Adios Amargura

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Adios amargura

PorJosé R. Hernándezdiciembre 3, 2022

Mensajes Cristianos
Mensajes Cristianos Predica de Hoy: Adios amargura

Mensajes Cristianos Texto bíblico: Efesios 4:22-32

INTRODUCCIÓN
Como hijos de Dios y en nuestro paso por esta vida debemos tener
en cuenta que nuestro corazón debe ser recto. Y debemos procurar
ser llamados pacificadores y así podremos llevar ese título de hijos
como Dios lo quiere Mateo 5:9.
En realidad, la amargura no permite que veamos la gloria de Dios
en nuestra vida. Nos detiene en el camino y no deja que tengamos
una vida en victoria. Hoy vamos a ver la importancia de tener un
corazón que esté dispuesto a ser lleno y transformado por el
Espíritu Santo, y entender porqué es importante esto en la vida del
creyente.

¿Qué debo hacer para ser libre de la amargura?


En Efesios 4:22 nos señala que debemos estar despojados de toda
manera de vivir pasada, la que teníamos antes de la vida nueva que
hemos experimentado en Cristo. Pablo nos insta a que nos
despojemos del viejo hombre. Más que todo cuando se trata de los
deseos engañosos que este viejo hombre trae consigo mismo.

Debemos ser vestidos con el nuevo hombre


En Efesios 4:24 nos habla de que estemos vestidos con el hombre
que Dios ha creado, en justicia la cual viene de Jesús por su sangre
preciosa, en santidad que hace esta transformación de vida y la
cual si no está, nadie puede ver a Dios y en verdad, la que nos
proporciona la palabra.

Además, la Santidad se da por medio la de búsqueda diaria de Dios


en nuestra vida. Y en nuestros corazones por medio de Jesús,
quien además nos justifico delante de Dios de todo pecado venidero
o pasado que se haya podido cometer. Y la verdad que es la
palabra, s el sustento diario que Dios nos proporciona para
fortalecer nuestra fe y nuestra vida espiritual.
Hablando siempre con la verdad
Sobre todo recordemos que la palabra de Dios dice que nosotros
somos hijos de Dios por decir la verdad, Esto es Su palabra.
Ciertamente el que hable mentira será considerado hijo del diablo
(Juan 8:44).

Al momento de hablar la palabra de Dios debemos ser cuidadoso


de no añadir más de lo que Dios quiere decir a sus hijos. Más si se
tiene esta responsabilidad puesta por la gracia de Dios. En Efesios
4:25 podemos ver que la palabra nos indica que hablemos con
verdad a nuestros hermanos, la verdadera palabra de Dios, porque
además somos miembros de un mismo cuerpo.

Debemos saber perdonar


Efesios 4:26-27 nos enseña el valor del perdón diario. Como seres
humanos nos podemos sentir con mal genio en cierta ocasiones,
pero no debemos dejar que esto nos impulse a dañar a otros y no
debemos dejar que esto crezca con el tiempo. La palabra nos invita
a cuidar nuestro corazón de albergar el rencor puesto que este es el
abono perfecto para que crezca con fuerza la raíz de amargura.

El perdón es una decisión. Debe hacerse por nuestro bien, y por


el bien de aquella persona que nos ofendió, puesto que libera de
toda atadura que pueda tener uno con ella.

Si no perdonamos, la palabra es clara al decir que le damos lugar al


diablo. Nuestra vida se expone en perder nuestra mirada de Dios, y
nos llenamos de dolor y sufrimiento.

Cuidemos todo lo que salga de nuestra boca


Las palabras de nuestra boca no pueden ser dobles. La palabra de
Dios dice que de una fuente no pueden brotar dos clases de
agua Santiago 3:11. Y el versículo 29 de Efesios nos insta a no
hablar palabras corruptas con nuestra boca. Recordemos que de
nuestras palabras viene bendición o maldición para los demás, y
por supuesto para nuestra vida propia (Proverbios 18:21). Nuestras
palabras deben ser para edificar, sanar, bendecir a los demás.
¡Cuidemos de hablar lo que no se debe! Permitamos que el Espíritu
Santo gobierne nuestras palabras.

No contristar al Espíritu Santo


Efesios 4:30 nos refleja que la palabra de Dios nos llena de verdad.
Espíritu Santo de Dios nos limpia y actúa como nuestra guía acá en
la tierra. Esto lo prometió Jesús (Juan 14:26) que además nos
recordará la manera correcta de vivir.

No dejemos que el Espíritu Santo se desvanezca en nuestra vida.


Tengamos en cuenta que Él nos cuida y vela para que estemos
cerca de Dios conforme al propósito que cumplió Jesús en la tierra
al ser el cordero inmolado por redención de nuestros pecados.

Llenemos nuestros corazones de la verdadera palabra y


busquemos agradar a Dios. El Espíritu Santo nos llenó de gozo de
santidad y de perdón. No contristemos a quien por él somos
sellados para encontrarnos con nuestro padre Dios el momento de
su venida.

Quitar toda amargura


Efesios 4:31 se nos da una instrucción clara “quítense toda raíz de
amargura”. Recordemos cómo nace un árbol, por el alimento que le
proporciona las raíces. Por ahora se nombra una raíz, pero no
permitamos que esto se convierta en un árbol fuerte, con frutos
desagradables para nuestra vida puesto que de ellos mismos
nosotros nos alimentaremos.

Por lo tanto, arranquemos de nuestra vida lo que nos impida


acercarnos verdaderamente a la presencia de Dios. Pueda ser que
se alguna situación que no hayamos querido solucionar de falta de
perdón ¡Es el momento! De ver la mano de Dios obrando en lo que
consideramos difícil. Solo debemos disponer nuestro corazón y
decidir avanzar en las enseñanzas de Jesús y hacerlas realidad en
nuestra vida.

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