Optica Refractiva - DR - Rene Moreno
Optica Refractiva - DR - Rene Moreno
Optica Refractiva - DR - Rene Moreno
Sea que los rayos vengan divergendo de un objeto situado cerca, o vengan paralelos de
un objeto considerado en el infinito óptico, al entrar al sistema óptico del ojo se produce
convergencia. El punto en que se unen todos los rayos emanados del sistema óptico se
llama imagen (Fig 1).
Figura 1
El grado de vergencia se mide en dioptrías, sea ésta divergencia o convergencia. Por otra
parte, la vergencia de un haz de rayos luminosos puede ser cambiada por un lente. Si el
lente cambia la vergencia de los rayos en una dioptría, el poder de ese lente es de una
dioptría.
D=1/f
Un rayo de luz que incide oblicuamente sobre el ojo es refractado por la superficie
anterior y posterior de la córnea. Pasa seguidamente a la cámara anterior y es refractado por
la superficie anterior del cristalino y luego por cada una de sus
superficies de discontinuidad. Después de salir del cristalino, el rayo cruza el vítreo y
alcanza la retina.
El estado de emetropía revela una relación adecuada entre el poder dióptrico del ojo y su
longitud axial. Es así como en el ojo emétrope, los rayos de luz paralelos hacen foco en la
retina, estando el ojo relajado, sin acomodación.
Cuando el ojo relajado, o sin acomodar, es incapaz de llevar los rayos paralelos a hacer
foco en la retina, la condición es referida como ametropía.
El ojo tiene estructuras transparentes con poder óptico. La córnea actúa como un lente,
que es el de mayor poder óptico del ojo y tiene en promedio 43 dioptrías. El cristalino en
estado de reposo tiene unas 19 dioptrías, pero en virtud de su gran elasticidad para
acomodarse, aumentando su curvatura, por efecto del músculo ciliar, puede llegar a tener
un poder de 33 dioptrías. Ambas estructuras, córnea y cristalino, actúan como lentes
convergentes de los rayos luminosos reflejados por los objetos del mundo exterior y
permiten que estos rayos converjan y formen su foco en la retina cuando éstos están
situados en el infinito. Este proceso es pasivo, es decir, no exige del ojo normal, sin vicios
de refracción, ningún mecanismo de acomodación. Así ocurre en el ojo normal o emétrope,
en el que es indispensable que exista una cierta proporcionalidad entre la longitud axial del
ojo y el poder óptico de la córnea y el cristalino. La alteración de cualquiera de estos
parámetros conduce a los distintos vicios de refracción, es decir, que las imágenes del
mundo exterior situadas en el infinito, no se van a formar en la retina, sino por detrás o por
delante de ella. El infinito teórico está a 6 metros o más del ojo, distancia a la que se suele
tomar la agudeza visual de lejos.
Para considerar los estados refractivos del ojo, podemos usar alguno de los siguientes
conceptos:
Concepto del punto lejano: El punto lejano es el punto en el espacio que es conjugado
con respecto a la fóvea del ojo que no está acomodando. Es así como el punto lejano es
donde la fóvea se transformaría en imagen, si las ópticas fueran reversas y la fóvea se
transformara en el objeto.
Figura 3 A Figura 3 B
a) Ojo Emétrope
c) Corrección
hipermetropía
e) Corrección miopía
Figura 4
Ojo Normal o Emétrope: Para que el enfoque sea normal. Se requiere una potencia
óptica corneal, cristalineana, y largo axial del globo, armónicos o proporcionales entre sí,
de tal forma que el conjunto de estos factores logren una imagen enfocada en el plano
retineano.
Hipermetropía: Un eje axial ántero-posterior corto, o menos frecuente, una córnea muy
plana provoca un enfoque inadecuado posterior al plano retineano.
Miopía: Un globo con eje axial ántero-posterior largo, o una córnea muy curva, o un
cristalino con mucho poder refractivo o hiper-refringente, provocan un enfoque inadecuado
anterior al plano retineano.
Corrección óptica: Una lente bicóncava, divergente, “minus”, o “negativa”, logrará una
divergencia de los rayos luminosos, previa al globo ocular, logrando el enfoque adecuado
en el plano retineano.
Figura 5
La lente biconvexa, convergente, plus o positiva, se estima constituida por dos prismas
unidos por sus bases; de ahí se explica su poder óptico convergente.
