El documento habla sobre el derecho romano y clasifica las cosas según el derecho romano en varias categorías. Las cosas se clasifican como res extra comercium (fuera del comercio) que incluye res divini iuris (cosas de derecho divino como templos) y res humani iuris (cosas de derecho humano como ríos). También se clasifican las cosas como res in comercium que pueden ser objeto de relaciones jurídico-patrimoniales y esto incluye subcategorías como res mancipi, res nec mancipi, corporales
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El documento habla sobre el derecho romano y clasifica las cosas según el derecho romano en varias categorías. Las cosas se clasifican como res extra comercium (fuera del comercio) que incluye res divini iuris (cosas de derecho divino como templos) y res humani iuris (cosas de derecho humano como ríos). También se clasifican las cosas como res in comercium que pueden ser objeto de relaciones jurídico-patrimoniales y esto incluye subcategorías como res mancipi, res nec mancipi, corporales
El documento habla sobre el derecho romano y clasifica las cosas según el derecho romano en varias categorías. Las cosas se clasifican como res extra comercium (fuera del comercio) que incluye res divini iuris (cosas de derecho divino como templos) y res humani iuris (cosas de derecho humano como ríos). También se clasifican las cosas como res in comercium que pueden ser objeto de relaciones jurídico-patrimoniales y esto incluye subcategorías como res mancipi, res nec mancipi, corporales
El documento habla sobre el derecho romano y clasifica las cosas según el derecho romano en varias categorías. Las cosas se clasifican como res extra comercium (fuera del comercio) que incluye res divini iuris (cosas de derecho divino como templos) y res humani iuris (cosas de derecho humano como ríos). También se clasifican las cosas como res in comercium que pueden ser objeto de relaciones jurídico-patrimoniales y esto incluye subcategorías como res mancipi, res nec mancipi, corporales
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DERECHO ROMANO.
UNIDAD 4. AUTORA: ANTONELLA MERLETTI.
COMISIÓN DE BIBLIOTECA Y APUNTES
NO SUSTITUYE EL MATERIAL DE LA CÁTEDRA
UNIDAD 4: LAS COSAS – DERECHO ROMANO.
Patrimonio: con el derecho clásico, el patrimonio constituyó un ente o
universalidad jurídica tutelada por la ley, que se integraba por cosas corpóreas, pero además de todos los bienes, créditos, derechos y acciones de que fuera titular una persona, con deducción de las deudas y cargas que lo gravaran. Para los romanos patrimonio era aquello que quedaba una vez deducidas las deudas.
Las cosas: El vocablo cosa (res), de diversos significados en el lenguaje vulgar,
tiene también en el léxico jurídico una refexibilidad idiomática que ha dado lugar a que se viertan distintos conceptos a fin de precisar su alcance en derecho. Algunos comprenden por res todo lo que forma el haber de los particulares, al paso que otros entienden que para que un objeto sea cosa en el sentido del derecho, es necesario que sea útil, es decir, accesible y deseable para el individuo. Por nuestra parte entendemos que así como la palabra persona designa en el léxico jurídico al sujeto activo o pasivo de las relaciones jurídicas, la palabra res se usa indicar aquello que puede ser objeto de derechos, es decir, todo cuanto tenga entidad corporal o espiritual, natural o artificial, real o abstracta y sea susceptible de Página | 2 apreciación económica. Los jurisconsultos romanos no dieron una definición ni comprendieron tal vez que cosa es todo lo que puede ser objeto de los derechos, sino que la refirieron al objeto material (corpus) en oposición de los actos del hombre. Denota una cosa corporal, físicamente delimitada y jurídicamente independiente.
Clasificación de las cosas:
Res extra comercium: en esta categoría se encuentran las cosas no susceptibles de relaciones jurídico-patrimoniales por prescripción de la norma divina o por disposición de la ley positiva, de donde surge la división de : Res divini iuris: entre las cosas de derecho divino se hallaban: Las cosas sagradas (res sacrae): eran las consagradas a los dioses superiores y puestas bajo su autoridad. Ej: templos, terrenos, utensilios de las ceremonias religiosas y los donativos a la divinidad; Las cosas religiosas (res religiosae): eran las consagradas a los dioses inferiores. Ej: sepulcros y la tierra donde se depositaba un cadáver; Las cosas santas (res sanctae): era lo que se acostumbraba a colocar bajo la protección de los dioses. Ej: muros y puertas de la ciudad. Res humani iuris: entre las cosas humanas excluidas del tráfico jurídico estaban: Las cosas comunes (res comunes ómnium): las que por derecho natural pertenecían a todos los hombre. Ej: el aire, agua, el mar y sus riberas; Las cosas públicas (res publicae): las propias del pueblo, de la comunidad organizada como Estado. Ej: los ríos y sus orillas, los puertos, las vías públicas; (res universitates): las cosas que integran el patrimonio de una comunidad y que estaban afectadas al uso de sus miembros. Ej: teatros, foros, baños públicos, plazas, etc.
