Prometeo

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 1

Prometeo, el mito de la creación del ser humano

por Adrián García Vidal | May 18, 2015

El mito de Prometeo (Prometeo pertenecía a la raza de los titanes, y a él se atribuye la creación de la


Humanidad y su protección frente a los dioses.

Le enseñó a los hombres el cómputo del tiempo, la ciencia de los números, el alfabeto, la domesticación y el
empleo del caballo y el buey, la navegación, la medicina, la industria de los metales, la ciencia de los
presagios, y todas las artes. Así, el hombre pasó de una época oscura y primitiva a la civilización y el
desarrollo tecnológico.

Pero para dominar todas las artes era fundamental el control del fuego. Para la entrega de este don, el más
importante de todos, Prometeo robó el fuego del Olimpo, lo que enfureció a Zeus, quien, para vengarse, le
envió a Pandora, con una caja conteniendo todos los males. Prometeo no cayó en el engaño, pero quien sí lo
hizo fue su hermano Epimeteo, que se casó con Pandora, la caja fue abierta, y los males esparcidos por el
mundo.

No contento Zeus con esto, y temeroso de que Prometeo pudiera revelar un secreto que supondría su
derrocamiento del trono del Olimpo, Prometeo fue encadenado a una roca, donde un águila le devoraba las
entrañas. Sólo podría liberarse si algún inmortal consintiese en sustituirle.

Según narra Esquilo en su tragedia ‘Prometeo Encadenado’, el titán soportó el castigo sin rendirse a Zeus ni
revelar el secreto, hasta que fue liberado por Hércules, quien mató al águila e hirió al centauro Quirón con una
flecha envenenada causándole gran sufrimiento. Éste pidió a Zeus que le liberase de su inmortalidad y
aceptó sustituir a Prometeo, quien volvió al Olimpo.)

siempre ha estado ligado al de la creación del ser humano. El fuego que robó a Zeus y otorgó a la raza
humana sirve no solo para calentarse, sino como símbolo del conocimiento y la prosperidad. Pero es en la
versión del mito narrada por Apolodoro donde Prometeo crea al ser humano de forma literal, utilizando
agua y tierra.
El acto de creación acerca a Prometeo al Génesis bíblico, donde Dios crea al ser humano de una manera
similar, a través del barro. A pesar de esto, los motivos de la creación son bien distintos: el de Prometeo es
un acto de rebeldía, mientras que el de Dios lo es de bondad.
Otra diferencia esencial entre ambos es que, mientras que Dios castigó al ser humano por comer del árbol
del conocimiento del bien y del mal (también llamado, en ocasiones, árbol de la ciencia), Prometeo se
esforzó por enseñar a la humanidad todo lo que había aprendido de Atenea: arquitectura, astronomía,
matemáticas, navegación y otras habilidades. El fuego es tanto el conocimiento como la chispa que
otorga vida, y es que son dos conceptos en continua simbiosis: vivir es conocer.
El tema del conocimiento será esencial en el estudio que la mitocrítica hará de las reescrituras del mito
prometeico. La que más nos interesa ahora es Frankenstein, or the Modern Prometheus de Mary Shelley. El
árbol de la ciencia está ahora más presente que nunca: es el doctor Frankenstein quien utiliza su
conocimiento para crear vida artificial. Así es como nace «el monstruo».
Una diferencia fundamental entre Prometeo y Frankenstein es que Prometeo es el creador de la humanidad
mientras que Frankenstein es el creador de un ser solitario. La criatura le pide con vehemencia a su
creador que le obsequie con una compañera, ya que una existencia solitaria es una existencia
maldita. ¿Qué hubiese sido de Adán sin Eva?
No deja de ser curiosa la nomenclatura que se utiliza para hablar de ambos actos de creación. Mientras
que Frankenstein es creador de vida artificial, Prometeo es creador de vida, a secas. El adjetivo «artificial»
es peligrosamente antropocéntrico.
Cuando hablamos de inteligencia artificial o vida artificial, lo hacemos desde la cómoda posición de poder
que nos otorga el hecho de ser humanos. En Frankenstein, la criatura al principio muestra más
sensibilidad que muchos humanos, pero aún así su posición sigue siendo inferior por el hecho de ser
artificial.
Es el mismo desprecio y temor con el que Zeus miraba a la humanidad creada por Prometeo.
Podemos incluso utilizar la obra de Shelley para realizar una relectura sincrónica de la herencia mitológica
de Prometeo. ¿Y si Prometeo, al igual que Frankenstein, también creó monstruos?

Tarea

1. Contesta la pregunta que deja abierta el autor, ¿Prometeo creo monstruos?


2. Explica con tus palabras la leyenda o mito que elegiste sobre la creación del hombre
3. Compara ese mito o leyenda con el de Prometeo

También podría gustarte