Apuntes Historia de España2

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APUNTES HISTORIA DE ESPAÑA.

2º BACHILLERATO. CURSO 2020-2021.

VOLUMEN 2

1
NOTA: El contenido de este libro, texto e imágenes, se ha confeccionado con
la información de otros libros de texto y de blogs especializados, con la única
intención de proporcionar al alumno que cursa la asignatura “Historia de
España” del 2º curso de Bachillerato en el I.E.S. Arzobispo Lozano, una
información útil para superar dicha materia y para su preparación para la
E.B.A.U. Este libro tiene por tanto una mera finalidad didáctica y se acoge a
lo dicho en el artículo 32 del Real Decreto Legislativo 1/1996, de 12 de abril,
por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Propiedad Intelectual.

Bloque II: Siglo XIX.

1. Las Cortes de Cádiz. La Constitución de 1812.Texto 1: Algunos artículos


de la Constitución de 1812.
2. Absolutismo frente a liberalismo. Evolución política del reinado de
Fernando VII. Texto 2: Manifiesto de los Persas.
3. Revolución liberal en el reinado de Isabel II. C Texto 3: Convenio de
Vergara.
4. Transformaciones económicas del siglo XIX: as desamortizaciones. texto
4: Decreto de desamortización de Mendizábal.
5. El Sexenio Revolucionario (1868-1874).Texto 5: Amadeo I renuncia a la
corona.
6. El régimen de la Restauración. Características y funcionamiento del
sistema canovista. Texto 6: Manifiesto de Sandhurst.

MODELO DE COMENTARIO DE TEXTOS HISTÓRICOS

FASE PREVIA

2
 Realizar una lectura comprensiva del texto.
 Subrayar las ideas principales que luego servirán para el análisis, así como las
palabras y términos clave o que no se comprenda su significado.

COMENTARIO Y ANÁLISIS DEL DOCUMENTO

Para comentar un texto histórico empezaremos por la clasificación y tipología del


texto, seguiremos con el análisis, a continuación haremos el comentario o contexto
histórico y, por último, finalizaremos con una conclusión.

1. CLASIFICACIÓN Y TIPOLOGÍA:
- Naturaleza del texto: puede ser jurídico (Constituciones, tratados y acuerdos
internacionales, Decretos, Leyes, etc); histórico-literario (carácter subjetivo como
memorias, autobiografías, cartas y notas personales, artículos de prensa, novelas o
ensayos históricos, etc.); circunstancial (carácter objetivo como discursos,
proclamas, declaraciones, resoluciones, informes de tipo económico o social, crónicas
de batallas, etc.); historiográfico (procede de la obra de un historiador).
- Temática o tipología: político, económico, cultural, social, religioso, bélico, etc.
- Circunstancias espacio-temporales en las que fue escrito el texto. Es decir, cuando
y donde se escribió el documento. En este sentido, es imprescindible señalar la fecha
exacta o aproximada en la que el texto fue elaborado. En los textos que incluyen fecha
la tarea es fácil; en todo caso, ha de someterse a crítica para asegurar su veracidad.
En los textos que no incluyen fecha, ésta puede deducirse del contenido del texto. En
todo caso, ha de señalarse el momento histórico al que el texto corresponde de la
manera más aproximada posible.
En el caso de los textos historiográficos y en el de algunas obras literarias (novela
histórica, por ejemplo) hay que señalar dos fechas: aquella en la que escribe el
historiador o autor y aquella sobre la que escribe, es decir: la fecha en la que se
elabora el texto y la fecha en la que se sitúa la acción de que habla.
- Autor: lo normal es que aparezcan en el texto. Si no fuera así, procederíamos a
identificarlo con los elementos que aparezcan en el texto. Puede ser individual,
colectivo o anónimo. Conocido el autor, debe trazarse una breve biografía.
-Destinatario: a quién o a quiénes se dirige el texto. Es un documento público o
privado, oficial, de ámbito local, nacional o internacional.
- Fuente: primaria (los documentos son de época) o secundaria (textos que analizan
un hecho escritos con posterioridad a que este tuviera lugar).

2. ANÁLISIS DEL TEXTO:


Se trata de resumir, con tus palabras, la idea principal y las secundarias del texto.
También hay que definir aquellos términos, personajes históricos y ficticios,
instituciones, palabras en desuso que desconozcamos, etc., claves para el texto.
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3. COMENTARIO o CONTEXTO HISTÓRICO:
Es la parte más importante y extensa del ejercicio. Puede ir en segundo o en tercer
lugar. Se han de explicar los antecedentes y consecuencias en torno al texto analizado.
Es decir, necesitamos ahora conocer el contexto histórico en el que se basa el
documento. Se trata, en definitiva, de construir y desarrollar un tema a partir de la
información propiciada por el texto.

De esta aclaración se obtiene una visión general del proceso y circunstancias en el que


al texto se inscribe. Consiste, pues, en hacer una completa exposición del tema al que
nos han conducido los pasos precedentes. Esta exposición ha de seguir vinculada al
texto, pero puede desviarse de él en su desarrollo, por lo que conviene establecer
unos límites precisos que impidan divagar o desorientar.

4. CONCLUSIÓN:
Como fase de síntesis debemos hacer un pequeño resumen de la influencia del texto y
su autor en la sociedad de su tiempo o en su evolución posterior. Se deben evitar a
toda costa, las opiniones personales.

¿QUÉ DEBEMOS EVITAR?

Digresión: hay que evitar la dispersión o alejarse de las ideas del texto.
Paráfrasis: es una simple repetición más o menos elaborada del texto, ni aporta nada
positivo ni dice nada nuevo. Se pueden citar entre comillas algunos fragmentos del
texto como apoyo al comentario, pero no se deben copiar las palabras del autor.
Personalismo: evitar expresiones en primera persona (opino, sé, diré, me parece,
etc.). Resulta más conveniente utilizar la forma impersonal o el llamado plural de
cortesía (diremos, se sabe, se opina, se dice, parece que, etc.).

BLOQUE II:EL SIGLO XIX.


TEMA 7. LAS CORTES DE CÁDIZ. LA CONSTITUCIÓN DE 1812.

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Estándares evaluables. Bloque V de la programación:

1.1. Resume los cambios que experimentan las relaciones entre España y
Francia desde la Revolución Francesa hasta el comienzo de la Guerra de
Independencia.
1.2. Describe la Guerra de la Independencia: sus causas, la composición de los
bandos en conflicto y el desarrollo de los
acontecimientos.
2.1. Compara las Cortes de Cádiz con las cortes estamentales del Antiguo
Régimen.
2.2. Comenta las características esenciales de la Constitución de 1812.

TEMA 7. LAS CORTES DE CÁDIZ. LA CONSTITUCIÓN DE 1812.

I. Introducción

El inicio de la Guerra de la Independencia en 1808 marca el comienzo de la Historia


Contemporánea de España. No solo fue un levantamiento contra los franceses,
también fue una revolución para acabar con el Antiguo Régimen. Ante la situación
creada por la abdicación borbónica, se produce un vacío de poder real, es el momento
en que una parte del país se rebela contra los franceses. Fue entonces, tras el
levantamiento de mayo de 1808, cuando los españoles asumieron la soberanía
nacional y formaron sus propios órganos de gobierno, rompiendo así con el Antiguo
Régimen. Se une así a la Guerra de Independencia un proceso revolucionario que
llevaría a la creación de nuevos órganos de poder como la Junta Central, que
convocaría Cortes generales. Sus representantes, elegidos por sufragio universal y
reunidos en la ciudad de Cádiz, aprobarían la Constitución de 1812 base jurídica del
nuevo estado liberal que se estaba formando en España.

II. Desarrollo

En enero de 1810, en plena Guerra de la Independencia, la Junta Suprema Central se


había trasladado de Sevilla a Cádiz, única ciudad libre de la presencia francesa y
protegida por la flota británica. Es entonces cuando la Junta convoca Cortes y se
disuelve, organizándose una regencia de cinco miembros que organiza la “consulta al
país”. Se establece sufragio universal masculino de varones de 25 años. Como por
efecto de la guerra, algunas provincias no enviaron representantes, estos se
sustituyeron por suplentes en Cádiz, y todo ello inundado por el carácter liberal de la
ciudad.

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Las Cortes se inauguran en septiembre de 1810, consiguiendo los liberales la
formación de una única cámara frente a la representación estamental y, ya en su
primera sesión, se aprueba el principio de Soberanía Nacional, con la asistencia
pequeña pero importantísima, de diputados americanos. Se distinguían tres grupos
ideológicos: los absolutistas (alineados con el Antiguo Régimen), liberales (próximos
a los principios constitucionales franceses) y los jovellanistas (ilustrados), quedando
al margen los afrancesados. Hay que tener en cuenta el clima de conflicto frente al
invasor, y el surgimiento de la guerrilla, grupo de patriotas que contaban con el apoyo
popular y que hostigaban a las partidas francesas. No eran pues un ejército regular,
pero tuvieron un papel importantísimo en la guerra y en el afianzamiento del
sentimiento nacional.

En cuanto a la composición social de las Cortes tendremos representantes de la


nobleza (14 diputados), del clero (90 diputados), siendo la mayoría de los diputados
procedentes del pueblo llano (abogados, militares, catedráticos, funcionarios, etc).

