Modelos de Justicia Juvenil

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MODELOS DE JUSTICIA JUVENIL

El Modelo Penal o Penal Indiferenciado

El modelo penal, o penal indiferenciado para García Méndez, resulta de la


aplicación de los procedimientos penales y las penas establecidas para los
adultos a los adolescentes, pues los considera sujetos titulares de la norma
penal. Sin embargo, se adecuan tales procedimientos y se les imponen las
mismas penas que a los adultos, generalmente privativas de libertad, con
algunas atenuaciones o disminuciones.

Hasta los inicios del siglo XIX, el sistema de justicia norteamericano trataba a
los jóvenes delincuentes de la misma forma que a los adultos infractores. De
acuerdo al common law, sólo quedaban exentos de responsabilidad criminal
los niños pequeños y los enfermos mentales. Si los tribunales determinaban
que un menor de edad era penalmente responsable, se le podían imponer las
mismas penas que a los adultos, incluyendo la pena capital, y los encerraba
en los mismos recintos carcelarios14.

El Modelo Tutelar o Asistencialista

El modelo tutelar, asistencialista, de bienestar o paternalista, está centrado


en la “Doctrina de la Situación Irregular”, de acuerdo a la cual el menor de
edad es considerado objeto y no sujeto de derecho. Producto de tal situación
irregular, el menor es considerado inimputable y no puede atribuírsele
responsabilidad penal ni tampoco se le reconocen las garantías del derecho
penal de adultos. El juez, como figura paternalista, tiene por objetivo
resocializar al menor de edad15. En este sistema el tratamiento y no la pena
son el objetivo principal. Desde esta perspectiva, debido a su falta de
madurez, los niños no pueden ser considerados como agentes racionales o
auto determinantes, sino que están sujetos y son el producto del medio
ambiente en el que viven. Por tanto, cualquier acción penal por su parte se
puede atribuir a los elementos disfuncionales de ese entorno. La tarea de la
justicia entonces, es identificar, tratar y curar las causas sociales subyacentes
de la delincuencia, en lugar de infligir un castigo por el propio delito16. En
este modelo, se confunden en la figura del juez, la función jurisdiccional y la
función administrativa-asistencialista, pues éste tiene la obligación de
resolver sobre cuestiones de carácter social o económico en torno al menor
de edad17.

El Modelo de Justicia o Garantista

El Modelo de Justicia, o de “responsabilidad penal de los adolescentes” para


García Méndez, surge con la aprobación de la Convención de las Naciones
Unidas sobre los Derechos del Niño (CDN, en adelante), de 1989, que
también establece pautas generales para la elaboración de una política
criminal para los adolescentes22 . La Convención reconoce el carácter de
sujeto de derecho a la persona menor de edad, obligando a los Estados
partes a reconocer todos los derechos y las garantías procesales que tiene
cualquier sujeto de derecho incluyendo las personas menores de edad.
Asimismo, establece el derecho a la justicia que tienen todas las personas
menores de 18 años de edad23. Dentro de este modelo, aunque hay un
acercamiento a la justicia penal de adultos en cuanto a derechos y garantías,
al mismo tiempo se refuerza la posición legal de los jóvenes por la
responsabilidad de sus actos24.

EVOLUCION HISTORICA DEL DERECHO PENAL JUVENIL


La sociedad azteca, que revisaremos por ser de la que más se tiene noticia,
tenía como base de su organización social a la familia, el sistema era
patriarcal y la patria potestad se ejercía por los padres, quienes tenían sobre
los menores derechos de corrección, pero no de vida o muerte. Los padres
podían vender a sus hijos como esclavos, por incorregibles. A los 15 años, los
jóvenes abandonaban el hogar para ir al colegio. Existían tres opciones: el
Calmécac para los nobles, el Tepuchcalli para plebeyos, y el tercero, para
mujeres. Los menores de 10 años son excluyentes de responsabilidad penal.
La menor edad es atenuante de responsabilidad, y su límite está marcado a
los 15 años. En esta época existían tribunales para menores en las escuelas
encargadas de imponer sanciones educativas. En el Calmécac estaba el
Huitznahuátl, y en el Telpuchcalli, los Tepuchtatlas.

Al iniciarse el proceso de conquista de las Indias por los españoles,


necesariamente se dio un enfrentamiento entre las normas que los europeos
traían y las que encontraron a su llegada al nuevo continente y, desde luego,
al territorio nacional. El doctor Luis Rodríguez Manzanera sostiene que los
frailes estaban inspirados por las reglas del más antiguo tribunal para
menores, llamado “Padre de Huérfanos”, y que fue instituido en la ciudad de
Valencia, España , por Pedro I de Aragón. En el derecho vigente español de
aquella época, debemos mencionar las VII Partidas de Alfonso X, que
señalaban la responsabilidad penal de los menores de diez años y medio, y
una semiimputabilidad a los mayores de diez y medio, pero menores de
diecisiete, con algunas excepciones, según cada delito. En ningún caso se
aplicaba la pena de muerte al menor de 17 años. La inimputabilidad se
conserva en diez años y medio para la mayoría de los delitos (calumnia,
injuria, hurto, lesiones, homicidios), porque el sujeto no sabe ni entiende el
error que hace. La inimputabilidad total se amplía de catorce años, en delitos
sexuales como lujuria, sodomía e incesto, en este último, la mujer es
responsable a los 12 años.

En el período presidencial de José Joaquín Herrera (1848-1851) se fundó la


casa de Tecpan de Santiago, llamada también Colegio Correccional de San
Antonio, casa que recibió a menores delincuentes de 16 años, sentenciados o
procesados. Al separarse el Estado de la Iglesia por las Leyes de Reforma, el
gobierno se hizo cargo de las instituciones de beneficencia.

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