UNIDAD I (Agua 3)
UNIDAD I (Agua 3)
UNIDAD I (Agua 3)
1. Enlace covalente:
Es un enlace fuerte. Ocurre cuando dos o más átomos comparten electrones: un par, dos pares o tres
pares de electrones. El enlace covalente se basa, por lo tanto, en la fuerza de atracción que mantiene unidos
átomos neutros por medio del compartimiento de uno o más pares de electrones y la superposición o mezcla
de orbitales. El enlace covalente se forma entre átomos que tienen electronegatividades cercanas, de modo
que, ninguno atrae a los electrones con suficiente fuerza como para mantenerlo girando sobre su propio
núcleo.
En este caso, los electrones que participan del enlace se mantienen girando alrededor de los núcleos
de los átomos a los que pertenecen. Este compartimiento, permite a los átomos alcanzar el dueto u octeto de
electrones para satisfacer la configuración electrónica de un gas noble, el más cercano a cada uno en la tabla
periódica. El enlace ocurre al reaccionar elementos no metálicos entre sí que forman compuestos moleculares.
Electrones y niveles de energía.
El electrón se representa con el símbolo e-, por ser una carga
negativa. Los electrones representan tan solo el 0,1% de la masa total
del átomo y se mueven a grandes velocidades alrededor del núcleo,
formando la corona electrónica. El modelo atómico de Bohr, mediante
el principio de Aufbau (se llama así por la palabra en alemán
aufbauprinzip que significa principio de construcción, pero fue
propuesto por Bohr), propuso la distribución de electrones por niveles
y subniveles energéticos de la corona electrónica. Los niveles de
energía son 7 y se denominan por letras: K, L, M, N, O, P y Q; o
también se pueden identificar por números del 1 al 7. Los electrones
de la capa K poseen menor energía y están más cerca del núcleo, por lo que este los atrae con más fuerza;
mientras que los electrones de la capa Q son los más alejados del núcleo y poseen mayor energía, por lo que
son atraídos con menor fuerza por el núcleo. Los subniveles de energía se identifican con las letras minúsculas:
s, p, d, f. existe un máximo número de electrones por subniveles y niveles de energía. Cada suborbital o
subnivel tiene una forma de rotar (spin)
Radio de Van der Waals: si inicialmente los átomos están suficientemente alejados no interaccionan entre ellos; ahora, al acercarse se
atraen cada vez más con más fuerza, debido a las fuerzas de London. Esta interacción aumenta rápidamente al disminuir la distancia
interatómica. Por otra parte a distancias muy pequeñas, los átomos experimentan una fuerte repulsión que es la repulsión de Van der Waals,
debido a nubes electrónicas muy juntas que se repelen fuertemente por ser ambas de carga negativa. Por lo tanto, debe existir una distancia
concreta para la cual la fuerza repulsiva se haga igual a la atractiva y la energía total de los átomos alcance un mínimo. A dicha distancia puede
considerarse que los dos átomos se están ´´tocando’’. Si se mide la distancia entre moléculas que se están ‘’tocando’’ se puede establecer un
conjunto de radios, denominados radios de Van der Waals, que proporciona una medida de tamaño de los átomos en una molécula. Este
radio es el radio de una esfera solida imaginaria empleada para modelizar el átomo. En los enlaces covalentes los átomos se disponen a una
distancia inferior a la suma de sus radios de Van der Waals (o distancia de Van der Waals), debido a que comparten los electrones del orbital
u orbitales moleculares. El radio de Van der Waals para el oxígeno es de 0,14 Å (0,152nm guía), mientras que el del hidrógeno es de 1,2 Å o
0,120 nm.
(el Radio de Van der Waals viene siendo ese equilibrio que se alcanza entre los átomos que conforman una molécula cuando hay un balance
entre las fuerzas de atracción y repulsión, es decir, esa distancia en la que los átomos no se atraen, pero tampoco se repelen, sino que están
en un equilibrio).
agua, entonces tomando como referencia un catión, que es de carga positiva, va a interactuar
electrostáticamente con la zona parciamente negativa del oxígeno de la molécula de agua y, atraerá tantas
moléculas de agua como fuerte sea su carga, rodeándose de ellas y formando la llamada capa de solvatación.
*Se debe tener en cuenta que 1 Joule equivale a 0.239 calorías, mientras que 1 caloría equivale a 4,184 Joule.
