ProteccionCivilYSeguridadContraIncendiosUCAV PDF
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CIVIL Y
SEGURIDAD
CONTRA
INCENDIOS
Textos universitarios
24
Textos universitarios
24
José Miguel Jiménez San Millán
PROTECCIÓN
CIVIL Y
SEGURIDAD
CONTRA
INCENDIOS
2017
Jiménez San Millán, José Miguel
Protección civil y seguridad contra a incendios [Libro electrónico] / José Miguel Jiménez San
Millán.
ISBN 978-84-9040-436-2
UA929.S7
351.78(460)
© Servicio de Publicaciones
Universidad Católica de Ávila
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esta obra (http://www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47).”
ISBN: 978-84-9040-436-2
Maquetación: INTERGRAF
PROTECCIÓN CIVIL Y SEGURIDAD CONTRA INCENDIOS
Índice general
Unidad 1:
La Protección Civil en España
1.1. Evolución histórica de la Protección Civil.................... 13
1.2. Evolución de la Protección Civil en España................. 14
1.3. Legislación de Protección Civil...................................... 15
1.4. Definición de Protección Civil........................................ 17
1.5. Definiciones..................................................................... 18
1.6. Sistema Nacional de Protección Civil............................ 19
1.7. Derecho a la protección en caso de catástrofe y
derecho de información.................................................. 21
1.8. Participación y colaboración.......................................... 22
1.9. El deber de cautela y autoprotección............................ 24
1.10. El voluntariado en el ámbito de Protección Civil......... 25
1.11. Funciones básicas de protección.................................. 26
1.12. Conclusiones................................................................... 28
Unidad 2:
La gestión y coordinación de emergencias
2.1. Politicas de prevención................................................... 36
2.2. Fondo de prevención de emergencias.......................... 37
2.3. Red de Alerta Nacional de Protección Civil.................. 38
2.4. Planificación..................................................................... 39
Tipos de Planes................................................................. 39
2.5. Respuesta inmediata a las emergencias....................... 41
Definición........................................................................... 41
2.6. Mecanismos de respuesta frente a la emergencia
dentro de los planes de emergencia o
autoprotección................................................................. 44
Unidad 3:
Medidas de autoprotección
3.1. Concepto de Autoprotección.......................................... 52
3.2. Identificación de peligros............................................... 53
Prevención de riesgos....................................................... 53
Respuestas a las emergencias.......................................... 54
3.3. La autoprotección en la Ley 17/2015............................. 55
3.4. Normativa intersectorial sobre autoprotección............ 57
3.5. Tipologias de autoprotección......................................... 58
1. Autoprotección ciudadana............................................. 58
2. Autoprotección corporativa............................................ 59
3.6. Planes de autoprotección............................................... 61
Contenido.......................................................................... 61
Criterios para la elaboración del plan de autoprotección... 61
Coordinación y actuación operativa................................... 63
Criterios para la implantación del plan de autoprotección. 63
Criterios para el mantenimiento de la eficacia del plan de
autoprotección......................................................... 64
Vigencia del plan de autoprotección y criterios para su
actualización y revisión............................................ 65
Contenidos del Plan de Autoprotección............................. 65
3.7. Anexo................................................................................ 66
Unidad 4:
Seguridad contra incendios
4.1. Teoria del fuego............................................................... 74
El combustible................................................................... 74
El Comburente................................................................... 75
El calor............................................................................... 75
4.2. La transferencia de calor................................................ 77
Conducción........................................................................ 77
Convección........................................................................ 77
Radiación........................................................................... 77
4.3. Productos de la combustion.......................................... 78
Gases................................................................................ 78
Monóxido de carbono........................................................ 78
Dióxido de carbono............................................................ 79
Llamas............................................................................... 79
Humo ................................................................................. 79
Calor ................................................................................. 80
4.4. Tipos de fuego................................................................. 81
Fuegos clase A.................................................................. 81
Fuegos clase B.................................................................. 81
Fuegos clase C.................................................................. 81
Fuegos clase D.................................................................. 81
4.5. Mecanismos de extinción............................................... 82
Enfriamiento....................................................................... 82
Sofocación......................................................................... 82
Desalimentación................................................................ 83
4.6. Agentes extintores.......................................................... 84
El Agua.............................................................................. 84
Limitaciones....................................................................... 84
Aplicación.......................................................................... 85
El Polvo químico polivalente.............................................. 86
Limitaciones....................................................................... 86
Aplicación.......................................................................... 87
El Dióxido de Carbono....................................................... 87
1
Unidad
didáctica
La Protección Civil
en España
PROTECCIÓN CIVIL Y SEGURIDAD CONTRA INCENDIOS
Índice
Introducción...................................................................................... 12
1.5. Definiciones............................................................................. 18
1.12. Conclusiones........................................................................... 28
Bibliografía........................................................................................ 29
11
Introducción
En los comienzos del pasado siglo la sociedad se muestra cada día más insegura a
pesar del evidente progreso experimentado por el avance industrial y tecnológico.
