso tour que visitó 40 ciudades en apenas tres meses;
en 1937 y 1939, voló más de 10.000 millas y recaudó más
de 10.000 dólares para China. Lee llegó a ser tan famosa
que, además de revivir en Hollywood su antigua
profesión de actriz, participando en varias películas, tuvo
incluso su propio comic (Flying for victory, 1943 183 ).
Durante los años siguientes, extendería su misión a
Sudamérica, donde no obtuvo tan buenos resultados184.
Emulando a Lee Ya Ching aparecieron toda una serie de
aviadoras patrióticas chinas, entre las que destacan Hilda
Yan y Jessie Zheng, que aportaron un toque de frescura
y seriedad a la opinión norteamericana sobre la mujer
china185.
Página inicial de Flying for victory (1943)
actividades benéficas pro-China. Para más información, véase «Mai Mai Sze» en Extravagant crowd: Carl van Vechten
portraits of Women, 2003 (sitio online de una exposición organizada por la Beinecke Rare Book and Manuscript
Library de la Universidad de Yale). Disponible en: http://brbl-
archive.library.yale.edu/exhibitions/cvvpw/gallery/sze1.html.
179 WILLIAMS, Covarrubias. Op. cit. pp. 115, 278.
180 WILLIAMS, Covarrubias. Op. cit. p. 100.
181 WILLIAMS, Covarrubias. Op. cit. p. 279.
182 Para más información, véase: MAKSEL, R., “China’s First Lady of Flight”, Air and Space magazine, 24 de julio
de los encargados de preparar la gran recepción. Para más información, véase una carta de Miguel Covarrubias a
Nickolas Muray, de abril o mayo de 1940, citada en WILLIAMS, Covarrubias. Op. cit. p.281.
185 Para la manera en la que las aviadoras patrióticas chinas cambiaron la percepción estadounidense sobre el país
asiático, véase el interesante GULLY, P., Sisters of Heaven: China’s Barnstorming Aviatrixes : Modernity, Feminism, and
Popular Imagination in Asia and the West. San Francisco, Long River Press, 2008. 436 pp.
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China desde México
Con el establecimiento definitivo de Miguel y Rosa Covarrubias
en México a finales de la década de los 1940 da comienzo un
periodo de grandes cambios en la vida de la pareja: Miguel se
dedicaría, cada vez más al mundo de la antropología y a la
arqueología y Rosa comenzaría a dedicarse a la pintura.
Aunque tradicionalmente se ha dicho que Miguel Covarrubias fue
una persona apolítica y que no comenzó a significarse hasta los
últimos años de su vida 186 , lo cierto es que pueden rastrearse
ciertos indicios de diferentes grados de militancia a lo largo de casi
toda su vida187; los presentes, deberían permitir comprender una
evolución más natural hacia las posturas pro-maoístas que
Covarrubias adoptaría en la década de los 1950.
La década de los 1940 fue para el mundo de las artes mexicanas, y
especialmente, del entorno cultural del matrimonio Covarrubias,
que en sus célebres veladas en su casa de Tizapán reunieron a
importantes artistas, actores e intelectuales, fue una de militancia
casi normativa, por lo que es muy difícil establecer cuando se
produce la definitiva vinculación de Covarrubias con el marxismo,
y más concretamente, con el maoísmo, que le permitía además
focalizar su interés y esperanza en la Nueva China.
El interés, político y cultural, de Covarrubias en la Nueva China se Rocío Sagaón con dedicatoria en chino.
confirma como una idea con fuerza y férreamente implantada
para 1953, una fecha en la que se abre el último periodo de la vida del artista, y bajo el que vería grandes
cambios: además de su progresiva politización188, acabaría también su relación con Rosa Covarrubias y
comenzaría una con la joven bailarina Rocío Sagaón189.
186 “-¿Y qué piensa usted del comunismo de Covarrubias? - ¿Quién dice que fue comunista? No creo que lo fuera” Entrevista a
Crespo de la Serna en PONIATOWSKA, Miguel Covarrubias... Op. cit. p. 46; “Su socialismo se debe a la plástica. Miguel
es todo lo contrario de uno comunista literario que estudia a Marx y Engels y decide ponerse de acuerdo con esas teorías. Miguel no
llegó al socialismo a través de los libros (…) Es fácil explicarse la evolución de Miguel hacia el socialismo. Llegó a México en la época
de Cárdenas. Después de mucho tiempo fuera, Miguel camina por los barrios bajos, platica con los indios, visita regiones apartadas de
México y poco a poco se va consustanciando tanto con los indios que se siente uno de ellos. Pero no por creencias intelectuales sino a
base exclusivamente de la cosa plástica, porque siente cariño por la gente desheredada. Su socialismo lo lleva en la sangre y está mejor
sentido que el de los demás” Entrevista a Octavio Barreda, PONIATOWSKA, Miguel Covarrubias... Op. cit. pp. 59-60.
187 Por ejemplo, tan pronto como en 1926 se registra su colaboración en el nuevo periódico “The New Masses”,
del que se le anuncia, junto a muchos otros, como editor. The New Masses fue una importante publicación
marxista estadounidense que se editó entre 1926 y 1948, y que contó con notables colaboradores como Upton
Sinclair, Theodore Dreiser, Dorothy Parker, Langston Hughes, Ernest Hemingway o Eugene O'Neill. “The New
Masses”, The Workers Monthly: a communist Magazine, abril de 1926. p. 2.
188 Durante su vuelta a México aumenta considerablemente la presencia en actos de corte izquierdista. Por
ejemplo, en 1937 firma un manifiesto a favor de la República española (“Palabras del Manifiesto de los
Intelectuales Mexicanos”. Facetas de la Actualidad Española, nº 5, agosto de 1937. p. 24.) y en 1945, aparece como
patrocinador en varios llamamientos mexicanos a la solidaridad para con los refugiados españoles en Francia
(“Envío de víveres y ropa a los refugiados españoles en Francia”, España Popular, Año VI, Número 246, 22 de
junio de 1945, p. 2; “Campaña de ayuda alimenticia a los refugiados españoles en Francia”. España Popular, Año VI
Número 252, 3 de agosto de 1945. p. 7.) y patrocina, junto a otros muchos, una conferencia en contra del
franquismo (“Conferencia de emergencia contra el terror franquista”. España Popular, Año V, Número 230, 23 de
febrero de 1945, p. 3.). Actos como estos, además de la frecuente compañía de Rivera, provocarían que a él y a
muchas de las personas de su entorno cultural se les denegasen visados de viaje y permisos de residencia en los
Estados Unidos; en el caso de Covarrubias, esta negativa le llegaría en 1950. WILLIAMS, Covarrubias. Op. cit. p.
297.
41
En 1953 Covarrubias conoció a un joven filósofo y profesor universitario, Elí de Gortari 190, que acaba de
volver de China y se interesó por sus experiencias, que les recordaban a las suyas propias sucedidas ya
veinte años atrás 191 . Covarrubias “quería que los mexicanos aprendieran sobre el teatro la ópera, la pintura, la
literatura y la música de China. Sobre todas las cosas, quería compartir su prodigioso conocimiento y humanismo junto a
todo lo que había entendido sobre China192”, y así, de las reuniones entre Covarrubias y Gortari 193, surgió la
idea de fundar la Sociedad de Amigos de la China Popular, que quedó constituida el 9 de septiembre de
1953, con una mesa directiva inicial194 formada por el propio Covarrubias, que fue su primer presidente,
Elí de Gortari, Xavier Guerrero 195 (Gortari y Guerrero sucederían a Covarrubias como presidentes),
Fernando Benítez196, Paula Gómez Alonzo197, y Esther Chapa198. Entre estos se encontraban algunos de
189 Rocío Sagaón (1933) es una bailarina, coreógrafa, escultora y ocasional actriz mexicana, que en su tiempo fuera
considerada como la mejor bailarina del país, y que bailaría en muchos de los ballets que dirigió Miguel. Rocío y
Miguel se conocieron durante el tiempo en el que él estuvo a cargo de la sección de danza del Instituto Nacional
de Bellas Artes, donde la joven bailarina fue una gran estrella. Poco a poco y tímidamente comenzarían una
relación, y Miguel se separaría de Rosa, marchando a vivir con sus hermanas pequeñas. Dado que Miguel y Rosa
habían se habían casado en Estados Unidos y por lo civil, algo que el estado mexicano no reconocía, Miguel y
Rocío pudieron casarse, por presiones familiares, en una discreta boda. WILLIAMS, Covarrubias. Op. cit. pp. 194,
195, 200, 201, 204, 213, 215 – 218.
190 Elí de Gortari (1918-1991) fue uno de los filósofos e historiadores de la filosofía más importantes de México
en la segunda mitad del siglo. Formado inicialmente como Ingeniero Sanitario, se interesó después por la
Filosofía, comenzando en 1948 a impartir clase en la UNAM, en sucesivos puestos a lo largo de varias décadas. Se
doctoró en Filosofía en 1955, especializándose en el materialismo dialéctico. Escribió algunos de los libros más
exitosos sobre la materia y tradujo muchos otros del inglés, francés, chino, ruso y alemán. Su pensamiento político
le apartó de su puerto de rector en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, y más tarde, durante su
liderazgo durante la revuelta estudiantil de 1968, fue encarcelado durante tres años. Tras esta injusta estancia
volvería a la enseñanza en la UNAM. VARGAS LOZANO, G., “Esbozo histórico de la filosofía mexicana del
siglo XX” en TEODORO RAMÍREZ, M., Filosofía de la cultura en México. México, Editorial Plaza y Valdés, 1997.
Disponible en: http://www.ensayistas.org/critica/mexico/vargas/.
191 “A causa del duradero y apasionado interés y amor de Miguel por ese país, quería saber más de lo que había visto en China. Me
invitaba a comer con él casi cada día, a uno de sus favoritos, aunque humildes restaurantes chinos de la calle Dolores. Entrevista de
Williams con Gortari citada en WILLIAMS, Covarrubias. Op. cit. p. 202.
192 WILLIAMS, Covarrubias. Op. cit. p. 202.
193 Según Lakowsky, la fundación de la asociación también habría sido consecuencia de las buenas relaciones
China-México conseguidas tras un congreso en Pekín: “El segundo contacto directo se realizó en Octubre de 1952 cuando se
convocó en Beijing al Congreso en Pro de la Paz (…). México envió una delegación de 15 personas encabezada por Ismael Cossío
Villegas. Todos fueron muy bien recibidos y los representantes de México estaban cada vez más convencidos del futuro prometedor de la
China Nueva. Como resultado del viaje y debido a la simpatía entre intelectual, se pensó en formar una Sociedad Mexicana de
Amistad con China Popular”. LAKOWSKY, V. V., Tiempo, Historia Y Enseñanza: Acercamiento a la Metodología Del
Historiador Y Al Estudio Del Este de Asia. México, UNAM, 2004. p. 175.
