CN340 Barranco de Maro. Espacio de Memoria Democrática.

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espacio de

memoria demo-
crática

propuesta
antigua CN-340 del barranco de Maro

ETSA-UGR
PATRIMONIO CULTURAL • MEMORIA HISTÓRICA
Este libro es el resultado de la colaboración entre la Asociación Cultural y Memorialista
‘Entre Cañas’ y la plataforma ‘Otro Maro y Nerja es posible’ con el alumnado de Proyectos I,
Grupo F, de la ETS de Arquitectura de la Universidad de Granada, curso 2020-2021, junto a
docentes, colaboradores e investigadores en diversas disciplinas.

• Asociación ‘Entre Cañas’ y plataforma ‘Otro Maro y Nerja es posible’


• Área Proyectos Arquitectónicos, Departamento Expresión Gráfica Arquitectónica y en la
Ingeniería de la Universidad de Granada
• Proyecto I+D+i del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Universidad de
Málaga
• Rizoma Fundación

Coordinación de la publicación:
Alaminos / Romero

Diseño y maquetación:
Jorge Alaminos

Portada:
Imagen extraída de los trabajos del Grupo 2

Impresión:
Lozano Impresores

Dep. Legal: GR 1851-2022


ISBN: 978-84-19526-38-0

Nerja (Málaga) 2022

Atribución: Usted debe dar crédito de manera adecuada, brindar un enlace a la licencia o indicar si se
han realizado cambios. Puede hacerlo de cualquier forma razonable, pero no de forma tal que sugiera
que usted o su uso tienen el apoyo de la licenciante.
No Comercial: Usted no puede hacer uso del material con propósitos comerciales.
propuesta
antigua CN-340 del barranco de Maro

espacio de
memoria demo-
crática

PATRIMONIO CULTURAL • MEMORIA HISTÓRICA ETSA-UGR

Universidad de Granada
presen-
tación

La asignatura Proyectos I, grupo F, del curso 20/21 de la Escuela Técnica


Superior de Arquitectura de la Universidad de Granada, en colaboración
con la Asociación Cultural y Memorialista ‘Entre Cañas’ de Nerja, tras un
estudio documental y diversos trabajos de campo realizados durante el
curso 2020-2021, presentan al Ayuntamiento de Nerja la siguiente pro-
puesta de puesta en valor y recuperación de la memoria histórica de un
segmento del tramo de la antigua CN-340 que discurre por el barranco de
Maro al paso por su histórico puente.

Los tramos que aún perduran a lo largo de todo el recorrido de esta an-
tigua carretera N-340 de Málaga a Almería fueron declarados Lugar de
Memoria Histórica por la Junta de Andalucía mediante Acuerdo de 20 de
marzo de 2012 del Consejo de Gobierno, debido al éxodo y bombardeo
que sufrió la población civil malagueña en 1937 en su desesperada hui-
da a Almería ante la inminente toma de Málaga por las tropas golpistas,
episodio conocido popularmente como la Desbandá, al que buena parte
de la población de Nerja se sumó al paso por la localidad.

Este antiguo tramo de la CN-340 es uno de los lugares de mayor interés


memorialista tal y como recogen numerosos trabajos audiovisuales y do-
cumentales realizados en él, y el de mayor valor natural y paisajístico de
todo el recorrido.
“[...] hay algo
que atesoran los
sitios que evocan
hechos históricos
de muerte que si-
guen vivos, que
nos interpelan”

Maqueta conjunta Grupo 2


Recuperar la Memoria Histórica.
Proteger el Patrimonio Cultural y Natural de Nerja.

Entre cañas de azúcar se escondieron miles de personas que huyeron por la carretera
N-340 durante la Desbandá en febrero de 1937 para no ser masacrados por los aviones y
barcos de los golpistas y sus aliados. Muchos son los testimonios que apuntan a la caña de
azúcar como único alimento que encontraron por el camino.

Entre cañas se refiere, además, a la importancia que el cultivo de la caña dulce y su pro-
cesamiento tuvo en Nerja y Maro durante siglos, siendo el auténtico motor económico de
nuestro pueblo hasta mediados del siglo pasado, generando un rico patrimonio industrial y
cultural, marcando las relaciones sociales y laborales, de propiedad y los conflictos de clases
durante este largo periodo de nuestra historia.

Frecuentemente se escucha la consigna “donde hubo muerte, que haya vida”, que da por
sentado que la muerte es lo propio del pasado y la vida lo propio del presente. Pero también
podríamos pensar que hay algo que atesoran los sitios que evocan hechos históricos de
muerte que siguen vivos, que nos interpelan, que nos ayuda a la reflexión, que sacude el au-
tomatismo con el que nos aproximamos al pasado, y que todo eso tiene valor en el presente.

Con esta propuesta de recuperación de la Memoria Democrática realizada en colaboración


con la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Granada, y gracias al
profesor José María Romero, a los estudiantes de la asignatura Proyectos I, grupo F, del
curso 20/21 y a todos los colaboradores, nos proponemos por una parte resignificar el anti-
guo tramo de la carretera N-340 y su paisaje como Espacio de Memoria Democrática por el
bombardeo que sufrió la población civil a su paso; y por otra parte, poner en valor y uso el
puente del barranco de Maro como Patrimonio de la Obra Pública que es.

Nerja tiene una deuda pendiente que saldar con las víctimas de la carretera N-340 de Má-
laga-Almería, pues no se conoce en la historia reciente de nuestro pueblo un episodio tan
atroz como el sufrido por los miles de huidos, muchos de ellos nerjeños y nerjeñas, como
aquel crimen de lesa humanidad durante la Guerra de España.

Dori Castillo Delgado


Presidenta de la Asociación Cultural y Memorialista ‘Entre Cañas’
“[...] ¿cómo rea-
lizar un monumen-
to que no que-
de inmediatamente
banalizado?”

