Terapia Familiar. Cap. 131 de Tratado de Psiquiatría. A. Kreuz y R. Pereira

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de Brown y cols.

que sentaron las bases del tratamiento psicoedu-

/capítulo131/
cativo familiar (4, 5).
Finalmente, durante los años anteriores se habían desarrolla-
do una serie de nuevas ciencias sociales que ya no ponían el acen-
to en el individuo, recuperando una visión holística que se había
perdido con el desarrollo del positivismo científico. Estas discipli-

Terapia familiar nas ponían su foco de atención en el estudio de grupos más am-
plios (antropología, sociología) o en las relaciones entre los indi-
viduos y su entorno (comunicación, ecología), o en la organiza-
ción y funcionamiento de los sistemas complejos o autodirigidos
A. Kreuz Smolinski (teoría general de sistemas, cibernética).
R. Pereira Tercero Todo ello condujo al desarrollo de una nueva epistemología
comprensiva de los conflictos humanos y los trastornos psicopa-
tológicos, que recibió el nombre de terapia familiar (a lo que se
añadió años más tarde el apellido de la corriente dominante, sis-
Origen y desarrollo de la terapia témica), a causa de su principal objetivo de intervención (la fami-
lia, grupo relacional más persistente e influyente en el desarrollo
familiar de los seres humanos), si bien ha mostrado su eficacia para com-
ı prender y actuar sobre todo tipo de organizaciones sociales, e in-
cluso sobre individuos. (6-9).
ı
La terapia familiar, tal como la conocemos actualmente, co- Paradigma sistémico. La naturaleza puede contemplarse
menzó a desarrollarse en Estados Unidos en la década de 1950. como un continuo, ordenado de manera jerárquica, en el que las
Examinemos cuál era la situación en Estados Unidos en ése mo- unidades más grandes y complejas dominan las unidades más pe-
mento. La psiquiatría había evolucionado mucho, pero los hospi- queñas y menos complejas. Debe considerarse cada nivel como
tales psiquiátricos eran aún un depósito de pacientes, a quienes se un todo organizado. Un órgano, por ejemplo, es más que el sim-
les aplicaba métodos de tratamientos empíricos. Los antipsicóti- ple agregado de células, una persona es más que el conjunto de
cos no se habían desarrollado aún (recordemos que el primero de sus órganos, una familia es más que la suma de las personas que la
ellos, el Largactil®, se sintetizó en 1951, y tardó varios años en es- componen.
tar disponible) y los psicofármacos desarrollados hasta la fecha no El nuevo paradigma tiene a los sistemas humanos como obje-
daban buenos resultados en los pacientes recluidos en las institu- to de estudio e intervención, y relega el individuo a la condición
ciones. de miembro de este sistema. El foco principal se pone en las co-
Las técnicas de intervención terapéutica desarrolladas a par- municaciones e interrelaciones que mantiene con su entorno. Lo
tir del conductismo, y sobre todo del psicoanálisis, que había te- intrapsíquico se deja de lado, utilizando el concepto cibernético
nido un gran desarrollo en Estados Unidos, tampoco daban el re- de caja negra para encajarlo en la dinámica comunicacional. Los
sultado esperado en el tratamiento de los pacientes graves, princi- principales fundamentos teóricos, así como el lenguaje que utili-
palmente esquizofrénicos, que eran los principales ocupantes de zan, provienen de la teoría general de sistemas (10, 11), la ciberné-
los hospitales. Esto condujo a buscar nuevas técnicas de interven- tica (12), la teoría de los juegos (13), y la teoría de la comunicación
ción, alternativas a los tratamientos individuales que proponían humana (14).
ambas orientaciones terapéuticas. ı
Por otro lado, los gobiernos de los países occidentales asen- ı
tados en una base democrática habían comenzado a prestar algo inicios y primera cibernética
más de atención a sus ciudadanos institucionalizados, a menudo ı
de por vida, en los hospitales públicos. Se había mejorado su Al contexto sociocultural descrito anteriormente, se unen ob-
bienestar y las condiciones de hospitalización, lo que trajo consi- servaciones que desconcertaban a los clínicos. Así, por ejemplo, se
go un importante incremento en los presupuestos dedicados a la constataba que en los tratamientos psicoterapéuticos era a menu-
atención psiquiátrica. Esto llevó a los gobiernos a impulsar estu- do la familia quien retiraba al paciente del tratamiento cuando
dios dirigidos a encontrar nuevos tratamientos que permitieran la éste empezaba a mejorar. O que, con frecuencia, la mejoría del
disminución de la población psiquiátrica hospitalizada. Así el Na- paciente precedía la descompensación de otro miembro de la fa-
tional Institute of Mental Health (NIMH) impulsó en Estados milia. Ya no se trataba sólo de la influencia de las figuras familia-
Unidos numerosos estudios sobre la esquizofrenia, varios de los res introyectadas, sino de la influencia directa de o sobre la fami-
cuales centraron en la familia del paciente esquizofrénico (v. 1-3). lia en ese preciso momento. El comienzo del interés por trabajar
En el Reino Unido, estudios con objetivos similares promovidos con las familias no se produce exclusivamente entre los impulso-
por el National Health Service (NHS), dieron lugar a los trabajos res del nuevo paradigma sistémico, sino también entre clínicos

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A. Kreuz Smolinski y R. Pereira Tercero
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que evolucionan a partir de otras orientaciones. Así, los denomi- do en terapia familiar, concretamente el libro Teoría de la Comu-
nados «pioneros» de la terapia familiar parten de dos grupos: los nicación Humana, escrito en colaboración con Jeanet Beavin y
que trabajaban de acuerdo con la ideología psicoanalítica, enton- Don Jackson.
ces dominante en la psiquiatría estadounidense, que buscaban al- En 1961 Jackson acuerda con Ackerman la financiación con-
ternativas para el tratamiento de los pacientes más graves, y los junta entre el MRI el Family Institute de una publicación en tera-
que partían de las nuevas teorías del desarrollo, ecología ciberné- pia familiar, lo que originó Family Process, que se convierte en el
tica y comunicación fundamentalmente. principal órgano de expresión de la terapia familiar y que aún
El primero de los grupos, al que para resumir llamaremos psi- continúa publicándose.
coanalítico, está constituido principalmente por un grupo de pro- Los europeos no tuvieron prácticamente protagonismo en
fesionales que trabajan con pacientes esquizofrénicos, patología esta década fundadora. Únicamente destacaron en el Reino Uni-
con la que no se obtenían resultados con las técnicas psicoanalí- do John Howells (18), y Ronald Laing. Laing relacionó la mistifi-
ticas, junto con algún psiquiatra infantil. Parten de la obra de cación con el concepto de seudomutualidad de Lyman Wynne
Freud, en la que la familia tiene una presencia central, aunque (2), y con las teorías de Lidz (1). También podemos señalar como
sólo como objetos decisivos en el desarrollo del niño, sin prestar precursor a John Bowlby, psiquiatra infantil de la Tavistock Child
atención a su influencia a lo largo de la vida. Sin embargo, dos pu- Guidance Clinic, que publicó en 1949 un artículo titulado El estu-
blicaciones psicoanalíticas de esas fechas (15, 16) tuvieron una dio y reducción de la tensión grupal en la familia (19), en el que
gran influencia sobre éstos autores. Ambas se referían a la in- describe la utilización de entrevistas familiares conjuntas como
fluencia de la madre en el desarrollo de la esquizofrenia del hijo, auxiliares del tratamiento individual de sus pacientes.
pero no sólo durante los primeros meses de vida, sino que soste- ı
nían que éstas madres esquizofrenógenas, contribuían de manera ı
decisiva a mantener la patología de sus hijos a lo largo de toda su división de las escuelas: segunda cibernética
vida. Los pioneros de éste grupo, en busca de nuevas vías de tra- ı
tamiento de los pacientes graves, introducen al padre, y sientan Los diferentes grupos que han ido trabajando aisladamente
así las bases de los posteriores tratamientos familiares. Los princi- en terapia familiar disponen ya de un medio de comunicación, el
pales miembros de este grupo son Nathan Ackerman, Carl Whi- Family Process, y han comenzado a reunirse, asociarse e inter-
taker, Teodor Lidz, Murray Bowen, Lyman Wynne, Harold Se- cambiar experiencias. Podríamos pensar que eso iba a llevar a un
arles, Ivan Boszormenyi-Nagy, y James Framo. reagrupamiento, pero ocurre lo contrario. Existe un claro inten-
El segundo grupo «no analítico», también llamado Grupo de to de diferenciarse mutuamente, con la creación de un número
Palo Alto, se aglutinará en torno a Gregory Bateson, un científico importante de Escuelas de terapia familiar, que competirán por
británico proveniente del campo de la antropología, interesado un pujante mercado de formación y entrenamiento. Esto lleva a
en el estudio de la comunicación humana. Continuando sus estu- una difusión espectacular de la terapia familiar de un modo, cu-
dios, obtuvo una subvención de la Fundación Macy para el estu- yas teorías se extienden no sólo a otros países y continentes, sino
dio de la comunicación en algunas de las personas que la tienen a campos muy diversos y diferentes de las ciencias de la conducta.
más alterada, los esquizofrénicos, y reunió a un grupo de trabajo Mientras en Europa, la divulgación de la terapia familiar no se
formado por Jay Haley, John Weakland, William Fry y Don Jack- produce hasta la década de 1970, y hay que esperar a la década de
son. Juntos publicaron un artículo en 1956 que tuvo una impor- 1980 para su implantación como modalidad de intervención psi-
tancia decisiva en el desarrollo posterior de la terapia familiar. coterapéutica ampliamente aceptada. Con la excepción de Italia,
Hacia una teoría de la Esquizofrenia (17), era el artículo en el que que con su Escuela de Milán es el único país que logra un primer
postulaban una teoría etiológica de la esquizofrenia, basada en un reconocimiento y un intercambio bilateral en la década de 1970
trastorno de la comunicación llamado Doble vínculo. El impacto (20), se observan procesos muy similares en casi toda la geografía
de una visión totalmente interactiva en la creación y en el mante- europea. Por un lado, los exponentes de las diferentes escuelas de
nimiento de las perturbaciones graves posibilitó en muchos se- terapia familiar norteamericanas empiezan a impartir seminarios
guidores una liberación de conceptos intrapsíquicos que limita- de formación en visitas frecuentes, y por otro, los profesionales
ban alternativas de explicación. europeos vuelven a sus países de origen después de haber llevado a
Don Jackson fundó en 1959 el Mental Research Institute en cabo una estancia formativa más o menos extensa en alguna de las
Palo Alto (California), junto con John Weakland y Jules Riskin, principales escuelas estadounidenses. Poco a poco se va introdu-
con intención de dar continuidad al trabajo de investigación del ciendo la nueva forma de intervención en los servicios públicos y
Grupo de Bateson, que se convierte en el principal foco de expan- privados, y se van iniciando las Escuelas Europeas de Formación.
sión de la terapia familiar en la Costa Oeste de Estados Unidos. (v. fig. 131-1). Eso implica que cuando la terapia familiar de los
Posteriormente se unirán al Mental Research Institute (MRI) Estados Unidos se trasforma hacia la segunda cibernética, en Euro-
profesionales de gran prestigio dentro de la terapia familiar, como pa aún se está introduciendo la primera. Este desfase perdura has-
Virginia Satir, Jay Haley, Richard Fisch, Arthur Bodin, Antonio ta nuestros días. Repasaremos las Escuelas más importantes, su
Ferreira, William Fry, Carlos Sluzki y, especialmente, Paul Watz- origen y propuestas teóricas principales, clasificándolas de un ex-
lawick, que es, junto con Bateson, el autor más traducido y cita- tremo a otro del arco sistémico, desde las sistémicas puras, a las que

