Diez noches

Iván Villanueva
Diez noches
Iván Villanueva
 PRÓLOGO

De manera muy exacta la estructura de este libro se desarrolla en distintas épocas, distintos
lugares, y además se basa en dar a conocer al lector la falta de los padres en la infancia, sobre
todo con una pérdida a pronta edad, de igual manera el gran amor que pueden dar otros
familiares o personas cercanas cuando se es pequeño e inocente.

En este libro se narra la historia de Oscar un niño que, a la muerte de sus padres en un accidente
automovilístico, sus tíos se hicieron cargo de él, Henry que es el nombre de su tío al notar
incertidumbre y dudas que acosaban a su sobrino, le narra una fabulosa historia de la búsqueda
de poderosos diamantes donde conocerá la historia de dragones, ogros, y muchas más criaturas
de los bosques.

Esta historia se basa en el respeto, la valentía, la reciprocidad, y la ética, tomando en cuenta que
tienen problemas familiares que se presentan en la mayoría de las parejas, o familias, y lo
resuelven de la manera correcta.

Además, desde el punto de vista literario, nos lleva de un mundo a otro, es decir, de una época, a
la actual, dándonos cuenta de que todo tiene un enlace, todas las acciones siempre tendrán otras y
así sucesivamente.

Se escribe sobre la vida, sobre lo difícil que son los tiempos actuales, y la mejor manera para
demostrarle a un niño que la vida no es fácil, es por medio de un cuento, y también se demuestra
que no solo de pequeños necesitamos a nuestros padres, pues cuando nosotros somos adultos
son de gran ayuda, pues la madurez y experiencia se necesita cuando somos jóvenes y sus
consejos siempre serán por el bien de nosotros, es fácil realizar cualquier acción o decir cualquier
cosa sin saber el daño ocasionado a una o varias personas.

Acompañando en esta historia a nuestros protagonistas, nos daremos cuenta del gran cambio que
puede tener un niño hasta su edad adulta, cuando se le enseñan los valores correctos, desde
pequeño, sobre todo la tolerancia y el amor.

Iván Villanueva
Noche 1

Nuestro relato se basa en el valor, la libertad, la valentía, esta historia se cuenta en el interior de
una casa, el tío Henry y su esposa han cuidado a Oscar un niño desde sus tres años hasta la
actualidad, ya han pasado seis años desde ese desafortunado accidente que sufrieron los padres
de Oscar, el niño no creció con ninguna mentira, sabe absolutamente todo lo sucedido y el por
qué vive en casa de sus tíos, el último favor antes de la muerte de Margot para su hermano fue
que Henry se hiciera cargo de su hijo, así, ella estaría más tranquila, cabe decir que Henry y su
esposa Lupita aún no han podido tener hijos, por lo cual todo el amor y toda la atención se la dan
a Oscar.

Oscar es un niño de nueve años, sus tíos siempre le han hablado con la verdad, por lo cual ,no es
un niño que conozca las mentiras, es de piel blanca, tiene unos ojos verdes demasiado claros, el
cabello negro y lacio, es bajito, no es muy valiente, adora el futbol y es un excelente portero, su
tío desde los seis años lo lleva a un entrenamiento en unas canchas que están cerca de su casa,
por la condición deportiva el niño es delgado, tiene los dientes un poco chuecos como los niños
de la actualidad.

Henry tiene 35 años, es alto, de ojos grandes y color miel, es un gran abogado, estudió en una
buena universidad, es una persona honesta y confiable, su trabajo lo absorbe y a veces lo estresa
o en ciertos casos lo pone triste, pues a veces siente que abogó por el lado equivocado, pero ese
es su trabajo y él lo sabe, los vecinos lo quieren mucho, pues tiene una bonita familia.

Lupita, o Lupe como a veces le dice Henry, tiene 27 años es una mujer delgada, alta con ojos
café, pelo castaño, ella se dedica al hogar, lo cual significa, planchar, cocinar, limpiar, atender al
niño y también a Henry, hacer de comer, volver a limpiar, vaya que no es una tarea fácil, ella
estudió pintura, expuso algunos cuadros, sin embargo no logró impresionar a algunos jueces, de
cualquier forma en su casa tiene puestos algunos que ella hizo y Henry le aplaude el gran talento
que tiene.

Cierto día Oscar estaba en la escuela, cuando de pronto la maestra muy entusiasmada les dijo a
todos sus alumnos que pronto sería el día del padre, pues debían de hacer algo bonito para
regalarles, para Oscar el día de la madre, como el día del padre trataba de pasarlo desapercibido,
pero quizá la madurez, el ir creciendo lo hacía reflexionar y pensaba más y más en eso, le daba
tantas vueltas en la cabeza, que se ponía de mal humor, se iba al baño a llorar, a pensar en por

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qué no tenía a sus papás con él, porqué la vida fue tan injusta, porqué le quitó a sus padres, no
jugaba con ellos, no reía como todos los demás cuando era el evento de alguno de esos festejos.

Los tíos nunca le quitaron el lugar a sus padres, y mucho menos lo presionaba para que les
llamara de tal manera, pero eso sí, eran unos tíos excepcionales, Henry era uno de los mejores
abogados de la ciudad, y su tía era ama de casa, el ambiente que se vivía en el hogar de los tíos
era tan amoroso, lleno de valores, pero Oscar aun así sentía ese vacío, de solo poder ver a sus
padres en fotos.

La tía a veces iba por el niño a la escuela en el auto y otras veces Oscar se iba caminando a casa,
cierta ocasión llegó de la escuela, su tía notó algo diferente en él y le preguntó lo sucedido, Oscar
rápidamente se paró de la mesa, tomó un retrato de sus padres, pues se ubicaba en la mesa de la
sala, se lo enseñó a su tía, ella le dijo que a pesar de que Margot fuera hermana de su esposo y no
de ella, la logró apreciar mucho, Lupita le dijo al niño que se parecía mucho a su padre, el cual
había sido un gran doctor.

Oscar le dijo a su tía que los extrañaba mucho y sabía que no era bueno llorar, sobre todo
siendo hombre, su tía le dijo que no tenía por qué estar tan triste, pues no estaba solo, los tenía a
ellos, el niño le dijo a su tía que no era lo mismo, pues ellos no eran sus padres, corrió hacia su
cuarto después de ver de nuevo ese retrato de sus padres, los cuales perdió desde los 3 años a
causa de un accidente automovilístico, su tío Henry llegó a casa, y vio a su esposa en la sala
sentada, siendo pareja se conocían muy bien, entonces Henry le preguntó a su esposa lo que
pasaba y por qué tan pensativa, Lupita le contó lo sucedido, y Henry le prometió ir mas noche a
platicar con el niño, mientras tanto la abrazó y le dijo que todo iba a mejorar.

Más tarde Henry subió al cuarto de Oscar, tocó la puerta y el niño le permitió pasar, entró muy
despacio y se acercó a él, lo vio sobre la cama tapado con un cobertor, el tío le dijo que
escuchara una bonita historia la cual le contó su padre hace muchos años, y con él utilizaría el
mismo método y contaría una parte por noche, pues al día siguiente debía contarle o hacer algo
bueno que le haya dejado de aprendizaje la historia, Oscar se quedó sorprendido por las palabras
de su tío, el niño cuestionó por qué no contarle la historia completa, el tío lo interrumpe,
mencionó que quería verlo mejorado en diez noches, porque eso duraría la historia, como si
fueran capítulos y Henry comenzó diciéndole en voz alta “noche uno” y comenzó el relato.

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La noche era fría, en la cual había llovido demasiado, aún se podía oler la tierra mojada que
dejó la lluvia por encima de las grandes montañas, cerca de un bello, pero, temible bosque el
cual ocultaba grandes secretos y ahí vivía Dirlan, un niño simpático, inteligente, listo,
inocente, con un gran carisma que contagiaba a todos los de la aldea, él andaba jugando con
sus amigos, no se puede esperar menos de un niño de once años.

Su madre Mirza le gritó desde su humilde casa para dirigirse a cenar, Dirlan era un poco
distraído y volteando su mirada hacia una lechuza blanca en pleno vuelo, vio al volcán, ese
volcán prohibido, al cual nunca debía de acercarse, eso le dijo su padre en la mesa, cuando
Dirlan le contaba lo majestuoso y grande tal cual le parecía, su padre le dijo que esa aldea
había sido acechada hace muchos años por una bestia la cual dicen aún vive ahí, comentan
sigue dormida, sus abuelos le contaron a sus padres y sus padres le contaron a él, así como un
día en el futuro él lo contaría a sus hijos, y sin más comentarios por el momento se pusieron a
cenar.

Dirlan le dijo a su padre que en ese lugar de seguro habría tesoros o muchas plantas para la
medicina u otras aldeas con quienes ir a platicar o jugar, Mirza interfirió en la plática y les dijo
que ya se pusieran a cenar, y dejaran de discutir por cosas las cuales no existen, Dirlan fue el
encargado de decir la oración a la hora de la comida, dijo lo siguiente,—padre por favor
bendice este pan y agua, este alimento que nos diste el día de hoy a nuestra familia, de lo cual
te agradezco, pero a la otra no seas tan codito y de perdido un pan completo, para cada uno,
pues cada vez veo a mi madre más delgadita, amén. Landro miró a su esposa con los ojos un
poco llorosos, ella solo le sonrió, comieron juntos, alegres en la mesa, escuchando las historias
y todos los anhelos y sueños de Dirlan.

La madre de Dirlan estaba muy enferma, eso solo lo sabía su esposo, no querían que el niño se
enterara, Landro trabajaba fabricando espadas, cada día de pago, iba con las viejitas o brujas
del pueblo a comprar un poco de medicina, era una ramita roja, su esposa la hervía en agua,
esa pequeña ramita era muy difícil de encontrar, Mirza necesitaba en realidad un gran montón
de frutos u hojas de ese árbol medicinal que las producía, para curarse de verdad y más rápido,
pues con esa ramita solo sobrevivía a duras penas algunos días.

En lo alto del castillo, no muy lejos de la aldea vivía el rey, un rey joven, su padre murió en
batalla por defender el honor de sus pueblos, pero a él eso no le importaba, solo quería riqueza,

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ya había buscado y gastado el oro de todas las montañas de los alrededores, pero nadie se
atrevía a ir al volcán, como había mencionado anteriormente, ese bosque guardaba muchos
secretos y criaturas extrañas.

El rey Antuan mando recado a las nueve aldeas en el cual decía que se estaban acabando los
animales, el ganado, los frutos y otros minerales como el oro, la plata y por lo cual se les
comunicaba que una vez a la semana darían un caleb (moneda de ese tiempo), por cada casa
en la que habitan o de lo contrario serían expulsados de su hogar sin sus pertenecías, muy lejos
de Rognek que era el nombre del reino.

Al padre de Dirlan no le parecía justo lo que estaba ocurriendo, de hecho a nadie, pues a la
semana les pagaban cinco caleb, con cuatro muy apenas compraba la comida, pues agua
tomaban del río y con uno la medicina, mejor dicho esa ramita color rojo para Mirza, su esposa
,que estaba muy enferma ,y esa medicina era para fortalecerla mientras las brujas de la aldea
encontraban un método contra la enfermedad, pues Mirza no era la única, con ella era el octavo
caso de esa rara enfermedad, que acababa con las defensas del cuerpo, día tras día. Landro
logró trabajar horas extra y sirvió para seguir comprando a su esposa la medicina.

Dirlan se fue a la escuela una mañana muy contento como siempre, la escuela no era un salón
de clase, era una parte del campo cerca del bosque, ahí el maestro le enseñaba técnicas de caza
con arco, lanza y espada, así se les enseñaba a cazar, también había una maestra que les
enseñaba a leer y a escribir, pero los padres preferían que se les enseñara más a cazar y a
pescar, su mejor amigo era Wolfw, con quien siempre vivía tantas aventuras, pues eran muy
traviesos.

Cierto día, después de que una lanza se les fuera al bosque por traviesos, tuvieron que ir por
ella, al meterse a ese pesado bosque, comenzaron a buscar esa lanza, cuando la encontraron
gritaron desesperados, pues se habían perdido, parecía como si nadie los escuchara, y ahí
duraron como tres horas, casi se hacía de noche, cuando escucharon sus nombres, los dos
maestros los andaban buscando, los encontraron arriba de un árbol dormidos y ya resignados
que iban a vivir ahí para siempre, los maestros y sus padres rieron demasiado, incluso ellos al
darse cuenta que solo se habían incorporado al bosque tres metros, sin embargo fueron
advertidos de que ese bosque no era nada fácil, los mejores caballeros han intentado meterse y
cazar, pero después de que lo hacen regresan totalmente diferentes o algunos no regresan.

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Ya había pasado un año y Dirlan tenía doce años, era de los mejores con las flechas y la lanza,
su mejor amigo Wolfw no era muy bueno, pues el ser gordito a veces no le ayudaba mucho, en el
caso de los retos que asignaba el maestro, pero le echaba ganas, entonces el maestro les dio la
tarea de cazar un jabalí que había soltado, Dirlan corrió, trepó una roca, saltó por encima de
un árbol, su primer flecha pasó ligeramente la oreja del jabalí y como cámara lenta vio pasar
una flecha rosándole su cara, que se clavó directo en la frente del animal, todos aplaudieron a
Érima, cabello negro, ojos miel, piel blanca, sonrisa retante, su cabello rizado que volvía loco a
Dirlan, que por el momento no le importó haber perdido, escucho que la niña le dijo que
tendría suerte a la próxima, lo cual hizo que Dirlan abriera sus ojos y sonriera, después terminó
diciéndole que era un novato burlándose de él, entonces rápidamente Dirlan cambió su
semblante, pero aun así sonrió después de que Érima se fue, Dirlan cuestionó a Wolfw lo que
significa cuando se siente algo en el estómago, su amigo le dijo que hambre, Dirlan le dijo que
en eso tenía mucha razón.

Llegó el momento de ir a pasear a caballo, era de las partes favoritas de la escuela que más
emocionaban a Dirlan, pues siempre que iban en camino se ponía al lado de Érima, como si el
caballo tuviera la culpa de quererse ir ahí, mientras subían a los caballos, vieron caer a Wolfw
una y otra y otras vez, Dirlan bajó de Relámpago, así se llamaba su corcel y ayudó a Wolfw a
subir al suyo, pero para su mala suerte el caballo se movió y Wolfw cayó encima de Dirlan,
todos rieron, ya por fin todos estaban sobre su caballo, y al mencionar que era de ellos, era
porque el maestro los llevaba a elegirlo dentro de un gran número de caballos salvajes, o a
veces el caballo los elegía a ellos.

Vino un recuerdo a Dirlan mientras iba en el paseo, era el día de elegir a su corcel, todos
estaban muy emocionados y nerviosos, se veían tan hermosos todos los caballos juntos, Dirlan
identificó rápidamente el que quería, uno negro hermoso, al momento de acercarse a él y
montarlo, el caballo se movió tanto que lo tumbó y de paso le dio una patada en la espalda,
Érima reía mirándolo, y acercándose tranquilamente a ese caballo, se subió y se acercó al
maestro, por lo que de nuevo fue aplaudida por él y todos sus demás compañeros que ya tenían
uno, de pronto el maestro les dijo que había sido todo por ese día, Dirlan caminó muy
desmotivado, pues hasta Wolfw llevaba caballo, de pronto un caballo blanco, con una mancha
de línea negra bien formada en la frente se le acercó, no lo podía creer, Dirlan se acercó y se

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subió a él, lo llamó Relámpago, el caballo parecía que lo entendía y así fueron a la escuela, que
por cierto tenían un establo y ahí los dejaban.