*la temperatura de fusión del agua es la temperatura en la que agua pasa de su estado sólido a su estado
líquido= 0°C.
*la temperatura de ebullición es en la que la sustancia pasa del estado liquido al gaseoso, en el caso del agua
es 100°C.
*El gua presenta el más alto calor de vaporización de todas las sustancias, la que más se le acerca es el
metanol porque también es polar, pero menos polar que el agua.
*A medida que aumenta el número de enlaces de hidrógeno, aumenta la energía necesaria para separarlos.
Estas propiedades son debidas a la estructura particular del agua. Ya que el medio interno del organismo
es acuoso, hay características muy importantes de ese medio que están relacionadas con las propiedades del
agua. El agua tiene uno de los mayores puntos de fusión, de ebullición y un calor específico muy alto. Eso
quiere decir que se necesita gran cantidad de calor para modificar (aumentar o disminuir) la temperatura del
agua en 1°C y para cambiar el estado de 1 gramo de agua, por lo que agua presenta propiedades de
termorregulación.
Alto (elevado) calor específico.
(1 cal/g x °C) Permite al agua actuar como amortiguador térmico que evita o disminuye la elevación de la
temperatura corporal. Es el calor o cantidad de energía necesaria para elevar la temperatura de 1 gramo de
agua en 1°C, concretamente entre 15°C y 16°C (o 14.5 y 15.5 °C). Es decir, se mide la cantidad de energía que
se necesita para elevar la temperatura del agua. Este alto valor permite al organismo importantes cambios de
calor (movimiento) con escasas modificaciones de temperatura corporal, no habrá un cambio de temperatura
porque se necesita una gran cantidad de energía para que el agua cambie en un grado su temperatura. Así, el
agua se convierte en un importante regulador de la temperatura del organismo, evitando las alteraciones
peligrosas, fundamentalmente en la circulación sanguínea, pues la mayor fuente de termorregulación en el
cuerpo es la sangre, ya que a través de ella se puede intercambiar calor. Se debe tener en cuenta que si
decimos que el calor especifico es de 1cal/g x °C, eso equivale a 4,184 J/g x °C.
Alto calor de vaporización.
Es la cantidad de energía que se necesita para transformar un gramo de agua líquida a su punto de
ebullición a una presión constante, es decir, la energía necesaria para vaporizar un gramo de agua, la cual es
de 536 cal/gr (540,15 cal/g según la conversión realizada con las equivalencias escritas más arriba en color
morado). El calor de vaporización es una medida directa de la cantidad de energía necesaria para superar las
fuerzas de atracción entre las moléculas adyacentes de un líquido, de modo que las moléculas individuales
puedan separarse unas de otras y pasar al estado gaseoso.
También le permite ser un amortiguador térmico importante, pues permite que en el cuerpo se exponga
a cambios ambientales sin modificación de la temperatura corporal. Este valor elevado permite eliminar el
exceso de calor, evaporando cantidades relativamente pequeñas de agua. Ello posibilita, cuando es necesario,
mantener la temperatura del organismo más baja que la del medio ambiente, por lo tanto la vaporización
continua de agua por la piel y los pulmones constituye otro mecanismo regulador de la temperatura, la
evaporación del sudor también contribuye a este mantenimiento, con lo que globalmente ello supone la
eliminación total de unas 620 kcal diarias. Al eliminar esas pequeñas cantidades de agua, con ella se elimina
energía almacenada, lo cual permite una reducción de la temperatura corporal, manteniéndola más baja que
la del medio ambiente
Estos dos últimos dos términos son sinónimos, mas no son idénticos. Se consideran sinónimos porque
ambos son altos y representa que necesitan grandes cantidades de energía para poder causar variaciones en
la temperatura del agua.
Alta conductividad térmica.
Esta propiedad también resulta del alto calor específico y de vaporización, así como de la dinámica de
‘racimos parpadeantes’ de las moléculas de agua en su estado líquido. Es una distribución homogénea del
calor, una termorregulación. La energía que se está absorbiendo en una solución acuosa es capaz de ser
distribuida de forma homogénea en toda la solución y, al distribuirse de esta manera, permite que gran
cantidad de agua puede aguantar el cambio de temperatura con mayor eficacia. Permite la adecuada
conducción del calor en el organismo, contribuyendo así a la termorregulación, al mantener constante e
igualar la temperatura en las diferentes zonas corporales.
Tensión superficial.
