Tema 1 Cultura Estudio
Tema 1 Cultura Estudio
Tema 1 Cultura Estudio
Las variaciones dialectales (dialectalismos) se relacionan con estratos sociales bajos (por
ejemplo, el ceceo y el seseo tienen esa consideración). Esto se debe a que se tiende a
considerar que las personas que hablan empleando rasgos dialectales no han adquirido
competencias de la lengua estándar y, por tanto, no se pueden relacionar con un nivel
cultural más alto, ya que esta es la empleada en las situaciones formales. Encontramos,
además, más rasgos dialectales en conversaciones cercanas y familiares, es decir, se
relacionan con la inmediatez comunicativa.
Este condicionamiento no se produce, o resulta menos frecuente a la inversa, ya que el
empleo de marcas dialectales en el habla puede relacionarse con un estrato social
determinado, pero una variedad diastráticamente baja no se adscribe una zona geográfica
específica.
A la inversa, cuando el lenguaje no está diatópicamente marcado —lengua estándar—, se
relaciona con un nivel más culto. Siguiendo la cadena, lo culto se relaciona con
situaciones formales (eje diafásico) y, a su vez, las variedades diafásicas altas se
relacionan con la distancia comunicativa.
La dimensión variacional hablado/escrito, que es expresión directa del continuo universal
entre inmediatez y distancia comunicativa, se revela, sin embargo, justamente como la
verdaderamente central, ya que abarca todos los hechos lingüísticos histórico-idiomáticos
que resultan de las condiciones comunicativas y estrategias de verbalización no
específicamente idiomáticas: una construcción lineal, más simple, frente a una
construcción jerárquica y más estructurada del discurso; sintaxis parcelada frente a
sintaxis compleja; vocabulario vago frente a vocabulario preciso…
En el continuo entre oralidad y escritura es posible incluir muchos tipos de texto: una
carta es más cercana que un libro, existe un mayor grado de inmediatez. Un correo
electrónico es más inmediato que una carta, por lo que solemos encontrar rasgos más
coloquiales.
4.4: Condiciones comunicativas:
Condiciones que nos permiten entender si un texto se considera más inmediato o más
distante:
a) Grado de publicidad: el carácter más o menos público de la comunicación, para el
que son relevantes el número de interlocutores (desde el diálogo entre dos hasta la
comunicación de masas), la existencia de público y sus dimensiones. El carácter público
de un texto favorecerá la distancia comunicativa frente al carácter privado.
b) Grado de familiaridad entre los interlocutores: depende de la experiencia
comunicativa conjunta previa, del conocimiento compartido, del grado de
institucionalización de la comunicación, etc. A mayor grado de familiaridad, mayor
inmediatez.
c) Grado de implicación emocional: regida por el interlocutor (afectividad) y/o por
el objeto de la comunicación (expresividad). A mayor implicación emocional, mayor
inmediatez.
d) Grado de anclaje de la comunicación en la situación o en la acción. La relación
que guarda el hic et nunc de la comunicación con la situación comunicativa (contexto).
Un mayor grado de anclaje es más propio de la inmediatez comunicativa.
e) Campo referencial: es decisiva la distancia de los objetos y personas referidas con
respecto al origo (ego-hicnunc) del hablante. (cf. Buhler, 1965: 102 sigs.) Relacionado
con el anclaje a la situación comunicativa. Es la distancia entre las realidades designadas
por el hablante en la comunicación y su origo (ego-hicnunc). La distancia entre el hic et
nunc del hablante y las realidades que designa favorece la distancia comunicativa.
f) Inmediatez física de los interlocutores (comunicación cara a cara) frente a la
distancia física en sentido espacial y temporal. La inmediatez física favorece la
inmediatez comunicativa.
g) Grado de cooperación: medido según las posibilidades de intervención de los
receptores en la producción del discurso. A mayor grado de cooperación existe mayor
inmediatez comunicativa.
h) Grado de dialogicidad: medido según la posibilidad y la frecuencia de la asunción
espontánea del papel de emisor (en sentido amplio, se pueden adscribir a la dialogicidad
fenómenos corno las apelaciones al interlocutor; cf. también c y e). Mayor dialogicidad
supone mayor inmediatez.
i) Grado de espontaneidad de la comunicación: La comunicación inmediata tiene
mayor grado de espontaneidad que la distante. Se debe considerar el grado de
planificación del discurso.
j) Grado de fijación temática. Las conversaciones coloquiales (inmediatez
comunicativa) se prestan a un mayor número de cambios temáticos debido a su escaso
grado de planificación.
En relación al anclaje se debe tener en cuenta una serie de contextos diferenciados:
1) Contexto situacional: personas, objetos y acciones o estados de cosas perceptibles
en la situación comunicativa.
2) Contexto cognitivo:
a. Contexto cognitivo individual: conocimientos específicos inherentes a los
interlocutores y a la relación existente entre ellos. Vivencias comunes de los
interlocutores, conocimiento mutuo del uno sobre el otro, etc.
b. Contexto cognitivo general: conjunto de conocimientos humanos, bien
sean socioculturalmente específicos o de carácter universal (hechos culturales,
valores, etc.; relaciones lógicas, leyes físicas y biológicas, etc.).
3) Contexto comunicativo lingüístico: enunciados y partes de enunciados anteriores
o posteriores al enunciado en cuestión (también llamado cotexto). Cómo se relaciona un
mensaje con el resto de mensajes. En una novela, cómo se relacionan los capítulos entre
sí; en un discurso, cómo se relacionan las intervenciones entre sí.
4) Otros contextos comunicativos:
a. Contexto comunicativo paralingüístico: fenómenos de entonación, rapidez
locutiva, intensidad del sonido, etc.
b. Contexto comunicativo no lingüístico: gestos y mímica concomitantes,
etc. Los apoyos audiovisuales suelen ser propios de la distancia comunicativa.
En cuanto a la espontaneidad se debe considerar el grado de planificación del discurso:
1) Los enunciados caracterizados por la distancia comunicativa presentan un alto
grado de planificación.
2) Lo propio de la inmediatez es escaso grado de planificación o planificación sobre
la marcha. De este carácter se derivan otras características:
a. Uso de palabras comodín, repeticiones redundantes, sintaxis
fragmentada...
b. Carácter efímero o de construcción en marcha o en proceso
c. Verbalización extensiva, lineal y agregativa (enunciados incompletos,
parataxis...)
d. Menor densidad informativa del discurso. En muchas palabras se dice
poco: se repite y se redunda para hacer llegar el mensaje.
Ej.: un niño que dice cabo y no quepo está en el habla como hecho lingüístico
concretizado, no está en la norma lingüística porque no es aceptado, aunque forma parte
del sistema porque sigue sus leyes funcionales.
También hay otros aspectos que atañen a la norma en todos los niveles:
• Fonético: ceceo/seseo, vocales abiertas y cerradas.
• Morfológico: distintas terminaciones para los plurales o como marca de género o
persona. Ej.: Tú me dijistes que no; si me queréis, irse; formas en –ra.
• Sintáctico: laísmo, loísmo, leísmo, posición del sujeto en verbos de preferencia.
• Léxico-semántico: uso de sinónimos.
• Discursivo: formas de cortesía. Ofrecimiento – Rechazo y justificación.
3. Lo correcto, lo ejemplar, lo apropiado:
3.1: Definiciones (Coseriu):
El lenguaje se desarrolla en tres niveles:
• Nivel universal (cognición). Es la facultad de hablar del ser humano, por encima de su
manifestación en cualquier lengua. Se corresponde con el saber elocucional: saber hablar
de acuerdo con los principios generales del pensamiento y con la experiencia general
humana del mundo. La conformidad con este saber se denomina congruencia.
