La importancia del lobo en los ecosistemas

Numerosos estudios internacionales demuestran sus beneficios

Por Redaccin ltima actualizacin 01/10/2007@00:00:00 GMT+1 En el medio natural, la presencia o ausencia de las denominadas especies clave, como los grandes depredadores, puede generar cambios notables en la diversidad, e incluso, en el buen funcionamiento de los ecosistemas. Parece que si somos capaces de mantener poblaciones saludables de lobos, podremos mejorar, en trminos ecolgicos, el conjunto de elementos naturales que con ellos coexisten. Y Espaa no tiene por qu ser una excepcin, aunque faltan estudios que lo demuestren. Aunque el lobo desarrolla importantes funciones ecolgicas que repasaremos a continuacin, en nuestro pas apenas son valoradas y aceptadas, y con regularidad, se est orientando su gestin a parmetros sociales, como los daos a la ganadera o la conflictividad generada. Es importante divulgar entre todos los sectores vinculados de una u otra forma al lobo conservacionistas, tcnicos, gestores y cazadores algunos de los conocimientos que ya existen sobre la importancia de este superdepredador en la naturaleza. Aunque la inmensa mayora de los estudios que se citan a continuacin se han desarrollado fuera del solar ibrico, los podemos extrapolar, con las necesarias reservas, a nuestros ecosistemas, al menos a los menos humanizados, aquellos que salvaguardan la mayora de sus elementos y comunidades integrantes originales. El lobo como especie clave. En el Parque Nacional de Yellowstone, al noroeste de los EE.UU, el ltimo lobo fue capturado en 1920; un cambio de actitud social hacia la especie desemboc en su reintroduccin en 1995 y 1996. Aunque son necesarias mayores escalas temporales para comprender la importancia de estos depredadores, tras la vuelta de los lobos se han manifestado complejos e importantes efectos ecolgicos encadenados, las denominadas cascadas trficas. En Yellowstone, la depredacin del lobo ha reducido notablemente la sobredimensionada poblacin de ciervos Cervus canadensis que haba alcanzado mximos histricos en los casi 150 aos de existencia del parque y que adems estaba ejerciendo notables impactos en los ecosistemas. Segn Ripple y Beschta, investigadores de la Universidad del Estado de Oregn, la sobrecarga de herbvoros ejerca un intenso efecto negativo sobre las comunidades vegetales de zonas hmedas, pastizales y

arbolado caducifolio abedulares, saucedas, etctera.; se manifestaban adems fenmenos de intensa erosin por la falta de cobertura vegetal. La llegada de los lobos ha trado consigo la recuperacin de la vegetacin, un aumento en la heterogeneidad de los hbitats y una mejora de los ecotonos: zonas de transicin entre ecosistemas, muy diversas en especies. De esta forma, ha aumentado la extensin de los biotopos disponibles y de las condiciones necesarias para determinadas comunidades de insectos, aves, mamferos como los castores, anfibios e incluso peces; todo ello ha redundado en un aumento de la biodiversidad. En relacin a la influencia directa de los ungulados en la vegetacin, otro estudio realizado en Norteamrica Crete y otros, 2001 demostr que el efecto conjunto de los alces, caribes y ciervos de cola blanca, produce efectos negativos en dos centenares de especies de plantas y positivos tan slo en veinticuatro. Por otro lado, los lobos tienden a excluir, e incluso a matar, a otras especies de carnvoros generalistas que compiten por los mismos recursos trficos en sus reas de campeo. De nuevo en Yellowstone se han podido comprobar estos efectos sobre los depredadores menores los llamados mesopredadores, como los coyotes; stos han visto reducidos sus efectivos hasta en un 50 por ciento desde la reintroduccin de los lobos. Como consecuencia, se ha producido un incremento en las poblaciones de algunos ungulados silvestres, como los berrendos Antilocapra americana, que han aumentado las tasas de supervivencia de sus cras, segn ha comprobado otro grupo de investigadores Clark y colaboradores 1999). Otra importante ventaja de esta especie clave es que su depredacin genera tambin un aumento de recursos alimenticios para otras muchas especies animales. En el bosque de Bialowieza (Polonia), un total de 25 especies de mamferos y aves se benefician de las carroas de los lobos. El aumento de carroas de ungulados disponibles durante todo el ao, ha generado efectos positivos sobre determinadas especies amenazadas de Yellowstone, como los osos pardos. Pero este aspecto no se ve limitado a la macro-fauna: se han descrito ms de 400 especies de escarabajos asociados a las carroas de los herbvoros capturados por los lobos en este parque. Relaciones entre lobos y presas. El estudio de las interacciones entre predadores y presas es muy complejo. Y podemos encontrar multitud de modelos que explican estas relaciones. Quiz uno de los ms simples, pero que mejor nos permite comprender estas conexiones, es el modelo de Lotka-Volterra que simplifica los elementos a dos componentes: las poblaciones de predadores y presas estn acopladas y evolucionan de forma conjunta con un ligero desfase temporal. As, ambos grupos estn sometidos a oscilaciones en las que los predadores aumentan cuando existe un alto nmero de presas; este incremento de la predacin provocara en el tiempo un mayor consumo de presas y, por tanto, una disminucin en la abundancia de las mismas. De nuevo el descenso de las presas provocar una disminucin de la poblacin de predadores, permitiendo la recuperacin de las presas e iniciando de nuevo el ciclo. El lobo es un carnvoro que ha coevolucionado durante decenas de miles de aos con sus presas; se han depurado y definido por un lado unos patrones de depredacin del carnvoro y por otro, otras tantas estrategias anti-depredatorias. Pero es importante aclarar que el lobo no es un especialista en la captura de herbvoros, ms bien se podra afirmar que tiene una baja tasa de capturas exitosas. Aunque depende de muchas circunstancias, el xito en la caza puede variar entre el 1 y el 56 por ciento de los intentos,

