7 Ejes
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Los rasgos globales del aprendizaje (perfil de egreso) ofrecen una visión
integral de los aprendizajes que las estudiantes y los estudiantes habrán
de desarrollar a lo largo de la educación básica, en los que se articulan las
capacidades y valores expresados en los ejes articuladores con los
conocimientos, actitudes, valores, habilidades y saberes aprendidos
gradualmente en los campos formativos, un conjunto de las cualidades y
saberes que les permitan seguir aprendiendo.
96
III. Reconocen que mujeres y hombres son personas que gozan de
los mismos derechos, con capacidad de acción, autonomía,
decisión para vivir una vida digna, libre de violencia y
discriminación.
97
comunitarios, de tal manera que les permitan consolidar su
autonomía para plantear y resolver problemas complejos
considerando el contexto.
98
Con esta transformación curricular, el perfil de egreso define el ideal de
ciudadanas y ciudadanos integrantes de una sociedad democrática
acorde al siglo XXI y con el cambio civilizatorio que ha surgido a raíz de la
pandemia del SARS-CoV-2. El horizonte que la escuela ofrece a la
población estudiantil implica la transformación de un espacio en donde se
aprenda tanto en lo individual como en lo colectivo, de tal manera que se
dé sentido a los saberes y conocimientos en la vida cotidiana de las y los
estudiantes.
99
8.1 Ejes articuladores del currículo de la educación básica
101
Estas capacidades se relacionan con vivir una vida mental y físicamente
saludables, incluyendo la alimentación sana, que la precariedad no
propicie una muerte prematura; disponer de derechos efectivos que se
viva una vida sin violencia sexual, física y psicológica; hacer uso pleno de
los sentidos, la razón, la imaginación, el pensamiento y los afectos de una
manera verdaderamente humana, que integre el desarrollo científico,
literario, artístico, con la capacidad de expresar y sentir alegría, añoranza,
tristeza, amor, indignación, entre otras, que definen las relaciones
humanas en todas sus dimensiones; desarrollar un pensamiento crítico
que permita vivir y convivir en sociedad de manera solidaria y participativa;
vivir en una comunidad en la que no se permita y se luche en contra de la
discriminación por motivos de raza, género, orientación sexual, etnia,
religión, clase, nacionalidad; vivir en un medio ambiente sano, en el que se
favorezca la relación cercana y respetuosa con la naturaleza.230
102
El currículo con ejes articuladores permite pensar el trabajo docente y el
trabajo de aprendizaje como un diálogo permanente con la realidad más
allá del aula, en los espacios escolares y en los lugares de la comunidad.
103
El planteamiento curricular de la educación básica se estructura a partir
de un conjunto de ejes articuladores que refieren a temáticas de
relevancia social que pueden abordarse en más de un campo formativo y
con los contenidos específicos de cada fase, grado, nivel y modalidad
educativa.
104
✔ Existe una correspondencia entre el proceso de enseñanza y
aprendizaje y los libros de texto, de modo que reflejan la
incorporación de estos ejes articuladores en la formación de las
niñas, niños y adolescentes.
8.1.2 Inclusión
Esta lógica colonial funciona en por lo menos cuatro dominios que hemos
aprendido en todas las experiencias educativas, formales, no formales e
informales233, y comprenden: el dominio económico como la apropiación
de la tierra y la explotación humana; el dominio político, que comprende
el control de las autoridades; el dominio social, representado por el control
del género, la clase social, la sexualidad, la condición étnica; el dominio
epistémico, dedicado al control del conocimiento y las subjetividades.234
105
desarrollen sus capacidades en cualquier aspecto de la vida. La
desigualdad se expresa en la imposibilidad de ingresar a la escuela o
concluir las trayectorias formativas, en el deterioro de la salud y muerte
prematura, la exclusión del conocimiento o la vida social, discriminación,
humillación, falta de oportunidades, estrés e inseguridad.235
106
el uso de los espacios escolares empezando por el aula, talleres y
laboratorios, así como las relaciones pedagógicas estén enfocados en la
inclusión.238
107
mutua con su mundo, y no como una relación entre sujetos idénticos que
reducen al otro a la no pertenencia.242 Lo que también implica que se
cuestionen críticamente las jerarquías sociales que existen en la escuela,
la comunidad y el mundo en general.