Las causas que provocan la inseguridad de los seres humanos, a veces son difíciles
de predecir porque a medida que se incrementa el bienestar social entre la población,
surgen nuevos elementos de riesgo, y ciertamente, existen en nuestro entorno, elementos
varios que nos merecen una especial “protección”.
Tampoco podemos olvidar los riesgos naturales como los seísmos, huracanes, ac-
tividades volcánicas, inundaciones, fuertes nevadas, etc. En definitiva una serie de cir-
cunstancias climatológicas que el hombre no puede controlar por la imprevisibilidad en
sus apariciones y que debemos estar preparados mediante un planeamiento urbanístico
acorde con las circunstancias en los lugares donde se desarrollen los núcleos urbanos.
Bajo la denominación de Defensa Civil o Protección Civil ,las naciones, las organi-
zaciones gubernamentales y privadas dedicadas a la ayuda humanitaria, y conscientes de
la necesidad de proteger la vida de las personas y la integridad de sus bienes, han articu-
lado unos mecanismos para coordinar la actuación ante las grandes catástrofes.
12
Tenían que protegerse no sólo de los animales salvajes, sino contra el frío, la lluvia
e incendios.
El hombre avanza, y con él sus estructuras sociales, medida que se fueron poblando
las regiones del planeta y el hombre fue avanzando en su desarrollo, proliferaron nuevas
formas de convivencia, generándose estructuras sociales cada vez más complejas: tribus,
poblados, comunidades, aldeas.
Sólo en períodos de grandes peligros, como las guerras, las epidemias o los fenóme-
nos naturales de una violencia excepcional, el hombre percibe su enorme vulnerabilidad,
sufre sus consecuencias y reflexiona “a posteriori “sobre los medios de protegerse más
eficazmente contra las situaciones sufridas y el origen del riesgo que la ha provocado. Es
en nuestro siglo y apenas unas décadas, cuando aparece el concepto de protección civil, a
raíz de la primera guerra mundial.
13
1.2. Evolución
de la Protección Civil en España
En 1960, nace la primera Dirección General de Protección Civil que con tal nombre
existió en nuestro país, dependía de la Presidencia del Gobierno, dirigida por mandos del
Ejército.
En 1967 desaparece la Dirección General de Protección Civil como tal. Pasa a ser
una Subdirección General dependiente de la Guardia Civil.
14
1.3. Legislación
de Protección Civil
La Ley 17/2015, reguladora del Sistema Nacional de Protección Civil que entronca
directamente, no sólo con la política de seguridad pública, sino también con la política de
Seguridad Nacional, uno de cuyos componentes fundamentales, según establece la Ley
36/2015, de 28 de septiembre, de Seguridad Nacional.
Dicha Ley establece competencias tanto para los Municipios como para sus Alcal-
des en materias relacionadas con la protección civil. Así se determina que el Municipio
ejercerá, en todo caso, las competencias de protección civil, prevención y extinción de
incendios, en los términos que se señalen por la legislación del Estado y de las Comuni-
dades Autónomas.
16
1.4. Definición
de Protección Civil
No existe una definición concreta de ni una fácil respuesta a la pregunta ¿qué es Pro-
tección Civil? podremos leer con detenimiento el preámbulo de la ley y podemos vislum-
brar la definición de protección civil como servicio público y clarificar la terminología
empleada mediante un catálogo de las definiciones de los conceptos más sustanciales,
concreta las actuaciones del Sistema Nacional de Protección Civil y los principios por los
que se regirán.
17
1.5. Definiciones
18
Las actuaciones del Sistema se regirán por los principios de colaboración, coopera-
ción, coordinación, solidaridad interterritorial, subsidiariedad, eficiencia, participación,
inclusión y accesibilidad universal de las personas con discapacidad.
19
20
Continua el mismo artículo concretando que los poderes públicos velarán para que se
adopten medidas específicas que garanticen que las personas con discapacidad conozcan
los riesgos y las medidas de autoprotección y prevención, sean atendidas e informadas en
casos de emergencia y participen en los planes de protección civil.
Todos tienen derecho a ser informados adecuadamente por los poderes públicos acer-
ca de los riesgos colectivos importantes que les afecten, las medidas previstas y adoptadas
para hacerles frente y las conductas que dichas informaciones habrán de proporcionarse
tanto en caso de emergencia como preventivamente, antes de que las situaciones de peli-
gro lleguen a estar presentes.
21
1.8. Participación
y colaboración
6. Las medidas restrictivas de derechos que sean adoptadas o las que impongan
prestaciones personales o materiales tendrán una vigencia limitada al tiempo
estrictamente necesario para hacer frente a las emergencias y deberán ser ade-
cuadas a la entidad de la misma.