La tensión superficial de un líquido es la cantidad de energía necesaria para aumentar su superficie por
unidad de área. Esta propiedad también deriva de los puentes de hidrógeno. La tensión superficial se refiere a
la relación que hay entre las fuerzas de cohesión que se establecen entre las moléculas en una solución por
medio de sus puentes de Hidrógeno y las fuerzas de adhesión que esas moléculas establecen con la superficie
o el contenedor en el que se encuentran.
El agua tiene una tensión superficial elevada, esto hace que en los procesos biológicos, se utilicen
moléculas tipo detergente (anfifílicas) para modificarla. Los surfactantes pulmonares, por ejemplo, decrecen
el trabajo necesario para abrir los espacios alveolares que permiten el intercambio gaseoso eficiente, la
ausencia de estas substancias, ocasiona enfermedades severas y la muerte.
La tensión superficial disminuye con la presencia en el líquido de ciertos compuestos que reciben el
nombre genérico de tensoactivos (jabones, detergentes, etc.), que facilitan la mezcla y emulsión de grasas en
el medio acuoso; así, las sales biliares ejercen esta acción tensoactiva en el intestino delgado, facilitando la
emulsión de grasas y, con ello, la digestión.
Los surfactantes (fosfolípidos), son moléculas que reducen la tensión superficial, desestabilizando los
puentes de hidrogeno que ocurren en la estructura acuosa y, desestabilizando también la relación que hay
entre los puentes de hidrógeno y la interrelación con las superficies, en este caso, las superficies celulares. Por
ejemplo, las membranas alveolares se encuentran hidratadas, de no existir surfactantes pulmonares como la
fosfatidilcolina y la fosfatidilserina, la alta tensión superficial entre las moléculas de agua de esas membranas
podrían cohesionar y así, colapsarían los alveolos.
Una sustancia tensoactiva es a capaz de disminuir la tensión superficial de una manera muy eficiente
para evitar que muchas estructuras colapsen. Por ejemplo a nivel pulmonar, favorecen que al respirar sea
posible realizar el intercambio gaseoso de una manera eficiente. Muchas sustancias tensoactivas son
anfipáticas (una porción hidrófoba y otra hidrofílica). La elevada tensión superficial del agua determina una
elevada cohesión entre las moléculas de la superficie y facilita su función como lubricante de articulaciones.
El ejemplo típico que describe lo que es la tensión superficial es el del mosquito que se mantiene en la
superficie del agua sin hundirse, debido a que las fuerzas de cohesión entre las moléculas de agua
(representado por los múltiples puentes de hidrogeno) son más fuertes que las fuerzas de adhesión entre las
moléculas de agua y las patas del mosquito.
Disolvente universal.
Se considera así porque tiene la capacidad de poder contener en ella una gran variedad de solutos o
sustancias de diferente naturaleza. El agua es el solvente biológico ideal, disuelve gran cantidad de
constituyentes de los seres vivos, como iones, azúcares, aminoácidos, sustancias hidrofílicas. Sin embargo, no
disuelve sustancias como lípidos, sustancias hidrofóbicas, haciendo posible la existencia de sustancias
supramoleculares como membranas, y permitiendo numerosos procesos bioquímicos como el plegamiento de
las proteínas.
El agua es un disolvente dipolar, disolviendo fácilmente los compuestos que son cargados o polares, es
decir, compuestos hidrofílicos. Por el contrario, los disolventes apolares como el cloroformo son malos
disolventes de moléculas polares, pero disuelven fácilmente las biomoléculas apolares como los lípidos y ceras
1. Capacidad de disolución de moléculas hidrofílicas como iones:
La estructura dipolar del agua y su capacidad para formar enlaces de hidrógeno con átomos
electronegativos, le permiten disolver sustancias iónicas y polares. El agua disuelve las sales como el NaCl
mediante hidratación y estabilización de los iones, debilitando sus interacciones electrostáticas y
contrarrestando así su tendencia a asociarse en una red cristalina.
Un aspecto importante de las interacciones iónicas en solución acuosa es la hidratación de los iones.
Debido a que las moléculas de agua son polares, experimentan atracción hacia aquellos iones cargados como
el Na+ y el Cl-. Los caparazones de moléculas de agua, llamados esferas de solvatación o capas de
solvatación, se agrupan alrededor de los iones positivos y negativos. El tamaño de la esfera e solvatación
depende de la densidad de carga del ion. Cuando los iones se hidratan, se reduce la fuerza de atracción entre
ellos y la especie cargada se disuelve en el agua.
