Reseña Libro Sociologia de La Paz: November 2022

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RESEÑA LIBRO SOCIOLOGIA DE LA PAZ

Book · November 2022

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Erika Figueroa Miguel Urra Canales


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Reseña
Sociología de la Paz en Colombia: Balance Territorial del Posacuerdo Final

Erika Paola Figueroa González, 2022

Narváez Jaimes, Ginneth Esmeralda, Alexander Gamba Trimiño,


Miguel Urra Canales, Diego Andrés Lugo Vivas, Camilo Andrés
Castiblanco Durán, Mateo Echeverry Ángel, Daniel Tubb, David
Esteban Rojas Ospina, Mónica Lizeth Castillo Díaz, María Paula
Autores Lamprea Amórtegui, Isabel Valdés Arias, Carlos Andrés Charry Joya,
William Gabriel Jiménez Schroeder, Sebastián Betancourt, Olga Lucía
Quintero Sierra, Luisa Fernanda Gutiérrez Mogollón, José Gregorio
Clavijo Parrado y Daniela Alejandra Cancelado Cifuentes,
Editores Académicos Ginneth Esmeralda Narváez Jaimes Camilo Andrés Castiblanco Durán
Prologuista Eduardo Pizarro Leongómez
Sociología de la Paz en Colombia: Balance Territorial del Posacuerdo
Título de la publicación
Final
Editorial USTA
Fecha de publicación 2021
ISBN 978-958-782-458-2

En su prólogo, el libro Sociología de la Paz en Colombia explica como se ha construido una


verdadera sociología de guerrillas, dada la diversidad de tipos de movimientos
revolucionarios gestados a lo largo de la historia de la guerra en Colombia; así como también,
la relevancia del caso colombiano en los estudios internacionales sobre conflicto armado, por
padecer de una prolongada guerra. Sin embargo, siendo un conflicto métrico e hibrido, como
consideran los expertos a las guerras contemporáneas, no goza de la atención mundial que
amerita y resulta siendo una más de las guerras olvidadas. En efecto, la guerra en Colombia
es longeva, mutable y con gran dificultad de resolución, características propias de este tipo
de guerras, según la Cruz Roja Internacional. Sumado a lo anterior, el hecho de que se hayan
llevado a cabo numerosos e ineficaces procesos negociadores, y que hoy día la violencia
persista, incita a cuestionar la efectividad de los mecanismos usados por los diferentes actores
para alcanzar la paz.

Seguidamente su contenido introductorio, da cuenta de la estructura del libro y lo que este


representa para el campo teórico de la sociología de la paz en Colombia y para el análisis de
la implementación del Acuerdo de paz firmado con las FARC, toda vez que, a través de
investigaciones de casos en geografías específicas, se evidenciaron tanto avances y resultados
positivos como obstáculos estructurales, que naturalmente inciden negativamente en el goce
de una paz sostenida. De este modo, y con aportes de organizaciones sociales e
investigadores expertos, se ha progresado en la construcción de un concepto de sociología de
la paz, al tenor de particularidades locales y en el entendido de que la paz, más que la ausencia
de la violencia es un bien común.
La introducción también describe los cuatro ejes de análisis sobre la sociología de la paz y
especifica la conexión de cada uno de ellos con ocho capítulos del libro, así: 1) La paz como
ausencia de violencia-capitulo 3: comprensión de las dinámicas sociales en contextos en
los que hipotéticamente se presenta una ausencia de violencia (no de conflicto). Se hace
alusión a autores como Montesquieu, David Hume, Adam Ferguson y Adam Smith (Tenorio
Trillo, 2018, p. 71). 2) Hacia una ciencia autónoma de la paz-capítulos 4 y 5: eje inspirado
en el trabajo del sociólogo noruego Johan Galtung, quien plantea dos formas de concebir la
paz, como ausencia de violencia (acepción negativa) y como realización de la vida y el
desarrollo de nuevas realidades (acepción positiva). 3) La paz como transformación
creativa y no violenta del conflicto-capítulos 2, 6 y 9: Concordante postura del filósofo
colombiano Estanislao Zuleta coincidente con Galtung, respecto a comprender la paz como
canalización positiva del conflicto, al punto que cualquier teoría de la paz en el fondo es una
teoría del conflicto y de las formas de interacción que se pueden establecer con este, sin
negarlo. 4) La democracia agonista como camino de la paz- capítulos 7 y 8: Premisa
principalmente de Chantal Mouffe, quien sostiene que la mejor manera de mantener la paz
es partir de una democracia deliberativa, donde los conflictos se asumen como base
democrática de la sociedad y el trámite deliberativo de estos se entiende como objetivo de la
democracia.