Para apoyar esta perspectiva, las epistemologías del Sur constituyen una
búsqueda de conocimientos y criterios de verdad que otorgan visibilidad
y credibilidad a las prácticas cognitivas (su enseñanza y aprendizaje) de los
pueblos, clases y grupos sociales que han sido históricamente explotados,
oprimidos, excluidos e invisibilizados por el pensamiento colonial.246
108
Un aspecto central en la inclusión desde la perspectiva decolonial es la
integración de personas con discapacidad, con aptitudes sobresalientes y
con otras condiciones como el Trastorno del Espectro Autista (TEA), el
Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y la depresión,
que históricamente no sido incluidas para ejercer su derecho a la
educación.
109
El pensamiento crítico formado motiva a las y los estudiantes a realizar un
juicio sobre su realidad y ponerla ante el tribunal de la crítica y la
argumentación. También, implica que las niñas, niños y adolescentes
serán capaces de examinar la realidad circundante desde una perspectiva
que cuestiona los valores éticos que le dan sentido al mundo.
110
de él, sino por lo que aporta para dar sentido a la vida propia y a la
comunidad, especialmente para mejorarlas y enriquecerlas.251
111
Finalmente, se puede expresar con la necesidad de comprender la
realidad del otro como principio ético de una relación en su diversidad;
comparando situaciones análogas para transferir lo aprendido a otros
contextos, leyendo de manera crítica, analizando y aclarando textos, así
como profundizando en sus múltiples interpretaciones.252
Este eje articulador parte de la definición de que las culturas son matrices
dinámicas y complejas de producción de imaginación, de creencia, de
comprensión, de interpretación y de acción que las personas y los grupos
construyen e interiorizan para dar sentido y razón a su vida, a su
comunidad y a los contextos geográficos y sociales en que habitan. Las
culturas generan tipos específicos de subjetividad, formas originales de
ser humano, que a su vez producen, crean y recrean esas mismas
culturas.253
112
espacios escolares, se expresan en relaciones de poder que se entrelazan
y determinan de manera desigual y asimétrica a favor de unas niñas, niños,
adolescentes, maestras y maestros, pero en detrimento de otras y otros.254
113
fronteras del saber y el universo, sin embargo, esta perspectiva de la
globalización se la despoja de su dimensión política que posibilita la
incursión de la diversidad en el espacio público.256
Este eje articulador parte del valor y dignidad de todas las formas de vida
en su diversidad, cuya expresión escolar encuentra unos principios éticos
comunes para el diálogo y la convivencia entre niñas, niños, adolescentes
y adultos y de relación con múltiples saberes y conocimientos expresados
en los campos formativos.
114
Con este eje articulador se abre la posibilidad para que las maestras y
maestros, en tanto profesionales de la enseñanza, construyan con sus
estudiantes diversos vínculos con la realidad, en cuya interacción se
puedan erigir otras formas de relación con el mundo, considerando de
manera efectiva la interacción simétrica con diversas culturas, saberes y
lenguas.258
115
experiencias, saberes y prácticas aprendidas durante los procesos
formativos, dentro y fuera del espacio escolar.
116
Se necesita abrir espacios de reflexión en las escuelas para que las niñas,
niños y adolescentes puedan comprender que la igualdad de género es
una condición histórica, no un rasgo cultural de la sociedad, por lo que la
violencia en contra de las mujeres se ejerce a partir de un conjunto de
desigualdades sociales, económicas, étnicas, lingüísticas, territoriales que
se basan en una inexistente desigualdad biológica.262
117
Las identidades de género y los modelos de masculinidad y feminidad son
procesos de construcción continuos, que van de la mano de las etapas de
desarrollo de las niñas, niños y adolescentes y, por lo tanto, de los valores y
patrones aprendidos dentro y fuera de la escuela; es por ello que estas
identidades y modelos se definen y redefinen en todas las acciones de
mujeres y hombres, y en la interacción entre ambos, a lo largo del ciclo de
vida, el cual, de manera importante, se realiza en la vida escolar.266
118
Hay que advertir que el aula es el lugar en donde se legitiman, asumen y
reproducen las reglas sobre las identidades, los cuerpos y las capacidades;
sobre todo, es el espacio en donde se perpetúa la organización social que
existe fuera de la escuela, donde se construye la normalidad del
patriarcado y el machismo. Sin embargo, es en la escuela, en las primeras
etapas de desarrollo, en donde se normalizan los mandatos de género y
sexualidad.268
119
reproduce prácticas pedagógicas desiguales, y colocan a las niñas, niños y
jóvenes en desventaja con respecto al ingreso, la participación, el
aprendizaje, la adaptación escolar272, la apropiación de contenidos de
planes de estudio normativamente masculinos, el rendimiento
académico y las expectativas de futuro. Es importante destacar que, estas
prácticas afectan también a los niños, adolescentes y hombres que ven
limitado su desarrollo integral por la imposición de estos mandatos de
género.
No hay que pasar por alto que existe una relación entre diferentes formas
de opresión y exclusión sustentadas en la clase social, la “raza”, la identidad
sexual y el género que juegan en conjunto, de acuerdo con las condiciones
históricas, sociales, culturales, territoriales y económicas en donde se
inscriben las escuelas.273
120
Ahí la importancia de establecer un eje articulador de igualdad de género
que visibilice los intereses, necesidades y prioridades de las niñas de la
misma manera que son considerados los niños, a partir de la diversidad de
los grupos de mujeres y hombres en la sociedad.
121
diferencias biológicas entre mujeres y hombres. También, es insoslayable
crear las condiciones de cambio que permitan avanzar en la construcción
de la igualdad de género como condición para que, en su caso, el
conocimiento sea verdaderamente significativo.
122
aprendizaje desde la perspectiva de género como criterio para analizar las
situaciones y problemáticas de la comunidad, así como en la elaboración
de prácticas y proyectos.
123
8.1.6 Vida saludable
124
Desde el punto de vista territorial, la idea de normalidad fisiológica o
anatómica no predomina en la definición de salud en todos los lugares,
existen comunidades cuyos saberes ancestrales les permiten combinar
tradiciones médicas como la acupuntura, homeopatía, herbolaria,
temascales con la medicina alópata de los centros de salud280 que, en
conjunto, realizan acciones de salud como la partería, la herbolaria y
seguimientos clínicos personalizados.281
A pesar de que la esperanza de vida es mayor que hace unas décadas, ésta
no va acompañada de buena salud en la mayoría de los casos.282 Se ha
dejado al desarrollo de la ciencia y la tecnología la posibilidad de que vivir
más años vaya acompañada de una condición de vida saludable: la
tendencia es la sistematización de grandes volúmenes de información
que se desprenden de la historia clínica de las personas, así como el
desarrollo de diagnósticos y prescripciones médicas y farmacéuticas con
la ayuda de la inteligencia artificial.283
125
factores de riesgo ambientales, cuando en realidad la salud es un derecho
y un hecho social que requiere del aprendizaje y la participación de todas
y todos desde la primera infancia.
126
escaso en la educación básica aumentan el riesgo de tener una mala salud
durante toda la vida.286 Hay diversos estudios que demuestran que existe
una relación entre las condiciones de desventaja económica, social,
educativa, económica y cultural respecto a su salud y la duración de su
vida.287
Una vida saludable debe ser parte de todos los momentos del ciclo de vida
de cada persona en contextos concretos en donde estén presentes de
manera solidaria los miembros de la comunidad. Hay que destacar el
aspecto social del cuidado que se plantea como un derecho humano con
estrechos vínculos con los derechos a la salud, a la educación, al trabajo, a
la nutrición y a la vida.288
127
En esto hay un elemento ético central. Lo que aprendan las y los
estudiantes en la escuela para vivir una vida saludable debe estar en
congruencia con lo que ven en su entorno inmediato, ya sea en el ámbito
familiar y, por supuesto, en su comunidad. De no ser así, es necesario que
sepan identificar las contradicciones que existen en sus espacios de
convivencia, plantear los problemas y proponer soluciones.
