RECURSO RETABLO AYACUHANO 4to
RECURSO RETABLO AYACUHANO 4to
RECURSO RETABLO AYACUHANO 4to
El retablo ayacuchano es una de las expresiones de arte más reconocidas que han alcanzado
los artesanos de Ayacucho, en el Perú. Hoy en día es una atracción de la gran parte de los
turistas nacionales e internacionales que llegan a Ayacucho y fueron los colonizadores
españoles quienes la trajeron.
“Es la mayor expresión del Ande peruano, donde se representan las costumbres tradicionales,
los mitos, las leyenda” pues así lo señala Javier Navarro Ramos especialista del retablo
peruano, caja de color de diversas dimensiones en la cuenta siempre una historia y se trasmite
un mensaje. También dice que para todos los peruanos, especialmente los ayacuchanos; el
retablo es parte viviente de su arte, sus costumbres y su forma de vivir.
HISTORIA
Las tradición española de tener en el mundo andino, Estas cajas contenían santos y otras
efigies sagradas y eran usadas para cuidar las viviendas y a los viajeros que los llevaban
consigo. El antecedente más cercano al retablo actual es el cajón de San Marcos, patrón del
ganado. Hasta ahora, el San Marcos se usa para presidir el ritual de la herranza o fiesta de
Santiago y para convocar a los espíritus que viven en las montañas. En la época colonial,
durante la evangelización de los pueblos de la sierra central del Perú, eran altares móviles que
los religiosos llevaban de pueblo en pueblo. Altares en los que se narraban escenas de los
evangelios y de la vida de los santos, los pueblos de la serranía por su parte, se los llevaba a los
apus, cerros adorados, para qué mejoraran la producción agrícola y protegiera el ganado.
Durante, década de 1940 se incorpora paulatinamente una temática diferente relacionada con
motivos costumbristas, corridas de toros, peleas de gallo. Fiestas y danzas tradicionales,
escenas rurales, labres agrícolas .Los artesanos configuran nuevos cajones que cambian su
denominación a retablos. El cajón se desacraliza parcialmente.
En las últimas décadas, el retablo presenta una gran variedad formal en la proporción de las
cajas y en el tratamiento de los temas la demanda en un medio de fuerte competencia, ha
generado la aparición de múltiples, creativos soportes y construcciones en los que destacan
los retablos y su adaptación a elementos novedosos como cajas de fósforos, mates, carrizos,
yeso, cáscaras de huevo etc.
A partir de 1970, nuevas propuestas abren posibilidades de expresión para el retablo, que
ahora son testimonios de acontecimientos históricos, sociales en el campo.
Con el paso de los siglos la temática del retablo se ha transformado. Hoy además de la historia
y las costumbres del medio del pueblo aborda asuntos sociales, económicos y los hay también
que tienen ambientaciones y problemáticas urbanas. Sin embargo sigue predominando la
imaginería religiosa, producto de un sincretismo en el cristo, las vírgenes y los santos tienen
rostros y trajes andinos.
Antiguamente los retablos se elaboran con papa y masilla en los moldes, posteriormente,
como todo está en constante cambio, se empezó a trabajar uno por uno las piezas, de las
forma que estuvieron mejor elaboradas, posteriormente incursionó el retablo costumbrista
que reflejaban las tradiciones de cada pueblo, también aparecieron los retablos donde
reflejaron los hechos más resaltantes, con un aspecto más social, filosófico.
Este artesano fue el primero que ganó en 1975, un premio nacional de cultura, en el rubro de
las artes plásticas, lo cual, en aquel momento, se dio una polémica que opuso a los
representantes del arte académico con los del arte popular. Lopez Antay fue el primero en
hacer un retablo con tema no religioso: la cárcel de Huancavelica.
Otro nombre importante es de Florentino Jiménez Toma, otro artesano oriundo de Ayacucho,
un discípulo suyo Donato Oré afincado en Lima tras la violencia política que afecto a dicha
región, es uno de los re novadores de este arte ya varias veces centenario.
El museo del arte popular surge a partir de la voluntad de don Nicario Jiménez, gran maestro
retablista, interesado en preservar las formas más genuinas del arte popular de su tierra. En el
museo, no sólo se expone la obra de este singular artesano. Si no aquellos objetos
característicos de la tradición artística ayacuchana como las cruces del camino, las tallas en
piedra de Huamanga, los mate burilados los bastones, los objeto de cerámica de quinua, los
de hojalatería, las tablas de sarhua, las mantas multicolores, las máscaras etc.
ESTRUCTURA
Los retablos son cajas rectangulares, normalmente hecho de madera cedro aunque no hay
medidas estándar, los retablos clásicos 32 centímetros de alto y 22 centímetros de ancho, en el
fondo se colocan figuras de unos 6 centímetros. Las partes posteriores se tapa generalmente
con una madera delgada y las puertas se unen a la caja con unas tiras de cuero. Exhiben
embarazadas y santos de cuello largo. También se representan manifestaciones patrióticas con
desfiles militares o se dedican a personajes, presidentes o generales, campesinos, héroes, etc.
MATERIALES
Las figuras se fabrican con una pasta hecha sobre base de papa hervida y molida mezclada con
yeso. La estructura suele ser de madera la estructura de las persona en el tablero con un tipo
de pasta en la que primero se realiza la mescla de harina con agua hirviendo. Después
mezclando el yeso el polvo colado (no siendo tan duro o suave, pero fuerte).