UNIDAD I (Agua 3)

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UNIDAD I.

El Agua. Parte III.


Estructura Molecular del Agua.
Antes de explicar cómo está constituida la molécula de agua, es de gran importancia recordar algunas
definiciones básicas de química.
Enlace químico:
Cuando los átomos reaccionan para formar compuestos, se genera una fuerza de atracción que los
mantiene unidos. Dicha fuerza se llama enlace químico y su naturaleza varía. El enlace químico ocurre entre
los electrones de la última capa de los elementos que se combinan. Esos electrones son llamados electrones
de valencia y, por estar más alejados del núcleo atómico, están más sujetos a sufrir alteraciones al entrar en
contacto con otros electrones de valencia de átomos combinanates.
La finalidad de los átomos al reaccionar unos con otros, enlazarse y combinarse, es la búsqueda de una
mayor estabilidad electrónica, pues los átomos que se combinan tienen a lograr una configuración parecida a
la de un gas noble.
En 1916, Kossel y Lewis propusieron la siguiente hipótesis: cuando los elementos forman compuestos,
ganan, pierden, o comparten electrones para alcanzar configuraciones electrónicas estables (de baja energía)
similares a las de los gases nobles más próximos en la tabla periódica.
La tendencia de los átomos a estabilizarse electrónicamente se rige por dos reglas
1. Regla del dueto: algunos átomos tienden a estabilizarse al completar dos electrones en su último nivel
de energía y, así, obtienen una configuración electrónica similar a la del gas noble helio.
2. Regla del octeto: algunos átomos tienden a estabilizarse al completar ocho electrones en su última
capa electrónica y, así, obtienen una configuración parecida a la de los gases nobles neón, argón,
Kriptón, xenón o radón.

1. Enlace covalente:
Es un enlace fuerte. Ocurre cuando dos o más átomos comparten electrones: un par, dos pares o tres
pares de electrones. El enlace covalente se basa, por lo tanto, en la fuerza de atracción que mantiene unidos
átomos neutros por medio del compartimiento de uno o más pares de electrones y la superposición o mezcla
de orbitales. El enlace covalente se forma entre átomos que tienen electronegatividades cercanas, de modo
que, ninguno atrae a los electrones con suficiente fuerza como para mantenerlo girando sobre su propio
núcleo.
En este caso, los electrones que participan del enlace se mantienen girando alrededor de los núcleos
de los átomos a los que pertenecen. Este compartimiento, permite a los átomos alcanzar el dueto u octeto de
electrones para satisfacer la configuración electrónica de un gas noble, el más cercano a cada uno en la tabla
periódica. El enlace ocurre al reaccionar elementos no metálicos entre sí que forman compuestos moleculares.
Electrones y niveles de energía.
El electrón se representa con el símbolo e-, por ser una carga
negativa. Los electrones representan tan solo el 0,1% de la masa total
del átomo y se mueven a grandes velocidades alrededor del núcleo,
formando la corona electrónica. El modelo atómico de Bohr, mediante
el principio de Aufbau (se llama así por la palabra en alemán
aufbauprinzip que significa principio de construcción, pero fue
propuesto por Bohr), propuso la distribución de electrones por niveles
y subniveles energéticos de la corona electrónica. Los niveles de
energía son 7 y se denominan por letras: K, L, M, N, O, P y Q; o
también se pueden identificar por números del 1 al 7. Los electrones
de la capa K poseen menor energía y están más cerca del núcleo, por lo que este los atrae con más fuerza;
mientras que los electrones de la capa Q son los más alejados del núcleo y poseen mayor energía, por lo que
son atraídos con menor fuerza por el núcleo. Los subniveles de energía se identifican con las letras minúsculas:
s, p, d, f. existe un máximo número de electrones por subniveles y niveles de energía. Cada suborbital o
subnivel tiene una forma de rotar (spin)

Estructura molecular del agua (H2O).


Como ya se ha explicado, el agua es fundamental para la vida, tiene propiedades como solvente,
participa como reactivo químico, tiene función crucial en la hidratación (interacción no covalente de la
molécula de agua con los solutos), es un componente indispensable en los procesos biológicos como el
plegamiento de las proteínas y muchas propiedades y funciones más. Todas las funciones que cumple el agua
las debe a su estructura molecular. La molécula de agua está compuesta por dos átomos de H (con un protón
y un electrón en su estructura) y un átomo de O (con un núcleo de varios protones) y seis electrones en su
último nivel de energía.
Como se mencionó, los átomos deben alcanzar una configuración electrónica que los haga similares a
un gas noble, cumpliendo con la regla del dueto o del octeto. Al oxígeno, le faltan dos electrones en su último
nivel de energía para alcanzar su configuración electrónica estable, mientras que al hidrógeno solo le falta un
electrón. Por esto el oxigeno comparte electrones con dos átomos de hidrógeno en una unión covalente
simple estable.
Los niveles de energía se van ocupando de acuerdo al número y la regla de Spin, que en el caso del
hidrógeno tiene un solo electrón, por lo tanto está ocupando un solo orbital que es el S y le faltaría un
electrón más porque cada orbital debe tener un número de electrones establecido. En este caso, lo completa
al compartir con el oxígeno y formar el enlace covalente, de esta manera, cumple con la regla del dueto al
alcanzar la configuración electrónica del gas noble más simple que es el helio.
En el caso del oxígeno, este tiene un total de 8 electrones, que se distribuyen así: en su primer nivel
ocupa completamente el orbital 1s con dos electrones. En el segundo y último nivel de energía, tiene 6
electrones, lo que quiere decir que le faltarían 2 para satisfacer la regla del octeto. En este segundo nivel, esos
6 electrones se distribuyen así: 2 en el suborbital 2s y 4 en el suborbital 2p, que a su vez se distribuyen en 2
electrones en el suborbital Px y 1 electrón tanto para el suborbital Py y Pz, siendo estos dos últimos los que
necesita compensar para estar estable, los cuales son aportados por los dos
hidrógenos, cada hidrógeno aporta un electrón.
El spin se refiere a la dirección de giro de los electrones, estos deben girar en sentido contrario unos con otros
para que no vayan a repeler
CONFIGURACION ELECTRONICA:
H1 1S1
O8 1S2
2S2,2PX2,2PY1,2PZ1
Los radicales libres son moléculas que han perdido parte de electrones en su estructura, motivo por el
cual se asocian a otras moléculas, por ejemplo a proteínas, siendo esa la base de muchas patologías que se
dan por algunos procesos de oxidación
La estructura de la molécula de agua tiene una geometría tetraédrica irregular, debido a que su
átomo de oxigeno tiene una hibridación sp3. El tetraedro regular es una figura de cuatro caras, todas iguales y
cuatro vértices, cada cara es un triángulo equilátero; sin embargo, por motivos explicados próximamente, el
tetraedro de la molécula de agua es irregular. En el centro del tetraedro se encuentra el átomo de oxígeno y,
los enlaces covalentes sencillos establecidos con los dos átomos de hidrógenos, dirigen estos últimos hacia dos
vértices del tetraedro (polo positivo). Los átomos de hidrógeno tienen hibridación S. Los otros dos vértices
están ocupados por los dos pares de electrones sin compartir del oxígeno (polo negativo).
El átomo de oxígeno es más electronegativo que el de hidrógeno porque tiene mayor masa. La
electronegatividad se refiere a la propiedad de los átomos de atraer hacia su núcleo los electrones
compartidos en un enlace químico, es decir es la afinidad que tiene un átomo por sus electrones, mientras
más electronegativo sea, tendrá mayor afinidad por ellos. Así el oxígeno tiene una capacidad mayor para
atraer electrones cuando está unido al hidrógeno. De este modo, los electrones de los hidrógenos se van a
acercar más al oxígeno, por lo que cada hidrógeno tendrá un carácter positivo por su núcleo, compuesto por
un protón, casi desnudo.
Como consecuencia el átomo de oxígeno lleva una carga negativa parcial en los electrones sin
compartir y, cada átomo de hidrógeno lleva una carga positiva parcial. Por esto, aunque la molécula de agua
no posee carga neta, es un dipolo. El agua es una molécula polar, porque tiene cargas positivas y negativas en
su estructura distribuidas de manera desigual, lo que además hace a esta molécula un dipolo, porque las
cargas positivas se encuentran hacia los átomos de hidrógeno y las cargas negativas hacia el oxígeno.
Si las moléculas de agua fueran lineales como las del CO2, las
polaridades de los enlaces se equilibrarían entre sí y el agua sería no
polar. Sin embargo, las moléculas de agua están dobladas con un
ángulo de enlace entre los dos hidrógenos de 104,5°, siendo un poco
menor que el ángulo de un tetraedro simétrico o regular que es de
109° (109,5 Dr.). Esto se debe a que los electrones del par solitario del
oxígeno se repelen y ocupan más espacio que los pares de electrones
de los enlaces O-H, comprimiendo ligeramente los orbitales
compartidos por el hidrógeno. Por otra parte, la distancia del enlace
covalente entre el oxígeno y el hidrógeno es de 0.96 Å o 0.0096 nm.
Debido a la gran diferencia de electronegatividad entre el hidrógeno y el oxígeno (es decir diferencial
de cargas), puede haber interacciones dipolo-dipolo. Los hidrógenos de una molécula de agua con deficiencia
de electrones, están representando la parte positiva de la molécula, específicamente, la parte positiva son los
núcleos de los hidrógenos y, estos serán atraídos hacia el par de electrones sin compartir del oxígeno (parte
negativa) de otra molécula de agua, mediante una interacción electrostática recíproca débil, denominada
puente de hidrógeno.
Una interacción electrostática ocurre entre dos cargas cualquieras parciales opuestas (moléculas
polares) o cargas completas opuestas (iones o moléculas con carga). Por ejemplo, los iones son solubles en

Radio de Van der Waals: si inicialmente los átomos están suficientemente alejados no interaccionan entre ellos; ahora, al acercarse se
atraen cada vez más con más fuerza, debido a las fuerzas de London. Esta interacción aumenta rápidamente al disminuir la distancia
interatómica. Por otra parte a distancias muy pequeñas, los átomos experimentan una fuerte repulsión que es la repulsión de Van der Waals,
debido a nubes electrónicas muy juntas que se repelen fuertemente por ser ambas de carga negativa. Por lo tanto, debe existir una distancia
concreta para la cual la fuerza repulsiva se haga igual a la atractiva y la energía total de los átomos alcance un mínimo. A dicha distancia puede
considerarse que los dos átomos se están ´´tocando’’. Si se mide la distancia entre moléculas que se están ‘’tocando’’ se puede establecer un
conjunto de radios, denominados radios de Van der Waals, que proporciona una medida de tamaño de los átomos en una molécula. Este
radio es el radio de una esfera solida imaginaria empleada para modelizar el átomo. En los enlaces covalentes los átomos se disponen a una
distancia inferior a la suma de sus radios de Van der Waals (o distancia de Van der Waals), debido a que comparten los electrones del orbital
u orbitales moleculares. El radio de Van der Waals para el oxígeno es de 0,14 Å (0,152nm guía), mientras que el del hidrógeno es de 1,2 Å o
0,120 nm.

(el Radio de Van der Waals viene siendo ese equilibrio que se alcanza entre los átomos que conforman una molécula cuando hay un balance
entre las fuerzas de atracción y repulsión, es decir, esa distancia en la que los átomos no se atraen, pero tampoco se repelen, sino que están
en un equilibrio).
agua, entonces tomando como referencia un catión, que es de carga positiva, va a interactuar
electrostáticamente con la zona parciamente negativa del oxígeno de la molécula de agua y, atraerá tantas
moléculas de agua como fuerte sea su carga, rodeándose de ellas y formando la llamada capa de solvatación.