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Década Nombres y centros Nombres y centros Nombres y centros Nombres y centros

1950 «Nombres sueltos» Jackson, Haley, Weakland, Ackerman Bell, Searles,Whitaker Boszormenyi-Nagy
1960 «Institutos grandes» Watzlawick, Satir Family Institute No fundan escuela Family Institute
Philadelphia Framo, Zuk

Journal Family Process

1970 Las «escuelas» de Haley, Madanes, Erick- Brief Therapy Cen- Selvini, Palazzoli, Minuchin, Montalvo, Bloch, Carter, Wal-
terapia familiar son, Stanton, Hoff- ter, Fisch, Watz- Prata, Bóscolo Colapinto ters, Papp
se fundan man, Family therapy lawick Weakland Escuela estructural Ackerman Family
Primera cibernética institute Washington «Teoría de la comu- institute
nicación humana»
La terapia familiar Roma Atenas Milán Londres Heidelberg
salta a Europa

1980 Las «escuelas» se expanden Enfoques es- Enfoques co- Terapia centra- Enfoques con- Enfoques es- Enfoques psi-
tratégicos municacio- da en solu- ductuales + tructurales codinámi-
nales ciones psicoedu- cos
cativos
Segunda cibernética
Inicio de la terapia familiar Madrid Bilbao Barcelona Zaragoza Zaragoza
en España Los diferentes Superación del Enfoques narra-
1990 Terapia posmoderna narra- enfoques se pensamien- tivos y cons-
tiva y colaboradora influyen mu- to sistémico truccionistas
tuamente y original
se enrique-
cen

/figura131-1/
Evolución de las corrientes en terapia familiar sistémica

mantienen una mayor influencia del psicoanálisis, incluyendo al- El fundador de la Escuela Estratégica y su representante más cua-
gunas propuestas mixtas o multidimensionales. lificado es Jay Haley, junto con Cloe Madanes. Por lo tanto se trata
Dentro de las sistémicas puras tendríamos las escuelas de Palo de una escuela que también tiene sus raíces en el grupo de Palo Alto,
Alto, la estratégica y la de Milán. Mas centradas estarían la es- y en el MRI, y que recibe una influencia decisiva de un hipnotera-
tructural y las de Roma. En el lado mas psicoanalítico, el Acker- peuta de técnicas heterodoxas como Milton Erickson (21).
man Institute, el grupo de Filadelfia, Bowen y su grupo, así como La Escuela de Milán comienza su andadura cuando en 1967
la orientación grupoanalítica. la psicoanalista, Mara Selvini funda el Centro para el Estudio de la
ı Familia (22). Paulatinamente van uniéndose al centro otros psi-
ı coanalistas interesados por el tema, que van experimentando en
orientaciones sistémicas puras el trabajo con familias, y van estudiando las aportaciones de los
ı diversas autores norteamericanos, desde la Escuela de Palo Alto a
La Escuela de Palo Alto, es el nombre dado a los herederos di- la de Filadelfia, pasando por Salvador Minuchin y Murray Bowen.
rectos de la orientación comunicacional del Grupo de Palo Alto, El grupo inicial y el más conocido estaba formado por Mara Sel-
organizados en torno al MRI. Su práctica se centra en el estudio vini, Giuliana Prata, Luigi. Bóscolo y Gianfranco Cecchin, se
y la intervención sobre la comunicación (bajo la premisa de que mantuvo unido durante 7 años hasta que en 1978 se escindió en
comunicación equivale a conducta), como manera de resolver los las parejas Selvini-Prata y Bóscolo-Cecchin. Algunos autores ci-
conflictos que surgen en las relaciones entre los miembros del sis- fran el nacimiento de la Escuela Estructural en la publicación en
tema (generalmente familiar) y/o de éste con el medio externo. 1967 del libro Families of the slums, de Minuchin, Montalvo, Guer-

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A. Kreuz Smolinski y R. Pereira Tercero
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ney, Rosman y Schumer (23). El libro describía el trabajo de un sentante en A. Robin Skinner, fundador del Instituto de Terapia
grupo, liderado por Salvador Minuchin, que incluía a Ernst Familiar de Londres. Como los anteriores, trata de conjugar las
Auerswald y C. King, y más tarde a R. Rabkin y Braulio Montal- teorías sistémicas con las psicoanalíticas, éstas últimas especial-
vo. El tratamiento de los problemas debía tener en cuenta no mente influidas por John. Bowlby y especialmente por S. Foulkes.
sólo los síntomas, sino también el contexto en que éstos aparecí- Hasta la década de 1980 lo común para quienes trabajaban
an, en familias que vivían en condiciones notables de pobreza y con las familias había sido la hipotetización y descripción «objeti-
marginación. va» de las pautas de interacción problemáticas por parte de un
Las llamadas Escuelas de Roma agrupan a Maurizio Andolfi y terapeuta observador del sistema. A partir de entonces nacen for-
cols. (P. Menghi, A. Nicoló, Carmine Saccu y otros), así como a mas de intervención en terapia familiar que cambian su foco ha-
Luigi Cancrini y los suyos (Luigi Onnis, Mauricio Coletti, Gracia cia la búsqueda de soluciones desde una perspectiva que incluye
Cancrini, etc.). Ambos fundaron centros de formación en tera- al terapeuta en el sistema como «otro más». La implantación del
pia familiar que se extendieron por toda Italia y en los que se inte- sistema del managed care en Estados Unidos fomenta en un prin-
graron la mayor parte de los profesionales de terapia familiar de cipio las intervenciones estructurales y estratégicas, y ayuda a que
ese país. emergieran los enfoques de terapia breve centrados en solucio-
ı nes (29, 30). La evolución de otro de los pilares de la teoría sisté-
ı mica, la cibernética, dará lugar a un replanteamiento teórico gene-
orientaciones psicoanalíticas ral. Las aportaciones de Maruyama, Prigogine y Von Foerster
ı (31-33), originarán la denominada segunda cibernética. En el
La característica fundamental de las escuelas que se inclinan planteamiento inicial de la primera cibernética, el observador ex-
más hacia el polo psicoanalítico es que, aunque prestan una aten- terno estudiaba el sistema, tratando de deducir las reglas disfun-
ción especial a la familia, no dejan de considerar al individuo en cionales, para desde fuera o desde dentro, impulsar el cambio de
un primer plano. La familia está compuesta por individuos, cada las reglas o la estructura familiar. Sin embargo, se dejaba de lado
uno de los cuales tiene su propia identidad y su propia historia. Se la influencia que ejercía el observador sobre el sistema. Esta in-
estudiará a cada individuo y sus interrelaciones dentro de la fami- fluencia inevitable modifica el funcionamiento familiar, que se
lia. Dentro de este grupo hemos nombrado el Ackerman Institu- adapta a la nueva situación. Esta evolución teórica vuelve a apo-
te, el Grupo de Filadelfia, Bowen y su grupo, y la orientación gru- yarse en parte en la física, en concreto en la física cuántica, que es-
poanalítica. tudia las partículas subatómicas y que había llegado a la sorpren-
Ackerman utiliza un lenguaje psicoanalítico para desarrollar dente conclusión de que algunas partículas sólo existen cuando
sus teorías (24, 25), y presta especial atención al individuo. Sin alguien está mirando. Finalmente se demuestra que la objetividad
embargo, desarrolló un modelo terapéutico muy personal, en el es imposible de alcanzar y aquellos estudios que no tengan en
que el terapeuta se muestra muy activo y en ocasiones provoca- cuenta la influencia del observador sobre el contexto carecen de
dor, y en el que algunos autores creen ver una línea precursora del validez. Este principio se conoce como principio de incertidumbre
estructuralismo. de Heisenberg, que implica que no podemos observar algo sin
Tras su muerte, el Ackerman Institute se alejó del extremo afectarlo. No existe el observador independiente que pueda man-
psicoanalítico, se podría decir que se mueve hacia los enfoques tenerse al margen, observando como la naturaleza sigue su curso
mixtos, centrándose en el espectro. Por sus despachos han pasado sin afectar al objeto observado. La reflexión que se produce en
figuras importantes, como Don Bloch, Olga Silverstein o Peggy torno a estas teorizaciones trae consigo una vuelta a las ideas ini-
Papp. Estas dos últimas, junto con Betty Carter y Marianne Wal- ciales de Bateson y una revitalización de las teorías de la comuni-
ters han sido las principales impulsoras del llamado Proyecto de cación. El resultado es la aplicación del constructivismo a la teoría
terapia familiar de las mujeres (26), un movimiento que ha dado familiar, posición epistemológica desarrollada en diversas orien-
lugar en Estados Unidos a una terapia familiar feminista. Se cues- taciones científicas. La afirmación básica es que la realidad no
tiona y combate el ordenamiento jerárquico tradicional de la con- existe como tal verdad absoluta a la que se aproximan los indivi-
siderada «familia normal», tratando de aplicar la teoría feminista duos que intentan descubrirla, sino que ésta es construida por
y sus valores a la terapia familiar (27). cada uno de nosotros en nuestro contexto social. Familia y tera-
Terapia familiar contextual ha sido el nombre que se ha dado peuta forman una unidad que intentará construir una nueva rea-
a la aproximación a la terapia familiar del grupo de Filadelfia, li- lidad en la que la conducta sintomática sea redefinida de manera
derado por Ivan Boszormenyi-Nagy, quien trata de integrar las que ya resulte innecesaria (34, 35). Nacerán así las llamadas tera-
teorías sistémicas y las psicoanalíticas. Sus teorizaciones se plas- pias familiares pos modernas.
man en el libro Lealtades Invisibles (28), en el que se reconoce la ı
influencia de Freud y Sullivan por un lado, y por otro del filósofo ı
Martin Buber. Aportaciones importantes a la Terapia Contextual terapia familiar posmoderna
se han realizado desde Europa, concretamente con la inclusión en ı
este campo de Helm Stierlin, Profesor de la Universidad de Hei- Si algo distingue probablemente los enfoques de terapia fami-
delberg. La orientación grupoanalítica, tiene su principal repre- liar de otros enfoques psicoterapéuticos es la disposición de sus

