Resumen Capitulo 57

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 7

UNIVERSIDAD NACIONAL DE CHIMBORAZO

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD


CARRERA DE MEDICINA

ESTUDIANTE: Heredia Yaselga Domenica Salomé PARALELO: 3 Medicina A


EVALUADOR: Dr. Edwin Gilberto Choca Alcoser FECHA: 11/01/2023
CATEDRA: Fisiología III TEMA: Resumen capítulo 57

Contribuciones del cerebelo y los ganglios basales al control motor global

El cerebelo representa un papel fundamental en la coordinación temporal de las actividades motoras


y en el paso suave y rápido desde un movimiento muscular al siguiente. Los ganglios basales ayudan
a planificar y controlar los patrones complejos de movimiento muscular. Regulan las intensidades
relativas de cada movimiento independiente, su dirección y la ordenación de los movimientos
paralelos y sucesivos múltiples destinados a alcanzar un objetivo motor específico complicado
EL CEREBELO Y SUS FUNCIONES MOTORAS.
El cerebelo resulta especialmente vital para la regulación de los movimientos rápidos. La lesión del
cerebelo no suele ocasionar parálisis, sino una imposibilidad para utilizar los músculos afectados de
forma rápida, suave y coordinada. El cerebelo también colabora con la corteza cerebral en la
planificación por anticipado del siguiente movimiento secuencial una fracción de segundo antes,
mientras se está ejecutando aún el movimiento actual. (Guyton, 1996).
Áreas anatómicas y funcionales del cerebelo.
El cerebelo consta de una corteza con tres capas que rodean cuatro pares de núcleos de ubicación
central. La corteza superficial presenta numerosos pliegues o láminas, parecidos a las
circunvoluciones de la corteza cerebral. La corteza cerebelosa se divide en tres grandes lóbulos:
anterior, posterior y floculo nodular. Los lóbulos anterior y posterior se subdividen en el plano sagital
en una porción central, el vermis; una porción algo más lateral, de bordes mal definidos, la zona
intermedia; y otra lateral, los grandes hemisferios laterales.
Divisiones funcionales longitudinales de los lóbulos anterior y posterior.
El vermis y la zona intermedia contienen un mapa somatotópico de la superficie corporal que refleja
las aferencias sensitivas periféricas de los músculos, tendones, cápsulas articulares y algunos
receptores cutáneos.
Los hemisferios laterales reciben principalmente aferencias de la corteza cerebral a través de los
núcleos protuberanciales de la base, y las porciones de cada hemisferio muestran una organización
somatotópica fracturada. (Guyton, 1996).

Circuito neuronal del cerebelo.


Vías de entrada (aferentes) al cerebelo.
La proyección aferente más grande, el sistema pontocerebeloso, se origina en células de los núcleos
protuberanciales de la base. Casi todas las regiones de la corteza cerebral proyectan hacia células de
los núcleos protuberanciales que dan origen a axones pontocerebelosos. Esta es la vía principal por
la que se transmite la información cortical al cerebelo. Las proyecciones olivocerebelosas se originan
en células de los núcleos olivares inferiores.
Señales de salida (eferentes) desde el cerebelo.
Las porciones situadas en la línea media (vermis) de la corteza cerebelosa proyectan hacia el núcleo
del fastigio (medial) cerebeloso y luego a los núcleos vestibulares y a la formación reticular. La
corteza de la zona intermedia proyecta a los núcleos globoso y emboliforme (núcleos interpuestos),
y después a los núcleos ventrolateral y ventral anterior del tálamo. Desde el tálamo, las señales son
transmitidas a la corteza cerebral y los ganglios basales. (Guyton, 1996).
Unidad funcional de la corteza cerebelosa: la célula de purkinje y la célula nuclear profunda.
Las tres capas de la corteza cerebelosa, empezando desde la superficie pial, son la capa molecular, la
capa de células de Purkinje y la capa granulosa. El circuito fundamental a través de la corteza
cerebelosa, que se repite cerca de 30 millones de veces. La clase celular principal es la célula de
Purkinje, que recibe aferencias del árbol dendrítico, en forma de abanico, localizado en la capa
molecular. Esta entrada procede de dos fuentes principales:
1. Las fibras trepadoras, que se originan en las células del complejo olivar inferior
2. Las fibras paralelas, que representan los axones de las células de los granos.
Las células de los granos reciben aferencias sinápticas de las fibras musgosas, formadas por todos los
demás sistemas aferentes cerebelosos. Sin embargo, recientemente se ha comprobado que otro tipo
de fibras aferentes, que aparentemente entabla contacto sináptico con las células de Purkinje las fibras
multicapa, se originan en grupos de células productoras de aminas biogénicas, como el locus ceruleus
y otros núcleos, incluidas partes del hipotálamo. (Guyton, 1996).
El circuito cerebeloso fundamental se completa con el axón de la célula de Purkinje, que establece
contacto sináptico con uno de los núcleos cerebelosos, pese a que algunos axones de Purkinje se
extienden hasta los núcleos vestibulares. La transmisión de las señales a través del circuito
fundamental depende de otras tres consideraciones más:

1. Las células de Purkinje y las células nucleares del cerebelo poseen una actividad de fondo alta,
que se puede modular al alza o a la baja.
2. Las células de los núcleos centrales reciben aferencias excitadoras directas de las fibras trepadoras
y de la mayoría de los sistemas de fibras musgosas, mientras que la aferencia de las células de
Purkinje es inhibidora.
3. Las otras tres interneuronas inhibidoras (células en cesta, células estrelladas, células de Golgi) de
la corteza cerebelosa modulan también la transmisión de las señales a través del circuito
fundamental.
Obtenido de https://es.slideshare.net/gersonantonio2/el-cerebelo-y-sus-funciones-fisiologa

Señales de salida de encendido / apagado y apagado / encendido por el cerebelo.


La función típica del cerebelo consiste en contribuir a suministrar unas señales rápidas de encendido
para los músculos agonistas y simultáneamente unas señales recíprocas de apagado para los
antagonistas al comenzar un movimiento. A continuación, cuando se acerca su final, el cerebelo es
básicamente el responsable de sincronizar y ejecutar las señales de apagado dirigidas a los agonistas
y de encendido para los antagonistas. El patrón de encendido-apagado en la contracción de los
agonistas al comienzo del movimiento comienza con las señales procedentes de la corteza cerebral.
(Guyton, 1996).
Función del cerebelo en el control motor global.
El sistema nervioso recurre al cerebelo para coordinar las funciones de control motor en los tres
niveles siguientes:

1. El vestibulocerebelo. Los pequeños lóbulos cerebelosos floculonodulares y las porciones


adyacentes del vermis. Aporta los circuitos nerviosos para la mayoría de los movimientos
relacionados con el equilibrio corporal.
2. El espinocerebelo. Está constituido por la mayor parte del vermis del cerebelo posterior y
anterior, además de las zonas intermedias adyacentes a sus dos lados. Proporciona el circuito
encargado de coordinar básicamente los movimientos de las porciones distales de las
extremidades, en especial los de las manos y los dedos.
3. El cerebrocerebelo. Está compuesto por las grandes zonas laterales de los hemisferios
cerebelosos, que quedan a los lados de las zonas intermedias. Recibe prácticamente todas sus
conexiones desde la corteza cerebral motora y las cortezas somatosensitiva y premotora
adyacentes en el cerebro.

Funcionamiento del vestíbulocerebelo asociado al tronco del encéfalo y la médula espinal para
controlar el equilibrio y los movimientos posturales.
El vestibulocerebelo es la combinación del flóculo y del nódulo del cerebelo y de algunos núcleos
vestibulares del tronco del encéfalo. Se cree que estos componentes del encéfalo calculan la velocidad
y el sentido del movimiento, es decir, dónde se situará el cuerpo pocos milisegundos después. Como
el circuito vestibulocerebeloso se asocia fundamentalmente a los músculos axiales y de la cintura,
parece que este sistema interviene principalmente en el ajuste y mantenimiento de una postura
adecuada a un determinado movimiento. (Guyton, 1996).

Espinocerebelo: control por retroalimentación de los movimientos distales de las extremidades


a través de la corteza cerebelosa intermedia y el núcleo interpuesto.
El espinocerebelo se compone de la zona intermedia de los lóbulos anterior y posterior, y de la mayor
parte del dermis de los lóbulos anterior y posterior. Es la porción de la corteza cerebelosa que recibe
la mayoría de las proyecciones ascendentes de la médula espinal (fascículo espinocerebeloso y
cuneocerebeloso), en particular las aferencias de los husos musculares, los órganos tendinosos de
Golgi y las cápsulas articulares.
Esta parte del cerebelo podría amortiguar los movimientos. Así, cuando se mueve el miembro superior
se genera un momento, que debe superarse para detener el movimiento. Si una lesión afecta al
espinocerebelo, se produce una descarga exagerada, esto es, el miembro superior puede sobrepasar el
objeto en una de las direcciones, para luego efectuar una corrección y sobrepasar el objeto en el
sentido contrario. (Guyton, 1996).