Puentes o enlaces de hidrógeno.


Son un tipo de unión electrostática débil que no solo se presentan en los diferentes estados físicos del
agua, sino que tienden a formarse entre cualquier átomo electronegativo (oxígeno, flúor, nitrógeno) y un
átomo de hidrógeno unido covalentemente a otro átomo fuertemente electronegativo; es decir que se unen
dos átomos electronegativos mediante un átomo hidrógeno.
Los puentes de hidrógeno son mucho más débiles que los enlaces covalentes, ya que los enlaces de
hidrógeno en agua líquida tienen una energía de enlace (energía requerida para romper el enlace) de
20kJ/mol, mientras que la energía de enlace del enlace covalente de la molécula de agua (O-H) es de
460kJ/mol (393 kJ/mol, según Mckee si se trata de un puente N-H).
Los puentes de hidrógeno alcanzan su fuerza máxima cuando los dos grupos
que interaccionan se hallan orientados de modo que proporcionan el máximo de
orientación electrostática, pues esta fuerza depende de la direccionalidad del enlace de
H, en que la atracción de cargas eléctricas parciales es más fuerte o máxima cuando los
elementos que interaccionan en el enlace se encuentran en línea recta. Además,
poseen una longitud de enlace característica, que entre las moléculas de agua es de
0,177 nm. Esta distancia también influye en que la unión sea más débil, pues la del
enlace covalente es más corta.
Cuando existe cierto número de puentes de hidrogeno entre dos estructuras, la energía necesaria para
separarlas es mucho mayor que la suma de las energías de enlace de los puentes de hidrogeno individuales.
Esta interacción se presenta por ejemplo en proteínas y en la molécula de ADN, participando el enlace de
hidrógeno en el llamado fenómeno de cooperatividad. Esto quiere decir que un enlace de H por sí solo es
débil, pero cuando existen muchos formando la estructura de una molécula, la energía necesaria para romper
dicho enlace es mucho mayor.
El ordenamiento casi tetraédrico de los orbitales alrededor del átomo de oxigeno permite que cada
molécula de agua forme enlaces de hidrogeno con hasta cuatro moléculas de agua vecinas. En el agua líquida
a temperatura ambiente cada molécula de agua forma puentes de hidrógeno con un promedio de 3-4
moléculas de agua, ya que en estado líquido las moléculas de agua están en movimiento continuo, por lo que
los puentes de hidrogeno se rompen y se forman de manera muy rápida y continua. El tiempo de vida del
puente de H en agua líquida es de 1X10-9 segundos. El hecho de que cada molécula de agua pueda formar
entre 3 y 4 enlaces hace que estas se agrupen en racimos que interactúan unos con otros, siendo una
organización que no es regular pues están rompiéndose y formando en todo momento.
En el hielo cada molécula de agua esta fija en el espacio y forma puentes de H con otras cuatro
moléculas de agua, formando una estructura reticular cristalina regular. Para romper ese retículo de puentes
de H, se requiere mucha energía, lo que explica el elevado punto de fusión del agua. La red cristalina del hielo
ocupa más espacio que la misma cantidad de moléculas de agua en el agua líquida, por lo que el hielo es
menos denso que el agua líquida y por eso flota. Cuando el agua es gaseosa, la energía cinética es tal que se
rompen todos los enlaces de hidrógeno, quedando todas las moléculas de agua libres
En el agua, la cantidad de energía necesaria para romper estos agregados explica los altos valores de
su punto de ebullición y fusión, de su lato calor de vaporización y de su capacidad calorífica. Otras propiedades
como la tensión superficial y la viscosidad, se deben también a su capacidad para formar un gran número de
puentes de H.
Como se mencionó anteriormente, los puentes de hidrógeno no solo se forman entre moléculas de
agua, o entre el hidrogeno de una molécula de agua y otro tipo de molécula. Para que se forme un puente de
H solo debe cumplirse que las moléculas en su estructura
tengan átomos de H unidos covalentemente a un átomo
electronegativo, y que ese H forme el puente con otro
átomo electronegativo que pertenece a otra molécula.
Por ejemplo, un hidrogeno unido covalentemente a un
nitrógeno (átomo electronegativo), y ese mismo H unido
por el puente a un oxigeno (también electronegativo) de
otra molécula.
Los átomos de hidrógeno unidos covalentemente a átomos de carbono que no son electronegativos,
no participan en la formación del enlace de hidrógeno. Tanto los alcoholes, como los aldehídos y las cetonas,
forman puentes de hidrogeno tanto con el agua como con como con compuestos que tienen enlaces N-H.

Propiedades del agua.


Densidad anómala del agua.
La densidad: se define como el cociente entre la masa de un cuerpo y el volumen que ocupa. Así, como en el
Sistema Internacional, la masa se mide en kilogramos (kg) y el volumen en metros cúbicos (m3) la densidad se
medirá en kilogramos por metro cúbico (kg/m3). La mayoría de las sustancias tienen densidades similares a las
del agua por lo que, de usar esta unidad, se estarían usando siempre números muy grandes. Para evitarlo, se
suele emplear otra unidad de medida el gramo por centímetro cúbico (gr/cm3). La densidad de un cuerpo está
relacionada con su flotabilidad, una sustancia flotará sobre otra si su densidad es menor.
La densidad del agua sólida es menor que la del agua líquida (1 gr/cm3). En la mayoría de las sustancias,
a medida que disminuye la temperatura aumenta la densidad. En el agua ocurre lo mismo, pero hasta cierta
temperatura, hasta un punto critico de 4° C. una vez alcanzada esa temperatura, la posibilidad de que
aumenten los puentes de hidrogeno hasta 4 puentes por molécula de agua es mucho mayor, eso implica que
las distancias intermoleculares aumenten y, si estas aumentan entonces hay la misma masa en un mayor
volumen, por lo tanto, la densidad disminuye.
Por ejemplo, al colocar agua en un recipiente de vidrio y meterla al congelador, el recipiente puede
partirse. Esto ocurre porque la misma masa de agua expande su volumen y, por lo tanto, su densidad
disminuye. En los sistemas biológicos esto es muy importante, ya que por ejemplo en el mar, al agua tener
menor densidad, se formara hielo que puede flotar, formando una capa sobre la superficie que funcione como
aislante térmico, pues los enlaces de hidrogeno requieren de gran cantidad de energía tanto para romperse
como para formarse, y al formarse esa capa de hielo se requiera de dicha energía, funcionando como aislante
térmico que permitirá que la vida de esos ecosistemas permanezca, a pesar de las bajas temperaturas.
Podría decirse que la densidad es inversamente proporcional al volumen ocupado por una masa: si una
sustancia ocupa menor volumen, la densidad es mayor; por el contrario, si la masa o sustancia ocupa un mayor
volumen la densidad es menor.
Temperatura de fusión, temperatura de ebullición y calor de vaporización

