Didáctica IPLAC - Final
Didáctica IPLAC - Final
Didáctica IPLAC - Final
INDICE PÁGINAS
Introducción .......................................................................................................................................................... 2
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INTRODUCCIÓN
La Pedagogía es la ciencia de la educación, en sentido amplio, pues abarca todos los aspectos
del hecho educativo.
Una de sus ramas es la Didáctica*, tiene como objeto de estudio el proceso de enseñanza-
aprendizaje; en lo que tiene de unidad y en sus diferencias.
La enseñanza comprende dos funciones esenciales: la instructiva y la educativa; las que se dan
en interacción dialéctica, pues como dijera José Martí:
Las cualidades morales saben de precio cuando están realizadas por las
cualidades inteligentes. (J.M tomo XIX, O. Completas, Pág 373)
Para algunos especialistas la didáctica es sólo práctica (empiria), para otros es la unidad de la
teoría y la práctica.
Esta es una concepción francamente neo-positivista. Por supuesto que la Didáctica como
ciencia independiente no es sólo técnica sino que incluye también los necesarios fundamentos
teóricos en que se apoya y el desarrollo de su decursar histórico.
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(*): En la actualidad las ramas ó partes de la Pedagogía constituyen verdaderas ciencias independientes. Es por
ello, que para algunos especialistas es mejor hablar de Ciencias de la Educación, lo que no implica que la
Pedagogía como ciencia haya perdido su objeto de estudio, sino más bien resulta la integradora de todas
ellas, según el criterio más juicioso. Para Imideo Nérici la Didáctica:
2
Es ciencia en cuanto investiga y experimenta nuevas técnicas de enseñanza, teniendo como
base, principalmente, la biología, la psicología, la sociología y la filosofía. Es arte cuando
establece normas de acción y sugiere formas de comportamiento didáctico, basándose en los
datos científicos y empíricos (..) de la educación; esto sucede porque la Didáctica no puede
separar teoría y práctica. Ambas deben fundirse en un solo cuerpo, procurando la mayor
eficacia de la enseñanza y su mayor ajuste a las realidades humanas y social del maestro (...)
La Didáctica es una disciplina orientada en mayor grado a la práctica, toda vez que su objetivo
primordial es orientar la enseñanza (...)"(2)
Es necesario reflexionar sobre lo planteado por el destacado pedagogo y precisar, en caso que
existan, las limitaciones que pueda presentar su conceptualización.
Las aplicaciones de la teoría de Jean Piaget han sido ampliamente utilizados en:
- En la determinación de los métodos mediante los cuales debe enseñarse a los educandos"(4).
Esta concepción resulta ser la más completamente estructurada y de ahí su amplia recepción
en el ámbito latinoamericano.
En las otras, se enfatizan en unos aspectos más que en otros del proceso docente-educativo.
Así por ejemplo; la "Didáctica dinámica" centra su interés en la movilidad del proceso docente,
proponiéndose vías y métodos que activen el aprendizaje.
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En el caso de la "Didáctica Crítica" se enfatiza mucho en la formación del "pensamiento
valorativo" en el proceso del aprendizaje; desconociéndose o minimizándose las otras esferas
de la potencialidad humana que es necesario desarrollar integralmente.
En los últimos años se abre paso el interés por un proceso didáctico más humanista y menos
racionalista; propugnándose la educación participativa, socialmente productiva y liberadora,
lo que aún no se concreta en una didáctica plenamente estructurada.
Referencias bibliográficas
(2):- Imideo Nérici: Hacia una didáctica general dinámica. Edit. Kapelusz
(3):- Ver la obra de Francisco Leiva Lea: Didáctica General para una educación comprometida
con el cambio social. Editorial Tipoffset "Ortiz", Ecuador, 1981.
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CAPÍTULO I.
PRINCIPIOS DE LA ENSEÑANZA
Para esclarecer el concepto ley tenemos que acudir a la filosofía, donde este término está
definido en forma precisa al igual que el concepto regularidad, del cual hay que partir para
posteriormente entender qué es una ley. El concepto regularidad como expresión filosófica,
se refiere a las relaciones, vínculos y dependencia generales, esenciales, duraderas que se
repiten entre los fenómenos de la realidad objetiva.
Estas regularidades pueden ser observadas y comprendidas por los hombres, y cuando las
descubren pueden expresarlas mediante teorías, que son precisamente las leyes. De esta
manera, la ley se define como la "conexión interna y esencial de los fenómenos, que condiciona
el desarrollo necesario, regular, de los mismos"2
Las leyes, al igual que las regularidades, se caracterizan por ser objetivas, existen
independientemente de la voluntad del hombre. En la metamorfosis de la rana, por ejemplo,
se manifiestan leyes biológicas, y en las transformaciones sociales se reflejan las leyes del
desarrollo social. La diferencia esencial entre las leyes naturales y las sociales radica en que en
las últimas, estas se manifiestan a través de la conciencia de los hombres.
El problema de las leyes de la enseñanza constituye una de las cuestiones más importantes
para conceptuar a la pedagogía como ciencia. Los investigadores en el área de la educación y
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la enseñanza estudiando la realidad, descubren las relaciones entre los fenómenos, y en forma
de ley reflejan lo fundamental de ambas áreas.
De acuerdo con las leyes que rigen el proceso de enseñanza, es cierto que la didáctica todavía
no dispone de un sistema de leyes acabado que fundamente este proceso por completo, a
pesar de que la didáctica socialista desde los primeros momentos encaminó sus pasos a
descubrir las relaciones que están presentes en el proceso de enseñanza, y que posibilitan una
dirección acertada del mismo.
Estas relaciones esenciales han sido expresadas por distintos pedagogos. La pedagoga
alemana Ursula Drews, plantea las siguientes relaciones:
Otros pedagogos como L. Klingberg y Yu.K. Babanski también han formulado una serie de
leyes que actúan en el proceso de enseñanza.
La utilización de una ley social exige la formulación de normas generales que dirijan la actividad
del hombre. Estas normas generales se denominan principios.
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L. Klingberg en la obra citada expresa de la siguiente manera el concepto principio de la
enseñanza: "Los principios didácticos son aspectos generales de la estructuración del
contenido organizativo-metódico de la enseñanza, que se origina de los objetivos y de las leyes
que los rigen objetivamente." Por su parte M.A. Danilov los define como "...categorías de la
didáctica que definen los métodos de aplicación de las leyes de la enseñanza, en
correspondencia con los fines de la educación y la enseñanza..."
El término principio de la enseñanza no es una categoría especulativa, sino que surgió como
generalización de la práctica de la enseñanza y como vimos, esta refleja las leyes objetivas que
se manifiestan en el proceso de enseñanza.
K.D. Ushinski queriendo establecer las diferencias entre las leyes científicas y las reglas
prácticas, planteó que la educación tiene sus leyes objetivas, las cuales el pedagogo debe
conocer para realizar su actividad de manera racional;"...lo más importante, no es conocer la
regla, sino conocer aquellos fundamentos científicos de los cuales surgen las reglas..."
Otro ejemplo clásico de la preocupación por expresar los principios de la enseñanza, aparece
en el pedagogo alemán Adolfo Diesterberg, quien enunció treinta reglas didácticas, divididas
de acuerdo con su relación con el alumno, con los materiales, con las condiciones de la
enseñanza y con el maestro. Este pedagogo advirtió que esa división no era absoluta, que un
grupo de prin-
cipios podía convertirse en otros; esta importante idea no la desarrolló, sin embargo, fue el
primero en hacer referencia a la relatividad de las reglas y no al aspecto contradictorio que
existe entre ellas.
Un profesor que al explicar el tema sobre la presión atmosférica no tiene en cuenta el principio
de la relación de la teoría con la práctica, incumple también los principios del carácter científico
y educativo de la enseñanza, el del carácter consciente y activo de los alumnos bajo la guía del
profesor, el de la asequibilidad, el de la unión de lo concreto y abstracto, y demás.
Los principios de la enseñanza forman pues un complejo sistema que debe ser
observado en su integridad.
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Conocemos que muchos autores formulan los principios de la enseñanza de distintas maneras,
y a veces produce cierto descontento que el número de principios en los distintos textos no
coincide. Al respecto. L. Klingberg en la obra mencionada expresa que lo determinante para
establecer un sistema de principios didácticos no es la cantidad ni la forma en que han sido
formulados, sino considerar una serie de criterios como son la necesidad de que el sistema de
principios de la enseñanza debe atender a las leyes esenciales de la enseñanza, responder a
las necesidades de la política escolar y de la práctica docente, entre otros."6 De acuerdo con
esto, los distintos sistemas de principios de la enseñanza planteados en los textos de didáctica,
incluyen aquellos principios que incuestionablemente responden a determinada
regularidades de la enseñanza, como son la indispensable sistematización de la enseñanza, la
necesidad de su dirección, la vinculación de la enseñanza con la práctica, con la vida; la
formación de la personalidad dentro del colectivo, etcétera.
- principio de la asequibilidad,
- principio del carácter consciente y activo de los alumnos bajo la guía del profesor,
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- principio de la solidez en la asimilación de los conocimientos, habilidades y hábitos,
- principio de la atención a las diferencias individuales dentro del carácter colectivo del
proceso docente-educativo,
Así, por ejemplo, los conocimientos que adquieren los escolares en las conferencias y
actividades de laboratorio de la asignatura Química, favorecen el desarrollo de cualidades
tales como la exactitud, la perseverancia, la observación y la objetividad.
Por último, no podemos dejar de señalar la importancia del ejemplo vivo del profesor en el
trabajo educativo. La fuerza de sus planteamientos, su emotividad, y sus firmes convicciones,
su propio ejemplo que desempeña un papel importante en las clases que diariamente imparte.
9
tender a aumentarse? La respuesta lleva a la consideración de dos aspectos: la necesidad de la
selección del contenido científico y la adopción de métodos de trabajo independiente.
Cuando hablamos de las reglas que el principio del carácter científico le plantea al profesor
debemos expresar que por la relación tan estrecha que existe entre este principio y el del
carácter educativo de la enseñanza, las reglas que expusimos, para dar cumplimiento a este
último, son válidas para el principio del carácter científico. No obstante, estimamos pertinente
analizar otras que se vinculan directamente con este.
Apreciar el objeto en sus múltiples relaciones y desde ángulos distintos. Esta regla suscita en
el profesor la necesidad de presentar el objeto del conocimiento desde los distintos puntos de
vista posibles, cuestión que evita el mecanicismo en el aprendizaje. Además de esto, es indis-
pensable que el profesor dirija la atención de los estudiantes de modo que establezcan las
relaciones del objeto con otros objetos y fenómenos con los cuales se corresponden. Cuando
el profesor tiene en cuenta la exigencia de esta regla, contribuye a desarrollar en los
estudiantes el pensamiento dialéctico.
Mostrar los mejores ejemplos, ideas y hechos. El éxito en la enseñanza, en gran medida
depende de la forma en que el profesor ha organizado la actividad cognoscitiva de los
estudiantes, para la apropiación de los conocimientos científicos. Ante todo, es importante que
el profesor seleccione los mejores y más representativos ejemplos, hechos y fenómenos de la
realidad que permitan hacer las generalizaciones que subyacen en el concepto. El principio del
carácter científico, en síntesis, exige del profesor organizar el tránsito del fenómeno a la
esencia, de la observación de los elementos externos a la asimilación de lo interno.
Conocer la historia del fenómeno objeto de estudio. Aplicar esta regla desempeña un papel
preponderante en el carácter científico de la enseñanza, ya que toda generalización debe ser
reflejo de la vía histórica del desarrollo de la naturaleza y de la sociedad. De ahí la eficacia de
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que el profesor mencione en su enseñanza el desarrollo histórico del conocimiento objeto de
estudio.
6. Principio de la asequibilidad
El principio de la asequibilidad de la enseñanza constituye uno de los principios más antiguos
al cual hicieron referencia los pedagogos J.A. Comenio K.D. Ushinski y A. Diesterberg.
Comenio en su Didáctica Magna escribió: "...Enseñe todo conforme a la capacidad, que
aumenta con la edad y adelanto de los estudios."
De las consideraciones anteriores se pueden inferir que la esencia del principio de la
asequibilidad de la enseñanza está dada en el reconocimiento por parte del profesor, de las
particularidades de la edad de los estudiantes, del nivel de desarrollo de sus habilidades y
capacidades, de la experiencia acumulada, que lo orientan en la organización y conducción del
proceso de enseñanza. Hay que aclarar que la asequibilidad de la enseñanza no es de ninguna
manera una enseñanza fácil que no implique dificultades, tampoco es ir más allá de las
posibilidades reales de los estudiantes. La asequibilidad de la enseñanza consiste justamente
en presentar dificultades a los escolares y enseñarlos a erradicarlas. Luego, debe quedar claro
que en las condiciones actuales este principio no se ciñe a tener en cuenta las características
de la edad de los escolares, sino además, atiende aspectos tales como: la habilidad del profesor
para relacionar el nuevo conocimiento con los mecanismos del pensamiento de los es-
tudiantes. Aun observando esto, se puede dar la situación de que el nuevo conocimiento no
exija nuevas operaciones mentales y en este caso el estudiante no experimenta ninguna
dificultad. Pero se puede dar otra situación que si ofrece dificultades a los estudiantes, y es
cuando el conocimiento exige poner en juego nuevos procedimientos intelectuales, nuevos
razonamientos.
Por ejemplo: cuando explicamos a los alumnos el tema "Los primitivos pobladores de Cuba",
les presentamos las características de los pueblos agricultores-ceramistas y de los
recolectores-cazadores-pescadores. Después de estudiar ambos grupos - cómo vivían, qué
hacían, etc. - les indicamos la realización de una actividad que les condujo a establecer una
comparación entre ambos para determinar cuáles eran más adelantados.
Esa actividad implica que el niño tenga que ejecutar una nueva operación del pensamiento
lógico: de aspectos que ya le explicamos la comparación, y por tanto, partiendo, -lo conocido-,
el alumno podrá; a través de la comparación, arribar a un nuevo conocimiento o conclusión:
los pueblos agricultores-ceramistas eran más adelantados que los recolectores-cazadores-
pescadores.
La enseñanza es por su esencia una actividad sistemática que se aparta de toda improvisación,
y que responde a una adecuada planificación.
“Y todo por sus indisolubles grados, de modo que lo de hoy sirva para afianzar lo de ayer y abrir
el camino a lo de mañana".
La aplicación en este principio por parte del profesor requiere en primer lugar, dar respuesta
a la siguiente pregunta: ¿hasta qué punto hay que tener en cuenta en la enseñanza, el sistema
de conocimientos de la ciencia que le sirve de base a mi asignatura? El sistema de
conocimientos de la ciencia y el de la asignatura no se corresponden por completo. El sistema
de conocimientos de la asignatura se determina también por otros factores: edad de los
estudiantes, nivel de desarrollo y exigencias sociales, entre otros.
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El contenido esencial se presenta como líneas directrices del programa y por consiguiente, de
la actividad del profesor y de los estudiantes, lo que le da un carácter de obligatorio
cumplimiento.
El análisis estructural del contenido de enseñanza es una consecuencia directa del incremento
del volumen de la información científica, que reclama la determinación precisa de los
conocimientos fundamentales que los alumnos deben apropiarse.
- Planificar las clases en sistema, de modo que se articulen racionalmente todos los eslabones
del proceso.
- Desarrollar el pensamiento de los alumnos teniendo en cuenta todos los procesos lógicos.
- Analizar el contenido de cada tema de manera que se manifiesten las ideas esenciales y las
que sirven sólo para introducir un nuevo conocimiento.
Este principio está íntimamente enlazado con el anterior, pues como dijimos no se trata
solamente de que los estudiantes se apropien de un sistema lógico de conocimientos, sino que
puedan aplicarlos para resolver las necesidades de la producción y los servicios.
Este principio, como norma reguladora de la conducta de los hombres, halló expresión
concreta en la pedagogía cubana. .
En la base de este principio subyace la teoría del conocimiento, en la cual la práctica ocupa un
lugar importante, teniendo esto en cuenta, el principio de la relación de la teoría y la práctica
exige que el profesor no solo brinde a los estudiantes la oportunidad de hacer determinadas
elaboraciones teóricas, sino también la de enfrentarse a la actividad práctica: manejar,
instrumentos y equipos y aplicar los conocimientos.
La enseñanza que ofrecen los profesores de avanzada, lleva a los estudiantes a resolver
operaciones con determinado nivel de complejidad (teórico), pero no se queda en este nivel,
sino que va más allá, y los alumnos pueden resolver problemas prácticos como los que se
presentan en la producción.
La práctica en la enseñanza tiene diversas formas: clases prácticas, tareas, que realizan los
estudiantes en los cuadernos de ejercicios prácticos, de Matemática, Geografía, Español,
Idioma, etc.; excursiones, donde los estudiantes aprecian el fenómeno objeto de estudio en su
propio medio o condiciones originales; prácticas pre-profesional, que es un valioso medio para
aplicar los conocimientos con verdadera creatividad.
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La esencia del principio de la unidad de teoría y la práctica ha llevado a algunos pedagogos a
denominar este principio como principio de la vinculación de la escuela con la vida. Por último,
es preciso plantear que considerar este principio constituye una de las exigencias del principio
del carácter científico y educativo de la enseñanza, ya que solo cuando los estudiantes pueden
utilizar los conocimientos para resolver los problemas de la vida, aumenta ante ellos el valor
de ciencia, y se educarán conscientemente para colaborar en la construcción de la sociedad.
Como regla que ilustre la aplicación del principio citamos las siguientes:
- En la explicación del contenido, ejemplificar las posiciones teóricas con situaciones prácticas.
- Vincular la enseñanza con distintas situaciones que reflejen los problemas y logros de
nuestra sociedad.
9. Principio del carácter consciente y activo de los alumnos bajo la guía del profesor
El primero de estos elementos, la asimilación consciente del contenido de la clase por los
alumnos, es condición fundamental del aprendizaje. A veces los estudiantes realizan un
aprendizaje mecánico por deficiencias en la organización y conducción del proceso de
enseñanza; por eso es importante que el profesor tenga presente que no se trata de que los
estudiantes recuerden simplemente lo que él explica, sino que reflexionen sobre lo que deben
hacer.
Un medio excelente para producir esta reflexión es exponer a los estudiantes situaciones que
presentan contradicciones. A veces los escolares no pueden apropiarse del contenido porque
no se les propone como una situación que tienen que resolver. Para entender un tipo de tarea
así, es necesario que los alumnos determinen los datos que condicionan la solución del
problema, para después hallar la forma de razonamiento adecuada. en esto un lugar principal
lo ocupa la correspondencia entre los hechos concretos y la teoría, de modo que los alumnos
comprendan que los hechos sin teoría en que se fundamenten no tienen sentido, y que por el
contrario, la teoría que no se apoya en los hechos, en la vida, es limitada.
Algunas veces los estudiantes mantienen una actitud indisciplinada en la clase y no la atienden,
lo cual perjudica la asimilación consciente. La indisciplina que se manifiesta en el contacto del
escolar con la escuela, con las clases, con los maestros evidencia una relación negativa de los
estudiantes con la enseñanza. El carácter consciente del aprendizaje supone, ante todo, la
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formación de intereses cognoscitivos, los cuales se entrelazan con el contenido de la
enseñanza y es que los alumnos participan conscientemente en clase cuando el contenido de
las asignaturas es interesante para ellos, y esto depende en gran medida del profesor y de su
estilo de trabajo.
La dirección acertada del proceso de enseñanza por parte del profesor, permite encontrar
medios y vías para elevar la actividad cognoscitiva de los alumnos.
Por el papel que desempeña el profesor en la asimilación consciente de los alumnos, en este
principio se entrelazan la actividad de los escolares con la dirección que el profesor realiza del
proceso de enseñanza; por tanto, podemos afirmar que la actividad consciente y viva de los
estudiantes en clase, solo es posible bajo la dirección acertada del profesor.
Entre las reglas para la aplicación del principio presentamos las siguientes:
Este principio exige, por parte del profesor, dirigir el proceso de enseñanza de manera que en
la mente de los estudiantes perduren los conocimientos. Por la importancia tan relevante de
la consolidación, estimada como elemento que está presente o se interrelaciona con todas las
funciones didácticas - apropiación de nuevos conocimientos, ejercitación, aplicación y evalua-
ción, así como por fundamentarse en regularidades pedagógicas y psicológicas, la solidez en la
asimilación de los conocimientos ha devenido principio de la escuela cubana.
Al explicar este principio, debemos empezar reconociendo la estrecha conexión que tiene con
el principio abordado con anterioridad, el de la asimilación consciente del contenido por parte
de los alumnos bajo la dirección del profesor, y con el principio del carácter audiovisual de la
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enseñanza. La relación con el primero se explica por cuanto, mientras más consciente y viva
sea la participación de los alumnos en la apropiación de los conocimientos, más firmes y
perdurables se mantendrán estos conocimientos en los alumnos. Al explicar su relación con el
principio de carácter audiovisual de la enseñanza, aún no abordado por nosotros, podemos
anticiparnos y señalar que una de las aristas de la esencia de este principio está dada en
transmitir a los estudiantes ideas concretas mediante la utilización de los distintos medios de
enseñanza; por tanto, si los alumnos cuando estudian determinado objeto y fenómeno pueden
percibirlo, es lógico que el conocimiento sea más duradero.
Por otra parte, es incuestionable que el olvido es más profundo cuando el material no es
significativo para el estudiante. Se ha probado que cuando una persona considera algo
importante no lo olvida o demora más en olvidarlo.
El proceso de olvido se relaciona con el volumen del material que se debe recordar. Como
demuestran investigaciones realizadas, la cantidad de conocimientos que se conservan
después de un determinado tiempo, se encuentra en relación inversamente proporcional al
volumen del material. Se desprende que es importante dosificar el material de estudio.
También se sabe que los diversos tipos de conocimientos se olvidan de manera distinta. Se
recuerdan mejor los principios y teorías y se recuerdan menos lo singular, lo particular y
menos aún el contenido textual. Se conserva en la memoria el material que tiene un carácter
más generalizador.
- Relacionar el nuevo conocimiento con los ya asimilados, con los cuales tiene conexión.
- Activar el pensamiento de los alumnos mediante la formulación de preguntas.
- Destacar las ideas esenciales del material de estudio, así como dividir el contenido de modo
de que tenga una extensión lógicamente asimilable.
- Presentar en la clase de apropiación de nuevos conocimientos los aspectos esenciales de
manera que en las clases de ejercitación y aplicación de los conocimientos, estos puedan ser
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ampliados y profundizados. Señalar trabajos independientes para que los alumnos apliquen
sus conocimientos y habilidades.
- Emplear distintas formas y métodos para la consolidación.
Relaciona los yacimientos minerales con las rocas que le dan origen;
11. Principio de la atención a las diferencias individuales dentro del carácter colectivo del
proceso docente-educativo
El principio de la atención a las diferencias individuales sobre la base del carácter colectivo de
la enseñanza, tiene su fundamento en la regularidad, de la interrelación existente entre
la colectividad y las individualidades.
¨ Digno de nuestra época y de nuestra revolución, de la tarea organizativa, puede ser solo
la creación de un método que considere lo común y lo particular, que a cada personalidad
le dé la posibilidad de desarrollar sus particularidades, conservar su individualidad.
Semejante tarea sería en absoluto superior a las fuerzas de la pedagogía, si no fuera por
el marxismo que resolvió hace tiempo el problema de la personalidad en el colectivo ¨.
El tratamiento frontal del contenido en la clase por parte del profesor, tiene incuestionables
ventajas como son: la posibilidad de impartir el material de estudio a un determinado número
de estudiantes, la economía de tiempo y la racionalización en la utilización de los distintos
medios, entre otros. No obstante, sucede que no todos los alumnos avanzan al mismo ritmo y
algunos adelantan más cuando otros se retrasan. De esto se desprende la necesidad de
atender a las características individuales de los alumnos, sin perder de vista el trabajo
colectivo.
Las diferencias individuales de los alumnos no solo aparecen en su desarrollo físico, sino
también en el nivel de desarrollo de sus capacidades, en los procesos de excitación e inhibición,
los cuales en cada individuo tienen características propias, en el temperamento, en los
procesos psíquicos como la percepción, la observación, la memoria, el pensamiento, y el
lenguaje, y en la dirección moral de la personalidad.
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Estas diferencias individuales desempeñan un papel importante en el trabajo de enseñanza y
aprendizaje; sin embargo, lamentablemente algunos profesores no tienen en cuenta las
diferencias individuales de sus alumnos y por consiguiente no actúan en consecuencia.
El principio de la atención a las diferencias individuales dentro del carácter colectivo del
proceso docente-educativo se manifiesta cuando el profesor procede como se explica
seguidamente.
En primer lugar, el profesor debe conocer cabalmente a cada uno de sus alumnos: sus
dificultades, posibilidades, intereses, pues sin este conocimiento no es posible ningún trabajo
individual.
En resumen, para que tenga éxito el aprendizaje de los estudiantes, el profesor debe atender
las diferencias individuales y a la vez, aprovechar todas las posibilidades de desarrollo que
existen en el colectivo.
¨ Es necesario que el conocimiento empiece por los sentidos (cierto es que nada hay en el
entendimiento que antes no haya estado en el sentido). ¿Por qué, pues, ha de darse
comienzo a la enseñanza por la narración verbal y no mediante la inspección de la cosa?.
Después; una vez presentada la cosa, venga la narración para explicar más profundamente
lo expuesto"
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Es posible decir, que lo más emotivo para el niño es el material concreto. Pero ¿qué significa
material "concreto"?. El concepto concreto cambia junto con la edad. Para el niño de la más
temprana edad, lo concreto será aquel material que él puede percibir, olfatear. Para el niño de
mayor edad será el material que le da determinada, imagen -descripción viva. Y para el niño de
edad todavía mayor, lo concreto se consigue solo con los hechos de la realidad objetiva. Con
otras palabras lo que es concreto para una edad es por entero incomprensible y no concreto
para otras edades. Enseñar para cada edad, para cada nivel, seleccionar el material concreto
que será orgánicamente relacionado con la experiencia del niño, es para nosotros muy
importante.
Como sabemos, existen distintos medios de enseñanza que facilitan la observación directa del
objeto de estudio:
- los objetos reales: plantas, animales, distintos materiales, etcétera; la representación de los
objetos: modelos de cuerpo humano, de animales y de otros objetos;
- medios gráficos: dibujos, tablas, esquemas, gráficos, las cuales muestran a los estudiantes las
relaciones de los fenómenos;
Es necesario exponer que la percepción que facilitan cualesquiera de estos tipos de medios,
hasta la de los objetos más concretos como son los objetos reales, se manifiesta en unidad con
el pensamiento abstracto, lo que cambia es el carácter de la actividad cognoscitiva del
estudiante.
Por ejemplo, existen diferencias entre el aprendizaje que realiza un escolar cuando observa el
esquema de la flor. El esquema es una representación gráfica donde necesariamente no se
tienen que manifestar todos los elementos de la flor; además, esta adquiere una forma
estática, por lo tanto, implica mayor poder de abstracción.
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Pero no siempre en la enseñanza el punto de partida es el objeto y el fenómeno real o su
representación; también se parte de conceptos y teorías ya asimiladas por los estudiantes.
Por último, debe quedar claramente establecido que el principio del carácter audiovisual de la
enseñanza solo es posible interpretarlo en su relación con la unidad de lo concreto y abstracto
y como consecuencia lógica de la teoría de conocimiento. éste basamento hace factible que los
alumnos realicen un aprendizaje exitoso.
Conclusiones
Los principios didácticos, entendidos como normas que regulan la actividad del profesor y de
los estudiantes, permiten realizar una enseñanza de manera efectiva. Ellos son aplicables a
todos los niveles y tipos de enseñanza.
Por último, queremos insistir en que en la Didáctica existen distintos sistemas de principios de
la enseñanza, aunque sin diferencias esenciales entre ellos, pues para su determinación se ha
tenido en cuenta los aspectos fundamentales que se deben considerar: la correspondencia
con los objetivos de la educación e instrucción, las leyes del desarrollo físico e intelectual de
los estudiantes, la valiosa experiencia de los profesores de avanzada, los resultados de
investigaciones realizadas y la integración de todos los elementos en un sistema.
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CAPITULO II.
EL OBJETIVO COMO PUNTO DE PARTIDA Y PREMISA PEDAGÓGICA
GENERAL DEL PROCESO DE ENSEÑANZA
La categoría objetivo ocupa un lugar destacado en la dirección del proceso de enseñanza. Ella
cumple la importante función de determinar el contenido, los métodos y las formas
organizativas de la enseñanza, al expresar la transformación planificada que se desea lograr
en el alumno en función de la formación del hombre que aspira la sociedad.
Los objetivos proyectan el trabajo del maestro o profesor al futuro, al expresar las
transformaciones que sistemáticamente deben lograrse en los alumnos. Permiten, así, ver la
enseñanza como un proceso sistemático en que cada una de sus etapas realiza su contribución
a la formación multilateral de las personalidades de los alumnos.
Está demostrado que la educación está determinada por las condiciones socioeconómicas
existentes. De ahí que los objetivos de la enseñanza, así como su contenido y sus métodos,
sean diferentes en los distintos regímenes sociales.
Los objetivos constituyen el punto de partida y la premisa pedagógica más general de todo el
proceso de enseñanza. Cada régimen social expresa sus exigencias a la educación por medio
de los objetivos.
La relación del objetivo con el contenido, los métodos y las formas de organización de la
enseñanza
El objetivo es el punto de partida y premisa general pedagógica para toda la educación, pues
él expresa la transformación planificada que se desea lograr en el alumno en función de las
exigencias que la sociedad plantea a la educación. Por ello, determina el contenido de la
enseñanza, es decir, la base informativa concreta que debe ser objeto de asimilación. Como
parte del perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación (cubano) , se han establecido
objetivos cualitativamente superiores. Así lo planteó la necesidad de perfeccionar el
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contenido de los programas, tanto desde el punto de vista de su nivel científico e ideológico
como también del enfoque dialéctico-metodológico.
Resulta imposible cumplir los elevados objetivos del sistema educacional cubano si se emplean
métodos y formas organizativas de enseñanza que conduzcan al formalismo, al esquematismo,
a la rutina y, con ello, al aprendizaje netamente reproductivo.
Ante todo, debe considerarse que resulta imposible hacer una diferenciación radical de unos
objetivos que pertenezcan únicamente al dominio de la enseñanza y otros que sean propios
de la educación. Sin embargo, tradicionalmente se ha expuesto que la adquisición de
conocimientos y el desarrollo de hábitos, habilidades y capacidades pertenecen, propiamente,
al dominio de la labor de la enseñanza, mientras que la formación de convicciones se refiere a
la labor educativa.
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Por lo general, al analizar la estructura de las transformaciones planificadas que se quieran
lograr en los estudiantes y que se expresan en el sistema de objetivos, se identifican como ele-
mentos componentes de este sistema, entre otros, los siguientes:
- los conocimientos,
- los hábitos,
- las habilidades,
- las capacidades,
- las convicciones,
- los sentimientos, las actitudes, las peculiaridades del carácter, el sistema de motivos e
intereses,
etc.
Los conocimientos
Los objetivos relativos a la obtención del conocimiento, abarcan no solo los conocimientos
sobre objetos del medio, sus propiedades y relaciones, sino también, sobre las normas y
valores éticos, estéticos, ideológicos, físicos y otros, así como los conocimientos sobre
procedimientos, reglas y métodos que permiten llevar a cabo las diferentes acciones y
operaciones que componen las distintas actividades docentes y laborales. Como se puede
observar, esto hace que pasen a formar parte del contenido de la enseñanza, además de los
conocimientos, el desarrollo y formación de hábitos, habilidades y capacidades que se analizan
a continuación.
Los hábitos
Se entiende por hábitos las acciones componentes de las actividades que presentan un alto
grado de automatización y se realiza con una participación relativamente baja de la conciencia.
Así son hábitos los que desarrollan los escolares, al trabajar con instrumentos, los que se
adquieren en la escritura, en el cálculo mental, en la lectura, en la práctica del deporte, etcé-
tera.
Muchos autores consideran como hábitos también los que se refieren a la conducta de los
alumnos y la relación de estos con otras personas, por ejemplo, los hábitos de cortesía, de
higiene y otros.
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Los hábitos se desarrollan en el ejercicio de la actividad para la cual son requeridos; así los
hábitos relativos a la actividad docente y los de cultura laborable se forman,
fundamentalmente, en la realización de estas actividades.
El que una acción o un conjunto de acciones se conviertan en hábitos significa que se hace
habitual el procedimiento de su realización, es decir, la forma en que ellas se ejecutan se hace
automática y relativamente inconsciente, pero tanto las condiciones en que se producen como
los objetivos a que van dirigidas permanecen en el nivel consciente de la actividad. Esta pecu-
liaridad permite trasladar la atención del hombre a los fines de la actividad en general.
Es importante destacar que, en el hombre, y por tanto en la actividad del alumno, es difícil
encontrar en su forma "pura", aislada, un hábito. Por lo general, los hábitos se integran en
estructuras complejas que forman verdaderos sistemas que intervienen de manera
significativa en la ejecución exitosa de la actividad.
Si estos factores no son tenidos en consideración por el maestro o profesor, es muy probable
que no se obtenga éxito en el alcance del objetivo de formación de hábitos.
Por último, es importante plantear que para la formación de hábitos, además de la práctica, es
imprescindible que el escolar conozca los resultados que va obteniendo en la realización de la
acción. Las investigaciones pedagógicas y psicológicas han demostrado que cuando el escolar
no tiene información del resultado en las distintas ejecuciones de la acción, la formación del
hábito resulta muy difícil, es decir, toma mucho tiempo, no se eliminan los errores y se
automatizan componentes incorrectos de la actividad.
Las habilidades
Al analizar este concepto, hay que considerar que su estudio no solamente constituye un
problema científico, tanto en su estructura como en su función en la actividad del hombre, sino
también es necesario que se establezca la diferenciación de los hábitos, por un lado, y de las
capacidades, por otro. En otros términos, aún no se ha logrado una distinción precisa entre
los tres elementos antes mencionados.
En opinión de algunos autores, hábitos y habilidades son sinónimos, por tanto, niegan la
necesidad de hacer referencia, bien a los hábitos, bien a las habilidades. Por otro lado, también
puede ocurrir que, en concepciones teóricas diferentes, la misma definición se aplique al
hábito y a la habilidad.
Lo anterior demuestra la dificultad del tratamiento del concepto. Ello tiene repercusión no
solo en el plano científico de la cuestión, sino también en el de la práctica pedagógica concreta.
Desde nuestro punto de vista, hábito y habilidad poseen peculiaridades que permiten su
diferenciación.
24
Al igual que los hábitos, las habilidades son componentes de la actividad. Ellas ocupan un lugar
importante en la realización exitosa de las diferentes tareas del escolar. El maestro debe tener
siempre presente que determinar un objetivo, en término de desarrollo de habilidades, implica
la necesidad de especificar el tipo de actividad para la cual ellas son requeridas.
En este sentido general, se considera que un alumno posee determinada habilidad cuando
pueda aprovechar los datos, conocimientos a conceptos que se tienen, operar con ellos para
la educación de las propiedades sustanciales de las cosas y la resolución exitosa de las
determinadas tareas teóricas o prácticas.
