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A la fecha existe una demanda insatisfecha de 700 mil unidades de vivienda a nivel nacional, reveló el director ejecutivo del instituto Invertir y
exviceministro de Vivienda, Guido Valdivia.
En Lima Metropolitana y en las 35 ciudades más grandes del país, existe una demanda insatisfecha de 700 mil unidades de vivienda.
"Se estima que en los próximos 20 años se generarán 2 millones 400 mil nuevos hogares en la capital. Si pensamos en una ocupación de
densidad media (4 pisos en promedio), se requerirían 15 mil hectáreas para atender esa demanda, sin considerar las áreas de equipamiento y
servicios.
En el marco de Ia conferencia “Infraestructura: retos y oportunidades para las nuevas autoridades”, dijo que en el caso de la ciudad de Lima, la
superficie deberá dividirse proporcionalmente entre las nuevas áreas de expansión y la zona ya consolidada de la ciudad.
“Lo que establecerá la diferencia será el tipo de vivienda que se construya, pues en las zonas de expansión se requerirán una mayor cantidad
de viviendas sociales”, añadió.
Tomado de <http://www.rpp.com.pe/2014-09-05-existe-demanda-insatisfecha-de-700-mil-viviendas-en-el-pais-noticia_722816.html>.
A la fecha existe una demanda insatisfecha de 700 mil unidades de vivienda a nivel nacional, reveló el director ejecutivo del instituto Invertir y
exviceministro de Vivienda, Guido Valdivia.
En Lima Metropolitana y en las 35 ciudades más grandes del país, existe una demanda insatisfecha de 700 mil unidades de vivienda.
"Se estima que en los próximos 20 años se generarán 2 millones 400 mil nuevos hogares en la capital. Si pensamos en una ocupación de
densidad media (4 pisos en promedio), se requerirían 15 mil hectáreas para atender esa demanda, sin considerar las áreas de equipamiento y
servicios.
En el marco de Ia conferencia “Infraestructura: retos y oportunidades para las nuevas autoridades”, dijo que en el caso de la ciudad de Lima, la
superficie deberá dividirse proporcionalmente entre las nuevas áreas de expansión y la zona ya consolidada de la ciudad.
“Lo que establecerá la diferencia será el tipo de vivienda que se construya, pues en las zonas de expansión se requerirán una mayor cantidad
de viviendas sociales”, añadió.
Tomado de <http://www.rpp.com.pe/2014-09-05-existe-demanda-insatisfecha-de-700-mil-viviendas-en-el-pais-noticia_722816.html>.
A la fecha existe una demanda insatisfecha de 700 mil unidades de vivienda a nivel nacional, reveló el director ejecutivo del instituto Invertir y
exviceministro de Vivienda, Guido Valdivia.
En Lima Metropolitana y en las 35 ciudades más grandes del país, existe una demanda insatisfecha de 700 mil unidades de vivienda.
"Se estima que en los próximos 20 años se generarán 2 millones 400 mil nuevos hogares en la capital. Si pensamos en una ocupación de
densidad media (4 pisos en promedio), se requerirían 15 mil hectáreas para atender esa demanda, sin considerar las áreas de equipamiento y
servicios.
En el marco de Ia conferencia “Infraestructura: retos y oportunidades para las nuevas autoridades”, dijo que en el caso de la ciudad de Lima, la
superficie deberá dividirse proporcionalmente entre las nuevas áreas de expansión y la zona ya consolidada de la ciudad.
“Lo que establecerá la diferencia será el tipo de vivienda que se construya, pues en las zonas de expansión se requerirán una mayor cantidad
de viviendas sociales”, añadió.
Tomado de <http://www.rpp.com.pe/2014-09-05-existe-demanda-insatisfecha-de-700-mil-viviendas-en-el-pais-noticia_722816.html>.
A la fecha existe una demanda insatisfecha de 700 mil unidades de vivienda a nivel nacional, reveló el director ejecutivo del instituto Invertir y
exviceministro de Vivienda, Guido Valdivia.
En Lima Metropolitana y en las 35 ciudades más grandes del país, existe una demanda insatisfecha de 700 mil unidades de vivienda.
"Se estima que en los próximos 20 años se generarán 2 millones 400 mil nuevos hogares en la capital. Si pensamos en una ocupación de
densidad media (4 pisos en promedio), se requerirían 15 mil hectáreas para atender esa demanda, sin considerar las áreas de equipamiento y
servicios.