Res in comercium: era la gran categoría de cosas que podían servir de
objeto a relaciones jurídico-patrimoniales, es decir, las susceptibles de apropiación individual. Esta clase comprendía la mayoría de los objetos corporales de que podía disponer el hombre para satisfacer sus necesidades, y abarcaba los siguientes grupos: Res mancipi y res nec mancipi: eran mancipi las cosas cuya propiedad se transmitía por un modo del derecho civil formal y solemne, la mancipatio o mediante la in iure cessio, que importaba un ficticio proceso de reivindicación realizada formalmente ante el magistrado; eran cosas mancipiables las de mayor valor en la primitiva economía agrícola. Ej: fundos o heredades y las cosas situadas en el suelo de Italia, las servidumbres rurales de paso y de acueducto, esclavos y animales de Página | 3 tiro y carga. Todas las demás cosas se agrupaban dentro de la clase de las res nec mancipi, es decir las de simple tradición o entrega. Ej: la servidumbre de los predios urbanos, los predios estipendiarios y tributarios, las bestias feroces como los osos, los leones y los animales asimilados a ellos, como los elefantes y camellos. Corporales e incorporales: las primeras aran aquellas cosas cuya materialidad es percibida por los sentidos, es decir, las cosas tangibles como un fundo, un esclavo; por el contrario, eran incorporales las que son producto de una abstracción, que no pueden palparse, como un crédito, el derecho de propiedad, de servidumbre, etc. Muebles e inmuebles: son res mobili las cosas inanimadas que pueden ser trasladadas de un lugar a otro por una fuerza exterior, sin ser deterioradas en su sustancia o forma; dentro de esta clase se encuentran las semovientes, como los animales, que se mueven de un sitio a otro por sus propios medios. Son inmuebles las que, de acuerdo a su naturaleza, físicamente es imposible de cambiar de lugar como los fundos o predios; estos se dividían en urbanos si en ellos estaba construido un edificio, y en rústicos cuando eran terrenos sin edificación. Dentro de los fundos cabía también la distinción en itálicos y provinciales; los primeros eran los situados en Italia o en ciudades a las que se les hubiera concedido el ius italicum; los segundos los que estaban enclavados en provincias. Consumibles y no consumibles: las primeras eran aquellas cosas cuyo uso o destino normal las destruye física o económicamente, como los alimentos o el dinero; en cambio las segundas son las susceptibles de un uso repetido sin que provoque otra consecuencia que su mayor o menor desgaste como la vestimenta. Fungibles y no fungibles: las primeras son las que pueden sustituirse por otras de la misma categoría, se toman en cantidad, por su peso, número o medida, además son designadas según al género al cual pertenecen como por ejemplo el vino, el trigo, el dinero; en cambio, las no fungibles son las que tienen su propia individualidad y que no admiten la sustitución de una por otra, por ejemplo una obra de arte, un esclavo, un fundo. Divisibles e indivisibles: un objeto corpóreo es físicamente divisible cuando sin ser destruido enteramente puede ser fraccionado en porciones reales cada una de las cuales luego forma un todo particular e independiente, que conserva en proporción la utilidad de la cosa originaria, como un fundo; en cambio, es indivisible el que no admite partición sin sufrir daño o sin que la cosa perezca, como por ejemplo un animal, una pintura, etc. Simples y compuestas: las primeras son aquellas que constituían un solo todo, una unidad orgánica e independiente, como un esclavo, una viga, una piedra. Eran cosas compuestas las que resultaban de la suma o agrupamiento de cosas simples, y se dividían en dos categorías, según que la aglomeración de cosas simples fuera material y tuviese aspecto compacto como una nave o edificio; o que el vínculo de unión de los componentes simples fuera inmaterial y cada uno de ellos conservara su Página | 4 independencia, como un rebaño o una biblioteca. Principales y accesorias: las primeras eran aquellas cuya existencia y naturaleza están determinadas por sí solas, sirviendo inmediatamente y por ellas mismas a las necesidades del hombre; y las accesorias, las que estaban subordinadas o dependían de otra principal como el marco respecto al cuadro, la piedra preciosa en relación al anillo en que está engarzada, lo accesorio sigue la suerte de lo principal. Las accesorias se dividen en: por su destino: por su incorporación. A su vez estas se dividen en: frutos: pueden ser de dos tipos: naturales; son aquellas cosas que periódicamente se producen por naturaleza. Por ejemplo, los limones que da un limonero. Y por otro lado están los civiles; que son los rendimientos que producen las cosas no por naturaleza, sino por la actividad humana. Por ejemplo, un derecho de usufructo produce frutos civiles. gastos: pueden ser expensas, es decir, todos los gastos que se realizan con ocasión a una actividad, de la tenencia de una cosa, o de la celebración y/o ejecución de un acto o contrato; o impensas, se entiende, todo cuanto ha sido desembolsado o empleado en una cosa determinada o por razón de la misma. Se dividen a su vez en necesarias (son las indispensables para la conservación de la cosa), útiles (son las que sin ser de estricta necesidad aumentan el rendimiento de la cosa, como los gastos de cultivo, roturación, riego, etc.) y voluptuarias o de lujo (son las que no aumentan el rendimiento de la cosa, sino únicamente el placer o el recreo de la misma, como los adornos, dorados y otros gastos) accesorios fortuitos:
Fructíferas y no fructíferas: son fructíferas aquellas cosas que
manteniendo su naturaleza y su destino, dan con carácter periódico cierto producto o fruto que se convierte al separárselo natural o artificialmente, en cosa autónoma; en cambio, son no fructíferas las que no tienen esa cualidad. Son frutos, por consiguiente, los productos naturales que más o menos periódicamente suministran las cosas sin disminuir su esencia como la leña de los bosques, la cría de los animales, la lana, la leche y las frutas de los árboles, son frutos civiles las rentas de dinero que suministran el empleo de un capital , los alquileres, etc.