*Se debe tener en cuenta que 1 Joule equivale a 0.239 calorías, mientras que 1 caloría equivale a 4,184 Joule.
*la temperatura de fusión del agua es la temperatura en la que agua pasa de su estado sólido a su estado
líquido= 0°C.
*la temperatura de ebullición es en la que la sustancia pasa del estado liquido al gaseoso, en el caso del agua
es 100°C.
*El gua presenta el más alto calor de vaporización de todas las sustancias, la que más se le acerca es el
metanol porque también es polar, pero menos polar que el agua.
*A medida que aumenta el número de enlaces de hidrógeno, aumenta la energía necesaria para separarlos.
Estas propiedades son debidas a la estructura particular del agua. Ya que el medio interno del organismo
es acuoso, hay características muy importantes de ese medio que están relacionadas con las propiedades del
agua. El agua tiene uno de los mayores puntos de fusión, de ebullición y un calor específico muy alto. Eso
quiere decir que se necesita gran cantidad de calor para modificar (aumentar o disminuir) la temperatura del
agua en 1°C y para cambiar el estado de 1 gramo de agua, por lo que agua presenta propiedades de
termorregulación.
Alto (elevado) calor específico.
(1 cal/g x °C) Permite al agua actuar como amortiguador térmico que evita o disminuye la elevación de la
temperatura corporal. Es el calor o cantidad de energía necesaria para elevar la temperatura de 1 gramo de
agua en 1°C, concretamente entre 15°C y 16°C (o 14.5 y 15.5 °C). Es decir, se mide la cantidad de energía que
se necesita para elevar la temperatura del agua. Este alto valor permite al organismo importantes cambios de
calor (movimiento) con escasas modificaciones de temperatura corporal, no habrá un cambio de temperatura
porque se necesita una gran cantidad de energía para que el agua cambie en un grado su temperatura. Así, el
agua se convierte en un importante regulador de la temperatura del organismo, evitando las alteraciones
peligrosas, fundamentalmente en la circulación sanguínea, pues la mayor fuente de termorregulación en el
cuerpo es la sangre, ya que a través de ella se puede intercambiar calor. Se debe tener en cuenta que si
decimos que el calor especifico es de 1cal/g x °C, eso equivale a 4,184 J/g x °C.
Alto calor de vaporización.
Es la cantidad de energía que se necesita para transformar un gramo de agua líquida a su punto de
ebullición a una presión constante, es decir, la energía necesaria para vaporizar un gramo de agua, la cual es
de 536 cal/gr (540,15 cal/g según la conversión realizada con las equivalencias escritas más arriba en color
morado). El calor de vaporización es una medida directa de la cantidad de energía necesaria para superar las
fuerzas de atracción entre las moléculas adyacentes de un líquido, de modo que las moléculas individuales
puedan separarse unas de otras y pasar al estado gaseoso.
También le permite ser un amortiguador térmico importante, pues permite que en el cuerpo se exponga
a cambios ambientales sin modificación de la temperatura corporal. Este valor elevado permite eliminar el
exceso de calor, evaporando cantidades relativamente pequeñas de agua. Ello posibilita, cuando es necesario,
mantener la temperatura del organismo más baja que la del medio ambiente, por lo tanto la vaporización
continua de agua por la piel y los pulmones constituye otro mecanismo regulador de la temperatura, la
evaporación del sudor también contribuye a este mantenimiento, con lo que globalmente ello supone la
eliminación total de unas 620 kcal diarias. Al eliminar esas pequeñas cantidades de agua, con ella se elimina
energía almacenada, lo cual permite una reducción de la temperatura corporal, manteniéndola más baja que
la del medio ambiente
Estos dos últimos dos términos son sinónimos, mas no son idénticos. Se consideran sinónimos porque
ambos son altos y representa que necesitan grandes cantidades de energía para poder causar variaciones en
la temperatura del agua.
Alta conductividad térmica.
Esta propiedad también resulta del alto calor específico y de vaporización, así como de la dinámica de
‘racimos parpadeantes’ de las moléculas de agua en su estado líquido. Es una distribución homogénea del
calor, una termorregulación. La energía que se está absorbiendo en una solución acuosa es capaz de ser
distribuida de forma homogénea en toda la solución y, al distribuirse de esta manera, permite que gran
cantidad de agua puede aguantar el cambio de temperatura con mayor eficacia. Permite la adecuada
conducción del calor en el organismo, contribuyendo así a la termorregulación, al mantener constante e
igualar la temperatura en las diferentes zonas corporales.
Tensión superficial.
La tensión superficial de un líquido es la cantidad de energía necesaria para aumentar su superficie por
unidad de área. Esta propiedad también deriva de los puentes de hidrógeno. La tensión superficial se refiere a
la relación que hay entre las fuerzas de cohesión que se establecen entre las moléculas en una solución por
medio de sus puentes de Hidrógeno y las fuerzas de adhesión que esas moléculas establecen con la superficie
o el contenedor en el que se encuentran.
El agua tiene una tensión superficial elevada, esto hace que en los procesos biológicos, se utilicen
moléculas tipo detergente (anfifílicas) para modificarla. Los surfactantes pulmonares, por ejemplo, decrecen
el trabajo necesario para abrir los espacios alveolares que permiten el intercambio gaseoso eficiente, la
ausencia de estas substancias, ocasiona enfermedades severas y la muerte.
La tensión superficial disminuye con la presencia en el líquido de ciertos compuestos que reciben el
nombre genérico de tensoactivos (jabones, detergentes, etc.), que facilitan la mezcla y emulsión de grasas en
el medio acuoso; así, las sales biliares ejercen esta acción tensoactiva en el intestino delgado, facilitando la
emulsión de grasas y, con ello, la digestión.
Los surfactantes (fosfolípidos), son moléculas que reducen la tensión superficial, desestabilizando los
puentes de hidrogeno que ocurren en la estructura acuosa y, desestabilizando también la relación que hay
entre los puentes de hidrógeno y la interrelación con las superficies, en este caso, las superficies celulares. Por
ejemplo, las membranas alveolares se encuentran hidratadas, de no existir surfactantes pulmonares como la
fosfatidilcolina y la fosfatidilserina, la alta tensión superficial entre las moléculas de agua de esas membranas
podrían cohesionar y así, colapsarían los alveolos.
Una sustancia tensoactiva es a capaz de disminuir la tensión superficial de una manera muy eficiente
para evitar que muchas estructuras colapsen. Por ejemplo a nivel pulmonar, favorecen que al respirar sea
posible realizar el intercambio gaseoso de una manera eficiente. Muchas sustancias tensoactivas son
anfipáticas (una porción hidrófoba y otra hidrofílica). La elevada tensión superficial del agua determina una
elevada cohesión entre las moléculas de la superficie y facilita su función como lubricante de articulaciones.
El ejemplo típico que describe lo que es la tensión superficial es el del mosquito que se mantiene en la
superficie del agua sin hundirse, debido a que las fuerzas de cohesión entre las moléculas de agua
(representado por los múltiples puentes de hidrogeno) son más fuertes que las fuerzas de adhesión entre las
moléculas de agua y las patas del mosquito.
Disolvente universal.
Se considera así porque tiene la capacidad de poder contener en ella una gran variedad de solutos o
sustancias de diferente naturaleza. El agua es el solvente biológico ideal, disuelve gran cantidad de
constituyentes de los seres vivos, como iones, azúcares, aminoácidos, sustancias hidrofílicas. Sin embargo, no
disuelve sustancias como lípidos, sustancias hidrofóbicas, haciendo posible la existencia de sustancias
supramoleculares como membranas, y permitiendo numerosos procesos bioquímicos como el plegamiento de
las proteínas.
El agua es un disolvente dipolar, disolviendo fácilmente los compuestos que son cargados o polares, es
decir, compuestos hidrofílicos. Por el contrario, los disolventes apolares como el cloroformo son malos
disolventes de moléculas polares, pero disuelven fácilmente las biomoléculas apolares como los lípidos y ceras
1. Capacidad de disolución de moléculas hidrofílicas como iones:
La estructura dipolar del agua y su capacidad para formar enlaces de hidrógeno con átomos
electronegativos, le permiten disolver sustancias iónicas y polares. El agua disuelve las sales como el NaCl
mediante hidratación y estabilización de los iones, debilitando sus interacciones electrostáticas y
contrarrestando así su tendencia a asociarse en una red cristalina.
Un aspecto importante de las interacciones iónicas en solución acuosa es la hidratación de los iones.
Debido a que las moléculas de agua son polares, experimentan atracción hacia aquellos iones cargados como
el Na+ y el Cl-. Los caparazones de moléculas de agua, llamados esferas de solvatación o capas de
solvatación, se agrupan alrededor de los iones positivos y negativos. El tamaño de la esfera e solvatación
depende de la densidad de carga del ion. Cuando los iones se hidratan, se reduce la fuerza de atracción entre
ellos y la especie cargada se disuelve en el agua.
Cabe destacar que los iones de carga opuesta se separan porque las moléculas polares de agua los
atraen con mayor fuerza de la que estos se atraen entre sí. En el caso del NaCl, la esfera de solvatación del Na+
tiene cuatro veces el volumen que el de la capa de solvatación del Cl-, debido a la mayor densidad de carga del
ion sodio. Mediante su átomo electronegativo que es el oxígeno, interacciona con los cationes y, mediante sus
átomos electropositivos, que son los hidrógenos, interacciona con los aniones.
La constante dieléctrica señala la tendencia del disolvente a oponerse a la
interacción electrostática entre las cargas. La alta constante dieléctrica del agua es una
expresión de su polaridad y capacidad para formar capa de solvente (o de solvatación)
orientada alrededor de un ion y de este modo debilitar las interacciones
electrostáticas. El agua, que suele denominarse disolvente universal debido a la gran
variedad de sustancias iónicas y moléculas polares que puede disolver, posee una
constante dieléctrica muy elevada.
El agua, por tanto, es uno de los solventes más polares que existen, esto se debe a la presencia de un
átomo muy electronegativo, el Oxígeno, y dos muy poco electronegativos, los Hidrógenos en la molécula. La
consecuencia de ello, es que moléculas o partículas cargadas eléctricamente son fácilmente disociadas en
presencia de agua.
2. Disolvente de compuestos polares de naturaleza no iónica: Los compuestos orgánicos con grupos
funcionales ionizables como los ácidos carboxílicos COO-, las aminas protonadas NH3+, las cetonas,
glúcidos o grupos hidroxilo de los alcoholes, son solubles en agua por la misma razón y, principalmente
por la capacidad del solvente de formar puentes de hidrógeno. Al hablar de polaridad se habla de
compuestos que tienen una zona parcialmente negativa o parcialmente positiva, pero que no están
disociados como los iones.
3. Los gases apolares se disuelven mal en el agua: los gases biológicamente importantes como como en
CO2, O2, y N2 son apolares, pues en las moléculas diatómicas, los electrones están compartidos de
manera igual por ambos átomos. El movimiento de estas moléculas desde la fase gaseosa desordenada
a la fase acuosa disminuye su movimiento, habiendo un descenso en su entropía.
En consecuencia estos gases son muy poco solubles en agua. Por tal motivo, el organismo contiene
proteínas transportadoras hidrosolubles como la Hemoglobina, que permite transportar oxigeno en el
medio acuoso que constituye el plasma. El CO2, se transporta en forma de ácido carbónico. Otros gases
como NH3 o H2S son polares por lo que se disuelven fácilmente en agua. Por ejemplo, cuando el hígado
no puede producir urea a partir de amonio, este al ser soluble, se acumula en las células, perturbando el
ciclo de Krebs robando sus metabolitos, siendo altamente tóxico.