Ya listos para partir a dar un paseo esa tarde, después de todo el bochornoso teatro por culpa
de Wolfw, salieron hacia el valle, vieron esos paisajes verdes, el bosque se veía tan hermoso
desde allá, y como no contemplar a ese impresionante volcán inactivo, llegaron a un manantial
para que los caballos tomaran agua y ellos poder nadar un rato, después de juegos y bromas,
Wolfw cumplía años e invitó a Dirlan para que fuera a comer a su casa, el niño aceptó con
gusto, pues siempre que iba se daba el lujo de comer a llenar.

Llegando a casa de Wolfw, su madre les dijo que se veían muy cansados y que se sentaran en la
mesa, querían a Dirlan como a un hijo, por eso lo invitaban seguido a comer, esa ocasión
festejando también el cumpleaños de Wolfw, a pesar de que éste no fuera muy bueno en la
escuela, era hijo de Kron uno de los mejores cazadores del reino, por lo cual no le cobraban esa
cuota forzosa impuesta por el rey, incluso le pagaban mucho mejor y pues vivían muy bien,
quizá por eso Wolfw era gordito.

Llegó el padre de su amigo, el cual lo saludo preguntándole como se encontraba y

mencionándole temas de la escuela, le dijo que Wolfw le había contado que era muy bueno
cazando y que le había dado unos cuantos consejos, los cuales él se los había enseñado a su
hijo, Kron mencionó que al día siguiente iría a la escuela a preguntar por las actitudes y
medallas de Wolfw, Dirlan sintió una patada de Wolfw en su pierna, captando rápidamente la
idea de Wolfw, Dirlan se dirigió a Kron de manera respetuosa y le mencionó que su hijo a pesar
de ser su gran amigo, hoy lo había rescatado de que un jabalí lo golpeara, y que de manera
déspota y feroz había arrojado su lanza desde diez metros y había atravesado al animal,
terminando la lanza en un árbol sin que nadie la pudiera sacar de ahí, Kron escuchó la historia
falsa de manera muy atenta y riendo de manera burlona le dijo que ya no iría a la escuela a
preguntar absolutamente nada, pues de nada serviría, ya que una persona de confianza le había
dicho como era su hijo en la escuela en realidad, también le dijo a Wolfw que era el mejor, que
lo amaba y que recordará que, nunca, nunca, lo cambiaría por nadie, pues era su hijo y lo
aceptaba como era, pues era sangre de su sangre y aun no fuera bueno para cazar, ya
encontraría algo que hacer para su futuro, por ejemplo le comentó que el no decidió ser
cazador, un día lo vieron cazando, les gusto como lo hacía y le dijeron que tenía talento y que lo
debía de aprovechar, pero en fin, agradeció a Dirlan por ser amigo de su hijo y echar esas

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mentiras por él, le dijo que él sabía lo que tenía en casa y para él era el mejor hijo del mundo.
Kron le dio un beso a Wolfw.

Oscar escuchó hasta el último momento del cuento y en vez de tener sueño cuestionó a su tío, del
por qué Wolfw siendo hijo de un gran guerrero no servía para nada, rápidamente el tío lo corrigió
de manera dulce, diciéndole que todas las personas somos buenas en algo, y para otras somos
excelentes, le dio como ejemplo a el mismo, que le gustaba mucho ser abogado y que trataba de
hacerlo lo mejor posible

Henry le dijo a su sobrino que había notado que era muy bueno en la asignatura de español,
bonita letra, ortografía, sin embargo en matemáticas no le iba muy bien, pero todos,
absolutamente todos los seres vivos somos buenos para algo, le dijo que mencionaba seres vivos
explicando a Oscar, que incluso no todos los perros eran buenos para cazar, ni para cuidar la
casa, ni para correr, y uno que otro no era muy inteligente, le puso como ejemplo a Susy su
perrita chihuahua, sin embargo él sabía que tenían alguna cualidad, aparte de comer todo el día y
ese gran talento de dormir horas, sobre todo siempre y cuando tuvieran una familia que la
quisiera y aceptara tal cual es, Henry dijo que Susy no le gustaba mucho, que prefería un perro
grande, pero con que Oscar se hiciera cargo de ella le bastaba, Henry terminó diciéndole que a
veces tenía miedo de pisarla, rieron los dos, le dio un beso de buenas noches a Oscar en la frente
y se fue a dormir.

Durante la comida del día siguiente, Oscar cuestionó a sus tíos, si ellos estaban felices de tenerlo,
aunque no fuera bueno en algunas asignaturas, ellos le contestaron que si, el niño sonrió y les
dijo que eran los mejores tíos del mundo, Henry le dijo que si quería salir a jugar no era
necesario que anduviera de barbero y que ya se fuera con sus amigos, Oscar riendo a carcajadas
salió corriendo a jugar futbol, sus tíos rieron en la mesa y se quedaron platicando sobre otros
temas.

Llegó la noche y ya estaba impaciente Oscar porque llegara su tío a contarle la historia, por fin
llegó a casa, pues había salido a unos asuntos de su trabajo, le dijo a Dirlan que había sido un día
muy atareado, y luego lo cuestionó sobre que había hecho por la mañana.

Oscar le dijo que la maestra les había encargado como nueve tareas, y que la enfrentó diciéndole
que eran muchas, que se parecía al Rey Antuan, el tío se rió a carcajadas, imaginando la cara de
la maestra y tal escena, Henry le dijo después un poco más serio que ese no era el punto, quizá si

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tenía razón al querer defenderse, pero las tareas ayudan mucho en casa para mejorar los
conocimientos, aparte a la maestra se le debe respeto pues todo lo que hace es por su bien, el tío
prosiguió con la historia.

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 Noche 2

Después de la comida Dirlan corrió a su casa pues después de tal escena quería ir con sus
padres a abrazarlos, llegando a su casa notó algo raro en su padre que se encontraba afuera, ya
era el atardecer y digamos que de esas ocasiones que no se ven nada bien, —hijo mío, ven dame
una abrazo y luego ve adentro con tu madre—dijo Landro, Dirlan estaba tan desesperado,
sintiendo algo que le reprimía en el pecho, que no le dio el abrazo a su padre, solo entró a la
casa y vio a su madre en la cama —¡mamá! ¿qué tienes? ¡levántate!, ¿por qué estás tan
delgada?, ¿tienes hambre?, ¿necesitas más fuerza?, ¡ya se!, te doy mi pan de hoy al cabo no te
preocupes comí con Wolfw, y también te juro que en mi oración aunque no me toque le hablare
a dios sobre ti para que te ayude y mejores más cada día—dijo Dirlan a su madre.

Mirza le dijo que lo quería demasiado, pero ya no podía más, cada mañana que se levantaba
de la cama sentía unos dolores horribles por todo su cuerpo, Dirlan corrió con su padre, y le
preguntó que dónde estaba esa medicina que necesitaba su mamá para mejorar, le dijo que él se
encargaría de ir por ella, su padre le dijo que no lo sabía, de pronto se sintió una oscuridad
inmensa en la casa, la taza de té había caído de la mano de su madre y se había roto en el piso,
se sintió un silencio total mientras Dirlan lloraba por el fallecimiento de su mamá —¡ni siquiera
me pude despedir de ella! —gritó Dirlan a su padre, mientras corría al bosque.

Corría, tropezaba y se levantaba llorando, no sabía hacia dónde pero no quería ver más a su
madre ahí en la cama sin vida y a su papá de rodillas frente a ella, sin darse cuenta corrió
hacia el volcán, por ser noche no se fijó por donde andaba y se golpeó con un árbol, medio
desmayado, sintió una figura grandísima frente a él que le decía— ¿quién eres muchachito?,
¿por qué siento tanta tristeza en tu alma?, no te veo las mismas intenciones que los tipos de
ayer, levántate, y no llores—terminó de hablar la bestia extraña.

Despertó al día siguiente con sus ropa rota, pero todas las heridas que había sufrido en el
transcurso de su enojo del día anterior estaban curadas, corrió hacia su casa un poco
desconcertado, al llegar su padre lo abrazó, le pregunto dónde había estado, le dijo que había
escuchado a un ángel, que lo animaba, le decía que no estuviera triste, Landro le dijo que el
golpe en el árbol definitivamente le había afectado, le pidió que fueran a darle el último adiós a
su madre, que lo acompañara y no lo volviera a dejar solo nunca jamás, abrazados fueron a
enterrar a esa gran mujer.

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Pasaron 4 años y Dirlan se hizo aún mejor en caza, al igual que en batalla pues los tiempos
cada vez eran peores, el rey necesitaba ejércitos porque no le abastecía el oro de sus tierras y
atacaban otros reinos. A todos los que mandaba el rey al bosque del volcán, regresaban
diferentes, pues decían que habían visto a un gran dragón, el rey solo se daba cuenta que era
una pérdida de tiempo, así que siguió mandando a su ejército a atacar otras aldeas y reinos.

El rey Antuan mandó entonces a un ejército a pelear, en el cual iba el padre de Dirlan, pelearon
durante tres días, gracias a la buena condición de caza de Dirlan no se quedaba sin comer pues
cazaba en el bosque, y así poco a poco fue metiéndose más y más a ese bosque que rodeaba al
volcán, cazando conejos y jabalíes.

Mientras comía en una pequeña fogata en el atardecer antes de ir a casa, de pronto escucho
ruidos extraños, con voz un poco temblorosa preguntó si había alguien por ahí, Dirlan de
manera muy cautelosa se alejó poco a poco de la fogata, hasta que pudo correr hacia su casa,
pero a medio camino le dio curiosidad, decidió regresar y vio a Érima comiendo de ese
delicioso manjar que él había cazado, de manera inteligente se subió a lo más alto de un árbol y
con voz muy grave dijo —no te muevas, no voltees, se quién eres, se dónde vives, y te llamas
¡Érima!— al escuchar su nombre, ella salió corriendo—, pero no muy lejos pues volteó y logró
ver bajar del árbol a Dirlan burlándose, por lo que rápidamente le lanzo tres flechas que se
clavaron en el árbol por donde iba bajando, —¡yo vengo a este bosque desde hace tres años es
más mío que tuyo!— dijo Dirlan enojado, entonces contestó Érima —pues yo desde hoy porque
te seguí y soy testigo de tu secreto.

Entre una pequeña risa Dirlan observó unos ojos grandes, y piel negra con escamas
camuflajeandose en un árbol, un enorme dragón que solo les aventó una ráfaga de aire con sus
alas, salieron corriendo los dos, Érima no sabía lo que sucedía, ni se quería enterar y corrió
hasta que logro salir del bosque.

Oscar gritó de manera arrebatada a su tío para que no terminara ahí la historia de esa noche,
le pidió que le contara más, el tío se negó, y le cuestionó sobre lo aprendido en el segundo
capítulo, Oscar le respondió que nunca hay que confiarse de las niñas, el tío de nuevo se
carcajeó, de la misma manera Oscar sonrió un poco, el tío le dijo que no pensara así, pues lo
más bonito que pudo hacer en su vida es haber conocido a su tía y obviamente a su hermana la
cual era la madre de Oscar, el niño bajó la cabeza por un momento, a lo que su tío le dijo que

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debía ser fuerte, que recordara que Dirlan no agachó la cabeza cuando falleció su madre, en
cambio aprendió que debía de ser más fuerte, Oscar sonrió y le dio un beso a su tío, pero luego
le dijo en la oreja que Dirlan todavía tenía a su papá, se acostó en su cama y se cobijó, Henry
esperó a que se durmiera y salió de la habitación.

Henry llegó a su cuarto, su esposa lo estaba esperando y charló con ella sobre la actitud de
Oscar, no le gustaba que estuviera triste y que ni siquiera le quería pasar por la mente que el
niño no fuera feliz, su esposa lo abrazó y le dijo que mejor a él eso no le pasara por la mente, se
acostaron y durmieron abrazados como la mayoría de las noches. Eran como actualmente pocas
parejas, un matrimonio feliz.

Al día siguiente estaba el tío y Lupita esperando a Oscar sentados en el comedor, esperando a
que el niño llegara de la escuela para empezar a comer, mientras llegaba ponían la mesa, por
fín llegó, y en ese momento mientras comían, el tío le preguntó lo que había hecho durante el
día, Oscar le dijo que ese día en la escuela ahora si realmente había pasado algo bueno, así
como pasó el tiempo y Dirlan se hizo bueno en batalla, les dijo que él había sacado un nueve en
matemáticas, los tíos le aplaudieron y le reconocieron su logro prometiéndole pizza el fin de
semana en su lugar favorito.

Llegó la noche, Oscar ya estaba desesperado, por fin llego el tío a su habitación, le pregunto si
estaba listo, Oscar asintió con la cabeza y Henry comenzó.

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 Noche 3

Dirlan chocó de nuevo con un árbol y quedó desmayado, el dragón le dijo que lo recordaba
muy bien, que era el pequeño niño de hace tres años, el llorón que fue a espiar y robar su
bosque, Dirlan le dijo que no, que él solo corría sin saber hacia dónde se dirigía, solo por
correr, el dragón le dijo que entonces él también se lo comería solo por comer, la bestia le
preguntó que cuál era su interés por ir a ese bosque, el niño le dijo que su padre estaba en
guerra y su madre había fallecido, y que solo iba a cazar para mantenerse con vida, también
Dirlan lo retó preguntándole cual era el motivo de esconderse y nunca salir del bosque ni
dejarse ver ,al cabo todos le temían y por eso nadie se atrevía a meterse a ese bosque, el
dragón le dijo que era un inoportuno, pues si entonces le tuvieran miedo, que hacia Dirlan ahí.

El niño se rió diciendo que en eso tenía mucha razón, y el dragón con la fuerza de una de sus
alas mandó a Dirlan contra un árbol y le dijo que era el último, que antes los caballeros tenían
lealtad, dignidad, antes su familia y él eran dueños y señores de esas tierras hasta que
llegaron los reyes que quisieron ser dueños de todo, el último dragón había sido su padre que
murió protegiéndolo, entonces el niño le dijo que su madre también habían fallecido por su
culpa, pues en su tierra estaba esa planta que necesitaba su mamá para vivir y gracias a ese
miedo que hacía sentir a los aldeanos nadie se metía a fondo al bosque y ahora su madre ya no
estaba con él.

Dirlan se levantó y corrió hacia su casa llorando, el dragón quedó desconcertado, a medio
recorrido el dragón se paró frente de él, y le dijo que tenía corazón noble igual que su familia,
y que conocía esos ojos verdes los mismos de su bisabuelo Tornak amigo de su padre, también
le dijo que lamentaba lo de su madre y por último le gritó que se largara y no volviera nunca
jamás, el dragón se desapareció volando hacia dentro del volcán.