Así, por ejemplo, al hablar de un escolar con habilidades para resolver determinado problema
matemático, se hace referencia a que él puede, ante todo, establecer el tipo de problema que
debe solucionar, determinar las relaciones cuantitativas implicadas, las condiciones del
problema, los datos presentados y lo que es necesario hallar, determinar las vías de solución y
proceder a la solución del problema.
Desde luego, puede hablarse de habilidad en un sentido más específico, por ejemplo, el caso
en que el alumno debe resolver un determinado ejercicio matemático.
Ahora bien, la actividad no es solamente la vía por la que se puede determinar la existencia de
una habilidad, sino también la condición de su perfeccionamiento; de ahí que el maestro, al
dirigir el proceso de formación y desarrollo de las habilidades, debe estructurar de manera
adecuada la actividad de sus alumnos teniendo en cuenta tanto las condiciones
psicopedagógicas generales como las especificas de su asignatura.
Las capacidades
Las capacidades, al igual que los conocimientos, los hábitos y las habilidades, ocupan una
posición destacada en el desarrollo de la actividad humana. Según A.N.Leontiev, la capacidad
se considera como (...) "Las cualidades psíquicas de la personalidad que son condición para
realizar con éxito determinados tipos de actividad" La capacidad, lo mismo que la habilidad,
siempre está asociada a la realización de alguna modalidad específica de actividad. Se afirma
que una persona posee capacidad para el dibujo, para enseñar y educar, etc. Por tanto, al
formular los objetivos que se alcanzarán en el terreno de la formación de capacidades, el
maestro debe conocer que es imprescindible especificar para qué tipo de actividad se requiere
la capacidad.
Las capacidades no son innatas, sino tienen un origen social, independientemente de que para
el desarrollo de las capacidades existen premisas anatómicas y fisiológicas, denominadas
aptitudes. Ella se forma a lo largo de la vida del hombre, especialmente a partir de la influencia
de la enseñanza y la educación.
Las capacidades pueden ser generales y específicas. Las generales contribuyen a la realización
exitosa de un variado número de actividades, como por ejemplo, la capacidad de observación.
25
Por específicas se entienden las requeridas para la realización de actividades dadas, por
ejemplo, el oído para el tono de los sonidos.
Las convicciones
La formación de convicciones en alumnos es una de las tareas más importantes de la escuela
y, en particular, de la labor educativa. junto a la formación de los motivos socialmente
significativos, las convicciones ocupan un lugar central en la personalidad del escolar; de ahí
que el maestro no pueda dejar de considerar en la determinación de los objetivos la dirección
pedagógica de este proceso.
Las convicciones son puntos de vista y de educación que se forman en el escolar, a partir de
los conocimientos que adquiere en su interrelación con la realidad objetiva. En la sociedad
cubana, las convicciones que se desarrollan en el proceso de formación de la personalidad son
criterios basados en conocimientos científicos sobre las leyes, los hechos y los fenómenos de
la naturaleza y la sociedad; son las concepciones políticas, ideológicas, morales y estéticas de
la clase obrera.
Un último aspecto importante se refiere a que la adquisición de una convicción por el alumno
no puede determinarse solamente a partir de lo que este expresa, del razonamiento que hace
ante un hecho o fenómeno que se expone; la posesión de una convicción se determina también
por la manera en que se conduce ante las diversas situaciones que se le presentan en la
actividad práctica.
Se debe hacer referencia final a que aspectos como la formación de sentimientos, actitudes,
cualidades del carácter, sistema de motivos e intereses, etcétera, son integrantes de la
metodología de la labor educativa y de la enseñanza. Los objetivos educativos se dirigen no
solo a la formación de convicciones, sino también al desarrollo adecuado de los aspectos
anteriormente mencionados; para ello, la pedagogía, la psicología y otras ciencias afines,
desarrollan las metodologías que definen la labor de la educación y la enseñanza de la nueva
generación.
El conjunto de clases del período docente de que se trate (unidad, semestre, curso, ciclo, etc.),
debe constituir un todo armónico desde el punto de vista de los objetivos del contenido y de
las medidas metodológicas que se apliquen. Los cambios que se efectúan en la actividad
mental de los alumnos no son el resultado del trabajo de una sola asignatura, sino el resultado
de la actividad continua en todas las materias que comprenden el proceso de formación. El
logro de los objetivos de una asignatura trasciende los límites de ella y contribuye al éxito de
las restantes.
Así, por ejemplo, en el primer grado, los avances que experimentan los alumnos en la lectura
influyen decisivamente, en su rendimiento en otras asignaturas. En el caso de la Matemática,
gracias al desarrollo de las habilidades en la lectura, se puede pasar de la solución de los
problemas orales a los expresados por escrito. Estos a su vez, actúan positivamente en la
enseñanza de la lectura y de otras asignaturas, pues posibilita la aplicación de los
conocimientos, los hábitos y las habilidades adquiridos, a la solución de tareas más complejas
y variadas.
27
Es preciso, además, que el maestro o profesor tenga pleno dominio del contenido y de las leyes
pedagógicas que rigen su enseñanza. Así como de las teorías y métodos de trabajo
comprendidos en el contenido de la unidad, semestre o grado de que se trate. Solo así podrá
considerar en sus trabajos el carácter multilateral de los objetivos.
En ocasiones, en las observaciones efectuadas a las clases, se puede ver que el maestro o
profesor limita su actividad a comprobar los objetivos que se relacionan con la adquisición de
conocimientos y en algunos casos pasa por alto los que se refieren a los hábitos, las
habilidades, las capacidades y las convicciones.
En la determinación de los objetivos de la clase se tienen que considerar todos los elementos
que integran el sistema de objetivos. Por ejemplo, cuando el maestro de quinto grado, en la
asignatura Educación Laboral, prepara las clases correspondientes a la temática 2.2. "La
construcción de una caja de forma rectangular con lámina de metal", debe tener en cuenta su
aporte a la adquisición de un sólido sistema de conocimientos, en el que desempeña una
función esencial el dominio del principio de funcionamiento de distintos instrumentos que se
emplean para trabajar los metales. Pero esta clase no se limita a la adquisición de
conocimientos, sino que también brinda su contribución al desarrollo de habilidades para
trazar sobre láminas de metal, cortar con las tijeras de hojalatero, así como doblar y unir
bordes metálicos. Esta clase ofrece, además, valiosas posibilidades para que los alumnos se
acostumbren a trabajar de acuerdo con un plan, materializado en la elaboración de la carta de
instrucción que les sirve de guía en el trabajo y se confecciona a partir del análisis del prototipo
del objeto que se debe construir.
El maestro también debe considerar las múltiples posibilidades que esa clase brinda para que
los alumnos desarrollen hábitos correctos en cuanto a la organización del trabajo, el
cumplimiento de las normas de seguridad e higiene del trabajo, así como a la formación de
cualidades necesarias en la personalidad del alumno.
A partir de estos objetivos generales, en los planes de estudio se concretan aun más los
objetivos de cada tipo de educación y los de cada nivel, de acuerdo con la parte del encargo
social que le corresponde cumplir al subsistema en cuestión.
28
De estos objetivos se derivan los de cada grado y asignaturas. Ellos se expresan en los
programas, y su estudio cuidadoso, unido al de otros documentos directivos ya mencionados,
posibilitan al maestro o profesor la derivación de los objetivos de cada clase. Sobre la base de
estos y atendiendo a las condiciones generales del grupo de alumnos, en especial a los
referentes al nivel de desarrollo alcanzado, se deben determinar los objetivos de las unidades
y clases.
Como se ha podido observar, la derivación gradual de los objetivos no puede entenderse como
la descomposición de estos en acciones aisladas. Por el contrario, cada uno de los subsistemas
que surjan como producto de esta derivación tiene que ser considerado como un elemento del
sistema rigurosamente articulado que constituyen los objetivos de la educación.
De acuerdo con este objetivo, el trabajo del maestro tiene que ir encaminado a la dirección del
proceso de obtención del concepto de adición a partir de la realización de variadas uniones de
conjuntos disjuntos.
Ya en la segunda clase de esta misma temática, se establece como objetivo, lograr que los
alumnos dominen los ejercicios básicos.
29
De acuerdo con este objetivo, los alumnos deben iniciar en esta clase, el desarrollo de
habilidades en el cálculo de los ejercicios básicos de adición de la dificultad dada. Para ello se
sustituye paulatinamente, el trabajo de los conjuntos por la realización de variadas formas de
ejercicios en las que los alumnos aplican los conocimientos adquiridos. En la aplicación de
estos conocimientos adquieren otros, así, con esta clase se introduce la ley conmutativa de la
adición, cuyo dominio contribuye, a su vez, a continuar desarrollando las habilidades en el
cálculo.
Esta determinación del nivel de asimilación expresado en los objetivos influye decisivamente
en la estructura didáctica, el contenido y la metodología organizativa de la clase. Así, por ejem-
plo, la estructura de una clase en que el objetivo expresa el inicio del desarrollo de una
habilidad no puede ser la misma que la de otra en que el objetivo se refiere a la aplicación de
las habilidades ya adquiridas a nuevas situaciones.
30
Muchos maestros o profesores piensan encontrar una aparente ventaja con relación al ahorro
del tiempo cuando solo leen a sus alumnos los objetivos escritos en su plan de clase. Esto
influye negativamente sobre el desarrollo y los resultados del aprendizaje, pues los alumnos
no pueden comprender qué se espera de ellos, lo cual trae como consecuencia lógica el
formalismo en la enseñanza. Esta situación se agudiza aun más en la escuela primaria, donde
el vocabulario activo de los alumnos no les permite comprender los términos expresados por
el maestro. No puede confundirse la orientación hacia el objetivo con su información.
Las investigaciones realizadas sobre este problema demuestran que existe una relación muy
estrecha entre el objetivo y la calidad en el desarrollo de determinada actividad. Si se carece
de objetivos definidos, resulta imposible llevar a cabo una actividad en forma consciente y
productiva.
El alumno está orientado hacia el objetivo cuando sabe lo que se persigue respecto a todo lo
que se dice y se hace en el proceso de enseñanza. Esto lo motiva a reflexionar y a tratar de
responder preguntas como las siguientes: ¿qué hemos hecho hasta ahora?, ¿qué paso tenemos
que dar ahora para lograr nuestro propósito?.
El objetivo de trabajo del maestro o profesor tiene que transformarse en objetivo de trabajo
de los alumnos.
La orientación hacia el objetivo tiene que verse como un proceso motivacional, cognoscitivo y
regular que influye decisivamente en los resultados del aprendizaje.
31
CAPÍTULO III.
CONTENIDO DE LA ENSEÑANZA
Las exigencias sociales es un momento dado determinan los objetivos de la educación, y estos
se concretan en el contenido, estrechamente vinculado con los métodos a utilizar en la
enseñanza. El para qué, el qué y el cómo enseñar (objetivo-contenido-método) constituyen
una unidad desde el punto de vista didáctico e ideológico, unidad de la cual depende la
respuesta que la escuela da a la sociedad.
Los partidarios de la teoría de la llamada enseñanza formal plantean el trabajo por el desarrollo
de capacidades intelectuales como el factor en que debe centrarse el contenido de la enseñan-
za. Para ellos, lo importante no son los conocimientos sino la influencia que se ejerza en el
desarrollo de las capacidades intelectuales.
32
Por el contrario, los partidarios de la enseñanza material priorizaban la adquisición de
conocimientos con un fin utilitarista, es decir, seleccionar como contenidos de la enseñanza
aquellos conocimientos que fueran de utilidad directa, inmediata para la vida del hombre.
Estas teorías y el debate que se produjo entre ellas resultaron útiles, pues, se profundizó en la
importancia de cada uno de estos aspectos, aunque vistos erróneamente en forma
independiente, cuando son en realidad dos facetas del proceso de enseñanza, y dos aspectos
íntimamente vinculados del contenido de la enseñanza.
En los últimos años, se han visto renovadas las discusiones y debates entre los partidarios de
estas teorías, a la luz de los problemas que la revolución científico-técnica y el aumento del
volumen de conocimientos han planteado a la educación. Algunos pedagogos piensan que la
enseñanza puede sustraerse al desarrollo impetuoso de la ciencia y la técnica y que debe
dedicarse fundamentalmente al desarrollo de las posibilidades intelectuales de los alumnos,
se pronuncian radicalmente en el sentido de que lo importante no es "lo que se enseña sino el
cómo se enseña". Se niega la importancia del contenido para hacer prevalecer la de los
métodos que contribuyen al desarrollo de las capacidades cognoscitivas, para la adquisición
de los conocimientos. Se plantea la ejercitación de las capacidades intelectuales con el uso de
un mínimo de conocimientos.
En este sentido es fundamental tener en cuenta que no es posible formar una correcta
concepción científica del mundo, no es posible lograr intereses cognoscitivos, ni crear una
cultura básica general, con un enfoque tan parcial del contenido de la enseñanza.
En las condiciones actuales del desarrollo, ambos aspectos han de concebirse integrados
mediante una selección del contenido esencial y necesario y el uso de métodos y
procedimientos que garanticen la asimilación de conocimientos y el desarrollo de capacidades
y habilidades generales, así como de las habilidades específicas, que promuevan la actividad
creadora y todo un trabajo que garantice la formación de actitudes, sentimientos, y cualidades
positivas de la personalidad.
Desde este punto de vista, la cultura es, ante todo, un conjunto de procesos de la actividad
material y espiritual elaborados por la humanidad, que puede ser asimilado por la
personalidad, por el hombre, y convertirse en su patrimonio.
- las normas de relación del hombre con el mundo, con los otros hombres, es decir, el
desarrollo
de la voluntad, la moral, la estética, y lo afectivo.
Esto determina que el fin de la educación, la formación del hombre que responda a la sociedad
en desarrollo, se desglose en objetivos generales que abarcan un contenido de la enseñanza
que comprende:
En la relación con el primer aspecto se ha de tener presente que hombre alguno llegará a
asimilar todos los conocimientos acumulados, pero toda una generación ha de lograr el nivel
que exige el constante desarrollo.
Cada hombre asimilará lo esencial, de modo que llegue a poseer una imagen general del
mundo, lo que a su vez facilitará su actividad práctica y cognoscitiva y fundamentarán la
formación de su concepción científica del mundo.
Esta suma de conocimientos incluye el de los métodos y procedimientos que supone toda
acción, pero si estos se ponen en práctica, sin la experiencia de su aplicación, la enseñanza
quedará limitada y empobrecida.
Las exigencias de la escuela actual incluyen los hábitos y habilidades referidos a la búsqueda
de soluciones, a la investigación, al uso de las diferentes fuentes del conocimiento, y todo esto
está estrechamente relacionado con la participación en actividades que suponen experiencias
creadoras. El hombre tiene que aprender a usar sus conocimientos y habilidades en diferentes
situaciones, tiene que ser capaz de transferir sus viejas experiencias, reestructurarlas,
ajustarlas para dar solución a nuevos problemas. Es preciso que a través del proceso de la
enseñanza los contenidos y métodos sean capaces de responder a este objetivo esencial: el
desarrollo de la actividad creadora (tercer aspecto).
- la capacidad para percibir y discriminar lo esencial de lo secundario y las relaciones entre los
elementos dados en un objeto o situación;
- la posibilidad de plantearse distintas vías de acción para la solución o desarrollo de una tarea.
El cuarto aspecto tiene un fuerte carácter educativo, ya que se refiere no solo al conocimiento
de determinadas normas de conducta, e incluso al ajuste de la actuación a esas normas; está
relacionado con el grado de convencimiento de la necesidad de ajustarse a esas normas y con
el grado de afectividad con que se sienta vinculado a ellas.
De la ciencia es necesario escoger aquellos hechos, conceptos, leyes, métodos, etc., que hagan
posible la trasmisión de dichas bases en correspondencia con los objetivos de la enseñanza, y
organizarlos y presentarlos en correspondencia con las peculiaridades de las edades de los
alumnos. Por esto, no puede identificarse el concepto de asignatura con el de ciencia.
El desarrollo impetuoso de las ciencias lleva al surgimiento de otras nuevas, así como de
diversas ramas y disciplinas. Las asignaturas pueden unificar conocimientos que pertenecen a
varias ciencias y a esto se añade también las aplicaciones de las ciencias en la práctica social y
sus resultados en el plano político-ideológico y moral.
Debe tenerse en cuenta también que no todas las asignaturas se centran en el contenido
esencial de una ciencia, sino que la atención se orienta a la formación de habilidades generales
y particulares con vistas a su dominio práctico. Ejemplos de esto los constituyen el dibujo, la
educación física, el estudio de las lenguas extranjeras y otros.
Una exigencia a los programas de las asignaturas es la definición del papel y el lugar que
ocupan éstas dentro de la educación del individuo en dependencia del carácter de su
contenido, esencialmente, su contribución a la formación de una concepción científica del
mundo.
36
La necesidad de establecer el sistema de los conocimientos y de los hábitos y las habilidades
que deben adquirir los alumnos en cada asignatura obliga a distinguir con precisión los
conceptos, las leyes y las teorías científicas fundamentales que deben ser asimiladas durante
el proceso de enseñanza-aprendizaje y los métodos y procedimientos que garanticen la
formación y el desarrollo de hábitos y habilidades, las formas de trabajo para la formación de
sentimientos y actitudes. Todo ello se materializa en el plan de estudio.
El plan de estudio representa las concepciones únicas de los objetivos y los contenidos de la
enseñanza en un determinado nivel. Es la expresión concreta de los fundamentos que reflejan
la política del Estado cubano para el trabajo pedagógico. Cada plan de estudio contará con las
orientaciones necesarias para la adecuada dirección de la enseñanza.
La elaboración de un plan de estudio implica la unión armónica de las asignaturas de los ciclos
de humanidades y de ciencias, y en general de todas las asignaturas que reflejan el contenido
capaz de garantizar los objetivos propuestos.
El programa determina con exactitud los contenidos que han de ser asimilados y formados en
los alumnos, teniendo en cuenta las particularidades de la asignatura y la de los escolares que
deben asimilarlas.