La lente bicóncava, divergente, minus o negativa, se estima constituída por dos prismas
unidos por sus vértices; de ahí se explica su poder óptico divergente.
Miopía
Se caracteriza la mayor parte de las veces porque el ojo es más largo de lo normal
(recordar que también pueden ser refractivas, con ojo de longitud normal), y las imágenes
se forman por delante de la retina, en el vítreo. De ese foco preretinal emergen rayos
divergentes hacia la retina, dispersos, que al atravesarla, forman cada uno de ellos círculos
de difusión que muestran, en conjunto una imagen borrosa o desenfocada.
Para corregir esta situación existen lentes bicóncavas o divergentes llamadas también
negativas que, puestas delante del ojo, producen la divergencia de los rayos, y van a
trasladar la imagen o foco hasta la retina. El vicio de refracción se expresa en dioptrías. Una
dioptría corresponde a una lente cuyo foco se encuentra a un metro de su centro óptico. Hay
miopías desde –0.5, y pueden llegar a más de –20 dioptrías de acuerdo a la potencia
dióptrica de la lente que logra enfocar la imagen en la retina.
Hipermetropía.
Cuando leemos tenemos que converger con nuestros ojos. Esto es también un reflejo, el
reflejo de la convergencia. Tanto el reflejo de la convergencia como el de la acomodación
se van desarrollando juntos, de manera tal que cuando acomodamos nuestros ojos para la
lectura también convergemos. Es por eso que en el niño de 3 o 4 años una hipermetropía
importante puede desencadenar un estrabismo convergente rompiéndose el equilibrio
sensorio-motor.
Decíamos que así como hay ametropías axiales las hay también de índice (de índice de
refracción) que se deben a cambios en las curvaturas de las superficies o caras de la córnea
y el cristalino.
La córnea es un casquete de esfera. Una mayor curvatura de la córnea por menor radio
de curvatura, produce una miopía como ocurre en el queratocono. Una córnea plana con
mayor radio de curvatura propende a la hipermetropía.
Presbicie
Astigmatismo.
El astigmatismo (A = sin, stigmos = punto) es una condición óptica del ojo en la cual los
rayos luminosos provenientes de un objeto no se enfocan en un solo punto, debido a las
variaciones en la curvatura de la córnea o del cristalino en los diferentes meridianos. En vez
de un foco puntual, se forman 2 líneas focales, provenientes del meridiano más plano y del
meridiano más curvo, respectivamente, estando ambos meridianos perpendiculares, es decir
separados por 90°.
Cada ojo astigmático puede ser clasificado por las orientaciones y las posiciones
relativas de estas líneas focales. Si una línea focal está delante de la retina y la otra está en
la retina, la condición se clasifica como astigmatismo miópico simple. Si ambas líneas
focales están delante de la retina, la condición se clasifica como astigmatismo miópico
compuesto. Si una línea focal está detrás de la retina y la otra esta en la retina, el
astigmatismo se clasifica como astigmatismo hipermetrópico simple. Si ambas líneas
focales están detrás de la retina, el astigmatismo se clasifica como hipermetrópico
compuesto. Si una línea focal está delante y la otra detrás de la retina, la condición se
clasifica como astigmatismo mixto.
Para corregir los astigmatismos se utilizan lentes llamados cilíndricos, o tóricos, que
corresponden a segmentos de un cilindro que tienen fuerza dióptrica en un solo sentido
mientras que en el otro eje son neutros y así corrigen sólo el meridiano anómalo. Los
astigmatismos suelen ser sintomáticos, incluso algunos de pequeño grado. Al no ser
corregidos el paciente se queja de cefaleas y otras molestias llamadas astenópicas.
TIPOS DE ASTIGMATISMO
Figura 6
Otros astigmatismos son los irregulares en los que la córnea tiene una anarquía absoluta
y multifacética de su curvatura con distorsión de varios meridianos. Estos astigmatismos
corresponden a córneas alteradas por heridas penetrantes o cicatrices de procesos ulcerosos
profundos en el estroma corneal. También pueden darse astigmatismos irregulares en
queratoconos o en pacientes con algunas complicaciones de cirugía refractiva corneal.
La necesidad de corregir los vicios de refracción depende de los síntomas del paciente y
de sus necesidades visuales. Pacientes con ametropías bajas pueden no requerir corrección.