Por fin regresó el padre de Dirlan muy cansado de la guerra, le contó a su hijo que peleó con
criaturas que no eran humanas, llamadas grasgnobs, eran animales como jabalíes con cola de
león, muy raros, que traían grandes armaduras de plata, que jamás las había visto, que tuviera
cuidado donde anduviera, le dijo que lo que había vivido esos días fueron cosas tan
aterradoras, pues de mil soldados que iban solo quedaron doscientos, cuando los enemigos solo
eran trescientos, le dijo que salir a explorar otras tierras no es bueno que siempre debía de
tener miedo, y que la vida ya no era sencilla.

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En las montañas de grasgnobs se encontraba esa bestia llamada Tronk que era el líder del
ejército de esas criaturas, sobre su tigre negro con blanco y dientes de sable, gritó a los
grasgnobs que eran uno seres inmundos, y mediocres al perder con ese ejército tan débil, que
los humanos que vivían bajo esas horribles tierras que muy apenas les daban para comer, y ese
día los habían vencido, pero pronto harían un ataque que acabaría con todos esos malditos
humanos y cortaría la cabeza a ese rey que lo humilló, robándole todos los escudos de plata y
armaduras a todos sus guerreros que lucharon, les dijo que llevarían también el mensaje a los
apolak seguro los apoyarían, pues tenían que hacerlo, ya que vivían de ellos, pues les daban
lugar donde vivir y comer.

Dirlan contó a su padre lo que había pasado en el bosque con el dragón, su padre solo sonrió,
pero en ese momento recordó un pequeño flautín de madera que era de su abuelo con la figura
tallada de un dragón, y le dijo que su padre le decía que ese flautín podía usarlo cuando
quisiera, pero que la leyenda contaba que cuando se conocía el verdadero significado no lo iba
a usar nunca jamás, pues se iba a llevar una gran sorpresa, pero que no le podía decir nada
más porque era un secreto, y así le decía siempre y por supuesto lo regañaba para que no se
riera, pero él solo pensaba que eran historias de viejos

Entonces Landro le dio ese artefacto a Dirlan, ya que fantaseaba con dragones y se lo regaló,
solo le dijo que lo cuidara mucho, pues había pasado de generación en generación, también le
comentó que recordaba las historias que le contaba a Dirlan de pequeño sobre ese volcán, pero
le dijo que solo era por asustarlo, al igual no quería que fuera, por algo se contaban cosas
horribles de ese bosque, y era una regla aldeana pues ese lugar guarda grandes secretos.

Pasó una semana, cuando de pronto una mañana en la cual se sentía una brisa diferente, se
vieron aves en el cielo que dejaban caer extrañas esferas de fuego sobre las casas de la aldea,
una viejita de la aldea gritó que eran apolak, aves mandadas desde el infierno, todos salieron
de sus casas pues la aldea estaba siendo invadida, Érima y más de los compañeros de Dirlan,
saltaban de casa en casa, pues arrojaban lanzas a esas aves tan extrañas color rojo sangre,
con cabeza de dragón y plumas, eran grandes, como de un metro y medio, Dirlan y su padre no
tardaron en salir de la casa a observar que sucedía e inmediatamente se metieron por sus
armas, de un solo golpe Landro con una lanza golpeó a Dirlan directo en la cabeza y lo
desmayó, lo escondió a dentro de un mueble pues no quería que peleara ni que le pasara nada
malo.

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Entonces empezó la pelea, se veían lanzas por todas partes, pero eso no fue lo peor, en ese
momento llegó Tronk líder de los grasgnobs, con un gran ejército y al redoblar unos tambores
que en realidad era rayos del cielo, atacaron directamente la aldea, mataron a todo aquel que se
pusiera en su camino, casi todos los de la aldea ya en el suelo, incluso el padre de Dirlan vieron
llegar a Kron, General del ejército del Rey, fue matando grasgnobs de uno por uno, con su
poderosa espada, y detrás de él todo el ejército de aldeanos, algunos aún vivos se levantaron
para seguir peleando y así se derramó sangre, y la pelea duro horas, atormentadas horas, los
humanos pelearon como grandes valientes, los grasgnobs medían aproximadamente dos metros
y traían fuertes armaduras.

Los ápolak seguían lanzando llamaradas desde arriba, era una escena totalmente escalofriante,
absolutamente casi todas las personas habían sido asesinadas. Pronto llegó el ejército del rey,
por fin esa pelea esperada, Kron logró llegar hasta donde estaba Tronk, el Grasgnob le gritó a
Kron que quién le vendría a salvar de su muerte, le gritó que si acaso su leyenda, el dragón
del volcán, porque no lo veía por ninguna parte y en realidad era una mentira, le dijo que no
existía, que ellos habían acabado con el último que justamente venia de ahí, entonces,
comenzaron a luchar espada contra espada, hierro contra hierro, metal contra metal, y por fin
se clavó una espada, Wolfw desde su escondite, dentro de su casa vio morir y caer a su padre,
que lo miró y le sonrió desde afuera, dando su último sopló de vida.

Dirlan despertó y vio desde la ventana a su padre tirado, y ya cuando todo el ejército enemigo
se había ido, corrió a verlo, pero no reaccionaba, recordó el flautín, pensó que a lo mejor
resucitaba o algo parecido, corrió a su casa quemada, volvió con su padre, sopló y sopló, pero
no sucedía nada, puso su cabeza en el pecho de padre muerto y vio a Wolfw haciendo lo mismo,
eran los únicos sobrevivientes. Dirlan se puso de pie, vio a sus amigos de la escuela, a Érima, su
padre, el padre de Wolfw y entre ellos dos decidieron hacer lo correcto, enterraron a cada uno
de los cuerpos, y los de sus padres los pusieron en canoas sobre un río, y los quemaron para que
se regaran sus cenizas y su alma descansara en paz.

Oscar quedó completamente anonadado, no sabía que decir, lo único que salió de su garganta
con voz quebrante fue que la vida muchas veces es tan injusta, Dirlan no era un niño malo, el tío
le dijo que no se adelantara, luego Oscar comentó que no debió de haber perdido Kron, si se
supone que era el mejor, el tío le dijo que para unos hay otros, y que en este caso estaba ganando
el mal, pero que todavía le faltaba mucho a la historia así que no se desanimara, Oscar le dijo a

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su tío que Dirlan ya no tenía a su mamá, ni a su papá, y no tenía unos tíos que lo quisieran mucho
para cuidarlo, entonces qué iba pasar con él, el tío de nuevo lo tranquilizó y le dijo que le parecía
bien su forma de pensar y sobre todo que supiera que lo querían mucho, le dio un abrazo y los
dos se fueron a dormir.

Al día siguiente Oscar contó muy emocionado a su tío el sueño que había tenido la noche
anterior, le dijo que soñó que andaba en el cielo, volando sobre un dragón blanco, al tío le llamó
la atención pues no tenía mucho que ver con la historia, Oscar le dijo que su color favorito era el
blanco, la tía se rió pues le dijo que la camisa que le daba era blanca y después de la escuela la
volvía café, los tres rieron en ese momento.

En la casa dentro de su oficina, ya tarde, se acercó Oscar para decirle que lo estaba esperando
para que le contara la historia, el tío se disculpó pues tenía un caso por resolver muy importante,
pero, aún así, no se había olvidado de eso, y ya casi subía a su cuarto para seguir, pero prefirió
contarle la historia ahí en su despacho.

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 Noche 4

Mientras los cuerpos en fuego se veían alejándose en el río, Wolfw se fue triste y cansado a su
casa a dormir, estando Dirlan solo, salió el dragón de la oscuridad de esa desconsolada noche
y le dijo que lo había visto todo, que notó su valentía al querer salir a pelear, que su padre hizo
bien al detenerlo aunque él pensara lo contrario, pero le contó que él había vivido también algo
similar y con el mismo enemigo, que es lo peor del caso, entonces el dragón le dijo que se fuera
a buscar otro lugar donde vivir, que eso sería lo más sano, ahí iba a tener comida, agua, y
también que se llevara a su amigo con él, le dijo que las guerras solo traen desastres y cuando
se mata a alguien dentro de ese infierno nadie piensa en la familia o lo que está dejando esa
persona atrás, las guerras siempre son por el poder, el dragón le dijo a Dirlan que se había
enterado que el rey se había suicidado, por lo que ese lugar pertenecería ahora a los
grasgnobs, y lo más seguro es que irían al día siguiente a ver qué personas o cosas quedaron,
tomando en cuenta la gran llama que Dirlan y su amigo hicieron esa noche, los grasgnobs se
habían dado cuenta de que había gente con vida.

Dirlan cuestionó al dragón del porqué si había visto toda la guerra no ayudó a defender, a esa
aldea que siempre lo respetó, el dragón le dijo que no era su guerra, y que debía de saber que
por la culpa de su rey toda esa sangre se había derramado, Dirlan le dijo que buscaría
venganza y él empezaría otra guerra, el dragón burlándose le dijo en tono burlón que si la
iniciarían él y su fuerte amigo, Dirlan de forma exigente le gritó a la bestia que él les ayudaría y
el dragón le contestó por último volando hacia el volcán— te lo repito no es mi guerra y mi
nombre es Ferno—el dragón se fue rápidamente del lugar.

Dirlan tomó la espada de su padre y muy temprano fue con Wolfw para planear esa venganza,
para su sorpresa Wolfw no estaba en su casa, se había ido y la armadura de sus padre no
estaba, en ese momento salió corriendo para lograr alcanzarlo, y a mitad del camino ahí estaba
tirado y muy cansado, Dirlan le dijo que pensaba que ya iba muy lejos, Wolfw le comentó que la
armadura estaba muy pesada, riéndose Dirlan le dijo que solo había caminado veinte metros,
Wolfw se paró y le dijo que su padre estaba orgulloso de él, todos los días se lo decía, pero no
lo había dejado salir a pelear, le dijo que solo estorbaría porque aún era un niño, que mejor se
quedara en casa a cuidar a su madre y lo único que vio fue cuando su madre también se fue a
luchar y lo dejaron encerrado en casa, Wolfw le aseguró a Dirlan que quería ser igual a su

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padre o mejor, que le gustaría mirar al cielo y ver el rostro de sus padres sonriéndole porque
logró ser al fin lo que ellos querían, un guerrero, el mejor.

Dirlan mencionó a Wolfw que quizá sus padres no quisieran que se vengaran, que tal vez lo más
conveniente sería buscar una aldea cercana para vivir, entonces fueron a la escuela y ahí
estaban sus caballos, Dirlan se sintió feliz de ver a Relámpago, y empezaron su aventura rumbo
a una nueva aldea, durante el camino fueron cazando, y sufriendo tormentas de todo tipo arena,
tierra, agua, hasta que llegaron a una pequeña aldea llamada Glaga donde fueron aceptados,
lograron vivir, y cumplieron la mayoría de edad.

Dirlan logró conocer más el arte de la lucha y herrería, Wolfw era buen estratega para las
guerras, y experto con el arco, se volvieron protectores de esa aldea, no tenían un ejército, pero
con ellos era suficiente, no era un pueblo problemático.

Una mañana nublada y con lluvia , vio que de pronto llego Tronk destrozando todas las casas
de la aldea, matando uno por uno, Dirlan corrió a pelear pero tropezó, vio a Wolfw retándolo,
al cual le destrozó el corazón atravesándolo con una espada, el Grasgnob reía y lo miraba, en
ese momento Dirlan, despertó, todo había sido una pesadilla y se dio cuenta que en su mano
derecha estaba apretando con demasiada fuerza ese flautín, el único recuerdo de su padre, lloró
sobre su cama sin que nadie se diera cuenta, recordando a su padre y a su madre que de seguro
lo miraban desde el cielo.

Recordó que Wolfw le dijo un día que veces la vida en muchas situaciones da una vuelta
inesperada, pero debemos estar preparados, conocer, explorar, y siempre recordar que por algo
suceden las cosas, la vida tiene armada cada uno de los sucesos que nos ocurren, al igual que
nuestras acciones, al obrar bien nos irá bien, pero recordar que la vida no es del todo bonito,
hay que sufrir un poco, o a veces mucho, para lograr lo que se quiere y por último al que obra
mal pues que sus acciones se encarguen de él.

Una mañana al levantarse de la cama, Dirlan preparó su caballo y fue a dar una vuelta a las
afueras de la aldea, cuando vio una viejita grande de edad con pelo blanco, y le preguntó lo
que se le ofrecía por esos rumbos, la viejita no respondió y siguió caminando, de pronto se
detuvo y le dijo que sentía su miedo, que temía cuando soñaba, y que cuidara lo que decía,
hacía o pensaba, sobre todo estuviera pendiente con su pacífica aldea, ya que él no era capaz

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de ser un buen protector, le dijo que le faltaba el conocimiento y coraje de un verdadero
guerrero.

Dirlan obviamente se rió y burló, la vieja se convirtió y le hizo creer que era un Grasgnob, el
muchacho cayó del caballo, la vieja sonrió y le preguntó que si deseaba tener la espada más
fuerte de todo el reino, como una vez la obtuvo una sola persona en la tierra, le dijo que fuera a
la montaña Reme por el diamante verde de la sabiduría, a la montaña de hielo por el diamante
azul de la valentía, y por último a la montaña de fuego, por el diamante rojo, que los incrustara
en su espada y vería todo el poder que se puede lograr al acumular cosas tan sencillas. Esa
mujer desapareció caminando a lo largo del camino hacia un bosque y nunca jamás la volvió a
ver.

Sentado Wolfw en el suelo, poniendo herraduras a su caballo, llegó Dirlan a platicar con él
sobre lo que le había sucedido con la vieja en las afueras de la aldea, Wolfw después de
escucharlo, rápidamente lo llevó con la familia de Ranfa, entraron a su casa y parecía como si
hubiera magia dentro de esa choza, imágenes de duendes, una mesa hermosa hecha de madera
de pino, entonces los saludo Hana la hija de Ranfa, a la cual se le notaba rápidamente ese
interés por Wolfw.

Llegó el papá de Hana, Ranfa, él era una persona sabia, Dirlan le comentó todo lo que había
sucedido, lo que la vieja le había comentado, entonces Ranfa les dijo que era verdad lo que le
había dicho la anciana, absolutamente todo era verídico, que si existen tres gemas en el mundo
y muchas más cosas interesantes, pero no era una tarea fácil y menos para un joven como
Dirlan, menos para Wolfw, aclaró, el amigo rápidamente le dijo que él no iría a las montañas,
mientras miraba a Hana.

Ranfa les dijo que se olvidaran de eso, que un amigo de él había intentado buscarlas hace
mucho tiempo pero nunca regresó, les dijo que no era una exploración escolar a caballo, en el
exterior había monstruos, duendes malignos, arboles extraños, lagunas, y magia rara, esos
bosques escondían grandes secretos, y al momento de entrar en ellos era como si dentro de uno
se incorporara una maldición que te seguirá para siempre.

Ranfa le platicó la historia de Reme, un gran dragón color verde, el cual se llenó de odio por
todas la guerras y masacres que hacían los humanos, no había manera de acabar con este
dragón pues era demasiado sabio y siempre sabía el momento en que querían asesinarlo, y todo

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aquel que lo intentaba terminaba muerto al igual que toda su aldea, así que Reme era temido
por todas las aldeas cercanas, dicen que escupía fuego y hielo a su antojo, cuenta la leyenda que
cierto día llegó Ulias el gran dragón del hielo, y estos dos tuvieron una gran pelea por los
cielos, de manera impresionante para quedarse con las tierras y ser los seres más poderosos del
mundo, pero ese lugar solo lo lograría uno de ellos, causaron gran terror durante días, y
quemaron, mataron mucha gente inocente, de pronto una noche lluviosa se volvieron a
encontrar y a pelear, los dioses los castigaron volviéndolos criaturas simples, unos simples
humanos a los cuales les borraron la memoria.

