UNI

VERSIDAD AUTÓNOMA DE BAJA CALIFORNIA

FACULTAD DE IDIOMAS
Tronco Común de Idiomas
MONOGRAFÍA
Cuestión Económica y Aspectos Jurídicos en la Pesca Ilegal de la Totoaba.
PRESENTAN
Miranda Rodríguez Yareltzy Itzel
Peña Pérez Natalia
Rojas Jiménez Jesús Antonio
ÍNDICE
 Introducción
 Antecedentes
 Planteamiento
 Perspectiva Teórica:
 Tema 1: El inicio de la extinción y protección de la Totoaba
 Tema 2: Aspectos Jurídicos: Leyes de Protección y Prohibiciones
 Tema 3: Derrama Económica: Mercado Negro Chino
 Tema 4: Surgimiento de Asociaciones Criminales: Narcobucheros
y Dragones
 Tema 5: Consecuencias en el Medio Ambiente: Contaminación y
Extinción
 Conclusiones
 Referencia bibliográfica
 Anexos
INTRODUCCIÓN
El tráfico y comercio ilegal de las especies silvestres es un fenómeno
que se da alrededor de todo el mundo. Innumerables especies son altamente
valoradas en el mercado negro debido a sus características únicas; ya sean
vivas, para adquirirlas como mascotas, o muertas, para consumirlas como
alimento o medicina. Esto provoca que las poblaciones de muchas especies se
vean críticamente amenazadas, hasta que algunas finalmente terminan por
extinguirse. En México existen algunas especies con alta demanda en el
mercado, nos centraremos en una de ellas.

En el presente trabajo se expondrá la situación actual de la especie

conocida como Totoaba macdonaldi, pez endémico del Golfo de California (no
se encuentra en ningún otro mar del mundo), en relación con su estado de
conservación, el impacto ambiental que conlleva su captura, el derrame
económico que genera su comercio en el mercado negro de China y el
reclutamiento de locales mexicanos que acceden a involucrarse en estas
prácticas ilícitas a cambio de grandes sumas de dinero. En años recientes, su
creciente pesca por parte de pescadores que trabajan para cárteles que se
dedican al tráfico ilegal de su vejiga natatoria, conocida como buche, ha llevado
a la especie al borde de la extinción.
ANTECEDENTES
La totoaba es un pez que habita en el Alto Golfo de California (Mar de
Cortés) en el noroeste de México:

La totoaba (Totoaba macdonaldi), es una especie de pez de la familia

Sciaenidae en el orden de los Perciformes, también es conocida como

corvina blanca, curvinas, roncadores o tambores por su habilidad de

producir sonidos con su vejiga natatoria. Es un pez muy longevo, pues

llega a vivir de los 25 hasta los 50 años de edad.

Tiene el cuerpo alargado, comprimido, boca puntiaguda y grande,

mandíbula inferior saliente, mandíbula inferior sin barbillas, dientes en bandas
angostas, un poco agrandados y cónicos en la fila externa de la mandíbula
superior, incluyendo unos pocos dientes puntiagudos al extremo de la
mandíbula; fila interna de dientes de la mandíbula inferior ligeramente más
grandes que los de la fila externa, margen del preopérculo casi liso. Su aleta
caudal termina en punta al centro. Puede alcanzar los 2 metros de longitud y
pesar más de 100 kg. (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, 2019)

Este pez es objeto de tráfico ilegal debido al interés que existe por su
vejiga natatoria o buche, la cual se considera un platillo gourmet en la tradición
culinaria de China. Aunque la problemática parece ser algo reciente, en
realidad esta actividad pesquera se ha estado llevando a cabo desde hace
mucho tiempo. En palabras de Alvarado-Martínez y Martínez (2018) “Desde
principios del siglo XX existen registros de envíos ilegales de Totoaba
macdonaldi touchaba, especie de pez endémica del Alto Golfo de California”.
Se dice que la totoaba solía ser abundante entonces, aunque no se tienen
registros de su población, tal como señalan datos de dataMares (2021) “A
pesar de que la pesca de totoaba probablemente inició antes de la década de
1920, no se cuenta con una estimación confiable de la abundancia de la
población”. Por otro lado, sí se conocen las causas que llevaron a su caza
desmedida durante el siglo pasado.
 Según Sadovy-de-Mitcheson, To, Wong, Kwan y Bud (2019), la vejiga
natatoria deshidratada ha sido utilizada durante siglos como alimento y
medicina en Asia, especialmente en el Sur de China, donde históricamente se
le ha considerado un marisco lujoso y altamente nutritivo. Conocida como 魚肚
(yu du) o 魚 鰾 (yu biao) en mandarín y 花 膠 (fa gau) en cantonés,
tradicionalmente se acostumbra regalarla a manera de obsequio en ocasiones
especiales, tales como cenas familiares o de negocios; aunado a esto, es uno
de los cuatro mariscos secos de lujo ( 四 大 海 味 ), junto al pepino de mar, el
abulón y la aleta de tiburón, de ahí su alto precio. Como alimento, se prepara
en forma de sopa combinándola con otros ingredientes. Zhou en palabras de
Cheung (2017) señala que “‘[Cuando comen, los asiáticos buscan cualidades
diferentes a las que les gustan a los occidentales [...] por ejemplo… los pepinos
de mar y los buches de pescado son casi insípidos, pero añaden texturas
especiales a la cocina china]’". En cuanto a sus propiedades medicinales, su
principal uso es como auxiliar en la recuperación postoperatoria y postparto;
otros usos incluyen la preparación de adhesivos, cerveza, vino, gelatina y
anticonceptivos. Recientemente, también se le ha promocionado como
producto cosmético, alegando un alto contenido de colágeno (Sadovy-de-
Mitcheson, et al., 2019). Se sabe que contiene un 84,4% de proteína y 0,2% de
grasa. (Baidu, s/f)

A principios del Siglo XX, el comercio de buche de Hong Kong se surtía

de relativamente pocas especies, principalmente importadas desde el sur y
sureste de Asia, aunque algunas venían de Cuba y Sudamérica. Entre las
especies de peces comerciados se incluían cuatro tipos de corvina: la Bahaba
China (Bahaba taipingensis, 黃唇魚), la Corvina de Puntos Negros (Protonibea
diacanthus, 黑鰵魚), la Corvina Blanca (Nibea albiflora, 白花) y la Gran Corvina
Amarilla (Larimichthyes (=Pseudosciaena) crocea, 黃 花 魚 ); además del
Congrio Dientes de Daga (Muraenesox cinereus = arabicus), el Pez Globo
(Lagocephalus lunaris), y el Pez Gato de Mar (Arius arius=falcarius). A medida
que los ingresos económicos de la población común se elevaban, la demanda
por productos marinos valiosos crecía sustancialmente, pues estos estaban
asociados al prestigio, riqueza y honor, valores indispensables para hacerse de
una reputación en la sociedad china. Como regla general, el valor y la demanda
del buche varía mucho en función de las características fisiológicas asociadas
a diferentes tipos de peces, como lo son el sexo, la edad, el tamaño, la forma,
la localidad de origen, e incluso la época del año. Dado que la escasez suele
agregar valor, las más raras suelen ser las más codiciadas y las más costosas.
Consecuentemente, los buches más altamente valorados son los de la Bahaba
China y la Totoaba: ambas especies son catalogadas como grandes corvinas
(2m de longitud) con una limitada distribución geográfica (endémicas), y tienen
las vejigas natatorias más grandes, por ende, las más costosas del mercado. El
precio de la Bahaba China se disparó en la década de 1960, lo cual la llevó al
borde de la extinción. (Sadovy-de-Mitcheson et al., 2019) Se dice que con la
virtual extinción de la Bahaba China, el interés por la Totoaba creció aún más.

