Didáctica IPLAC - Final

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Didáctica. Autor.

- Colectivo de autores del Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño


( IPLAC ) de Cuba.

INDICE PÁGINAS

Introducción .......................................................................................................................................................... 2

Capítulo I. Principios de la enseñanza .................................................................................................... 5

Capítulo II. El objetivo como punto de partida y premisa pedagógica


general del proceso de enseñanza ........................................................................................... 21

Capítulo III. Contenido de la enseñanza .................................................................................................. 32

Capítulo IV. Los métodos de enseñanza ................................................................................................ 43

Capítulo V. Los medios de enseñanza .................................................................................................... 61

Capítulo VI. Formas de organización de la enseñan. La clase ...................................................... 72

Capítulo VII. La evaluación del proceso de enseñanza .................................................................... 84

1
INTRODUCCIÓN

PRESENTACIÓN GENERAL DE LA DIDÁCTICA

La Pedagogía es la ciencia de la educación, en sentido amplio, pues abarca todos los aspectos
del hecho educativo.

Una de sus ramas es la Didáctica*, tiene como objeto de estudio el proceso de enseñanza-
aprendizaje; en lo que tiene de unidad y en sus diferencias.

La enseñanza comprende dos funciones esenciales: la instructiva y la educativa; las que se dan
en interacción dialéctica, pues como dijera José Martí:

Las cualidades morales saben de precio cuando están realizadas por las
cualidades inteligentes. (J.M tomo XIX, O. Completas, Pág 373)

Para algunos especialistas la didáctica es sólo práctica (empiria), para otros es la unidad de la
teoría y la práctica.

Según Luis Alves de Mattos:

"La Didáctica es la disciplina pedagógica de carácter práctico y normativo que


tiene como objeto específico la técnica de la enseñanza, esto es la técnica de
incentivar y orientar eficazmente a los alumnos en su aprendizaje"(1)

Esta es una concepción francamente neo-positivista. Por supuesto que la Didáctica como
ciencia independiente no es sólo técnica sino que incluye también los necesarios fundamentos
teóricos en que se apoya y el desarrollo de su decursar histórico.

Es objeto a su vez, de la investigación científica, cuyos resultados amplían y enriquecen sus


postulados y los sitúan a la altura de las necesidades de la época.

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(*): En la actualidad las ramas ó partes de la Pedagogía constituyen verdaderas ciencias independientes. Es por
ello, que para algunos especialistas es mejor hablar de Ciencias de la Educación, lo que no implica que la
Pedagogía como ciencia haya perdido su objeto de estudio, sino más bien resulta la integradora de todas
ellas, según el criterio más juicioso. Para Imideo Nérici la Didáctica:

2
Es ciencia en cuanto investiga y experimenta nuevas técnicas de enseñanza, teniendo como
base, principalmente, la biología, la psicología, la sociología y la filosofía. Es arte cuando
establece normas de acción y sugiere formas de comportamiento didáctico, basándose en los
datos científicos y empíricos (..) de la educación; esto sucede porque la Didáctica no puede
separar teoría y práctica. Ambas deben fundirse en un solo cuerpo, procurando la mayor
eficacia de la enseñanza y su mayor ajuste a las realidades humanas y social del maestro (...)

La Didáctica es una disciplina orientada en mayor grado a la práctica, toda vez que su objetivo
primordial es orientar la enseñanza (...)"(2)

Es necesario reflexionar sobre lo planteado por el destacado pedagogo y precisar, en caso que
existan, las limitaciones que pueda presentar su conceptualización.

Al analizar el panorama científico de América Latina en materia educativa, se aprecian


diferentes concepciones o enfoques acerca de la Didáctica. En sentido general, la tendencia
más común, es ecléctica o electiva; aunque también se presenta la de enfoque neo-positivista
y la marxista.

Se aprecian la Didáctica: constructivista, dinámica, crítica, comprometida con el cambio


social"(3), etc., de acuerdo con la teoría del aprendizaje que adopten o los postulados
filosóficos a los que se afilien.

La posición más generalizada es la Didáctica operatoria o constructivista, basada en los


principios esenciales de la teoría psicogénetica de Piaget.

Las aplicaciones de la teoría de Jean Piaget han sido ampliamente utilizados en:

- El diagnóstico y la evaluación del desarrollo intelectual del niño, y de sus aplicaciones


específicas para el estudio.

- En el planeamiento de programas, es decir, en la distribución del contenido de la enseñanza


entre los distintos grados, en correspondencia con el nivel de desarrollo intelectual
alcanzado por el niño.

- En la determinación de los métodos mediante los cuales debe enseñarse a los educandos"(4).

Esta concepción resulta ser la más completamente estructurada y de ahí su amplia recepción
en el ámbito latinoamericano.

En las otras, se enfatizan en unos aspectos más que en otros del proceso docente-educativo.

Así por ejemplo; la "Didáctica dinámica" centra su interés en la movilidad del proceso docente,
proponiéndose vías y métodos que activen el aprendizaje.

3
En el caso de la "Didáctica Crítica" se enfatiza mucho en la formación del "pensamiento
valorativo" en el proceso del aprendizaje; desconociéndose o minimizándose las otras esferas
de la potencialidad humana que es necesario desarrollar integralmente.

El predominio de las teorías cognitivistas señalan el rumbo de hoy de la Didáctica


latinoamericana.

Se busca la formación de la razón, del pensamiento en detrimento de sus formas no lógicas: el


sentimiento, la intuición, la imaginación.

En los últimos años se abre paso el interés por un proceso didáctico más humanista y menos
racionalista; propugnándose la educación participativa, socialmente productiva y liberadora,
lo que aún no se concreta en una didáctica plenamente estructurada.

Por este camino van las cosas en materia de Didáctica en A. Latina.

Referencias bibliográficas

(1):- Luis Alves de Mattos: Compendio de Didáctica General Editorial Kapelusz

(2):- Imideo Nérici: Hacia una didáctica general dinámica. Edit. Kapelusz

(3):- Ver la obra de Francisco Leiva Lea: Didáctica General para una educación comprometida
con el cambio social. Editorial Tipoffset "Ortiz", Ecuador, 1981.

(4):- Colectivo de Autores: Tendencias de la pedagogía burguesa contemporánea. CEPES, M.


Educ. Superior.

4
CAPÍTULO I.
PRINCIPIOS DE LA ENSEÑANZA

... conocer e investigar las cosas mismas, no las observaciones


y testimonios ajenos acerca de ellas (...)

Por lo tanto, la regla será:


I. Todo debe deducirse de los principios inmutables de las cosas.
II. No se debe enseñar nada por la mera autoridad, sino que todo debe exponerse
mediante la demostración sensual y racional.
III. En nada se empleará únicamente el método analítico; la síntesis con preferencia
en todas las cosas.1

1. Acerca de las leyes de la enseñanza

En la práctica diaria, los conceptos ley, principio y regla se usan indiscriminadamente y en no


pocos casos se utilizan como sinónimos. Por ejemplo solemos decir: "Mis convicciones revolu-
cionarias son mis reglas, mis principios, la ley de mi conducta". En el lenguaje científico a veces
ocurre la misma situación y de esta manera, decimos ley de conservación de la materia, pero
también refiriéndonos al mismo fenómeno decimos, principio de conservación de la materia.

Para esclarecer el concepto ley tenemos que acudir a la filosofía, donde este término está
definido en forma precisa al igual que el concepto regularidad, del cual hay que partir para
posteriormente entender qué es una ley. El concepto regularidad como expresión filosófica,
se refiere a las relaciones, vínculos y dependencia generales, esenciales, duraderas que se
repiten entre los fenómenos de la realidad objetiva.

Estas regularidades pueden ser observadas y comprendidas por los hombres, y cuando las
descubren pueden expresarlas mediante teorías, que son precisamente las leyes. De esta
manera, la ley se define como la "conexión interna y esencial de los fenómenos, que condiciona
el desarrollo necesario, regular, de los mismos"2

Las leyes, al igual que las regularidades, se caracterizan por ser objetivas, existen
independientemente de la voluntad del hombre. En la metamorfosis de la rana, por ejemplo,
se manifiestan leyes biológicas, y en las transformaciones sociales se reflejan las leyes del
desarrollo social. La diferencia esencial entre las leyes naturales y las sociales radica en que en
las últimas, estas se manifiestan a través de la conciencia de los hombres.

1 J.A. Comenio: Didáctica Magna, p. 161.


2 M.M. Rosental y P. Indin: Ob. Cit, p. 268.

El problema de las leyes de la enseñanza constituye una de las cuestiones más importantes
para conceptuar a la pedagogía como ciencia. Los investigadores en el área de la educación y

5
la enseñanza estudiando la realidad, descubren las relaciones entre los fenómenos, y en forma
de ley reflejan lo fundamental de ambas áreas.

De acuerdo con las leyes que rigen el proceso de enseñanza, es cierto que la didáctica todavía
no dispone de un sistema de leyes acabado que fundamente este proceso por completo, a
pesar de que la didáctica socialista desde los primeros momentos encaminó sus pasos a
descubrir las relaciones que están presentes en el proceso de enseñanza, y que posibilitan una
dirección acertada del mismo.

Estas relaciones esenciales han sido expresadas por distintos pedagogos. La pedagoga
alemana Ursula Drews, plantea las siguientes relaciones:

1. La relación legítima entre la sociedad, la escuela y la enseñanza. El carácter de la sociedad


socialista determina todo lo que tiene lugar en la enseñanza: los objetivos, el contenido, el
carácter de la dirección de la enseñanza y la forma de la actividad de los alumnos.

2. La relación legítima entre la instrucción, educación y el desarrollo de la personalidad. Esta


expresa la unidad de instrucción y educación de los alumnos en el proceso de enseñanza.

3. La relación legítima entre el desarrollo de cada personalidad y el desarrollo del colectivo. La


esencia está dada en que las personalidades socialistas se desarrollan solamente en el
colectivo, constituyendo esta regularidad un rasgo característico que diferencia a la
pedagogía socialista de la burguesa.

4. La relación legítima entre la dirección de la enseñanza por el profesor y la actividad del


alumno. La enseñanza es un proceso dirigido. En la escuela, la dirección se expresa a través
de los documentos que rigen la política escolar, planes y programas de estudio y por la
actividad de los funcionarios de la escuela y del profesor.

5. Relación entre los objetivos, el contenido y la concepción de la dirección de la enseñanza.


Esta relación expresa el papel rector de los objetivos y el contenido, en la dirección del
proceso de enseñanza.

6. Relación entre las fases de perfeccionamiento y de estabilización en el proceso de


enseñanza. En esta relación se manifiesta la necesidad del trabajo de perfeccionamiento del
proceso de enseñanza, como consecuencia del desarrollo científico y al mismo tiempo, la
necesaria estabilidad de este proceso.

Otros pedagogos como L. Klingberg y Yu.K. Babanski también han formulado una serie de
leyes que actúan en el proceso de enseñanza.

2. Los principios y las reglas de la enseñanza

La utilización de una ley social exige la formulación de normas generales que dirijan la actividad
del hombre. Estas normas generales se denominan principios.

6
L. Klingberg en la obra citada expresa de la siguiente manera el concepto principio de la
enseñanza: "Los principios didácticos son aspectos generales de la estructuración del
contenido organizativo-metódico de la enseñanza, que se origina de los objetivos y de las leyes
que los rigen objetivamente." Por su parte M.A. Danilov los define como "...categorías de la
didáctica que definen los métodos de aplicación de las leyes de la enseñanza, en
correspondencia con los fines de la educación y la enseñanza..."

El término principio de la enseñanza no es una categoría especulativa, sino que surgió como
generalización de la práctica de la enseñanza y como vimos, esta refleja las leyes objetivas que
se manifiestan en el proceso de enseñanza.

El primero que formuló un sistema de regularidades pedagógicas fue el pedagogo J.A.


Comenio. Consideró que al estar el hombre supeditado a las leyes universales, estas también
influían en la enseñanza, determinando una serie de regularidades ante las cuales la enseñanza
se subordinaba.

K.D. Ushinski queriendo establecer las diferencias entre las leyes científicas y las reglas
prácticas, planteó que la educación tiene sus leyes objetivas, las cuales el pedagogo debe
conocer para realizar su actividad de manera racional;"...lo más importante, no es conocer la
regla, sino conocer aquellos fundamentos científicos de los cuales surgen las reglas..."

Otro ejemplo clásico de la preocupación por expresar los principios de la enseñanza, aparece
en el pedagogo alemán Adolfo Diesterberg, quien enunció treinta reglas didácticas, divididas
de acuerdo con su relación con el alumno, con los materiales, con las condiciones de la
enseñanza y con el maestro. Este pedagogo advirtió que esa división no era absoluta, que un
grupo de prin-
cipios podía convertirse en otros; esta importante idea no la desarrolló, sin embargo, fue el
primero en hacer referencia a la relatividad de las reglas y no al aspecto contradictorio que
existe entre ellas.

3. Sobre el sistema de principios de la enseñanza

Los principios de la enseñanza forman un sistema. Esta afirmación la haremos partiendo de la


consideración siguiente: cada principio cumple determinados objetivos en la enseñanza los
objetivos de un principio particular se subordinan a los objetivos de todo el sistema de
principios y la omisión de uno de ellos afecta todo el sistema, es decir, al buen funcionamiento
de la enseñanza.

Un profesor que al explicar el tema sobre la presión atmosférica no tiene en cuenta el principio
de la relación de la teoría con la práctica, incumple también los principios del carácter científico
y educativo de la enseñanza, el del carácter consciente y activo de los alumnos bajo la guía del
profesor, el de la asequibilidad, el de la unión de lo concreto y abstracto, y demás.

Los principios de la enseñanza forman pues un complejo sistema que debe ser
observado en su integridad.

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Conocemos que muchos autores formulan los principios de la enseñanza de distintas maneras,
y a veces produce cierto descontento que el número de principios en los distintos textos no
coincide. Al respecto. L. Klingberg en la obra mencionada expresa que lo determinante para
establecer un sistema de principios didácticos no es la cantidad ni la forma en que han sido
formulados, sino considerar una serie de criterios como son la necesidad de que el sistema de
principios de la enseñanza debe atender a las leyes esenciales de la enseñanza, responder a
las necesidades de la política escolar y de la práctica docente, entre otros."6 De acuerdo con
esto, los distintos sistemas de principios de la enseñanza planteados en los textos de didáctica,
incluyen aquellos principios que incuestionablemente responden a determinada
regularidades de la enseñanza, como son la indispensable sistematización de la enseñanza, la
necesidad de su dirección, la vinculación de la enseñanza con la práctica, con la vida; la
formación de la personalidad dentro del colectivo, etcétera.

Otro problema lo constituye la forma de agrupar los principios y la determinación de un


principio rector. En relación con lo primero, actualmente algunos pedagogos como M.A.
Danilov prefieren agrupar por pares los principios del sistema. El autor fundamenta su
consideración en la existencia de contradicciones en los principios cuando se comparan entre
ellos; así el principio del carácter científico se encuentra en contradicción con las exigencias
de la accesibilidad en cuanto a los logros más altos de la ciencia con los niveles elementales
de la enseñanza; la sistematización de la exposición científica está limitada por ciertos
elementos presentes en la asignatura, como la repetición, la fragmentación, etc.
Opina por lo tanto M.A. Danilov que en interacción estos principios posibilitarán a los
pedagogos hallar la forma adecuada, para dirigir el proceso de enseñanza de modo que se
satisfagan tanto el principio del carácter científico como el de la accesibilidad.

En cuanto a la posibilidad de hallar el principio rector de la enseñanza, creemos que un paso


de avance hacia esto es el análisis por pares de los principios; sin embargo, esto no es fácil,
pues supone por una parte establecer una jerarquización de los principios y por otra parte
descubrir las relaciones con el resto de los principios que constituyen el sistema. Cuando
analizamos los criterios de los distintos pedagogos en relación de un principio rector, el primer
lugar lo ocupa el principio del carácter científico.

Nosotros en nuestra explicación analizaremos el siguiente sistema de principios de la


enseñanza:

- principio del carácter educativo de la enseñanza,

- principio de carácter científico de la enseñanza,

- principio de la asequibilidad,

- principio de la sistematización de la enseñanza,

- principio de relación entre la teoría y la práctica,

- principio del carácter consciente y activo de los alumnos bajo la guía del profesor,

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- principio de la solidez en la asimilación de los conocimientos, habilidades y hábitos,

- principio de la atención a las diferencias individuales dentro del carácter colectivo del
proceso docente-educativo,

- principio del carácter audiovisual de la enseñanza: unión de lo concreto y lo abstracto.

4. Principio del carácter educativo de la enseñanza

El principio del carácter educativo de la enseñanza se fundamenta en la ley del proceso de


enseñanza que expresa la unidad de la instrucción y la educación. Esto quiere decir que
siempre que se instruya se educa a la vez; ambos procesos constituyen una unidad dialéctica
en la formación de la personalidad de los escolares. Sin embargo, debemos insistir en que estos
procesos no son idénticos, por lo tanto no son sustituibles. El rasgo característico de la
instrucción es la adquisición de conocimientos, el desarrollo de habilidades, mientras que el
proceso educativo va dirigido a la formación de cualidades de la personalidad como son la
moral y la conducta. De esta manera, cada uno de ellos tiene sus métodos, contenido y formas
de organización.

No obstante, como expresáramos, ambos procesos se unen, y esto se explica si tenemos en


cuenta que el proceso de formación de la conducta de los escolares se realiza sobre la base de
los conocimientos.

Así, por ejemplo, los conocimientos que adquieren los escolares en las conferencias y
actividades de laboratorio de la asignatura Química, favorecen el desarrollo de cualidades
tales como la exactitud, la perseverancia, la observación y la objetividad.

Por último, no podemos dejar de señalar la importancia del ejemplo vivo del profesor en el
trabajo educativo. La fuerza de sus planteamientos, su emotividad, y sus firmes convicciones,
su propio ejemplo que desempeña un papel importante en las clases que diariamente imparte.

5. Principio del carácter científico de la enseñanza

El principio del carácter científico de la enseñanza expresa la necesidad de que en la selección


del contenido de enseñanza se incluyan los resultados del desarrollo de la ciencia y la técnica
y por consiguiente, no se dé cabida a conocimientos anticientíficos.

En la explicación de la esencia de este principio, no podemos dejar de abordar un aspecto


implícito en este: la Revolución Científico-Técnica. El extraordinario aumento del volumen de
realización en la ciencia y la técnica, ocurrido en los últimos años, fenómeno que continúa
produciéndose a una velocidad vertiginosa, incide directamente en la labor de la escuela,
planteándole un gran problema: ¿Cómo resolver la contradicción entre el volumen de
información y el tiempo de estudio necesario para la formación de los alumnos, el cual no debe

9
tender a aumentarse? La respuesta lleva a la consideración de dos aspectos: la necesidad de la
selección del contenido científico y la adopción de métodos de trabajo independiente.

El segundo aspecto lo abordaremos en el capítulo sobre métodos de enseñanza. Relativo al


primer aspecto, sí queremos exponer dos consideraciones básicas, pues el principio del
carácter científico de la enseñanza implica la selección cuidadosa del contenido de enseñanza.

La primera cuestión a considerar en la selección del contenido científico, es qué contenido


científico, es el que debemos seleccionar. Está claro que la selección debe hacerse sobre la
base de aquellos conocimientos cuya validez científica es incuestionable. Aquellos que todavía
no han sido sometidos al rigor de la comprobación y están en proceso de formación no deben
incluirse, salvo para ilustrar determinadas cuestiones.

La segunda consideración es con respecto a la actualización de los conocimientos científicos


que deben ser objeto de enseñanza. La ciencia tiene un determinado volumen de
concepciones estables que no pierden vigencia como es el caso de la determinación de las
dimensiones de la Tierra; pero, algunas concepciones pierden valor y son sustituidas por otras
más avanzadas, por ejemplo, cuando estudiamos el origen y evolución geológica de Cuba, la
hipótesis de que esta surgió del fondo de los mares ha perdido su validez, y hoy se explican
otras más confiables.

Cuando hablamos de las reglas que el principio del carácter científico le plantea al profesor
debemos expresar que por la relación tan estrecha que existe entre este principio y el del
carácter educativo de la enseñanza, las reglas que expusimos, para dar cumplimiento a este
último, son válidas para el principio del carácter científico. No obstante, estimamos pertinente
analizar otras que se vinculan directamente con este.

Apreciar el objeto en sus múltiples relaciones y desde ángulos distintos. Esta regla suscita en
el profesor la necesidad de presentar el objeto del conocimiento desde los distintos puntos de
vista posibles, cuestión que evita el mecanicismo en el aprendizaje. Además de esto, es indis-
pensable que el profesor dirija la atención de los estudiantes de modo que establezcan las
relaciones del objeto con otros objetos y fenómenos con los cuales se corresponden. Cuando
el profesor tiene en cuenta la exigencia de esta regla, contribuye a desarrollar en los
estudiantes el pensamiento dialéctico.

Mostrar los mejores ejemplos, ideas y hechos. El éxito en la enseñanza, en gran medida
depende de la forma en que el profesor ha organizado la actividad cognoscitiva de los
estudiantes, para la apropiación de los conocimientos científicos. Ante todo, es importante que
el profesor seleccione los mejores y más representativos ejemplos, hechos y fenómenos de la
realidad que permitan hacer las generalizaciones que subyacen en el concepto. El principio del
carácter científico, en síntesis, exige del profesor organizar el tránsito del fenómeno a la
esencia, de la observación de los elementos externos a la asimilación de lo interno.

Conocer la historia del fenómeno objeto de estudio. Aplicar esta regla desempeña un papel
preponderante en el carácter científico de la enseñanza, ya que toda generalización debe ser
reflejo de la vía histórica del desarrollo de la naturaleza y de la sociedad. De ahí la eficacia de

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que el profesor mencione en su enseñanza el desarrollo histórico del conocimiento objeto de
estudio.

Esta regla es indispensable en los niveles superiores de la enseñanza. Revelar las


contradicciones de los objetos y fenómenos que se estudian. Los alumnos cuando se percatan
de las contradicciones existentes en el fenómeno objeto de estudio, y perciben que no poseen
los conocimientos y procedimientos para resolver situación presentada se sienten más
motivados para resolver la contradicción que los llevará a apropiarse de un nuevo
conocimiento.

6. Principio de la asequibilidad
El principio de la asequibilidad de la enseñanza constituye uno de los principios más antiguos
al cual hicieron referencia los pedagogos J.A. Comenio K.D. Ushinski y A. Diesterberg.
Comenio en su Didáctica Magna escribió: "...Enseñe todo conforme a la capacidad, que
aumenta con la edad y adelanto de los estudios."
De las consideraciones anteriores se pueden inferir que la esencia del principio de la
asequibilidad de la enseñanza está dada en el reconocimiento por parte del profesor, de las
particularidades de la edad de los estudiantes, del nivel de desarrollo de sus habilidades y
capacidades, de la experiencia acumulada, que lo orientan en la organización y conducción del
proceso de enseñanza. Hay que aclarar que la asequibilidad de la enseñanza no es de ninguna
manera una enseñanza fácil que no implique dificultades, tampoco es ir más allá de las
posibilidades reales de los estudiantes. La asequibilidad de la enseñanza consiste justamente
en presentar dificultades a los escolares y enseñarlos a erradicarlas. Luego, debe quedar claro
que en las condiciones actuales este principio no se ciñe a tener en cuenta las características
de la edad de los escolares, sino además, atiende aspectos tales como: la habilidad del profesor
para relacionar el nuevo conocimiento con los mecanismos del pensamiento de los es-
tudiantes. Aun observando esto, se puede dar la situación de que el nuevo conocimiento no
exija nuevas operaciones mentales y en este caso el estudiante no experimenta ninguna
dificultad. Pero se puede dar otra situación que si ofrece dificultades a los estudiantes, y es
cuando el conocimiento exige poner en juego nuevos procedimientos intelectuales, nuevos
razonamientos.

Por ejemplo: cuando explicamos a los alumnos el tema "Los primitivos pobladores de Cuba",
les presentamos las características de los pueblos agricultores-ceramistas y de los
recolectores-cazadores-pescadores. Después de estudiar ambos grupos - cómo vivían, qué
hacían, etc. - les indicamos la realización de una actividad que les condujo a establecer una
comparación entre ambos para determinar cuáles eran más adelantados.
Esa actividad implica que el niño tenga que ejecutar una nueva operación del pensamiento
lógico: de aspectos que ya le explicamos la comparación, y por tanto, partiendo, -lo conocido-,
el alumno podrá; a través de la comparación, arribar a un nuevo conocimiento o conclusión:
los pueblos agricultores-ceramistas eran más adelantados que los recolectores-cazadores-
pescadores.

La dirección acertada del proceso de enseñanza favorece la asequibilidad, y hace posible


materializar la idea que la enseñanza se adelanta al desarrollo, preconizado por el psicólogo
soviético L.S. Vigotski.
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Como plantea M.A. Danilov:

“La ampliación de las posibilidades cognoscitivas de los alumnos se produce en el proceso de


complejidad paulatina de aquellas tareas docentes y prácticas que se le dan a resolver durante
el transcurso del proceso docente y que ponen en tensión sus fuerzas intelectuales y
físicas. La correcta determinación del grado y el carácter de las dificultades en el proceso
docente, constituye el método principal en las manos del maestro para generar la fuerza
motriz del estudio y ampliar las posibilidades cognoscitivas de los alumnos."

7. Principio de la sistematización de la enseñanza

La enseñanza es por su esencia una actividad sistemática que se aparta de toda improvisación,
y que responde a una adecuada planificación.

J. A. Comenio en su tiempo se refirió a este principio, en su Didáctica Magna escribió:

“Y todo por sus indisolubles grados, de modo que lo de hoy sirva para afianzar lo de ayer y abrir
el camino a lo de mañana".

La aplicación en este principio por parte del profesor requiere en primer lugar, dar respuesta
a la siguiente pregunta: ¿hasta qué punto hay que tener en cuenta en la enseñanza, el sistema
de conocimientos de la ciencia que le sirve de base a mi asignatura? El sistema de
conocimientos de la ciencia y el de la asignatura no se corresponden por completo. El sistema
de conocimientos de la asignatura se determina también por otros factores: edad de los
estudiantes, nivel de desarrollo y exigencias sociales, entre otros.

Los estudiantes de secundaria básica o de preuniversitario, por ejemplo, no estudian tan


profundamente el contenido de las distintas ciencias, ni el contenido se ordena y se presenta
a los estudiantes en la misma secuencia.

Otra exigencia de este principio: la necesaria planificación del proceso docente-educativo y al


mencionar este requerimiento, hacemos referencia a todos los documentos normativos,
planes de estudio, programas, indicaciones metodológicas y el plan de clase. Este último
constituye el documento básico que garantiza el trabajo sistemático del profesor, sin el cual
no es posible la realización de una enseñanza efectiva, por cuanto este le permite ordenar por
etapas o pasos el proceso docente.

Dar cumplimiento al principio de la sistematización de la enseñanza consiste en que los


estudiantes no solo se apropien de un sistema de conocimientos, sino también, desarrollan un
pensamiento integrado por las distintas operaciones lógicas: análisis, síntesis, generalización,
abstracción, inducción y deducción.
Un aspecto importante de este principio se refiere al análisis estructural del contenido de la
enseñanza. Este análisis nos permite determinar qué conocimientos, habilidades y hábitos son
esenciales, qué conocimientos tienen el carácter propedeútico y cuales sirven de base a otros
conocimientos.

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El contenido esencial se presenta como líneas directrices del programa y por consiguiente, de
la actividad del profesor y de los estudiantes, lo que le da un carácter de obligatorio
cumplimiento.

El análisis estructural del contenido de enseñanza es una consecuencia directa del incremento
del volumen de la información científica, que reclama la determinación precisa de los
conocimientos fundamentales que los alumnos deben apropiarse.

El principio de la sistematización demanda la articulación de todos los eslabones del proceso


de enseñanza, la apropiación de nuevos conocimientos, consolidación, aplicación y evaluación.
Entre las reglas para la aplicación de este principio se destacan las siguientes:

- Planificar las clases en sistema, de modo que se articulen racionalmente todos los eslabones
del proceso.

- Desarrollar el pensamiento de los alumnos teniendo en cuenta todos los procesos lógicos.

- Analizar el contenido de cada tema de manera que se manifiesten las ideas esenciales y las
que sirven sólo para introducir un nuevo conocimiento.

8. Principio de la relación entre la teoría y la práctica

Este principio está íntimamente enlazado con el anterior, pues como dijimos no se trata
solamente de que los estudiantes se apropien de un sistema lógico de conocimientos, sino que
puedan aplicarlos para resolver las necesidades de la producción y los servicios.

Este principio, como norma reguladora de la conducta de los hombres, halló expresión
concreta en la pedagogía cubana. .

En la base de este principio subyace la teoría del conocimiento, en la cual la práctica ocupa un
lugar importante, teniendo esto en cuenta, el principio de la relación de la teoría y la práctica
exige que el profesor no solo brinde a los estudiantes la oportunidad de hacer determinadas
elaboraciones teóricas, sino también la de enfrentarse a la actividad práctica: manejar,
instrumentos y equipos y aplicar los conocimientos.

La enseñanza que ofrecen los profesores de avanzada, lleva a los estudiantes a resolver
operaciones con determinado nivel de complejidad (teórico), pero no se queda en este nivel,
sino que va más allá, y los alumnos pueden resolver problemas prácticos como los que se
presentan en la producción.

