SINTÉSIS HISTÓRICA DE LA Masoneria.2
SINTÉSIS HISTÓRICA DE LA Masoneria.2
SINTÉSIS HISTÓRICA DE LA Masoneria.2
Los ideales de la francmasonería fueron difundidos en América del Sur por personas
procedentes de Europa, especialmente Inglaterra, España, Francia y Portugal.
A fines también del siglo XVIII (otros autores lo fechan en marzo de 1803), el
portugués Juan de Silva Cordero funda la logia ―San Juan de Jerusalén de la Felicidad
de esta parte de América‖, con Carta Constitutiva de la Gran Logia de Maryland.
Había sido iniciado en la logia "Matritense" de Madrid (España) y era grado 33º, que
le fue otorgado en 1799 en Baltimore. Esta logia abatiría columnas en 1810, luego del
fallecimiento del fundador.
Durante las Invasiones Inglesas, en el seno de los regimientos que llegaron a Buenos
Aires había logias que funcionaban con Carta Constitutiva de la Gran Logia de
Irlanda. Los miembros de esas logias constituyeron en Buenos Aires las logias "Hijos
de Hiram" y "Estrella del Sur", ambas también con Carta Constitutiva de la Gran
Logia de Irlanda, y en cuyo seno fueron iniciados muchos criollos.
Se desconoce con exactitud el nombre de la referida logia, ya que unas veces aparece
con el de "San Juan" y otras con el de "Independencia". Hay discrepancias entre los
investigadores sobre si era una logia de nueva creación o la que ya funcionaba desde
finales del siglo anterior, aunque el testimonio del coronel inglés Santiago Florencio
Burke, que contó que cuando se fue de Buenos Aires, en 1809, fueron a despedirlo
"un número de las principales personas del lugar, mis viejos amigos de
Independencia", refiriéndose indudablemente a la logia, pueda inducir a pensar que
seguía trabajando.. Esta logia estaba presidida por el doctor Álvarez, y de entre sus
miembros fueron seleccionados aquellos que secundarían a Alvear, San Martín,
Zapiola y demás masones viajeros que llegaron en la fragata Jorge Canning, para la
fundación de la logia "Lautaro" de Buenos Aires. José de San Martín (iniciado el 6 de
mayo de 1808 en la logia "Integridad" de Cádiz, España), junto con Carlos María de
Alvear y Matías Zapiola (ambos también iniciados en Cádiz) fundan un triángulo
masónico que, en 1812, se convertirá en la logia "Lautaro". Alguno de sus miembros
fueron Julián Álvarez, Antonio Záenz, Bernardo Vélez, Bernardo Monteagudo,
Manuel Pintos, Manuel S. Anchorena, Tomás Guido...
Dentro de la "Lautaro" existían dos cámaras: una para los tres grados simbólicos y
otra para los grados superiores, que San Martín creó con el nombre de Gran Logia de
Buenos Aires. La Constitución de esta GranLogia se aprobó el 23 de julio de 1812.
Estaba presidida por San Martín (que, sin embargo, nunca ocupó ningún cargo de
oficial en la "Lautaro"), y lo acompañaban Carlos María de Alvear, José F.Agrelo,
Tomás Guido, Hipólito Vieytes, entre otros.
Sus integrantes formaron posteriormente las logias lautarinas de las ciudades de San
Fe, Córdoba y Mendoza en la Argentina, y las de Santiago de Chile y Lima.
Además de las lautarinas, durante las guerras de la independencia hubo sendas logias
en el Ejército de los Andes y en el Ejército del Norte.
Acerca de esas Logias se ha entablado una polémica, mas de una vez apasionada,
sobre si eran o no masónicas. Los que les negaron tal carácter sostienen que "aparte
del formulismo masónico esas agrupaciones tenían fines patrióticos y que sus
componentes eran profundamente católicos".
No parece cierto, por otra parte, que Giuseppe Garibaldi, durante su estancia en Entre
Ríos, en 1837, fundase una logia en Gualeguaychú, porque está documentado que fue
iniciado el 8 de agostode 1844 en Montevideo. En junio de 1837 se funda una
sociedad secreta, la "Asociación de Mayo" (que algún autor califica de logia
masónica), para combatir la dictadura de Rosas. Entre sus miembros está
documentado que varios eran masones. Ante las persecuciones, se tendrían que
exiliar a Montevideo.
Al retornar a Buenos Aires, Miguel Valencia mantuvo diferencias con José Roque
Pérez, creaando, a principios de 1857, el Gran Oriente de la Confederación
Argentina. Por su parte, José Roque Pérez y la amplia mayoría de los masones de la
época no querían una masonería unitaria sinoque pretendían otra que impulsara la
unidad nacional. En pocos meses, Pérez recorrió las tres logias que reconocían el
liderazgo de Valencia y lo dejó sin base de sustentación. Con las que le apoyaban
antes, y con las que se habían sumado a Valencia , Pérez fundó la actual Gran Logia
de la Argentina de Libres y Aceptados Masones, que levanta columnas el 11 de
diciembre de 1857, con 7 Logias:
Hacia 1932 las logias de la Gran Logia Nacional ingresaron en la Gran Logia
Argentina del R.E.A.A; a finales de ese año, mediante el llamado ―Pacto de Unión‖,
también lo harán las logias de obediencia española. Pero dos años después se
producirá un nuevo cisma, liderado por un grupo de logias republicanas provenientes
de la ya desaparecida Gran Logia Filial, acompañadas por un importante número de
logias italianas de base librepensadora y algunas de la Gran Logia Argentina,
creándose provisionalmente la ―Gran Logia Federal Argentina‖, denominada luego
―Gran Oriente Federal Argentino‖ (GOFA). En 1957 se produjo la reunificación, al
fusionarse el GOFA con la Gran Logia.