Cabe destacar que los iones de carga opuesta se separan porque las moléculas polares de agua los
atraen con mayor fuerza de la que estos se atraen entre sí. En el caso del NaCl, la esfera de solvatación del Na+
tiene cuatro veces el volumen que el de la capa de solvatación del Cl-, debido a la mayor densidad de carga del
ion sodio. Mediante su átomo electronegativo que es el oxígeno, interacciona con los cationes y, mediante sus
átomos electropositivos, que son los hidrógenos, interacciona con los aniones.
La constante dieléctrica señala la tendencia del disolvente a oponerse a la
interacción electrostática entre las cargas. La alta constante dieléctrica del agua es una
expresión de su polaridad y capacidad para formar capa de solvente (o de solvatación)
orientada alrededor de un ion y de este modo debilitar las interacciones
electrostáticas. El agua, que suele denominarse disolvente universal debido a la gran
variedad de sustancias iónicas y moléculas polares que puede disolver, posee una
constante dieléctrica muy elevada.
El agua, por tanto, es uno de los solventes más polares que existen, esto se debe a la presencia de un
átomo muy electronegativo, el Oxígeno, y dos muy poco electronegativos, los Hidrógenos en la molécula. La
consecuencia de ello, es que moléculas o partículas cargadas eléctricamente son fácilmente disociadas en
presencia de agua.
2. Disolvente de compuestos polares de naturaleza no iónica: Los compuestos orgánicos con grupos
funcionales ionizables como los ácidos carboxílicos COO-, las aminas protonadas NH3+, las cetonas,
glúcidos o grupos hidroxilo de los alcoholes, son solubles en agua por la misma razón y, principalmente
por la capacidad del solvente de formar puentes de hidrógeno. Al hablar de polaridad se habla de
compuestos que tienen una zona parcialmente negativa o parcialmente positiva, pero que no están
disociados como los iones.
3. Los gases apolares se disuelven mal en el agua: los gases biológicamente importantes como como en
CO2, O2, y N2 son apolares, pues en las moléculas diatómicas, los electrones están compartidos de
manera igual por ambos átomos. El movimiento de estas moléculas desde la fase gaseosa desordenada
a la fase acuosa disminuye su movimiento, habiendo un descenso en su entropía.
En consecuencia estos gases son muy poco solubles en agua. Por tal motivo, el organismo contiene
proteínas transportadoras hidrosolubles como la Hemoglobina, que permite transportar oxigeno en el
medio acuoso que constituye el plasma. El CO2, se transporta en forma de ácido carbónico. Otros gases
como NH3 o H2S son polares por lo que se disuelven fácilmente en agua. Por ejemplo, cuando el hígado
no puede producir urea a partir de amonio, este al ser soluble, se acumula en las células, perturbando el
ciclo de Krebs robando sus metabolitos, siendo altamente tóxico.
*las flechas representan dipolos eléctricos, existe una carga negativa parcial en la punta de la flecha y una carga parcial
positiva en la cola.
*nótese que las moléculas polares se disuelven mucho mejor incluso a bajas temperaturas que las moléculas no polares a
temperaturas relativamente altas.
*entre los gases no polares el más soluble en agua es el CO2, con una solubilidad 53 veces mayor que la del nitrógeno y 27-
30 veces mayor que la solubilidad del oxígeno.
1. Solubilidad de compuestos anfipáticos: los compuestos anfipáticos son aquellos que contienen dos regiones,
una región polar (cargada) y una región apolar. Esta propiedad afecta de forma significativa su
comportamiento en el agua. Cuando se mezclan compuestos anfipáticos con agua, las dos regiones del
soluto experimentan tendencias opuestas: la región hidrofílica, polar o cargada interacciona
favorablemente con el solvente y tiende a disolverse, pero la región hidrofóbico o apolar presenta
tendencia opuesta, pues evita el contacto con el agua.