Eso no detuvo a estos dos feroces dragones—guerreros, pues lograron formar ejércitos con los
cuales conquistaron aldeas, y solo por el poder a todo aquel que se les resistía lo mataban, un
día por casualidad o destino, los dos se volvieron a encontrar, y estalló una gran guerra, cuando
ya casi habían terminado con la vida de sus ejércitos, se enfrentaron en una lucha de uno contra
uno hasta la muerte, ensangrentados los dos, con heridas de muerte, huyeron en su caballo a
todo galope, Reme hacia la montaña que lleva su nombre y Ulias hacia la montaña de hielo, los
dos por haber sido dragones con gran ímpetu se convirtieron en hermosos y poderosos
diamantes, pero esto solo es una leyenda, nadie los ha visto o tocado.

Después del té y de esa plática, salieron de la casa del señor Ranfa, y como es lógico Dirlan
decidió emprender su camino a la mañana siguiente sin avisarle nada a nadie. Subió muy
temprano encima de Relámpago, la noche anterior le había dicho a Wolfw que volvía pronto y
que él se encargaría de la aldea en su ausencia, Wolfw le dijo que esperaba su regreso.

Oscar se emocionó demasiado, le mencionó a su tío que pensaba que el cuento ya estaba por
terminarse o que solo sería la típica historia con un final feliz, pero se había dado cuenta que no.

Después Henry le dijo a Oscar que ojala todas las historia reales fueran como los cuentos con un
final feliz, Oscar le comentó a su tío sobre un niño de su salón que golpeaba a otro, el tío le dijo
que Ferno le había mencionado anteriormente a Dirlan que esa no era su guerra, entonces el tío
cuestionó Oscar sobre lo que sentía cuando veía eso, el niño le respondió que sentía muchas
ganas de golpearlos para que lo dejaran en paz, el tío se rió y le dijo que quizá era mejor dejar
esos problemas con la gente adulta, que eso lo podía platicar con la maestra, aunque quien
verdaderamente debería de reportar eso era el niño que era víctima de esos maltratos, Oscar se
quedó pensativo, luego dijo a su tío que como decía en el cuento, a veces la vida ya nos tiene

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preparados cada uno de los sucesos que ocurren, por ejemplo el tenerlos a ellos como tíos es lo
mejor que le ha pasado, pero que si fuera necesario ir a buscar esos diamantes para volver a ver a
sus padres, no lo dudaría ningún momento, Henry le dio el beso de las buenas noches y le dijo
que él no necesitaba buscar nada pues tenía dos diamantes hermosos en su casa, a su esposa y a
ese niño tremendo que se llama Oscar, él niño sonrió y se quedó profundamente dormido.

Al día siguiente Oscar llegó de la escuela, gritando que por fin era viernes, que la maestra no les
había encargado tarea, la tía lo invitó a que se sentara a comer, durante la comida Oscar platicó a
su tía sobre dificultades que tenía en la escuela, su mejor amigo había ido de chismoso con su
maestra, por estar comiendo dentro del aula, por lo que la maestra lo castigó y dejo sin medio
recreo, su tía de manera muy correcta le dijo que el lunes iría a platicar con su maestra, Oscar se
alegró, pero su tía terminó diciendo que para felicitarla, porque cuando en algún lugar hay reglas
se tienen que respetar, por ejemplo lavarse las manos, y tender la cama en su casa, lo cual cierto
niño no hacía, Oscar solo levantó las cejas.

Casi para terminar de comer, llegó Henry muy cansado, mencionando que había ganado el caso,
y que se sentía muy contento, pero a la vez triste pues el caso era sobre la custodia de un niño, la
cual ganó la madre, pero el padre no se veía contento, Oscar dijo que él de grande quería ser
abogado igual que su tío y su mamá, Oscar se fue a jugar durante la tarde con sus amigos, a pesar
de ser un niño pequeño Oscar tenía claro el querer terminar su carrera, e incluso seguir
estudiando, sus tíos inculcaban valores a su sobrino, pero mucho más el amor y ganas de triunfar
en la vida.

Ya tarde se metió a bañar y a esperar a su tío a la cama, cuando Henry llegó al cuarto del niño,
este le hizo una pregunta un poco incómoda, del porqué él y su tía no tienen un hijo propio,
Henry le dijo que los tiempos de dios son perfectos y que obviamente un día le iba a dar un
primito, Oscar se puso muy contento entonces el tío le dijo a su sobrino que estaría bien un viaje
hacia la montaña Reme, Oscar emocionado le decía que ya empezara.

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 Noche 5

El primer destino de Dirlan era la montaña Reme, eran unas elevaciones hermosas, el verde de
esa montaña se veía desde muy lejos y al estar dentro de ese bosque se dio cuenta de lo bello que
era, lo único extraño es que no veía jabalíes, ni ardillas corriendo por ahí, el único propósito
para Dirlan era llegar a la cueva que estaba en lo más alto de la montaña, y así emprendió su
camino, de pronto escuchó un ruido muy cerca de él, lo que le hizo estar al pendiente,
Relámpago trotó durante largo tiempo, y Dirlan contemplaba algunas estatuas y figuras
extrañas, de pronto una hermosa mujer apareció atrás de él, le pudo detectar una quemada en
una pequeña parte de su cara, sacó la espada rápidamente para defenderse, la mujer se veía
indefensa, ella lo saludó, Dirlan quedó pasmado a tremendo susto que se llevó, después le dijo
que se llamaba Elsy, y le preguntó su motivo para estar en tan peligrosa montaña, Dirlan no
respondió absolutamente nada por un momento, hasta que dijo que iba en busca de un diamante
color verde.

La mujer se quedó seria mirando a Dirlan y le dijo que sabía dónde estaba, le prometió llevarlo
hasta esa gema preciosa, Dirlan quedó pensativo un momento pero respondió de manera
afirmativa, y Elsy subió al caballo, durante el camino ella iba más platicadora, contándole
sobre los peligros que había en ese bosque y la suerte que tuvo de encontrarla, y durante todo el
camino fue cuidándolo de muchas trampas dentro del bosque, por poco y cae en unas tierras
movedizas, pero relámpago era muy fuerte y pudo salir, de pronto cayeron los tres en una
trampa de árboles, que era como una enredadera de la que no te escapas jamás, Dirlan dijo que
los soltara por favor y de pronto se soltaron de esos grandes árboles, la mujer le dijo que eran
los árboles nobles, solo era de tratarlos bien y soltaban.

Llegaron a un río hermoso, al tomar agua Dirlan vio a su padre y a su madre hablándole, que
fuera hasta el fondo, que ahí estaban ellos, que lo extrañaban mucho, y de repente Elsy le gritó
que no fuera, que no hiciera caso, que era una trampa del río de los recuerdos, le dijo que
muchos han caído en ese río y que era el que más se había alimentado de criaturas de ese
bosque y luego los escupía siendo estatuas de piedra.

Elsy le dijo que era todo por parte de ella, pues cerca estaba su casa y que después de ese río
estaba la cueva ,y le deseó que la vida lo llenara de sabiduría, esas fueron sus palabras, por
último le dijo que era interesante su flauta o silbato que traía en el bolsillo.

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—¡Hola!— gritó Dirlan, caminó despacio mientras veía una sombra de una serpiente
grandísima, de pronto la serpiente se fue transformando en una mujer, eso lo notó gracias a la
sombra que se fue modificando, la cual se transformó rápidamente en la mujer que lo había ido
acompañando durante todo el viaje, entonces le dijo que le iba dar a elegir dos tratos, que le
diera el flautín que traía en el bolsillo y le daba el diamante que ella traía en la mano, no lo
podía creer, era el diamante verde de la sabiduría, brillaba casi como el sol, a pesar de estar en
una cueva oscura, ese diamante lograba iluminar toda la majestuosa y grande cueva.

Elsy le dio la otra opción que eran dos preguntas que tenía que contestar correctamente, Dirlan
accedió a responder las preguntas, entonces Elsy cuestionó preguntando qué era lo que más
odiaba ella, Dirlan se quedó pensando y después de observarla bien le dijo que ella conocía el
agua muy bien, los ríos, la tierra por vivir en el bosque, y el aire, pero que odiaba y le temía al
fuego —¡yo no le temo al fuego!—gritó Elsy desesperada, Dirlan quedó serio después de ese
gran grito, Elsy le dijo que había dicho la respuesta correcta, realizó la última pregunta,
cuestionando qué era lo único que podía detenerla, Dirlan se quedó pensando, no sabía la
respuesta, la mujer rápidamente se convirtió en una serpiente grandísima.

Dirlan sintió que algo le quemaba la pierna, cerca del bolsillo del pantalón, la serpiente le dio
un golpe tan fuerte que lo sacó de la cueva, cayendo y raspándose con ramas entre arbustos, y
cuando vio que Elsy venía directo a matarlo, sacó el flautín que brillaba en color rojo, y sopló,
pero no salió ningún sonido, los cielos se nublaron ,comenzó a llover, Elsy le dijo que había
cometido el peor error de su vida, había atraído una bestia que no iba a poder controlar, y
desde lo lejos vio llegar a Ferno, ese dragón tan imponente era casi irreconocible que comenzó
la lucha contra ese monstruo, y con un soplo de fuego terminó con ella.

Ferno dijo a Dirlan que no era bueno meterse en problemas, y que esperaba se haya dado
cuenta del gran valor de ese flautín, de ese objeto que tenía en sus manos, le comentó que no
significaba que siempre estaría para él, le dijo que era algo más fuerte, aseguró que a partir de
ese día tenían un lazo el cual no se imaginaba, solo el aire salido de su alma pudo soplarlo y
ningún otro aliento había podido llamarlo a él, ni su abuelo y tampoco su padre, Dirlan notó
que despareció el flautín de sus manos, el dragón le dijo que estarían juntos para apoyarse y
debía prometer que así como el apoyaría cada una de las decisiones y de sus comportamientos,
él también debía de respetar el día que él debía de irse para siempre, Dirlan solo le dijo que no
lo necesitaba, sin embargo Ferno lo fue siguiendo todo el camino, el muchacho le dijo al

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dragón que debía de aceptar que se sentía más protegido con él a su lado aunque no lo viera
por hacerse invisible, sobre todo en la noche.

Durante una pequeña fogata Dirlan aprovecho para incrustar el diamante en su espada, — ¿no
sería mejor que la pusieras en tu cerebro?, ahí la necesitas más que en tu espada—dijo Ferno—,
¿eso fue sarcasmo?—cuestionó Dirlan, —definitivamente va mejor en tu cabeza—se burló Ferno
—.

Oscar veía que su tío reía mientras le contaba el cuento, entonces Oscar cuestionó sobre lo que
era el sarcasmo, su tío le dijo que era una especie de burla de manera indirecta o a veces muy
directa, pero que era muy pequeño para comprender o usar ese tipo cosas, Oscar cambiando de
tema le dijo a su tío que esa persona con la que iba en el camino, al último seria su peor enemigo,
el tío le dijo a Oscar que a veces creemos que esas personas a las que llamamos “mejores
amigos” van a estar con nosotros o nos van a apoyar siempre, pero como humanos no hay que
olvidar que cada persona ve por su interés, y raramente van a ver por el interés del otro, muchas
veces recibimos ayuda de quien menos esperamos y esas personas que nos dijeron que siempre
iban a estar ahí desparecen como si nunca hubieran existido, sobre todo la envidia, ese
sentimiento de querer todo lo que otros u otras personas tienen, ha hecho que los mejores amigos
terminen peleados para siempre, pero si la amistad en realidad fue verdadera la vida y el destino
los vuelve a unir.

Oscar le comentó a su tío, lo que había vivido con su amigo en la escuela, Henry se rió y le dijo
que esas eran cosas de niños, siempre hacen una tormenta en un vaso de agua, y así es conforme
van creciendo, llegan a la juventud e igual tienen los peores problemas del mundo, el tío le dijo a
su sobrino que nunca olvidara los buenos consejos que le daba pues le servirían y él se daría
cuenta de cuando utilizarlos. Henry le dio a Oscar el beso de las buenas noches, le dijo que no
olvidara orar pues ya varias noches se le había pasado y él todos los días le pedía a dios por toda
su familia.

Al día siguiente sus tíos se arreglaban para salir y cuando lo vieron rápidamente le dijeron que se
metiera a bañar pues era quincena, lo que significaba ir por mandado para la comida, y para
Oscar significaba algunas sabritas, jugos o incluso con suerte un juguete.

Llegando al supermercado Oscar hizo lo que nunca en su vida, se acercó a los libros y eligió
uno, era un comic de Superman, se acercó allí también una niña, que se quedó mirando fijamente

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a ese comic que Oscar traía en la mano, su tío lo observaba desde lejos, Oscar volteó a ver a su
tío, no sabía qué hacer, no sabía qué era lo correcto, por un lado el cómic lo había tomado el
primero, y por el otro era una niña, cabe decir que no cualquier niña, sino Mónica la niña que le
gustaba de su grupo, Oscar le dio el comic y se fue corriendo con su tío, Henry solo se rió, al
niño se le veía que no quería hablar sobre el tema.

Oscar cuestionó a su tío, si se acordaba de quién cumplía años el lunes, el tío de manera muy
seria le dijo que un tal Oscar, ese niño travieso de la casa, Henry le preguntó lo que quería de
regalo, Oscar respondió que no necesitaba nada solo con tenerlos a él y a su tía era suficiente, y
entre alejándose con su tía le dijo que un carro control remoto no le caería nada mal.

Después de las compras fueron por pizza tal como se lo habían prometido a Oscar por su nueve
en matemáticas.

Por fin se llegó la noche, y Oscar estaba en pijama esperando a su tío, el cual se tardaba
demasiado, logró ver que sus tíos tenían una pequeña discusión en la en la parte de abajo de la
casa, en la sala, cuando lo vieron rápidamente cambiaron de tema, Henry dio un beso a su mujer
y subió al cuarto de Oscar, y le dijo de manera muy alegre como si no hubiera pasado nada que
ya iba a empezar la historia.

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 Noche 6

Camino rumbo a la montaña de hielo, por el diamante azul, estos dos se iban conociendo,
Dirlan le iba contando sobre los tres diamantes, Ferno solo iba escuchando y de pronto
cuestionó a Dirlan sobre la pérdida de sus padres, a lo que él respondió que a pesar de todo,
esperaba ansiosamente el día de su venganza, Ferno le dijo que la venganza ciega, siempre hay
que dejar que la vida haga sus movimientos y no hacer la justicia por nuestra propia mano, —
¿acaso eres un cobarde?—preguntó Dirlan—, Ferno quedó callado y respondió—no soy
cobarde, solo que pienso antes de hacer una tontería—.