Una comisión preparaba el proyecto de Constitución desde marzo de 1811, y el 19 de


marzo de 1812 se promulga (por eso fue conocida con el sobrenombre de “la Pepa”).
Se trataba de un amplio texto de 384 artículos, que contenían una declaración de
Derechos del Ciudadano. Tenía un corte racionalista y trasladaba numerosos
elementos de la constitución francesa de 1791.

Sus principios esenciales son los siguientes:


1- Soberanía Nacional, como reconocimiento de que el poder reside en el conjunto
de los ciudadanos, representados en las Cortes.
2-Derechos del Ciudadano, como la libertad de pensamiento y opinión, la igualdad
de los españoles ante la ley, el derecho de petición, la libertad civil, el derecho de
propiedad y el reconocimiento de todos los derechos legítimos de los individuos que
componen la nación española. La nación queda definida como el conjunto de todos
los ciudadanos de ambos hemisferios.
3-División de poderes, como corresponde a una estructura estatal en donde la
monarquía queda limitada, otorgándole una legitimización nacional frente al derecho
divino del Antiguo Régimen. El Poder Legislativo recae en las Cortes, que son
unicamerales. Elaboran las leyes, aprueban presupuestos y tratados internacionales,
mandan sobre el ejército. El rey no puede suspenderlas ni disolverlas, pero sanciona
las leyes y conserva derecho a veto suspensivo temporal. El mandato de los diputados
es por dos años. El Poder Ejecutivo lo asume el rey, que posee la dirección del
gobierno e interviene en las leyes mediante la iniciativa, la sanción y el veto
suspensivo durante dos años. Las decisiones del monarca eran refrendadas por los
ministros, que poseían responsabilidad.

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El Poder Judicial recae en los tribunales de jueces, estableciéndose
los principios básicos de un Estado de Derecho: código único en materia civil,
criminal y comercial, inamovilidad de los jueces, garantías en un proceso…
4-Sufragio universal indirecto de los varones mayores de 25 años. Solo pueden ser
diputados quienes tributen a Hacienda una cierta cantidad.
5-Estado Confesional. Compromiso entre los sectores de la burguesía liberal y los
absolutistas, afirmando la confesionalidad católica del Estado. Además no contempla
la tolerancia religiosa.
6-Igualdad ante la ley. Mediante la cual todos los ciudadanos pueden acceder a un
cargo público en razón a su capacidad y no a su nacimiento o título.
7-Creación de la Milicia Nacional, a nivel local y provincial, se trataba de un cuerpo
armado para defender la Constitución.
8-Derecho a la enseñanza primaria, pública y obligatoria.

Junto a lo anterior, otros artículos planteaban la reforma de los impuestos y la


Hacienda, la creación de un ejército nacional, el servició militar obligatorio. El
territorio nacional se dividía en provincias y se establecía la formación de
ayuntamientos electivos, siendo esto último, una demanda de los diputados
americanos, deseosos de deshacerse del control peninsular.

La Constitución se completa con una serie de leyes y decretos destinados a eliminar


el Antiguo Régimen y a ordenar el Estado como un régimen liberal. De este modo, se
suprimen los señoríos jurisdiccionales distinguiéndolos de los territoriales. También
se decretó la eliminación del mayorazgo y la desamortización de las tierras comunales
para amortizar la deuda pública. Se votó la abolición de la Inquisición y la libertad de
imprenta. Se anulan los gremios, se otorga libertad de trabajo y se intenta la
unificación del mercado.

III. Conclusión

En conclusión, podemos afirmar que, la Constitución de 1812 y su marco de decretos,


supuso el primer intento serio destinado a la eliminación del Antiguo Régimen y a su
sustitución, por otro de inspiración liberal. Los legisladores, aprovechando la
coyuntura creada por la guerra, elaboraron un marco legislativo moderno que serviría
de modelo a otras constituciones europeas y americanas. Sin embargo, su incidencia
en España fue pequeña. Primero por la propia situación de guerra, después, porque el
regreso del “Deseado Borbón” frustró cualquier intento modernizador liberal, y
condenó al país a la vuelta a un absolutismo pleno, ominoso y reaccionario. Por ello,
la Constitución solo entró en vigor durante el periodo de Cortes durante la Guerra de
Independencia, en el trienio liberal (1820-1823) tras el pronunciamiento de Riego en
el reinado de Fernando VII, y durante la regencia de María Cristina tras el

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levantamiento de La Granja, desde agosto de 1836 hasta la aprobación de la
Constitución de l837.

BIBLIOGRAFÍA:
 AA.VV. Historia de España. Editorial Vicens Vives. Aula 3D. Barcelona, 2016.
 TOMÁS Y VALIENTE, F. Códigos y constituciones. 1808-1978. Madrid, 1989.

TEXTO 1.-ALGUNOS ARTÍCULOS DE LA CONSTITUCIÓN DE 1812.


Art. 1. La Nación española es la reunión de todos los españoles de ambos
hemisferios.
Art. 2. La Nación española es libre e independiente, y no puede ser
patrimonio de ninguna familia ni persona.
Art. 3. La soberanía reside esencialmente en la Nación...
Art. 4. La Nación está obligada a conservar y proteger por leyes sabias y
justas la libertad civil, la propiedad y los demás derechos legítimos de
todos los individuos...
Art. 6. El amor a la Patria es una de las principales obligaciones de todos
los españoles, y asimismo el ser justos y benéficos.
Art. 12. La religión de la Nación española es y será perpetuamente la
Católica, Apostólica, romana, única verdadera... y prohíbe el ejercicio de
cualquier otra.
Art. 15. La potestad de hacer las leyes reside en las Cortes con el Rey.
Art. 16. La potestad de ejecutar las leyes reside en el Rey.
Art. 17. La potestad de aplicar las leyes... reside en los tribunales...
Art. 27. Las Cortes son la reunión de todos los diputados que representan
la Nación, nombrados por los ciudadanos en la forma que se dirá.
Art. 172. Las restricciones a la autoridad del Rey son las siguientes:
Primera: No puede el Rey impedir bajo ningún pretexto la celebración de
las Cortes...
Tercera: No puede el Rey engañar, ceder, renunciar o en cualquier manera
traspasar a otra la autoridad real ni alguna de sus prerrogativas.

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TEMA 8. FERNANDO VII: ABSOLUTISMO Y LIBERALISMO
(1814-1833)

Estándares evaluables. Bloque V de la programación:

3.1. Detalla las fases del conflicto entre liberales y absolutistas durante el
reinado de Fernando VII.

3.2. Define el carlismo y resume su origen y los apoyos con que contaba
inicialmente.

3.3. Representa una línea del tiempo desde 1788 hasta 1833, situando en ella
los principales acontecimientos históricos.

3.4. Representa en un esquema las diferencias, en cuanto a sistema político y


estructura social, entre el Antiguo Régimen y el régimen liberal burgués.

4.1. Explica las causas y el desarrollo del proceso de independencia de las


colonias americanas.

4.2. Especifica las repercusiones económicas para España de la independencia


de las colonias americanas.

5.1. Busca información de interés (en libros o Internet) sobre Goya y elabora
una breve exposición sobre su visión de la guerra.

TEMA 8. FERNANDO VII: ABSOLUTISMO Y LIBERALISMO (1814-1833)

I. Introducción

El 11 de diciembre de 1813 Napoléon y Fernando VII firmaron el Tratado de


Valençay mediante el cual el primero devolvía la corona de España al segundo,
poniendo así punto y final a la Guerra de la Independencia. Comenzaba así un nuevo
capítulo de la historia de España, el reinado de Fernando VII, apodado “El Deseado”,
un reinado caracterizado por la crisis, la inestabilidad, la independencia de las
colonias en América y la lucha constante entre los partidarios del absolutismo y el
liberalismo.

II. Desarrollo

1.El Sexenio absolutista (1814-1820). A su regreso a España en 1814, Fernando VII


no cumplió con sus promesas de gobernar de acuerdo con la Constitución de 1812.
Recibido en medio de la alegría y el entusiasmo general, al llegar a Valencia un grupo
de diputados absolutistas entregó al rey el Manifiesto de los Persas, donde se le pedía
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la restauración del Absolutismo. Tras su llegada a Madrid, en mayo de 1814,
Fernando VII declaró nula la Constitución de 1812 y toda la obra legislativa de las
Cortes de Cádiz, volviendo de esta manera al Antiguo Régimen, en un contexto
europeo en consonancia a sus ideales y al nuevo orden nacido del Congreso de Viena,
la Restauración.

Por otro lado, se inició la persecución de liberales y afrancesados, que fueron


detenidos y ejecutados o huyeron al exilio, siendo Francia y Gran Bretaña los destinos
principales donde encontraron refugio.

Esta etapa de gobierno se caracteriza por la inestabilidad política y los cambios


ministeriales, el denominado gobierno de la camarilla (gobierno en la sombra,
hombres de confianza del rey) . A lo que se suma la crisis económica (debido caída de
los precios agrícolas a causa de las buenas cosechas, la escasa producción industrial,
el comercio paralizado o la quiebra de la hacienda pública por la deuda acumulada),
la crisis social (el descontento campesino por el restablecimiento de los señoríos, las
clases populares urbanas y burguesía afectadas por el hundimiento del comercio
colonial, el malestar en el Ejército, por la no integración de los guerrilleros y el envío
de tropas a América que habían iniciado su independencia de la metrópoli).

Estos factores contribuyen al surgimiento de una oposición clandestina liberal


formada por sociedades patrióticas de corte masónico y oficiales del ejército que
protagonizaran una serie de pronunciamientos fracasados entre 1814 y 1819.

2. El Trienio Liberal (1820-1823).El 1 de enero de 1820, estalla el


pronunciamiento del comandante Riego a favor de la Constitución de 1812, al frente
de las tropas expedicionarias concentradas en Cabezas de San Juan para evitar ser
enviadas a América. Triunfará con el apoyo del campesinado andaluz, de
guarniciones de otras regiones y la acción de los liberales en las ciudades, donde
surgieron juntas. Como consecuencia Fernando VII restablece la Constitución de
1812 y convoca elecciones a Cortes, se produce el retorno del exilio de los liberales.

No obstante, el periodo se caracteriza por un clima de agitación política permanente a


causa de:

-División entre los liberales: moderados (partidarios de un gobierno fuerte,


del sufragio censitario y el control de la prensa, representaban a la burguesía de los
negocios). Y radicales (defendían el sufragio universal, el control parlamentario del
gobierno y la libertad de prensa, representan a las capas populares urbanas,
actuaban en sociedades patrióticas y controlaron el gobierno a partir de julio de
1822).

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-Actitud involucionista del rey, que llegó a pedir la intervención extranjera
para acabar con la experiencia constitucional. Así como la oposición de la guerrilla
realista, de la crisis económica y de la guerra de la independencia de las colonias en
América.

Todos estos factores no impidieron la puesta en marcha de reformas entre las que
encontramos las agrarias (supresión de mayorazgos, desamortización de bienes de
propios y baldíos y tierras de la Iglesia, libre circulación de productos agrarios); las
religiosas ( supresión de la Inquisición y de la Compañía de Jesús, supresión de
monacales y conventos); reforma militar ( restablecimiento de la Milicia
Nacional ,mejora en salarios y formación de los militares); reforma educativa
(secularización de la enseñanza, establecimiento de los tres niveles de primaria,
secundaria y superior); reformas económicas (devaluación monetaria, recorte de
gastos, petición de créditos al extranjero, proyecto de reforma fiscal, mantenimiento
provisional de los diezmos)

En abril de 1823 a petición de Fernando VII, tuvo lugar la intervención de la Santa


Alianza en España que envío un ejército francés (“los Cien Mil Hijos de San Luis”)
que avanzó hacia Madrid junto a los de realistas españoles sin apenas encontrar
resistencia y devolvió el poder absoluto a Fernando VII.

3. La Década ominosa (1823-1833).El retorno al absolutismo se materializó con el


decreto de anulación de la legislación del Trienio, el restablecimiento de las
instituciones del Antiguo Régimen, excepto la Inquisición y la durísima represión
contra los liberales, siendo cientos de ellos encarcelados o ejecutados (Mariana
Pineda, Torrijos) y miles de ellos marchando nuevamente al exilio. Además se impuso
la censura y se creó un cuerpo de voluntariado realista (grupos dedicados a los ajustes
de cuentas que sustituyen a la Milicia Nacional), el desmantelamiento del cuerpo de
oficiales obliga a la permanencia del ejército francés en España.

Ante la gravedad de la crisis se establecieron algunas reformas como el


establecimiento del consejo de ministros, un recorte de gastos y la fijación del
Presupuesto General del Estado, la promulgación de un código de comercio, la
fundación de la Bolsa de Madrid y la creación del Banco de San Fernando. Se intentó
una reforma de la Hacienda y una agilización de la Administración pero los sectores
más tradicionales se opusieron y la pérdida de las colonias americanas acentuó
todavía más la crisis.

En este contexto se produjo una reacción realista de los sectores más tradicionalistas
de la Corte, descontentos con el monarca porque no había restaurado la Inquisición y
no actuaba de forma más contundente contra los liberales. Estos manifestaron su

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apoyo a Carlos María Isidro de Borbón, hermano del rey e incluso la insurrección
llegó a estallar en el Pirineo Catalán (Guerra de los Agraviados, 1827).

El problema más importante de los últimos años del reinado de Fernando VII fue la
crisis sucesoria. Ante la falta de heredero, en 1829 el rey contrajo matrimonio con Mª
Cristina de Borbón y en 1830, Fernando publicó la Pragmática Sanción que
eliminaba la Ley Sálica que impedía a las mujeres gobernar, a las pocas semanas
nacía su hija Isabel, convirtiéndose en heredera al trono. Los sectores más
conservadores en cambio sostenían debía se ele infante Don Carlos, hermano del rey
y ferviente defensor del absolutismo el heredero al trono.

En 1832 ocurrieron los sucesos de La Granja, en los que los partidarios de Carlos
manipularon al rey enfermo para que derogara la Pragmática Sanción. Sin embargo,
tras recuperarse, Fernando restableció la norma, puso a Cea Bermúdez, absolutista
moderador al frente del gobierno, decretó una amnistía política y a su muerte el 29 de
septiembre 1833 se proclamaba reina de España a Isabel II y los carlistas se alzaban
en armas.

III. Conclusión

En conclusión, Fernando VII representa las resistencias al modelo liberal que


progresivamente se iría implantando en Europa. Con su reinado se iniciaba una de las
constantes políticas de la España del siglo XIX y del primer tercio del XX: la
preponderancia de los militares en la vida política, la aplicación de normas
constitucionales diferentes en función de la ideología gobernante y el recurso al
pronunciamiento ante la ausencia de una verdadera alternancia democrática.

BIBLIOGRAFÍA:

-AA.VV. Historia de España. Editorial Vicens Vives. Aula 3D. Barcelona,


2016.

TEXTO 2.-MANIFIESTO DE LOS PERSAS. 1814.

14
Era costumbre en los antiguos persas pasar cinco días en anarquía después del
fallecimiento de su rey, a fin de que la experiencia de los asesinatos, robos y otras
desgracias les obligase a ser más fieles a su sucesor. Para serlo España a V.M. no
necesitaba igual ensayo en los seis años de su cautividad...
La nobleza siempre aspira a distinciones; el pueblo siempre intenta igualdades;
éste vive receloso de que aquélla llegue a dominar; y la nobleza teme que aquél no
la iguale; si, pues, la discordia consume los gobiernos, el que se funda en tan
desunidos principios, siempre ha de estar amenazado su fin...
La monarquía absoluta es una obra de la razón y de la inteligencia; está
subordinada a la ley divina, a la justicia y a las reglas fundamentales del Estado;
fue establecida por derecho de conquista o por la sumisión voluntaria de los
primeros hombres que eligieron a sus reyes... Ha sido necesario que el poder
soberano fuese absoluto, para prescribir a los súbditos todo lo que mira el interés
común. Póngase al lado de esta definición la antigua constitución española y
medítese la injusticia que se le hace.
Es arriesgado que todo dependa de uno solo, y es más infelicidad por razón
opuesta, que todo dependa de muchos...
Que a este fin se proceda a celebrar Cortes con la solemnidad y en la forma en que
se celebraron las antiguas... No pudiendo dejar de cerrar este respetuoso
manifiesto con que se estime siempre sin valor esa Constitución de Cádiz y por no
aprobada por V.M.
Madrid, 12 de abril de 1814.

15
Regreso de Fernando VII a España. Fernando VII por Goya.

16
Fusilamiento del general Torrijos.

17
TEMA 9. EL REINADO DE ISABEL II (1833-1838): LA CONSTRUCCIÓN Y
CONSOLIDACIÓN DEL ESTADO LIBERAL.

Estándares evaluables. Bloque I de la programación:

1.1. Identifica el ámbito geográfico del carlismo y explica su ideario y apoyos


sociales

1.2. Especifica las causas y consecuencias de las dos primeras guerras


carlistas.

1.3. Representa una línea del tiempo desde 1833 hasta 1874, situando en ella
los principales acontecimientos históricos.

2.1. Describe las características de los partidos políticos que surgieron durante
el reinado de Isabel II.

2.2. Resume las etapas de la evolución política del reinado de Isabel II desde
su minoría de edad, y explica el papel de los militares.

2.3. Explica las medidas de liberalización del mercado de la tierra llevadas a


cabo durante el reinado de Isabel II.

2.5. Especifica las características de la nueva sociedad de clases y compárala


con la sociedad estamental del Antiguo Régimen.

3.1. Compara el Estatuto Real de 1834 y las Constituciones de 1837 y 1845.

TEMA 9. EL REINADO DE ISABEL II (1833-1838): LA CONSTRUCCIÓN Y


CONSOLIDACIÓN DEL ESTADO LIBERAL.

I. Introducción

La muerte de Fernando VII inauguró un nuevo periodo en el que se inicia de manera


irreversible el cambio hacia una sociedad liberal y burguesa. Este cambio consistió en
la liquidación del régimen señorial y la sociedad estamental, a la vez que se abolían
las instituciones políticas que caracterizaban el Antiguo Régimen. Así se va a ir
configurando un régimen político en el que las clases triunfantes, sobre todo la nueva
burguesía agraria, asumen la dirección del Estado y establecen un ordenamiento
jurídico y económico que va a hacer posible el desarrollo capitalista. Y todo esto en
medio de una turbulenta guerra civil.