194 LAKOWSKY. Op. cit. p. 175.
195 Xavier Guerrero (1896-1974). Nacido en una localidad de Coahuila, fue uno de los pioneros del muralismo
mexicano, primero en Guadalajara y luego ya en México D.F. Pareja puntual de Tina Modotti, se introdujo en los
20 en el estalinismo y junto a Siqueiros fundaría “El Machete”, una publicación del Partido Comunista Mexicano,
además del Sindicato de Obreros Técnicos, Pintores y Escultores. Viviría un tiempo junto a Diego Rivera y Frida
Kahlo. A principios de los 1950 se casaría con la diseñadora cubana Clara Porset. “Xavier Guerrero / El
misticismo laico con vigor creativo”, El Siglo de Torreón, sec. Nosotros, 10 de septiembre de 2002. Disponible en:
http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/1667.xavier-guerrero-el-misticismo-laico-con-vigor-creativo.html.
196 Fernando Benítez (1912-2000) fue un periodista de profesión, escritor y promotor cultural mexicano. Se le
considera el creador de los suplementos culturales en México. Fue director del periódico El Nacional y de los
suplementos culturales de Novedades (México en la Cultura), Siempre! (La Cultura en México), UnomásUno (sábado) y La
Jornada (La Jornada Semanal). Como escritor, tocó muchos géneros y ganó muchos premios; sus obras más
celebradas son El rey viejo, El agua envenenada, La ruta de Hernán Cortés, Lázaro Cárdenas y la Revolución Mexicana y Ki, el
drama de un pueblo y de una planta y, sobre todo, Los indios de México. También fue profesor de Ciencias Políticas en la
UNAM. FUENTES, C., “Cien años con Fernando Benítez”, EL PAÍS, 24 de diciembre de 2011. Disponible en:
http://elpais.com/diario/2011/12/24/opinion/1324681212_850215.html.
Repositorio de la Universidad de Zaragoza – Zaguan http://zaguan.unizar.es
los más importantes intelectuales mexicanos de las décadas centrales del
siglo XX, lo que demuestra, de una parte, como Covarrubias siempre
contó con colaboradores del más alto nivel, y por otra, como la Nueva
China era un asunto recurrente y de gran interés entre la izquierda
mexicana.
Los objetivos de la AACP, especialmente difíciles de cumplir ya que no
recibían ayuda gubernamental ni económica 199 , quedaron plenamente
definidos con la publicación, en junio de 1954, de su primer boletín
oficial. En él, se destacaba la normativa, estatutos y objetivos de la
sociedad (centrados en “promover la amistad entre la China Popular y el
Gobierno Mexicano” 200 ), y sus propios contenidos resultaban ya una
declaración de intenciones: junto a la traducción de un poema inédito de
Mao Tse-Tung aparecía un exhaustivo artículo de Covarrubias, que
concluía el reportaje con las siguientes palabras:
“…en un periodo de tiempo tan corto, todos estos milagrosos logros en la Caricatura de Xavier Guerrero.
vida de la República Popular de China, son sus mejor testimonio de la Figurilla antropomorfa estilo de
unidad y disciplina del país, y de la determinación del pueblo de China, un Guerrero y dedicatoria en chino.
pueblo que siempre ha sido esencialmente humanitario, democrático y
creativo, al conseguir los objetivos de sus líderes en el mundo del Arte y la Cultura. El objetivo de su programa es
el mejorar y consolidar la manera en la que estos objetivos se llevan a cabo en diferentes zonas del país, para elevar
la calidad de lo que ya se está consiguiendo, y así continuar avanzando.” 201
197 Paula Gómez Alonzo (1896-1972). Fue profesora por la Escuela Normal de Guadalajara y maestra y doctora en
filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Dirigió varias escuelas de enseñanza
secundaria y la Escuela Nacional de Maestros, y dio clases de su especialidad en la UNAM. Perteneció a varias
agrupaciones culturales y científicas y fue fundadora de la Asociación de Amigos de China, que visitó en 1952;
también le fascinó la filosofía prehispánica, dedicando un libro a la filosofía náhuatl. La Universidad Michoacana
de san Nicolás de Hidalgo le otorgó el doctorado Honoris Causa y recibió otros reconocimientos de otras
instituciones. Fue autora de La cultura femenina (1933), Filosofía de la historia y ética (1955), La ética del siglo XX (1958),
e Historia del pensamiento filosófico en el Renacimiento (1966). HIERRO, G., “Paula Gómez Alonzo” en V.V.A.A. Setenta
años de la Facultad de Filosofía y Letras, México, Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, 1994. pp. 371-372.
Disponible en:
http://ru.ffyl.unam.mx:8080/jspui/bitstream/10391/3183/1/62_70_Anos_FFyL_1994_Gomez_Paula_371_372.
pdf.
198Esther Chapa (1904-1970). Nacida en Tampico, marchó a México D.F. a estudiar Medicina, especializándose en
Laboratorio, Análisis Clínicos y Microbiología. Pronto empezó también carrera como docente en la Facultad de
Medicina de la UNAM, donde permaneció 40 años, y donde sería la primera catedrática en Medicina. Durante esta
carrera académica se distinguió también por una continua labor investigadora. Pronto se involucró también en las
actividades del gobierno, primero como maestra escolar dentro de la Secretaría de Educación Pública y después en
Prevención Social en la Penitenciaría del Distrito Federal. Desde los años 30, se incorporó a la lucha por los
derechos sociales, de presos, huérfanos y especialmente, mujeres, lo que hace que hoy sea considerada como una
de las principales y más activas sufragistas mexicanas (la mujer no pudo votar en México hasta 1953). Desde la
fundación de la SACP., viajó en numerosas ocasiones a México. TUÑÓN, E., ¡Por fin...ya podemos elegir y ser electas!:
el sufragio femenino en México, 1935-1953. Mexico, Plaza y Valdés, 2002. pp. 171-173.
199 Comenta Lakowsky que “Desde luego, su labor era muy difícil ya que en esa época reinaba un clima de represión muy marcado
y por otro lado, no recibían ayuda política ni económica”. LAKOWSKY. Op. cit. pp. 175.
200 WILLIAMS, Covarrubias. Op. cit. p. 202.
201 SOCIEDAD MEXICANA DE AMIGOS DE LA CHINA POPULAR, Boletín, nº 1, junio de 1954. México,
Los carteles de los actos de la asociación, realizados por la artista Fanny Rabel 204 en el Taller de la
Gráfica popular de México en un estilo muy cercano al promovido por el propio Mao Tse-Tung, dan
una idea de la manera en la que Covarrubias y sus compañeros intentaban promover la difusión de la
cultura china en México.
Por ejemplo, la celebración del sexto aniversario de la República Popular China se concibió como una
jornada completa, en la que se exhibiría una película china, se bailaría un ballet y habría también
conferencias. Los conferenciantes serían esta vez Xavier Guerrero, Clara Porset 205 y el propio
Covarrubias.
202 Por ejemplo, en noviembre de 1953, Covarrubias da un discurso en un homenaje a la Revolución de Octubre
(“XXXVI Aniversario de la Revolución de Octubre. HOMENAJE DEL PUEBLO MEXICANO.”, España
Popular, Año XIV Número 686, 20 de noviembre de 1953. P. 5.), o en septiembre de 1955 se significa de nuevo en
contra del franquismo (“La “Tercera Bienal Hispanoamericana de Arte”, LOS ARTISTAS MEXICANOS
DENUNCIAN UN ARDID DEL FRANQUISMO”, España Democrática: Por la paz, por la democracia, por la
independencia de España, Año XIX, Número 798, 1 de septiembre de 1955. p. 4).
203 Para más información sobre la sinofobia en el México de Covarrubias, léase CHAO ROMERO, R., The Chinese
familia de actores judíos, su familia pronto emigraría; primero a París, y después, a ciudad de México. Fue una de
las primeras muralistas de México; su posición antifascista rápidamente la colocó en un proyecto de mural sobre
los niños de Guernica. Estudió pintura en “La Esmeralda” con Chávez Morado y Frida Kahlo, ganándose el favor
de esta última (sería la única mujer del grupo de “Los Fridos”). Fue una parte importante del Salón de la Plástica
Mexicana, y del Taller de Gráfica Popular, a los que se unió en 1950. Para la AACP, realizaría los carteles de los
actos del 6º, 7º y 8º Aniversario de la República Popular de China. Estuvo activa casi hasta el final de su vida.
TIBOL, R., “Algo sobre Fanny Rabel”. La Jornada Semanal, 20 de mayo de 2007. Disponible en:
http://www.jornada.unam.mx/2007/05/20/sem-raquel.html.
205 Clara Porset (1895-1981) fue una diseñadora de muebles e interiores cubana. Estudió en Nueva York, París y
en Carolina del Norte, donde recibió lecciones de Josef Albers, con quién mantendría una larga y provechosa
amistad. Volvió a Cuba, donde trabajó como diseñadora y conferenciante, dando a conocer la profesión del
Repositorio de la Universidad de Zaragoza – Zaguan http://zaguan.unizar.es
La película elegida en esta ocasión era
una de las grandes producciones del
gobierno chino, la versión a color de la
ópera tradicional Liang Shan-Po y Chun
Ying-Tai206, que apenas dos meses antes
había sido estrenada en China. Esta
proyección fue, seguramente una de las
primeras veces que los mexicanos
pudieron ver una película china.
El ballet elegido sería Zapata (1953), una
de las obras clave de la danza
expresionista mexicana y una de las más
celebradas de las que se llevaron a cabo
bajo la dirección de Covarrubias de la
Sección de Danza del Instituto Nacional
de Bellas Artes207, en la cual Covarrubias
ejerció además como escenógrafo y
diseñador de vestuario; serían además sus
intérpretes originales, Guillermo Arriaga
y Rocío Sagaón quienes bailarían.
diseñador, pero pronto debió exiliarse debido a su posición política, recalando en México. Ahí conocería a su
futuro marido, Xavier Guerrero, en cuyo entorno artístico e intelectual pasaría gran arte de su vida y desarrollaría
su obra más personal, inspirada en la artesanía mexicana. Enseñaría diseño industrial en la UNAM.
206 La historia de la película, conocida en español como “Los amantes mariposa”, es una de las más famosas
leyendas chinas, ambientada en la lejana Primera Dinastía Jin y centrada en una desgraciada historia de amor.
WANG, T. Liang Shanba yu Zhu Yingtai, 1954.