23
(Articulo 7.2 ley 17/2015) Los ciudadanos deben tomar las medidas necesarias para
evitar la generación de riesgos, así como exponerse a ellos. Una vez sobrevenida una
emergencia, deberán actuar conforme a las indicaciones de los agentes de los servicios
públicos competentes, Los titulares de los centros, establecimientos y dependencias, pú-
blicos o privados, que generen riesgo de emergencia, estarán obligados a adoptar las
medidas de autoprotección previstas en esta ley.
24
1.10. El voluntariado
en el ámbito de Protección Civil
25
La Ley de Protección Civil a través del título II, Capítulos I al V recoge las defini-
ciones de lo que llama Actuaciones del Sistema Nacional de protección Civil y que son:
26
27
1.12. Conclusiones
Igualmente tendrán que planificar las líneas de actuaciones para hacer frente a las
situaciones de grave riesgo, catástrofe o calamidad pública que pudieran presentarse,
coordinando y dirigiendo la intervención de todos los elementos componentes de la Pro-
tección Civil, es decir, servicios de las Administraciones Públicas civiles y militares, Or-
ganismos públicos o entidades privadas, etc., cuya participación sea necesaria para hacer
frente a las situaciones de emergencia1.
Bibliografía
• BAEZA LÓPEZ, Jesús. La protección civil como servicio público Valladolid. 1989.
29
Unidad
2
didáctica
La gestión y
coordinación
de emergencias
PROTECCIÓN CIVIL Y SEGURIDAD CONTRA INCENDIOS
Índice
Introdución........................................................................................ 34
2.4. Planificación............................................................................. 39
Tipos de Planes......................................................................... 39
Bibliografía........................................................................................ 48
33
Introdución
La entidad de los valores que están bajo el amparo de la protección en las situaciones
de emergencias hace que deban ponerse todos los recursos tanto humanos como materia-
les, privados o públicos, individuales o colectivos, y la participación de los ciudadanos
mediante el cumplimiento de los deberes y la prestación voluntaria a disposición de lo
recogido en la ley del Sistema de Protección Civil.
La estructura organizativa del Sistema de Protección Civil español refleja los niveles
básicos en los que se articulan las Administraciones Públicas:
• Nivel Estatal.
• Nivel Autonómico.
• Nivel Local.
34
• Ordena.
• Planifica.
• Coordina.
• Dirige.
Todo ello requiere una estructura operativa con un Mando Único a diseñar en los
diferentes planes. A tal fin, la protección civil se plantea como un conjunto de actividades
llevadas a cabo conforme a una planificación previa de los distintos ámbitos territoriales.
Teniendo en cuenta que cuando la naturaleza y extensión del riesgo, el alcance de la si-
tuación de emergencia o los servicios y recursos a movilizar excedan de las competencias
de una determinada Administración, la dirección y coordinación de las actuaciones podrá
pasar a la autoridad que ejerza tales funciones en el Plan Territorial o Especial de ámbito
superior.
35
Incluirá, como mínimo, datos sobre emplazamiento, diseño y tamaño del proyecto
de la actividad, una identificación y evaluación de dichos efectos y de las medidas para
evitar o reducir las consecuencias adversas de dicho impacto. Se someterá a evaluación
del impacto sobre los riesgos de emergencias de protección civil por el órgano competen-
te en la materia.
36
El Ministerio del Interior podrá suscribir instrumentos de colaboración con otros de-
partamentos ministeriales, con otras Administraciones Públicas y con entidades públicas
o privadas, para la realización de las actividades recogidas en este capítulo, que serán
financiadas total o parcialmente con cargo al Fondo de Prevención de Emergencias.
37
38
2.4. Planificación
La Norma Básica de Protección Civil, establece las directrices básicas para la iden-
tificación de riesgos de emergencias y actuaciones para su gestión integral, el contenido
mínimo y los criterios generales para la elaboración de los Planes de Protección Civil, y
del desarrollo por los órganos competentes de las actividades de implantación necesarias
para su adecuada efectividad.
Los Planes de Protección Civil son los instrumentos de previsión del marco orgáni-
co-funcional y de los mecanismos que permiten la movilización de los recursos humanos
y materiales necesarios para la protección de las personas y de los bienes en caso de emer-
gencia, así como del esquema de coordinación de las distintas Administraciones Públicas
llamadas a intervenir.
• Planes Especiales
• Planes de Autoprotección.
Tipos de Planes
A continuación se citan los planes del artículo 15 que responden a las categorías de
Estatales, territoriales, especiales y de autoprotección que según la Ley se define como:
39
2. Son Planes Territoriales todos aquellos que se elaboran para hacer frente a los
riesgos de emergencia que se puedan presentar en el territorio de una Comuni-
dad Autónoma o de una Entidad Local. Dichos Planes serán aprobados por la
Administración competente, autonómica o local, de conformidad con lo previs-
to en su legislación específica.