1. Contenidos sustantivos

El primer capítulo “Aportes para la construcción de una sociología de la paz en Colombia”,


autoría de Ginneth Esmeralda Narváez Jaimes, Alexander Gamba Trimiño y Miguel Urra
Canales, enfatiza en la necesidad de tener en cuenta los aportes literarios sobre construcción
de paz a nivel global, por lo cual, su estructura se basa en cuatro líneas, a saber:
A) Comprensiones de la paz: Haciendo alusión al libro Paz 1876 (2018) de Mauricio
Tenorio Trillo inicia el recorrido por aportes teóricos importantes que han dado lugar
a diversas discusiones en torno a la comprensión de la paz; tales como la
naturalización de la violencia durante los siglos XVII y XIX, la paz desde la óptica
de Immanuel Kant, es decir, como garantía para los negocios y sanas relaciones entre
las naciones. La paz como ciencia que promovió divisiones entre lo moral y el
biologicismo. Siendo esta última, la inspiradora postura que llevó a Iván Novicow
(1849-1912), autor del término sociología de la paz, a proponer que la sociología se
enfocará en la paz, le diera el mismo grado de importancia que le ha venido dando a
la guerra y a la violencia, y se establezca como objeto de estudio de la ciencia social.
Grosso modo, este apartado expone algunas perspectivas de paz, de expertos
sobresalientes como (Freud, 1915.Psicoanálisis), quien emite la necesidad de
comprender los efectos de la guerra en los seres amados, en los extraños y en el mismo
individuo, procurando reconocer el riesgo de la muerte propia, es decir, reflexión
sobre la muerte que genere conciencia en los seres humanos. Luego se explora en los
estudios contemporáneos de la paz, tanto concepciones negativas como positivas
(Johan Galtung. Paz, antes que ausencia de conflictos, es la transformación creativa
de estos).
B) Los aprendizajes de los procesos de paz y las negociaciones: Insumo importante de
este apartado, resulta el estudio de María Teresa Uribe de Hincapié (2003) sobre
mecanismos de procesos de paz en Colombia (comisionados de paz, expansiones,
amnistías e indultos). Al igual que la interesante ilustración de los intentos de paz del
país desde 1982, a través de tablas con datos explícitos de negociaciones sin acuerdos
de paz definitivos, acuerdos de paz con reparto del poder político e intercambio y
procesos colectivos de reinserción entre 1992 a 2008.