37
c) cómo responde al principio de la politecnización;
Por su gran importancia, los programas se redactan por especialistas y siempre con la
colaboración de maestros y profesores con preparación y experiencia docente adecuadas.
Para concretar el contenido de la enseñanza incluido en los programas se elaboran los libros
de texto.
Los programas son indispensables para los especialistas que elaboran los libros de texto, de
este modo se cumple la relación entre el programa y el libro.
Cuando se cuenta con un buen libro de texto y se ejecutan las tareas y ejercicios
complementarios, si este se usa en conformidad con los requerimientos didácticos y de la
metodología de la asignatura, se posibilita alcanzar los fines y objetivos que se propone el
programa al que responde.
El libro de texto ha de satisfacer estas exigencias tanto en su contenido y la forma en que este
se presenta, como en las ilustraciones que contiene y en general el tipo y tamaño de las letras
y demás aspectos relacionados con su impresión.
En consecuencia, la composición del plan de estudio tiene que permitir la formación integral
del alumno, por lo que para la selección de las asignaturas que han de enseñarse se toma en
consideración el objetivo esencial de la escuela, la adquisición de una concepción científica del
mundo; de esta manera, forman parte del plan de estudio las disciplinas escolares que propor-
cionan conocimientos acerca de las leyes que rigen el desarrollo de la sociedad (Historia,
38
Literatura, Geografía); las que contribuyen al conocimiento de las leyes del desarrollo de la
naturaleza (Matemática, Biología, Física) y las que ayudan a conocer las leyes del pensamiento
(Lengua materna). Se incluyen otras asignaturas que educan al individuo en su integralidad
(Educación Física, Dibujo, Música, Educación Laboral).
Después que se han determinado los contenidos científicos fundamentales que es necesario
tomar en consideración para el plan de estudio, se deben cumplir los requerimientos
didáctico-metodológicos en cuanto al establecimiento del grado de diferenciación de cada
asignatura, la precisión del tiempo de clase y las posibilidades reales en los alumnos de acuerdo
con sus edades y niveles de desarrollo.
Para esto se tendrá en cuenta que no pueden ser incluidos los fundamentos de todas las
ciencias de forma independientes sino dentro de otras asignaturas docentes; por ejemplo,
dentro de la Física, la Geografía y la Química se encuentran elementos de conocimientos
acerca de Geología, Astronomía y otras.
Esto significa que la selección de las asignaturas al ser incluidas en el plan de estudio debe
estar en relación directa con los objetivos de la educación y la enseñanza y que como resultado
del aprendizaje de las mismas se forma en los alumnos una imagen científica y moderna del
mundo.
Para seleccionar los fundamentos de las ciencias más necesarios y llevarlos a las asignaturas y
al plan de estudio, es preciso que se distingan sus rasgos cualitativos y distintivos más
importantes.
Principio de la sistematización
El principio de carácter único permite en nuestra enseñanza la articulación entre todas las
escuelas y posibilita el pase de un nivel a otro sin dificultad.
39
Al ser los planes de estudio únicos, también lo son las asignaturas y sus programas, existe entre
ellos correspondencia con las exigencias reales de los niveles donde estudian y con las necesi-
dades de los niveles superiores para los que tiene que prepararse el alumno.
No existe en la escuela cubana la falta de articulación de un nivel a otro que pueda impedir el
acceso a otro tipo o subsistema de educación.
Como puede observarse, los principios no pueden verse de manera aislada, sino es una
interrelación dialéctica, que los conforman y da carácter científico a las asignaturas, los planes
de estudio, los programas y los libros de texto.
Actualmente el problema de las relaciones inter-materias ha sido reconocido como una de las
cuestiones pedagógicas más importantes por el significado científico y práctico que tiene para
el perfeccionamiento del proceso docente-educativo.
Los conocimientos de las distintas materias están integrados en sistemas que necesariamente
deben coordinarse, de modo tal que permitan formar en el alumno un sistema generalizado
de conocimientos integrados en su concepción del mundo.
- según el contenido;
- mediante las interrelaciones que se establecen entre los sistemas de conocimientos de las
asigna-turas;
Los sistemas de conocimientos de las diferentes asignaturas son tomados de las ciencias
correspondientes, debido a la unidad del mundo. Estos conocimientos no son independientes
sino están interrelacionados, y los que han sido elaborados para reflejar un aspecto de la
realidad se utilizan, además, para profundizar en la comprensión de otro aspecto. Por ejemplo,
el concepto "tanto por ciento" se elabora en Matemática y se utiliza en la comparación de
resultados referidos a cantidades diferentes en cualesquiera de las restantes asignaturas,
como en Química, para expresar la concentración de disoluciones.
Al analizar este problema es necesario tener en cuenta el carácter complejo del proceso de
formación de hábitos y habilidades en la actividad escolar, pues no es posible la formación
exitosa de estas de una manera unilateral.
Tómese como ejemplo el desarrollo de la habilidad de elaborar el resumen: este es iniciado por
la asignatura Español, ya que desde los primeros grados se forman los hábitos de lectura y
escritura y paulatinamente la asignatura ofrece los principales instrumentos para la formación
de dicha habilidad. Enseña primero a seleccionar las distintas oraciones que conforman el
párrafo, después a determinar la idea central del mismo, posteriormente enseña al alumno a
seleccionar los contenidos fundamentales y a redactar en forma breve los aspectos más
importantes. Estos son los pasos a seguir para realizar el resumen. Ahora bien, para que esta
actividad se convierta en una habilidad, las diferentes asignaturas deben utilizar estos
procedimientos de forma sistemática; en esto radica la interrelación de las distintas materias
en el desarrollo y la utilización de los hábitos y las habilidades.
La selección y aplicación adecuada de las acciones y el modo de conducta mediante los cuales
el maestro va a dirigir la enseñanza y la educación del alumno es un elemento que determina
considerablemente la relación inter-materias, pues propicia que el maestro trabaje de forma
consecuente en la consecución de este principio. Por ejemplo, el método de elaboración
conjunta puede ser utilizado por las distintas asignaturas y desempeñar un papel esencial en
el desarrollo de las potencialidades y capacidades creadoras de los alumnos.
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CAPÍTULO IV.
LOS MÉTODOS DE ENSEÑANZA
Todo maestro o profesor debe ser consciente de que elevar la calidad de la enseñanza
significa, entre otros aspectos importantes, la búsqueda constante de nuevos métodos que
conduzcan a la eliminación del tipo de enseñanza que promueve el aprendizaje dogmático y
reproductivo, en que maestros y alumnos se contentan con la simple repetición de
definiciones, sin que exista la comprensión consciente del significado de los conceptos, lo que
impide, por tanto, descubrir sus características esenciales, sus regularidades, los nexos con
otros y su aplicación creadora.
Muy objetivamente caracterizó Martí estos vicios de la escuela que observó en Nueva York a
fines del siglo XIX, cuando expresó:
" ¡De memoria! Así rapan los intelectos como las cabezas. Así sofocan la persona del niño,
en vez de facilitar el movimiento y expresión de la originalidad que cada criatura trae en
sí; así producen una uniformidad repugnante y estéril y una especie de librea de las
inteligencias."
Todavía continúa siendo preocupación de los pedagogos cubanos trabajar por el perfecciona-
miento de los métodos que conduzcan a educar esos hombres vivos, amantes e
independientes, de los que hablaba José Martí. Por ello resulta imprescindible el estudio de la
categoría método de enseñanza.
43
la propia actividad de investigación, o lo que es lo mismo, la teoría verificada por la práctica y
utilizada como principio regulador del conocimiento.
El método tiene la función de dirigir la acción del hombre encaminada a un objetivo. El método
es característico del pensamiento científico y su contenido incluye no solo las acciones y las
operaciones dirigidas al logro de un fin determinado, sino también la planificación y
sistematización adecuada de estos.
El método es científico, o sea, resulta correcto, cuando refleja las leyes objetivas del mundo,
las particularidades de objeto de investigación, las leyes de su desarrollo y la esencia misma
del objeto.
La dialéctica materialista estudia la naturaleza del ser y sus leyes, para convertirlas en método
de conocimientos ulterior y transformador de la realidad.
La dialéctica, como lógica y teoría del conocimiento, realiza su función metodológica en los
diversos niveles del análisis del conocimiento. Las leyes del método filosófico se manifiestan
de una forma u otra en los métodos particulares y procedimientos científicos que se utilizan
para investigar la esencia de los objetos y fenómenos.
Todos los aspectos antes formulados constituyen una condición previa esencial para la
comprensión del concepto método de enseñanza. Muchas han sido las discusiones en torno a
la significación del concepto método de enseñanza. En algunos casos se ignora su importancia
y se considera que el método surge por el solo hecho del dominio del contenido. Otros
criterios sobrevaloran el papel del método, ignorando así la relación fundamental que existe
entre: objetivo-contenido-método-organización.
Ambas posiciones son perjudiciales para el proceso de enseñanza. En toda reflexión con
relación a este importante concepto resulta decisivo considerar que la relación objetivo-
contenido-método-organización determina la lógica interna del proceso de enseñanza. Es
imposible analizar este concepto aislado de dicha relación.
Hay que considerar también que el objetivo y el contenido son elementos decisivos en la
concepción del proceso de enseñanza, pero para llevarla a vías de hecho resulta determinante
el método. No basta perfeccionar planes de estudio, programas, libro de texto y otros
materiales docentes; también resulta decisiva la elevación de la calidad de la labor del maestro
o profesor y para ello ocupa un lugar destacado el perfeccionamiento de los métodos de
enseñanza.
" Los métodos de enseñanza deben definirse como las formas de organizar la actividad
cognoscitiva de los estudiantes, que aseguran el dominio de los conocimientos, de los métodos
del conocimiento y de la actividad práctica, así como la educación ...de los estudiantes en el
proceso docente. "
"... De este modo, cualquier método de enseñanza constituye un sistema de acciones del
maestro, dirigido a un objetivo, que organiza la actividad cognoscitiva y práctica del alumno,
con lo que asegura que este asimile el contenido de la enseñanza ".
De los criterios anteriores se puede analizar que el concepto método de enseñanza considera
no solo cómo el maestro o profesor organiza la actividad cognoscitiva del estudiante, sino
también cómo esta actúa para la asimilación del conocimiento.
También se puede observar que el método de enseñanza supone que tanto el maestro o
profesor como los alumnos trabajen por alcanzar los objetivos que se han determinado. Para
ello, se tiene que ejecutar un sistema de acciones que conducen al cumplimiento del objetivo.
No basta con que sea el maestro o profesor quien se proponga tales objetivos; estos tienen
que convertirse en objetivos de los alumnos para que se sientan estimulados a alcanzarlos.
Solo mediante un trabajo consciente, el alumno podrá pasar de objeto pasivo de influencias
del maestro o profesor a sujeto activo del proceso de enseñanza.
Fueron numerosos los cambios que sufrieron en el transcurso del tiempo los métodos de
enseñanza y en cada caso dependieron de las transformaciones socioeconómicas. Así, por
ejemplo, en la edad media los métodos que se aplicaban eran puramente dogmáticos;
45
respondían a los intereses de la clase dominante y poseían gran influencia religiosa. Ellos
dirigían al escolar hacia el estudio memorístico del contenido de las asignaturas. Se
memorizaban las frases sin entender el contenido de lo estudiando. Se obliga a captar de una
forma dogmática diversos conceptos de las Sagradas Escrituras, a aprender mecánicamente
un número interminable de oraciones en una lengua extraña. Como se observa, existía una
ruptura entre la forma de expresión y la comprensión del contenido. Todo ello es un ejemplo
típico de la negación de la asimilación consciente. estos métodos originaban el aburrimiento y
la aversión hacia el estudio. La ausencia de estímulos internos se compensaba con el miedo a
los castigos, entre los cuales se aplicaban los de tipo corporal.
Esta concepción prevaleció durante muchos siglos. Las demandas del desarrollo económico-
social hicieron comprender a los pedagogos y maestros más avanzados, quienes mantuvieron
una lucha tenaz contra el dogmatismo medieval, y se comenzó a estimular a los alumnos para
que expusieran el texto de lo estudiado con sus propias palabras. La propia burguesía naciente
trataba de evitar el daño que ocasionaba la enseñanza dogmática en las nuevas condiciones
del desarrollo de la producción capitalista. Se criticó la aplicación unilateral de los métodos
dogmáticos y se promovió la inclusión de métodos que condujeran a los alumnos a la
realización de demostraciones, explicaciones y comentarios.
No obstante estos pasos de avance, las clases dominantes, en la medida en que se desarrollaba
el capitalismo y se iban manifestando cada vez más crudamente sus contradicciones internas,
dejaron de sentir interés por la aplicación de métodos que desarrollaran en las grandes masas
populares el pensamiento creador, sus capacidades intelectuales.
De todo lo antes expuesto se puede concluir que los métodos de enseñanza que se apliquen
en la escuela cubana deben:
- estar en correspondencia con los elevados objetivos y con el nivel científico del contenido;
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- estimular la actitud productiva y creadora en el proceso de aprendizaje;
El ciudadano cubano tiene que poseer un afán inagotable de saber. Solo así podrá estar a la
altura del vertiginoso avance que constantemente se experimenta en todas las esferas de la
vida económica, política y social. De ahí que los métodos de enseñanza tengan que motivar a
los escolares en el proceso de aprendizaje y despertarles el interés por aprender.
El método de enseñanza como vía para la dirección de la actividad cognoscitiva del escolar
En la actualidad existen dos tendencias de desarrollo fundamentales sobre esta temática. Por
una parte se investiga en la búsqueda de métodos que logren una dirección más eficaz del pro-
ceso de aprendizaje por el maestro o profesor y, por otra, en la búsqueda de métodos que
conduzcan a elevar la independencia y el nivel de creación de la actividad cognoscitiva de los
escolares.
¿Existe contradicción entre ambas tendencias? Por supuesto que no. El maestro o profesor no
puede reemplazar a los alumnos en el aprendizaje, la personalidad se forma en la propia
actividad. En el proceso de enseñanza el maestro o profesor planifica, dirige y controla,
constantemente, la actividad de los escolares. Una condición no contradice la otra y en ello el
método desempeña una función esencial.
47
Para analizar el método como vía para la dirección de la actividad cognoscitiva del escolar
resulta determinante la consideración de la unidad del aspecto externo e interno del método.
El análisis de la unidad del aspecto externo e interno del método parte de la consideración de
la dialéctica entre las categorías filosóficas de esencia y fenómeno. Ellas expresan diferentes
niveles de la profundidad con que se comprende un objeto.
El aspecto externo del método es lo que se puede percibir rápidamente cuando se observa una
clase. Constituye la manifestación externa de la esencia del método que se expresa por medio
de:
- la forma de organizar el trabajo docente (frontal, individual, por parejas, equipos, etcétera).
La capacitación del maestro o profesor para realizar con éxito la forma externa del método de
enseñanza deviene una condición previa indispensable para el feliz resultado de la actividad
cognoscitiva de los alumnos, pero ella no resulta suficiente. La consideración unilateral del
aspecto externo del método conduce al freno de la actividad intelectual de los escolares. Por
ejemplo, algunos maestros y profesores analizan detenidamente si al dirigir la enseñanza
predominarán las formas monologadas o dialogadas, pero no se detienen a meditar la
repercusión de ella en la actividad cognoscitiva de los alumnos, no analizan cómo transcurrirá
el proceso de pensamiento de sus alumnos, qué pasará en su mente. El maestro o profesor no
puede detenerse en la forma del método, debe penetrar en su esencia, pasar a su aspecto in-
terno.
El aspecto interno del método de enseñanza no se puede advertir fácilmente, ya que requiere
una observación minuciosa del proceso. Se refiere al proceso de aprendizaje, a las vías que se
han utilizado para desarrollar el pensamiento en los alumnos.
A continuación se analiza la dialéctica de los aspectos externo e interno del método mediante
un ejemplo. Cuando un maestro de Historia, de quinto grado, se prepara para introducir el
48
asunto: Las comunidades gentilicias de cazadores y pescadores, no basta con que medite si lo
tratará por medio de una exposición oral en que predomine la descripción, la narración o el
diálogo de elaboración.
El maestro, sobre la base de los conocimientos que el alumno posee de clases anteriores, debe
guiarlo para que realice un análisis de los instrumentos estudiados. Para ello puede presentar
la siguiente situación: ¿Cuáles fueron los primeros instrumentos de trabajo hechos por el
hombre primitivo? Aquí el maestro no se puede contentar con la repetición mecánica de lo
conocido, sino que orienta buscar en el libro de texto las láminas que presentan estos
instrumentos, a fin de comprobar si el alumno es capaz de buscar en el conjunto de láminas
aquellas correctas, o sea, si es capaz de identificar, clasificar, sistematizar y aplicar lo que
conoce ante una nueva situación.
Es importante que el maestro estimule al alumno a recordar lo estudiado, para que llegue a la
conclusión de que el hombre ha logrado progresos en sus instrumentos y técnicas. Esta
conclusión requiere de él un mayor nivel de generalización.
Con el objetivo de que el alumno realice el análisis de los instrumentos, el maestro orientará
la observación de una lámina representativa que aparece en el cuaderno de trabajo, en la que
se mezclan instrumentos conocidos con otros nuevos. El alumno deberá seleccionar los
nuevos instrumentos que serán objeto de estudio en esta clase.
Sobre la base de este conocimiento y con la utilización de láminas, los alumnos, bajo la
dirección del maestro, podrán realizar una descripción y elaboración de un cuadro como el
siguiente:
Como se puede observar, en esta actividad el maestro tuvo en cuenta no solo lo que él iba a
hacer, sino los procesos mentales que deben llevar a cabo los alumnos al realizar el análisis de
los instrumentos. Con estos nuevos elementos, el maestro debe lograr que los alumnos, a
partir de la realización de procesos comparativos, identifiquen las características no
esenciales de los instrumentos y generalicen las esenciales.