Todo era tan frio y helado, se hacía noche, tenían que dormir para descansar, de pronto vieron
a un gran grupo de caballos salvajes corriendo de un lado a otro, Ferno dijo a Dirlan que se
ocultara pues era un ataque de lobos hambrientos, Relámpago se puso demasiado nervioso que
se puso a correr, los lobos no dudaron en atacarlo, Ferno se puso frente a ellos antes de que
atacaran al caballo, los lobos salieron corriendo espantados. Cuando Dirlan y Ferno estaban a
punto de irse, Relámpago se jaloneo hacia otro lado, Dirlan entendió que su caballo quería ir
con los demás, le retiró la silla, la arrojó al suelo, entonces se despidió y solo le dijo que le
fuera muy bien, Relámpago se alejó corriendo feliz.

Después de tanto caminar decidieron descansar y ya en la madrugada cerca de un árbol

dormidos temblaba Dirlan de frio a pesar de la gran cobija que llevaba, entonces el dragón se
acercó al joven y puso una de sus alas encima de él, Dirlan se dio cuenta, pero era tanto el
frio ,que olvido el orgullo por ese momento.

Al despertar todo era hermoso, diamantes por todas partes, y después de un puente de hielo ahí
estaba ese gran diamante azul, corrió hacia él, de pronto un pequeño duende vestido de blanco,
se interpuso en su camino, el duende se presentó y le dijo que se llamaba Dodruen, que era el
guardia del diamante de la valentía, igual que en la montaña Reme, Dodruen le hizo dos tratos,
el primero era diamante por diamante, y el segundo que él luchara contra su monstruo y si lo
vencía el diamante era suyo, Dirlan optó por la segunda opción y de una cueva salió Tronk el
líder de los Grasgnobs, el cual le gritaba que lo atacara, pues había disfrutado matar a su padre
y a todos sus seres queridos, Dirlan observó que la piedra de la sabiduría brillaba, Ferno solo
miraba lo que sucedía, Dirlan se dio cuenta que el duende intentaban atacarlo con la bestia que
más odiaba, y que deseaba muerta, pero el guerrero dijo a ese Grasgnob que no lo buscaría ni

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le mataría, la vida se encargaría de él y de todo lo malo que había hecho a su familia y a otras
aldeas, el monstruo corrió contra Dirlan pero en ese momento la imagen de Tronk desapareció.

Todo había sido solo una ilusión de Dodruen, estaba tan enojado que rápidamente se convirtió
en un ogro grandísimo, y en el momento donde intentó atacar a Dirlan, Ferno lo desmayó de un
golpe con su cola, diciéndole que ese no era el trato, el guerrero y el dragón se miraron
fijamente, respiraron y sonrieron de manera corta, al mismo tiempo que Dirlan le sacaba del
bolsillo al duende el diamante y lo colocaba en su espada.

Rumbo a la montaña de fuego, se conocieron más e iban recordando sus aventuras, Dirlan se
dio cuenta de lo que es la sabiduría, que era parte de la madurez, no se debe de atacar antes sin
pensar, no se debe de hablar antes sin meditar lo que se va a decir, muchas veces nos
equivocamos sobre todo al juzgar algo o alguien, y tampoco se debe de crear ideas equivocadas
sobre las persona o animales, porque en realidad no los conocemos, debemos de ser sabios al
momento de tomar una decisión, porque la mayoría de las veces tomamos una iniciativa para
nuestro presente y no para nuestro futuro que es en realidad lo que más cuenta, el saber qué va
a pasar con nuestra vida tomando esa decisión, la envidia, y el actuar de manera violenta y
prepotente a veces no es buena opción.

Después de una buena caza y comida, Ferno advirtió a Dirlan que en esa montaña de fuego era
importante tener cuidado y ser cautelosos porque eran las aldeas de los grasgnobs, esos
monstruos no tenían compasión.

Anduvieron aldea tras aldea, ya eran famosos Dirlan y el dragón de fuego, lo cual llegó a oídos
de Tronk, quien mandó cuidar por sus ejércitos las afueras de su aldea, aunque en realidad no
parecía aldea, era casi un castillo, un imperio.

Los grasgnobs no se lo esperaban así que Dirlan y Ferno pasaron por el cielo muy alto para que
no los vieran, era algo nuevo, ver la estrellas tan de cerca, sentir la piel de un dragón, Dirlan se
sentía poderoso, tan todopoderoso que le dijo Ferno que lanzara bolas de fuego como ellos a su
aldea, que incendiara todas la casas, que matara a todo aquel que se interpusiera en su camino,
jaló la piel de Ferno tan fuerte que este mejor le dio un golpe y lo desmayó por un momento.

Despertó a la mañana siguiente, ya en la montaña de fuego, Ferno le contó lo sucedido, Dirlan

le dijo que lo disculpara, que a veces el odio nos ciega de una manera tan horrorosa que solo
queremos ver arder y que sufran las personas que en un determinado momento nos hicieron

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sufrir a nosotros, y le prometió que no volvería a suceder, el dragón se quedó callado y le dijo
que eso no se lo prometiera a una bestia sino a él mismo.

De pronto Dirlan vio un árbol que le recordó a su madre, tenía un color rojo esplendido,
hermoso, era lo que necesitaba su mamá, para sobrevivir, Dirlan solo agachó la mirada, le dijo
Ferno que siguieran su camino, de pronto, vieron pasar cerca de ahí un gran número de ogros,
que llevaban un Apolak para comer, como era de suponer, tuvieron curiosidad de hacia dónde
se dirigían, al seguirlos, vieron una hermosa cascada, llena de árboles de todos los colores que
se puedan imaginar, pero escondidos en un arbusto se dieron cuenta que los ogros no llevaban
ese pajarraco para comérselo, sino, como tributo para unos seres extraños, que salieron del
agua, no eran sirenas, eran mujeres con sus dos pies, eran mujeres completas, que eran
realmente lindas, sus cabellos eran color café, llevaban una armadura, que en realidad eran
plantas gruesas que cubrían su cuerpo, agarraron al apolak y lo mataron con un cuchillo, en ese
momento llegaron los centauros, y todos reunidos, los ogros, centauros y esas mujeres,
quedaron tranquilos, mientras un centauro dijo que ya habían matado al soplón de los
grasgnobs, nadie sabría ya donde se esconden.

Sin querer Dirlan vio una pequeña tarántula en el arbusto y gritó, rápidamente un ogro le tomó
del pie, Ferno se ocultó, espero astuto para ver que sucedía, Dirlan rápidamente les dijo que no
era un espía, obviamente le preguntaron entonces que hacía en ese bosque, no les dijo la verdad
porque no era muy conveniente la situación en la que estaba, así que mencionó el árbol frutal
color rojo, les dijo que iba por hojas, ramas y frutos de él, encerraron a Dirlan en una cueva,
que cerraba con una roca grandísima y pesada .

Después de terminar y ver que Oscar estaba casi dormido, Henry intentó salir del cuarto con
cuidado, pero un pequeño juguete se le atravesó por el camino que ocasionó un gran ruido, Oscar
despertó y lo miró, y le dijo que ojalá hubiera encontrado Dirlan ese árbol antes, así hubiera
salvado a su madre, Henry se sentó de nuevo en la cama y le dijo que todo siempre pasa por algo
y que las personas debemos de aceptar como somos y lo que dios nos da y dolorosamente
también a veces lo que nos quita.

Ya en su cuarto, su tío tuvo una charla con su esposa, sobre el tema por el cual habían discutido y
Henry le dijo a Lupita que era la mujer más maravillosa que había conocido, que era la persona
que lo comprendía, y que la admiraba por el trabajo que hacía en casa y también todos esos

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cuidados que tuvo con Oscar desde que era casi un bebé, que no los hubiera hecho cualquier
persona, a pesar de no ser su hijo, para terminar la conversación, le dijo que si dios aun no les
daba la oportunidad de tener un hijos, pues por algo sería y que ya llegaría ese momento de
alegría, y en caso de que no se pudiese, la iba a amar el doble por haberlo intentado y que sin ella
no sabría qué hacer ni cómo sobrevivir, su esposa lo abrazó diciéndole que era el mejor y que le
acababa de dar una gran lección esa noche, la cual era no pelear enfrente del niño, pues no era
sano para él, aun sea una pelea común y cualquiera. Henry le dio un beso en la frente y se fueron
a acostar.

Al día siguiente una gran emoción recorría el cuerpo de Oscar, iba a tener su primer partido por
el campeonato de futbol en su colonia, el partido estuvo muy intenso, pero para la mala fortuna
del equipo de Oscar, perdieron, pero eso no fue impedimento para que el niño asistiera a la casa
de Santiago, el capitán del equipo, pues se iba a festejar el segundo lugar.

Oscar no se sentía muy motivado, Henry se acercó a él y le dijo que se debe de aprender a
perder, en la vida no siempre se gana, y los errores que se cometieron en el presente serán la
experiencia para no volver a cometerlos en el futuro, muchas de las veces las personas, tropiezan
una y otra vez con la misma piedra, eso sucede por culpa de la inmadurez o de ser muy
despistado, siempre se debe de tener los ojos bien abiertos ante cualquier situación que se
presente, Henry le explicó a Oscar que él había conocido cierto mecánico para su auto, y después
de que le había arreglado el carro, le falló a los tres días, fue al taller y resultó que ellos le habían
modificado otra parte del auto con el pretexto de que estaba por echarse a perder, él les dijo que
esa pieza no era de su incumbencia, y solo se aprovecharon de su inocencia, entonces le dijo a
Oscar que había aprendido la lección de no volver a ir a ese taller, pues ni que fuera un tonto
para ir una y otra vez, el niño sonrió, subió al auto de los padres de Santiago para ir a la fiesta y
pidió de favor a sus tíos que fueran por él en dos horas.

Oscar más tarde ya en casa, se fue a bañar, se lavó los dientes, y fue con su tío a la sala donde
veía una película de terror, se sentó al lado de él, vieron como el asesino en serie estaba a punto
de encontrar a su víctima, y cuando ya casi la tomaba del pie, su tía se asomó a la sala y les dijo
que ya era tarde, Oscar y Henry dieron un salto donde casi tumban la televisión, el señor apagó la
tele, y se dirigieron al cuarto de Oscar, ahí siguió con la historia de Dirlan.

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 Noche 7

Ferno se acercó ya en madrugada a esa cueva para burlarse un momento de Dirlan,

mencionándole que era mejor que les dijera que venía a robarse su diamante rojo, Dirlan sonrió
y le afirmó que tenía razón al fin y al cabo lo iban a encerrar ahí de cualquier modo.

Durante la noche Ferno le contó a Dirlan la historia del diamante rojo, el dragón le dijo que
justamente ese era el nombre de la gran bestia que acechaba los bosques y todo lo que viera,
Rojo era un dragón asesino, así como existieron dragones buenos, existieron dragones malos,
Rojo era el más malo de todos, aunque, el único que poseía todos los dones que los dioses
otorgaron a un dragón, tenía velocidad, fuerza, escudo, fuego, aire, hielo, era una bestia
creada para destruir, su ira inició hacia los humanos en el momento que huyendo de pequeño
vio morir a sus padres por medio de flechas y lanzas, ese día se juró buscar y matar a esos
asesinos, y su descendencia.

Cuando creció y se hizo más fuerte lo logró, pero el hambre de matar lo cegaba , todos los
dragones tienen un gran vicio por algo ,en el caso de Rojo eran los territorios y sus riquezas de
plata, oro u otro metal brillante, y para muchos otros dragones los diamantes o manantiales,
Ferno le mencionó que en su caso sentía una gran atracción por los arboles verdes y ese olor a
madera, que ese era su tesoro más preciado, por eso ese bosque donde vivía siempre lo iba a
proteger, pues era su hogar.

Dirlan le dijo que el tesoro más preciado para él era tener la espada con las tres gemas, pero
por el momento se conformaba con su libertad y por supuesto su vida, el muchacho le dijo a
Ferno que terminara la historia, Ferno le dijo que Rojo quería ser inmortal, y tanto fue su deseo
que reto a los mismos dioses, sembrando oscuridad, temor y miseria, logrando muertes,
desesperación y hambre por el miedo que le tenían en el mundo. Los dioses lo castigaron
metiéndolo dentro de un diamante del cual nunca iba a salir y ahí se iba a consumir, a menos
que llegara alguien y le ofrendara su alma llena de odio puro.

Muy temprano al día siguiente fue una mujer y un centauro a sacar a Dirlan de ahí, el cual lo
acusó durante todo el camino hacia su destino diciéndole soplón, traicionero, sinvergüenza,
espía de los grasgnobs, Dirlan se detuvo y con mucha fuerza le gritó en su cara que quizá sería
todo lo que él quisiera, pero menos amigo de esas bestias que acabaron con la vida de su padre
y con toda su aldea, el centauro notó y vio en los ojos del joven que era verdad lo que decía, y en

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ese momento, lo soltó y le ordenó que se fuera, la mujer mentiría diciendo que el muchacho
escapó, Dirlan no lo pensó dos veces y se fue corriendo buscando a Ferno en alguna cueva o
zona oscura.

De pronto se escuchó una gran explosión, choque de espada con espada, golpe tras golpe, los
grasgnobs atravesaban los cuerpos de los centauros, ogros y doncellas, sin piedad, aunque las
mujeres eran muy ágiles, luchaban muy bien con las lanzas, también vio hombres que parecían
humanos como él, pero más grandes, ojos negros completamente, orejas puntiagudas, y aunque
no servía de mucho, los grasgnobs estaban ganando y en ese momento apareció Ferno trepando
a Dirlan en su lomo, realizando una aparición grandiosa ante todos, —este es tu momento
guerrero, a pelear—dijo Ferno—, rápidamente Dirlan sacó su espada, y de manera increíble
comenzaron a matar grasgnobs, todos los demás quedaron perplejos, las llamaradas quemaban
a los monstruos, la espada se veía moverse de un lado a otro como si fuera hijo de un
mismísimo dios, aquellos seres repugnantes decidieron huir.

Dirlan encima de Ferno les dijo a todos que no era un espía, que era de una aldea, que solo
buscaba defenderla y si era posible otras más, pues en su espada tenía dos diamantes, el de la
sabiduría, y la valentía, su objetivo en ese bosque era la tercer y ultima gema, el diamante rojo,
cuando Dirlan dijo eso, todos se miraron entre si y quedaron callados.

Una doncella invitó a Dirlan a bajar del dragón, e ir con el sabio de ese bosque, porque antes
de encontrar y usar esa gema en su espada debería de saber la historia del bosque de fuego.

