Fabulas de Esopo
Fabulas de Esopo
Fabulas de Esopo
Una hormiga bebía agua en un río, con tan mala suerte que cayó al agua. Pasaba por ahí una
paloma que, al oír sus gritos de auxilio, corrió a salvar a la pequeña hormiga.
—Gracias, amiga paloma —dijo la hormiga muy agradecida—. Si algún día estás en peligro, yo
te ayudaré.
Varias semanas después, un cazador vio a la paloma sobre una rama. Estaba a punto de
disparar su escopeta cuando, de pronto, la hormiga se metió por debajo del pantalón y le
mordió la pierna. Y así pudo la paloma escapar, sana y salva.
• Moraleja: Haz bien y no mires a quién. Esta no podía faltar en nuestra selección de las
mejores fábulas de Esopo pues nos enseña a ayudar siempre a los demás, y que toda
buena acción trae más acciones buenas.
«La lechera»
Érase una vez una joven campesina que salió al mercado a vender un cántaro lleno de leche.
Por el camino, iba pensando qué haría con las ganancias:
—Con el dinero que gane, compraré doscientos huevos. Los huevos me darán hermosos
pollitos, que venderé al mejor precio. Con ese dinero, compraré un cerdito. Y cuando lo venda,
me compraré el vestido más hermoso del pueblo.
Tan ensimismada iba la joven que no vio una piedra en el camino y tropezó. El cántaro cayó al
suelo, haciéndose añicos. Adiós a la leche, a los huevos, los pollitos, el cerdito y al maravilloso
vestido con los que había soñado.
• Moraleja: Sueña cuanto quieras, pero no olvides mantener los pies en la tierra. Esta
fábula de Esopo nos enseña a huir de las ensoñaciones y a valorar y ser felices con lo
que tenemos.