3. Son Planes Especiales los que tienen por finalidad hacer frente a los riesgos de
inundaciones; terremotos; maremotos; volcánicos; fenómenos meteorológicos
adversos; incendios forestales; accidentes en instalaciones o procesos en los
que se utilicen o almacenen sustancias químicas, biológicas, nucleares o radiac-
tivas; accidentes de aviación civil y en el transporte de mercancías peligrosas,
así como los relativos a la protección de la población en caso de conflicto bélico
y aquellos otros que se determinen en la Norma Básica. Los Planes Especiales
podrán ser estatales o autonómicos, en función de su ámbito territorial de apli-
cación, y serán aprobados por la Administración competente en cada caso. Los
planes especiales relativos al riesgo nuclear y a la protección de la población en
caso de conflicto bélico serán, en todo caso, de competencia estatal, sin perjui-
cio de la participación en los mismos de las administraciones de las Comunida-
des Autónomas y Entidades Locales, según se establezca en la Norma Básica.
40
Definición
Se entiende por respuesta inmediata a las emergencias de protección civil la actua-
ción de los servicios públicos o privados de intervención y de asistencia tras el acaeci-
miento de una emergencia o en una situación que pudiera derivar en emergencia, con la fi-
nalidad de evitar daños, rescatar y proteger a las personas y bienes, velar por la seguridad
ciudadana y satisfacer las necesidades básicas de subsistencia de la población afectada.
4. En la Norma Básica de Protección Civil se regularán las bases para la mejora de
la coordinación y eficiencia de las actuaciones de los servicios regulados en este
artículo.
1. El Estado colaborará con las Comunidades Autónomas y con las Entidades
Locales, facilitando los recursos humanos y materiales disponibles en caso de
emergencias que no hayan sido declaradas de interés nacional, en los términos
que se acuerden en el Consejo Nacional de Protección Civil.
2. Los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o de las Fuer-
zas Armadas que intervengan en tales emergencias actuarán encuadrados y a las
órdenes de sus mandos naturales y dirigidos por la autoridad designada en el
plan de protección civil que corresponda.
43
En primer lugar, una vez conocida una situación de emergencia, conviene comprobar
el equipo/persona que realiza la acción de comunicación de la emergencia, su localiza-
ción y las acciones a realizar, así como tomar las medidas para asegurarse de la veracidad
y naturaleza de la emergencia antes de tomar iniciativas y cómo se van a realizar las co-
municaciones en el lugar de la emergencia.
Deberán estar identificados los distintos equipos de emergencia, para que en el caso
de que se produzca, se disponga de una respuesta a nivel operativo a efectos de controlar
o minimizar las consecuencias. Los equipos de emergencia que se disponga y su compo-
sición irán en función del personal y de los riesgos que se puedan originar dependiendo
de su grado de peligrosidad.
Equipos de emergencia
44
Cada componente del equipo deberá estar informado del riesgo general y particular
que presentan los diferentes procesos dentro de la actividad que se desarrolle teniendo
conocimiento de la existencia y uso de los medios materiales de que se dispone. La pre-
visión de la activación de la situación de alarma y auxilio de las personas accidentas.
Coordinación de los miembros de los diferentes equipos
• Dirige junto al Jefe de Intervención, las acciones a realizar por los Equipos de
Emergencia en los accidentes que se produzcan.
45
Centro de control
Se trata del lugar físico desde donde el Director del Plan de Actuación en Emergen-
cias dirige la resolución de la misma. Debe tener una ocupación permanente, indicada en
el Plan, que dependerá de la disponibilidad de personal en cada momento. Debe constar
de medios de comunicación tanto con el exterior como con el interior, a ser posible re-
dundantes. También debe incluir un ejemplar del Plan de Autoprotección con los planos
pertinentes.
Jefe de intervención
Será designado entre el personal que presta sus servicios en el establecimiento, de-
pendiendo directamente del Director del Plan de Actuación. Deberá ser una persona con
capacidad de mando. El Jefe de Intervención contará siempre con un sustituto.
Equipos de intervención
• Deben conocer los riesgos específicos incluidos en el Plan, así como los riesgos
externos que puedan afectarle.
46
47
Bibliografía
48
Unidad
3
didáctica
Medidas
de autoprotección
PROTECCIÓN CIVIL Y SEGURIDAD CONTRA INCENDIOS
Índice
3.7. Anexo........................................................................................ 66
Bibliografía........................................................................................ 69
51
3.1. Concepto
de Autoprotección
b) Prevenir y controlar los riesgos, adoptando medidas que eviten o reduzcan los
accidentes que suponen un riesgo para la vida y los bienes del ser humano.
52
3.2. Identificación
de peligros
El punto de partida para poder enfrentar los riesgos, es conocer los fenómenos o pe-
ligros que pueden generar dichos riesgos.
