El Trabajo de La Mujer
El Trabajo de La Mujer
El Trabajo de La Mujer
Desde la prehistoria, las mujeres, como los hombres, han asumido un papel
cultural particular. En sociedades de caza y recolección, las mujeres casi siempre eran
las que recogían los productos vegetales, mientras que los hombres suministraban la
carne mediante la caza. A causa de su conocimiento profundo de la flora, la mayor
parte de los antropólogos creen que fueron las mujeres quienes condujeron las
sociedades antiguas hacia el Neolítico y se convirtieron en las primeras agricultoras.
En algunas de las civilizaciones de la antigüedad, la familia era concebida como un
grupo que vivía bajo un mismo techo, sujetos a la autoridad del “pater familiae”. Este
tenia derechos de vida y muerte sobre su esposa, hijos y esclavos.
Al respecto cabe citar a Capezuoli y Cappabianca quienes afirmaron que:
“…desde los tiempos primitivos de la sociedad humana, la mujer se
encontró sujeta a la esclavitud por el hombre, que tenía interés en poseerla y
al que ella no podía resistir por la inferioridad de sus fuerzas musculares.
Las leyes y los sistemas comienzan siempre por reconocer las relaciones ya
existentes entre personas. Lo que al comienzo no fue sino un hecho brutal,
se transforma en un derecho legal, garantizado por la sociedad, apoyado y
protegido por las fuerzas sociales…”(p.19)
En otras palabras, la mujer era considerada como un ser incapaz, o, en todo caso,
inferior al hombre. En la historia reciente, los roles de las mujeres han cambiado
enormemente. Las funciones sociales tradicionales de las mujeres de la clase media
consistían en las tareas domésticas, acentuando el cuidado de niños, y no solían
acceder a un puesto de trabajo remunerado. Para las mujeres más pobres, sobre todo
entre las clases obreras, esta situación era a veces un objetivo, ya que la necesidad
económica las ha obligado durante mucho tiempo a buscar un empleo fuera de casa,
aunque las ocupaciones en que se empleaban tradicionalmente las mujeres de clase
obrera eran inferiores en prestigio y salario que aquellas que llevaban a cabo los
hombres.
Eventualmente, el liberar a las mujeres de la necesidad de un trabajo remunerado
se convirtió en una señal de riqueza y prestigio familiar, mientras que la presencia de
mujeres trabajadoras en una casa denotaba a una familia de clase inferior.
El Machismo
El feminismo
La mujer, vale decir la madre, la esposa, la hija, esta mitad de nosotros mismos en
todas las edades de la vida, que tienen tanto como nosotros ante la ley la
responsabilidad de sus deberes como persona privada, ante la opinión pública, la
responsabilidad de sus sentimientos; este ser viviente, pensante, amante, capaz de
sufrir, con un corazón, un cerebro, un alma como nosotros, si decidimos que tiene
una, tiene también necesidades, aspiraciones, intereses particulares, programas para
desarrollar, y, en consecuencia, derechos para hacer valer.
Simone de Beauvoir (1949) planteó: “La mujer no es inferior por naturaleza, sino
por las condiciones políticas y económicas impuestas por el hombre. Y también la
pereza y la comodidad que le permiten beneficiarse de los privilegios de ser objeto”.
A los esfuerzos y planteamientos a nivel individual es necesario sumar las
acciones a nivel social y universal.
Entre algunos hechos significativos vale la pena citar: