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CASO NICOLINO
EXPONE: Prof. María Elva Díaz
INTERLOCUTOR: Psicoanalista Manuel Zlotnik - Docente invitado del INSTITUTO OSCAR
MASOTTA - Delegación Rio Gallegos
CAMPUS – VIERNES 10 DE AGOSTO DE 2012
De su historia, dice la mamá “Somos él y yo”, “Somos nosotros dos”, “Yo tuve que ir aprendiendo con
él”.
“El padre se fue cuando él tenía dos años aproximadamente, él tiene otros hijos y a él lo ve cada tanto,
cada seis meses más o menos, aunque ahora casi no lo ve, creo que una vez en el año pasado, lo hace
llorar, le dice maricón y a veces N no quiere ir. No va a ningún lado que le pida, o sea el nene fue a Psc,
a psp, le avisé pero no quiere ir”
“”Cuando quedé sola, antes de eso, mi mamá me ayudó a cuidar a mi hijo, pero después lo dejó muy en
claro que es mi hijo y que me ocupe de él. Después alquilé, me fui a vivir sola con él, pero ahora estoy
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otra vez en la casa de mi mamá, por lo económico, es en el fondo, pero a veces lo tiene que cuidar
cuando trabajo “
En otro pasaje de la entrevista dice: “Ahora está más claro para Nicolino, antes era un lío, el nene no
sabía quien era su madre, si yo era una tía, su madre o su hermana” pregunto: “antes de qué?”, -
“Cuando era más chico”.
También refiere que ellos siempre están solos, “está todo bien entre nosotros. Yo lo mimo, lo baño, lo
seco, lo dejo que lleve juguetitos mientras se baña, lleva autitos, pistolas. Lo seco, también le saco o le
pongo la ropa, las zapatillas…Yo igual me baño con él, pocas veces después de él, pero estamos él y
yo, así que no hay drama, no tenemos problemas, no pasa nada, todo bien…”
Psp: A qué se refiere cuando dice que no tienen problemas?
A eso, de verlo o vernos desnudos. Sí, en eso no hay problemas, de que lo vea yo desnudo a él o él que
me vea desnuda a mí…sí, andamos así, todo es así…”
Iba a preguntarle por “Todo es así”, pero me interrumpe y dice:
M: Todo el tiempo, si nos acostamos a ver la tele, no hay drama, podemos quedarnos desnudos, cuando
comemos, si es a la noche, yo me pongo en ropa interior, también él puede estar como quiera, sin ropa,
o sólo con calzoncillitos…”
La Madre de Nicolino no recuerda nada de las primeras adquisiciones del niño, (Alimentación,
marcha, etc). Del lenguaje no sabe cuándo empezó a hablar, cree que como todos los chicos y me
pregunta a qué edad empiezan a hablar. (Desestimo responder esta pregunta) en cambio le menciono
el hecho de que el niño debe ir a una fonoaudióloga.
M: “Sí, es que no se le entiende nada, las maestras dicen que es imposible entenderle algo, no
pronuncia bien la mayoría de las palabras, no pronuncia la “R”, o sea falta la R…
Psp: Y antes de que Nicolino empiece a ir a la escuela, Usted había notado algo, que no pronunciaba
bien…?
M: (Mueve la cabeza repetidas veces, indicando un no rotundo) “Yo no me daba cuenta de nada, yo le
entendía todo, todo, pero cero darme cuenta. Solamente cuando me empiezan a decir esto en la escuela,
empecé a prestarle atención,..Y sí, (reconoce), no entiende bien lo que habla, otro no puede entender…”
También, la madre de N refiere que ella era inmadura cuando tuvo a su hijo, “Si yo hubiera sido más
madura, él no tendría estos problemas, habría crecido bien”.
(Sugiero privacidad en estas rutinas)
Con Nicolino:
Nicolino entra al consultorio y se muestra tranquilo y confiado, se sienta y empieza con un juego que
hace con una botellita de agua mineral que trajo. La botella está tapada y hace la mímica de tomar el
agua y luego la escupe como salpicando toda el agua, es como un soplido fuerte, como si lanzara el
agua con fuerza.
Psp: ¿Qué estás haciendo?
N: Tiro el agua sucia, el agua está sucia.
Psp: ¿Por qué?, ¿cómo se ensució?
N: En la botella está limpia, la que viene de ti, así, está limpia (Hace un movimiento de que el agua sale
de mí, y entra a la botella). Luego se ensucia, está turbia, por eso la escupo. Cuando la tengo en mi boca
se ensucia (Y continúa haciendo este juego un largo rato, hasta que me dice: “Ahora sí, podemos hacer
otra cosa”, propone dibujar.