C) El proceso de paz con las Farc de 2016: El reciente y magno suceso en Colombia
para acabar con el conflicto armado, es detallado en esta oportunidad, mencionando
los países de Cuba y Noruega en donde se llevaron a cabo las negociaciones, que
como resultado arrojaron un acuerdo sometido a plebiscito en octubre de 2016. Con
la victoria del NO, se hicieron modificaciones a algunos puntos y el documento final
recogió los seis puntos ya conocidos. Este documento, cobra vida jurídica con el Acto
Legislativo 01 de 2016. El Capitulo continúa enunciando algunas generalidades de
los puntos del acuerdo final, entre las que se destaca el lento progreso de la Reforma
Rural Integral. Al respecto, el presidente Gustavo Petro indicó en reciente entrevista
(Noticias Caracol, 23 de septiembre de 2022), que se requieren tres millones de
hectáreas fértiles para entregar al campesinado y que, según sus cálculos, cada
hectárea tiene un costo entre 10 y 20 millones aproximadamente; es decir 60 billones
son necesarios para cumplir este primer punto del acuerdo. Afirmó también que se
debe cambiar el marco fiscal del país para adquirir una deuda que permita la
consecución de este significativo recurso y, por ende, la compra de tierras.
Asimismo, se destacan avances en participación política con el Estatuto de la
Oposición en 2018 y en lo referente a fin del conflicto, ya que, según informes de
verificación de la ONU, de los 14.178 excombatientes, se reincorporaron 13.589. Sin
embargo, alentadores datos como estos no han significado el fin de la violencia, por
el contrario, la desaparición de las bases guerrilleras en zonas rurales especialmente,
dejó a merced de organizaciones armadas ilegales y delincuencia común, el territorio;
por el cual sostienen enfrentamientos, a fin de ejercer su control y dominar las
economías ilegales.

D) Acciones colectivas en defensa de la paz: La acción colectiva en nuestro país se ha


establecido como una constante dentro del desarrollo de los colectivos sociales.
Desde 1975 al 2005 se han presentado aproximadamente 13.130 movilizaciones
(Mauricio Archila, 2006, p. 25) que encarnan la oposición, inconformismo y
resistencia frente a prácticas, decisiones y negligencia del gobierno, lo que
generalmente atenta directa o indirectamente contra el bienestar general y los
derechos fundamentales. De ahí que la voz del pueblo agrupada tiene un mayor
impacto a la hora de exigir garantías y soluciones. Sin embargo, no siempre las
movilizaciones sociales surten el efecto esperado y, por el contrario, líderes sociales
terminan siendo asesinados. Para contextualizar, La FM en su portal web documentó
971 líderes asesinados desde la firma del Acuerdo Final hasta julio de 2020 (Angarita,
2020).
Este panorama no solo divide a la sociedad entre aquellos que no creen en la paz y
sustentan su discurso en la impunidad y los que le apuestan al perdón, la reconciliación
y hasta el indulto; sino que genera incertidumbre y frustración en la sociedad en general,
al tiempo que vigorizan las posturas políticas y el modus operandi de la elite que no le
interesa que la guerra acabe. Por ello, uno de los más importantes retos de la sociología
de la paz es estudiar y comprender las voluntades materiales en los procesos de
reconciliación y reinserción, al igual que las prácticas sociales encauzadas hacia la paz,
especialmente las que fomentan dialogo constructivo y generan puntos de encuentro entre
los extremos. De hecho, atender el llamado de los colectivos sociales de escala local y
regional fue un importante mecanismo usado en los Pactos Municipales para la
Transformación Regional (PMTR), los cuales condensaron el sentir de los municipios y
al tenor del acuerdo de paz, priorizaron iniciativas necesarias para cerrar brechas y
promover el desarrollo integral. Por consiguiente, la tarea de los colectivos sociales no
acaba en las movilizaciones que expresan inconformismo, ni en los procesos de
planificación a los que son llamados a participar (en ocasiones solo simbólica o
protocolaria), sino que requiere permanente compromiso en los procesos de seguimiento
y evaluación a lo pactado, de manera que se defienda la paz y se le exija al estado social
de derecho, cumplir con la misión que la constitución le ha encomendado. Esto implica
generar conciencia sobre la importancia del empoderamiento del pueblo en la toma de
decisiones, haciendo propio los problemas económicos, culturales, sociales y ambientales
del país; un país que merece verdad y madurez para reconocer que la guerra no es rentable
y sus consecuencias costosas e irreversibles han privado al pueblo de un verdadero y
sostenido desarrollo. En este sentido, resulta vital el abordaje sociológico del actual
proceso de paz desde un enfoque territorial, en otras palabras, reconocer a las
comunidades, sus contextos sociales, pero también los rasgos subjetivos que
particularizan cada situación.