Los individuos deben saber cómo evitarlos y cómo protegerse en caso de accidente
en los distintos ámbitos familiar, escolar, laboral, y de ocio, donde desarrollan sus activi-
dades. Será preciso establecer la formación necesaria, para cada colectivo, que garantice
la adecuada preparación para adaptar su conducta de respuesta frente a los riesgos, de
acuerdo con su roll en la sociedad. Por lo tanto autoprotección es la respuesta de los ciu-
dadanos para gestionar los riesgos inherentes a las actividades humanas.
Prevención de riesgos
La prevención de riesgos consiste en evitar las pérdidas y daños en la población y
sus bienes que pudieran producirse a causa de fenómenos de consecuencias catastróficas.
a) El fenómeno peligroso.
Para que se produzca un riesgo es necesario que suceda un fenómeno peligroso (Pe-
ligrosidad) y que exista una población y/o unos bienes (Vulnerabilidad) en el ámbito de
acción del fenómeno.
53
54
3.3. La autoprotección
en la Ley 17/2015
La Ley de Protección Civil, que ordena el Sistema Español de Protección Civil, con-
cede especial importancia a la autoprotección.
55
56
Hay que destacar las diferentes normativas de las Comunidades Autónomas como las
Leyes Autonómicas de Espectáculos Públicos, los Reglamentos de prevención de incen-
dios y las normas Autonómicas sobre Establecimientos turísticos.
57
Varios son los criterios que pueden tenerse en cuenta a la hora de catalogar los dife-
rentes tipos de autoprotección. Así podemos establecer:
a) Autoprotección ciudadana
b) Autoprotección corporativa
1. Autoprotección ciudadana
Entendemos por autoprotección ciudadana la adoptada por los ciudadanos en el mar-
co urbano donde se desenvuelve su vida.
58
Estas actuaciones resultaran más eficaces, y se alcanzará una seguridad mayor, cuan-
do se conozcan y se asimilen por cada individuo del núcleo familiar. Factores que condi-
cionan cada una de las fases de autoprotección:
• Conocer las causas o circunstancias que pueden dar lugar a que estos peligros
generen un accidente.
• Qué actuaciones son las más adecuadas para anular o reducir los daños que el
accidente produce.
2. Autoprotección corporativa
Entendemos por autoprotección corporativa al sistema de acciones y medidas adop-
tadas por una entidad pública o privada, encaminadas a prevenir y controlar los riesgos,
a dar respuesta a las emergencias y a garantizar la integración en el sistema Público de
Protección Civil. La autoprotección corporativa se materializa a través de un Plan de
Autoprotección.
59
60
Contenido
El Plan de Autoprotección se recogerá en un documento único cuya estructura y con-
tenido mínimo se establece en el Anexo II del Real Decreto 393/2007.
Éste u otros documentos de naturaleza análoga que deban realizar los titulares en vir-
tud de la normativa sectorial aplicable, podrán fusionarse en un documento único a estos
efectos, cuando dicha unión permita evitar duplicaciones innecesarias de la información
y la repetición de los trabajos realizados por el titular o la autoridad competente, siempre
que se cumplan todos los requisitos esenciales de la presente norma.
Los criterios mínimos que deben observarse en la elaboración del Plan de Autopro-
tección son los siguientes:
2. Se designará, por parte del titular de la actividad, una persona como responsable
única para la gestión de las actuaciones encaminadas a la prevención y el control
de riesgos.
5. Se designará, por parte del titular de la actividad, una persona responsable úni-
ca, con autoridad y capacidad de gestión, que será el director del Plan de Actua-
ción en Emergencias, según lo establecido en el anexo II.
La detección y alerta.
La alarma.
La intervención coordinada.
Con esa finalidad, por dichos órganos, se establecerán los protocolos que garanticen,
por un lado, la comunicación inmediata de los incidentes que se produzcan y tengan o
puedan tener repercusiones sobre la autoprotección y, por otro, la movilización de los
servicios de emergencia que, en su caso, deban actuar. Asimismo establecerán los proce-
dimientos de coordinación de tales servicios de emergencia con los propios del Plan de
Autoprotección y los requisitos organizativos que permitan el ejercicio del mando por las
autoridades competentes en materia de protección civil.
• Medios técnicos.
• Medios humanos.
Anexos.
65
3.7. Anexo
Alarma: Aviso o señal por la que se informa a las personas para que sigan instruc-
ciones específicas ante una situación de emergencia.
Evacuación: Acción de traslado planificado de las personas, afectadas por una emer-
gencia, de un lugar a otro provisional seguro.
66
Medios: Conjunto de personas, máquinas, equipos y sistemas que sirven para redu-
cir o eliminar riesgos y controlar las emergencias que se puedan generar.
67
Riesgo: Grado de pérdida o daño esperado sobre las personas y los bienes y su con-
siguiente alteración de la actividad socioeconómica, debido a la ocurrencia de un efecto
dañino específico.
68
Bibliografía
• Ley 17/2015, de 9 de julio, del Sistema Nacional de Protección Civil. Núm. 164
viernes 10 de julio de 20.