Cerebrocerebelo: función de la gran zona lateral del he misferio cerebeloso para planificar,
secuenciar y tiempos de movimientos complejos
Las zonas laterales de los dos hemisferios cerebelosos están muy desarrolladas e hipertrofiadas. Esta
característica encaja con las capacidades del hombre para planificar y ejecutar patrones secuenciales
complicados de movimiento, especialmente con las manos y con los dedos, y para hablar. Toda la
comunicación entablada entre dichas áreas cerebelosas laterales y la corteza cerebral no se dirige a la
corteza motora primaria sino al área premotora y las áreas somatosensitivas primaria y de asociación.
Planificación de los movimientos secuenciales.
La planificación de los movimientos secuenciales exige que las zonas laterales de los hemisferios
estén en contacto con las porciones sensitivas y premotoras de la corteza cerebral, y esto requiere una
comunicación bidireccional entre estas áreas corticales cerebrales y las regiones correspondientes de
los ganglios basales. El «plan» de los movimientos secuenciales en las áreas sensitivas y premotoras
de la corteza cerebral, y desde allí se transmite hacia las zonas laterales de los hemisferios cerebelosos.
Anormalidades clínicas del cerebelo
Dismetría y ataxia
Movimientos en los que se sobrepasa o no se llega a alcanzar el objeto deseado. El efecto se denomina
dismetría y los movimientos anómalos se califican como atáxicos.
Hipermetría
Imposibilidad de que la señal detenga el movimiento en el momento adecuado, de modo que la
extremidad desborda el objeto deseado.
Disdiadococinesia
Incapacidad para ejecutar movimientos rápidos y alternantes. La conmutación que hace pasar de la
flexión a la extensión (o viceversa) no se sincroniza adecuadamente.
Disartria
Defecto del habla que se caracteriza por la progresión inadecuada de una sílaba a la siguiente. El
habla se entrecorta y algunas sílabas se sostienen y otras se caen demasiado pronto.
Temblor de los globos oculares
Tipo de temblor que se presenta únicamente cuando se intenta un movimiento voluntario; se
intensifica a medida que la extremidad se acerca al objeto.
Nistagmo cerebeloso
Temblor ocular al intentar fijar un punto en la periferia del campo visual. Disminución del tono
muscular de la musculatura afectada, acompañada de una disminución de los reflejos.
Hipotonía
Disminución del tono muscular de la musculatura afectada, acompañada de una disminución de los
reflejos.
LOS GANGLIOS BASALES Y SUS FUNCIONES MOTORAS
A cada lado del encéfalo, están formados por el núcleo caudado, el putamen, el globo pálido, la
sustancia negra y el núcleo subtalámico. Casi todas las fibras nerviosas sensitivas y motoras que
conectan la corteza cerebral con la médula espinal atraviesan el área que queda entre los elementos
más voluminosos de los ganglios basales, el núcleo caudado y el putamen. Este espacio se llama
cápsula interna del cerebro.

Circuito neuronal de los ganglios basales.


Las conexiones anatómicas entre los ganglios basales y los demás elementos del encéfalo que se
encarga.

Función de los ganglios basales en la ejecución de patrones de actividad motora: el circuito de


putamen.
Los circuitos que interconectan los ganglios basales son intricados y sumamente complejos.
En general, las funciones en las que interviene el movimiento se relacionan fundamentalmente con el
putamen, más que con el núcleo caudado. Las señales iniciadas en la corteza premotora y
suplementaria son transmitidas al putamen y luego al globo pálido. Este último posee una subdivisión
interna y otra externa, relacionadas sinápticamente entre sí, aunque también proyecta a otros lugares.
(Guyton, 1996).
Este conjunto de conexiones crea una serie de bucles que asocian la corteza motora con partes del
putamen y del globo pálido. A su vez, estas células proyectan a los núcleos motores del tálamo, que
retransmiten señales a la corteza motora.
Dentro de cada bucle existen dos circuitos, los denominados vía directa y vía indirecta. La vía directa
se dirige desde las neuronas inhibidoras del putamen hasta las células del segmento pálido interno,
que luego se proyectan a los núcleos motores del tálamo. Las neuronas del segmento interno crean
un circuito palido talámico inhibidor, en el que participan neuronas tálamocorticales que proyectan a
la corteza motora.
El resultado final es que las neuronas tálamocorticales se desinhiben, lo que facilita la transmisión de
estímulos excitadores desde el tálamo hasta la corteza motora. Las neuronas subtalámicas «se liberan»
y envían señales excitadoras a las neuronas del segmento interno del pálido, que proporcionan
aferencias inhibidoras a los núcleos motores del tálamo.
 Lesión del globo pálido: contorsiones de la mano y del brazo o de la cara, denominadas atetosis.
 Lesión subtalámica: movimientos inestables de una extremidad, denominados hemibalismo.
 Lesión del putamen: movimientos de lanzamiento de una de las manos o de la cara, que reciben
el nombre de corea.
 Degeneración de las células dopaminérgicas de la sustancia negra: enfermedad de Parkinson
caracterizada por bradicinesia (movimientos lentos), marcha titubeante, falta de expresión de la
cara y temblor en reposo.
Función de los ganglios basales en el control cognitivo de las secuencias de patrones motores: el
circuito del caudado.
Como el putamen, el núcleo caudado recibe proyecciones densas de la corteza cerebral; sin embargo,
en este caso participan las áreas de asociación cortical más que la corteza motora. La salida del núcleo
caudado se dirige al segmento interno del globo pálido y al tálamo, y termina finalmente en la corteza
prefrontal, premotora y motora suplementaria, el caudado podría facilitar el control de los patrones
motores asociados a la memoria de la experiencia previa. (Guyton, 1996).