Maqueta conjunta Grupo 2

Notas:
Wittgenstein, Ludwig (1922). Tractatus logico-philosophicus
Loos, Adolf (1908). Ornamento y delito
“Ética y estética son lo mismo”
Ludwig Wittgenstein

1) La arquitectura del mundo griego clásico es habitualmente una ofrenda al lugar. El


origen es la conmemoración de un relato mitológico en un paisaje excepcional y singular.
La manera en que la arquitectura se asienta en el paisaje -ya sea el urbano o el natural-, se
fundamenta en la isonomía. Esta característica -su ethos-, se orienta a custodiar la potencia
de ser de los hechos que se conmemoran y del lugar en sí. Para ello, es necesario que
exista un reconocimiento de lo acaecido y la capacidad de sentirse afectado en el lugar.

2) Sólo la arquitectura funeraria y el monumento conmemorativo, para Adolf Loos, forma-


ban parte de la Arquitectura (con mayúsculas), pues no eran arquitecturas para ser vividas.

3) En el barranco de Maro no podemos ponernos en el lugar de quienes sufrieron la barba-


rie de La Desbandá que aconteció en la CN-430. Sin embargo, podemos marcar las huellas
de las pisadas de sus protagonistas, como testimonio de su huida desesperada.

El curso 20/21 de Proyectos 1 grupo F de la ETSA de la Universidad de Granada nació de


una propuesta real de gente de Maro y Nerja, para reflexionar acerca de un paisaje con
memoria histórica, como es el tramo de la CN-340 a su paso por el barranco de Maro.
Durante el curso hubo reconocimiento y capacidad para ser afectados. Por esto, se plantea-
ron en común –colaboradores, docentes y estudiantes-, las siguientes preguntas, que de
alguna manera siguen siendo objeto de reflexión:

¿Cómo realizar un monumento que no quede inmediatamente banalizado? ¿Cómo hacer


para que un monumento sea útil y usado por la ciudadanía? ¿Cómo actuar para que el uso
sea la conmemoración de los hechos que se recuerdan y del lugar en sí?

A estas preguntas intentó responder el curso, e intenta responder la composición de


ideas de proyectos que ha realizado la Asociación Cultural y Memorialista ‘Entre Cañas’
de Nerja.

José María Romero


Dr. Arquitecto. Prof. ETS de Arquitectura de la Universidad de Granada
“[...] Esta divul-
gación forma par-
te de un conjunto
de actividades re-
lacionadas con la
investigación del
Plan Larios”

Maqueta conjunta Grupo 2


El proyecto de investigación I+D+i Saturación turística en destinos costeros es-
pañoles. Estrategias de decrecimiento turístico. Una aproximación desde la di-
mensión social (RTI2018-094844-B-C33) del Ministerio de Ciencia, Innovación
y Universidades, ha colaborado en la elaboración de la propuesta sobre la recu-
peración de la Memoria Histórica en la zona litoral de Maro, Nerja.

Esta divulgación forma parte de un conjunto de actividades relacionadas con la


investigación del proyecto Larios para el entorno de Maro y su litoral, en donde
han participado investigadoras/es del I+D+i, en concreto:

• Celebración de Seminario Taller participativo La Covid y los efectos en


el turismo, en el Museo Nerja, los días 30 de septiembre y 1 de octubre
de 2020

• Colaboración en el documental El último Vergel, de la serie Se vende*

• Elaboración de la propuesta RE-Haciendo Maro 2035, a cargo de las


arquitectas Sara Delgado y Aida Manrique.**

En esta línea, de divulgación y devolución de la investigación, se produce la


colaboración con la Asociación Cultural y Memorialista ‘Entre Cañas’ y la Uni-
versidad de Granada, para la publicación del libro Antigua CN-340 al paso por
el barranco de Maro, Espacio de Memoria Democrática.

Enrique Navarro Jurado


Profesor UMA
IP del Proyecto de Investigación I+D+i

* https://vimeo.com/500133370
**https://emapic.es/custom/nundo/nods/results?id=49
propuesta
crática
memoria demo-
un espacio de

Imagen: Sandra Martín, Grupo 2


Visita guiada 25 abril 2021.
Hacer lugar para la memoria

Llama la atención la discreción y delicadeza de esta propuesta. Son


varias actuaciones de modesto tamaño pero sentida y honda poética,
aliadas con las fuerzas que pueblan este singular territorio. Visto de lejos
no hay signos que nos adviertan de que este es un lugar para la me-
moria. Al descender hacia el puente unos cipreses a ambos lados de la
carretera nos saludan. Ya muy cerca del puente unos bloques de piedra
brecha, prestadas por las formaciones rocosas del barranco, nos invitan a
sentarnos, descansar y contemplar el paisaje. El perfil pétreo del puente
lleva tatuado un verso para que lo leamos y empecemos a entender. El
pavimento del camino nos enseña unas siluetas de dibujos infantiles
que reconocemos aluden al horror, que todavía dura, de una guerra. Ha-
cer que cipreses, barranco, puente y camino hablen para que el futuro
caminante no olvide.

Eduardo Serrano
Dr. Arquitecto
el espacio
Las intervenciones para la Fase-I de esta propuesta se sitúan
en un segmento de 300 m de longitud que abarca desde las
cornisas rocosas de entrada al barranco de Maro a poniente, y
la salida del mismo a levante, quedando su histórico puente
como punto central.

Tramo antigua CN-340 al paso por el barranco de Maro


Visita guiada a la zona, 25 abril 2021
la propuesta
Es una propuesta respetuosa del lugar y de sus protecciones,
de mínima intervención y fácil materialización, de bajo presu-
puesto y mantenimiento donde se utilizan recursos y materia-
les autóctonos que logran integrarse en el Sitio, evitando, de
esta forma, su alteración.

No se propone tipo alguno de construcción al uso en estos


casos, tales como memorial, escultura, monolito u otro tipo de
actuación de gran visibilidad y fuerte impacto que compita con
los múltiples valores de la zona. Por el contrario, es una invita-
ción al transeúnte, ya sea local o foráneo, a un paseo relajado
y contemplativo del lugar, a la reflexión sobre lo acontecido y
a la socialización.