II. Desarrollo.

18
La Primera Guerra Carlista (1833-1840). En 1833, a la muerte de Fernando VII, su
hermano don Carlos reivindica su derecho de sucesión y se proclama rey con el apoyo
de los absolutistas más intransigentes, parte de la nobleza, de la administración y del
ejército, el bajo clero y el campesinado del norte.
Es precisamente en el norte donde obtiene además mayor apoyo territorial siendo las
zonas rurales de País Vasco, Cataluña y el Maestrazgo aragonés y valenciano sus
principales feudos. El carlismo defiende los valores tradicionales del Antiguo
Régimen siendo su lema Dios, Patria, Rey y Fueros.

La primera parte de la guerra es favorable al carlismo, que conquistó algunas


pequeñas plazas en el en norte del país. En 1835 no emprendieron el sitio de Bilbao,
donde falleció el general Zumalacárregui. De esta manera varias expediciones hacia el
sur y el intento de tomar Madrid en 1837 fracasaron. Los carlistas comenzaron a
dividirse entre ellos mientras que el ejército isabelino iba venciendo en la guerra.

En 1839 el propio Don Carlos se marcha al exilio y se firma el Convenio o Abrazo de


Vergara entre los generales Espartero y Maroto que pone fin a la guerra, aunque el
general Cabrera continuará la lucha hasta ser derrotado en 1840.

La regencia de María Cristina (1833-1840). Isabel II heredó el trono con tan solo
tres años, lo que inauguró un periodo de regencias, siendo la primera la de su madre
María Cristina de Borbón. Al principio se confirmó en el gobierno al absolutista
moderado Cea Bermúdez y de esta etapa data la división provincial llevada a cabo por
Javier Burgos que salvo ligeras modificaciones sigue vigente en la actualidad. No
obstante el estallido de la guerra obligó a la regente a apoyarse en los liberales para
gobernar.

Inicialmente la regente favoreció a los moderados que formaron un gobierno


presidido por Martínez de la Rosa que concedió el Estatuto Real de 1834, una carta
otorgada que otorgaba muy pocos derechos. Pero las protestas populares, el avance de
los carlistas y el motín de los sargentos de La Granja en 1836 la obligaron a entregar
el gobierno a los progresistas que tomaron medidas para acabar con el Antiguo
Régimen tales como la libertad de imprenta, la supresión de conventos, la ampliación
de la Milicia Nacional, la abolición del régimen señorial, la eliminación de
vinculaciones y mayorazgos, la supresión del diezmo, el restablecimiento de la
elección popular de alcaldes y la no menos importante tarea llevado a cabo por
Mendizábal, la desamortización de los bienes de la Iglesia. Los progresistas crearon
también la Constitución de 1837, donde se establecía un sistema liberal con
concesiones al moderantismo, las Cortes pasaban a ser bicamerales (Congreso de los
Diputados y Senado), se reforzó el papel de la Corona pues a pesar de haber soberanía
nacional compartían el poder legislativo y establecía el sufragio censitario.
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Sin embargo las elecciones de 1837 darán la victoria a los moderados que se
sucederán en varios gobiernos hasta 1840 cuando Mª Cristina dimite ante la presión
popular y los diversos motines en su contra.

Regencia de Espartero (1840-1843. El general Espartero será elegido regente con


apoyo progresista. No obstante, pronto su gobierno pronto se convertirá en autoritario
y surgirán protestas que reprimirá con dureza como la insurrección de Barcelona de
1842. En 1843 un nuevo pronunciamiento dirigido por el moderado general Narváez
obliga a Espartero a abandonar el país y proclama a Isabel II mayor de edad con trece
años.

La Década Moderada (1844-1854). En este periodo el general Narváez, líder del


partido moderado, fue presidente de varios gobiernos. Su objetivo era clausurar la
etapa revolucionaria e implantar un nuevo régimen basado en la autoridad, el orden,
la represión. Se trataba pues de crear un sistema liberal moderado que garantizara el
dominio de la oligarquía.

En 1845 se publicó una nueva Constitución, conservadora, con una declaración de


derechos limitados, la exclusividad de la religión católica, la supresión de la Milicia
Nacional, la soberanía compartida, una amplia capacidad de intervención de la
Corona, un poder ejecutivo fuerte, un Senado elitista y la elección gubernativa de
alcaldes.

En estos años se aprobó también una amplia legislación dirigida a favorecer la


oligarquía, unas leyes restrictivas de imprenta y electoral. En 1844, se creó la
Guardia Civil, un cuerpo rural con disciplina militar, para misiones de vigilancia y
mantenimiento del orden social. También se impuso el servicio militar obligatorio a
través de un sistema de quintas por sorteo. Se llevaron a cabo reformas legales
(Código Civil y Penal) y de la administración: reforzamiento del centralismo, así
como una reforma de la hacienda favorable a los propietarios.

Entre 1846 y 1849 estalló la Segunda Guerra Carlista, la Guerra del Matiners, en
apoyo a la candidatura al trono del segundo pretendiente carlista, conocido como
Carlos VI por sus partidarios.

El Concordato de 1851 reguló la restitución de bienes a la Iglesia y del control de la


educación y la censura, a cambio del reconocimiento de Isabel II y de la
desamortización ya realizada.

Las divisiones internas de los moderados así como el deterioro de la vida política con
el falseamiento de las elecciones, la pérdida de poder de las Cortes y la incapacidad
20
del gobierno para hacer frente a los problemas del país (crisis económica, aumento de
precios, grave situación de la Hacienda), derivaron en nuevos pronunciamientos.

El Bienio Progresista (1854-1856). En junio de 1854 tuvo lugar el pronunciamiento


del general O´Donnell (la Vicalvarada) y dio lugar a un gobierno presidido por
Espartero, formado por progresistas y el nuevo partido la Unión Liberal del propio O
´Donnell.

Las nuevas Cortes redactaron la Constitución progresista de 1856 que no llegó a ser
publicada. Si aprobaron en cambio, una nueva Desamortización civil y eclesiástica
obra de Pascual Madoz (1855), leyes de Sociedades Bancarias y Crediticias, Ley de
Ferrocarriles, etc.

No obstante, el clima de conflictividad social continuó con las malas cosechas y alza
del precio del pan en el campo, conflictos laborales en Barcelona, donde las
asociaciones obreras llegaron a proclamar el estado de sitio. Todo esto motivó la
pérdida de popularidad del gobierno y la oposición conservadora lo que
desembocaron en la dimisión de Espartero y el retorno de los conservadores al
gobierno.
La alternancia en el poder de la Unión Liberal y los moderados. La crisis del final del
reinado (1858-1868)

Tras dos años de gobiernos moderados, le sucede el denominado gobierno “largo” de


la Unión Liberal (1858-1863). Nos encontramos ante una breve etapa de expansión
económica, con grandes inversiones en la industria, sobre todo en la minería, el
desarrollo ferroviario y la llegada de la prosperidad a las clases populares, lo que
explica la escasa conflictividad. Por otro lado, se produce un retorno a una política
exterior activa, tras varios decenios de debilidad, los objetivos son la exaltación de la
conciencia patriótica y el desvío hacia la acción exterior de las tensiones internas. La
campaña de Marruecos otorgó un gran prestigio militar al general progresista Juan
Prim.

Tras la dimisión de O´Donnell, se sucederán varios gobiernos inestables y


autoritarios, presididos por él mismo y por Narváez. La marginación de la vida
política de progresistas, republicanos y demócratas provocará el resurgimiento de los
pronunciamientos militares. A todo esto hay que sumar una grave crisis económica
con el hundimiento de las compañías ferroviarias, el crack bursátil de 1866, malas
cosechas, alza de precios y hambre. La crisis política se manifestó en sucesos como
el de la Noche de San Daniel (1865) y sublevación del Cuartel de San Gil (1866),
revueltas duramente reprimidas.

21
En 1866 se firmó el Pacto de Ostende entre progresistas, demócratas y republicanos
para acabar con el gobierno de Isabel II y convocar elecciones a Cortes
Constituyentes por sufragio universal. A la muerte de O´Donnell y Narváez nuevos
grupos se incorporarán al pacto y, en 1868 tuvo lugar la revolución conocida como La
Gloriosa que mandó a Isabel II al exilio.

III.Conclusión

En 1833 se inició un proceso de cambio y revolución, en un contexto de guerra civil,


que supuso la implantación definitiva del Estado liberal. Moderados, progresistas,
unionistas y demócratas pugnaron entre ellos para imponer su propio modelo, pero
fueron los moderados quienes consiguieron un mayor protagonismo. Su impronta
marcó de forma definitiva el sistema liberal español, que se vio dificultado por unos
factores que complicaron el desarrollo constitucional.

TEXTO 3.-EL CONVENIO DE VERGARA. 31 DE AGOSTO DE 1839.


