Caso Joaquin 2020-1
Caso Joaquin 2020-1
Caso Joaquin 2020-1
CASO JOAQUIN
Joaquín de 27 años acude a la consulta acompañado de sus padres, al ingresar al consultorio se observa una persona
de sexo masculino que viste de forma extraña con dos camisas, sandalias y pantalones cortados en flecos, mira
desconfiado por todo el consultorio y prefiere mantenerse cerca de la puerta, demora en ocupar la silla. Al saludarle
no corresponde al saludo, solo dice a manera de pregunta “quién eres tú, yo me tengo que ir”. Joaquín es el segundo
de tres hermanos, hasta hace 2 años estudiaba ingeniería eléctrica en la universidad, fue un alumno promedio que
socializaba poco con los compañeros y muy desconfiado.
Los padres de Joaquín refieren: “Nuestro hijo esta como loco, desde hace unos 8 meses empezó a tener conductas
extrañas y cada día empeora”, Joaquín escucha a sus padres con mirada fija e interrumpe “yo no tengo nada, me
tengo que ir”, los padres continúan, “en los últimos meses se encierra en su cuarto, no sale, se le tiene que llevar la
comida a su cuarto, a veces recibe la comida y otras lo acumula debajo de su cama y no deja que entremos a su
cuarto para hacer la limpieza, Por las noches Joaquín está despierto hasta tarde podemos escuchar que camina en
su cuarto, se pone a mover cosas, abre cajones, habla sólo como si discutiera con alguien, como a eso de las 4 de la
mañana parece que se duerme y queda en silencio hasta las 9 o 10 de la mañana en que sale al baño donde se
queda cerca de una hora”. La madre de Joaquín refiere que ha podido observar episodios en los que “se queda
parado a una distancia de un metro de la ventana de su cuarto, con la mirada fija hacia la calle, casi ni parpadea, los
brazos semidoblados, ligeramente encorvado y con una mano con un gesto de estar señalando algo, se puede
quedar así cerca de una hora, luego se dirige a sus cajones y comienza buscar algo, le puedo escuchar que dice “se
puede moldear, se puede moldear”, en una oportunidad que pude entrar en su cuarto mientras se encerraba en baño
para sacar la basura, encontré un cuchillo de la cocina que estaba atravesado en una de las muñecas de mi hija, eso
nos asusta, no vaya ser que sea agresivo con nosotros o con nuestros hijos”, se le pregunto si alguna vez mostró
conducta agresiva o violenta, respondieron que “en una ocasión le llamamos a su padrino, un policía que siempre le
ha querido mucho y a quien Joaquín mostraba respeto, cuando quiso entrar a su cuarto a conversar, lanzaba desde
dentro de habitación cosas hacia la puerta gritando “que se vaya, que se vaya” y finalmente no conversaron”.
Mientras sus padres relatan, Joaquín permanece sentado e interrumpe varias veces diciendo “me tengo que ir”.
Se intenta establecer dialogo con Joaquín, ofreciéndole que luego de responder unas preguntas podría salir. Joaquín
responde “qué quiere saber”, se le pide que nos hable de lo que hace en su cuarto por las noches, “tengo que trabajar
de noche porque de día no me dejan, hacen mucha bulla y me interrumpen, hay cosas revivificatorias que resolver”,
4
le pedí que me explicara un poco más porque no le había entendido, “el enraizamiento vivificatorio de las columenas
briscominosas que permiten la existencia humana, de mí y de ti, claro que es complejo por eso no puedes entender“,
le pregunte si me puede explicar que es “briscominoso” a lo que me contesto que “corresponde a la brisa mentirosa
que pretende hacernos creer que existimos” 4, intento desarrollar un dialogo diciendo, entonces la existencia es una
mentira?, y él me responde “siempre fue una mentira solo vemos formas humanas pero vacías por dentro, por eso
en realidad no existimos”, le pregunto, si considera que no existe como lo puede comprobar a lo que responde 5“se
puede sentir que por dentro el vacío es real, no hay nada, poco a poco desaparecen los órganos vitales, hasta que no
quede nada” 5 le pido que me explique qué pasa con sus órganos al desaparecer y responde “se convierten en energía
revivificadora y se trasponen a las columenas, esto ocurre al atardecer diariamente”, luego de decir esto, Joaquín
pretende irse, se para y dice “ya me tengo que ir”, se le persuade para seguir dialogando y acepta quedarse un rato
más, le pregunte, cómo, dónde o quién le dio este conocimiento, respondió 6 “el magnificente señor de las columenas