En ella concurren armoniosamente -este ha sido el principal


empeño- actuaciones para la recuperación de la memoria his-
tórica y democrática de este trágico suceso, con el extraordi-
nario entorno del barranco de Maro y sus valores naturales,
patrimoniales y paisajísticos.

Por último, esta propuesta ha sido supervisada y avalada por


expertos en urbanismo, arquitectura, medioambiente, histo-
ria, arte y memorialistas que así lo han entendido.
metodo-
logía
Proyectar una actuación singular en el espacio tan emblemático que nos ocu-
pa ha generado un amplio debate sobre su oportunidad y conveniencia, sobre
la economía de medios y recursos a emplear, sobre el respeto y la conserva-
ción de los valores históricos y naturales de la zona, los conceptos a tratar y,
finalmente, el resultado material de la propuesta.

Como anteriormente se ha señalado, se ha evitado recurrir a ejemplos al uso


en actuaciones en el campo del memorialismo histórico. Para ello, se ha se-
guido una metodología basada en la participación y colaboración entre secto-
res especializados en diversas disciplinas; en las opiniones y enriquecedores
aportes de la vecindad del lugar; y con el gran interés mostrado por los estu-
diantes de Proyectos I, Grupo F, de la ETSA de la UGR, potenciales arquitectas/
os, con la ilusión de añadir a sus experiencias académicas los conocimientos
sobre este hecho histórico en un entorno con valores naturales y culturales
que trasciende su disciplina técnica. Al trabajar con conceptos intangibles
como la memoria, el tiempo, el desplazamiento, etc., les ha supuesto un de-
safío y generado una enriquecedora experiencia práctica para su futuro.
Maqueta conjunta Grupo 2

actuaciones
Las intervenciones para la Fase-I de esta propuesta se sitúan en un segmen-
to de 300 m de longitud que abarca desde las cornisas rocosas de entrada al
barranco de Maro a poniente, y la salida del mismo a levante, quedando su
histórico puente como punto central.

A continuación se detallan, a modo de fichas, cuatro actuaciones comple-


mentarias relacionadas con el desplazamiento de la población civil, el tiempo,
la memoria y el espacio-lugar.
2

4
4

3
actuaciones

1 2 Arcos vegetales

3 Firme de asfalto

4 Pretil puente

5 6 Zonas descanso

Mapa actuaciones: J.A.

1
1

5
arcos vegetales
1
actuación•1 arcos vegetales

Arco de entrada a levante


Arco de entrada a poniente

Recreación de arcos vegetales: J.A.


Para acceder al espacio-lugar de memoria histórica se pro-
pone realizar un arco de cipreses en cada una de las entradas
al barranco de Maro.

El ciprés, símbolo de la memoria y la ausencia, se plantaba


en la antigüedad a las puertas de las casas o en sus caminos
de acceso en señal de hospitalidad.
firme de la calzada
2
actuación•2 firme de la calzada

Situación actual del firme

Posibles imágenes para la actuación: J.A.


Se propone que los huecos existentes en el firme de asfalto
de la calzada se aprovechen para incrustar siluetas de figuras
de desplazados entremezcladas con otros símbolos alusivos a
las contiendas bélicas. Los símbolos a usar son una selección
de imágenes contenidas en las señales informativas; esque-
matización de dibujos realizados por niños afectados por las
guerras; adaptaciones de fotografías históricas de los huidos,
etc.

Para la realización de las figuras se usan moldes perimetra-


les huecos realizados con pletina metálica de 10 cm de altura,
que una vez incrustados en el asfalto se procede a su vaciado
mediante un asfalto coloreado con el fin de obtener las silue-
tas de un color más claro .

Las siluetas se pueden distribuir intermitentente a lo largo


de todo el recorrido (300 m), o limitarlas a la longitud total del
puente (85 m). En este último caso sería conveniente realizar-
las sobre un nuevo asfaltado dado el grado de deterioro que
sufre el firme en este tramo.
cita en pretil puente
3
actuación•3 cita en el pretil del puente
Versos del poeta malagueño de la Generación del 27 Manuel Altolaguirre, que
sobre el fatal desenlace ocurrido escribió:
Aquel camino de Málaga,
de Málaga a Almería,
cauce de tierra y de muerte,
para caudalosa vida

Recreación de la actuación: J.A.


Esta actuación consiste en dibujar la cita en la piedra caliza
del pretil norte del puente del barranco de Maro.

Para dibujarla se utiliza la técnica conocidada del ‘chorro de


arena con agua’ y plantillas vinílicas adhesivas con el texto
previamente troquelado. La presión del agua mezclada con la
fina arena consigue eliminar las impurezas superficiales en
la piedra. Tras la retirada de las plantillas se obtiene el efecto
grabado en piedra debido al constrate entre la superficie lim-
pia y la original.

La técnica del chorro de arena con agua se utiliza general-


mente para la limpieza de grafitis y manchas de suciedad
en fachadas de piedra de algunos edificios. Es una técnica
no agresiva que no erosiona ni deteriora la superficie donde
se aplica, siendo la más efectiva y sostenible para eliminar la
suciedad ocasionada por pintadas, acumulación de polvo y
barro; o bien manchas de suciedad originadas por hongos y
líquenes a lo largo del tiempo, siendo este último motivo el
caso dada la antigüedad del puente.
zonas de descanso
4
actuación•4 zonas de descanso

(Fig.1)

Fotomontaje de Berta. Grupo3


En esta última actuación se propone realizar zonas de des-
canso a lo largo del recorrido utilizando bloques modulares
de piedra brecha.

La brecha, conocida popularmente como ‘almendrilla’, es


una piedra sedimentaria que resulta de la fragmentación de
capas sedimentarias débilmente consolidadas y cementadas
mediante arcillas. Es un recurso geológico autóctono muy
abundante que se utilizaba antiguamente para la construc-
ción de bordillos en calles y carreteras, bancos en las plazas,
escalones de las casas, etc.