El interés por la Totoaba ya había comenzado desde los 1900, cuando

una pequeña pesquería la enviaba hacia China vía San Francisco. Se
desconoce la fecha exacta cuando comenzó la pesquería, pero se estima que
comenzó a principios del siglo XX en la región de Guaymas, donde se
pescaban individuos adultos. Al disminuir las capturas, los pescadores
siguieron la migración de la especie hacia el norte, y en 1923 la pesquería
repuntó al descubrirse las zonas de reproducción (dataMares, s/f). En la
década de 1950 la pesca deportiva de Totoaba se popularizó en San Felipe,
B.C. y la pesquería comercial inició su declive, entonces los pescadores
recurrieron a métodos agresivos de captura, tales como las redes de trasmallo,
el bloqueo de las rutas migratorias y la dinamita (Sadovy-de-Mitcheson, 2019).
La carencia de estadísticas pesqueras hace difícil el estudio de la pesquería;
los primeros registros datan de la década de 1920, y fue hasta finales de la
década de los 40, en 1949, que la Secretaría de Marina comenzó a recolectar
datos pesqueros. Para mediados de los 1970, se registraron las capturas más
bajas. En 1975 se estableció una veda permanente, en 1993 se prohibió el uso
de redes y en 1979 se incluyó a la totoaba en la Ley de Especies en Peligro de
los Estados Unidos en un intento por reducir la demanda y la caza furtiva, sin
embargo, eso solo disparó el valor de la totoaba y vigorizó la pesca ilegal.
(dataMares, s/f)

La totoaba fue llevada al borde de la extinción:

 En 1991 fue declarada oficialmente en Peligro de Extinción, actualmente

continúa enlistada en la NOM-059-SEMARNAT-2010 en la categoría de

en peligro de extinción (P), también en el Apéndice I de la CITES; y en la

Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN como en Peligro Crítico

de Extinción. (PROFEPA, 2019)

Investigaciones señalan que:

“[Desde finales de 2017 hasta finales de 2018, información ampliamente

difundida como “el precio de las vejigas natatorias de totoaba alcanza los

$ 250,000 por pieza en China” y “una gran demanda y un precio

extremadamente alto de totoaba en China” pudo llevar a los pescadores

y a otros a creer que la captura de una sola totoaba puede generar

grandes ganancias, lo que estimuló un fuerte aumento en la caza furtiva,

lo que probablemente sea una de las razones por las que las aduanas

chinas incautaron 16 veces más vejigas natatorias de totoaba en 2018

que en 2017]”. (Song, Wang, Miao, Zhang y Zhou, 2022)

A partir de varios casos de contrabando de Totoaba descubiertos por el

Departamento Anticontrabando de Aduanas de China en 2018, se descubrió
que los precios de la Totoaba contrabandeada eran diferentes debido a las
diferencias en calidad y tamaño, pero todos eran mucho más bajos que los $
250 000 dólares estadounidenses (USD) que se rumoreaba en América del
Norte, pero, aun así, sigue siendo un precio muy elevado.

A continuación, se presentan algunos datos que evidencian lo lucrativo

que puede resultar el comercio de buche de Totoaba:

 Según informes, un pescadero pagó a un pescador aproximadamente

$475 000 USD por una gran bahaba china en 2012. (Sadovy-de-
MItcheson et al., 2019)
 Pauline Lau, de 65 años, pagó casi $ 20.000 dólares de Hong Kong
(HKD) por buche de pescado, champiñones secos y abulón en 2017.
(Zhou, 2017)
 En 2017, el peso de las vejigas natatorias de totoaba incautadas fue de
unos 375 kg y aumentó significativamente a unos 6 000 kg en 2018. Con
el valor y el peso de las incautaciones, el precio podría calcularse
aproximadamente entre $ 3 000 y $ 12 000 por kg. (Song et al., 2022)
Planteamiento
La situación actual que concierne la pesca y tráfico ilegal de Totoaba se
ha vuelto una problemática de cada vez mayor urgencia. La preservación de la
especie y el equilibrio del ecosistema que habita se ven gravemente vulnerados
por las prácticas ilícitas que llevan a cabo ciertos grupos criminales,
principalmente de China. Investigando en los distintos repositorios científicos
con la palabra clave “totoaba”, se encontró que esta temática ha estado siendo
abordada por diversos investigadores, tanto nacionales como extranjeros,
desde hace por lo menos 20 años atrás, mismos que señalan que el asunto no
era desconocido hace décadas, como uno podría pensar. Esta especie nativa
del Golfo de California se ha estado traficando desde principios del siglo XX y
continúa siéndolo hasta la actualidad.

Al estar catalogada como una especie en peligro de extinción, es de

suma preocupación que a pesar de las medidas que se han estado tomando su
captura no ha hecho más que aumentar. ‘‘La demanda por buche de totoaba en
Hong Kong y la China Continental se ha elevado durante las últimas décadas y
se espera que crezca aún más en el futuro’’. (Ben-Hasan et al., 2021) Así, la
red de tráfico que existe entre la zona noroeste de México y la región sur de
China, especialmente la Región Administrativa Especial de Hong Kong, no
muestra indicios de que vaya a desaparecer pronto, a pesar de que se tiene
conocimiento de la inminente desaparición a la que se enfrentará esta especie
si no se da fin a su comercio.

Con lo anterior en mente, nuestro objetivo es dar visibilidad al problema,

mismo que ya lleva varias décadas dando de qué hablar pero que sigue sin
solución. Para ello nos cuestionamos:

 ¿Por qué se da la pesca de la Totoaba?

 ¿Qué implica la pesca ilegal de la Totoaba?
 ¿Desde cuándo se comenzó a proteger a la Totoaba?
 ¿Cuáles fueron las razones por las que se prohibió pescar la Totoaba?
 ¿Cuáles son las oportunidades económicas que hay al pescar Totoaba?
 ¿Qué aspectos jurídicos se violan?
 ¿Cómo ha afectado su pesca en el medio ambiente?
  ¿Quién se beneficia de su pesca?
 ¿Cómo afecta su pesca?

Entre otros.

Como se abordó anteriormente, el tráfico ilegal de la Totoaba surge a

raíz de la alta demanda de su vejiga natatoria o buche en el mercado asiático,
principalmente del sur de China. La razón es que en la tradición medicinal y
culinaria de aquel país se le atribuyen propiedades curativas, así como un
estatus de lujo.