claras, que es el dios de los dioses, de cristo, mahoma, buda, geová, yavhe y todos los dioses me lo ha revelado” 6, le
pido que me explique de qué forma se lo ha revelado y dijo, “cada tarde me transmite las ordenes que luego tengo
que traducir por la noche porque el maligno de las columenas oscuras intenta distorsionar con las briscominosas la
información, pretende hacerme equivocar, no puede haber errores” intento que me explique cómo es la voz de ese
dios de las columenas claras y si yo también podría recibir los mensajes y responde 7“nadie puede escuchar la voz del
señor, por eso habla en códigos que se transponen de forma que yo lo puedo recibir en mi profundo consiente, por
eso solo yo lo sé” 7, luego le confronte diciendo, Joaquín, sería posible que todo esto que le está pasando sea producto
más bien de su mente o su imaginación, él respondió 8“si fuera producto de mi mente seria irreal, pero las columenas
son cada vez más claras y evidentes imposibles de refutar, es absolutamente cierto e inminente” 8, le dije, se siente
usted afectado por estas cosas que pasan, como se siente anímicamente, Joaquín dice “estoy agotado, mis fuerzas se
van, a veces me cuesta trabajo descifrar las transpolaciones, mi alma sufre”, luego de decir esto se levantó y salió
del consultorio sin pedir permiso.
Durante la entrevista Joaquín se mostró con pobre expresión facial, al hablar no gesticulaba las manos, se movía muy
poco, la mirada se mantenía predominatemente fija sin establecer contacto con el evaluador, a cada pregunta
necesitaba esperarle varios segundos.
A los pocos minutos de terminada la entrevista presentó conducta agresiva y violenta, lanzando piedras a las ventanas,
vociferando “¡¡las columenas briscominosas!!”, tomando uno de los vidrios se intentó cortar la piel del tórax.
Se indicó inmediatamente su hospitalización, fue necesario utilizar contención farmacológica por cuanto Joaquín no
paraba de hacerse daño y gritando intentaba liberarse de los técnicos que lo contenían. Inmediatamente se le instalo
Olanzapina, Valproato de Sodio y Clorpromazina.
A los 10 días de ingreso, Joaquín se encuentra más tranquilo, se le pregunto respecto a los pensamientos que
presentaba antes de su ingreso, Joaquín no habla mucho, solo contesta que “ya no están… Tengo que salir de aquí,
tengo que hacer tramites personales, en mi casa están mis documentos”, le preguntamos si considera que los
pensamientos sobre las columenas y los briscominosos fueron producto del mal funcionamiento de su mente, él
contesto con tono taimado y lenguaje lentificado, haciendo una pausa para responder: “tal vez, pero el señor de la
columenas, volverá”, mientras decía esto se le observó temblor en las manos, en la boca y movimiento persistente en
las rodillas, él agrego: “doctor, yo necesito ir a mi casa, tengo que sacar unos documentos para hacer trámites que
deje inconclusos…”.
Se le pregunto cómo se sentía emocionalmente, él respondió “bien, quiero irme a mi casa, tengo que arreglar asuntos
personales urgentes, se vencerán los plazos…”
Al observarlo en el patio se le ve apesadumbrado, lento al caminar, con poca actividad física, los psicólogos tienen que
motivarlo insistentemente para que realice actividad física, esta con la mirada fija, no conversa mucho, no hace gestos
al hablar y tiende a estar sentado sólo en una banca del patio del hospital.
A los 20 días de hospitalización, el paciente presenta eventualmente ideas delirantes, al preguntarle sobre las
columenas y los briscominosos, refiere que “ya no están”, su conducta esta mejor organizada, su lenguaje esta
levemente bradilalico, afecto levemente aplanado, requiere de esfuerzo para la motivación.
A los 40 días de tratamiento, Joaquín esta con mejor actitud, su respuesta cognitiva ha mejorado respecto al ingreso
aunque las pruebas psicométricas muestran deterioro cognitivo mínimo (muy leve), su discurso esta mejor organizado,
niega alucinaciones, niega pseudoalucinaciones, sus delirios han disminuido notablemente, refiere hipersomnia
nocturna y diurna; en los 40 días de hospitalización, Joaquín ha aumentado 8Kg de peso, sus exámenes de laboratorio
concluyen tolerancia patológica a la glucosa, triglicéridos aumentados, colesterol elevado.