207 “El ballet Zapata es un símbolo de lo que la danza mexicana es potencial y realmente; en él coexisten los elementos esenciales que
debieran regir a los coreacutores mexicanos en sus creaciones; hondura y humanidad en el tema; simplicidad en su realización;
perfección y claridad en la estructura dinámico-musical y en la secuencia coreográfica, y todo ello tratado con medios artísticos y técnicas
cercanos a la tierra y al hombre de México”. FLORES GUERRERO, R., “La danza contemporánea”, Artes de México,
Marzo-Agosto de 1955. p. 169.
45
De hecho, durante estos años Covarrubias estuvo en estrecha relación con la propia China: su sobrina
María Elena recuerda como, durante el tiempo en que su tío vivó con ellas, este “recibía grandes pedidos de
material de propaganda, revistas y libros de China, que almacenaba en su apartamento o nuestro garaje. La mayoría de las
208 La mayoría de estas jornadas se llevaban a cabo en el sindicato de “El Ángel”, entonces con sede en la calle Dr.
Olvera nº 159, en la Delegación Cuauhtémoc de México D.F.
209 Rosalio Ortega fue uno de los bailarines y coreógrafos mexicanos más prometedores de la década de los 1950 y
los 1960, al principio bajo las órdenes del coreógrafo José Limón.
210 Marco Arturo Montero fue un escritor, poeta y músico de origen cubano. En los años 30 llegó a México,
primero como violinista en la Orquesta de Julián Carrillo, y después se dedicaría a la enseñanza. Como
izquierdista, sirvió de enlace entre los Partidos Comunistas Cubano y Mexicano. Además, fue secretario de la Liga
de Escritores y Artistas Revolucionarios, donde mantuvo gran relación con Siqueiros y algunos de los artistas más
importantes de la generación de Covarrubias. “INAH dedica homenaje a Sergio Montero”, El Universal, sec.
Cultura, 18 de noviembre de 2010.
211 Doreen Yang Feng fue una celebridad de origen chino, que residió durante largo tiempo en Estados Unidos y
México, gracias al empleo de su padre Chih-Tsing Feng, diplomático de carrera de la República de China. En su
juventud probó suerte como muralista, aunque en México se haría famosa como jinete y, especialmente como
torera. Más tarde escribiría uno de los libros sobre cocina china más famosos del siglo XX, The Joy of Chinese
Cooking (1952). JONES, E., “A Chinese Way With Duck”, Sports illustrated, 30 de mayo de 1960. pp. 56-57.
212 WILLIAMS, Covarrubias. Op. cit. pp. 168, 169, 191.
Tan como recordaba María Elena Rico Covarrubias, su tío estaba efectivamente suscrito a importantes
publicaciones, como China Reconstructs (la actual China Today), y a la Xinhua News Agency, la agencia de
noticias oficias de la República Popular de China, presentando especial atención al tema de la danza, que
se convirtió en uno de los aspectos que más le atraía del país oriental. También tuvo tiempo para seguir
indagando en la etnología de China (tuvo, por ejemplo, un gran interés por los trabajos de Joseph
Rock214) e incluso para investigar y escribir un artículo académico sobre la arquitectura en China.
Desgraciadamente, con la prematura muerte de Miguel en febrero de 1957, la Asociación perdió a uno
de sus más activos miembros y, aunque durante los años siguientes hubo visitas importantes 215, “poco en
concreto se logró”216.
La breve pero intensa historia de amor entre México y China daría a su fin, al menos temporalmente, en
1964, cuando el gobierno mexicano consideró al maoísmo como un movimiento peligroso, y se
produjeron detenciones y censuraron obras 217; este ambiente represivo culminaría con la desgraciada
Noche de Tlatelolco de octubre de 1968, que pondría fin a ese México Lindo y querido de la post-
Revolución que Covarrubias y casi todos sus contemporáneos, en algún momento, conocieron218.
Publicaciones de la República Popular China, ligada a Javier Fuentes Gutiérrez, se consideraron subversivas y
anticonstitucionales. LAKOWSKY. Op. cit. pp. 175-177.
218 Un estudio pormenorizado de las relaciones China-Mexico se lleva a cabo en CONNELLY, M., China America
Latina: génesis y desarrollo de sus relaciones. México, El Colegio de México, Centro de Estudios de Asia y África, 1992.
191 pp.
47
En este catálogo emplearemos un único modelo de ficha, que por comodidad y coherencia (eliminando
En este caso, emplearemos una ficha general que contenga el número del catálogo, el título (o
títulos) de la obra, los autores, las fichas asociadas (que se refieren a las imágenes contenidas en este
libro), la cronología, la localización del ejemplar, la técnica, la bibliografía 219 y las observaciones,
donde se contará la historia del libro.
Cada una de las imágenes contenidas en este libro tendrá además su propia ficha (en la que se
omitirán campos como el autor, la cronología o la técnica, pues serán los mismos que los del libro),
con el número de catálogo, el título, las fichas asociadas, las dimensiones, las inscripciones (si las
hubiera), la localización (de la ilustración en el libro), la bibliografía y las observaciones, donde se
hará un breve comentario de la imagen.
El que emplearemos para el resto de obras:
En este caso utilizaremos (simplificando, para comodidad del lector, los campos que queden vacíos)
el número de catálogo, el título, la cronología, la técnica, las dimensiones, la localización, las
inscripciones, las exposiciones en las que la obra ha participado, la bibliografía y las observaciones,
donde haremos un breve comentario de la obra. Las exposiciones a las que haremos referencia a lo
largo del catálogo (se citarán, por comodidad, ya abreviadas) son las siguientes220:
Miguel Covarrubias: caricatures. National Portrait Gallery. Washington D.C. Noviembre 1984-Enero
Miguel Covarrubias: Homenaje. Centro Cultural Arte Contemporáneo. México D.F. Febrero-Mayo, 1987.
1985.
Covarrubias. Colección Carlos Monsiváis. Museo del Estanquillo. México D.F. Noviembre 2004 –
Geografía de un ilustrador. Museo Mural Diego Rivera. México D. F. Diciembre 2004 – Abril 2005.
Junio 2005.
Esplendor del Pacífico. Los murales de Miguel Covarrubias en San Francisco, California. Antiguo Colegio de
San Ildefonso. México D.F. Julio – Octubre 2006.
Miguel Covarrubias: sketches Bali-Shanghai. Agung Rai Fine Art Museum. Ubud (Bali), Indonesia. Julio-
Agosto 2012.
219 La edición a la que corresponde cada imagen, con su correspondiente página, se incluye en la localización y,
por tanto, se omite de la cita bibliográfica; únicamente se considerará como tal aquellos libros en los que se haya
incluida dicha imagen.
220 Para la realización de este catálogo únicamente tenemos en cuenta las exposiciones que hayan generado
publicaciones y que, por tanto, hayan contribuido al estudio de las obras que aquí comentamos. No hemos
considerado a los libros como material expuesto (aunque parte de sus ilustraciones sí que hayan sido expuestas en
varias ocasiones), puesto que estamos realizando el estudio sobre unos ejemplares concretos.
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1. Ilustraciones pertenecientes a un libro
La ilustración de libros, tanto de lujo como de ediciones más modestas, fue uno de los campos que más
notoriedad concedió a Miguel Covarrubias y que, salvo contadas excepciones, todavía requiere un
estudio más profundo221.
Por su gran conocimiento del país, además de sus inmejorables contactos pertenecientes a las élites
culturales chinas, Covarrubias resultaba la persona idónea para la temática ya que era, además, uno de los
pocos artistas occidentales que realmente había visitado China y la conocía más allá de los chinatowns
norteamericanos. Como ya hemos comentado, Covarrubias fue especialmente requerido para ilustrar
temas exóticos, y China fue uno de ellos: Covarrubias llegó a ilustrar tres libros de temática china,
aunque tuvo proyectos para algunos más, que finalmente no se llevaron a cabo (George Macy también le
habría propuesto en 1945 ilustrar una nueva versión de Los Viajes de Marco Polo222).
Los tres libros que finalmente ilustró difieren enormemente en forma, estilo y contenido. Entre ellos,
encontramos desde un diario de viaje sociopolítico a una encantadora novela romántica, pasando por
una de las “cuatro o cincos obras maestras en la ficción china que, en el curso de los últimos cuatrocientos años, se han
convertido en clásicos y ejercido una tremenda influencia sobre los pensamientos y la imaginación del pueblo de China”223.
Esta gran variedad se manifiesta también en la muy diferente plástica que Covarrubias utiliza para ellos.
El primero, Chine, es una crónica sociopolítica del periodista y escritor francés Marc Chadourne, que
contiene abundantes, aunque severas ilustraciones, dentro del estilo más austero de Covarrubias, el
mismo estilo lineal-geométrico que emplease casi simultáneamente en Peace by Revolution (1933) 224 de
Frank Tannenbaum, una de sus escasas, aunque logradas, aproximaciones a la historia de la Revolución
Mexicana. Es interesante notar como este estilo aparece únicamente en dos libros que reciben un
tratamiento similar: ambos relatan, con sus diferencias, la historia de las dos primeras revoluciones
importantes del siglo XX, casi simultáneas, la china y la mexicana, y ambas fueron escritas por dos
extranjeros que años más tarde visitaron los respectivos países. Quizás sea esto, además del similar
objetivo (embellecer unos libros que de lo contrario habrían atraído muy pocos lectores) y limitaciones
económicas de las producciones (ediciones modestas, en tiradas más o menos grandes), lo que conllevó
al uso de este estilo tan concreto, más similar al de las caricaturas iniciales que al de los libros ilustrados,
y que confieren a estas rara avis 225, como ya advirtió Azuela, ese toque especial que los hizo después tan
imitados. De hecho, las ilustraciones de Chine recibieron mucho mejores críticas que su contenido
textual (en ocasiones considerado meramente anecdótico)226, y fuero para muchos, el verdadero motivo
de lectura del libro227. Estas ilustraciones, “mágicas aunque severas”, son las que guardan una relación mayor
221 Con la excepción de The Island of Bali, que sí ha recibido más atención, únicamente dos publicaciones han
realizado un análisis concienzudo de dos de los libros de ilustrados de Covarrubias: Peace by Revolution (1933) y
Uncle’s Tom Cabin (1948). Para más información, véase: AZUELA DE LA CUEVA. Op. cit., y, LINDENBERGER
WELLEN. Op. cit.
222 WILLIAMS, 1994. Op. cit. p. 159.
223 LIN, Y., “Introduction” en SHI, All men are brothers... Op. cit. 1948. p. XIII.
224 TANNENBAUM, F., Peace by Revolution; an Interpretation of Mexico. Nueva York, Columbia University Press,
mexicano, y Peace by Revolution fue su única publicación sobre la Revolución. Estos dos son, además, los únicos
libros de madurez de Covarrubias que emplean únicamente ilustraciones en blanco y negro; algunas de las de
Peace by Revolution sería después reutilizadas en el exitoso México South (1946).