Estos bloques modulares de brecha, realizados en diferentes


formas geométricas y de tamaños distintos, ofrecen un buen
número de combinaciones de composición. Ejemplo de ello
es la antigua sillería de la maquinaría de la fábrica San Joa-
quín de Nerja (fig. 1).
Ilustración: Jorge Ruiz Trave, Grupo 2
presupuesto
Ilustración: Sandra Martín, Grupo 2
presupuesto
estimativo

Consideraciones previas:

1- Las intervenciones que se proponen son de obra menor, de incidencia mínima,


por lo que no requieren de la redacción de un proyecto ejecutivo de obra mayor.

2- El conjunto de las obras forma una intervención completa. Sin embargo, las obras
también se pueden ejecutar por fases independientes.

3- Los sistemas constructivos y los materiales a utilizar darán prioridad a los locales,
o a más cercanos al lugar de las intervenciones.

4- Por el carácter de las obras, sería recomendable realizarlas con mano de obra
local; y si pudiese ser, que se llevasen a cabo con personal de mantenimiento del
Ayuntamiento (ello abarataría las intervenciones).

La propuesta en su conjunto constaría de los siguientes capítulos:

• Trabajos previos y arreglo y limpieza general de zonas: .......................... 1.500 €

• Arreglo de firme (capa 6 cm asfalto) + Lurry en determinadas zonas: .... 6.000 €

• Arbolado general:..................................................................................... 4.000 €

• Construcción general de zonas de descanso:........................................... 5.500 €

• Dibujos de chorro arena y de figuras en suelo:........................................ 4.000 €

El presupuesto estimativo incluye el beneficio industrial y los gastos generales.


A este presupuesto habría que añadirle, en su caso, el 21% de IVA (más el 10% de
proyecto, dirección de obra, y estudio y seguimiento de seguridad y salud).
alum-
nado
Presentación de los trabajos en la ETS de Arquitectura de la UGR. 07/06/2021

ETSA-UGR Universidad de Granada


Grupo 1
ACOSTA HERNÁNDEZ, NAYRA
MCMAHON GALLEGO DE LERMA, PABLO
ZAFRA ZAMORA, LAURA
TORRICO BERMÚDEZ, ÁNGEL
BOUZKRI, YASSMINE
GARCÍA SUÁREZ, RICARDO

Grupo 2
ARCHILLA CAMPOS, JUAN JOSÉ
DÍAZ MEDINA, MARÍA ALEJANDRA
GIL MORALES, ALEJANDRA
MARTÍN MARTÍN, SANDRA
RUIZ TRAVE, JORGE
SEGURA GONZÁLEZ, JOSÉ ÁNGEL
UTRABO PRADOS, JOAQUÍN

Grupo 3
CERVILLA TRUJILLO, BERTA
THEOPHANOUS, GREGORIA
PARRADO MÁRQUEZ, PATRICIA
SÁNCHEZ GÓMEZ, LORENA
DEN RIDDER, TIMOTHY SANCHO
DE LUNA GONZÁLEZ, ÓSCAR ALBERTO

JOSÉ MARÍA ROMERO


Profesor C. Dr. Área de Proyectos Arquitectónicos
visita guiada:Rafael Yus, Francisco Capilla, Dori Castillo y Jorge Alaminos. 25/04/2021
Ilustración: Jorge Ruiz Trave, Grupo 2
trabajos
miscelánea
realizadas en conjunto
maquetas

http://citywiki.ugr.es/mediawiki/index.php/Proyectos_1_grupo_F_2020-2021
paneles
vegetación

agricultura
bocetos
re-
flexio-
nes
Detalle maqueta de Lorena Sánchez
El respeto es más fuerte que el olvido

“A menudo los ‘hogares’ de mi vida han sido los cuerpos de los demás, así como también,
probablemente mi propio cuerpo”.
John Berger

Los trabajos que se presentan aportan ideas que son siempre perseguidas por los traba-
jos de la Fundación Rizoma. Estas ideas se fundan en la comprensión de los lugares en
su propia inmanencia y respeto como un modo de habitar. Para ello, se plantean la cons-
trucción por cooperación, contacto, e intercambio, contando con las relaciones complejas
y biodiversas de la población entre sí y con el medio.

El trabajo colaborativo entre la asociación ‘Entre Cañas’ y los estudiantes de arquitectura,


parte del reconocimiento del lugar y de la producción de conocimiento sobre el mismo,
para identificar a los habitantes con el territorio. Una especie de capacidad de composi-
ción con el entorno para perpetuarse en la memoria sin dominarlo.

Se plantea un recorrido con pequeñas intervenciones que intentan pasar desapercibi-


das, tan sutiles que parece que podrían haber estado todo el tiempo ahí, y que seguirán
modificándose como el acontecer de los fenómenos biológicos. Pero que se proponen
para producir un paréntesis, y evocar lo que se ha escondido o silenciado: la presencia de
una ausencia. Un encuentro con el lugar que provoca `hospitalidad´, y el hallazgo compar-
tido, que sugiere nuevas preguntas. Apelaciones del lenguaje mudo de un paisaje que es
preciso escuchar: no se representan los acontecimientos, se evocan.

Con economía de medios, y sin preocupaciones estéticas aparentes, las acciones remiten
al tacto; acarician el lugar con gestos. Sin embargo, modifican la relación con el mismo,
adquiriendo una dimensión no lineal, y convirtiendo lugar e historia en entidades insepa-
rables. Podrían entenderse como un grito legítimo de resistencia y dignidad que transfor-
man el efecto en la causa, y el respeto en más fuerte que el olvido. La muerte y la dignidad
no son concebidos sin referencia al tiempo, sino que remiten a cierta idea de lo eterno.

Antonia María Lorenzo, Presidenta del Patronato


Rubén Mora, Miembro del Patronato
Rizoma Fundación
En apoyo de un espacio de Memoria Democrática

Una de las mayores atrocidades que se cometieron durante la Guerra de España


fue el bombardeo de las personas que huían ante la inminente caída de Málaga
en manos de las tropas sublevadas. Desde el mar, con barcos de guerra, y desde el
aire, mediante la aviación, atacaron a esas personas, provocando una masacre cuya
cuantía es desconocida.