Función de los ganglios basales para cambiar el tiempo y escalar la intensidad de los
movimientos.
La velocidad y la amplitud del movimiento constituyen dos parámetros fundamentales y se
denominan función de sincronización y de escalado. Estos dos rasgos se alteran en las lesiones de los
ganglios basales, principalmente las del núcleo caudado, lo que se correlaciona con el dato siguiente:
la corteza parietal es el lugar de las coordenadas espaciales del cuerpo y de su relación con el medio
exterior.

Función de los ganglios basales para modificar la secuencia de los movimientos y graduar su
intensidad.
La interacción entre varios neurotransmisores específicos con una acción conocida en el seno de los
ganglios basales, y contiene:

1. Las vías de la dopamina desde la sustancia negra hasta el núcleo caudado y el putamen.
2. Las vías del ácido γ-aminobutírico (GABA) desde el núcleo caudado y el putamen hasta el globo
pálido y la sustancia negra.
3. Las vías de la acetilcolina desde la corteza hasta el núcleo caudado y el putamen.
4. Las múltiples vías generales procedentes del tronco del encéfalo que segregan noradrenalina,
serotonina, encefalina y otros neurotransmisores más en los ganglios basales, lo mismo que en
otras partes del cerebro.

Obtenido de https://quizlet.com/mx/531533342/12-electrofisiologia-de-las-membranas-excitables-flash-cards/
INTEGRACIÓN DE LAS MUCHAS PARTES DEL SISTEMA DE CONTROL TOTAL DEL
MOTOR
Nivel espinal
En la médula espinal se organizan patrones de movimiento de casi todos los músculos corporales,
que varían desde el reflejo de retirada relativamente sencillo hasta el movimiento coordinado de las
cuatro extremidades.
Nivel de corteza motora
En cuanto a la función somatomotora, las neuronas del tronco del encéfalo contribuyen decisivamente
al control de los movimientos oculares reflejos que intervienen en el aparato sensitivo vestibular.
Además, el tronco del encéfalo media en la regulación de la postura y del equilibrio, al estar influido
por el sistema vestibular, y participa también en la regulación del tono muscular a través de las
motoneuronas g. (Guyton, 1996).
La salida de la corteza motora se dirige a la médula espinal a través de esta inmensa red de fibras. En
general, las áreas motoras de la corteza pueden idear un programa motor único y específico que se
envía a la médula espinal para activar diversos grupos musculares. Alternativamente, la corteza puede
elegir entre el conjunto de patrones motores definidos por los circuitos intrínsecos de la médula.
Funciones asociadas del cerebelo.
El cerebelo actúa en diversos planos de la regulación jerárquica del movimiento. En el plano medular,
facilita los reflejos miopáticos, de modo que potencia la capacidad para afrontar un cambio o
perturbación inesperados de la carga. En el tronco del encéfalo, el cerebelo está interconectado con
el sistema vestibular y ayuda a regular la postura, el equilibrio y los movimientos oculares. La salida
del cerebelo se dirige fundamentalmente al tálamo, donde influye sobre la corteza cerebral, que emite
órdenes motoras accesorias o programa por adelantado la progresión de un movimiento rápido en un
sentido hacia un movimiento rápido en el sentido contrario. (Guyton, 1996).
Funciones asociadas de los ganglios basales.
Estas neuronas y grupos celulares asociados participan con las áreas motoras de la corteza en el
control de los patrones aprendidos del movimiento y los movimientos secuenciales múltiples
concebidos para acometer tareas autogeneradas o con una guía interna. Esta función incluye también
las modificaciones del programa motor que se precisan para regular la velocidad y la amplitud del
movimiento, es decir, las funciones de sincronización y escalado.

Referencia
Guyton, A.C.& Hall, J.E. (1996). "Tratado de Fisiología médica". 9ª Edición. Interamericana-
McGraw-Hill. Madrid. Langley, L.L. (1982)

También podría gustarte