La práctica en la enseñanza tiene diversas formas: clases prácticas, tareas, que realizan los
estudiantes en los cuadernos de ejercicios prácticos, de Matemática, Geografía, Español,
Idioma, etc.; excursiones, donde los estudiantes aprecian el fenómeno objeto de estudio en su
propio medio o condiciones originales; prácticas pre-profesional, que es un valioso medio para
aplicar los conocimientos con verdadera creatividad.

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La esencia del principio de la unidad de teoría y la práctica ha llevado a algunos pedagogos a
denominar este principio como principio de la vinculación de la escuela con la vida. Por último,
es preciso plantear que considerar este principio constituye una de las exigencias del principio
del carácter científico y educativo de la enseñanza, ya que solo cuando los estudiantes pueden
utilizar los conocimientos para resolver los problemas de la vida, aumenta ante ellos el valor
de ciencia, y se educarán conscientemente para colaborar en la construcción de la sociedad.

Como regla que ilustre la aplicación del principio citamos las siguientes:

- Aplicar los conocimientos teóricos a situaciones prácticas y argumentar teóricamente las


realizaciones prácticas.

- En la explicación del contenido, ejemplificar las posiciones teóricas con situaciones prácticas.

- Vincular la enseñanza con distintas situaciones que reflejen los problemas y logros de
nuestra sociedad.

9. Principio del carácter consciente y activo de los alumnos bajo la guía del profesor

La construcción de la sociedad cubana requiere de ciudadanos con conocimientos,


capacidades y firmes convicciones. De ahí el valor de este principio como punto de partida
para la actividad del profesor y de los estudiantes. Al abordar su explicación, tenemos que
hacer referencia a dos elementos que constituyen a nuestro juicio la esencia del principio: la
asimilación consciente de los estudiantes en la clase y el desarrollo de la actividad
cognoscitiva.

El primero de estos elementos, la asimilación consciente del contenido de la clase por los
alumnos, es condición fundamental del aprendizaje. A veces los estudiantes realizan un
aprendizaje mecánico por deficiencias en la organización y conducción del proceso de
enseñanza; por eso es importante que el profesor tenga presente que no se trata de que los
estudiantes recuerden simplemente lo que él explica, sino que reflexionen sobre lo que deben
hacer.

Un medio excelente para producir esta reflexión es exponer a los estudiantes situaciones que
presentan contradicciones. A veces los escolares no pueden apropiarse del contenido porque
no se les propone como una situación que tienen que resolver. Para entender un tipo de tarea
así, es necesario que los alumnos determinen los datos que condicionan la solución del
problema, para después hallar la forma de razonamiento adecuada. en esto un lugar principal
lo ocupa la correspondencia entre los hechos concretos y la teoría, de modo que los alumnos
comprendan que los hechos sin teoría en que se fundamenten no tienen sentido, y que por el
contrario, la teoría que no se apoya en los hechos, en la vida, es limitada.

Algunas veces los estudiantes mantienen una actitud indisciplinada en la clase y no la atienden,
lo cual perjudica la asimilación consciente. La indisciplina que se manifiesta en el contacto del
escolar con la escuela, con las clases, con los maestros evidencia una relación negativa de los
estudiantes con la enseñanza. El carácter consciente del aprendizaje supone, ante todo, la
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formación de intereses cognoscitivos, los cuales se entrelazan con el contenido de la
enseñanza y es que los alumnos participan conscientemente en clase cuando el contenido de
las asignaturas es interesante para ellos, y esto depende en gran medida del profesor y de su
estilo de trabajo.

El segundo elemento, el desarrollo de la actividad cognoscitiva, se basa en el hecho de que la


psique no es reflejo pasivo de la realidad, sino que por el contrario, tiene un carácter muy acti-
vo, por tanto, solo con la participación activa del estudiante en el proceso de enseñanza es
posible que comprenda los conocimientos, y los pueda aplicar creadoramente.

La actividad cognoscitiva en el proceso de enseñanza abarca distintos niveles: el más alto es


en el que los alumnos trabajan independientemente tanto en la actividad intelectual como
manual; en el nivel más bajo, la atención de los estudiantes no se mantiene estable, no pueden
concentrar su atención por largo rato en la explicación del profesor o en la lectura del texto,
no tienen intereses cognoscitivos desarrollados; por regla general, estos alumnos asimilan
mal. Entre uno y otro nivel existen niveles intermedios por los que deben transitar los
estudiantes hasta alcanzar el nivel considerado más alto.

La dirección acertada del proceso de enseñanza por parte del profesor, permite encontrar
medios y vías para elevar la actividad cognoscitiva de los alumnos.

Por el papel que desempeña el profesor en la asimilación consciente de los alumnos, en este
principio se entrelazan la actividad de los escolares con la dirección que el profesor realiza del
proceso de enseñanza; por tanto, podemos afirmar que la actividad consciente y viva de los
estudiantes en clase, solo es posible bajo la dirección acertada del profesor.

Entre las reglas para la aplicación del principio presentamos las siguientes:

- Propiciar la participación de los alumnos en la clase.

- Emplear métodos de trabajo independiente.

- Utilizar convenientemente el aspecto interesante y útil de los conocimientos.

10. Principio de la solidez en la asimilación de los conocimientos, habilidades y hábitos

Este principio exige, por parte del profesor, dirigir el proceso de enseñanza de manera que en
la mente de los estudiantes perduren los conocimientos. Por la importancia tan relevante de
la consolidación, estimada como elemento que está presente o se interrelaciona con todas las
funciones didácticas - apropiación de nuevos conocimientos, ejercitación, aplicación y evalua-
ción, así como por fundamentarse en regularidades pedagógicas y psicológicas, la solidez en la
asimilación de los conocimientos ha devenido principio de la escuela cubana.

Al explicar este principio, debemos empezar reconociendo la estrecha conexión que tiene con
el principio abordado con anterioridad, el de la asimilación consciente del contenido por parte
de los alumnos bajo la dirección del profesor, y con el principio del carácter audiovisual de la
15
enseñanza. La relación con el primero se explica por cuanto, mientras más consciente y viva
sea la participación de los alumnos en la apropiación de los conocimientos, más firmes y
perdurables se mantendrán estos conocimientos en los alumnos. Al explicar su relación con el
principio de carácter audiovisual de la enseñanza, aún no abordado por nosotros, podemos
anticiparnos y señalar que una de las aristas de la esencia de este principio está dada en
transmitir a los estudiantes ideas concretas mediante la utilización de los distintos medios de
enseñanza; por tanto, si los alumnos cuando estudian determinado objeto y fenómeno pueden
percibirlo, es lógico que el conocimiento sea más duradero.

Generalmente el profesor relega a un segundo plano la consolidación y se preocupa más por


proporcionar nuevos conocimientos. En este tipo de profesor, la sistematización, repetición,
ejer-citación y revisión, no ocupan lugar. Sin embargo, por mucho que adelante, como señala
L. Klingberg, no adelantará en realidad porque en la enseñanza hay que asegurar la
"retaguardia didáctica".

La consolidación es una necesidad motivada por el proceso de olvido. Las investigaciones


realizadas en esta esfera nos proporcionan distintos resultados valiosos. Acabamos de
manifestar que la asimilación consciente permite asimilar más firmemente los conocimientos.
Sin embargo, a pesar de estos, las investigaciones demuestran que el proceso de olvido es más
rápido y fuerte inmediatamente después del proceso de asimilación, y con posterioridad opera
con más lentitud. Esta regularidad es necesario que el profesor la atienda para que establezca
en el momento oportuno los mecanismos de consolidación.

Por otra parte, es incuestionable que el olvido es más profundo cuando el material no es
significativo para el estudiante. Se ha probado que cuando una persona considera algo
importante no lo olvida o demora más en olvidarlo.

El proceso de olvido se relaciona con el volumen del material que se debe recordar. Como
demuestran investigaciones realizadas, la cantidad de conocimientos que se conservan
después de un determinado tiempo, se encuentra en relación inversamente proporcional al
volumen del material. Se desprende que es importante dosificar el material de estudio.

También se sabe que los diversos tipos de conocimientos se olvidan de manera distinta. Se
recuerdan mejor los principios y teorías y se recuerdan menos lo singular, lo particular y
menos aún el contenido textual. Se conserva en la memoria el material que tiene un carácter
más generalizador.

Por la trascendencia de la consolidación de los conocimientos y habilidades de los alumnos,


todo profesor tendrá en cuenta lo siguiente:

- Relacionar el nuevo conocimiento con los ya asimilados, con los cuales tiene conexión.
- Activar el pensamiento de los alumnos mediante la formulación de preguntas.
- Destacar las ideas esenciales del material de estudio, así como dividir el contenido de modo
de que tenga una extensión lógicamente asimilable.
- Presentar en la clase de apropiación de nuevos conocimientos los aspectos esenciales de
manera que en las clases de ejercitación y aplicación de los conocimientos, estos puedan ser

16
ampliados y profundizados. Señalar trabajos independientes para que los alumnos apliquen
sus conocimientos y habilidades.
- Emplear distintas formas y métodos para la consolidación.

Por último y a manera de ejemplo, describimos a continuación algunas formas de


consolidación utilizadas por un profesor de Geografía Económica en el tema sobre la industria
minera:

Orienta localizar en el mapa las zonas mineras ya estudiadas;

Relaciona los yacimientos minerales con las rocas que le dan origen;

Indica la lectura en el texto de los principales conocimientos abordados en la clase.

11. Principio de la atención a las diferencias individuales dentro del carácter colectivo del
proceso docente-educativo

El principio de la atención a las diferencias individuales sobre la base del carácter colectivo de
la enseñanza, tiene su fundamento en la regularidad, de la interrelación existente entre
la colectividad y las individualidades.

A.S. Makarenko expresó:

¨ Digno de nuestra época y de nuestra revolución, de la tarea organizativa, puede ser solo
la creación de un método que considere lo común y lo particular, que a cada personalidad
le dé la posibilidad de desarrollar sus particularidades, conservar su individualidad.
Semejante tarea sería en absoluto superior a las fuerzas de la pedagogía, si no fuera por
el marxismo que resolvió hace tiempo el problema de la personalidad en el colectivo ¨.

El principio objeto de nuestro análisis reconoce la necesidad de instruir y educar a los


estudiantes en el colectivo para el colectivo, sin perder de vista la atención a sus diferencias
individuales.

El tratamiento frontal del contenido en la clase por parte del profesor, tiene incuestionables
ventajas como son: la posibilidad de impartir el material de estudio a un determinado número
de estudiantes, la economía de tiempo y la racionalización en la utilización de los distintos
medios, entre otros. No obstante, sucede que no todos los alumnos avanzan al mismo ritmo y
algunos adelantan más cuando otros se retrasan. De esto se desprende la necesidad de
atender a las características individuales de los alumnos, sin perder de vista el trabajo
colectivo.

Las diferencias individuales de los alumnos no solo aparecen en su desarrollo físico, sino
también en el nivel de desarrollo de sus capacidades, en los procesos de excitación e inhibición,
los cuales en cada individuo tienen características propias, en el temperamento, en los
procesos psíquicos como la percepción, la observación, la memoria, el pensamiento, y el
lenguaje, y en la dirección moral de la personalidad.

17
Estas diferencias individuales desempeñan un papel importante en el trabajo de enseñanza y
aprendizaje; sin embargo, lamentablemente algunos profesores no tienen en cuenta las
diferencias individuales de sus alumnos y por consiguiente no actúan en consecuencia.

El principio de la atención a las diferencias individuales dentro del carácter colectivo del
proceso docente-educativo se manifiesta cuando el profesor procede como se explica
seguidamente.

En primer lugar, el profesor debe conocer cabalmente a cada uno de sus alumnos: sus
dificultades, posibilidades, intereses, pues sin este conocimiento no es posible ningún trabajo
individual.

Si un profesor desconoce que determinado alumno tiene dificultades auditivas o visuales, no


lo podrá ayudar, y el estudiante corre el riesgo de convertirse en un retrasado escolar. De igual
manera ocurrirá si un alumno tiene problema con los procedimientos de análisis para hallar,
por ejemplo, las ideas centrales de un texto, y el profesor está al margen de esta situación.

En la formulación de preguntas en la clase, el profesor tendrá presente las diferencias


individuales de sus alumnos y a lo más aventajados les hará preguntas más difíciles que a los
menos aventajados y evitará así la formación de complejos en alumnos estudiantes.

En resumen, para que tenga éxito el aprendizaje de los estudiantes, el profesor debe atender
las diferencias individuales y a la vez, aprovechar todas las posibilidades de desarrollo que
existen en el colectivo.

12. Principio del carácter audiovisual de la enseñanza: unión de lo concreto y lo abstracto

El principio del carácter audiovisual de la enseñanza, denominado también de la percepción


directa, del carácter intuitivo de la enseñanza o principio de la relación de lo concreto y lo
abstracto, constituye uno de los principios tradicionales referido por los primeros pedagogos.
J.A. Comenio, J.J. Rousseau y K.D. Ushinski, entre otros, destacaron la importancia del
carácter intuitivo de la enseñanza. En el capítulo XX de la Didáctica Magna, Comenio escribió:

¨ Es necesario que el conocimiento empiece por los sentidos (cierto es que nada hay en el
entendimiento que antes no haya estado en el sentido). ¿Por qué, pues, ha de darse
comienzo a la enseñanza por la narración verbal y no mediante la inspección de la cosa?.
Después; una vez presentada la cosa, venga la narración para explicar más profundamente
lo expuesto"

Aunque la esencia del principio no ha cambiado, el fundamento gnoseológico de este, que se


desprende como unilateral de la explicación dada por los primeros pedagogos, adquiere su
carácter científico en la elaboración que posteriormente hace la didáctica. Encontramos que
N.K. Krupskaia también le concedió gran importancia a este principio y advierte también el
carácter relativo y a la vez contradictorio de lo concreto:

18
Es posible decir, que lo más emotivo para el niño es el material concreto. Pero ¿qué significa
material "concreto"?. El concepto concreto cambia junto con la edad. Para el niño de la más
temprana edad, lo concreto será aquel material que él puede percibir, olfatear. Para el niño de
mayor edad será el material que le da determinada, imagen -descripción viva. Y para el niño de
edad todavía mayor, lo concreto se consigue solo con los hechos de la realidad objetiva. Con
otras palabras lo que es concreto para una edad es por entero incomprensible y no concreto
para otras edades. Enseñar para cada edad, para cada nivel, seleccionar el material concreto
que será orgánicamente relacionado con la experiencia del niño, es para nosotros muy
importante.

La teoría del conocimiento dialéctico materialista al proporcionar a este principio su


fundamento gnoseológico, ha hecho posible la interpretación científica que consiste en no
verlo solo como la percepción de los objetos y fenómenos de la realidad o de sus
representaciones, sino como la necesaria interrelación de lo concreto y lo abstracto.

Es indiscutible que la observación directa es de gran importancia, pues le proporciona al


alumno un conocimiento auténtico, por eso, tradicionalmente, se ha acentuado este aspecto
que desempeña un papel preponderante en el aprendizaje, sobre todo en los escolares
pequeños, de ahí la importancia de los medios de enseñanza en la apropiación de los
conocimientos.

Como sabemos, existen distintos medios de enseñanza que facilitan la observación directa del
objeto de estudio:

- los objetos reales: plantas, animales, distintos materiales, etcétera; la representación de los
objetos: modelos de cuerpo humano, de animales y de otros objetos;

- medios gráficos: dibujos, tablas, esquemas, gráficos, las cuales muestran a los estudiantes las
relaciones de los fenómenos;

- la palabra: descripción, ejemplificación, que pueden proporcionar representaciones con una


fuerte carga emotiva;

- el cine, la radio, la televisión, los cuales proporcionan la percepción de hechos y fenómenos


en su dinámica.

Es necesario exponer que la percepción que facilitan cualesquiera de estos tipos de medios,
hasta la de los objetos más concretos como son los objetos reales, se manifiesta en unidad con
el pensamiento abstracto, lo que cambia es el carácter de la actividad cognoscitiva del
estudiante.

Por ejemplo, existen diferencias entre el aprendizaje que realiza un escolar cuando observa el
esquema de la flor. El esquema es una representación gráfica donde necesariamente no se
tienen que manifestar todos los elementos de la flor; además, esta adquiere una forma
estática, por lo tanto, implica mayor poder de abstracción.

19
Pero no siempre en la enseñanza el punto de partida es el objeto y el fenómeno real o su
representación; también se parte de conceptos y teorías ya asimiladas por los estudiantes.

En Matemática, cuando se presenta el concepto de un nuevo campo numérico, se parte del


campo numérico que hasta ese momento conoce el estudiante.

Por último, debe quedar claramente establecido que el principio del carácter audiovisual de la
enseñanza solo es posible interpretarlo en su relación con la unidad de lo concreto y abstracto
y como consecuencia lógica de la teoría de conocimiento. éste basamento hace factible que los
alumnos realicen un aprendizaje exitoso.

En la aplicación de este principio son valederas las reglas siguientes:

- Desarrollar la capacidad de observación de los alumnos.

- Utilizar en la enseñanza la experiencia de los alumnos.

- Emplear convenientemente los procesos analítico, sintético, inductivo y deductivo.

- Realizar una buena selección de los medios de enseñanza.

Conclusiones

Una de las tareas fundamentales de la didáctica comprende el estudio profundo de las


regularidades y leyes del proceso de enseñanza. Solo así es posible establecer el sistema de
principios de enseñanza que responda a las exigencias de la escuela contemporánea.

Los principios didácticos, entendidos como normas que regulan la actividad del profesor y de
los estudiantes, permiten realizar una enseñanza de manera efectiva. Ellos son aplicables a
todos los niveles y tipos de enseñanza.

Por último, queremos insistir en que en la Didáctica existen distintos sistemas de principios de
la enseñanza, aunque sin diferencias esenciales entre ellos, pues para su determinación se ha
tenido en cuenta los aspectos fundamentales que se deben considerar: la correspondencia
con los objetivos de la educación e instrucción, las leyes del desarrollo físico e intelectual de
los estudiantes, la valiosa experiencia de los profesores de avanzada, los resultados de
investigaciones realizadas y la integración de todos los elementos en un sistema.

20
CAPITULO II.
EL OBJETIVO COMO PUNTO DE PARTIDA Y PREMISA PEDAGÓGICA
GENERAL DEL PROCESO DE ENSEÑANZA

La categoría objetivo ocupa un lugar destacado en la dirección del proceso de enseñanza. Ella
cumple la importante función de determinar el contenido, los métodos y las formas
organizativas de la enseñanza, al expresar la transformación planificada que se desea lograr
en el alumno en función de la formación del hombre que aspira la sociedad.

Los objetivos cumplen también la importante función de orientar el trabajo de maestros,


profesores y alumnos en el proceso de enseñanza. Es necesario resaltar, además, su función
valorativa, ya que indudablemente, ellos constituyen criterios esenciales en el análisis de la
eficiencia de la enseñanza mediante la evaluación de sus resultados.

Los objetivos proyectan el trabajo del maestro o profesor al futuro, al expresar las
transformaciones que sistemáticamente deben lograrse en los alumnos. Permiten, así, ver la
enseñanza como un proceso sistemático en que cada una de sus etapas realiza su contribución
a la formación multilateral de las personalidades de los alumnos.

Las concepciones pedagógicas idealistas consideran la determinación de los objetivos de la


enseñanza como una elaboración ideal que depende esencialmente de los criterios y los
deseos de personas aisladas.

Está demostrado que la educación está determinada por las condiciones socioeconómicas
existentes. De ahí que los objetivos de la enseñanza, así como su contenido y sus métodos,
sean diferentes en los distintos regímenes sociales.

Los objetivos constituyen el punto de partida y la premisa pedagógica más general de todo el
proceso de enseñanza. Cada régimen social expresa sus exigencias a la educación por medio
de los objetivos.

La relación del objetivo con el contenido, los métodos y las formas de organización de la
enseñanza

El proceso de enseñanza se caracteriza, entre otros aspectos importantes, por la relación


dialéctica entre objetivos, contenido, método y organización de la enseñanza. Esta relación
conforma su lógica interna.

El objetivo es el punto de partida y premisa general pedagógica para toda la educación, pues
él expresa la transformación planificada que se desea lograr en el alumno en función de las
exigencias que la sociedad plantea a la educación. Por ello, determina el contenido de la
enseñanza, es decir, la base informativa concreta que debe ser objeto de asimilación. Como
parte del perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación (cubano) , se han establecido
objetivos cualitativamente superiores. Así lo planteó la necesidad de perfeccionar el

21
contenido de los programas, tanto desde el punto de vista de su nivel científico e ideológico
como también del enfoque dialéctico-metodológico.

El objetivo también influye decisivamente en la determinación y la selección de la totalidad de


vías y condiciones organizativas que conducen a su cumplimiento, es decir, el método y la or-
ganización de la enseñanza.

Resulta imposible cumplir los elevados objetivos del sistema educacional cubano si se emplean
métodos y formas organizativas de enseñanza que conduzcan al formalismo, al esquematismo,
a la rutina y, con ello, al aprendizaje netamente reproductivo.

La formación de personalidades desarrolladas multilateralmente solo podrá lograrse si se


seleccionan métodos y formas organizativas de enseñanza que promueven el desarrollo de la
independencia cognoscitiva y las capacidades creadoras, que despierten el interés
cognoscitivo y cambien la actitud puramente receptiva de los alumnos por una actitud activa
y creadora. En las condiciones actuales de impetuoso desarrollo científico-técnico y de
agudización de la lucha ideológica, la escuela cubana necesita cada vez más de métodos y
formas organizativas de enseñanza que preparen a los alumnos para la construcción de una
sociedad, más justa y humana.

Por último, es importante resaltar que los métodos, el contenido y la organización de la


enseñanza no poseen un carácter pasivo ante el objetivo. De estos elementos también parten
impulsos retroactivos que enriquecen la determinación y el cumplimiento de los objetivos de
la educación.

Elementos que integran la estructura de los objetivos

La determinación de la estructura de los objetivos es un problema científico de naturaleza


compleja. Hasta el presente, ni en el seno de la pedagogía y la psicología ni en otras ciencias
afines, ha sido elaborada una concepción totalmente satisfactoria que ofrezca una respuesta
final a la cuestión.

Ante todo, debe considerarse que resulta imposible hacer una diferenciación radical de unos
objetivos que pertenezcan únicamente al dominio de la enseñanza y otros que sean propios
de la educación. Sin embargo, tradicionalmente se ha expuesto que la adquisición de
conocimientos y el desarrollo de hábitos, habilidades y capacidades pertenecen, propiamente,
al dominio de la labor de la enseñanza, mientras que la formación de convicciones se refiere a
la labor educativa.

No obstante, esta división es bastante convencional y la pertenencia de uno u otro dominio


debe interpretarse solamente con carácter relativo. Así, por ejemplo, la formación de una
convicción en el alumno sólo es posible a partir de la posesión, por parte de él, de sólidos
conocimientos relativos al aspecto de la naturaleza, la sociedad o el pensamiento sobre el cual
se desarrolla tal convicción.

22
Por lo general, al analizar la estructura de las transformaciones planificadas que se quieran
lograr en los estudiantes y que se expresan en el sistema de objetivos, se identifican como ele-
mentos componentes de este sistema, entre otros, los siguientes:

- los conocimientos,
- los hábitos,
- las habilidades,
- las capacidades,
- las convicciones,
- los sentimientos, las actitudes, las peculiaridades del carácter, el sistema de motivos e
intereses,
etc.

Los diferentes aspectos mencionados se hallan íntimamente relacionados. La naturaleza de


esta interrelación hace que sean concebidos como elementos de un sistema. Ahora bien,
resulta necesario comprender que el carácter del sistema de estos elementos, está dado por
el hecho de que en la personalidad del hombre, en el desarrollo real de su vida, de su psiquis,
estos elementos están vinculados de la misma manera, de ahí que, al ser tomados como
objetivos de la acción pedagógica, mantengan esta peculiaridad.

Los conocimientos

Desde el punto de vista pedagógico, el proceso de adquisición de conocimientos se caracteriza


porque la apropiación por los alumnos de los hechos, conceptos, principios y leyes, deviene
objeto de dirección, es decir, el maestro o profesor guía a los alumnos a la asimilación
consciente de los conocimientos generalizados por la humanidad en el curso de su desarrollo.

Los objetivos relativos a la obtención del conocimiento, abarcan no solo los conocimientos
sobre objetos del medio, sus propiedades y relaciones, sino también, sobre las normas y
valores éticos, estéticos, ideológicos, físicos y otros, así como los conocimientos sobre
procedimientos, reglas y métodos que permiten llevar a cabo las diferentes acciones y
operaciones que componen las distintas actividades docentes y laborales. Como se puede
observar, esto hace que pasen a formar parte del contenido de la enseñanza, además de los
conocimientos, el desarrollo y formación de hábitos, habilidades y capacidades que se analizan
a continuación.

Los hábitos

Se entiende por hábitos las acciones componentes de las actividades que presentan un alto
grado de automatización y se realiza con una participación relativamente baja de la conciencia.

Así son hábitos los que desarrollan los escolares, al trabajar con instrumentos, los que se
adquieren en la escritura, en el cálculo mental, en la lectura, en la práctica del deporte, etcé-
tera.
Muchos autores consideran como hábitos también los que se refieren a la conducta de los
alumnos y la relación de estos con otras personas, por ejemplo, los hábitos de cortesía, de
higiene y otros.
23
Los hábitos se desarrollan en el ejercicio de la actividad para la cual son requeridos; así los
hábitos relativos a la actividad docente y los de cultura laborable se forman,
fundamentalmente, en la realización de estas actividades.

El que una acción o un conjunto de acciones se conviertan en hábitos significa que se hace
habitual el procedimiento de su realización, es decir, la forma en que ellas se ejecutan se hace
automática y relativamente inconsciente, pero tanto las condiciones en que se producen como
los objetivos a que van dirigidas permanecen en el nivel consciente de la actividad. Esta pecu-
liaridad permite trasladar la atención del hombre a los fines de la actividad en general.

Es importante destacar que, en el hombre, y por tanto en la actividad del alumno, es difícil
encontrar en su forma "pura", aislada, un hábito. Por lo general, los hábitos se integran en
estructuras complejas que forman verdaderos sistemas que intervienen de manera
significativa en la ejecución exitosa de la actividad.

El proceso de formación de los hábitos no es sencillo, pues depende de un número de factores


entre los cuales se halla el tipo o naturaleza del hábito, las condiciones en que se desarrollan y
las características de los alumnos.

Si estos factores no son tenidos en consideración por el maestro o profesor, es muy probable
que no se obtenga éxito en el alcance del objetivo de formación de hábitos.

Por último, es importante plantear que para la formación de hábitos, además de la práctica, es
imprescindible que el escolar conozca los resultados que va obteniendo en la realización de la
acción. Las investigaciones pedagógicas y psicológicas han demostrado que cuando el escolar
no tiene información del resultado en las distintas ejecuciones de la acción, la formación del
hábito resulta muy difícil, es decir, toma mucho tiempo, no se eliminan los errores y se
automatizan componentes incorrectos de la actividad.

Las habilidades
Al analizar este concepto, hay que considerar que su estudio no solamente constituye un
problema científico, tanto en su estructura como en su función en la actividad del hombre, sino
también es necesario que se establezca la diferenciación de los hábitos, por un lado, y de las
capacidades, por otro. En otros términos, aún no se ha logrado una distinción precisa entre
los tres elementos antes mencionados.

En opinión de algunos autores, hábitos y habilidades son sinónimos, por tanto, niegan la
necesidad de hacer referencia, bien a los hábitos, bien a las habilidades. Por otro lado, también
puede ocurrir que, en concepciones teóricas diferentes, la misma definición se aplique al
hábito y a la habilidad.
Lo anterior demuestra la dificultad del tratamiento del concepto. Ello tiene repercusión no
solo en el plano científico de la cuestión, sino también en el de la práctica pedagógica concreta.

Desde nuestro punto de vista, hábito y habilidad poseen peculiaridades que permiten su
diferenciación.

24
Al igual que los hábitos, las habilidades son componentes de la actividad. Ellas ocupan un lugar
importante en la realización exitosa de las diferentes tareas del escolar. El maestro debe tener
siempre presente que determinar un objetivo, en término de desarrollo de habilidades, implica
la necesidad de especificar el tipo de actividad para la cual ellas son requeridas.

En este sentido general, se considera que un alumno posee determinada habilidad cuando
pueda aprovechar los datos, conocimientos a conceptos que se tienen, operar con ellos para
la educación de las propiedades sustanciales de las cosas y la resolución exitosa de las
determinadas tareas teóricas o prácticas.

Así, por ejemplo, al hablar de un escolar con habilidades para resolver determinado problema
matemático, se hace referencia a que él puede, ante todo, establecer el tipo de problema que
debe solucionar, determinar las relaciones cuantitativas implicadas, las condiciones del
problema, los datos presentados y lo que es necesario hallar, determinar las vías de solución y
proceder a la solución del problema.

Desde luego, puede hablarse de habilidad en un sentido más específico, por ejemplo, el caso
en que el alumno debe resolver un determinado ejercicio matemático.

La existencia de la habilidad en el alumno solo puede determinarse en el propio proceso de


realización de la actividad. Por ejemplo, es imposible conocer si un escolar posee habilidades
para solucionar problemas aritméticos si no se le plantean los problemas que él ha de resolver.

Ahora bien, la actividad no es solamente la vía por la que se puede determinar la existencia de
una habilidad, sino también la condición de su perfeccionamiento; de ahí que el maestro, al
dirigir el proceso de formación y desarrollo de las habilidades, debe estructurar de manera
adecuada la actividad de sus alumnos teniendo en cuenta tanto las condiciones
psicopedagógicas generales como las especificas de su asignatura.