69
Unidad
4
didáctica
Seguridad
contra incendios
PROTECCIÓN CIVIL Y SEGURIDAD CONTRA INCENDIOS
Índice
Bibliografía........................................................................................ 88
73
Es muy difícil encontrar a una persona que no haya tenido experiencias directas
con el fuego en alguna de sus formas, normalmente para su uso en cualquier actividad
doméstica, como el encendido de una cocina de gas o de una chimenea de leña; por con-
siguiente, casi todos tenemos una idea aproximada y empírica de lo que es el fuego y de
qué efectos produce.
No obstante, para poder entender las cuestiones que vamos a abordar más adelante
es necesario conocer con mayor profundidad qué es el fuego, cómo se produce y, natural-
mente, qué mecanismos intervienen en su extinción.
En todos los manuales sobre teoría del fuego se utiliza el triángulo como figura
geométrica que mejor expresa la necesidad de que coincidan en el tiempo y en el espacio
esos tres elementos para que se produzca la combustión:
No obstante, para que el fuego progrese es necesario que exista un cuarto elemento,
la reacción en cadena, elemento que permite que la combustión iniciada se desarrolle;
para ello es preciso que una parte sustancial del calor generado no se disipe en el ambien-
te, sino que sirva para calentar y hacer reaccionar a los combustibles que rodean al foco y
que no han destilado gases inflamables.
Esos cuatro elementos forman los que se llama Tetraedro del Fuego, que no es sino
otro recurso geométrico que explica el desarrollo de los incendios.
El combustible
Los combustibles pueden encontrarse en cualquiera de los tres estados de la materia:
No obstante, llegados a este punto, es necesario aclarar que los combustibles sólidos
y líquidos no arden en sus respectivos estados naturales.
Así, cuando se produce la combustión de un líquido, lo que realmente arde es el vapor in-
flamable que ese líquido produce por evaporación. De esta manera, si presenciamos el incen-
dio de un hidrocarburo, estaremos viendo únicamente la combustión del gas que dicho líquido
produce; en el caso concreto de la gasolina, por encima de -40º C produce de manera continua
gases inflamables en cantidad suficiente para generar un incendio, de ahí su peligrosidad.
Pero qué ocurre con los sólidos; en esta ocasión es preciso que se produzca una
descomposición química de esa sustancia sólida, proceso previo a la combustión y, a di-
ferencia de aquella, de carácter endotérmico, que generará gases inflamables, los cuales
sí podrán entrar en combustión. Dicha reacción química, conocida como pirólisis, ha de
darse necesariamente antes de la combustión.
El Comburente
Como hemos comentado al principio, el comburente por naturaleza es el oxígeno del
aire, aunque pueden existir otros, como el ozono, peróxidos, nitratos, etc.
El calor
Obviamente, no siempre que tenemos un combustible en presencia de un comburen-
te se produce la combustión; es preciso aportar el calor suficiente (energía de activación)
para que se produzca la inflamación de los gases combustibles; en el caso de los combus-
tibles sólidos ese calor producirá la pirólisis.
75
76
Conducción
La conducción es la forma de transferencia de calor que tiene lugar por contacto
directo entre dos cuerpos, o bien, tratándose de un mismo cuerpo, la que permite el paso
del calor de una parte a otra del mismo.
Esta forma de transmisión de calor es más propia de los sólidos, aunque también se
da en los líquidos y, en menor medida, en los gases.
Convección
La convección es el mecanismo de transmisión de calor que se produce por la mezcla
de dos fluidos (líquidos o gases) que se encuentran a distinta temperatura; esta forma de
transferencia de calor nunca podrá darse en los sólidos (no pueden mezclarse).
Radiación
La radiación es la forma de transmisión de calor en forma de ondas, normalmente por
el espacio, pero también a través de materiales en estado líquido y sólido; dichas ondas se
desplazan a la velocidad de la luz.
77
Gases
Los efectos de los gases sobre las personas dependen de su concentración en el aire,
del tiempo de exposición a aquéllos y del estado físico de la persona. Ocurre, además,
que el ritmo respiratorio se acelera durante los incendios, debido al esfuerzo realizado,
al calor, a la concentración elevada de anhídrido carbónico o, incluso, a las situaciones
de ansiedad o pánico, lo que produce un incremento de los efectos nocivos de los gases
sobre las personas.
Monóxido de carbono
La mayor parte de los combustibles orgánicos contiene carbono; dicho carbono, al
oxidarse con el oxígeno del aire durante la combustión, produce monóxido de carbono
(CO) y dióxido de carbono o anhídrido carbónico (CO2).
Los efectos negativos del monóxido de carbono se deben a que se combina con la
hemoglobina de la sangre, produciendo carboxihemoglobina; este compuesto roba a la
sangre el oxígeno que el cuerpo necesita. Su acción es aún más negativa, pues simultánea-
mente impide que la sangre que circula hacia los pulmones elimine el anhídrido carbónico
que contiene. El monóxido de carbono es mortal incluso en muy baja concentraciones (la
exposición al 1,0% produce la pérdida de conocimiento y la muerte).