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defensores de reflexionar sobre sus propias premisas y utilizar es- terapia familiar en España
tas reflexiones, los resultados de investigaciones, y una abertura ı
hacia el «cambio» mismo para modificarse. Con la llegada de las España se queda impactada con el paradigma sistémico ini-
voces críticas dentro de los enfoques estructurales y estratégicos, cial. Aunque hay algunas publicaciones anteriores, su verdadero
hubo una incomodidad creciente con la manera manipulativa e desarrollo empieza en la década de 1980, cuando diferentes pro-
intervencionista. Las terapias familiares pos modernas se basan fesionales, formados en diversos países (Italia, Suiza, Estados
fundamentalmente en el constructivismo, el construccionismo Unidos), comienzan a reunirse para intercambiar sus experien-
social y la narrativa. Según algunos autores (36), el constructivis- cias e impulsar un proceso conjunto de desarrollo de la terapia fa-
mo ha cambiado la terapia familiar más que ninguna de sus miliar en España. La primera reunión registrada tuvo lugar en Za-
orientaciones anteriores. De acuerdo con Manrique (37), el ragoza, en 1981, donde informalmente coincidieron, entre otros,
Constructivismo constituye un marco general en el que se inscri- Fernando Carrasco, Alberto Carreras, Paloma Lago, Carmen. F.
ben las teorías e ideas desarrolladas en torno a la segunda ciber- Rojero, José Luís Ruiz de Munain, Ricardo Sanz, Alberto Sarró y
nética, las teorías de los sistemas observantes y de los sistemas Teresa Suárez. Se puede afirmar que los miembros de este grupo
autónomos. El terapeuta «construye» una realidad junto con la de psiquíatras, psicólogos, asistentes sociales y filósofos, conjun-
familia, por lo que el sistema así formado, el sistema terapéutico, tamente con compañeros como Norberto Barbagelata, Annette
será la unidad de tratamiento. Si el terapeuta de la primera ciber- Kreuz, Itziar Landáburu, Juan Luís Linares, José Navarro, Ro-
nética trata un problema que le trae la familia como algo objetivo, berto Pereira, José Antonio Ríos, entre otros han sido los que
externo a él, sobre el que hay que intervenir para modificarlo, el con sus seminarios de formación y publicaciones han divulgado
terapeuta de la segunda cibernética selecciona lo que le parece la terapia familiar en nuestro país. A esa primera reunión de Za-
relevante de lo que cuenta la familia, no porque sea lo verdadero ragoza, siguieron otras que se convocaron anualmente y que se
o lo evidente, sino porque le parece que puede resultar útil para convirtieron en las Jornadas y Congresos Nacionales de Terapia
modificar la visión del mundo del sistema terapéutico de la ma- Familiar (en el año 2002, se convoca el XXIII Congreso en Sala-
nera que sea más satisfactoria para todos. El Constructivismo manca).
pone en cuestión nuestra percepción de la realidad al postular que En 1983, la Terapia Familiar hacía su presentación oficial en
no hay una realidad lírica y objetiva, sino que cada observador el campo psiquiátrico español, con la presentación de la ponencia
configura su propia interpretación de la realidad, su manera per- Paradigma Sistémico y Terapia de Familia en el XIV Congreso
sonal de entender el mundo (35). de la Asociación Española de Neuropsiquiatría (41). Desde en-
La utilización de narraciones, historias, etc., como metáfora tonces, la terapia familiar no ha dejado de estar presente, tanto
para describir las relaciones familiares es antigua en la terapia fa- en el contexto psiquiátrico como psicológico, desempeñando un
miliar, aunque su evolución y desarrollo como corriente narrati- papel progresivamente mas activo. En 1994 fue incluida como
va es reciente. En las teorías del funcionamiento familiar basado prestación sanitaria del Sistema Nacional de Salud como atención
en las narrativas se parte de la idea de que las narraciones que ha- especializada (Real Decreto sobre Prestación Sanitaria del Sistema
cemos, la manera cómo nos «contamos lo que pasa», construyen Nacionasl de Salud, aprobado por el Consejo Interterritorial de
nuestra realidad hasta tal punto que pueden llegar a ser la realidad Sanidad, en el Anexo 1, artículo 3 sobre atención especializada) y
misma. La familia deviene así en una historia contada por sus recientemente como una de las ramas de formación terapéutica
protagonistas, los miembros de la familia, y en la que se integra pos graduada para la recién creada especialidad de psicología clí-
todo lo ocurrido, lo que hubiera podido ocurrir, todas las perso- nica.
nas, contextos y situaciones pasadas, presentes (o incluso futuras) En 1984, se formó la primera Asociación de Terapia Fami-
que llegan a ser significativas para ese grupo familiar. Además de liar, la Asociación Vasca de Terapia Familiar (actualmente Vasco-
la historia de la familia, cada miembro tiene su propia historia, Navarra), a la que siguieron la Valenciana, Aragonesa, Madrileña
que se entrelaza con las historias del resto de los miembros, cons- y Catalana. Por fin, en 1991 se constituyó con las citadas asocia-
truyendo entre todos la vida familiar. Los conflictos surgen cuan- ciones la Federación Española de Asociaciones de Terapia Fami-
do se producen discordancias entre las diversas historias. liar, a las que se sumaron después la Andaluza, Asturiana, Balear,
El desarrollo de las teorías y técnicas basadas en la narrativa se Canaria, Cántabra, Castellano-Leonesa, Castellano Manchega,
ha producido en la década de 1980 con los trabajos de Michael Gallega y Extremeña, y que cuenta en la actualidad con mas de
White y David Epston (38), quienes proponen una concepción 1.300 socios. La Federación reúne más del 90 % de las asociacio-
narrativa basada en la capacidad de las personas para desarrollar nes de terapia familiar españolas y ha consensuado criterios míni-
historias alternativas. Cuantas más historias distintas sea capaz de mos de acreditación de programas de formación, de terapeutas
aceptar un sistema familiar, más posibilidades tienen sus miem- familiares y de docentes. En Septiembre de 2002, hay 23 escuelas
bros de crecer, individualizarse y desarrollar sus capacidades de terapia familiar acreditadas por la Federación, y cuatro revistas
emocionales e intelectuales. También son importantes las aporta- de terapia familiar que se publican regularmente en España: Cua-
ciones de Sluzki centradas en las visiones del mundo (39) y en su dernos de Terapia Familiar, editado en Madrid por J. A. Ríos (des-
posterior desarrollos que integran las narraciones familiares en de 1987); Redes editada en Barcelona por J.L. Linares (desde
contextos más amplios (40). 1996); Systemica, revista de la Asociación Andaluza de terapia fa-

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A. Kreuz Smolinski y R. Pereira Tercero
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miliar (8 números desde 1995), y Mosaico, Revista de la Federa- versal de habla hispana y agudo observador del campo sistémico,
ción Española de Asociaciones de Terapia Familiar (desde 1996). (42) acuñó el término sistemiqués para este vocabulario específico
y compartido por la mayoría de los terapeutas sistémico-familia-
res. Al final de este capítulo aparece un pequeño glosario de al-
Lo común en los enfoques gunos conceptos clave en terapia familiar sistémica. (Anexo). Es
evidente que la lista no es completa (43) y que gran parte de este
sistémicos familiares vocabulario se implantó en la fase inicial de la aplicación del pen-
ı samiento sistémico a la psicopatología; sin embargo, la mayoría
ı de los conceptos han sobrevivido al paso del tiempo y ayudan a
En los siguientes párrafos se describen los conceptos más co- los profesionales en su comunicación sobre casos y formas de tra-
munes utilizados en terapia familiar. Carlos Sluzki, teórico uni- bajar. En la tabla 131-1 se ofrece un cuadro sinóptico con una

/tabla131-1/
Etapas del ciclo vital familiar en Occidente en el siglo XXI
Comentarios y apuntes Necesidad de mantenerse estables Necesidad de modificar
sobre contextos socioculturales (capacidad morfoestática (capacidad del morfogenética
Etapa españoles actuales del sistema) del sistema

Independización del jo- La fase de adolescencia se ha alargado: Mantener el vínculo familiar sin convi- Diferenciación de la familia de origen,
ven adulto los jóvenes no se van de casa antes vencia desarrollo de relaciones con iguales,
de los 28 (mujeres) y 32 (varones) inserción en el mundo laboral
Formando pareja La mayor parte de las parejas todavía Aportar mitos e ideas individuales y fa- Negociando las reglas de convivencia
se casa, aunque tarde miliares de cada uno y compromiso, inclusión de la pareja
en la familia de origen y los sistemas
El primer hijo y familia La media de hijos/pareja en España es Mantener la relación de pareja conyugal). de amigos
con hijos pequeños y de 1.31 (INE, 2000) Separación > di- Esta etapa, después del ajuste inicial, Experimentar los nuevos roles parenta-
en edad escolar vorcio iniciado por la mujer (aumen- suele ser una de las más estables; la les, y de abuelos. Cambio de hábi-
to de tasa al año, y alrededor de 7 a aparición de síntomas se debe mayo- tos, reajuste, compromisos laborales
10 años de convivencia) ritariamente a crisis situacionales
Hijos adolescentes Esta etapa suele ser vivida conjunta- Mantener la jerarquía parental y el vín-
mente con la siguiente como la me- culo de cuidado con los hijos Integrar el desafío y la expansión de lí-
nos satisfactoria por los miembros mites en la relación padres/hijos
de la familia, ya que implica el des-
afío encubierto o abierto de las re-
glas familiares
Reencuentro de la pa- Divorcio > separación iniciado por el Diferenciación y vinculación se en-
reja madura, «el nido hombre ,aumento de tasa alrededor cuentran en un equilibrio dinámico Incluir las parejas de los hijos y tole-
vacío» y «el retiro» de los 50 años del marido en las parejas que no se separan rar «salidas y entradas». Cambiar a
una relación «entre adultos» con los
propios hijos, sus parejas y la fami-
lia política. Cuidar de la generación
de los abuelos y afrontar su pérdi-
da. Aumento de tiempo libre con-
junto, necesidad de autocuidado
(problemas físicos). Ejercer de «
Pareja anciana La etapa anciana es conjuntamente Conservar lo «positivo» de la historia abuelos»
con la adolescencia la fase del ciclo familiar Admitir la inversión de jerarquía en el
vital que más se ha alargado. La cuidado (hijos cuidan de los padres),
cuarta edad con sus necesidades de afrontar la muerte del cónyuge y la
cuidado masivo, inabarcable por las propia muerte
familias posmodernas, constituye un
reto para la sociedad
Tareas evolutivas En familias con separación o divorcio
Decisión de separarse La tasa de divorcio y separación se si- Conservar el rol parental, asunción de
o divorciarse túa en el 40% de las parejas, mu- corresponsabilidad, mantener el Planificación de custodia, visitas y fi-
chas se vuelven a casar y se vuel- nanzas, notificación a las familias de
ven a divorciar origen (abuelos)

continúa

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/c131/ Terapia familiar
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/tabla131-1/
Etapas del ciclo vital familiar en Occidente en el siglo XXIr (cont.)
Comentarios y apuntes Necesidad de mantenerse estables Necesidad de modificar
sobre contextos socioculturales (capacidad morfoestática (capacidad del morfogenética
Etapa españoles actuales del sistema) del sistema