• Nivel histórico (sistema y norma). Plasmación de la facultad del lenguaje en una lengua
particular. Se corresponde con el saber idiomático: saber hablar de acuerdo con las
normas de la lengua que se realiza. La conformidad con este saber se denomina corrección
idiomática. De este nivel derivan los conceptos de correcto y ejemplar.
o Lo correcto es una propiedad de los hechos de habla (o de «discurso»): su
conformidad con el sistema lingüístico que se realiza o se pretende realizar en un
discurso determinado.
o Lo ejemplar (la norma estándar) es una segunda lengua común (un sistema
lingüístico) que se establece por encima de cualquier variedad como forma
idealmente unitaria de la misma, al menos, para aquellas tareas y actividades
(políticas, sociales, educacionales, culturales) que son (idealmente) de toda
comunidad idiomática. La lengua ejemplar confirma la cohesión y la
individualidad de la comunidad correspondiente a una lengua histórica y es la
expresión más elocuente de la unidad étnico-cultural de la comunidad idiomática.
• Nivel individual/actual (habla). Puesta en práctica del habla en situaciones
comunicativas concretas. Se corresponde con el saber expresivo: saber hablar de acuerdo
a la situación comunicativa y estructurar los discursos de acuerdo con las normas de cada
uno de los tipos discursivos. La conformidad con este constituye lo apropiado, que se
divide en:
o Lo adecuado: adecuación al tema del que se habla.
o Lo conveniente: adecuación al destinatario del discurso.
o Lo oportuno: adecuación a las circunstancias comunicativas.
3.2: Normativismo y liberalismo idiomático (Coseriu):
La normatividad vulgar reduce la corrección idiomática a la ejemplaridad (solo reconoce
como «correcta» a la lengua ejemplar) y, en sus formas extremas, pretende que en
cualquier circunstancia se hable solamente la lengua ejemplar. Aunque peca, sin duda,
por exceso, reconoce al menos, aunque confusamente, el valor funcional y sociocultural
de la lengua ejemplar.
El igualitarismo idiomático considera todas las lenguas y todas las modalidades
idiomáticas
«iguales» (mejor dicho, «homólogas») en tanto que sistemas lingüísticos, por producir
todas ellas estructuras lingüísticas completas y suficientes y cumplir todas con su función
de comunicación en su ámbito»; hecho del que no se deduce que sean «iguales» para
cualquier función y en cualquier ámbito.
El liberalismo lingüístico afirma que toda modalidad lingüística tiene su propia
corrección y que la lengua ejemplar no es más «correcta» que ninguna de ellas. Pero de
esto no se deduce que la ejemplaridad carezca de todo valor o que simplemente no exista
como «hecho natural», ni que sea lícito emplear en cualquier ámbito las formas
«correctas» de una modalidad determinada.
El "liberalismo" lingüístico es, por tanto, un falso liberalismo: no promueve la libertad
sino la arbitrariedad. Y no es, como algunos piensan —o dicen sin pensarlo— una actitud
«progresista», «tolerante» y «democrática», sino, en el fondo, una actitud reaccionaria y
profundamente antidemocrática, ya que ignora la dimensión deóntica del lenguaje, o sea
que ignora y desprecia la aspiración a hablar «mejor». Esto implica aceptar tácitamente
que los hablantes de modalidades no ejemplares queden excluidos de la cultura mayor de
la comunidad idiomática.
4. La postura de la RAE ante la variación y la norma:
La 1ª Gramática de la RAE (1771) expone en su prólogo la utilidad de la gramática y
defiende su necesidad de uso y perfeccionamiento:
«Ella nos hace ver el maravilloso artificio de la lengua, enseñándonos de qué partes
consta, sus nombres, definiciones, y oficios, y como se juntan o enlazan para formar el
texido de la oración. Sobre ninguna de estas cosas se hace reflexîón ántes de entender el
arte, y así es difícil que sin él hablemos con propiedad, exactitud, y pureza».
Lema de la Academia: Limpia, fija y da esplendor.
Estatutos de la RAE (1993. Última modificación en mayo de 2020): “La Academia es una
institución con personalidad jurídica propia que tiene como misión principal velar porque
los cambios que experimente la lengua española en su constante adaptación a las
necesidades de sus hablantes no quiebren la esencial unidad que mantiene en todo el
ámbito hispánico. Debe cuidar igualmente de que esta evolución conserve el genio propio
de la lengua, tal como este ha ido consolidándose con el correr de los siglos, así como de
establecer y difundir los criterios de propiedad y corrección, y de contribuir a su
esplendor”.