226 Ejemplos de estas críticas pueden verse en: TAPLEY, R. “CHINA by Marc Chadourne”. The Bookman, julio de
1932. P. 300; DOUGLAS, L., “A Frenchman’s China”, The Saturday Review, 11 de junio de 1932. pp. 779-800.
227 “Chadourne toured China and wrote a travel-diary, vaguely Leftist in sentiment; a very short book for such a large country.
Through it one feels that M. Chadourne took the easiest way, asking questions rather than learning the language to find things out for
himself. (…) style is breezy, cocky, and has that faint tinge of amused superiority with which a Frenchman usually regards any country
49
con las producidas por los vanguardistas chinos contemporáneos, aunque como ya hemos mencionado,
esta consonancia bien pudiera ser producida por la propia influencia de Covarrubias.
El caso de All men are brothers (1948) es sustancialmente más complejo. Una de
las obras más esperadas de Covarrubias, fue también la que más se dilató en el
tiempo. Profundo admirador de la cultura china, Miguel Covarrubias quiso
Geishas. Gouache sobre
presentar, con ella, un verdadero tributo a la civilización clásica china, y se papel.
obcecó en que sus dibujos “parecieran hechas por un chino”230, rehaciéndolos
una y otra vez y retrasando, con ellos, durante más de cuatro años la publicación del libro, queriéndose
hacer con sumo cuidado231; de hecho, antes de la impresión definitiva, se envió el libro a David J. Way,
conservador de la Colección de Asia Oriental de la Universidad de Columbia, para que comprobase la
but his own. I remember reading China in New York because of the Covarrubias illustrations (…). From it I gathered that the
Middle Kingdom was awfully funny, hopelessly corrupt, and sometimes dangerous for courageous journalist-travellers like M.
Chadourne. Her only hope, it seemed, was in her Youth, and foreign education had marred them…”. HAHN, E., “The China
Boom”. T’ien Hsia Monthly, v. 6, 1938. pp. 191-206, disponible en: http://www.chinaheritagequarterly.org/tien-
hsia.php?searchterm=022_boom.inc&issue=022
228 GERVAIS, A., Madame Flowery Sentiment. Nueva York, Covici-Friede, 1937. 233 pp.
229 GERVAIS, A., Une fille de H’an. París, B. Grasset, 1928. 211 pp.
230 George Macy, editor del libro, relataba como en un momento de vejación e irritación, Covarrubias exclamó
“¡No voy a estar satisfecho con estos dibujos de chinos hasta que haya conseguido hacer una serie de dibujos que pudieran haber sido
hechos por un chino”. Citado en WILLIAMS, Covarrubias. Op. cit. p. 164.
231 La publicación del libro estaba inicialmente fijada para 1944, pero Covarrubias no acababa la obra y se fue
prolongado, primero hasta 1945 (tras los cual Covarrubias recibió un jugoso contrato para ilustrar un libro anual
para George Macy), fecha en la que se enviaron por fin unas planchas de impresión a las que solo les faltaba el
coloreado, pero Miguel las rechazó por toscas y las rehízo una y otra vez hasta que finalmente, en octubre de
1947, y ya bajo amenazas de dejar firmar a otro el trabajo propio, Covarrubias envió finalmente las ilustraciones
definitivas. WILLIAMS, Covarrubias. Op. cit. pp. 157, 159, 160, 164, 167, 178.
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fidelidad de las imágenes. La respuesta que Way dio a Macy no pudo ser más halagadora: “Lo maravilloso
no es que haya unos pocos errores, sino que Covarrubias, sin ser chino, haya sido tan preciso y haya cometido tan pocos
fallos”.232 Como era de esperar, cuando finalmente se lanzó el libro, este no cosechó más que críticas
alabadoras: la propia Pearl S. Buck, que había traducido el libro años atrás, comentó que: “¡Qué magnífica
pieza de producción es! Si hubiera previsto o hubiera sido capaz de imaginar tal glorioso final para la obra que comencé ya
hace unos veinte años, habría entonces facilitado mi labor”233.
Sobre la aparición de este libro pueden hacerse numerosas lecturas. Su primera traducción al inglés, que
había sido la de Buck, se había producido unos años atrás, en 1933, y no contó con ilustraciones 234. En
nuestra opinión, fue la invasión de China por Japón durante la Segunda Guerra Sinojaponesa (1937-
1944) la que propició una nueva edición del libro, en un principio planeada para 1944; el profundo
mensaje humanista de los libros elegidos por The Limited Editions Club 235 , sumados a las eruditas
ilustraciones de un artista experto en el entendimiento de los pueblos, parecían perfectos para extender,
poco a poco y subliminalmente, en una clave histórica y casi legendaria, un mensaje de denuncia antes las
injusticias que estaba sufriendo el pueblo chino.
No en vano, intervinieron en esta producción algunos de los mayores expertos en la cultura china con
los que contaba Estados Unidos (incluso se contrató a una experta caligrafista, Jeanyee Wong236, para
realizar los ideogramas de las ilustraciones): Pearl S. Buck, que había traducido años atrás el texto base,
estuvo orgullosa de ser reeditada, y, Lin Yutang, escribió un elogioso prólogo, en el que recordaba
algunas de las razones del éxito de la novela: su beligerancia.
“Entender porqué All men are brothers es un “libro de ira” es entender el porqué del tremendo éxito que tiene
para el pueblo chino. Esta novela contiene una delicada, aunque no completamente extraña, doctrina para los
estudiosos del Confucianismo: (…) el derecho a la desobediencia y la compulsión hacia la rebeldía en épocas de mal
gobierno. (…) En la lucha entre un gobierno injusto y unos forajidos justos, la simpatía de los lectores está siempre
de parte de los forajidos; la novela se convierte en una glorificación del bandolerismo y de estos bandoleros que se
toman la ley por sus propias manos. Cuando hombres inocentes son encarcelados por oficiales corrutos (…) la
emoción humana más satisfactoria que puede evocarse es ver a algunos atrevidos, resueltos y musculosos Gary
Coopers y Randolph Scotts romper los barrotes y, con buen juicio, ilusión y pura habilidad muscular, rescatar a
los inocentes a la manera de Robin Hood o del Llanero Solitario. Unido a esto está el hecho de que estos héroes
fuera-de-la-ley mostraban un, inusualmente alto, código de honor, solidaridad y lealtad entre ellos. (…)”.237
Entender la reedición de la novela en clave de protesta velada ante un gobierno injusto es algo que
estaba en los propios orígenes de la obra238, y que nos permitiría además colocar un punto de inflexión
editoriales y revistas, siempre de manera muy documentada e inspirándose en los grabados clásicos chinos; en
1943 había trabajado con Lin Yutang para The wisdom of Confucius. CHENEY, A. «Master Calligrapher Jeanyee
Wong on Her Personal Art Form». The Wall Street Journal, 23 de julio de 2010, sec. Arts & Enternainment /
Speakeasy. Disponible en: http://blogs.wsj.com/speakeasy/2010/07/23/master-calligrapher-jeanyee-wong-on-
her-personal-art-form/.
237 LIN, Y. “Introduction” en SHI, All men are brothers... Op. cit. 1948. pp. XIII-XIV.
238 Lin recuerda en su prólogo, citando las palabras del sabio Li Chich, como ya en el siglo XVI se había advertido
a los lectores de su origen: “Los antiguos no escribían libros a menos que sintieran una gran indignación. Escribir un libro sin
una gran indignación sería como tiritar sin sentir frío, y quejarse sin dolor, y sería completamente inútil. Shui hu chuan es un libro
escrito desde la indignación. Desde que la Dinastía Sung se debilitó, hombres sin principios llegaron al poder; los capaces y honestos
vivieron apartados mientras que los maliciosos y deshonestos estaban en el poder. Muy pronto, la propia China era la subyugada
mientras que una raza extranjera era la que gobernaba. Aunque los emperadores y sus cortesanos se entretenían con comodidades y
51
Curiosamente, el libro no fue censurado en Estados Unidos durante la Guerra Fría, aunque sí estuvo
prohibido en China durante muchas ocasiones a lo largo de los siglos. Fuere como fuere, no deja de
resultarnos paradójico que una novela que trataba sobre el pueblo, que había sido mantenida viva por el
pueblo y que había sido escrita para el pueblo240, se convirtiese ahora en un objeto de lujo dirigido a
algunos de los lectores más selectos de Norteamérica, como sucedía con las ediciones de The Limited
Editions Club. Afortunadamente, aquel mismo año de 1948 The Heritage Press publicó la edición
regular, que mantenía el texto y las ilustraciones (con ligeras alteraciones en el color, apenas perceptibles;
incluía una ilustración menos), pero que se presentaba en una encuadernación más modesta, que es la
que comentaremos a continuación.
Aunque Covarrubias trató de hacer sus ilustraciones “como un chino” (es cierto que no se alejó de las
iconografías tradicionales chinas, es posible que bebiera en cierta medida de las japonesas), no podemos
evitar ver en ellas un deje del estilo que adoptó en ciertas publicaciones como The Discovery and conquest of
Mexico (1942)241 o A history of the conquest of Mexico (1949)242 y que hemos convenido en llamar “filológico”.
En publicaciones como estas, Covarrubias intentó acercarse lo más posible a sus fuentes de inspiración
originales (lejanas de Covarrubias en el tiempo pero de época similar, en las que de nuevo China y
México encuentran unos inusitados lazos estéticos), pero sin dejar de lado su característica simplificación
e ironía. En este sentido, podemos encontrar en sus ilustraciones cierto regusto a la obra de artistas
chinos contemporáneos más ligados a la pintura tradicional, como Qi Baishi (1864-1957) o Xu Beihong
(1895-1953), por cuya obra Miguel Covarrubias sintió una gran admiración243.
placeres, mientras pagaban tributo al maestro extranjero, se llamaban a sí mismos siervos y se arrodillaban ante los perros y los
cerdos.” LIN, Y.,“Introduction” en SHI, All men are brothers... Op. cit. 1948. p. XV.
239 BUCK, P., “The Translator’s Preface” en SHI, All men are brothers... Op. cit. 1948. p. XXIII.
240 Buck recordaba, en su discurso al obtener el Nobel en 1938, como la novela china había sido una creación
enteramente popular, cuya existencia había sido, a lo largo de los siglos, incluso negada por los eruditos, y como
esta se diferenciaba de lo que era considerado literatura (una producción artística, de la cual las novelas se
desligaban) por el uso del chino vernáculo (Pei Hua), el único que el pueblo llano podía entender, ya que estas
novelas estaban destinadas a la lectura colectiva en voz alta. BUCK, P. S., “The Chinese Novel” en V.V. A.A. Nobel
Lectures, Literature 1901-1967. Amsterdam, Elsevier Publishing Company, 1969. Disponible en:
http://www.nobelprize.org/nobel_prizes/literature/laureates/1938/buck-lecture.html.