Para ello, los alumnos deben meditar con respecto a las siguientes preguntas:
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Si se comparan estos instrumentos con otros que aparecen en el cuaderno de trabajo, ¿qué
diferencias se observan?
Si se comparan estos instrumentos con los actuales que el hombre utiliza para pescar y cazar,
¿qué diferencias encuentran?.
A continuación deben realizar una generalización que exprese cómo con mejores
instrumentos de trabajo el hombre primitivo adquiere un mayor número de alimentos y con
ello mejora sus condiciones de vida. El maestro tiene que dirigir a los alumnos para el
reconocimiento de la relación causa-efecto.
Para esto, mediante preguntas, los alumnos elaborarán en el pizarrón un esquema en que se
presente dicha relación.
Se sabe que hay mejores instrumentos y técnicas, ¿qué nueva actividad estudiamos?.
En el aspecto interno del método también hay que considerar a qué función didáctica
responderá la forma seleccionada. Por ejemplo, no tendrá la misma estructura un diálogo de
elaboración que uno de repaso, una exposición con carácter de elaboración, como la analizada
anteriormente, que una con carácter de resumen.
El análisis detallado del aspecto interno del método evita el formalismo en la adquisición de
los conocimientos y propicia que los alumnos adquieran no solo los conocimientos sino
también los métodos y técnicas de trabajo que les posibiliten su aplicación y la adquisición
independiente de otros.
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Es necesario señalar que los métodos de enseñanza de carácter general que estudia la
didáctica tienen que particularizarse y enriquecerse según las características de cada
asignatura. Este trabajo es objeto de estudio de las metodologías de la enseñanza de las
diferentes asignaturas.
Resulta imposible señalar una clasificación de los métodos de enseñanza aceptada por todos.
Por ello, es necesario que el maestro o profesor conozca el estado actual en que se encuentra
este problema. Es importante que estudie distintas clasificaciones con el objetivo de
profundizar en sus conocimientos teóricos para, a partir de ellos, enriquecer la práctica
pedagógica. En este sentido, se considera determinante para la labor del maestro o profesor
el estudio que sobre la clasificación de los métodos realiza la metodología de la enseñanza de
la asignatura que imparte.
Hay que destacar que cada método de enseñanza se debe seleccionar y aplicar considerando
la relación que tiene con los restantes. No existe un método de enseñanza universal. Muchas
son las posibilidades para combinarlos, esto depende esencialmente de las particularidades de
los alumnos, los objetivos, el contenido, y, por supuesto, el trabajo creador del maestro o
profesor.
Por último, en este aspecto es necesario resaltar que mucho se ha discutido con respecto a la
clasificación de los métodos de enseñanza. Este resulta un problema no resuelto para la
ciencia pedagógica, pues existen distintas clasificaciones a partir de los diferentes criterios
que toma cada autor para elaborar su sistema de métodos.
Los métodos de enseñanza se pueden clasificar según las vías lógicas de obtención del
conocimiento. Surgen así los métodos inductivos, deductivos y analítico-sintéticos.
Algunos autores consideran como criterio clasificatorio las fuentes de obtención de los
conocimientos: métodos orales, de percepción sensorial y prácticos.
Los métodos orales se centran en la palabra como fuente esencial de adquisición del
conocimiento. Comprende entre otras formas: la exposición, la conversación, el cuento, la
narración.
Los métodos llamados de percepción sensorial se refieren a las fuentes visuales. Los dos más
importantes son la ilustración y la demostración.
Otra de las clasificaciones más conocidas es la que se establece a partir de la interrelación del
maestro o profesor y el alumno. En este sentido, Lothar Klingberg considera el método
expositivo, el de trabajo independiente de los alumnos y el de elaboración conjunta.
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En el método de enseñanza expositiva se aprovechan todas las potencialidades instructivas y
educativas que se derivan de la palabra del maestro o profesor. Predomina la actividad de este;
él informa, narra, ejemplifica, demuestra. La actividad del alumno es eminentemente receptiva.
Klingberg considera que entre las dos formas descritas anteriormente se encuentra el método
de enseñanza de elaboración conjunta. La forma típica de manifestarse este método es la
conversación en clase. La situación en cuanto al aprendizaje del alumno está caracterizada por
la actividad receptiva, reproductiva y también hay elementos de rendimientos productivos.
Danilov y Skatkin toman otros puntos de vista para clasificar los métodos de enseñanza. Ello
se basa tanto en las particularidades de la actividad cognoscitiva de los alumnos en el proceso
de enseñanza como en el carácter de la actividad del maestro o profesor y al alumno. Al tener
en cuenta ambos factores, proponen la clasificación: método explicativo-ilustrativo,
reproductivo, de exposición problémica de búsqueda parcial o heurístico y el investigativo.
En el primero agrupan los de carácter reproductivo, en los que incluyen el método explicativo-
ilustrativo. Este grupo de métodos tiene una gran significación para el proceso pedagógico,
pues ellos permiten que los alumnos se apropien de conocimientos ya elaborados y les
permiten reproducir los modos de actuación que ya conocen. Pero ellos por sí solos resultan
insuficientes.
En el segundo grupo, los autores incluyen los que tienen un carácter productivo. Ello propicia
el desarrollo de la actividad creadora. La exposición problémica corresponde a un grupo
intermedio, pues en igual medida supone la asimilación, tanto de información elaborada como
de elementos de la actividad creadora.
Como vía para que el maestro o profesor preste atención no solo al grupo de métodos con
carácter reproductivo, sino también a los de carácter productivo, se explicarán a continuación
los métodos de enseñanza problémica.
Desde la década del 60, en diferentes países socialistas se publicaron trabajos en que se
observa el incremento de los esfuerzos porque la actividad del aprendizaje tenga un carácter
más
creador e independiente, porque la enseñanza tenga, en las circunstancias en que es
recomendable y necesario, un carácter más problémico.
Al emplearse este tipo de enseñanza, se revela al alumno el camino para la obtención del
conocimiento, las contradicciones que surgen en este proceso y las vías para su solución. Por
eso, se le ha caracterizado como la utilización de las contradicciones de la dialéctica en calidad
de método de enseñanza.
Debido a que el alumno es participe directo en la adquisición del conocimiento, este tipo de
enseñanza contribuye a que cumpla verdaderamente su papel como sujeto de aprendizaje en
el proceso docente-educativo.
Su base metodológica es la teoría del conocimiento del materialismo dialéctico e histórico que
permite analizar, acertadamente, el proceso de aprendizaje y avanzar en la comprensión del
proceso interno de obtención de conocimientos. En este sentido, es particularmente
importante el estudio profundo de las categorías de reflejo y contradicción, entre otras, así
como de la relación sujeto-objeto.
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El maestro o profesor nunca debe perder de vista que la enseñanza como fenómeno de la
realidad objetiva es un proceso que se desarrolla dialécticamente. En él se manifiestan, entre
otras, las contradicciones que existen entre los nuevos conocimientos y las habilidades que
adquiere el alumno y las que ya posee; entre el nivel del contenido de los programas y las
posibilidades reales que poseen los alumnos para su asimilación; entre los conocimientos
teóricos y las capacidades para aplicarlos en la práctica; entre las explicaciones del maestro o
profesor y su comprensión por los alumnos.
Danilov llegó a la conclusión de que la contradicción que constituye la fuerza motriz del
proceso docente es precisamente la que se manifiesta entre las tareas que se plantean al
alumno durante el proceso de enseñanza y el nivel real de sus conocimientos, capacidades y
habilidades y de los restantes componentes de su personalidad.
El propio Danilov señala que para que esta contradicción se convierta realmente en la fuerza
motriz del aprendizaje, el alumno tiene que comprender las dificultades y la necesidad de
superarlas; estas dificultades tienen que estar en correspondencia con sus posibilidades
cognoscitivas y, lo que es muy importante, la contradicción que constituye la fuerza motriz de
la enseñanza tiene que ser descubierta e interiorizada por el propio alumno, lo que lo impulsa
a la búsqueda de su solución. por esto, es necesario capacitar al alumno para que halle las
contradicciones que surgen en el proceso cognoscitivo y busque las vías de superarlas.
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estudiado, porque carece de los elementos necesarios para el análisis y que solo mediante la
actividad creadora puede resolver".
El maestro o profesor tiene que considerar que la necesidad de pensar creadoramente surge
del enfrentamiento con las nuevas condiciones, en que no se pueden utilizar los
procedimientos y conocimientos anteriores, sino se deben buscar elementos nuevos para
actuar. Ello pone al sujeto ante situaciones problémicas, que están condicionadas por un
estado psíquico de dificultad, que alarma y estimula a encontrar la solución.
Se analiza la siguiente tarea como un ejemplo que puede servir al profesor de Física cuando se
estudia la estructura molecular de las sustancias:
El trabajo hábil del profesor en la dirección del proceso de aprendizaje ha logrado situar al
alumno ante su estado de tensión intelectual, que, bien aprovechado, promueve el interés por
el estudio y desarrolla una disposición emocional positiva por la investigación y el
razonamiento.
Este profesor no se ha conformado con dar a sus alumnos una conclusión ya hecha, sino que
les ha creado una situación problémica.
También existen otros tipos de situaciones problémicas, por ejemplo las que surgen cuando
existe una contradicción entre el resultado alcanzado prácticamente en la realización de una
tarea docente y la falta de conocimientos de los alumnos para dar su fundamentación teórica.
Se propone a cada alumno que dibuje un triángulo y mida los ángulos interiores con un
semicírculo y sume sus valores.
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Es sorprendente para ellos que, independientemente de la forma del triángulo dibujado, de la
longitud de sus lados, etc., la suma de sus ángulos interiores es, aproximadamente, 180o en
todos los casos. Esto los sitúa ante una situación problémica. De ella se desprende la
necesidad de formular el problema correspondiente, que en este caso sería encontrar la
demostración matemática del teorema: La suma de los ángulos interiores de un triángulo es
180o.
Con estos ejemplos no se han agotado las posibilidades de hacer surgir la situación
problémica, ya que hay tipos de situaciones problémicas generales y otras que son
determinadas por el contenido específico de la ciencia estudiada y sus propias contradic-
ciones. Por ello, la creación de una situación problémica depende de la asignatura, el nivel de
conocimientos, las edades y las particularidades individuales de los alumnos, el grado de
preparación que estos poseen para formular y resolver problemas docentes y, por supuesto,
de la habilidad del maestro o profesor para dirigir la enseñanza problémica.
El pleno dominio de los objetivos y del contenido por parte del maestro o profesor resulta una
condición indispensable para la creación exitosa de situaciones problémicas; pero también es
imprescindible saber determinar con acierto el método que ha de aplicarse.
Para la creación de situaciones problémicas el maestro o profesor tiene que conocer y lograr
el cumplimiento de los objetivos didácticos siguientes:
a) Atraer la atención del alumno hacia la pregunta, la tarea o el tema docente para despertar
el interés cognoscitivo y otros motivos que impulsen su actividad.
b) Plantear al alumno una dificultad cognoscitiva, pero que resulte asequible, ya que con su
superación va intensificando su actividad intelectual.
c) Descubrir ante el alumno la contradicción que existe entre la necesidad cognoscitiva que ha
surgido en él y la imposibilidad de satisfacerla mediante los conocimientos, las habilidades
y los hábitos que posee.
Con respecto a ello, Enrique José Varona expresó que los maestros debían ser:
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"(...) hombres dedicados a enseñar cómo se aprende, cómo se consulta, cómo se
investiga; hombres que provoquen y ayuden el trabajo del estudiante; no hombres que
den recetas y fórmulas a las que quiere aprender en el menor tiempo la menor cantidad
de ciencia, con tal que sea la más aparatosa..."
"Hoy un colegio, un instituto, una Universidad, deben ser talleres donde se trabaja, no
teatros donde se declame"
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objetivos, sino las condiciones en que se llevará a cabo y que constituyen los componentes
básicos del problema.
El problema docente es, por esto, una de las categorías básicas de todo el sistema de la
enseñanza problémica. Después de su formulación se precisa la estructura de la tarea, cuya
solución permite hallar la respuesta a la situación problémica presentada inicialmente.
La tarea problémica es una actividad de búsqueda docente cognoscitiva para cuya solución se
requiere desarrollar procedimientos especiales que permitan descubrir qué datos son
insuficientes y dónde están las contradicciones que hay que resolver.
También se puede llevar al razonamiento lógico en el análisis de una cuestión a través de las
preguntas problémicas, que son las centrales en la cadena del razonamiento lógico. Su
solución siempre tiene carácter heurístico. La pregunta como forma productiva del
pensamiento es muy cercana al concepto de tarea cognoscitiva. Sin embargo, estos conceptos
se deben diferenciar para la utilización práctica. La pregunta, como forma del pensamiento, es
un componente obligatorio de la tarea cognoscitiva. Es un estimulador directo del movimiento
del conocimiento. La tarea se diferencia de la pregunta en que presupone el cumplimiento de
algunas acciones en una sucesión determinada. A diferencia de la tarea, la respuesta
argumentada y demostrada a la pregunta es una acción que presupone un solo acto
cognoscitivo.
En primer lugar, hacer la exposición más segura y los conocimientos más comprensibles y de
esta forma contribuir a convertir los conocimientos en convicciones.
En tercer lugar, la exposición problémica es más emocionante y, por tanto, eleva el interés por
el estudio.
58
La idea del acercamiento gradual al método investigativo está presente en la propia
denominación de este método. El término búsqueda parcial subraya una semejanza con el
método investigativo y también su diferencia: el estudiante se apropia solo de etapas, de
elementos independientes del proceso del conocimiento científico.
El método investigativo
El método investigativo refleja el nivel más alto de asimilación de los conocimientos. El valor
pedagógico de este método consiste en que permite no sólo dar a los estudiantes una suma de
conocimientos, sino que al mismo tiempo los relaciona con el método de las ciencias y con las
etapas del proceso general del conocimiento, así como con el desarrollo del pensamiento
creador.
c) hipótesis,
g) conclusiones.
Volvamos al ejemplo de Historia. Esta vez el profesor propone a los estudiantes como
actividad extra-clase analizar los documentos que contienen las exigencias o demandas de los
campesinos. Para esto los alumnos deben formular las preguntas que surjan en el curso del
análisis de los documentos y hacer el plan para la búsqueda de las respuestas. Después de
realizar el trabajo, los estudiantes exponen sus conclusiones fundamentándolas.
Conversación heurística
Este método presupone una actividad participación de los estudiantes mediante y ejercicios
de razonamientos. Sócrates, en la antigüedad, utilizaba uno similar: Reunía a sus alumnos a su
alrededor, y planteaba la inducción de los conocimientos. Su método, la mayéutica, tenía como
objetivo encontrar la esencia de la verdad mediante la demostración o negación de las tesis
por medio de la discusión. Con el empleo del diálogo, se establecía la duda en el interlocutor
para que se sintiera motivado a pensar y razonar con vistas a encontrar la solución del
problema. La conversación heurística promueve el desarrollo de las capacidades del
pensamiento independiente mediante dificultades concretas que estimulan el razonamiento
dialéctico y la búsqueda científica.
Hasta aquí se han caracterizado los métodos problémicos. Resultado importante que todos
los maestros reconozcan que para la utilización de los métodos problémicos no es necesaria
la elaboración de nuevos programas. Muchas de las temáticas de los programas vigentes
pueden ser tratadas en las formas descritas si se encuentran las contradicciones
fundamentales de la ciencia para su solución.
Por último, hay que insistir en que el mejor criterio sobre la eficacia de la enseñanza es la
capacitación de los alumnos para el trabajo independiente y creador que se manifiesta en la
solución de las tareas docentes y en las que la sociedad les encomienda. Como se ha podido
obser-var, a ello brindan una gran contribución los métodos problémicos.
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CAPÍTULO V.
LOS MEDIOS DE ENSEÑANZA
El desarrollo de la personalidad de las nuevas generaciones, con una concepción científica del
mundo y su preparación de acuerdo con las exigencias de la revolución científico-técnica y los
requerimientos económicos, culturales y sociales del país, demandan elevar el nivel de
exigencia en la escuela en general. por ello, adquiere una gran importancia el
perfeccionamiento de los contenidos y los métodos; en este contexto, los medios de
enseñanza devienen factor indispensable de influencia en la elevación de la calidad del trabajo.
Los medios de enseñanza permiten crear las condiciones materiales favorables para cumplir
con las exigencias científicas del mundo contemporáneo durante el proceso docente-
educativo. permiten hacer más objetivos los contenidos de cada materia de estudio y, por
tanto, lograr mayor eficiencia en el proceso de asimilación del conocimiento por los alumnos
creando las condiciones para el desarrollo de capacidades, hábitos, habilidades y la formación
de convicciones.
Los medios de enseñanza, cuando son empleados en forma eficiente, posibilitan un mayor
aprovechamiento de nuestros órganos sensoriales; se crean las condiciones para una mayor
permanencia en la memoria de los conocimientos adquiridos; se puede trasmitir mayor
cantidad de información en menos tiempo; motivan el aprendizaje y activan las funciones
intelectuales para la adquisición del conocimiento; facilitan que el alumno sea agente de su
propio conocimiento, es decir, contribuyen a que la enseñanza sea activa y permiten la
aplicación de los conocimientos adquiridos.
Los medios no solo intervienen en el proceso instructivo, sino también constituyen elementos
poderosos en el trabajo educativo. mediante su empleo el maestro estimula la formación de
convicciones y normas de conducta, y puede planificar y ejecutar sus clases con carácter
científico; en fin, no solo trasmiten información, sino también contribuyen a la formación de la
personalidad. La pedagogía cubana parte del principio básico de que el hombre se desarrolla
en función de su actividad y que en el proceso de aprendizaje participa y contribuye todo el
medio circundante. Por ello, la realización de una clase creadora y plena de contenido debe
apoyarse, de modo decisivo, en los medios de enseñanza. Para aprovechar las potencialidades
del alumno, deben utilizarse medios que le exijan un trabajo activo para la comprensión del
nuevo contenido y el reforzamiento de lo ya aprendido, integrado en un armónico balance con
las actividades de consolidación y fijación del conocimiento por parte del profesor.