Esas personas habían conocido la violencia de los golpistas en sus pueblos, por lo
que muchos escaparon hacia Málaga, que se vio poblada de refugiados. Pero en la
ciudad costera sufrieron los bombardeos periódicos y el terror que emanaba de las
charlas nocturnas del general Queipo de Llano a través de Radio Sevilla, contando
lo que ya habían hecho y estaban dispuestos a seguir haciendo.

Fotografía: Archivos Molina Jiménez


Una defensa mal planteada, con falta de armamento y de municiones, condujo
al desmoronamiento de los frentes y a una justificada oleada de pánico que
condujo a millares de personas a la fuga desesperada.

Al igual que existe una historiografía que niega el Holocausto nazi, en nuestro
país se está desarrollando también un revisionismo que blanquea y justifica los
crímenes de franquismo, y que en el caso de la llamada Desbandá, elude contar
los bombardeos sufridos y atribuye lo ocurrido a los problemas defensivos de la
República en Málaga. Poniendo la lupa sobre esto último, algo que desde lue-
go debe de investigarse rigurosamente, se obvia el crimen de los bombardeos
sobre la población y el sufrimiento que supusieron, o se minimizan y relativizan,
cuando no se niegan directamente. Las fuentes orales, los testimonios de los
supervivientes, adecuadamente analizados, han sido decisivos para fijar lo ocu-
rrido, pero se ha llegado, incluso, a descalificarlos, ignorándose que suponen
un valiosísimo campo de investigación. Y que sus contenidos coinciden muchas
veces con las fuentes escritas, incluso con aquellas que proceden del bando gol-
pista: “Los rojos huyeron en grandes masas hacia Motril y fueron certeramente
bombardeados por nuestra aviación”, recogía el periódico Ideal en su primera
página el 9 de febrero de 1937, un día después de la caída de Málaga.

El recuerdo es necesario, como cimiento de la democracia, como conciencia


ante las atrocidades presentes en cualquier lugar del mundo, como base del
compromiso para evitarlas. Una propuesta, como la presente, en el sereno pai-
saje del barranco de Maro, que evoca el dolor sufrido por tantas personas, que
invita al conocimiento y a la reflexión, constituye una contribución para que he-
chos de este tipo no vuelvan a repetirse.

José María Azuaga Rico


Historiador
Detalle maqueta de Timo Den Ridder
Barranco de Maro
Memoria histórica y del paisaje

El barranco de Maro, esa cicatriz que ha labrado lentamente el


agua torrencial de Sierra Almijara, a lo largo de milenios es, tam-
bién, una barrera natural para el tránsito del ser humano o de
sus infraestructuras por este lugar del litoral nerjeño. Las actua-
les estructuras que facilitan el paso de personas o materiales, en
distintos puntos de este barranco, constituyen una instantánea
sobre cómo sorteaban esta barrera nuestros antepasados. Se jus-
tifica así la idoneidad de este lugar como lugar de memoria his-
tórica, ya que nos permite rememorar, trasladarnos en ese túnel
del tiempo que nos ayuda la mirada de este lugar, donde no sólo
vemos el sufrimiento y la masacre de una población malagueña
inerme, que huía del vandalismo de los golpistas, en febrero del
año 1937, sino que también vemos otros momentos históricos,
no tan dolorosos, pero que, con otra perspectiva, engruesan el
sentido y pertinencia de este lugar como hito de la memoria his-
tórica.

El lugar nos muestra actualmente cinco infraestructuras que


cruzan el barranco a diferentes cotas. Cada una de estas infraes-
tructuras marcan periodos históricos distintos, de diferente tec-
nología, que, vistos en secuencia, constituyen cuatro páginas de
la historia, en una de las cuales tuvo lugar el siniestro episodio
de la Desbandá.

La primera página, correspondiente a la antigüedad, no ha


dejado rastro físico en el barranco, pero se le supone, porque
en aquellos lejanos tiempos, la única solución para cruzar esta
cicatriz consistía en dar un gran rodeo, aguas arriba, hacia la Co-
ladilla, buscando lugares menos abruptos y vadear el barranco.
El testimonio más antiguo que tenemos de este paso es la cal-
zada romana, interrumpida en este accidente orográfico, pero
continuada a ambos lados. Durante siglos, el tránsito jamás se planteó por los
tramos más bajos del barranco de Maro, donde el tajo forma pendientes extra-
plomadas. Seguramente los pasos siguieron la calzada romana durante siglos
después, en cualquier caso, no hay evidencia de otra forma de afrontar este reto.

La segunda página data de finales del siglo XIX (1879-1880), cuando se cons-
truyó la primera infraestructura para atravesar el barranco sin tener que vadear-
lo. Esta página nos muestra un testimonio histórico de la actividad agrícola en
esta región, relacionada con la caña de azúcar que durante cuatro siglos se lleva-
ba a cabo en las tierras nerjeñas de Maro. Es una infraestructura ideada, no para
facilitar el paso de los transeúntes, sino para trasladar el agua del manantial
de Maro hasta las tierras de las Mercedes o de Tetuán, situadas al otro lado del
barranco, dentro de un ambicioso proyecto agrícola. Se trata del acueducto del
Aguila, construido por el arquitecto Francisco Cantarero, por encargo el dueño
de estas tierras, Joaquín Pérez del Pulgar.