241 DÍAZ DEL CASTILLO, B., The Discovery and Conquest of Mexico, 1517-1521. Nueva York, Limited Editions
Club, 1942. 263 pp.
242 PRESCOTT, W. H., A History of the Conquest of Mexico. Nueva York, Heritage Press, 1949. 558 pp.
243 Miguel Covarrubias dedicó a Qi Baishi un artículo en la revista artes de México, traducción del chino
(COVARRUBIAS, M. "Chi Pai Shi, distinguido artista del pueblo", Artes de México, n. 2, 1954. pp. 59-65; original
de Wu Tsu Kiang); en su colección personal conservaba muchos recortes de obras de Xu Beihong.
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Tres representaciones de Wu Yung (吳用): a la izquierda, según Covarrubias; en el centro, un jianzhí chino actual; a la
derecha, según Utagawa Kuniyoshi (c. 1827-1830)
Ilustraciones pertenecientes, respectivamente a The Discovery and conquest of Mexico (1942) y a A history of the
conquest of Mexico (1949).
A continuación incluimos el catálogo detallados de estos tres libros de temática china de Miguel
Covarrubias.
53
Bibliografía.
CHADOURNE, M. China. Nueva York. Covici-Friede.
1932. 308 p.
CHADOURNE, M. Chine. París. Librairie Plon. 1931. 298
pp.
NAVARRETE y TOVALÍN AHUMADA. Op. cit. (hay
ilustración).
AYALA CANSECO. Op. cit. (hay ilustraciones).
WILLIAMS, Covarrubias. Op. cit.
Observaciones.
Miguel y Rose Covarrubias conocieron al autor, Marc Chadourne 244 , durante una de sus estancias
parisinas (c. 1926-1927)245, y entablaron una él gran amistad246. Chadourne visitaría a los Covarrubias
durante su primera estancia balinesa (1930), con el ya libro en mente, y Miguel realizaría las ilustraciones
en los meses siguientes. La obra incluye 25 imágenes en blanco y negro, además de una portada ilustrada
con tinta negra y roja. El libro se acabó de imprimir en las prensas de la Librería Plon el 9 de noviembre
de 1931, en lengua francesa. Posteriormente, fue traducido al inglés por Harry Block, y editado en 1932
por Covici-Friede en Nueva York, en una edición que mantuvo las ilustraciones originales, además de un
nuevo mapa en las guardas de la cubierta, realizado igualmente por Covarrubias. También en 1932 se
editaría una traducción al italiano, de G. V. Sampieri, en Milán, por V. Bompiani 247 . El libro está
dedicado a “Rose et Miguel Covarrubias”.
244 Más información sobre Chadourne puede leerse en PITTMAN, L., “Marc Chadourne: écrivain-voyageur (23
mai 1895 - 30 janvier 1975)”, Cahiers Robert Margerit, XIV, 2009. pp. 146-163.
245 WILLIAMS, Covarrubias. Op. cit. p. 47.
246 Chadourne y los Covarrubias entablarían una gran amistad (según algunas fuentes, Chadourne tuvo además
algún escarceo amoroso con Rosa Covarrubias): les visitaría en Bali, donde asistirían juntos a una ceremonia de
cremación, y años más tarde, cuando viajó a México, les visitaría igualmente en su casa de Tizapán. WILLIAMS,
Covarrubias. Op. cit. pp. 67, 97, 141
247 CHADOURNE, M., La Cina oggi. Milán, V. Bompiani, 1932. 225 pp.
Número de catálogo: 1. 1. 8.
Título. Sin título.
Fichas asociadas: Todas las que empiezan por 1.
Dimensiones.6 x 8 cm.
Inscripciones. “COVARRUBIAS” (en la esquina
inferior derecha).
Localización. CHADOURNE, Chine. Op. cit. p.
81 (mitad superior).
Observaciones. Da comienzo al capítulo “Dans la
jungle shanghaïenne”. Llama la atención el
cosmopolitismo de la imagen; en un mismo
encuadre podemos ver la paradójica y apabullante
realidad de Shanghái: frente al fondo de rascacielos (muy probablemente el Bund, siendo seguramente el
edificio de la izquierda el Hotel Cathay) y un Cadillac contrastan con el rickshaw y sus ocupantes,
vestidos a la manera tradicional, y con el tradicional guardia de tráfico sij (tras la Guerra del Opio, los
británicos recolocaron a muchos de sus soldados retirados de la India, especialmente de religión sij,
dentro de la Policía Municipal de su nuevo dominio, Shanghái; los sijs de la ciudad siguieron ligados a
este ámbito profesional hasta la Dominación japonesa, con la que muchos volvieron a la India o
marcharon al interior de China).
Número de catálogo: 1. 1. 9.
Título. Sin título.
Fichas asociadas: Todas las que empiezan por 1.
Dimensiones. 14 x 9 cm.
Inscripciones. “COVARRUBIAS” (en la esquina inferior izquierda).
Localización. CHADOURNE, Chine. Op. cit. p. 86.
Bibliografía. V.V. A.A. Miguel Covarrubias: cuatro miradas. Op. cit. Hay
ilustración.
Observaciones. Escena muy similar a la de 1.1.7, pero esta vez entre
un hombre, ataviado a la manera tradicional china de la clase media-
alta, y una mujer, ataviada de la misma manera y que presenta tatuajes
en sus pantorrillas.
Número de catálogo: 1. 2. 0.
Título. Sin título (portada de la edición americana)
Fichas asociadas: Todas las que empiezan por 1.
Dimensiones. 20 x 13 cm.
Inscripciones. “BY MARC CHADOURNE” “CHINA” “PRIX
GRINGOIRE” “COVARRUBIAS” “ILUSTRATED BY
COVARRUBIAS”.
Localización. CHADOURNE, China. Op. cit.. Portada.
Observaciones. La portada incluye la misma imagen que la
original (1.1. 12.), y utiliza nuevamente el rojo como elemento de
atención. Recalca, además, que el libro está ilustrado por
Covarrubias (cosa que no sucedía en la portada original) y el
Premio Gringoire, concedido poco antes de la publicación de esta
edición.
Bibliografía.
GERVAIS, A. Madame Flowery Sentiment. New York: Covici-Friede, 1937. 233 pp.
GARCÍA-NORIEGA Y NIETO.. Op. cit. p. 72. (hay ilustración).
AYALA CANSECO. Op. cit. (hay ilustración).
250Albert Gervais fue un médico francés que pasó gran parte de su vida en China, enseñando Medicina en Sichuán
desde 1911y que escribió toda una serie de libros sobre la Medicina en este país, que alcanzaron gran éxito y que
fueron traducidos al inglés, al alemán, al holandés, al checo, al húngaro, al italiano, al polaco y al japonés.
Repositorio de la Universidad de Zaragoza – Zaguan http://zaguan.unizar.es
Número de catálogo: 3.0.0.
Bibliografía.
SHI, All men are brothers... Op. cit. 1948.
GARCÍA- NORIEGA Y NIETO. Op.
cit.
NAVARRETE. Miguel Covarrubias…Op. cit.
AYALA CANSECO. Op. cit.
WILLIAMS. Covarrubias. Op. cit.
Bibliopolis: http://www.bibliopolis.com
Observaciones. Se trata de la traducción al inglés de uno de los clásicos de la literatura china, Shui Hu
Zhuan, que trata sobre “cierta banda de bienamados bandidos”, que combatían las injusticias de la
sociedad, tras lo cual volvían a su guarida, refugiados en las marismas del Liang Shang Po. George Macy
encargó esta publicación a Covarrubias en 1943, pero no se materializó hasta 1948, a pesar de la seria
insistencia (y prometedoras ofertas) de su editor, quien sabe si por la procastinación, o por el puro
perfeccionismo. Cuando finalmente se publicó, en 1948, fue un éxito total entre el público y la crítica, y
muchos se sorprendieron de su corrección histórica y filológica, siendo el autor un occidental.
La edición especial de The Limited Editions Club se limitó a 1500 copias de lujo, con encuadernación
japonesa, y que constaban de dos volúmenes. Fueron impresas en Stratford Press, mientras que las
planchas fueron impresas por The Aldus Printers (y los colores se aplicaron a mano en el estudio de Paul
Baruch). La tipografía fue diseñada por Gleen Foss y los títulos caligráficos por Jeanyee Wong. La
edición regular de The Heritage Press los reunió en un solo volumen y contaba con un par de
ilustraciones menos, además de ligeras alteraciones en la coloración de algunas de las láminas. Las
caligrafías de las ilustraciones reproducen grosso modo, el texto en inglés.
251 Pearl S. Buck eligió como título un famoso dicho de Confucio, similar en amplitud e implicación al del espíritu
de la novela, debido a la difícil traducción del libro (traducido en otras ocasiones como The Water Margin, The
Outlaws of the Marsh, A la orilla del agua, La Frontera Azul, siempre más cercanas o Les Chevaliers chinoises,
especialmente inconcluyente); “Shui” significa agua, “hu” es la palabra para márgenes u orillas y “chuan” se utiliza
para las novelas. Según Buck, la yuxtaposición de los conceptos traducidos al inglés resultaba escasamente
evocadora. BUCK, P. S. “The Chinese Novel”. Op. cit.
252 En su discurso de recepción del Nobel, Buck recordó como Shui Hu Chuan es una obra colectiva, que
únicamente fue modelada y compilada por Shi Nai’an (C. 1296-1370), en 107 capítulos; la versión que aquí se usa
y que fue la que tradujo Buck, fue una de las más utilizadas, de apenas diecisiete capítulos, compilados durante la
dinastía Ming por el famoso Ching Shen T’an. BUCK, P. S. “The Chinese Novel”. Op. cit.
67
Número de catálogo: 3. 0. 1.
Título. Liang Shang Po, the robbers’ lair.
Fichas asociadas: Todas las que empiezan por 3.
Dimensiones. 28 x 20 cm.
Inscripciones. “LIANG SHANG PO, THE
ROBBERS’ LAIR” (en la parte inferior), ideogramas (en
la parte superior izquierda).
Localización. SHI, All men are brothers... Op. cit. 1948.
Página sin numerar. Lámina a color.
Bibliografía. GARCÍA-NORIEGA Y NIETO, 1987.
Op. cit. p. 73. Hay ilustración.