*las flechas representan dipolos eléctricos, existe una carga negativa parcial en la punta de la flecha y una carga parcial
positiva en la cola.
*nótese que las moléculas polares se disuelven mucho mejor incluso a bajas temperaturas que las moléculas no polares a
temperaturas relativamente altas.

*entre los gases no polares el más soluble en agua es el CO2, con una solubilidad 53 veces mayor que la del nitrógeno y 27-
30 veces mayor que la solubilidad del oxígeno.
1. Solubilidad de compuestos anfipáticos: los compuestos anfipáticos son aquellos que contienen dos regiones,
una región polar (cargada) y una región apolar. Esta propiedad afecta de forma significativa su
comportamiento en el agua. Cuando se mezclan compuestos anfipáticos con agua, las dos regiones del
soluto experimentan tendencias opuestas: la región hidrofílica, polar o cargada interacciona
favorablemente con el solvente y tiende a disolverse, pero la región hidrofóbico o apolar presenta
tendencia opuesta, pues evita el contacto con el agua.

Las regiones hidrófobas se agrupan en conglomerados, pues las moléculas de agua forman una ‘jaula’
organizada, para minimizar la exposición a la sustancia hidrófoba y empujar este grupo no polar contra sí
mismo. La fuerza impulsora de la formación de esa jaula y la exclusión de la sustancia hidrófoba es la fuerte
tendencia de las moléculas de agua a formar enlaces de hidrógeno entre sí, por lo que las fuerzas de
cohesión entre las moléculas de agua de agua, son mucho mayores que las fuerzas de adhesión a la poción
no polar. Las moléculas apolares son excluidas porque no pueden formar puentes de hidrógeno. Por lo
tanto, estas interacciones hidrófobas que mantienen juntas las regiones apolares son consecuencia de las
propiedades del solvente (agua) que resultan en un ordenamiento de las moléculas de agua alrededor de la
porción hidrófoba del soluto, no de ninguna atracción intrínseca entre las moléculas no polares que se
asocian, pues la única interacción o razón o por la que se asocian es que son hidrofóbicas.

Por ejemplo, los ácidos grasos ionizados son moléculas anfipáticas debido a que contienen grupos
carboxilato hidrófilos y grupos hidrocarbonados hidrófobos. Cuando se mezclan con el agua, su
solubilización lleva consigo la formación de bicapas, monocapas (formadas por los surfactantes
pulmonares) y micelas, con grupos apolares o hidrófobos en su interior y los grupos polares o hidrófilos
orientados hacia el exterior para contactar con el agua. Existen lipoproteínas que permiten el transporte de
lípidos en medios hidrofílicos como el plasma. Esas lipoproteínas son estructuras supramoleculares de tipo
micelar, en la que se encuentra una estructura polar protegiendo un centro hidrofóbico por ejemplo de
colesterol. Las proteínas forman una estructura de protección para los lípidos y también una porción de
reconocimiento para que puedan ser capadas a nivel hepático o periférico.

Las moléculas de agua muy En el agrupamiento de moléculas


ordenadas forman jaulas alrededor lipídicas, solo las moléculas de lípidos
de las porciones hidrófobas. Cada de los extremos obligan el
molécula de lípido obliga las ordenamiento de agua. Hay menos
moléculas de agua circundantes a moléculas de agua ordenadas con lo
ordenarse. que aumenta la entropía

En las micelas todos los grupos hidrofóbicos están secuestrados


lejos del agua y, por tanto, no existe una capa ordenada de
moléculas de agua con lo que aumenta la entropía.
La tendencia de las biomoléculas anfipáticas a reagruparse de forma espontánea es una característica
importante de numerosos componentes celulares. Por ejemplo, el grupo de moléculas de fosfolipidos
formadores de bicapas es la característica estructural básica de las membranas biológicas o, también, estas
interacciones hidrófobas son fundamentales en el proceso de plegamiento proteico.
Esta y las anteriores propiedades determinan que al agua sea considerado como el disolvente
universal, permitiendo la realización de procesos de transporte, nutrición osmosis, etc., cuya ausencia haría
imposible el desarrollo de la vida. Por ejemplo, existen lipoproteínas que permiten el transporte de lípidos en
medios hidrofílicos como el plasma

Tensión superficial: osmosis y fenómeno de capilaridad.