Las capacidades
Las capacidades, al igual que los conocimientos, los hábitos y las habilidades, ocupan una
posición destacada en el desarrollo de la actividad humana. Según A.N.Leontiev, la capacidad
se considera como (...) "Las cualidades psíquicas de la personalidad que son condición para
realizar con éxito determinados tipos de actividad" La capacidad, lo mismo que la habilidad,
siempre está asociada a la realización de alguna modalidad específica de actividad. Se afirma
que una persona posee capacidad para el dibujo, para enseñar y educar, etc. Por tanto, al
formular los objetivos que se alcanzarán en el terreno de la formación de capacidades, el
maestro debe conocer que es imprescindible especificar para qué tipo de actividad se requiere
la capacidad.
Las capacidades no son innatas, sino tienen un origen social, independientemente de que para
el desarrollo de las capacidades existen premisas anatómicas y fisiológicas, denominadas
aptitudes. Ella se forma a lo largo de la vida del hombre, especialmente a partir de la influencia
de la enseñanza y la educación.

Las capacidades pueden ser generales y específicas. Las generales contribuyen a la realización
exitosa de un variado número de actividades, como por ejemplo, la capacidad de observación.

25
Por específicas se entienden las requeridas para la realización de actividades dadas, por
ejemplo, el oído para el tono de los sonidos.

En la ejecución de determinada actividad no actúan, por lo general, capacidades aisladas, sino


verdaderos sistemas de capacidades.

Las capacidades se forman y desarrollan en la medida en que se asimilan los conocimientos y


se desarrollan las habilidades y hábitos.

Al plantearse como objetivo la formación y el desarrollo de capacidades en el alumno, el


maestro o profesor debe conocer, en primer lugar, que la formación de las capacidades no es
cuestión de un momento, sino por el contrario, requiere tiempo, en dependencia por supuesto,
de la naturaleza de la capacidad que se ha de formar y de las características propias del escolar.

Para la formación de capacidades en el alumno, el maestro ha de tener presente la necesidad


de la individualización o diferenciación del trabajo. Este requisito, que constituye un principio
de la enseñanza, adquiere especial relieve en el caso de las capacidades, debido a que muchas
veces se confunde su posición con el hecho de que el escolar posea determinados conoci-
mientos, habilidades y hábitos para realizar tal o cual actividad. El maestro o profesor debe
tener en cuenta que la existencia de determina capacidad en el alumno se refleja, en gran me-
dida, en la rapidez relativa con que asimila la enseñanza de las diferentes asignaturas y
desarrolla los hábitos y habilidades, y en la solidez y calidad de los conocimientos adquiridos.

Es necesario analizar también aquellos componentes de la estructura de los objetivos que,


como se dijo al inicio, están más relacionados con los objetivos educativos.

Las convicciones
La formación de convicciones en alumnos es una de las tareas más importantes de la escuela
y, en particular, de la labor educativa. junto a la formación de los motivos socialmente
significativos, las convicciones ocupan un lugar central en la personalidad del escolar; de ahí
que el maestro no pueda dejar de considerar en la determinación de los objetivos la dirección
pedagógica de este proceso.

Las convicciones son puntos de vista y de educación que se forman en el escolar, a partir de
los conocimientos que adquiere en su interrelación con la realidad objetiva. En la sociedad
cubana, las convicciones que se desarrollan en el proceso de formación de la personalidad son
criterios basados en conocimientos científicos sobre las leyes, los hechos y los fenómenos de
la naturaleza y la sociedad; son las concepciones políticas, ideológicas, morales y estéticas de
la clase obrera.

Las convicciones desempeñan un papel principal en la toma de posición, en la expresión de los


puntos de vista ante las distintas situaciones de la vida.

Sin embargo, no puede identificarse la convicción con el conocimiento. La convicción implica


el compromiso personal, el aspecto subjetivo de la personalidad, la actuación y el pensamiento
con un ideal; en la convicción se expresa la conjugación dinámica de los aspectos
emocionales, intelectuales y de la conducta del hombre.
26
Este proceso de formación de la convicción es largo y el maestro o profesor, al evaluar los
objetivos debe tomar en consideración esta peculiaridad. Nunca debe esperarse que en una
clase, en una actividad, en un grupo de ellas, e inclusive, en una etapa determinada, el alumno
desarrolle convicciones. Más bien la clase es un elemento dentro del sistema de influencias
educativas al respecto.

Un último aspecto importante se refiere a que la adquisición de una convicción por el alumno
no puede determinarse solamente a partir de lo que este expresa, del razonamiento que hace
ante un hecho o fenómeno que se expone; la posesión de una convicción se determina también
por la manera en que se conduce ante las diversas situaciones que se le presentan en la
actividad práctica.

Se debe hacer referencia final a que aspectos como la formación de sentimientos, actitudes,
cualidades del carácter, sistema de motivos e intereses, etcétera, son integrantes de la
metodología de la labor educativa y de la enseñanza. Los objetivos educativos se dirigen no
solo a la formación de convicciones, sino también al desarrollo adecuado de los aspectos
anteriormente mencionados; para ello, la pedagogía, la psicología y otras ciencias afines,
desarrollan las metodologías que definen la labor de la educación y la enseñanza de la nueva
generación.

El carácter sistemático y multilateral de los objetivos

En la determinación y el cumplimiento de los objetivos de la clase, el maestro o profesor tiene


que considerar su carácter sistemático y multilateral.

El conjunto de clases del período docente de que se trate (unidad, semestre, curso, ciclo, etc.),
debe constituir un todo armónico desde el punto de vista de los objetivos del contenido y de
las medidas metodológicas que se apliquen. Los cambios que se efectúan en la actividad
mental de los alumnos no son el resultado del trabajo de una sola asignatura, sino el resultado
de la actividad continua en todas las materias que comprenden el proceso de formación. El
logro de los objetivos de una asignatura trasciende los límites de ella y contribuye al éxito de
las restantes.

Así, por ejemplo, en el primer grado, los avances que experimentan los alumnos en la lectura
influyen decisivamente, en su rendimiento en otras asignaturas. En el caso de la Matemática,
gracias al desarrollo de las habilidades en la lectura, se puede pasar de la solución de los
problemas orales a los expresados por escrito. Estos a su vez, actúan positivamente en la
enseñanza de la lectura y de otras asignaturas, pues posibilita la aplicación de los
conocimientos, los hábitos y las habilidades adquiridos, a la solución de tareas más complejas
y variadas.

De esto se infiere que, en la determinación de los objetivos de la clase el maestro o profesor


debe hacer un análisis cuidadoso de las condiciones previas que poseen los alumnos, no solo
en su asignatura, sino también en las restantes relacionadas con ellas.

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Es preciso, además, que el maestro o profesor tenga pleno dominio del contenido y de las leyes
pedagógicas que rigen su enseñanza. Así como de las teorías y métodos de trabajo
comprendidos en el contenido de la unidad, semestre o grado de que se trate. Solo así podrá
considerar en sus trabajos el carácter multilateral de los objetivos.

En ocasiones, en las observaciones efectuadas a las clases, se puede ver que el maestro o
profesor limita su actividad a comprobar los objetivos que se relacionan con la adquisición de
conocimientos y en algunos casos pasa por alto los que se refieren a los hábitos, las
habilidades, las capacidades y las convicciones.

En la determinación de los objetivos de la clase se tienen que considerar todos los elementos
que integran el sistema de objetivos. Por ejemplo, cuando el maestro de quinto grado, en la
asignatura Educación Laboral, prepara las clases correspondientes a la temática 2.2. "La
construcción de una caja de forma rectangular con lámina de metal", debe tener en cuenta su
aporte a la adquisición de un sólido sistema de conocimientos, en el que desempeña una
función esencial el dominio del principio de funcionamiento de distintos instrumentos que se
emplean para trabajar los metales. Pero esta clase no se limita a la adquisición de
conocimientos, sino que también brinda su contribución al desarrollo de habilidades para
trazar sobre láminas de metal, cortar con las tijeras de hojalatero, así como doblar y unir
bordes metálicos. Esta clase ofrece, además, valiosas posibilidades para que los alumnos se
acostumbren a trabajar de acuerdo con un plan, materializado en la elaboración de la carta de
instrucción que les sirve de guía en el trabajo y se confecciona a partir del análisis del prototipo
del objeto que se debe construir.

El maestro también debe considerar las múltiples posibilidades que esa clase brinda para que
los alumnos desarrollen hábitos correctos en cuanto a la organización del trabajo, el
cumplimiento de las normas de seguridad e higiene del trabajo, así como a la formación de
cualidades necesarias en la personalidad del alumno.

La derivación gradual de los objetivos

La derivación gradual de los objetivos expresa el carácter mediato e inmediato en el logro de


estos. Ella permite reconocer que los objetivos constituyen un sistema rigurosamente
articulado que se deriva de las necesidades sociales.
El Estado tiene el encargo de determinar la estructura y el contenido del Sistema Nacional de
Educación, y de expresar en sus documentos directivos la imagen del hombre que se debe
formar.
A partir del fin de la educación cubana se determinan los objetivos generales del sistema.
Los objetivos generales del Sistema expresan, como encargo social, la necesidad de que los
educandos adquieran la concepción científica del mundo, sobre la base de profundos
conocimientos de los fundamentos de la ciencia, desarrollen sus capacidades intelectuales y
físicas y adquieran una educación estética, moral, política, laboral, político-ideológica y
patriótica.

A partir de estos objetivos generales, en los planes de estudio se concretan aun más los
objetivos de cada tipo de educación y los de cada nivel, de acuerdo con la parte del encargo
social que le corresponde cumplir al subsistema en cuestión.
28
De estos objetivos se derivan los de cada grado y asignaturas. Ellos se expresan en los
programas, y su estudio cuidadoso, unido al de otros documentos directivos ya mencionados,
posibilitan al maestro o profesor la derivación de los objetivos de cada clase. Sobre la base de
estos y atendiendo a las condiciones generales del grupo de alumnos, en especial a los
referentes al nivel de desarrollo alcanzado, se deben determinar los objetivos de las unidades
y clases.

En la preparación de la clase, el maestro o profesor realiza una constante derivación de


subsistemas de objetivos que abarcan inclusive los que se deben lograr en cada una de las
actividades que en ellas se desarrollan.

Como se ha podido observar, la derivación gradual de los objetivos no puede entenderse como
la descomposición de estos en acciones aisladas. Por el contrario, cada uno de los subsistemas
que surjan como producto de esta derivación tiene que ser considerado como un elemento del
sistema rigurosamente articulado que constituyen los objetivos de la educación.

Ya se había expuesto que no puede realizarse mecánicamente la actividad de derivar los


objetivos de la clase a partir de los objetivos de la unidad. Esta debe partir del análisis de las
condiciones existentes en los alumnos y de la consideración de que las transformaciones que
se van produciendo en la adquisición de conocimientos, en el desarrollo de capacidades,
hábitos, habilidades y en la formación de convicciones son el resultado del trabajo continuo
del maestro. La determinación de los objetivos de la clase no se puede reducir, por tanto, a
copiar mecánicamente los objetivos de la unidad.

Análisis de los niveles de asimilación que se expresan en los objetivos

Para poder dirigir acertadamente la actividad cognoscitiva de los alumnos, el maestro o


profesor tiene que poseer una idea precisa del nivel de asimilación que debe lograr en el
tratamiento de los contenidos establecidos en los programas. Esto puede lograrlo únicamente
mediante el profundo análisis de los objetivos que en ellos se expresan. En los programas,
sobre un mismo concepto, aparecen objetivos diferentes de acuerdo con el nivel de
asimilación que se debe lograr. Esto se analizará por medio de un ejemplo que corresponda a
la enseñanza de la Matemática, en el Primer grado, donde se introduce el concepto de adición,
en la unidad temática 2.1. En esta unidad se plantea como objetivo lograr que los alumnos se
familiaricen con el concepto de adición, a partir de la unión de conjuntos disjuntos.

De acuerdo con este objetivo, el trabajo del maestro tiene que ir encaminado a la dirección del
proceso de obtención del concepto de adición a partir de la realización de variadas uniones de
conjuntos disjuntos.

La actividad del alumno en esta clase es preponderantemente reproductora, encaminada a la


adquisición del concepto de adición y no al desarrollo de las habilidades en el cálculo de los
planteados.

Ya en la segunda clase de esta misma temática, se establece como objetivo, lograr que los
alumnos dominen los ejercicios básicos.
29
De acuerdo con este objetivo, los alumnos deben iniciar en esta clase, el desarrollo de
habilidades en el cálculo de los ejercicios básicos de adición de la dificultad dada. Para ello se
sustituye paulatinamente, el trabajo de los conjuntos por la realización de variadas formas de
ejercicios en las que los alumnos aplican los conocimientos adquiridos. En la aplicación de
estos conocimientos adquieren otros, así, con esta clase se introduce la ley conmutativa de la
adición, cuyo dominio contribuye, a su vez, a continuar desarrollando las habilidades en el
cálculo.

El nivel de asimilación exigido a los alumnos continúa aumentando sistemáticamente. En


clases posteriores, se formula uno de sus objetivos: lograr que los alumnos apliquen las
habilidades adquiridas en el cálculo de los ejercicios básicos de adición a la solución de
problemas que reflejan situaciones de la vida.

Ya en esta clase, el nivel de asimilación comienza a adquirir un carácter de aplicación con


rasgos de creación en la solución de situaciones que el alumno debe resolver en distintas
esferas de su vida. Por supuesto, las exigencias que se plantean a este nivel van siendo cada
vez mayores.

Esta determinación del nivel de asimilación expresado en los objetivos influye decisivamente
en la estructura didáctica, el contenido y la metodología organizativa de la clase. Así, por ejem-
plo, la estructura de una clase en que el objetivo expresa el inicio del desarrollo de una
habilidad no puede ser la misma que la de otra en que el objetivo se refiere a la aplicación de
las habilidades ya adquiridas a nuevas situaciones.

Aunque ambas se deben caracterizar por la realización de una ejercitación interesante y


variada, en la primera tienen una función esencial las explicaciones del maestro y la ejecución
repetida de la actividad de los alumnos según un modelo, es decir, en un nivel de reproducción.
En la segunda, predomina la actividad independiente de los alumnos en la realización de tareas
que implican cada vez más un mayor nivel de aplicación.

El nivel de asimilación que se expresa en los objetivos también está estrechamente


relacionado con la evaluación de los resultados del aprendizaje. Muchas dificultades que se
presentan en este aspecto se deben a que el objetivo expresa un determinado nivel y la
evaluación se realiza por encima o muy por debajo de este. En ambos casos, la evaluación no
cumple su función de expresar el estado de cumplimiento de los objetivos de la enseñanza.

La orientación de los alumnos hacia el objetivo

Al dirigir el proceso de aprendizaje, se considerará que su carácter consciente estimula la


actividad cognoscitiva. El aprendizaje es tanto más efectivo, cuanto más se logra fijar en los
alumnos el propósito futuro y se les hace conciencia del camino que han de seguir para
lograrlo. Se puede ver, entonces, que la importancia del objetivo se extiende no solo a la activi-
dad del maestro, sino también a la de los alumnos. De ahí la enorme significación que tiene la
correcta utilización de la orientación hacia el objetivo como función didáctica.

30
Muchos maestros o profesores piensan encontrar una aparente ventaja con relación al ahorro
del tiempo cuando solo leen a sus alumnos los objetivos escritos en su plan de clase. Esto
influye negativamente sobre el desarrollo y los resultados del aprendizaje, pues los alumnos
no pueden comprender qué se espera de ellos, lo cual trae como consecuencia lógica el
formalismo en la enseñanza. Esta situación se agudiza aun más en la escuela primaria, donde
el vocabulario activo de los alumnos no les permite comprender los términos expresados por
el maestro. No puede confundirse la orientación hacia el objetivo con su información.

La orientación hacia el objetivo es una característica esencial de la actividad humana.

Las investigaciones realizadas sobre este problema demuestran que existe una relación muy
estrecha entre el objetivo y la calidad en el desarrollo de determinada actividad. Si se carece
de objetivos definidos, resulta imposible llevar a cabo una actividad en forma consciente y
productiva.

El alumno está orientado hacia el objetivo cuando sabe lo que se persigue respecto a todo lo
que se dice y se hace en el proceso de enseñanza. Esto lo motiva a reflexionar y a tratar de
responder preguntas como las siguientes: ¿qué hemos hecho hasta ahora?, ¿qué paso tenemos
que dar ahora para lograr nuestro propósito?.

El objetivo de trabajo del maestro o profesor tiene que transformarse en objetivo de trabajo
de los alumnos.

La orientación hacia el objetivo tiene que verse como un proceso motivacional, cognoscitivo y
regular que influye decisivamente en los resultados del aprendizaje.

31
CAPÍTULO III.
CONTENIDO DE LA ENSEÑANZA

El problema del contenido de la enseñanza y de las formas en que debe desarrollarse el


proceso de la enseñanza, han constituido los puntos centrales de la lucha teórica e ideológica
en el marco de la didáctica general.

Es indudable que las exigencias de la producción, estrechamente relacionadas con ellas el


estado de las ciencias y las necesidades e intereses de la sociedad han determinado el
contenido de la enseñanza a través de la historia, lo que se pone de manifiesto en los cambios
producidos históricamente en él.

Las exigencias sociales es un momento dado determinan los objetivos de la educación, y estos
se concretan en el contenido, estrechamente vinculado con los métodos a utilizar en la
enseñanza. El para qué, el qué y el cómo enseñar (objetivo-contenido-método) constituyen
una unidad desde el punto de vista didáctico e ideológico, unidad de la cual depende la
respuesta que la escuela da a la sociedad.

En países desarrollados se puede observar que el contenido de la enseñanza no es igual para


los centros docentes de un mismo nivel, y ello está esencialmente en dependencia con el tipo
de alumnado que asiste a los mismos, con su origen de clase.

En Cuba el contenido de la enseñanza en los distintos subsistemas de educación y tipos de


centros responde a sus objetivos y no existen diferencias en los referidos a un mismo nivel y
tipo de centro. Las posibilidades son iguales para todo el alumnado.

Es un problema pedagógico el organizar la respuesta que el sistema de educación debe dar al


"encargo social", el convertir sus exigencias y necesidades en fines y objetivos de la educación
y el materializar estos en el contenido y consecuentemente en las formas de organización y
dirección de la enseñanza y la educación.

Teorías sobre el contenido de la enseñanza

En la medida en que con el desarrollo social se ha incrementado el caudal del conocimiento,


tanto en el campo de las ciencias como en el del arte, la determinación del contenido de la
educación se ha ido haciendo más compleja y consecuentemente han surgido diferentes
teorías, entre las que se destacan las llamadas formal y material (fines de siglo XVIII e inicio del
XIX).

Los partidarios de la teoría de la llamada enseñanza formal plantean el trabajo por el desarrollo
de capacidades intelectuales como el factor en que debe centrarse el contenido de la enseñan-
za. Para ellos, lo importante no son los conocimientos sino la influencia que se ejerza en el
desarrollo de las capacidades intelectuales.

32
Por el contrario, los partidarios de la enseñanza material priorizaban la adquisición de
conocimientos con un fin utilitarista, es decir, seleccionar como contenidos de la enseñanza
aquellos conocimientos que fueran de utilidad directa, inmediata para la vida del hombre.

Estas teorías y el debate que se produjo entre ellas resultaron útiles, pues, se profundizó en la
importancia de cada uno de estos aspectos, aunque vistos erróneamente en forma
independiente, cuando son en realidad dos facetas del proceso de enseñanza, y dos aspectos
íntimamente vinculados del contenido de la enseñanza.

En los últimos años, se han visto renovadas las discusiones y debates entre los partidarios de
estas teorías, a la luz de los problemas que la revolución científico-técnica y el aumento del
volumen de conocimientos han planteado a la educación. Algunos pedagogos piensan que la
enseñanza puede sustraerse al desarrollo impetuoso de la ciencia y la técnica y que debe
dedicarse fundamentalmente al desarrollo de las posibilidades intelectuales de los alumnos,
se pronuncian radicalmente en el sentido de que lo importante no es "lo que se enseña sino el
cómo se enseña". Se niega la importancia del contenido para hacer prevalecer la de los
métodos que contribuyen al desarrollo de las capacidades cognoscitivas, para la adquisición
de los conocimientos. Se plantea la ejercitación de las capacidades intelectuales con el uso de
un mínimo de conocimientos.

En este sentido es fundamental tener en cuenta que no es posible formar una correcta
concepción científica del mundo, no es posible lograr intereses cognoscitivos, ni crear una
cultura básica general, con un enfoque tan parcial del contenido de la enseñanza.

Un cierto grado de información general es necesario para la formación de los intereses y


manifestación de las posibilidades y aptitudes, para el conocimiento esencial de la naturaleza
y la sociedad.

En las condiciones actuales del desarrollo, ambos aspectos han de concebirse integrados
mediante una selección del contenido esencial y necesario y el uso de métodos y
procedimientos que garanticen la asimilación de conocimientos y el desarrollo de capacidades
y habilidades generales, así como de las habilidades específicas, que promuevan la actividad
creadora y todo un trabajo que garantice la formación de actitudes, sentimientos, y cualidades
positivas de la personalidad.

Aspectos que comprende el contenido de la enseñanza

La función social principal de la enseñanza es trasmitir la experiencia acumulada por las


generaciones precedentes, pero esta "trasmisión" se ajusta a requerimientos de carácter
pedagógico.

Desde este punto de vista, la cultura es, ante todo, un conjunto de procesos de la actividad
material y espiritual elaborados por la humanidad, que puede ser asimilado por la
personalidad, por el hombre, y convertirse en su patrimonio.

Indudablemente, la escuela no puede abarcar todo el contenido que determina la diversa y


compleja actividad del hombre actual, por lo que se hace necesario el hallar, en esa inmensa
33
variedad de actividades, los elementos comunes que el hombre debe asimilar para lograr una
formación básica que garantice la continuidad del desarrollo cultural.

Un análisis de la cultura, en cualquiera de sus etapas de desarrollo, comprende:

- los conocimientos ya adquiridos por la sociedad;

- la experiencia de la aplicación práctica de los métodos conocidos de la actividad;

- la experiencia de la actividad creadora;

- las normas de relación del hombre con el mundo, con los otros hombres, es decir, el
desarrollo
de la voluntad, la moral, la estética, y lo afectivo.

Esto determina que el fin de la educación, la formación del hombre que responda a la sociedad
en desarrollo, se desglose en objetivos generales que abarcan un contenido de la enseñanza
que comprende:

1. Un sistema de conocimientos sobre la naturaleza, la sociedad, el pensamiento, la


técnica y los métodos de acción, cuya asimilación garantiza la formación en los
alumnos de una concepción científica del mundo;

2. Un sistema de hábitos y habilidades generales, tanto intelectuales como prácticos,


que constituyen la base de muchas actividades concretas;

3. Experiencias de actividades creadoras que favorezcan el desarrollo de sus rasgos


fundamentales y la participación en el proceso social;

4. Un sistema de normas de relación con el mundo y con los demás hombres, de


conocimientos, experiencias, sentimientos y actitudes que determinen la
formación de sus convicciones e ideales.

En la relación con el primer aspecto se ha de tener presente que hombre alguno llegará a
asimilar todos los conocimientos acumulados, pero toda una generación ha de lograr el nivel
que exige el constante desarrollo.

Cada hombre asimilará lo esencial, de modo que llegue a poseer una imagen general del
mundo, lo que a su vez facilitará su actividad práctica y cognoscitiva y fundamentarán la
formación de su concepción científica del mundo.

Esta suma de conocimientos incluye el de los métodos y procedimientos que supone toda
acción, pero si estos se ponen en práctica, sin la experiencia de su aplicación, la enseñanza
quedará limitada y empobrecida.

La aplicación de los métodos y los procedimientos implica la adquisición de hábitos y


habilidades, el desarrollo de las capacidades a que se refiere el segundo aspecto.
34
Entre estos se está haciendo referencia tanto a los hábitos y habilidades comunes a distintas
asignaturas: elaborar un plan, destacar la idea esencial, comparar y otros; como a los especí-
ficos de una o varias asignaturas: medir, usar instrumentos, etc. Al mismo tiempo, como se
deduce, se incluyen en tanto las habilidades de carácter intelectual como las de carácter
práctico, incluyendo las que supone la organización del trabajo.

Las exigencias de la escuela actual incluyen los hábitos y habilidades referidos a la búsqueda
de soluciones, a la investigación, al uso de las diferentes fuentes del conocimiento, y todo esto
está estrechamente relacionado con la participación en actividades que suponen experiencias
creadoras. El hombre tiene que aprender a usar sus conocimientos y habilidades en diferentes
situaciones, tiene que ser capaz de transferir sus viejas experiencias, reestructurarlas,
ajustarlas para dar solución a nuevos problemas. Es preciso que a través del proceso de la
enseñanza los contenidos y métodos sean capaces de responder a este objetivo esencial: el
desarrollo de la actividad creadora (tercer aspecto).

Estas experiencias deben propiciar el desarrollo de rasgos tales como:

- el descubrimiento de una nueva función de un objeto;

- la combinación de distintos procedimientos conocidos en el desarrollo de una nueva


actividad;

- la capacidad para percibir y discriminar lo esencial de lo secundario y las relaciones entre los
elementos dados en un objeto o situación;

- la posibilidad de plantearse distintas vías de acción para la solución o desarrollo de una tarea.

El cuarto aspecto tiene un fuerte carácter educativo, ya que se refiere no solo al conocimiento
de determinadas normas de conducta, e incluso al ajuste de la actuación a esas normas; está
relacionado con el grado de convencimiento de la necesidad de ajustarse a esas normas y con
el grado de afectividad con que se sienta vinculado a ellas.

Mientras el hombre sólo conozca determinadas normas de conducta y se comporte


debidamente, pero lo haga sin convencimiento de la importancia de ellas, no está realmente
"educado".

El razonamiento, la reflexión unida al sentimiento, la vinculación emocional, son factores


fundamentales en la educación, en la formación de convicciones.

Es indispensable que los maestros y profesores tengan presente que la formación de


sentimientos tiene que acompañar a la asimilación de los conocimientos y al desarrollo
intelectual y que esta vinculación requiere un trabajo adecuado, no se da espontáneamente.

El análisis de conjunto de los distintos elementos que comprende el contenido de la enseñanza


permite comprender la estrecha vinculación que se da entre ellos. Las habilidades no se
desarrollan sin los conocimientos, conocimientos y habilidades se logran en un proceso único;
35
la actividad creadora se realiza teniendo como base los conocimientos y las habilidades
adquiridos, la educación supone el uso de conocimientos, habilidades y rasgos de la actividad
creadora en conformidad con determinados principios, convicciones e ideas, y para esto es
necesario que el conocimiento y las actividades en general vayan asociadas y provoquen los
sentimientos adecuados al logro de los objetivos educacionales.

Formas de expresar el contenido de la enseñanza

El contenido de la enseñanza se concreta, fundamentalmente, en las asignaturas del plan de


estudio, los programas, los libros de texto y otros materiales de carácter docente.

Por asignatura se entiende un sistema didácticamente argumentado de conocimientos,


habilidades y hábitos, seleccionados de una rama correspondiente de la ciencia o del arte para
estudiarlos en un centro docente.

El contenido de la asignatura representa las bases o fundamentos de la ciencia estudiada, las


técnicas o las artes correspondientes.

De la ciencia es necesario escoger aquellos hechos, conceptos, leyes, métodos, etc., que hagan
posible la trasmisión de dichas bases en correspondencia con los objetivos de la enseñanza, y
organizarlos y presentarlos en correspondencia con las peculiaridades de las edades de los
alumnos. Por esto, no puede identificarse el concepto de asignatura con el de ciencia.

El desarrollo impetuoso de las ciencias lleva al surgimiento de otras nuevas, así como de
diversas ramas y disciplinas. Las asignaturas pueden unificar conocimientos que pertenecen a
varias ciencias y a esto se añade también las aplicaciones de las ciencias en la práctica social y
sus resultados en el plano político-ideológico y moral.

Debe tenerse en cuenta también que no todas las asignaturas se centran en el contenido
esencial de una ciencia, sino que la atención se orienta a la formación de habilidades generales
y particulares con vistas a su dominio práctico. Ejemplos de esto los constituyen el dibujo, la
educación física, el estudio de las lenguas extranjeras y otros.

De modo general, cada asignatura debe aportar al individuo un sistema de conocimientos


sobre aspectos de la realidad y coadyuvar a que se formen en él las habilidades intelectuales y
prácticas tanto generales como específicas, debe favorecer el desarrollo de la actividad
creadora y, por otra parte, debe concurrir a la formación de sentimientos y actitudes,
convicciones y cualidades positivas de la personalidad. Por tanto, la materia de enseñanza
incluida en cualquier programa debe tener una doble función: enseñanza y educación, para
que se cumpla el principio de la enseñanza educativa.

Una exigencia a los programas de las asignaturas es la definición del papel y el lugar que
ocupan éstas dentro de la educación del individuo en dependencia del carácter de su
contenido, esencialmente, su contribución a la formación de una concepción científica del
mundo.

36
La necesidad de establecer el sistema de los conocimientos y de los hábitos y las habilidades
que deben adquirir los alumnos en cada asignatura obliga a distinguir con precisión los
conceptos, las leyes y las teorías científicas fundamentales que deben ser asimiladas durante
el proceso de enseñanza-aprendizaje y los métodos y procedimientos que garanticen la
formación y el desarrollo de hábitos y habilidades, las formas de trabajo para la formación de
sentimientos y actitudes. Todo ello se materializa en el plan de estudio.