Separación física Los hijos no se «creen» la separación Cooperación en las funciones paren- Afrontar la pérdida de la «familia intac-
Divorcio legal de sus padres hasta que uno de los tales ta» y de la pareja conyugal, adapta-
cónyuges se ha ido del hogar co- ción a la vida por separado, con
mún. Para ellos, todo «empieza» arreglo de visitas, vacaciones, etc.
aquí. Predictor de graves problemas:
litigios sobre la custodia
Familia uniparental En la gran mayoría de los casos son las Mantener el contacto de los hijos con Flexibilización de los arreglos de visitas
madres quienes conviven con los hi- el padre no custodial y de apoyo, ampliación y recons-
jos; separación y divorcio está ligado trucción de la red social
a una pérdida económica considera-
ble, con el riesgo de pobreza. Mu-
chos de los problemas de las fami-
lias monoparentales tienen su origen
en este hecho Mantener las relaciones de los hijos
Creación de una nueva Es la «victoria de la esperanza sobre la con la familia extensa del excónyu- Ampliar los espacios personales sin
pareja experiencia» (R. Pereira) ge, aceptar la necesidad de «tiem- descuidar el rol parental, tolerar la
pos de adaptación» personales de complejidad y ambigüedad de las
todos los miembros del sistema nuevas relaciones, expresar y resol-
Mantener la jerarquía parental respecto ver conflictos de lealtad y miedos
Constitución de una nue- a los hijos propios, aceptar los lími- Integración de limites permeables en
va familia tes del rol parental hacia los hijos de un modelo de familia diferente, ne-
la pareja. Apoyo conyugal gociación flexible de reglas de con-
vivencia, adiós a la idea de «familia
ideal»

descripción de diferentes modalidades de terapia familiar orga- fue abandonando, admitiendo sesiones «incompletas» e inclu-
nizados cronológicamente. A continuación se ofrece un breve yendo a otras personas significativas en el encuadre terapéutico.
apunte sobre la terapia de pareja: En muchas asociaciones profe- Incluso los hay que trabajan de manera individual con un con-
sionales se habla de la terapia familiar y la terapia de pareja como cepto familiar. (46). Sin embargo, hay que resaltar que el poder de
si fueran un binomio indisoluble. Dos ejemplos serían la Ameri- las sesiones conjuntas sigue siendo el estandarte de las interven-
can Association for Marriage and Family Therapy (AAMFT) y la ciones sistémicas y el núcleo de la formación en terapia familiar.
sección de Terapia Familiar y de Pareja de la Federación Españo- El proceso terapéutico se inicia antes del primer contacto con la
la de Asociaciones de Psicoterapeutas (FEAP) (44).En este capí- familia, en el momento de la derivación a una terapia familiar o
tulo partimos de esta base: terapia familiar y terapia de pareja de pareja para solucionar «un problema». La persona `que remi-
forman un conjunto, siendo la pareja el subsistema originario te al paciente y su manera de definir el problema y establecer el
del conjunto familiar. Insertadas en el texto ofrecemos cortas vi- vínculo al futuro terapeuta familiar se considera parte integral
ñetas de intervenciones posibles con la ayuda de un ejemplo fic- del proceso terapéutico y de la formación del sistema terapéutico.
ticio. Las intervenciones son habituales dentro del modelo de te- Muchos terapeutas hacen una recogida de datos sociodemográ-
rapia familiar fásica utilizado por la autora (45). ficos y estructurales iniciales por teléfono, la denominada ficha te-
ı lefónica y después de este contacto inicial formulan las primeras
ı hipótesis sobre lo que ocurre en la familia y su entorno vital. El te-
clientes rapeuta familiar utiliza diferentes sistemas de control de su propio
ı trabajo. La supervisión en vivo, bien realizando las sesiones en co
Generalmente, los terapeutas familiares prefieren la palabra terapia, bien con circuitos de vídeo y espejos unidireccionales con
cliente a la de paciente, reminiscencia del movimiento diferencia- profesionales que observan el desarrollo de la sesión, constituye
dor respecto al modelo médico. Del mismo modo, inicialmente, otra de las señas de identidad de la intervención familiar. Los «su-
el «dogma» de cualquier intervención familiar sistémica significa- pervisores», que pueden ser miembros del mismo equipo o con-
ba ver a la familia (todos los que convivían) siempre en conjunto. sultores, pueden intervenir de manera directa (vía teléfono, o en-
Se llegó a internar a familias completas durante tiempo prolonga- trando en la sesión) o indirecta (equipo reflexivo para el terapeu-
do, si la familia acudía incompleta, no se la atendía. Esta rigidez se ta) en el transcurso de la sesión. La persona para la cual se solicita

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A. Kreuz Smolinski y R. Pereira Tercero
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ayuda se considera portadora del síntoma, o paciente identifica- tural más amplio, que cumplen los principios de la retroalimenta-
do. El «cliente de verdad», lo que constituye el foco de interven- ción positiva y negativa. Las «reglas» son metáforas acuñadas por
ción, es la familia como conjunto. Como tal, es un grupo huma- el observador para denominar secuencias redundantes de com-
no pequeño, diferenciado del resto de grupos humanos por una portamiento, que caracterizan el funcionamiento de cada sistema
serie de características específicas. Una definición de «familia» familiar concreto, tanto entre los diferentes subsistemas como con
que pueda ajustarse a la complejidad de las formas diferentes de el entorno. Un ejemplo de la vida cotidiana sería la manera espe-
familias que existen en el siglo XXI (47) es la siguiente: cífica de sentarse a la mesa y servir la comida (o en la sala de es-
pera antes de entrar a una sesión), otro la manera de llegar a una
En una familia (monoparental, nuclear o reconstituida) conviven decisión sobre el mando a distancia de la televisión en los ratos de
habitualmente miembros de más de una generación, siendo una ge- ocio compartidos. Las «secuencias redundantes» que emergen
neración la de los padres (genéticos y/o biológicos, adoptivos, pa-
con el paso del tiempo a través de ensayos y errores alrededor de
drastros o de acogida) y la otra la de los hijos (genéticos y/o biológi-
cos, adoptivos, hijastros o de acogida). La convivencia de la familia lo cotidiano y en relación con acontecimientos significativos (fies-
se caracteriza por la existencia de tareas comunes, la búsqueda de in- tas, nacimientos, muertes) son muchas veces identificadas por los
timidad y privacidad, y la utopía o «mito» de la familia. Cuando se miembros como aquello que es «típico» o como mínimo habitual
funda la familia, cada miembro de la pareja aporta su mito personal o representativo de su familia. Cada familia tiene una estructura,
sobre cómo debe o no debe ser una familia. Con el tiempo a través que puede simbolizarse a través del genograma (50, 51) La utiliza-
de la negociación explícita e implícita de la pareja, y según la realidad ción del genograma familiar con sus símbolos universales es una
sociocultural y física se configura y co construye la forma de vida es-
técnica habitual para describir la estructura familiar utilizada por
pecífica de cada familia en particular. Esta forma de vida se ajustará
de manera idiosincrásica a las necesidades y exigencias vitales del diferentes modalidades de terapia familiar (fig. 131-2). Los hom-
conjunto y de cada uno de sus miembros (48). bres son representados con cuadrados, las mujeres con círculos,
las relaciones matrimoniales con líneas horizontales, las descen-
Durante las primeras entrevistas se establece generalmente un dencias con líneas verticales. La escuela estructural añadió símbo-
contrato terapéutico, consensuado entre familia y terapeuta, en el los específicos que permiten describir relaciones significativas. Es
que se establecen los marcadores de contexto de las sesiones como uno de las formas clínicas más utilizadas de diagnóstico familiar,
frecuencia, finalidad, pago, quién acude, etc. Todos los terapeutas que permite la modificación y descripción de cambios a lo largo
de familia trabajan con la interacción en el «aquí y ahora» de la se- del proceso terapéutico.
sión terapéutica. Todos están observando las pautas de comunica- Todas las familias están sometidas a cambios, simplemente
ción en el flujo de interacciones que se establecen, tanto entre los por el paso del tiempo, o a crisis evolutivas, siguiendo de manera
miembros de la familia como con el/la terapeuta y su equipo. Las más o menos regular las etapas del llamado ciclo vital, otra de las
modalidades específicas de intervención (técnicas verbales, técni- dimensiones diagnósticas en la descripción de las familias. El con-
cas activas, tareas inter sesión) dependen de la orientación tera- cepto de ciclo vital es transcultural y necesariamente tienen que
péutica con la cual trabaja el profesional y que define su idea so- adaptarse los contenidos de las etapas a los contextos temporo es-
bre la familia, el rol del terapeuta y el proceso de cambio. Habi- paciales a los cuales pretende referirse. Cada transición de una
tualmente, al final del contrato terapéutico y después, existe un fase del ciclo vital a la siguiente implica el paso por una crisis, ca-
seguimiento con la recogida de retroalimentación (feedback) sobre racterizada por una mayor inestabilidad del sistema en conjunto.
la terapia en sí. Los cambios necesarios en la adaptación a la nueva fase del ciclo
ı vital se llaman cambios 2, o cambios cualitativos, ya que necesitan
ı tanto de la capacidad morfogenética como morfoestática del siste-
«diagnostico» en la terapia familiar ma familiar, e implican la alteración de las reglas de interacción
ı del conjunto. Las fases que citamos en la tabla 131-1 están adap-
Si el «cliente» del terapeuta familiar es el conjunto, cualquier tadas al contexto sociocultural de Occidente a partir de la segun-
enfoque diagnóstico tiene que ver con la descripción de la inter- da mitad del siglo XX, implicando en su versión ampliada la sepa-
acción en este sistema abierto y viviente. El «diagnóstico familiar» ración y el divorcio con la posibilidad de familias reconstituidas.
es un diagnóstico de procesos interactivos, de las dinámicas y Además de las crisis evolutivas correspondientes al ciclo vi-
cambios en la convivencia, de la percepción de la historia y mitos tal, cada familia tiene que afrontar crisis situacionales que tienen
del pasado, presente y futuro familiar, y de los deseos y miedos re- su origen en un cambio brusco del contexto vital interno y/o ex-
lacionados con ello. De hecho, el diagnóstico tradicional con la terno de la familia. Aunque habitualmente se relacionan con el
implicación de un modelo médico rígido fue y sigue siendo re- concepto de pérdidas catastróficas, como puede ser un accidente
chazado por la mayoría de los terapeutas familiares, a excepción con incapacidad en uno de los padres, una enfermedad crónica o
de los enfoques psicoeducativos, ya que cualquier diagnóstico su- la muerte de un hijo, los llamados «golpes de suerte» (ganancia de
giere una idea de estabilidad falsa e invita a un pensamiento cau- una suma de dinero importante, ascenso inesperado en el traba-
sal lineal (49), distrayendo de la idea del sistema familiar y tera- jo) implican la misma exigencia de cambio al conjunto familiar.
péutico como un todo. La vida familiar y su dinámica se ven En el momento que el sistema familiar no puede acometer los
guiadas por reglas de interacción inmersas en el contexto sociocul- cambios necesarios para adaptarse al contexto diferente creado

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todo las escuelas adscritas al construccionismo social rechazan