Es Filosófica
Es filantrópica
Porque practica el altruismo, desea el bienestar de todos los seres humanos y no está
inspirada en la búsqueda de lucros personales de ninguna clase. Sus esfuerzos y sus
recursos están dedicados al progreso y felicidad de la especie humana, sin distinción
de nacionalidad, razas, sexo ni religión, para lo cual tiende a la elevación de los
espíritus y a la tranquilidad de las conciencias, algunos apóstoles de la Orden han
expresado en frases sintéticas el espíritu ecuménico que anima a la Masonería: "Toda
la especie humana es una sola familia dispersa sobre la faz de la tierra; todos los
pueblos son hermanos, y deben amarse unos a otros como tales. "Desdichados los
impíos que buscan una gloria cruel en la sangre de su hermano!" (Ramsey, 1725).
Es progresista
Declaración de Principios
Considera que la moral es tanto un arte racional, como un fenómeno evolutivo propio
de la vida colectiva, que obedece a leyes naturales. Reconoce al Gran Arquitecto del
Universo como símbolo de las supremas aspiraciones e inquietudes de los hombres,
que anhelan captar la esencia, el principio y la causa de todas las cosas. Para el
esclarecimiento de la verdad, no reconoce otro límite que el de la razón humana
basada en la ciencia. Exige de sus adeptos la más amplia tolerancia y por ello respeta
las opiniones políticas y las creencias religiosas de todos los hombres. Reconoce que
todas las comuniones religiosas y políticas merecen igual respeto y rechaza toda
pretensión de otorgar situaciones de privilegio a ninguna de ellas en particular.
Viene actuando, por ello, desde el fondo de los tiempos, como el tenso resorte que
acelera la evolución teniendo en cada etapa de la historia una finalidad determinada
de acuerdo con las necesidades y aspiraciones del ambiente.
Flecha de un anhelo proyectado al porvenir, sus esfuerzos del pasado han contribuido
a los progresos que goza del presente. Aspira por la evolución y el esfuerzo
organizado de la sociedad al perfeccionamiento cada vez mayor de la instituciones
sociales, transformándolas en las que satisfagan, dentro de un régimen de libertad,
justos anhelos de mejoramiento.
Procura por todos los medios lícitos a su alcance, dignificar al hombre capacitándolo,
por un desarrollo superior de la conciencia, para el mejor y más amplio uso de sus
derechos y libertades.
Estima que el trabajo es un deber esencial del hombre, y como tal le dignifica y le
honra, sin establecer distingos ni categorías, pero juzga que el descanso es un derecho
y se esfuerza porque la vejez, la invalidez, la infancia y la maternidad gocen de los
beneficios del amparo al que son acreedores.
Fraternidad de todos los hombres, y de todos los pueblos y naciones; porque todos
los seres humanos nacen libres e iguales en derechos y en dignidad. Un alto espíritu
de fraternidad inspira los actos de la Masonería.
La Moral Masónica
La Virtud Masónica
Masonería entiende por virtud la capacidad de hacer el bien en su más amplio sentido
y el cumplimiento de nuestros deberes para con la sociedad y la familia sin egoísmo
ni vanidad. La Masonería enseña a practicar la virtud como calidad suprema de la
moral y como lealtad de la conducta para el ideal, que debe conducir hasta el
sacrificio cuando sea necesario para el cumplimiento del deber. Considera la virtud
como una realización siempre perfectible, porque sabe que el hombre no es
inaccesible a las tentaciones y debilidades; pero el permanente esfuerzo del espíritu
se convierte en eficaz baluarte de la virtud.
El Deber Masónico
La Masonería entiende por deber el respeto hacia los derechos del individuo y de la
sociedad así como el estricto cumplimiento de las obligaciones que ello envuelve.
Pero también tiene el hombre sus deberes para consigo mismo. La Masonería induce
al hombre a ser fiel con sus ideales ajustando su conducta a los principios que
proclama. El deber masónico consiste en adoptar las normas de conducta adecuadas
en cada momento de acuerdo con la palabra empeñada, con el ideal proclamado y con
el bien por íntima decisión, llegando al sacrificio, sin necesidad del presiones
externas y aún en contra de obstáculos poderosos de orden exterior. El deber
masónico es la vocación inquebrantable del espíritu para la virtud.
La Masonería y la Política
Han sido masones: Filósofos como Voltaire, Goethe y Lessing; músicos como
Beethoven, Hayden y Mozart; genios rectores como Federico el Grande, Napoleón,
Garibaldi, Martí, Miranda, Cavour y Bolívar, poetas como Byron, Lamartine y Víctor
Hugo; escritores como Castelar, Bacon, Mazzini y Kipling; científicos como Lalande,
Condorcet y d´Alembert, etc.
Sorprenderá a muchos comprobar que militaron en ella, al igual que ahora, la más
destacadas figuras de la nacionalidad.
José de San Martín, quien nos dio patria y libertad. Manuel Belgrano, creador de
nuestro pabellón nacional. Vicente López y Planes quien nos legara el Himno
Nacional.
Formaron parte del máximo tribunal argentino, Suprema Corte de Justicia, Salvador
María del Carril, José Barros Pazos, José Benjamín Gorostiaga, José Figueroa
Alcorta, Benjamín Victorica, Antonio Bermejo, Roberto Repetto y Antonio Sagarna.
Fueron masones los bardos de nuestra poesía gauchesca: Hilario Ascasubi, Estanislao
del Campo y José Hernández.
Entre los cultores de las artes plásticas y pictóricas debemos mencionar a: Prilidiano
Pueyrredón, Ignacio Manzoni, Carlos F. Pellegrini, Martín Boneo, Rogelio Yrurtia,
Ernesto de la Cárcova.
Entre los autores y actores del teatro rioplatense sólo citaremos los nombres de
Florencio Sánchez, Emilio Onrubia, Roberto Casaux, Enrique García Velloso y
Enrique Muiño.
Palabras Finales
Es fin esencial de la Masonería, el perfeccionamiento integral de cada uno y de todo
los masones. Principio normativo de esa ética es conservar la objetividad en todo
momento, apartando los odios y buscando la solución racional de los problemas. Es
por eso que los masones, como tales, no irrumpimos a la vida pública en corporación,
sino cuando se hace necesaria nuestra acción conjunta para atemperar los espíritus y
fijar la senda del progreso dentro de la fraternidad y convivencia humana.
Por lo que toca a la "Logia Independencia", con ese nombre apareció otra logia,
presidida por Julián B. Alvarez, en 1810, y es probable que no haya tenido
continuidad con la homónima anterior. Esta logia dirigida por Alvarez es la que
suministró los elementos básicos para la constitución de la Logia Lautaro, con la cual
se inició el historial más importante de la masonería en la Emancipación
Desde luego, existe en el tema masónico una enorme dificultad para lograr
documentos y pruebas fehacientes. Esto es por la propia naturaleza de las sociedades
cerradas o secretas, a lo que se suman las políticas represivas de particular violencia
que se han empleado en su contra, al constituirse en baluarte de la revolución
democrático-burguesa contra el absolutismo.
Lo ha señalado el español Miguel Morayta quien, al escribir la primera historia
sistemática de la masonería peninsular, decia: "La historia interna de la masonería
española no se ha escrito aún y seguramente no se escribirá nunca; faltan y faltaran
siempre los documentos del caso necesario. Durante muchos años las logias no
extendieron actas de sus tenidas, ni firmaron siquiera expedientes de iniciación, se
hacía indispensable no dejar rastros de sus actos. ¿Cómo, sin existir archivos narrar
las vicisitudes de la Orden? Más hacedero, si bien no del todo fácil, es historiar sus
manifestaciones externas, sus actos públicos, es decir, sus trabajos intentados o
cumplidos en el mundo profano".
Morayta sostuvo esta tésis después que la historiografía había comenzado a efectuar
una severa crítica a la manía documentalista. Los documentos son importantes, pero
mucho más lo es la facultad de comprensión del historiador. E1 eminente Leopoldo
von Ranke lo explicó al señalar que la misión del historiador "no consiste tanto en
reunir y acoplar hechos como en comprenderlos y explicarlos. La historia no es,
como algunos piensan, obra de la memoria exclusivamente, sino que requiere ante
todo agudeza y claridad de inteligencia. No lo pondrá en duda quien se dé cuenta de
cuán difícil es distinguir lo verdadero de lo falso y escoger entre muchas referencias
la que pueda ser considerada como la mejor, o quien conozca aunque sólo sea de
oídas aquella parte de la crítica que tiene su asiento en los aledaños de la histografía".
Bibliografía
La Masonería
Política y Sociedades Secretas
Emilio Corbière
Editorial Sudamericana
Páginas 162, 163, 164.
Quiénes son, qué actividades realizan y cuáles son los valores y las tradiciones que
mantienen vivas después de siglos. Explican la relación con la Iglesia Católica y la
separación de las mujeres
Existe un gran velo de misterio que rodea a las logias masónicas. El carácter secreto
impuesto hace siglos, en gran medida para protegerse de quienes los perseguían, y la
excomulgación que la Iglesia Católica impuso a todos los miembros produjeron en
gran parte de la sociedad un cierto resquemor. En Santa Fe existen en la actualidad
tres logias –una de las cuales trabaja de manera ininterrumpida desde hace más de
120 años– cuyos integrantes han aportado algunos de los cambios más importantes en
la construcción de un Estado progresista.
Desde que la masonería apareció en Europa a fines del siglo XVII poco ha cambiado.
Se siguen manteniendo los rituales de iniciación, la defensa del laicismo, la búsqueda
constante del conocimiento y las jerarquías dentro del templo. Sin embargo, desde
hace algunos años, a nivel nacional, se promueve uno de los cambios más
importantes para los masones, asumirse como tales ante el resto de la sociedad.
Aunque sigue siendo voluntad de cada masón dar a conocer su condición en ―la vida
profana‖ (todo lo que sucede fuera del templo y los encuentros masónicos).
Hoy la labor sigue teniendo los mismos horizontes: libertad, igualdad y fraternidad.
Los masones santafesinos son hombres vinculados a la militancia y los cargos
políticos, así como también profesionales de diferentes campos del conocimiento que
trabajan desde sus campos en pos de los valores masónicos.
Sin embargo, hay deudas pendientes. Pese a los avances y la defensa de la igualdad,
en la Argentina no existen logias mixtas y hace muy poco tiempo que comenzaron a
funcionar las primeras agrupaciones de mujeres (una en Buenos Aires y la otra en
Mendoza), que dependen de la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados
Masones.
Los inicios de la Nº 99
Pero la parte más interesante del inmueble se halla detrás de las estanterías: el templo.
El recinto conserva la distribución que requiere la simbología masónica y está
adornado con espadas e inscripciones antiquísimas. Allí se realizan las tradicionales
ceremonias.
―Surgió como una logia de inmigrantes con la impronta que dejó de la Generación del
80. Nació a partir de la inquietud que tenían los inmigrantes de tener un espacio de
encuentro para poder cultivar algunas cuestiones que tenían que ver con la libertad, la
igualdad y la fraternidad‖, comentó Daniel.
La logia Armonía con 120 años nunca batió columnas, o sea, nunca dejó de
funcionar. Aunque fue variando en la cantidad de miembros. Las otras dos logias que
existen en la actualidad son Estrella del Progreso –fundada por Nicasio Oroño, que
volvió a la actividad hace algunos años– y Alicia Moreau de Justo.