En una cabaña vieja, se encontraba un hombre, ya de grande edad, el cual le dijo a Dirlan que
pensaba que ese día nunca iba a llegar, lo abrazó y le agradeció por salvar a los ogros, a los
centauros, y los covas, que eran las mujeres y hombres que había visto luchar, le dijo que se
convertían en lobos negros durante la noche, pero ninguno lo había logrado aún —¿quién es
usted?—preguntó Dirlan—, el viejo le respondió –yo soy Mago, una persona que ha pasado
doscientos años en este bosque y te voy a contar una historia, así que escucha bien, hace
mucho, mucho , mucho tiempo, vivíamos felices aquí en nuestras tierras, todos nos llevábamos
muy bien, los grasgnobs no venían a pedir comida ni a quitarnos pertenencias, entonces
teníamos un gran guerrero llamado Daev, era muy bueno con la espada, y nos defendía,
teníamos un gran ejército, él era el comandante, repentinamente en una pelea contra los
grasgnobs que querían humillarnos, la pelea fue dura, y a lo lejos Daev vio una silueta roja muy

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brillante, aun lo recuerdo como si fuera ayer, el diamante rojo se le había aparecido y postrado
ante él le entregó su alma, Daev se sentía hambriento de odio y venganza, por lo tanto lo tomó y
lo colgó en su cuello muy cerca del corazón, tuvo una gran fuerza, sus ojos de un instante a otro
se pusieron rojos de ira, se convirtió en una bestia de guerra, nos llevaba como su ejército a
matar grasgnobs, mataba a todo aquel que se interponía en su camino, no había manera de
acabar con ese infierno que vivíamos, pues gracias a él todos los días íbamos a luchar o venían
a declararnos la guerra, la solución era matándolo, entonces pedimos ayuda a un gran dragón
de fuego, me imagino el padre de tu amigo, y dentro de una pelea hombre y dragón, la bestia le
arranco ese medallón rojo de su pecho, pero algo extraño pasó, el alma de Daev quedó dentro
del diamante, pues murió su cuerpo al instante, el dragón volando camino a tirar esa gema
lejos de aquí, y se iba quemando con esa joya, pues la leyenda dice que persona a quien no elija
el diamante al momento de ser tocado por él, lo irá matando lentamente, entonces el dragón no
soportó mucho y lo dejo caer en este mismo bosque, pero al momento de bajar, los grasgnobs,
ya esperaban al dragón, al cual mataron sin piedad—el viejo quedo callado y pensativo—.

Dirlan después de escuchar ese final tan inesperado, comentó al anciano que lo único que
quería era defender las aldeas de esas bestias y de todo lo malo que existiera, el anciano solo
movió la cabeza de manera negativa y le dijo que eso mismo deseaba Daev.

Oscar preguntó a su tío, si el poder es capaz de cambiar a una persona, Henry le dijo que
depende, pues a una persona nunca se le termina de conocer, y han existido innumerables casos
donde persona humildes o de medía estabilidad económica, se hacen ricos o millonarios de la
noche a la mañana, y cambian totalmente su forma de ver la vida, cambian a los amigos, su
corazón, pero así como muchas veces podemos estar arriba, también podemos bajar, le dijo que
recordara que la moneda puede subir pero tarde o temprano caerá al suelo, por eso es que se debe
de ser respetuoso, responsable, recíproco y humilde, Henry le dijo a su sobrino que ya se
durmiera y se dirigió a su cuarto.

Al día siguiente Oscar llego de la escuela, iba muy contento, esperando ver ese pastel como cada
año, pues era su cumpleaños y vio que su tía lo estaba esperando sentada en el comedor, le dijo
que iban a ir al hospital, su tío se había sentido un poco mal y que estaba internado.

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Oscar al verlo en la camilla del hospital le dijo llorando que no quería que le pasara nada, que ese
hospital solo le traía recuerdos de tragedias a su mente, como el fallecimiento de sus padres,
Henry le dijo que se tranquilizara que no era nada de qué preocuparse.

La tía y Oscar se fueron a comer y descansar a su casa, Oscar no quiso quedarse en ninguna casa
para que lo cuidaran, cuando fueron de nuevo más tarde al hospital, entrando al cuarto de su tío,
estaba todo arreglado de globos y un pastel, Oscar fue a abrazar a su tío, el cual lo recibió con un
carro control remoto, diciéndole que no se le había olvidado su cumpleaños, después de convivir
como una hora, la enfermera dijo a los familiares que era hora de retirarse y dejar al paciente
tranquilo por la salud de su corazón, Henry pidió que se quedara el niño, la enfermera aceptó
pero solo 15 minutos, entonces después de que salieron todos, Henry prosiguió con la historia.

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 Noche 8

Después de que el anciano terminó de contar la historia a Dirlan, le dijo que a veces se piensa
que se están haciendo las cosas correctas, y aunque uno piense que está haciendo lo correcto,
que le va agradar a los demás lo que decimos o hacemos, no debemos de pensar así, pues cada
mente es diferente, muchas veces se piensa que estamos haciendo lo mejor para otros, pero
quizá esos otros no quieren las cosas así, cada persona tiene sentimientos, vivencias,
experiencias y formas diferentes de ver la vida, debemos evitar el hacer cosas buenas que
parezcan malas, desde niños nuestros padres nos enseñan lo que está bien y lo que está mal, sin
embargo crecemos y observamos una vida fácil, una vida donde el riesgo es lo que nos va a ser
personas adultas, cuando ese riesgo a matado a gente inocente o incluso a nosotros mismos, el
madurar no es de un día a otro, y mientras más se aprende más ignorantes somos ante las
adversidades y situaciones que nos pone la vida.

Dirlan salió fuera de la choza, vio a Ferno mirando hacia el bosque y le dijo que era una
hermosa vista, el dragón le comentó que no dijera absolutamente nada, lo había escuchado
todo, lo de su padre había sido lo peor que le había pasado en su vida y no le gustaría mirarlo
a él convirtiéndose en un guerrero lleno de coraje y odio, a lo que Dirlan le dijo que él jamás se
convertiría en algo así, para él lo principal era la protección de sus seres queridos, y dentro de
ellos lo contaba a él, eso se lo dijo dándole un ligero golpe, el cual Ferno le regresó que lo
mandó a volar.

Aprovechando el atardecer salieron a dar una vuelta cerca de la cascada, y darse una buen aseo
personal, ya que llevaban muy buen tiempo sin bañarse, cazaron unos cuantos conejos, hicieron
una fogata y platicaron algunas experiencias que vivieron durante todo su transcurso de viaje en
la montañas, en esa plática aprovechó Ferno para decir el por qué vivía en ese bosque, le dijo
que desde muy pequeño su padre lo sobreprotegía, y no lo dejaba salir de una cueva cerca del
volcán, su padre siempre le contaba historias por ejemplo de cuando salía a luchar, los pueblos
a los que iba y que le daban algún tributo ya sea oro, plata o comida, ahí fue donde conoció a
su bisabuelo, uno de pocos hombres honorables que apreció su padre, el cual siempre le decía
que un dragón sabe y siente el momento que debe de decir adiós, y quizá no sea el único
dragón en el mundo, pero si en esas tierras.

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Ferno quedó callado un momento, y después le dijo a Dirlan que su padre solía decir que al
morir se convierten en diamantes puros y poderosos. El muchacho le preguntó a Ferno si acaso
su padre era algún diamante de su espada, el dragón se rió y le dijo que su padre fue más, se
convirtió en la viva esencia de ese bosque, en la fuerza de ese volcán que cuidaba, en lo verde
que eran los árboles, las plantas, a pesar de que a veces no lloviera en el bosque, todas las
mañanas amanecía hermoso, le dijo que los dragones fueron criaturas creadas por dioses, para
el cuidado de ellos, pues eran bestias sabias, honorables, entonces cierto día, los dioses vieron
que los humanos se peleaban entre si y bajaron diez dragones del cielo, cinco machos y cinco
hembras, cada uno tenía un poder diferente, ellos dominaban el fuego, el hielo, el viento, la
fuerza y el gran dragón escudo.

Ferno le dijo al muchacho que su padre dominaba el fuego y era escudo, o sea, casi
impenetrable, vivieron los dragones mucho tiempo, miles de años, y se reprodujeron, pero así
como algo empieza, tiene que acabar, su padre y el eran los últimos, por eso su padre no lo
dejaba salir, pero Ferno le dijo que le iba a revelar un secreto solo si veía que él era el
indicado, Dirlan le dijo que demostraría que sería de su confianza y siempre le gustaría tenerlo
a su lado, así se les hizo noche entre plática, risa , broma y los dos hicieron un lazo
impresionante.

Oscar dijo a su tío que le alegraba mucho este capítulo de la historia, porque a pesar de ser corto,
lograron ser amigos Dirlan y el dragón, la enfermera se metió al cuarto, le pidió al niño que se
retirara, antes Oscar dio un beso a Henry en su mejilla.

Oscar dentro del auto camino a casa notó que su tía, no podía contener las lágrimas, y le dijo a su
sobrino que ella amaba tanto a Henry, pero que debían de ser fuertes y pedirle a dios y a la vida
que siempre estuviera sano, le dijo que no le iba a mentir pero su tío si estaba un poco grave,
Oscar le dijo que su tío era un hombre bueno y no tenía por qué pasarle nada, al llegar a casa se
dieron el beso de buenas noches y durmieron juntos en el cuarto de sus tíos.

Oscar despertó en la madrugada después de una pesadilla, su tía le preguntó que si se encontraba
bien, Oscar le dijo que si y luego le dijo que ella era muy bonita, y que en la noches oraba
porque dios les diera un hijo, para así tener alguien con quien jugar y a lo mejor poder verla
menos triste y más feliz, el niño quedó dormido al instante, Lupita se puso a meditar y a pensar
el por qué ese comentario del niño, se dio cuenta que quizá era muy seria con él, pero así era su

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actitud, por un momento comprendió la actitud especial de Henry hacia él, pues era un niño muy
inteligente.

Al día siguiente, la tía de Oscar fue por él a la escuela, y lo llevó a comer una hamburguesa antes
de ir al hospital, le dio la buena noticia que al día siguiente darían de alta a su tío si estaba en
buenas condiciones para salir del hospital.

Cuando llegaron al hospital, Lupita ingresó al cuarto donde se encontraba su esposo, ella se veía
diferente y riéndose, su tío siempre salía con cualquier chiste u ocurrencia que la hacía reír, o le
daba mucha risa que le dijera Lupe, en vez de lupita, pues se llamaba Guadalupe, llegó el
momento de que Oscar entrara, entonces el tío le dijo que había aparecido en su ventana una
ramita roja, Oscar abrió los ojos asombrado, entonces Henry preguntó a Oscar si él había sido y
que no le echara mentiras, Oscar le dijo que no, el niño le preguntó si se la había tomado en té,
Henry afirmó con la cabeza, entonces el tío le dijo que pusiera mucha atención porque ya casi
venia el final de la historia y que escuchara claramente.

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 Noche 9

En la aldea de los grasgnobs mientras tanto, llevaron la noticia a Tronk de la aparición de un

dragón y un humano, matando su ejército como si fuera absolutamente nada, después de que
Tronk matara al portador de esa noticia, mandó llamar a Gorj, todos quedaron perplejos en el
momento en que le encomendó la tarea, Gorj era el peor asesino, déspota, violento y torturador
de todos los monstruos que pudieran existir en la tierra, la misión era investigar que se traían
entre manos y si era posible hurtar o encontrar el diamante rojo.

Al día siguiente en la mañana Dirlan observó parada una carreta tipo jaula que traía
encerrada a una mujer, la cual le pedía ayuda, Dirlan sin pensarlo dos veces la sacó de ahí, el
nombre de la doncella era Celeste, venia de las aldeas de valle Azul, la traían de prisionera los
grasgnobs, por primera vez Dirlan sintió algo raro dentro de él , mientras se veían, Ferno hizo
notar su presencia con una pequeña tos , Celeste al ver al dragón le aventó una piedra que le
dio directo en el ojo, cuando Celeste vio los diente de Ferno se desmayó.

Cuando Celeste por fin despertó le contó a Dirlan sobre un sueño que había tenido con un
dragón, Dirlan se rió y le dijo que no había sido un sueño, pero que tuviera cuidado pues en ese
pueblo ofrendaban todos los días una mujer al dragón, para que así la tierra fuera más fértil,
Celeste no sabía qué hacer, Dirlan solo se reía, después de un buen rato le pidió que se
tranquilizara y le dijo que Ferno era un dragón inofensivo, al escuchar eso desde afuera el
dragón lanzó una llamarada hacia el cielo, Dirlan corrigió la palabra inofensivo como noble,
Ferno se alejó volando.

Al día siguiente Dirlan y Celeste pasaron todo el día juntos, Celeste le platicó a Dirlan que su
familia eran personas de bien que solo labraban las tierras, y su rey era un buen hombre,
durante mucho tiempo antes de que ella naciera, los dragones, esas bestias malditas creadas
por los demonios, solo asechaban su pueblo, Dirlan pasó saliva por un momento, diciéndole que
los dragones no eran unos monstruos, entonces Celeste dijo a Dirlan que preguntará a Ferno si
eso era cierto, cambiando de tema, ella le dijo que debía regresar a su aldea, que estaba siendo
atacada por Grasgnobs, Dirlan decidió acompañarla y prometió que no la dejaría sola, y al día
siguiente en la mañana muy temprano partirían.

Al amanecer todos dormían tranquilamente, Ferno roncaba como…pues lo que es un dragón,

prepararon dos caballos y salieron en camino hacia Valle Azul, le explicó que era llamado así

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porque, el agua de sus ríos siempre muestra el azul del cielo, durante el camino Dirlan platicó a
Celeste todo lo que había vivido desde pequeño, pero que todo le había servido para ser mejor
persona y sobre todo un gran guerrero, Gorj los vio y de manera muy cautelosa los siguió hasta
Valle Azul, al llegar ahí, las lágrima de Celeste se derramaron, su pueblo había sido
exterminado totalmente, su familia, sus dos hermanas pequeñas, todo lo que había encontrado
era ceniza y los cuerpos quemados, era una escena totalmente opaca.

Gorj dio un golpe tan fuerte a Dirlan que cayó al piso, de manera burlona les dijo que ya no
sería llamado Valle azul, sino Valle rojo, por la sangre de toda esa gente mediocre, Celeste sacó
su espada que rebotó en la armadura de Gorj, el monstruo la fue haciendo retroceder con tan
duros golpes en la espada, Dirlan se puso de pie, y levantó su espada, Gorj con una patada
desmayó a Celeste que golpeó su cabeza en un árbol, y entonces comenzó la batalla, al momento
de que Dirlan vio su espada no notó que no tenía los diamantes, y peleó con gran fuerza contra
su adversario, hasta atravesarlo, las últimas palabras de Gorj fueron que se las iba a ver con su
hermano Tronk.

Rápidamente huyeron de ahí, pues los grasgnobs iban llegando, Valle Azul ya era su tierra, y
vieron ahí a Gorj tirado muerto, al cual llevaron con su hermano, Tronk se puso de rodillas de
dolor ante su fallecido hermano y dijo que se le daría una despedida con honor y a la mañana
siguiente irían a ese bosque a matar a todo lo que se le interpusiera en su camino, empezando
con el maldito que había asesinado a su hermano.

Dirlan y Celeste llegaron al bosque de fuego, avisaron a todos lo que había sucedido, y que lo
más seguro era que el ejército de los grasgnobs los atacaría al día siguiente o en esos días,
todos dieron un paso hacia atrás, y un centauro comentó a Dirlan el miedo que tenían a esos
monstruos y la gran pérdida en todas sus guerras pasadas, Ferno les dijo que era cierto, el
miedo es bueno para no ser confiados, pero el valiente vive hasta que el cobarde quiere, y que
podían sentirse seguros pues Dirlan el caballero de los diamantes estaría con ellos en esa
pelea, Dirlan sonrió y les dijo a todos que era el momento de organizarse, que se iba a pelear,
no por venganza, no por demostrar quién es mejor, ni por el beneficio individual, sino, por el
bosque de fuego, con esas palabras todos quedaron motivados, esa noche afilaron sus espadas,
lanzas, flechas, durmieron después de una gran celebración y una gran fogata, pues al día
siguiente sería un día de esperanza, un día de gloria o quizá el último de sus vidas.