El plan de estudio representa las concepciones únicas de los objetivos y los contenidos de la
enseñanza en un determinado nivel. Es la expresión concreta de los fundamentos que reflejan
la política del Estado cubano para el trabajo pedagógico. Cada plan de estudio contará con las
orientaciones necesarias para la adecuada dirección de la enseñanza.

El plan de estudio es un documento estatal de obligatorio cumplimiento. Comprende todas las


asignaturas que recogen el contenido de la educación para un subsistema o nivel dado.

La elaboración de un plan de estudio implica la unión armónica de las asignaturas de los ciclos
de humanidades y de ciencias, y en general de todas las asignaturas que reflejan el contenido
capaz de garantizar los objetivos propuestos.

El plan de estudio hace referencia a principios organizativos y pedagógicos que se manifiestan


en la duración del aprendizaje en años de estudio, en la distribución del contenido por cada
año y en la determinación de los límites de cada asignatura.

De esta forma, el contenido de la enseñanza establecido en el plan de estudio ofrece a todos


los alumnos las posibilidades para hacer realidad la instrucción, la educación y el desarrollo.

Para cada asignatura y, de acuerdo con el plan de estudio, se elabora un programa. El


programa constituye también un documento estatal de obligatorio cumplimiento y de una
gran importancia.

El programa determina con exactitud los contenidos que han de ser asimilados y formados en
los alumnos, teniendo en cuenta las particularidades de la asignatura y la de los escolares que
deben asimilarlas.

El plan de estudio y el programa son documentos pedagógicos y metodológicos de gran valor,


sin los cuales el maestro o profesor no puede conocer con exactitud qué enseñar, en qué
medida y cómo organizar ese proceso de enseñanza. Ellos deben facilitar la asimilación de los
contenidos que responden a los objetivos que corresponden a la asignatura en cada nivel, ciclo
o grado.

Cada programa debe expresar:

a) el sistema de conocimientos y el de las habilidades;

b) cómo contribuye a la formación de la concepción científica del mundo, la formación política,


ideológica, moral y estética;

37
c) cómo responde al principio de la politecnización;

ch) la forma en que puede contribuir al desarrollo de la actividad creadora y favorecer la


forma-ción de intereses y motivos.

Por su gran importancia, los programas se redactan por especialistas y siempre con la
colaboración de maestros y profesores con preparación y experiencia docente adecuadas.

La confección de programas supone el tener en cuenta los principios fundamentales, por lo


que dichos programas han de resultar científicos, asequibles, sistemáticos y adecuados a la
edad y nivel de los alumnos.

Para concretar el contenido de la enseñanza incluido en los programas se elaboran los libros
de texto.

Los programas son indispensables para los especialistas que elaboran los libros de texto, de
este modo se cumple la relación entre el programa y el libro.

Cuando se cuenta con un buen libro de texto y se ejecutan las tareas y ejercicios
complementarios, si este se usa en conformidad con los requerimientos didácticos y de la
metodología de la asignatura, se posibilita alcanzar los fines y objetivos que se propone el
programa al que responde.

El libro de texto ha de satisfacer estas exigencias tanto en su contenido y la forma en que este
se presenta, como en las ilustraciones que contiene y en general el tipo y tamaño de las letras
y demás aspectos relacionados con su impresión.

Principios de estructuración y organización del contenido de la enseñanza

El contenido de la enseñanza debe conformarse en la asignatura, en el plan de estudio, en el


programa y en el libro de texto tomando en consideración los principios básicos de
estructuración y organización de los cuales se harán algunas consideraciones acerca de los
relativos al carácter científico, de la sistematización, del "carácter único" y de la relación inter-
materia.

Principio del carácter científico

El contenido de la enseñanza tiene que reflejar la realidad que presenta la ciencia


contemporánea de manera tal que en la conciencia de los alumnos se llegue a crear una
correcta imagen del mundo objetivo que los rodea y además el deseo de participar ac-
tivamente en la transformación de ese mundo.

En consecuencia, la composición del plan de estudio tiene que permitir la formación integral
del alumno, por lo que para la selección de las asignaturas que han de enseñarse se toma en
consideración el objetivo esencial de la escuela, la adquisición de una concepción científica del
mundo; de esta manera, forman parte del plan de estudio las disciplinas escolares que propor-
cionan conocimientos acerca de las leyes que rigen el desarrollo de la sociedad (Historia,
38
Literatura, Geografía); las que contribuyen al conocimiento de las leyes del desarrollo de la
naturaleza (Matemática, Biología, Física) y las que ayudan a conocer las leyes del pensamiento
(Lengua materna). Se incluyen otras asignaturas que educan al individuo en su integralidad
(Educación Física, Dibujo, Música, Educación Laboral).

Después que se han determinado los contenidos científicos fundamentales que es necesario
tomar en consideración para el plan de estudio, se deben cumplir los requerimientos
didáctico-metodológicos en cuanto al establecimiento del grado de diferenciación de cada
asignatura, la precisión del tiempo de clase y las posibilidades reales en los alumnos de acuerdo
con sus edades y niveles de desarrollo.

Para esto se tendrá en cuenta que no pueden ser incluidos los fundamentos de todas las
ciencias de forma independientes sino dentro de otras asignaturas docentes; por ejemplo,
dentro de la Física, la Geografía y la Química se encuentran elementos de conocimientos
acerca de Geología, Astronomía y otras.

Esto significa que la selección de las asignaturas al ser incluidas en el plan de estudio debe
estar en relación directa con los objetivos de la educación y la enseñanza y que como resultado
del aprendizaje de las mismas se forma en los alumnos una imagen científica y moderna del
mundo.

Para seleccionar los fundamentos de las ciencias más necesarios y llevarlos a las asignaturas y
al plan de estudio, es preciso que se distingan sus rasgos cualitativos y distintivos más
importantes.

Principio de la sistematización

Las disciplinas escolares se ordenan en el plan de estudio partiendo del principio de


sistematización, que incluye la regla que plantea ir de lo simple a lo complejo y de lo conocido
a lo desconocido. De esta forma puede el alumno apropiarse consecuentemente de los
contenidos que ofrece cada asignatura, de una manera lógica, aprovechando conocimientos
anteriores y formando el basamento adecuado para la futura adquisición de otros.

Para la escuela cubana es indispensable que en el plan de estudio se observe la relación


existente entre las diferentes asignaturas, para lograr lo anteriormente señalado: la
cientificidad y la sistematización. Las asignaturas, de acuerdo con sus características propias
y sus objetivos fundamentales, deben estar ordenadas en el plan de estudio de manera tal que
el nexo entre ellas no se rompa fácilmente, y que para los alumnos lleguen a ser eslabones del
conocimiento y no aspectos aislados, sin relación.

Principio de carácter único

Por medio del ordenamiento graduado e interrelacionado de las asignaturas en el plan de


estudio se puede resolver el problema pedagógico y político de lograr una escuela única.

El principio de carácter único permite en nuestra enseñanza la articulación entre todas las
escuelas y posibilita el pase de un nivel a otro sin dificultad.
39
Al ser los planes de estudio únicos, también lo son las asignaturas y sus programas, existe entre
ellos correspondencia con las exigencias reales de los niveles donde estudian y con las necesi-
dades de los niveles superiores para los que tiene que prepararse el alumno.

No existe en la escuela cubana la falta de articulación de un nivel a otro que pueda impedir el
acceso a otro tipo o subsistema de educación.

Al elaborar los planes de estudio, es importante tomar en cuenta el ordenamiento del


contenido según el curso y el nivel de desarrollo de que se trate; de esta forma se garantiza el
crecimiento progresivo de las complejidades para las actividades intelectuales y manuales y
un cambio consecuente entre ellos.

Como puede observarse, los principios no pueden verse de manera aislada, sino es una
interrelación dialéctica, que los conforman y da carácter científico a las asignaturas, los planes
de estudio, los programas y los libros de texto.

Principio de la relación intermaterias y las experiencias de su aplicación en nuestros planes y


programas de estudio

Entre los principios fundamentales que deben considerarse en la elaboración de planes y


programas de estudio se ha destacado el principio de la relación inter-materias.

Actualmente el problema de las relaciones inter-materias ha sido reconocido como una de las
cuestiones pedagógicas más importantes por el significado científico y práctico que tiene para
el perfeccionamiento del proceso docente-educativo.

Como consecuencia de la interrelación o concatenación de todos los fenómenos naturales,


sociales y humanos, el principio de la relación inter-materias adquiere gran importancia para
la enseñanza y la educación ya que en las distintas asignaturas escolares, en las que se
proyectan diversas ciencias, deben estudiarse los fenómenos de la vida natural y social
reflejando las mismas relaciones en que ellos se encuentran en la realidad objetiva.

Si la integralidad del sistema de conocimientos en cada asignatura se garantiza mediante el


principio de sistematización, la formación de los sistemas de conocimientos que sirven de base
a todas las cualidades sociales significativas se logra mediante el establecimiento de las
relaciones inter-materias. Estas relaciones se establecen sobre la base de los sistemas de
conocimientos, los sistemas de capacidades y el sistema de convicciones básicas que
corresponde desarrollar a cada una de las asignaturas.

Los conocimientos de las distintas materias están integrados en sistemas que necesariamente
deben coordinarse, de modo tal que permitan formar en el alumno un sistema generalizado
de conocimientos integrados en su concepción del mundo.

La relación inter-materias no se reduce al sistema de conocimientos. Como resultado del


proceso docente-educativo debe lograrse el desarrollo de capacidades en los alumnos. El
40
desarrollo de una misma capacidad puede y debe lograrse mediante el trabajo en diferentes
asignaturas.

De especial importancia resulta la relación inter-materias con respecto a la formación de


convicciones ideológicas fundamentales, que objetivamente se realiza sobre la base de los
conocimientos científicos, las capacidades, las actitudes y la conducta, mediante un largo
proceso en que intervienen las diferentes asignaturas y, además, la propia vida extraescolar
de los alumnos.

Desde el punto de vista de la práctica escolar, la aplicación de este principio se puede


materializar, en general, en tres tipos de relaciones:

- según el contenido;

- según su utilización para la formación de hábitos y habilidades, y

- según el empleo de métodos de enseñanza.

La relación inter-materias según el contenido de las distintas disciplinas

Atendiendo al contenido, la relación inter-materias es un reflejo de la relación que existe entre


las ciencias. En efecto, las distintas ciencias reflejan diferentes aspectos del mundo, por lo que
existen íntimas relaciones entre los contenidos de las mismas. Estas relaciones se ponen de
manifiesto en las asignaturas de diferentes formas:

- mediante las interrelaciones que se establecen entre los sistemas de conocimientos de las
asigna-turas;

- mediante la utilización del aparato instrumental de una asignatura en otra;

- mediante la contribución de todas las asignaturas a la formación de la concepción científica


del mundo.

Los sistemas de conocimientos de las diferentes asignaturas son tomados de las ciencias
correspondientes, debido a la unidad del mundo. Estos conocimientos no son independientes
sino están interrelacionados, y los que han sido elaborados para reflejar un aspecto de la
realidad se utilizan, además, para profundizar en la comprensión de otro aspecto. Por ejemplo,
el concepto "tanto por ciento" se elabora en Matemática y se utiliza en la comparación de
resultados referidos a cantidades diferentes en cualesquiera de las restantes asignaturas,
como en Química, para expresar la concentración de disoluciones.

Algunas asignaturas, como la Matemática y la Lengua Materna, además de su valor para la


asimilación de los conceptos fundamentales de estas ciencias y para el desarrollo de las ca-
pacidades que mediante ellas se forman, tienen a su vez un carácter instrumental, es decir, en
las otras asignaturas se utiliza el aparato instrumental que en ellas se elabora. Por ejemplo, en
Biología, Física, Historia, etc., al expresar los conocimientos se utilizan las reglas gramaticales
elaboradas en Español.
41
El sistema de conocimientos de la concepción científica del mundo no pertenece a ninguna
asignatura en particular, pero todas contribuyen a la formación de conceptos y leyes generales
que deben integrar ese sistema. Por ejemplo, la relación de la categoría filosófica causa-efecto
es de validez absolutamente general y por eso pertenece al sistema de la concepción científica
del mundo. Esta relación está presente en todos los campos del conocimiento y, por tanto,
aparece en todas las asignaturas.

La relación inter-materias: su utilización en la formación de hábitos y habilidades y en los


métodos de enseñanza

Al analizar este problema es necesario tener en cuenta el carácter complejo del proceso de
formación de hábitos y habilidades en la actividad escolar, pues no es posible la formación
exitosa de estas de una manera unilateral.

Tómese como ejemplo el desarrollo de la habilidad de elaborar el resumen: este es iniciado por
la asignatura Español, ya que desde los primeros grados se forman los hábitos de lectura y
escritura y paulatinamente la asignatura ofrece los principales instrumentos para la formación
de dicha habilidad. Enseña primero a seleccionar las distintas oraciones que conforman el
párrafo, después a determinar la idea central del mismo, posteriormente enseña al alumno a
seleccionar los contenidos fundamentales y a redactar en forma breve los aspectos más
importantes. Estos son los pasos a seguir para realizar el resumen. Ahora bien, para que esta
actividad se convierta en una habilidad, las diferentes asignaturas deben utilizar estos
procedimientos de forma sistemática; en esto radica la interrelación de las distintas materias
en el desarrollo y la utilización de los hábitos y las habilidades.

La selección y aplicación adecuada de las acciones y el modo de conducta mediante los cuales
el maestro va a dirigir la enseñanza y la educación del alumno es un elemento que determina
considerablemente la relación inter-materias, pues propicia que el maestro trabaje de forma
consecuente en la consecución de este principio. Por ejemplo, el método de elaboración
conjunta puede ser utilizado por las distintas asignaturas y desempeñar un papel esencial en
el desarrollo de las potencialidades y capacidades creadoras de los alumnos.

42
CAPÍTULO IV.
LOS MÉTODOS DE ENSEÑANZA

El éxito de la enseñanza depende en gran medida de su correcta dirección, y en ella ocupa un


destacado lugar el método de enseñanza.

Todo maestro o profesor debe ser consciente de que elevar la calidad de la enseñanza
significa, entre otros aspectos importantes, la búsqueda constante de nuevos métodos que
conduzcan a la eliminación del tipo de enseñanza que promueve el aprendizaje dogmático y
reproductivo, en que maestros y alumnos se contentan con la simple repetición de
definiciones, sin que exista la comprensión consciente del significado de los conceptos, lo que
impide, por tanto, descubrir sus características esenciales, sus regularidades, los nexos con
otros y su aplicación creadora.

El maestro o profesor, consciente de su alta responsabilidad, tiene que luchar tesoneramente


por penetrar cada vez más en la esencia del proceso de enseñanza que él debe dirigir; por
evitar la aplicación de métodos que conducen a la rutina y el esquematismo en su labor
cotidiana, por eliminar las dificultades que han sido características del tipo tradicional de
enseñanza, que, lejos de favorecer la iniciativa, el deseo de saber y el desarrollo de
capacidades, conduce al aprendizaje memorístico y promueve el desinterés y la pasividad.

Muy objetivamente caracterizó Martí estos vicios de la escuela que observó en Nueva York a
fines del siglo XIX, cuando expresó:

" ¡De memoria! Así rapan los intelectos como las cabezas. Así sofocan la persona del niño,
en vez de facilitar el movimiento y expresión de la originalidad que cada criatura trae en
sí; así producen una uniformidad repugnante y estéril y una especie de librea de las
inteligencias."

Todavía continúa siendo preocupación de los pedagogos cubanos trabajar por el perfecciona-
miento de los métodos que conduzcan a educar esos hombres vivos, amantes e
independientes, de los que hablaba José Martí. Por ello resulta imprescindible el estudio de la
categoría método de enseñanza.

Condición previa esencial para la comprensión de la categoría método de enseñanza es el


análisis del concepto filosófico de método. Desde este punto de vista, el método se puede
caracterizar como una forma de asimilación de la actividad, tanto en el plano teórico como en
el práctico, que parte de las regularidades del movimiento del objeto estudiado. Se puede
considerar al método también como un sistema de principios reguladores de la actividad
transformadora, práctica, cognoscitiva y teórica.

En la ciencia, el método se manifiesta por medio de las formas de investigación y disposición


del material de estudio, mediante la solución de tareas concretas de carácter teórico, práctico,
cognoscitivo, pedagógico y otras. La manera de solucionar las tareas asignadas se determina
en forma de reglas generales. En esencia, el método viene a ser una teoría práctica dirigida a

43
la propia actividad de investigación, o lo que es lo mismo, la teoría verificada por la práctica y
utilizada como principio regulador del conocimiento.

El método se forma históricamente como resultado de los descubrimientos, la creación de


nuevas teorías y de toda la actividad práctica de la investigación.

El método tiene la función de dirigir la acción del hombre encaminada a un objetivo. El método
es característico del pensamiento científico y su contenido incluye no solo las acciones y las
operaciones dirigidas al logro de un fin determinado, sino también la planificación y
sistematización adecuada de estos.

El método es científico, o sea, resulta correcto, cuando refleja las leyes objetivas del mundo,
las particularidades de objeto de investigación, las leyes de su desarrollo y la esencia misma
del objeto.

La dialéctica materialista estudia la naturaleza del ser y sus leyes, para convertirlas en método
de conocimientos ulterior y transformador de la realidad.

Debido a sus características, la utilización del método dialéctico-materialista permite penetrar


en la esencia de los fenómenos y determinar las vías de su ulterior desarrollo.

La dialéctica, como lógica y teoría del conocimiento, realiza su función metodológica en los
diversos niveles del análisis del conocimiento. Las leyes del método filosófico se manifiestan
de una forma u otra en los métodos particulares y procedimientos científicos que se utilizan
para investigar la esencia de los objetos y fenómenos.

Todos los aspectos antes formulados constituyen una condición previa esencial para la
comprensión del concepto método de enseñanza. Muchas han sido las discusiones en torno a
la significación del concepto método de enseñanza. En algunos casos se ignora su importancia
y se considera que el método surge por el solo hecho del dominio del contenido. Otros
criterios sobrevaloran el papel del método, ignorando así la relación fundamental que existe
entre: objetivo-contenido-método-organización.

Ambas posiciones son perjudiciales para el proceso de enseñanza. En toda reflexión con
relación a este importante concepto resulta decisivo considerar que la relación objetivo-
contenido-método-organización determina la lógica interna del proceso de enseñanza. Es
imposible analizar este concepto aislado de dicha relación.

Hay que considerar también que el objetivo y el contenido son elementos decisivos en la
concepción del proceso de enseñanza, pero para llevarla a vías de hecho resulta determinante
el método. No basta perfeccionar planes de estudio, programas, libro de texto y otros
materiales docentes; también resulta decisiva la elevación de la calidad de la labor del maestro
o profesor y para ello ocupa un lugar destacado el perfeccionamiento de los métodos de
enseñanza.

La dependencia del método respecto a la relación objetivo-contenido exige que se encuentre


en correspondencia con el carácter de la enseñanza. Los métodos que se aplican en la escuela
44
cubana tienen que realizar un importante aporte al cumplimiento de los elevados objetivos de
la enseñanza.

Existen distintas definiciones sobre el concepto método de enseñanza. Algunos autores


parten esencialmente de la actividad del maestro o profesor, otros integran la actividad del
maestro o profesor y los alumnos; algunos lo definen como una vía para lograr los objetivos de
la enseñanza, otros como un conjunto de procedimientos metodológicos.

Según I.Ya. Lerner y M.N. Skatkin:

" Los métodos de enseñanza deben definirse como las formas de organizar la actividad
cognoscitiva de los estudiantes, que aseguran el dominio de los conocimientos, de los métodos
del conocimiento y de la actividad práctica, así como la educación ...de los estudiantes en el
proceso docente. "

En el libro Didáctica de la escuela media, de M.A. Danilov y M.N.Skatkin se expresa con


respecto al concepto que se analiza:

"... De este modo, cualquier método de enseñanza constituye un sistema de acciones del
maestro, dirigido a un objetivo, que organiza la actividad cognoscitiva y práctica del alumno,
con lo que asegura que este asimile el contenido de la enseñanza ".

De los criterios anteriores se puede analizar que el concepto método de enseñanza considera
no solo cómo el maestro o profesor organiza la actividad cognoscitiva del estudiante, sino
también cómo esta actúa para la asimilación del conocimiento.

También se puede observar que el método de enseñanza supone que tanto el maestro o
profesor como los alumnos trabajen por alcanzar los objetivos que se han determinado. Para
ello, se tiene que ejecutar un sistema de acciones que conducen al cumplimiento del objetivo.
No basta con que sea el maestro o profesor quien se proponga tales objetivos; estos tienen
que convertirse en objetivos de los alumnos para que se sientan estimulados a alcanzarlos.
Solo mediante un trabajo consciente, el alumno podrá pasar de objeto pasivo de influencias
del maestro o profesor a sujeto activo del proceso de enseñanza.

Exigencias que la escuela cubana contemporánea plantea al método de enseñanza

El análisis dialéctico-materialista de todo objeto o fenómeno plantea la necesidad de


estudiarlo en el proceso de su desarrollo. Por ello, para conocer en toda su magnitud las
exigencias que en la actualidad la escuela cubana plantea a los métodos de enseñanza, resulta
necesario estudiar, brevemente, algunas de las transformaciones que en el decursar de la
historia han sufrido estos métodos y cómo han repercutido en el tipo de actividad cognoscitiva
del escolar.

Fueron numerosos los cambios que sufrieron en el transcurso del tiempo los métodos de
enseñanza y en cada caso dependieron de las transformaciones socioeconómicas. Así, por
ejemplo, en la edad media los métodos que se aplicaban eran puramente dogmáticos;
45
respondían a los intereses de la clase dominante y poseían gran influencia religiosa. Ellos
dirigían al escolar hacia el estudio memorístico del contenido de las asignaturas. Se
memorizaban las frases sin entender el contenido de lo estudiando. Se obliga a captar de una
forma dogmática diversos conceptos de las Sagradas Escrituras, a aprender mecánicamente
un número interminable de oraciones en una lengua extraña. Como se observa, existía una
ruptura entre la forma de expresión y la comprensión del contenido. Todo ello es un ejemplo
típico de la negación de la asimilación consciente. estos métodos originaban el aburrimiento y
la aversión hacia el estudio. La ausencia de estímulos internos se compensaba con el miedo a
los castigos, entre los cuales se aplicaban los de tipo corporal.

Esta concepción prevaleció durante muchos siglos. Las demandas del desarrollo económico-
social hicieron comprender a los pedagogos y maestros más avanzados, quienes mantuvieron
una lucha tenaz contra el dogmatismo medieval, y se comenzó a estimular a los alumnos para
que expusieran el texto de lo estudiado con sus propias palabras. La propia burguesía naciente
trataba de evitar el daño que ocasionaba la enseñanza dogmática en las nuevas condiciones
del desarrollo de la producción capitalista. Se criticó la aplicación unilateral de los métodos
dogmáticos y se promovió la inclusión de métodos que condujeran a los alumnos a la
realización de demostraciones, explicaciones y comentarios.

Con la aplicación de estas concepciones ya no solo se hacía énfasis en la memoria, también se


concedió mayor importancia a la actividad analítico-sintética. Comenzó a acrecentarse la
preocupación porque los conocimientos encontraran aplicación, aunque la forma
predominante de esta se basaba en un modelo o en instrucciones ya preparadas. La aplicación
de nuevos métodos estimuló la observación y el razonamiento aunque aún predominaba la
actividad reproductiva y, por tanto, el pensamiento de este carácter.

No obstante estos pasos de avance, las clases dominantes, en la medida en que se desarrollaba
el capitalismo y se iban manifestando cada vez más crudamente sus contradicciones internas,
dejaron de sentir interés por la aplicación de métodos que desarrollaran en las grandes masas
populares el pensamiento creador, sus capacidades intelectuales.

Con el triunfo de la Revolución Cubana se crean condiciones importantes para el


florecimiento de la educación, para el cambio radical de concepciones pedagógicas arcaicas y
de métodos que frenen y no estimulen el desarrollo pleno del hombre.

En la escuela cubana contemporánea no bastan los métodos que corresponden a la enseñanza


explicativo-ilustrativa; resulta necesario incluir, paulatinamente, métodos que capaciten al
alumno no solo para comprender el mundo en que vive, sino también para transformarlo.

De todo lo antes expuesto se puede concluir que los métodos de enseñanza que se apliquen
en la escuela cubana deben:

- estar en correspondencia con los elevados objetivos y con el nivel científico del contenido;

- garantizar que, paralelamente a la adquisición de conocimientos, se desarrolle un sistema de


capacidades y hábitos necesarios para la actividad intelectual;

46
- estimular la actitud productiva y creadora en el proceso de aprendizaje;

- motivar el desarrollo de los intereses cognoscitivos;

- propiciar la actividad y la independencia cognoscitiva;

- desarrollar cualidades del carácter acordes con nuestras costumbres e idiosincrasia.

- enseñar al alumno a aprender, al pertrecharlo de los métodos del conocimiento y del


pensamiento científico;

- vincular la escuela con la vida.

El desarrollo de la revolución científico-técnica y la rápida aplicación de los descubrimientos


científicos al proceso productivo determinan la selección y la aplicación de métodos que cam-
bien la actitud receptiva de los estudiantes por otra de tipo productivo.

El ciudadano cubano tiene que poseer un afán inagotable de saber. Solo así podrá estar a la
altura del vertiginoso avance que constantemente se experimenta en todas las esferas de la
vida económica, política y social. De ahí que los métodos de enseñanza tengan que motivar a
los escolares en el proceso de aprendizaje y despertarles el interés por aprender.

Las características de la sociedad contemporánea plantea la necesidad de preparar, a un


individuo capaz de enfrentar y dar solución a los problemas que se presentan en la vida diaria.
En la escuela cubana hay que aplicar métodos con carácter problemático, que sitúen al escolar
en la posición de dar respuesta a las situaciones que se le presenten, con responsabilidad,
seguridad, perseverancia y afán por lograr un objetivo.

El método de enseñanza como vía para la dirección de la actividad cognoscitiva del escolar

El método de enseñanza es decisivo para la dirección de la actividad cognoscitiva del escolar


y, en ello, hay que considerar la relación entre la actividad dirigente del maestro o profesor y
la asimilación activa, consciente, independiente y creadora de los alumnos.

En la actualidad existen dos tendencias de desarrollo fundamentales sobre esta temática. Por
una parte se investiga en la búsqueda de métodos que logren una dirección más eficaz del pro-
ceso de aprendizaje por el maestro o profesor y, por otra, en la búsqueda de métodos que
conduzcan a elevar la independencia y el nivel de creación de la actividad cognoscitiva de los
escolares.

¿Existe contradicción entre ambas tendencias? Por supuesto que no. El maestro o profesor no
puede reemplazar a los alumnos en el aprendizaje, la personalidad se forma en la propia
actividad. En el proceso de enseñanza el maestro o profesor planifica, dirige y controla,
constantemente, la actividad de los escolares. Una condición no contradice la otra y en ello el
método desempeña una función esencial.

47
Para analizar el método como vía para la dirección de la actividad cognoscitiva del escolar
resulta determinante la consideración de la unidad del aspecto externo e interno del método.

El análisis de la unidad del aspecto externo e interno del método parte de la consideración de
la dialéctica entre las categorías filosóficas de esencia y fenómeno. Ellas expresan diferentes
niveles de la profundidad con que se comprende un objeto.

Llegar a la esencia de un objeto significa comprender las causas de su surgimiento, las


contradicciones que le son inherentes, las tendencias de su desarrollo y sus propiedades
determinantes.

El fenómeno es la manifestación externa de la esencia, es la forma en que esta aparece.

En el método de enseñanza forman una unidad dialéctica el aspecto fenomenológico (externo)


y su esencia (interno).

El aspecto externo del método es lo que se puede percibir rápidamente cuando se observa una
clase. Constituye la manifestación externa de la esencia del método que se expresa por medio
de:

- la forma de enseñanza (por ejemplo, monologada o dialogada);

- la forma de organizar el trabajo docente (frontal, individual, por parejas, equipos, etcétera).

La capacitación del maestro o profesor para realizar con éxito la forma externa del método de
enseñanza deviene una condición previa indispensable para el feliz resultado de la actividad
cognoscitiva de los alumnos, pero ella no resulta suficiente. La consideración unilateral del
aspecto externo del método conduce al freno de la actividad intelectual de los escolares. Por
ejemplo, algunos maestros y profesores analizan detenidamente si al dirigir la enseñanza
predominarán las formas monologadas o dialogadas, pero no se detienen a meditar la
repercusión de ella en la actividad cognoscitiva de los alumnos, no analizan cómo transcurrirá
el proceso de pensamiento de sus alumnos, qué pasará en su mente. El maestro o profesor no
puede detenerse en la forma del método, debe penetrar en su esencia, pasar a su aspecto in-
terno.

El aspecto interno del método de enseñanza no se puede advertir fácilmente, ya que requiere
una observación minuciosa del proceso. Se refiere al proceso de aprendizaje, a las vías que se
han utilizado para desarrollar el pensamiento en los alumnos.

Penetrar en la esencia del método, en su aspecto interno, significa considerar:

- los procedimientos y las operaciones lógicas que transcurren en el proceso de aprendizaje,

- a qué función didáctica responderán las distintas actividades de la clase.

A continuación se analiza la dialéctica de los aspectos externo e interno del método mediante
un ejemplo. Cuando un maestro de Historia, de quinto grado, se prepara para introducir el
48
asunto: Las comunidades gentilicias de cazadores y pescadores, no basta con que medite si lo
tratará por medio de una exposición oral en que predomine la descripción, la narración o el
diálogo de elaboración.

En el proceso de estructuración de su propia actividad tiene que meditar sobre la actividad


cognoscitiva de sus alumnos para poder dirigirla acertadamente. Tiene que precisar qué
procedimiento y operaciones lógicas predominarán.