Rebiz Torn cualquier diagnóstico individual tradicional, ya que relacionan
sus categorías con el inevitable etiquetaje social y con los efectos
Fal. 2.0600 M.a Dolores
posibles de una profecía autocumplida (52). Estas escuelas tam-
bién se muestran poco favorables al diagnóstico de las interac-
ciones familiares con técnicas tradicionales como cuestionarios o
rejillas. Dejando los extremos pos modernos, nos encontraríamos
Esquizofrenia con el diagnóstico de las interacciones familiares que supuesta-
48
Pepe 54 52 mente llevan al mantenimiento de los síntomas. Aquí el énfasis
María reside en la descripción de los ciclos repetitivos, causalidad circu-
lar, de conductas observadas con la familia y de las reglas subya-
centes, por ejemplo alianzas y coaliciones, triangulaciones y pa-
Loli 27 23 José (paciente identificado) rentificaciones, cuya descripción ayuda a orientar la intervención
terapéutica. La pregunta clave del terapeuta familiar no es «¿Por
qué ocurre lo que ocurre?, sino «¿cómo ocurre lo que ocurre, para
qué ocurre lo que ocurre? y ¿por qué no ocurre otra cosa?». Los
/figura131-2/ inicios de la terapia familiar, las escuelas de orientación estructu-
Ejemplo de genograma ral, conductual y analítica han promovido diferentes formas de
Un terapeuta estructuralista podría dar la siguiente lectura al geno- diagnóstico de las familias y parejas, que implican sobre todo me-
grama: el genograma que surge de la primera sesión demuestra una
familia en fase de adolescencia (tardía) de sus hijos. Resalte la muer-
didas en tres dimensiones: la adaptabilidad, la cohesión y la co-
te de la abuela materna, que coincide con el empeoramiento del municación familiar (53). Estas herramientas de diagnóstico fa-
comportamiento del paciente identificado, José. Era la persona que miliar, una tolerancia relativa hacia los modelos tradicionales y las
más cercanía expresaba a José, su nieto preferido (alianza transge- nuevas formas de investigación cualitativa, han promovido algu-
neracional estable). Es una familia con rupturas de relación (entre los nos de los trabajos sobre eficacia y eficiencia de la terapia familiar,
hermanos y entre la nuera y la suegra). Hay pautas repetitivas trans-
generacionales (las madres se llevan bien con los primogénitos). Am-
con resultados favorables reconocidos y contrastados (54-62)
bos padres no han tenido hermanos del sexo opuesto (falta de mo- ı
delo). El patrón de nombrar a los hijos es tradicional. En la fase de ı
acomodación (joining) empezando por el padre, seguido de la madre, objetivo terapéutico
de la hija mayor y por último el chico, la terapeuta pregunta por la for- ı
ma de vida de cada uno de los miembros de la familia, y del conjun-
to, resaltandolos aspectos que denotan fortalezas y habilidades: el
Si el tema del diagnóstico es bastante controvertido, el de las
padre ha mantenido su trabajo, durante más de 35 años (es usted metas de la intervención con familias, aunque no excento de po-
una personal fiel), la madre, ama de casa, se ha hecho cargo de su lémica, lo es mucho menos. Dicho con un lenguaje sistémico y
hermana enferma y del cuidado de sus padres hasta su muerte (se pragmático, los objetivos de la terapia familiar son la promoción
siente muy responsable de los suyos), la hermana finaliza los estu- de la creación y del mantenimiento de un sistema familiar que
dios (la primera en dos familias que tiene carrrera superior) y el chico
tiene amigos que le buscan. A la pregunta «cuál es el problema» con-
no está organizado a causa de un problema o síntoma en uno o
testan: padre, «el problema es mi hijo»; madre «el problema es que mi varios de sus miembros. Ninguno de los miembros de la familia
marido es demasiado blando con José»; hermana, «hay dos proble- presenta síntomas psicofísicos y/o sociales duraderos o serios; las
mas, mi boda y mi hermano» y José, «no hay problemas, somos enfermedades crónicas no son empeoradas en su curso y no im-
como todas las familias, a veces mal, a a veces menos mal». piden el crecimiento individual y del conjunto más allá de su im-
pacto inevitable (63).
En las intervenciones, se incrementa la conciencia de las
interdependencias de la familia con respecto a los demás sis-
por el cambio originario de la crisis, bien evolutiva, bien situa- temas sociales, se ayuda a través del trabajo de redes a conse-
cional, aparecen los síntomas en uno o varios de sus miembros. guir los máximos recursos posibles y se incentiva una mayor
Uno de los temas más controvertidos en el campo sistémico tolerancia a la incertidumbre inherente en todos los sistemas
es el del diagnostico de la familia en un sentido más tradicional o complejos. Son pocos los terapeutas familiares actuales, sea
positivista. Hay quien afirma que cualquier diagnóstico es opues- de dónde sea su «ideología sistémica», que no suscribirían los
to a la idea sistémica porque introduce una jerarquización en el objetivos de la terapia familiar que publicó Carl Whitaker en
sistema terapéutico, donde el terapeuta aparece como supuesto 1991 (64). Éste es uno de los pocos legados teóricos de este
«experto», y, al posicionarse como un observador «objetivo y ex- maestro de la «terapia de lo absurdo», que se declaró contrario
terno», entra en contradicción epistemeológica con el paradigma al exceso de teorías en la práctica y la formación de la terapia
de la segunda cibernética. Este paradigma incluye al observador familiar, porque veía que con frecuencia se convertían en una
como parte del sistema con una influencia circular entre tera- especie de camisa de fuerza para el terapeuta que se «casaba»
peuta y clientes que imposibilita una «evaluación objetiva». Sobre con ellas (tabla 131-2).

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familia y el espacio vertical (las personas pueden subirse a tabure-


/tabla131-2/ tes o sillas) para expresar poder o influencia. El/la terapeuta pide
Objetivos de la terapia familiar (Carl Whitaker, 1991) al familiar que hace la escultura que lo haga «sin hablar», los fa-
miliares se dejan «moldear» sin comentarios.
Mejora de la comunicación Mejora de la empatía Una vez terminada, el «escultor» explica el significado de su
Mejora dela autonomía y de la in- Mejora del desempeño de tareas «obra». Después, cada miembro de la familia comenta cómo le
dividualización individuales
Flexibilidad de liderazgo Mejora del acuerdo de roles
hace sentir la escultura realizada. Todos los miembros de la fa-
Reducción de conflicto Mejora de síntomas individuales milia suelen hacer «su» propia escultura, a veces el terapeuta hace
una escultura de cómo el o ella ve a la familia. Una forma sencilla
de escultura es «la foto familiar»: se le pide a la familia, sin más ex-
plicación, que se ponga «para una foto que demuestra lo que pasa
en esta familia».
Lo diferencial en los enfoques
La terapeuta le pide a la hija que haga una escultura: como teme que
sistémicos familiares será «su foto familiar el día de su boda». La hija se posiciona al lado
ı de su novio (representado por una silla vacía), llorando, su madre y
su padre están detrás de lla, con la máxima distancia posible entre
ı
ellos, el padre tiene cara de enfadado, la madre está llorando, el her-
rol del terapeuta y proceso terapéutico mano no aparece... Al explicarlo dice «podría ser todavía peor: mi
en la primera cibernética padre en el hospital con mi hermano, porque ha vuelto a tener otro
ı accidente de moto por ir como loco (ya llevatres este año). En la foto
La palabra clave de la época inicial de terapia familiar es ho- familiar de boda deseada ambos padres están cercanos, sonrientes y
meostasis, vinculado a los procesos inter dependientes de morfo- el hermano presente, en la esquina, al lado del padre. Preguntando
génesis y morfoestasis y el pensamiento sistémico que se consi- asl hermano sobre cuál de las dos «fotos» le parece mejor, comenta:
«la segunda, pero sin tanta sonrisa, me parece falso». Preguntando
deraba aplicable a sistemas mecánicos y vivientes indiscriminada- sobre qué es lo que cada uno de los miembros de la familia podría
mente. El foco de mira es lo que no cambia, lo que se queda igual hacer para que se pudiera hacer realidad la segunda foto, la terapeu-
y es problemático: el síntoma y las interacciones familiares en su ta empieza provocando, Terapeuta: «bueno, mamá podría decirle a
entorno. La idea es que hay una función del síntoma: mantener el papá que le quitara una pieza importante de la moto» (fortalecer el
equilibrio de la familia. El terapeuta, como agente externo, tiene sub sistema parental). Madre: «eso nunca lo haría y menos si se lo pi-
la tarea de desbalancear el equilibrio «malsano» a través de alian- diera yo». Hermana: «además, los accidentes peores han sido cuan-
zas terapéuticas, para conseguir que el síntoma se vuelva innece- do él ha ido de paquete». Hermano: «yo ya no voy tan loco como an-
tes. Terapeuta: ¿cómo consigues que tú padre pueda confiar en ti,
sario. Las intervenciones desde la óptica estructural suelen tener el pero tu madre y tu hermana sigan pensando que eres una bala per-
cuño de la primera cibernética. Con clara ironía hacia las inter- dida?». Hermano: «ellas son miedosas». Terapeuta (a la hermana):
venciones estratégicas, Minuchin, el «padre» de los estructuralis- «si tu hermano se matase con la moto, quién de tus padres tendría
tas (65), comentó que había inventado su modelo para los tera- más ganas de morirse también?». Hermana: «No sé, los dos, bueno,
peutas «no demasiado brillantes», dando a entender que es un creo que mi padre». Terapeuta (a la madre): « su marido se ha dado
modo de intervención sencillo. Ahora bien, los terapeutas que cuenta de que en ralidad ha roto con su hijo porque se desespera por
utilizamos técnicas estructurales insistiríamos en no confundir protegerle, y porque siente que no puede prevenir que el chico se
haga daño?».
sencillez con simpleza. El concepto del joining o alianza terapéu- ı
tica es esencial para el modelo estructural, y su investigación uno ı
de los campos prometedores (66). Toda familia se organiza alre- rol del terapeuta y proceso terapéutico
dedor de límites intra familiares y extra familiares que permiten la en la segunda cibernética
sensación de pertenencia y la diferenciación necesaria. La pareja de ı
padres forman a la vez el subsistema parental y el subsistema con- Si en la primera cibernética el énfasis residia en los procesos
yugal, con funciones diferenciadas, los hijos (hermanos entre de estabilidad y homeostasis del sistema familiar, en la segunda
ellos) el subsistema de fratría. El terapeuta estructural promueve cibernética el foco se reorienta hacia los aspectos de cambio:
el establecimiento de límites adecuados (flexibles o permeables) cómo interactúa el terapeuta con la familia para provocar un
con las familias de origen a la vez que su integración en la crianza cambio con respecto a los síntomas y disfuncionalidades presen-
de sus nietos. Cuestiona alianzas estables y combate alianzas tados. En los enfoques estratégicos, los síntomas que presenta un
transgeneracionales como fuente de conflictos. Una de las técnicas miembro de la familia se consideran una forma más de comuni-
estructurales activas, de más impacto, y no verbal es la escultura cación; surgen por la tendencia cada vez más rígida a repetir com-
familiar. En la escultura familiar, los miembros de la familia se pulsivamente las soluciones memorizadas infructuosas (mas de lo
posicionan físicamente en la sala de terapia para demostrar cómo mismo). La investigación y los axiomas de la comunicación hu-
experimentan la naturaleza de sus relaciones. Se posibilita que el mana, al igual que la teoría de grupos, forman la base de las in-
espacio horizontal exprese la distancia entre los miembros de la tervenciones que elabora el terapeuta, muchas veces dirigidas a