Según indicó el maestro masón, la logia crece a partir de que sus miembros entienden
que en Santa Fe faltaba ese espacio de libertad y, sin oponerse a la cuestión católica,
buscaban un espacio laico, prescindente en materia religiosa.
En la actualidad tomar contacto con las logias masónicas se ha vuelto mucho más
sencillo, no así el ingreso que sigue suponiendo que el aspirante comparta los ideales
de ese grupo. Al entrar en internet se puede acceder a los sitios web de las diferentes
logias donde existen formularios on line. Una vez completo, la logia envía un
cuestionario que el aspirante (tiene que ser mayor de 18 años) debe completar y
devolver. Si supera esa instancia, luego comienza el camino dentro de la masonería
que será para toda la vida.
Respecto al formulario que deben completar, el masón comentó que se busca tener
información ―acerca de cuestiones que tienen que ver con las ideas y la existencia
para ver el perfil del candidato. Después hay una iniciación por la que hemos pasado
todos porque ésta es una institución filosófica, filantrópica, progresista e iniciática‖.
Daniel no quiso brindar detalles sobre los ritos porque pertenecen al secreto masónico
que juró cuidar. Sin embargo aclaró que ―no tienen nada que ver con sacrificios de
humanos, ni de gallinas, ni de corderos. No hay sangre (risas). Antiguamente se decía
que se le imprimía a los miembros masónicos una marca con un hierro caliente pero
son leyendas, no pasa nada de eso‖.
Los masones pagan una cuota mensual con la que mantienen las instalaciones y un
hogar de niños y adolescentes en Máximo Paz (Buenos Aires), una institución que
sostienen los masones de todo el país. Además, como se trata de una organización
filantrópica, después de cada encuentro lo miembros de la logia Armonía realizan una
pequeña colecta entre ellos y lo recaudado se entrega a una mujer que tiene ocho
hijos. ―No es mucho lo que juntamos, pero ayuda‖, indicó Daniel.
En cuanto a las condiciones que tienen que reunir quienes quieran ser aceptados,
indicó que deben tener la capacidad de entender la enseñanza simbólica que poseen,
ya que la masonería enseña, entre otras cosas, a través de los símbolos.
Uno de los mitos que rondan ese tipo de sociedades es la posibilidad de heredar la
membresía. Sin embargo, en la actualidad no es demasiado común que los padres
decidan iniciar a sus hijos en las logias a no ser que los mismos expresen la voluntad
de hacerlo y cumplan los requisitos planteados.
Una vez que se es aceptado como masón existe una jerarquía en la que puede ir
avanzándose en función del estudio y el trabajo para comprender las enseñanzas
simbólicas de la francmasonería. Se inicia como aprendiz, luego se puede ser
compañero y llegar a maestro. Para los que desean seguir creciendo existen grados de
perfeccionamiento que van del cuatro al 33.
Los encuentros
Las Tenidas masónicas (nombre que reciben las reuniones de la logia) se realizan de
manera periódica y están divididas en tres etapas. Primero se realizar una tertulia en
el Salón de los Pasos Perdidos. Luego comienza el Taller con presentación de
Planchas –escritos que presenta cada hermano, se ponen a consideración de los demás
y se debaten; se llaman así porque en la antigüedad eran talladas, hoy usan páginas
impresas en computadora–; y el tercer espacio es un Banquete Fraternal.
Durante todos los encuentros, los masones visten de manera tradicional. Traje y
corbatas negras sobre los que se colocan un cuello con una medalla y un mandil, que
es el símbolo del trabajo.
―En el taller trabajamos sobre cuestiones que tienen que ver con lo que nos rodea.
Muchos de los que integramos el cuadro somos militantes y dirigentes políticos o
sociales. También hay intelectuales, escritores, científicos, médicos y otros
profesionales. Lo que permite el ritual masónico es que personas con distintos
caracteres puedan reunirse en un mismo espacio y discutir en un ámbito de respeto,
tolerancia y confraternidad‖, indicó.
Los referentes del catolicismo han condenado durante siglos a quienes se asumen
como masones y aún hoy son excomulgados. Pronunciamientos de la Iglesia desde
1793 hasta 1960 remarcan que quienes forman parte de las logias no pueden
pertenecer a esa religión.
Daniel comentó que hay muy pocas razones por las cuales se le impediría a alguien
ser masón, pero la religión no es una de ellas. ―Si el candidato tiene un perfil
autoritario o defiende extremos políticos como el stalinismo o el nazismo no puede
pertenecer a ninguna logia. Pero nosotros tenemos católicos practicantes y personas
de otras religiones‖, indicó y agregó que la excomunión es un decreto de la Iglesia
Católica que los excluye de participar en las misas y sacramentos.
Sobre las relaciones actuales indicó que se dan en la superestructura, del Gran
Maestre Jorge Clavero con el cardenal Bergaglio. Y agregó que en Santa Fe no se
busca el diálogo pero que se respetan ―todas las ideas, creencias y valores que el ser
humano tenga. No tenemos por qué oponernos a la religión, sólo sostenemos la
separación del Estado‖.
Pese a sus ideales progresistas y de igualdad, la masonería argentina tiene todavía una
deuda pendiente con las mujeres. Si bien hace poco tiempo se iniciaron dos logias
femeninas en el país, aún está en debate el papel de las mujeres dentro de la
masonería y la posibilidad de que las logias sean mixtas. El debate se da porque la
corriente masónica que se adoptó en el país no permite su incorporación y sería
necesario hacer modificaciones.
