Alegorías - Resumen 1
Alegorías - Resumen 1
Alegorías - Resumen 1
Extracto: Las cosas mú tiples son vistas, las Ideas son pensadas. Lo que es el sol
en el á mbito visible respecto a la vista y de lo que se ve, es la Idea del Bien en el
á mbito inteligible (noetos tó pos) respecto del intelecto (noû s) y de lo que se
intelige, o sea, de las Ideas. Así como el sol aporta a las cosas visibles la
propiedad de ser vistas también su vida, así la Idea del Bien confiere a las Ideas
el poder de ser conocidas pero ademá s el existir (tò einai) y la esencia (ousía),
aunque ella misma no sea esencia sino que esté má s allá de la esencia.
En la alegoría del sol, Só crates comienza por explicar que hablar o referirse al Bien en
sí es una tarea para la cual no cree estar a la altura, ya que resulta imposible para el
conocimiento proposicional debido a que trasciende la experiencia ordinaria. En su
lugar Só crates hablará del hijo1 del Bien, esto es, el sol.
Al comienzo de la alegoría, Só crates hace referencia a la relació n del lenguaje con este
status ontoló gico de la T.d.F. Dice que es mediante el lenguaje que nos referimos o
podemos distinguir muchas cosas buenas o bellas o justas, etc. Mientras que respecto
de las Formas solo podemos referirnos a ellas con el término “lo que es.” Esta manera
de designar a las Formas nos da la pauta de que es en el plano inteligible y no en el
sensible donde se encuentra lo real.
Luego agrega que las cosas del á mbito sensible se ven pero no se piensan, mientras
que las Formas se piensan pero no se ven. Esta apelació n a la capacidad de ver o no un
objeto u otro lo lleva considerar las particularidades del sentido de la vista y su
relació n con la T.d.F. De entre todos los sentidos, Só crates dice que el sentido de la
vista es el má s perfecto, porque a diferencia de los demá s entre éste y su objeto existe
un vínculo muy especial que no está presente en los demá s sentidos.2 En 508a se lee:
“el sentido de la vista y la capacidad de ser visto se hallan unidos de forma nada
1
Hijo tiene aquí una fuerte connotación de aquello que es engendrado.
2
Este vínculo reaparece en la alegoría de la caverna en relación a la educación, especialmente en el
prisionero que es obligado a salir de la caverna.
desdeñ able por un vínculo má s valioso que las ligazones de los demá s sentidos, si es
que la luz no es nada despreciable.”
Para ver, los ojos necesitan luz, de lo contrario todo cuanto existe resultaría invisible
ante ellos. La luz es un regalo divino3, ya que es provista por el sol4.
3
Piensen también en el mito de Prometeo que le roba el fuego para dárselo a los humanos.
4
Los astros para Platón poseían el status de divinos.
5
Estos números y letras se ubican en el margen del texto y remiten a las mismas secciones del texto en el
original griego.
Alegoría de la línea.
La alegoría de la línea muestra el correlato gnoseoló gico de cada uno de los aspectos
captables.
Extracto: Dividida una línea en dos secciones desiguales, y cada una de ellas en
otras dos, tendremos la secció n visible, una subsecció n de imá genes (sombras,
reflejos) y otra de la cual en la primera hay imá genes (seres vivos, artefactos). A
su vez la primera subsecció n de la parte inteligible, el alma se sirve de
supuestos (hypothéseis), sin marchar hasta un principio (arché) sino hacia la
conclusió n. En la otra subsecció n parte de supuestos, pero avanza por medio de
Ideas hasta llegar al principio no supuesto (anypó thetos arché). La secció n
visible se conoce mediante la opinió n y, dentro de ella, la subsecció n de
imá genes por la conjetura (eikasia) y la otra por la creencia (pístis); la secció n
inteligible es conocida mediante la inteligencia (noû s): dentro de ella la
subsecció n inferior mediante el pensamiento discursivo (dianoía), la superior
por el intelecto (noû s).
Así como en la T.d.F, la línea divide al espectro de lo cognoscible en dos partes pero
deiguales. La parte má s grande corresponde al á mbito de la epísteme (ciencia), el cual
se corresponde con el á mbito inteligible de la T.d.F. Mientras que la parte má s
pequeñ a, el á mbito de la doxa (opinió n) remite al á mbito sensible de la T.d.F.
6
511a.
Alegoría de la caverna.
A continuació n se expone solo algunos puntos de la primera parte de la alegoría, cuya
lectura es obligatoria, estará sujeta a evaluació n y continuaremos la pró xima clase,
que pudiera requerir alguna aclaració n. Ademá s de estas aclaraciones se indica las
notas al pie, presentes en el texto que se sugiere sean leídas para poder aprovechar
má s la lectura.