La pesca ilegal de la totoaba se atribuye a que en Asia la vejiga natatoria

(buche), es utilizada como alimento gourmet y se le atribuyen diversas

propiedades afrodisíacas, curativas y de salud, su precio gira alrededor

de (8 mil dólares por kg) en Asia, cantidad imposible de obtener en la

pesca legal. (PROFEPA, 2019)

La pesca ilegal de Totoaba implica, entre otras cosas, una seria

amenaza al ecosistema:

Se debe mencionar que la intensidad de arrastre en las actividades

pesqueras tiene un efecto directo sobre la biodiversidad, la estabilidad y

la abundancia de la comunidad de organismos que habitan en el fondo,

lo que implica la potencial disminución en los stocks de las poblaciones

de especies marinas (camarón, chano norteño, jaiba, caracol y almeja),

aprovechadas en la región y su zona de influencia debido a un aumento

en el esfuerzo, limitada regulación y uso de artes no selectivos o

prohibidos. (PROFEPA, 2019)

Aunque evidentemente, no todas las especies que se pescan sin

intención están en peligro de extinción, algunas sí lo están; esto no hace más
que empeorar la situación.
 El gobierno ha estado regulando la pesca de la Totoaba, ya que no es la
primera vez que ha estado en peligro de extinción; esto quiere decir que el
tema de que la Totoaba está en peligro de extinción no ha creado conciencia
dentro de la sociedad mexicana. Una especie endémica como lo es la Totoaba
debería impulsar más a la población a cuidarla y protegerla de la extinción.

De acuerdo con declaraciones:

La protección de la totoaba por parte de las autoridades data de 1940,

las diferentes medidas de administración consistieron en vedas de 1940

a 1955 para proteger la reproducción. En 1975 se vedó

permanentemente la captura de totoaba en el Golfo de California, en

1991 fue declarada especie en peligro de extinción. (Pedrín-Osuna,

Córdova-Murueta y Delgado-Marchena, 2001)

A pesar de que en el pasado el gobierno ha implementado una y otra

vez vedas para poder proteger esta preciada especie, no se han conseguido
resultados favorables.

Algo que ha llamado indudablemente la atención respecto a la situación

de la Totoaba es el elevado precio de su buche, en la pesca de Totoaba yace
un negocio sumamente lucrativo:

Lo llaman la cocaína del mar. Más caro que la cocaína y que

muchísimas cosas en la vida. Entre 20.000 y 60.000 dólares cuesta el

kilo en el mercado negro chino. Aun así, sigue siendo el sustento

principal de muchos pescadores a los que los intermediarios chinos

pagan entre 500 y 2.000 dólares por kilo (de vejigas). (Galisteo, A. 2021)

No cabe duda de que de este negocio muchas personas se están

volviendo ricas, sin preocuparse por el hecho de que se está perdiendo una
especie única en este planeta. A algunas personas les sorprende enterarse de
que el buche de la Totoaba llega costar más que un kilogramo de cocaína. Esto
solamente nos dice que el valor de la Totoaba dentro del mercado chino e
internacional es realmente importante.

Como presentamos anteriormente, no es la primera vez que el gobierno

mexicano veda o prohíbe la pesca porque la población de la Totoaba ha
disminuido, por lo mismo, se ha encargado de buscar y aplicar leyes y normas
que la protejan. Por eso en cuanto al aspecto jurídico, dado que se trata de una
especie protegida, cualquiera que se le encuentre pescado o transportando
Totoaba está yendo en contra de la ley.

De acuerdo con las normas mexicanas:

La Norma Oficial Mexicana NOM-012-PESC-1993, establece medidas

para la protección de las especies de totoaba y vaquita en aguas de

jurisdicción Federal del Golfo de California. Tiene como propósito

establecer un marco normativo que garantice la máxima protección de la

vaquita y la Totoaba en las aguas de jurisdicción Federal del Golfo de

California. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente

(PROFEPA), representa la máxima autoridad en nuestra nación en

materia de inspección y vigilancia en materia de medio ambiente y

recursos naturales. Se encarga de verificar el cumplimiento de la

legislación que los regula y, en su caso, la aplicación de medidas y

sanciones que correspondan en el caso de calificar como infracciones

diversas conductas contrarias a la ley. (Procuraduría Federal de

Protección al Ambiente, 2019)

De esta manera se busca proteger y cuidar a la Totoaba.

Durante el desarrollo de esta investigación documental, nos dimos

cuenta de que los principales beneficiarios son los grupos criminales que se
dedican a la pesca de Totoaba, ya que son ellos los que ganan incontables
sumas de dinero sin preocuparse por las consecuencias ambientales que
conlleva. Lamentablemente, el problema de la caza de la Totoaba no
solamente está contribuyendo a que se extinga este pez endémico, sino que
también afecta a las personas que viven en la zona, ya que causa
contaminación odorífera. De acuerdo con su definición ‘‘La contaminación
odorífera es aquella ocasionada por los malos olores que invaden un ambiente
y hacen más “incómoda” la convivencia en él.’’ (Contaminación odorífera: ¿Qué
es y cómo nos afecta?, 2019). Este tipo de contaminación es muy incómoda
porque además del olor también puede hacer que estén presentes las moscas.

Algunos de los testimonios de los lugareños son:

Durante nuestra estancia, varios de nuestros entrevistados mencionaron

el tema de la totoaba y cómo su pesca ilegal había conformado grupos

de traficantes en la localidad. Asimismo, nos explicaron que la peste que

percibimos se dio a partir de una jornada intensa de captura ilegal de

totoaba, en donde los pescadores, abrían el pescado, extirpaban la

vejiga natatoria mejor conocida como buche y arrojaban los cadáveres al

mar, generando una importante fuente de contaminación. Testimonios

de los lugareños señalan que en esos años llegaron los grupos

criminales. De acuerdo a un oficial del ejército mexicano, estos

“ingresaron con todo en el negocio, ya que contaban con estructuras

organizadas, un cierto nivel de corrupción y organización, redes

establecidas, rutas, contactos, bocas de expendio y patrocinadores

en diversas instituciones. Lo mismo que aplicaban al narcotráfico, lo

implementaban en el comercio de la totoaba. (Bonada-Chavarría,

2020)

Aunado a los testimonios de las personas, percibimos que es una

situación bastante incómoda para vivir y afrontar y aunque se han quejado, no
pueden hacer nada porque el crimen organizado ha invadido la zona y mientras
ellos controlen el lugar, nada al parecer va a cambiar.
 Por otro lado, para nosotros resulta relevante el conocer este tipo de
cuestiones ambientales que a primera vista parecieran no afectarnos
directamente, pero que tienen un gran impacto en la economía y en medio
ambiente de nuestro país y sobre todo afecta en el estado donde vivimos.

Retomando el tema de la historia de la Totoaba, como se comentó

anteriormente, el problema de la caza de la Totoaba comenzó desde el siglo
pasado. En sus inicios, la zona del norte de México por los alrededores de San
Felipe y las costas de Sonora y Sinaloa, de donde originalmente es la Totoaba,
no estaba muy poblada de personas, pero con el tiempo empezó a crecer.

La población de Totoaba era muy grande. De acuerdo con los

siguientes datos:

Existen relatos sobre este tema provenientes de los pioneros de San

Felipe, cuentan que al llegar los primeros barcos con propela, a su paso

“atropellaban” a las totoabas que desconocían este invento, y ya heridas

eran capturadas con la mano por los locales.