Formar a las niñas, niños y adolescentes para que comprendan que una
alimentación sana precisa que aprendan a diferenciar entre los alimentos
que son buenos para su salud de aquellos que no lo son.291 Problematizar
una dieta saludable en el salón de clases requiere identificar elementos
biológicos, químicos, tecnológicos y geográficos con los que se elaboran
los alimentos, incluyendo los pesticidas que en su mayoría causan efectos
negativos en la salud.292
128
medio ambiente294, en la que subsisten muchos niños, niñas y
adolescentes.
Una educación que favorezca una vida saludable implica que se enseñe a
las y los estudiantes a desarrollar un poderoso sentido de dignidad sobre
sí y sobre las demás personas, que les permita proyectar en el presente y
en el futuro un sentido de certeza de que las acciones que realicen tienen
un impacto real en los distintos momentos de su ciclo de vida.
129
solidaridad y con vínculos de cuidado con otras personas para fortalecer
estados de salud mental desde lo común.
Es importante que las y los estudiantes aprendan que los efectos sobre la
salud se ejercen en los distintos momentos de desarrollo de la vida
humana, con diferente intensidad y duración de acuerdo con la edad, el
género, la alimentación, la etnia, la clase social, la cultura, la actividad
productiva -o su ausencia-, y, por supuesto, el medio ambiente.
130
extracción de minerales, actividad industrial y agropecuaria; el medio
ambiente: suelo, aire, clima, agua, flora, fauna, etcétera, y la salud de las
personas.
131
alimentos, el 45% que se consumen contienen residuos tóxicos, sobre todo
pesticidas.299
132
situaciones con el fin de que vean sus efectos en su vida cotidiana, además
de que puedan plantear propuestas de cambio en su comunidad.
El eje de vida saludable impulsa una formación que hace visible desde la
niñez la importancia de los procesos de salud-enfermedad-cuidado-
atención en las mujeres, debido a que prevalece una visión patriarcal de la
salud y la ciencia en donde la prevención, diagnóstico y tratamiento de
enfermedades son confundidos o minimizados o mal diagnosticados en
el caso de las mujeres. Igual de importante es visibilizar las desigualdades
existentes entre las mismas mujeres, por la edad, la clase social, el
territorio, las culturas, la educación disponible, su condición migrante o
por alguna discapacidad.305
133
transmisibles e intransmisibles, prevención del embarazo no deseado,
consumo de drogas y tabaquismo.
134
Este derecho es una condición para que niñas, niños y adolescentes
puedan apropiarse de su propia lengua para expresar su propia
experiencia de vida y comunicarse con los demás, porque en la medida en
que las y los estudiantes se arriesgan a escribir y a tomar la palabra, en el
aula, la escuela, en su comunidad y más allá de esta, manifiestan un rasgo
esencial de una ciudadanía activa308, ya que se constituyen en
interlocutores de la sociedad en la que viven.
135
de las lenguas maternas, en todos los ámbitos de la vida, para que las
personas que hablan una lengua materna que no es el castellano se
comuniquen sin restricciones en el ámbito público o privado, de forma oral
o escrita, y en todo tipo de actividades, como algo cotidiano dentro de
nuestras instituciones y en la acción pública en general.
136
A partir de la educación secundaria, el fomento de la lectura impulsa la
toma de posición frente a los planteamientos del autor, lo que favorece el
pensamiento crítico, pero también propicia la construcción de nuevas
relaciones sociales y con ello, la construcción siempre dinámica de la
propia identidad.
137
8.1.8 Artes y experiencias estéticas
138