5 Razones Por Las Que Perdemos Las Bendiciones

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5 RAZONES POR LAS QUE PERDEMOS

LAS BENDICIONES
Para saber por qué perdemos las bendiciones de Dios en nuestra
vida, empecemos por saber que son las bendiciones.
Las bendiciones, son el favor de Dios en nuestra vida, son sus
detalles de amor para con nosotros, son regalos exclusivos y
apartados especialmente para cada persona. 
Es decir, mis bendiciones no son las mismas que las otras
personas tienen, pues Dios es un Dios muy personal y así mismo
es su amor y su bendición.

Efesios: 1:3-6  3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor


Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los
lugares celestiales en Cristo, 4 según nos escogió en él antes de la
fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha
delante de él, 5 en amor habiéndonos predestinado para ser
adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro
afecto de su voluntad, 6 para alabanza de la gloria de su gracia,
con la cual nos hizo aceptos en el Amado.

Según el libro de Efesios, nosotros ya hemos sido bendecidos con


toda bendición espiritual, es decir con toda clase de bendiciones.
Pero… ¿entonces por qué no disfrutamos al 100% esa bendición?
En primer lugar vemos que la intención y el deseo de Dios es
bendecirnos.
Podemos notar que el problema no viene del emisor, entonces
hay que analizar al receptor, es decir, nosotros mismos.
Si cerramos nuestros ojos por un momento y nos detenemos a
pensar y analizar cuántas bendiciones de Dios nos hemos perdido
por tomar decisiones equivocadas.
Muchas veces por desobediencia, por orgullo, por necedad, por
elegir otras cosas que quizás no era lo que nos convenía
verdaderamente.
Nos damos cuenta que si, que muy posiblemente hemos perdido
muchas bendiciones y que incluso nos seguimos perdiendo ahora
en el presente por no actuar como debemos. 
A continuación veremos 5 razones por las que perdemos la
bendición de Dios.
1- POR LA DESOBEDIENCIA
1 Samuel 13:5-14 (Leer para entender el acto que cometió el Rey
Saul) 
En el Versículo 13 y 14 dice:
13 Entonces Samuel dijo a Saúl: Locamente has hecho; no
guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios que él te había
ordenado; pues ahora Jehová hubiera confirmado tu reino sobre
Israel para siempre.
14 Mas ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un
varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para
que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo
que Jehová te mandó.
Saúl pierde la bendición por la desobediencia. 
No cometamos el mismo error de Saúl, no actuemos sin la
dirección de Dios.
Este punto tiene un añadido y es el argumentar, cada vez que nos
equivocamos le echamos la culpa a Dios o a otras personas de
nuestras malas decisiones, y debemos aprender a
ser consecuentes.
2- POR INGRATITUD
Génesis 25: 29-34    29 Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú
del campo, cansado, 30 dijo a Jacob: Te ruego que me des a
comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado. Por tanto fue
llamado su nombre Edom.  31 Y Jacob respondió: Véndeme en
este día tu primogenitura.
32 Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues,
me servirá la primogenitura?  33 Y dijo Jacob: Júramelo en este
día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura.  34 Entonces
Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y
bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la
primogenitura.
Esaú le vende la primogenitura a Jacob por un plato de lentejas.
Hoy en día, las relaciones y los matrimonios se terminan con mucha facilidad.
No se valora a las personas, pensando erróneamente que
podemos sustituir a nuestra pareja por otra persona mejor, por la
razón de que “se nos acabó el amor”.
De esa misma manera no valoramos amistades, no valoramos lo
que nuestros padres hacen y han hecho por nosotros.
Queremos probar cosas nuevas, queremos probar las cosas que
nos ofrece el mundo y rechazamos lo que Dios ya nos dio.
Debemos agradecer constantemente a Dios, aprender a valorar lo
que nos da y dar testimonio.
3- CUANDO NO PAGAMOS EL PRECIO
SUFICIENTE
Santiago 1:8  «El hombre de doble ánimo es inconstante en todos
sus caminos.»

Cuando somos inconstantes en nuestros caminos y en nuestras


decisiones, y no nos esforzamos lo que debíamos, por pereza o
por desánimo, perdemos las bendiciones de Dios.
Hoy queremos una cosa, la anhelamos, se la pedimos a Dios, pero
en el transcurso del proceso nos cansamos y nos desviamos
optando por otra.
S. Mateo 5:41  «y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una
milla, ve con él dos.»
La parábola de la milla extra implica darle más a Dios de lo que
nos pide, más que ir a una reunión de domingo o asistir a un culto,
Dios quiere una relación constante.
Como trabajadores debemos dar el máximo de nosotros, incluso
dar más de lo que se esperan, así mismo en nuestros estudios y
en cualquier área de nuestra vida.
4- POR LA QUEJA
Misión de los 12 espías Deuteronomio 1:19-33
El mal informe de los 10 príncipes de Israel que fueron como
espías a reconocer la tierra prometida nos deja como enseñanza
que las quejas y ver solo lo malo de cualquier circunstancia o
situación nos hace perdernos nuestras bendiciones, pues no
pudieron entrar a la Tierra Prometida.
Solo Josue y Caleb que vieron lo bueno y no se quejaron entraron
a la tierra de la promesa-
5- POR FALTA DE FÉ
Santiago 1:5-7    «Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría,
pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y
le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que
duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el
viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal
haga, que recibirá cosa alguna del Señor.»
Perdemos la bendición porque no le creemos lo suficientemente a
Dios.
Debemos recordar que vivimos por Fe y no por vista, que Dios
desea operar en nuestra vida de una manera sobrenatural pero
muchas veces no lo permitimos porque simplemente no lo
creemos.
Conclusión 
¿Quién quiere recibir el 100 % de las bendiciones de Dios?
Es hora de vivir como hijos de Dios, sin perder una sola promesa, sin perder una
sola bendición, recibiendo todo lo que proviene de nuestro padre.
Proverbios 10:22    «La  bendición  de Jehová es la que  enriquece,
Y  no añade tristeza con ella.»
Entonces si la bendición enriquece, debe notarse en nuestra vida,
porque también dice la palabra de Dios que Él nos lleva de
lo bueno a lo mejor y de lo mejor a lo excelente.
Y además añade que no hay tristeza dentro de la bendición, es
decir que siempre son buenas y agradables para nuestra vida,
pues Dios nos conoce y no nos va a dar algo con lo que no
seamos felices.
 

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