2. Ósmosis: se refiere al pasaje de agua de manera espontánea de moléculas de agua a través de una
membrana semipermeable, desde un compartimiento donde hay menor concentración de soluto (o
mayor concentración de agua), hacia otro donde la concentración de soluto es mayor (o menor
concentración de agua). La membrana tiene poros permeables al solvente, pero no al soluto. Para que
la osmosis se detenga, ambos compartimiento deben tener la misma concentración de soluto. El flujo
neto de solvente ocurre con la intención de equilibrar la concentración de soluto o de partículas
osmóticamente activas (solutos que tienen la capacidad de atraer agua su compartimiento, formando
mayor numero de capas de solvatación). El paso de agua entre dos compartimientos biológicos es un
proceso que se produce entre límites muy estrechos, por lo que la célula no puede soportar cambios
muy drásticos.
3. Presión osmótica: es la presión que se requiere para para detener el flujo neto de agua a través de una
membrana semipermeable; fuerza necesaria para evitar la osmosis. Es decir si se ejerce una fuerza en
un compartimiento para evitar que el agua fluya del compartimiento A al compartimiento B, se va a
detener el fenómeno de ósmosis. En nuestro organismo existe una gran cantidad de sustancias y
fuerzas necesarias para detener el fenómeno de osmosis.
La presión osmótica depende de la concentración de soluto. La concentración de una solución puede
expresarse en términos de osmolaridad, cuya unidad es osmoles/litro.

La presión osmótica crea algunos problemas para los seres vivos. En general, las células contienen
concentraciones bastante elevadas de soluto. Por consiguiente las células pueden ganar o perder agua debido
a la concentración de soluto de su ambiente. De esto dicho, debe explicarse el significado de soluciones
isotónicas, hipotónicas e hipertónicas:

1. Solución isotónica: es aquella en la que la concentración de soluto y agua es la misma a ambos de la


membrana plasmática con permeabilidad selectiva. No significa que tenga las mismas cantidades de los
mismos solutos, sino que las concentraciones de partículas osmóticamente activas sean las mismas. Si
una célula es colocada en este tipo de solución, no hay flujo neto de agua en ninguna dirección de la
membrana, pues la misma cantidad que ingresa, sale de la misma.

2. Solución hipotónica: presenta una concentración menor de soluto con respecto a la célula. Si una célula
se coloca en esta, el agua se mueve hacia dentro de la célula, pues su tendencia es a desplazarse hacia
el compartimiento con mayor concentración de soluto. Por ejemplo en el caso de un eritrocito, estos
se hinchan y se rompen en un proceso llamado hemólisis cuando se sumergen en agua pura. En el caso
de cualquier otra célula, se le llama turgencia.

3. Soluciones hipertónicas: aquellas con concentraciones de soluto mayores. Las células que se
encuentren en estas soluciones se encogen, debido a que existe un movimiento neto de agua hacia
afuera de la célula. En el caso de un eritrocito, dicho encogimiento se denomina crenación. Si se trata
de otro tipo celular se conoce como plasmólisis.

Para mantener los volúmenes de los compartimientos constantes ocurre un equilibrio dinámico, un
constate intercambio de agua cuando las concentraciones de soluto se igualan. Esto ocurre porque la presión
osmótica o la osmolaridad o la osmosis son equivalentes en ambos compartimientos.

Cuando este equilibrio varia, es decir, cuando hay una concentración de solutos mayor en algún
compartimiento, va a ocurrir una pérdida neta del compartimiento del que está saliendo agua, provocando,
valga la redundancia, la pérdida de agua. Y si el agua está entrando al espacio intracelular, la célula solo puede
soportar un cambio de volumen pequeño dependiendo de su estructura, de la capacidad de su citoesqueleto.

Es importante recordar el término osmolaridad, también podemos hablar de osmolalidad, que sería lo correcto; pero
como nos referimos al agua que tiene una densidad igual a 1, es indiferente cualquiera de los dos términos.
Osmolaridad entonces es una medida de concentración que indica la cantidad de osmoles en litros de solución y
osmolalidad es lo mismo en kg de agua que, en este caso, por la densidad del agua, es igual.

En el caso de la osmolaridad el plasma sanguíneo que es de 290-300 miliosmoles/litro, depende