Hay otros orientes –nombre que se le da a las grandes regiones donde hay logias,
generalmente incluyen a todo un país– donde se acepta a las mujeres. Algunos
ejemplos son Francia, Uruguay y Chile (se dice que Michelle Bachelet es masona).
―No hay resistencia (a la integración de la mujer) pero es tema de debate. Hay que
esperar los tiempos que no son los de la vida profana‖, manifestó el maestro.
El secreto y la responsabilidad
—De un tiempo a esta parte se ha dado una apertura para mostrarse al resto de la
sociedad y dejar de ser una sociedad secreta. ¿Qué ha cambiado?
—En los Talleres ¿hay coincidencia con las políticas a nivel nacional?
ada compañero tiene la libertad de pensar y analizar la realidad según sus criterios.
Pero en general no vemos con mucha simpatía alguna escalada autoritaria del
Gobierno Nacional. Vemos que se intenta concentrar demasiado el poder y no
respetar a las instituciones. Preferimos al respecto a la Justicia, la división de poderes.
Son cuestiones que nos preocupan y debatimos.
En Santa Fe, después de Pavón se logra fundar -en 1864- una logia denominada
"Estrella del Progreso N° 21". Uno de sus propulsores -o fundadores- fue Nicasio
Oroño. Este gobernante, al parecer, había ya actuado, siendo joven, en la formación
de algunas logias en la ciudad de Rosario. Durante su gobierno -como es sabido- la
sanción de las leyes de matrimonio civil, de cementerios públicos y el decreto de
crear una escuela de agronomía en el convento de San Carlos (San Lorenzo),
provocaron un largo pleito de carácter político-religioso. Con este motivo el obispo
Gelabert manifestó que el gobernador había incurrido en la pena de excomunión.
Oroño, por su parte, declaró mediante un decreto, como atentatoria a la soberanía
provincial y nacional la protesta formulada por el obispo, ordenando que los
antecedentes fueran remitidos a la justiFue su principal iniciador el Ilustre H. de
Caminos, como así también su primer Venerable Maestro. Esta fecha (12 de julio de
1889) es considerada como la de la primera "tenida" (así llaman a sus reuniones)
teniendo carácter ordinaria.
A principios de siglo, 1905, para ser más exactos existían en nuestra ciudad tres
logias masónicas: Armonía, Verdad y Vida Nueva. A este último Taller pertenecían
los hermanos Bonaparte, el Dr. Villarroel, Coria, Gimelli y Vitali (según un recorte
periodístico de ese año). También en 1905 tuvo lugar una interesante fiesta, con la
cual los masones suelen celebrar el solsticio de invierno. Estuvieron presentes las tres
logias mencionadas. El H. Repeto representa al Taller Verdad y el H. Vitali a
Armonía. Alrededor de 80 comensales asistieron a la fiesta, servida por la confitería
Los Chinos -dice el diario- "celebrando los progresos de la idea liberal". Hace un
tiempo, hubo invitados a visitar el local que ocupa el Taller de calle 9 de Julio, frente
a la plaza San Martín, presidido, entonces, por el V.M.H. Juan de Dios Ramos (33°).
La sede contaba con una nutrida biblioteca, formada sobre la base de una importante
donación de libros del Dr. Raúl Villarroel. Lo que más le llamó la atención a los
visitantes, fue el salón -o templo- destinado para las "tenidas" o reuniones, donde se
podía observar una serie de objetos ceremoniales, cuyo uso proviene de las antiguas
logias de la Edad Media. Cada cosa, desde el cielo raso hasta el piso, como así
también el mobiliario, obedecen a una particular simbología -como es la disposición
de todo en torno del número 3-; y cada objeto ubicado en un determinado lugar, tiene
su razón de ser. Otros símbolos pertenecen a los rituales secretos, que se van
conociendo a medida que el aspirante asciende grado o categoría. Al mirar el compás,
la escuadra y otras piezas del oficio de la "construcción", llamado el Arte Real, el
pensamiento se remontaba a las primitivas guildas medievales, con sus misterios y
esoterismos. Y finalmente, les sorprendió - al revisar los libros de afiliados-,
comprobar que gran parte de los ingresantes -conforme a su manifestación-
pertenecían a la religión católica.
LOGIA ARMONÍA Nº 99
Hay discrepancias entre los autores sobre los posibles orígenes de la masonería.
Algunos encuentran sus raíces en los Misterios de la Antigua Hélade; otros, en los
primitivos pueblos de Oriente; y los más acertados buscan su inicio en los collegia
romanos o las agrupaciones de los constructores comacinos, insistiendo
especialmente en las guildas de los arquitectos de la Edad Media. Estas agrupaciones
de artesanos no sólo se ocupaban de su oficio sino dirigían sus inquietudes hacia
diversos aspectos del conocimiento. Se agrupaban en logias o guildas, porque así se
llamaban los lugares en que trabajaban; tareas éstas construcción de palacios, fuertes
o iglesias que los fijaban por años en un mismo lugar.
Estas logias eran celosas guardadoras de los secretos del oficio y de los fueros o
derechos del gremio. "Para poder ingresar era menester demostrar la posesión de
ciertas condiciones morales y pasar por una ceremonia de iniciación, en la que el
candidato juraba no revelar a nadie ajeno a la corporación los secretos del Arte Real.
Así se llegaba desde aprendiz a maestro. Este primer período abarca,
aproximadamente, desde el siglo X hasta el XV. Posteriormente, ya en el
Renacimiento surgen las llamadas logias "especulativas", que se integran a las
corrientes ideológicas, siendo clara expresión del individualismo reinante en la época.
Desde entonces asumen determinadas posiciones que le valen un decidido ataque de
la Iglesia. A su vez, las grandes logias sostienen una firme postura racionalista,
proclamando su lucha contra "la dominación espiritual reinante".