En este caso, la exposición oral en que predomine la descripción, la narración o el diálogo de


elaboración puede seguir una vía inductiva, ya que es posible partir de casos particulares de
los distintos instrumentos de trabajo para determinar su desarrollo. Seguidamente, se analiza
en detalles este ejemplo:

El maestro, sobre la base de los conocimientos que el alumno posee de clases anteriores, debe
guiarlo para que realice un análisis de los instrumentos estudiados. Para ello puede presentar
la siguiente situación: ¿Cuáles fueron los primeros instrumentos de trabajo hechos por el
hombre primitivo? Aquí el maestro no se puede contentar con la repetición mecánica de lo
conocido, sino que orienta buscar en el libro de texto las láminas que presentan estos
instrumentos, a fin de comprobar si el alumno es capaz de buscar en el conjunto de láminas
aquellas correctas, o sea, si es capaz de identificar, clasificar, sistematizar y aplicar lo que
conoce ante una nueva situación.

Es importante que el maestro estimule al alumno a recordar lo estudiado, para que llegue a la
conclusión de que el hombre ha logrado progresos en sus instrumentos y técnicas. Esta
conclusión requiere de él un mayor nivel de generalización.

Con el objetivo de que el alumno realice el análisis de los instrumentos, el maestro orientará
la observación de una lámina representativa que aparece en el cuaderno de trabajo, en la que
se mezclan instrumentos conocidos con otros nuevos. El alumno deberá seleccionar los
nuevos instrumentos que serán objeto de estudio en esta clase.

Sobre la base de este conocimiento y con la utilización de láminas, los alumnos, bajo la
dirección del maestro, podrán realizar una descripción y elaboración de un cuadro como el
siguiente:

Actividad en Material con que


Instrumento que se utiliza se fabricó

Como se puede observar, en esta actividad el maestro tuvo en cuenta no solo lo que él iba a
hacer, sino los procesos mentales que deben llevar a cabo los alumnos al realizar el análisis de
los instrumentos. Con estos nuevos elementos, el maestro debe lograr que los alumnos, a
partir de la realización de procesos comparativos, identifiquen las características no
esenciales de los instrumentos y generalicen las esenciales.

Para ello, los alumnos deben meditar con respecto a las siguientes preguntas:

49
Si se comparan estos instrumentos con otros que aparecen en el cuaderno de trabajo, ¿qué
diferencias se observan?

Si se comparan estos instrumentos con los actuales que el hombre utiliza para pescar y cazar,
¿qué diferencias encuentran?.

A continuación deben realizar una generalización que exprese cómo con mejores
instrumentos de trabajo el hombre primitivo adquiere un mayor número de alimentos y con
ello mejora sus condiciones de vida. El maestro tiene que dirigir a los alumnos para el
reconocimiento de la relación causa-efecto.

Para esto, mediante preguntas, los alumnos elaborarán en el pizarrón un esquema en que se
presente dicha relación.

Se sabe que hay mejores instrumentos y técnicas, ¿qué nueva actividad estudiamos?.

¿Qué resultados trajo para el hombre primitivo la utilización de mejores instrumentos y


técnicas y las nuevas actividades económicas?.

¿Cómo repercutió la obtención de una mayor cantidad de alimentos en el grupo?.

¿Cuál es el resultado final de la utilización de nuevos instrumentos y técnicas y nuevas


actividades económicas?.
ESQUEMA

Nuevos instru- Más ali- Menos muer- Aumenta la Nuevas activi-


mentos y téc- ----> mentos ----> tes ----> población + dades.
nicas

En el aspecto interno del método también hay que considerar a qué función didáctica
responderá la forma seleccionada. Por ejemplo, no tendrá la misma estructura un diálogo de
elaboración que uno de repaso, una exposición con carácter de elaboración, como la analizada
anteriormente, que una con carácter de resumen.

El análisis detallado del aspecto interno del método evita el formalismo en la adquisición de
los conocimientos y propicia que los alumnos adquieran no solo los conocimientos sino
también los métodos y técnicas de trabajo que les posibiliten su aplicación y la adquisición
independiente de otros.

Clasificación de los métodos de enseñanza

Aunque el problema de la clasificación de los métodos de enseñanza no constituye el aspecto


fundamental del estudio de este concepto, resulta necesario abordarlo en forma general, ya
que la determinación consciente por el maestro o profesor de los métodos que aplica,
contribuye a elevar la calidad de la dirección del proceso de enseñanza.

50
Es necesario señalar que los métodos de enseñanza de carácter general que estudia la
didáctica tienen que particularizarse y enriquecerse según las características de cada
asignatura. Este trabajo es objeto de estudio de las metodologías de la enseñanza de las
diferentes asignaturas.

Resulta imposible señalar una clasificación de los métodos de enseñanza aceptada por todos.
Por ello, es necesario que el maestro o profesor conozca el estado actual en que se encuentra
este problema. Es importante que estudie distintas clasificaciones con el objetivo de
profundizar en sus conocimientos teóricos para, a partir de ellos, enriquecer la práctica
pedagógica. En este sentido, se considera determinante para la labor del maestro o profesor
el estudio que sobre la clasificación de los métodos realiza la metodología de la enseñanza de
la asignatura que imparte.

Hay que destacar que cada método de enseñanza se debe seleccionar y aplicar considerando
la relación que tiene con los restantes. No existe un método de enseñanza universal. Muchas
son las posibilidades para combinarlos, esto depende esencialmente de las particularidades de
los alumnos, los objetivos, el contenido, y, por supuesto, el trabajo creador del maestro o
profesor.

Por último, en este aspecto es necesario resaltar que mucho se ha discutido con respecto a la
clasificación de los métodos de enseñanza. Este resulta un problema no resuelto para la
ciencia pedagógica, pues existen distintas clasificaciones a partir de los diferentes criterios
que toma cada autor para elaborar su sistema de métodos.

Los métodos de enseñanza se pueden clasificar según las vías lógicas de obtención del
conocimiento. Surgen así los métodos inductivos, deductivos y analítico-sintéticos.

Algunos autores consideran como criterio clasificatorio las fuentes de obtención de los
conocimientos: métodos orales, de percepción sensorial y prácticos.

Los métodos orales se centran en la palabra como fuente esencial de adquisición del
conocimiento. Comprende entre otras formas: la exposición, la conversación, el cuento, la
narración.

En un tiempo se consideraron como métodos orales el uso de manuales y libros, pero


actualmente estos constituyen un punto independiente que se suele añadir a la clasificación.

Los métodos llamados de percepción sensorial se refieren a las fuentes visuales. Los dos más
importantes son la ilustración y la demostración.

El tercer grupo, los métodos prácticos, se fundamenta en el uso de ejercicios escritos y


gráficos y trabajos en el laboratorio, en el huerto o la parcela, en los talleres. Dentro de estos
métodos se insiste, actualmente, en el trabajo individual.

Otra de las clasificaciones más conocidas es la que se establece a partir de la interrelación del
maestro o profesor y el alumno. En este sentido, Lothar Klingberg considera el método
expositivo, el de trabajo independiente de los alumnos y el de elaboración conjunta.
51
En el método de enseñanza expositiva se aprovechan todas las potencialidades instructivas y
educativas que se derivan de la palabra del maestro o profesor. Predomina la actividad de este;
él informa, narra, ejemplifica, demuestra. La actividad del alumno es eminentemente receptiva.

En el método de trabajo independiente de los alumnos se transforma la situación antes


planteada. La actividad de los alumnos pasa a un primer plano. Trabajan con intensidad al
solucionar de modo relativamente independiente, las tareas que el maestro o profesor les
plantea. Predomina el aprendizaje productivo.

Klingberg considera que entre las dos formas descritas anteriormente se encuentra el método
de enseñanza de elaboración conjunta. La forma típica de manifestarse este método es la
conversación en clase. La situación en cuanto al aprendizaje del alumno está caracterizada por
la actividad receptiva, reproductiva y también hay elementos de rendimientos productivos.

Danilov y Skatkin toman otros puntos de vista para clasificar los métodos de enseñanza. Ello
se basa tanto en las particularidades de la actividad cognoscitiva de los alumnos en el proceso
de enseñanza como en el carácter de la actividad del maestro o profesor y al alumno. Al tener
en cuenta ambos factores, proponen la clasificación: método explicativo-ilustrativo,
reproductivo, de exposición problémica de búsqueda parcial o heurístico y el investigativo.

Estos autores subdividen estos métodos en dos grupos:

En el primero agrupan los de carácter reproductivo, en los que incluyen el método explicativo-
ilustrativo. Este grupo de métodos tiene una gran significación para el proceso pedagógico,
pues ellos permiten que los alumnos se apropien de conocimientos ya elaborados y les
permiten reproducir los modos de actuación que ya conocen. Pero ellos por sí solos resultan
insuficientes.

En el segundo grupo, los autores incluyen los que tienen un carácter productivo. Ello propicia
el desarrollo de la actividad creadora. La exposición problémica corresponde a un grupo
intermedio, pues en igual medida supone la asimilación, tanto de información elaborada como
de elementos de la actividad creadora.

Como vía para que el maestro o profesor preste atención no solo al grupo de métodos con
carácter reproductivo, sino también a los de carácter productivo, se explicarán a continuación
los métodos de enseñanza problémica.

Previamente resulta necesario incluir en el presente capítulo un breve estudio sobre el


concepto y las funciones de la enseñanza problémica, así como de sus principales categorías
con vistas a que se pueda comprender mejor lo relacionado con los métodos co-
rrespondientes.

Conceptos y funciones de la enseñanza problémica

La idea de desarrollar el pensamiento creador e independiente en los escolares no es nueva


en la ciencia pedagógica. Por ejemplo, Comenius (1592-1670), Pestalozzi (1746-1827),
52
Diesterwerg (1970-1866) Ushinski (1824-1870) y otros grandes pedagogos la expresaron en
sus obras, aun cuando en ocasiones no pudieron mostrar la vía para alcanzarlo, pues la base
gnoseológica en que fundamentaban la teoría de la enseñanza les impidió ver el carácter
dialéctico de este proceso. En la tradición pedagógica cubana también siempre ha estado
latente esta preocupación. A ello se refirieron en muchas oportunidades Félix Varela, José de
la Luz y Caballero, José Martí, Enrique José Varona y otros notables maestros.

Desde la década del 60, en diferentes países socialistas se publicaron trabajos en que se
observa el incremento de los esfuerzos porque la actividad del aprendizaje tenga un carácter
más
creador e independiente, porque la enseñanza tenga, en las circunstancias en que es
recomendable y necesario, un carácter más problémico.

La esencia de la enseñanza problémica consiste, según Danilov,"(....) en que los alumnos,


guiados por el profesor, se introducen en el proceso de búsqueda de la solución de problemas
nuevos para ellos, gracias a lo cual, aprenden a adquirir independientemente los
conocimientos, a emplear los conocimientos antes asimilados y a dominar la experiencia de la
actividad creadora".

Al emplearse este tipo de enseñanza, se revela al alumno el camino para la obtención del
conocimiento, las contradicciones que surgen en este proceso y las vías para su solución. Por
eso, se le ha caracterizado como la utilización de las contradicciones de la dialéctica en calidad
de método de enseñanza.

Debido a que el alumno es participe directo en la adquisición del conocimiento, este tipo de
enseñanza contribuye a que cumpla verdaderamente su papel como sujeto de aprendizaje en
el proceso docente-educativo.

M.I. Majmutov nos define el concepto de aprendizaje problémico de la manera siguiente:

"El aprendizaje problémico es la actividad docente cognoscitiva de los alumnos, encaminada


a la asimilación de conocimientos y modos de actividad mediante la percepción de las explica-
ciones del maestro, en las condiciones de una situación problémica, el análisis independiente
(o con ayuda del maestro) de situaciones problémicas, la formación de problemas y solución
mediante el planteamiento (lógico e intuitivo) de suposiciones e hipótesis, su fundamentación
y demostración, así como mediante la verificación del grado de corrección de las soluciones.
Todo este trabajo mental de los escolares se realiza bajo la dirección del maestro y garantiza
la formación de una personalidad intelectualmente activa... "

Como se observa, la función principal de la enseñanza problémica consiste en desarrollar el


pensamiento creador en los alumnos.

Su base metodológica es la teoría del conocimiento del materialismo dialéctico e histórico que
permite analizar, acertadamente, el proceso de aprendizaje y avanzar en la comprensión del
proceso interno de obtención de conocimientos. En este sentido, es particularmente
importante el estudio profundo de las categorías de reflejo y contradicción, entre otras, así
como de la relación sujeto-objeto.
53
El maestro o profesor nunca debe perder de vista que la enseñanza como fenómeno de la
realidad objetiva es un proceso que se desarrolla dialécticamente. En él se manifiestan, entre
otras, las contradicciones que existen entre los nuevos conocimientos y las habilidades que
adquiere el alumno y las que ya posee; entre el nivel del contenido de los programas y las
posibilidades reales que poseen los alumnos para su asimilación; entre los conocimientos
teóricos y las capacidades para aplicarlos en la práctica; entre las explicaciones del maestro o
profesor y su comprensión por los alumnos.

Danilov llegó a la conclusión de que la contradicción que constituye la fuerza motriz del
proceso docente es precisamente la que se manifiesta entre las tareas que se plantean al
alumno durante el proceso de enseñanza y el nivel real de sus conocimientos, capacidades y
habilidades y de los restantes componentes de su personalidad.

El propio Danilov señala que para que esta contradicción se convierta realmente en la fuerza
motriz del aprendizaje, el alumno tiene que comprender las dificultades y la necesidad de
superarlas; estas dificultades tienen que estar en correspondencia con sus posibilidades
cognoscitivas y, lo que es muy importante, la contradicción que constituye la fuerza motriz de
la enseñanza tiene que ser descubierta e interiorizada por el propio alumno, lo que lo impulsa
a la búsqueda de su solución. por esto, es necesario capacitar al alumno para que halle las
contradicciones que surgen en el proceso cognoscitivo y busque las vías de superarlas.

La enseñanza problémica tiene su fundamento psicológico en la concepción sobre la


naturaleza social de la actividad del hombre y en los procesos productivos del pensamiento
creador.

Desde el punto de vista pedagógico, la enseñanza problémica se fundamenta en la necesidad


de desarrollar las capacidades cognoscitivas de los alumnos.

Para profundizar en la teoría de la enseñanza problémica, es imprescindible analizar sus


categorías y métodos fundamentales que sirven como recursos para revelar las
contradicciones dialécticas en cada ciencia particular cuya solución permite una mejor
asimilación de los contenidos y el desarrollo de hábitos de pensamiento creador.

Entre las categorías fundamentales de la enseñanza problémica se encuentran la situación, el


problema docente, las tareas y preguntas problémicas y lo problémico.

La situación problémica es un estado psíquico de dificultad que surge en el hombre cuando, en


la tarea que está resolviendo, no puede explicar un hecho nuevo mediante los conocimientos
que tiene, o realizar un acto conocido utilizando los procedimientos que conoce desde antes y
debe, por tanto, buscar un procedimiento nuevo para actuar.

La situación problémica es la primera etapa de la actividad cognoscitiva independiente del


estudiante, pues hace surgir la contradicción que lleva a la dificultad intelectual. Se puede
definir como:" la relación entre el sujeto y el objeto del conocimiento en el proceso docente,
que surge a modo de contradicción, cuando aquel no puede entender la esencia del fenómeno

54
estudiado, porque carece de los elementos necesarios para el análisis y que solo mediante la
actividad creadora puede resolver".

El maestro o profesor tiene que considerar que la necesidad de pensar creadoramente surge
del enfrentamiento con las nuevas condiciones, en que no se pueden utilizar los
procedimientos y conocimientos anteriores, sino se deben buscar elementos nuevos para
actuar. Ello pone al sujeto ante situaciones problémicas, que están condicionadas por un
estado psíquico de dificultad, que alarma y estimula a encontrar la solución.

Se analiza la siguiente tarea como un ejemplo que puede servir al profesor de Física cuando se
estudia la estructura molecular de las sustancias:

Mezcla 1 dm3 de agua con 1 dm3 de alcohol.

Observa el volumen de la mezcla obtenida.

En el proceso de realización de esta tarea, el alumno se encuentra ante algo incomprensible:


el volumen de la mezcla obtenida, contrariamente a lo que él había supuesto, resulta menor
que
2 dm3. Ello lo asombra y estimula a vencer la dificultad que ha surgido.

El trabajo hábil del profesor en la dirección del proceso de aprendizaje ha logrado situar al
alumno ante su estado de tensión intelectual, que, bien aprovechado, promueve el interés por
el estudio y desarrolla una disposición emocional positiva por la investigación y el
razonamiento.

Este profesor no se ha conformado con dar a sus alumnos una conclusión ya hecha, sino que
les ha creado una situación problémica.

El fin último de la creación de la situación problémica y de la formulación del problema es


precisamente la solución de este.

Es importante destacar que existen distintos tipos de situaciones problémicas. El ejemplo


descrito corresponde al tipo más divulgado. En este grupo se incluyen las situaciones
problémicas que surgen cuando los alumnos toman conciencia de que los conocimientos
anteriores son insuficientes para explicar el hecho nuevo.

También existen otros tipos de situaciones problémicas, por ejemplo las que surgen cuando
existe una contradicción entre el resultado alcanzado prácticamente en la realización de una
tarea docente y la falta de conocimientos de los alumnos para dar su fundamentación teórica.

Un ejemplo que ilustra este tipo de situación puede ser el siguiente:

Se propone a cada alumno que dibuje un triángulo y mida los ángulos interiores con un
semicírculo y sume sus valores.

55
Es sorprendente para ellos que, independientemente de la forma del triángulo dibujado, de la
longitud de sus lados, etc., la suma de sus ángulos interiores es, aproximadamente, 180o en
todos los casos. Esto los sitúa ante una situación problémica. De ella se desprende la
necesidad de formular el problema correspondiente, que en este caso sería encontrar la
demostración matemática del teorema: La suma de los ángulos interiores de un triángulo es
180o.

Con estos ejemplos no se han agotado las posibilidades de hacer surgir la situación
problémica, ya que hay tipos de situaciones problémicas generales y otras que son
determinadas por el contenido específico de la ciencia estudiada y sus propias contradic-
ciones. Por ello, la creación de una situación problémica depende de la asignatura, el nivel de
conocimientos, las edades y las particularidades individuales de los alumnos, el grado de
preparación que estos poseen para formular y resolver problemas docentes y, por supuesto,
de la habilidad del maestro o profesor para dirigir la enseñanza problémica.

El pleno dominio de los objetivos y del contenido por parte del maestro o profesor resulta una
condición indispensable para la creación exitosa de situaciones problémicas; pero también es
imprescindible saber determinar con acierto el método que ha de aplicarse.

Para la creación de situaciones problémicas el maestro o profesor tiene que conocer y lograr
el cumplimiento de los objetivos didácticos siguientes:

a) Atraer la atención del alumno hacia la pregunta, la tarea o el tema docente para despertar
el interés cognoscitivo y otros motivos que impulsen su actividad.

b) Plantear al alumno una dificultad cognoscitiva, pero que resulte asequible, ya que con su
superación va intensificando su actividad intelectual.

c) Descubrir ante el alumno la contradicción que existe entre la necesidad cognoscitiva que ha
surgido en él y la imposibilidad de satisfacerla mediante los conocimientos, las habilidades
y los hábitos que posee.

d) Ayudar al alumno a determinar la tarea cognoscitiva en la pregunta o en el ejercicio y a


trazar el plan para hallar las vías de solución de la dificultad, lo que conduce a una actividad
de búsqueda.

Por último, es necesario destacar que para la elaboración de situaciones problémicas en la


enseñanza, es básica la capacidad de creación que tenga el maestro o profesor. El éxito de
cualquier actividad docente depende en buena medida del maestro o profesor, quien dirige
directamente el proceso pedagógico. Los alumnos de los maestros y profesores que trabajan
creadoramente desarrollan esta capacidad, experimentando un elevado placer porque la acti-
vidad engendra creatividad y conduce al aprendizaje consciente.

Con respecto a ello, Enrique José Varona expresó que los maestros debían ser:

56
"(...) hombres dedicados a enseñar cómo se aprende, cómo se consulta, cómo se
investiga; hombres que provoquen y ayuden el trabajo del estudiante; no hombres que
den recetas y fórmulas a las que quiere aprender en el menor tiempo la menor cantidad
de ciencia, con tal que sea la más aparatosa..."

"Hoy un colegio, un instituto, una Universidad, deben ser talleres donde se trabaja, no
teatros donde se declame"

Es necesario considerar también que la actividad intelectual surgida durante la situación


problémica conduce al planteamiento del problema docente. Durante el proceso de análisis
de la situación problémica hay que determinar la asimilación del elemento que provocó la
dificultad. Este elemento es el problema docente.

Volvamos al ejemplo de Física. La actividad intelectual del alumno no puede detenerse en el


estado psíquico de inquietud que provocó el resultado obtenido y que lo situó ante la
contradicción que surgió entre este resultado y lo que supuestamente esperaba, a partir de
los conocimientos que tenía hasta ese momento. El profesor tiene que estimularlo a definir la
esencia de lo que desconoce, interiorizar qué es lo desconocido, formular el problema.

En el ejemplo anterior, se debe resolver la contradicción revelada en la tarea realizada:


investiga las causas de por qué el volumen de la mezcla obtenida es menor que la suma de los
dos volúmenes mezclados.

Este es el problema que se debe solucionar, que conduce al planteamiento de la hipótesis, a la


búsqueda de su demostración y, con ello, a la solución misma del problema.

El problema tiene que ser interiorizado por el alumno como tal.

" El problema es la contradicción dialéctica asimilada por el sujeto en el proceso de


estudio del material. Esta contradicción debe resolverla utilizando los medios que
encuentre, bajo la dirección directa o no del profesor y en correspondencia con los
objetivos de la asignatura y con el movimiento dialéctico del conocimiento hacia la
verdad. "

La capacidad para plantear y resolver problemas es la característica más clara del


pensamiento creador. M.I. Majmutov considera el proceso docente como un reflejo (forma de
manifestación) de la contradicción lógico-psicológica del proceso de asimilación, la que
determina el sentido de la búsqueda intelectual, despierta el interés hacia la investigación de
la esencia de lo descono-cido, y conduce a la asimilación de un concepto nuevo o de un modo
nuevo de acción.

La solución de cualquier problema comienza con su planteamiento, o al menos, con la toma de


conciencia de la formulación ya hecha.

La formulación del problema constituye en sí la expresión lógica-lingüística de este, gracias a


la cual se localiza el campo de búsqueda intelectual, lo cual ocurre especificando no sólo los

57
objetivos, sino las condiciones en que se llevará a cabo y que constituyen los componentes
básicos del problema.

El problema docente es, por esto, una de las categorías básicas de todo el sistema de la
enseñanza problémica. Después de su formulación se precisa la estructura de la tarea, cuya
solución permite hallar la respuesta a la situación problémica presentada inicialmente.

La tarea problémica es una actividad de búsqueda docente cognoscitiva para cuya solución se
requiere desarrollar procedimientos especiales que permitan descubrir qué datos son
insuficientes y dónde están las contradicciones que hay que resolver.

También se puede llevar al razonamiento lógico en el análisis de una cuestión a través de las
preguntas problémicas, que son las centrales en la cadena del razonamiento lógico. Su
solución siempre tiene carácter heurístico. La pregunta como forma productiva del
pensamiento es muy cercana al concepto de tarea cognoscitiva. Sin embargo, estos conceptos
se deben diferenciar para la utilización práctica. La pregunta, como forma del pensamiento, es
un componente obligatorio de la tarea cognoscitiva. Es un estimulador directo del movimiento
del conocimiento. La tarea se diferencia de la pregunta en que presupone el cumplimiento de
algunas acciones en una sucesión determinada. A diferencia de la tarea, la respuesta
argumentada y demostrada a la pregunta es una acción que presupone un solo acto
cognoscitivo.

¿Cuáles son, entonces, las ventajas pedagógicas de la exposición problémica de los


conocimientos, en comparación con la exposición habitual basada en la trasmisión de
información?.

En primer lugar, hacer la exposición más segura y los conocimientos más comprensibles y de
esta forma contribuir a convertir los conocimientos en convicciones.

En segundo lugar, la exposición problémica enseña a pensar dialécticamente y ofrece a los


alumnos un patrón para la búsqueda científica.

En tercer lugar, la exposición problémica es más emocionante y, por tanto, eleva el interés por
el estudio.

Se ha demostrado que la exposición que refleja situaciones contradictorias y la búsqueda de


soluciones entusiasma más a los estudiantes que la simple trasmisión indiferente y sin
conflicto de los conocimientos preparados.

Métodos de búsqueda parcial

El método de búsqueda parcial se caracteriza porque el profesor organiza la participación de


los estudiantes para la realización de determinadas tareas del proceso de investigación. De
esta manera, el estudiante podrá relacionarse, en un caso, con la formulación de la hipótesis,
en otros, con la elaboración del plan de la investigación, en otro momento, con la observación
o con la experimentación, etcétera.

58
La idea del acercamiento gradual al método investigativo está presente en la propia
denominación de este método. El término búsqueda parcial subraya una semejanza con el
método investigativo y también su diferencia: el estudiante se apropia solo de etapas, de
elementos independientes del proceso del conocimiento científico.

He aquí un ejemplo. El profesor de Historia plantea: Ya nosotros hemos estudiado la rebelión


de Wat Tyler y comprobamos que durante ese tiempo los campesinos establecieron dos tipos
de demandas. Yo les he traído los dos documentos donde se expresan estas demandas,
ustedes deben extraer los puntos esenciales de cada uno de ellos y compararlos, señalando las
exigencias, las que resulten semejantes y las diferentes. Después estableceremos las causas
de estas diferencias.

El método investigativo

El método investigativo refleja el nivel más alto de asimilación de los conocimientos. El valor
pedagógico de este método consiste en que permite no sólo dar a los estudiantes una suma de
conocimientos, sino que al mismo tiempo los relaciona con el método de las ciencias y con las
etapas del proceso general del conocimiento, así como con el desarrollo del pensamiento
creador.

El método investigativo se presenta en los distintos tipos de actividad de los estudiantes:


observación, trabajo con los textos y documentos, experimentación, etc. No obstante estas
diferentes formas de manifestación externa de la investigación, la esencia del método en todos
los casos es una: la actividad de búsqueda independiente de los estudiantes dirigida a resolver
determinados problemas.

El método investigativo es complejo. Su mayor desventaja es el tiempo considerable que exige,


así como el despliegue de fuerza y tenacidad por parte de los estudiantes. Sin embargo, esto
no debe llevar a la consideración de que no es posible utilizar este método en la escuela, ya
que puede asumir la forma de sencillas tareas docentes dirigidas a dar solución a un problema
resuelto enmarcado en el programa escolar. A este método pedagógico se le denomina
investigativo, no porque conduzca a un descubrimiento científico en toda la extensión de la
palabra, sino porque los estudiantes utilizan las distintas fases del método científico. Por eso,
un requisito del método es que los estudiantes tengan que seguir todas, o a la mayor parte, de
las etapas del proceso de investigación. Los autores I. Ya. Lerner y M. N. Skatkin señalan las
etapas siguientes:

a) elaboración y estudio de los hechos y fenómenos,

b) esclarecimiento de los fenómenos sujetos a investigación que no resulten claros ni


comprensi-bles (formulación del problema),

c) hipótesis,

ch) confección del plan de la investigación,

d) ejecución del plan,


59
e) formulación de la solución,

f) comprobación de la solución hallada,

g) conclusiones.

Volvamos al ejemplo de Historia. Esta vez el profesor propone a los estudiantes como
actividad extra-clase analizar los documentos que contienen las exigencias o demandas de los
campesinos. Para esto los alumnos deben formular las preguntas que surjan en el curso del
análisis de los documentos y hacer el plan para la búsqueda de las respuestas. Después de
realizar el trabajo, los estudiantes exponen sus conclusiones fundamentándolas.

Conversación heurística

Este método presupone una actividad participación de los estudiantes mediante y ejercicios
de razonamientos. Sócrates, en la antigüedad, utilizaba uno similar: Reunía a sus alumnos a su
alrededor, y planteaba la inducción de los conocimientos. Su método, la mayéutica, tenía como
objetivo encontrar la esencia de la verdad mediante la demostración o negación de las tesis
por medio de la discusión. Con el empleo del diálogo, se establecía la duda en el interlocutor
para que se sintiera motivado a pensar y razonar con vistas a encontrar la solución del
problema. La conversación heurística promueve el desarrollo de las capacidades del
pensamiento independiente mediante dificultades concretas que estimulan el razonamiento
dialéctico y la búsqueda científica.

Hasta aquí se han caracterizado los métodos problémicos. Resultado importante que todos
los maestros reconozcan que para la utilización de los métodos problémicos no es necesaria
la elaboración de nuevos programas. Muchas de las temáticas de los programas vigentes
pueden ser tratadas en las formas descritas si se encuentran las contradicciones
fundamentales de la ciencia para su solución.

Por último, hay que insistir en que el mejor criterio sobre la eficacia de la enseñanza es la
capacitación de los alumnos para el trabajo independiente y creador que se manifiesta en la
solución de las tareas docentes y en las que la sociedad les encomienda. Como se ha podido
obser-var, a ello brindan una gran contribución los métodos problémicos.

No obstante, es necesario destacar que sería improcedente universalizar determinado


método, sea problémico o no. La utilización racional de ellos exige como un sistema y de
acuerdo con las actividades de aprendizaje del estudiante y la ciencia objeto de estudio.