En el marco de Ia conferencia “Infraestructura: retos y oportunidades para las nuevas autoridades”, dijo que en el caso de la ciudad de Lima, la
superficie deberá dividirse proporcionalmente entre las nuevas áreas de expansión y la zona ya consolidada de la ciudad.
“Lo que establecerá la diferencia será el tipo de vivienda que se construya, pues en las zonas de expansión se requerirán una mayor cantidad
de viviendas sociales”, añadió.
Tomado de <http://www.rpp.com.pe/2014-09-05-existe-demanda-insatisfecha-de-700-mil-viviendas-en-el-pais-noticia_722816.html>.
EL ESPACIO URBANO DESORDENADO Y SUS CONSECUENCIAS
¿Por qué para estratos económicamente vulnerables es tan difícil acceder al agua potable?
La falta de planificación urbana es uno de los motivos. Las familias con escasos recursos económicos viven en asentamientos humanos alejados de
la ciudad. Extender la distribución del agua en estos lugares resulta más costoso, por lo que tienen que gastar más de su mínimo ingreso familiar
para acceder al agua que todos aquellos que tienen conexiones domiciliarias. Un informe sobre el derecho al agua de la Comisión de Derechos
Económicos y Sociales de Naciones Unidas 2002 (Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales) señala que el 10 % más
pobre de los centros urbanos pagaba el doble que el 10 % más rico por el uso del agua.
2. DIVERSAS SITUACIONES DE LOS HABITANTES EN CIUDADES. Hoy, el coronavirus ha logrado que muchas personas, especialmente las
más afluentes, dejen sus residencias citadinas por urbanizaciones exclusivas en los alrededores [de la ciudad] para acceder a sitios naturales y
escapar de la multitud de gente. Millones de otras personas, en cambio, se enfrentan cotidianamente a las restricciones e inconveniencias de sus
propios espacios domésticos: pequeños apartamentos o casas que no cuentan con el diseño y la distribución adecuados para mantener actividades
laborales y escolares virtuales por largos periodos. A esta situación se suma la gran cantidad de inmuebles públicos y privados desocupados en
ciudades acuarteladas, debido a que no fueron concebidos para hacer frente a propagaciones virales. Más aún, millones de familias de escasos
recursos se ven obligadas a ganarse el sustento diario en las inseguras periferias, ya que carecen de las oportunidades o habilidades para trabajar
de forma remota. Estas residen, en el mejor de los casos, en viviendas precarias, hacinadas y en condiciones insalubres.
¿Por qué para estratos económicamente vulnerables es tan difícil acceder al agua potable?
La falta de planificación urbana es uno de los motivos. Las familias con escasos recursos económicos viven en asentamientos humanos alejados de
la ciudad. Extender la distribución del agua en estos lugares resulta más costoso, por lo que tienen que gastar más de su mínimo ingreso familiar
para acceder al agua que todos aquellos que tienen conexiones domiciliarias. Un informe sobre el derecho al agua de la Comisión de Derechos
Económicos y Sociales de Naciones Unidas 2002 (Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales) señala que el 10 % más
pobre de los centros urbanos pagaba el doble que el 10 % más rico por el uso del agua.
2. DIVERSAS SITUACIONES DE LOS HABITANTES EN CIUDADES. Hoy, el coronavirus ha logrado que muchas personas, especialmente las
más afluentes, dejen sus residencias citadinas por urbanizaciones exclusivas en los alrededores [de la ciudad] para acceder a sitios naturales y
escapar de la multitud de gente. Millones de otras personas, en cambio, se enfrentan cotidianamente a las restricciones e inconveniencias de sus
propios espacios domésticos: pequeños apartamentos o casas que no cuentan con el diseño y la distribución adecuados para mantener actividades
laborales y escolares virtuales por largos periodos. A esta situación se suma la gran cantidad de inmuebles públicos y privados desocupados en
ciudades acuarteladas, debido a que no fueron concebidos para hacer frente a propagaciones virales. Más aún, millones de familias de escasos
recursos se ven obligadas a ganarse el sustento diario en las inseguras periferias, ya que carecen de las oportunidades o habilidades para trabajar
de forma remota. Estas residen, en el mejor de los casos, en viviendas precarias, hacinadas y en condiciones insalubres.