En respuesta a estas afirmaciones, el Gran Maestre Ian Drysdale (de la Gran Logia
Argentina) manifestó: "La Masonería es una institución filosófica, educativa,
benéfica y filantrópica, de carácter ecuménico, al servicio de la libertad y de la
dignidad del hombre. No es atea. No actúa en la clandestinidad. No existen en ella
distinción de raza ni religiones... Entre masonería y comunismo, y masonería y
fascismo no hay, ni hubo, ni puede haber alianzas o pactos, por ser incompatibles...
La masonería está proscripta en la URSS".
Autores masones destacan el hecho de que una considerable parte de los hombres que
han integrado las logias argentinas han pertenecido a la iglesia católica.
La masonería argentina
Si bien pudo haber existido alguna logia en el Río de la Plata durante el siglo XVIII,
es evidente que el punto de partida del movimiento logístico argentino está en el siglo
pasado, con motivo, especialmente, de la Revolución de Mayo, al fundarse en 1812 la
conocida Logia Lautaro, directamente relacionada con los planes políticos de nuestra
Independencia. En ella, desde San Martín en adelante, figuraron las más destacadas
figuras de la época revolucionaria.
Diversos autores sostienen que tanto la Logia Lautaro como asimismo las sectas
españolas, como los Caballeros Racionales, de Cádiz, el Gran Oriente regional de
Sevilla o la llamada Gran Reunión Americana, no fueron propiamente logias
masónicas, en su restringida acepción sino logias políticas, enderezadas a lograr y
sostener la independencia americana.
Otros autores han sostenido que a las logias masónicas les estaba vedado, como hoy,
mezclarse en problemas políticos; y que la Logia Lautaro, contrariamente, fue creada
con fines eminentemente políticos, como lo demuestra su actuación durante la época
de la Independencia. Por eso - agrega Maguire — la Gran Logia Unida de Inglaterra
le niega carácter masónico, insistiendo en su carácter político.
La masonería en Santa Fe
Fuera de este dato aislado, durante la época de las luchas civiles no tenemos noticias
de la existencia de ninguna logia, política o masónica. Es recién después de Caseros
cuando comienzan a proliferar estas asociaciones, imbuidas por el espíritu liberal
imperante. En 1857 surge la llamada Gran Logia de la Argentina, fundada en la
ciudad de Buenos Aires, constituida por la unión de las logias Unión del Plata,
Confraternidad Argentina, Consuelo del Infortunio, Tolerancia, Regeneración y
Lealtad y Constancia. Esta Gran Logia, entonces presidida por el Dr. José Roque
Pérez ha perdurado hasta nuestros días. Figuraron entre sus presidentes, Domingo
Faustino Sarmiento, Bartolomé Mitre, Vicente Fidel López y Leandro N. Alem. Y
entre los Pro Gran Maestre, Leopoldo Lugones.
En Santa Fe, después de Pavón se logra fundar en 1864 una logia denominada
Estrella del Progreso, N° 21. Uno de sus propulsores o fundadores fue Nicasio Oroño.
Este gobernante, al parecer, había ya actuado, siendo joven, en la formación de
algunas logias en la ciudad de Rosario.
Este problema religioso fue aprovechado entonces por los partidos de la oposición
para generar un golpe revolucionario — vinculado más bien con la inminente
campaña presidencial- que desalojó a Oroño del poder.
En octubre de 1891 se reúnen en sesión especial para recibir al "Ilustre H." Dr.
Leandro N. Alem, quien (lega a Santa Fe en una de sus giras partidarias.
En 1895 y 1896, juntamente con las logias Unión y Trabajo de Paraná y las de
Rosario, Esperanza, Sa Pereira, Reconquista y Cañada de Gómez se apoya un
proyecto de ley de D. Nicasio Oroño relacionado con el Registro Civil.
En el grupo fundador y redactor del nuevo periódico se observa la presencia del Dr.
Raúl Villarroel, Luis Bonaparte, Dr. Mariano Quiroga, Dr. Horacio Rodríguez, Juan
Julián Lastra, Víctor Pesenti, Carlos Alberto Leumann, Pro. José Amavet, Dr.
Eduardo Gschwind, Dr. Miguel Trucco y Félix Barreto, entre otros. Se suman al
grupo librepensador, numerosos egresados del profesorado de Paraná, y dirigentes de
los movimientos obreros, sindicalistas, anarquistas y socialistas en gran parte de
extracción extranjera o hijos de inmigrantes, que comienzan en nuestra ciudad a
fundar sus centros culturales o ideológico. Es de aclarar que sólo alguno de ellos
formaron parte de la logia masónica.
Según los datos que se consignan en el "Album Biográfico de los Libres Pensadores
de la República Argentina‖ editado por el periódico racionalista "El Progreso‖ en
1910 (Buenos Aires), la logia Armonía, N° 99 de nuestra ciudad participó en la
concreción de numerosas obras de bien público, destacándose entre ellas la
colaboración prestada para la creación del Colegio Nacional, la Escuela Normal, el
hospital Italiano, la Sociedad Roma Nostra, la Universidad Nacional del Litoral y a
otras obras de beneficencia en general.
Actúa también la logia santafesina con motivo de la sanción de la Constitución de
1921 en nuestra provincia. En efecto: en la sesión del 15 de marzo de ese año,
reunida Santa Fe la Convención Constituyente se da lectura a una nota presentada por
aquel Taller. Dice el acta: "La Logia Armonía de la capital de la provincia solicita la
desvinculación de la Iglesia Católica con el Estado; se concedan derechos políticos a
la mujer; se liberalicen los derechos electorales de los extranjeros; se mejore el
régimen del trabajo para beneficio del obrero, y se desligue a la justicia de toda
finalidad política". Apoya también la logia otros pedidos formulados por la Biblioteca
Popular Monteagudo, el Centro Provincial de Libre Pensamiento, la logia Unión y
Libertad del Rito Escocés de Rosario, la Liga de Libre Pensamiento Comité Nicasio
Oroño de San Lorenzo y otras logias provinciales.