60
CAPÍTULO V.
LOS MEDIOS DE ENSEÑANZA

El desarrollo de la personalidad de las nuevas generaciones, con una concepción científica del
mundo y su preparación de acuerdo con las exigencias de la revolución científico-técnica y los
requerimientos económicos, culturales y sociales del país, demandan elevar el nivel de
exigencia en la escuela en general. por ello, adquiere una gran importancia el
perfeccionamiento de los contenidos y los métodos; en este contexto, los medios de
enseñanza devienen factor indispensable de influencia en la elevación de la calidad del trabajo.

Los medios de enseñanza. Su importancia

Los medios de enseñanza constituyen distintas imágenes y representaciones de objetos y


fenómenos que se confeccionan especialmente para la docencia; también abarcan objetos
naturales e industriales, tanto en su forma normal como preparada, los cuales contienen
información y se utilizan como fuente de conocimientos.

Los medios de enseñanza permiten crear las condiciones materiales favorables para cumplir
con las exigencias científicas del mundo contemporáneo durante el proceso docente-
educativo. permiten hacer más objetivos los contenidos de cada materia de estudio y, por
tanto, lograr mayor eficiencia en el proceso de asimilación del conocimiento por los alumnos
creando las condiciones para el desarrollo de capacidades, hábitos, habilidades y la formación
de convicciones.

Los medios de enseñanza, cuando son empleados en forma eficiente, posibilitan un mayor
aprovechamiento de nuestros órganos sensoriales; se crean las condiciones para una mayor
permanencia en la memoria de los conocimientos adquiridos; se puede trasmitir mayor
cantidad de información en menos tiempo; motivan el aprendizaje y activan las funciones
intelectuales para la adquisición del conocimiento; facilitan que el alumno sea agente de su
propio conocimiento, es decir, contribuyen a que la enseñanza sea activa y permiten la
aplicación de los conocimientos adquiridos.

Los medios no solo intervienen en el proceso instructivo, sino también constituyen elementos
poderosos en el trabajo educativo. mediante su empleo el maestro estimula la formación de
convicciones y normas de conducta, y puede planificar y ejecutar sus clases con carácter
científico; en fin, no solo trasmiten información, sino también contribuyen a la formación de la
personalidad. La pedagogía cubana parte del principio básico de que el hombre se desarrolla
en función de su actividad y que en el proceso de aprendizaje participa y contribuye todo el
medio circundante. Por ello, la realización de una clase creadora y plena de contenido debe
apoyarse, de modo decisivo, en los medios de enseñanza. Para aprovechar las potencialidades
del alumno, deben utilizarse medios que le exijan un trabajo activo para la comprensión del
nuevo contenido y el reforzamiento de lo ya aprendido, integrado en un armónico balance con
las actividades de consolidación y fijación del conocimiento por parte del profesor.

61
Gracias al empleo adecuado de métodos y medios de enseñanza que estimulen la actividad
cognoscitiva de los alumnos, estos, además de asimilar mejor los contenidos, aprenden a
pensar correctamente y desarrollan otras facultades intelectuales.

El nivel científico de la enseñanza contemporánea exige grados de abstracción cada vez más
elevados en las argumentaciones, las deducciones y las sistematizaciones, con vistas a
penetrar más profundamente en la esencia de los fenómenos. Esta circunstancia requiere el
riguroso cumplimiento del principio de accesibilidad.

Relación objetivo-contenido-métodos y medios de enseñanza

Los métodos y los medios de enseñanza están determinados, en primer lugar, por el objetivo
y el contenido de la educación, los que se convierten en criterios decisivos para su selección y
empleo.

La relación maestro-alumno ocupa un lugar fundamental en este contexto importante y los


medios de enseñanza multiplican las posibilidades de ejercer una acción más eficaz sobre los
alumnos. El educador es quien evalúa las condiciones internas y externas que prevalecen en
este proceso para lograr los objetivos de una educación integral.

Se ha afirmado que los medios son los componentes del proceso de enseñanza que sirven de
sostén material a los métodos. Es decir, resulta imposible separarlos.

Consecuentemente, se precisa un análisis por parte del profesor, al planificar su clase, que
permita seleccionar los métodos que deben utilizarse y los medios que resulten más eficaces
para trasmitir los contenidos de forma objetiva, facilitar su asimilación y dirigir el trabajo
encaminado al desarrollo de las habilidades, los hábitos y las capacidades y a la formación de
convicciones.

Clasificación de los medios de enseñanza

Existen diferentes clasificaciones de medios de enseñanza: unas atienden a sus funciones,


otras a sus características morfológicas y aun a otros elementos que definen su identidad. La
mejor clasificación debe estar fundamentada en las funciones que desempeña el medio en el
marco de la teoría del conocimiento.

Convencionalmente, los medios de enseñanza pueden dividirse en cuatro subgrupos:

Objetos naturales e industriales

Pueden tener su forma normal (animales vivos y disecados, herbarios, colecciones


entomológicas y de minerales, máquinas industriales, agropecuarias, etc.), o presentarse
cortadas en sección, a fin de mostrar su estructura interna.
62
Objetos impresos y estampados

Se confeccionan de forma plana: láminas, tablas, gráficos, guías metodológicas, libros y


cuadernos, etc., así como también medios tridimensionales representativos, como modelos,
maquetas, etc.

Medios sonoros y de proyección

Se subdividen en audiovisuales: películas y documentales didácticos sonoros y videocintas;


visuales: filminas y diapositivas; y auditivos: grabaciones magnetofónicas en placas o discos.

Materiales para la enseñanza programada y de control

Pueden ser, atendiendo a su estructura, lineales, ramificados y mixtos. En este último


subgrupo es incluyen los llamados medios de programación y de control, materializados en las
máquinas para enseñar, computadoras y las destinadas a controlar la adquisición de
conocimientos, así como los libros de enseñanza programada.

También se conoce una clasificación que agrupa los medios de acuerdo con:

- la trasmisión de la información, como la película didáctica o el libro de texto,

- la experimentación escolar, como la máquina electrostática o los reactivos que entran en un


proceso de combinación química,

- el control del aprendizaje, que incluye desde las variantes de pruebas impresas para su
evaluación hasta una máquina electrónica de control,

- la programación de la enseñanza, elaborados para la enseñanza programada,

- los de entrenamiento, que agrupan los simuladores y otros equipos que se emplean para
reproducir situaciones que requieren habilidades manipulativas.

El sistema de medios de enseñanza

La unidad de los medios se determina porque forman un conjunto y se caracterizan por su


función. Los medios de enseñanza son producidos e integrados mediante las necesidades
generales, las tareas de la enseñanza y la educación, el contenido y la metodología de la
enseñanza; forman un sistema relativamente autónomo en el medio social pedagógico.

Sobre la base de este análisis se podría decir que el sistema de medios de enseñanza es:
artificial, inorgánico, abierto y dinámico.

63
Es artificial, porque lo crea el hombre; es inorgánico, porque la inclusión o exclusión de algunos
elementos de su estructura no lo destruye; es abierto y dinámico, porque bajo la influencia del
progreso científico-técnico y social, el perfeccionamiento del contenido y la metodología de la
enseñanza, experimentan constante cambios (los medios anticuados se eliminan de su
estructura o se modernizan, y se incorporar los nuevos).

El sistema de medios de enseñanza se compone de subsistema que guardan estrecha relación.


Dentro de estos, existe el subsistema de medios auxiliares, que contribuye a revelar la
información contenida en los medios de enseñanza y crea las condiciones normales para el
desarrollo del proceso docente (mobiliario; medios de transportación; soportes para mostrar
tablas, mapas, equipos o medios técnicos; vidriería de laboratorio, etcétera). Dentro de dicho
subsistema están comprendidos, como regla, el equipamiento docente y algunos equipos
administrativos.

Este equipamiento auxiliar o técnico contribuye a que el medio de enseñanza pueda cumplir
su función como fuente de información.

Por ejemplo, el proyector cinematográfico no contiene en sí mismo información docente


alguna, hasta tanto no se sitúe en él una película y se muestre. Otros ejemplos: el pizarrón se
convierte en un portador de información valiosa, cuando el maestro o profesor hace en él las
anotaciones requeridas. Igualmente, los muebles escolares crean comodidades para organizar
el proceso docente, pero no contienen en sí ninguna información. En otras palabras, los medios
técnicos y auxiliares no son portadores de la información, pero ayudan a proporcionarla, al
crear las condiciones para la organización científica del trabajo del profesor y los alumnos.

Por consiguiente, resulta imprescindible fijar estos conceptos y saber diferenciar los medios
de enseñanza de los medios auxiliares dentro del proceso, ya que sus funciones son distintas.
La función principal de los medios de enseñanza consiste en lograr el perfeccionamiento del
proceso docente-educativo. Ellos son objeto de estudio y sirven, conjuntamente con la palabra
(oral e impresa, de fuente principal y directa de los conocimientos, en tanto que los medios
auxiliares contribuyen a revelar la información contenida en los medios de enseñanza. Ambos
forman parte del proceso de enseñanza y considerarlos en su carácter de sistema permite
lograr que la clase alcance su mayor eficacia.

Uso adecuado de los medios de enseñanza. Sus requerimientos

El uso adecuado de los medios de enseñanza eleva las posibilidades y la calidad del trabajo de
los maestros y profesores, o sea, su eficacia metodológico-pedagógica, y perfecciona las
actividades cognoscitivas y de asimilación de los alumnos, en las diferentes etapas del proceso
de enseñanza y educación.

Al exponer el nuevo material, el educador utiliza, preferentemente, los medios demostrativos


destinados para trabajar con todo el grupo: tablas, mapas, modelos, maquetas, herbarios,
colecciones, accesorios para la demostración de experimentos y medios técnicos de la
enseñanza. El maestro realiza prácticas ante todo el grupo y durante la exposición organiza la
observación por parte de los alumnos.

64
Al situar y realizar los ejercicios y trabajos prácticos, los medios que se distribuyen entre los
alumnos adquieren gran importancia para el trabajo directo con ellos: herbarios y colecciones,
aparatos de laboratorio, vidrierías, instrumentos y accesorios, fichas, cuadernos impresos,
mapas de contorno, etcétera. Para el trabajo directo con el grupo, se utilizan, además algunos
medios demostrativos.

Al repasar y generalizar los conocimientos deben utilizarse, fundamentalmente, los mismos


medios empleados cuando se expuso el material nuevo.

Para comprobar los conocimientos de los alumnos pueden ser utilizados tanto los medios
demostrativos de enseñanza (para interrogatorio) como el material de distribución (al realizar
los trabajos de control).

En la enseñanza de la Botánica y la Zoología desempeñan un papel importante los objetos


naturales, ya que permiten a los alumnos formarse una idea correcta acerca de las plantas y de
los animales, sus procesos e interacción con otros seres vivos y con el ambiente. Pero se usan
también representaciones de los objetos naturales: modelos, láminas, esquemas, dibujos,
diapositivas, películas, etc., muchas de las cuales pueden ser elaboradas en la escuela. En el
proceso de enseñanza de la Química, el lugar fundamental lo ocupa el experimento en todas
sus formas, pues representa el más importante medio de conocimiento de los fenómenos
químicos. Como no siempre se cuenta en la escuela con las condiciones para esto, entonces se
utilizan las representaciones de distintos medios de enseñanza.

Se podrían analizar otras asignaturas y siempre se encontraría lo mismo: vale la pena


referirnos al significado de una película, una lámina o un libro sobre un hecho histórico, para
una clase de Historia, o un cortometraje sobre cualquier región remota del planeta para el
conocimiento de la Geografía.

El componedor desempeña un papel importante en la enseñanza de la Lectura.

Un modelo de un corte transversal del motor de combustión interna, en Educación Laboral o


en Bases de la Producción contemporánea, resulta insustituible para la comprensión del me-
canismo de su acción.

Los medios ayudan a resolver las tareas del carácter politécnico de la enseñanza, materializan
la relación de la teoría con la práctica y con la vida, expresado en forma concreta, demostrativa,
como objeto de estudio e importante fuente de conocimiento.

Para aprovechar racionalmente los medios se requiere planificar su utilización. El educador


debe seleccionar y combinar los medios más eficaces para cada contenido y actividad del
proceso pedagógico, de acuerdo con los objetivos propuestos, y planificar su adecuada
explotación.

Esta planificación debe tener en cuenta algunas condiciones fundamentales:

65
No se les puede emplear como algo independiente de los demás componentes del proceso
docente-educativo. Es imprescindible que la planificación se realice teniendo en cuenta que
los medios forman un sistema integrado junto con los restantes elementos de la clase.

Los programas, sus objetivos y los métodos que han de utilizarse constituyen la base de la
selección de los medios y fundamentan su necesidad. Deben atenderse las condiciones en que
se van a utilizar. Puede ocurrir que seleccionemos el medio adecuado para determinado
contenido de estudio y que, llegado el momento, no pueda utilizarse por faltar las condiciones
necesarias. por ejemplo: seleccionar una película y advertir después que falta el proyector, o
seleccionar diapositivas y no contar con un local con posibilidades de oscurecimiento.

En la selección y el empleo de los medios, los principios didácticos desempeñan el papel rector.
Por muy bien elaborado que sea un medio desde el punto de vista técnico, carece de validez
si no responde a los requisitos científicos y pedagógicos que posibiliten a los alumnos asimilar
la información. Así, por ejemplo, una lámina puede tener una buena combinación de colores,
una proporción correcta de sus partes, un tamaño adecuado, pero resultará inútil como
vehículo portador del conocimiento del proceso docente-educativo si no está concebida y
estructurada pedagógicamente en función de la capacidad cognoscitiva del alumno.

Para crear las condiciones que permitan la utilización eficaz de los medios, los maestros y
profesores deben atender a los siguientes aspectos:

- Los objetivos a que responden el empleo de los medios y su relación con el desarrollo de la
personalidad integral del alumno.

- Los conocimientos y las capacidades que posee el alumno antes del empleo del medio.

- Las bases psicológicas de la enseñanza. - Las potencialidades educativas que se han de


aprovechar.

- Las relaciones que se pueden establecer con otras asignaturas, en especial atendiendo al
carácter politécnico de la enseñanza y a la práctica social.

- El momento o fase de la clase en que debe emplearse el medio.

- El contenido que ha de recibir apoyo con el empleo de los medios de enseñanza.

- Los conocimientos que se han de seguir desarrollando después de emplear el medio de


enseñanza.

- El empleo que se hace del medio: si ha de servir para demostrar un fenómeno, ilustrar la
exposición del maestro o profesor, o si los alumnos deben realizar con él ejercicios
independientes.

- Las imágenes que se van a emplear en el pizarrón o el uso de otros medios más convenientes.

- La estructura organizativa más favorable del grupo al emplear un medio de enseñanza.


66
- El diseño y la calidad en la confección del medio de enseñanza.

Pueden señalarse, a manera de ejemplo, algunos medios de enseñanza tradicionales que, a


través del tiempo, se han mantenido en la preferencia de maestros y profesores por su eficacia,
versatilidad y amplitud de posibilidades de uso.

El pizarrón

El pizarrón conjuntamente con el libro de texto, es el medio más utilizado en la escuela.


Constituye un elemento de atracción en las aulas, de tal manera que ha llegado a ser sinónimo
de la enseñanza.

Entre los valores esenciales que posee el pizarrón podemos destacar los siguientes:

- La adecuada utilización permite la presentación de variadas imágenes. brinda un dinámico


apoyo gráfico a diferentes situaciones didácticas.

- El hecho de ocupar el pizarrón un lugar relevante en el aula, de constituir el punto de


convergencia de las miradas y de estar tan "a mano" le otorgan la calidad de medio accesible
por excelencia.

- Todo lo que ha de contener el pizarrón se " hace¨ . Los elementos comunicativos que se
exhiben en su superficie son siempre producto de la creación. Cuantas tareas de desarrollan
sobre ella alumnos y maestros, constituyen ejercicios que tienen un significado indudable de
actividad. Se le atribuye la condición de activa, porque la naturaleza de este elemento es tal,
que sin una previa no puede tener la menor utilidad.
A los argumentos a favor del pizarrón pueden añadirse las siguientes razones de
funcionalidad:

- Su tamaño y situación pueden ser aprovechados con ventajas para la instrucción colectiva.

- La actividad del alumno y la evaluación de este por el maestro o profesor y por el propio
alumno pueden ser vigiladas más estrechamente.

- La escritura y el dibujo en el pizarrón aumentan el interés y la atención del alumno.

Es necesario reconocer y apreciar las grandes ventajas del uso adecuado del pizarrón, por lo
que se ha realizar un esfuerzo por lograr su utilización más eficaz.

El libro de texto

El libro de texto constituye la fuente principal de información científica y práctica para los
alumnos. Contiene una exposición sistemática y lógicamente coherente del material
programado del curso o año que se estudia.

67
Algunas veces el libro contiene preguntas sobre el texto, las que tienen la finalidad de facilitar
el trabajo individual de fijación, control y autocontrol.

Además de las preguntas, el libro puede tener diferentes tareas para trabajar con gráficas,
láminas e ilustraciones, y ejercicios para realizar cálculos, hacer gráficos y efectuar
observaciones y resúmenes. todas estas tareas tienen la finalidad de desarrollar las
habilidades y los hábitos de los alumnos y acostumbrarlos al trabajo independiente.

En correspondencia con el objetivo trazado, el libro se emplea en todas las formas


metodológicas básicas. el trabajo fundamental con el libro de texto se realiza mediante el
estudio independiente, pero también resulta necesario utilizarlo en el aula. Los alumnos
trabajan bajo la orientación y control del maestro o profesor; este les enseña a comprender
por sí mismos el contenido del libro, les señala aquello que debe ser objeto de su atención, los
ayuda a distinguir lo esencial, y les explica lo más difícil e incomprensible.

El maestro o profesor está en la obligación de familiarizar a los alumnos con el libro de texto,
explicarles sus características, señalar la importancia de las ilustraciones, gráficos, tablas,
mapas, preguntas y tareas. el debe organizar el trabajo de los alumnos para que estos asimilen
adecuadamente los contenidos que se desarrollan y a la vez, habituarlos a trabajar en forma
independiente con el libro.

Para lograr lo anterior, al orientar la tarea para el estudio independiente, el maestro o profesor
no se limitará a señalar las páginas que debe estudiar el alumno, sino también elaborará algu-
nas preguntas, de acuerdo con el texto, que los alumnos deben contestar. En este sentido se
utilizarán, en algunos casos, preguntas que tengan respuestas directas en el libro,
alternándolas con otras para las que no hay respuestas directas y requieren que al alumno
reflexione sobre el texto. Los maestros y profesores no deben olvidar que los libros de texto
son guías de aprendizaje, que no se deben repetir mecánicamente, sino que deben ser usados
como instrumentos que propicien el desarrollo de habilidades y la formación de hábitos para
adquirir información y contribuir al desarrollo de la independencia cognoscitiva en los
alumnos.

El libro de texto se complementa con los cuadernos de trabajo y otros materiales impresos, y
le ofrece al educador sugerencias para la planificación y la conducción de la clase.

Al seleccionar o estructurar el conjunto de medios de enseñanza que se utilizarán, se debe


tener en cuenta su vinculación con el libro de texto y su interacción dentro del proceso
docente.

Dado el valor metodológico que tiene el libro en el sistema de medios de enseñanza, resulta
necesario tener en cuenta los siguientes aspectos:

- La necesidad que tienen los alumnos de conocer la estructura del libro de texto y su manejo.

- El uso racional y eficaz de este medio.

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- El cuidado y la conservación de los libros, por su importancia en el aspecto económico, en la
formación de hábitos estéticos y en el desarrollo del interés hacia ellos como parte de forma-
ción integral de los alumnos.

Medios de proyección

Entre los medios de proyección que se utilizan en el proceso docente-educativo se incluyen


las proyecciones.

Las proyecciones fijas se deben utilizar siempre que:


- el objeto o fenómeno no pueda observarse directamente por los alumnos;
- no se disponga del objeto de estudio;
- no se requiera la representación tridimensional del objeto;
- se puede emplear movimiento limitado;
- el objeto sea demasiado grande para llevarlo al aula.

La imagen fija, según su grado de objetividad, puede presentarse de diversas formas:


fotografía original, dibujo realista, dibujo esquemático, dibujo simbólico, palabras o números.

Debemos tener en cuenta que, generalmente, las imágenes fijas son abstractas, por lo que el
profesor debe dar a los alumnos los elementos suficientes para que comprendan lo que están
observando y qué deben observar. También hay que tener en cuenta que los alumnos pueden
hacer diferentes interpretaciones, lo que estará en relación con sus experiencias previas,
conocimientos, estado de ánimo, etcétera. Veamos algunos aspectos que interés dirigidos a
mantener la atención de los alumnos sobre las imágenes fijas proyectadas:

En cuanto al tiempo de proyección, la experiencia práctica confirma que la concentración de


la atención del observador sobre la pantalla fluctúa entre 15 y 30 segundos, con lo que se
logra que el mensaje visual sea captado.Si nos excedemos de este tiempo solo lograremos el
agotamiento y la distracción de los alumnos.

En relación con las condiciones para la proyección, la concentración de la atención sobre la


pantalla puede variar, según las condiciones en que se realiza la proyección. Esto quiere decir
que debe disponerse de una pantalla adecuada o, al menos de una pared blanca o de color claro
para que los colores se perciban de la mejor forma.

El cine didáctico

Es un medio audiovisual cuyo atributo más valioso radica en la posibilidad de restituir,


valiéndose de la persistencia de la imagen en la retina, la sensación del movimiento. Esta es la
característica más importante que ha de tenerse en cuenta al utilizar el cine en las clases.Con
el auxilio del cine se pueden realizar proyecciones a cámara lenta" o "rápida", o seleccionar
diversas etapas de un proceso muy lento para verlo en unos segundos, en fin, se puede ajustar
la proyección a los objetivos y características del tema, por ejemplo, la germinación de una
planta, que normalmente demora días y semanas.

69
El uso de películas también permite ampliar el espacio: pueden recorrerse lugares, viajar y
llevar todo lo visto al aula, así el caso de una película donde se muestren diferentes zonas de la
Tierra en una secuencia dada, los viajes espaciales.

Es posible, además, alterar las escalas: convertir lo que es pequeño al tamaño de la pantalla,
como es el caso de las células vistas con microscopio electrónico, empleando la técnica de mi-
crofotografía, o empequeñecer objetos muy grandes para ser llevados al aula; filmar satélites,
planetas, momentos y obras de arte. Se puede visualizar lo invisible, estudiar procesos y
fenómenos que no pueden ser visto a simple vista; reconstruir una época. La dramatización, la
música, la ambientación y otros recursos del cine pueden ser aprovechados. Otro aspecto
ventajoso del uso de la película es que permite la visualización de lo abstracto, por ejemplo, en
el caso de los diagramas animados en algunas ciencias, la ilustración de fenómenos a nivel
atómico o molecular que, aunque son reales, no pueden verse ni aún con los mas modernos
equipos ópticos o electrónicos.

Para cumplir las tareas didácticas mencionadas, se pueden emplear también las formas
habituales del cine: noticieros, documentales y películas de argumento, siempre que estas se
vinculen directa o indirectamente a los objetivos de los programas y se acompañen de una guía
de observación elaborada por el maestro o profesor.

Al vincular las películas al proceso pedagógico, se pueden lograr diferentes propósitos, entre
los cuales están:
Introducción de un nuevo tema:
Se trata de aquellas películas que permiten iniciar un contenido sin profundizar en sus
aspectos. Ofrecen una visión general del tema, con el fin de motivar a los alumnos.

Desarrollo de un nuevo tema.


Incluyen los filmes que exponen aspectos esenciales del contenido e información
complementaria de la clase.

Ampliación o consolidación de un tema.


Este tipo de filme hace posible que el espectador pueda extrapolar los conocimientos
adquiridos a nuevas situaciones. Le facilita aplicar sus conocimientos o comprobar cómo ellos
se aplican en situaciones diversas. Permiten también evaluar conocimientos, habilidades,
etcétera.

Otro tipo de película que en la actualidad está teniendo un rápido desarrollo es aquella dirigida
a los profesores y maestros. En estas películas se expone, generalmente, cómo se puede
aplicar nuevas técnicas de trabajo o cómo enfrentar situaciones especiales. Pueden servir para
mostrar el empleo de nuevos métodos didácticos, instruir a los maestros y profesores en el
uso de ciertos medios de enseñanza, indicar procedimientos para emplear nuevas formas de
organización de la enseñanza, y explicar nuevos contenidos científicos que, por ser muy
recientes, no aparecen en los libros.
Medios sonoros
Los medios sonoros forman parte importante del sistema de medios de enseñanza; permiten
llevar al aula testimonios, momentos históricos, situaciones de la vida real, producciones
musicales y literarias, situaciones emocionales o dramáticas; también se utilizan los medios
70
sonoros para el estudio de idiomas, para los que existen cursos completos, colecciones y
ejercicios.

Los medios de enseñanza reflejan el constante desarrollo de la sociedad que exige cada vez
más la elevación del carácter científico del aprendizaje. Estos medios deben servir, pues, para
optimizar las condiciones de trabajo, de vida, de profesores y estudiantes, y no para
deshumanizar la enseñanza. Grandes perspectivas se abren a la utilización de los medios de
enseñanza en nuestro país, entre los que podemos mencionar la generalización del uso de la
computación y de los medios de enseñanza electrónicos, que abren posibilidades
prácticamente infinitas para el perfeccionamiento de la enseñanza y la educación mediante el
aceleramiento del proceso cognoscitivo y el desarrollo de capacidades intelectuales, hábitos y
habilidades que posibiliten el autoaprendizaje y estimulen la actividad creadora de los
estudiantes.

71
CAPÍTULO VI.
FORMAS DE ORGANIZACIÓN DE LA ENSEÑANZA. LA CLASE

Las formas de enseñanza han estado condicionadas históricamente. En la sociedad primitiva


fueron espontáneas y estaban íntimamente vinculadas al proceso de producción de bienes
materiales.

A partir de la etapa de descomposición de la comunidad primitiva y, fundamentalmente, con la


aparición de la primera sociedad dividida en clases sociales, el esclavismo, aparece la escuela
como institución social, encargada de transmitir a las nuevas generaciones la ideología de la
clase dominante.

La enseñanza escolarizada ocupa un papel destacado en las sociedades antagónicas;


esclavismo, feudalismo, capitalismo, sin dejar de tener peso también las vías no formales
(familia, costumbres, religión, etcétera), en mayor medida.

Algunas teorías actuales han perdido su aliento progresivo y se han convertido en retrógradas,
al negar, en particular, los principios básicos que han sido aportes imperecederos de la línea
ascendente del desarrollo social en materia pedagógica, y muy especialmente los dirigidos a la
clase. Las posiciones más extremistas llegan hasta negar la importancia de la escuela y, por
consiguiente, de las formas tradicionales en que esta ha organizado la enseñanza. Sin
embargo, la pedagogía cubana retoma la más rica tradición progresista del pasado en un plano
cualitativamente superior, elevando la clase contemporánea y sus requisitos a un nivel
científico, sin negar por ello el empleo, según corresponde, de otras formas de organización de
la enseñanza.

Las formas de organización del proceso de enseñanza

Existen distintas formas de organización de la enseñanza, aunque actualmente están


generalizados tres sistemas fundamentales:

a) Individual.

b) Grupo-clase.

c) Conferencia-seminarios.

Las formas individuales de organización de la enseñanza han tomado un nuevo auge a partir
del siglo pasado, desde el Plan Dalton hasta la enseñanza programada. Estas formas, si bien
tienen las ventajas de permitir una adecuación a las características particulares de los
alumnos, a su ritmo de aprendizaje, y de propiciar la retroalimentación constante sobre el
resultado del trabajo, tienen, entre otras, las siguientes desventajas: resultan poco
económicas, carecen de la estimulación e influencia educadora del colectivo y tienden a
formar rasgos individualistas en la personalidad.

72
La clase reúne a un grupo estable de alumnos que poseen niveles de información y desarrollo
próximos y que han de participar activamente, bajo la dirección de un maestro o profesor, en
el proceso de enseñanza. Influye, significativamente, en la formación del colectivo. Tiene las
ventajas de ser más económica, abarcar un número mayor de alumnos, cumplir con el principio
esencial de la interacción maestro-alumno y lograr la formación de sentimientos y hábitos de
trabajo colectivos.

La clase contemporánea debe resolver, entre otros, los problemas siguientes:

- dar atención máxima a cada alumno a pesar de su carácter colectivo;

- lograr el ajuste de las etapas de la formación de las operaciones mentales y de los rasgos de
la experiencia creadora a la estructura de la clase.

En el desarrollo de la clase, a la luz de las exigencias actuales, los alumnos deben recibir una
atención individualizada en conformidad con sus características, sin perder la influencia
positiva del colectivo.

En la clase se combinan la atención individual y la colectiva. Por ejemplo, el alumno de primer


grado que durante la etapa de adquisición de la lectura ha quedado rezagado en el
conocimiento de algunos fonemas y grafemas, participa en la presentación del nuevo fonema,
así como en la composición y lectura de palabras en que el nuevo fonema se presenta con otros
que si ya él conoce, se siente miembro del trabajo colectivo, participa, trabaja, puede
responder, y en otros momentos en que los alumnos ejercitan sus habilidades independientes,
él recibe una atención directa relacionada con sus dificultades, esto lo llevará paulatinamente,
a incorporarse más plenamente al grupo, lo que constituye para él un estímulo y un objetivo
alcanzable.

Un alumno con ritmos de asimilación superiores al resto de su colectivo recibe tareas extras
que le permitirán después dar una información complementaria al grupo o facilitar una
ilustración que utilizará su colectivo.