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Gracias al empleo adecuado de métodos y medios de enseñanza que estimulen la actividad
cognoscitiva de los alumnos, estos, además de asimilar mejor los contenidos, aprenden a
pensar correctamente y desarrollan otras facultades intelectuales.
El nivel científico de la enseñanza contemporánea exige grados de abstracción cada vez más
elevados en las argumentaciones, las deducciones y las sistematizaciones, con vistas a
penetrar más profundamente en la esencia de los fenómenos. Esta circunstancia requiere el
riguroso cumplimiento del principio de accesibilidad.
Los métodos y los medios de enseñanza están determinados, en primer lugar, por el objetivo
y el contenido de la educación, los que se convierten en criterios decisivos para su selección y
empleo.
Se ha afirmado que los medios son los componentes del proceso de enseñanza que sirven de
sostén material a los métodos. Es decir, resulta imposible separarlos.
Consecuentemente, se precisa un análisis por parte del profesor, al planificar su clase, que
permita seleccionar los métodos que deben utilizarse y los medios que resulten más eficaces
para trasmitir los contenidos de forma objetiva, facilitar su asimilación y dirigir el trabajo
encaminado al desarrollo de las habilidades, los hábitos y las capacidades y a la formación de
convicciones.
También se conoce una clasificación que agrupa los medios de acuerdo con:
- el control del aprendizaje, que incluye desde las variantes de pruebas impresas para su
evaluación hasta una máquina electrónica de control,
- los de entrenamiento, que agrupan los simuladores y otros equipos que se emplean para
reproducir situaciones que requieren habilidades manipulativas.
Sobre la base de este análisis se podría decir que el sistema de medios de enseñanza es:
artificial, inorgánico, abierto y dinámico.
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Es artificial, porque lo crea el hombre; es inorgánico, porque la inclusión o exclusión de algunos
elementos de su estructura no lo destruye; es abierto y dinámico, porque bajo la influencia del
progreso científico-técnico y social, el perfeccionamiento del contenido y la metodología de la
enseñanza, experimentan constante cambios (los medios anticuados se eliminan de su
estructura o se modernizan, y se incorporar los nuevos).
Este equipamiento auxiliar o técnico contribuye a que el medio de enseñanza pueda cumplir
su función como fuente de información.
Por consiguiente, resulta imprescindible fijar estos conceptos y saber diferenciar los medios
de enseñanza de los medios auxiliares dentro del proceso, ya que sus funciones son distintas.
La función principal de los medios de enseñanza consiste en lograr el perfeccionamiento del
proceso docente-educativo. Ellos son objeto de estudio y sirven, conjuntamente con la palabra
(oral e impresa, de fuente principal y directa de los conocimientos, en tanto que los medios
auxiliares contribuyen a revelar la información contenida en los medios de enseñanza. Ambos
forman parte del proceso de enseñanza y considerarlos en su carácter de sistema permite
lograr que la clase alcance su mayor eficacia.
El uso adecuado de los medios de enseñanza eleva las posibilidades y la calidad del trabajo de
los maestros y profesores, o sea, su eficacia metodológico-pedagógica, y perfecciona las
actividades cognoscitivas y de asimilación de los alumnos, en las diferentes etapas del proceso
de enseñanza y educación.
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Al situar y realizar los ejercicios y trabajos prácticos, los medios que se distribuyen entre los
alumnos adquieren gran importancia para el trabajo directo con ellos: herbarios y colecciones,
aparatos de laboratorio, vidrierías, instrumentos y accesorios, fichas, cuadernos impresos,
mapas de contorno, etcétera. Para el trabajo directo con el grupo, se utilizan, además algunos
medios demostrativos.
Para comprobar los conocimientos de los alumnos pueden ser utilizados tanto los medios
demostrativos de enseñanza (para interrogatorio) como el material de distribución (al realizar
los trabajos de control).
Los medios ayudan a resolver las tareas del carácter politécnico de la enseñanza, materializan
la relación de la teoría con la práctica y con la vida, expresado en forma concreta, demostrativa,
como objeto de estudio e importante fuente de conocimiento.
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No se les puede emplear como algo independiente de los demás componentes del proceso
docente-educativo. Es imprescindible que la planificación se realice teniendo en cuenta que
los medios forman un sistema integrado junto con los restantes elementos de la clase.
Los programas, sus objetivos y los métodos que han de utilizarse constituyen la base de la
selección de los medios y fundamentan su necesidad. Deben atenderse las condiciones en que
se van a utilizar. Puede ocurrir que seleccionemos el medio adecuado para determinado
contenido de estudio y que, llegado el momento, no pueda utilizarse por faltar las condiciones
necesarias. por ejemplo: seleccionar una película y advertir después que falta el proyector, o
seleccionar diapositivas y no contar con un local con posibilidades de oscurecimiento.
En la selección y el empleo de los medios, los principios didácticos desempeñan el papel rector.
Por muy bien elaborado que sea un medio desde el punto de vista técnico, carece de validez
si no responde a los requisitos científicos y pedagógicos que posibiliten a los alumnos asimilar
la información. Así, por ejemplo, una lámina puede tener una buena combinación de colores,
una proporción correcta de sus partes, un tamaño adecuado, pero resultará inútil como
vehículo portador del conocimiento del proceso docente-educativo si no está concebida y
estructurada pedagógicamente en función de la capacidad cognoscitiva del alumno.
Para crear las condiciones que permitan la utilización eficaz de los medios, los maestros y
profesores deben atender a los siguientes aspectos:
- Los objetivos a que responden el empleo de los medios y su relación con el desarrollo de la
personalidad integral del alumno.
- Los conocimientos y las capacidades que posee el alumno antes del empleo del medio.
- Las relaciones que se pueden establecer con otras asignaturas, en especial atendiendo al
carácter politécnico de la enseñanza y a la práctica social.
- El empleo que se hace del medio: si ha de servir para demostrar un fenómeno, ilustrar la
exposición del maestro o profesor, o si los alumnos deben realizar con él ejercicios
independientes.
- Las imágenes que se van a emplear en el pizarrón o el uso de otros medios más convenientes.
El pizarrón
Entre los valores esenciales que posee el pizarrón podemos destacar los siguientes:
- Todo lo que ha de contener el pizarrón se " hace¨ . Los elementos comunicativos que se
exhiben en su superficie son siempre producto de la creación. Cuantas tareas de desarrollan
sobre ella alumnos y maestros, constituyen ejercicios que tienen un significado indudable de
actividad. Se le atribuye la condición de activa, porque la naturaleza de este elemento es tal,
que sin una previa no puede tener la menor utilidad.
A los argumentos a favor del pizarrón pueden añadirse las siguientes razones de
funcionalidad:
- Su tamaño y situación pueden ser aprovechados con ventajas para la instrucción colectiva.
- La actividad del alumno y la evaluación de este por el maestro o profesor y por el propio
alumno pueden ser vigiladas más estrechamente.
Es necesario reconocer y apreciar las grandes ventajas del uso adecuado del pizarrón, por lo
que se ha realizar un esfuerzo por lograr su utilización más eficaz.
El libro de texto
El libro de texto constituye la fuente principal de información científica y práctica para los
alumnos. Contiene una exposición sistemática y lógicamente coherente del material
programado del curso o año que se estudia.
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Algunas veces el libro contiene preguntas sobre el texto, las que tienen la finalidad de facilitar
el trabajo individual de fijación, control y autocontrol.
Además de las preguntas, el libro puede tener diferentes tareas para trabajar con gráficas,
láminas e ilustraciones, y ejercicios para realizar cálculos, hacer gráficos y efectuar
observaciones y resúmenes. todas estas tareas tienen la finalidad de desarrollar las
habilidades y los hábitos de los alumnos y acostumbrarlos al trabajo independiente.
El maestro o profesor está en la obligación de familiarizar a los alumnos con el libro de texto,
explicarles sus características, señalar la importancia de las ilustraciones, gráficos, tablas,
mapas, preguntas y tareas. el debe organizar el trabajo de los alumnos para que estos asimilen
adecuadamente los contenidos que se desarrollan y a la vez, habituarlos a trabajar en forma
independiente con el libro.
Para lograr lo anterior, al orientar la tarea para el estudio independiente, el maestro o profesor
no se limitará a señalar las páginas que debe estudiar el alumno, sino también elaborará algu-
nas preguntas, de acuerdo con el texto, que los alumnos deben contestar. En este sentido se
utilizarán, en algunos casos, preguntas que tengan respuestas directas en el libro,
alternándolas con otras para las que no hay respuestas directas y requieren que al alumno
reflexione sobre el texto. Los maestros y profesores no deben olvidar que los libros de texto
son guías de aprendizaje, que no se deben repetir mecánicamente, sino que deben ser usados
como instrumentos que propicien el desarrollo de habilidades y la formación de hábitos para
adquirir información y contribuir al desarrollo de la independencia cognoscitiva en los
alumnos.
El libro de texto se complementa con los cuadernos de trabajo y otros materiales impresos, y
le ofrece al educador sugerencias para la planificación y la conducción de la clase.
Dado el valor metodológico que tiene el libro en el sistema de medios de enseñanza, resulta
necesario tener en cuenta los siguientes aspectos:
- La necesidad que tienen los alumnos de conocer la estructura del libro de texto y su manejo.
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- El cuidado y la conservación de los libros, por su importancia en el aspecto económico, en la
formación de hábitos estéticos y en el desarrollo del interés hacia ellos como parte de forma-
ción integral de los alumnos.
Medios de proyección
Debemos tener en cuenta que, generalmente, las imágenes fijas son abstractas, por lo que el
profesor debe dar a los alumnos los elementos suficientes para que comprendan lo que están
observando y qué deben observar. También hay que tener en cuenta que los alumnos pueden
hacer diferentes interpretaciones, lo que estará en relación con sus experiencias previas,
conocimientos, estado de ánimo, etcétera. Veamos algunos aspectos que interés dirigidos a
mantener la atención de los alumnos sobre las imágenes fijas proyectadas:
El cine didáctico
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El uso de películas también permite ampliar el espacio: pueden recorrerse lugares, viajar y
llevar todo lo visto al aula, así el caso de una película donde se muestren diferentes zonas de la
Tierra en una secuencia dada, los viajes espaciales.
Es posible, además, alterar las escalas: convertir lo que es pequeño al tamaño de la pantalla,
como es el caso de las células vistas con microscopio electrónico, empleando la técnica de mi-
crofotografía, o empequeñecer objetos muy grandes para ser llevados al aula; filmar satélites,
planetas, momentos y obras de arte. Se puede visualizar lo invisible, estudiar procesos y
fenómenos que no pueden ser visto a simple vista; reconstruir una época. La dramatización, la
música, la ambientación y otros recursos del cine pueden ser aprovechados. Otro aspecto
ventajoso del uso de la película es que permite la visualización de lo abstracto, por ejemplo, en
el caso de los diagramas animados en algunas ciencias, la ilustración de fenómenos a nivel
atómico o molecular que, aunque son reales, no pueden verse ni aún con los mas modernos
equipos ópticos o electrónicos.
Para cumplir las tareas didácticas mencionadas, se pueden emplear también las formas
habituales del cine: noticieros, documentales y películas de argumento, siempre que estas se
vinculen directa o indirectamente a los objetivos de los programas y se acompañen de una guía
de observación elaborada por el maestro o profesor.
Al vincular las películas al proceso pedagógico, se pueden lograr diferentes propósitos, entre
los cuales están:
Introducción de un nuevo tema:
Se trata de aquellas películas que permiten iniciar un contenido sin profundizar en sus
aspectos. Ofrecen una visión general del tema, con el fin de motivar a los alumnos.
Otro tipo de película que en la actualidad está teniendo un rápido desarrollo es aquella dirigida
a los profesores y maestros. En estas películas se expone, generalmente, cómo se puede
aplicar nuevas técnicas de trabajo o cómo enfrentar situaciones especiales. Pueden servir para
mostrar el empleo de nuevos métodos didácticos, instruir a los maestros y profesores en el
uso de ciertos medios de enseñanza, indicar procedimientos para emplear nuevas formas de
organización de la enseñanza, y explicar nuevos contenidos científicos que, por ser muy
recientes, no aparecen en los libros.
Medios sonoros
Los medios sonoros forman parte importante del sistema de medios de enseñanza; permiten
llevar al aula testimonios, momentos históricos, situaciones de la vida real, producciones
musicales y literarias, situaciones emocionales o dramáticas; también se utilizan los medios
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sonoros para el estudio de idiomas, para los que existen cursos completos, colecciones y
ejercicios.
Los medios de enseñanza reflejan el constante desarrollo de la sociedad que exige cada vez
más la elevación del carácter científico del aprendizaje. Estos medios deben servir, pues, para
optimizar las condiciones de trabajo, de vida, de profesores y estudiantes, y no para
deshumanizar la enseñanza. Grandes perspectivas se abren a la utilización de los medios de
enseñanza en nuestro país, entre los que podemos mencionar la generalización del uso de la
computación y de los medios de enseñanza electrónicos, que abren posibilidades
prácticamente infinitas para el perfeccionamiento de la enseñanza y la educación mediante el
aceleramiento del proceso cognoscitivo y el desarrollo de capacidades intelectuales, hábitos y
habilidades que posibiliten el autoaprendizaje y estimulen la actividad creadora de los
estudiantes.
71
CAPÍTULO VI.
FORMAS DE ORGANIZACIÓN DE LA ENSEÑANZA. LA CLASE
Algunas teorías actuales han perdido su aliento progresivo y se han convertido en retrógradas,
al negar, en particular, los principios básicos que han sido aportes imperecederos de la línea
ascendente del desarrollo social en materia pedagógica, y muy especialmente los dirigidos a la
clase. Las posiciones más extremistas llegan hasta negar la importancia de la escuela y, por
consiguiente, de las formas tradicionales en que esta ha organizado la enseñanza. Sin
embargo, la pedagogía cubana retoma la más rica tradición progresista del pasado en un plano
cualitativamente superior, elevando la clase contemporánea y sus requisitos a un nivel
científico, sin negar por ello el empleo, según corresponde, de otras formas de organización de
la enseñanza.
a) Individual.
b) Grupo-clase.
c) Conferencia-seminarios.
Las formas individuales de organización de la enseñanza han tomado un nuevo auge a partir
del siglo pasado, desde el Plan Dalton hasta la enseñanza programada. Estas formas, si bien
tienen las ventajas de permitir una adecuación a las características particulares de los
alumnos, a su ritmo de aprendizaje, y de propiciar la retroalimentación constante sobre el
resultado del trabajo, tienen, entre otras, las siguientes desventajas: resultan poco
económicas, carecen de la estimulación e influencia educadora del colectivo y tienden a
formar rasgos individualistas en la personalidad.
72
La clase reúne a un grupo estable de alumnos que poseen niveles de información y desarrollo
próximos y que han de participar activamente, bajo la dirección de un maestro o profesor, en
el proceso de enseñanza. Influye, significativamente, en la formación del colectivo. Tiene las
ventajas de ser más económica, abarcar un número mayor de alumnos, cumplir con el principio
esencial de la interacción maestro-alumno y lograr la formación de sentimientos y hábitos de
trabajo colectivos.
- lograr el ajuste de las etapas de la formación de las operaciones mentales y de los rasgos de
la experiencia creadora a la estructura de la clase.
En el desarrollo de la clase, a la luz de las exigencias actuales, los alumnos deben recibir una
atención individualizada en conformidad con sus características, sin perder la influencia
positiva del colectivo.
Un alumno con ritmos de asimilación superiores al resto de su colectivo recibe tareas extras
que le permitirán después dar una información complementaria al grupo o facilitar una
ilustración que utilizará su colectivo.
Hay otras formas de organización del proceso de enseñanza que constituyen variantes de la
clase y que suponen algunas modificaciones en la dirección de este proceso, tales son la
excursión y las clases prácticas. Estas formas se usan en dependencia de los objetivos y el
contenido de la actividad.
73
La clase como forma básica de la organización del proceso de enseñanza. Concepto.
Exigencias a la clase contemporánea.
" La escuela debe preparar al individuo para que sea capaz de autoeducarse, y para que,
además de contemplar y explicar el mundo sea capaz también de transformarlo
creadoramente sobre la base de los conocimientos, y que sepa tanto alcanzar por sí mismo
los conocimientos como renovarlos incesantemente ”.
En el logro del objetivo expresado la clase reviste gran importancia. Es la forma fundamental
de organización del proceso docente educativo, pues permite llevar a cabo, de forma sistemá-
tica y como un proceso único, la enseñanza y la educación con todos los alumnos que integran
el grupo.
La clase contemporánea en la escuela tiene como premisa fundamental conceder una gran
importancia a la actividad del alumno para que forme y desarrolle todas sus potencialidades
por medio del proceso de su propia actuación bajo la dirección acertada del maestro. Es decir,
responde al concepto contemporáneo de la educación como un proceso bilateral que tiene
lugar en un medio colectivo.
74
8. Las diferencias individuales de los alumnos.
Estas exigencias que se plantean a la clase en la escuela constituyen un gran reto a la labor del
educador, la clase es un fenómeno multilateral no solo regido por leyes pedagógicas, en ella
también actúan, entre otras, leyes gnoseológicas, psicológicas y sociológicas.
En la clase toman vida todos los elementos del proceso de enseñanza. La relación objetivo-
contenido-método también marca su lógica interna. Todo ello exige la correcta preparación
científica y pedagógica de quien dirige esta importante forma organizativa de la enseñanza: el
educador. Condición previa esencial para la dirección de la clase son los profundos
conocimientos que este posea de las asignaturas que imparte, de la Pedagogía y de la
Metodología de la Enseñanza de la asignatura en cuestión.