Capítulo II “Peace” and the conquest of the last agricultural frontier in Colombia.
Postagreement economies and uneven titling of “vacant” lands in Middle Vichada

En esta oportunidad el escritor Diego Andrés Lugo Vivas, expone el avance en la titulación
de baldíos públicos en el marco del proceso de paz y la depreciación de los cultivos de coca
en Cumaribo, departamento del Vichada; el cual, debido a la desatención estatal, ha sido
territorio apetecido y crucial para los grupos al margen de la ley, dada su estratégica ubicación
cerca a Venezuela. No en vano, entre 2000 y 2007 Cumaribo se estableció como el municipio
con mayor participación en los cultivos de coca en Colombia, ya que actores estatales,
privados y armados estimularon este tipo de economías ilegales y conflictivas, incluida la
comercialización masiva de tierras. Este escenario, entre otras cosas, fomentó más formas de
explotación, desplazamiento, violación y reclutamiento de la población en general, pero con
mayor hostilidad a la indígena.

Si bien en el año 2000 hubo un robusto proceso de erradicación de coca en el noroeste de


Cumaribo, lo cual minimizó el actuar de los grupos insurgentes, principalmente de las FARC,
la notoria reducción de la intensidad del conflicto se dio con la implementación de los
Acuerdos de Paz, en razón a que a través de un proceso importante de Re territorialización
por parte del estado y en alianza con sectores económicos, propietarios y otros actores
interesados, se han dado sustanciales modificaciones en los regímenes de propiedad y
avances en la titulación de propiedades. Así las cosas, un destacable avance es la
reorientación de la capacidad productiva de la región (Cumaribo y los Altos Llanos en
general) hacia la consolidación de programas agroindustriales, forestales y de conservación,

Capítulo III- Hechos victimizantes en las regiones Caribe y Orinoquia tras la


implementación del acuerdo de paz con las Farc-ep

Posterior a la firma del acuerdo final de paz con las FARC, se han presentado sucesos
negativos que llaman a la reflexión y el cuestionamiento, por lo que este capítulo se esmera
por dejar en evidencia la afectación y transformación directa de la violencia, a partir de
hechos victimizantes en las regiones del Caribe y Orinoquia, donde hicieron presencia el
Bloque Caribe y el Bloque Oriental, respectivamente. Cabe recordar que las características
de esta región, la han establecido como un corredor importante que facilita la operación de
grupos armados ilegales. Justamente para las FARC-EP fue fundamental garantizar su
absoluto control; de hecho, al ser desmilitarizada en el gobierno de Andrés Pastrana (tras el
intento de paz con la zona de despeje), el fortalecimiento de la estructura criminal de estos
bloques guerrilleros fue inminente.
Aunque posterior al 2016 se redujeron los hechos victimizantes, la mutación de la violencia
a otras organizaciones armadas ilegales, la expansión del narcotráfico y los enfrentamientos
por el control territorial, han mantenido ambientes violentos. Por ello, urge el análisis de los
impactos de la implementación del acuerdo de paz desde la escala local, es decir desde
núcleos comunitarios, en el marco de las diferencias zonales y geográficas. En este sentido,
este capítulo muestra un análisis de las condiciones de seguridad y violencia en estas regiones
en décadas pasadas, versus datos estadísticos actuales de los diferentes sistemas de
información del país, en lo que a víctimas se refiere. Si bien, monitoreos como el realizado
por el Instituto Kroc de Estudios Internacionales de Paz de la Universidad de Notre Dame,
dan cuenta de las demoras en temas claves y de la débil articulación entre el Plan Marco de
Implementación (PMI) y la planeación local y regional; hay sustanciales logros en desarme
y desmovilización. Por ejemplo, según el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos
(Cerac), el proceso de paz evitó la muerte de 2796 personas en diez meses (entre el 29 de
agosto del 2016 y el 27 de junio del 2017).

