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CUESTIONARIO

Leer el texto y responder lo siguiente:

1. ¿Qué es la psicología de la emergencia?

R: La Psicología de la Emergencia surge como una manera de responder a esa situación y


se define como el estudio del comportamiento humano antes, durante y después de las
situaciones de emergencia; o ante situaciones que ocurren inesperadamente. (Valero S.
2001)

Es necesario aclarar que un evento no es por sí mismo traumático, que lo sea dependerá de
condiciones subjetivas y personales del afectado. Por ende, se puede afirmar que algunas
situaciones son “traumatogénicas” (potencialmente traumáticas); es decir, que por sus
características pueden provocar efectos adversos permanentes en la salud psicofísica de las
personas.

La Psicología de Emergencias es un ámbito profesional cada vez más presente en la


sociedad actual. Por una parte, ha quedado patente que los sucesos vitales no solo atentan
contra la integridad física de las personas, causan daños materiales o cuantiosas pérdidas
económicas, sino que también generan un profundo impacto emocional en las personas
afectadas, en los equipos de intervención y en la comunidad en general, impacto que puede
acarrear importantes consecuencias a corto y largo plazo; y por otra, porque se ha
reconocido la importancia que una pronta intervención tiene en la recuperación
psíquica/psicológica de los afectados. (Ochoa, 2015 p.1)

La psicología de la emergencia es una rama de la psicología que remite a los procesos


internos que se producen a nivel emocional cuando el sujeto se expone a una situación que
implica un peligro evidente que marca la voz de alarma. (Nicuesa 2014)

Estado de crisis: Para Slaikeu (1988) se puede definir una crisis como un estado temporal
de trastorno y desorganización generado por un evento vital externo que sobrepasa la
capacidad de respuesta de la persona; en otras palabras, sus mecanismos de afrontamiento
le resultan insuficientes y se produce un desequilibrio e inadaptación psicológica.

La intervención en emergencias irá dirigida a ayudar a una persona a afrontar su crisis de


forma que la probabilidad de consecuencias negativas disminuya y la probabilidad de
crecimiento personal aumente.

Una crisis puede manifestarse a través una serie de reacciones físicas (cansancio,
taquicardia, sudoración, etc.), cognitivas (confusión, falta de concentración, rumiación,
etc.), emocionales (tristeza, culpa, irritabilidad, etc.) y de comportamiento (aislamiento,
hiperactividad, alteraciones del sueño etc.). A esas reacciones iniciales se las considera
“normales”, lo que se presenta como “anormal” es el evento vivido. Es por ello que en las
intervenciones que se realizan en las primeras etapas de las crisis no se habla de “pacientes”
sino de “afectados”

La función de esta rama de la Psicología, es muy importante, ya que se ha visto que, si no


se hace una correcta intervención, los estados de alteración que aparecen en los individuos
ante las catástrofes, pueden derivar, con un tercio de probabilidad, en una reacción de estrés
agudo, pudiendo desarrollar incluso, un trastorno de estrés post traumático. (Sánchez 2015)

2. ¿Cuál es la diferencia entre urgencia, emergencia, desastre y catástrofe?

R: La diferentes se puede hallar en sentidos distintos, y en relación a las personas


involucradas y la disponibilidad de los recursos sociales que estén presentes para recurrir a
la ayuda, los conceptos se logran entender y diferencia de la siguiente manera:

 Urgencia: Se muestra como un suceso que solo afecta a una o pocas personas, sin
impacto a un nivel de comunidad y los recursos sociales son los suficientes como
para que la persona afectada sea atendida adecuadamente. (ej. Un accidente de
construcción de base donde pocos son los afectados).
 Emergencia: Es una situación en la que las personas que son afectadas es mayor,
llega a tener un impacto social pero los recursos locales de asistencias alcanzan para
cubrir las necesidades de atención adecuada. (ej. Un choque de dos ómnibus de
pasajeros).
 Desastre: Es una situación causada por sucesos naturales o que el hombre
interviene, que provoca alteraciones intensas e involucra a gran parte de la
población y en que se van acotando las estructuras de asistencias para las personas
afectadas. Incluye múltiples emergencias. (ej. Incendios de bosques o inundaciones
de una región).
 Catástrofes: Se llega a presentar como una situación que afecta a la colectividad de
una forma global, por esa razón no se podrá contar con ayudad institucional. Se
requerida de ayuda externa fuera del lugar para sobre llevar la situación. (ej.
Terremoto en Haití).
Los desastres y las catástrofes, a diferencia de las urgencias y emergencias, constituyen las
situaciones que ocasionan mayor nivel de estrés colectivo al implicar a una gran cantidad
de personas afectadas, así como el desborde de las infraestructuras destinadas a la
asistencia.

3. ¿Explica los momentos de intervención de una crisis?

R: Los momentos de la intervención de una crisis son antes, durante y después, de la misma
manera, se puede entender que los momentos de una intervención de una crisis se dividen
en dos que son:

Intervención en primer orden: Son aquellas que se tienen que brindar inmediatamente
después de acontecido el evento traumático, dentro de las 72 horas pasando el tiempo la
situación llega a ser más fuerte el trauma para la persona.

De igual manera la intervención de primer orden puede ser dirigida por personas que no
necesariamente sean profesionales de la salud.

Intervención de segundo orden: Tienen que estar estrechamente dirigidas por


profesionales de la salud mental, y se implicar cuando las intervenciones de primer orden
no fueron alcanzadas a resolver entonces la intervención de primer orden consiste en sobre
llevar los efectos traumáticos con procesos psicoterapéuticos que suelen durar varias
semanas o meses depende a la terapia que suele llevar el psicólogo, llega a tener como
objetivo lograr la transvaloración del suceso traumático.

4. ¿Con quiénes se interviene? ¿Cuál es la Clasificación de Víctimas que se realiza


según el texto?
R: En la intervención de emergencias y catástrofes es necesario identificar de forma
adecuada a las víctimas que se encuentran involucradas en el incidente, con el objetivo de
distribuir los recursos de asistencia necesarios que beneficien de manera inmediata la ayuda
y contención en medio de una crisis.

Desde los inicios de la psicología de emergencias se incluían a los afectados directos,


personas cercanas y al personal que interviene en la ayuda. Pasados los años, a medida que
la psicología de la emergencia se fue desarrollando, se fueron ampliando nuevos niveles de
víctimas y número de afectados.

El reconocimiento como víctimas permite la posibilidad de otorgar ayuda y diseñar


medidas preventivas que favorezcan a la reducción del número de las mismas.

Clasificación de las víctimas:

 Víctimas primarias: Se refiere a aquellas personas que se encontraban ubicadas en


el desastre (heridos, fallecidos e ilesos).
Los ilesos en muchas ocasiones son dejados sin los cuidados necesarios, ya que
“aparentemente” no han sufrido daños, pero pueden aparecer complicaciones de
magnitud en los días o semanas posteriores; por eso también deben ser identificados
y asistidos.
 Víctimas secundarias: Se encuentran conformadas por los familiares y amigos
cercanos de las víctimas primarias.
 Víctimas de tercer nivel: Se refiere a todo el personal que interviene en el rescate y
la emergencia (médicos, bomberos, psicólogos, personal sanitario), quienes
necesitan ayuda para mantener su rendimiento funcional durante algunas
operaciones y hacer frente a los posteriores efectos psicológicos traumáticos”
(Taylor, 1981).
 Víctimas de cuarto nivel: Conformado por la comunidad implicada en el suceso.
Es necesario considerar tanto a las personas que sufren pérdidas y robos como
producto del desastre o catástrofe.
 Víctimas de quinto nivel: Se encuentra integrado por las personas que, aunque no
estén directamente en el área del impacto.
Por ejemplo, los medios de comunicación, cuyo valor informativo no está en
cuestionamiento, pueden ser también productores de víctimas de quinto nivel.

Algunos autores, como ser Taylor, W y Frazer, G en 1981, refieren un sexto nivel de
víctimas, integrado por aquellos que podrían haber sido víctimas de primer nivel y no lo
fueron por distintos motivos, por ejemplo, perdieron el vuelo que sufrió el accidente.

En algunos casos de este nivel se corroboró que la situación referida les provocó
sentimientos intensos de remordimientos o culpa.

5. ¿Como comunicar malas noticias?

R: Tomando una parte de la definición que Beckman hizo en 1984, una mala noticia es:
“cualquier noticia que altere drástica y negativamente la visión que una persona tiene de sí
misma y de su futuro”. De acuerdo con el Departamento de Salud, Servicios Sociales y
Seguridad Pública de Belfast (2003) “malas noticias pueden tener diferente significado para
diferentes personas”.

Para Bor, Millar, Goldman y Scher (1993) “situaciones en que existe una sensación de falta
de esperanza, una amenaza al bienestar mental y físico, un riesgo de alteración del estilo de
vida, o cuando un mensaje transmite una disminución de las opciones sobre la vida”.