El éxito de la clase depende, en buena medida, de las capacidades creadoras del educador. Es
necesario desterrar todo trabajo formal que conduzcan al establecimiento de esquemas, de
patrones rígidos y de uniformidad en la estructura de la clase. Cada maestro o profesor debe
ser capaz de aplicar creadoramente los conocimientos teóricos generales que posee, así como
las recomendaciones de las orientaciones metodológicas, y, según su experiencia y las
particularidades de sus alumnos, estructurar su clase, imprimiéndole su sello personal.
El sistema de clases
Hay que partir del hecho de que cada clase es un eslabón de la cadena de clases. Los cambios
que van produciéndose en la actividad mental de los alumnos, así como los que tienen lugar en
la formación de convicciones, no se producen instantáneamente, son el resultado del trabajo
continuo del educador.
Por ello, las clases tienen que reunir un sistema de criterios científicos, ideológicos y
metodológicos, es decir, tienen que formar un todo armónico desde el punto de vista de los
objetivos, del contenido, de los métodos y de las medidas organizativas necesarias para la
enseñanza.
75
Lo fundamental, cuando el maestro o profesor se prepara para el desarrollo de sus clases, es
que no olvide que cada clase no es más que un elemento dentro del complejo proceso de la
enseñanza. Una clase aislada, por correcto que sea su desarrollo, no garantiza el aprendizaje y
la formación del alumnado. Para que ello se logre es preciso ver cada clase como parte de
sistemas mayores: la unidad, el curso, el resto de las clases de las demás asignaturas, y solo
cuando la clase articula correctamente con las anteriores y las posteriores de la misma
asignatura y con las que se desarrollan en otras asignaturas, se puede aspirar a contribuir
eficazmente al desarrollo de los educandos.
El educador puede cometer errores si se prepara para la clase, para tratar un contenido, y
pierde de vista sus relaciones con antecedentes esenciales que le sirven de base y olvida en
qué medida el logro de sus objetivos crea las condiciones necesarias para la asimilación
posterior de nuevos contenidos. No puede olvidarse que cada clase dada favorece el
desarrollo de habilidades y hábitos, consolida y enriquece conocimientos adquiridos ante-
riormente, contribuye a la formación de convicciones y establece la base necesaria para el
desarrollo del trabajo ulterior.
Esta características esencial de la clase debe cumplirse tanto si trata un conjunto de clases
combinadas, como si trata de un conjunto de clases especializadas o, como es usual, un sistema
de clases combinadas y especializadas.
La estructuración de la clase constituye una etapa fundamental del trabajo del educador, en
ella se manifiesta su preparación, su sentido de responsabilidad y su habilidad para estructurar
tomando como base las exigencias que debe reunir la clase y las características del grupo de
alumnos. De la calidad de su estructuración depende, en medida considerable, su efectiva rea-
lización.
La estructuración de la clase es un proceso creador. La necesidad de que cada una posea una
lógica interna de acuerdo con sus objetivos, contenido y métodos hace imposible la creación
de una estructura única para todas. Por otra parte, constantemente hay que considerar las
características del colectivo y de cada alumno. No obstante, la estructura de la clase no puede
ser arbitraria.
Al analizar los objetivos de la clase hay que considerar que estos constituyen un sistema
rigurosamente articulado. Del objetivo general de la educación se derivan los de cada nivel,
grado, asignatura, curso, unidad, hasta llegar a los de cada clase.
La concepción de los objetivos por parte del maestro o profesor tiene que estar bien definida
al desarrollar la clase. Esto le permite conocer hasta dónde deben penetrar los alumnos en los
conocimientos, en el desarrollo de habilidades y hábitos y qué nivel deben alcanzar en ellos.
76
Por ejemplo, en una clase en que se elabora un concepto determinado hay que meditar qué
nivel del dominio del concepto deben alcanzar, qué palabras deben incluir en su vocabulario,
qué relaciones deben establecerse entre el concepto recién elaborado y otros anteriores.
Todo maestro o profesor tiene que meditar sobre el aporte que realizará en la clase a la
formación del sistema de conocimientos, capacidades, habilidades y hábitos, al desarrollo
mental de los alumnos y a la formación de convicciones ideológicas básicas, normas de
conducta y cualidades del carácter de la personalidad.
Por último, hay que resaltar que el cumplimiento de los objetivos propuestos constituye el
criterio fundamental en la determinación de la calidad de la clase.
Ante todo hay que considerar que el contenido de la enseñanza depende de los objetivos; por
ello, la determinación de los aspectos fundamentales que abarca tiene que partir de su
profundo análisis.
El análisis de las funciones didácticas se realizan conjuntamente con las del contenido: entre
ambas existe una estrecha relación dialéctica. Al meditar sobre los pasos intermedios del
contenido de la clase se tiene que considerar la función didáctica que corresponde a cada uno.
Se entiende por funciones o tareas didácticas las etapas, elementos del proceso de enseñanza
que tienen carácter general y necesario. El proceso de enseñanza está integrado por las tareas
o funciones didácticas siguientes: preparación para la nueva materia, orientación para la nueva
materia, orientación hacia el objetivo, tratamiento de la nueva materia, consolidación y con-
trol.
Por ello, hay que estudiar cuidadosamente el papel que cumplirá cada actividad en la clase: si
le corresponde el aseguramiento de las condiciones previas, o la orientación hacia el objetivo,
la elaboración de la nueva materia, la de consolidación o la de control.
77
Todo maestro o profesor tiene que dominar cada una de estas funciones didácticas. Hay que
profundizar en la necesidad del aseguramiento de las condiciones previas como medio para
lograr la asequibilidad y la sistematización de la enseñanza. Las condiciones previas en los
alumnos propician el éxito de la enseñanza, pues forman el nivel de partida sobre el cual sé
desarrollará esta.
La orientación hacia el objetivo es un proceso motivacional que tiene que abarcar cada
actividad de la clase. Hay que considerar las actividades y el vocabulario mediante los cuales
se logrará que los alumnos comprendan qué se espera de ellos en esa clase y en cada una de
sus actividades.
Saber planificar y dirigir la elaboración de la nueva materia es otro aspecto esencial. Hay que
tener en cuenta las particularidades en la dirección de la elaboración de un concepto, del inicio
del desarrollo de una habilidad o de la formación de hábitos.
La correcta comprensión de la nueva materia crea bases esenciales para su posterior fijación.
En la enseñanza desempeña un papel relevante la consolidación continua y sistemática. Esta
abarca la ejercitación, la profundización, la sistematización y la generalización.
Después que los alumnos comprendan la nueva materia se hace necesario que, de acuerdo
con los objetivos del programa, memoricen lo esencial, sean capaces de establecer relaciones,
generalizaciones, y aplicarlas a situaciones nuevas.
Por ejemplo, en las clases de Matemática en que el maestro o profesor trate el cálculo con
números naturales, no es suficiente que los alumnos comprendan la vía de solución del
ejercicio, se precisa que desarrollen habilidades para que puedan solucionarlos rápida y
correctamente. Ello les permitiría formar nuevas habilidades y les facilitará la asimilación de
otros conceptos y relaciones. Esto se logra mediante una ejercitación dosificada, intensa,
variada e independiente.
A manera de ejemplo: Es las clases de lectura del primer grado, después de presentar el sonido
y la letra que le corresponde es necesaria la ejercitación continuada para que los alumos
adquieran la habilidad de formar palabras, frases, oraciones y leer en el libro de texto.
El control sistemático y planificado del rendimiento ha de abarcar todas las etapas de la clase:
permite conocer la marcha del proceso de enseñanza, descubrir las dificultades que se presen-
ten y tomar a tiempo las medidas encaminadas a su erradicación. Es, además, un elemento
orientador y educativo.
78
Análisis de la estructura de la clase desde el punto de vista metodológico-organizativo
La estructura de la clase tiene que elaborarse considerando como una unidad el análisis del
contenido, de las funciones didácticas, y el aspecto metodológico-organizativo.
En toda clase hay que analizar con precisión la totalidad de pasos, la vía, el modo en que se
tratará la materia y las medidas que hay que tomar para el logro de los objetivos. Teniendo en
cuenta las exigencias que la sociedad plantea a la educación, se requiere buscar
constantemente en toda clase el perfeccionamiento de los métodos de enseñanza, de forma
tal que la actitud puramente receptiva de los alumnos se convierta en productiva y desarrollen
la independencia cognoscitiva y el pensamiento creador.
Ante todo, hay que partir de que la clase tiene que comenzar y terminar exactamente a la hora
reglamentada. Cada minuto tiene que utilizarse racionalmente; para ello, hay que seleccionar
cuidadosamente las formas de planear las actividades, de realizarlas y de controlarlas, de
modo tal que se evite la pérdida de tiempo y se garantice el aprendizaje de alumnos en cada
momento.
El control debe hacerse durante toda la clase. Se deben seleccionar formas eficaces que,
además de conducir a conocer el nivel de asimilación con vistas a tomar las medidas
necesarias, posibiliten el aprovechamiento del tiempo. En este sentido es de vital importancia
la selección de formas adecuadas para el control de la tarea.
79
Los alumnos deben ser educados para que usen y cuiden los medios con esmero, esto los
estimula a valorar los esfuerzos que realizan por la educación los trabajadores y toda la
sociedad.
Es necesario tomar las medidas que posibiliten atender a las diferencias individuales, planificar
la ayuda que se dará a los alumnos que presentan dificultades y las tareas adicionales para los
altos rendimientos. El educador tiene que ser consciente de la alta responsabilidad que tiene
de lograr que todos y cada uno de sus alumnos adquieran los conocimientos, desarrollen las
capacidades, las habilidades y los hábitos y se eduquen como buenosciudadanos.
Un trabajo dirigido al logro de estos objetivos exige un conocimiento profundo de cada uno de
los educandos y un trabajo consecuente. Por esto, la pedagogía contemporánea plantea la
necesidad de la individualización de la enseñanza y la educación. Todos los maestros y
profesores reconocen que no existe un grupo docente homogéneo.
En los grupos de escolares es posible encontrar alumnos con altos rendimientos, alumnos que
manifiestan un aprovechamiento medio en las distintas asignaturas, alumnos con deficiencias
transitorias en el aprendizaje por algunas causas, y alumnos con deficiencias de carácter
estable en el aprendizaje, durante largos períodos, que hacen cuestionarse si serán
permanentes.
Los alumnos del segundo grupo deben ser cuidadosamente atendidos debido a la posibilidad
que existe de que puedan llegar a pertenecer al primer grupo, es decir, al grupo superior,
aunque
también la probabilidad de que se incorporen al grupo inferior, dificultad que hay que evitar.
Lo mismo podría decirse del tercero con relación al segundo. Estas situaciones evidencian la
ncesidad de un trabajo individualizado, fundamentado en el conocimiento profundo de cada
uno de los alumnos, de modo que se puedan apreciar sus características individuales, asi como
las causas.
Cuando el maestro o profesor toma conciencia del estado del cumplimiento de los objetivos,
puede atender a las diferencias individuales de los alumnos, tomar medidas encaminadas a
brindar ayuda a los que tienen dificultades, encomendar tareas adicionales a los de alto
80
rendimiento y, en fin, dirigir adecuadamente la actividad cognoscitiva de cada uno de sus
alumnos.
En el trabajo que desarrollan los maestros y los alumnos en la clase, el criterio principal sobre
su calidad es el logro de los objetivos propuestos. De ahí la necesidad de que el maestro, en la
preparación y el análisis ulterior de su clase, medite profundamente sobre ello, dirigiendo su
atención a los siguientes aspectos:
¿Los objetivos propuestos para la clase son lo suficientemente concretos como para ser
considerados criterios para evaluar su efectividad? ¿Reflejan el carácter multilateral y de
sistema?
¿Se corresponde el contenido de la clase con el objetivo expuesto? ¿Se trató con rigor
científico?
¿Logró la clase los objetivos propuestos? ¿Qué aporte realizó a cada uno de los elementos que
integran el sistema de objetivos?
¿La forma en que se organizó la clase contribuyó a que todos los alumnos participaran en el
proceso de asimilación?
¿Recibieron cada uno de los alumnos la atención adecuada según sus posibilidades?
De acuerdo con las respuestas a preguntas como estas han de determinarse las conclusiones
que se deriven para las clases futuras, así como las medidas que pueden ayudar a prepararlas
de forma tal que su desarrollo conduzcan a resultados correctos y seguros en el aprendizaje.
En este trabajo encaminado al control del cumplimiento de los objetivos, el educador también
tiene que hacer conciencia a los alumnos respecto a la importancia de esta actividad para que
conozcan el nivel real alcanzado en los objetivos propuestos y tomen individualmente las
medidas necesarias. Esto contribuye al desarrollo de las posibilidades de ejercer el
autocontrol y la autoevaluación en la ejecución de la actividad, a que adquieran
responsabilidad ante el cumplimiento de sus deberes escolares y sientan la necesidad de
responder ante la sociedad por los resultados obtenidos. En este sentido, el educador tiene
que recabar la ayuda de los padres, de las organizaciones políticas y de masas y de todos los
factores que, de una forma u otra, puedan cooperar en esta tarea. Solo el trabajo conjunto de
toda la sociedad puede convertir en realidad los objetivos propuestos.
81
Todas las consideraciones expuestas en relación con la clase evidencian la gran
responsabilidad que tiene el educador cualquiera que sea la función técnica que realice, de
perfeccionar cada día más su labor.
Existen muchas clasificaciones de las clases, condicionadas por los aspectos que los distintos
autores toman como punto de referencia para determinar las diferencias que se observan
entre unas y otras clases.
Una de las clasificaciones más conocidas, y que contribuye a lograr una estructura didáctica
adecuada en correspondencia con los objetivos que se propone la clase, es la que se basa,
precisamente, en las funciones didácticas.
Hay funciones didácticas que deben cumplirse en todas las clases, como son las encaminadas
a crear las condiciones previas necesarias, la orientación hacia el objetivo y la de control; en
todas las clases es necesario propiciar la consolidación del contenido mediante la utilización
de diversos recursos que coadyuven a dicho fin. Ahora bien, en dependencia del objetivo y del
contenido de la clase, algunas se proponen, fundamentalmente, que el alumno inicie el proceso
de apropiación o asimilación del contenido; hay otras en que el alumno usa, aplica, el contenido
recién elaborado, lo relaciona con otros contenidos, desarrolla habilidades, en fin tienen como
objetivo la consolidación de contenidos ya presentados; por último, hay clases que se dedican,
específicamente, al control de los conocimienos y habilidades adquiridos. En dependencia de
que en una clase se manifiesten específicamente estas funciones didácticas o se revelen de
modo general las diferentes funciones, las clases se dividen en dos grandes grupos:
especializadas y combinadas.
Las clases combinadas o mixtas son las que se desarrollan con más frecuencia y, generalmente,
los programas se estructuran y dosifican teniendo en cuenta esta concepción. No obstante,
muchas veces el balance adecuado del tiempo resulta difícil y los distintos eslabones de la clase
no cumplen sus objetivos.
82
Las clases especializadas posibilitan hacer énfasis en determinados aspectos del trabajo y
cuando se tratan todos en un único período de 45 minutos, puede ir en detrimento de su
calidad. Por esta razones, tanto las clases combinadas como las especializadas presentan
ventajas y deficiencias.
Lo más acertado es no pretender desarrollar todo un programa de una forma u otra, sino
seleccionar adecuadamente los tipos de clase que requiere la dirección eficiente de la
enseñanza de cada una de las unidades que comprenden los programas.
CLASES ESPECIALIZADAS
83
CAPITULO VII.
LA EVALUACION DEL PROCESO DE ENSEÑANZA
Los aspectos relacionados con la comprobación y evaluación del rendimiento escolar y de los
objetivos de la educación son motivo de apasionada discusión por parte de científicos,
pedagogos y estudiosos de todo el mundo.
Mediante la evaluación se comparan los resultados del trabajo de educadores y alumnos con
los objetivos propuestos, para determinar la eficiencia del proceso docente educativo y,
consecuentemente, reorientar el trabajo y decidir si es necesario volver a trabajar sobre los
mismos objetivos o sobre parte de ellos, con todos o con algunos alumnos; al mismo tiempo se
comprueba si la trayectoria que se siguió en el trabajo fue adecuada o no.
Concebir la evaluación en sentido amplio significa utilizarla como instrumento que permite,
por una parte, establecer en diferentes momentos del proceso la calidad con que se van
cumpliendo los objetivos dentro de las asignaturas y, por otra parte, y en dependencia de los
resultados alcanzados, determinar las correcciones que es necesario introducir para acercar
cada vez más los resultados a las exigencias de los objetivos.
Los momentos evaluativos son partes del proceso de enseñanza y están presentes en su
desarrollo. Todo trabajo debe conducir a un resultado parcial o final y es también la evaluación
la que nos permite, en su función comprobatoria, establecer una calificación expresada en una
nota o índice que signifique el nivel de calidad alcanzado en el proceso general y el resultado
del aprovechamiento que manifiesta cada uno de los alumnos. Este constituye el momento de
comprobación y lo que se considera evaluación en su sentido más estrecho.
Sobre la base del análisis anterior podría definirse la evaluación, en su sentido más amplio,
como un componente esencial del proceso de enseñanza que parte de la definición misma de
los objetivos y concluye con la determinación del grado de eficiencia del proceso, dada por la
medida en que la actividad de educador y alumnos haya logrado como resultado los objetivos
propuestos.
Su carácter de continuidad permite la constante comprobación del resultado del proceso de
enseñanza y la orientadora de este.
Cuando nos referimos a la evaluación en un sentido más estrecho lo identificamos con el juicio
de valor que se emite cuando concluye el proceso evaluativo.
