SALOMON
SALOMON
SALOMON
Adonías era el cuarto hijo de David y él creía que, como el más viejo, era el heredero con
seguridad para el trono. Cuando se dio cuenta que el rey David tenía otros planes, él
intentó ocupar el trono mientras su padre aún vivía. Tomó a Joab y a Abiatar, el sumo
sacerdote, para que ellos les respaldaran. Reunió sus seguidores para que él fuera ungido
rey en la fuente de Rogel.
No bastó mucho tiempo para que Salomón encontrara razón para matar a Adonías.
Adonías pidió a la madre de Salomón, Betsabé, que pidiera para él a Abisag, la hermosa
joven sunamita, quien había ministrado para David (1 Reyes 1:1-4). Salomón interpretó
esto como una ofensa, porque una concubina de un hombre era para ser una parte de la
herencia. No solamente fue matado Adonías, sino también Joab. Abiatar fue destituido de
su ocupación como sacerdote. Eventualmente, Simei quien había maldecido a David,
también fue muerto. El reino vino a ser firmemente establecido bajo el liderazgo de
Salomón.
Salomón fue el segundo hijo de David por Betsabé. Era joven cuando se convirtió en
rey, posiblemente alrededor de 20 años de edad. Reinó por 40 años.
Salomón fue un rey de paz y estuvo contento de quedar en su casa. Su corte vino a ser
lujosa y tuvo una familia grande. Mantuvo un harén grande, teniendo un total de 700
esposas y 300 concubinas.
Salomón habló 3,000 proverbios y compuso 1,005 canciones. Era instruido en literatura,
botánica y zoología. Tres libros de la Biblia fueron escritos por Salomón; ellos son
Proverbios, Cantares, y Eclesiastés.
1. Vida lujosa
2. Eligió mujeres paganas
3. Justificó la idolatría
4. Sensualidad excesiva
5. Oprimió al pueblo
El tiempo de David y Salomón fue la edad de oro en la historia de los hebreos. Egipto,
Asiría y Babilonia eran débiles e Israel fue la nación más poderosa en la tierra. Jerusalén
fue la ciudad más espléndida.
Saúl y David fueron guerreros, mas Salomón fue un rey poderoso. Él estaba mas
interesado en mantener los límites de su territorio que extenderlos. Fortificó las ciudades
importantes para proteger el campo; tales como, Hazor, Megido, Gezer, Betherón, y
Baalat. Uno de los medios de defensa fue el uso de carros. Tuvo 1,400 carros, 12,000
jinetes y 4,000 caballos (2 Crónicas 9:25).
El rey Salomón tuvo vastas relaciones de negocio e hizo alianzas con Egipto y
Tiro. Para firmar estos tratados, se casó con la hija del rey en cada caso. Construyó una
flota de barcos, las cuales navegaban desde Esión-geber a Ofir, la cual fue probablemente
la actual nación de la India. Estos barcos traían oro, plata, madera dura, piedras preciosas
y marfil. Los viajes tomaban tres años (I Reyes 10:22). También mantuvo negocios en
caballos y carros.
La alianza del rey Salomón con Tiro (Fenicia) fue muy importante. Fenicia tenía colonias
en todo el mediterráneo y mantenía un negocio extenso. Salomón recibió mucha ayuda
de Hiram, el rey de Tiro, en la construcción del templo.
Uno de los visitantes extranjeros importantes que vino para ver a Salomón fue la reina de
Saba. Saba fue probablemente la actual nación de Yemen. Los barcos de Salomón, con
toda probabilidad llegaron allí para negociar en especias e incienso. Habiendo escuchado
de la gran prosperidad y sabiduría de Salomón, la reina quiso conocerlo
personalmente.
La reina de Saba viajó unas 1,200 millas, llevando con ella un gran presente de 120
talentos de oro. Salomón la entretuvo y contestó a todas sus preguntas. Cuando ella vio el
esplendor del palacio, y la corte de Salomón, quedó atónita, y dijo, “Verdad es lo que oí en
mi tierra de tus cosas y de tu sabiduría . . . mis ojos han visto que ni aun se me dijo la
mitad. . .” (I Reyes 10:6-7). Salomón le dio todo lo que ella quiso y ella regresó a su tierra
satisfecha.
LA APOSTASÍA DEL REY SALOMON (1 REYES 11:11-
13)
Salomón amó la sabiduría, la abundancia y las mujeres. Fueron sus tantas esposas
extranjeras que trajo como consecuencia su pérdida total del favor de Dios.
Salomón fue un rey próspero y capaz, pero él no mantuvo su pacto con Dios. Para
firmar alianzas con otras naciones, él eligió esposas gentiles, las cuales trajeron con ellas
sus idolatrías. Estas mujeres causaron que él tornase su corazón a otros dioses.
La tragedia triste de esto es muy grande cuando recordamos como Dios se le apareció al
rey Salomón en dos ocasiones y lo bendijo tan maravillosamente.
El rey Salomón edificó lugares altos para Astoret y otras deidades gentiles. Algunos
de estos lugares altos quedaron en Israel por muchos años. Su apostasía trajo juicio
sobre Israel. La división del reino y la cautividad de las diez tribus y Judá fueron los
resultados.
El rey Salomón amó al mundo más y más y a Dios menos y menos. El tuvo todo lo que
el mundo pudo ofrecer. Tenía sus palacios, jardines, oro y honor. ¿Le trajo esto felicidad al
rey Salomón? A pesar de todas sus riquezas y fama, él era infeliz. Él escribió, “. . . todo ello
es vanidad y aflicción de espíritu” (Eclesiastés 1:14).