A principios de siglo, 1905, para ser más exactos existían en nuestra ciudad tres
logias masónicas: Armonía, Verdad y Vida Nueva. A este último Taller pertenecían
los hermanos Bonaparte, el Dr. Villarroel, Coria, Gimelli y Vitali (según un recorte
periodístico de ese año).
También en 1905 tiene lugar una interesante fiesta con la cual los masones suelen
celebrar el solsticio de invierno. Están presentes las tres logias mencionadas. El H.
Repeto representa al Taller Verdad y el H. Vitali a Armonía. Alrededor de 80
comensales asistieron a la fiesta, servida por la confitería Los Chinos —dice el
diario— "celebrando los progresos de la idea liberal".
Hace un tiempo fuimos invitados a visitar el local que ocupa el Taller de calle 9 de
Julio, frente a la plaza S. Martín, presidido actualmente por el V.M.H. Juan de Días
Ramos (33°). La sede cuenta con una nutrida biblioteca, formada sobre la base de una
importante donación de libros del Dr. Raúl Villarroel.
Lo que más nos llamó la atención fue el salón o templo destinado para las "tenidas" o
reuniones, donde se puede observar una serie de objetos ceremoniales, cuyo uso
proviene de las antiguas logias de la Edad Media. Cada cosa desde el cielo raso hasta
el piso, como así también el mobiliario, obedecen a una particular simbología —
como es la disposición de todo en torno del número 3—; y cada objeto ubicado en un
determinado lugar, tiene su razón de ser. Otros símbolos pertenecen a los rituales
secretos, que se van conociendo a medida que el aspirante asciende grado o categoría.
Nuestra misión, desde el suplemento, es hacer que los santafesinos conozcan nuestro
pasado, a las instituciones y a sus hombres, en todos sus aspectos y dedicaciones;
respetando a estos últimos en sus ideas. Algo de eso, hemos hecho en esta nota.
Los Hombres Ilustres en la Masonería
Han sido masones: Filósofos como Voltaire, Goethe y Lessing; músicos como
Beethoven, Hayden y Mozart; genios rectores como Federico el Grande, Napoleón,
Garibaldi, Martí, Miranda, Cavour y Bolívar, poetas como Byron, Lamartine y Víctor
Hugo; escritores como Castelar, Bacon, Mazzini y Kipling; científicos como Lalande,
Condorcet y d´Alembert, etc.
Formaron parte del máximo tribunal argentino, Suprema Corte de Justicia, Salvador
María del Carril, José Barros Pazos, José Benjamín Gorostiaga, José Figueroa
Alcorta, Benjamín Victorica, Antonio Bermejo, Roberto Repetto y Antonio Sagarna.
Fueron masones los bardos de nuestra poesía gauchesca: Hilario Ascasubi, Estanislao
del Campo y José Hernández.
Entre los cultores de las artes plásticas y pictóricas debemos mencionar a: Prilidiano
Pueyrredón, Ignacio Manzoni, Carlos F. Pellegrini, Martín Boneo, Rogelio Yrurtia,
Ernesto de la Cárcova.
Entre los autores y actores del teatro rioplatense sólo citaremos los nombres de
Florencio Sánchez, Emilio Onrubia, Roberto Casaux, Enrique García Velloso y
Enrique Muiño.
El término «armonía» deriva del griego ἁρμονία (harmonía), que significa ‗acuerdo,
concordancia‘ y éste, del verbo ἁρμόζω (harmozo) o también «hermoso»: que puede
entenderse como ‗ajustarse, conectarse‘. De esto se desprende que armonía, hermoso,
y conectado, de alguna manera, son similares en su significado, o derivan hacia la
misma idea general. Se concluye, de lo anterior, que lo armónico es bello y que lo
bello a su vez nos ―conecta‖. Ahora bien, ¿con que nos conecta la armonía? Parecería
correcto decir que, la armonía nos conecta con el mundo sublime y sutil de la belleza
y nos permite entrar en un estado de paz interior que nos deja mirar más allá de lo
evidente; esta paz parece devenir de la conciencia de la unidad, que nos hace sentir
que hay un orden. Este orden nos brinda paz porque, en el orden, dejamos de lado la
incertidumbre y adquirimos certeza. Con ella, la comprensión se hace manifiesta. Así
también, decimos que armonía es orden y orden es paz y paz es seguridad. Pero el
orden implica comprensión y por tanto conocimiento. Se está seguro cuando se
comprende el suceso, cuando se conoce el terreno y se siente dominio sobre el
acontecimiento que nos rodea. Así lo armónico es bello, es ordenado, es
comprensible y por tanto conocido o al menos factible de conocer y por ello seguro y
apacible.
En la mitología, Harmonía es hija de Afrodita, diosa de la belleza y el amor y Ares,
dios de la guerra. Zeus decide que la bella joven se desposara con Cadmo, hermano
de Europa y fundador de Tebas, celebrándose la boda en la nueva ciudad. Todos los
dioses asisten a la boda y llevan presentes a los novios, entre los que había un
impresionante vestido tejido por las tres Gracias y obsequiado por Atenea, diosa de la
sabiduría y un majestuoso collar que llevo Hefesto, dios del fuego. Pero ambos
obsequios habían sido envenenados, pues tanto Atenea como Hefesto estaban
furiosos por la relación de los padres de Harmonía.
