Trabajo de Discapacitados

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Sordomudo

Definición de Sordo, Mudo y Sordomudo.

La persona muda es aquella que no puede hablar a causa


de una discapacidad física o de una lesión en las cuerdas
vocales.
La persona sordomuda es aquella que es sorda de
nacimiento y que padece por ello graves dificultades para
hablar mediante la voz.

Entonces, ¿una persona sorda puede hablar?


Una persona sorda de nacimiento que no haya
desarrollado el habla de pequeña por medio de la
audición puede conseguirlo gracias a la rehabilitación
logopeda. El desarrollo del habla está muy
influenciado por el entorno de la persona sorda, los
padres, familia, amigos…, pero principalmente
depende del esfuerzo de cada uno

Por tanto ya sabemos que una persona sordomuda


es aquella que además de tener una pérdida
auditiva también tiene un problema en las cuerdas
vocales que le impiden hablar con la voz.
Y una persona sorda es aquella que no puede es
oír pero puede aprender a usar su voz. Sus cuerdas
vocales están en perfecto estado y, con esfuerzo e
interés consiguen hablar las lenguas orales casi igual que
cualquier oyente, con la única diferencia de la entonación
que les puede costar más de conseguir.

- “el” Sordo
- Sordito
- Sordomudo

Persona sorda. Persona en situación de discapacidad de


origen auditivo. Las personas Sordas no son necesariamente
mudas, la gran mayoría de ellas que no han desarrollado
lenguaje oral es por falta de acciones de habilitación.

- Defecto de nacimiento:

Situación de discapacidad congénita. Se debe evitar el uso


de conceptos negativos asociados a dificultades en
estructura y función pues estigmatiza y vulnera los derechos
de las personas.

Pérdida de audición y sordera


Se dice que alguien sufre pérdida de audición cuando
no es capaz de oír tan bien como una persona cuyo
sentido del oído es normal, es decir, cuyo umbral de
audición en ambos oídos es igual o mejor que 20 dB.
La pérdida de audición puede ser leve, moderada,
grave o profunda. Puede afectar a uno o ambos oídos
y entrañar dificultades para oír una conversación o
sonidos fuertes.
Las personas «duras de oído» son personas cuya
pérdida de audición es entre leve y grave. Por lo
general se comunican mediante la palabra y pueden
utilizar como ayuda audífonos, implantes cocleares y
otros dispositivos, así como los subtítulos.
Las personas «sordas» suelen padecer una pérdida de
audición profunda, lo que significa que oyen muy poco
o nada. A menudo se comunican mediante el lenguaje
de signos.

Causas de la pérdida de audición y la sordera

Aunque la persona puede verse expuesta a los


factores que se indican a continuación en diferentes
periodos de su vida, será más susceptible a los efectos
de estos durante determinados periodos críticos.
Periodo prenatal
 Factores genéticos: entre ellos, los que provocan
pérdida de audición hereditaria y no hereditaria
 Infecciones intrauterinas: como la rubéola y la
infección por citomegalovirus
Periodo perinatal
 Asfixia perinatal (falta de oxígeno en el momento
del parto)
 Hiperbilirrubinemia (ictericia grave en el periodo
neonatal)
 Bajo peso al nacer
 Otras morbilidades perinatales y su tratamiento
Infancia y adolescencia
 Otitis crónicas (otitis media supurativa crónica)
 Presencia de líquido en el oído (otitis media no
supurativa crónica)
 Meningitis y otras infecciones
Edad adulta y edad avanzada
 Enfermedades crónicas
 Tabaquismo
 Otosclerosis
 Degeneración neurosensorial relacionada con la
edad
 Pérdida de audición neurosensorial repentina
Factores a lo largo de la vida
 Tapón de cerumen (tapón de cera en el oído)
 Traumatismo en el oído o la cabeza
 Ruido/sonido fuerte
 Medicamentos ototóxicos
 Productos químicos ototóxicos en el ámbito
laboral
 Carencia nutricional
 Infecciones virales y otras afecciones del oído
 Retraso en la aparición de la audición o pérdida
progresiva de esta por causas genéticas
Las consecuencias de la pérdida de audición no
tratada
Cuando no se trata, la pérdida de audición afecta
muchos aspectos de la vida de la persona:
 Comunicación y habla
 Cognición
 Educación y empleo: en los países en desarrollo,
los niños con pérdida de audición y sordera rara
vez son escolarizados. Asimismo, entre los
adultos con pérdida de audición la tasa de
desempleo es mucho más alta. Entre los que
tienen un trabajo, el porcentaje de personas con
pérdida de audición que ocupan puestos en las
categorías más bajas es mayor que la media
general de la fuerza de trabajo.
 Aislamiento social, soledad y estigma
 Consecuencias en la sociedad y la economía
 Años perdidos por discapacidad (APD) y años de
vida ajustados en función de la discapacidad
(AVAD)
La OMS calcula que los casos desatendidos de
pérdida de audición representan un coste mundial
anual de 980 000 millones de dólares. Dicha cifra
incluye los costes del sector sanitario (excluyendo el
coste de los dispositivos de ayuda a la audición), los
costes del apoyo educativo, la pérdida de
productividad y los costes sociales. Más del 57% de
esos costes se producen en países de ingresos bajos
y medianos.