Según los empresarios, de la zona podían extraer hasta medio

millón de peces al día con dos grandes empacadoras. De hecho, en

varias ciudades de Estados Unidos como Los Ángeles o El Paso, tenían

un particular interés sobre Guaymas, Sonora, para hacer negocios o

como lugar de descanso. “De las tres citadas y de otras varias, en el

término de una semana se han recibido solicitudes en la Cámara de

Comercio. De Los Ángeles se piden detalles sobre el lugar como centro

para la caza y pesca. De El Paso, los solicitan para la exportación de

totoaba” (Ocegueda-Hernández et al., 2016)

Como vimos, en su época dorada la Totoaba llego a ser un pez que

producía felicidad a los pescadores porque se daba en grandes cantidades, y
no hay cosa más feliz para alguien que se dedique a la pesca que lanzar sus
redes y llenarlas rápidamente. Además, para esa época se vendía a un buen
precio, lo cual impulsaba la economía de la Zona Norte del país. Pero como no
se controló, esto terminó siendo un completo desastre.

Asimismo, para que la pesca de la Totoaba se hiciera cada vez en

mayor escala era necesario que grandes compañías pescaran en la zona o que
controlaran la exportación de los productos.

De esta manera, el gobierno organizó las siguientes cosas:

A principios de los años 30 iniciaron las primeras vedas a la pesca de

totoaba. De hecho, una disposición a nivel federal de 1933 decía que

únicamente las sociedades cooperativas de pescadores podrían ejercer

esa industria con una licencia.

Sin embargo, era muy difícil que los pescadores formaran

cooperativas y aunque se hicieron esfuerzos por otorgar permisos a

pequeños productores, fueron las empresas quienes más ganaron.

En el pueblo de Guaymas, una nueva compañía empezó a operar

en diciembre de 1933. A diferencia de sus competidoras, no

transportaban la totoaba en ferrocarril hacia Estados Unidos.

Tenían un camión con capacidad de cuatro toneladas que hacía

dos viajes a Los Ángeles cada semana, en un trayecto de cuarenta

horas.

Después se supo que otra empresa contaba con diez barcos de

motor que llevaban las totoabas de Sonora a Estados Unidos, donde

tenían alta demanda (Villa-Román, 2019)

Principalmente, una de las razones por las que la pesca de la Totoaba

incrementó fue la creación de cooperativas, que eran las únicas que contaban
con licencias para poder pescarla, pero las únicas que salieron ganando fueron
las grandes empresas y también el uso de la tecnología que existía en esos
tiempos fue lo que hizo que ciertas compañías tuvieran más éxito que otras.

Se sabe que, como los más interesados en su buche son los traficantes
de origen chino, ellos han tenido que establecer conexiones con los cárteles
que ya operaban en la zona y con los pescadores del lugar. Las mafias de
origen chino necesitan de una gran cooperación y ayuda por parte de los
cárteles mexicanos y los pescadores, ya que con el mínimo error los pueden
descubrir y todo el negocio que les da tanto dinero se vendría abajo. Además,
la ruta de la Totoaba es una ruta bastante larga, ya que es transcontinental. La
ruta inicia en los puertos de San Felipe, de donde la pescan y de ahí la
empacan y la suben en los vehículos que la transportaran ya sea a Tijuana,
Mexicali o San Diego. Después de eso, se sabe que algunos restaurantes
chinos que trabajan para la mafia esconden y guardan los buches de Totoaba
dentro de sus establecimientos, no sabemos si lo hacen por decisión propia o
porque al igual que muchos pescadores de San Felipe han sido extorsionados
por parte de la mafia. Sea como sea, muchos de ellos han sido atrapados en
los aeropuertos o dentro de sus automóviles con altos cargamentos de buche.
Por ejemplo, De acuerdo con una investigación publicada por EL UNIVERSAL
en 2016, el empresario Kam Wing Chan utilizaba su mueblería en Estados
Unidos para traficar la vejiga natatoria de la totoaba. Fue atrapado en 2015.
(Villa-Román, 2019)

Las autoridades han descubierto algunos de los cárteles, pero uno de

los más conocidos es el cártel del Dragón.

Controlada por el Cártel del Dragón. Aunque esta estructura no se

autodenomina de esa manera las fuentes consultadas la llaman así, ya

que se integra de chinos y mexicanos en México, China y Estados

Unidos. Traficantes crearon una estructura en Mexicali, Baja California a

finales de los noventas, donde algunos empresarios del giro

restaurantero y de distribución de producto marino se organizaron con

intermediarios, pescadores furtivos armados y autoridades de distintos

 niveles, de acuerdo con un centenar de documentos internos y una

treintena de entrevistas.

Toda esta estructura la intentaron frenar en su momento los abogados

Lara y Alvarado. Pero, con el paso de los meses, se percataron que el

Cártel del Dragón tenía bastantes aliados, sobre todo del gobierno. Lara

notó el interés de empresarios chinos en saber sobre las

investigaciones. Luego, llegaron las amenazas de la marina y agentes

ministeriales. (Cuellar, 2021)

El cártel del Dragón tiene totalmente controlado esta zona, lo cual hace
que sea difícil erradicar la pesca ilegal de la Totoaba.
Perspectiva teórica
Tema 1: Actividades Ilegales: El inicio de la extinción y protección de la
Totoaba
Como hemos visto, a lo largo de la historia la Totoaba ha estado en
peligro de extinción en varias ocasiones y por esta razón el gobierno mexicano
e instituciones que protegen la vida marina han buscado salvaguardarla. La
Totoaba es un pez endémico de México que habita en el Golfo de Baja
California, lo cual la convierte en una especie única en todo el mundo, es por
eso que desde el siglo pasado la han estado protegiendo. Distintos grupos han
estado interesados en pescar la Totoaba, los primeros fueron indígenas
Cucapá, Kiliwas y Seris; y después, los colonos que empezaron a llegar a la
zona.

De acuerdo con las autoridades:

La pesca deportiva de la totoaba se popularizó en San Felipe, B.C., a

partir de la pavimentación de la carretera desde Mexicali, en 1951. Esto

facilitó el transporte tanto de turistas como de totoaba para el mercado,

incluso de exportación. Fue en 1923 cuando se realizó la primera

exportación de totoaba a Estados Unidos de América. Se trató de dos

ejemplares capturados deportivamente. Durante el invierno de 1924-

1925 se hizo la primera exportación de 1 700 libras de carne de totoaba

capturada comercialmente. […] Observadores de este fenómeno

socioambiental, es decir, la interacción del hombre con Totoaba

macdonaldi, concuerdan en que el desplome de la captura comercial se

debió al abuso del recurso como producto de una ineficiente vigilancia

por parte de las autoridades. Pescadores comerciales y deportivos ya no

se conformaron con “pescar para comer”, sino que pescaron cuanto

pudieron mientras hubo totoaba. La especie aún abundaba, a juzgar por

las grandes capturas, y esos pescadores no tuvieron medida de sus

 acciones contra el gigante del Alto Golfo de California. (Ocegueda-

Hernández, 2016, p. 15-16)

Como vimos, el principal desencadenante del inicio de la extinción de la

Totoaba fue que las personas se empezaron a aprovechar de que su población
en ese tiempo era bastante grande y no midieron las consecuencias de sus
acciones. La mala administración del gobierno y de las personas están llevando
a que poco a poco llegue la inminente extinción de la Totoaba. No se sabe
exactamente en qué momento el gobierno mexicano se empezó a dar cuenta
de la sobreexplotación de la pesca de la Totoaba, puesto que antes ya se
habían hecho grandes exportaciones de Totoaba hacia Estados Unidos y los
mismos pescadores de la zona cada vez empezaban a disminuir la población
del pez.