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desarticular situaciones de doble vínculo, o embroglio. La observa- rol del terapeuta y proceso terapéutico
ción de las redundancias conduce a la formulación de una hipó- en la terapia familiar posmoderna
tesis sobre el funcionamiento familiar y al diseño de una estrate- ı
gia que dé como resultado la modificación de las reglas que no re- La mirada terapéutica cambia otra vez de foco: no se miran las
sultan útiles para su funcionamiento adecuado. La terapia se cen- pautas recurrentes de soluciones infructuosas, ni la manera cómo
tra en la solución del problema presentado y en el aquí y ahora, cambiarlo, sino los recursos de los clientes. Se parte de la idea de
cambiando la «clase de soluciones intentadas». Esto implica la que las soluciones y posibilidades de superación ya están presen-
utilización de prescripciones de síntomas y paradojas terapéuticas. tes en la vida familiar, incluso antes de empezar con el tratamien-
Los terapeutas son observadores participativos del sistema fami- to, como mínimo en forma de «excepciones a la regla» (69). To-
liar, que promueven el cambio desde dentro, formando el equipo das las personas que pueden ayudar a generar soluciones están
terapéutico con la familia. Haley (67), en su época inicial, compa- bienvenidos en el proceso terapéutico. Son las familias (extensas)
raba la situación de la terapia con una partida de ajedrez: este sí- la «fuente del saber» del terapeuta. Las preguntas giran alrededor
mil demuestra la visión de «conjunto polarizado» de la relación de la proyección al futuro en el que no existe el problema (pre-
terapeuta familia y el permiso (si no necesidad) para mantener la gunta del milagro de las influencias relativas y las excepciones). Una
estrategia terapéutica utilizada en secreto. Haley (67), como qui- de las técnicas con más divulgación es la exteriorización del pro-
zás ningún otro terapeuta, ha defendido siempre la necesidad de blema. En esta maniobra verbal metafórica, se personifica el pro-
una jerarquía de poder, tanto en las familias como en el sistema blema, que toma la forma de un casi personaje externo al cliente.
terapéutico. Las tareas que la familia como conjunto, o parte de Este «personaje» tiene influencia sobre la vida del cliente, pero a la
sus miembros, tienen que llevar a cabo entre las sesiones con el/la vez es influenciable por él. De esta manera se reconoce el sufri-
terapeuta, son esenciales para el transcurso de la terapia estraté- miento y se refuerza la idea de capacidad y agencia. Esta técnica
gica. Cloe Madanes (68) afirma que la tarea o directriz es a la te- ha demostrado ser de gran utilidad en el tratamiento con niños
rapia estratégica lo que la interpretación al psicoanálisis. Las in- (70). El artífice de esta manera de trabajar, Michael White (38), se
tervenciones utilizadas van desde la prescripción del síntoma y su ha propuesto derribar la meta narrativa (o discurso dominante)
reencuadre o reestructuración hasta ordalías y rituales. El éxito de la del estructuralismo. Según él, conceptos como límites y jerarquías
terapia consiste en provocar un salto cualitativo de un sistema de sólo sirven para mantener el poder de los profesionales. La mane-
reglas a otro, el terapeuta es el facilitador o agente de este cam- ra de preguntar y comentar en el transcurso de la sesión es extre-
bio. Una de las técnicas verbales más utilizadas son las preguntas madamente cercana a lo que revela la interacción del momento.
circulares. El foco está en el valor interaccional, no en conceptos individua-
les. El o la terapeuta relativiza su influencia, manteniéndose des-
En la tercera sesión se habla de la muerte de la abuela paterna. centralizado hasta incluso invertir los roles. Un buen ejemplo se-
Terapeuta ( dirigiéndose al padre): « si la abuela viviese y quisiera ría una pregunta del cliente a su psiquiatra: «¿De qué manera cree
ir a la boda de su nieta, de qué manera ayudaría que el nieto está usted que la nueva medicación que me prescribe encaja en sus
reñido con su madre?». Padre: « bueno, el chico estaría con ella, planes para mi vida?». Aunque muchos de los defensores de las
en vez de con su madre, ya que yo tendría que estar con mi hija,
corrientes mas recientes en terapia familiar reniegan de su pasado
que soy el padrino». Y si usted, en vez de defender a su madre, hu-
biera estado mas de parte de su mujer, como cree que esto hubie- cibernético, hay voces que defienden la interdependencia de sus
ra influido en la relación de Pepe con su hermana?». Ella (diri- las intervenciones posmodernistas y los pasos anteriores históri-
giéndose a la hija) siempre se ha quejado de que la abuela tratara al co-sistémicos (71).
chico mejor, y mi mujer también. Yo no lo sé, pero claro, si hu-
biera estado más de parte de mi mujer, hubiera reñido con mi ma- Después de la boda de la hija (con foto familiar, hijo incluido), vie-
dre. Quizás los hermanos estarían mejor, pero esto no se puede nen a visitarse los padres como cónyuges. Se ha elaborado un nuevo
saber nunca». contrato terapeutico, que especifíca el foco de las sesiones en mejo-
Entre la tercera y la cuarta sesión, se les da una tarea a la familia: to- rar la relación de pareja. Cuando se habla de los inicios de la relación,
das las noches que cenen juntos, la madre leerá una nota antes de ce- los dos comentan que se conocieron «muy jóvenes», en un pueblo
nar: «querido hijo, te damos las gracias porque con tu mal compor- pequeño de la provincia de Alicante, y que ninguna de las familias de
tamiento nos distraes lo suficiente para que no nos acordemosde- origen aceptaba la relación. Terapeuta: (a los dos): «si piensan en su
masiado de las penas ( la muerte de la abuela, y que yo no pude ha- propia historia de amor, al principio, hay algún cuento o alguna pe-
cer las paces con ella porque se murió justo antes de que llegara al lícula que les viene a la mente. Madre: «cuando eres tan joven, yo
hospital). De esta manera mantienes su memoria viva, sin tener que tenía 14 años, y entonces no era como ahora, que las chicas saben
nombrarla, y nos haces sentir todavía más su ausencia. También te más que yo que sé, yo sólo sufría, porque le quería ver, pero mi padre
damos las gracias, porqué te llevas mal con tu hermana, lo cual le da me decía que si seguía me mandaba con mi tía, que es lo que luego
una buena excusa para irse de casa y no sentirse culpable. Sabes lo hizo, y entonces estuvimos sin vernos casi 8 meses, pero él entonces
mucho que quiere a su novio y lo mucho que me quiere a mi, su ma- se buscó a un amigo que le llevó a Granada, y nos vimos otra vez, a
dre: sin ti, su dilema sería terrible. Y te damos las gracias tu papá y escondidas, y él me escribía cosas, yo le escribía. Padre: « Fue una
yo, porque contigo en medio siempre tenemos de qué hablar. Reñir aventura aquello, fue bonito, mi madre creía que yo le iba a ayudar
sobre ti es mejor que tener estos silencios que teníamos antes». Lue- a este amigo en una mudanza, y le mentí diciendo que nos ibamos a
go deberían hacer lo de siempre. Málaga, lo de la mudanza era verdad, y Málaga también, pero yo

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A. Kreuz Smolinski y R. Pereira Tercero
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nada más hice el viaje con él, y luego me largué para Granada» Te- ma de «no saber» no implica ignorancia, sino la trascendencia del
rapeuta: «Así que el principio fue un poco como Romeo y Julieta... saber. El profesional tiene conocimientos (de psicopatología, so-
¿Alguna vez han pensado cómo hubieran vivido Romeo y Julieta, bre la historia de la familia, de pautas de comunicación) pero no
cómo hubiera seguido su historia, si no se hubieran muerto después
está aprisionado por este saber. El objetivo final de la intervención
de su primera noche de amor, vamos, si se hubieran casado y tenido
hijos?». Risas por parte de los dos. Padre: «Si nos quiere vender que terapéutica no es conseguir una forma o un funcionamiento es-
somos Romeo y Julieta de mayorcitos, vamos..., pero lo que sí que he pecífico de la familia, sino un efecto «desatascador», gracias al
pensado alguna vez es que ella es como Escarlata O´Hara, de Lo que cual la familia «sabe cómo seguir adelante». Según sus defensores,
el viento se llevó, pero yo nunca he sido un Red Butler...». es una forma de terapia familiar que promueve la responsabilidad
y la implicación de la familia en un clima democrático, igualitario
Una de las maneras de definir al terapeuta pos moderno na- y colaborador.
rrativista en sesión es hablar de su actitud de «no saber». Esta for- Un resumen de lo expuesto se presenta en la tabla 131-3.

/tabla131-3/
Conceptos básicos y orientaciones en terapia familiar
Visión de la familia Técnicas de intervención, rol del terapeuta
Modelos y de los síntomas Proceso de cambio y representantes

Estructurales Existen «estructuras adecuadas» La estructura se reequilibra ade- Joining activo con el sistema y cada uno de sus
para las diferentes etapas del cuándose a la etapa del ciclo componentes, alianzas «terapéuticas», desafío,
ciclo vital; los síntomas se ori- vital a través de modificacio- exageración, para provocar crisis y desequilibrar
ginan por desequilibrios es- nes en las jerarquías y limites la estructura problemática. Redefiniciones posi-
tructurales referente a los re- intra y extrafamiliares tivas, dramatización, trabajo con subsistemas
querimientos evolutivos Minuchin, Montalvo, Colapinto
Psicodinámico Los padres cuentan con una dife- Se focaliza en conflictos no re- Elaboración y modificación de reglas comunica-
renciación adecuada y una sueltos y pérdidas en las fami- cionales y de interacción que se transmiten de
percepción realista de sí mis- lias de origen, además de en generación en generación, deudas transgenera-
mo y de sus familiares, for- procesos de distorsión de la cionales. Reconstrucción de una vinculación di-
mando una coalición estable. información (proyección) ferenciada y promoción de crecimiento indivi-
Los síntomas pueden deberse dual y familiar
a legados de generaciones an-
teriores y confusión de roles Borzomeny-Nagy, Stierlin, Ackerman†, Framo†
Experiencial Las familias «sanas» tienen una Se focaliza en la interacción en la Técnicas de dialogo (silla vacía). Escucha activa,
estructura con límites claros, sesión, modelando pautas de escultura familiar, promoviendo la participación
compromiso de cuidado mu- interacción verbal y no verbal activa, no solo verbal, y el ensayo en la sesión
tuo, pautas de comunicación y (estilos de comunicación) y tra- por parte de la familia. El terapeuta adopta un
expresión de sentimientos bajando con un nivel alto de rol activo y confrontativo. Puede utilizar autorre-
abiertas y coherentes y hones- emocionalidad velación para fomentar la comunicación
tas. El clima emocional es posi-
tivo y la vinculación con la so-
ciedad abierta. Los síntomas
se originan por una disfunción
en la comunicación del sistema Satir†, Whitake†
Psicoeducativos La esquizofrenia es una enferme- Una mayor información sobre los Instrucción e información sobre los trastornos,
dad orgánica, al igual que problemas implica una mayor grupos de familiares y grupos de pacientes. Es-
otros trastornos crónicos (dia- posibilidad de adaptación fun- casa vez sesiones con una sola familia, fomen-
betes, Alzheimer, bulimia y cional al problema crónico to del apoyo familiar hacia el enfermo
anorexia). Las familias tienen
que fomentar conductas adap-
tativas a través de recompen-
sas y una distribución de cos-
tes adecuados para comporta-
mientos desadaptativos. Las
«ganancias secundarias» pue-
den mantener síntomas Anderson, Hogarty, Leff, Faloon, Liberman, Eisler
Estratégico-comunica- La familia necesita una jerarquía Se centra en el problema presen- La redefinición se utiliza para modificar las se-
cionales de poder clara y un amplio re- tado y no va más allá del sín- cuencias cognitivas y comportamentales y las

continúa

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/c131/ Terapia familiar
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/tabla131-3/
Conceptos básicos y orientaciones en terapia familiar (cont.)
Visión de la familia Técnicas de intervención, rol del terapeuta
Modelos y de los síntomas Proceso de cambio y representantes

pertorio de comportamientos toma. Se promueve un cambio jerarquías de poder subyacentes. El contrato te


que utiliza de manera flexible a 2, «cambio de la clase de so- rapéutico implica una meta concreta y consen-
lo largo del ciclo vital. Los sín- luciones intentadas» que en re- suada entre terapeuta y familia. Se utilizan téc-
tomas se originan por la repeti- alidad mantienen el síntoma nicas de persuasión. La tarea intersesión es
ción de «soluciones ineficaces» esencial: prescripciones paradójicas, ordalías
a los problemas cotidianos para contrarrestar «triangulaciones perversas» y
el «doble vínculo».
Madanes, Haley, Watzlawick, Fisch†
Segunda cibernética
Escuela de Milán Las familias se rigen por creen- Cambiar las percepciones y cre- Formular hipótesis a través de preguntas circula-
cias y percepciones comparti- encias para abrir el camino ha- res, mantener una neutralidad implicada. Devo-
das, que regulan su vida en co- cia «juegos» de interacción lución posterior a la sesión con connotación y
mún y rigen sus « juegos» de menos nocivos, disolver el redefinición positiva del síntoma, prescripciones
interacción «embroglio» conductuales directas y paradójicas, prescrip-
ciones ritualizadas (prescripción invariable)
Selvini†, Checcin, Boscolo, Prata
Modelos multidimensio- Las familias son sistemas com- Se prioriza el síntoma por el cual Se utilizan técnicas de procedencia estructural, es-
nales plejos en interacción con el la familia pide ayuda como pri- tratégica, construccionista, psicoeducativa y
contexto, Solicitan ayuda mera fase; después se amplia analítica según el síntoma y la fase del trata-
cuando definen un aspecto de el foco a otros aspectos de la miento, con un pragmatismo funcional orientado
su convivencia como proble- interacción familiar y de la pa- en la investigación. El rol del terapeuta es activo,
ma. Disponen de recursos es- reja conyugal, si así lo solicita se entiende como parte de un sistema creado a
tructurales, cognitivos, emo- propósito.
cionales y comporta-mentales
para ajustarse a las demandas
de cambio Stanton , Gammer,
Terapia familiar de
corte posmoderno i
Terapia breve orientada La familia viene con un relato de Los significados y no la conducta Preguntas orientadas hacia las excepciones, me-
en soluciones su historia e interacciones, or- se convierten en el eje del tra- joras y capacidades, esclarecimiento de se-
ganizado por los síntomas y bajo terapéutico, coconstruyen- cuencias, reformulación
mitos familiares dose entre terapeuta y familia
un relato alternativo que amplía De Shazer, O´Hanlon, Weiner-Davis , Ludewig,
los aspectos satisfactorios Sluzki,
Terapia sistémica
Terapia narrativa Las familias «son». No hay enti- Formato «sin propósito aparen- Reflecting Team, terapia del «no saber», exteriori-
y terapias de corte dades «reales» como sistemas, te», técnica del «no saber», El zación del problema, relatos alternativos
colaboradora no hace falta conocer hechos, «experto «es la familia, el tera-
ni entender sistemas, ni descu- peuta es su discípulo. Conjun-
brir pautas o regularidades. tamente con la familia, él o ella
Sólo hay seres humanos que descubren «lo que no se ha di-
«lenguajean», conviven, y pi- cho todavía» Epston y White, Anderson, Hoffmann
den terapia Goolishian(a) y Andersen, Penn


Fallecidos.

Críticas al enfoque sistémico sobre todo a los padres, afirmando que su «disfuncionalidad» era lo
que hacía enfermar. El apodo contemporáneo de terapia familiar
familiar fue entonces «terapia contra la familia», y no pocas familias sufrie-
ı ron en sus carnes la desvalorización que implicaban ideas absolu-
ı tistas como «detrás de cada niño con problemas hay un problema
En el afán del liberar al paciente identificado del estigma de ser de los padres» (72). El posicionamiento paternalista por parte del
«el malo, loco o raro», los terapeutas familiares de la primera épo- terapeuta, al igual que las ideas normativas sobre la estructura y
ca pasaron la carga culpabilizadora del paciente a la familia entera, funcionamiento de una familia «normal» que condenaba a la mar-

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A. Kreuz Smolinski y R. Pereira Tercero
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ginalidad cualquier desviación del patrón dominante, se volvió con les interpersonales y sus reglas de interacción en respuesta a las de-
el paso del tiempo en contra del movimiento familiar. Las corrien- mandas situacionales y las necesidades del ciclo vital del sistema.
tes críticas más decisivas provienen de las filas feministas, del colec-
tivo homosexual y de terapeutas procedentes de etnias minoritarias Alianzas (coaliciones). Acuerdos estables de apoyo entre subsiste-
mas dentro del mismo grupo familiar; son la regla y no la excep-
(73). Como en cualquier otro campo científico, también los en-
ción, son necesarios y deseables cuando son flexibles y de duración
frentamientos personales dejaron huellas y heridas al campo teóri- limitada. Los acuerdos estables de apoyo entre subsistemas de dife-
co y práctico. Una de estas contiendas habituales fue (y sigue sien- rentes generaciones (alianzas transgeneracionales) pueden significar
do, aunque con la implantación de las técnicas de investigaciones triangulaciones, y pueden resultar conflictivos y dañinos.
menos cualitativas) la controversia inagotable sobre los ingredien-
tes de arte/ciencia en el proceso terapéutico. Una de las primeras Cambio 1. Cambio de primer orden. Los parámetros individuales
víctimas de esta controversia fue Virginia Satir, cuya insistencia varían de manera continua, pero ni la estructura del sistema ni el
sobre el trabajo emocional y resistencia de adoptar el lenguaje pu- conjunto de las reglas se alteran.
ramente estratégico le valieron duras descalificaciones por parte de
Cambio 2. Cambio de segundo orden. El sistema cambia cualitati-
Haley (67). Los «científicos duros» combaten a los «clínicos blan- vamente y de manera discontinua. Consiste en un cambio en el con-
dos», cada uno de los estamentos reclama el estatus del «mejor clí- junto de las reglas que rigen su estructura u orden interno. La esen-
nico» lo cual se traduce en admisiones o rechazos para publicacio- cia del cambio 2 consiste en la «salida de la situación», en el sentido
nes o participaciones en congresos, sociedades, etc. Curiosamente, de dejar de elegir entre alternativas posibles (miembros de la misma
es el sistema informático con la WWW que abre posibilidades al- clase de alternativas dentro de un conjunto de reglas) como vía de
ternativas. Los enfoques terapéuticos estratégicos con sus interven- solución y, desde un punto de vista lógico, rechazar toda la clase de
alternativas, para situarse en soluciones diferentes, no pertenecientes
ciones superelaboradas y tareas esenciales tampoco se salvan de co-
a la primera clase de conductas. El aumento de complejidad (intro-
mentarios críticos. Viendo muchas de las reacciones y comentarios ducción de nueva información al sistema) produce cambios radica-
de las familias implicadas, surge una sospecha: los juegos mentales les (catastróficos, cualitativos) en un sistema a partir de un umbral.
alrededor de las hipótesis sobre el funcionamiento familiar distraen
y divierten sobre todo al equipo terapéutico; en las familias provo- Caos. Teoría del caos. A partir del caos surgen de manera espontá-
can con frecuencia reacciones de franco rechazo (74). El otro gran nea organizaciones autónomas regulares: un orden determinado. Pa-
ataque se dirige a cómo los terapeutas sistémicos se posicionaron rece que hasta en el caos hay orden. Pero no todo orden es deseable.
inicialmente sobre cuestiones de violencia familiar. La aplicación de
Causalidad lineal. Un efecto tiene una causa que le antecede, el
las ideas de funcionalidad del síntoma y causalidad circular, que proceso es irreversible.
niegan el desnivel de poder de la víctima en relación con el agre-
sor, fue una gran equivocación, además de dañina, para el des- Circularidad. Este término se refiere a una secuencia de causa y
arrollo de la terapia familiar. (Esto se superó con el desarrollo de efecto que remite a la primera y la confirma o la modifica. El mode-
programas familiares específicos para situaciones de violencia do- lo de circularidad más elemental es el denominado circuito de retro-
méstica [just therapy] de corte sistémico.) alimentación. Su opuesto es la linealidad. Causa y efecto son inter-
Los promotores de las tendencias pos modernas se escapan dependientes, la secuencia depende de la puntuación (determina-
ción del inicio).
del reproche del abuso por demasiado «activos y poco respetuo-
sos» porque igualan la relación terapeuta/familia, con la máxima Cohesión. Es una dimensión de diagnóstico de sistemas, especial-
transparencia referente a todo lo que es «intervención». Sin em- mente familias. Describe el vínculo emocional/afectivo entre los di-
bargo, el posicionamiento extremo construccionista les ha valido ferentes miembros y es el resultante de todas las fuerzas que operan
el reproche de apoltronarse en el sillón del «todo vale»: la despa- para que el grupo permanezca unido. La cohesión en el grupo fami-
tologización crea una «normalidad» ficticia, inadecuada a todas liar se fomenta a través de la cooperación, confianza y aceptación
luces al contexto en el que nos movemos. Además, al focalizar so- personal. Tiene una relación directa con las necesidades afectivas, de
control y de pertenencia de cada uno de los miembros.
bre lo específico y único, local y particular, se impide la posibili-
dad de realizar generalizaciones. La pasividad aparente del tera- Comunicación. Describe el vínculo emocional entre los diferentes
peuta (no saber) y la exclusividad de la utilización del lenguaje ha miembros
desplazado a los niños de la terapia familiar.
Axiomas básicos. No hay sistemas sin comunicación, la comuni-
cación es para los sistemas lo que la respiración es para la vida: es im-
Anexo: palabras clave en terapia posible «no comunicar». Toda comunicación verbal y no verbal tie-
ne un mensaje de contenido (lo que se dice) y un mensaje relacional
familiar (cómo define la persona que emite el mensaje su relación con el re-
ceptor). Toda comunicación verbal y no verbal contiene un mensa-
ı je de contenido y un mensaje relacional. El contenido relacional de
ı un mensaje expresa una de las tres categorías siguientes: afinidad (el
Adaptabilidad. Dimensión de diagnóstico para sistemas. Describe grado en que las personas se aprecian o se gustan), respeto (el grado
la capacidad del sistema de cambiar su estructura de poder, sus ro- en que las personas se toman en serio) y control (el control puede

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/c131/ Terapia familiar
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referirse al control de la conversación, o a lo que pasa en la relación). más de conseguir cierta satisfacción o recompensa a través de su par-
Los mensajes verbales emitidos sobre nuestras relaciones interperso- ticipación. En un grupo exitoso, la cohesión entre los miembros es
nales se llaman metacomunicaciones. alta, se basa en la confianza mutua, la aceptación y el apoyo de los
demás. El manejo de conflicto interpersonal y la capacidad de solu-
Conflicto. El conflicto aparece cuando un miembro del grupo de- ción de problemas son adecuados El grado de adaptabilidad es ade-
sea que el grupo o parte del grupo se comporte de una determinada cuado a los cambios necesarios (internos y externos).Todo grupo
manera, pero no tiene poder para conseguirlo y el grupo o subgrupo afronta dos tipos de tareas: tareas relacionadas con el mantenimien-
no está de acuerdo con el cambio propuesto. Fuente común son los to del grupo y tareas relacionadas con la ejecución de las funciones
deseos incompatibles por parte de los miembros a raíz de: a) dife- del grupo o la consecución de sus metas.
rencias en necesidades, valores y metas; b) escasez de recursos: di-
nero, tiempo, espacio, posición, poder, influencia, y c) rivalidad en- Límites. Cada grupo define su limite respecto al exterior (quién
tre miembros. Diferentes tipos de conflicto necesitan diferentes tipos puede considerarse miembro y quién no). Dentro de un grupo pue-
de soluciones de haber subsistemas con límites flexibles. La transgresión de lími-
tes (reglas de comportamiento) conlleva conflicto y exclusión del
Crisis. Situación inestable del sistema: implica la oportunidad de grupo.
cambio a mejor (reglas adecuadas a las necesidades del conjunto) y
el peligro del cambio a peor (desintegración del sistema). Morfogénesis. La capacidad de un sistema de crear y desarrollar es-
tructuras y reglas de comportamiento diferentes a partir de una si-
Doble vínculo. a) están implicadas dos o mas personas; b) consti- tuación estable.
tuye un patrón de experiencia repetida y prolongada en el tiempo;
c) existe un mandato negativo primario, por ejemplo, «tu padre es Morfostasis. La capacidad de un sistema de mantener su estructu-
un mal nacido, porque me engañó. Si tu le haces caso, te odiaré ra y reglas de comportamiento en un ambiente cambiante.
como le odio a el »; d) un mandato secundario en conflicto con el
primero, a un nivel mas abstracto, muchas veces de tipo moral, y al Ordalía. Tarea impuesta que coincide con la aparición del sínto-
igual que el primero, impuesto por castigos y señales que amenazan ma, que es más costosa que el comportamiento «imposible». El
la supervivencia física o emocional. Por ejemplo, «tienes que obe- mensaje relacional es de «multa» al comportamiento sintomático.
decer y querer a tu padre y a tu madre», y e) un tercer mandato ne-
gativo, que prohíbe a la víctima escapar del campo, o metacomuni- Paciente identificado. La persona para la cual se pide ayuda tera-
car sobre lo que está pasando. Por ejemplo, «eres mi hijo. No te pue- péutica. Dentro de una familia, uno o varios de sus miembros pue-
des ir, no eres adulto, te quiero y me tienes que hacer caso». El do- den ser presentados como pacientes, con o sin síntomas.
ble vínculo no debe confundirse con la paradoja (ejemplo de la con-
fusión habitual de los tipos lógicos) o la discrepancia entre el mensa- Parentificación. Describe la inversión de roles entre hijos y pa-
je verbal y no verbal. dres: el hijo pequeño desempeña funciones parentales, bien con sus
propios padres, bien con sus hermanos.
Estructura. Todo sistema implica una estructura y una forma. En
sistemas vivientes y abiertos, ambos aspectos están sujetos a cambios Poder. Dentro del un sistema es la capacidad (potencial o de he-
simplemente por el paso del tiempo. cho) que tiene un miembro del sistema de cambiar el comporta-
La estructura familiar implica el conjunto de todos los miembros del miento de los demás miembros del mismo sistema. Ejercer poder en
grupo y la definición de sus relaciones y reglas de interacción. El grupos es inevitable: a través de la influencia mutua se consigue coo-
conjunto de reglas define sobre todo la estructura de poder y las pau- peración. No se debe confundir influencia con manipulación. Exis-
tas de comunicación. Los cambios en la estructura del grupo se lla- ten diferentes bases de poder: Poder legítimo, de experto, de per-
man cambios 2. suasión, de gratificación, de castigo/coacción, de referencia. En un
sistema la persona que recibe la máxima cantidad de información es
Ficha telefónica. Recogida de datos iniciales sobre la familia, quién la que reúne el máximo nivel de poder informativo.
remite y el motivo de consulta.
Pregunta del milagro. «Supongan que esta noche, mientras están
Forma. La «forma» es la apariencia actual del sistema. Los cambios durmiendo, sucede una especie de milagro y los problemas que les
de forma pueden ser muy espectaculares, pero no alteran el conjun- han traído aquí terminan por resolverse del todo, no como en la vida
to de las reglas de funcionamiento. Suelen ser cambios 1, de primer real, poco a poco y con el esfuerzo de todos, sino de repente, de for-
orden, de «más o menos». ma milagrosa. Como están durmiendo, no se dan cuenta de que el
milagro se ha producido. ¿Qué cosas van a notar diferentes mañana
Función del síntoma. Los síntomas que aparecen tienden a mante- por la mañana, que creen que sería la primera señal que les haría dar-
ner o devolverle un estatus de equilibrio (homeostasis) al sistema se cuenta de que el milagro se ha producido?»
familiar. Esta función no debe confundirse con intencionalidad.
Reencuadre. Reestructuración o redefinición positiva. Desplazar el
Grupo. Agregado de individuos con una actividad en común en énfasis de la pertenencia de un objeto a una clase, a la pertenencia
el que existen relaciones definidas entre los individuos que lo com- igualmente valida de otra clase, o bien introducir la idea de perte-
ponen. El grupo tiene una identidad en su totalidad que lo define, y nencia a una clase diferente o nueva en la concepetualizacion de to-
los miembros se definen en su grado de pertenencia, que suele ser dos los interesados. Toda reestructuración situacional precisa tener
variable a lo largo del ciclo vital del grupo. Cada participante es cons- en cuenta los puntos de vista, las expectativas, los motivos y las pre-
ciente de sí mismo como miembro y de los demás miembros, ade- misas, es decir, toda la trama conceptual, de aquellos cuyos proble-

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A. Kreuz Smolinski y R. Pereira Tercero
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mas han de ser modificados; lo que cambia a causa de la reestructu- 10. Von Bertalanffy L. Teoría General de sistemas. México: Fondo de Cultu-
ración es el sentido atribuido a la situación y no los hechos concretos ra Económica, 1976.
correspondientes a ésta. La forma más habitual era la atribución de 11. Von Bertalanffy L. Perspectivas en la teoría general de sistemas. Ma-
una causa noble o un sacrificio importante a un comportamiento drid: Alianza, 1979.
desagradable 12. Wiener N. Cybernetics or control and comunication in the animal and the
machine. Cambridge: M I T Press, 1975.
Reglas. Las reglas describen relaciones recíprocas específicas o 13. Von Neuman J, Morgensten O. Theory of games and economic beha-
acuerdos de relación dentro de un sistema, que pueden ser explícitos vior.2.a ed. Princeton: Princeton University Press, 1947.
(la regla puede expresarse verbalmente) o implícitas (la regla no pue- 14. Watzlawick P, Beavin J, Jackson D. Teoría de la comunicación huma-
de o suele expresarse de manera verbal). Las reglas llevan relación na. Barcelona: Herder, 1981.
con la historia de la familia, sus pautas de comunicación y los ritua- 15. Fromm-Reichmann F. Notes on the development of treatment of schi-
les cotidianos. Las reglas legitiman desniveles de poder y definen li-
zophrenics by psychoanalytic psicotherapy. Psychiatry 1948; 11: 263-
mites.
273.
16. Rosen J. Direct Analysis. Nueva York: Grune and Stratton, 1953.
Relacionalidad. Tipo complementario: la conducta y las aspiracio-
17. Bateson, G. Pasos hacia una ecología de la mente. Buenos Aires: Carlos
nes de los individuos o grupos difieren hasta oponerse, pero se ajus-
tan mutuamente en un equilibrio dinámico (en una pareja, uno es Lohlé, 1972.
«el hablador», el otro «el callado»). Tipo Aimétrico: La conducta y las 18. Howells J. Theory and practice of family therapy. Edimburgo: Oliver and
aspiraciones de los individuos o grupos se basan en el esfuerzo por Boyd, 1968
lograr la igualdad y la reducción al mínimo de las diferencias entre 19. Bowlby, J. El estudio y reducción de la tensión grupal en la familia. 1949.
las partes (todos quieren ser «el más simpático»). 20. Selvini M, Prata g, Boscolo I, Cecchin G. Paradoja y contraparadoja. Bar-
celona: Paidós, 1988.
Retroalimentación. La retroalimentación es un método que con- 21. Madanes C. Terapia familiar estratégica. Buenos Aires: Amorrortu, 1982.
siste en controlar un sistema reinsertando en él los resultados de su 22. Selvini M. Crónica de una investigación. Barcelona: Paidós, 1990.
actuación pasada, bien para mantener el estatus, bien para modifi- 23. Minuchin S, Montalvo B, Guerney B, Rosman B, Schumer F. Families of
carlo. the slums. Nueva York: Basic Books, 1967
24. Ackerman N. Psicoterapia de la familia neurótica. Buenos Aires: Hormé,
Rituales terapéuticos. Tareas con formato rígido, que se prescriben
1969.
entre sesiones, que alteran las reglas habituales de interacción de la
25. Ackerman N. Diagnóstico y tratamiento de las relaciones familiares. Bue-
familia (rituales de cambio) o las mantienen, exagerándolas y expli-
nos Aires: Hormé, 1971.
citándolas como forma de provocación.
26. Walters M, Carter E, Silverstein O, Papp P. La red invisible. Pautas vin-
Sistema terapéutico. La familia y todos los profesionales implica- culadas al género de las relaciones familiares. Buenos Aires: Paidós,
dos en su apoyo. 1991.
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Triangulación. La inclusión de un tercero en el conflicto entre dos nista. Buenos. Aires: Paidós, 1989.
personas. Este tercero sirve para desactivar el conflicto en la diada 28. Boszormenyi-Nagy I, Spark G. Lealtades invisibles,2.a ed. Buenos Aires:
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