Observaciones. Representa el Liang Shang Po, la
guarida de los ladrones. Esta imagen es increíblemente
deudora de la pintura de paisaje china tradicional. Partes
de esta lámina se ven reproducidas, más adelante, en
otras imágenes.
Número de catálogo: 3. 0. 2.
Título. Sin título.
Fichas asociadas: Todas las que empiezan por 3.
Dimensiones. 3 x 9 cm.
Localización. SHI, All men are brothers... Op. cit. 1948. p.
11 (esquina inferior izquierda).
Observaciones. Representa un escudo.
Número de catálogo:
3.0.36.
Título. The black
whirlwind fights with White Stripe in the water.
Fichas asociadas: Todas las que empiezan por 3.
Dimensiones. 28 x 20 cm.
Inscripciones. “THE BLACK WHIRLWIND
FIGHTS WITH WHITE STRIPE IN THE WATER”
(en la parte inferior), ideogramas (en la parte superior
derecha).
Localización. SHI, All men are brothers... Op. cit. 1948.
Lámina a color, entre las páginas 362 y 363.
Observaciones. Vemos a los dos personajes
combatiendo en el agua, mientras una multittud observa
desde el caserío del fondo.
79
Sin llegar a los extremos de Elena Poniatowska, que llamó a Covarrubias “un hombre mapa” 255 , la
cartografía fue una disciplina muy practicada por el artista, que vincula casi toda su trayectoria artística256:
a lo largo de su vida, Covarrubias realizó más de 30 mapas 257, la mayoría de los cuales posteriores a la
publicación de Island of Bali (1937), que supuso un verdadero punto de inflexión en su estilo artístico 258.
Tomas Ybarra-Frausto definió con exactitud la esencia de los mapas de Covarrubias:
“Entre los cartógrafos modernos, Miguel Covarrubias ha hecho contribuciones especiales y duraderas. En sus
mapas, los datos se embellecen con elementos pictóricos para crear una topografía expresiva, un terreno tanto
científico como imaginativo, añadiendo al aspecto funcional de la cartografía una visión estética personal. Con el
rigor y la exactitud de un etnólogo y la originalidad y sensibilidad de un pintor y artista gráfico, Covarrubias ofrece
nuevas perspectivas y establece una nueva categoría de mapas pictóricos”.259
De entre todos estos mapas, muchos fueron murales260, aunque sin duda los más famosos son los que
trataremos en el apartado siguiente. Estos mapas permiten combinar las habilidades pictóricas de Miguel
con sus incipientes inquietudes como antropólogo y museólogo, ya que en todos ellos prima el afán
divulgativo, que es especialmente claro y compartimentado (a veces, incluso, de manera artificiosa), tal
como utilizó en las exposiciones que organizó a lo largo de su vida261. En sus mapas, Covarrubias “crea
un modo de representación usando signos diminutos que proyectan información cultural” 262 e
“incorpora imaginación artística a las necesidades científicas de la delimitación de espacios”263.
253 Covarrubias realizaría a lo largo de su vida, más de 20 murales para edificios privados y públicos, aunque no
todos se conservan.
254 Según Azuela de la Cueva, que cita una conferencia de Fausto Ramírez, este modelo deriva del utilizado por
Roberto Montenegro, artista con el que Covarrubias había trabajado en su juventud, en el mural de la Biblioteca
Iberoamericana (AZUELA DE LA CUEVA, 2007. Op. cit. P. 1276.), pero en nuestra opinión esta obra, aunque
mural y, en cierta medida, mapa, difiere completamente de las actitudes y expresión plástica propias de los mapas
de Covarrubias.
255 PONIATOWSKA, 2004. Op. cit. P. 34.
256 Debemos recordar que el primer trabajo de Covarrubias, fue precisamente como cartógrafo en la Secretaria de
Southwestern, The Discovery and conquest of Mexico, México South, The Caribbean Sea, John and Juan in the Jungle…),
gouaches, folletos, carteles, ilustraciones para revistas, además de una buena cantidad de mapas murales. ANAYA
DÁVILA GARIBI, 2006. Op. cit. Pp. 25-26.
258 ANAYA DÁVILA GARIBI, 2006. Op. cit. P. 25.
259 HOMENAJE Op. cit. Pp. 119-120.
260 Además de los seis murales del Esplendor del Pacífico que trataremos a continuación, Covarrubias también pintó
otros mapas murales: dos para el desaparecido Hotel del Prado de Ciudad de México (junto a su hermano Luis y
Arnoldo Martínez Verdugo ), uno para el Museo de Artes e Industrias Populares de Ciudad de México y uno para
las Naciones Unidas (que no solo está perdido sino que además carece de reproducciones). ANAYA DÁVILA
GARIBI, 2006. Op. cit. Pp. 25-26.
261 Una de las pocas personas que ha estudiado con detenimiento la labor de Covarrubias como museólogo,
campo que todavía debe recibir una atención más profunda, es Carlos Molina, quien desarrolla esta idea en
MOLINA, 2005. Op. cit.
262 ANAYA DÁVILA GARIBI, 2006. Op. cit. P. 122
263 ANAYA DÁVILA GARIBI, 2006. Op. cit. P. 122
85
El estilo cartográfico de Covarrubias tuvo una gran trascendencia, especialmente en los Estados Unidos
y en México, donde podemos cuantificar su influencia desde en el mundo de la publicidad y el ocio
(como los, ya señalados mapas publicitarios de Dole realizados por Jospeh Freher, o el mapa de algunos
de los menús del restaurante Don the Beachcomber), hasta el mundo del cine y la animación. De hecho,
el estilo plástico y simbólico que utilizan los mapas animados de películas como Saludos Amigos (1942)264
y Los Tres Caballeros (1944), aquellas dos películas sobre Latinoamérica en las que Disney explotó, con
buenos resultados, la política Buen Vecino, acusa notables deudas de los planteamientos de
Covarrubias265.
mexicano, del mismo ambiente cultural que Miguel Covarrubias, que desarrolló casi toda su carrera en México y se
especializó en escenas urbanas. También ejerció como docente en la célebre escuela “La Esmeralda”.
267 “Los murales (…) fueron pintados con una nueva técnica que usaba laca lisa con una base de nitrocelusosa. El pigmento puro y
seco se aplicada con laca transparente diluida con disolvente. Cada brochazo hacía penetrar las partículas de color en la pase de
nitrocelusosa que instantáneamente se disolvía en una manera similar al fresco; es decir, “un fresco” en laca en vez del típico yeso. El
resultado era una superficie de brillantes colores, transparente, lavable y durable”. ANAYA DÁVILA GARIBI. Op. cit. P. 124.
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puentes de la ciudad (el Golden Gate y el que une San Francisco con la Bahía de Oakland), y que gracias
a su éxito volvió a abrirse al año siguiente. El tema central de la exposición fue la exaltación, industrial y
cultural, del Océano Pacífico, que en forma de una monumental y gigantesca alegoría, Pacífica, presidía
el recinto. Esta exposición vinculaba por primera vez las culturas de los pueblos de ambas orillas,
además del interior, del océano, algunos pocos años antes de que esta vinculación fuera efectiva y
política. El discurso pan-Pacífico en las exposiciones internacionales había comenzado, de manera
decidida, con la Exposición Internacional de Seattle de 1909 (la Alaska-Yukon-Pacific Exhibition), que
presentaba la cultura de los nuevos territorios adquiridos por los Estados Unidos, como Filipinas, Alaska
y Hawai; el discurso continuaría a través de otras exposiciones, como la Panama-Pacific International
Exposition de 1915 de San Francisco, para culminar de forma apoteósica en la que nos concierne, que
hablaría de los pueblos del Pacífico como motor económico de la costa Oeste.
La Exposición Internacional del Golden Gate se celebró en la Treasure Island, una isla artificial de la
bahía de San Francisco construida a tal efecto. Era la primera vez que un país veía la celebración, casi
simultánea de dos grandes exposiciones, pues coincidió con la Exposición General de Nueva York de
1939, tan similares y tan distintas: ambas miraban al futuro. Junto a Miguel Covarrubias, fueron muchos
otros los artistas que trabajaron en esta exposición, y muchos de ellos realizaron también murales268.
Philip N. Youtz, encargado del Pabellón del Pacífico de la exposición, que albergaría los hoy famosos
murales (dos en el vestíbulo y cuatro en la sala principal), buscaba no solo a un artista competente para
su encargo, sino a alguien que disfrutase haciéndolo. Por el enfoque ecléctico de la exposición, el
encargo resultaba ideal para Covarrubias, debido a su “sensibilidad (…) y su conocimiento apasionado y sensibles
de las diversas culturas del mundo.” 269
Covarrubias aceptó el encargo en 1938, y septiembre de este año partió a San Francisco, esperando
acumular fama y dinero en la costa Oeste270. Fueron Rene d’Harnoncourt y Moisés Saenz quienes le
convencieron para participar en el proyecto; Covarrubias aceptó el encargo porque Sáenz le hizo ver que
los mapas serían “una instructiva descripción de la verdad sociológica mediante el arte” 271.
En un principio, se pensó en realizar ocho grandes murales, que finalmente fueron seis 272. El contrato de
Covarrubias incluía 1000 dólares mensuales, alojamiento, transporte, materiales, ayudantes, y todo el
equipo cultural necesario273, en el que se incluían los colaboradores Walter Goldschmidt, Pardee Lowe, el
doctor A. L. Kroeber, el doctor Carl Sauer, René d’Harnouncourt, Eric Douglas y Philip N. Youtz274.
Miguel Covarrubias y “El Corcito” invertirían unos tres meses en realizar los murales 275. Para realizar sus
mapas, Covarrubías partiría de una proyección de Van der Grinten proporcionada por Carl Sauer;
después reproduciría el mapa sobre pequeños bloques de argamasa y realizaría las figuras según la ya
mencionada y muy especial técnica del “fresco en laca”.
Utilizando su peculiar estilo cartográfico, en estos seis murales, Covarrubias “proyecta las necesidades
socioeconómicas y espirituales de las comunidades del Pacífico y delinea las necesidades comunales de todos los grupos
268 Entre los artistas principales podemos destacar a Helen Forbes, Dorothy Puccineli, Poole, Bergman, Hugo
Ballin, Millard Sheets, Armin Hansen, L. Stoll, las hermanas Bruton, Maynard Dixon, Herman Voltz, Lucien
Labaudt, Marian Simpson, Edgar D. Taylor, Hilaire Hiler, Arturo Sotomayor y el español José Moya del Pino. A
partir de 1940 estaría también presente Diego Rivera. ANAYA DÁVILA GARIBI. Op. cit. Pp. 29-30.