Otra versión del mito tiene origen samotracio y en ella se señala que Harmonía es hija
de Zeus y Electra. Esta versión comparte con la anterior el matrimonio de Cadmo,
pero señala que esta rapta a Harmonía con ayuda de Atenea. Posteriormente, Cadmo
y Harmonía fueron transformados en serpientes y se instalaron en los Campos
Elíseos.
El estudio de la armonía presenta dos
versiones: el estudio descriptivo (es decir: las observaciones de la práctica armoniosa)
y el estudio prescriptivo (es decir: la transformación de esta práctica armoniosa en un
conjunto de normas de supuesta validez universal). Este estudio de la armonía, en sus
dos versiones, tiene un alcance relativo y condicionado culturalmente; puesto que
aparente mente, puede estar sujeto a condicionamientos aprendidos en la práctica
relativos a las destrezas y el gusto. Sin embargo, oculto bajo esa estructura relativa a
factores externos, hay de hecho un esqueleto que pasa desapercibido a través del
sentido físico y afecta nuestro mundo interior, actuando sobre nuestros centros
emocionales superiores que se ubican más allá de nuestra cultura y nuestra
experiencia.
Hay entonces, una estética colectiva, que está por encima de la estética individual
aprendida, que va mas allá de la practica y la destreza, justamente basada en las
proporciones que, habiéndose combinado adecuadamente, actúan sobre ese esqueleto
común a todos y que nos hacen conectarnos, de alguna manera, con una combinación
precisa que llamamos armonía. Las proporciones que configuran esta fórmula,
necesaria para la armonía, son de hecho exactas y conocidas, quizá intuitivamente, ya
que además de conectar al individuo con el colectivo y constituirse en un hilo
conductor del orden, en un momento determinado, también nos conectan con nuestro
pasado lejano, ya que no está sujeta al tiempo. Así, la belleza producida por la
armonía en el pasado, es la misma belleza que produce hoy y que es común a todas
las culturas, al igual que lo fue en las culturas pasadas y lo seguirá siendo en las
culturas venideras. A esta belleza, producto de la armonía, la denominamos clásica,
misma que por tanto es inmortal y universal, pues su accionar no está sujeto al
devenir de acontecimientos externos, sino más bien procede de nuestro interior.
La armonía entonces, así descrita, no es otra cosa que un orden común que no deriva
de normas explicitas, pero que tiene normas implícitas, perceptible por los sentidos,
pero dirigida a afectar nuestra sensibilidad y no nuestra razón. La armonía, en
definitiva y por ser común a todos es, en esencia la norma que nos muestra la unidad
y que comprendemos como propia aun cuando sea percibida desde el exterior; aún
cuando no hayamos participado de su ejecución, sentimos que nos es conocida y por
tanto la identificamos como nuestra.
Con seguridad, todos convenimos en que la naturaleza es armónica, nada en ella es
puesto al azar y nada en ella se comporta en contraposición agresiva con el resto,
todas sus partes tienen el único fin de ir bajo el gobierno del ritmo común. Así pues,
si el hombre quiere ser armónico debe comprender que su marcha por la vida debe ser
en unidad con el resto de la naturaleza. Si logra esto, el hombre entonces será
armónico y desaparece en él, ese Yo individualista que lo hace pensar que está
separado y que es especial o que está por encima del resto de la creación. Ejemplos
de esto suceden a cada momento en nuestra vida cotidiana y son apreciables para
cualquiera que observe el detalle de las cosas. Basta observar el hombre diestro en
cualquier oficio, arte o deporte, que demuestra con su accionar, una habilidad en el
oficios que nos hace sentir que es fácil lo que hace. El hombre diestro no muestra
signos de dificultad alguna en la ejecución de su tarea, aun cuando esta tarea implique
esfuerzo titánico, ya sea físico o mental. Tal cosa hace que el hombre común sienta
admiración por el hombre diestro; admiración que no es otra cosa que el anhelo de
poder hacer lo que ve en el diestro tan aparentemente fácil.
No extraña el mito de Cibeles, que en su carro llevaba al héroe a que se asome por el
óculo y pueda percibir, así fuera momentáneamente, la belleza. Hoy vemos este mito
ya oculto por el tiempo, en el podio de premiación, que ubica al ganador en el escalón
más alto y que lo reviste con su cabeza adornada con una corona de laureles,
colocándole una medalla colgada al cuello, que representa, la elevación de Cibeles, y
el acceso al óculo representado tanto en la corona como en el circulo que forma la
cinta de la medalla. De la misma forma el graduado académico con su medalla al
cuello, tiene esta connotación.
Estas reglas de emulación del orden superior, no son otra cosa que los rituales que
son la manifestación de los ritos. El hombre que busca la armonía, hace entonces un
acercamiento al rito a través de un ritual, que si se hace a cubierto, en un ambiente
que está aislado del resto del mundo, tal como sucede en los templos, percibe la
seguridad necesaria que genera la confianza y por tanto la paz necesaria para alcanzar
cierta armonía en su ser. La repetición permanente del ritual va progresivamente
dando el conocimiento que le permite hacer análisis de los símbolos y ese análisis va
dejando en él su mensaje, lenta e inexorablemente.
Armonía y virtud, parecen ser términos muy cercanos, en cuanto a nuestra forma de
percibirlos, al punto de que cuando vemos un hombre realizar sus tareas de forma
armoniosa, nos es dado llamarlo virtuoso, quizá erróneamente, dado que la
virtuosidad es una condición verdaderamente difícil de alcanzar por el hombre. Pero
si es cierto, que el contacto permanente con la armonía, en sus diferentes formas,
acerca ciertamente al hombre a la virtud; pero el tema de la virtud y su relación con la
armonía es tema de otro artículo futuro.
M:.M:.P:.M:.
Ex V:.M:. (2012-2013)
G:.T:.I:. (2012-2013)