0% encontró este documento útil (0 votos)
111 vistas

La Verdadera Conversión (Hechos 26:19)

La verdadera conversión requiere tres cosas: 1) Reconocer que sin ella se vive una mentira alejado de Dios, 2) Tener un encuentro personal con Cristo que conduzca al arrepentimiento, 3) Mostrar la evidencia de obedecer la palabra de Dios abandonando la vida pasada y siguiendo a Cristo.

Cargado por

Max Torres
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
111 vistas

La Verdadera Conversión (Hechos 26:19)

La verdadera conversión requiere tres cosas: 1) Reconocer que sin ella se vive una mentira alejado de Dios, 2) Tener un encuentro personal con Cristo que conduzca al arrepentimiento, 3) Mostrar la evidencia de obedecer la palabra de Dios abandonando la vida pasada y siguiendo a Cristo.

Cargado por

Max Torres
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 1

LA VERDADERA CONVERSIÓN (HECHOS 26:19)

INTRODUCCIÓN

Muchas de las personas que hoy profesan ser cristianos dicen serlo porque nacieron en un hogar que
compartía esa creencia, o porque les fue heredado o porque un día levantaron la mano obedeciendo un
llamado que un predicador o porque llegaron a la conclusión de que ese era el mejor camino para estar a
cuentas con Dios. Sin embargo, ¿qué dice la Biblia? En las páginas del Nuevo Testamento podemos
encontrar que durante los días de la iglesia primitiva todos los llamados cristianos llegaban a serlo
POR CONVERSIÓN y el apóstol Pablo es un buen ejemplo de ello. Por tanto, todos debemos
cuestionarnos si realmente somos cristianos por conversión o solo por tradición. Veamos en que consiste
la verdadera conversión.

I.            SIN UNA CONVERSIÓN SE VIVE UNA MENTIRA.


Hechos 26:4-5 Aquí encontramos a un hombre que desde su juventud vivió de acuerdo a los principios
de una de las sectas más estrictas en Israel: los fariseos. Convencido que había encontrado el mejor y
único medio para servirle a Dios estaba encaminado a un destino de condenación al perseguir a los
seguidores de Jesús por considerarlos una herejía.

Hechos 26:9-11 Cuantas personas viven engañadas como lo estaba Pablo, algunos viven una religión
falsa, creyendo estar cerca de Dios, están más lejos de lo que creen, otros no miden las consecuencias de
sus pecados, creen que no necesitan el perdón de Dios y se deleitan en el mundo siguiendo su propio
camino, sin saber que van camino a la condenación.

    II. EL ENCUENTRO CON CRISTO ES EL PASO A LA VERDADERA CONVERSIÓN.


            

Hechos 26:12-15 Para que el hombre pueda convertirse de su vida de pecado a Dios necesita tener un
encuentro personal de Jesús. En el relato bíblico Pablo lo relata.

Para poder experimentar una verdadera conversión a Dios necesitamos obedecer la palabra de Dios que
enseña que fuera de Cristo no hay salvación: “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro
nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”, (Hechos 4:12), y esto nos tiene
que conducir a un verdadero arrepentimiento, sin él no habrá jamás una conversión genuina.

Hechos 3:19 El arrepentimiento lleva a la persona a reconocer su pecado, produce un cambio de


pensamientos, actitudes y sentimientos, es un giro de 180 ° completo.

 III.            LA EVIDENCIA DE LA VERDADERA CONVERSIÓN.


Hechos 26:19-20 La evidencia de una verdadera conversión es la completa obediencia a su palabra, el
abandonar la vieja vida y seguir a Cristo Jesús. Pablo fue un ejemplo de ello. Desde su encuentro con
Jesús obedeció sus órdenes y se dedicó a proclamar esta verdad divina y conducir a otros al camino de
salvación.

CONCLUSIÓN
Nadie puede decir que es un verdadero cristiano si no ha experimentado la conversión, esto no viene por
pertenecer a una religión o seguir lo que creemos que es lo mejor, sino de reconocer nuestro pecado,  la
necesidad que tenemos de Dios y de arrepentirnos para comenzar a llevar una nueva vida en Cristo.

También podría gustarte