Con la información dada anteriormente, lo que sí se sabe, de acuerdo

con ciertos datos, es que:

La protección de la totoaba data de 1940. Fue una de las pesquerías

más importantes y una de las primeras en el país en mostrar evidencias

de sobreexplotación, lo que motivó la implantación de la veda

permanente a la que ahora se encuentra sujeta. Las diferentes medidas

de administración consistieron en vedas de 1940 a 1955 para proteger la

reproducción. En 1974 se estableció la zona de refugio en la

desembocadura del Río Santa Clara, en Sonora, y la zona de reserva de

Punta Zacatosa, en Baja California, al faro del Cerro el Machorro, en

Sonora, al sur del poblado de Santa Clara. En 1975 se vedó

permanentemente la captura de totoaba en el Golfo de California, en

1991 fue declarada especie en peligro de extinción. (Pedrín-Osuna et

al., 2001, p.1)

 De acuerdo con la fuente, desde el siglo pasado se empezó la
protección de la Totoaba, la primera en 1940, después de eso siguieron otras
en 1940 a 1950 poniendo vedas en cuanto su pesca; de acuerdo con una
investigación ‘‘Las vedas que son los periodos en que se prohíbe la captura de
las especies para evitar la depredación de los recursos naturales y permitir su
reproducción y subsistencia. El tiempo de veda lo establece el Gobierno
Federal’’ (¿Por qué se establecen las vedas?, 2020).

En consonancia a esto, entendemos que, aunque el Gobierno Federal

se preocupó por la disminución de su población, la Totoaba siguió bajando en
cuanto a la misma, ya que en 1991 se declaró como especie en peligro de
extinción.
Tema 2: Aspectos Jurídicos: Leyes de Protección y Prohibiciones

Desde que el Gobierno Federal empezó a mostrar preocupación por la

Totoaba, se han encargado de buscar y aplicar distintas leyes y normas que
protejan a esta especie endémica de nuestro estado. Asimismo, con estas
normas no solamente se busca prohibir su pesca, sino también controlar los
métodos de pesca.

Según una investigación:

En 1993, se decretó la “Reserva de la Biosfera del Alto Golfo de

California y Delta del Río Colorado” y se declara veda total e indefinida

de caza y captura de la Totoaba y Vaquita Marina (Phocoena sinus) y en

1994 se publica la Norma Oficial Mexicana 012-PESC-1993, en la que

se establecen medidas para la protección de la totoaba en aguas de

jurisdicción federal del Golfo de California, con el objeto de evitar la

captura incidental de las especies objeto de esta Norma. Quedando

prohibida toda actividad de pesca en la zona núcleo de la Reserva de la

Biosfera del Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado, y se

prohíbe el uso de redes agalleras durante todo el año en el área

delimitada en la costa oriental del Golfo de California, desde Santa

Clara, Sonora, hasta la boca del río Fuerte, Sinaloa, y en la costa

occidental, hasta Punta Concepción, Baja California Sur.

En ese mismo año se decretó a la totoaba como especies en

peligro de extinción, según la NOM-059-ECOL-1994, y

subsecuentemente se mantendrá en esta clasificación en la NOM-059

del 2002 y el 2010.

En el 2002 se emitió la Norma Oficial Mexicana de Emergencia

NOM-EM-139-ECOL-2002, que establece las medidas de protección de

 los ecosistemas marinos y costeros y de las especies sujetas a

protección especial en aguas de la Reserva de la Biosfera del Alto Golfo

de California y Delta del Río Colorado, para favorecer su protección,

conservación y recuperación, así como su hábitat dentro del Área

Natural Protegida Reserva de la Biosfera del Alto Golfo de California y

Delta del Río Colorado, quedando prohibida la actividad de

aprovechamiento en la zona de amortiguamiento, incluyendo la pesca de

arrastre, con redes agalleras, de enmalle pasivas o dormidas y

chinchorro tripero y curvinero. (Gaceta del Senado, 2014)

Además de las normas y leyes que ya se han presentado, México

también ha buscado apoyo y ha utilizado el servicio de la tecnología para poder
controlar la pesca y protección.

México ha logrado un alto nivel de coordinación interinstitucional en las

acciones para proteger a la vaquita marina y detener la extracción y

tráfico de la Totoaba en el Alto Golfo de California. No existe otra

especie en toda la historia del país que reciba tanto apoyo

gubernamental.

Terminar con la pesca furtiva de totoaba, asociada con la

extinción de la vaquita por el uso de redes agalleras es complicado, pues

implica organizaciones criminales internacionales. Sin embargo, nuestro

país mantiene un esfuerzo amplio de cooperación. Ha solicitado la

colaboración tanto de países de tránsito, como de aquellos donde se

comercializan, así como del resto que integran la Organización

Internacional de Policía Criminal (INTERPOL).

 A fin de interceptar los envíos ilegales, se ha apostado al

intercambio de información sobre modus operandi, decomiso de vejigas

o buches de totoaba.

En México se aplican permanentemente acciones de inspección y

vigilancia bajo el esquema de operaciones mixtas entre las autoridades

administrativas, judiciales, aduaneras y de seguridad. Destacan los

operativos especiales en el Golfo de California, además de un

mecanismo permanente de vigilancia en vías de comunicación, puertos

de arribo de embarcaciones, puertos marítimos de salida de navíos con

mercancías de exportación, cruces fronterizos terrestres y aeropuertos

con alta frecuencia de vuelos internacionales (tanto en áreas de

pasajeros, servicios de paquetería y mensajería).

Aunado a lo anterior, se han incorporado herramientas

tecnológicas para ampliar la cobertura de vigilancia. Destacan, el

sistema satelital de monitoreo de embarcaciones pesqueras, o el

sistema de vehículos aéreos no tripulados. Adicionalmente, se han

fortalecido protocolos de actuación conjunta entre las diversas

autoridades (Ejemplo en Aduanas), se generan capacidades mediante

cursos de identificación de especies protegidas; se coadyuva en la

judicialización de las averiguaciones previas y carpetas de investigación

y se participa en operaciones internacionales para detener el tráfico de

Totoaba.