CUARTEL GENERAL DE VERGARA.
Convenio celebrado entre el Capitán General de los Ejércitos Nacionales, don
Baldomero Espartero, y el Teniente General don Rafael Maroto.
Art. 1º.- El Capitán General don Baldomero Espartero recomendará con interés al
Gobierno el cumplimiento de su oferta de comprometerse formalmente a proponer a
las Cortes la concesión o modificación de los fueros.
22
Art. 2º.- Serán reconocidos los empleos, grados y condecoraciones de los generales,
jefes y oficiales, y demás individuos dependientes del ejército del mando del Teniente
General don Rafael Maroto, quien presentará las relaciones con expresión de las
armas a que pertenecen, quedando en libertad de continuar sirviendo defendiendo la
Constitución de 1837, el trono de Isabel II y la regencia de su augusta madre, o bien
de retirarse a sus casas los que no quieran seguir con las armas de fuego.
Art. 4º.- Los que prefieran retirarse a sus casas siendo generales y brigadieres
obtendrán su cuartel para donde lo pidan con el sueldo que por reglamento les
corresponda: los jefes y oficiales obtendrán licencia limitada o su retiro según
reglamento […].
Ratificado este convenio en el cuartel general de Vergara, a 31 de agosto de 1839. El
Duque de la Victoria. Rafael Maroto. Vitoria.

Mª Cristina de Borbón. Isabel II niña.

23
Isabel II siendo adulta.

24
TEMA 10. TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS DEL SIGLO XIX: LAS
DESAMORTIZACIONES.

Estándares evaluables. Bloque I de la programación:

2.3. Explica las medidas de liberalización del mercado de la tierra llevadas a


cabo durante el reinado de Isabel II.
2.4. Compara las desamortizaciones de Mendizábal y Madoz, y especifica los
objetivos de una y otra
2.5. Especifica las características de la nueva sociedad de clases y compárala
con la sociedad estamental del Antiguo Régimen.

TEMA 10. TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS DEL SIGLO XIX: LAS


DESAMORTIZACIONES.

I. Introducción

La desamortización supone la incautación estatal de bienes raíces de propiedad


eclesiástica o civil, que, tras la correspondiente nacionalización y posterior venta en
subasta, pasan a manos particulares, principalmente burguesas.

La desamortización, primero de los bienes eclesiásticos y luego de los


municipales,fue la medida práctica de mayor trascendencia tomada por los gobiernos

25
liberales, y se desarrolló durante todo el siglo XIX. El producto de lo obtenido lo
aplicaría el Estado en amortizar la deuda pública, originada en gran parte para afrontar
la guerra carlista.

Ya había empezado a ser aplicada en el siglo XVIII. Este dilatado proceso de ventas
no fue continuo, sino resultado de varias desamortizaciones: la de Godoy, ministro de
Carlos IV (1798); la de las Cortes de Cádiz (1811-1813); la del Trienio liberal (1820-
1823). El proceso desamortizador avanza significativamente durante el reinado de
Isabel II y es llevada durante gobiernos del Partido Progresista. Son las leyes
impulsadas por Mendizábal en 1836 y Pascual Madoz en 1855.

II. Desarrollo.

A.- Desamortización de Mendizábal.

Por la ley de Mendizábal (conocida como la desamortización eclesiástica), en 1836 se


declaraban en venta todos los bienes pertenecientes al clero regular, los bienes de las
comunidades religiosas extinguidas y además se aceleró el proceso de exclaustración
(clero regular).

Cuando Mendizábal llega a la presidencia del Gobierno, lo que le preocupaba era


garantizar la continuidad en el trono de Isabel II y del nuevo Estado liberal. Para ello
era condición necesaria ganar la guerra carlista, que en ese momento resultaba
incierta; pero este objetivo no podría realizarse sin dinero o sin crédito. A su vez, para
poder fortalecer la credibilidad del Estado ante futuras peticiones de crédito a
instituciones extranjeras, era preciso eliminar, o por lo menos disminuir, la deuda
pública hasta entonces contraída o, dicho de otro modo, pagar a los acreedores.

Ante la mala situación de Hacienda, Mendizábal juzgó que había que recurrir a
nuevas "fuentes" de financiación, y estas no eran otras que los bienes eclesiásticos

El decreto desamortizador, publicado en 1836, en medio de la guerra civil con los


carlistas, puso en venta todos los bienes del clero regular -frailes y monjas-. Estos
quedaron en manos del Estado. El procedimiento para llevar a cabo la venta fue el
siguiente: las fincas fueron tasadas por peritos de Hacienda y subastadas después,
Dado el distinto tamaño de los lotes, eran en teoría asequibles para grupos sociales de
bajos ingresos, pero en la práctica los propietarios y los inversores burgueses
acapararon las compras, puesto que eran los únicos que tenían liquidez, sabían pujar y
podían controlar fácilmente las subastas.

Como la división de los lotes se encomendó a comisiones municipales, éstas se


aprovecharon de su poder para hacer manipulaciones y configurar grandes lotes
inasequibles a los pequeños propietarios pero accesibles a las oligarquías muy
adineradas que podían comprar tanto grandes lotes como pequeños. Los pequeños
labradores no pudieron entrar en las pujas y las tierras fueron compradas por nobles y
26
burgueses urbanos adinerados, de forma que no pudo crearse una verdadera burguesía
o clase media en España.

Comprar era un excelente negocio: sólo se abonaba el 20% al contado. Lo que ocurre
es que el ministro no buscaba ni un reparto de las tierras ni una reforma agraria, sino
beneficiar a quienes, como él mismo, pertenecían a la elite financiera y comercial, y
buscan consolidar su prosperidad económica con la compra de bienes inmuebles.

Se destinaban los fondos obtenidos a la amortización de la deuda pública, que había


crecido mucho debido a los intereses tan elevados a los que había de hacer frente,
sufragar la guerra contra los carlistas, y crear una masa de propietarios, terratenientes
y burgueses campesinos medios que fuesen adeptos al nuevo régimen

Fue finalmente con la vuelta de los moderados, en 1844, cuando se suspendieron las
subastas, aunque el gobierno del general Narváez garantizó las ventas ya realizadas.
Se había amortizado el 62% de las propiedades de la iglesia.

Las consecuencias de la desamortización fueron muy variadas:

1.− Desmantelamiento casi completo de las propiedades de la Iglesia y de sus fuentes


de riqueza, toda vez que el diezmo fue igualmente suprimido en 1837.

2.− La desamortización disminuyó el problema de la deuda pública, al ofrecer a los


compradores de bienes la posibilidad de que los pagaran con títulos emitidos por el
Estado.

3.− La desamortización no produjo un aumento espectacular de la producción agraria,


contra lo que pretendían sus promotores. Los nuevos propietarios, en general, no
emprendieron mejoras, sino que se limitaron a seguir cobrando las rentas y las
incrementaron, al sustituir el pago de los derechos señoriales y diezmos por nuevos
contratos de arrendamiento. Muchos de los nuevos propietarios vivían en las
ciudades, completamente ajenos a las actividades agrícolas.

4.− La desamortización provocó un reforzamiento de la estructura de la propiedad de


la tierra: acentuó el latifundismo en Andalucía y Extremadura y el minifundismo en el
Norte.

B.- Desamortización de Madoz.

La segunda gran desamortización iniciada con la Ley Madoz (conocida como


desamortización civil) de 1855, que formó parte del programa del gobierno
progresista del bienio. Fue ejecutada con mayor control que la de Mendizábal.
Establecía la venta en subasta pública de toda clase de propiedades rústicas y urbanas
pertenecientes al Estado, a la Iglesia, los propios y baldíos de los Municipios, Órdenes
Militares y, en general, todos los bienes que permanecieran amortizados.

27
Se trataba, por tanto, de completar y terminar el proceso de desamortización iniciado
por Mendizábal en 1836. La Ley de Madoz se desarrolló a gran velocidad. Tras haber
sido motivo de enfrentamiento entre conservadores y liberales, llegó un momento en
que todos los partidos políticos reconocieron la necesidad rescatar aquellos inactivos
bienes, a fin de incorporarlos al mayor desarrollo económico del país.

Las consecuencias de esta segunda desamortización fueron la eliminación de la


propiedad comunal y de lo que quedaba de la eclesiástica, lo que provocó en primer
lugar, un agravamiento considerable de la situación económica del campesinado, y en
segundo lugar, una ruptura de las relaciones con la Iglesia, ante la violación del
concordato.

El dinero obtenido por las ventas se dedicó fundamentalmente a cubrir el déficit del
presupuesto del Estado, amortización de deuda pública y obras públicas, reservándose
una cantidad para la reparación de las iglesias desamortizadas.

III.- Conclusión.

El proceso desamortizador contribuyó claramente al cambio hacia una sociedad


burguesa. Significó el traspaso de una enorme masa de tierras a los nuevos
propietarios y la fusión de la antigua aristocracia feudal con la burguesía urbana para
crear la nueva elite terrateniente.

Según el profesor G. Tortella, esta operación gigantesca de compraventa de tierras


afectó randemente a la agricultura española. La extensión de lo vendido se estima en
el 50 por 100 de la tierra cultivable y su valor entre el 25 y el 33 por 100 del valor
total de la propiedad inmuebleespañola. La desamortización trajo consigo una
expansión de la superficie cultivada y una agricultura algo más productiva.

La consecuencia política de las desamortizaciones fue que la masa de compradores


forma una clase social que apoyará a Isabel II, lo que refuerza el régimen liberal.