La tercera página se escribió muy poco después, en el año 1889, en que se


construyó la carretera nacional 340, que recorría todos los muy abruptos acan-
tilados de Maro siguiendo las curvas de nivel, bordeando por fuera las lomas
salientes y por dentro en las vaguadas entrantes; un recorrido sinuoso, que
alargaba considerablemente la distancia virtual en línea recta, pero que, por pri-
mera vez, podía ser transitada con carruajes veloces y, más adelante, vehículos
a motor, representando un momento histórico de modernización de nuestras
infraestructuras de comunicación. Su testimonio, en el barranco de Maro, es un
ejemplo de la solidez de los viaductos de aquella época. Un viaducto que cruza-
ron miles de personas que huían de una injusta persecución y derramaron su
sangre bajo el abrumador fuego de los golpistas, hecho por el cual en el año
2012 fue declarado Lugar de la Memoria Histórica. Una infraestructura que duró
muchos años en los que el tránsito por esta sinuosa carretera tenía que ser for-
zosamente lento (y aún así producía vértigos y mareos), pero tenía la gran virtud
de forzar al transeúnte a divisar tranquilamente el hermoso paisaje marítimo-te-
rrestre que aparece a lo largo de todo su trazado. Una virtud que desaparecería
en las nuevas páginas de esta historia.
2 3 4
1 Acueducto Antigua Nueva 5
del Águila CN-340 La Desbandá
Calzada Fábrica CN-340 Autovía A-7
romana San Joaquín

Puente del
barranco de Maro

Una cuarta página aparece en los años 1970, terminando a principios de 1980,
cuando se decidió terminar con esta sinuosa carretera, eliminando curvas y tra-
tando de alcanzar la ansiada rectitud del trazado. Es una operación que en el
barranco de Maro se saldó con la desconexión de la antigua carretera, de la cual
hoy día persiste el viaducto sobre dicho barranco, y se construyó un nuevo via-
ducto, más al norte y mejor alineado al nuevo trazado de la carretera nacional.
Son tiempos más modernos, en los que se dispone de máquinas de transporte
más rápidas, lo que tiene la ventaja (o inconveniente, según se mire) de acele-
rar las vidas de los transeúntes, mayor seguridad (teórica) pero a costa de una
fuerte reducción de exhibición paisajística de que gozaba la carretera anterior.

La quinta página y, hasta hoy, la última de este libro de la historia que nos brin-
dan las infraestructuras del barranco de Maro, aparece en el año 2007, en el que
se terminó de construir uno de los tramos más complicados de una infraestruc-
tura moderna, ideada para tránsitos muy rápidos, y de gran volumen: la autovía
A-7, también llamada “autovía del Mediterráneo”, de trazado más rectilíneo, a
costa de tener que atravesar, con numerosos puentes y túneles la abrupta zona
de los acantilados de Maro. Esta moderna infraestructura se sitúan al norte de
las anteriores históricas, atravesando el barranco de Maro por un viaducto colo-
cado cerca de la Cueva de Nerja. Es un momento histórico que nos muestra el
desarrollo del país, su apuesta por las infraestructuras rápidas, acordes con una
nueva época de vocación europeísta y actividad comercial y turística. Pero, si con
la N-340 de la página histórica anterior, perdimos este tempo necesario para
admirar el paisaje de las acantilados de Maro, en esta nueva página, el paisaje
ya ni se ve, no sólo por la velocidad, sino porque gran parte del trayecto se hace
por túneles.

Rafael Yus Ramos
Coordinador de GENA-Ecologistas en Acción
No hay quizá circunstancia más propicia que una guerra para
la agudización de las desigualdades de genero y el reforzamien-
to del orden patriarcal. En las representaciones dominantes de
la guerra, en su relato épico, el protagonismo masculino es
prácticamente absoluto. Es verdad que en la propaganda bélica
no faltan imágenes de mujeres en actitud combatiente, pero su
finalidad no suele diferir de las mismas identificaciones y aso-
ciaciones que la publicidad comercial persigue para vender un
producto cualquiera. La estrategia es paralela a la de aquellas
idealizadas formas de la juventud y la belleza femenina en el
monumento público. Figuras de muchachas más o menos des-
nudas, pero siempre mudas, instaladas a lo largo del siglo XIX y
XX en las ciudades de Europa y América para dar cuerpo alegó-
ricamente a las ideas abstractas favoritas del Estado-nación. La
guerra no hace sino intensificar esas mitologías.

La iconografía militarista hace gala de una sistemática sepa-


ración de roles entre los heroicos combatientes y todos los de-
más. Las imágenes de los hombres acaparan mayoritariamente
los papeles fuertes, activos, en los enfrentamientos armados,
mientras que los niños y los ancianos, y sobre todo las mujeres,
aparecen como víctimas pasivas. Para la masculinidad hegemó-
nica todo lo que las mujeres representan es despreciable, y esa
subalternización se refuerza en situaciones de guerra: se femi-
niza al enemigo con el intento de humillarlo, lo mismo que se
ultraja y abusa violentamente del cuerpo de las mujeres como
una acción bélica más, que las ofrece como parte del botín del
vencedor.

Foto: Hasen Size


El documento gráfico más importante con que contamos acerca del éxodo ma-
sivo provocado por la caída de Málaga durante la Guerra Civil se titula El crimen
de la carretera Málaga-Almería. Redactado por el médico canadiense Norman
Bethune, la publicación incluye una veintena de fotografías tomadas por otro
voluntario internacionalista, su compatriota Hasen Size. En la mayoría de estas
fotos aparecen mujeres. Mujeres huyendo de la violencia. Mujeres rodeadas de
otras personas más débiles, a quienes socorren: niños a los que llevan de la
mano o, casi siempre, en brazos.

A pesar de la larga exclusión y del silencio impuesto sobre los vencidos, los
relatos orales de los supervivientes de aquella barbarie no dejan de insistir en
ese mismo punto del que aquellas fotografías dan fe: en medio de la ebriedad
genocida, las mujeres mantuvieron el último rescoldo de dignidad humana.
Para reconstruir una memoria que eluda los clichés militaristas y la apología del
macho que domina mediante el ejercicio de la violencia es preciso revertir esa
lógica y poner en el centro la atención a quienes, en medio del terror, fueron y
son capaces de cuidar, de proteger, de preservar la vida.