Actualmente, se realizan recorridos de vigilancia aérea, marítima

y terrestre; revisión de embarcaciones en sitios de embarque y

 desembarque, así como colocación de filtros carreteros. (Esfuerzos para

la Protección de la Vaquita Marina y la Totoaba, 2019)

A pesar de todo esto se sigue traficando a la Totoaba, aunque gracias a

las investigaciones hechas por parte del gobierno se han podido capturar a
grupos de personas que la han estado pescando, como en el siguiente
ejemplo: ‘‘La Fiscalía General de la República (FGR) detuvo a un hombre de
origen asiático y sus dos escoltas en Baja California en posesión de 130 kilos
de totoaba, valuada en 10 millones de dólares.” (Betanzos, 2021). La
protección de la Totoaba ha rendido sus frutos a un paso muy lento, ya que,
por un lado, se ha logrado capturar y detener a sus pescadores ilegales, lo cual
ha ayudado a que se cumplan las normas y leyes que el Gobierno Federal ha
establecido para cuidarla. Por otro lado, eso no erradica el hecho de que se
siga practicando su pesca ilegal y que se siga traficando hacia China.
Tema 3: Derrama Económica: Mercado Negro Chino

Acorde a investigaciones hechas por Sadovy-de-Mitcheson et al. (2019)

“[Hong Kong es el centro de comercio y consumo mundial más importante de
mariscos secos de lujo]”. Entre 2015 y 2018, entre 3144 y 3882 toneladas de
buche fueron importadas anualmente a Hong Kong, estas eran provenientes de
110 territorios extranjeros y contaban con un valor declarado de entre 264 y
394 millones de dólares estadounidenses. Investigaciones han localizado venta
ilegal de buche de totoaba en Shantou, Guangzhou y Hong Kong, donde los
precios pueden alcanzar los 100 000 USD por kilogramo, esto es más que el
valor de la cocaína (de ahí que la totoaba sea también conocida como la
cocaína del mar). En 2018, autoridades chinas confiscaron 444 kg de vejigas
natatorias de totoaba, cuyo valor aproximado ascendía a 26 millones de
dólares estadounidenses.

[Los buches de pescado se utilizan a menudo para hacer sopa, dándole

una textura glutinosa y un sabor ligeramente dulce. Algunos restaurantes

también sirven los grandes buches como plato único, al igual que el

bistec, para comer con cuchillo y tenedor.

Los precios de los buches de pescado secos oscilan entre varios

miles de dólares de Hong Kong a más de 60 000 dólares de Hong Kong

por kilogramo, en función del tamaño, grosor, origen y escasez del

pescado]. (Zhou, 2017)

En el mercado local, el precio de la carne de totoaba variaba entre los $

10 y $ 20 pesos mexicanos por kg. Se reporta que, en Bahía Kino, a los
pescadores Seri se les pagaban 5 centavos por kilo de carne de totoaba. La
demanda internacional daba preferencia al buche, el cual cotizaba en $ 5 USD
la libra en la década de 1920 (dataMares, s/f). Naturalmente, resultaba mucho
más rentable enfocarse en la exportación de buche.

En los últimos años, se ha visto un aumento de casos de contrabando

ilegal de buche en China, especialmente en la región de Hong Kong.
 [El 12 de junio de 2018, bajo el mando unificado de la Oficina contra el

contrabando de la Administración General de Aduanas y la coordinación

general de la Oficina contra el contrabando de la sucursal de

Guangdong, la Oficina Anticontrabando de Aduanas de Jiangmen, la

Oficina Anticontrabando de Aduanas de Nanning y los órganos locales

de seguridad pública llevaron a cabo simultáneamente la operación de

contrabando de fauces de totoaba "608" en Jiangmen, Guangzhou,

Shenzhen, Nanning y otros lugares. Se enviaron 85 policías, se arrestó a

16 sospechosos, se incautaron 2 621 fauces de totoaba y se sospechó

que 15 955 fauces de totoaba habían sido contrabandeadas, con un

valor por caja de aproximadamente 849 millones de yuanes]. ( 海关总署

[Administración General de Aduanas de la República Popular China],

2019)

En este caso, se encontró que la pandilla criminal había ingresado los

cargamentos de buche por vía aérea desde México a través de una falsa
declaración de mercancías, la red criminal también operaba en Vietnam y
Camboya, así como en los territorios chinos de Hong Kong, Shanghái,
Guangxi, Guangdong, entre otros.

En junio del mismo año 2018, se localizó un intento de contrabando en

el Aeropuerto Internacional de Chengdu Shuangliu.

[Bajo el mando de la Oficina contra el contrabando de la Administración

General de Aduanas, la Oficina contra el contrabando de la Aduana de

Jiangmen, junto con la Oficina contra el contrabando de la Aduana de

Chengdu y la Aduana de Shanghái, incautaron un caso de contrabando

de buches de totoaba en el Aeropuerto Internacional Chengdu Shuangliu

y arrestó a un sospechoso en el lugar.

 Después de la verificación preliminar, el sospechoso chino de

apellido Wang tomó un vuelo desde México e ingresó al aeropuerto

Chengdu Shuangliu, en su equipaje no declaró ningún artículo en la

aduana. Los oficiales de aduanas contra el contrabando encontraron un

total de 91 presuntos buches de totoaba en dos maletas transportadas

por el Sr. Wang, que pesaban alrededor de 32 kilogramos, con un valor

de caja de alrededor de 12 millones de yuanes]. ( 海 关 总 署

[Administración General de Aduanas de la República Popular China],

2019)

Casos como estos aún son muy comunes de ver, pues de salir exitoso el
ingreso de la mercancía ilegal, los beneficios económicos serían de
proporciones exorbitantes. Acorde a un reportaje del South China Morning
Post, “[Des Voeux Road West ha sido el hogar de vendedores de mariscos
desde el siglo XIX y es el lugar ideal para comprar abulón seco, pepino de mar
y buches de pescado, así como hongos cordyceps y otros hongos secos]”
(Zhou, 2017). En este mercado callejero al noroeste de Hong Kong, los clientes
pagan hasta $ 20 000 HKD por buches de pescado. Más de 200 negocios se
abastecen con mariscos secos desde hace más de 50 años.

Otro artículo menciona que el buche de Totoaba en específico puede

alcanzar precios aún mayores.

[Mientras que la vejiga de pescado, también conocida como buche, se

vende comúnmente en Hong Kong, las vejigas de totoaba son un manjar

más preciado, especialmente en el continente, donde se venden hasta

por 1 millón de dólares de Hong Kong por kg]. (Kao, 2015)

Queda en evidencia la gran derrama económica que representa el comercio

ilegal de la Totoaba en Hong Kong y la China Continental, siendo los
principales beneficiarios los comerciantes y mercaderes que se dedican a su
venta en los mercados de mariscos secos, como lo es el Des Voeux Road
West de Hong Kong.
Tema 4: Surgimiento de Asociaciones Criminales: Narcobucheros, el
cartel del Dragón y oportunidades económicas.

Desde el siglo pasado, México ha sido víctima de grupos organizados

que han atemorizado al país, siendo los más comunes los que trafican armas,
drogas y personas. Hoy en día, de acuerdo con los portales de noticias y el
gobierno mexicano, sabemos que los que operan el crimen organizado y los
que trabajan para ellos cuentan con mucho poder e influencia y esto no se ha
quedado atrás en la zona donde se pesca la Totoaba.

De acuerdo con medios de comunicación, esto es lo que se dice:

Al ser San Felipe el principal nodo del tráfico de totoaba y la localidad de

mayor importancia en el Alto Golfo, es preciso comprender la historia de

sus pesquerías y cómo estás conectaron con grupos criminales.