Hay otras formas de organización del proceso de enseñanza que constituyen variantes de la
clase y que suponen algunas modificaciones en la dirección de este proceso, tales son la
excursión y las clases prácticas. Estas formas se usan en dependencia de los objetivos y el
contenido de la actividad.

La conferencia-seminario constituye una forma más flexible de organización. Supone la


subdivisión del proceso en eslabones separados y la puesta en práctica de una combinación de
formas organizativas especializadas, según la actividad. Durante la conferencia los alumnos
reciben información; las habilidades y hábitos se deben desarrollar en una etapa posterior de
trabajo independiente y se aplican, amplían, profundizan y controlan durante el desarrollo del
seminario. Estas actividades pueden complementarse con otras como prácticas de
laboratorio y clases prácticas, que se utilizan en grados superiores, pues exigen un cierto nivel
de desarrollo.

73
La clase como forma básica de la organización del proceso de enseñanza. Concepto.
Exigencias a la clase contemporánea.

De acuerdo con las transformaciones que impone el progreso científico-técnico, se produce


un proceso regular de perfeccionamiento de la educación en todo el mundo.

" La escuela debe preparar al individuo para que sea capaz de autoeducarse, y para que,
además de contemplar y explicar el mundo sea capaz también de transformarlo
creadoramente sobre la base de los conocimientos, y que sepa tanto alcanzar por sí mismo
los conocimientos como renovarlos incesantemente ”.

En el logro del objetivo expresado la clase reviste gran importancia. Es la forma fundamental
de organización del proceso docente educativo, pues permite llevar a cabo, de forma sistemá-
tica y como un proceso único, la enseñanza y la educación con todos los alumnos que integran
el grupo.

La forma fundamental de organización del proceso docente educativo es la clase; ella


constituye la actividad principal en que se materializan planes y programas de estudio. La
primera responsabilidad de todo maestro es la de impartir clases de alta calidad.

La clase contemporánea en la escuela tiene como premisa fundamental conceder una gran
importancia a la actividad del alumno para que forme y desarrolle todas sus potencialidades
por medio del proceso de su propia actuación bajo la dirección acertada del maestro. Es decir,
responde al concepto contemporáneo de la educación como un proceso bilateral que tiene
lugar en un medio colectivo.

En las condiciones actuales se exige educar la creatividad, la capacidad de observar, de pensar


y de generalizar; por tanto, la clase contemporánea en la escuela cubana debe cumplir las
exigencias siguientes:

1. "La educación ética y en valores de los alumnos en la clase.

2. La elevación del nivel científico y el logro de la profundidad y solidez en los conocimientos


de los alumnos.

3. La educación de la actuación independiente de los alumnos en la actividad cognoscitiva y la


estimulación en ellos del deseo de auto-superación permanente.

4. La aplicación de los conocimientos, los hábitos y las habilidades adquiridos en la solución de


nuevos problemas.

5. El desarrollo de las capacidades creadoras de los alumnos.

6. La educación de cualidades positivas en la personalidad de los alumnos.

7. La formación de la cultura laboral en los alumnos.

74
8. Las diferencias individuales de los alumnos.

9. El desarrollo de las posibilidades de cada alumno.

10. La diferenciación e individualización del proceso de enseñanza en los diferentes


momentos de la clase.

11. La educación del colectivismo en el proceso de enseñanza aprendizaje.

Estas exigencias que se plantean a la clase en la escuela constituyen un gran reto a la labor del
educador, la clase es un fenómeno multilateral no solo regido por leyes pedagógicas, en ella
también actúan, entre otras, leyes gnoseológicas, psicológicas y sociológicas.

En la clase toman vida todos los elementos del proceso de enseñanza. La relación objetivo-
contenido-método también marca su lógica interna. Todo ello exige la correcta preparación
científica y pedagógica de quien dirige esta importante forma organizativa de la enseñanza: el
educador. Condición previa esencial para la dirección de la clase son los profundos
conocimientos que este posea de las asignaturas que imparte, de la Pedagogía y de la
Metodología de la Enseñanza de la asignatura en cuestión.

No obstante, esto no resulta suficiente. Resulta decisivo el dominio de los programas de la


asignatura, el estudio profundo de los libros de textos y las indicaciones metodológicas.

El éxito de la clase depende, en buena medida, de las capacidades creadoras del educador. Es
necesario desterrar todo trabajo formal que conduzcan al establecimiento de esquemas, de
patrones rígidos y de uniformidad en la estructura de la clase. Cada maestro o profesor debe
ser capaz de aplicar creadoramente los conocimientos teóricos generales que posee, así como
las recomendaciones de las orientaciones metodológicas, y, según su experiencia y las
particularidades de sus alumnos, estructurar su clase, imprimiéndole su sello personal.

El sistema de clases

Hay que partir del hecho de que cada clase es un eslabón de la cadena de clases. Los cambios
que van produciéndose en la actividad mental de los alumnos, así como los que tienen lugar en
la formación de convicciones, no se producen instantáneamente, son el resultado del trabajo
continuo del educador.

Por ello, las clases tienen que reunir un sistema de criterios científicos, ideológicos y
metodológicos, es decir, tienen que formar un todo armónico desde el punto de vista de los
objetivos, del contenido, de los métodos y de las medidas organizativas necesarias para la
enseñanza.

75
Lo fundamental, cuando el maestro o profesor se prepara para el desarrollo de sus clases, es
que no olvide que cada clase no es más que un elemento dentro del complejo proceso de la
enseñanza. Una clase aislada, por correcto que sea su desarrollo, no garantiza el aprendizaje y
la formación del alumnado. Para que ello se logre es preciso ver cada clase como parte de
sistemas mayores: la unidad, el curso, el resto de las clases de las demás asignaturas, y solo
cuando la clase articula correctamente con las anteriores y las posteriores de la misma
asignatura y con las que se desarrollan en otras asignaturas, se puede aspirar a contribuir
eficazmente al desarrollo de los educandos.

El educador puede cometer errores si se prepara para la clase, para tratar un contenido, y
pierde de vista sus relaciones con antecedentes esenciales que le sirven de base y olvida en
qué medida el logro de sus objetivos crea las condiciones necesarias para la asimilación
posterior de nuevos contenidos. No puede olvidarse que cada clase dada favorece el
desarrollo de habilidades y hábitos, consolida y enriquece conocimientos adquiridos ante-
riormente, contribuye a la formación de convicciones y establece la base necesaria para el
desarrollo del trabajo ulterior.

Esta características esencial de la clase debe cumplirse tanto si trata un conjunto de clases
combinadas, como si trata de un conjunto de clases especializadas o, como es usual, un sistema
de clases combinadas y especializadas.

La estructuración y realización de la clase

La estructuración de la clase constituye una etapa fundamental del trabajo del educador, en
ella se manifiesta su preparación, su sentido de responsabilidad y su habilidad para estructurar
tomando como base las exigencias que debe reunir la clase y las características del grupo de
alumnos. De la calidad de su estructuración depende, en medida considerable, su efectiva rea-
lización.

La estructuración de la clase es un proceso creador. La necesidad de que cada una posea una
lógica interna de acuerdo con sus objetivos, contenido y métodos hace imposible la creación
de una estructura única para todas. Por otra parte, constantemente hay que considerar las
características del colectivo y de cada alumno. No obstante, la estructura de la clase no puede
ser arbitraria.

El carácter creador de toda clase no contradice la determinación de algunas exigencias que


hay que considerar en su estructuración y realización. Entre ellas se encuentran:

La determinación de los objetivos de la clase

Al analizar los objetivos de la clase hay que considerar que estos constituyen un sistema
rigurosamente articulado. Del objetivo general de la educación se derivan los de cada nivel,
grado, asignatura, curso, unidad, hasta llegar a los de cada clase.

La concepción de los objetivos por parte del maestro o profesor tiene que estar bien definida
al desarrollar la clase. Esto le permite conocer hasta dónde deben penetrar los alumnos en los
conocimientos, en el desarrollo de habilidades y hábitos y qué nivel deben alcanzar en ellos.
76
Por ejemplo, en una clase en que se elabora un concepto determinado hay que meditar qué
nivel del dominio del concepto deben alcanzar, qué palabras deben incluir en su vocabulario,
qué relaciones deben establecerse entre el concepto recién elaborado y otros anteriores.

Todo maestro o profesor tiene que meditar sobre el aporte que realizará en la clase a la
formación del sistema de conocimientos, capacidades, habilidades y hábitos, al desarrollo
mental de los alumnos y a la formación de convicciones ideológicas básicas, normas de
conducta y cualidades del carácter de la personalidad.

Por último, hay que resaltar que el cumplimiento de los objetivos propuestos constituye el
criterio fundamental en la determinación de la calidad de la clase.

Análisis de la estructura de la clase desde el punto de vista del contenido

Ante todo hay que considerar que el contenido de la enseñanza depende de los objetivos; por
ello, la determinación de los aspectos fundamentales que abarca tiene que partir de su
profundo análisis.

Es necesario tener en cuenta que el contenido se debe presentar gradualmente, de manera


que se garantice una estructura lógica y sistemática y que el tratamiento de cada aspecto
cuente con el nivel necesario en los conocimientos, las habilidades y los hábitos de los alumnos.

El análisis de las etapas en que debe tratarse la formación de conceptos y el desarrollo de


habilidades, en que se presentará el contenido no puede aislarse de los principales problemas
didácticos, metodológicos y organizativos de la clase.

Análisis de la estructura de la clase desde el punto de vista de las funciones didácticas

El análisis de las funciones didácticas se realizan conjuntamente con las del contenido: entre
ambas existe una estrecha relación dialéctica. Al meditar sobre los pasos intermedios del
contenido de la clase se tiene que considerar la función didáctica que corresponde a cada uno.

Se entiende por funciones o tareas didácticas las etapas, elementos del proceso de enseñanza
que tienen carácter general y necesario. El proceso de enseñanza está integrado por las tareas
o funciones didácticas siguientes: preparación para la nueva materia, orientación para la nueva
materia, orientación hacia el objetivo, tratamiento de la nueva materia, consolidación y con-
trol.

En la práctica, estas funciones se penetran mutuamente y todas actúan estrechamente unidas.

Por ello, hay que estudiar cuidadosamente el papel que cumplirá cada actividad en la clase: si
le corresponde el aseguramiento de las condiciones previas, o la orientación hacia el objetivo,
la elaboración de la nueva materia, la de consolidación o la de control.

77
Todo maestro o profesor tiene que dominar cada una de estas funciones didácticas. Hay que
profundizar en la necesidad del aseguramiento de las condiciones previas como medio para
lograr la asequibilidad y la sistematización de la enseñanza. Las condiciones previas en los
alumnos propician el éxito de la enseñanza, pues forman el nivel de partida sobre el cual sé
desarrollará esta.

Es preciso dominar la importancia de la orientación hacia el objetivo, pues mientras más


conscientemente aprendan y trabajen los alumnos, más éxitos alcanzarán en el proceso.

La orientación hacia el objetivo es un proceso motivacional que tiene que abarcar cada
actividad de la clase. Hay que considerar las actividades y el vocabulario mediante los cuales
se logrará que los alumnos comprendan qué se espera de ellos en esa clase y en cada una de
sus actividades.

Saber planificar y dirigir la elaboración de la nueva materia es otro aspecto esencial. Hay que
tener en cuenta las particularidades en la dirección de la elaboración de un concepto, del inicio
del desarrollo de una habilidad o de la formación de hábitos.

La correcta comprensión de la nueva materia crea bases esenciales para su posterior fijación.
En la enseñanza desempeña un papel relevante la consolidación continua y sistemática. Esta
abarca la ejercitación, la profundización, la sistematización y la generalización.

Después que los alumnos comprendan la nueva materia se hace necesario que, de acuerdo
con los objetivos del programa, memoricen lo esencial, sean capaces de establecer relaciones,
generalizaciones, y aplicarlas a situaciones nuevas.

Por ejemplo, en las clases de Matemática en que el maestro o profesor trate el cálculo con
números naturales, no es suficiente que los alumnos comprendan la vía de solución del
ejercicio, se precisa que desarrollen habilidades para que puedan solucionarlos rápida y
correctamente. Ello les permitiría formar nuevas habilidades y les facilitará la asimilación de
otros conceptos y relaciones. Esto se logra mediante una ejercitación dosificada, intensa,
variada e independiente.

A manera de ejemplo: Es las clases de lectura del primer grado, después de presentar el sonido
y la letra que le corresponde es necesaria la ejercitación continuada para que los alumos
adquieran la habilidad de formar palabras, frases, oraciones y leer en el libro de texto.

El control sistemático y planificado del rendimiento ha de abarcar todas las etapas de la clase:
permite conocer la marcha del proceso de enseñanza, descubrir las dificultades que se presen-
ten y tomar a tiempo las medidas encaminadas a su erradicación. Es, además, un elemento
orientador y educativo.

En el análisis y la determinación de la estructura de la clase desde el punto de vista de las


funciones didácticas resulta imprescindible considerar que estas no constituyen un conjunto
fijo de pasos formales. Ellas garantizan la articulación de la enseñanza y abarcan todo el
proceso.

78
Análisis de la estructura de la clase desde el punto de vista metodológico-organizativo

La estructura de la clase tiene que elaborarse considerando como una unidad el análisis del
contenido, de las funciones didácticas, y el aspecto metodológico-organizativo.

En toda clase hay que analizar con precisión la totalidad de pasos, la vía, el modo en que se
tratará la materia y las medidas que hay que tomar para el logro de los objetivos. Teniendo en
cuenta las exigencias que la sociedad plantea a la educación, se requiere buscar
constantemente en toda clase el perfeccionamiento de los métodos de enseñanza, de forma
tal que la actitud puramente receptiva de los alumnos se convierta en productiva y desarrollen
la independencia cognoscitiva y el pensamiento creador.

En el análisis de la clase desde el punto de vista metodológico-organizativo, además de los


aspectos anteriores, se deben considerar, entre otros, los siguientes:

El tiempo aproximado que se dedicará a la realización de las actividades y las medidas


necesarias para su uso racional.

Ante todo, hay que partir de que la clase tiene que comenzar y terminar exactamente a la hora
reglamentada. Cada minuto tiene que utilizarse racionalmente; para ello, hay que seleccionar
cuidadosamente las formas de planear las actividades, de realizarlas y de controlarlas, de
modo tal que se evite la pérdida de tiempo y se garantice el aprendizaje de alumnos en cada
momento.

Se debe prestar especial atención a la cuidadosa determinación de las actividades de los


alumnos, con el fin de que participen activamente en la búsqueda y la consolidación de los
conocimientos, así como en el desarrollo de capacidades, habilidades y hábitos. Se ha de
garantizar su variación adecuada para mantener el estímulo durante toda la clase.

La planificación del control del rendimiento

El control debe hacerse durante toda la clase. Se deben seleccionar formas eficaces que,
además de conducir a conocer el nivel de asimilación con vistas a tomar las medidas
necesarias, posibiliten el aprovechamiento del tiempo. En este sentido es de vital importancia
la selección de formas adecuadas para el control de la tarea.

La selección de los medios de enseñanza

Partiendo del análisis de los objetivos, del contenido y de los


métodos de la clase, es necesario considerar los medios de enseñanza que se emplearán. Estos
facilitan el proceso de abstracción y dirigen la atención de los alumnos hacia las características
esenciales comunes de lo que deben asimilar. Especial cuidado hay que prestar, entre otros
aspectos, al análisis del uso del pizarrón y de los libros de texto.

79
Los alumnos deben ser educados para que usen y cuiden los medios con esmero, esto los
estimula a valorar los esfuerzos que realizan por la educación los trabajadores y toda la
sociedad.

Las medidas encaminadas a lograr la diferenciación en la enseñanza.

Es necesario tomar las medidas que posibiliten atender a las diferencias individuales, planificar
la ayuda que se dará a los alumnos que presentan dificultades y las tareas adicionales para los
altos rendimientos. El educador tiene que ser consciente de la alta responsabilidad que tiene
de lograr que todos y cada uno de sus alumnos adquieran los conocimientos, desarrollen las
capacidades, las habilidades y los hábitos y se eduquen como buenosciudadanos.

Un trabajo dirigido al logro de estos objetivos exige un conocimiento profundo de cada uno de
los educandos y un trabajo consecuente. Por esto, la pedagogía contemporánea plantea la
necesidad de la individualización de la enseñanza y la educación. Todos los maestros y
profesores reconocen que no existe un grupo docente homogéneo.

En los grupos de escolares es posible encontrar alumnos con altos rendimientos, alumnos que
manifiestan un aprovechamiento medio en las distintas asignaturas, alumnos con deficiencias
transitorias en el aprendizaje por algunas causas, y alumnos con deficiencias de carácter
estable en el aprendizaje, durante largos períodos, que hacen cuestionarse si serán
permanentes.

Los alumnos del segundo grupo deben ser cuidadosamente atendidos debido a la posibilidad
que existe de que puedan llegar a pertenecer al primer grupo, es decir, al grupo superior,
aunque
también la probabilidad de que se incorporen al grupo inferior, dificultad que hay que evitar.

Lo mismo podría decirse del tercero con relación al segundo. Estas situaciones evidencian la
ncesidad de un trabajo individualizado, fundamentado en el conocimiento profundo de cada
uno de los alumnos, de modo que se puedan apreciar sus características individuales, asi como
las causas.

A partir del conocimiento de las características individuales, el maestro o profesor debe


profundizar en su análisis, a fin de que pueda comenzar de inmediato el trabajo consecuente.

El análisis posterior de la clase por el maestro o profesor

La comprobación de la eficiencia del proceso docente-educativo está estrechamente


relacionada con el control del cumplimiento de los objetivos. En especial, en la clase, el análisis
del logro de estos constituye el criterio para la comprobación y evaluación del trabajo
realizado. El control del cumplimiento de los objetivos y la evaluación del rendimiento resultan
inseparables.

Cuando el maestro o profesor toma conciencia del estado del cumplimiento de los objetivos,
puede atender a las diferencias individuales de los alumnos, tomar medidas encaminadas a
brindar ayuda a los que tienen dificultades, encomendar tareas adicionales a los de alto
80
rendimiento y, en fin, dirigir adecuadamente la actividad cognoscitiva de cada uno de sus
alumnos.

En el trabajo que desarrollan los maestros y los alumnos en la clase, el criterio principal sobre
su calidad es el logro de los objetivos propuestos. De ahí la necesidad de que el maestro, en la
preparación y el análisis ulterior de su clase, medite profundamente sobre ello, dirigiendo su
atención a los siguientes aspectos:
¿Los objetivos propuestos para la clase son lo suficientemente concretos como para ser
considerados criterios para evaluar su efectividad? ¿Reflejan el carácter multilateral y de
sistema?

¿Se corresponde el contenido de la clase con el objetivo expuesto? ¿Se trató con rigor
científico?

¿Contribuye la estructura didáctica y metodológica de la clase al cumplimiento de los


objetivos?

¿Logró la clase los objetivos propuestos? ¿Qué aporte realizó a cada uno de los elementos que
integran el sistema de objetivos?

¿La forma en que se organizó la clase contribuyó a que todos los alumnos participaran en el
proceso de asimilación?

¿Recibieron cada uno de los alumnos la atención adecuada según sus posibilidades?

¿Las formas de control empleadas posibilitan llegar a conclusiones sobre el cumplimiento de


los objetivos?

¿Qué medidas se deben tomar en el trabajo futuro? ¿Cómo deben reflejarse en la


determinación de los objetivos de la clases siguientes?

De acuerdo con las respuestas a preguntas como estas han de determinarse las conclusiones
que se deriven para las clases futuras, así como las medidas que pueden ayudar a prepararlas
de forma tal que su desarrollo conduzcan a resultados correctos y seguros en el aprendizaje.

En este trabajo encaminado al control del cumplimiento de los objetivos, el educador también
tiene que hacer conciencia a los alumnos respecto a la importancia de esta actividad para que
conozcan el nivel real alcanzado en los objetivos propuestos y tomen individualmente las
medidas necesarias. Esto contribuye al desarrollo de las posibilidades de ejercer el
autocontrol y la autoevaluación en la ejecución de la actividad, a que adquieran
responsabilidad ante el cumplimiento de sus deberes escolares y sientan la necesidad de
responder ante la sociedad por los resultados obtenidos. En este sentido, el educador tiene
que recabar la ayuda de los padres, de las organizaciones políticas y de masas y de todos los
factores que, de una forma u otra, puedan cooperar en esta tarea. Solo el trabajo conjunto de
toda la sociedad puede convertir en realidad los objetivos propuestos.

81
Todas las consideraciones expuestas en relación con la clase evidencian la gran
responsabilidad que tiene el educador cualquiera que sea la función técnica que realice, de
perfeccionar cada día más su labor.

Los tipos de clase

Existen muchas clasificaciones de las clases, condicionadas por los aspectos que los distintos
autores toman como punto de referencia para determinar las diferencias que se observan
entre unas y otras clases.

Una de las clasificaciones más conocidas, y que contribuye a lograr una estructura didáctica
adecuada en correspondencia con los objetivos que se propone la clase, es la que se basa,
precisamente, en las funciones didácticas.

Hay funciones didácticas que deben cumplirse en todas las clases, como son las encaminadas
a crear las condiciones previas necesarias, la orientación hacia el objetivo y la de control; en
todas las clases es necesario propiciar la consolidación del contenido mediante la utilización
de diversos recursos que coadyuven a dicho fin. Ahora bien, en dependencia del objetivo y del
contenido de la clase, algunas se proponen, fundamentalmente, que el alumno inicie el proceso
de apropiación o asimilación del contenido; hay otras en que el alumno usa, aplica, el contenido
recién elaborado, lo relaciona con otros contenidos, desarrolla habilidades, en fin tienen como
objetivo la consolidación de contenidos ya presentados; por último, hay clases que se dedican,
específicamente, al control de los conocimienos y habilidades adquiridos. En dependencia de
que en una clase se manifiesten específicamente estas funciones didácticas o se revelen de
modo general las diferentes funciones, las clases se dividen en dos grandes grupos:
especializadas y combinadas.

Las clases especializadas comprenden, a su vez, tres tipos principales de clase:

a) Clases para el tratamiento del nuevo contenido.

b) Clases de consolidación (de ejercitación), aplicación generalización y sistematización de los


conocimientos.

c) Clases de control, que generalmente incluye el análisis de los resultados y la orientación de


actividades para resolver las dificultades encontradas en los alumnos.

En algunos casos, se recomienda el desarrollo de clases especializadas para la creación de


condiciones previas y orientación hacia el objetivo, cuando se trata de la clase de inicio de
curso para una asignatura determinada o el inicio de unidades cuyo contenido es extenso y
presenta cierto grado de complejidad.

Las clases combinadas o mixtas son las que se desarrollan con más frecuencia y, generalmente,
los programas se estructuran y dosifican teniendo en cuenta esta concepción. No obstante,
muchas veces el balance adecuado del tiempo resulta difícil y los distintos eslabones de la clase
no cumplen sus objetivos.

82
Las clases especializadas posibilitan hacer énfasis en determinados aspectos del trabajo y
cuando se tratan todos en un único período de 45 minutos, puede ir en detrimento de su
calidad. Por esta razones, tanto las clases combinadas como las especializadas presentan
ventajas y deficiencias.

Lo más acertado es no pretender desarrollar todo un programa de una forma u otra, sino
seleccionar adecuadamente los tipos de clase que requiere la dirección eficiente de la
enseñanza de cada una de las unidades que comprenden los programas.

En el cuadro se plantean sugerencias sobre la posible estructura didáctica de diferentes tipos


de clases especializadas.

CLASES ESPECIALIZADAS

1. Preparación o aseguramiento de las condiciones previas (motivación)


2. Orientación hacia el objetivo (*)
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Adquisición de nuevos Formación de Ejercitación o Control
conocimientos. habilidades aplicación de los
conocimientos
3. Preparación e Estudio del nuevo Comprensión del Aplicación del
interiorización contenido. Uso contenido y del control sobre
primaria de los primerio de los orden de ejecución contenidos
conocimientos. conocimientos de las habilidades esenciales.
Interpretación de adquiridos. Uso de prácticas (Qué se Autocontrol. Auto
las relaciones que los conocimientos conoce, qué hacer, Valoración.
existen en el para el desarrollo cómo hacer…). Orientación
material que se de habilidades y Solución de actividades
estudia y de la hábitos. actividades y correctivas.
esencia interna de ejercicios por los
los fenómenos que alumnos, que
incluye. exigen el nivel de
Generalización y asimilación
sistematización. propuesto.
Generalización y
sistematización.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------
4. Comprobación del logro de los objetivos
5. Conclusiones de la clase
6. Tarea para la casa
--------------------------------------------------------------------
*La orientación del objetivo, aún cuando se realiza en este momento, debe actualizarse y
mantenerse durante toda la clase para garantizar el logro de su función.

83
CAPITULO VII.
LA EVALUACION DEL PROCESO DE ENSEÑANZA

Los aspectos relacionados con la comprobación y evaluación del rendimiento escolar y de los
objetivos de la educación son motivo de apasionada discusión por parte de científicos,
pedagogos y estudiosos de todo el mundo.

La comprobación del sistema de conocimientos, hábitos y habilidades de los alumnos, como


parte esencial de la evaluación del aprendizaje, es de gran importancia en el desarrollo del
proceso de enseñanza.

Mediante la evaluación se comparan los resultados del trabajo de educadores y alumnos con
los objetivos propuestos, para determinar la eficiencia del proceso docente educativo y,
consecuentemente, reorientar el trabajo y decidir si es necesario volver a trabajar sobre los
mismos objetivos o sobre parte de ellos, con todos o con algunos alumnos; al mismo tiempo se
comprueba si la trayectoria que se siguió en el trabajo fue adecuada o no.

La evaluación. Sus funciones

Concebir la evaluación en sentido amplio significa utilizarla como instrumento que permite,
por una parte, establecer en diferentes momentos del proceso la calidad con que se van
cumpliendo los objetivos dentro de las asignaturas y, por otra parte, y en dependencia de los
resultados alcanzados, determinar las correcciones que es necesario introducir para acercar
cada vez más los resultados a las exigencias de los objetivos.

Los momentos evaluativos son partes del proceso de enseñanza y están presentes en su
desarrollo. Todo trabajo debe conducir a un resultado parcial o final y es también la evaluación
la que nos permite, en su función comprobatoria, establecer una calificación expresada en una
nota o índice que signifique el nivel de calidad alcanzado en el proceso general y el resultado
del aprovechamiento que manifiesta cada uno de los alumnos. Este constituye el momento de
comprobación y lo que se considera evaluación en su sentido más estrecho.

Sobre la base del análisis anterior podría definirse la evaluación, en su sentido más amplio,
como un componente esencial del proceso de enseñanza que parte de la definición misma de
los objetivos y concluye con la determinación del grado de eficiencia del proceso, dada por la
medida en que la actividad de educador y alumnos haya logrado como resultado los objetivos
propuestos.
Su carácter de continuidad permite la constante comprobación del resultado del proceso de
enseñanza y la orientadora de este.
Cuando nos referimos a la evaluación en un sentido más estrecho lo identificamos con el juicio
de valor que se emite cuando concluye el proceso evaluativo.

Tanto en un sentido como en otro, la evaluación cumplen un conjunto de funciones que


constituyen premisas fundamentales para su mejor aplicación en el proceso de enseñanza.

84
Función instructiva

Esta función es considerada como una de las más importantes. Con ayuda de la comprobación
y evaluación de conocimientos, hábitos y habilidades en la clase se logra contribuir a la fijación
y el desarrollo de estos. También al hacer las correcciones a los errores cometidos
individualmente se garantiza el perfeccionamiento de conocimientos, habilidades y hábitos en
el trabajo docente y se logra ampliar, profundizar y sistematizar los conocimientos, se
incrementa la actividad cognoscitiva y se propicia una actividad independiente; se crean así las
condiciones para asimilar la nueva materia de una forma más efectiva.

La práctica escolar demuestra que en la labor diaria de los maestros y profesores las preguntas
en clase, por ejemplo, constituyen un medio eficaz para llevar a vías de hecho en función. Me-
diante estas preguntas se fijan y complementan los nuevos conocimientos. Los alumnos que
mejor asimilan el contenido de los textos y las explicaciones recibidas brindan un apoyo al
trabajo del educador con sus respuestas acertadas, y en el caso de que resulten incompletas o
erradas se deben utilizar para eliminar los conocimientos erróneos sobre el material objeto de
estudio.

La función instructiva contribuye a elevar la calidad del estudio, la que se refleja en el aumento
del volumen y la calidad de los conocimientos y la formación de habitos y habilidades que
garanticen la asimilación de los nuevos materiales de estudio; además, incrementa la actividad
cognoscitiva, contribuye a la sistematización, la generalización y la profundización del con-
tenido y propicia la actividad independiente.

De esta forma se desarrollan las habilidades cognoscitivas y el estudio gana en calidad.

Función educativa

Cuando la evaluación se estructura y aplica correctamente es un factor de alto valor


educativo.

El estímulo que constituye el enfrentamiento a las situaciones que los alumnos demuestran el
resultado de su esfuerzo bien regulado favorece una actitud más responsable hacia el estudio
y constituye también un motor impulsor en la educación de la atención voluntaria y el esfuerzo.

Los alumnos deben ver en el resultado de cada control una rendición de cuentas de las
responsabilidades que su condición de estudiante le crea ante la sociedad; por tanto, deben
poner todo su empeño en el éxito de la misma, educar su esfuerzo y su voluntad.

Estas situaciones ayudan al alumno a autoanalizarse y fortalecer su carácter, contribuyendo


así a la formación de convicciones y de cualidades morales positivas.