Elo Vega
Artista visual e investigadora
“¡Ah, el horror!¡El horror!”
Joseph Conrad. El corazón de las tinieblas

Hay veces en que la pretendida objetividad del historiador a la hora de tratar el


pasado para construir un relato sobre el mismo se da de bruces contra la maldad,
la infamia y el horror provocado por las decisiones y acciones de determinados
hombres. En esos momentos en que pudiera parecer que se desmorona una
parte del edificio intelectual que se ha ido construyendo, no le cabe otra cosa
que encarar los hechos que investiga y, si quiere ser honesto, situar al monstruo
en el lugar que le corresponde, sacar a las víctimas de las tinieblas en que se
hallan sumidas, recuperar su memoria y darles voz. En definitiva, tomar partido.

Uno de estos hechos es el durante muchos años ocultado y tristemente cono-


cido con el nombre de la Desbandá, el éxodo en febrero de 1937, durante la
Guerra de España, de casi 300.000 personas que huían de los pueblos de la

Foto: Hasen Size


parte occidental de Málaga, de la misma capital, y de otras poblaciones de la
zona oriental, en dirección a la ciudad de Almería para salvar la vida y conservar
la libertad ante la inminente llegada de las tropas sublevadas. Este río humano
avanzaba por la carretera costera de Málaga a Almería, la única vía de escape
abierta entonces que se iba cerrando a las espaldas de los últimos que lograban
incorporarse a ella. Bombardeados desde el mar por la flota sublevada, ametra-
llados desde el aire por la aviación nazi germana y perseguidos por tierra por las
tropas fascistas italianas, miles de ellos fueron masacrados y sus cuerpos caye-
ron en aquella carretera, en tumbas al descubierto del gigantesco cementerio
en que terminaría por convertirse.

La carretera, construida a partir de 1865, heredera del antiguo camino roma-


no, fue una vía de comunicación terrestre concebida para unir el territorio de
gran parte de la accidentada y castigada costa mediterránea de Andalucía como
ruta para la circulación de personas y mercancías y la comunicación entre los
pueblos; nadie podía haber imaginado en el momento de su construcción que
varias décadas después se convertiría en el escenario y sería testigo del drama
vivido por aquellos miles de hombres, mujeres y niños en su desesperada hui-
da. Modificado su trazado posteriormente en distintos momentos, algunos de
sus tramos abandonados por los que había discurrido la Desbandá son hoy Lu-
gar de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía.

Uno de esos tramos, el que atraviesa el barranco de Maro a través de un viaduc-


to construido entre 1887 y 1888, reúne un conjunto de valores que es necesario
preservar: paisajísticos, históricos, arquitectónicos y patrimoniales. Al entorno,
paisaje antropizado, se unen la declaración citada del tramo viario y la conside-
ración del puente como bien integrante del Patrimonio de la Obra Pública. Estos
elementos, la carretera, el puente, el paisaje, son físicos, materiales, se puede
intervenir en ellos en aras de su conservación, pero hay otros que están asocia-
dos, que son intangibles y a los que la memoria y la investigación histórica han
rescatado.

Algunos municipios han dedicado estelas conmemorativas o erigido monu-


Marcha la Desbandá 2022. J.A.

mentos con los que se quiere destacar y rendir homenaje a las víctimas de la
Desbandá. En Nerja no hay ninguno, pero desde hace algunos años, cada mes
de febrero gente anónima convocada por distintas asociaciones memorialistas
convierte el puente del barranco de Maro en un monumento sobrevenido en
memoria de los que por él transitaron en aquellas circunstancias. El lugar ad-
quiere entonces, durante unos instantes, memento mori, el carácter propio de
un recinto solemne e inviolable en el que es posible oír el eco del pasado. Esa
dignificación del espacio debiera ser permanente y en esa línea se inscribe la
propuesta, a la que desde aquí muestro todo mi apoyo, de la Asociación Cul-
tural y Memorialista ‘Entre Cañas’ de Nerja y la asignatura Proyectos I, Grupo
F, de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Granada
(curso 2020/2021), en la que se tienen en cuenta sus distintos valores, se evoca
con gran sutileza el drama histórico que allí se vivió, se recupera la memoria
de aquellas víctimas y se ilumina la conciencia de los hombres y mujeres del
presente y esperemos que de las generaciones futuras.

Francisco Capilla Luque


Historiador
Detalle maqueta de Laura Zafra

El paradigma moderno –centrado en lo por venir, en la constante promesa de


un progreso sin fin–, en su falta de apego al pasado, habría arrinconado el mo-
numento como un enojoso y rancio anacronismo. Que los artistas en su mayoría
le volvieran la espalda contribuyó no poco a la decadencia formal del monu-
mento. La persistente concepción romántica, todavía hegemónica hoy, de la
práctica artística como expresión insobornablemente subjetiva reprueba como
humillante la tarea de dar forma por encargo a ideas o sentimientos ajenos a los
del propio autor.

El del monumento es un terreno antipático al arte contemporáneo, además,


por su condición de refugio de un academicismo decadente y anacrónico que,
sin embargo, goza de un sorprendente favor en todos los niveles de la Admi-
nistración. Esta preferencia por las formas más convencionales de la escultura
puede atribuirse al gusto personal de los representantes políticos, a su falta de
familiaridad y, por ende, su desconfianza respecto a otras expresiones del arte
contemporáneo. Este provincianismo se traduce en la profusión de encargos a
un corto elenco de mediocres proveedores cuya afectada pompa revela también
el pánico político a cualquier posible controversia.

Hay que entender que el espacio público no es un museo al aire libre donde
se coleccionan obras de arte en razón de sus cualidades artísticas. Esa es una
circunstancia que fortuitamente se da o no. El paisaje urbano forma parte del
archivo que preserva o excluye a determinados personajes o acontecimientos
con el fin de servir de referencia en el proceso de construcción de la memoria y
la identidad colectiva. Y una cultura democrática exige experimentar otros mo-
dos de hacer memoria, menos autoritarios (también menos “de autor”), menos
personalistas y arbitrarios; también más colectivos y participativos, menos uni-
direccionales, más horizontales y apegados tanto a su contexto físico, al espa-
cio en que se insertan, como a su finalidad; no al exhibicionismo habitual en
tanta escultura pública. En fin, obras inscritas en su contexto social e histórico
y formando parte de un proceso vivo; y, sobre todo –lo contrario de unas calles
desgraciadamente demasiado llenas ya de cachivaches y ruido–, intervenciones
mínimas, casi camufladas con el entorno, respetuosas, mínimas, no impositi-
vas, casi clandestinas: tan discretas pero tan vitales como una caricia.