Para ello, se proponen las siguientes temporalidades:

o De la colonización del Alto Golfo a la creación de la reserva de la

biosfera (1925-1992). Se tratará de la estrecha relación entre la pesca y

la fundación de San Felipe. Asimismo, se hará un recorrido histórico en

el que se vislumbren los picos y crisis de las actividades pesqueras y

cómo estás tuvieron un impacto en el mar. El acontecimiento que cierra

este proceso es el establecimiento de la reserva de la biosfera del Alto

Golfo de California y Delta del Río Colorado.

o Del conservacionismo al campo de batalla: el surgimiento de los

narcobucheros (1993 a la fecha). Esta temporalidad se divide en

dos. La primera parte con el decreto de reserva de la biosfera del Alto

Golfo de California y Delta del Río Colorado y las contradicciones de su

operación - vedas y recomposición de la pesca local a causa de las

 nuevas políticas económicas y las consecuencias de la sobreexplotación

del mar durante las décadas anteriores. La segunda etapa parte con el

surgimiento de los narcobucheros en plena guerra contra el narcotráfico

y la transición Calderón-Peña Nieto (2012-2013). En estos años la

violencia a nivel estatal tuvo uno de sus puntos más altos. Por último,

son dos las hipótesis que guían la pesquisa. La principal es que las

políticas regulatorias de la reserva de la biosfera, aunadas a las décadas

de explotación marina y el declive económico pesquero, impulsaron la

pesca ilegal de totoaba. No obstante, la llegada del Cartel de Sinaloa a

finales del sexenio de Felipe Calderón e inicios del de Peña Nieto, y su

articulación con las redes de traficantes asiáticos se convirtió en una

coyuntura histórica caracterizada por la violencia y explotación de

especies marinas. La segunda busca indagar la conexión México-China

y es que ante el peligro de extinción de la bahaba china, se buscaron

nuevas especies para sustituirlo. La histórica migración china en el Valle

de Mexicali creó un importante circuito en el que se estableció la totoaba

como la nueva especie afrodisiaca. El papel de Calexico: empresarios y

medios impulsaron el desarrollo en San Felipe. Con el tráfico de

totoaba, se convirtió en un punto clave para su circulación en la costa

oeste de Estados Unidos. (Bonada-Chavarría, 2020, p. 6-7)

Además de que no solamente se encuentran cárteles de México en la

zona, también se encuentran cárteles y mafia proveniente de China, que hace
que este problema sea difícil de acabar.

El secretario de Seguridad de Baja reconoció que los criminales chinos

son los principales actores en una serie de actividades de contrabando.

Dijo que ellos trafican especies de animales protegidos, incluyendo las

 especies locales como […] el pez totoaba, entre otros, que son

contrabandeados de vuelta a China. Con la creciente economía de

China hay una gran demanda por la cocina “exótica”, y muchos de los

animales en peligro de extinción terminan como ingredientes en los

platos de la clase alta china. (Castro, 2017)

Aunado a esto, al no ser un cártel de drogas, tienen un método de

operación algo particular.

Según ciertas investigaciones:

Aunque poco ha servido esta prohibición en el Alto Golfo de California,

puesto que su captura y extracción del buche genera cuantiosas

ganancias. El modus operandi, según C4ADS, es de tripulaciones de

cinco o más sujetos en una panga —cuando en la pesca legal de

cualquier especie solo intervienen dos o tres— que salen de noche,

aunque también se da a plena luz del día. Usan redes de enmalle

grandes, que en ocasiones abandonan para comprar nuevas cuando se

sienten en riesgo. Para evitar llevar toda la totoaba a la orilla, extraen las

vejigas en el mar y arrojan el resto del pescado al agua con una piedra

en su boca para que se hunda y no descubran los restos flotando en la

superficie. Al transportar los buches, las pangas tienen compartimentos

secretos, las ocultan debajo de su ropa o en una pequeña bolsa antes

de regresar a la costa. Muchas veces los totoaberos prefieren realizar

sus operaciones desde campamentos en las orillas de la playa, que

estén alejados de las comunidades. Si es necesario escapar de las

autoridades, tienen un vehículo escondido cerca de la playa. (Salazar,

2017)
 Muchas personas que viven en la zona se han visto obligadas a trabajar
para los cárteles, ya sea porque el pago sea mejor o porque directamente los
cárteles los reclutan a la fuerza para que trabajen con ellos.

Acorde a esto:

En este ilícito existen tres tipos de pescadores: los normales, que son

independientes, resultado de la prohibición pesquera y que lo hacen

para mantener a sus familias o aumentar sus ingresos. Los segundos

son pescadores reclutados por el crimen organizado para atrapar

totoaba en su nombre. Les suministran el equipo necesario y son

pagados por ellos. El último grupo está compuesto por criminales, a

menudo descritos como “narcobucheros”, puesto que realizan la pesca

ellos mismos. (Tvp, 2017)

Como vemos, el hecho de que el negocio de la totoaba continua se debe

a que los cárteles amenazan a las personas, pero además de eso, existe una
gran ganancia por trabajar con ellos. Muchas personas han visto una gran
afluencia de dinero por trabajar con estos grupos, aunque se dediquen a una
actividad ilícita.

Algunos de los testimonios recogidos son los siguientes:

“Este Armenta era uno de los principales (pescadores de totoaba), el

bato hizo mucha lana, pero era tranquilo, no se metía con nadie, hacía

cosas ilegales pero era tranquilo. Era comprador, se lo llevaba a

Ensenada. En una ocasión compró un auto tipo Charger del año, de

Ensenada, se trajo 50 mil dólares por el pago de buches pequeños de

totoaba, pero en el camino lo detuvieron los federales y la bajaron una

lana”.
 Detalla que la ruta de la totoaba va de El Golfo de Santa Clara hacia

Mexicali, Ensenada y de ahí hasta China. Otra es de Mexicali hacia

Caléxico y de ahí hasta Los Ángeles, antes de partir al Oriente.

Otro más refiere que las totoabas machos pueden medir hasta un metro,

pero el buche es muy pequeño, de apenas medio kilo, mientras que en

las hembras pese a su menor tamaño el buche es mucho más grande.

“Una vez me dieron 7 mil 200 dólares por un buche”, recuerda y comenta

que han llegado pescadores desde Puerto Peñasco para dedicarse a la

pesca furtiva, pero advierte: “Ya se la están acabando”. (Zeta, 2020)

No solamente eso, sino que incluso ya ha habido víctimas mortales a causa de

este tráfico ilegal.

Cuando Samuel “El Sammy” Gallardo Catro murió tras recibir disparos

en una playa mexicana en 2014, podría haberse debido a un caso más

de asesinato de un narcotraficante del famoso cartel de Sinaloa. Sin

embargo, informes locales apuntan a una disputa por el comercio de

vejigas natatorias de totoaba (Totoaba macdonaldi), un pez en peligro

crítico que vive en el golfo de California. Hay una alta demanda de estos

órganos, también conocidos como buches, en China y Hong Kong por

sus supuestas propiedades medicinales.

Una persona confesó el asesinato y dijo que Gallardo le debía

más de un millón de dólares de un cargamento de totoaba. Otras

pruebas indicaron que otro traficante de narcóticos quería suplantar a

Gallardo y hacerse con el control del intercambio para sí mismo.

(Salazar, 2017)
 Aunque esta forma de operar como tráfico no es tan conocida en el país,
la realidad, como hemos visto, es que muchas personas han tenido que
cambiar su estilo de vida para ajustarse a las reglas que les imponen los
narcos y otras lamentablemente han perdido su vida. (Alaniz-Pasini et al.,
2010)

Con el incremento de la demanda de buche de totoaba en China, los

cárteles de la droga mexicanos se han introducido en el negocio, según

cuenta Clare Perry, experta en políticas de comercio de fauna salvaje de

la Agencia de Investigación Medioambiental, con sede en Londres.