Las regiones hidrófobas se agrupan en conglomerados, pues las moléculas de agua forman una ‘jaula’
organizada, para minimizar la exposición a la sustancia hidrófoba y empujar este grupo no polar contra sí
mismo. La fuerza impulsora de la formación de esa jaula y la exclusión de la sustancia hidrófoba es la fuerte
tendencia de las moléculas de agua a formar enlaces de hidrógeno entre sí, por lo que las fuerzas de
cohesión entre las moléculas de agua de agua, son mucho mayores que las fuerzas de adhesión a la poción
no polar. Las moléculas apolares son excluidas porque no pueden formar puentes de hidrógeno. Por lo
tanto, estas interacciones hidrófobas que mantienen juntas las regiones apolares son consecuencia de las
propiedades del solvente (agua) que resultan en un ordenamiento de las moléculas de agua alrededor de la
porción hidrófoba del soluto, no de ninguna atracción intrínseca entre las moléculas no polares que se
asocian, pues la única interacción o razón o por la que se asocian es que son hidrofóbicas.
Por ejemplo, los ácidos grasos ionizados son moléculas anfipáticas debido a que contienen grupos
carboxilato hidrófilos y grupos hidrocarbonados hidrófobos. Cuando se mezclan con el agua, su
solubilización lleva consigo la formación de bicapas, monocapas (formadas por los surfactantes
pulmonares) y micelas, con grupos apolares o hidrófobos en su interior y los grupos polares o hidrófilos
orientados hacia el exterior para contactar con el agua. Existen lipoproteínas que permiten el transporte de
lípidos en medios hidrofílicos como el plasma. Esas lipoproteínas son estructuras supramoleculares de tipo
micelar, en la que se encuentra una estructura polar protegiendo un centro hidrofóbico por ejemplo de
colesterol. Las proteínas forman una estructura de protección para los lípidos y también una porción de
reconocimiento para que puedan ser capadas a nivel hepático o periférico.
2. Ósmosis: se refiere al pasaje de agua de manera espontánea de moléculas de agua a través de una
membrana semipermeable, desde un compartimiento donde hay menor concentración de soluto (o
mayor concentración de agua), hacia otro donde la concentración de soluto es mayor (o menor
concentración de agua). La membrana tiene poros permeables al solvente, pero no al soluto. Para que
la osmosis se detenga, ambos compartimiento deben tener la misma concentración de soluto. El flujo
neto de solvente ocurre con la intención de equilibrar la concentración de soluto o de partículas
osmóticamente activas (solutos que tienen la capacidad de atraer agua su compartimiento, formando
mayor numero de capas de solvatación). El paso de agua entre dos compartimientos biológicos es un
proceso que se produce entre límites muy estrechos, por lo que la célula no puede soportar cambios
muy drásticos.
3. Presión osmótica: es la presión que se requiere para para detener el flujo neto de agua a través de una
membrana semipermeable; fuerza necesaria para evitar la osmosis. Es decir si se ejerce una fuerza en
un compartimiento para evitar que el agua fluya del compartimiento A al compartimiento B, se va a
detener el fenómeno de ósmosis. En nuestro organismo existe una gran cantidad de sustancias y
fuerzas necesarias para detener el fenómeno de osmosis.
La presión osmótica depende de la concentración de soluto. La concentración de una solución puede
expresarse en términos de osmolaridad, cuya unidad es osmoles/litro.
La presión osmótica crea algunos problemas para los seres vivos. En general, las células contienen
concentraciones bastante elevadas de soluto. Por consiguiente las células pueden ganar o perder agua debido
a la concentración de soluto de su ambiente. De esto dicho, debe explicarse el significado de soluciones
isotónicas, hipotónicas e hipertónicas:
2. Solución hipotónica: presenta una concentración menor de soluto con respecto a la célula. Si una célula
se coloca en esta, el agua se mueve hacia dentro de la célula, pues su tendencia es a desplazarse hacia
el compartimiento con mayor concentración de soluto. Por ejemplo en el caso de un eritrocito, estos
se hinchan y se rompen en un proceso llamado hemólisis cuando se sumergen en agua pura. En el caso
de cualquier otra célula, se le llama turgencia.
3. Soluciones hipertónicas: aquellas con concentraciones de soluto mayores. Las células que se
encuentren en estas soluciones se encogen, debido a que existe un movimiento neto de agua hacia
afuera de la célula. En el caso de un eritrocito, dicho encogimiento se denomina crenación. Si se trata
de otro tipo celular se conoce como plasmólisis.
Para mantener los volúmenes de los compartimientos constantes ocurre un equilibrio dinámico, un
constate intercambio de agua cuando las concentraciones de soluto se igualan. Esto ocurre porque la presión
osmótica o la osmolaridad o la osmosis son equivalentes en ambos compartimientos.