269 GARCÍA-NORIEGA Y NIETO. Op. cit. P. 123.
270 ANAYA DÁVILA GARIBI. Op. cit. P. 21.
271 ANAYA DÁVILA GARIBI. Op. cit. P. 22.
272 Se fusionaron el de la fauna y la flora y se eliminó el de la historia, que hubiera resultado demasiado complejo.
humanos por medio de una precisa observación y representaciones minuciosas de elementos culturales materiales.” 276
Aunque Covarrubias mantiene aquí una teoría de razas bastante anticuada para la época (especialmente,
teniendo en cuenta el elenco de antropólogos que le rodeó), sí que utiliza el emergente concepto de “área
cultural” (que toma de Kroeber), debemos destacar, que las áreas culturales utilizadas por Covarrubias,
han mantenido su vigencia casi por completo.
No obstante, no debemos olvidar que, aunque adelantado a su tiempo en muchas de sus teorías
(especialmente, las ideas sobre los olmecas que cultivaría en los años siguientes), Covarrubias es aún,
esencialmente, un antropólogo romántico 277 , y que, es en este sentido, en el de una antropología
didáctica de cierto tono sentimental, en el que debemos entender sus aportaciones populares al
conocimiento de los pueblos del Pacífico. Quizás, la verdadera novedad de estos murales no sea
únicamente la concreta tipología estética que después sería tan imitada, sino las conciliadoras intenciones
de Covarrubias al representar el entorno del Pacífico como un esplendoroso punto de unión entre los
pueblos:
“El océano Pacífico se ha considerado, en el imaginario popular (…) como una barrera en vez de lo que en
realidad es: una ruta para que todos los pueblos, culturas y economías nacionales que pertenecen al área del
Pacífico se comuniquen entre sí.”278
Los mapas que aquí reproducimos están extraídos de la versión comercial de los murales 279, que contó
además con un prólogo-guía escrito por Miguel Covarrubias, del cual extraemos gran parte de la
información. En este caso, hemos decidido establecer una bibliografía y una serie de exposiciones para
los seis murales, ya que casi siempre aparecen de manera conjunta. Igualmente, no especificamos la
técnica, la cronología ni la autoría, ya que en todos los casos es la misma; tampoco incluimos las
inscripciones, ya que corresponden únicamente a la leyenda de cada mapa, y la información que
contienen no condiciona el contenido de lo que aquí exponemos. En nuestro análisis, analizamos
únicamente las partes de los murales relativos a China, que por coherencia histórica incluyen también las
actuales Mongolia y la actual región autónoma del Tibet.
tan científicamente auténticos cómo es posible en el difícil tema de la clasificación de las razas”. ANAYA DÁVILA GARIBI. Op.
cit. P. 27.
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una larga varilla, para lanzar de manera automática sus mágicas fórmulas al viento” 281. En su discurso, Covarrubias
olvida mencionar al soldado nacionalista que aguarda pacientemente en las montañas. Estas imágenes,
que no dejan de ser simpáticos arquetipos como es esperado, son además, recurrentes en la obra china
de Covarrubias, como se puede ver a lo largo de este catálogo.
294 Creemos que aquí Covarrubias se equivoca, pues el tarpán se consideraba extinto desde hacía varias décadas y
vivía en la estepa siberiana; seguramente, quiera referirse al caballo de Przeswalski, también en grave peligro de
extinción en aquel entonces, que tiene características similares y que sí que habitaba en la zona adjudicada.
295 ANAYA DÁVILA GARIBI. Op. cit. Pp. 46-48.
296 El Panda Gigante no fue descubierto por Occidente hasta 1869, cuando un misionero francés se hizo con la
piel de uno; sin embargo, no fue hasta 1936 cuando un panda vivo llegó por primera vez a los Estados Unidos;
Ruth Harkess se hizo célebre por transportar, desde China, un cachorro de panda en su abrigo, que después
vendió al Brookfield Zoo de Chicago y que se hizo famoso en todo el mundo gracias a la prensa. Con el estallido
93
de la Segunda Guerra Mundial se perdió el interés por el comercio de animales exóticos; de hecho, no sería hasta
su adopción por la República Popular de China, durante la década de 1960, como uno de los animales nacionales,
cuando comenzaría su enorme popularidad a nivel mundial y su verdadera puesta en peligro. Para más
información, lease: NICHOLLS, H. The Way of the Panda: The Curious History of China’s Political Animal. Nueva York,
Profile Books, 2010. 334 pp.
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3. Bocetos
En las páginas siguientes presentamos una serie de bocetos que creemos pueden ayudar a completar
nuestra visión sobre Covarrubias y su relación con China, además de permitirnos adentrarnos en el
proceso creativo del artista. Dibujante incansable desde su infancia, Covarrubias estaba siempre
acompañado de lápiz y papel; años más tarde, el antropólogo Antonio Romano recordaría cómo la
manera que Covarrubias tenía de ordenar las ideas y de conocer las culturas era, precisamente, el
dibujo297.
La mayoría de bocetos que aquí presentamos comparten una cronología similar, ya que fueron realizados
durante las dos primeras visitas de Covarrubias a Shanghái, y casi todos son bocetos rápidos realizados a
lápiz sobre papel, en muchas ocasiones reutilizando papeles ya usados o dibujando por ambas caras.
Igualmente, casi todos estos bocetos se encuentran en colecciones particulares, aunque todos los que
aquí presentamos han participado en exposiciones y por tanto, han sido conocidos por el público298.
Covarrubias presenta en estos bocetos varios temas predilectos, la mayoría de los cuales, debemos
advertir, son en cierta manera arquetípicos de las representaciones contemporáneas de Shanghai. En
primer lugar, encontramos las omnipresentes sing song girls (con no menos de 8 representaciones, además
de las relacionadas que discutiremos a continuación 299), tema recurrente tanto de Covarrubias como de
otros visitantes: de hecho, la sing song girl (en todas sus variantes300) se convirtió, discutidamente, en el
símbolo de la nueva China: cantante, actriz o prostituta, representaba la inclusión de China dentro del
star system, y su implicación en una cultura audiovisual de masas301. Estrictamente relacionada, está otros
de los temas predominantes en esta serie de bocetos: los Taxi Dance Halls302. Estos populares lugares, en
los que los hombres (y algunas mujeres) pagaban por baile, florecieron tanto en los Estados Unidos
como en Shanghái, donde eran especialmente frecuentados por occidentales303. Entretenedoras de una u
otra clase, lo cierto es que casi todas las mujeres chinas representadas por Covarrubias comparten los
rasgos formales de la mujer china moderna (modeng xiaojie304).
En esta sección del catálogo, los hombres se reducen casi únicamente a estudios faciales y de retrato; casi
siempre sonrientes. Una excepción notable son los actores de la ópera de Pekín, que ocupan una parte
predilecta de la obra: Shengs, Dans, Jings, acróbatas y bailarines pueblan las páginas de Covarrubias 305.
Otro de los temas de importancia son los retratos, tanto de amigos y grandes celebridades (como Sinmay
Zaw, Lee Ya-Ching, o Mao Tse-Tung) como de personajes hoy desconocidos.
artes del canto y de la conversación); “sing song girl” es una mala apropiación que el inglés hizo de la palabra xiasehng
(maestro), el término con el que estas mujeres se referían a sus clientes.
301 Al respecto, puede leerse el interesante: JONES, A. F. “The Sing Song Girl and the Nation: Music and Media Culture in
Republican Shanghai” en V.V.A.A. Constructing Nationhood in Modern East Asia. Michigan, University of Michigan Press, 2001.
Pp. 317 - 341.
302 Aparecen, respectivamente, en 3.18.0., 3.17.0., 3.19.0. y 3.25.0.
303 Al respecto, y en cómo estos locales de baile se ganaron un papel especial en el imaginario popular sobre la cultura
shangaiana, merece la pena leer: FIELD, A. D. “Dancing in the Maelstrom of Chinese Modernity: Jazz-Age Shanghai
Cabarets as Sexual Contact Zones in Fact and Fiction”, Intersections: Gender and Sexuality in Asia and the Pacific, v 31, diciembre
de 2012. Disponible en: http://intersections.anu.edu.au/issue31/field.htm.
304 DONG, M. Y. “Who Is Afraid of the Chinese Modern Girl?” en V.V.A.A. The Modern Girl Around the World: Consumption,
Modernity, and Globalization. Durham, Duke University Press, 2008. Pp. 194-219.
305 MARTÍNEZ, C. M., y WANG-TANG, L. J. “Sensualidad y simbolismo en la ópera china”, Boletín de la Asociación Española
Número de catálogo:
3.11.0.
Título. Theatre.
Cronología. C. 1930-
1931.
Técnica. Tinta sobre papel.
Dimensiones. 18 x 12 cm.
Localización. Colección particular.
Exposiciones. Ubud, 2012.
Bibliografía. WILLIAMS y CARPENTER. Op. cit. P. 92.
Observaciones. Representa a un grupo de personas, las dos
cercanas mujeres, sentadas en el palco de un teatro, mientras
disfrutan de te y algo de comida, mirando el espectáculo.
Esta imagen se repite, de una forma menos abocetada, en
3.54.0.
Número de catálogo:
3.34.0.
Título. Beijing Opera II.
Cronología. C. 1930-1931.
Técnica. Tinta sobre papel.
Dimensiones. 20 x 13 cm.
Localización. Colección particular.
Exposiciones. Ubud, 2012.
Bibliografía. WILLIAMS y CARPENTER. Op. cit. P. 112.
Observaciones. Representa a una Dan, uno de los personajes más
importantes de la ópera de Pekín, de espaldas.
Somos conscientes de que esta parte del catálogo es sumamente parcial, pues la práctica totalidad de
obres de este tipo están en manos privadas, seguramente esperando una revalorización; aquí reseñamos
aquellas que son conocidas por el público debido a su participación en exposiciones o en subastas
importantes.
Posiblemente, y debido a esto, este retrato sea, en el ámbito formal, uno de los más impersonales (y
objetivos) de Covarrubias: Mao presenta aquí todos los rasgos formales de sus retratos oficiales: ojos
intensos, labios llenos y generosos, el lunar, el peinado, las cejas cortas y rectas… Quizás sea la propia
realización del retrato el mayor rasgo de subjetividad: aunque desconocemos su cronología, podemos
suponer que se trata de una obra final de Covarrubias, realizada en sus años de implicación en la
Sociedad de Amigos de la China Popular; sería precisamente esta época la del fulminante ascenso de
Mao, optimistamente representado con el Ejército Rojo de banderas ondeantes al fondo.