También, luego del cese al fuego bilateral, la región percibió condiciones de seguridad que
no se presentaban desde el año 1984 (antes de la aparición y fortalecimiento del Bloque
Oriental de las Farc-ep), esto es disminución de hechos victimizantes que tienen mayor
relación con el accionar histórico que tuvo las Farc-ep (despojo de tierras, acto terrorista,
amenazas, minas antipersonal, secuestro y homicidio), lo que inevitablemente indica que la
reducción de hechos violentos sí tiene una relación directa con esta guerrilla y con su proceso
de desmovilización.
A la hora de detallar departamentos como Arauca, en donde no solo las FARC ha
predominado, sino también el ELN, es innegable que la violencia sigue presente, pues
mientras este grupo subversivo y demás armados ilegales hagan presencia en este territorio,
las nocivas prácticas de reclutamiento, extorsión, asesinatos y en general la violencia,
subsistirá. De hecho, es el departamento que mayor afectación ha presentado en el último
año.
En términos generales, las tablas ilustrativas de este capítulo muestran el éxito político de
este proceso de paz, pues comparado con el periodo de tiempo de la negociación efectuada
por la administración de Andrés Pastrana, los resultados estadísticos son visiblemente
contrarios. Empero, llaman la atención los particulares sucesos violentos en subregiones con
marcadas diferencias geográficas como el Sur de Bolívar, los Montes de María, la región
ganadera de Córdoba, Sucre y Bolívar, las zonas de puerto y turismo y la península de la
Guajira; principalmente por la presencia de grupos como el Clan del Golfo y otras estructuras
ligadas al microtráfico. Si bien la tendencia general en esta región es al declive de todas las
formas de victimización presentadas en el país, las cifras son desiguales entre departamentos;
sin embargo, los avances en la búsqueda de la paz son tangibles y es motivo esperanzador y
suficiente para seguir creyendo que no hay desarrollo sostenible sin una paz verdadera y
duradera.

Capítulo. IV- El conflicto transformado. El posacuerdo en el Chocó, Colombia

El Chocó ha estado sometido a las diversas manifestaciones de la violencia, producto no solo


del conflicto interno armado, sino de las disputas entre organizaciones ilegales por la minería.
Su población negra e indígena han tenido que soportar vulneraciones permanentes a sus
derechos fundamentales y subsistir en medio de la escasez y el miedo permanente. En este
departamento también lejos del fin del conflicto, se evidencia su transformación. Al punto de
que hoy día persisten las demostraciones de fuerza por parte de grupos armados, los tiroteos
contra la policía, los asesinatos de líderes comunitarios y los paros civiles.
Literalmente Chocó resulta ser una “mina de oro”, por lo que la sed de poder y de control de
las distintas estructuras criminales, sobre las rentables economías ilegales ha hecho que el
reclutamiento de menores, desplazamiento forzado y asesinatos de líderes sociales, sigan
siendo común en esta zona del país, en donde se percibe terror y zozobra. Lo grandioso es
que, aun así, la gente encuentra formas de resistir a través de paros cívicos pacíficos,
movimientos sociales negros e indígenas y decisiones judiciales progresistas.

Capítulo V- Conocer la guerra para posibilitar la paz. El conflicto armado en Topaipí,