Cuando este equilibrio varia, es decir, cuando hay una concentración de solutos mayor en algún
compartimiento, va a ocurrir una pérdida neta del compartimiento del que está saliendo agua, provocando,
valga la redundancia, la pérdida de agua. Y si el agua está entrando al espacio intracelular, la célula solo puede
soportar un cambio de volumen pequeño dependiendo de su estructura, de la capacidad de su citoesqueleto.
Es importante recordar el término osmolaridad, también podemos hablar de osmolalidad, que sería lo correcto; pero
como nos referimos al agua que tiene una densidad igual a 1, es indiferente cualquiera de los dos términos.
Osmolaridad entonces es una medida de concentración que indica la cantidad de osmoles en litros de solución y
osmolalidad es lo mismo en kg de agua que, en este caso, por la densidad del agua, es igual.
Casos Clínicos.
1. Un edema resulta de la perdida de proteínas: una niña de 8 años, es referida al nefrólogo después de
haberse notado que tiene la cara hinchada, edematizada, con los tobillos igual de edematizados
durante un periodo de dos semanas, un prueba de orina, llamada de Dipstick, que se encarga de
detectar proteínas en este líquido, presenta una alta cantidad (++++) –representada por la cantidad de
cruces- lo que no es normal, explicándose como un aumento de la filtración glomerular por lo cual ha
sido capaz de permear proteínas, lo que no debería ocurrir en condiciones normales.
Luego se evaluó la cantidad de proteínas en 24 horas de la orina (evaluación de 24 horas para observar
cuanta orina se es capaz de filtrar a nivel renal), donde se detectó aprox. 7 gramos de proteínas en 24 horas, si
abemos que el valor de referencia para esa prueba es de menos de 0,15 gramos por día, quiere decir que está
filtrando mayor cantidad de lo normal. La proteína que estaría perdiendo en mayor cantidad es la albumina, es
decir que por lo tanto, va a tener una disminución de proteínas a nivel plasmático, lo que disminuye la presión
oncótica y permite que la presión hidrostática descompensada ocasione un aumento de la salida de líquido al
espacio intersticial y por lo tanto se producen los edemas.
Comentario: luego se le practicó una biopsia renal y se observó una enfermedad renal de recambio
mínimo. La causa de la proteinuria fue el daño de la barrera de filtración renal con la consecuente pérdida de
proteínas a nivel urinario que disminuye la presión oncótica en el plasma y que se retenga agua en el medio
intersticial, esto conduce al edema. La condición fue revertida con tratamiento con el uso de glucocorticoides.
¿Qué tipo de patología puede causar edema y proteinuria en una niña de 8 años? ¿Por qué funcionó el
tratamiento con glucocorticoides? ¿Cómo sería la osmolaridad plasmática de esta paciente?
2. Pérdida del consumo de fluidos produce deshidratación: un paciente de 80 años que ha sido admitido
en el hospital después de yacer de por un largo tiempo en el piso de su casa luego de padecer un ICTUS
o ACV cerebral. Tuvo pérdida de conciencia y no sabe cuánto tiempo paso en el piso. Tiene la boca
seca, taquicardia, hipotensión. Es importante saber que ha tenido un bajo nivel de consumo de agua,
no tiene una buena cantidad de nutrientes ni intercambio de líquidos. Por el balance hídrico, sabemos
que si hay poca entrada de líquido, no se podrá recuperar la cantidad de agua perdida en el día.
Las muestras de suero revelaron que tenía una concentración molar de sodio de 150 milimoles/L, potasio
5.2 mmol/L, bicarbonato 35 mmol/L, creatinina 110 μmol/L (1.13 mg/dL), y urea 19 mmol/L (90.3 mg/dL).
Los valores de referencia son: sodio: 135-145 mmol/L; potasio: 3.5-5.0 mmol/L; bicarbonao: 20-25
mmol/L; creatinina: 20-80 μmol/L (0.28-0.90 mg/dL); urea: 2.5-6.5 mmol/L (16.2-39 mg/dL)
La comparación refleja que los valores están más altos de lo normal. En el caso de los electrolitos, los
cambios sutiles son peligrosos porque pueden afectar la conductividad nerviosa.
Comentario: Este paciente presenta deshidratación, indicada por los altos valores de sodio y urea. Se
trató con líquido intravenoso predominantemente en forma de dextrosa al 5% para reemplazar el déficit
hídrico. Se descarta insuficiencia renal porque no hay una creatinina tan aumentada.