El prólogo de la Nueva Gramática (2009) de la RAE asume el carácter policéntrico de la
norma, compatibilizándolo la cohesión lingüística del español y se inclina por una
normativización descriptiva.
5. La lengua estándar o norma general:
Por encima de las variedades y las diversas normas está la norma general, la supernorma
que denominó Müller, un hecho sociolingüístico que afecta a la vida de toda una
comunidad lingüística. Es lo que sirve de koiné o lengua común a todos los hablantes y
coincide con lo que se conoce hoy como lengua o norma estándar.
Es una lengua que se sitúa por encima del resto de variedades lingüísticas, con mínimas
variaciones superficiales (fonéticas y léxicas), que garantiza la cohesión de una
comunidad lingüística y la existencia de una lengua. Se equipará con la norma culta.
5.1: Características y propiedades de la lengua estándar:
1) La intelectualización o capacidad de adaptación a todo tipo de enunciados
(precisos, abstractos, técnicos…)
2) La estabilidad flexible o capacidad de adaptarse a las necesidades comunicativas
más diversas sin perder su estabilidad.
3) El arraigo o inserción en una tradición cultural viva por voluntad de los hablantes.
4) La urbanización o disponibilidad: la calidad y extensión de la lengua estándar en
la comunidad lingüística; la total disponibilidad para cualquier oyente en cualquier
situación comunicativa.
5) Marco de referencia o eje en el que confluyen o del que emanan todas las
variedades del idioma, realizando una función unificadora a la vez que separadora: por
ella, los hablantes de una lengua mantienen y potencian su identidad grupal y se
distinguen de otros grupos.
6) Rasgo de prestigio sobre el resto de variedades: norma habitualmente impuesta en
muchos ámbitos.
7) No fija y cerrada. Existe una parcela fijada, codificada y realizada, patrimonio de
todos los hablantes, pero también un mundo de posibilidades a la hora de crear nuevos
mensajes.
8) No es rígida ni enteramente unitaria, sino más bien flexible, relativamente
uniforme, capaz de enriquecerse y potenciarse continuamente mediante las realizaciones
de los usuarios.
6. Los procesos de elaboración y estandarización lingüística:
Según Cardona (1991) se han conformado variedades de amplia difusión, no
particularmente prestigiosas, de la adaptación de diversas variedades que han eliminado
sus características particulares más destacadamente locales.
6.1: Koneización vs. Estandarización:
Moreno Cabrera distingue dos tipos de proceso en la elaboración de una lengua:
Koneización
• Proceso de tendencia natural.
• Surge de la adaptación del habla de los hablantes al habla de sus interlocutores
(acomodación).
• Se mezclan dos o más variedades lingüísticas próximas genéticamente.
• Conlleva un proceso de nivelación lingüística (pérdida de la diversidad).
• La variedad resultante nunca es completamente homogénea.
• Suelen tener como base una variedad dialectal dominante concreta.
Estandarización
• Proceso planificado por instituciones o sectores de poder, e impuesto a la
sociedad, que suele responder a una serie de objetivos (económicos,de control social). Es
por tanto, un proceso convencional, no natural.
• Tiene un carácter fijado, inmutable y más estable a lo largo del tiempo.
• Se considera que atenta contra la realidad del funcionamiento de las lenguas.
• Es imposible, en la práctica, que una lengua estándar pueda ser utilizada de forma
generalizada en una comunidad lingüística: siempre termina realizándose en variedades
y por tanto pasa a convertirse en un conjunto de variedades lingüísticas, un diasistema.
6.2: Estandarización en la cadena de variaciones:
Para López Serena, contradiciendo a Moreno Cabrera, la estandarización no es un proceso
impuesto, sino el resultado de la apropiación paulatina del espacio de la distancia
comunicativa de una variedad que termina aceptándose como ejemplar, quedando el resto
de variedades subordinadas a ella.