Cundinamarca
Fácilmente resumiría este capítulo con la conocida frase “lo que es basura para unos es un
tesoro para otros”; y es que la poca importancia que para el estado tiene Topaipí por ser un
municipio pequeño y poco interesante para el ámbito político por su densidad poblacional,
hizo que este desprecio, en su momento fuera aprovechado por paramilitares y guerrillas de
las FARC, quienes delinearon fronteras imaginarias en todo el municipio. Tal situación dejo
en medio de un fuego cruzado a sus habitantes, quienes veían afectadas sus actividades
cotidianas, hasta la comunicación. Sumado a esto, las pésimas vías de acceso, servicios
públicos deficientes y bajo nivel educativo, extendió la pobreza e inseguridad, al punto de
perder por completo la soberanía de su territorio, máxime cuando hechos trágicos como el
asesinato por parte de las FARC del alcalde municipal, Wilson Castro, secuestros y derribo
de un helicóptero que transportaba alimentos, hicieron que la comunidad viera a los
paramilitares como el Robin Hood que necesitaban. Inclusive, habitantes reconocieron haber
creado lazos de cooperación y de “amistad” que ejercía autoridad sobre ellos y que al final
se convirtió en una coerción pasiva. Naturalmente, este contexto facilitó la operación
criminal de los grupos al margen de la ley, al tiempo que desdibujo el papel protector y
garantista del estado y sometió a la población a un orden impuesto enmarcado en violaciones
sostenidas a sus derechos humanos. Lo peor es que la población se convenció que de los dos
males (FARC y paramilitarismo), respaldó el menor.

Capítulo VI- La paz en movimiento. Movimientos sociales en red por los acuerdos de
paz en Colombia. Los casos de Paz a la Calle y el Movimiento Estudiantil Paziempre

Hasta hace poco no se había logrado dimensionar el alcance e importancia de la tecnología y


las redes sociales para viralizar información y superar barreras de tiempo y espacio;
indudablemente con la pandemia de la covid 19, se rompieron paradigmas relacionados con
la presencialidad y se hicieron visibles grandes deficiencias estructurales en los gobiernos
digitales, en la infraestructura tecnológica educativa, en las metodologías de recolección y
procesamiento de datos, y en general, en las distintas plataformas virtuales de información.
En este sentido, en este apartado los autores analizan las acciones colectivas desarrolladas
por varios grupos de personas (principalmente estudiantes), quienes, a través de prácticas
concertadas y organizadas, lograron usar las redes sociales como herramienta básica para la
creación de organizaciones defensoras de los acuerdos de paz.
Movimientos como Paz a la Calle y Estudiantil Paziempre, fomentaron espacios de dialogo
en simultánea a lo largo y ancho del país, a través de redes sociales como Facebook, logrando
tener amplia sintonía y éxito en convocatorias como la denominada Tercera Marcha del
Silencio, llevada a cabo el 5 de octubre, que se convirtió en el primer caso de movilizaciones
ciudadanas organizadas y gestionadas mayoritariamente desde las redes sociales digitales en
Colombia.

Capítulo VII- Nuevo Código Nacional de Policía y proceso de paz: tensiones sociales,
territorio y urbe

Este capítulo es producto de la reflexión académica derivada de la Jornada de Análisis


respecto a la Implementación del Código Nacional de Policía organizada por el Semillero de
Sociología Política de la Universidad Santo Tomás, el 12 de abril de 2018 y contiene
apreciaciones interesantes y de alguna manera comparativas del concepto de convivencia
social presente en el Acuerdo de Paz y el Nuevo Código Nacional de Policía implementado
en el año 2017. El ejercicio se enmarca en la comprensión de los conflictos y la noción de
convivencia social que experimenta la metrópoli nacional, Bogotá, acogedora de diversas
culturas.

Como en los demás casos que han sido estudiados en todo el libro, son tenidos en cuenta
momentos históricos trascendentales, aportes conceptuales de expertos y la afinidad de los
puntos del acuerdo de paz con la legislación vigente en resolución de conflictos y por
supuesto la incidencia de estos marcos jurídicos en el proceso de construcción de paz.

Capítulo VIII- La consolidación de la paz en el Catatumbo: un reto para la Asociación


Campesina del Catatumbo (Ascamcat)

Mediante un riguroso y completo proceso de recolección de información, que incluyó


entrevistas a organizaciones campesinas, voceros, instituciones gubernamentales y otras
entidades, se construye este capítulo que realiza un recorrido histórico por las luchas
persistentes y las resistencias campesinas que se presentan en la región del Catatumbo, al
tiempo que ilustra al lector sobre las crisis en distintas dimensiones (política, social,
económica, cultural) que ha experimentado la región. Para ello, se hace precisión en los
impactos de la implementación de los Acuerdos del proceso de paz en la Mesa de
Interlocución y Acuerdo del Catatumbo (MIA-C), habida cuenta que este escenario ha sido
fundamental para manifestar y denunciar el abandono social.
Así las cosas, se tiene que muchas de las necesidades que por décadas los campesinos han
padecido, están siendo tenidas en cuenta en los acuerdos de paz, de ahí que urge el cabal
cumplimiento de cada uno de los puntos.