Dibuja una casa, le digo que me cuente qué dibujó y propongo escribir lo que me cuenta. Me “dicta”
una historia de una casa donde “viven gente”, un perrito se disfraza de fantasma, es Hallowen, y hay un
fantasma en la casa, un fantasma que vive con ellos. El perrito va a cazar muchos monstruos y
fantasmas y vampiros, la gente entró a la casa y al fantasma le estalló el ojo. En la casa hay una caja en
la que hay una princesa que murió y la pusieron en un cajón pero después se convirtió en vampiro.
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Toda la historia transcurre entre vampiros y fantasmas. El fantasma sacó a la princesa, a quien antes le
gustaba la sangre y la iba a salvar su abuela.
Luego dice que va a jugar, saca autos y soldados y dice:
• Acá van los que están enfermos o lastimados (Una carpa médica, con cruz roja). (toma
soldaditos, los coloca en el piso y hace ruiditos de ametralladora, y coloca un vallado o cerco y coloca
dentro unos soldaditos.
En la segunda sesión N trajo juguetes (dos soldaditos y un helicóptero). Me dice que va a jugar y saca
todos los juguetes y hace un inventario de todo lo que hay.
Coloca los animales por un lado, soldados, autos, árboles por otro. Dice que los soldados van a proteger
a los animales, a quienes pone de frente y dice que están hablando. Luego encierra todos los juguetes en
el cerco que armó, sólo quedan por fuera algunos soldados que van en los vehículos , van y vienen
disparan las armas (ruidos de ametralladoras con la boca) chocan, vuelcan, gritan que son los zombis,
los transformer, ataca a los que están en el cerco y de éstos dice que tienen visiones, pregunto de qué y
no contesta, sigue atacando, vuelca, insulta. Repentinamente pide ir al baño, y al regresar abandona este
juego para revisar otros juguetes. (De médico, de peluquería, donde me coloca un anillo, me peina y
coloca una peinetita, pasa el secador de pelo y me “saca” una foto pidiéndome que diga “queso” a la
hora de la foto.
Luego, tomamos el té, cuando yo tomo el té me dice que me tengo que desmayar, quedarme como
dormida porque a mi té le puso un veneno y al de él no. Me “desmayo”, él sigue jugando con unos
soldaditos, después vuelve a servir té y me dice “ponete como dormida”, me da el té en la boca y dice
que con eso me despierta.
De ahí en más N trae de su casa, a todas las sesiones, armas de juguetes, ametralladoras, espadas,
revólveres, etc. Y el juego principal es la lucha contra los malos, ametralladoras, disparos, gritos,
persecuciones todo el tiempo, tan pronto hay fantasmas, zombis, como bichos, vampiros y toda clases
de seres horribles, a los que les estallan los ojos, le vuela la sangre, etc. Casi siempre, luego de estos
juegos pide ir al baño, y en general toma otros juguetes para postular algún otro juego.
Con la cocinita, coloca comidas en el horno, todo el tiempo exclama “Ay, quema, ay, quema!, y
“ayuda, necesito ayuda “.
También toma utensilios de limpieza, barre, pasa un cepillo, limpia cada vez con más fuerza y energía.
Para de repente y dice “Estos se están besando” colocando la escobita y la palita como acostados y
mirándose de frente y repite que se dan besos. Pregunto por qué? Y dice “Se dan besos, es la mujer y el
macho”
Durante las interminables luchas entre buenos y malos, juega solo, prácticamente mi parte es estar con
él, seguirlo, pero es él quien pelea, aunque debo tener armas, en general finaliza abruptamente.
Nicolino no tolera que lo interrumpa con preguntas, ni que invente alguna situación en el juego.
No obstante, le proponía que fuera diciendo con quienes peleaba hoy, que diga sus nombres, donde
están, etc. También intentaba llevarlo al plano, propuse dibujar las armas, construir otras armas con
bloques, en ocasiones introducía alguna situación nueva en su juego y no lo aceptaba, por ejemplo, en
esas luchas terribles, yo era la doctora que curaba a todos los heridos representado por una vaquita.
Tenía que permanecer en la carpa de los médicos, y curaba a los soldados heridos que él traía, para
luego ponerlos de inmediato a pelear otra vez. En una oportunidad le digo “Mire, los soldados
necesitan reposo, porque están con muchas heridas, no pueden volver ya mismo a pelear, necesitan
curarse más “. Responde: “Ah…sí?, bueno, está despedida o siga curando a todos los que yo traiga
acá”.
Siempre que cae herido, voy y lo curo, en ocasiones me pide comida, entonces lo alimento, pero
siempre debe volver a la lucha contra los malos que lo vienen a llevar, yo lo “cubro”, dice “Me buscan
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a mí”, “No se vencen nunca”, -“¿Qué hacemos entonces?” , “Lo tomamos prisioneros” y derrota a
algunos, los lleva de los cabellos a la prisión, y dice que les da “patadas en las bolas”. A veces me da a
tomar veneno, otras veces lo tomó él, le doy antídotos y continúa la pelea. Nicolino contesta pocas
veces mis preguntas, más bien me va diciendo qué hacer ante algunas situaciones.