En cuanto a las consecuencias económicas, se consolidó el latifundio (centro y sur de


España), se elimina a los pequeños propietarios (al no disponer ya de los bienes
comunales), se produjo la emigración hacia zonas industriales. Se puso en cultivo de
nuevas superficies (trigo y vid).

Otra de las consecuencias sociales fue la exclaustración de miles de religiosos y se


suprimían todos los conventos en los que no hubiera al menos doce religiosos
profesos.

28
También se debe destacar la aparición de un proletariado agrícola, formado por más
de dos millones de campesinos sin tierra, jornaleros sometidos a duras condiciones de
vida y trabajo solamente estacional; y la conformación de una burguesía terrateniente
que con la adquisición ventajosa de tierras y propiedades pretendía emular a la vieja
aristocracia.

El Estado recaudó mucho dinero con el que poder hacer frente a los gastos de las
guerras carlistas. Se equilibró los presupuestos del Estado y se produjo un pequeño
desarrollo de la agricultura española.

En cuanto a las consecuencias urbanas, con los edificios y huertos de los monasterios
el Estado habilitó estos edificios para escuelas, edificios de la Administración y crear
plazas públicas. Artísticamente, al abandonar los monjes los monasterios se perdió un
patrimonio artístico de gran valor.

TEXTO 4.-REAL DECRETO DE DESAMORTIZACIÓN. 1836.


Atendiendo a la necesidad y conveniencia de disminuir la deuda pública consolidada,
y de entregar al interés individual la masa de bienes raíces, que han venido a ser
propiedad de la Nación, a fin de que la agricultura y el comercio saquen de ellos las
ventajas que no podrían conseguirse por entero en su actual estado (...)
conformándome con lo propuesto por el Consejo de Ministros, en nombre de mi
excelsa hija la reina doña Isabel II, he venido en decretar lo siguiente:
Artículo 1. Quedan declarados en venta desde ahora todos los bienes raíces de
cualquier clase que hubiesen pertenecido a las comunidades y corporaciones
religiosas extinguidas y los demás que hayan sido adjudicados a la Nación por
cualquier título o motivo (…)
Artículo 2. Se exceptúan de esta medida general los edificios que el gobierno destine
para el servicio público o para conservar los monumentos de las artes, o para honrar la
memoria de hazañas nacionales. El mismo gobierno publicará la lista de los edificios
que con este objeto deben quedar excluidos de la venta pública.
Artículo 13. Todos los compradores (...) satisfarán la quinta parte del precio de remate
antes de que se otorgue la escritura que les transmita la propiedad.
Artículo 14. Las otras cuatro quintas partes se pagarán a saber: Los compradores a
títulos de la deuda consolidada, otorgando obligaciones de satisfacer cada uno de los
ocho años siguientes, la octava parte de dichas cuatros quintas, o sea, un 10% del
importe total del remate. Y los compradores a dinero las otorgarán de satisfacer en
cada uno de los dieciséis años siguientes una decimosexta parte de las mismas cuatro
quintas, o sea, un 5% del importe total del remante (...).
29
En el Pardo a 19 de febrero de 1836. D. Juan Álvarez Mendizábal. Gazeta de Madrid,
21 de febrero de 1836.

30
TEMA 11. EL SEXENIO DEMOCRÁTICO (1868-1874)

Estándares evaluables. Bloque VII de la programación:

4.1. Explica las etapas políticas del Sexenio Democrático


4.2. Describe las características esenciales de la Constitución democrática de
1869.
4.3. Identifica los grandes conflictos del Sexenio y explica sus consecuencias
políticas.

TEMA 11. EL SEXENIO DEMOCRÁTICO (1868-1874)

31
I. Introducción

El autoritarismo de Narváez, la crisis económica finisecular, la progresiva


pauperización popular, la aparición de los primeros grupos republicanos, la
marginación de progresistas y, especialmente, de los demócratas y los republicanos,
les llevaría a firmar un pacto en la ciudad belga de Ostende (1866), en el que se
fijaron dos objetivos: el destronamiento de Isabel II y la convocatoria de Cortes
Constituyentes por sufragio universal. Las muertes sucesivas de O´Donnell y Narváez
entre 1867 y 1868 dejó a Isabel II aislada en el verano de 1868, en plena preparación
del golpe. Se establecería de esta manera el denominado Sexenio Democrático o
Revolucionario que se caracterizará por ser un periodo de inestabilidad al sucederse
en poco tiempo fugaces sistemas gubernativos: el Gobierno Provisional (1868-1870),
la Monarquía Democrática (1870-1873) y la I República Española (1873-1874).

II.Desarrollo

La Gloriosa fue un pronunciamiento militar que contó con el apoyo popular (se
formaron juntas locales y provinciales y se entregaron armas a los Voluntarios de la
Libertad). El 17 de septiembre de 1868, el almirante Topete se sublevó con su
escuadra en Cádiz, todos los cuarteles del país se fueron sumando uno a uno, hasta
que el día 28 en Alcolea, las fuerzas sublevadas derrotaron a las gubernamentales. Al
día siguiente, Isabel II marchaba al exilio.

Surgió así un Gobierno Provisional con Serrano, Prim y Sagasta a la cabeza que
instauró el orden ordenando la disolución de las juntas y convocó elecciones por
sufragio universal de las que surgieron unas nuevas Cortes. Estas elaboraron una
nueva Constitución, la de 1869, la primera democrática de nuestra historia. En ella,
se establecía una monarquía parlamentaria, con separación estricta de poderes,
quedando el legislativo en manos de las Cortes. El ejecutivo residía en el rey, pero
con poderes muy limitados, puesto que lo ejercería a través de sus ministros. El poder
judicial se reservaba a los jueces y aparecían los jurados.

El texto incluía una extensa declaración de derechos como inviolabilidad del


domicilio, derecho al voto, libertad de residencia, libertad de enseñanza, de reunión,
de expresión y de asociación. Se estableció la libertad de cultos y se mantenía el
estado confesional católico. Se ratificaba el sufragio universal y la soberanía nacional.
No obstante, el Senado seguiría siendo una cámara elitista al ser elegida de forma
indirecta. En cambio, si serían elegidos democráticamente ayuntamientos y
diputaciones.

A falta de rey, Serrano fue elegido regente y Prim presidente del gobierno. Se adoptó
la política librecambista y se realizó una reforma monetaria que dio la exclusividad de
la emisión al Banco de España, poniendo en circulación la peseta.
32
Por otro lado, estalló la sublevación en Cuba, una guerra civil que durará diez largos
años e hipotecará a la Hacienda española.

El desengaño político, la persistencia de la crisis, la acción republicana y obrera se


tradujeron en España en un clima de continua agitación, con levantamientos
campesinos y republicanos duramente reprimidos.

El gran problema residía ahora en quién asumiría la Corona: Espartero, el propio


Serrano, Francisco de Portugal, Leopoldo de Hohenzollern (vetado por Napoleón III,
situación aprovechada por Bismarck para unificar Alemania tras la guerra franco-
prusiana de 1870), el duque de Montpensier o Alfonso de Borbón (cuñado e hijo
respectivamente de Isabel II). Finalmente, el elegido sería Amadeo de Saboya, hijo
del primer rey de la Italia unificada y de un marcado carácter liberal, candidato de
Prim.

El 30 de diciembre de 1870, Amadeo I desembarcaba en Cartagena y recibía la


noticia del asesinato de Prim, lo que provocó el fracaso de su reinado, ya que el nuevo
rey fue rechazado por prácticamente todos los sectores sociales. Se abren así dos años
de gobiernos inestables, los progresistas se dividieron en constitucionales (Sagasta y
Serrano) y radicales (Ruiz Zorrilla). A los cambios de gobierno se unieron los
escándalos, las mociones de censura y la manipulación electoral. El conflicto cubano
se agravó y estalló la tercera guerra carlista en País Vasco y Cataluña.

El 11 de febrero de 1873, tras una grave crisis, Amadeo abdicó. Esa misma noche, el
Congreso proclamó la I República española, siendo elegido presidente Estanislao
Figueras. La República nacía de forma irregular y sin apoyos políticos suficientes.
Solo fue reconocida por Estados Unidos y Suiza, mientras que en el interior carlistas y
alfonsinos (partidarios de Alfonso de Borbón y liderados por Cánovas del Castillo),
ganaron terreno. Incluso los propios republicanos se encontraban divididos en
unionistas y federalistas.

Tras la dimisión de Figuras, Pi y Margall se convirtió en el nuevo presidente. Así, las


Cortes elaboraron el proyecto constitucional de 1873, que nunca llegó a entrar en
vigor, por el que se configuraba una república confedera de 17 estados y territorios de
ultramar, cada uno con su propia constitución interna. División de poderes (legislativo
bicameral, ejecutivo nombrado por el gobierno y judicial), amplia declaración de
derechos con un estado laico.

En de julio de 1873 estalló una huelga general de Alcoy duramente reprimida por el
ejército. Seguida inmediatamente de la insurrección cantonal. Cartagena, arropada
por la flota y el arsenal, fue el primer cantón en proclamarse, aunque pronto el
cantonalismo se extendería por Levante, Andalucía y Castilla. Eso, sumado al avance
carlista, precipitó la dimisión de Pi y Margall el 18 de julio.