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Oscar totalmente entusiasmado, deseaba que su tío ya acabara el cuento, pero recordó que es
mejor el esperar y sobre todo la paciencia, el niño le dijo a su tío que esperaba con ansias el final
de la historia, y que deseaba que ese final fuera magnífico, que esa guerra acabara con los malos,
Henry sonrió, le dijo que seguramente Dirlan haría lo correcto o quién sabe, Oscar se despidió y
se fue a casa con su tía, sentía mal el no poder durar más tiempo con su tío, le quería contar que
el niño al cual siempre lo humillaban en su escuela se había cambiado, y que se sentía triste por
eso, pues apenas iba a empezar a hablarle y a invitarle al equipo de futbol.

Al día siguiente en su escuela, aún en el aula, se acercó Mónica a Oscar, y le comentó que el
lunes no había tenido tiempo de darle su regalo, Oscar estaba tan emocionado que le dio las
gracias y salió corriendo, ya estaba su tía muy alegre esperándolo en el auto, pues su tío ya había
sido dado de alta en el hospital, al abrir el regalo que le habían dado, era esa comic que él había
tomado en el supermercado, Oscar dijo en voz alta, ¡paciencia!, su tía le preguntó que si había
dicho algo y le contesto que no.

Ya en el hospital fueron por Henry a su cuarto, bajaron por el elevador, con mucho cuidado lo
ayudaron a bajar por unas cuantas escaleras, el tío entre bromas y risas les dijo que saldría correr
todas las mañanas y comería menos grasas, y que diría adiós a la pizza, esperando el tío una cara
o algún comentario de Oscar, el niño le dijo que si era por su bien y para que viviera para
siempre sacrificaría eso y más, la tía se rió y los abrazó a los dos.

Ya en la noche, una noche lluviosa, como si fuera parte de escenario que se iba a contar, Henry
le mando hablar a Oscar, que bajara a la sala, ahí le contaría el final de esa historia, el niño ya
sentado cómodamente empezó a escuchar, el tío comenzó.

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 Noche 10

En la madrugada del día siguiente, Dirlan se levantó sin que aún naciera el sol y caminó para
ver si los Grasgnobs no buscaban atacar de manera imprevista y de pronto mirando hacia
arriba en lo más alto de una árbol, logró ver algo extraño, era el diamante rojo, sin pensarlo
dos veces subió, lo tomó, y bajó del árbol, este diamante era diferente, al momento de verlo, en
sus ojos se pudo ver una llama, se tocó el pecho y recordó las palabras del anciano, corrió
rápidamente hacia su aldea, e incrusto ese diamante en su espada, sucedió algo impresionante,
incluso era difícil de explicar, pero el diamante rojo absorbió e hizo que los otros dos
desaparecieran, solo era Dirlan y la espada con esa poderosa gema roja.

Todos preparados estaban esperando a Dirlan, Ferno atacaría por el aire, los arqueros
escondidos, los ogros con escudo, los covas con su espada, centauros con lanzas, y a lo lejos se
veía el gran ejército, llegó en su caballo Dirlan, todos vieron su espada y el diamante, se
miraron entre sí, y como líder dio la orden de iniciar la guerra, se veían caer espadas de los dos
ejércitos, era una gran guerra sangrienta, que duró aproximadamente dos horas, al final casi
con medio ejército cada uno, frente a frente Dirlan y Tronk, cuando estaba a punto de hablar el
jefe de los grasgnobs, Dirlan clavó su espada en el corazón de su enemigo sin que lograra
decir nada.

Ferno lo volteó a ver y distinguió que no era el Dirlan que conocía, tenía los ojos
completamente rojos, y reía al momento de haber matado al Grasgnob mientras le decía al oído,
que eso era por las aldeas, las familias y la infancia que le había matado, y de manera muy
cruel le sacó la espada diciendo lo que había disfrutado matar a su hermano, los grasgnobs
bajaron las espadas, la guerra había acabado, su líder había sido vencido, pero Dirlan mató a
uno, a otro y a otro, no podía contenerse, desde lejos el anciano volteo a ver a Ferno, el dragón
le decía que se detuviera, pero más seguía luchando, el dragón se colocó frente a él y le dijo
que soltara la espada, Dirlan le dijo que se lo merecían, y rápidamente Ferno dio un golpe a la
espada del guerrero para que se le cayera al suelo, Dirlan cayó de rodillas sin saber lo que
había sucedido, y sujetándolo, Ferno lo subió a su espalda, y emprendió el vuelo.

La espada al momento de caer al suelo se había despegado del diamante rojo, Tronk la vio caer
cerca de él y no dudó en tomarlo, ofrendó su alma, lo puso en su boca, se lo tragó, y todas sus
heridas quedaron sanadas, se levantó, sujetó con fuerza una lanza y la lanzó directamente hacia

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Ferno que sintió como le destrozaba poco a poco por dentro, cayeron los dos de una manera
violenta, Tronk reía mientras disfrutaba de su poder, subió a un caballo e ignorando a Dirlan y
al dragón, se dirigió con lo que le quedaba de ejercito hacia el bosque, matando a todo aquel
que se le atravesara, quemando las casas y causando una gran llamarada que logró incendiar
todos los arboles cercanos.

Ferno estaba demasiado herido, le dijo a Dirlan que el odio y la venganza no son buenas
consejeras y que cuidara de su hermano que aún era un pequeño dragón en aquel volcán en el
que vivía, que lo único que debía tener en su mente era el defender a los seres que lo aprecian,
que había sido un honor pelear y estar a su lado, que le iba a dar el mejor regalo de su vida, en
ese momento, la magia comenzó a salir del bosque, del cielo, de la tierra, una tormenta cayó
sobre el bosque, que apago ese fuego creado por los grasgnobs.

Ferno se levantó como si fuera un espíritu hacia un rincón del cielo muy iluminado, y mientras
desaparecía, en la mano de Dirlan se formaba un hermoso diamante dorado, al mismo tiempo se
cubría su cuerpo con una armadura negra, Dirlan se veía diferente, como consejo de su amigo,
caminó, sin odio y sin querer la venganza, y dijo a los Grasgnobs que se fueran y que jamás
volvieran, como era de imaginarse, todos se quedaron mirando, y Tronk el poseedor del
diamante rojo venía contra Dirlan y se oyeron las espadas, por cada golpe un trueno caía del
cielo, por cada fuerza un relámpago se veía, Tronk logró dar un golpe en la armadura de
Dirlan, al ver que no logró hacer ningún daño, comenzó a sentir miedo, e intentó correr,
rápidamente el caballero diamante tomó un arco y lanzó una flecha que lo atravesó, rompiendo
el diamante rojo en dos rebotando en una roca, los grasgnobs quedaron asombrados y se
inclinaron a Dirlan, el cual les dejo irse, mencionando que podían recoger los cuerpos de sus
seres queridos.

Todos lo miraban, y se ponían de rodillas ante él, el anciano había bajado de la colina para
agradecerle el milagro de ver ese majestuoso evento antes de morir.

Paseando por las aldeas en su caballo todos lo conocían, no salía sin su armadura por un
tiempo, hasta que la logró controlar, no había nadie en ningún mar o tierra del mundo que no
supiera lo que sucedió en el bosque de fuego, así Dirlan logró la paz, se casó con Celeste,
tuvieron un hijo al cual llamaron Ferno, en honor a ese dragón que demostró el valor de la
verdadera amistad, los consejos que representan de alguien con madurez tomándola por los

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años que ha vivido, nunca olvidaría cada lección que le dio su fiel compañero y siempre
mirando hacia el cielo, Dirlan lo podía ver aun volando observando a otro hombre o mujer que
necesitara su ayuda para tomar el buen camino.

Tocaron a la puerta de Dirlan, malas noticias, el diamante rojo ha desaparecido, el bosque se lo

llevó y el volcán de las tierras de Rognek ha lanzado hielo en vez de fuego…fin.

Oscar estaba empapado en lágrimas, esperaba, que quizá el dragón los matara a todos, que
Dirlan volara para siempre por los aires encima de Ferno, Henry le dijo que las cosas a veces no
pasan como nosotros lo deseamos, el tío cuestionó a Oscar preguntándole que había aprendido
con esa historia de diez noches que le había contado, Oscar le dijo que a pesar de los obstáculos
que él tenga en la vida, y en el transcurso de sus escuelas, no se debe de desanimar y mucho
menos sacarle la vuelta a los problemas, debe de aceptar las cosas sencillas que le da la vida, es
bueno tenerlo todo y que bueno por esas personas que tienen todo lo que anhelan o anhelaron,
pero a veces es mejor saber cuánto cuesta tener todas las cosas y bendiciones que nos manda
dios.

Henry le preguntó a Oscar que con cuál personaje de la historia se identificaba, el niño
obviamente respondió que con Dirlan y que le gustaría tener todo ese coraje y esas ganas de
vivir, querer ser mejor cada día, el tío le dijo a Oscar que entonces él era el dragón pues siempre
iba a estar a su lado y daría la vida por él y su tía.

Oscar le dijo a su tío, que sí le dolía mucho no tener a sus padres, pero ese día sería la última vez
que lo decía, pues para él ellos eran sus padres, y en eso iba llegando su tía con unos bocadillos y
con unas cuantas lágrimas en los ojos les dijo que les tenía una excelente noticia, la cual era que
al día siguiente nadie iría a trabajar ni a la escuela, Henry le dijo que las responsabilidades no se
deben de evadir, entonces Lupita le dijo a su esposo que en eso tenía razón, pues llevaría a su
esposa embarazada al hospital a realizarse unos exámenes, en ese momento Henry corrió a
abrazarla, a lo que Dirlan le dijo —mamá, mi papá ya acabó de contarme la historia—, la tía se
quedó pasmada—, se acercó y les dio un gran abrazo a los dos, en eso se escuchó un gran trueno,
Oscar dijo a su tío, que el del rayo era Ferno, pues le ayudó a entenderlo todo.

A la noche siguiente, después de recibir excelentes noticias, Oscar le preguntó a su tío si de mera
casualidad no existía o le iba a contar la noche once, doce o trece, pues el diamante rojo se
volvió a perder, ósea que alguien lo va a volver a utilizar, y también al parecer a nacido un nuevo

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dragón, Henry sonrió y le dijo a su sobrino que cada quien es dueño de escribir sus días, sus
noches, y cada capítulo de su vida, por lo tanto si él tiene alguna idea del después , le gustaría
que un futuro se lo contara.

Y así fue como Oscar tuvo el sueño de ser escritor, terminó sus estudios en su escuela, después
paso a la secundaria, y en su misma ciudad terminó la preparatoria. Sus tíos le pagaron la
universidad donde estudió para ser licenciado en derecho y se dedicó a ser abogado igual que su
tío, Oscar decidió comenzar con un pequeño departamento y vivir solo.

Cierto día Oscar llegó a la casa de sus tíos, cuando presenció un episodio familiar en el cual no
pudo quedarse callado, Gael su primo estaba en la sala siendo regañado por Henry, entonces el
niño le gritó que ojala pasara el tiempo rápido, para largarse de esa casa, quizá por ser el primer
hijo de Lupita y Henry lo tenían muy mimado, Oscar rápidamente lo calló diciéndole que no
sabía lo que decía y que fuera la última vez que le gritaba así a su tío, Gael subió las escaleras
muy enojado diciéndole que nada tenía que opinar pues ni siquiera eran sus padres.

Oscar dio un abrazo a su tío, el cual trató de pedir disculpas por parte de Gael, Oscar le dijo que
él sabía que lo querían como a un hijo así que no había porque dar una explicación, Lupita solo
sonrió.

Después de comer, Oscar pasó por el cuarto de Gael, donde escuchó que el aún seguía llorando,
tocó la puerta, pero estaba entre abierta, el niño le dijo a su primo que se fuera que no quería
hablar con nadie, Oscar lo cuestionó preguntándole el por qué esa conducta y llorar tanto,
entonces Gael le respondió, que pronto cumpliría doce años y sus padres no querían regalarle una
bicicleta, el joven abogado cuestionó a su primo si le gustaban los cuentos, Gael le dijo que sí,
que su padre cada fin de semana le compraba un comic diferente, entonces Oscar le dijo a su
primo que pusiera mucha atención a lo que le iba a contar:

Había una vez un gran guerrero, llamado Dirlan, el cual cuentan que peleó contra dragones y al
lado de ellos, se dice que pasó por los bosques más peligrosos por todo el mundo, y que era el
poseedor de una gran espada con diamantes demasiado fuertes y poderosos. Entonces un día
acudieron a él habitantes de la aldea Dorton, pues todos los días antes del atardecer eran
atacados por un gran dragón negro, les hablaba y gritaba diciendo que se largaran de sus
tierras, Dirlan en ese momento recordó un secreto que le dijo un gran amigo en el pasado y les

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dijo que al día siguiente muy temprano estaría ahí, a la mañana siguiente decidió emprender el
camino, tomó su espada, y una cadena a la cual le colgaba un diamante dorado.

Cuando iba por el camino a pie, tomó esa decisión por seguridad de sus caballos y que la aldea
no estaba muy lejos, se atravesó una manada de lobos blancos, y detrás de ellos un hombre con
una vestimenta blanca, era difícil ver a los lobos y a la persona pues estaba nevando,
rápidamente ese individuo le preguntó a Dirlan que si él era el guerrero diamante, el guerrero
contestó que sí, entonces de manera violenta un lobo se lanzó hacia él, causándole una herida en
el brazo, el individuo se rió y le dijo que no era tan rápido como le habían contado, y que
extrañamente cicatrizaba muy rápido, le dijo que se llamaba Ferlan, que había sido mandado
para asesinarle y tomar ese diamante dorado que traía en el pecho.

El asesino mando atacar a todos sus lobos, cuando Dirlan desapareció, y le dijo que ese
diamante poseía poderes que un amigo le heredó y aunque él lo tomara no iba a ser capaz de
soportarlo, Ferlan volteaba asustado a todos lados sin saber hacia dónde mirar, Dirlan le dijo
que se fuera, pues no quería hacerle daño, y menos a sus animales.

Dirlan volvió a aparecer, Ferlan le dijo que conocía ese truco de camuflaje, el asesino mandó
una lanza rápidamente hacia la cabeza de Dirlan, la cual logró evadir, Dirlan se dio cuenta de
que el asesino hablaba en serio así que, sujetando su diamante con la mano, pidió una disculpa,
tomo su arco y mató a los lobos de uno por uno, Ferlan atacó con su espada, y tuvieron una
batalla bastante igual, entonces Dirlan dejándose de juegos dio un fuerte golpe en su estómago y
le dijo al asesino que se fuera, y que era la última vez que le perdonaba la vida, Ferlan huyó
entre el bosque, y se perdió entre los árboles.

Dirlan siguió su camino, cuando llegó a la aldea, todos veían al guerrero como su salvador,
entonces lo invitaron a una pequeña choza donde tomaba un poco de ron esperando a ese
dragón.

Ferlan se fue al palacio, donde lo esperaba el rey Dayna, entonces este asesino a sueldo le dio
al rey el diamante dorado, a lo cual el rey se lo proporcionó al general de su ejército. Ferlan fue
sacado a patadas del castillo, gritándole al rey que le había prometido una recompensa y a su
hermana de regreso, el rey le aventó cuatro pedazos de pan duro y su hermana golpeada
gravemente, Ferlan levantó el pan y tomó a su hermana en sus brazos para llevarla de vuelta a

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su casa, al llegar sus padres sonrieron y comieron pues ya llevaban días sin comer, esa era la
situación de la mayoría de las familias en esa aldea.