78
Dióxido de carbono
El anhídrido carbónico es muy abundante en la mayoría de los incendios y, en con-
centraciones altas, estimula el ritmo y la profundidad de la respiración, por lo que, indi-
rectamente puede aumentar la inhalación de otros gases tóxicos, venenosos o corrosi-
vos presentes en la atmósfera del incendio, multiplicando los efectos negativos sobre las
personas.
Llamas
Cuando la combustión se desarrolla en un ambiente con la suficiente concentración
de oxígeno, suele ir acompañada de una radiación luminosa conocida como llama.
Humo
El humo está formado por diminutas partículas sólidas y por vapores condensados
originados en combustiones incompletas; estas partículas y vapores están en suspensión
y son portados por los propios gases de combustión.
El color y la densidad del humo dependen de muchos factores, siendo los más im-
portantes la composición química de los combustibles y la concentración de oxígeno
en el aire. Así, el incendio de combustibles vegetales producirá un humo de color blan-
co, mientras que la combustión de cualquier producto derivado del petróleo generará un
humo opaco y negro.
El humo produce efectos muy nocivos sobre las personas, irritando las vías respirato-
rias y produciendo lagrimeo en los ojos. No obstante, quizá la característica más peligrosa
del humo sea el oscurecimiento que produce, impidiendo la visión y la orientación, lo que
provoca en la mayoría de los casos situaciones de pánico.
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Calor
El calor es el principal responsable de la propagación de los incendios en los edifi-
cios, con una incidencia muy superior a la de cualquier otro producto de la combustión de
los vistos anteriormente. Afecta de manera muy especial a la resistencia y estabilidad de
las estructuras metálicas (en torno a los 600ºC se produce una reducción aproximada del
60% del límite elástico del acero).
En bienes considerados parte del patrimonio histórico o cultural, los daños por calor
dependerán, evidentemente, del nivel y tiempo de exposición, y del material con que está
ejecutado ese bien o le sirve de soporte. En cualquier caso, podemos afirmar que una
exposición directa a una fuente de calor intensa dañará gravemente a cualquier objeto de
estas características.
Por otra parte, los daños que el calor puede causar al hombre son muy variados, yen-
do desde lesiones leves (deshidratación o agotamiento) hasta la muerte (por quemaduras).
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Fuegos clase A
Son los producidos por combustibles sólidos. Generalmente entra en su composición
el carbono y el hidrógeno. Nos referimos a la madera, al papel, a los materiales textiles,
a los plásticos, etc.
Fuegos clase B
Son los producidos por combustibles líquidos (gasolina, gasoil, pinturas, disolven-
tes, alcoholes, etc) o por combustibles sólidos de baja temperatura de fusión (lubricantes,
grasas, alquitranes, etc).
Fuegos clase C
Son los originados por gases combustibles o inflamables (butano, propano, gas na-
tural, etc).
Fuegos clase D
Son producidos por ciertos metales combustibles (magnesio, titanio, zirconio, pota-
sio, sodio, etc). Su extinción es compleja, pues se requiere un agente extintor específico
que absorba el calor y no reaccione con los metales incendiados, estando prohibida la
utilización del agua.
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Como apuntamos al presentar el símil geométrico del triángulo del fuego, la elimi-
nación de uno o más de sus lados supone la extinción del fuego; veamos cómo lograrlo.
Enfriamiento
Es el mecanismo de extinción más empleado y se basa en la reducción de la tempe-
ratura de los combustibles implicados en el incendio hasta un nivel en el que no emitan
vapores combustibles.
Sofocación
Es el mecanismo de extinción que se basa en la reducción del nivel de oxígeno en la
zona de la combustión por debajo del 15-16%.
Es el mecanismo que opera, por ejemplo, cuando a través de una instalación fija
inundamos completamente de CO2 la sala de un museo o de un archivo que se ha visto
afectada por un incendio; la sobrepresión que se genera al inyectar el gas inerte en el
espacio siniestrado desplazará el aire interior, y por tanto el oxígeno, y extinguiéndose el
incendio.
A menor escala pero debido al mismo efecto, la combustión de una vela finalizará
muy pocos segundos después de taparla con un vaso; en esta ocasión, es el propio con-
sumo de oxígeno de la combustión el que reducirá su concentración en el aire interior al
vaso hasta niveles insuficientes.
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Desalimentación
Es el mecanismo de extinción que se basa en la retirada o eliminación del combusti-
ble de la zona incendiada.
Es el sistema que aplicamos, por ejemplo, al ejecutar cortafuegos para tratar de limi-
tar el avance de un incendio forestal; así, la eliminación completa de una franja de masa
forestal (arbolado y arbustos) impedirá el avance del incendio y limitará su desarrollo al
combustible vegetal existente.