Psp: Pero por qué te persiguen los malos? Cuando alguien persigue a otro es porque algo no les gustó o
les enojó!...
N: Porque maté a su mujer.
Psp: Y por qué la mataste?
N: Porque quería verme y la maté.
Psp: Cómo fue?
(No respondió sobre esto y sigue peleando), me inyecta un veneno, tengo que desmayarme y decir qué
me está pasando. Dice que es chico ninja y que tiene el pelo largo.
Psp: (recostada sobre el escritorio) “Oh, me dio un veneno, estoy muriendo como la mujer del malo que
lo persigue.
N: Yo soy chico ninja, con pelo corto ahora, ya crecí y tengo pelo corto.
En algunas sesiones, dibuja, siempre es él y su mamá, más adelante incluirá a su perrito, o a su abuela.
En uno de los dibujos dice “Esta es una sombra, soy yo, y una sombra como cuando hace la sombra del
sol”.
Un día le dije que me resultaban aburridas esas peleas con los malos, y agrego:
“ Qué te parece si hacemos un muro como en los castillos?, para defendernos, y para poder hacer otras
cosas mientras no nos atacan los malos.
N: Leemos historias
Psp: (sentándonos detrás del muro) Cual te gusta?, elegí la que quieras.
N: Ésta, leé el cap 1, yo no sé esas letras. (Es un cuento sobre un amigo invisible) Leo, después sigue
disparando contra los malos, cae herido, lo curo, pide y le doy comida.
Con Nicolino siempre debo insistir para finalizar la sesión, sigue jugando, disparando armas, como
que no escucha. Le digo que guardamos todo, que dejamos de jugar. Una vez se enojó y me pegó en la
cola con la mano diciéndome “cállate, cállate!”
Psp: Ahora dejamos acá, ya es la hora. Siempre querés seguir cuando te digo que ya es la hora…
N: Shhhhhhhhhhh! Shhhhhhhhhhh! Shhhhhhhhhhhhhhh!!! (Alterado) “vos, vos, vos, vos, vos ¡!!!”
Psp: Está bién, hoy dejamos acá. Y acá no nos tocamos como lo hiciste vos. Ni vos a mí, ni yo a vos,
estamos? Dejamos acá.
N: (Más calmado) Está bien.
A partir de este momento N atiende la hora, pregunta cuánto tiempo nos queda. Y respeta siempre el
tiempo pautado.
Respecto del juego, continúa con el mismo, le pido que dibujemos las caras de los malos y la cara de
los malos, a veces usamos el cerquito para mantenerlos “a raya”. Dibujé el contorno de su cuerpo sobre
un papel afiche, él dibujó el rostro. Dibujamos las armas, dibujamos alimentos para los soldados, para
los animales, las expresiones de cada uno.
Luego de de las vacaciones de invierno, en las consabidas luchas dice que un fantasma se le metió al
cuerpo, cae herido, lo ayudo, se agarra de mi cuello y lo llevo a otro lugar donde lo curo y le arranco el
fantasma, digo: “Fuera fantasma del cuerpo de N…!”
N: “Yo no tengo cuerpo porque soy fantasma”
Psp: Parece que no salió este fantasma.. . (Con más fuerza) ahí lo saqué!!!
N: (Continúa luchando) También está mi amigo Nicol.
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• En este juego tengo una espada y un escudo, él también, y debemos pelear ambos. Ataco con la
espada y él no contraataca, se queda paralizado, como desarmado, no atina a nada. Entonces para y me
hace como que me corta el brazo que uso para sostener la espada y me dice “sólo Tenés el escudo para
pelear”
• Peleo sólo con el escudo, atajo todos sus ataques y avanzo hacia él, y ocurre lo mismo, se queda
quieto, no avanza en su ataque. También para el juego, me saca el escudo y me dice “Ya estás muerta,
te Tenés que quedar quieta y muerta.
• Me tiro al piso como muerta. Me pasa la espada por las piernas y dice que tengo que estar con
los ojos cerrados
• N: Te voy a cortar las piernas y voy a hacer un asado con tus piernas.
• Se va, hace el fuego y hace el asado, viene hacia mí y me dice “Te puse otras piernas nuevas”
vení a comer asado.
• Psp: Si es de mis piernas no me gusta.
• N: Pero te puse otras piernas, son mejores que estas.
• Psp: Es que no como carne humana…
• N: Yo nací humano…
• Psp: Sí, sos humano, yo veo eso
A la sesión siguiente me cuenta una trama que, aclara, no es un juego, sino una historia, no quiere que la escriba.