El dragón se apareció en la aldea y comenzó a lanzar fuego y hielo, era un dragón joven, que
solo reía cuando veía sufrir a la gente, cuando el dragón bajó, Dirlan aprovechó para correr
hacia él, le cuestionó el por qué hacia esas barbaridades, el dragón lo reprimió diciéndole que
cómo un ser inferior como un humano se atrevía a dirigirle la palabra a un dios, rápidamente
los aldeanos comenzaron a lanzarle cosas, y Dirlan quedó atónito, se dio cuenta de que era el
hermano de Ferno, el dragón que le había salvado la vida, y del cual había olvidado la promesa
de cuidar de su hermano.

Después de que el dragón se fue, les dijo y prometió a los aldeanos que ya no sufrirían, pues él
tenía ese diamante que lo tranquilizaría y lo alejaría de su pueblo, cuando Dirlan llevó su mano
a su cuello, se dio cuenta que le había sido hurtado, rápidamente la cara de Ferlan le vino a la
mente. Dirlan cuestionó a la gente si sabían dónde vivía ese asesino, la gente se rió, y le dijo que
no era un asesino y que era de una familia pobre que criaba y cuidaba lobos desde pequeños
para venderlos educados al rey.

Dirlan se dirigió hacia la casa del muchacho, y lo miró desde lejos curando heridas a su
hermana, y dándole un poco de pan, mientras los escuchaba hablar sobre irse de ese lugar, y
que pronto le enseñaría a montar a caballo, el guerrero lo tomó del cuello con una pequeña
navaja, Dirlan le dijo que no le haría daño, solo deseaba que le regresara el diamante dorado,
Ferlan le dijo que no lo tenía y de un golpe el muchacho cayó al piso, el guerrero rápidamente
lo montó sobre un caballo, Dirlan subió a otro y le dijo que lo llevara hasta donde estaba.

Dirlan iba totalmente callado, mientras Ferlan le decía que como ellos criaban lobos, lo
mandaron a él a matarlo, pues el rey quería ese diamante dorado, y si no regresaba con él iba a
matar a su hermanita y matarían a toda su familia, Dirlan le dijo que a veces mirando a las
personas los ojos se logra conocer como son, que si acaso no le pasó por la mente en vez de
atacarlo, pedirle ayuda, Ferlan le dijo que en momentos cuando tu vida y las personas que amas
dependen de un hilo, ni si quiera se detiene uno a pensar.

Por fin llegaron al castillo, donde Dirlan se infiltró al dentro de él con ayuda de Ferlan,
pasaron por pasillos de manera muy cautelosa, desmayaron a guardias, cuando Dirlan se puso
frente al rey le dijo que le entregara el diamante, el rey se carcajeó enfrente de todos, y en ese

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momento entró el general con el diamante en su cuello, Dirlan y el general tuvieron un combate
de espadas, lo cual sí estuvo realmente parejo, los dos estaban muy cansados, de pronto Dirlan
le arrebató el diamante al general, en ese momento se transformó enfrente de todos, con una
gran armadura negra, el general intentó dar el último ataque, donde Dirlan terminó clavándole
la espada.

Observaron por la ventana que la aldea era atacada otra vez, ignorando y dando la espalda al
rey salieron del castillo, y se dirigieron hacia el dragón, corrieron a todo galope en sus
caballos, el dragón estaba incendiando casi toda la aldea, la bestia se puso exactamente frente
al caballo de Dirlan el cual lo tiró al suelo , la bestia le dijo que se llamaba Volcán y que si a
caso se habían visto en alguna otra ocasión pues se le hacia concido, Dirlan le dijo que él era el
guerrero de los diamantes, que combatió al lado del gran dragón Ferno, Volcán dijo al
guerrero que si acaso él había matado a su hermano y se había quedado con su alma, Dirlan le
dijo que no había quitado nada, que Ferno se había convertido en una poderosa joya y al
momento de volar su espíritu, el diamante dorado cayó en sus manos, Volcán lleno de odio
comenzó a respirar hasta formar una gran llamarada contra Dirlan, cuando en ese momento, el
diamante brilló con una gran intensidad que un dragón negro salió de él, Ferno felicitó a su
hermano por lo grande que se había vuelto, menos por todo lo cruel, y que un solo favor le iba
a pedir, el cual era no dañar a Dirlan, Volcán le dijo que seguía terminando la venganza de su
padre, el espíritu de Ferno volvió al diamante cuando todo un ejército se acercaba, Dirlan dijo a
Ferlan que cuidara de Volcán, toda la aldea se unió a la pelea y el ejército del rey comenzó a
lanzar flechas con fuego quemando gran parte de toda la aldea.

Dirlan gritó a Volcán que se fuera, que era el último dragón, la última esperanza de que las
aldeas volvieran a la paz unas con otras, el dragón cargó a Ferlan en su lomo y dijo que si de
eso se trataba iniciaría luchando por la aldea que tanto reprimió, el ejército del rey estaba
siendo derrotado, Dirlan se detuvo a ver a Ferlan sobre Volcán recordando sus tiempos con
Ferno, y además ese asesino a sueldo llevaba también lobos a su disposición en la tierra, el
guerrero rápidamente comenzó a pelear con esa armadura negra que parecía acero y a la vez
piel de dragón, hasta que los últimos guerreros del rey decidieron alejarse, Dirlan lanzó una
última flecha que dio directo en el corazón del rey, todos sabían que en ese momento todo había
acabado.

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Toda la aldea grito de felicidad, Volcán y Dirlan se miraron, afirmando con su cabeza que la
guerra había acabado, el dragón se fue, Dirlan emprendió su camino de regreso a su aldea,
Ferlan le gritó que se esperara, y fue a darle las gracias y a preguntarle que ahora que sería de
él, Dirlan observó que en el bolsillo del joven, apareció un flautín color negro, entonces le dijo
que su padre le decía que ese flautín podía usarlo cuando quisiera pero contaba la leyenda que
cuando conociera el verdadero significado no lo usaría ya jamás, pues se iba a llevar una gran
sorpresa, pero que no le podía decir, pues era un gran secreto, de esos que guardan los viejos,
Dirlan pasó saliva por un momento y le dijo que hace mucho tiempo él había perdido a su padre
y que lo extrañaba mucho, sus consejos, sus risas, sus juegos, entonces le dio el consejo de
valorar siempre a su familia, apoyarlos y no abandonarlos jamás.

De pronto tres lobos negros se acercaron a Dirlan, se convirtieron en covas, y le dijeron que
había problemas en la aldea, que Mago estaba muy enfermo a punto de morir y solo decía su
nombre, al llegar allá, Dirlan pidió que los dejaran solos y el anciano le dijo un secreto a
Dirlan, que un elfo había ido a pedirle ayuda, el anciano le pidió que fuera con los elfos, pero
solo termino de decir “diamante blanco”, y cuando el anciano termino esas palabras, cerro sus
ojos para siempre. FIN

Gael quedó sorprendido con fascinante historia y le dijo a Oscar que lo que le quería dar a
entender es que la familia siempre se debe de cuidar, el joven se puso de ejemplo con la perdida
de sus padres, Gael rápidamente le pidió una disculpa por las últimas palabras que había gritado
en las escaleras.

Oscar le dijo que desde muy pequeño recordaba cuando aprendió a andar en bicicleta, la primera
vez que pateó un balón, incluso cuando se enamoró por primera vez, su tío, al cual ve como su
padre siempre estuvo ahí.

Lo que le quiso dar a entender es que a pesar de que muchas personas, no tengan a su padre o a
su madre, deben de estar agradecidos con las personas que están a su alrededor, porque de los
adultos puedes aprender todo lo bueno, pero incluso todo lo malo, Oscar le dijo a Gael que debe
de agradecer a la vida de tener a su padre y a su mamá, pues cuando más o menos tenía su edad,
siempre recordaba a sus padres y la vida diferente que hubiera llevado con ellos, quizá feliz o
infeliz, pero a su lado, sin embargo él hubiera no existe y gracias a dios quedó en manos de sus
tíos, los cuales eran los padres de Gael.

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Gael le dijo a Oscar que le molestaba mucho cuando no le compraban lo que él quería, entonces
Dirlan le recordó lo que le pasó a Ferlan, que solo casi busca su muerte por su hermana y un
poco de comida, Oscar le dijo que lo que menos quería era que se peleara, ahí el punto era lo que
se es capaz de hacer por la familia, y eso de andar contestando o haciendo enojar a su padre no
era bueno, pues hace años había estado enfermo del corazón.

De pronto se abrió la puerta de su cuarto, era su tío, el cual con lágrimas en los ojos los abrazó a
los dos, y les dijo que eran lo más preciado para él, Oscar suspiró y dijo a su tío y a su primo que
ya era tarde, que tenía que irse a su casa, Henry le dijo que se quedara a dormir ahí, pues su
habitación se sentía muy sola, Oscar sonrió y aceptó.

En la parte de afuera, antes de dormir, Oscar sacó un cigarrillo, Henry le cuestionó el por qué
fumaba, el joven abogado le dijo en tono burlón que no había ninguna ley que se lo impidiera, el
tío le dijo que ninguna, pero le dijo que no lo hiciera, y que solo era una simple pregunta, Oscar
contestó que fumaba por estrés, Henry preguntó que si acaso él se lo había enseñado, después le
dijo que se lo fumara, que no tenía nada de malo, pero con los vicios no se acaban los problemas,
incluso se puede agregar un problemas más que sería de salud, Oscar le dijo a su tío que tenía
unos cuantos problemas con su novia, habían terminado por problemas pequeños, y tenía en
puerta un caso que no quería tomar.

Henry le dijo que los problemas amorosos siempre nos hacen perder el hambre y el sueño, pero
no hay problema que no se pueda solucionar, le dejó en claro que las personas nunca cambian,
algo que hicieron una vez, lo van a volver a hacer y que el día que estuviera totalmente seguro de
formalizar con una chica, la esperaban en su casa para conocer a esa pobre mujer que iba a vivir
a su lado, los dos rieron, de pronto Oscar dijo a su tío que el caso que debía de tomar, era que
por culpa de una persona alcohólica, que iba manejando en estado de ebriedad, chocó de frente
con otro auto, y justamente el caso era la custodia de una niña, que por ese accidente se quedó
sin padres, Henry le dijo a su sobrino que lo tomara, y que debía de ser fuerte, esa parte de su
pasado, ya no debía de amargarle momentos alegres y mucho menos su trabajo, siempre debía de
recordar que la vida nos pone pruebas de adultos o incluso desde muy pequeños.

Oscar dio una palmada en la espada de su tío y le dijo que tenía razón, pero esa noche no iba a
dormir pues tenía que escribir algo muy importante, entonces los dos se fueron a sus recamaras,

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pero antes el tío le pidió un favor a su sobrino el cual era ya no fumar, Oscar sonrió y se lo
prometió de corazón.

Al día siguiente muy temprano, se levantó y observó que el desayuno ya estaba listo, entonces se
sentó en una silla, y vio a su tía muy contenta, y a la vez preocupada, Oscar la cuestionó si algo
le sucedía, entonces Lupita le dijo a Oscar que iba a tener otro primo, se alegró mucho, le
preguntó que si su tío y Gael ya lo sabían, le dijo que no, Gael salió por debajo de la mesa, y los
dos se quedaron asombrados, el niño le dijo que sí quería tener un hermano y que lo cuidaría,
cuando creciera serian dragones que protegen aldeas y luego se convierten en diamantes.

Muy callados comiendo en la mesa, ese fin de semana, la tía de Oscar esperaba el momento para
decírselo a Henry, pero esa inocencia de los niños a veces es muy inoportuna y dicen las cosas
sin pensar, el tío leía el periódico y mientras tomaba de su taza de café, Gael le dijo que iba a ser
papá otra vez, Henry después de pasar de golpe ese caliente café, se puso de pie, y fue a abrazar
a su esposa.

El niño le dijo a su mamá que viera que a veces no son tan difíciles de decir las cosas, se rieron
todos, pero Gael quedó en silencio, a lo que Oscar le preguntó lo que le sucedía, el niño le dijo
que estaba triste pues no quería que lo dejaran de querer, y que se sentía feliz, pero tenía
sentimientos encontrados.

Los tíos dijeron a Gael que jamás lo iban a dejar de amar, también le dijeron a Oscar que jamás
olvidara que todos son familia, que siempre iban a estar juntos y unidos, Gael también dijo que
se sentía un poco mal, por la historia que le contó Oscar, pues se había quedado con muchas
dudas, en ese momento Henry le dijo a Gael, que en la noche el iría a contarle un cuento, Oscar
rió con su tío, mientras se daban un abrazo de despedida.

Durante la tarde lluviosa de ese día, Oscar llevaba un caso muy importante, el cual era la
custodia de Lucía, para su fortuna ganó el caso a favor de los abuelos paternos, Oscar le habló a
la niña, la cual tenía cuatro años, y le dijo que con sus abuelos iba a ser muy feliz, pues la
querían mucho, entonces sacó de su maletín un engargolado, llamado “El caballero de los
diamantes y Ferno el gran dragón”, le dijo que él lo había escrito y que cuando se sintiera triste
lo leyera y se imaginara que era cualquiera de los personajes, aclarando que menos los malos.

Lucía le dijo que su padre siempre le leía cuentos en las noches, y que lo iba a esperar para
leerlo, pues se había ido a un viaje, Oscar sonrió, miró a los abuelos y terminó diciéndole a la

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niña, que era mejor que su abuelo se lo leyera, pues siempre son más graciosos, Lucia se rió y
dijo que sí, Oscar vio cómo se alejaban mientras la niña le decía adiós.

Su tío lo había observado todo, entonces lo felicitó, y se fueron a tomar un café, Henry le dijo a
Oscar que Gael le preocupaba mucho, pues estaba creciendo demasiado rápido, y aprendía más
cosas malas que buenas de la vida en la escuela y la colonia, entonces Oscar le dijo a su tío que
ya era tiempo de empezar las diez noches, el tío sonrió, Oscar le dijo que a pesar de excelentes
libros que había leído, no había historia más maravillosa que le hiciera dudar quien ser de ese
cuento y sobre todo apreciar lo que se tiene. Se despidieron mientras Oscar enseñaba boletos de
avión a su tío, comentándole de su partida a otra ciudad por una gran oportunidad de trabajo,
Henry bajó la mirada la cual reflejaba tristeza, lo abrazó y lo despidió diciéndole que estaba
orgulloso de él y que siempre iba a ser su hijo.

Por fin llego la noche y Gael esperaba a su padre en su cuarto, Henry le dijo que escuchara una
bonita historia que le contó su padre hace muchos años y que a él le aplicaría la misma
estrategia y contaría una parte por noche, pues al día siguiente debía decirle algo bueno que le
haya dejado la historia, Gael se quedó anonadado por lo que le dijo su padre, el niño cuestionó
por qué no contársela toda completa, Henry sonrió recordando a Oscar y le dijo que quería verle
mejorado en diez noches, porque eso duraría la historia y comenzaba más o menos así:

Noche 1

49
50