Los cárteles actúan como intermediarios para los compradores asiáticos.

Fijan habitualmente los precios de la industria, dictan el volumen de las

capturas, y pueden amenazar (o secuestrar) a miembros de la familia

para obligar a los pescadores o a los procesadores de marisco a cumplir

sus exigencias. […] Los pescadores afirman que cientos (si no miles) de

embarcaciones surcan ilegalmente las aguas de San Felipe, muchas de

ellas en busca de totoaba, pero también compiten por el camarón, la

corvina y la sierra (caballa española). Según Alberto García Orozco, de

73 años, pescador y propietario de una planta procesadora de mariscos,

era posible ganar hasta 15 000 dólares por una vejiga de totoaba hace

una década, cuando los precios estaban en su punto más alto. (Fine-

Maron, 2022)

.
Tema 5: Consecuencias en el Medio Ambiente
La pesca ilegal de la Totoaba no solamente afecta en el ámbito
económico y a las personas que viven en la zona, sino que tiene un gran
impacto dentro del medio ambiente, principalmente porque los pescadores solo
utilizan el buche y tiran todo lo demás en el mar o a veces en la orilla de la
playa.

La siguiente fuente lo demuestra:

[Como se expuso anteriormente, las prácticas ilícitas relacionadas con la

pesca de totoaba tienen un gran impacto en el ecosistema del Alto Golfo

de California. El valor infinitamente más alto del buche en comparación

con la carne, aunado a los escasos medios de almacenamiento,

conduce a que generalmente solo se retiren para la venta los buches,

mientras que el resto del pez se deja pudrir]. (Sadovy-de-Mitcheson et

al., 2019)

Además del desperdicio que representa no aprovechar todo el cuerpo de

totoaba, que recordemos puede llegar a medir 2 metros y pesar 100
kilogramos, el arrojamiento de sus cadáveres directamente al mar contamina
las aguas.

La pesca de totoaba también acaba indirectamente con otras especies

marinas en lo que se conoce como captura incidental, en palabras de
dataMares (s/f) “Se reportaba como captura incidental a tiburones y mamíferos
marinos que se enmallaban en las redes agalleras tendidas a lo largo de las
costas”, siendo el caso más conocido el de la vaquita marina (Phocoena sinus).
Esto está afectado a otras especies marinas y de una u otra manera está
contribuyendo a que también se extingan o que lleguen a estar en peligro de
extinción; además, como ocurre en la pesca incidental, se pescan especies que
no se deseaban.

La pesca incidental afecta muchísimo a la vida marina:

 La pesca incidental se refiere a la captura no intencionada de peces y

especies marinas (especies no deseadas, sin valor económico y/o,

especies protegidas), resultado de las prácticas insostenibles de pesca.

[…] A nivel ambiental, la pesca incidental y de descarte genera una

grave afectación a poblaciones enteras de especies marinas, hábitats y

ecosistemas marinos. Mamíferos marinos, aves marinas, tortugas

marinas y tiburones mueren todos los años, como resultado de la pesca

incidental. Así mismo, el descarte de peces juveniles, que al irrumpir su

ciclo de vida normal, alteran el ecosistema marino y generan, a su vez,

pérdidas en pesca potencial para el futuro consumo humano. (Pesca

incidental: una amenaza de doble filo, s/f)

‘‘Para pescar totoabas se utilizaban redes totoaberas o agalleras, que

también capturaban de forma incidental a la vaquita, que nunca fue objeto de
captura. Su muerte es un daño colateral” (Alaniz-Pasini et al., 2010). Como
vimos, no solamente se afecta a los peces que viven en la zona y se altera el
ciclo de vida que hay en el oceano, sino que también afecta fuera del mar, en la
playa. Muchas personas que viven en la zona se quejan de los olores
procedentes de las playas.

El siguiente testimonio nos lo confirma:

Vinimos al desierto en busca de peces… Muertos. El olor rancio y

salobre que golpea mis receptores olfativos sugiere que debemos estar

cerca. La fotógrafa Kirsten Luce y yo nos acercamos al hedor.

Estamos en un vertedero aislado, no oficial, rodeado de todo tipo

de cosas, desde neumáticos y retretes hasta botellas de plástico y

equipos electrónicos. El agua azul del Golfo de California brilla a

nuestras espaldas mientras el pescador que accedió a traernos escanea

los detritos.

“¡Ahí! Eso es totoaba”, expresa y señala un gran montículo. Entre

la basura, más de una docena de enormes cadáveres de peces en

descomposición se desprenden de una sábana floreada. Las escamas

plateadas y brillantes cubren algunos de los cuerpos; otros restos no son

más que cabezas y aletas.

Cerca hay más cadáveres de totoaba. El pescador señala una

hendidura a lo largo de un cuerpo en la que, según dice, los totoabaeros

(cazadores furtivos de totoaba), han extraído la vejiga natatoria del

animal. Cuando está llena de aire, este órgano (conocido también como

buche) ayuda a mantener la flotabilidad.

Los cadáveres del vertedero, aunque grandes, no son de tamaño

natural. Con el aumento de la demanda de buches desde

aproximadamente 2010 (cuando la corvina amarilla, una especie afín en

aguas chinas, fue pescada hasta el borde de la extinción), parece que

menos totoabas crecen completamente antes de ser capturadas.

“No deberíamos ser vistos aquí”, advierte nuestro guía con

urgencia. Luce se apresura a hacer unas últimas fotos y abandonamos

el vertedero. (Fine-Maron, 2022)

Conclusiones
A pesar de la sobreexplotación a la que ha sido sometida durante ya
más de un siglo, parece aun haber esperanza para la totoaba. Actualmente
existen criaderos que ayudan a la preservación de la especie, como explica
una nota de Noticieros Televisa “En Baja California Sur existen dos granjas que
se dedican a producir crías de totoaba para que posteriormente sean liberadas
a la vida silvestre…” (Sánchez-Hernández, 2019). A pesar de que todo parece
indicar que la población de totoaba se está recuperando muy lentamente, el
negocio del buche sigue siendo económicamente muy redituable y se espera
que la demanda por este y otros productos marinos de lujo vaya en aumento
(Ben-Hasan, 2021).

Con lo anterior en mente, llegamos a la conclusión de que es bastante

probable que las totoabas silvestres desaparezcan en los próximos años, pero
la especie no se extinguirá, pues la totoaba de criadero está ganando terreno
como fuente principal para la repoblación y el consumo. El criadero encargado
de esta labor es Earth Ocean Farms, ubicado a 50 km al norte de La Paz, Baja
California Sur.

Earth Ocean Farms opera un laboratorio con la infraestructura necesaria

para la reproducción de la totoaba y huachinango como un recurso

sustentable y próspero.

El criadero de estas especies marinas consiste en el manejo de

reproductores, desove y cultivo de larvas, culminando con la producción

de juveniles. Para este proceso, se lleva un control de la alimentación,

temperatura, luz, filtración, desinfección y recirculación de agua,

manteniendo condiciones óptimas para su crianza.

Utilizando la tecnología de acuacultura en mar abierto, cultivamos

la totoaba y el huachinango en su entorno natural a través de jaulas que

 se introducen en aguas profundas, cristalinas y con las condiciones

ideales para su crecimiento. (Earth Ocean Farms, 2017)

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