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El Agua
El agua ha sido, es y seguirá siendo el agente extintor más usado, y ello es debido a
sus especiales propiedades físicas:
• El calor latente de vaporización del agua es 600 cal/gr; ello supone aportar 600
cal para evaporar 1 gr (1 cm3) de agua.
Ello se logra haciendo que el agua se caliente hasta su punto de ebullición y se con-
vierta en vapor. La cantidad de agua a aplicar dependerá de la cantidad de calor que deba
absorberse.
Es mucho más eficaz aplicar el agua pulverizada que hacerlo en forma de chorro
compacto; está demostrado que la cantidad de calor absorbido es mayor cuando se aplica
en forma de pequeñas gotas, entre 0,3 y 1,0 mm.
Limitaciones
El empleo del agua en la extinción de incendios que afecten al patrimonio histórico y
cultural, puede llegar a ser muy delicado, pudiendo producir daños de difícil reparación.
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Hay casos en los que el empleo masivo de grandes caudales de agua ha producido
daños importantes en edificios históricos, con elementos constructivos y estructurales
ejecutados con materiales muy sensibles a la humedad (madera, yesos, pinturas, etc.), y
en el patrimonio mueble que albergaban.
• Menores caudales de agua, pero aplicados a mayor presión, lo que consigue una
mayor pulverización del agua; no se generarán escorrentías de agua que inunda-
rán o afectarán a las zonas más bajas del edificio.
En este punto, siempre cabe recordar que es mejor un material mojado que uno que-
mado, ya que el primero puede ser recuperable, pero el segundo no.
Aplicación
Hasta la llegada del personal de los Servicios de Extinción de Incendios y Salvamen-
to, y siempre que se trate de un conato o de un incendio incipiente, trataremos de extin-
guirlo o controlarlo por medio de BIE´S (Bocas de Incendio Equipadas).
La BIE es una instalación fija con que han de contar determinados edificios, a los que
por su uso, superficie o altura la Normativa de Protección Contra Incendios se los exige.
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Está ubicada dentro de un armario metálico con puerta de plástico o con tapa de
cristal de poco espesor y fácil de romper. La forman los siguientes elementos: Válvula de
apertura, manómetro, devanadera, manguera y lanza. La válvula abre o cierra el paso del
agua, el manómetro indica la presión (normalmente entre 3 y 5 kg/cm2), la devanadera
abatible sirve para enrollar y desenrollar la manguera y la lanza permite proyectar el agua,
bien como un chorro compacto o en forma de cono, más o menos abierto.
• 45 mm. Tiene una manguera flexible y plana que ha de ser desenrollada com-
pletamente antes de accionar la válvula de apertura. El Reglamento de Instala-
ciones de Protección contra Incendios (RIPCI) les exige una presión mínima de
2 kg/cm2 y un caudal mínimo de 200 l/min. El elevado caudal genera una im-
portante reacción en la punta de lanza, por lo que habrá que extremar el cuidado
en su manejo.
• 25 mm. Tiene una manguera semirrígida enrollada alrededor del eje de la deva-
nadera, lo que permite accionar la válvula de apertura sin necesidad de desenro-
llar completamente la manguera. El RIPCI le exige un caudal mínimo de 100 l/
min; en este caso, la reacción en el extremo de la manguera es considerablemen-
te menor.
Limitaciones
El residuo que deja el polvo ABC puede ser muy difícil de limpiar, sobre todo, de
superficies porosas. Además daña los equipos electrónicos e informáticos.
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Habrán de tenerse presente los efectos que pueda causar su uso sobre bienes de ca-
rácter patrimonial.
Aplicación
Los pasos a seguir en el manejo de un extintor portátil de polvo ABC son los
siguientes:
• Disparo de prueba en una zona segura; así evitaremos entrar en la zona de riesgo
con un extintor que no funcione correctamente.
El Dióxido de Carbono
El anhídrido carbónico o dióxido de carbono (CO2) es un agente extintor que puede
ser utilizado tanto en instalaciones fijas, como en extintores manuales.
En ambos casos se trata de un gas que se almacena en fase líquida y que al salir al
exterior se gasifica, generando una nube blanca de partículas de hielo seco (temperatura
aproximada -70º C). Produce un desplazamiento del oxígeno de la zona incendiada, ex-
tinguiendo principalmente por sofocación, e indirectamente por enfriamiento.
La extinción por medio de CO2 tiene la ventaja añadida respecto al polvo polivalente
ABC de no dejar residuos, por lo que es muy adecuado para proteger salas que alberguen
equipos electrónicos e informáticos, así como espacios que contengan bienes y objetos
susceptibles de sufrir daños por aplicación del polvo extintor.
También es muy adecuado su uso en lugares con tensiones eléctricas elevadas, como
subestaciones o centros de transformación.
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Bibliografía
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