Capítulo IX- La prospectiva estratégica, una herramienta metodológica participativa


para consolidar la paz territorial. Proyectos de vida de familias campesinas de La Uribe,
Meta

En esta oportunidad, la investigación que se expone fue realizada en el municipio de la Uribe,


Meta; contó con la participación permanente de campesinos representantes de las familias de
la comunidad y su propósito fue identificar y valorar sus proyectos de vida tomando como
base los escenarios deseables en torno al posconflicto. Por lo cual, es considerado por los
autores como un estudio piloto que se pretende replicar con otras comunidades rurales, al
tenor de sus realidades y particularidades; puesto que, conociendo el contexto, la historia, sus
emociones, expectativas, anhelos y necesidades, es posible crear y definir el futuro deseable,
es decir a través de la prospectiva como herramienta metodológica.

2. Principales aportes en la materia

Desde sus orígenes la sociología como ciencia social, ha permitido investigar y analizar la
sociedad y los distintos fenómenos que experimenta; de hecho, el abordaje de la paz desde
una mirada sociológica ayuda a entender las conflictividades y sus procesos al interior de la
sociedad colombiana y la forma como se ha tramitado desde el poder político estatal, pero
también desde el poder popular, ese que se construye desde abajo hacia arriba para incidir en
la toma de decisiones. Por ello, considero que el libro Sociología de la Paz en Colombia: Balance
Territorial del Pos acuerdo Final, permite recoger realidades y generar líneas nuevas de estudios
sociológicos, donde no solo se hable de casusas si no de efectivas soluciones que respondan
a particularidades territoriales bajo una sociología propositiva, dialogante y vinculante.

Es así como este producto literario enmarcado en línea investigativa, se consolida como un
insumo importante para los estudios y diseños de estrategias que conlleven a superar
desaciertos evidenciados en lo que va de la implementación del acuerdo, al tiempo que
promueva el fortalecimiento del concepto empoderamiento configurado en los territorios y
la paz no como noción abstracta, sino material y construida desde la base estructural de la
sociedad y no de la política, es decir, a partir de la visión de país que tiene la comunidad y
del derecho de permanecer en el territorio en condiciones dignas.
Involucrar a las regiones de manera directa en los procesos de seguimiento a la
implementación del acuerdo, incide positivamente en los mecanismos de resarcimiento de
daños, puesto que se fomenta una percepción sociológica del proceso de paz y del concepto
de negociación, reconciliación y reparación desde sus realidades y no desde lo meramente
jurídico.
Por ende, con la apuesta de una forma alternativa de resolución de conflictos, en el entendido
que la sociología de la paz básicamente se opone a las formas violentas, destructivas e
impositivas para la resolución estos, es fundamental propiciar una cultura de paz,
fundamentada en la dignidad de la persona humana como fuente de realización plena: en el
hecho de que no hay paz si los derechos humanos mas fundamentales son ignorados y en la
necesidad de dar al ser humano la posibilidad de ser partícipes, actor y promotor de valores
universales que lo identifican como miembro de la colectividad mundial. (Arango Durling,
Paz social y cultura de paz p.107)

5. Bibliografía

-Narváez, G; Castiblanco, C. et al. (2021). Sociología de la paz en Colombia: Balance


territorial del posacuerdo. Bogotá: Ediciones USTA, 2021.

-Arango Durling, Virginia del Carmen, 134p. (2007). Paz social y cultura de paz. Panamá:
Ediciones Panamá viejo, agosto de 2007.

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