Rogelio López Cuenca


Artista visual
Foto: Hasen Size
El recuerdo del recuerdo

No recuerdo si tenía 19-20 años, era ya madre de uno o dos niños.


Mi madre, corría con los niños, huyendo de la guerra, buscando refu-
gio republicano.
¿Por qué huían?
No sabían qué esperar de los golpistas.
Bajo sus ojos, la República era el gobierno legítimo que debía pro-
tegerles.
Me contaba que huían por la carretera de Almería, entre bombas des-
de el aire y desde el mar.
Salían de la carretera y buscaban refugio entre las rocas.
Un hombre con la pierna arrancada.
Heridos, hambre.
Un camino de masacre.
Inocentes que huían de la guerra.
[Recuerdos de familia]

Miles de vidas apagadas. Olvido por mandato social. No volváis


la mirada. Silenciad vuestros recuerdos. Palabras mudas que
construyen una historia tabú. El recuerdo del recuerdo. La memo-
ria se tornará borrosa… entonces, quizás, el horror nunca pasó.
Pedagogía para intervenir en la memoria colectiva

El camino sigue presente: ahora es lugar de memoria histórica. Pero es una


memoria borrosa, incómoda. Su enfoque todavía duele.
El tiempo sigue, 85 años después estas páginas recogen una propuesta que
nace de la pedagogía. Una transferencia de saberes de ida y vuelta, donde la
vecindad transfiere a la academia y la academia transfiere a la vecindad.
Vecinas y vecinos de Maro y Nerja aportaron su conocimiento y un reto: cómo
intervenir en la conmemoración de un lugar de memoria histórica. El reto ad-
quiría más complejidad todavía al tener en cuenta que se ubica en un espacio
turístico. ¿Cómo acercar al transeúnte, sea local o foráneo, sin caer en la banali-
zación? En otros lugares trabajan con actividades para viajes de proximidad. No
es otra cosa que dirigirnos a los propios malagueños, de nacimiento o ‘adop-
ción’. Un viaje que muestra parte de su historia.

Docentes, estudiantes, colaboradores y colaboradoras recogieron el reto y tra-


bajaron conjuntamente. Exploraron, reconocieron, reflexionaron, trabajaron y
devolvieron. El conocimiento retornó al lugar, impregnado de la frescura de
mentes jóvenes.

Se trata de una propuesta cuidadosa, de mínima intervención. No pasa sin


embargo desapercibida. Es una invitación a la reflexión. Un camino para enfo-
car la memoria.

Yolanda Romero
Dra. Turismo
Goyesca antibelicista. Jorge Alaminos
Ante el dolor de los demás*

Con los grabados Los desastres de la guerra Goya introduce en el arte un nuevo
criterio de respuesta ante el sufrimiento. Pretendían ser un asalto a la sensibilidad
de los espectadores mostrando las atrocidades que produjo la invasión napoleóni-
ca de España. Aunque los grabados no eran copia fiel de estas atrocidades, Goya lo
que pretendía decir es que cosas así ocurrieron.

Con la invención de la fotografía se empezó a mostrar con toda crudeza y realismo


el sufrimiento propio y ajeno, llegando a ser normalidad en una cultura en que
la conmoción se convierte en la principal fuente de valor y estímulo de consumo.
Desde entonces, la representación del desastre ha evolucionado a la guerra global
televisada en el salón de nuestras casas; un sufrimiento cercano y distante a la
vez donde, tras una pausa publicitaria, se excluyen las preguntas fundamentales:
¿Quiénes son los verderos responsables de lo que ocurre? ¿Fue posible evitarlo?
¿Qué podemos hacer para que no se repita?

El proyecto de creación de un Espacio de Memoria Histórica y Democrática en la


antigua CN-340 nos propone recordar las atrocidades cometidas por las tropas gol-
pistas contra una población civil indefensa –la primera a gran escala en la historia
de las guerras contemporáneas–, pero también reflexionar sobre lo sucedido. Que
no olvidemos.

Quizá se le atribuye demasiado valor a la memoria y no el suficiente a la reflexión.


El recuerdo es una acción con valor ético en y por sí mismo. La memoria es, dolo-
rosamente, la única relación que podemos tener con las victimas inocentes. De
todas las guerras.

Jorge Alaminos
Diseñador gráfico

* Título homónimo del ensayo de Susan Sontag


agradecimientos
Enrique Navarro
Dr. Geografía

Eduardo Serrano
Dr. Arquitecto

Antonia María Lorenzo


Bióloga

Rubén Mora
Dr. Arquitecto

José María Azuaga Rico


Historiador

Rafael Yus Ramos


Dr. Biología

Elo Vega
Artista visual e investigadora

Francisco Capilla Luque


Historiador

Rogelio López Cuenca


Artista visual

Yolanda Romero
Dra. Turismo
Tropas nazi germana en el barranco de Maro. Febrero, 1937.
CN-340: Espacio de Memoria Democrática es una pro-
puesta de la Asociación Cultural y Memorialista ‘Entre Cañas’ de
Nerja y la asignatura Proyectos I, Grupo F, de la ETS de Arquitectura
de la Universidad de Granada, curso 2020/2021.

PATRIMONIO CULTURAL • MEMORIA HISTÓRICA ETSA-UGR


“Llama la atención la discreción y delicadeza de esta propuesta. Son
varias actuaciones de modesto tamaño pero sentida y honda poética,
aliadas con las fuerzas que pueblan este singular territorio”.

Eduardo Serrano
Dr. Arquitecto

Universidad de Granada

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