La función educativa alcanza un nivel más alto en la medida en que el alumno participa en su
control y se inicia en actividades objetivas de autovaloración.

Gran importancia tiene esta función, determinada por el hecho de que la comprobación y
evaluación constituyen el elemento esencial que muestra los resultados docentes del alumno
85
ante su maestro o profesor y el colectivo del aula, pone en evidencia cómo cada alumno cumple
con su deber social: el estudio.

El sentido de la responsabilidad social, así como las otras influencias educativas de la escuela,
la familia y le colectivo de estudiantes, determina que el alumno autoanalice sus normas de
conducta. Es importante que el maestro o profesor, al elaborar los objetivos de las unidades
que trabaja, preste atención a los aspectos que contribuyen al logro de la función educativa.

Es importante también el papel que puede desempeñar la evaluación en la creación de


intereses o motivaciones hacia el estudio, convirtiéndose de un deber, en un placer.

Función de diagnóstico

La evaluación revela al educador los logros y las deficiencias de los alumnos mediante los
instrumentos y las técnicas evaluativas utilizadas. Ello permite determinar las direcciones
fundamentales en las cuales debe trabajarse y los cambios que es necesario introducir en
cuanto a la aplicación de los métodos y medios de enseñanza. A través del diagnóstico se
obtiene una información, desde el punto de vista cuantitativo y cualitativo, sobre la
generalidad y la individualidad de los alumnos y acerca del cumplimiento de los objetivos
propuestos por el maestro o profesor, para determinar si es necesario introducir correcciones
en su sistema de trabajo; variar el método, profundizar en las explicaciones, plantear nuevas
tareas o ejercicios de consolidación, estructurar pequeños grupos para el trabajo correctivo o
de atención individual a algunos alumnos.

Función de desarrollo

El cumplimiento de las tres funciones anteriores constituye un paso necesario para lograr el
desarrollo de los alumnos, lo cual es un principio de la enseñanza y también una función de la
evaluación.

En la clase, en los distintos ejercicios de control, en las pruebas que se aplican, se deben incluir
ejercicios y tareas que compruebe y mismo tiempo contribuyan a desarrollar en el alumno el
pensamiento independiente y la creación, la memoria racional, la atención, así como la
habilidad de comparar, reflexionar y seleccionar lo más importante, hacer conclusiones y
generalizaciones.

Las investigaciones realizadas en este campo permiten asegurar que una evaluación es
pedagógicamente adecuada cuando estimula el desarrollo ulterior de los alumnos, cuando se
convierte en un elemento promotor de este.

Función de control

Esta función no se ciñe sólo al trabajo del educador en su clase.

Los datos obtenidos como resultado de la evaluación revelan el nivel de desarrollo alcanzado
por los estudiantes en cuanto al sistema de conocimientos, habilidades y hábitos exigidos por
los programas de estudio. Permite comprobar la cantidad y calidad de los conocimientos que
86
adquieren los alumnos, de acuerdo con los niveles de asimilación y el grado de independencia
con que forman y desarrollan habilidades y hábitos y obtienen normas de conducta.

Los resultados de la comprobación y la evaluación reflejados en las notas permiten a los


organismos estatales y a los dirigentes de los centros docentes hacer un análisis de los
resultados que se van obteniendo en el sistema de enseñanza y educación y valorarlos en
conformidad con los criterios establecidos. Para ello, la evaluación debe reflejar un trabajo
pedagógico serio y objetivo. Por otra parte, estos resultados constituyen elementos
fundamentales en el análisis de programas y planes de estudio, como parte del continuo
perfeccionamiento del sistema educacional.

Aunque las distintas funciones se analizan por separado, esto solo responde a un enfoque
metodológico, con el objetivo de comprender mejor la esencia de cada una de ellas. En la
práctica, estas funciones interactúan formando una unidad dialéctica.

Rasgos que caracterizan la comprobación de los conocimientos.


Leyes y principios

La comprobación de los conocimientos, como parte esencial del proceso de enseñanza, se


caracteriza por tres rasgos fundamentales:

a) La necesidad de que el maestro o profesor sea objetivo con los resultados de su trabajo.

El hecho de que el maestro o profesor conozca que la evaluación no se refiere solamente al


resultado de la actividad de los alumnos, sino que valora su propio trabajo, le crea una
situación psíquica especial no siempre resuelta por él correctamente. Es necesario que el
educador evite la tendencia subjetiva que este fenómeno hace incidir en la evaluación.
Para ello no basta con que conozca todas las orientaciones metodológicas, es necesario que
posea determinados rasgos morales.

b) La necesidad de tener en cuenta al estado emocional de los escolares, o sea, el estado


psíquico especial que en ellos se produce durante la aplicación de un control.

Múltiples experiencias demuestran que tanto los alumno brillantes como los que tienen
bajos rendimientos experimentan una alteración emocional en el momento de enfrentarse
a una situación de control.

Este estado de ansiedad, en cierta medida, suele actuar como estimulante de la actividad
cognoscitiva; pero, si traspasa determinados umbrales, puede producir inhibiciones
perjudicia- les.

c) La aplicación de los principios didácticos generales para evaluar el aprovechamiento


escolar.

Estos elementos son de gran importancia, aunque sobre ellos no hay un criterio unificado de
clasificación. Al respecto, se relacionan algunos principios considerados valiosos:

87
- La comprobación y la evaluación deben ser individuales para garantizar el estudio profundo
y la actividad de cada alumno.

- Deben crearse condiciones adecuadas al escolar para la demostración de su rendimiento.

- La comprobación y la evaluación deben realizarse con iguales exigencias y rigurosidad,


uniformidad en las normas y criterios técnicos.

- La selección de los controles debe adaptarse a los grados y edades de los alumnos.

- La comprobación debe realizarse con carácter sistemático.

- La evaluación debe tener carácter objetivo y exigirse responsabilidad al maestro o profesor


por la exactitud de su proceso.

En la base de los principios que orientan la comprobación de conocimientos hay dos leyes
fundamentales o regularidades que revelan su función específica, ya que en ellas se manifiesta
la esencia de la comprobación de conocimientos, como parte del proceso de enseñanza.

1. Mientras más objetiva sea la comprobación, mejor desempeñará su función orientadora.

2. Mientras más regularidad y sistematización tenga la comprobación, mejor cumplirá su


función instructiva y educativa.

En correspondencia con esto se pueden destacar dos principios fundamentales:

- La objetividad de la comprobación, es decir, el hecho de que la comprobación sea capaz de


establecer los conocimientos realmente asimilados por el escolar, de acuerdo con un
programa dado.

- La regularidad y suficiencia de las actividades de comprobación, es decir, su carácter


sistemático.

Tipos de controles

Según su frecuencia y objetivos, son muy variados los tipos de actividades que pueden
realizarse para la comprobación y evaluación de los conocimientos y las habilidades. Todas
estas actividades, que se constituyen en un control del rendimiento de los alumnos, de la
eficiencia del proceso de enseñanza, pueden agruparse o clasificarse conforme a diversos
puntos de vista.

Según la frecuencia con que se aplican y los objetivos que se proponen evaluar, puede hacerse
una clasificación muy general que comprenden tres tipos fundamentales.

Control sistemático, corriente o continuo

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Se llaman así las actividades que de modo constante actúan como un control para comprobar
los resultados alcanzados en el proceso docente-educativo. Se pueden subdividir a su vez, de
acuerdo con sus objetivos, en los tres subgrupos siguientes:

- Los que diagnostican las condiciones en que se encuentran los alumnos para abordar los
nuevos contenidos: actividades de control previo.

- Los que comprueban los resultados que se van obteniendo durante el proceso de dirección
de la clase. Es un producto de la constante interacción maestro-alumno que permite conocer
oportunamente la forma en que se van asimilando los conocimientos, desarrollando
habilidades y hábitos, constituyen el control sistemático propiamente dicho.

- Los que comprueban si se han alcanzado los objetivos propuestos en una clase, son los
llamados controles de clase o sistemas de clase, controles temáticos (control de un tema
objeto de clase) o trabajo significativo. De estos tres objetivos, o variantes de control
sistemático, solo debe incidir en la calificación del alumno el tercer tipo.

Control periódico o parcial

Se refiere a las actividades que se realizan para comprobar el logro de objetivos que exigen
mayor nivel de asimilación y un mayor desarrollo de habilidades y por los que se ha trabajo
durante cierto período. A veces estos trabajos se refieren a grupos de objetivos similares o
muy relacionados que se evalúan en una sola actividad para comprobar su dominio. En estos
casos el objetivo se consolida en un solo y funciona como un control sistemático más. Control
o examen final

Se llaman así las actividades que comprueban el logro de objetivos esenciales durante un
curso, ciclo o semestre. En estos casos es necesario hacer un análisis cuidadoso de los
objetivos, de modo que la actividad de evaluación vaya dirigida exactamente a los objetivos
esenciales finales y constituya una verdadera evaluación del curso, ciclo o semestre de que se
trata.

Relación de la evaluación con otros componentes del proceso de enseñanza

El éxito del proceso de enseñanza está dado por la calidad y la estrecha relación que se logre
en la práctica de todos los elementos que lo integran: objetivos, contenidos, métodos, medios
y evaluación.

Esto significa que cada uno de estos componentes constituye una parte del proceso visto
como un sistema integral; así la evaluación es componente íntimamente relacionado con los
restantes y su organización, planificación y ejecución deben estar en plena correspondencia
con ellos.

Los objetivos determinan el contenido de la enseñanza y la educación y son el criterio para la


comprobación y evaluación de los resultados del trabajo realizado.

89
Los objetivos y los contenidos determinan a su vez los métodos y las formas de organización
del proceso de enseñanza, lo que lleva implícito, a su vez, la selección y el uso de los medios.
De la precisión y el dominio de estos objetivos depende la eficiencia del trabajo de educadores
y alumnos.

Los objetivos ofrecen un patrón por el cual se establece si el proceso de enseñanza y


educación es realmente efectivo o no. Si los resultados de este proceso (calidad de los
conocimientos, nivel de formación de habilidades y hábitos, alcance educativo) coinciden con
lo previsto en los objetivos, entonces el proceso es efectivo; si los resultados son inferiores a
los que se habían fijado en los objetivos, el proceso no es efectivo y se hace necesario buscar
vías y procedimientos para elevar sus resultados.

De acuerdo con los objetivos, los maestros y profesores deben planificar los contenidos de los
programas que se han de desarrollar para lograr su cumplimiento y las actividades de
evaluación que permiten comprobar el nivel de asimilación alcanzado. Los niveles de
asimilación del contenido son esencialmente los siguientes: de reproducción, de aplicación y
creación; deben lograrse de modo integral a lo largo de todo el proceso de estudio.

Cuando, por ejemplo, se espera llegar al nivel de aplicación, hay que organizar la enseñanza de
forma tal que se logre ese desarrollo en los alumnos.

Para lograr que los estudiantes apliquen los conocimientos, primero deben aprender los
conceptos, las relaciones y los procedimientos comprendidos en el tema, así como desarrollar
las habilidades, tanto generales como específicas, que se requieren en cada caso, e ir
evaluando, en los diferentes niveles de asimilación, según el momento en que esta se realice y
la forma que se utilice para ello.

El desarrollo de estos niveles está muy relacionado con los métodos que se emplean en las
clases, que deben ser aquellos que propicien la actividad independiente de los alumnos, a
través de la cual desarrollarán las capacidades y la activa disposición para poder afrontar la
solución de los problemas de la práctica.
Es preciso que la valoración de los conocimientos que se adquieren y el desarrollo de los
hábitos y habilidades tenga como un primer paso el determinar qué es lo que se va a evaluar,
y para ello es preciso analizar, sobre la base de los objetivos, cuáles son los contenidos
esenciales y secundarios que se requieren para el logro de los objetivos.

Al concebir la evaluación, el maestro o profesor ha de tener en cuenta estas relaciones y


organizar los distintos tipos de controles, para lo cual debe seleccionar actividades que
respondan a esos criterios y al nivel de asimilación que se espera lograr en cada etapa del
desarrollo de la unidad.

Material # 2 La Planificación de la Investigación Educativa

90
La Planificación de la Investigación Educativa

En la época contemporánea, es propio de los países desarrollados la integración de las políticas


científicas como políticas de Estado, con la finalidad de asegurar que la ciencia y la tecnología
desempeñen un papel de primer orden en el progreso social. En nuestro país, el Sistema de
Ciencia e Innovación Tecnológica es la forma organizativa mediante la cual se materializa la
política científica para un período determinado, y es refrendada jurídicamente a través de las
resoluciones y normativas establecidas por el CITMA y los diferentes organismos estatales.

Los Planes de Ciencia e Innovación Tecnológica de las instituciones educacionales deben


atender consecuentemente, al contexto en que se mueve la actividad científica en el país y en
el campo de la educación, para garantizar que las investigaciones propuestas, así como las tesis
de doctorados y maestría y los trabajos de curso y de diploma, se dirijan a la solución de los
problemas priorizados, tanto inmediatos como perspectivos.

En el caso de cada proyecto de investigación o de tesis en particular, el análisis de las políticas


y prioridades coadyuva a identificar, en la etapa exploratoria, los problemas de mayor
significación teórica y práctica. Toda vez que se ha seleccionado un problema científico
concreto, se procede a la planificación de su solución.

En no pocas ocasiones, las planificación es entendida como un momento puramente formal y


administrativo, donde se redacta el documento del proyecto de investigación atendiendo a
determinado formato preestablecido. Sin embargo, esta etapa supone un proceso, arduo,
complejo y creativo, que exige el dominio profundo de una esfera concreta de la realidad
educativa y del método científico, como premisas para modelar el proceso investigativo de
construcción del conocimiento acerca del objeto, con la finalidad de comprender y
transformar los hechos, fenómenos y proceso educativos.

En efecto, la planificación puede ser comprendida como el proceso de modelación de la


investigación científica, que permite determinar sus categorías esenciales y las relaciones
entre estas, en función de promover el tránsito desde una situación actual insatisfactoria en el
objeto del conocimiento (que se manifiesta externamente en la existencia de un problema
científico), hacia una situación deseable en la que, el logro del objetivo propuesto posibilita la
transformación del objeto (en un campo de acción concreto) y la solución del problema.

Las categorías y componentes modelados se integran y sistematizan en el diseño teórico-


metodológico, que posibilita al sujeto cognoscente operar de forma anticipada e indirecta con
el proceso investigativo, al disponer de una representación abstracta y sintética del objeto en
sus diferentes estados (actual y deseable), previendo su movimiento de un estado a otro bajo
determinadas condiciones y a través de vías específicas.

Por otra parte, si se considera que la actividad científica tiene su génesis en la necesidad de
resolver un problema teórico o práctico vinculado con las demandas sociales o de la propia
ciencia, el diseño teórico-metodológico debe ser estructurado alrededor de la categoría
problema. A partir de esta, se determinan los demás componentes en aras de planificar la
solución a través de la investigación.

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Las categorías del diseño teórico-metodológico, construidas en sistema, constituyen los
componentes esenciales e invariantes para la planificación de todo tipo de trabajo científico,
tanto en la formación profesional inicial de pregrado (trabajo de curso y diploma), como en la
formación académica de posgrado (maestría y doctorado) y en el caso de los proyectos
ejecutados por los institutos superiores pedagógicos del país.

El Problema Científico

En el Glosario del Centro de Estudios Educacionales del Instituto Superior Pedagógico


Enrique José Varona se define el problema como:

“Contradicción entre una situación actual del objeto y una situación deseable. Revela un
segmento de la realidad donde el conocimiento es insuficiente o parcial, o en la cual prevalecen
modos de actuación insatisfactorios, expresando al mismo tiempo, que la respuesta o solución
no está contenida en la región de lo conocido. Ello conduce al despliegue de una actividad para
resolver la contradicción y llegar a la situación deseable, de ahí su papel rector en la
investigación”.1

Según la caracterización presentada, el problema constituye una forma de conocimiento que


expresa la identificación de una esfera desconocida; es una interrogante o pregunta donde se
manifiesta la contradicción entre la situación actual del objeto y la situación deseable, o sea,
que están presentes los términos esenciales (lo actual y lo deseable; lo desconocido y lo
conocido; lo insatisfactorio y lo satisfactorio, etcétera).

La formulación del problema debe ser clara, precisa, específica; utilizar términos y conceptos
científicos que designen unívocamente a los fenómenos y procesos educativos estudiados;
evitar términos vagos, imprecisos, que se presenten a confusión o a interpretaciones diversas.
Todo ello se logra en la medida en que el problema tiene una fundamentación teórica sólida,
ya que en los propios términos y en la designación de las categorías y variables se expresa el
vínculo con la teoría.

Se recomienda, al formular el problema:


1. Describirlo en un breve párrafo, definiendo claramente cuál es la contradicción existente
entre lo que sucede (situación actual) y lo que debe ser (situación deseable).
2. Redactar la pregunta principal.

Por Ejemplo
Descripción del problema. La preparación en educación sexual que reciben los profesores que
se forman en los institutos superiores pedagógicos del país resulta insuficiente, por cuanto los
contenidos vinculados con esta esfera se tratan de forma dispersa y atomizada, sin lograrse su
integración en las diferentes asignaturas de los planes y programas de las diferentes carreras.
Se requiere entonces de un perfeccionamiento curricular que permita la integración orgánica

1 Centro de Estudios Educacionales: Glosario. Taller de Diseño de Proyectos de Investigación-Desarrollo


e Innovación Tecnológica, Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona, Facultad de Ciencias de
la Educación, 1999, p.5.

92
de la educación sexual de forma horizontal y vertical en las asignaturas del currículo de la
formación de profesionales de la educación.

En este caso, los dos términos de la contradicción serían:


 Situación actual (no integración de la educación sexual en la formación de profesores).
 Situación deseable (la integración de este componente en la formación).

Debe recordarse que de acuerdo con la lógica del proceso investigativo (camino dialéctico del
conocimiento), la contradicción tiene que ser descubierta antes de realizar la planificación de
la investigación. O sea, que al explorar la realidad educativa, se diagnóstica el estado actual, y
en la misma medida se va comparando con un estado ideal o deseable del fenómeno. La
comparación permite identificar los problemas existentes, entre los cuales se seleccionará uno
en específico, atendiendo a su importancia y significación teórica o práctica.

Redacción de la pregunta principal


Problema: ¿cómo integrar los contenidos de educación sexual en el proceso de formación de
profesores?

El Objeto de la Investigación

El problema se manifiesta en determinada esfera de la realidad educativa, como plantea


Carlos Álvarez de Zayas: “El objeto es aquella parte de la realidad objetiva que es portadora
del problema (....) es aquella parte de la realidad sobre la cual actúa el sujeto (el investigador),
tanto desde el punto de vista práctico como teórico, con vista a la solución del problema
planteado (....) el problema es la manifestación externa del objeto en cuestión, lo que implica
que cuando se va precisando el problema se hace a la vez la determinación del objeto”.2

Si el problema constituye el por qué de la investigación, el objeto es el qué. Así, ante un


determinado problema concreto, como es el de la falta de integración de la educación sexual
en la formación de profesores, se estudia una región de la realidad educativa, de la totalidad,
para construir nuevos conocimientos que permitan solucionarlo, al transformar o cambiar esa
región (la educación sexual en la formación de profesores).

El objeto debe declararse empleando la teoría científica coherente con el modelo teórico de
esa esfera de la realidad que se ha adoptado. A veces resulta difícil identificar el objeto porque
no se ha hecho un estudio teórico previo y no se ha tomado posición. Aquí es fundamental
comenzar el objeto de estudio de la ciencia en cuestión y de su caracterización general, para
abstraer a partir de la totalidad el objeto concreto de la investigación.

Retomando el ejemplo anterior podemos preguntarnos: ¿en qué esfera de la realidad


educativa se manifiesta el problema?

Objeto: Formación de profesores en educación sexual.

2 C. Álvarez de Zayas y V. Sierra: Metodología de la investigación científica, Sucre, 1997, p.6.

93
El problema y el objeto guardan relación estrecha, de modo que su determinación se tiene que
ir construyendo simultáneamente. Algunos autores consideran que primero se determina el
objeto y luego el problema. Otros, como Carlos Álvarez, señalan que el problema aparece
primero, porque es la manifestación externa del objeto. En el camino del conocimiento, al
problematizar encontramos tales contradicciones. Si el problema es una forma de
conocimiento, el primer conocimiento que aparece ante nosotros es el externo, concreto
sensible, la contradicción aparente.

Toda vez que hay una primera aproximación, todavía incierta, a la situación problémica,
empieza a ubicarse en una esfera de la realidad, y se va precisando el objeto.

Así, el problema, como forma de conocimiento, no aparece de inmediato como “ya dado”,
elaborado ante el investigador, hay que construir el conocimiento acerca de lo que se
desconoce o lo que hace falta cambiar. Es decir, que uno de los primeros descubrimientos que
se hace en la investigación, es precisamente la identificación de lo desconocido, del problema.

El problema es una contradicción en una determinada esfera de la realidad educativa, la cual


se constituye en objeto de la investigación, en su contenido, en el qué. Hay que estudiar esa
esfera porque existe en ella un problema (por qué). Para resolver el problema, hay que
transformar esa esfera, el qué. El problema es la contradicción externa. El objeto es la esfera
en la cual se manifiesta tal contradicción.

El Objetivo

Para solucionar el problema se requiere una transformación en el objeto, o sea, en la


formación de profesores en educación sexual. El objetivo es la categoría que refleja el
propósito o intencionalidad de la investigación (el para qué), lo que debe lograrse de forma
que se transforme el objeto y se soluciones el problema. El objetivo expresa los límites del
problema y orienta el desarrollo de la investigación al precisar qué se pretende. Por tanto, el
título del proyecto de investigación o trabajo científico debe surgir del objetivo, del para qué.

En el caso de la situación ejemplificada: ¿qué debe lograrse para transformar la formación de


profesores en educación sexual y contribuir a la integración de este componente en el proceso
(solución del problema)?

Objetivo: Diseñar una propuesta curricular para la integración de los contenidos de educación
sexual en el proceso de formación de profesores.

En el objetivo se deben declarar directamente los nuevos conocimientos (teóricos o prácticos)


que deben alcanzarse para modificar el objeto y resolver el problema. En el ejemplo citado, se
trata de lograr una nueva propuesta curricular.

Una vez determinado el objetivo, resulta indispensable preguntarse: ¿cuáles son los aspectos
del objeto que deben abstraerse para lograrlo? O sea, que debemos concretar o recortar el
objeto, especificando cuáles son las facetas de este sobre las que debemos actuar para cumplir
el objetivo.

94
El Campo de Acción

Es una parte del objeto que se determina a partir del objetivo. Representa aquellos aspectos
del objeto sobre los que se debe actuar para alcanzar la finalidad de la investigación.
Constituye una delimitación y precisión del objeto, es parte componente de este y, a su vez,
subsistema de la totalidad de la realidad educativa compleja. Tal delimitación y precisión se
logra teniendo en cuenta la formulación del objetivo. El objeto se concreta, a partir del
objetivo, en el campo de acción. ¿Sobre qué aspectos del objeto (formación....) debo actuar para
lograr el objetivo (proponer el diseño curricular...)? ¿Cuáles son los aspectos del objeto que
debo abstraer para lograr mi objetivo?

El campo son aquellos aspectos específicos del objeto que son estudiados para lograr el
objetivo. El objetivo es la categoría que refleja el conocimiento o transformación que se quiere
alcanzar para llegar al estado deseable (objeto transformado, problema resuelto). El campo es
la parte del objeto sobre la que hay que actuar, donde se produce el accionar directo del
investigador para lograr el objetivo.

Como señala Carlos Álvarez, en su obra ya citada, a partir del objetivo se determina el campo
de acción, que se convierte en el sistema o modelo concreto que se estudia como parte del
sistema mayor que es el objeto. Este se convierte entonces en el medio que rodea al campo
como sistema.

El campo es el subsistema que se estudia, inserto en un sistema mayor que es el objeto. Por
ejemplo, la formación de profesores en sexualidad es el objeto, y dentro de este un campo es
el diseño curricular. Pro el medio o contexto lo constituye el objeto.

Campo: Diseño curricular de la educación sexual.

Al identificar y formular el campo de acción, no es necesario volver a mencionar el objeto, pues


el campo es parte de este.

La Hipótesis

La hipótesis o en su defecto, la idea a defender, representa una respuesta anticipada al


problema científico, que conduce y guía la búsqueda. En la medida en que se realiza un estudio
teórico y una construcción alrededor del problema y el objeto, se sistematizan determinadas
ideas previas respecto a su resolución.

En la hipótesis o idea a defender se vinculan las categorías objeto, campo y objetivo para
resolver el problema. El sistema o modelo (campo) se relaciona con el objetivo para solucionar
el problema que se manifiesta en determinado objeto. Por tanto, la hipótesis o idea a defender
debe caracterizar el modelo (campo de acción) en sus relaciones esenciales, debe superar la
contradicción.

Así, en el ejemplo que se analiza, la idea a defender debe girar en torno al diseño curricular de
la educación sexual (campo de acción); debe caracterizar el diseño en lo esencial, atendiendo

95
al logro del objetivo (propuesta de diseño de la integración curricular) y la solución del
problema (deficiente integración de la educación sexual en la formación de profesores).

En el modelo teórico se debe caracterizar el campo de acción, o sea, el diseño curricular de la


educación sexual, que forma parte a su vez del objeto, la formación de profesores en educación
sexual. El modelo contiene las relaciones que se declaran en la hipótesis o idea a defender, es
el fundamento de esta. O sea, que la hipótesis es el núcleo o centro del modelo. Debe explicar
regularidades, principios. Dada la relación objeto/campo, el campo, entendido como sistema,
se modela teóricamente y el objeto constituye el medio o entorno de dicho sistema.

Posteriormente el modelo teórico (campo) se concretan en propuestas que deben ser


sometidas a experimentación y validación, comprobación empírica, lo que demuestra en la
práctica su valor (significación práctica). Esas propuestas representan el objeto modificado,
capaz de solucionar el problema. Por ejemplo, se elabora el modelo teórico del diseño
curricular de la educación sexual, y a partir de este, se construye la propuesta concreta que
puede incluir los contenidos que deben desarrollarse en cada una de las asignaturas, así como
el diseño del programa del seminario integrador, las indicaciones metodológicas, etcétera.

Las Tareas Investigativas

“Unidad o célula funcional del proyecto, integrada por el conjunto de acciones necesarias y
suficientes para el logro de un resultado específico. Las tareas responden a demandas
cognitivas y operativas que deben ser satisfechas para alcanzar los resultados, y a partir de
ellas se establecen los costos, plazos y responsabilidades y se organiza el plan de trabajo del
proyecto (ejecución, seguimiento y valuación)”.3

Los Resultados de las Investigación

La planificación y la organización de la actividad científica investigativa a partir de proyectos


ha conducido a la emergencia de una categoría que tradicionalmente no se integraba como
componente orgánico en el diseño teórico-metodológico: el resultado. Si la investigación es,
como se ha precisado, un proceso de construcción del conocimiento científico, este constituye
su resultado, que se logra mediante la utilización de métodos, técnicas y procedimientos
científicos. Así, el resultado, entendido como producto terminado de la investigación,
representa siempre un determinado tipo concreto de conocimiento teórico y/o aplicado
acerca del objeto, que se construye en función del logro del objetivo y la solución del problema.

En consecuencia, los resultados científico-técnicos pueden ser definidos como:


“Productos terminados y medibles que debe aportar el proyecto a partir de los recursos
materiales y humanos disponibles y del empleo de métodos, técnicas y procedimientos

3 C. Álvarez de Zayas: Ob. cit., p.8.

96
científicos, con vistas a alcanzar sus objetivos específicos y contribuir en consecuencia, a la
solución del problema”.4

La determinación de los resultados a alcanzar implica establecer cuáles son los productos
terminados necesarios, suficiente y medibles que debe aportar la investigación:

 Son necesarios y suficientes cuando representan las condiciones esenciales e


imprescindibles para alcanzar el propósito final de la investigación, sin que se declaren
productos que, a pesar de su valor e interés, no contribuyen sustancialmente al logro del
objetivo. Este requisito introduce el elemento de racionalización en la planeación de la
investigación y posibilita el aprovechamiento eficiente de los recursos humanos y
materiales disponibles.
 Al mismo tiempo, los resultados deben expresarse en forma de conocimientos teóricos y/o
aplicados, así como de productos materiales, lo que asegura la posibilidad de medición con
el propósito de evaluar su grado de cumplimiento y el aporte concreto al logro del objetivo
y la solución del problema.

En el caso de las investigaciones básicas (fundamentales) y de las tesis de doctorado, el modelo


teórico propuesto para la explicación del objeto es el resultado que representa el aporte
teórico del trabajo. A partir de la concreción del modelo teórico, en metodologías, estrategias,
procedimientos, etc., se logran otros resultados investigativos vinculados con la significación
práctica del trabajo.

Por ejemplo: en el proyecto de investigación “El cambio educativo en la secundaria básica”, un


resultado (teórico) lo constituye el marco conceptual acerca del aprendizaje desarrollador,
que abarca el establecimiento de su estructura conformada por tres dimensiones (activación
/ regulación, significatividad y motivación), cada una de las cuales es conceptualizada y
operacionalizada. El marco conceptual construido, al ser concretado, da lugar a otro resultado:
estrategia para promover el aprendizaje desarrollador en la secundaria básica, en la cual se
fundamenta la significación práctica de la investigación.

4 Centro de Estudios Educacionales: Glosario, Taller de Diseño de Proyectos de Investigación-


Desarrollo e Innovación Tecnológica, Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona,
Facultad de Ciencias de la Educación, 1999.
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