33
El nuevo presidente, Nicolás Salmerón, otorga plenos poderes al ejército, pero dimite
semanas después al negarse a firmar penas de muerte aplicadas a los cantonalistas.

El cuarto presidente, Emilio Castelar, con apoyo militar obtiene de las Cortes plenos
poderes, suspende derechos y promulga medidas extraordinarias de guerra. Por otro
lado, consiguió sofocar la rebelión cantonal y sólo Cartagena resistió.

El 2 de enero de 1874, Castelar fue derrotado en una moción de confianza. Su caída


precipitó el golpe de estado del general Pavía, quien ese mismo día disuelve las
Cortes y proclama un gobierno militar autoritario presidido por el general Serrano.
Convertido en dictador, Serrano pone fin a la rebelión cantonalista, anula la oposición
republicana y prohíbe las organizaciones obreras.

A pesar de detener también el avance carlista, la posición de Serrano se debilitó al


tiempo que crecía la causa alfonsina, especialmente tras la firma del Manifiesto de
Sandhurst por el príncipe Alfonso, inspirado por Cánovas del Castillo, planteaba la
monarquía constitucional y el respecto a los avances políticos del Sexenio. Cánovas
preparaba una vuelta pacífica a la monarquía, pero el 29 de diciembre de 1874 el
general Martínez Campos se le adelantó, mediante un pronunciamiento militar
desde Sagunto proclamó rey de España a Alfonso XII. Comenzaba, otra vez, la
Restauración de los Borbones.

III.Conclusión

En conclusión, el Sexenio supuso la respuesta de los sectores más liberales al pertinaz


monopolio del poder por parte de las fuerzas conservadoras. Sin embargo, el periodo
acabaría con la reinstauración del viejo orden autoritario como consecuencia de la
desunión de las fuerzas demócratas, incapaces de definirse por una monarquía
extranjera, aunque plenamente democrática, o por una estructura republicana de signo
tradicional (unitaria) ya por otra que contemplara las particularidades históricas de los
territorios españoles (federal).

BIBLIOGRAFÍA:

-AA.VV. Historia de España. Editorial Vicens Vives. Aula 3D. Barcelona, 2016.

TEXTO 5.-AMADEO I RENUNCIA A LA CORONA DE ESPAÑA.


Al Congreso: Grande fue la honra que merecí de la nación española eligiéndome
para ocupar el trono (…). Dos años largos ha que ciño la Corona de España y la
España vive en constante lucha viendo cada día más lejana la era de paz y la de

34
ventura que tan ardientemente anhelo. Si fuesen extranjeros los enemigos de su
dicha, entonces, al frente de estos soldados, tan valientes como sufridos, sería el
primero en combatirlos; pero todos los que con la espada, con la pluma, con la
palabra, agravan y perpetúan los males de la Nación son españoles; todos invocan
el dulce nombre de la patria, todos pelean y se agitan por su bien; y entre el fragor
del combate, entre el confuso, atronador y contradictorio clamor de los partidos,
entre tantas y tan opuestas manifestaciones de la opinión pública, es imposible
atinar cuál es la verdadera, y más imposible todavía hallar el remedio para
tamaños males. Lo he buscado ávidamente dentro de la ley y no lo he hallado.
Fuera de la ley no ha de buscarlo quien ha prometido observarla. Nadie achacará a
flaqueza de ánimo mi resolución(…). Estas son, señores diputados, las razones
que me mueven a devolver a la Nación, y en su nombre a vosotros, la Corona que
me ofreció el voto nacional, haciendo de ella renuncia por mí, por mis hijos y
sucesores.
Estad seguros de que al desprenderme de la Corona no me desprendo del amor a
esta España, tan noble como desgraciada, y de que no llevo otro pesar que el de no
haberme sido posible procurarle todo el bien que mi leal corazón para ella
apetecía.
Amadeo. Palacio de Madrid, 11 de febrero de 1873

35
36
TEMA 12. EL RÉGIMEN DE LA RESTAURACIÓN. CARACTERÍSTICAS
Y FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA CANOVISTA.

Estándares evaluables. Bloque IX de la programación:

1.1. Explica los elementos fundamentales del sistema político ideado por
Cánovas.
1.2. Especifica las características esenciales de la Constitución de 1876.
1.3. Describe el funcionamiento real del sistema político de la Restauración.
1.4. Representa una línea del tiempo desde 1874 hasta 1902, situando en ella
los principales acontecimientos históricos.
2.1. Resume el origen y evolución del catalanismo, el nacionalismo vasco y el
regionalismo gallego.

37
2.2. Analiza las diferentes corrientes ideológicas del movimiento obrero y
campesino español, así como su evolución durante el último cuarto del siglo
XIX.
3.1. Compara el papel político de los militares en el reinado de Alfonso XII
con el de las etapas precedentes del siglo XIX.
3.2. Describe el origen, desarrollo y repercusiones de la tercera guerra carlista.
4.1. Explica la política española respecto al problema de Cuba.
4.2. Señala los principales hechos del desastre colonial de 1898 y las
consecuencias territoriales del Tratado de París.
4.3. Especifica las consecuencias para España de la crisis del 98 en los ámbitos
económico, político e ideológico.

TEMA 12. EL RÉGIMEN DE LA RESTAURACIÓN. CARACTERÍSTICAS


Y FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA CANOVISTA.

I. Introducción

El sistema político de la Restauración está absolutamente ligado a la figura de


Antonio Cánovas del Castillo, miembro primero del partido moderado y después
de la Unión Liberal, su pensamiento político fue reaccionario y antidemocrático,
contrario al sufragio universal. Sin embargo, fue un político pragmático y realista
que buscó el consenso entre las fuerzas liberales en las que se cimentó el régimen
de la Restauración. Tras ser el artífice de la vuelta al trono de los Borbones y
configurarse como la gran figura política del nuevo régimen, fue asesinado en un
atentado anarquista en 1897.

II. Desarrollo

El reinado de Alfonso XII (1875-1885).

El 29 de diciembre de 1874 el general Martínez Campos protagonizaba otro


pronunciamiento desde Sagunto, acabando así con el Sexenio Revolucionario. El
nuevo Gobierno Provisional sería presidido por Cánovas del Castillo, aceptando la
Corona el futuro Alfonso XII por medio del Manifiesto de Sandhurst. La
Restauración ideada por Cánovas tuvo como pilares básicos del sistema a la
Constitución de 1876, el bipartidismo a través del turnismo y la consiguiente
manipulación electoral necesaria para llevarlo a cabo.

1. LA CONSTITUCIÓN DE 1876. El régimen de la Restauración se dotó de una


nueva constitución que, en lo fundamental, es heredera de la moderada de 1845.

38
Se reunieron unas Cortes constituyentes con mayoría canovista. En ellas se
debatió y aprobó un anteproyecto redactado por Alonso Martínez, aunque su
verdadero inspirador fue el propio Cánovas del Castillo.

Los principales rasgos de la Constitución fueron: la Soberanía compartida de las


Cortes con el Rey. Lo que significaba la negación de la idea de soberanía
nacional. Unas Cortes Bicamerales: Congreso elegido por sufragio y un Senado en
el que se representan las clases poderosas del país (o Senadores “de derecho
propio” como Grandes de España y jerarquías eclesiásticas y militares, Senadores
“vitalicios”, nombrados por el rey y Senadores elegidos por sufragio censitario de
los mayores contribuyentes).

Se produjo un fortalecimiento del poder de la Corona que se constituyó como eje


del Estado, ya que ostentaba el poder ejecutivo con la designación de los ministros
y mando directo del ejército. El poder legislativo lo compartían el Rey las Cortes,
reservándose al monarca el derecho a veto, así como el poder de convocar,
suspender o disolver las Cortes.

Por otro lado, la Constitución establecía un reconocimiento teórico de derechos y


libertades, que en la práctica fueron limitados o aplazados durante los gobiernos
de Cánovas. No se especificó el tipo de sufragio para elegir el Congreso.
Posteriormente, bajo el gobierno del Partido Conservador de Cánovas se aprobó la
Ley Electoral de 1878 que establecía el voto censitario, limitado a los mayores
contribuyentes. Por último, la religión católica es declarada oficial del Estado y se
produce un recorte de la libertad religiosa.

2. EL TURNO DE PARTIDOS. Cánovas diseñó un sistema basado en el turno


pacífico de dos partidos en el poder. El Partido Conservador, dirigido por el
propio Cánovas del Castillo y heredero del moderantismo, y Partido Liberal,
liderado por Sagasta, al que se unirán progresistas y demócratas del Sexenio.
Sagasta a menudo hablaba como un progresista radical, pero actuaba de una
manera moderada y pragmática. El sistema de turno tuvo la gran virtud de
garantizar la alternancia pacífica en el poder, poniendo fin durante un largo
periodo al intervencionismo militar y a los pronunciamientos. Sin embargo, el
turno fue un puro artificio político, destinado a mantener apartados del poder a las
fuerzas que quedaban fuera del estrecho sistema diseñado por Cánovas: las
fuerzas de izquierda, el movimiento obrero, los regionalismos y nacionalismos.