Las personas que realizan los primeros auxilios emocionales son las encargadas de
comunicar a los afectados y sus familiares “malas noticias”. Esta situación implica una
carga emocional tanto para quien debe dar la información como para el que la recibe,
puesto que es un derecho de las personas recibir toda la información que se encuentre
disponible.

 Contar con la información clara y certera de lo que se debe comunicar:


Consiste en no anticiparse a brindar información que no esté confirmada. Para una
trasmisión adecuada suele ser de utilidad confeccionar previamente una reseña
escrita donde conste: ¿qué ha pasado? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Dónde? ¿A Quién?
 Asegurarse de corroborar la identidad: La identidad de la/las personas con las
que se tiene que hablar.
 Presentarse: En primera instancia dando nombre, explicando tareas y funciones,
pedir los respectivos nombres a las personas y dirigirse a ellos usándolos en todo
momento.
 Buscar un lugar que brinde el ambiente lo más acogedor y privado que sea
posible.
 Contar con material auxiliar que pudiera ser necesario (pañuelos de papel, agua,
sillas, teléfono, etc.).

 Actitud empática: Mostrar interés por lo sucedido, haciendo contacto visual


directo, se procederá primero a preguntar por la información que las personas
posean, de esta manera podrán aclararse informaciones falsas o distorsionadas que
pudieran circular.
 Se brindará la información necesaria con un lenguaje claro y conciso, evitando
detalles innecesarios y en ninguna circunstancia dando falsas esperanzas. Si se debe
notificar una muerte, debe hacerse de manera clara, sin usar metáforas o referencias
indirectas.
 Se deberá permanecer el tiempo que sea necesario, ofreciendo seguir hablando o
esperando al momento en el que la persona lo considere oportuno, nunca se debe
imponer una ayuda. Se respetarán los silencios siempre permaneciendo al lado del
asistido para que se sienta acompañado y respetado en su dolor, es fundamental en
esta etapa entender esas respuestas como parte de una reacción normal y validarlas
como tal.
 Siempre que se deban brindar datos específicos, como, por ejemplo: dirección del
hospital al que deben concurrir, deben darse por escrito ya que la situación de shock
puede impedir retener esa información de forma correcta.

6. Explica las etapas de duelo que menciona el texto

R: Las etapas de duelo mencionadas en el texto son las de la autora Elizabeth Kubler Ross
(1975), que fueron descritas para acompañar y entender las 5 fases por las cuales atraviesa
una persona ante una perdida, son las siguientes:
 Etapa de negación, shock:
Es una reacción que se produce inmediatamente, con frecuencia aparejada a un
estado de shock o embotamiento emocional e incluso cognitivo. “No lo puedo
creer”. “Todavía no caigo”.
Es una de las respuestas inmediatas a la recepción de la noticia, constituyendo una
de las maneras posibles que permiten amortiguar el impacto de la misma. La
información es imposible de ser aceptada por lo que se niega la realidad de la
noticia devastadora, si bien en los inicios del duelo es una respuesta normal,
permanecer en ella es perjudicial, ya que impide la aceptación de lo sucedido.
 Etapa de rabia, explosión:
En esta etapa la persona reconoce lo sucedido, pero no lo acepta, presenta un
comportamiento hostil con el ambiente, dicha frustración conlleva a su vez la
aparición de enfado y de ira con la situación, que es vivida como injusta.
 Etapa de la negociación:
Se desarrolla una aceptación parcial de lo sucedido, pero necesitando algo a cambio.
En la fase de negociación la persona guarda la esperanza de que nada cambie y de
que puede influir de algún modo en la situación. Un ejemplo típico es personas que
creen que podrán volver con su pareja si empiezan a comportarse de otra manera.
 Etapa de depresión:
La cuarta etapa del modelo de Kübler-Ross sobre el duelo es la de depresión. En
este periodo la persona empieza a asumir de forma definitiva la realidad de la
pérdida, y ello genera sentimientos de tristeza y de desesperanza junto con otros
síntomas típicos de los estados depresivos, como el aislamiento social o la falta de
motivación.
En esta etapa se comprende y acepta lo sucedido con profundo dolor. Son frecuentes
síntomas de desinterés, apatía, desánimo.
 Etapa de aceptación:
Después de las fases de negación, ira, negociación y depresión llega la
aceptación de la pérdida y la llegada de un estado de calma asociado a la
comprensión de que la muerte y otras pérdidas son fenómenos naturales en la vida
humana, comprendiendo que tarea de esta etapa es la resignificación de lo sucedido
como parte de la trama de la vida, aprender a vivir con ello, la persona vuelve a
conectarse con sus rutinas.

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