Relata una historia de peleas entre buenos y malos, donde “los maté a todos porque los pude encontrar, ellos no
sabían que yo sé espiar, espié bien y los encontré y los maté”. También me dice que no le cuente a su mamá la
historia.
Luego del relato me indica que juguemos, ambos tenemos armas, hablamos despacio a pedido de N. Buscamos a
los malos y no hay ninguno, hasta que aparece alguien:
N: No es malo, es bueno, es raro, dice que es de otro país “Utalia”, tiene los ojos blancos y tiene el pantalón
manchado
(Lo tenemos que acompañar a su país, llevarlo y decirles a sus padres, a sus hermanos, que lo cuiden para que no
sea malo cuando sea grande)
En el trayecto hay policías, guardias a quienes mata. En un momento me dice: “Caminá sola, hacé como una mujer
que pasa por ahí”, él se esconde detrás de mí y a medida que pasa los mata.
N: A los policías les gustan las mujeres, y cuando pasás te miran y ahí aprovecho y los mato, porque están
distraídos.
(Me vuelve a decir que no le diga a su mamá que jugamos a matar malos)
Psp: Vos crées que le cuento a tu mamá a lo que jugamos?
N: Pero no le tenés que contar
Psp: Yo no le cuento nada a tu mamá.
N: ¿No? (sorprendido)
Psp: No, no le cuento nada de lo que hacés acá, o sea de los dibujos, ni lo que jugamos.
Vuelve al juego, sale y mata a todos a su paso, cae y me dice que yo me iba con su amigo Nicol y no lo ví cuando
cayó herido, y que su corazón no se escucha.
Psp: Paremos Nicol, no está con nosotros Nicolino, volvamos a buscarlo (lo busco y lo “resucito”)
Este juego se repite tres veces, le gusta mucho la parte de la resucitación. ( u otras acciones donde es curado y
también me resucita a mí)
En la sesión siguiente dice que hoy se trata de espías y misterios y que hay que buscar el “yamante” (diamante) de
forma de corazón. Suena el teléfono, atiende, cuenta del 1 al 10 y dice que es el número del jefe y que nos mandó a
buscarlo. Es un misterio porque lo escondió un ninja.
Escribilo.
(Escribo: espías y misterios, buscar el diamante)
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N: NO!, no!, no escribas así, …Así (indicando que dibuje). Hacé un corazón, el yamante tiene forma de corazón,
hacele ojos y boca.
Psp: (dibujo un corazón), Bueno, a ver, hacele vos lo demás, para que sea como vos sabés que es..
N: Dibuja ojos y boca)
Psp. Podemos esconder el diamante y después lo buscamos.
N: Dice que sí, (noto que acepta las sugerencias de buen grado).
Por primera vez se acerca a una ventana, está abierta y por detrás hay un armario oscuro, produciendo un efecto de
espejo. N se mira ahí y me mira por el espejo, se da vuelta y me mira otra vez. Dice que yo esconda el corazón,
que él no verá donde lo pongo. Lo escondo y jugamos a buscarlo, hay peleas y resulta herido.
Después le empieza a fallar el corazón. Me dice que tengo que sacarle el corazón, arreglarlo y ponérselo de
vuelta.
Psp: Podría buscar y traer el corazón de diamante…
N: No, ese es de cristal, sacale el corazón a mi jefe, está ahí, lo golpeás y le sacás el corazón.
Hago la mímica de sacar el corazón, hago la incisión, saco su corazón y cuando le voy a poner el otro, dice “No,
por la boca”. Pongo en su boca el corazón, inhala, traga y empieza a revivir, abre los ojos, lo ayudo a levantarse
tomándolo de la mano.
Entonces N, va hacia la ventana, se mira en el vidrio-espejo, mira hacia fuera. Está lloviendo, así que extiende sus
brazos y con las manos abiertas toca la lluvia.
Propongo salir a ese patio (interno), pero está con llave, de modo que salimos a un patio de entrada al centro.
Ahí, abría y extendía los brazos, con las palmas de sus manos hacia arriba tocaba la lluvia, giraba en esa posición,
ponía el rostro de manera que la lluvia le de en la cara, pisamos los charquitos de agua, sacaba la lengua para
probar la lluvia.
Posteriormente ingresamos al patio interno donde continuó jugando. En un momento mira hacia dentro del
consultorio, diciendo:
“Se ve muy bien, ahí estamos siempre nosotros”. Corremos y nos quedamos ambos frente a la puerta, volvemos al
consultorio.
Hoy la abuela de N, lo esperará del otro lago de la laguna, por lo que dice “Me va a costar un huevo ir solo”, lo
acompaño para cruzar la calle. (La sesión anterior me dijo que había venido solo porque ya tiene 8 años)