El turno en el poder no era la expresión de la voluntad de los electores, sino que


los dirigentes de los partidos lo acordaban y pactaban previamente. Una vez
acordada la alternancia, y el consiguiente disfrute del presupuesto, se producía el
siguiente mecanismo: El Rey nombraba un nuevo Jefe de Gobierno y le otorga el
39
decreto de disolución de Cortes. El nuevo gobierno convocaba unas elecciones
completamente adulteradas, “fabricaba” los resultados mediante el “encasillado”,
la asignación previa de escaños en los que se dejaba un número suficiente a la
oposición. Este sistema de adulteración electoral no fue único de la España de la
época, el “transformismo” en Italia y el “rotativismo” en Portugal fueron sistemas
similares.

El fraude electoral generalizado que caracterizó el sistema del turno tiene lugar en
el contexto de un país agrario y atrasado. La clave de la adulteración electoral
estaba en los “caciques”, que eran los encargados de llevar a la práctica los
resultados electorales acordados por las elites de los partidos. Los caciques eran
personajes ricos e influyentes en la España rural (terratenientes, prestamistas,
notarios, comerciantes...), quienes, siguiendo las instrucciones del Gobernador
Civil de cada provincia, amañaban las elecciones. Los gobernadores habían sido a
su vez informados por el ministro de Gobernación de los resultados que "debían"
de salir en sus provincias, siguiendo el "encasillado" acordado por las élites
políticas. Los métodos desplegados por los caciques durante las elecciones fueron
muy variados: violencia y amenazas; cambio de votos por favores (rebajas de
impuestos, sorteo de quintos, saldo de préstamos, agilizar expedientes que se
eternizaban en las oficinas estatales...); o simplemente trampas en las elecciones,
el conocido popularmente como el “pucherazo”.

La pervivencia del sistema. La regencia de Mª Cristina de Hasburgo (1885-


1902).
La prematura muerte de Alfonso XII en 1885 abrió el período de la Regencia de
María Cristina de Habsburgo (1885-1902) hasta la mayoría de edad de Alfonso
XIII. Tras la muerte del rey, Cánovas y Sagasta reafirmaron en el denominado
Pacto del Pardo (1885) el funcionamiento del sistema de turno. En el denominado
"gobierno largo" de Sagasta (1885-1890) se aprobaron diversas medidas de
reforma política: 1887 Libertades de cátedra, asociación y prensa, suprimiendo la
censura, 1890 Sufragio universal masculino. Sin embargo, el sistema de turno
siguió basándose en la adulteración sistemática de las elecciones, aunque el
sufragio universal permitió que los republicanos obtuvieran un puñado de
diputados en las ciudades, donde no funcionaba el caciquismo.

El sistema político creado por Cánovas del Castillo basado en el turnismo generó
una considerable oposición de todos los grupos y partidos dejados de lado. Varios
grupos políticos, sociales e ideológicos se opusieron con escaso éxito hasta 1923
al régimen de la Restauración. Junto a los grupos políticos habría que destacar la
oposición intelectual compuesta por pensadores, profesores universitarios o
40
novelistas contrarios a un sistema que impedía la modernización del país y la
aproximación a la Europa avanzada. Junto al carlismo, ya residual, destaca el
republicanismo. Aunque estos últimos estuvieron bastante desorganizados y no
será hasta el reinado de Alfonso XIII cuando vuelvan a estar activos en política,
especialmente con el Partido Radical de Alejandro Lerroux.

El movimiento obrero se convirtió en una fuerza política y social nada desdeñable.


Los anarquistas con la Confederación Nacional del Trabajo, la CNT, el mayor
sindicato español con gran fuerza entre los obreros agrícolas andaluces y los
obreros industriales catalanes. Los socialistas fundaron, en 1879 en Madrid el
Partido Socialista Obrero España, PSOE, con Pablo Iglesias como principal
figura. En 1888, el PSOE celebró su primer congreso y se fundó la Unión General
de Trabajadores, la UGT, sindicato socialista.

Desde el ámbito del nacionalismo incipiente, cabe mencionar los casos catalán y
vasco. El catalán, con Valentí Almirall que creó el Centre Catalá y Enric Prat de la
Riba que fundó la Unió Catalanista, configuraron una ideología reflejada en las
Bases de Manresa, alejada del separatismo y centrada en la defensa de los
intereses económicos de los industriales catalanes, con una política comercial
proteccionista. En el caso vasco, Sabino Arana creó el Partido Nacionalista Vasco,
que reclama un estado independiente con marcado radicalismo español, exaltación
racista de la etnia vasca e integrismo religioso católico.

No obstante, el mayor problema de la Regencia de Mª Cristina fue sin duda la LA


CRISIS DEL 98, la guerra de Cuba. La guerra del 98 no es sino el final de una
serie de levantamientos. En sus raíces estaba la negativa a conceder ningún tipo de
autonomía por parte de las élites políticas y económicas, temerosas de perder el
monopolio económico cubano, y descontentas por la tardía abolición del
esclavismo. A esto hay que añadir los intereses económicos de EE.UU.
(exportación de más del 90% del azúcar y el tabaco), más destacados que los
propios españoles, lo que favoreció la intromisión estadounidense en los asuntos
cubanos y su apoyo a los independentistas.

La guerra estalló en 1895 (Grito de Baire) liderada por José Martí y Máximo
Gómez al frente del Partido Revolucionario Cubano (paralelamente estalló en
Filipinas otra revuelta en 1896 duramente reprimida). La dura represión iniciada
por Weyler provocó su cese y la concesión de una amplia autonomía para Cuba y
Puerto Rico en 1898. Fue demasiado tarde. La voladura del Maine en 1898
provocó la entrada de EE.UU en la guerra y la consiguiente derrota española
(batallas navales de Cavite en Manila y Santiago de Cuba). El 10 de diciembre de
1898 se firmó el Tratado de París por el que España reconocía la independencia de
Cuba y cedía a EE.UU. Puerto Rico, Filipinas y Guam, vendiendo posteriormente
41
a Alemania las Carolinas, las Marianas y Palaos. España pierde así las últimas
colonias de su antaño inmenso imperio.

III. Conclusión

En conclusión podemos decir que la Restauración fue un sistema con luces y


sombras. Entre sus logros podemos destacar la estabilidad política y la larga
vigencia de la Constitución de 1876, el fin de los conflictos bélicos así como
cierta prosperidad económica. Mientras que entre sus defectos se encontraría un
sistema bipartidista que excluye a las demás fuerzas políticas y a la propia
democracia, basado en la corrupción, el fraude electoral permanente, el
caciquismo y muy especialmente la marginación de la mayor parte de la población
de la vida política del país, un país que entrará en grave crisis a raíz del Desastre
del 98.

TEXTO 6.-MANIFIESTO DE SANDHURST. 1874.


He recibido de España un gran número de felicitaciones con motivo de mi
cumpleaños... Cuantos me han escrito muestran igual convicción de que sólo el
restablecimiento de la Monarquía Constitucional puede poner término a la opresión, a
la incertidumbre y a las crueles perturbaciones que experimenta España. Díceme que
así lo reconoce ya la mayoría de nuestros compatriotas, y que antes de mucho estarán
conmigo los de buena fe, sean cuales fueren sus antecedentes políticos,
comprendiendo que no pueda tener exclusiones ni de un monarca nuevo y
desapasionado ni de un régimen que represente la unión y la paz…
Por virtud de la espontánea y solemne abdicación de mi augusta madre, tan generosa
como infortunada, soy único representante yo del derecho monárquico en España…
Por todo esto, sin duda, lo único que inspira ya confianza en España es una
Monarquía hereditaria y representativa… En el entretanto, no sólo está hoy por tierra
todo lo que en 1868 existía, sino cuanto se ha pretendido desde entonces crear. Si de
hecho se halla abolida la Constitución de 1845, hállase de hecho abolida la que en
1869 se formó sobre la base inexistente de la Monarquía…
No hay que esperar que decida yo nada de plano y arbitrariamente…
Llegado el caso, fácil será que se entiendan un príncipe leal y un pueblo libre…
Sea la que quiera mi propia suerte, ni dejaré de ser buen español, ni, como todos mis
antepasados, buen católico, ni, como hombre del siglo, verdaderamente liberal.
42
Alfonso de Borbón, Sandhurst, 1 de diciembre de 1874.

Alfonso XII

43
44
Mª Cristina de Hasburgo y Alfonso XIII niño.

BIBLIOGRAFÍA

- AA.VV. Historia de España. Bachillerato. Vicens Vives. Barcelona, 2016.

- AA.VV. Historia de España. Bachillerato. Editorial Akal. 2009.

WEBGRAFÍA

http://historiadesegundo.labibliotecadeninive.com/PRINCIPAL.html
https://carmenpagan.com/author/carmenpagan/
http://historiazuer.blogspot.com/

EN YOUTUBE

-Practicopedias Hª de España: https://www.youtube.com/results?


search_query=practicopedia+historia+de+espa%C3%B1a

45
-Vídeos de la serie Memorias de España:https://www.youtube.com/results?
search_query=memoria++de+espa%C3%B1a
-Canal Hispania (contenido exclusivo de Historiadores. A destacar los vídeos de
Elvira Roca Barea):
https://www.youtube.com/channel/UCPpZDkV1kZrad_tq8C_0yOQ
- Canal La cuna de Halicarnaso: https://www.youtube.com/user/lucyferorota1

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