Resumen Sobre El Libro de Carlos Mesters "Apóstol Pablo"
Resumen Sobre El Libro de Carlos Mesters "Apóstol Pablo"
Resumen Sobre El Libro de Carlos Mesters "Apóstol Pablo"
Pablo nació en Tarso, ciudad grande perteneciente a la región de Cilicia, Asia Menor
(actual Turquía). Allí se vivía de un modo apretado y con mucho ruido, esto al ser un
centro importante de cultura y comercio, es así que, poseía un puerto muy activo.
Pero, ¿cómo pudo Pablo, un judío, nacer en una ciudad griega? Esto se debe a que en
el siglo VI a.C. hubo una gran emigración de judíos fuera de Palestina. De ahí que
dentro de estas ciudades se dieran barrios judíos que constituían la llamada “diáspora”,
la cual mantenía una relación estrecha con Jerusalén.
Así, Pablo se había criado en las exigencias de la Ley de YHWH y de las tradiciones
paternas con carácter fariseo, de ahí que dentro de su familia se conservará la viva
obligación de ser “una nación consagrada (por tanto, separada)”. De este modo, él
había crecido en un ambiente protegido y rígido. Cabe mencionar que él tenía dos
nombres debido a su contexto: uno judío "Saulo" y otro griego "Pablo".
Saulo Pablo como todo niño judío de la época había recibido la formación básica que
comprendía el aprender a leer y escribir, estudiar la Ley de Dios (Torah) y la historia
del pueblo, además de las tradiciones religiosas como la Halaká y la Hagadá, así como
el memorizar las oraciones de los salmos.
A partir de ese momento, él se alzó contra los cristianos como perseguidor llegando a
las consecuencias de perseguirlos hasta Damasco, pero será allí donde Jesús mismo
saldrá a su encuentro. De modo que, él cayó al suelo y fue justamente en ese momento
que se “dividieron las aguas” entre un antes y un después. La entrada de Cristo en su
vida no fue pacífica, sino violenta, pero a la vez espléndida, pues la luz lo dejo ciego.
¡Murió el perseguidor y resucitó el apóstol! Él fue alcanzado y derribado para
levantarse de un modo diferente y nuevo.
Así, él recibió de un modo gratuito aquello que tanto anhelaba, pues, Dios lo había
acogido y justificado, Él le mostró su amor cuando él era un “blasfemo, perseguidor e
insolente”. He ahí la gratuidad, la cual marcó la experiencia de Pablo y renovó su
relación con el Señor. De este modo, cerca de los 28 años, Saulo inicia un proceso de
lenta maduración que duraría aproximadamente 13 años, en los cuales Pablo se sintió
amado por Dios hasta el punto de ser salvado por “Aquel pariente más próximo”.