principalmente de la concentración de sodio, potasio, glucosa y de nitrógeno ureico (urea). El líquido
extracelular debería tener la misma osmolaridad, si es diferente se hablaría de solución hipertónica o
hipotónica. Esto debe tenerse en cuenta a la hora de aplicar algún medicamento por vía intravenosa, pues
debe estar preparado en una solución isotónica con respecto al plasma y, al ser isotónica con respecto al
plasma, lo será también con el medio extracelular. Un ejemplo es una solución de NaCl al 0,9 %, que da
una osmolaridad de 300 miliosmoles / L, o una solución de glucosa al 5 %.
La osmolaridad del plasma se determina con la formula enseñada en el tema anterior, pero esa fórmula
no aplica para determinar la osmolaridad de la orina, pues las concentraciones de sodio y potasio y otros
solutos son variables. La orina cambia su osmolaridad con la final de mantener constantes las concentraciones
en espacios intracelulares y extracelulares.
Suponiendo que esta es una representación del sistema
circulatorio con las fases de cada arteria y con los niveles
de presión hidrostática en cada fase. Aquí se hace
referencia al compartimiento intravascular o plasmático,
compuesto por proteínas (principalmente albúmina, mayor
responsable de la presión oncótica por sus capas de
solvatación), células en suspensión, lípidos, glúcidos, etc.
Siendo la mayoría osmóticamente activos.
El gráfico muestra también las diferentes presiones que se
manejan en mmHg.
La presión arterial es la que impulsa el movimiento sanguíneo, ejerce una presión hidrostática que
también hace que el líquido que está contenido en la luz de los vasos arteriales tienda a moverse y a intentar
salir de ese compartimiento vascular. Por ejemplo lo que ocurre en las casas al abrir la llave, sale agua porque
hay una presión sobre el tubo principal y el agua contenida en ese tubo, intentara salir por cualquier tubo
secundario.
La presión hidrostática cae dramáticamente hasta ser bastante baja a nivel del inicio venoso, es decir
que durante el recorrido por el torrente sanguíneo, la sangre es movida por una presión ejercida desde el
corazón, que está representada por la presión arterial, que ejerce una presión hidrostática que impulsa a la
sangre a salir del compartimiento plasmático, este impulso es detenido por la presión osmótica u oncótica
(oncótica para referirnos a la ejercida por las proteínas en solución en el plasma, según el Dr.). Durante todo el
trayecto del vaso esa presión oncótica es constante, en la región del capilar más cercana a la arteria, habrá
cierto desprendimiento de líquido hacia el EC, porque la presión hidrostática es mayor, pero esa salida se
recupera gracias a que una vez que comienza la vía por la parte venosa la presión oncótica ejercida por las
partículas osmóticamente activas es mayor que la presión hidrostática y, al ser mayor, el líquido que se ha
podido extravasar hacia el EC es retomado en la porción venosa. De esta manera se mantiene constante la
distribución de los líquidos corporales.
Al referirse a presión oncótica, entonces se habla de la presión ejercida principalmente por las proteínas
plasmáticas, predominantemente, por la albúmina que es capaz de formar capas de solvatación que atraen
agua activamente hacia el plasma.
1. Fenómeno de Capilaridad: se define como el ascenso o descenso en un tubo de pequeño diámetro o una
superficie porosa, debido a la acción de la tensión superficial del líquido sobre la superficie del sólido. Esto
está determinado por las fuerzas de cohesión y las fuerzas de adhesión. Estas son las fuerzas que se
estableces de relación o interrelación de ese líquido y el compartimiento que lo contiene. Si la fuerza de
adhesión es mayor que la fuerza de cohesión, el líquido se va a extender en todo el compartimiento del
tubo capilar. En una solución en la que la interacción entre las moléculas del tubo capilar sea importante
con las moléculas de agua, esa agua va a interaccionar con ese tubo capilar aumentando las fuerzas de
adhesión y, ello conlleva a que el agua sea capaz de escalar las superficies de ese compartimiento,
aumentando su volumen.
Por lo tanto, la capilaridad se refiere al avance del solvente en el recipiente que le contiene. En el caso
de las superficies celulares, se ve en el endotelio vascular porque este tiene cargas y permite una interacción
con la solución acuosa que, en este caso es la sangre y permite su avance.

Casos Clínicos.

1. Un edema resulta de la perdida de proteínas: una niña de 8 años, es referida al nefrólogo después de
haberse notado que tiene la cara hinchada, edematizada, con los tobillos igual de edematizados
durante un periodo de dos semanas, un prueba de orina, llamada de Dipstick, que se encarga de
detectar proteínas en este líquido, presenta una alta cantidad (++++) –representada por la cantidad de
cruces- lo que no es normal, explicándose como un aumento de la filtración glomerular por lo cual ha
sido capaz de permear proteínas, lo que no debería ocurrir en condiciones normales.
Luego se evaluó la cantidad de proteínas en 24 horas de la orina (evaluación de 24 horas para observar
cuanta orina se es capaz de filtrar a nivel renal), donde se detectó aprox. 7 gramos de proteínas en 24 horas, si
abemos que el valor de referencia para esa prueba es de menos de 0,15 gramos por día, quiere decir que está
filtrando mayor cantidad de lo normal. La proteína que estaría perdiendo en mayor cantidad es la albumina, es
decir que por lo tanto, va a tener una disminución de proteínas a nivel plasmático, lo que disminuye la presión
oncótica y permite que la presión hidrostática descompensada ocasione un aumento de la salida de líquido al
espacio intersticial y por lo tanto se producen los edemas.
Comentario: luego se le practicó una biopsia renal y se observó una enfermedad renal de recambio
mínimo. La causa de la proteinuria fue el daño de la barrera de filtración renal con la consecuente pérdida de
proteínas a nivel urinario que disminuye la presión oncótica en el plasma y que se retenga agua en el medio
intersticial, esto conduce al edema. La condición fue revertida con tratamiento con el uso de glucocorticoides.
¿Qué tipo de patología puede causar edema y proteinuria en una niña de 8 años? ¿Por qué funcionó el
tratamiento con glucocorticoides? ¿Cómo sería la osmolaridad plasmática de esta paciente?
2. Pérdida del consumo de fluidos produce deshidratación: un paciente de 80 años que ha sido admitido
en el hospital después de yacer de por un largo tiempo en el piso de su casa luego de padecer un ICTUS
o ACV cerebral. Tuvo pérdida de conciencia y no sabe cuánto tiempo paso en el piso. Tiene la boca
seca, taquicardia, hipotensión. Es importante saber que ha tenido un bajo nivel de consumo de agua,
no tiene una buena cantidad de nutrientes ni intercambio de líquidos. Por el balance hídrico, sabemos
que si hay poca entrada de líquido, no se podrá recuperar la cantidad de agua perdida en el día.
Las muestras de suero revelaron que tenía una concentración molar de sodio de 150 milimoles/L, potasio
5.2 mmol/L, bicarbonato 35 mmol/L, creatinina 110 μmol/L (1.13 mg/dL), y urea 19 mmol/L (90.3 mg/dL).
Los valores de referencia son: sodio: 135-145 mmol/L; potasio: 3.5-5.0 mmol/L; bicarbonao: 20-25
mmol/L; creatinina: 20-80 μmol/L (0.28-0.90 mg/dL); urea: 2.5-6.5 mmol/L (16.2-39 mg/dL)
La comparación refleja que los valores están más altos de lo normal. En el caso de los electrolitos, los
cambios sutiles son peligrosos porque pueden afectar la conductividad nerviosa.
Comentario: Este paciente presenta deshidratación, indicada por los altos valores de sodio y urea. Se
trató con líquido intravenoso predominantemente en forma de dextrosa al 5% para reemplazar el déficit
hídrico. Se descarta insuficiencia renal porque no hay una creatinina tan aumentada.

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