Prevención
Muchas de las causas que conducen a una pérdida de
la audición pueden evitarse mediante estrategias de
salud pública e intervenciones clínicas que se realicen
a lo largo del curso de la vida.
Es fundamental prevenir la pérdida de audición a lo
largo del curso de la vida, desde periodos prenatales y
perinatales hasta edades avanzadas. En los niños,
casi el 60% de la pérdida de audición se debe a
causas evitables que pueden prevenirse aplicando
medidas de salud pública. Del mismo modo, las
causas más comunes de pérdida de audición en los
adultos, como la exposición a sonidos fuertes y
medicamentos ototóxicos, son evitables.
Para reducir la pérdida de audición en diferentes
etapas del curso de la vida pueden aplicarse
estrategias eficaces como:
 la vacunación,
 unas buenas prácticas de atención materna y de
puericultura,
 el asesoramiento genético,
 la detección y el tratamiento de afecciones
comunes del oído,
 programas de protección de la audición en el
ámbito laboral, ante la exposición a ruidos y
productos químicos,
 estrategias de escucha segura para reducir la
exposición a sonidos fuertes en entornos de ocio,
y
 el uso racional de medicamentos ototóxicos para
prevenir la pérdida de audición.
Detección y tratamiento
La detección temprana de la pérdida de audición y de
las enfermedades otológicas es fundamental para
poder ofrecer un tratamiento eficaz.
Eso requiere un cribado sistemático para detectar la
pérdida de la audición o una enfermedad otológica en
aquellas personas de mayor riesgo. Estas son:
o Recién nacidos y niños menores de 1 año
o Niños en edad preescolar y escolar
o Personas expuestas al ruido o productos químicos
en el trabajo
o Personas que reciben medicamentos ototóxicos
o Adultos mayores
La evaluación auditiva y el examen del oído pueden
realizarse en entornos clínicos y comunitarios.
Herramientas como la aplicación hearWHO de la OMS
y otras soluciones basadas en la tecnología permiten
detectar enfermedades otológicas y la pérdida de
audición, incluso con formación y recursos limitados.
Para evitar que se produzcan repercusiones negativas,
una vez que se detecta la pérdida de audición es
fundamental comenzar a tratarla lo antes posible y de
manera adecuada.
Las medidas disponibles para rehabilitar a las
personas con pérdida de audición son:
o el uso de tecnologías auditivas, como audífonos,
implantes cocleares e implantes de oído medio;
o el uso del lenguaje de señas y otros medios de
sustitución sensorial, como la lectura de los labios,
el sistema de «deletrear» palabras en la palma de
la mano, el método Tadoma, la comunicación por
signos, etc., y
o la terapia rehabilitadora para mejorar las
habilidades perceptivas y desarrollar capacidades
lingüísticas y de comunicación.
Utilizar la tecnología de asistencia auditiva y servicios
como los sistemas de modulación de frecuencia y de
bucle, los dispositivos de alerta, los dispositivos de
telecomunicaciones o los servicios de subtitulado e
interpretación del lenguaje de señas, puede mejorar
aún más el acceso a la comunicación y la educación
de las personas con pérdida de audición.

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