306
http://www.sothebys.com/es/catalogues/ecatalogue.html/2012/sea-modern-ctmp-paintings-
hk0383#/r=/es/ecat.fhtml.HK0383.html+r.m=/es/ecat.lot.HK0383.html/340/. Accedido 17-04-2013.
115
Número de catálogo : 4. 4. 0.
Número de catálogo: 4. 6. 0.
Título. El yaller del blues del mar
Cronología. 1931.
Técnica. Acuarela, gouache y tinta sobre papel.
Dimensiones. 41 x 30 cm.
Localización. Colección de Robert Brady.
Exposiciones. México D.F., 1987.
Bibliografía: Vanity Fair, Marzo de 1931. P. 53; GARCÍA-
NORIEGA Y NIETO, 1987. Op. cit. P. 203. Hay ilustración.
Observaciones. Esta ilustración fue realizada para acompañar
un artículo de Charles T. Trego titulado “El peligro rojo,
blanco y azul”, que apareció en el número de Marzo de 1931
de Vanity Fair. Es muy similar a dos de las imágenes que
aparecieron en Chine (1.1.7. y 1.1.9.).
Número de catálogo: 4. 7. 0.
Título. Turist saved by cheap Chinese labour.
Cronología. 1931.
Técnica. Acuarela, gouache y tinta sobre
papel.
Dimensiones. 35 x 25,4 cm.
Localización. Colección particular.
Inscripciones. “COVARRUBIAS” (en la
esquina inferior derecha).
Exposiciones: Washington D.C. 1984-
1985.
Bibliografía. COX, B. J. (cord). Op. cit. P.
134; Vanity Fair, Marzo de 1931. P. 52.
Observaciones. Esta ilustración fue
realizada para acompañar un artículo de
Charles T. Trego titulado “El peligro rojo,
blanco y azul”, que apareció en el número
de marzo de 1931 de Vanity Fair.
117
Número de catálogo: 4. 8. 0.
Título. Sin título (Sinmay Zaw).
Cronología. C. 1930-1931.
Técnica. Tinta sobre papel (aquí, en reproducción mecánica).
Dimensiones.
Localización. Colección particular.
Inscripciones. “COVARRUBIAS” (esquina inferior izquierda).
Exposiciones. México D. F. Museo Mural Diego Rivera. 2004 – 2005.
Bibliografía. AYALA CANSECO Op. cit. Hay ilustración.
Observaciones. Aparecida en un periódico chino sin identificar, en el
que se habla de la visita de Covarrubias a Shanghai. Representa al poeta,
y buen amigo de Miguel Covarrubias, Sinmay Zaw.
Número de catálogo: 4. 9. 0.
Título. Chiang Kai-shek.
Cronología. C. 1930-1931.
Técnica. Tinta sobre papel.
Dimensiones.
Localización. Colección del Museo
del Estanquillo.
Inscripciones. “MC” (esquina
inferior derecha).
Exposiciones. México D.F. Museo del Estanquillo. 2004 – 2005.
Bibliografía. AYALA CANSECO. Op. cit. Hay ilustración.
Observaciones. Representa, con sutiles trazos de tinta, a la manera
de la caligrafía tradicional china, al que durante mucho tiempo fuera el
generalísimo de la República de China, Chiang Kai-shek, al que
Covarrubias representó también en otras ocasiones (por ejemplo, en
1. 1. 18.), siempre afable pero confiado.
307http://www.sothebys.com/es/auctions/ecatalogue/2011/impressionist-and-modern-art-n08747/lot.255.html.
Accedido el 16- 03- 2011.
Repositorio de la Universidad de Zaragoza – Zaguan http://zaguan.unizar.es
Número de catálogo: 4. 11. 0.
Título. Chinese Girl.
Cronología. 1930.
Técnica. Tinta sobre papel.
Dimensiones. 33,6 x 25,7 cm.
Localización. Colección particular.
Inscripciones. “COVARRUBIAS” (en la esquina inferior
izquierda)
Bibliografía. «Sale 2483 Lot 190 / Miguel Covarrubias
(Mexican 1904-1957) | Chinese Girl | Latin American Art
Auction | 20th Century, Drawings & Watercolors |
Christie’s». E-catálogo de Christies308.
Observaciones. Representa a una chica china de perfil, y es la
versión más avanzada de algunos bocetos. Fue subastado en
Christies New York el 16 de noviembre de 2011, alcanzando
un precio de 8750$.
308 http://www.christies.com/lotfinder/drawings-watercolors/miguel-covarrubias-chinese-girl-5498839-
details.aspx?from=searchresults&intObjectID=5498839&sid=1f695c47-fa75-47a3-abeb-95ab8905f0e8. Accedido
el 24- 06-2013.
119
Conclusiones
A lo largo de este trabajo hemos estudiado las relaciones artísticas y culturales que el multidisciplinar
artista y antropólogo Miguel Covarrubias Duclaud mantuvo con la que fuera una de sus últimas y menos
conocidas pasiones: China. La vida de Covarrubias osciló entre dos países, México y Estados Unidos,
que a muy distintos niveles, estarían profundamente vinculados al país asiático, y que, como el resto del
Globo, sentirían un enorme interés por recién proclamada República de China, así como por los
profundos cambios políticos y culturales que durante unas décadas se llevaran a cabo en este país.
Como se ha podido leer, en el presente trabajo, que cronológicamente se delimita entre 1923 (fecha en la
que Covarrubias llegó a Nueva York) y 1957 (fecha de la muerte del artista), hemos dividido el estudio
de las relaciones artísticas y culturales en dos aspectos complementarios: el estudio de sus relaciones
artísticas y culturales con China a lo largo de su vida, y, el estudio de su obra de temática china; además,
lo hemos contextualizado dentro del profundo y constante acercamiento artístico y académico que
Covarrubias tuvo hacia los pueblos asiáticos y del Pacífico.
Para intentar comprender las relaciones personales e intelectuales que Covarrubias desarrolló con China,
hemos estructurado estas en diferentes ambientes; en todos ellos, el artista mantuvo relación con las
figuras más relevantes de la cultura y la literatura chinas, entre los que podemos destacar a figuras como
Pearl S. Buck o Lin Yutang. En primer lugar, hemos observado el contradictorio y cambiante panorama
estadounidense (centrándonos en la ciudad de Nueva York, en la que el artista residió) para después
centrarnos en los cuatro viajes que Covarrubias realizase a China.
Estudiando con detenimiento dichos viajes, hemos podido establecer al fin unas fechas y un corpus de
acompañantes y actividades (la mayoría de los cuales resultarían sumamente influyentes en la percepción
que Covarrubias tuvo de China); durante estos, el artista se interesó especialmente por las complejidades
de la cosmopolita ciudad de Shanghái, tan parecida y tan diferente a aquella Nueva York que le había
acogido con los brazos abiertos años atrás. Además, hemos percibido la importancia que estos viajes
tuvieron en la difusión de la plástica promovida por Covarrubias (el único dibujante occidental de
renombre que visitó China en estas décadas), dentro de la joven vanguardia china, algo que hemos
podido apreciar en la obra de muchos artistas ligados a las revistas Shanghai Modern y Modern Sketch, y
especialmente en el caso de Zhang Guangyu.
Por último, hemos estudiado con detenimiento el papel de Miguel Covarrubias como promotor de la
cultura china dentro de la Asociación de Amigos de la China Popular, que fundó en México en 1953
junto a una serie de intelectuales de gran renombre (algunos de ellos, todavía jóvenes, lo alcanzarían en
las décadas siguientes), y hemos intentado valorar los éxitos y aproximaciones de esta asociación en el
acercamiento China-México durante los años de actividad de Covarrubias, que lamentablemente se
verían truncados por su temprana muerte.
En cuanto al estudio de las obras de temática china realizadas por Covarrubias (y el contexto en el que se
produjeron), que ha constituido una parte esencial de nuestro trabajo, hemos realizado un catálogo
comprensivo. Este catálogo, compuesto por 1930 ilustraciones, contiene una serie de obras de muy
diferente tema y formato: durante sus viajes, pero especialmente a su vuelta a los Estados Unidos, las
experiencia y habilidad de Covarrubias para tratar los temas exóticos, le sirvieron para recibir numerosos
encargos artísticos de temática china: además de tres exitosos libros ilustrados (Chine, Madame Flowery
Sentiment y All men are brothers), sus murales sobre el Pacífico resultaron sumamente influyentes por su
carácter sintético y didáctico. Además, a lo largo de varias décadas, realizó toda una serie de obras chinas
motu proprio, y una ingente cantidad de bocetos; debemos destacar, además, que algunas de estas obras se
encuentran entre los trabajos más depurados del autor.
A lo largo de nuestro estudio hemos comprobado cómo la práctica totalidad de estas imágenes
corresponden a una realidad, y aunque algunas de ellas reiteran los arquetipos contemporáneos sobre
China y sus habitantes, estas poseen igualmente una gran carga iconográfica y son, a su vez, tipificadoras
de nuevos arquetipos, muchos de los cuales siguen en cierta manera presentes (dentro de la obra de
Covarrubias, tiene especial importancia su tratamiento de la figura femenina, especialmente en sus
perfiles más actuales como la guerrillera o la entretenedora). Asimismo, hemos comprobado como las
fuentes de Covarrubias son variadas y muy completas: el artista combina las referencias al arte occidental
con las referencias al arte chino, y, en ambos es capaz de acercarse tanto al arte tradicional como al más
contemporáneo. Igualmente, hemos visto como el artista se documenta histórica y científicamente para
acometer el retrato de aquello que no ha podido ver con sus propios ojos.
En definitiva, creemos que estas imágenes, por la enorme trascendencia que alcanzó la obra Covarrubias
(tanto en potencia iconográfica como en difusión; especialmente sus mapas murales, que fueron vistos
por millones de personas y generaron todo un estilo cartográfico), son a la vez causa y consecuencia del
particular encuentro que entre la cultura occidental y la cultura china se produjo a mediados del siglo
XX, ejemplificado aquí en la obra de un artista incansable y multidisciplinar, cuyo estudio confiamos en
poder seguir realizando a lo largo de nuestra futura tesis doctoral.
121
Bibliografía
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309 Debido a la enorme cantidad de obras escritas o ilustradas por Miguel Covarrubias, únicamente haremos referencia a
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252, 3 de agosto de 1945. P.7.
“Conferencia de emergencia contra el terror franquista”. España Popular, Año V Número 230 edición, 23
de febrero de 1945, P. 3.
“Del Museo de Historia partirá el sepelio de Miguel Covarrubias hoy”, Novedades, 5 de Febrero de 1957.
“El bello arte de los pueblos primitivos, en una exhibición”, Excélsior, Noviembre de 1958.
“Envío de víveres y ropa a los refugiados españoles en Francia”, España Popular, Año VI, Número 246,
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