segn se recoge de 16 estudios realizados en Norteamrica. En el Parque Nacional de Isla Real (Michigan), con una proporcin de treinta alces por cada lobo, se observ como una manada que interaccion con 131 alces captur tan solo 6 individuos y todos los alces que hicieron frente a los depredadores se libraron de ser depredados. En nuestras latitudes se ha comprobado que al menos fracasan siete de cada ocho ataques del lobo sobre los corzos (Markina 2005). El lobo como regulador sanitario. El lobo es un especialista en conseguir el mximo rendimiento energtico con el mnimo coste de captura. Su depredacin, dirigida con intensidad a las presas con peor condicin fsica bien adquirida por factores ambientales adversos o implcita genticamente, realiza un efecto sanitario en poblaciones de herbvoros, manteniendo poblaciones sanas y vigorosas. El primer estudio sobre las relaciones entre el lobo y sus presas fue desarrollado por Adolph Murie en el ahora P.N. de Denali (Alaska) y publicado en 1944 en Los lobos del Monte McKinley. Uno de los postulados de este trabajo es que el lobo intensifica la predacin sobre los herbvoros de peor condicin fsica. En otro trabajo ms completo realizado por D. Mech y colaboradores entre 1986 y 1994 y publicado en Los lobos de Denali, se ofrecen interesantes conclusiones sobre los patrones de seleccin de las presas. Tras examinar con minuciosidad numerosos restos de alces cazados por el lobo, se pudo concluir que ms de un tercio presentaban necrosis mandibular y al menos otro tercio manifestaba procesos de artritis. Estas anormalidades esquelticas predisponen a los individuos a ser depredados, por estar en desventaja con respecto a los congneres en plenitud de facultades. Otros tantos trabajos desarrollados en Norteamrica han definido algunas condiciones que hacen a las presas ms vulnerables a la depredacin del lobo: animales parasitados por quistes hidatdicos, tenias o garrapatas, con composicin sangunea anormal, heridos, accidentados, seniles, malnutridos, etctera. En Isla Real se ha observado que los lobos muestran una preferencia por las presas mayores de 9 aos disminuidos en sus facultades y las cras, especialmente las de partos dobles (Vucetich y Peterson 2004). A modo de reflexin. Tal como se ha apuntado anteriormente, en Espaa no se han llevado a cabo estudios sobre las interacciones lobo-presas, por lo que tenemos que utilizar los conocimientos de otros lugares, como Norteamrica. En la Sierra de la Culebra (Zamora), el ciervo fue reintroducido en la dcada de los 70 procedente de varias fincas de Jan y Ciudad Real. Actualmente, sus trofeos son de una elevada calidad media, la mayor de Espaa en superficies abiertas. La labor selectiva desarrollada por una saludable y densa poblacin de lobos, unida a la gestin realizada por la guardera caza selectiva, control del furtivismo, etctera, son factores que sin duda pueden contribuir a mejorar la calidad de los trofeos. Los venados homologados alcanzan ya una fama que est trascendiendo fuera de nuestras fronteras, incluso son exportados para diferentes repoblaciones a otros lugares de nuestra geografa. Pese a que anualmente en numerosas fincas se llevan a cabo descastes de ciervos por su descarada superpoblacin, paradjicamente no se permite siempre al lobo realizar su labor de controlador natural de los mismos, lo que indefectiblemente podra redundar en numerosos beneficios. Quiz habra que empezar a cambiar algunos criterios de determinados propietarios, que priman errneamente la cantidad de las piezas abatidas frente a la calidad. La depredacin del lobo sobre mesopredadores generalistas y competidores, como los perros errantes o asilvestrados y los zorros, puede beneficiar indirectamente a otras

poblaciones de vertebrados, incluidas las especies de caza menor. Adems parece lgico plantearse si el intenso control que sufre la poblacin de lobos en algunos terrenos de la Cordillera Cantbrica, como las reservas de caza y espacios naturales incluidos en la Red Natura 2000, tiene relacin con algunos graves problemas. As, los intensos brotes de sarna de la poblacin de rebeco cantbrico que han asolado recientemente sus poblaciones, provocando mortandades locales de hasta un 80 por ciento, podran controlarse inicialmente con una saludable poblacin de lobos y, desde luego, con un mayor control sanitario de la ganadera. Y una de las soluciones del aumento de la siniestrabilidad con ungulados silvestres en las infraestructuras viarias puede ser la depredacin del lobo. Todo parece indicar, con todos estos argumentos, que se debe prestar mayor atencin al mantenimiento y reestablecimiento de las comunidades de grandes depredadores all donde hayan desaparecido. Si an existen, sus poblaciones no deben ser testimoniales sino funcionales, permitiendo el desarrollo de su papel en el ecosistema. Numerosos trabajos cientficos de todo el mundo han manifestado el papel y la relevancia sin par de los lobos en la naturaleza. Pero estos valores siguen del todo olvidados por muchos gestores de nuestro medio natural y por el momento, ningn trabajo cientfico ha definido la importancia de esta especie clave en los ecosistemas espaoles.