84
Función instructiva
Esta función es considerada como una de las más importantes. Con ayuda de la comprobación
y evaluación de conocimientos, hábitos y habilidades en la clase se logra contribuir a la fijación
y el desarrollo de estos. También al hacer las correcciones a los errores cometidos
individualmente se garantiza el perfeccionamiento de conocimientos, habilidades y hábitos en
el trabajo docente y se logra ampliar, profundizar y sistematizar los conocimientos, se
incrementa la actividad cognoscitiva y se propicia una actividad independiente; se crean así las
condiciones para asimilar la nueva materia de una forma más efectiva.
La práctica escolar demuestra que en la labor diaria de los maestros y profesores las preguntas
en clase, por ejemplo, constituyen un medio eficaz para llevar a vías de hecho en función. Me-
diante estas preguntas se fijan y complementan los nuevos conocimientos. Los alumnos que
mejor asimilan el contenido de los textos y las explicaciones recibidas brindan un apoyo al
trabajo del educador con sus respuestas acertadas, y en el caso de que resulten incompletas o
erradas se deben utilizar para eliminar los conocimientos erróneos sobre el material objeto de
estudio.
La función instructiva contribuye a elevar la calidad del estudio, la que se refleja en el aumento
del volumen y la calidad de los conocimientos y la formación de habitos y habilidades que
garanticen la asimilación de los nuevos materiales de estudio; además, incrementa la actividad
cognoscitiva, contribuye a la sistematización, la generalización y la profundización del con-
tenido y propicia la actividad independiente.
Función educativa
El estímulo que constituye el enfrentamiento a las situaciones que los alumnos demuestran el
resultado de su esfuerzo bien regulado favorece una actitud más responsable hacia el estudio
y constituye también un motor impulsor en la educación de la atención voluntaria y el esfuerzo.
Los alumnos deben ver en el resultado de cada control una rendición de cuentas de las
responsabilidades que su condición de estudiante le crea ante la sociedad; por tanto, deben
poner todo su empeño en el éxito de la misma, educar su esfuerzo y su voluntad.
La función educativa alcanza un nivel más alto en la medida en que el alumno participa en su
control y se inicia en actividades objetivas de autovaloración.
Gran importancia tiene esta función, determinada por el hecho de que la comprobación y
evaluación constituyen el elemento esencial que muestra los resultados docentes del alumno
85
ante su maestro o profesor y el colectivo del aula, pone en evidencia cómo cada alumno cumple
con su deber social: el estudio.
El sentido de la responsabilidad social, así como las otras influencias educativas de la escuela,
la familia y le colectivo de estudiantes, determina que el alumno autoanalice sus normas de
conducta. Es importante que el maestro o profesor, al elaborar los objetivos de las unidades
que trabaja, preste atención a los aspectos que contribuyen al logro de la función educativa.
Función de diagnóstico
La evaluación revela al educador los logros y las deficiencias de los alumnos mediante los
instrumentos y las técnicas evaluativas utilizadas. Ello permite determinar las direcciones
fundamentales en las cuales debe trabajarse y los cambios que es necesario introducir en
cuanto a la aplicación de los métodos y medios de enseñanza. A través del diagnóstico se
obtiene una información, desde el punto de vista cuantitativo y cualitativo, sobre la
generalidad y la individualidad de los alumnos y acerca del cumplimiento de los objetivos
propuestos por el maestro o profesor, para determinar si es necesario introducir correcciones
en su sistema de trabajo; variar el método, profundizar en las explicaciones, plantear nuevas
tareas o ejercicios de consolidación, estructurar pequeños grupos para el trabajo correctivo o
de atención individual a algunos alumnos.
Función de desarrollo
El cumplimiento de las tres funciones anteriores constituye un paso necesario para lograr el
desarrollo de los alumnos, lo cual es un principio de la enseñanza y también una función de la
evaluación.
En la clase, en los distintos ejercicios de control, en las pruebas que se aplican, se deben incluir
ejercicios y tareas que compruebe y mismo tiempo contribuyan a desarrollar en el alumno el
pensamiento independiente y la creación, la memoria racional, la atención, así como la
habilidad de comparar, reflexionar y seleccionar lo más importante, hacer conclusiones y
generalizaciones.
Las investigaciones realizadas en este campo permiten asegurar que una evaluación es
pedagógicamente adecuada cuando estimula el desarrollo ulterior de los alumnos, cuando se
convierte en un elemento promotor de este.
Función de control
Los datos obtenidos como resultado de la evaluación revelan el nivel de desarrollo alcanzado
por los estudiantes en cuanto al sistema de conocimientos, habilidades y hábitos exigidos por
los programas de estudio. Permite comprobar la cantidad y calidad de los conocimientos que
86
adquieren los alumnos, de acuerdo con los niveles de asimilación y el grado de independencia
con que forman y desarrollan habilidades y hábitos y obtienen normas de conducta.
Aunque las distintas funciones se analizan por separado, esto solo responde a un enfoque
metodológico, con el objetivo de comprender mejor la esencia de cada una de ellas. En la
práctica, estas funciones interactúan formando una unidad dialéctica.
a) La necesidad de que el maestro o profesor sea objetivo con los resultados de su trabajo.
Múltiples experiencias demuestran que tanto los alumno brillantes como los que tienen
bajos rendimientos experimentan una alteración emocional en el momento de enfrentarse
a una situación de control.
Este estado de ansiedad, en cierta medida, suele actuar como estimulante de la actividad
cognoscitiva; pero, si traspasa determinados umbrales, puede producir inhibiciones
perjudicia- les.
Estos elementos son de gran importancia, aunque sobre ellos no hay un criterio unificado de
clasificación. Al respecto, se relacionan algunos principios considerados valiosos:
87
- La comprobación y la evaluación deben ser individuales para garantizar el estudio profundo
y la actividad de cada alumno.
- La selección de los controles debe adaptarse a los grados y edades de los alumnos.
En la base de los principios que orientan la comprobación de conocimientos hay dos leyes
fundamentales o regularidades que revelan su función específica, ya que en ellas se manifiesta
la esencia de la comprobación de conocimientos, como parte del proceso de enseñanza.
Tipos de controles
Según su frecuencia y objetivos, son muy variados los tipos de actividades que pueden
realizarse para la comprobación y evaluación de los conocimientos y las habilidades. Todas
estas actividades, que se constituyen en un control del rendimiento de los alumnos, de la
eficiencia del proceso de enseñanza, pueden agruparse o clasificarse conforme a diversos
puntos de vista.
Según la frecuencia con que se aplican y los objetivos que se proponen evaluar, puede hacerse
una clasificación muy general que comprenden tres tipos fundamentales.
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Se llaman así las actividades que de modo constante actúan como un control para comprobar
los resultados alcanzados en el proceso docente-educativo. Se pueden subdividir a su vez, de
acuerdo con sus objetivos, en los tres subgrupos siguientes:
- Los que diagnostican las condiciones en que se encuentran los alumnos para abordar los
nuevos contenidos: actividades de control previo.
- Los que comprueban los resultados que se van obteniendo durante el proceso de dirección
de la clase. Es un producto de la constante interacción maestro-alumno que permite conocer
oportunamente la forma en que se van asimilando los conocimientos, desarrollando
habilidades y hábitos, constituyen el control sistemático propiamente dicho.
- Los que comprueban si se han alcanzado los objetivos propuestos en una clase, son los
llamados controles de clase o sistemas de clase, controles temáticos (control de un tema
objeto de clase) o trabajo significativo. De estos tres objetivos, o variantes de control
sistemático, solo debe incidir en la calificación del alumno el tercer tipo.
Se refiere a las actividades que se realizan para comprobar el logro de objetivos que exigen
mayor nivel de asimilación y un mayor desarrollo de habilidades y por los que se ha trabajo
durante cierto período. A veces estos trabajos se refieren a grupos de objetivos similares o
muy relacionados que se evalúan en una sola actividad para comprobar su dominio. En estos
casos el objetivo se consolida en un solo y funciona como un control sistemático más. Control
o examen final
Se llaman así las actividades que comprueban el logro de objetivos esenciales durante un
curso, ciclo o semestre. En estos casos es necesario hacer un análisis cuidadoso de los
objetivos, de modo que la actividad de evaluación vaya dirigida exactamente a los objetivos
esenciales finales y constituya una verdadera evaluación del curso, ciclo o semestre de que se
trata.
El éxito del proceso de enseñanza está dado por la calidad y la estrecha relación que se logre
en la práctica de todos los elementos que lo integran: objetivos, contenidos, métodos, medios
y evaluación.
Esto significa que cada uno de estos componentes constituye una parte del proceso visto
como un sistema integral; así la evaluación es componente íntimamente relacionado con los
restantes y su organización, planificación y ejecución deben estar en plena correspondencia
con ellos.
89
Los objetivos y los contenidos determinan a su vez los métodos y las formas de organización
del proceso de enseñanza, lo que lleva implícito, a su vez, la selección y el uso de los medios.
De la precisión y el dominio de estos objetivos depende la eficiencia del trabajo de educadores
y alumnos.
De acuerdo con los objetivos, los maestros y profesores deben planificar los contenidos de los
programas que se han de desarrollar para lograr su cumplimiento y las actividades de
evaluación que permiten comprobar el nivel de asimilación alcanzado. Los niveles de
asimilación del contenido son esencialmente los siguientes: de reproducción, de aplicación y
creación; deben lograrse de modo integral a lo largo de todo el proceso de estudio.
Cuando, por ejemplo, se espera llegar al nivel de aplicación, hay que organizar la enseñanza de
forma tal que se logre ese desarrollo en los alumnos.
Para lograr que los estudiantes apliquen los conocimientos, primero deben aprender los
conceptos, las relaciones y los procedimientos comprendidos en el tema, así como desarrollar
las habilidades, tanto generales como específicas, que se requieren en cada caso, e ir
evaluando, en los diferentes niveles de asimilación, según el momento en que esta se realice y
la forma que se utilice para ello.
El desarrollo de estos niveles está muy relacionado con los métodos que se emplean en las
clases, que deben ser aquellos que propicien la actividad independiente de los alumnos, a
través de la cual desarrollarán las capacidades y la activa disposición para poder afrontar la
solución de los problemas de la práctica.
Es preciso que la valoración de los conocimientos que se adquieren y el desarrollo de los
hábitos y habilidades tenga como un primer paso el determinar qué es lo que se va a evaluar,
y para ello es preciso analizar, sobre la base de los objetivos, cuáles son los contenidos
esenciales y secundarios que se requieren para el logro de los objetivos.
90
La Planificación de la Investigación Educativa
Por otra parte, si se considera que la actividad científica tiene su génesis en la necesidad de
resolver un problema teórico o práctico vinculado con las demandas sociales o de la propia
ciencia, el diseño teórico-metodológico debe ser estructurado alrededor de la categoría
problema. A partir de esta, se determinan los demás componentes en aras de planificar la
solución a través de la investigación.
91
Las categorías del diseño teórico-metodológico, construidas en sistema, constituyen los
componentes esenciales e invariantes para la planificación de todo tipo de trabajo científico,
tanto en la formación profesional inicial de pregrado (trabajo de curso y diploma), como en la
formación académica de posgrado (maestría y doctorado) y en el caso de los proyectos
ejecutados por los institutos superiores pedagógicos del país.
El Problema Científico
“Contradicción entre una situación actual del objeto y una situación deseable. Revela un
segmento de la realidad donde el conocimiento es insuficiente o parcial, o en la cual prevalecen
modos de actuación insatisfactorios, expresando al mismo tiempo, que la respuesta o solución
no está contenida en la región de lo conocido. Ello conduce al despliegue de una actividad para
resolver la contradicción y llegar a la situación deseable, de ahí su papel rector en la
investigación”.1
La formulación del problema debe ser clara, precisa, específica; utilizar términos y conceptos
científicos que designen unívocamente a los fenómenos y procesos educativos estudiados;
evitar términos vagos, imprecisos, que se presenten a confusión o a interpretaciones diversas.
Todo ello se logra en la medida en que el problema tiene una fundamentación teórica sólida,
ya que en los propios términos y en la designación de las categorías y variables se expresa el
vínculo con la teoría.
Por Ejemplo
Descripción del problema. La preparación en educación sexual que reciben los profesores que
se forman en los institutos superiores pedagógicos del país resulta insuficiente, por cuanto los
contenidos vinculados con esta esfera se tratan de forma dispersa y atomizada, sin lograrse su
integración en las diferentes asignaturas de los planes y programas de las diferentes carreras.
Se requiere entonces de un perfeccionamiento curricular que permita la integración orgánica
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de la educación sexual de forma horizontal y vertical en las asignaturas del currículo de la
formación de profesionales de la educación.
Debe recordarse que de acuerdo con la lógica del proceso investigativo (camino dialéctico del
conocimiento), la contradicción tiene que ser descubierta antes de realizar la planificación de
la investigación. O sea, que al explorar la realidad educativa, se diagnóstica el estado actual, y
en la misma medida se va comparando con un estado ideal o deseable del fenómeno. La
comparación permite identificar los problemas existentes, entre los cuales se seleccionará uno
en específico, atendiendo a su importancia y significación teórica o práctica.
El Objeto de la Investigación
El objeto debe declararse empleando la teoría científica coherente con el modelo teórico de
esa esfera de la realidad que se ha adoptado. A veces resulta difícil identificar el objeto porque
no se ha hecho un estudio teórico previo y no se ha tomado posición. Aquí es fundamental
comenzar el objeto de estudio de la ciencia en cuestión y de su caracterización general, para
abstraer a partir de la totalidad el objeto concreto de la investigación.
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El problema y el objeto guardan relación estrecha, de modo que su determinación se tiene que
ir construyendo simultáneamente. Algunos autores consideran que primero se determina el
objeto y luego el problema. Otros, como Carlos Álvarez, señalan que el problema aparece
primero, porque es la manifestación externa del objeto. En el camino del conocimiento, al
problematizar encontramos tales contradicciones. Si el problema es una forma de
conocimiento, el primer conocimiento que aparece ante nosotros es el externo, concreto
sensible, la contradicción aparente.
Toda vez que hay una primera aproximación, todavía incierta, a la situación problémica,
empieza a ubicarse en una esfera de la realidad, y se va precisando el objeto.
Así, el problema, como forma de conocimiento, no aparece de inmediato como “ya dado”,
elaborado ante el investigador, hay que construir el conocimiento acerca de lo que se
desconoce o lo que hace falta cambiar. Es decir, que uno de los primeros descubrimientos que
se hace en la investigación, es precisamente la identificación de lo desconocido, del problema.
El Objetivo
Objetivo: Diseñar una propuesta curricular para la integración de los contenidos de educación
sexual en el proceso de formación de profesores.
Una vez determinado el objetivo, resulta indispensable preguntarse: ¿cuáles son los aspectos
del objeto que deben abstraerse para lograrlo? O sea, que debemos concretar o recortar el
objeto, especificando cuáles son las facetas de este sobre las que debemos actuar para cumplir
el objetivo.
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El Campo de Acción
Es una parte del objeto que se determina a partir del objetivo. Representa aquellos aspectos
del objeto sobre los que se debe actuar para alcanzar la finalidad de la investigación.
Constituye una delimitación y precisión del objeto, es parte componente de este y, a su vez,
subsistema de la totalidad de la realidad educativa compleja. Tal delimitación y precisión se
logra teniendo en cuenta la formulación del objetivo. El objeto se concreta, a partir del
objetivo, en el campo de acción. ¿Sobre qué aspectos del objeto (formación....) debo actuar para
lograr el objetivo (proponer el diseño curricular...)? ¿Cuáles son los aspectos del objeto que
debo abstraer para lograr mi objetivo?
El campo son aquellos aspectos específicos del objeto que son estudiados para lograr el
objetivo. El objetivo es la categoría que refleja el conocimiento o transformación que se quiere
alcanzar para llegar al estado deseable (objeto transformado, problema resuelto). El campo es
la parte del objeto sobre la que hay que actuar, donde se produce el accionar directo del
investigador para lograr el objetivo.
Como señala Carlos Álvarez, en su obra ya citada, a partir del objetivo se determina el campo
de acción, que se convierte en el sistema o modelo concreto que se estudia como parte del
sistema mayor que es el objeto. Este se convierte entonces en el medio que rodea al campo
como sistema.
El campo es el subsistema que se estudia, inserto en un sistema mayor que es el objeto. Por
ejemplo, la formación de profesores en sexualidad es el objeto, y dentro de este un campo es
el diseño curricular. Pro el medio o contexto lo constituye el objeto.
La Hipótesis
En la hipótesis o idea a defender se vinculan las categorías objeto, campo y objetivo para
resolver el problema. El sistema o modelo (campo) se relaciona con el objetivo para solucionar
el problema que se manifiesta en determinado objeto. Por tanto, la hipótesis o idea a defender
debe caracterizar el modelo (campo de acción) en sus relaciones esenciales, debe superar la
contradicción.
Así, en el ejemplo que se analiza, la idea a defender debe girar en torno al diseño curricular de
la educación sexual (campo de acción); debe caracterizar el diseño en lo esencial, atendiendo
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al logro del objetivo (propuesta de diseño de la integración curricular) y la solución del
problema (deficiente integración de la educación sexual en la formación de profesores).
“Unidad o célula funcional del proyecto, integrada por el conjunto de acciones necesarias y
suficientes para el logro de un resultado específico. Las tareas responden a demandas
cognitivas y operativas que deben ser satisfechas para alcanzar los resultados, y a partir de
ellas se establecen los costos, plazos y responsabilidades y se organiza el plan de trabajo del
proyecto (ejecución, seguimiento y valuación)”.3
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científicos, con vistas a alcanzar sus objetivos específicos y contribuir en consecuencia, a la
solución del problema”.4
La determinación de los resultados a alcanzar implica establecer cuáles son los productos
terminados necesarios, suficiente y medibles que debe aportar la investigación: