RAE Jaime Rios
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RAE Jaime Rios
ESTUDIANTE:
JAIME FRANCISCO RIOS PALMA
Conclusiones:
Dios pactó un reino con Adán el cual lo perdió a causa de su pecado sometiendo a la
humanidad a la condición de maldición y a las consecuencias o sanciones de haber
quebrantado el pacto, pero en el proceso, Dios promete una simiente en la mujer que
rescatará al hombre y que cumplirá las labores que Adán no pudo cumplir.
Dios a través del Diluvio destruye la creación a causa del pecado del hombre, pero
al mismo tiempo forma una nueva creación, preservando en el proceso a una familia
que había heredado la condición maldita del hombre, pero sin darle salvación,
estableciendo leyes universales que el hombre debía seguir y prometiendo una
continuidad en la naturaleza para poder cumplir con el plan establecido en la
simiente prometida y haciéndose cargo ahora de las consecuencias del pecado del
hombre.
Dios pactó un Reino con Abraham incluyendo dentro de él la bendición que la
humanidad necesitaba para alcanzar salvación gratuita, completa y definitiva, al
mismo tiempo que establecía una bendición natural con él, prometiéndole una
nación, una tierra y un linaje de reyes, el cual de forma progresiva se fue
cumpliendo y complementando tanto en el pacto con Moisés, como con el Pacto con
David y su linaje del cual vendría el Rey definitivo para un pueblo santo.
Dios pactó con Su Hijo, Jesucristo, un Reino, y Éste medió ese Reino para el mundo
mediante un Nuevo Pacto, alcanzando la bendición prometida en Edén y a través de
los demás pactos, la que es entregada hoy a la Iglesia, la que espera su entrada a un
hogar que solo imagina, pero que saben que ya es suyo porque pertenece a Su
Cabeza, que es Su Salvador y Señor, al cual ellos mismos pertenecen, y Él les ha
dado su Espíritu, mientras Él ya está reinando, pero que regresará para a buscar ese
pueblo que Dios le entrego en la Eternidad mostrando así Su Gloria y Su Majestad.