Antropologia Prehispanica Ecuador - Jijón y Caamaño

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Jacinto Jijón y Caamaño

ANTROPOLOGIA
PREHISPANICA
DEL ECUADOR

de
Embajada de España
Agencia Española de Cooperación Internacional

ss
Musco Jacinto Jijón y Caamaño
Quito, Ecuador
1997
PROLOGO

del
La arqueología ecuatoriana comienza en 1878 con la publicación
Este primer
Estudio Histórico de los Cañaris de Federico González Suárez.
esfuerzo se ve paulatinamente enriquecido por las investigaciones de Bamps,
Dorsey, Saville, Rivet, Uhle, Bennett, Bushnell, Ferdon,
Collier y Murra y,
hacia la mitad del presente si-
por supuesto, Jijón y Caamaño. De suerte que
su pasado precolom-
lo, el Ecuador contaba con un acervo científico sobre
bino que ameritaba ya una sistematización. Algunas arqueologías regionales,
“comolas de Saville (1910) y Verneauy Rivet (1912), se publicaron a comien-
zos del siglo, sin abordar una interpretación
cultural ni cronológica del Ecua-
dor precolombino. En este contexto, la aparición en 1952 de la Antropología
el primer
Prehispánica del Ecuador de Jacinto Jijón y Caamaño representa
clásico de la
esfuerzo de sistematización de la arqueología ecuatoriana. Este
limitado, se
literatura científica ecuatoriana, que apareció en edición de tiraje
ha vuelto un libro raro de consulta, y casi solo biblioteca, porque muy po-
de

Por ello el Museo Ja-


cos arqueólogos contemporáneos poseen un ejemplar.
cinto Jijón y Caamaño se ha empeñado en reimprimir dicha obra, anhelo que
la de España, la Agen-
hoy se ve cristalizado gracias al auspicio de Embajada
Santillana.
cia Española de Cooperación Internacional y la Editorial
Sistematizares poner orden en las cosas de acuerdo con categorías
de síntesis que es
previamente establecidas. En Arqueología se usa un taxón
Ta cultura arqueológica, categoría imprescindible para
el establecimiento de
secuencias culturales que, con una cronología adecuada, permiten la formu-
En el Ecua-
lación de los períodos culturales de los pueblos desaparecidos.
esta tarca,
dor, hasta Jijón y Caamaño, ningún arqueólogo había emprendido
Basándose en el concepto de corpus cerámico, la
vajilla utilitaria y ceremo-
JÓN Y CAAMAÑO
JACINTO Jl
8
y de
nial, por así decirlo, de los pueblos precolofbinos,
J Caamaño
y POSición
Cstrati.
diversos sitios qué excavara, ¡ón y formula li
gráfica en los mr
del Ecuador precolombino. El lector de esta
secuencia cultural obra
pe
mera el en dar rigurosidad a Sus análisis
advertir el esfuerzo que pone autor
drá
tratando siempre de poner
cual da
Sus conclusiones
muestras indudables
en perspectiva
de su amplio
regional y
Conocimiento
a
continental, para lo
científica de su tiempo.
de la literatura datación absoluta,
de no
-

Al no contar con instrumentos descubiertos

Jacinto Jijón y Caamaño recurrió sobre todo a la cronología


aun en su época,
sirviéndose para ello de fechamientos cruzados con referencia a cul-
relativa,
cronología estaba bien establecida. Por ello, su secuencia cultural
turas cuya
perdió vigencia ante el nuevo modelo cronólogico que se estableció en
ladé-

1960. Cabe, sin embargo, anotar que varias culturas arqueológicas


cada de
establecidas por Jijón y Caamaño, como la Tuncahuán, Panzaleo,
al nuevo
Puruhá
y
las culturas de tolas de la Sierra Norte, fueron incorporadas esque-

la ecuatoriana, aunque con las variaciones de interpreta-


ma de arqueología
Su contribución más durade-
ción que impone la arqueología contemporánea.
ra se concentra en la arqueología de la Sierra Central (principalmente las pro-
intocada desde:
vincias de Chimborazo, Bolívar y Tungurahua), virtualmente
su inicial formulación por Jijón y Caamaño.

e
La Antropología Prehispánica del Ecuador es una obra póstuma, CoN

un básico dejado por el autor y corregido por su esposa. Lamentable-


sE
men
4

encomiable esfuerzo no pudo impedir que


S S

el texto, en su
.,
versión
de los
oleciera de algunas fallas que era menester corregirlas dentro
ceimites que la ética profesional onal
¡ impone. Por iii
consiguiente, la presente 0%bra eS
ze
una versión “editada” LA
, que tiene como único objeto hacer más
que ti a
compren*
¡ble
5
traciones.
simplemente
160).
toda la
Ahora
Por
se
ejemplo, en

numeración
“saltó”

colección arqueológica
menes ilustrados en
pudo ser
nes que,
optó por

men original

va de las
localizada

el

ni

el texto, así como

grafías reproducidas

agradecimiento a
de

la
y
lamentablemente,
ANTROPOLOGÍA PREHISPÁNICA DEL ECUADOR

dos

las
la

bien, apropiado en esta


lo

edición
enumeración
números

fotografiada

su posible

ilustraciones

el

la
del
faltan
siguiente procedimiento:
reemplazo, siempre y
en el texto. En las
cuando
instancias
reemplazo,

libro
ción con la introducción de leyendas para
(los

Jijón y
original.

en

éstos
en que

original
de

versión
ilustraciones, tanto en
to. Esta opción, sin embargo, se dejó de lado, en razón
sión que se hubiera generado entre los usuarios
éstas,

las

de
ediciones. Otra falla notoria de la primera edición se refiere a que, en
un caso,

particular.

hemos
las descripciones
rresponden con su
no compete al
de
ilustración
editor; por ello

Las principales innovaciones


material gráfico. Una de las
la vasija,
gráfica.

ventajas que
tografía que acompaña a todo el libro. El personal
de Jacinto
la
Pero
simplemente

de
decoración
esta

la

Afortunadamente,
nuevamente.
la reserva
introducir
respondan
no ha
hemos
sido

cada
a
En

en
las
Jacinto
correspondientes
“editada”,

es una
advertimos

presente
encontrará

Caamaño,
láminas

la

el
del
en

el

el

posible
reproducido
de

su

caso
arqueológica

edición original, aun si su calidad no fuera aceptable. La orfandad explicati-


ha sido

do en lo posible de repetir verbatim las descripciones hechas por


remediada
lámina, en
la
primera

libro

status de los especímenes de reemplazo y los reproduci-


dos de la fotografía original. Finalmente, vale destacar que en esta edición
incluido-las-escalas.de los objetos representados, un detalle que segu-
ramente será apreciado por los colegas arqueólogos (naturalmente, las foto-
directamente

Embajada de
del

España
libro,

y a
no llevan
El Museo Jacinto Jijón y Caamaño quiere dejar constancia de su
la
a

la
Jijón

la

en

escala).
las
hubiera
como
y

potencial
y

iconografía,
crítica
al

versión
lector
Museo
busca
mayoría
de los
del
la
Caamaño
figuras
sido

académica
lector
el
en

sobre

conciernen
es la
revisó
de
nueva

los

especímenes
especificaciones
encontrar el
fotografía

la
donde
presente

el

Agencia Española de Coope-


ración Internacional por su incondicional y desinteresado apoyo, que hace
posible que esta obra de uno de los más altos valores de la cultura nacional
esté nuevamente a disposición de los estudiosos del mundo entero, cincuen-
de
no

especíme-
Museo,

se trata-
ha
14

segunda
más

toda
9

correr
y

tex-
confu-

de
co-
que
este

especí-
al
fo-
la

ellos

espéci-
de

autor en
se
de
citadas

la

edi-
A
A
10

ta años
su

su
JACINTO

valioso

Manuel Jijón y
ma

ri
la obra

constante

Manosalvas,

-ciada po
ps
JIJÓN

después
aporte
de
a

la
final, incluyendo nueva
su
la
Universidad Católica, por

Flores,
clásica de
mento de Historia dela
Y CAAMAÑO

colaboración

curadores
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su

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la
edición.

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becaria,

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ellos,

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A

lámi-
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mu-
3

d

, . fy
Advertencia

Este estudio es una somera síntesis de nuestra obra El Ecuador In-


terandino y Occidental antes de la Conquista Española, de la que llevamos
publicados cuatro volúmenes (Vols. 1
y IH, Quito, 1941; Vol. TH, Quito, 1944;
Vol. IV, Quito, 1946), y que constará de algunos tomos más, en los que pre-
tendemos resumir el fruto de cuarenta y dos años deinvestigación.
lo
En relativo a las lenguas precolombinas del Ecuador Interandino y
Occidental, estas
potes presentadas el estado nuestros conocimientos en
CAPITULO 1

EL MEDIO GEOGRAFICO

El Ecuador, antiguo Reino de Quito, es un país montañoso, orientado


hacia el Océano Pacífico, configurado por los Andes que corren de Norte a
Sur, a poca distancia del mar.
Está situado entre 1937” de latitud norte, y 3925” de latitud meridional;
parte de él, la zona andina, fue incorporada al Imperio Incaico por los últimos
soberanos del Cuzco; fue la sede desde donde partió Atahualpa en guerra
contra su hermano Huáscar, en la que resultó victorioso, sin poder disfrutar
de su triunfo por la llegada de los castellanos.
Pizarro descubrió las costas del Ecuador y en su nombre conquistó el
país Sebastián de Benalcázar, partiendo desde Piura, en un movimiento colo-
nizador, distinto del encabezado por el Marqués Dn. Francisco y que llegó
hasta la sabana de Bogotá. DE
De
allí y por los antecedentes en la historia precolombina, el Ecuador,
O sea el Reino de
Quito, no fue el Perú, aun cuando formase parte del Virrei-
nato de Lima. La Gobernación de Popayán, dada por Carlos V al Adelantado
Dn. Sebastián de Benalcázar, no comprendía el Quito, pero era algo como
una prolongación de éste, aun cuando estuvo, desde la comisión dada
al
cenciado Díaz de Armendáriz para residenciar a Benalcázar, hasta cierto pun-
li-

to vinculada con el movimiento colonizador que, partiendo de Santa Marta,


se centralizó en Bogotá. Esta situación intermedia hizo que el Reino de Qui-
to, con personalidad, Audiencia y Presidente propios, fluctuase, una vez crea-
do el Virreinato de Santa Fe, entre éste y el de la Ciudad de los Reyes.
TE
A
16 JACINTO JIJÓN Y CAAMANO

Producido el movimiento separatista de España, en 1809,

e
Quito
Reino sí, necesidades de
la guerra, e
constituyó en por pero por se COrporó en
in
la Colombia de Bolívar, en 1824, constituyéndose en nación soberana :

en
1830.
El territorio de la república está configurado por los Andes,
que
viden en tres regiones: la Occidental, tropical, situada entre la cordillera
lo
di.
y el
mar, la Andina, de clima templado y frío, a lo largo de las montañas; la Ama.
zónica u Onental, al Este de los Andes. Esta división tripartita, clásica
en la
Geografía del Ecuador, en la que, de ordinario, se habla de Costa, Sierra
y
Oriente, es demasiado somera y no sirve para formarse cabal
concepto de las
distintas zonas bióticas del país.
Los Andes, desde el Itsmo de Panamá, están
compuestos por tres sis-
temas montañosos principales, que corren casi paralelamente. La Cordillera
Central separa la hoya del Magdalena de la del Cauca
y todas las aguas van
a parar al Mar Caribe, mientras la Oriental divide
estos sistemas fluviales de
los del Amazonas y el Orinoco; la Occidental
y de los del Atrato y de los que
desembocan en el Pacífico. Las tres cordilleras
Macizo Colombiano, cerca del grado
se unen y confunden en
segundo latitud septentrional, y des-
de
el
de allí forman un laberinto de montañ j

interandinos, ya uniendo
La Cordillera del Est a , YA
:
Aproximán colasmucho,

luso corriente, sino en


Mador a la Central— está bien definida
meridional, formando
elborde oriental de
sino
que aún no allí
ANTROPOLOGÍA PREHISPÁNICA DEL
ECUADOR 17

tal nombre, sino los de Zamora y Paute, y de Norte a Sur


el Upano, con las
llamadas cordilleras del Cóndor y de Cutucú. Desde el abra del Pastaza, esta
cordillera se acerca mucho a la Central, la que por tal razón aparece desme-
suradamente ancha, formándose un verdadero altiplano, en el que pueden dis-
tinguirse dos cadenas de picos, entre las que quedan vallecitos orientados del
Septentrión al Mediodía, o viceversa, interrumpidos por frecuentes nudos,
hasta las fuentes del Coca, en donde constituyen un confuso laberinto de
montes.
Esta tercera cordillera, que ha pasado desapercibida para casi todos los
geógrafos, tiene a más de su significado geológico, un valor trascendental pa-
ra el enólogo y es por éste que nos hemos ocupado de ella.
Entre la Cordillera Central (la que en todas las Geografías del Ecuador
es llamada Oriental) y la Occidental, está situado el Callejón Interandino, o
para hablar con precisión, los distintos valles de la Sierra ecuatoriana.

Son éstos, principiando de Sur a


Norte (Fig 1):

a) el de Loja, encerrado entre la


Cordillera Central, la del Villonaco, el
nudo de Cajanuma y el de Acacana,
forma la hoya del Zamora. Es de los
valles interandinos el más pequeño y
bajo, puesto que tiene sólo unos 2.200
mts. sobre el nivel del mar, lo que le
da un clima semitropical, húmedo,
con dos estaciones, de clima bastante
diferenciado, como el de todas las ho-
yas que desaguan hacia el Amazonas,
en las que los meses de Junio a Octu-
bre son relativamente fríos, con ga-
rúas y vientos frecuentes, mientras en
el resto del año los aguaceros son to-
rrenciales y la temperatura más alta.

Fig.1. El callejón interandino del Ecuador


==
do de

parten
y
b)
Pacífico;
ACINTO

el del
está

Sabanilla
riamanga, por el
y

La llanura
media de 1.400
cas prolongadas,
JIJÓN

Catamayo,
cerrado

Sus

del
por

Norte,
Las cordilleras
hoya por
mayo.
el
Oeste, la que

m., y
en

c) el de Zaruma,

entre
del

semboca-en
las
Nudo
que
el
de
corren
Y CAAMANO

río
el

Este

se
y
llamadas
afluente
Nudo

Sur.

Catamayo
árida,
los
rrenciales el resto del año.
de
abre

meses
de

al

limitado
Guagrauma,
los ríos
es
donde
de
del

de
no
Junio

por
la
Pindo
Chira,
Guagrauma,

prolongaciones; la

Huairaurco,
SO. para

clima

las

y
hay
a
esto

Cordillera

Amboca
dar paso a
es

de

fuerte,
riego
Diciembre,

Cordilleras
primera al
Piñas,
que
prolongación

Santa

las

como
desagua

|
del

Rosa

Celica,
aguas

artificial,

O.NNO,
y

de

orígenes
de

que

la
con

del
en

cierran
del
e
Aca.

la
Cata.

:
tiene

esporádicas

Chilla y
y

una

Amboca,
segunda
Tumbes,
Pacífico. El valle es bajo; la ciudad de Zaruma, casi en el cen-
a
la de Ca.

altura
estaciones
lluvias

que
se-
to-

que
S.SSO,
de-

tro del distrito, está a 1.200 m. sobre el nivel del mar.


d) el del Jubones, o de Yunguilla, limitado por el Norte por el Nudo de

Portete y Tinajillas, por el Sur el de Acacana y Guagrauma, por elE. porla


Cordillera Central, por el Oeste, por la Occidental. Esta hoya tiene distintas
alturas sobre el nivel del mar y, por consiguiente, diversos climas; como en
todas las que desaguan en el Pacífico, la precipitación atmosférica cambia
la
con altura, abundante en las regiones altas, pequeñísima y casi nula en
más bajas, inmediatas a la región donde el río
las

rompe la Cordillera.
e) el de Cuenca, en el que se encuentran los orígenes del Paute, afluen-
te del Santiago y —por consiguiente— tributario del Amazonas. Cierra por el

AA valle de Cuenca participa del clima propio de todos los que desa"
guan E hacia el Atlántico; fértil
en las inmediaciones de los ríos y en las P0F
, tiene lomas des POR
sic de tiorvas
:

urgencia 7
la

e
porción intermedia.

ñas
:

ee pa

pl
eS pequeño y alto, que desagua al
Sur

Ar
el
el de
ausí, circunscrito por el inmenso Nudo
por el Norte y las Cordilleras
del
Azuay por
po
| Jas

Central y Occidental;
ANTROPOLOGÍA PREHISPÁNICA DEL ECUADOR 19

rre el río Chanchán, que es afluente del Guayas. En este valle la desecación
del suelo es menor que en otros abiertos al Pacífico, por la vecindad de los
bosques húmedos del litoral y su amplia apertura.
h) el de Guaranda, o el Chimbo, encerrado entre la Cordillera Occiden-
tal y la de Chimbo, que dejan entre ellas un estrecho valle.
1) el de Riobamba, que limita al Norte el Nudo de Sanancajas y por el

el
Sur de Tiocajas, que es una meseta más alta que las anteriores, cortada por
varios ríos que confluyen en el Chambo.
El Sanancajas, o Igualata, no es un nudo perfecto, es tan sólo una es-
tribación del Chimborazo, en la que está emplazado el volcán extinguido del
Igualata; así el Chambo se abre paso las
por faldas orientales del Nudo, para
juntarse con el Patate y formar el
Pastaza, que poco después de la reunión de
estos tributarios se abre paso por la
Cordillera, para dirigirse a la llanura ama-
zÓnica.
Por esta razón, la hoya de Riobamba participa sólo en forma atenuada
de las características propias
que desaguan .:l Pacífico,
de
carece
las
de
abiertas
las dos
al E.
estaciones
y se asemeja
bien
mucho
marcadas,
a
fría
las
en
los meses secos, más caliente en los lluviosos y posee una temperatura igual,
con inviernos con aguaceros fuertes, veranos secos y ventosos.
j) el de Latacunga, limitado al Norte por el Nudo de Tiopullo, al Sur
por el de Sanancajas e Igualata; varios ríos la fertilizan, y corriendo de Sur a
Norte y Norte a Sur, del Oeste al Este vienen a formar el Patate. En ella se
pueden distinguir climáticamente dos secciones, la de Ambato y la de Lata-
cunga; la primera, más inmediata al abra del Pastaza, más baja, posee el cli-
matípico de ls abiertas al E.; la segunda tiene, por las mismas causa:;, uno
muy semejante al de Riobamba, si bien con veranos en los que son mis fre-
cuentes las finas y heladas garúas.
k) el de Quito, encerrado en la Cordillera Occidental y la Centr::l, que
aquí está, como en la de Latacunga, casi confundida con la Oriental, y los nu-
dos de Mojanda y Cajas por el Norte, el de Tiopullo por el Sur.
En
viosa, que
ella pueden
comprende
distinguirse
los valles
dos
de
secciones,
Machachi,
la meridional húmeda
Chillo, Tambillo, Chillogallo
y
llu-

y Quito, otra con precipitaciones atmosféricas escasas, al Norte de la anterior.


El Guayllabamba es el desagiie de esta hoya abierta al Pacífico
1) el de Imbabura, compuesto de tres secciones, la occidental, por la

que corre el Ambi y sus tributarios, la oriental, separada de la


g
anterior por la
KA
20

por

rompe
JACINTO JIJÓN

la Cordillera

gel y el Nudo de Huaca.

que
del
Y CAAMAÑO

Cordillera de Yurac-Cruz, en donde nace el Chota,


el sistema fluvial Pisquer.
la
Las aguas de todos estos ríos contribuyen a la formación del
Occidental
septentrional oc

por una profunda y ancha cañada,


m) el del Guáitara, cuyo límite Sur lo constituyen los Páramos

En el abra del Mira, la Cordillera Occidental pierde sus contornos


finidos y la línea de las altas crestas no es la continuación de

une los Páramos del Angel con la Cordillera Central.


la
las cumbres del Cotacachi, Yana-Urco y Pilabo, pues el Chiltasón y los Pára.
mos del Angel se encuentran en el eje del Callejón interandino y siguen una
dirección transversal S.NE, para luego doblar hacia el E., y al N. en Huaca,

Los Páramos del Angel más que continuación de la Cordillera Occi-


del
“pada

Mira, que

formada por
Aly

de-

dental parecen, por su posición, que prolongan la de Yurac-Cruz, que como


vimos, divide el valle del Chota del Ambi; y al E. de ellos está el sistema flu-
vial del Pisquer y la región de San Gabriei, que corresponde por el Norteal
valle del Alto Chota por el Sur. La Cordillera Oriental, bien definida entre el

abra del Pastaza y el Nudo de Sabanillas, en Loja, como dijimos, se aproxi-


ma mucho y se confunde con la Central, al oriente de las hoyas de Latacun-

ga y Quito; así cabe sospechar si no es el Cayambe un gran nudo entre am-

bas, que por el Cajas y el Mojanda se prolonga


los
hasta
Páramos
la
del
Occidental
Angel, lo
y
que
si, en tal
consti
caso, no es la cadena de Yurac-Cruz y
serían preciso estudios
tuyen la Cordillera Central. Para afirmarlo, o negarlo,
geológicos de los montes que cierran por el E. el valle del Alto Chota,
volcánica ha
que
no
cubier:
se han hecho y que serán difíciles, pues una gruesa capa
to las formaciones antiguas.
Al N. de los Páramos del
Angel, recobra su línea propia pe.la po
dillera

Occidental, desaparece lo que podría considerarse una continuación


dena de Yurac-Cruz, y se forma otra hoya interandina, la del
RasoJosá
da imperfectamente por el Norte, por el volcán de Galeras y los m0?
separan el sistema fluvial del Guáitara del de Juanambú. gráfi-
ma oro

00 a ocupar, la que, a su vez,


"accionada en dos,
la
por los Altos de Aranda,
del Juanambú -propiamente dicha- y la del

A
que se abre paso hacia el Pacífico, no por un abrupto cañón, cortado en la
Cordillera, sino por un amplísimo
valle, pues allí desaparecen los Andes Oc-
cidentales. No son, pues, estas hoyas bien
definidas, ya que están abiertas ha-
cia el Occidente, son más bien mesetas recluidas
entre los ramales andinos,
que del E. al
avanzan O.
Hemos hecho este análisis prolijo de las distintas
hoyas interandinas,
pues, como se verá adelante, tienen importancia decisiva en la distribución de
los pueblos precolombinos.
No sería completa esta descripción de la orografía del Ecuador si
no
mencionamos otros sistemas montañosos:
el del Daule, o Campaces, cuya al-
tura no puede compararse con el de los Andes. Del Cabo San Francisco, for-
mando altas lomas y mesetas que se elevan sobre la planicie
costera, hacia el
Pichincha y, a cierta distancia del Océano, se divide en dos ramales, el
uno
que prosigue al Norte, separa el sistema fluvial del Esmeraldas del del Gua-
yas, el otro más marcado y fácilmente reconocible, que tuerce al Sur y des-
cribiendo un arco, acercándose mucho al Océano frente a Salango, va a des-
cabezar a poca distancia de la ciudad de Guayaquil.
Es esta cordillera el límite occidental del valle del Daule y la que im-
pide el que en la costa de Manabí haya ríos de consideración.
Es el otro la antigua Cordillera Marina, casi totalmente destruida
por
la erosión, de la que sólo quedan huellas en Pata de Pájaro, cerca de
Coaque,
en los Cerros del Bálsamo, de Jaboncillo, de Hojas, de Agua Nueva, de Ani-
mas y Jupe, en la Provincia de Manabí; de Chongón y Chanduy, en la del
Guayas.
Situado el Ecuador en la Línea Equinoccial, debería tener un clima ar-
diente y húmedo, pero tres causas vienen a impedir que esto sea así: la altu-
ra sobre el nivel del mar, la vecindad de la Corriente Antártica, o de Humbolt,
y la orientación de las distintas hoyas.
La zona costera u occidental no tiene un clima uniforme, pues cambia
la
con altura, según
nes secas y húmedas.
la vecindad de los Andes, y en ella se distinguen
porcio-
Las aguas frías arrastradas por la Corriente de Humbolt, sirven
para re-
frescar el aire y condensar los vapores de la atmósfera, por lo que la Costa
del Perú es tan árida, donde no llega el efecto beneficioso de los ríos
jan de la Cordillera. —
O ss
que ba-
%
E
A
JIJÓN Y CAAMAÑO
22 JACINTO

Esta corriente paralela a los Andes, desde cerca de Coquimbo hasta


bifurca aquí en dos ramales; el menor sigue la
Cabo Blanco, se Em Vecindad
de las costas ecuatorianas, hasta
atper

Ate”
frente a las de Manabí, el otro se

a
di.
rige al Oeste, al Archipiélago
El efecto, pues, de la corriente Antártica se siente, aun cuando debjj.
tado, en la Costa del Ecuador. Por eso hay en ella secas, como la
que
va desde el río Túmbez hasta el Cabo Pasao, pero no áridas
litoral peruano: inviernos cortos y con Irecuencia escasos
con

de
laaridez del
agua, Veranos
largos y secos caracterizan esta región, con un clima ardiente, que no llega a
ser tan sofocante
do, en el verano.
como en la zona húmeda
y es a veces fresco y hasta templa-

La vegetación -en su mayor parte- está formada por plantas que pier-
den sus hojas en el verano. El paisaje adquiere así un aspecto de otoño, O in-
vierno, que contrasta con el brillo del sol y la elevación de la temperatura.
Llegan las primera lluvias y, dada la fertilidad del suelo, pronto los campos
se visten de hojas y flores, en una magnífica eclosión primaveral. Los
pocos
árboles y arbustos que en el verano conservan el follaje, están
provistos de
hojas gruesas y coriáceas.
Mientras la pampa permanece agostada, a lo largo del
curso de los ríos
y riachuelos que no llegan a secarse, crece una lozana vegetación
tropical, la
de las tembladeras o manglares, mientras
que en las lomas, que llegan cier-
ta altura, hay, en todo tiempo, islotes de
verdura, mantenidos en todo su fres-
cor por las continuas garúas. En esta sección el
hombre depende para su sub-
sistencia, de las plantaciones
que puede hacer cerca de los cursos de agua, de
-las que verifica en las lomas y de las
que corriendo el albur de la falta de llu-
vias, verifica en la
pampa, las que en el Ecuador son casi siempre suficientes
A
que en las

otras regiones más.


ANTROPOLOGÍA PREHISPÁNICA DEL ECUADOR

partes bajas, cuando nacen en la alta cordillera, en la fuerza del in-


vierno, salen de margen, inundando extensas regiones; “las sabanas naturales
son muy reducidas y aún más las tembladeras
Son terrenos fertilísimos, en los
encuentra su perfecta aplicación.
y pozas”.!
que el sistema agrícola de “milpas”

Al Norte de Cabo Pasao, el influjo de la Corriente


Tropical aumenta las
precipitaciones atmosféricas y la vegetación es aún más lujuriosa.
Bajo el punto de vista de la Geografía Humana, esta región, es
recida —si bien más benigna y hospitalaria— al litoral pacífico de Colombia
a la costa atlántica de Centro América.

¿DKK
En ella hay que distinguir, además, bajo el punto de vista del
muy pa-

etnólogo

Para el etnólogo existen otras divisiones: el litoral, propiamente dicho,


en donde la comunicación
a lo largo de las playas es expedita en las bajas ma-
reas, sin el obstáculo de la maleza, en la cual el camino del mar, siempre man-
so, está abierto a las embarcaciones menores, balsas o canoas, en la que
mentación es fácil por la abundancia de pesca; la de los ríos y esteros
miten la expedita comunicación con el interior.
Los más importantes, enumerándolos de Norte a Sur, son: el Mira, de-
la

sagiie de la hoya de Imbabura; el Santiago, que naciendo en los versantes oc-


cidentales de los Andes, y teniendo una gran extensión por la muchedumbre
de sus afluentes, permite la penetración de embarcaciones pequeñas al inte-
rior de la Provincia de Esmeraldas; el Esmeraldas que, menos favorable
la navegación, pone en contacto el Sur de la provincia que lleva su nombre,
con el Norte de la de Manabí, y corta la cordillera con el hondo cañón del
Guayllabamba, desagúe de la hoya de Quito; el Guayas, que es el mayor de
ali-
que per-

para

todos, en el que es preciso distinguir dos clases de afluentes, los que se ori-
ginan en el litoral, como el Daule, Vinces, etc. y los que nacen en la región
Interandina, como el Chimbo y el Chanchán; el Jubones, cuyo desarrollo en
y
23

la zona Preandina es pequeño, pero que se forma en la Hoya de Yunguilla; el


Túmbez que recoge las aguas de la hoya de Zaruma; el Chira, por donde
sa-
len al Océano las de la del Catamayo, Lugar secundario en el sistema hidro-
gráfico tienen otros ríos de la costa, como el Chone
y el Cojimíes, debiendo
hacerse mención especial del Naranjal, por su importancia, como
la vía natu-
ral de comunicación entre la Costa y el país Cañari.
A medida queel terreno se acerca a los contrafuertes de los Andes,
el crecer de la altura, aumentan las lluvias; los veranos se hacen más
con
cortos,
—————
24 JACINTO JIJÓN Y CAAMANO

más largos los inviernos. La pendiente del terreno, al permitir que log
de los ra "y
solares, filtrándose entre las ramas árboles, lleguen hasta el Suelo
, Pro.
duce una vegetación subarbórea y de lianas, intensísima, que acaba POr
la floresta sustituir los majestuosos gigantes de la ver.
cer a y selya, CON árboles
esbeltos sí, pero gráciles, hasta que por la disminución del calor añ ésta A
trueca por un denso y tupidísimo chaparro. Es la región de los bosques
hj.
medos de los Andes. En la misma Cordillera el terreno torturado
to, las ríspidas pendientes, los abismos por los a lo infini-
que se despeñan los ríos, vuel.
ven a esta región, de selva enmarañada y casi intransitable, inadecuada para
la vivienda humana, no sólo por el relieve topográfico sino por la esterilidad
del suelo; los árboles están materialmente pegados
a las rocas, pues el esca-
so humus es llevado constantemente por las lluvias; sólo en uno que otro es-
trecho vallecete, las playas que en raras ocasiones forman los torrentes, en
pequeñas porciones de terreno menos agrestes, ya en las faldas de los colo-
sos andinos, ya donde la bravía cordillera parece amansarse, son aptos para
el cultivo.
Es la impenetrable muralla de verdura que, infranqueable para el hom-
bre, aún hoy y mucho más en tiempos primitivos, separa a la Sierra de la Cos-
ta, aquella contra la que repetidas veces se estrelló Dn. Pedro de Alvarado,
cuando vino a Quito, en 1534, hasta que dio con uno de los
pocos puntos por
donde es abordable, pero para su desventura, tardíamente, había lle-
pues ya
gado por distinto camino Dn. Sebastián de Benalcázar en su seguimiento
y
Dn. Diego de Almagro.
Los pasos, no abiertos como en los Alpes sino
través de la maraña selvática, son contados:
entre picos nevados, 2

el
curso del Mira, las fuentes
E
Santiago entre el Yana-urco el Cotacachi, el de
y Nanegal y Mindo, de el
abra, entre el Atacazo el qU
y Pichincha, al SO. de Quito; el de Angamarca,
fue el seguido
por Alvarado, el del río Chimbo, el del Chanchán,
ranjal, el del Jubones, el del Tú
del N*
el
mbez, el del Catamayo, que fue el empleado
a
to. Apenas
rioso

prano en

AAA
el
si
escuadrón
cuando

año
de
y desparramándose por
andinos que desaguan

agricultura depende
oportunas lluvias.

tura,

son

rano,
los

que es

que

mos
Caen
la

meses
jos, principia
éstas
relación

coincide,

sube

opuesto

ma
entonces

por

mención

al de
de
en

algo
pues,

al

las
ANTROPOLOGÍA PREHISPÁNICA DEL ECUADOR

traria a aquella que siguen las aguas en el profundo fondo


cae

al

de

con
cuando

grandes
el

los

día,

las

con mayor
del sitio

invierno,
más
sol
fantásticos

en
se

valles
Pacífico.

fuentes

con

en
tarde
el
más
o

y
forma

lugares
Así las hoyas del Patía, Juanambú, Pasto,

menor

invierno
una

inmediatos.

bamba y Jubones, están formadas: 1”, por la región


viosa y frígida por la altura; 2?, la de los
más que de bosque con chaparro, pero de suelo
lluvias son frecuentes e intensas; 3*, la de los
les, con suficiente humedad, para que todo
ra subtropical, sea en cualquier parte posible,
los valles bajos inferiores, a 2.500 mts.
naturales,

respecto

fuerte
al

del
y
neblina
jinetes, va trepando por
Es

Por la ardiente chimenea suben los vapores acuosos


donde el cañón del río se abre en anchurosos valles, a
bre el nivel del mar, y allí se transforman en
el los más

declives

sobre
del

frecuencia
canal
la

lluvias,
altos.
densa

regadío

e
los
parte

2.500
que

Guáitara,

valles
cultivo
sin
el
el
de
de

nivel
los
la
volcánico
altos,
adaptable
riego
del

principal

hemisferio
fría es la
del

seca

de
o
cañón
que,
flancos

la
de

Chota,
cual

artificial,

intensidad,
del

austral
corriente
y
de
según
cañón
las aguas a la costa y la amplitud del valle, o cañada, de Octubre a Junio, que
la mayoría
termina más
de la región,
temprano.
ya
La
que en

no

blado. A estas causas de la división de las estaciones vienen a sumarse otras


los
estación

entre las que juegan papel preponderante los vientos alisios, de las que hare-
tratar

que
de las

desaguan
hoyas que desaguan al Oriente.
En éstas el reparto de la humedad y de las lluvias es diametralmente
al Pacífico.
La Cordillera que cierra el Callejón Interandino por el E.
montañoso mucho más
sin

es
del
los

Costa,
3.000
principian

páramos, muy
cordillera,
feraz
de

mar,
a
en

la

en

complejo que aquel de la que constituye el borde


occidental, por la presencia de las Cordilleras Oriental y Central.
mts.
más

sea
que
la

valles
25

sedien-
miste-
cañón
valles

hasta
so-
tem-

Guaylla-

temperatu-
artificial; 4,
los
la
llu-
cubiertos
donde
praderas
las
férti-

que la
de
de

las

al-
lleva

ba-
seca, o ve-
razón, ya
Humbolt, gran
condensadora de los vapores de la atmósfera, por lo que es ya un aire seco el
los cañones, las inmensas chimeneas, de que hemos ha-

de sis
>
2

En n el Sur, en el Azuay, por ejemplo, los Andes


€ entrales
anchos que lo S Occidentales, pero allí el segundo
valle Interandin O,
los

e | que corren el Zamora, el Paute, el Upano aquel Por


ANTROPOLOGÍA PREHISPÁNICA DEL ECUADOR 27

boreal las máximas el austral, siendo inversa la situa-


en el hemisferio y en
el 20 de Noviembre fines de Marzo.? Estas fluctuaciones afectan
ción entre y
marcha de los vientos alisios de sus contrarios, los que por la disminu-
la y
ción del poder
la tierra; esto
de los
acontece,
primeros, soplan
especialmente,
más
en
bajos y
el tiempo
cercanos
a
comprendido
la superficie
entre Junio
de

fines de Diciembre. Los vientos anti-alisios, fríos, gol-


y Septiembre y por
entonces las cumbres de los Andes que quedan al E., que son las de la
pean
Cordillera Central, en Sur, el las de la Central y Oriental, que corren casi con-
fundidas, en el resto del Ecuador; entonces, estos montes se cubren de nieve
los vapores húmedos, provenientes de la llanura amazónica, se condensan
y
en la Cordillera; es la época más lluviosa de la región trasandina, la más fría
de los valles andinos, que desaguan al E.; los vapores que franquean por el
cauce de los ríos el paso de los Andes, llegan a una temperatura tan baja, que
no dan origen a lluvias, sino a finísimas y heladas garúas. Tienen, pues, estas
hoyas andinas una estación fría, en la cual las plantas oriundas de países de
cuatro estaciones -no las nativas- se agostan como en invierno, en la cual no
hay fuertes aguaceros, pero sí casi continua y frígida llovizna menuda y sua-
ve; otra caliente y seca, sincrónica con el verano trasandino y -por fin- la 1lu-
viosa, que va de Abril a Junio. El enfriamiento de la cordillera de que hemos
hablado, en los meses de Junio a Septiembre, coadyuva a volver más seco el
verano, también en las hoyas que desaguan al Pacífico, pues es en ella que se
precipitan, en forma de nevadas, los pocos vapores que hay en el aire.
Tal es la distribución de las lluvias y las estaciones en el Callejón In-
terandino del Ecuador; pero los climas cambian según la altura absoluta so-
bre el nivel del mar.
El nivel de las nieves perpetuas se puede fijar, aproximadamente, en la
Cordillera Occidental en 4.742 m., y en la Central y Oriental en 4.562, mien-
tras la altura media de las hoyas andinas es, según Wolf, 2.500 m., siendo
unas más elevadas que otras.*
Con la elevación sobre el nivel del mar cambia la temperatura; así la
de Quito (2.850 m.) es 13 grados centígrados; la de Ibarra (2.225 m.) 16"; la
de Baños (1.800 m.) 17”; la de Perucho (1.830 m.) 19”; la de Chuquipuguio
(3.345 m.) 10%; la del Hato del Antisana (4.075 m.), 10*.
Por consiguiente “la región central del Ecuador presenta... un aspecto
físico muy variado y los contrastes más sorprendentes... Llanos deliciosos,
regados de riachuelos mansos y sombreados de naranjos y de mirtos, están
estrepitosos torrentes y cuyas
y tunas. Por grados se
laderas
levantan los
áridas
flancos
apenas sostier en
de las cordilleras,
al
des:
tas alegres, con sus trigales y maizales, hasta los yermos inh
los páramosy, finalmente, hasta las elevadas cumbres delosvol
nados de nieve eterna”. En pequeño espacio están reunidostod:
del globo, desde los hielos polares y la el
estepa fría,hasta tró
con vegetación lujuriosa, o árido, cual undesierto africano. e
ds flancos de las cordilleras cubiertos de chaparros, de se
las
valles calientes. Todo un mundo con sus distin s
Tajes, es posible recorrer en pocas horas de
dlAmelo ala canícula;deltrópico. E r
daba
ol

ed
ESCALA
50 o 25 so
o Kilómetros so
e eS


MAPA DE LAS ZONAS
ECUADOR
1
Fig. 2; mapa
BIOTICAS

basado en Wolf: “Carta de la Vegetación

Ecuador, Leipzig 1892; y en Frank M.


Chapman: “Diagramatic representation of
DEL

en el Ecuador” , Geografía y Geología del

the life zones of Ecuador, distribution of


bird-life in Ecuador”, Bulletin of the
American Museum of Natural History, vol.
E
PM
Región Andina Tropical Seca
"

Bosque tropical húmedo


Pacífico
del
a
Bosque húmedo pre-amazónico

Bosque húmedo amazónico

Región seca de la costa con verano


largo y muy seco

Región semiseca de la costa


con inviernos cortos pero abundantes

LMNew Vert 1926. =>) Bosque húmedo de los declives


occidentales de los Andes E] Desierto peruano del norte con garúas
abundantes
CAPITULO II

LAS FUENTES HISTORICAS

El pasado precolombino del Ecuador no atrajo, como el de México y


el del Perú, la atención de los escritores castellanos de los siglos XVI y XVII;
las pocas y fragmentarias noticias que de nuestros aborígenes se encuentran
en los Cronistas de Indias, hay que buscarlas principalmente en las páginas
que los historiadores dedican a los reinados de los últimos Incas.
Las pocas fuentes escritas, en las que se contienen informaciones rela-
tivas al Ecuador, son: a) Crónicas Generales de Indias; b) Historias de los In-
cas; c) Escritos especiales referentes al Ecuador, que salvo los del Padre Juan
de Velasco, de fines del XVIII, no son obras de carácter histórico; d) Docu-
mentos procesales, en los que se discuten derechos relativos a la población
india.
Fuera de lugar estaría en este libro hacer el recuento, menosla crítica
de los Cronistas de Indias; en todos los que del Imperio Incaico tratan hay no-
ticias más o menos extensas y valiosas, pero casi siempre incidentales, acer-
ca de los aborígenes en el Ecuador. La consulta de Gonzalo Fernández de
Oviedo y Valdez en su Historia General y Natural de las Indias, Islas, Tie-
rra Firme del Mar Océano (Madrid 1850-1885); de Francisco López de Gó-
mara, Historia General de las Indias, de la que, hay numerosas ediciones, así
como las Décadas de Herrera, Historia General de los Hechos de los Caste-
llanos en las Islas, Tierra Firme y Mar Océano (Segunda edición, Madrid,
1726-1730) es indispensable.
rela tivos a la he población aborigen del
:

e los informes
Secretario de Carlos V, en el
r Juan de Sámano, cy]
firmado po de
Ecuador esel dd idas en la Corte, antes 1528, acerca del des
iaje de Bartolomé Ruiz por me
carabela castellana con una balsa manabita
de la
de la etnografía india, de indis-
datos acerca
consignan
se
“o

autenticidad. los
|
incidentes del
cutible
Sancho, Estete, al narrar via-
' de Jerez, de
de Pizarro por las costas del Ecuador, aldescribir el ejército Atahualpa,
importantísimos
je itanes, contienen datos para

de nuestro tema. 7 Al mismo género que estas obras pertenece la


de
el estudio referencias a la etnografía de la
contien e algunas breves
Pedro Pizarro, que
costa del Ecuador.
Noticias curiosas acerca de las
relación
relaciones
de un
co
conquist
merciales
ador, en la
a
lo
de
largo
Pascual
de la
de
costa, se encuentran en otra
Angagoya.? acct
Moral de las Indias, sólo
Natural

o
ELP. Acosta, en su Historia y
dentalmente menciona a los indios del Quito, al tratar de Huaina Capac.

2 Escuela de la Catedral de Quito, vivió ¿n €%


de Atienza, Maestre

a ciudad de 1576 hasta 1596, por lo menos habiendo permanecido,


anteriof-

Aaa
del

pi del Perú, quizá en el mismo Reino

PA del estado de los IM:


BAS anE endio Historial
el Vol. 1
At PUR
dios del Perú, que vez primera, en 1931,
publicamos, por La
de los Apéndices en
Religión del Imperio de los Incas.
En La
obra de Atienza no es tratado ascético Joctrl-
propiamente histórica, sino un |
se
de paso,
paso, consi
consigna los u 2 los
viera practicar
e

indios, cuando no Send costumbres que con sus ojos


n transcurrido más de medio siglo de la conquista
y no en el corazón del 1
mperio Incaico, sino en la periferie, probablemente 2
ANTROPOLOGÍA PREHISPÁNICA DEL ECUADOR 31

entonces, visitaban las recién fundadas ciudades españolas del Nuevo Mun-
do. De regreso a su patria, editó en Venecia La Historia del Mondo Novo, en
la que hay capítulos muy interesantes para la etnografía del Ecuador, tales co-
mo la descripción de los actos de culto, de que fue testigo en Charapotó.
Agustín de Zárate, autor de la Historia del descubrimiento y conquis-
ta del Perú (Amberes 1555), nos ha trasmitido datos preciosos sobre los usos
de los indios del Litoral.
No cabe el enumerar, en estas páginas, los nombres de los historiado-
res de los Incas, ni el título de sus obras, menos hacer un análisis crítico del
valor de las mismas; quien desee una información precisa, puede consultar
Philip Ainsworth Means, Biblioteca Andina (Transactions of the Connecticut
Academy of Art and Sciences. Vol. XXIX, New Haven. Connecticut,1928,
págs. 271-528).
Todos ellos, con más o menos extensión, al tratar de los últimos sobe-
ranos del Cuzco, consignan datos referentes a las poblaciones quiteñas que
conquistaron, siendo los que mejores noticias nos proporcionan, Sarmiento
de Gamboa, Cobo, Cieza de León y Cabello Balboa; de estos dos últimos vol-
veremos a ocuparnos luego.
Las tradiciones cosmogónicas de los Cañaris nos han sido conservadas
por el Padre Cristóbal de Molina en su Relación de las fábulas y ritos de los
Incas (Colección de Libros y Documentos referentes a la Historia del Perú,
Lima, 1916), obra que no pertenece
muy numerosas destinadas a la
a las del género histórico, sino a aquellas
investigación de la religión de los indios, cu-
yo estudio es para el etnólogo, ocúpese del Ecuador, el Perú o Bolivia, de su-
mo interés.
Cieza de León es el príncipe de los historiadores del Incario, su Cróni-
ca del Perú se divide en cuatro partes: la primera, geográfica y descriptiva;
la segunda, la narración de los hechos de los Incas; la tercera, trata de la con-
quista castellana; la cuarta, de las guerras civiles del Perú. No poseemos, has-
ta ahora, una edición completa de la obra de Cieza y de la segunda parte, ni
se conoceel texto, que sólo nos es dable entrever leyendo las Décadas de He-
rrera.
Cieza, soldado de Vadillo, que con él remontó el Cauca, amigo y com-
pañero del Mariscal Jorge Robledo, que peleó a las órdenes de Benalcázar y
pasó al Perú en compañía del pacificador Dn. Pedro de la Gasca, fue un etnó-
logo de vocación, con acuciosidad científica; desde que viajaba con Vadillo
yJIW
32 JACINTO

10
de sus naborías
iba inquiriendo

lila
las costumbres y tradic10
tierra,
cuando hasta el pap
vivac del conquistador,
diera
de
GRA
desvelos es la Parte Primera
rir. Fruto de estos
1553. Si no tuviésemos las vivi p
pan
editó en Sevilla en apenas si pu-
dd
7
el
las que describe los caminos por los que atravesó
aborígenes,
pa
por q
diéramos vislumbrar la distribución étnica de sus
de la piedra angular de la prehistoria ecuatoriana.
parte su obra, es —— :

Cabello Balboa, hombre de gran erudición en


El clérigo Dn. Miguel
ciencias eclesiásticas estuvo primero en Bogotá y vino después a
y profanas,
Quito, en tiempo del Obispo Fray Pedro de la Peña; pasó al Perú, que lo re-
corrió íntegramente, estuvo entre los Chunchos y se radicó, por último, en
Trujillo.
De su múltiple producción literaria, dos obras nos interesan: la Verda-
dera descripción y relación larga de la provincia y tierra de las Esmeraldas,
que nos proporciona el mejor cuadro étnico del litoral ecuatoriano, y la Mis-
celánea Antártica, en la que se contiene la más completa relación de la con-
quista del Ecuador por los Incas. Ambos trabajos han permanecido, puede de-
cirse, inéditos; el primero se lo consideraba perdido y si ahora lo conocemos,
es gracias a la generosidad de nuestro buen amigo, el señor Dn. Roberto Le-
villier; del segundo, hay una mala traducción francesa, que no comprende to-
do el texto, editada por Terneux-Compans, que luego fue vertida al castella-
no por los señores Romero y Urteaga; ahora circula la versión completa de
ambas, que publicamos en 1945, en Miguel Cabello Balboa-Obras.
El italiano Padre Anello Oliva, historiador de la Compañía de Jesús, en
el Virreinato del Perú, en su obra Historia del reino y provincias del Perú, de
sus Incas reyes, descubrimiento y conquista por los españoles, Lima 1895,
trabajo curioso, de autoridad muy discutible, ha consignado dos leyendas
re-
teños.
y
lativas al Quito: la de Quitumbe la de las guerras del sexto Inca
con los qui-

En la primera, que la narra basándose en el testimonio del


quipocama-
yo Catari, se cuenta que, después del universal diluvio, aportaron a Sumpa,
esto es, a la Punta de Santa Elena, unos hombres capitaneados Caci-
por un
que Tumbe, o Tumba, el cual, después de algún tiempo, deseoso de descubrir
nuevas tierras, envió un capitán suyo, el que llegó a Chile, el Paraguay Y el
Brasil, pero no volvió a comunicarse con su señor, el creyen”
que, pesaroso,
AN

IA

Heredaron el señorío de Tumbe, dos


hermanos: Quitumbe
quienes pronto tuvieron entre sí querellas: el pr;
y O Otoya
"108

abandonó su tierra y, seguido de vasallos,


y fundó Túmbez. Ántes de partir, habí

re decir “Golondrina”, del que descienden los Incas.


Otoya se quedó en Santa Elena, entre

fuego que llovió del cielo.


Es ésta una leyenda que, quizás, tiene
carina” muy adulterada en bocas castellanas.
como base la historia de una

En la segunda nos cuenta Oliva cómo
entró en el reino Quishpi Yupanqui, a la muerte de Capac-Yupanqui
rey vicioso y sensual, quien se enamoró
de la hija de Chimpotome,
jefe quiteño, llamada Challecha, casada con el her-
manodel Inca Atau-Roca, de la que abusó y a la
que afrentó, por lo que su
padre movió a los quiteños, y con gente armada avanzó sobre
el
Cuzco, del
que se apoderó por la huida del Inca. Este, rehaciendo gente, atacó a Chim-
potome, dándole una recia batalla, que duró dos días, tras la que el quiteño
retiróse perseguido sus contrarios, hasta “con su mujer e hijos
por que, se
metió a los últimos fines de aquella tierra, de suerte nunca más se supo
que
de él”.

IN
Hay que advertir que el Quishpi Yupanqui de Oliva es el Inca
los demás
“ee Inca
cronistas, el sucesor de Capac-Yupanqui antecesor
Yupanqui; que de acuerdo con las versiones
y Y de on
ce
Nado de el Incario fueron y
éste, quienes pusieron en peligro
sente mucho
más vecina al Cuzco que los quiteños.
Por lo demás,
de la de
esta leyenda sin valor alguno
los amores de Curi-coyllor y Ollanta.
históric
ci
pertenece al ciclo
pergamino existió hasta fines de]

Corte Suprema de Justicia, ey

eES
Archivo de la
XVIII, en lo que hoy es
siglo
pe tentarse con
lo que los cronistas peruanos dicen,
Quito; el etnólogo ha . . 2

Quito, o con las noticias, más o menos frag-


incidentalmente, de los indios de >

otras bras, que vamos a mencionar.


mentarias, que se hallan en O
1
: la Parte Primera de la Crónica del Pe.
»

aún mayor.
Después de ella, la más importante es el qe
Sínodo ys
Provincial Quitense”,
el
celebrado por tercer Obispo, Dn. Fray Luis López de Solís, que sin
querer-
lo y accidentalmente, enumera las principales lenguas del Ecuador Preincai-
co; pero, como no traza el cuadro étnico del obispado, no menciona todas.
Fuera de estas dos fuentes, la más autorizada y en donde mayores
por-
menores se consignan, es en las Relaciones Geográficas, compuestas, en vir-
tud del mandato de la Corona,
al finalizar el siglo XVI, en la mayoría de los
casos.
No conocemos todas, muchas
permanecen inéditas; las más interesan-
tes y fielmente publicadas, son las
que editó Dn. Marcos Jiménez de
la
Espa-

» POr Lope de Atienza (Vol. HI, págs-


, Fray Domingo de los An-
geles, Fray Melchor Pereira, Fray Gaspar Gallegos, Pedro Arias
]

Dávila, Juan
Gómez, Martín de Gavira y Hernando Italiano (Vol. HI, págs.
155-196); la
Relación y descripción de la ciudad de Loxa (Vol.
II, págs. 197-220); la Re-
lación de lo que es el Asiento del Cerro y Minas de oro de Zaruma (Vol. HH,
págs. 221-232); la Relación del distrito del cerro de Zaruma (Vol. MI, págs.
234-243); la Relación del sitio del cerro de Zaruma (Vol. II, págs. 244-258);
la Relación del cerro de Zaruma (Vol. II, págs. 259-266); la Relación de los
indios que hay en la provincia de los Yumbos (Vol. MI, págs. 267-269); la Ra-
2Ón de los Indios tributarios que hay en la provincia de la ciudad de Santia-
go de Guayaquil (Vol. TH, págs. 271-276); la de Diego Rodríguez Docampo,
Descripción y Relación del estado eclesiástico del Obispado de San Francis-
co de Quito, 1650 (Vol. HI, Apéndices, págs. IVW-CXXVID),; la Información
acerca de las minas que había descubierto y puesto en labor el Cap. Rodri-
guez de Arcos (Vol. 1H, Apéndices, págs. CXXIX-CXXXIID); la Relación de
las Provincias de las Esmeraldas, que fue a pacificar el Cap. Andrés Conte-
ro (Vol. HI, Apéndices, págs. CXXXIV-CXL); la Relación de la ciudad de
Zamora de los Alcaides, de Juan Salinas de Loyola (Vol. IV, págs. 1-15); la
que lleva el mismo título, de Alvaro Núñez (Vol. IV, págs. 17-20); la Rela-
ción de la Doctrina y Beneficio de Nambija y Yaguarzongo (Vol. 1V, págs. 21-
27); la Relación de la Tierra de Jaén (Vol. IV, págs. 27-33); la Relación de la
Gobernación de Yaguarzongo y Pacamuros (Vol. IV, págs. 3443), obra de
Juan de Alderete; la Carta Relación de la Conquista de Macas, por el Cap.
Hernando de Benavente” (Vol. IV, Apéndices, págs. XXIX-XXXIV).
A más de las publicaciones en los cuatro tomos, que acabamos de re-
dos relaciones geográficas, referentes al Ecua-
señar, se han publicado otras
dor, la Descripción de la Gobernación de Guayaquil, qn /a:que se trata tam-
Portoviejo y Su distrito; y la Descripción de la Villa del
bién de la ciudad de

aa
se encuentra el tomo IX de la Colección de
Villar Dn. Pardo (1605), que en
Documentos Inéditos, relativos al Descubrimiento, Conquista y
españolas de América y Oceanía (Mac
ción de las antiguas posesiones
1866, págs. 247-308, 489-503).
el ser informes redactados
omún,
conocían bien los lugares
que

al enólogo; mérito
SU depende da]
:-teresan
apacidades e intereses de sus autores; )

misionero, NOS hablarán con algún detalle de

ios; si por un O

se ocupará de los indígenas, a no ser para


mientras apenas
tas y provechos, de tributos.
de acrecentar la recaudación
ver la manera festividades motivo
celebraron en Quito grandes con del
En 1631 se
Asturias, Baltasar Carlos Felipe de Austria, Infan-
nacimiento del Príncipe de
te de España, de las que hizo un relato el Escribano Dn. Diego Rodríguez Ur-

bán de la Vega, de que ha publicado un fragmento Dn. Pablo Herrera, en su

Antología de Prosistas Ecuatorianos (Vol. IL, Quito 1895, págs. 121-126).


El 27 de febrero, los indios representaron escenas de la historia del país

la
, dd los última
Huaina “Entraron en la plaza ejércitos de

e pi
Capac:
S de

e la
terminó escend
y del Inca ... representaron el combate ...
los in-
erte de la Reina de Cochasquí y el remedo del modo con qué
ANTROPOLOGÍA PREHISPÁ
NICA DEL ECUADOR
37
Ouaina Abomatha (Huayna-
Apo-Maita?), el últiimo Conchocando
tulo del soberano) independiente d el
país, reinaba
(tí-
:
en Licán, cuando se produ-
ar, que era más alto que el Chimborazo;
en-
tonces los sacerdotes le anunciarOn que
de su pérdida; dijéronle, la faz del Universo se
66
esa
e
catástrofe era presagio siniestro
muda, otros dioses expulsa-
rán a los nuestros. No nos opongamos a los mandatos del Destino” . En efec-
to, los peruanos establecieron el culto del Sol en ese país. La
erupción del
volcán duró siete años y el manuscrito de Zapla pretende la
que lluvia de tie-
rra fue en Licán, tan fuerte, que durante siete años hubo noche continua.!2
En el “Cosmos” volvió Humbolt a referirse a estas noticias, añadiendo
que la erupción del Altar
ruhá, por Tupac-Yupanqui.!3
aconteció catorce años antes de la conquista del Pu-

las
En Vistas de las Cordilleras recordó el gran sabio dos veces lo
que
había oído al Cacique de Licán, una la al referirse al supuesto derrumbamien-
to del Altar, la otra al hablar de las ruinas incaicas del Callo; dice: “Construc-
ciones más antiguas que las de los Incas son las de Vinaque y de Tiahuana-
co, así como los muros de ladrillos crudos, levantados por los antiguos habi-
tantes de Quito, los-Puruays,gobernadospor el Conct , O Rey de Li-
cán, y los Guastays, o príncipes tributarios”.!4
Caldas, que conoció la carta de Humbolt a su hermano, trató con Zefla
y Oro, que dice no tenía más instrucción que un artesano de Quito y sacó en
limpio que los manuscritos no existían, que se habían quemado en un incen-
dio de la casa del cacique, pero que él los había leído, que según éste, el se-
ñorío de los Conchocando se extendía hasta Cartagena y que antes de la erup-
ción del Altar, el último soberano pretendió establecerse, con su pueblo, en
Canelos.15
La noticia de la catástrofe no
pero pertenece a la más legítima
lato de la destrucción de la
tiene,
cosmogonía
humanidad,
a nuestro
india,
el
por fuego.!$
entender,
de la que
valor
conservan a
histórico,
el re-
|
Willam Bennet Stevenson, quien fue Secretario del Conde Ruiz de
Presidente de la Real Audiencia de Quito, antes de iniciarse
Castilla, último
la Guerra de la Independencia, recogió también de la boca de un indio análo-
gas tradiciones, acerca de los Conchocandos de Licán.!”
:
de los albores del siglo XIX,
Son estos los datos que llegan
nos que só-
lo merecen consignarse para compararlos con otros, igualmente tardíos, los
el Padre Juan de Velasco en la Historia Antigua del Reino de
consignados por
Quito.
CAPITULO MI

CARAS, SCYRIS, DUCHICELAS

El P. Juan de Velasco, historiador de mérito, como lo comprueba la


Historia Moderna del Reino de Quito y Crónica de la Provincia de la Com-
pañía de Jesús del mismo Reino, nos regala, en pleno final del siglo XVII,
con la detallada historia de una monarquía india, en el Ecuador, que nadie an-
tes de él supo existiese y que, desde que en 1840 se publicó su obra, figura
en casi todas las historias de América.
Velasco, de noble cuna, nació en Riobamba en enero de 1727, ingresó
1747; 1761, sacerdote, residía en Ibarra; el
a la Compañía de Jesús en en ya
10 de Abril de 1763 se graduó de Doctor en la Universidad de San Gregorio
enseñaba Física en Popayán, de donde partió para
Magno; dos años después
1767 fueron expulsados los Jesuitas de España y Sus do-
Europa, cuando en
en el falleció el 29 de Julio de 1792.
minios; se radicó en Faenza, lugar que
amente escribir la historia de su patria, la
Preparóse concienzud para
historia mod erna debió componerla casi al mismo
que escribió por 1789; la
Prepar ación tenía amplia, amor a la verdad,
tiempo, bien un poco
si antes.
sentido crítico, como lo muestra su Historia Natural,
sincero; pero carecía de
circuns tancias, lejos de su patria y de los ar-
y compuso sus obras en adversas
chivos que había estudiado.
el actual Ecuador vivían
: sa
distintas
]
naciones, cuyos nom-
en
la
Según él,
bres pretende conocer, allá por los años 700 u 800 de era cristiana, sin fi-
n

quechuas, algunos castellanos, entre los cuales la


la hoya de Quito; estos hablaban el
más importante era la Quitu, radicada en
fonética de carecer de la vocal o.
idioma Quechua pero con la peculiaridad
habrían llegado por mar Unos
daron la ciudad de Caráque
¿,
la Costa, remontando
| resto de
e el
allí sometieron a SUS antiguos

e,
ecer po.
pués Quito €N el > 980 y
efe era el Scyri, los que fuero

hacia el Norte, llegando hasta Tuxa,


aron
rimeros :,
de Imbabura, fue sometida por el cuarto á
e atodos los oficiales de la Nación

do Au
bía en la
pri
Casa Real
no tuvo
una
ni hijos,
doncella, Toa,
ni sobrinos,
objeto de
por
las
lado de mujer,
complacencias
sólo
del
ha:
sobe-

los grandes del imperio, ante tales circunstancias, derogaron la venera-


rano:
ble ley [de sucesión] y establecieron una nueva, “de que pudiese heredar la

hija, reinando juntamente con aquel señor que libremente eligiese ella por su

consorte y sucesor en el Reino”.


En Puruháexistía otra dinastía, y el XI Scyri pactó el matrimonio de
Toa con el hijo de Condorazo, Duchicela; así unión dinást-
reuniéronse, por
ca, los dos Estados.
Duchicela fue, pues, Scyri XII de
y Rey de Puruhá, coronado ve no
y
-
torias guerreras, sino
diplomáticas; murió los
a cien años de edad sucedió
su hijo
> Autachi, que gobernó en octaviana
paz por sesenta años; NO heredó
el primogénito
. peda vir
Guillca, pero el segundo, Hualcopo, por Sus
por sorpresa, pero fue vencido en
Yaguarcocha y su nación degollada. Huaina-Capac,
para asegurar la paz, se

Este imperio poseía un idioma general, impuesto los Scyris, “dila-


por
tado también por conquistas”; como general Inca había adoptado muchas
pa-
labras de las lenguas matrices, siendo la suya compuesta, principalmente, de
tres:
La primera y original fue la lengua de los Quitus cuya pronunciación
sin la vocal o, aún permanece en algunas voces. La segunda,
la Scyri, que in-
trodujeron en su dominio los extranjeros de Carán y, la tercera, la Puruhá.
“El de los Scyris que era el dominante, no era otra cosa... que un dia-
lecto del mismo idioma de los Incas del Perú, o más bien el mismo diversa-
mente pronunciado y mezclado ya con otros”. (Velasco, Vol. U, Part. IL págs.
53 y 54).
religión
La de los Caras habría sido la adoración al Sol y a la Luna, ha-
brían tenido un calendario de doce meses, regulado por observaciones hechas
la
con la sombra del Sol, que se hacían en el templo situado en colina del Pa-
necillo sobre Quito.
En arquitectura, asegura Velasco, que ho obstante ser poco Avarados
conocimiento práctico de los arcos y bóvedas”. Sus
y de mal gusto “tuvieron
de uno O dos cuerpos, con escaleras leva-
fortalezas habrían sido pirámides
dizas.
a los muertos abriendo sepulturas en el
No acostumbraban enterrar
suelo, como los Quitus.
:
Col ocaban
“caban
fabrica
el cadáver
alrededor
a la
una
superficie,
pared baja de
en lugar
piedras
sepa-
bru-
rado de las poblaciones... de
e cie de bóveda, a manera horno, car-
tas... cubierto el recinto
. !
con una spe

cabtara 2
2 a llaE
tierra que formaban pequeña motitaia,
piBaaS
mada tola” (Id. Vol. II, pág. 6)-
en
indirectamente de su libro.
directa o
“ contradicción palmaria cOn las versiones de la
su-

todos los Cronistas del Perú. Se


gnadas por
de la organización de los antiguos indios
halla desmentida por lo que acerca
dice en las “Relaciones Geográficas”.
se de una unidad política en
comprueba la no existencia
La Arqueología
anterioridad a la invasión incaica.
la Sierra Ecuatoriana, con
una lengua uniforme
Este supuesto reino de los Scyris, h abría poseído
ciencia cierta, que ha-
ésta habría sido un dialecto del Quechua. Se sabe, a
ap y del
éstas eran absolutamente distintas Que-
JN bía diversidad de lenguas y que
chua.
de lo dice Velasco, si eran sepulcros
Las tolas son muy distintas que y
de los Caras, éstos sólo debieron vivir entre el cañón del Chota y del Guay-

llabamba, pues no las hay en el resto del callejón interandino.

no
La narración de Velasco está desmentida por hechos y documentos in-
todas luces falsa; no corresponde a las tradiciones indias

ee
esa Licán
£p,80.1EMpo, éstas nos hablan de un Reino cuya sede era Y
Du-
es Quito, capital de los Caras, Yaruquí solar
ni de los Caciques
il pe
as1celas, ni Cacha que era de los Chaspalb ;
nacion¡onalista
ll gpalbay. El gran patriota y
Espejo, si a su noticia hubi
la
a
alg0 me
5 ubiese llegado existencia del imperio Cara,
|

de O Ade él en sus
numerosos escritos

AS
¿De dónde sacó Velasco las 'P
ps
tuvo
nadie
¿e

noticias de este Reino, : del que


notici :

e j-
os 255 años transcurrid desde :
de QU
os la fundación de SantiagO
coa
ravia; esto se desprende de sus misma
las demás obras (menos el
viaje a Cíb
po pa Rat
suposición,
Itas,
él sólo había
se Suponen sepultadas en los
visto Copias de fragmentos,
casi
archivos”. Simple
incluidas en otra obra. seguramente citas ;

alguna cita?
No vio Velasco las obras de Niza, ni la d
e Bravo de Saravia, sólo co-
2
noció fragmentos.
Pero Fray Marcos de Niza no pudo escribir las
que se le atribuyen,
pues vino al Ecuador con Dn. Pedro de Alvarado y con él se volvió Guate-
a
mala. Salió, pues, del Puerto de la Posesión el 23 de
enero de 1534, desem-
barcó en Bahía de Caráquez el 28 de marzo,
por agosto llegó al callejón in-
terandino, el 23 capitulaba Almagro, el 26 le vendía la armada, el 12 de Oc-
tubre estaba en Piura. En tan poco tiempo y en días tan agitados, mal podía
escribir “Conquista de las Provincias de Quito”, “Ritos y Ceremonias de los
Indios”, “Las dos líneas de los Incas, Señores del Cuzco y Quito”.
En cuanto a Bravo de Saravia, que no vivió en el Ecuador, es difícil su-
poner que, respecto a su pasado, obtuviese noticias que no lograron otros in-
vestigadores.
|
Pero Velasco no conoció de los escritos ni del uno ni del otro, sino
cita
2
.
en otra obra? ¿Eran
a

auténticos? 2
fragmentos. ¿Dónde? ¿Sería en
a
alguna

e
¿Eran transcripciones fieles?
Si Velasco no leyó ni a Niza, ni a Bravo de Saravia, pise

llamado
leyó las cia

comúnmente
Gue

a
Civiles del Inca Atahualpa con su hermano Atoco,

e E
:
Huascar, escritas por el Cacique Jacinto Collahu
Sino lo que el mismo Velasco nos cuenta; por él conoc
, obra, delatado por
PicloOa e mozo había compue sto
al
su
autor,
:
quien
que
de a
viejo, a pe-
puso preso
5

so único, pero sí el castigo -¡ncomp!


e .
o . ens
e

merecía censura.
Amaru (1780)- si la obra en sÍ nO
E
44 JACINTO

llahuazo, por

patrañas
za y

AS
O
y
Velasco
del
Bravo
JIJÓN

cosas
rregidor, pero por
Velasco,
la
Cacique,
de

las
de

Saravia.

de
Y CAAMANO

quienes
“Historia

Unccon
onjunto
4

cr
o

cuya
de
Inquisición.
crédulo
en
en
Moral,
¿La
demasía,
obra,
pues
pena

quizás,
habría
habrá
probablemente
conoció
sido
sido
se
las
juzgado,
por
dejó
no
falsario?
por

engañar
supuestas citas

El Reino de los Scyris sólo ha existido en la obra del Cacique, en la de


lo

e
Antigua
cinco elementos:
copian.
del

observaciones
de

oi
|

del P. Juan

odaPLUnainfluencia personal devEÁsto/.que deforma la narración, Para


ao: a
su obra aspectoracionalista, conforme las tendencias de la época.
de yyleyendas
de
hr
e] Co.

genuinas, acumuladas por


por
de
la
Nj.

se
ANTROPOLOGÍA PRE
HISPÁNICA DEL
ECUADOR 45
NOTA BIBLIOGRAFICA

De la obra del P. J uan de Velasco,


a que nos hemos
(

dos manuscritos, el el
que autor envió a Porl; referido, existieron
>

teño distinguido que


pasase por Italia, p
primo hermano de la abuela de Dn. Modesto.

Velasco (Dn. Juan), Histoire du Royaume de Quito. Tenaux-Compans,


Voyages, relations et memoires pour servir a 1” Histoire de la Decouverte de
l Amerique. París 1840, Vol. 1, pp. 391, Vol. IL, pp. 356.
Velasco (Presbítero Dn. Juan), Historia del Reino de Quito. Vol. I, Qui-

e
to, 1944,
pp. VII v. b 231 y. b. 4 s/n; Vol. II, Quito, 1841, pp 11 vb 210, 2
S/n. Vol. b.
TI, Quito 1842, pp VII v. 252, 8 s/n (Edición dirigida por el Dr.

ee
Agustín Yerovi).
1 ¡ ,
Viaegi ont
relazioni
¡
e memorie
j
relative a [ Regno di
pS eg!
rta, alle antichitá ed

La mejor edición es la de Yerovi, pero


ha suprimido,
del Perú
entre otras cosas, el
verse
“Catálogo
en
es
de
Herrera
mala e
o
EEN
(Pablo),
capo
, en ella
modernos
se

de Prosis-
y Quito”, que puede
'as Ecuatorianos, Vol. 1, Quito 1895, págs. 304-316.
CAPITULO IV

LAS GLACIACIONES EN LOS


ANDES ECUATORIALES Y
NOTAS ACERCA DE LA RELATIVA
ANTIGUEDAD DEL HOMBRE

El sistema andino de Sud América tiene una larga historia, que se


pierde en los albores de las edades geológicas; puede decirse que cada una
de las tres cordilleras de que se compone posee una historia propia, más
larga, mientras más alejada está del Pacífico, excepción hecha de la ya ca-
si desaparecida “Cordillera Marina”, que es la más antigua. Prescindiendo
de ésta, todas han sufrido, en mayor o menor grado, la acción del volcanis-
mo cuaternario y las consecuencias del gran levantamiento de la época ter-
ciaria.
Mientras las formaciones de gneis y esquistos cristalinos constituyen
el basamento de la Cordillera Central, apareciendo en los grandes cortes de
. los ríos y en los flancos orientales de los montes; los pórfidos, porfiritas, dio-
ritas, rocas verdes y formaciones cretáceas, lo son de la Cordillera Occiden-
tal. Las formaciones terciarias constituyen la base de la zona del litoral, pero
en “gran parte están recubiertas por terrenos cuaternarios o diluviales y hacia
el Golfo de Guayaquil por capas aluviales modernas”. Los conglomerados
volcánicos, las andesitas y lavas y la cangagua -loess- cubren casi el
todo ca-
llejón interandino, al Norte del Nudo
formaciones mesozoicas.
del Azuay, quedandoal $. visibles las

A no ser por los nudos meridionales, que son de rocas antiguas, podría
creerse que estos fuesen de origen cuaternario, fruto del volcanismo, que ha-
biéndose originado en el período terciario, llegó en los Andes Ecuatoriales a
_—_———__
A8

su
JACINTO

máximo
JIJÓN

desarrollo en
Y CAAMANO

el pleistoceno, lo son, en efecto, muchos de los de]

IA
el de Tiopullo, constituidos por una serje
Norte, como el de Cajas, Mojanda,
el

==
lo forman Rumiñahui, los cerritos del Chaup;
de volcanes; así este último
cráteres van del Cotopaxi al Iliniza. Otro casi
el Pasochoa, cadena de que
y
nudo separa el valle de Chillo del de Tumbaco, lo forma el Ilaló, volcán pleis-
toceno, que al formarse dividió dos llanuras, la que antes fue una sola.
en
>
EJ)
el
el cual callejón no
4

interandino
d

Así podemos imaginar un tiempo


estaba dividido en tantas hoyas y en el cual debieron existir sistemas fluvia-
les más largos, que salían al mar por las depresiones orográficas de la cordi-
llera, no por los cañones excavados por los ríos, en los lugares donde ya
la
cordillera tenía una depresión.
Grandes lagos, hoy rellenos con los materiales acarreados de las cum-
bres, se formaron en estas hoyas, cuando se completó el sistema de los Nu-
dos; a través de estos limos han cortado sus lechos los ríos en el curso de los
milenios. Esto puede observarse con claridad en los flancos de los cañones
del Guayllabamba, el Ambi, el Chota; en el valle de Chillo, el río San Pedro
corre sobre un lecho aluvial de edad glacial, mientras a mayor profundidad
hay una formación lacustre, que debe ser también cuaternaria.
Los cataclismos volcánicos han dejado huellas, mien-
por doquiera sus
tras la erosión de los hielos y de las las avenidas de ríos,
aguas, potentes los
especialmente las provocadas por el contacto de las lavas incandescentes
y
las masas de gases inflamados
con las nieves, han ido modelando paisaje,
las épocas glaciales, en las que las
el
cuyos contornos fueron arredondeados
en
inmensas cantidades de “lapilli”, arrojadas por innúmeros volcanes, redistri-
duidas
por los vientos,
se transformaron en inmensas capas de un “loess” es-
pecial, que llamamos “cangagua”,
que oculta las rugosidades de las monta-
ñas, bajo un potentísimo manto de
suaves pliegues,
El nivel de las nieves
Pero existe otra glaciación más antigua y poderosa, aun cuando ha
pa-
sado generalmente desapercibida, la que hemos podido
reconocer, en varios
lugares; el término medio de altura a que se encuentran sus vestigios, está
más o menos entre 2.900 y 2.800 m. sobre el nivel del mar. Descubrímosla,
primero, en Puengasí, cordillerita que separa el valle de Quito del de Chillo,
al observar cómo, en medio de la cangagua, se encontraban cantos hieráticos,
como nueces en un pastel, que no eran bombas volcánicas, no eran piedras
rodadas por los ríos y presentaban las estrías y pátina propia de los glaciares;
después notamos un pequeño valle en U, con sus cantos hieráticos, sobre el
barrio de Alpahuasi, en la misma loma de Puengasí, pero en su flanco occi-
dental. Estas observaciones nos permitieron reconocer toda una serie de for-
maciones glaciales, tales como las que ocupan las faldas del Pichincha, en las
inmediaciones de Quito, especialmente al norte de la ciudad, pues la “Que-
brada del Volcán”, o del “Cuntur huachana” con sus rocas estriadas, su enor-
me morrena frontal, demuestra que fue el emplazamiento de un inmenso gla-
ciar. Otro, aún mucho mayor, parte del Cayambe y va a terminar en Chorla-
ví, cerca de Ibarra, casi juntándose con el que descendiendo de los páramos
de Cotacachi, Yanaurco y Piñán, descabeza al Oeste de Ibarra, después de ha-
la
ber seguido orilla oriental del cañón del Ambi, que entonces no debe haber
tenido la profundidad que hoy.
|

Existen, pues, en los Andes Ecuatoriales, por lo menos tres períodos


glaciales, el más moderno, en el que las nieves eternas bajaron unos 500 m.
Si se tienen en cuenta las prolijas observaciones de Dn. Carlos Aguirre
y Montúfar, que merecieron ser publicadas por la Academia de Ciencias
de París,21 la temperatura desciende un grado centígrado por cada 130 m. de
altura absoluta; así durante la última glaciación, la de la ciudad de Quito,
que es hoy de 13” 2, debió ser de 9” 50, esto es, la del páramofrígido (figs.
3 y 4).
En la segunda glaciación el nivel de las nieves eternas bajó en 900 m.,
y la temperatura de Quito habrá sido de 6%. En la primera, con un avance de
los hielos de 1.700 m., habrá sido de 0? (Figs. 5 y 6).
Costa

la
de

A
A tropical
j 4

Ma

Montaña

5)
z cales,
E
PS j
E

pl
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2 %
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ti TEPAEAÁO
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bala

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SIOA

tata:

Prode

sia

ed

leidas
ACINTO JIJÓN Y CAAMANO

la vida animal y veget al tendrí rían es.


Qué enormes consecuencias para
tos cambios climatológicos, no es para
aa Libia el delas
E
A
para los
S
paleontólogos ha sido un problema, >

Meridional la América del N cue Y sa,


ciones del Sur de la América
ya que la . de
depresión la Cordillera en
en
tre
donde
Costa
las
Rica y las
e
montañas
primeras
se
egan
ramifica-
a los
|
mil
ciones de los Andes hacia Goajira, da
metros, parecía constituir un foso infranqueable para los
nales
fácilmente
y
acta:
explica-
les propios de la estepa; pero estas migraciones resultan
el
bles con gran enfriamiento del primer glacial, descubierto por nosotros.
A estas conclusiones habíamos llegado en nuestros estudios
ciación de los Andes Ecuatorianos, en 1933, año en el cual las consignamos
de
la gla-

en un cursillo mimeografiado, de las clases dictadas por nosotros acerca de la


Etnografía Ecuatoriana, en la Universidad Central del Ecuador.
En 1943, el geólogo, Dr. Walter Sauer, editó la “Memoria
explicativa
del Mapa Geológico de Quito” (Quito, Imprenta de la
Universidad), en la que
afirma la existencia de cuatro períodos
glaciales, principiando por el más
antiguo, que llama fluvio-glacial,
que ocurrió cuando las más altas cumbres
de la cordillera se alzaban “sólo
titud”.
MUuy poco encima de los 3.000
metros de al-

el tercero, esto es
él,
2.800 metros de altura habría
ten ocu-
mann).23 pecie Hippidium jijoni
(Spill-
La historia de las glaciaciones
pleistocena s de la América
d
del
tá por estudiarse. Sur, es-

En Venezuela se encuentra el nivel de las nieves 4.600


a m. y forma-
ciones glaciales se hallan a 4.000 m. y 3.400 m.
En el Perú la nevé está en la Serranía de Conchucos en la de Cerro
y
de Pasco, entre 4.800 y 4.900 m. En la Cordillera Oriental, entre 5.300
y
5.400 m.; en la parte más meridional de la Occidental, entre 5.500 y 6.000 m.
Los glaciales bajan mucho de esta línea de nevé y en el N. alcanzan a 4.400
m., pero hay tres períodos de glaciación entre 3.300, 3.400, 4.000 y 4.200 m.
En Bolivia, donde el nivel de las nieves eternas está entre 4.600 y 5.000 me-
tros, los niveles pleistocenos están a 2.600, 3.200 y 3.600 m.
En la Patagonia, Caldenius ha demostrado que hubo cuatro períodos
glaciales.
Vemos, pues, que en la mayor parte de Sud América se puede recono-
cer, por lo menos, la existencia de tres períodos glaciales, que son cuatro en
la Patagonia y, quizás, en el Ecuador, bien si la diferencia de altura entre las
observaciones del Sr. Oppenheim y las nuestras se deban a una oscilación se-
mejante a la de Laufen, en los Alpes.
la América del Norte,?* E cuatro las
Cuatro son los períodos glaciales en
así el día sean mejor conocidos
generalmente admitidas en los Alpes;? que
Lor
tendremos un
. .
criterio mucho más
e
seguTO
estos fenómenos en Sud América,
que el proporcionado por ere studio
para datar las formaciones cuaternarias,
de los fósiles.
Ninguna prueba indiscutible tene mos de la existencia
indicios
del
de
hombre,
ella.
en
sí fuertes
el Ecuador, durante el período glacial, pero

di
fu

Hace muchos años al hacer una excavacl


Pedro, en el valle de Chillo (Provincia de
fosilizado. Por 1908, el Padre SÉ
Julio

ito co
aluvial un maxilar humano, bastante Í
os que no
bach, S. J., halló en Cotocollao, a gran
entre los que había una
provenían de una sepultura,
ACINTO JIJÓN Y CAAMANO

dos descubrimientos fue objeto de


extraer la médula. Ninguno d e estos
para la mandíbula
científica; el terreno del que provenía puede

E
una investigación alguno; la
r
ser reciente y la
de
del
mineralización hueso
Cotocollao
no tener
era,
cd di
seguramen! Ep
capa
p
gl a
Se
lo
que provenían los huesos
civilizaciones
ds
anteceder un poco a las primeras registradas por
ho
muc puede
la Arqueología, sin que nada obste aún a que sea posterior.
Dos hechos, sin embargo, obligan a considerar, como muy :
probable la
del hombre al final del pleistoceno superior. Es el uno el “cráneo
existencia
de Punín”, el otro, el hallazgo que
Abriendo un canal en las orillas
a
vamos
del
describir.
río San Pedro, en la parroquia
]
de
Amaguaña, valle de Chillo, Provincia de Pichincha, en un terreno aluvial an-
tiguo, a unos cinco metros sobre el cauce actual del río, encontramos en me-
dio de un conglomerado muy duro de cantos rodados y “cangagua”, una pie-
dra que nos inclinamos a creer que ha sido trabajada por el hombre(fig. 7).
Es una andesita dura, laminada, de 274 mm. de largo, 98 mm. de ancho
parte posterior, 68 mm. en la más gruesa, 42 mm. en la punta, cuyo espesor
en la

es de 29 mm. en la extremidad posterior, 70 mm. en la más ancha 7


y mm.en
la punta que está rota. La cara superior tiene
una suave curvatura convexa na-
tural del canto laminado, las caras laterales
son rectas y tampoco ofrecen in-
[foto de la edición original]

En 1923, H. E. Anthony, miembro del


personal del American Museum
of Natural History, mientras buscaba fósiles cuaternarios
en la célebre que-
brada de Chalán, en Punín (Chimborazo), descubrió
un cráneo humano que
estaba en un banco bajo, inmediatamente encima del curso de de la
agua que-
brada. Este banco tenía entre 1,80 2,10 m. de altura descansaba inmedia-
y y
tamente sobre una capa de andesita. El yacimiento de fósiles pleistocenos,
que tanta celebridad han dado a ese lugar, está desparramado a
quebrada, dejando intervalos en los que no se encuentran fósiles;
lo de
largo la
estos inter-
valos suelen ser pequeños en uno de
y éstos estuvo
estaba invertido, no se hallaron otros huesos humanos.
el
cráneo; junto a él, que

En Punín se encuentran huesos


en
:
dos estados distintos de
fosibzación,
UNOS son
negros
y
tienen dureza suficiente para rayar el vidrio, otros cafés po
Curos, no son tan duros como
los
anteriores; el cráneo es exactamente igual a
éstos.
El hecho de haber sido encontrado al nivel del arroyo, y el de no estar
Fig. 8. Cráneo de Punín (prov incia de C
himborazo)
[foto de la e ción original]
En 1928, descubrieron los doctores
Max
Alangasí, el esqueleto de un mastodonte,
que c
mida del hombre, que había hecho una
gran

la cultura de Chaullabamba.
El precioso ejemplar desapareció en el
incendio de la Universidad
Central de Quito; así para juzgar del hallazgo sólo
ciones de sus descubridores. La alfarería
contamos con laspublica-
que ellos nos dan a conocer, corres-
ponde exactamente con la del cementerio de Chaupi-Cruz
(al
Norte de la ciu-
dad de Quito) que data de la última época anterior
a la conquista Íncaica;
fragmento decorado con blanco, negro y rojo, en cuanto puede juzgarse
el
por
el dibujo, pertenece también
laúltima cívilización de Panzaleo, así, si estos
artefactos son contemporáneos con
elanimal, el mastodonte debió exisistir
en el siglo XIV y XV de nuestra era, pues esa alfarería, que llega al XVI, no
puede ser much» más antigua.
Las excavaciones fueron hechas concienzudamente,?6 pero pensamos
que la interpretación de las observaciones no son acertadas. Que los huesos
estaban en un pantano, lo reconocen sus descubridores; parécenos que el
mastodonte murió atascado en él y que muchos siglos después fueron cayen-
do en el ciénego los artefactos humanos; la descomposición de la carne del
animal produjo la descomposición de las sales de hierro, comunes, en gran

ta
abundancia, en esas aguas, dando al cieno color rojizo de tierra calcinada. Pa-
récenos que es un caso semejante al de “La Brea”, en los Angeles
del Sur), en el cosas de distintas edades se encuentran entremezvia-
que muy
das por la plastividad
a del medio.
Esta interpretación nuestra, igualmente conforme con los hechos .
qu
la de Uhle Spillman, nos parece más en concordancia con lo que nos ense-
y
ñan la Paleontología y la Zoología.
CAPITULO V

RAZAS HUMANAS QUE POBLARON


EL ECUADOR

La Antropología Física, es la rama de la Etnología que entre nosotros


menos se ha cultivado; de allí que las nociones que podemos dar acerca de
las razas que poblaron el Ecuador Andino, tengan que ser muy breves y frag-
mentarias.
En primer lugar debemos mencionar, nuevamente, el cráneo de Punín
(Fig. 8) que tiene los siguientes índices: cefálico de 71,0; vertical 66,7; ver-
tical transverso 94,0; de largo y altura de la oreja (bregma) 38,6; largo y alto
de la oreja (vertex) 61,8; fronto parietal 67,5; facial, 48,0; nasal 59,6; orbital
(maxileo-frontal) 69,2; orbital (dacryon) 72,5; orbital (lacrimal) 74,4; máxi-
lo alveolar 109,3.
Es, definitivamente, de tipo australoide, como lo demuestran la bóve-
da cráneana y la región facial; la región de la glabela, las órbitas y hasta la
región nasal lo sugieren.
“Nos damos cuenta de que las semejanzas superficiales son, a menu-
do, engañosas y que el análisis minucioso revela, a veces, marcadas diferen-
cias, que han pasado desapercibidas. Pero, en este lo
caso, por menos, el aná-
lisis métrico confirma las primeras impresiones. Prácticamente los
todos ín-
dices se refieren a normas australoides. Si escogemos una docena de los más
característicos índices y medidas y tratamos su distribución en diferentes se-
ries de cráneos, en forma de curvas, encontramos que el cráneo de Punín,
concuerda mejor con las normas de los cráneos de Tasmania, Australia y
Nueva Guinea” .27
; ÑO
JIJÓN Y CAAMAN
62 JACINTO

cia de cráneos australianos

E
señalado y
Hace tiempos se hab ía De
:

especialmente en Patagonia; pero el de


”” de
4
eos aus traloides,
ra ,
en América, crán ible antigúedad.

€S
posi

Lt
:
ante, por su
; notablemente Ecuador de la

Ea
Punín es he en el raza de
presencia
En pOSna! dolicocéfalo y sobrealzado, cara
4 ño,
Lagoa 3% órbitas medianas, bóveda palatina su-
,
-

corta y ancha,
Visto de perfil el crá
mamente ancha. marcada, la frente bien desarro-
la glabela está fuerte mente
bastante regular,
llada y sin fuga; más allá del
doblarse sino aproxima
y no empieza a
el nt presenta un
|
ligero aplana-
la sutura sagital; desde este punto, hasta inion,
caída brusca, de tal modo que el cambio de dirección re-
miento, más no una
sulta armonioso; la parte superior de la escama occipital se hincha fuertemen-
te en algunos ejemplares y
el
después bruscamente
dos tercios
la línea
inferiores,
del
tiene
perfil
una
se dirige
dirección
hacia adelante, y occipital en sus
casi horizontal. Del lado de la cara se nota un prognatismo visible, limitando
la región alveolar.
“La norma frontal del cráneo presenta un aspecto piramidal caracterís-
tico, que proviene de la gran anchura
ticos. Esta gran anchura se acompaña de un
de
la cara al nivel de los arcos zigomá-
muy débil desarrollo en altura. El
espacio intero-orbitario es ancho, el maxilar superior
algo tosco y su parte
subnasal notablemente corta.
En norma vertical, el cráneo tiene la forma de un ovoide alargado
a1cos ZIgomáticos se proyectan fuertemente
hacia afuera.
los
y
La norma occipital, es
.
casi paralelamente” 28
, pentagonal y los lad os laterales caen vertical cal y
:

et A
l OS cráneos
media es 1.425 cc., son: cefálico de :
Paltacalo, cuya capacidad
Orizont vérti itudi
ae
-
vértico-transversal 103,54; SAO FARSt
>
E > >
uUperior > ?
ANTROPOLOGÍ
OGÍA PREHISPÁNICA
DEL ECUADO R 63

de Paltacalo, provincia de El Oro:


Fig. 9. Cráneo
vertical, c) norma occipital
a) norma lateral, b) norma
ESE
64 JACINTO JIJÓN Y CAAMAÑO

su gran altura y por proporcionado


versal, así deben
lo
clasificarse
afecta una forma regular: la frente es
corvada hasta las crestas
como

crotáfiles,
rectilíneo hasta las bolsas parietales,
semicírculo. Así podemos
ses de
sibles.
lados casi rectos.
decir
Las
que
apófisis

La norma lateral permite apreciar


de

algo
desde
su

donde
en esta

el
desarrollo
hipsimesaticéfalos.
desarrollada
las cuales
toma
norma
zigomáticas
el

desarrollo
el
longitudinal

cráneo
afecta
la
La

la
espina

vertical
la curva media nótase que la glabela está poco marcada, así como
norma

forma

del
al
elegantemente
contorno
la
se
forma

nasal
trans.
vertica]

de
de

son

cráneo. En
los
en.
vuelve
un
elip-
yj-

arcos
supraciliares, que la frente es alta y escarpada; que el vertex, se puede decir,
coincide con el bregma, que la curvatura de la bóveda es regular y suave has-
ta el inion, en donde recibe el contorno una fuerte inflexión, que hace muy
visible la línea occipital superior. La espina nasal es muy pequeña; los zigo-
mas fuertes y planos forman en el yugal ángulo recto.
En la norma occipital nótase muy bien lo considerable de la altura, so-
bre todo comparada con el ancho; así afectan forma pentagonal, si bien
al-
en

la
gunos arista media está bastante arredondeada. Son perpendiculares los
pa-
rietales, desde la bolsa de este nombre hasta la apófisis mastoidea. El occipi-
tal superior es redondeado y está bien deslindado de la
porción cerebelosa por
la cresta occipital superior que, poco marcada por arriba, se vuelve aba-
por
Jo muy marcada.

Los cóndilos son grandes, altos,


en forma de habichuela e inclinados hacia

mn el foramen máximo, elíptico. El occipital cerebeloso


muy “gcramente inclinado. Las apófisis mastóideas
La norma facial es de configuración
voluminosas.
es amplio y
.
interesante, por lo elevado del
frontal, que termina a modo de ojiv
la
rietal; por altura de la cara son

n cuadrangulares, de bordes in-


Paciosas. Estos cráneos son prognatos,
81?, siendo sus principales índices:
cefálico 78,35; vertical 78,52; vertical
66 “JACINTO JIJÓN Y CAAMAÑO

-————_——_——————_
transverso 99,57; frontal 85.44; del agujero occipital 78,97; facia] SUPerjoy
67,31; nasal 49,06; orbitario 111,20, palatino 79,05.30
a
Esta raza está bastante difundida por el Ecuador andino, ella
Pertene.
ce la mayoría de los cráneos encontrados desde el país Palta hasta Imbabura
Otra es la representada por los indios imbabureños, que edificaban pa.
ra base de sus casas, folas, en cuyos flancos se sepultaban. Sus cráneos Son
notables por su gran anchura, pequeño diámetro ántero-posterior y
especia]
desarrollo vertical, lo cual autoriza a clasificarlos como hipsihiperbraquice.
falos y con una capacidad media de 1.275 cc.
La norma vertical afecta la forma de una curva achatada
(fig. 11), sien-
do la frente estrecha y más o menos rectilínea; las bolsas frontales
son mar-
pecto de pirámide truncada. La cara es un trapec;
Hapecio, proyectándose los mola-
|
res hacia afuera;
¡
la
por altura total, o sinfisis nasal, son cameprosopototois, la
> 1

as son de con-
tornos cuadrangulares, siendo los cráneos por su índice orbitario
hípsíicon-
quios y porel nasal platirrinos.
Los índices principales son: cefálico 81,90; vertical 81,49; vertical
transverso 99,53; del agujero occipital 83,16; facial total 87,69; facial
supe-
rior 64,61; nasal 55,76; orbitario 103,27; palatino 88; frontal 81,70.31
La mayoría de los cráneos encontrados en las “Tolas” de Imbabura,
tie-
nen una deformación fronto-occipital, que ha podido acentuar estas caracte-
rísticas, pero que no es la causa de ellas, pues exactamente las mismas tienen
las cabezas de Índios actuales, que hemos estudiado en vivo, que no practi-
can la deformación artificial del cráneo.
Esta raza que tiene vinculaciones con la de Yucatán es la que predomi-
na en la Costa ecuatoriana y se encuentra en el país Pasto.
La
talla de los indios de Paltacalo —raza de Lagoa Santa- calculada se-
gún el método de Manouvrier, es para los hombres 1.593 mm., en el cadáver,
1.573 mm., en el vivo; para las mujeres, 1.473 mm y 1.453 mm., lo que arro-
ja una diferencia sexual de 120 milímetros.32
La de la raza de los imbabureños que se enterraban en pozos, para el
cadáver, 1.619 mm. para los hombres; 1.490 mm., para las mujeres, diferen-
cia sexual 129 mm.33 La de los constructores de Tolas: hombres 1.610 mm;
mujeres 1.510 mm., diferencia sexual 110 mm. La de los imbabureños actua-
les (vivo) 1.530 mm., 1.410 mm., diferencia sexual 120 mm. Elestudio de
los indios contemporáneos
nos ha revelado, además, la existencia de una ra-
za braquicéfala, de pequeña talla, que puede clasificarse de pigmoide.
No quedaría completo este capítulo, si no dijésemos algunas palabras
acerca de las deformaciones artificiales del cráneo. En el Ecuador se encuen-
tran la tabular oblicua, practicada en el país Pasto, quizás desde la época de
Tuncahuán (fig. 12) y la tabular erecta, conocida también en el país Pasto
(Fig. 13).

Los pueblos y períodos en que se ha usado la deformación artificial del


Cráneo, son: Pastos, desde la época de Tuncahuán (D, Caranquis —en
pe-
ríodo de las Tolas—; Paltas, desde la época penúltima; Manteños, O Manabi-
el
tas —último período.
AA
68 JACINTO JIJÓN Y CAAMANO

12-b
SE
CAPITULO VI
LAS LENGUAS DEL
ECUADOR PREINCAICO

En la república del Ecuador, si exceptuamos la Región Amazónica,


apartada de la Cordillera, sólo se hablan hoy las siguientes lenguas: el caste-
llano, fruto de la conquista española; el quechua, impuesto por la dominación
de los Incas; el cayapa, el colorado, y el jíbaro, lenguas autóctonas.
El quechua, no se habló en lo que hoy es república del Ecuador, antes
de fines del siglo XV; su difusión es debida, más que a la dominación cuz-
queña, a la castellana y, especialmente, a la acción del clero.
Velasco sostuvo el prequechuismo, no sólo de los Caras sino de los
Quitus, hoy insostenible, en vista de auténticos documentos. Hervas y Pan-
duro, el inmortal filólogo, jesuíta como él y compañero suyo en los tristes
días del ostracismo en Italia, repite lo debió oír de boca
que suya, pero cono-
cedor de Cieza, salva la contradicción evidente, con testimonio tan fidedig-
ÑO, con una hipótesis más
gratuita que ingeniosa; las lenguas de que el
habla

:sins
cyri,35
de los Cronistas del Perú, habrían sido las nativas, anteriores a la

Amparada por tan gran autoridad, la afirmación de Velasco hace fortu-


ha. La acepta Tschudi sobre ella edifica teoría del origen de los Que-
y su
Chuas, según él originarios de la entre Quito el Alto
región comprendida y
Marañón, fundándose en tal opinión en lo se le imaginan formas arcai-
que
cas,%6 no obstante
haber llamado antes al dialecto quiteño “el más impuro,
na de voces de otros idiomas
Pidas” 37
y con formas gramaticales muy corrom-
a Velasco, pero sí a Tschud;
sin cono cer según parece
Middendorf,
andina se hablasen, : como en Quito, dia.
Quito,

“¿7
q;

cuentra verosímil qu
lectos de una misma lengua,

o
“lengua general”. servido de las

ay
la teoría de Tschudi,32 que ha base a pj
Brinton adoptó
Quechua Pre-Incaico, que nos han identificado con Tia
pótesis del imperio ó

huanaco, otros con un imaginario período megalítico.*0


Markham, mejor conocedor de las fuentes históricas, reaccionó E
combatió la afirmación de Velasco.*! Pero reservado estaba pe
1864 y
historiador ecuatoriano González Suárez, presentar la prueba
la falsedad de lo sostenido por Velasco.*2 En efecto, él dio a conocer el cá
e
del Sínodo Quitense de 1593 , que celebró :
ró el tercer Obispo de Quito, Fray

A
“Por la experiencia no s consta qque en nuestro Obispado ha
- :

de len guas, que no ni hablan la del


tienen Cuzco y la y para que no
istiar
El Quillacinga (fig. 15). Es uno de los idiomas
menta
do; Cieza de León, quien dice que “las costumbres de estos
Pastos, no conforman unos con otros”,47 menciona como sus
pueblos más
principales: Mocondino, Bexendino, Buisaco, Guaganzanga, Mocoxondu-
que, Huacuanquer, Macasornata, y añade “y más oriental está otra provincia,
algo grande, muy fértil, que tiene por nombre Sebondoy. También hay otro
pueblo que se llama Pastoco, y otro que está junto a una laguna (la de los Pa-
tos o San Pablo), que está en la cumbre de la montaña”.48 “La villa de Pasto
está fundada en la tierra de los Quillacingas”.4
En la jurisdicción de la ciudad de Almaguer había cinco provincias de
indios, una de ellas “la de los Quillacingas, fría y de gente caribe”.50
El que Cieza de León mencione Sebondoy, al parecer como un pueblo
Quillacinga, permite identificar esta lengua con el coche o sebondoy, idioma
perteneciente al “Grupo oriental o evolucionado”, de la familia lingiiística
Chibcha, del Phylum Macro-Chibcha, del Super-phylum Hokan-Siouan-Ma-
cro-Chibcha.5!
El estudio de la toponimia comprueba, plenamente, la deducción saca-
da del texto de Cieza y permite señalar el territorio de los Quillacingas así:
el
por Norte, los declives meridionales del Macizo Colombiano; por el Oes-
te el río Guachicono hasta su unión con el Patía, la meseta que bordea este
río hasta la desembocadura del Guáitara, el cañón de éste; por el Sur el río

el
Telles o, quizás, Guapascal, afluente oriental del Guáitara hasta la cumbre

El Pasto (fig. 15). Es otro de los idiomas mentados por


cdi el Sínodo.
le del Patía,
Cieza dice que más adelante del pueblo de la Sal:ep A sa
de Aba-

E
está la provincia de los Masteles junto con ella está la provincia
Ea.
los

y
des y los el que los
de Agua,
pueblos de Isancal, Pangan, Zacuanpues, LAA
Pichilimbuy (nombre quillacinga), Tuiles, Angayán, Pagual,
hay gran noti con estos otros
poniente, “ón son comarcanos pue-
hasta la lles,
que allega marcoóie fajlama, Tucurrés, Zapuis, Gualma.
nombres Son:
blos, cuyos Todos estos pueblos

e
T urca, Cumba.
Cumba. y y Ca
Ipiales,
21”.

ca.

Fúnes,
;
Chápal, Males,
tal,
fan
:
tienen por nombre Pastos”.
O
isultida Pasto, “está fundada en el valle de ;
Atris, que
de la villa que
cae en la tierra de los Quillacingas”, se va a Funes pende o pueblo de
los
lles, Gualmatán, Ipiales, Guaca y de allí a Tuza (hoy San
Pastos” y luego a
Gabriel), “que es el último pueblo de los Pastos”.54
En un documento de principios del siglo XVIL se dice que “en la Pro-
vincia de Tulcán y sus confines, llamados Barbacoas, de que es Cacique
Gobernador principal Dn. García Tulcanaza, están reducidos y poblados
y
cinco pueblos llamados Mayasquer... Tasombi... Guatal... Chical.... Quin-
chul... Está tomado asiento con Dn. Felipe Ipuxan, Cacique y Gobernador de
la Provincia de Mallama, a que traiga a los indios Barbacoas... muchos
están
puestos en la Real Corona y poblados en pueblo
que llaman Coaiquer, hacia
la parte llaman Cocales. Igualmente está en la obediencia del Rey, la
que
Provincia de los Abades... el
Cacique es Dn. Juan Chuldipaz [nombre Pas-
del coayquer, pueten-yerba;
VI

,
-Jh es en coayquer “estar haciendo
comer”. El

grupo Barbacoa, del Grupo Arcaico u Oc-


cidental, de la familia Chibcha, del
Philum Macro-Chibcha, del Super-Phi-
lum Hokan-Siouan-Macro-Chibcha.58
Pastos, no es nombre castellano, viene del
coayquer pattstan-alacrán.

Sinodal, algún sacerdote había


traducido en él el catecismo cristiano.
Cieza de León, antes de llegar a Huaca, encontró
Incas” Visible aún
»
real
el “camino
hoy cerca de Paja-Blanca, y siguió la hoya del Pizán,
de los
Ca de la cual cer-
vio la primera fortaleza incaica; de allí pasó Rumichaca
Paz, sobre el
Pizán, distinta muy mayor que la Rumichaca
y
a de la
del Carchi; visi-
AS
aeis
74

tando de paso

corrido
ve
AN

fortaleza, que
la

,fro
los
,
JACINTO JIJÓN

fuente

al Sur

Ingas
Y

y
CAAM

termal

este lugar se
AÑO

quehay

OS
allegaba
tuvieron
allí,
Hidertiriconehusl2
San
cercana
Gabriel,
al Chota,
“a
encontró luego “otra
pllegarido:despussida
que
que
porel
la
recorrido
actual
un pequeño cerro, donde se ye
con Su cava....
Tuza y de esta fuerza se va hasta llegar al Río Mira (Chota)
Del
que
caliente”.32 Ya vimos que Cieza señala en Tuza el fin del territorio

por lo
Pasado el Chota, el primer pueblo que menta es Carangue (Car
que se ve que pasó por Aluburu, pues vio al paso
cocha; de allí siguió a Otavalo. Allí se desorienta el
los pueblos que están al Oeste
enumera son: al Naciente, Poritaco, Colla
niente, “las tierras de labor de
la
cronista y pone
e
fortaleza
que

transcrito ge
población,
Una
pueblo de
NO €S
Poco
pasto.
anqui),
laguna de Yaguar-
al
y viceversa. Corri giendo este error, los
guazo, Guanca y Cayambe: al
Cotocoyam be y las montañas de los Yumbos”.
Este
que
Po-
De Otavalo pasó a
Cochesquí, de al lía Guayllabamba, “cálido, más
no
ESCALA

Pasto, Coayquer, Barhacoa Costeño de Esmeraldas


Fig. 15; mapa 2
Quillacinga, Sebundoy Custeño de Cosyyuer

MAPA DE DISTRIBUCIÓN DE LAS Sano MOCHICA

BARBACOAS

LENGUAS HABLADAS EN EL JONONOEE

ECUADOR ANTES DE LA
CONQUISTA INCAICA
PURUMA

Colorado a Campaces Cañari

o
(mediados fines del siglo XV) Puruhd

hdianas Punshd Aoc hicas dir! Perú

(Uy (0) Sample indicación


_-
______—— ANTROPOLOGÍA PREHISPÁNICA DEL ECUADOR 73


dicha montaña... La lengua destos indios de la montaña... es muy esquesita,
ques muy peor que la de Quixos, aunque en algunos vocablos se la
parece una
a la otra”.55
Por el Sur, sabemos que el Caranqui se hablaba en Cayambe, de lo que


hemos de deducir que también en Cochasquí. El nombre de Carapungo, o
puerta de los Caras, (quechua, pungo = puerta) aldea situada en el bordo oc-
cidental del cañón del Guayllabamba, señala por esta parte el lindero.
Los estudios toponímicos y arqueológicos permiten incluir en el terri-
torio caranqui, los valles del Quinche, Pifo, Yaruquí, Tumbaco y —hasta cier-
to punto— el de Chillo. Pomasqui parece estar en su dominio. Llegaban,
pues, a las inmediaciones de Quito, por el Sur.
El lindero occidental es borroso.
Los autores de las Relaciones Geográficas nos han dado la traducción

———
de algunos topónimos, unas parecen forzadas, otras son valiosísimas: Pimam-
piro = “laguna grande”;96 Colorado: pí = agua; ngba = sufijo enfático y ad-
mirativo, pilu = estanque (pipilu=laguna).
Tumbabiro = “estanque de pájaros”, 6 -Colorado: toli = una ave (li,co-
sa flexible), ngba = admirativo, pilu = estanque.
Cambt = “agua recia”, 6 Colorado: wa = grande; pi = río, agua.
Tontaqui = “tierra de muchos humos”, Colorado: to = tierra; n = ge-
62

nitivo; tang = rico; ki = auxiliar, hacer; en Caranqui, “pueblo”.


Urcuquí, Ulcoqui = “hombre de 70
bien”, Colorado: orra = bueno; Ca-
yapa: urra=bueno.
Algunas de estas etimologías convencieron a Rivet de que
la
lengua
caranqui era un idioma muy parecido al cayapa y al colorado,?1 en lo que es-
tamos conformes cuantos después hemos estudiado el asunto.
Era, pues, el caranqui otro idioma del mismo Subgrupo Barbacoa, que
el Pasto.
Caracteriza a los toponimios y patronímicos caranquis: asala o
asaya
= Sangriento;
ango, final patronímico, que significa noble, cacique, lo mismo
que inca en el Cuzco: imba, del colorado ing = mío;
ngpa = sufijo enfático,
“nuestro por excelencia”; ki, del auxiliar hacer, equivale ker del
a Pasto, es el
final de los nombres de las
parcialidades y, por ende, del de pueblos y case-
ríos; kilago, final patronímico femenino, equivalente
a ango, con la misma
relación que palla, o koya o inga; del colorado poyo = niebla; puento
puya,
del colorado
pone = brujo; buro, bulro = monte, cosa sagrada, dios; pi= agua,
aA
mencionado por el Sínodo Quitense
Idioma no
El Cayapa (fig. 15).
del E
pero, hablado aún hoy, eN

tradiciones,
toda
los
la hoya
Cayapas son ae
O , de
don.
Según
a
sus
unos, de los Incas, Eegón otros, fueron es-
de huyendo de los blancos, según
de Cayapas (cabeceras del río Santiago). Esta emj-
tablecerse en Pueblo Viejo
mucho más antigua. Al llegar a la región de Esme-
gración es, seguramente,
poblada por los que llaman “Indios Bravos”, seres a los
raldas, la encontraron
atribuye caracteres míticos. En La Tolita vivían otras gentes, los cons-
que se
tructores de las ruinas que hay allí, y los Wasúú moraban en el curso inferior
del Esmeraldas, que tenían un idioma enteramente distinto.??
Los “Indios Bravos” deben ser Barbacoas, o Pastos; los de La Tolita,
los Manteños, Manabitas, o “Confederación de Mercaderes”; los Wasúú, los
Esmeraldeños. |

El cayapa es un idioma muy semejante al caranqui.?3

del carangui, por lo


que —y por la toponimia-, se
»
ve
» al cayapa y al colorado.
En Cieza de León se lee: “luego
que salen della [de la ciudad de Qui-
to] por el camino ya dicho [el Real de los
Incas] se va a un pueblo llamado
Panzaleo. Los naturales del difieren algo de los
comarcanos... Estos y todos
los demás de este reino... hablan la
lengua general de los Incas... Mas no em-
bargante que hablan la lengua del Cuzco.... todos tenían
sus lenguas, las que
usaron sus antepasados. Y así estos de Pancaleo tenían
otra lengua que los de
Carangue y Otavalo... Adelante de Pangaleo están los
aposentos de Mulaha-
ló... Poco adelante está el pueblo
y grandes aposentos llamados de la Tacun-
ga... se allega a los aposentos de Muliambato, de los quales no
tengo que de-
cir, más
que están poblados de indios de la nación y costumbres
Tacunga.... De Muliambato se va al río llamado
de los de la
Ambato... Luego están tres
leguas de allí los
sumptuosos aposentos de Mocha. Hay a la redonda de Mo-
cha algunos
pueblos de indios, los quales todos andan vestidos, y lo mismo
us mugeres; y guardan las costumbres tienen los de atrás; y son de una
Misma lengua. A
que
la parte del Poniente están los pueblos de indios llamados
y
Sichos a] Oriente los Píllaros...
“Posentos de Riobamba...
Saliendo de Mocha se allega a los grandes
Los quales están en la provincia de los Puru-
háes”
75
Había, pues, una nación hablaba lengua, en la
que su propia región
“OMprendida entre
“ra distinto
Panzaleo, por el Norte y Mocha por el Sur. Este idioma
del de Caranqui y Otavalo del de Puruhá. Pero aquí viene
y la di-
Alla; En
primer lugar hablaban los
> de
hay que preguntarse qué lengua
Quito, ¿dónde estaba Panzaleo? Hay varios lugares de este nombre, Ea
Ur

lo
de Quito, como el
requieren que sea texto de Cieza: el uno es-
San Miguel de Latacun-

e
al Sur de Salcedo,

taa,
tá cerca de la laguna de Yambo,
del que
A

el Muliambato
o Tigualó, cronista, se

e a:
ga,
excluido; el otro en el valle de Machachi
meridional de
y el
la
más
de
sep
o
Puengasí, p
llerita que es la prolongación
de estos ser aque Ae
S
a
lles de Quito y Chillo; cualquiera dos puede a
Cieza, pero ambos quedan a considerable distancia Ea Guaylla a, lími-
te meridional de los Caranquis. ¿Cuál era la población de
la región interme-
dia, esto es de los valles de Quito y del de Chillo?
La toponimia nos enseña que el del primero era netamente Panzalea;
del segundo mixta, Panzalea y Caranqui; Cieza no dice que los de Chillo, que
llama Uchillo, y Langasi (Alangasí) fuesen Panzaleos, “sino amigos y confe-
derados”.
De los de Quito, no afirma nada, sin duda
por cuanto siendo el centro
de la dominación incaica, en el Norte, estaban, cuando los visitó,
muy que-
chuizados. 5 |

La arqueología y la toponimia vienen en nuestro auxilio;


no hay “to-
las” de Pomasqui al Sur, y en el Valle de Chillo la
última está cerca de San-
golquí; éstas, numerosas en el Quinche, son rarísimas
en Tumbaco y Cumba-

pangue”.76 La frase es ambigua y la vue lve


nl
explicar la similitud de costumbres. Ello
aún más
la razón apuntada para
> NO
si
Obstante,
el
se tiene en cuenta
ANTROPOLOGÍA PREHISPÁNIC
A DEL
ECUADOR
79
Los pueblos de Yumbos, a fines del siglo XVI,
er
Aápical (Nanegal), Alambi, Camoquí, Zarabullo, Napo, :

Mindo, Tuza y Ambo, siendo el más alejado San


Topo, J
Así si los Yumbos eran Panzaleos, éstos trasmontaban la
tal, ocupando los repechos de ella.
El límite Oriental estaba también al otro lado de los
Andes. “
mino sale hacia el nacimiento del sol, que va a otras poblaciones
Quixos, pobladas de la manera y costumbres de éstos”, escribe Ciez
a. ¿A que
“éstos” se refiere?
Rivet y Verneau?$ entienden a los de Quito; en el texto,
gramatical-
mente, “éstos” concuerda con los Incas, y, forzando un poco, con los Yum-
bos. Así llama hoy el pueblo a los del río Napo, sibien los Yumbos,
en el si-
glo XVI, no eran los que vivían al Oriente sino al Occidente de los Andes.
Unos y otros Yumbos, ¿no habrán tenido igual lengua y costumbres
y por eso
se los designó con un mismo nombre? Pero los Yumbos de Quijos, esos
sabemos con seguridad, que eran próximos parientes de los Panzaleos. “Del
sí,
expediente de servicios prestados a Gil Ramírez Dávalos, para la conquista
de Quijos y fundación de Baeza, Dn. Sancho Hacho, cacique de Latacun-
por
ga, consta que era cuñado de uno de los caciques de la provincia de Quijos,
el cual estaba casado hermana de Hacho”.?9 Estas relaciones de
con una pa-
rentesco demuestran la afinidad de Quijos y Panzaleos y que, a los últimos,
se refiere el “éstos”. La alfarería de Baeza
es netamente panzalea, que lo vie-
ne a dirimir toda cuestión.
La ciudad de Baeza tenía tres provincias: Atunquijo, a la que pertene-
an pueblos de Chalpe, Atunquijo, Pacha-Mama Coxques
los
y la de la Co-

.
ca, y la de Cudocota y Las
Guacamayas.
Cozanga con los pueblos de Guarioxta, Seteta,

No todas estas provincias estuvieron pobladas por Quijos, a lade Jako

aos
Ca era los montan ñeses de
habitada por los Cofanes; Cofanes tenían que ser
a

era
Air
api, y de la lengua afirma el beneficiado sdd
Pe. Antonio
:
Borja, que
«
una a la
la de Quixos, aunque en algunos vocablos se P
an 0
de Ár-
y: Por un informe del Oidor Ortegón se sabe que te
nían los indios
eran
ona, distinta cultura de los de Baeza y Avila, lo que hace sospechar
JIJÓN Y CAAMAÑO
ACINTO

la Lengua General del Inga, que era Emperador


38«be: “Hablan
irú,
del Pirú, que les
todos estos
impuso
P su lengua general, y en particular tienen sus lenguas
incias blos y todas diferentes, sólo
x
en dos voca.
maternas, por sus provincia y pue :
llaman abba y corazón, que lo llaman
blos se conforman, que es padre que
concepto” 32

que
No habrá sido en todas las lenguas que estas palabras eran comunes,
sí varias, lo indicaría que eran dialectos de una misma.
pero en que
El minucioso estudio de los nombres panzaleos hace ver que éste fue
los Chibchas,
un idioma intermedio entre los Puruhá-Mochicas y
marcada
que era
no

un jergón, sino un lenguaje propio, que existía una diferencia dia-


lectal entre el Panzaleo de Cotopaxi y Tungurahua con el del Sur de Pichin-
cha y entre éste y el de la porción central de esta provincia.
Típico para el Panzaleo es el uso de consonantes prefijos; así, la voz
oa es k-oa, t-oa, p-oa, ch-oa, j-oa, ñ-oa, 1l-oa, s-oa, l-oa, m-oa; ¡za es k-iza,
t-iza, ch-iza, s-iza, j-iza, r-iza, m-iza, l-iza, n-iza.
Un examen de los toponimios y apellidos permite establecer el sentido
aproximado de unas pocas palabras, entre ellas:
Ati, hati = rey.
Awa = subida, cuesta, barranco, peña.
Aló = pueblo, caserío.
Oa = valle.
Kazo = monte.
P*axi = Cerro.
Chi = curso de agua.
Estas pocas palabras, en total treinta,
nos inclinan a creer que el pan-
zaleo pertenecía al Super Phylum
Hokan-Siouan-Macro-Chibcha, «del
Phylum Macro-Chibcha, de la familia Chibcha
Muy poco se sabe acerca del idioma Cofane,
pero
oder afirmar qué pertenece al Phylum Macro-Chibcha
sí lo suficiente
84 A pa

río, Sino en Sus afluentes orientales y occidentale


mismo
eributarios del Tigre, por el Oeste. El shapra, en el Huito
Pastaza y €N el Yanasú, tributario del Morona.
El murato no es un idioma del Ecuador Andino, sino del
Amazónico
Se lo mencione aquí por pertenecer al Phylum Macro-Chibcha y
por estar se-
parado del Quijo, por la penetración Jíbara, habiendo de seguro, antes de
que
ésta se produzca, sido usados los dos idiomas en un territorio continuo 35

El Esmeraldeño (fig. 15). Cieza de León distingue en la Costa Norte


del Ecuador,36 fuera de los Campaces, que él llama Serranos
(los Colorados)
y de los Colimas que eran Barbacoas (Coayquer o Pastos): a) los moradores
desde el río Santiago por el Norte, que puede ser el
que hoy así se llama, el
Mira, hasta el Cabo Pasao, por el Sur y desde un punto, al mediodía de Ba-
o
hía de Caráquez, al Norte, hasta Salango, el
por Sur, y, b) los Caraquez y sus
comarcanos, que formaban un enclave entre las gentes del grupo anterior, que
vivían desde Cabo Pasao hasta
un poco más allá
de la Bahía de Caraquez.37
Estos y sus comarcanos, escribe el cronista, “es otro linaje de gente y
no son labrados [el
rostro] eran de menos saber que sus vecinos; porque eran
behetrías. Por
la criatura le a
causas muy livianas se daban guerra unas otros. En naciendo
abajaban la cabeza, y después la ponían entre dos tablas liadas
de tal
manera que, cuando
ga sin colodrillo”.88
era le
de cuatro o cinco años, quedaba ancha o lar-

e
El Inca Garcilaso días vio
en 1560, al ir a España, paró en Pasao tres
y
,ie Sab 2 me >
Naturales de la región “verdaderamente de
que eran
se puede imaginar... hombres y labra an
€ pedernal, deformaban
las cabezas a
mujeres
los niños
se
en naciendo... Hera
1TaS

Juilaban el lo de
cabello que hay en la mollera, corona y colodrillo y dejaban
|
pod Crespos ni
asenta
»
. e
y aquellos cabellos tampoco habían de andar peinados,
» Sino
des
y levantados ... manteníanse
Pescadores, y de yerbas
y
de su
raíces fruta silvestre.
:

eblo, ni casa; vivían en huecos de árboles


pesquería,
Andaban
de las
desnu ae a
OS...
ñas...
montan NO
otra cosa alguna de beneficio suio, andaban
labrar la tierra, ni hacer
sabían :
defuera de dentro; 2

1 abrados los labios por y traían


desnudos demás de traer
cuarteles de diversos colores, un cuarto amarillo, otro
AS caras embijadas a
los
las

colorado otro de negro,


.
variando paga uno colores,
de azul, otro de y
le daban, jamás peinaron Sus cabezas, traían los cabellos lar-
como más gusto
de polvo, y de cuanto sobre ellos caía: en suma
sos y crespos, llenos paja y
bestias”. Y añade “yo los vi con mis Ojos cuando vine a Es-
que
eran peores
Ga) 89
paña”. :
Los restos arqueológicos que se encuentran en Bahía de Caráquez,
E

corresponden más a lo que dice Cieza, que a lo que describe Garcilaso; no

pertenecen a la cultura “Manteña”, pero no son los de un pueblo primitivo.


Pero Garcilaso cuenta lo que vio y por muy recargadas que estén las tintas
por el panegirista del Incario, tenemos que admitir que él vio gentes muy
atrasadas en Pasao. Pensamos, pues, que los Caránquez, cuya alfarería y res-
tos de edificios se encuentran en Bahía, eran gentes culturizadas por sus ve-
cinos, mientras que los que vio el Inca en Pasao, eran la tribu en su estado
originario.
Fue entre estas gentes, más o menos mestizadas por los pueblos mari-
nos, que se establecieron los negros náufragos, que transformaron la compo-

o
sición étnica de la provincia de Esmeraldas.
Los Esmeraldeños ocupaban el siglo XVI
extiende desde Bahía de Caráquez, a la
la región montuosa que se
que pertenecen los montes de Coji-
míes, y termina en Atacames
y, además, el curso medio del Esmeraldas.
idioma vivo hasta mediados del siglo XIX,
loe AAds saan-Siouan-Macro-Chibcha,
al
Phylum Ma-
cro-Chibcha, y con el yaruro forma
de la familia Chibcha,50
el Erupo
eru de las lenguas Paleo-Chibchas
rañón y la sierra llamada Tungurahua; al rededor de la qual hay assi mismo
muchas poblaciones... A la parte del Poniente está otra sierra nevada, y en
ella no hay mucha población, que llaman Urcolazo”.93
En la Descripción anónima de los pueblos del Corregimiento de Rio-
bamba, al principiar por Calpi, la descripción de los pueblos, que hoy forman
parte de la provincia del Chimborazo, advierte que está en “la provincia de
los indios puruhuayes”.94
En Alausí y Chunchi se hablaba “la lengua general Quichua del
Inga;
los más la
lengua particular dellos ques la Cañar dela provincia de Cuenca
én parte revuelta con la de los
Purugayes de la provincia de Riobamba. Hay
y
Otras diferentes
lenguas en estos mesmos indios, más por estas dos lenguas se
entienden todos”.95
En el Corregimiento de Chimbo había mítimas de Cajamarca, Huama-
Chuco “e
Puruaes e Panzaleos”.9
De lo expuesto anteriormente deduce los Puruháes ocupaban en
el siglo
se que
XVI toda la actual de Chimborazo buena parte de la de
provincia y
car El Nudo de Sanancajas
Chanchán el
era el límite Norte, el del
el
Azuay y el cañón
donde se
meridional; Chunchi y Alausí estaban en lindero
MeZclaban
Cañaris, Puruháes y Campaces, o Colorados;
aucaba a Puruháes de
la Cordillera Central
los incas
Jíbaros. En el valle del Chimbo, en donde
Cstablec;
lecieron Puruh áes con
P numerosas colonias
;
de sE
mítimas, se mezclaban
aleos y
Campaces.
pertenece al phylum Macro-Chibcha,
5 «ia Puruhá-Mochica, que
Macro-Chibcha.

En San Francisco de Puelensí, o Pelensí del Azo-


El Cañari (fig. 15).
de los Cañares entre ellos”; el cura Beneficia-
hablaban «Ja dicha lengua
gue,
do de Paute dice, en 1 582: “las lenguas que tienen la
es Cañar, ques
“su
la suya
ina

=actual Cantón de Girón— lengua-

cian”: el de Cañaribamba —hoy el Pucará, Chaguarurco y Machala- el “len-


hablan se dice Cañar, es todo una, aunque diferencia este pueblo de
guaje que
los demás pueblos cañaris en algunos vocablos; empero todos se entienden,
sin que haya otro lenguaje entrellos”.
El cañari es, como recordamos, una de las lenguas mentadas porel Sí-

El
nodo del Obispo Solís. - |

área en que se hablaba en el siglo XVI puede limitarse así: por el


Norte el Nudo del Azuay y el cañón del Chanchán; por el ONO, por lí-
una
nea imprecisa que une la desembocadura del Chanchán, en el Chimbo con la
del Naranjal, en el Canal de Jambelí; por el O. por la línea del litoral, entre
este último punto y los deltas del Jubones; por el Sur, por el cauce de este río,
quedando, por lo menos, parte de sus orillas meridionales fuera del dominio
cañari; por el E. por las cumbres de la Cordillera Central.
El cañari, a juzgar por los toponimios
y apellidos, era una lengua muy
semejante al Puruhá.

El Manteño,
o Manabita, o Lengua de la Confederación de Merca-
deres (fig. 15). Bartolomé Ruiz 1Ó
Cieza de León escribe: “en esta costa y tierra subjeta a la ciudad de
Puerto Viejo y a la de Guayaquil hay dos manerasde gente, porque desde Ca-
bo de Pasaos
de
y
Pasao)
Río Santiago
hasta el
(el
pueblo
Mira
de
el actual Santiago, en todo caso al
Calangos (isla de Salango al Sur de Pa-
Norte
sao) son los hombres el
labrados rostro... y los principales pueblos donde...
usan labrarse son Passaos, Xaramixo (Jaramijó), Pimpaguace, Peclanseme-
que (parcialidad de Jipijapa) y el valle de Xagua (en el río Portoviejo), Pe-
chonse y los de Monte Cristo, Apechigue (parcialidad de Jipijapa) y Silos y
Canilloha y Manta Zapil (parcialidad de Manta), Manabí y Xaraguagua (Cha-
rapotó o Yapotó); y otros que no se cuentan que están a la una parte y a la
otra... Los Caraquez y sus comarcanos
es otro linaje de gente... Algunas de
estas gentes, especialmente los que están abajo del pueblo de Colima,
parte del Norte, andan desnudos y se contratan con los indios de
a la
la costa que
va largo hacia el río de San Juan... Este pueblo de Manta está en la Costa....
la tierra adentro
hay más número de gente y mayores pueblos
lengua de los de la Costa”.98
y
difieren en la

72

A Oviedo, quien dice:


Río Mira)
JACINTO JIJÓN Y CAAMAÑO
86

y la Punta de Santa Elena e aún la se


que dirá, es de
los
diversas
vecinos
lenguas, tanto
que cada población tiene su lengua, e aunque con se entienden es
con mucha diversidad de vocablos mezclados con Rios comunes”.99
Tales palabras tienen una traducción precisa: había infinidad de dialec.
tos de un solo idioma, no tan diferenciados, que impidiese entenderse entre
sí los que los hablaban.
El Obispado de Quito, en 1593, fecha del Sínodo del Obispo Solís,
)

comprendía en Piura las doctrinas de Ayavaca, Guancabamba, Piura el viejo,


Olmos, Motupe, Cala, Penachi, Jayanca, Pacora, Sechura, Catacaos y Pai.
ta.100 La mayoría de estas doctrinas están en territorio Tallán, pero en Guan-
cabamba y Motupe se hablaba Mochica.!0!1 El Sínodo menta la lengua de los

y
Llanos Atallana, estaes el See, la de los Llanos sería el Mochica, o la Ma-
nabita, o Montaña.
= |

== |

El estudio de la toponimia demuestra que la lengua manabita era muy


parecido al puruhá y al cañari; esto es, de la familia Puruhá-Mochica del
Phylum Macro-Chibcha. ss E
sn el
El territorio en que se hablaba el manabita, puede limitarse así: por
el
Norte, el Mira; por E. una línea casi paralela al Océano y a poca distancia
de él, desde el Mira hasta Cabo Pasao, en donde se
interrumpía su dominio;
desde la Sierra del Bálsamo por el Septentrión, hasta la de Colonche,
Medio-día, y la de Campaces, por el Oriente.
por el

El Tallán (fig. 15). Oviedo


escribe:
hay una lengua, e llamase Tallanes” 103
Sechura. Es lengua independiente, 104

(fig. 15). Los Paltas y los Malacatos


y por el
Sur llegaban hasta Jaén.
Benavente,105 que el Jíbaro y el mala-
20
ESCALA
2 £5
so << 1 Ly o Yunguilia

e Kilómetros s» ga
e

Fig. 16; mapa 8

E
MAXIMA EXPANSION PURUHA-MOCHICA
Puruhá-Mochica

A | Pp if], Caranqui-Cayapa-Colorado

ES Líneas o colores cruzados


convivencia pueblos
desde 1” de latitud meridional, hasta 62 30%
gitud occidental.
Dentro del territorio jíbaro se hablaban anti
guamente las lenguas rabo-
na y bolona.

profundamente arawaquizado, o quizás Arawako, con los


pobladores que an-
tes vivían en la región que hoy ocupan,
pertenecientes, posiblemente, al phy-
lum Macro-Chibcha.107
Encontramos, pues, que en el Ecuador Occidental e Interandino ha-
se
blaban lenguas pertenecientes al Phylum Macro-Chibcha;
una independien-
te, el tallán, atallán, o see y otra profundamente
arawaquizada, el Jíbaro, o
palta.
El Phylum Macro-Chibcha
es,a su vez, uno de los componentes del
Super phylum Hokan-Siouan-Macro-Chibchal08 y se divide en:
A) lenguas Paleo-Chibchas.
B) lenguas Chibchas.
a) Grupo Árcaico u Occidental
1) sub-grupo Talamanco
2) sub-grupo Barbacoa
3) sub-grupo Guatuso
4) sub-grupo Cuna
b) Grupo Intermedio del Pacífico
1) sub-grupo Istmico
2) sub-grupo Colombiano
c) Grupo Intermedio Interandino
d) Grupo Evolucionado u Oriental
1) Sub-grupo de Cundinamarca
2) sub-grupo Áruaco
Americano
!

3) sub-grupo Centro
C) lenguas Timotes
a) Grupo Kuika
b) Grupo Timote
Puruhá-Mochicas
G) Lenguas
H) Cholona

e
Macro-Chibcha se enuenos, pues, desde 19* de lada
El phylum ¿y
13* al Sur del de la línea Ecuatorial, lo
por menos
tentrional, hasta

el Atlántico, Norte América.


Nicaragua, yel Siouan llega hasta en Es, pues,
el
este super-phylum que mayor extensión tiene en el Nuevo Mundo
y
carácter panamericano, ya que se habló en el Norte, Centro y Sur del
Posee
Nuevo
Mundo; según Rivet no estaría limitado a América, pues a él pertenecerían
también las lenguas de Melanesia,10% cuestión acerca de la cual no estamos
preparados para emitir nuestra opinión.
Hemos esbozado
la distribución lingiística de la población precolom-
bina de la región andina del Ecuador, tal
cual era en el siglo XVI, pero los
pueblos de que hemos hecho mención
no habían permanecido estáticos y de
que
Sus movimientos prehistóricos encontramos
claras huellas en la toponimia.
Los últimos venidos
al Ecuador fueron, seguramente, los Jíbaros. El
dez
de
tie
ANTROPOLOGÍA PREHISPÁNICA DEL ECUADOR 89

Ya recordamos que, en el territorio propiamente jíbaro convivían con


el shuar, en el siglo XVI, otras dos lenguas, que nos son desconocidas, el ra-
bona
y el
El
bolona.!!5
murato y el shafra son idiomas Macro-Chibchas y con ellos tiene
vinculación estrecha el chirino, hablado en Chirinos y Cumbaraza, lo que re-
vela que los Jíbaros, rompiendo la unidad de los pueblos muratos, empujaron
a éstos hacia el Este, separándolos de los Quijos y Panzaleos, y dejando arrin-
conados en Jaén a los Chirinos.
La extensión de los Puruhá-Mochicas (fig. 16) fue, en otros tiempos,
mayor que que la en el Ecuador tenían en el siglo XVI, como lo el
revela que
en la toponimia del país pasto haya un 0,67% de nombres pertenecientes a es-
tas lenguas, en el Caranqui el 0,16%, en el Panzaleo el 6,15%.
Parece que en el país panzaleo, por lo menos en el Sur, hubo dos épo-
cas de dominación puruhá-mochica, una muy antigua, anterior quizás al es-
tablecimiento definitivo en él de los Panzaleos, aunque posterior a la apari-
ción de estas gentes en el Ecuador; otra, relativamente reciente, que corres-
ponde al período de Elén-pata, durante el cual el vale de Ambato fue con-
quistado por los Puruháes.
El panzaleo también tuvo en una época una expansión mucho mayor
la
que que poseía en el siglo XVI (fig. 17). En efecto, en el país pasto hay un
0,95% de voces panzaleas, en el caranqui el 6,40%, en el puruhá
en el cañari el 17,12%; en el palta el 8,38%, en el jíbaro (Vicariato de Mén-
el 14,67%,

dez y Gualaquiza) el 14,40%; en la Costa, excepción hecha de la provincia


de El Oro, el 3,58%, en ésta el 1,11%. Casi puede sostenerse
y que en un
-
tiempo en todo el Ecuador
se habló este idioma.
Formando un sustrato más antiguo aún, encuéntranse en el Occidente
y el Callejón Interandino las voces se derivan de aquel idioma, del cual
que
se derivaron con el
transcurso de los tiempos el caranqui, el cayapa, el nigua
y el colorado (fig. 18); así
en el Sur del territorio pasto hay un 3,24% de nom-
Dres
que pertenecen a este idioma; en el panzaleo
el 4,63 %; en el puruhá
9,12%; en el cañari el 3,331%; en el jíbaro y palta, en Loja, el 3,70%; en el
el
Vicariato de Méndez
y Gualaquiza el 3,39%; en la Costa, al Norte del Golfo
de Guayaquil
el 32,28%, y al Sur el 6,66%.
No
todos los Caranquis-Cayapa-Colorados llegaron a un mismotiem-
Pero podemos vislumbrar las rutas
Ís por donde penetraron; primero al Ca-
“sión, y luego
al Litoral.
A-ONE
90

e
uno en
JACINTO JIJÓN

la cuenca
el Chinchipe, los que
Y;

por
CAAM

Es smmuy revelador

de esta lengua, fuera del


AÑO

el

donde
indican
que
hábitat
el
existan

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Capa An,
centros

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lo
de

entral,
intensa
PON
hablaba
el Otro
log

y
el

én
y revelan la

ea
HAD
de
ruta inmigración desde la región amazónica. e que
el Pastaza
el Chinchipe hayan sido los Únicos caminos seguidos por los Cayapas-Colo.
rados; suponemos que debieron usar también las abras rutas naturales, entre
el Oriente y la Sierra: el de Putumayo, el de Pimanpiro, el de Guaman;,
y
—quizás- estos de preferencia, solo que en ellos nO se descubre
la huella cla.
ramente, por coincidir los dos últimos con el territorio ocupado por ellos, ey
tiempos históricos.
Los que penetraron por el Guamaní y el Pastaza, debieron establecer.
se en las provincias de Pichincha, Cotopaxi, Tungurahua Chimborazo. De-
y
ben ser los Colorados que, desalojados de la Sierra
por los Panzaleos, se re-
fugiaron entre sus congéneres ya radicados
en la Costa.

los “angos”, yapas; luego sobrevino el surgimientode


Caranqui-Cayapas- Colorados
de aprendieron
a cons truir las
aculturizados en la Costa, en don-

e
Pz
territorios panzaleos, “tolas”, los que fueron conquistando
q más tarde
sarrollo a la llegada
>
proceso histár
1Stórico que ¡Ó
debió .
de haber estado en ías
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Fig. 17; mapa 7


MAXIMA DISTRIBUCION DEL PANZALEO

ES
E
Caranqui-Cayapa-Colorado

Esmeraldeño

nr Líneas o Colorados cruzados-convivencia


EN Panzaleo
época
do que
en
se
el Ebuidor
encuentran
a 18
en
cuales
varias
pertenecen er voces de origen
pa
regiones, cuya naturaleza no nos es dable re-
conocer.
El siguiente cuadro resume el estado de nuestros A.
InoEOS
<R
acer-

charca

¡puna

ti
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Fig. 18; mapa 6
DISTRIBUCION MAXIMA DEL CARANQUI-CAYAPA-COLORADO

<a Rutas de penetración


Esmeraldeño
==
===] Desconocido

a)
|

Tallán HIGH Convivencia de Pastos y Caranqui-Cayapa-Colorados

y Pasto MATEO Caranqui-Cayapa-Colorados


TE
ecos y

ras de
consecuencias

una
de
ANTROPOLOGÍA PREHISPÁNICA

los
DEL ECUADOR

Estos movimientos de pueblos que hemos bosquejado


que en América se verificaban.
son, en parte,

época muy remota, gentes Paleo-Chibchas-Yaruros, Esmeraldeños, poseedo-


cultura primitiva, de cazadores y recolectores de semillas, pareci-
da a la de los Sirionó y Makú, o a la de los Changos, Uros y Pescadores Pri-
mitivos de Árica, debieron ocupar casi todo el territorio de las repúblicas de
Venezuela, Colombia y Ecuador, como demuestra el encontrarse los Yaruros
en el extremo Oriental del territorio del phylum Macro-Chibcha, los Esme-
raldeños en el Occidental. Es probable que este estado de cosas se haya ex-
tendido no sólo hasta Nicaragua, sino a regiones mucho más septentrionales
a todo el dominio del Super-Phylum Hokan-Siouan-Macro-Chibcha.
Las lenguas del Grupo Miskito Xinca representan, quizás, la primera
diversificación de los idiomas Paleo-Chibchas, pero esta no es sólo producto
de evolución interna, pues hay lenguas como el Xinka, que son idiomas mez-
93

clados.
Los pueblos Chibchas del Grupo occidental, o Arcaico, debieron en
una época, también remota, ocupar un territorio continuo, quizás al E. de los
o
Andes, en las fuentes del Orinoco, de los afluentes septentrionales del Ama-
zonas. Los Barbacoas (Pastos, Coayqueros, Muellamúes y Colimas), los Ca-
ranqui- Cayapa-Colorados, son en este grupo, los que mayores afinidades tie-
nen entre
sí; los Guatusos parecen más diversificados y lo son, sin duda, los
Cunas; así los primeros en separarse del tronco común debieron ser los Tala-
el
mancos, dirigiéndose hacia Norte,
:
los Barbacoas, encaminándose al Sur.
Los Chibchas del Grupo Intermedio del Pacífico debieron vivir en una
Zóna continua; una fuerte presión del E. los dividió, quedando unos en el Ist-

mo de Panamá, otros en la Costa Colombiana, al Sur del territorio Chocó; lo


mismo se observa en el Grupo Intermedio Interandino y en el Grupo Evolu-
cionado u Oriental, dividido en Ramos en Centro América, en Aruacos, en la
Sierra de Santa Marta y en pueblos de la Cordillera Oriental y sus versantes
Amazónicos.
Los Timotes son un grupo retrasado, la retaguardia del phylum, con
los Cofanes Muratos.
y
Los Puruhá-Mochicas jugaron un papel preponderante en el pasado
Pre-colombino, siendo -quizas— los que primero avanzaron al sur.
ta
E la invasión
irrumpen
E
hacia
én
el E.
Colombia,
Cauca,
de los
que
pueblos
desde
Car
Venezuela,
desparramándose,
o APR
luego,
Ocup
por la Costa
Miraciones
partes bajas
del
dl
Pacífico,
lo una de las oleadas de pueblos que empujan de] ñ 3

21 0.: ellos habían sido precedidos por Arawakos, Tucanos, etc., Hay en todo
América una constante corriente mi gratoria, que sigue en orde ]
el pasado de
el de las aguas que bajan por el Orinoco, el Amazonas y el Pla.
inverso curso
otra partiendo de la región boreal de None Amé -
hacia el Atlántico; y que,
rica, avanza hacia el Sur; a esta se debe, con toda probabilidad, la dispersión
del Super-phylum Hokan-Siouan-Macro-Chibcha y, ciertamente,
hum Macro Penutian; a la primera la del Arawako, Macro Caribe y TupiG-
la del Phy-
'
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(LA (3
mA
INTERANDINO Y OCCIDENTAL

Exploración Arqueológica

No vamos a escribir la historia de las investigaciones arqueológicas en


espacio de aquel de que disponemos.Baste re-

a
el Ecuador; eso requeriría más
cordar que
fueron La J
Condamine, orge Juan
y
Antonio
Ha ses alícl
biervaciaidS acercade $ ruinaspreco que q
1
cieron las primeras
AiO a su paso. Las de los dos marinos
bea tienen

como 14 del
Fue descrito

do noticias
templo
por
cc
Caldas.
de cojdlk
Señalamos también
Seco
que Humbo
adotyes,

2d
interesantes, y nos ha descritolose!
'nezChungana, ves Vol
un arco
1906.
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estudios
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los SU

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ha pub licado, en
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(París,
LN
y

asctaphi Ancienne de !'


Equateur Vol: Y
fundamental; en ella se estudian las cult
pleto 1912), es obra
“olombinas, con amplia erudición y bajo el punto de vista antro
absoluta carencia de perspectiva histórica.
co, pero con
Marshal H. Saville visitó el Ecuador en 1906 y 1911, recorrí
la república, y logrando formar colecciones de inapreciable valo
guardan en el Museum of the American Indian, Heye Foundatión,
York, pero concentrando sus estudios, especialmente en Manabí y
das. Fruto de éstos son los dos magníficos volúmenes The Antiqu

a
nabí(Vol. 1, New York 1907, Vol. II, New York
1910), suntuosas
fías, pero en las que inútilmente se buscará detalles de
excavación
ligero propósito de clasificar
cronológicamente las culturas que d
?

A]

q
so ESCALA
s Lo
» Kilómetros E

e
MN

E
y,

|
Fig. 20; mapa 4
ESMERALDEÑO

E
MAXIMA DISTRIBUCION DEL

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de
en
Flena, cuyos resultados nos son conocidos
«anta
anta : merced
Lal
el
A ]

FI Institute of Andean Researches extendió Bentileza,


radio10 de suS na

q
resultados obtenidos
.
a

Agcuador, y los constan en C ollie actividades


1942, Survey and Excavations in Southern Ec
Series, Field Museum of Natural History),
Todos estos estudios, que hemos enumerado a contim
Dorsey, Se inspiran en un criterio eminentemente histórico.

Los fundamentos de la cronología. Las piedras angulares


de la clasi-
ficación cronológica de las civilizaciones del Ecuador precolombino
son las
excavaciones metódicas practicadas por nosotros en las provincias de
Chim-
borazo (territorio puruhá) y en la de Manabí (territorio la Confederación
Mercaderes).
de
En 1918 practicamos estudios prolijos en la población de Guano, ca-

e
vecera del Cantón de este nombre, en la
provincia de Chimborazo y el si-
tio llamado Macají,
en las inmediaciones de Riobamba, que han sidoyada-
dos a conocer en todos sus detalles.120 ho Pal ello
ib A

En Guano tuvimos la extraordinaria suerte de descubrir


una
cación geológica, En la de Se-
que contenía restos culturales. Quebrada San
dastián, excavamos
un barranco de cerca de 8 metros de altura. Principiando
Por la superficie
de
(fig. 21) se notaba: a) una capa de terrenovegeta
espesor medio, correspondiente la
a época colombina. b)
Doc
+00 dl

"muy bien
diferenciadas,
“5 predominan
cuyo espesor medio es de un me
S'aS
po
cenizas volcánicas redistribuidas
Capas -en las superiores-, de
a 0,80 m.
de
.
"a cerámica muy típica, que corres
!
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C
del
)
vecino río de Guano, causada por el derrumbami
hasta hoy, con frecuencia
del cau-

ón, Como OCUrre en e


cañón,
estancado el Curso de las aguas, sepultando —por aleú
tas casas,
'
cuando acaeció el cataclismo las habitaciones
para
tiempo abandonadas— y estos pocos, nada característicos
hay un depósito NO removido, ni redistribuido por
uniforme, de cenizas volcánicas muy finas, de 2,40 m. de
el
vientO, de composición
espesor, que recu-
bría complicados edificios, con paredes de hasta 1,80 m. de
altura; en la par-
te inferior de estas edificaciones están sepultados, entre cenizas
y carbones, AA

infinitos fragmentos de alfarería, ya en el emplazamiento de los


hogares, ya
entre los restos de la combustión del techo pajizo de las
casas, incendiadas
por la erupción volcánica
que destruyó la ciudad.
La cerámica aquí recogida, decorada con incisiones grandes,
Irina,

presenta
un tipo uniforme,
que no se encontró en ninguno de los cementerios explora-
SARA

dos, pero que se encuentra


en las colecciones hechas en la
región, de objetos
de
e

hallados por los frag


azar, o comprados a los huaqueros. Algunos am

ame.

recogidos entre las cenizas revelan la influencia del arte de Tiahuanaco; otros,
muy escasos, -tres entre varios miles- están decorados a tres en
ARA

Se
colores, té0-
nica
negativa (negativa con sobrepintura). Había, pues, una esti
**ural, en la 1*. la (un
AI

que aparecen superpuestas cinco culturas: españa


cuchillo de cobre
con mango de
latón); 2?. la Puruhá-Incaica; 3*. el período
la Tunca-
DANA

S Huavalac; 49, de la de Guano, o SanSebastián; 5”. la de


Uán,
época
a

ns Estaban representados
de Ela),
en elcorte estratigráfico;
Tuncahuán
Pu
CXiste
el tipo de
Huavalac (Huavalac), y NET
Elén-pata (cementerios de Chocón, SantúsY
“tado en el corte. daa

le
El análisis el
de los objetos provenientes del
E
Mueg
hasta la evidencia,
que el período d
porél ar
al Puruhá-íncaico sucede y aqu
£ntos
AN

Y
CAAMAÑO
JACINTO JIJÓN
100
imero pertenece a la
época proto-histórica Cebds
el cuarto encaja en las series peruanas
por los Incas), Por
»

E -
Ano

del arte de Tiahuanaco.


también la cerámica negativa con sobre.
encontramos
a 3 colores” de Bennett). El número [de tiestos], la forma
(“negativo
pintura cronológica de esta alfarería, en el Per
en que fueron hallado s, la posición ;
Ecuador, todo prueba que corresponden a un período más antiguo, quepre.
el
cedió inmediatamente alde
de
Guano
San
y del cual
Sebastián.
sólo quedaban vestigios, cuan-
do fue destruida la ciudad
Pero no son éstas las únicas culturas que se encuentran en Puruhá; que-
conviene notar

e rn
dan dos, que mencionaremos luego, pero antes que, a partir de
la de Guano, forman una serie continua, pues en ésta aparecen, por vez-pri-

APsa
los elementos constitutivos del arte Puruhá, los que se modifican y evo-
mera,
al mudar de las modas y estilos de decoración, sin que se
500
E notándose
4odos hs
sólo en Huavalac la introducción de
artes forman una serie continua, no
Eelo Pei
E distinta, de carácter más
E
Sa.
n Macají primi-
tivo, a la que
Ble
ar
el Cerro de Santa
on en
e sobre Ambato, hallamos
pero más evolucionada, a la
otra alf
que le iS amamos Proto-panzaleo Il, posterior
|
| -SUO)
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por su carácter ría, e Su Mayor


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decorados ya con fi
de barro negro, guras grabadas, ya con un
rei
dl
parte
do, o líneas
con

do de pulimento
espirales
del
de
barro;
muchas
ya con
vueltas,
complicados
visibles,
y finos
merced a]
z
dibujos tallados en q
barro, con un instrumento cortante (champ-levé); había, además, NUIMerosas
figurillas, de tipo no muy fino, hechas en molde. Con
esta
alfarería constim;-
mosel estilo Manteño.
Profundizando la excavación encontramos nuevos cimientos de casa
y otra alfarería muy distinta, en la que predominan los vasos globulares y
las compoteras (platos con pie cilíndrico), en su mayor parte rojos, decora-
dos con técnica negativa; los hay también negros, pero de distinto engobe
que los anteriores, en los que la decoración ha sido hecha por distinto gía:
do de pulimento. En ambos
tipos los motivos ornamentales son los mismos
figuras escaleradas, triángulos, anchas
fajas. Este tipo tiene marcada afin
dad con el de hallaz£”
Proto-panzaleo II de la Sierra. No faltan entre los
de esta capa,
maestría.
A
preciosas figurillas hechas a mano libre, con sorprenden te

hech OS
Manta está llena de ecial, es tán
mo ntículos de un tipo esp
1

t S
rovebhánd
ANTROPOLOGÍA PREHISP
ÁNICA DEL
AAA ECUADOR 103
Hay también en Manta (fig. 24)

e
7 otros montícu 1

con
|
terraza o terrazas laterales, y Una sencilla escale
el ancho
la
plataforma, en donde se encuentra
un

A
figuras, Er0: en el barro fresco, con un instru
más das la
que de Proto-panzaleo
1, pero

ed
écnica; en el mismo fondo del basur
otro similar.

aE La cerámica, hasta entonces desconocida, se

a
e8
a
de: a) fragmen-
E
Ía

tos de vasos decorados

E
con técnica negativ
]
Iva, con comp
> figuras de ofi-
Sy cs
;
infura roja; esta es la característica alfareríía de Tuncahuán;
, ó

Ee
pintados
>)
Jo o café, sobre fondo crema, escalera das, esto
es, muy E
Paregl al estilo de Chaullabamba, en c) con adornos
ol

1
2
dos, realzados con el empleo de ¡ras de distintos colo-
Ed E pl
ó

LS
s así limitados, parecido
A

al de las “sillas de ba-


5 muy S

$ distinto
¿

grado
de

aññar);, d) buccheros* con


5
por
,
los desmontes exteriores de una e las pirámides de Proto-
Panzaleo II,
encontrar os fragmentos comolos del tipo (c),
¡po

(Cc) de la cla sificación


anterior,
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los
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ANTROPOLOGÍA PREHISPÁNICA

enumeración

delgadas,
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trazar
de dar
sido
fragmentos
otros,
pero
muy
de las culturas
cuadrada—,

color
AN
rojo, O

pulido
de
que
sea
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complicados

NS
mayor

este
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descansa
con
completa,
cocida,
rojizo

más
estilo
encuentra
sobre
que
dibujos
DEL ECUADOR

encontradas en Manta —todas


falta
las
claro,

a
ha

CSmiGro,
provienen
una. Es
caras

de
los
las
sido

0'Se
de
interiores
exteriores

ofidios,

lo
de
una cerámica
los vasos son
están cubiertas de
Cortado con un instrumen-
cuando ya estaba seco
dibujos; el campo limitado
por
ha oscurecido un tanto.
un yacimiento enteramente
cerca del actual cementerio y es
terreno estéril de
sitio de los corrales había una construcción absolutamente
demás, que no cabía duda era incaica, en donde se encontró
dazo de aríbalo, que estaba mezclado con fragmentos del tipo corriente

Estos hallazgos determinan de modo claro, la sucesión cultural de


dos los estilos, menos aquel encontrado cerca del cementerio
la semejanza de los dibujos con los
hemos designado con este nombre, el

CULTURAS MEDIAS
que se ven en

que por sus vinculaciones con los di-


bujos hechos con técnica negativa y sobrepintura, sólo
mediatamente, o ser el que sigue a éste: así tenemos:
to-
actual que, por
ciertos sellos cilíndricos,
puede antecederle in-

1) Proto-panzaleo I
2) Proto-panzaleo II
3) Tuncahuán
4) Sellos cilíndricos
muy
otros restos culturales.
diver-
un pe-
en la

3) Sellos cilíndricos
4) Tuncahuán

i CULTURAS MODERNAS

e
5) Manteño
6) Incaico

El Sr. en
(19
G.H.S.Bushnell, según la comunicación publicada Man
40-90) y los
datos, dibujos, fotografías, planos y muestras
*" tuvo la
E
extremada gentileza de proporcionarnos,encontró en laregiónde
Elen territ n
o Santa = distinto,
nti
la otra, la de Engoroy, y la tercera la di ha on

e
duda;
nor
lante cerámica polícroma,
a
dos Mea.

es de distribución muy limitada, y biela


ntran en ella. Siendo conocida la
edad
el sitio de La Libertad
de Us
,
an.
encontrado en
Bushnell
claro:122
e:
JEtos
el orden es
1) Guangalá

MODERNAS 2) Engoroy
CULTURAS
3) Manteño

del Carchi es muy abundante en cementerios, entre los


La provincia
cuales hay muchos ricos en objetos de oro, lo que ha estimulado laactividad

de los huaqueros, que han llegado a tener gran pericia para distinguir las tum-

criterio comercial, vale la pena de excavar. El Sr. Carlos


bas que, bajo un
historiador de nota y brillante investigador de las lenguas y
Emilio Grijalva,
tradiciones de esa provincia, reuniendo los datos de los huaqueros con los de
su propia experiencia, nos da
la siguiente clasificación de las tumbas que allí

se encuentran:
“1) sepulturas en pequeñas tolas [montículos] sin fosa cavada (tolas

del Pichitán y grupo en un potrero de El Aliso, en la parroquia de El Angel)

2) sepulturas de fosa cavada dentro de


las
tolas (grupo del Chichu, ha-

ciendo Pucará de Santo Domingo).


tola en
3) Tolas piramidales, con rampa, como base de habitación (una

en la vega derecha río Chota).


la hacienda San Francisco, situada del
0 más
dos
4) Bohíos [casas circulares
con muros anchos de tierra] con

0E
tumbas dentro de la habitación.

sola
.. habitación...
> tumba central en la
ón propi:
mba dentro de la habitación y con un pante
mente dicho Señalado
»
con una tola [montículo]. qUé
7) Bohíos Con varj gral,
cenúe»
ba
Aer ARO tum
a a una
¿
É

Contiene una
urna
pequeñas, junto
ANTROPOLOGÍA PREMIS BANCA
DEL E
CUADOR

,
en la
$e
LS es probable se trate de
novena y décima que construcciones incaicas .
$-
tantes son aquellas en que, perfectamente separadas, en cementerios distin-
tos, se encuentran tres clases de alfarerías.
La primera, a la que corresponde un yacimiento excavado ca Chava-
yán (El Angel), se caracteriza por: a) vasos decorados con técnica negativa y
sobrepintura roja; b) vasos de barro anaranjados, ornamentados con fajas, fi-
guras escaleradas y triángulos, hechos con pintura roja.
La segunda, que se encuentra en los cementerios de Puchúes, el Aliso,
y el Capulí, en San Gabriel, es de barro rojo oscuro, con decoración simple-
mente negativa.
La tercera, que es la de los mal llamados “bohíos de Cuasmal”, es de
pasta anaranjada, decorada positivamente con pintura café o roja, con líneas
finas, a veces con representaciones humanas o zoomorfas y, de ordinario, con
dibujos geométricos, en los que predominan el reticulado y las grecas. —
Existe otra alfarería muy escasa, cuya asociación nos es desconocida;
en ella el dibujo ha sido grabado y los campos así limitados, pintados con dis-
tinto color. j | E
La cerámica de los llamados bohíos de Cuasmal, como lo hemos de-

es:
mostrado, el Sr. Grijalva y nosotros, pertenece a la última época,
Poránea con la conquista incaica; así la sucesión cronológica
la
sien
CULTURAS MEDIAS negativa con sobrepintura
- Cerámica ER
- Cerámica positiva de El Angel (Tuncahuás) i

po
EX
CULTURAS
sa

MODERNAS - Cerámica negativa (Puehúes)


de
Cerámica positiva Cuasmal
sa E E

, £n sepulcros
yen pozos; hay otras
Montículo superpuesto por —último—
y
tumbas que
montículos
4 PE A E
Ne
eea
obra
(to!
y?
5)
,

E
opti 208 E En
y

es
AÑO

o
|

y
Se han sepultado los moradores, que “OeSPOnder,
|

pe "
cuy os flancos alíúl. p
pues: «y
p no ,
les, en cronología €s, |

tiemp0: La yen
timo y
MODERNAS 1) Sepulcros en pozos Negativa
nes Ps cl ps
CULTURA g
2) Tolas con pozo -cerámica positiva ya 10
00
|

3) Tolas moradas Pe,

pc ro
C
de Pichincha, Cotopaxi y 200 forman el territo.
Las provincias el
se levanta Hospital Eugenio Espejo”,
|

rio panzaleo. En Quito, donde


incaico, en el que se encontró :
una E
cavamos un
cementerio Compotera (plato

con pie cilíndrico), que recuerda las de


fragmento
Panzaleo
cañari
1006

de la
las
última
o
inmediaciones
época. En e] ba-
ge

halló después, casualmente, UN

en la ciudad de Quito, entre las calles Chimborazo, Alian-


rrio de San Roque,
estudiamos una cañería incaica, encontrando numerosos tiestos
za y Bolívar,
cuzqueños junto con otros típicos, del estilo Panzaleo II.
Los cementerios de Chaupi-cruz, N. de al
Quito, proporcionan una al-
farería rústica de formas especiales, en parte con decoración grabada y mo-

delos de clara derivación incaica, mientras en otras tumbas no se encuentran

estos tipos y las ollas están decoradas con técnica negativa, que recuerda la

de las sepulturas en pozos de Imbabura.


Decor:
En Cumbayá estudió Uhle un cementerio de la época de PanzaleoÍ, 5)

cuya edad es conocida por su asociación con Tuncahuán.!?* A Negati

En el cerro de Santa Elena, en las inmediaciones de Ambato, estable [| 7) Chaup

cimos nosotros el período de Proto-Panzaleo Il. 4 Incaic,

En la hacienda Guadalupe, encontró el Sr. Dn. Gustavo Mortensen


había Mm2-
Gangotena una estratificación invertida, en la que en la superficie
nifestaciones típicas de Proto-panzaleo 1 A qué
en interior los fragmentos
y el
han servido para establecer el
período B. 1
De
los diversos tipos de alfarería de la región, todos, salvo uno, qu
, an perfectamente
clasificados, y decimos salvo uno por cuanto estudiadE hay otro.
ocupa un lugar intermedio
entre Panzaleo 1 y III, del que no Sé ha
nl especial, el Panzaleo II, al pertenecen los ¡toriO jetos

es
aún ningú 0d)

e
ingún yacimiento ;

im que :
que se hallaron en una tumba San Gabriel (Carchi,
en

Pc dl
;
Centro industrial
hacer
notar hoy Pujilí (Provincia
que aún oy es Pujilí de Cora
(Provin
empre
£5

y que los indios que la fabrican


a1

de

805 viajes,
do el producto de los V£ p
su industria, y se
llevando a cuestas un gran cargamento de
minos ollas. Lo qu
de
ha hecho por siglos, como lo demuestra el hallazgo de sio hace hoy,
ía más
sa
distintas
alfarería
épocas,
sirva para datar
en Carchi, Imbabura
muchas tumbas. y Chimborazo: de
>
Peral
allí
dis
que es
cuevas de San Pedro, en Baños de Tungurahua
En las
has

por
había uNa cerá-
mica especial de puro tipo Jíbaro.
del territorio
La cronología
es,
panzaleo pues:

CHAUPI CRUZ TERRITORIO PANZALEO BAÑOS DE


EN GENERAL
TUNGI
5
Culturas medias

1) Proto-Panzaleo IA
2) Proto-Panzaleo IB
3) Proto-Panzaleo IH.
4) Panzaleo I

Culturas modernas

o
5) Decoración S) Panzaleo II 5) Cuevas se
Negativa 6) Panzaleo III San Pedro
: 9
7) Chaupicruz 7) Incaico
Incaico

A a
Los señores Donald Collier y John V. Mura, estudiaron yA la SS
E
gión meridional del
territorio puruhá y la septentrional del cañan, b
y

Prolijas excavaciones Cerro Narrío, Shillu y Cashaloma,
en

PS A
Perficiales en Quillohuac, 1943 el Survey and
publicando en Se- |

Southern Ecuador (Field Museum of Natural History,


á

|
"is, Vol. 35, pp. 106, 54 láminas).

ea
del Norte,

ani
; lo menos
Según ellos, la cronología de la región cañan, Lo Moderno”. En

lO PE
“ría muy Antiguo”
sencilla; dividiríase en “Narrío Y

ode
|

:. Modeno” habría dos tipos de barros importados,


"Sgro
grabado”, “rojo grabado”, “rojo lustroso "45
moderno,

A 2
E

rojo a bandas incisas” y “blanco sobra


Puesto por “artefactos
puruháes de toda época .
os
líneas generales, peca en su detalle.

, puede probarse que Tun-


Í ormas propias de Puruhá, pero un ser-
las O tras
que
al
:
más antiguo
8 Murra,
]
|
án es m Collier y fijar de modo
2=

do los señores
Orta Chaullabamba (Narrío Antiguo
tre el estilo de para
el estilo de las “sillas de barro de Na-
del AZUAy para Uhle),
ellos, Mayoide stilo propio de loca
10
7 SE X importado”,
3 de ellos, que es un e prop es a E

le
io” (“complejo ;
río sobre el cual
l
siempre habíamos vacilado. E
el de Tuncahuán, asunto

SNyE
lidad) y

os
incaico se asocia dos
En
el territorio
decorados
cañari,
con
el
pintura
arte
blanca sobre el fondo
con
rojo del enlucido los
factos, los
de una pluma, o con una

e.
ornamentados con grabados hechos con el canuto |
E

poCha
caña.
el cual
E

Los primeros tienen antecedentes en el estilo de Tacalshapa, en

no faltan ejemplo de decoración negativa, semejante a Elén-pata. |

Precedente inmediato de Tacalshapa son ciertas formas en la que apa- Do decora

representado en
rece claramente el influjo de Tiahuanaco, que se encuentra táMica

tipos epigonales, imposibles de desconocer y casi clásicos, en Chordeleg-


barro de
Luego aparece el período de Tuncahuán, el de las “sillas de Caica,

*
(1) Cerámica grabada- Período
de Yunguilla
(2) Narrío antiguo (Collier
y Murra)
Mayoide (Uhle), Chaullabamba
(Jijón).
(3) Sillas de barro (Uhle,
Jijón) -Narrío moderno
complejo X (Collier y Murra) co ;
(4) Tuncahuán (Jijón)
(5) Tiahuanaco (Jijón)
(6) Guano o San Sebastián Narrio moderno
(Jijón) con
(7) Tacalshapa complejo Puruhá
(8) Cañari Moderno (Collier y Murr)
(9) Incaico
(9) Cañari- incaico

En varios lugares del territorio palta se han encontrado fragmentos de


Proto-panzaleo 1, y en Santiago vasos de Proto-panzaleo Il, y en ese y otros
del período de Yunguilla.
parajes, alfarería
En Chigilanchi, Uhle excavó un templo que contenía cerámica del ti-
po Chaullabamba, sobre la que se superponen objetos que ocupan un lugar
intermediario entre Chavín y Tiahuanaco.
La cerámica de Loja, posterior, se caracteriza por su rusticidad y por la
decoración hecha con las uñas, a modo de repulgado de pastelería; es la ce-
rámica palta.
En el valle de Catamayo hay una alfarería peculiar, de inspiración in-
caica, pintada con rojo o café, sobre el fondo más claro (amarillento sucio)
del barro,
La cronología del territorio palta es, pues;

CULTURAS ANTIGUAS 1) Proto-panzaleo 1


|
2) Proto-panzaleo Il y Yunguilla
3) Chaullabamba
Tiahuanacoide- ==
Chavinoide
4)
CULTURAS 5) Palta
MODERNAS 6) Catamayo
7) Incaica

“aciOnes
americanas, se aprecie la posición re
'0 > 4 para que .
describir
. .
2

en las páginas siguientes.12


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EPOCA
|

[
PRIMERA
ypu
|
Proto-panzaleo LA

ey
Cultura de
e
I descubierta la suf
civilización de Proto-panzaleo fue por NOSOtros en el
La de Riobamba (Provincia de una
Macají, en las inmediaciones Chimbo- con
Cerrito de E
plato
razo).
conocen de Chimborazo Ae
(territorio
yo
sécnica,
Muestras de esta cultura se pumhg |


de la provincia; de Tungurahua demions panzaleo); deCo- MÁS:
en varios lugares H

laa
A

de Loja dello
Í (territorio cañari); (territorio palta);
topaxi (id); de Joyacshf Y
¿yg
colorado); de Manta (Provincia de Manabí, terri- | dl recipien
Daule (territorio campace O
A

torio de la Confederación de Mercaderes). | Ñ B)(


Bajo el punto de vista estilístico, se divide en: Proto-panzaleo1A,IB- |
ba aún hún

y en Proto-panzaleo
1 de la Costa. Las dos primeras de estas divisiones tie- sellos suj
;
así estudiar cul

eS
valor cronológico, lo menos en Tungurahua; al esta PP
nen por a
E

tura, lo haremos separando sus manifestaciones costeñas de las serranas y

considerando separadamente a 1 A de I B.
rodados,
En Macají encontramos construcciones hechas con cantos
tenía un zócalo
Unidos con barro y una pared de tierra amasada -tapia- que
de la servían de Ct
exterior piedras laminadas, colocadas de punta, que a vez
-
[SPUeEO, y recubierta en su cara externa con piedras pequeñas de cantos lame

pemodos fandesitás), dispuestas en hiladas horizontales y enlucidas con un”

tds
so ros,
y
es

.
comunes (casa colmena).!?6
0% de paredes relativamente gruesas, de barro bien
ranjado sucio, ordinariamente sin engobe.
a
a

Eason: a) ollas globulares; b) platos h


id |
CÓNICOS, huecos, con una perforación
26); los pies de las compoteras son de paredes ligeramente
cón-
(fig. 27), las bases de las ollas con pie bajas.
cavas
La decoración €s:
A) Plástica. En los cántaros antropomorfos, que eran, quizás, globula-
se había representado en el cuello, que era corto, una cara humana, me-
res,
diante la superposición de pedazos de barro; los ojos son elipses longitudina-
les, con una ranura (coffee bean) (fig. 28); las orejas, cordoncitos curvos: en
un plato de la clase h se había representado con algún arte, pero con la mis-
ma técnica, una cabeza humana (fig. 29).
Más frecuente es la decoración plástica que llamamos “aletas de
pes-
cado”, la cual consiste en trocitos alargados de barro, pegados a las paredes
del recipiente, con una serie de incisiones en la cara superior (fig. 30).
B) Grabada, que es la típica del período, hecha, cuando el barro esta-
ba aún húmedo, con un instrumento a modo de peine, formado por tres o más
palitos, sujetados de modo de trazar líneas paralelas, las que, o son cortas,
dispuestas en varias direcciones, o largas delimitando campos cuadrangula-
res o triangulares, ya cruces en el interior de los platos (fig. 31).
C) Pintada: zonas enlucidas de rojo están, en raros vasos, limitadas por
líneas grabadas, con el instrumento a manera de peine; en otros vasos
)
lapin-
tura roja se ha aplicado al labio de los vasos.
|

Los indios de Proto-panzaleo 1 que vivían en Macají eran agricultores;


conocían el cultivo del maíz, poseían un animal doméstico, el cobayo, O Cuy
(Cavia cobaya). Nos inclinamos
tramos, eran, como los de venado, a creer que
productos
los
de
huesos
cacería. E a
de llama que encon-

La decoración 1 A se encuentra, sin


típica de Proto-panzaleo
E1ón al |
119

Cultura Proto-panzaleo 1A

Fig. 31. Vasijas con decoracie Es


la Sierra
rt

A20

Cultura

vo

tes

en
ndas,

fueron

el
JACINTO

suelo
de

Este período
Mortensen,
hua).
sE
Se trata
en la

los
de deyección,
de
de
en

que
en
las
IÓN

su
una
parte
es
h
Y CAAMANO

Proto-Panzaleo

conocido
acienda
estr

primero
las capas
viviendas,
las capassuperiores
mientras los otrosson

ssEl
IB

llevaron
1

fueron

leoales
por
de
atificación
superior de una

y
inferiores;
los

los

los
los
hallazgos
Guadalupe
invertida;
colina,
. .

que
que
los
como

quedaron
estaban
movieron
quen
hechos
(Patate,
indios
lo

a
z
por

sepultados
mayor
después

Las formas predominantes son: a) cántaros globulosos


-
y

de
el
Provincia
habían

en
sy

el
de
ten;
atestiguaban

quedaron
las
ñ
a
ÁS

cono
profundiq ad

cuello alto;
—b) platos:hemisféricos; Cc) platos de fondo plano, con talón saliente y paredes
o inclinadas hacia el terior; d) compoteras; e) ollas globulares.
e
barro esbien cocido, siendo frecuentementelas paredes delgadas;

ríodo anterior, pero aparecenotras más perfeccionadas,

A
irregular de la superficie.
leras d
conunpumas muy
Susta.
Un

fino,
S
-

vi.
0y:

Tecien.

di

el
AS
¡campo queno se graba, O

ontrasta con el resto de


Bde la Sierra
adas CulturaProto-panzaleo 1
32. Vasija fragmentoscerámicoscondecoración pintat!228"
: dasica
18.
y
==. ECT [fotodelaediciónoriginal] NICO E alLA
CAAMAÑO
y

I del Litoral
Cultura de Proto-panzaleo
del Litoral
No es posible decir si el P roto-panzaleo I
la Sierra,
corresponde
si
ae.
aleo 1 A, OI B de representa dh
sí es tan sólo una modalidad local.
oca, o

Se lo conoce por el resu ltado de las excavaciones metódicas en


Manta

en el A lto Daule.
hechos
Pe
hallazgos

105
| !
y por de este tiempo (fig. 24), terra.
A estudiamos un montículo
vestíbulo
con

cantos HO trabajados, con un en la parte


zas laterales,
anterior, y una
hechas con
sencilla escalinata que tomaba todo el ancho de
la
fachada.

de esta época, En la Costa, son: a) platos trípodes; b) ollas


Las formas
dos casquetes esféricos que se reúnen formando ángu-
trípodes formadas por
amplia base; d) ollas globulares de gollete angosto y
lo; c) compoteras con
e) grandes cántaros, constituidos por dos secciones que se juntan en án-
bajo;

ligeramente salientes.
Los labios son: 1) rectilíneos, ligeramente arredondeados; 2)
salientes,
hechos con unatira de barro superpuesta, que forma una especie de cornisa.
El barro es de color grisáceo, tosco, de paredes gruesas, en la mayor
parte de los ejemplares, sin engobe.
dos tiras de barro redondas, que se reú-
Los trípodes son formados
por
nen en ángulo agudo, dejando un espacio hueco, de cordones de barro retor-
cidos, o en forma de cabezas humanas
(fig. 33).
pi
>
pm
ici
es grabada
en el barro fresco u obtenida
o de la superficie (fig. 34); en la primera se observa
por
distinto gf*-
empleo
el
LS
0 2 manera de peine (figs. 33 35), el hecho a mano libre co?
y o
punzón. Mene el dibujo de grecas,
triángulos, o fajas.
he Cultura de Yunguilla

miento de barro de la
Son por eso, » los
e Siguió más adentro
Neoriginal).
montículos erjo;
retos de otra casa (cocina con ceniza,

yl
o el su
el suelo
e
original
A
er

non deanpin”: y mad


ANTROPOLOGÍA PREHISPÁNICA p EL

Fig 35, sE Cultura Proto-panzaleo 1 del Litoral

>
anera de peine
Mégmentos
de vasijas grabadas Con instrumento a M

[foto de la edición original]


al
“mica encontrada en la parte superior de!
momia que
a
La cerámica
la hallada por él en Chaullabamba, la
“mayoide”, esto
en
es, Que
Uhle llama de “Narrío antiguo”, si bien
| nombre es

ee Murra d
:

esignan con e allí


Co llier
,

en Narrío,
E
d onde n O es del

A
:
AS
la decoración negativa que todo
más del no
desconocida,!3! y que en Chaullabamba, lugar que conocemos un so.
; hallada bajo el montículo está representada por MUy pocos
fragmentos; las formas que Se pueden reconocer
pS) compotera de pie ba-

jo, ancho, con cono truncado; b) vaso de paredes cónicas, por lo menos en un
segmento; e) olla de gollete alto, angosto, saliente.
El único reborde de que disponemos es recto, en :
ángulo de arco reba-
==
La decoración (fig. 36) es: a) grabada con líneas sumamentefinas, he-
chas con un instrumento cortante, probablemente una astilla de obsidiana, en
el barro ya seco; los dibujos son bastante complicados y deben tener carácter
figurativo; en algunos ejemplares, en los que las incisiones son más anchas,
éstas han sido rellenadas de pintura blanca; b) hecha con las uñas,
con las que
se han hecho impresiones, formando bandas en el barro fresco;
c) impresio-
nes hechas con un palo, en la masa aún maleable,
nen los dos casquetes de una olla. Esta
en la región en que se reú-
alfarería, si se exceptúa un fragmen-
to, carece de engobe, o pintura, de
es pasta muy fina, perfectamente asada, de
En el que tiene la decoración
hecha con las uñas, hay
da ta sobre el fondo
en las
|

|
en una hilera horizontal, negruzco, que se han impreso
a distancias simétricas.

nd
Este estilo, al ¡1gual
que Proto- P anzaleo
encontrado al
10,
excavar un D
IB, :

tiene
:
cierta relación c
Cultura de Yunguilla
finas O Con
ación grabada en líneas
[foto de la edición original]
CIVILIZACIONES MEDIAS

SEGUNDA EPOCA 4

Cultura de Proto-panzaleo Il
la [
Este período fue determinado por nosotros en excavación del ce. y
Santa Elena, en la parroquia de San Bartolomé, en las
menterio del cerrito de f
Ambato (región panzalea). Se conocen objetos del estilo
inmediaciones de
de distintos lugares de las actuales provincias
allí encontrado, provenientes
Tungurahua (región panzalea), Chimborazo (región
de Pichincha, Cotopaxi y |

puruhá) y de Loja (región palta). |

la
En provincia de Manabí son muy numerosos los yacimientos de es- |

te tiempo, durante el cual estuvo muy floreciente la ciudad de Jocay (Manta).


el
Entre arte de Proto-panzaleo II del Litoral y el de la Sierra -que es perfec-
tamente uniforme- hay marcadas diferencias. |

de la Sierra
A. .

e
Proto-panzaleo II A

Las formas características dela cerámica son: a) platos hemisféricos


(pucos); b) ollas globulares, algunas muy típicas, perfectamente

teras-platos con pie e


perforado; g) debase
a

seg
un instrumento a mode
llete de una olla se har
ANTROPOLOGÍA PREHISPÁNICA
DEL ECUADOR 1
29

seco,
neas
Con
antes
un
de
verticales
espino,
la
(f18S.
2
cocción.
37-4,
un
O
Así
38-3
se
y
han
de silex
trazado
o de
con
obsidiana,
más o
4); dentaduras en el borde de una
en el barro casi
menos descuido lí
pe ;
po-
(fig. 39-1); O líneas finísimas verticales y horizontales,
tera que -quizás- 1mi-
un tejido de cesta (fig. 38-2).
tan
B) Pintada según técnica negativa, aplicada sobre un enlucido fino, ro-
de.toro-y"coM UIMEBIO sucio rojizo. La superficie pintado negativa-
jo sangre
mente es la que ha recibido el empañete y en esto se diferencia el negativo de
Proto-panzaleo ll del de los Pastos y de Elén-pata y de todos los demás del
Ecuador. Predominan los polka dots en el fondo de los platos, divididos en
campos por una Cruz (figs. 40-3 y 4; 41-1 y 2) y las fajas anchas verticales
(figs. 37-1; 40-1 y 2). En algunos ejemplares parece que el engobe, donde no
ha recibido el color negro, se ha desprendido; pero en otros es claro que só-
lo se ha aplicado éste en el lugar que iba a ser coloreado de negro, que en ta-
les casos resulta café rojizo (fig. 37-2).
El fondo
un dibujo positivo.
de una compotera
En este ejemplar
ha sido
no
ornamentado
hay engobe;
asobre
color
el
perdido!32 con
barro anaranja-
do resalta la figura café, pero puede advertirse fácilmente que para hacerla se
sumergió en la tintura la pieza, en la que con cera u otra resina, se había pro-
tegido las partes que se quería quedasen del color del barro (fig. 39-3).
C) Plástica: protuberancias horizontales, delgadas, largas; transforma-
ción de las “aletas de pez” de la época precedente (fig. 38-1, 2 y 3); cabezas
escotaduras en el
de murciélago (?) en el borde de las compoteras (f18. 41-2),
borde de las mismas (fig. 39-2), figuras de un varón desnudo, sentado en Cu-
representan al “dios
clillas (fig. 42-1), con el órgano sexual prominente, que
de nuestra clasificación del Panteón
viejo con brazos de niño” (divinidad F
Es
Caranqui).133
circulares, con una cueva O
Los sepulcros de este tiempo son pozos

tapado con un verdade-


ni

a
ZO no contenía ni cadáver ni
ajuar cueva, y estaba
conservan Su
ro enlozado de piedras de moler; son éstas canto s rodados que
enla
la ha hecho una
se
e
forma natural en todas las caras, menos superior, que

superficie cóncava, que el uso ha profundizado.


| Em
Ocm 5 10
ANTROPOLOGÍA PREHISPÁNICA DEL ECUADOR 131

:
Cultura

2
0 cm

Proto-panzaleo II
5

Sierra
de la
Fig. 38-1, decoración plástica con protuberancias horizontales

Po
original]
[foto de la edición
10

Fig. 38-2, decoración con líneasverticales horizontales, a manerade cesta

ds edición onginalyo o SPB


y
LEA
Cultura Proto-panzaleo Ilde la Sierra
Fi'8- 40-1 :
y 2, cuencos trípodes con decoración negativa en fajas anchas ei
verticales
[foto de la edición original]
E'8- 40-3 polka dots
4,
y cuencos trípodes con decoración negativa en
[foto de la edición original] |
dea:
a

es
Y
z
CAAM AÑO
JACINTO JIJÓN
134

A
II, en la Sierra, es bajo cj

ciertos
Proto-panzaleo
Bajo

tización
SS 1ViliZaci de rey
laESheredera continuadora de la que le precedió mas MO puede ]

afip.
pectos
z evolución ella;
a
de

3
y nuevos
marse que sea tan SÓ 0 E | perfeccionamiento
el más importante, la
ele
han introducido, Sie ndo primero y técnica pe.
mentos se
gativa.

Proto-panzaleo 1 de Manabí

Algunas de las más importantes ruinas de Manta datan de este Derío-


do: son pirámides cuya estructura sólo se puede reconocer panda se las ha
excavado. Para su emplazamiento se ha aprovechado de un desnivel del te.
reno, que presenta mayor altura hacia el oeste, o sea hacia el mar, y que per-
mite la construcción de una plataforma, cuadrángulo alargado,
cuyos lados
menores son el oriental y el occidental. Para obtener esto se han hecho
exca-

bajados y puestos de filo, tal cual eran arrancados de las


rocas estratificadas
de la vecindad. Las terrazas varían
en número según la altura de los costados;
del que mira al mar se desprende
una escalera c on amplios descansos, ence-
rrada entre dos anchos pilones
que tienen la misma altura que la plataforma
(152% ===
labios son: a) rectilíneos, arrendondeados, b) biselados, c) salien-
Los
tes.
Hemos dicho
:

enlucidas,
que
sean
en
los
esta
vasos
e
cerámica,
negros
las superficies
(bucheros) o no.
visibles están casi

siempre
En los que lo son, que tienen un color azabache, los dibujos ornamen-
más brillantes que el resto de la superficie, sea por mayor pulimen-
tales son
lo afirmamos antes, sea porque al ennegrecerse las superficies
tación, como
pintadas, adquirieron mayor brillo.
tienen color sonrosado!35 (pinkish
Los fragmentos que no son negros
cinnamon), sobre el cual se ha aplicado una pintura café de verona (verona
brown), para producir la decoración negativa, consistente en fajas y puntos
44, 45). Hay también triángulos escalerados (figs. 46,
(polka dots) (figs. 43,
47) y figuras más complicadas, como las de la fig. 48.
Esta cultura produce figuras notables, hechas siempre a mano libre y
sin empleo de molde. La cabeza humana con que se ha decorado el gollete de
50,
lo tiene mayor la de la figura
una olla (fig. 49), no carece de mérito, pero
la 31.
que es de barro rojo grisáceo, sin
En la fig. 49, vemos que los ojos
engobe, y
han
la de
sido
barro
hechos
negro
con
de
tres
fig.
incisiones |
|

ranura al ruedo, los párpados.


para representar
Por estas y muchas otras cabezas podemos deducir que
de de
4x1
México; que usaban »

medias
a
las figurillas, . .
como en las civilizaciones
z 3
cerámica de este período tiene un marcado parecido en form
con la llamada Usulutan, la más antigua alfarería nadas

E a
o
decoración

a
lor y encontrada
América, qUe me por Lothrop en un estrato geológico
Centro que
antedata los
Copán y
SO
Tzimin
Zapote
Kax,
(Salvador), que se halla en
más antiguas de que se conoce de Chukumuk
las capas
Xicomuk, Arebalo,
Olancho y Playa
Miraflores,
de los
Semetaba,
Muertos en
Zacualpa,
Honduras.!36
Salcaja en EPR >

de

Cultura de Chaullabamba

Designamos con este nombre la civilización descubierta por el Dr.


Max Uhle en varios lugares del Azuay y que élllamó “Mayoide”,
histórico
nombre que
no adoptamos porque prejuzga un problema muy discutible. No
adoptamos tampoco el de “Narrío Antiguo”, que le dan Collier y Murra, por
evitar confusiones, ya que reservamos el de Narrío para la civilización poste-
rior de ese lugar, caracterizada por lo que estos autores designan “Complejo
X”, que creen es producto de importación. Esto es inaceptable, pues no cabe
ni suponer que piezas tan voluminosas y frecuentes, como las llamadas “si-
llas de barro”, hayan sido transportadas desde lugares distantes, por cuanto
no se conoce ningún paraje al que se pueda atribuir esta clase de alfarería y
porque barro de que está hecha es el mismo
el del de los demás objetos de la
región.
-
Llamamos
a esta cultura de “Chaullabamba”, por
mejor representada es en la hacienda de este nombre y en
cuanto
la de
donde está
Huangarcu-

a
cho, inmediata
a ella. de
al O.
Donde
se ha encontrado es en Cerro de Narrío y alrededores

ce
desde
la villa de
-

Cañar: sobreel mo Zhamahemsen Nartal NO. de Cañar,

euo
eullabamba hasta Huangarcucho, en la orilla derecha del río o
da
del Guaguazhuma,
en la hacienda Sta. Marta, en A
Ec cl de-
Pe
Se de Azogues, en las haciendas Carmen
EE Gua-
la
a
leo de Cuenca, en de Bulcay, en laregión Sango
de
alán, Chordeleg, Sigsig, cerca Sl. ARAN
RES *l AmableMaría.
Valle de Yunguilla, en Loja,en Chinguil
!
á
E

:
E

l
'

47

RA
O0cm 5 10

Cultura Proto-panzaleo 11 de la Sierra

O
estal con decoración
antropomorfa
Otera con decoración
negativa en fajas y puntos

oo
d Proto-panzaleo 11 de Manabí
: Fig 43,
Fig, 44, decoración en fajas y puntos [reemplazo]
. «Fig,45, ac
Cultura Proto-Panzaleo 11 de Manabí e
5
:

Fig. 49, olla decorada con una cabeza humana


de
Fig. 50, cabeza humana
grisáceo...
barrorojo
Fig. 51, cabezas humanas de barro negro LES
ordinario, los yacimient os de este tiempo
capas
son estratos
gruesas, que
de

1] e
tj
esto S dide

De constituyen
Bo a te
7

suelo; en Narrío
el Uhle
e

Chinguilanchi,
»

seminados en En . X Cavó 5

ros de espesor. un
ar
.
montículos
2
de tierra de 6 m m.
-

ra, hechos de tierra, con algun as pj e.

ho, e uen ran j


Cl-

Rircay y Minas.
las faldas de los cerros, como en el de Llaver (Chordel e eg) hay mu-

E
En )

caE
de altura, hechas e piedras
pi

rallas de este ti dos y tres metros de


chatas
AS
dos

e
s horizontales, que sostienen o tr Super-
más
2
o menos 7 m. de ancho.!137
u
puestas,
E
) |

Chinguilanchi es un a cantera de cal, con tres excavaci ones hech


ra explotarla, cuyas paredes E erticales permiten examinar
E

la OMPOsiciólón del
c E
os de piedra calcárea, de superfici
:
terreno. “Sobre la c a
ES pa gruesa de arcilla
1cie y altura muy
=
(mergel) y a sa siguen diferent
o
ntes
Cultura Chaullabamba
|
Fig. 52. Botella antropomoría
ANTROPOLOGÍA PREHISPÁNICA
DEL

edes inclinadas; €) id. de paredes hemisfér;


do pe
i

Collier y Murra clasifican la alfarería de este tiempo, de la que no lo-


una representación completa, en a) rojo sobre amarillo TOJIZO y sus va-
an
raron
A, B y C; b) rojo sobre amarillo rojizo fino; c) Cañar pulido: d) Ba-

ve; 3) pintada; 4) grabada; 5) por distinto grado de pulimento; 6) negativa.


Dos o más de estas técnicas pueden estar asociadas en un mismo objeto.
Rojo sobre amarillo rojizo. El color es un amarillo rojizo claro. Es una
alfarería bien acabada. La forma usual es la olla globular, con gollete bajo.
La decoración consiste en pintura roja, aplicada al labio y en una o más ban-
das horizontales.
Rojo sobre amarillo rojizo A. Ollas zapatos con una cresta de incisión
y bandas rojas.
Rojo sobre amarillo rojizo B. Ollas bajas, tazas, fuentes, platos con
pintura blanca sobre el engobe rojo.
Rojo sobre amarillo rojizo C. No tiene engobe sino en el labio pintado
de rojo,
el resto del vaso está decorado con incisiones finas.
Rojo sobre amarillo rojizo fino. Es la que presenta mayor diversidad

a
de formas
y de decoraciones. |
des gag
Cañar pulido. El color es amarillo rojizo, tirando a gris; las superficies

e
son bien bruñidas
y, a menudo, engobadas con rojo.
|

:
SEO y

A
granulado, Pertenece a objetos grandes gruesos,
9.con técnica de brocha, lo
que le da un aspecto tosco granulado; el in
teri Or es :
pulido con manojos de hierbas.!%
_Buchero. Estos vasos varían entre un gris oscuro y negro:intenso, pero
n 9 brillante,
e AF
an
oi puigan O cad qe cc
A
,

no, o sólo cabez”: itaremos: a) volutas; b) botones (fig. 5 8);


o
las c)
o en los ángulos de paredes (fig. 59): q
en € I labio ) Cor.
listones dentados
nuras, a veces serpentiformes (figs. 60, 61); e ) Telie.
structura misma del vaso (fig. 62).
forman pá rte
ves que hecha con punzón en el barro
abada es: a) aún male.
Saa
ación gr
1
olutas
63), volu (fig. 6
si
:

figuras escaleradas (fig. 4), ), sim


ples

a
Ta.
ble, repre hecha
b) con un cepillo,
é
erecciones (fig. 65); dando Ja
(fig. 66); C) hecha con impresiones de uñas
p erficie unaspecto rugoso (fig

La decoración pintada con técnica positiva es sólo a dos colores: rojo


blanco sobre
sobre amarillo rojizo, o rojo sobre blanco y rojo. Cuando
se emp.
plea el blanco se trata de un enlucido distinto del color del barro. No vamos
a enumerar todos los motivos ornamentales pintados; señalaremos unos po-
cos: a) escarchado: sobre el fondo blanco o rojo del fondo de platos o fuen-
tes, se ha hecho caer irregularmente gotas de pintura del color opuesto (fig.
68), o se han trazado espirales dispuestos en hileras (fig. 69), se han pintado
bandas paralelas cortadas a distancias simétricas
(fig. 70), fajas verticales,
diagonales, figuras triangulares, polka dots,
o espirales de carácter figurativo
ANTROPOLOGÍA
t
'
Í
Fi
E 62, plato
WS
0cm

Cultura Chaullabamba
5

+
con adornos en relieve [foto de la edición original]

e
A
63, fragmento
con decoración grabada diseño escalerado
Fi 5.
SAO
64,
E con
en
decoración grabada en volutas RO
Fe
E

NO
ek
e 2,
Cultura Chaullabamba
Fig. 71, fragmentos pintados con fajas
fragmentos pintados con polka
verticales
dots
ATAa,
0 dingoone
espirales
y
73, fragmentos con diversas decoraciones en los b
ANTROPO! OGÍA PREHISPÁNICA DEL ECUADOR
149

0 cm S

Cultura Chaullabamba
19, fragmentos
de sellos [foto de la edición original]
80,
sello cilíndrico

Fi
he a as u objeto de culto (?)
razalete u objeto de culto (?)
'igurilla en plancha de
piedra [foto de la edición >
original]
original]

ón
1CI

ed

la
de

foto

b,
Chaullabamba
[a,

alabastro

Cultura
o

concha

de

idolillos

84,

Fig.
ANTROPOLOGÍA PREHISPÁNICA DEL ECUADOR 151

negativa es muy rara en el Azuay del Norte; duran-


al nentación
Narrío se conocen algunos ejemplares, ninguno de Chau-
“do de
río en Yunguilla; la
s bastante frecuente ornamentación hecha
grecas, fajas, y figuras escaleradas.
olka 58
dots,

ra
son p circulares
sellos de barro cilíndricos y (figs. 78, 79 y 80).
tan
s son los anillos de barro, brazaletes u objetos de culto:

Las

ccblturas de piedra son toscas y primitivas, no así


las pequeñas fi-
trabajadas en concha, alabastro, malaquita, turquesa y jadeita. Muy
a
surillas
curiosas son unas planchas de 3 cm. 5,5 cm. de lado, 2 cm. a 5 cm. de es-
perforadas en el centro, que en la cara mejor trabajada tienen dragones
pesor,
en simetría alternada, parecidos a los de la compotera del Cerro de Santa Ele-
na, de Proto-panzaleo II (fig. 83).
Muy numerosos son los idolillos hechos de concha o alabastro, con re-
presentaciones del segundo yo, que recuerdan las esculturas de San Agustín,

E de la
la diferencia de material
y espacio para expresión figurativa (fig.
).

La civilización
de Chaullabamba no puede ser llamada mayoide, como
.
| hizo Uhle,
o por muy claras, muy grandes que sean, como son en efecto las
Influencias
centroamericanas.
+ Las cabezas de triángulo escalerado y báculo (fig. 73), no tienen pre-
vedente en la ar
queología sudamericana, en cambio encuentran numerosos
> O
bre de “Narríomoderno”,
-
Según ellos
7.
la cerámica de este tiempo está compuesta de:
A) Rojo sobre amarillo rojizo, continuación del usado en la Época
terior, Chaullabamba, Narrío antiguo. a
amarillo variedad D.
?

B) Rojo sobre rojizo,


C) Narrío tosco.
D) Grupo intruso X: a) rojo grabado; b) negro grabado; c) rojo brillan.
te grabado; d) claveteado de cuarzo; e) bandas rojas incisas.
E) Grupo importado del Norte: a) Puruhá (San Sebastián, Elén-pata,
Huavalac); b) Tuncahuán, variedades A, B, C, D, E y F
Según estos autores, el grupo importado del Norte sería,
en el yaci-
miento de Narrío, posterior al Grupo X,
que es en verdad el que caracteriza
esta cultura,143
E de
la
clasificación
-como
de
lo
estos autores de
han demostrado-
la a] farería del
perío-
Narrío, que

importada una alfarería cuando ocurre muy esporádicamente,


por cuando
conoce SU procedencia por otros hallazgos, cuando difiere substancialmen-
se
pasta de que está hecha
de la
con la
misma
corriente de la región. de
Nada eso acon-
tece con el grupo X: es pasta que la cerámica local: no se cono-
ce ningún sitio que pueda decirse es el foco de su fabricación, todo indica que
ésta está en Azuay, en
el donde
escorriente.
El grupo X se compone de:
a) rojo grabado; el exteriorestá engobado de rojo, si bien queda una fa-
ja frecuentemente sin empañete junto al labio; en el barro seco, pero no asa-
do, se han trazado figuras geométricas, sombreando alternativamente
unos
campos sí, otros no, con líneas finas grabadas.

b) negro grabado,
igual al anterior, pero de pasta negra.
c) rojo brillante,
grabado; se distingue de los anteriores por el pulimen-
lo de las
superficies.
|

a
d)
claveteado de cuarzo; son raspadores, o rallos, en los que se ha co-
| vado
piedrecitas de cuarzo.
e) bandas
rojas incisas. La cerámica es de color amarillo rojizo O gris;
as
bon
El De ;

Incisas se han dibuj ado las figuras ornamentales, que se han pinta a
e “Un rojo vivo
y brillante.
la
riángulo escalerado, sin báculo (figs. 85, 86,
característicos, las llamadas sillas de barro
tos
< A
má (fig
No
,
Siempre, las zonas
;
pintadas con rOJO, está
;
1
pero
hechas en el barro seco, pero antes de aplicar
«¡siones
pj

inci
En la época de Chaullabamba, en las de Protopanz
yunguilla, NO hay indicio alguno de que la metalurgia fu

troducción de alambres, que figuran gruesas puntadas de


costura (fig. 88). El
oro lo calaban, o repujaban, después de laminarlo (fig. 89).
Para nosotros, y en vista de los resultados obtenidos
en Manabí, la ci-
vilización de las “Sillas de barro de Narrío”,
no es más que una faz del Pe-
ríodo de Tuncahuán,
que en Cañar precede con poco al uso de la decoración
negativa con sobrepintura, siendo un efecto de las
nuevas modalidades intro-
ducidas durante la época de
Tuncahuán, al actuar sobre la civilización de
Chaullabamba.

La civilización
de los “Sellos cilíndricos”? de Manabí

Es este un
período aún muy poco conocido y cuya exactaposicióncro-
nológj ca está aún
debe
por determinarse; los dibujos ornamentales demuestran que
Preceder, o seguir inmediatamente
Le alestilo de Tuncahuán,enManabí

A
llamamos de los “sellos cilíndricos” por el
par ecidoquetie
que le es característica con la de algunossellos prove
.
tancavilca (figs. 90 y 91).
Dos objetos ..
td
>
Co
"8. 92; ER en
completos
pedazos por
se conocen;
Saville, con
el
el
uno es
dibujo
unabotella
grabado que
antropomor-
se ve en la

os
€l Otro
una olla globular, publicada por heuNes
Ono “Sr Uhle;!? nostros S
algunos fragmentos.149
ENANA,

939

os
e,

“SPUTuIp]

TERR

rs

*e91[0I89

DP
OMAPN

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SD]]IS

un

0 $0]
“SPISNBLICU

Dp

DINIMOI

:PLISIQIJIO

DP

SEZIIA

“88

“31
Fig. 90, sello cilíndrico
Pig. 91, sello cilíndrico
Fig. 92, dibujo grabado
Moto de la edición
:

A a
Civilización de los sellos PON
y Su representación
y su representación horizon

eo
original]
proveniente de
; :
Manabí

[foto
,
de
ría
la
tropomorte ;
Se
ARO di cin y
edicl
rigi
Cobra así importancia el que en la Colección Durán, hoy en el Museo
Escuela Merchán de Cuenca, haya un vaso del más puro Cupisnique
de la
se dice fue encontrado en Chuquipata.151
que

La civilización de Tuncahuán

La civilización de Tuncahuán es la última de las antiguas del Ecuador


Precolombino, por cuanto es la postrera de las que sobrepasan los límites
geográficos de las naciones indias del Ecuador protohistórico. Esta la descu-
brimos y clasificamos durante las excavaciones que practicamos en Guano
(Provincia de Chimborazo), en 1919. Actualmente se conocen yacimientos de
esta cultura en las provincias del Carchi, Chimborazo, Cañar y Azuay, en la
Sierra; de Manabí y Esmeraldas, en la Costa.
Estilísticamente, el arte de Tuncahuán en el Ecuador se divide en tres
grupos de significado geográfico: el de la Sierra Norte, el de la del Sur y el
de la Costa. Cada uno de los
tres grupos tiene ciertas formas típicas, pero tan-
tos y tan estrechos vínculos, que es imposible dudar siquiera de que sean mo-
dalidades poco diferenciadas de un mismo arte en un mismo tiempo.
Lo
típico y característico del arte de Tuncahuán es empleo
el de la de-
coración negativa con sobrepintura,
cho a color perdido. Esta
que no sigue exactamente el dibujo
colores. És
he-
uno
técnica llama Benett, negativo a tres
de los
procesos ornamentales usados en este tiempo, aun cuando no sea el
Único, como
veremos luego. reia alimab abgan

ab
La técnica negativa con sobrepintura, en todoslos lugares en queS£


rnpta
nos ay gon 104 3
e
a
edad, ocurre en época remota.

as
od
el Callejón de Huaylas, en Ichik-Wilcawin, mas
os an
| 1ón cultural,
la
una casa de época tiahuanacoló pon
so. sobre una galería subterránea del período de

A
a

MO
Y 11 5 45
e Pod A ¿ E
yA
+
A

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monumento
gica de
cultura

X
en

pane

Gualupita
era,"
negativos
Cholula,

Cas
A.!?2

color
,
principal”;

matlatzinc

1116?
a.
ANTROPOLOGÍA PREHISPÁNICA

:
“en
en

equivalente
se trazaban
los
Cabra

a
estratos

Holmul
líneas
más

IV,
DEL ECUADOR

de

Chama
pintura

El hecho de decorar los vasos con técnica negativa


translúcido, ordinariamente
1,
roja
bajos y en la parte más
baj

arcía-Payón [la encuentra] en la


en el tipo

Teotihuacán sería contemporáneo con Ticomán


1
que llama 1

y correspondería a una edad aproximada del año 400


Z
16

profunda del
zona arqueoló-
C, perteneciente a la

Intermedio y con
a 600 de
Uaxactun 11 (Tzakol),171 a

trata de un complejo cultural impuesto por una conquista,


una ola de cultura, cuya propagación debió requerir un tiempo más o menos
largo. Resumamos las ecuaciones temporales expuestas en las páginas

Perú

Guatemala
|
Huaylas
Ocuaje

Lima
Pre-Tiahuanaco
Pre-Tiahuanaco
Cavernas de Paracas
Pre-Nazca Y (Cajamarquilla)
Pre-Tiahuanaco

Chamá III
y IV o Chipal
Igual a HolmulV, Tepeu Medio
Teotihuacán V

Ticomán Intermedio,
TeotihuacánI
=
I

Gualupita

espro
y sobrepintarlos
rojo, sin ceñirse generalmente al di-
bujo negativo, no es, no puede ser, una invención casual hecha en distintos
tiempos por diversos pueblos, lo que —además-— lo confirma toda una serie de
motivos ornamentales comunes, que corresponden a una comunidad de
ceptos míticos, religiosos, o simplemente ornamentales.173 Por lo demás, no
son lugares aislados en que esto ocurre, forman una cadena continua, de la
que hemos tenido que referirnos a las dos extremidades: la septentrional de
Guatemala a México, la meridional del Ecuador al Perú. Costa Rica, Chiri-
quí, Colombia, abundan en objetos con decoración negativa sobrepintura.
y

II
es
con-

pero sí de

:
prece-
de
sensiblemente la
y el Perú
ad de las
es
cavernas de Paracas
mi
ee
los resultados de se E CCisar
0,
aco. Entre CO
dE y e
cordancia, no asií COn los
tardía
de
o
Guatemala
error de inte rpreta
O
Da.

ADare.
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¿Supervivencia Clón
Cong.

¿do la feliz idea de llamar a ciertos art €s peru an OS


as.
UN horizonte”, por cuanto por su di
ISpersión
tilos que constituyen SCOBráfic,
relación a ellos, Otros artes locale s;
; AQUÍ Nos en
aquí

datar, con
ai
CONtramoy
permiten de valor panamerican
con un “horizon style”, no peruan O, SINO O.
E

a) a a
|
Past

are
los

del durante el período Tu


arte delos Pastos
As
país de
El

ÓN
país.
E
PS]
A

A ollas 5 sados
-

ps 98)E
La formas cerá
0 cuelrcorocran

>
a
y
sde
b ollasformadas
nsidcanioy dee 96 pos rene forman
ampliaapertura (figs. 95, y
y de (figs. 95,
7
96,
sin cuello otura
97

na forma que las anteriores, de


cuel
e cuelloalto(fio
>
alan
ANTROPOLOGÍA

Figs. 93
Período de Tuncahuán en el país de los
y 94, ollas globulares de cuello corto aberturagrande
Pasos :
:

y
ES 15196973
98, ollas de dos casquetes esféricos, SIN cuelloyde
A
Ocm 10 20

Período de Tuncahuán en el

,
104, ollas compuestas
por superp cuello alto
> 106
y 107, cántaros de cuerpo ovoidal alarado,
411

ancho

y
25 alto

cuello

Pastos

alargado,

los

cm
de
0 país
ovoidal

el
en
cuerpo

huán

de

unca

Ti cántaros

de

111
Período

v
109,110

YOR,

Figs
oy
gue

Á
oye

o[[eno

soisog

“ope31e[e

so]

op
[eprOA

sivd
o
¡a
U
2 odiano

UDNYDIN ap

|ap
soseyugo

“SILA
Op0119d

P11

“ELL

ZII

5814
Figs.

116,

117,

118

y
119

Período

(fragmento),

de

Tuncahuán

cántaros

en
de
el
cuerpo
país
0
cm

de

los
ovoidal

Pastos

alargado,

25

cuello

alto

y
ancho

a
ADIOS

MC

al

Período de Tuncahuánen el país de


E1 gs. 120,
cántaro 01 ovoidal alargi 10%
-0Y
E185.
o

121l y 122
E
GA
FGIATRA
i
3

|
|

O cm 5 10

e.M
|

|
de
LS
ás

127, 128 y 129, vasijas de dos


foto de la edición
"Es. 130,
original]
casquetesA
0cm 5

Período de Tuncahuán en el país de los Pastos


lenticulares,

vasija sin gollete, de cuerpo ovoidal y pie anular


con
10

pie anular
ofeq

od
op

so1spJ

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uo)

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sesojoduloo

OPOJAd

“EpyT

Á
Zp1

2. “1p1

*
ANTROPOLOGÍA PREHISPÁNICA
DEL

La decoración es A) Plástica; B) Positiva; y C)


Negativa con sobrepi
repin-

A) Plástica. Es sumamente rara. En la fig. 119 se ve 1


CON brazos de niño”; los ojos y la boca son elipses
adios viejo,
hendidura horizontal.
ha
B) Positiva. Sobre el barro amarillo rojizo, sin engobe pero bastante
Ibien pulido, aunque no brillante, se han trazado dibujos con pintura roja; en
Ma fig. 98 Son chevrones; en la fig. 96, dos hileras de triángulos, recargados
en la base; en la fig. 146 una imagen derivada
. on líneas paralelas
macizos
del pulpo,
constituida por triángulos y punteados; en la fig. 145 una del dragón
'bifronte; en las figs. 144 y 147, diversos grados de estilización del mono co-
iendo; en la fig. 148, una imagen muy convencionalde la araña: en las figs.
1144 y 147 se ve un silbato, en forma de caracol, con figuras de monos estili-
Ezados; en las figs. 145 y 146, otros dos, con representaciones derivadas del

pulpo.
E
C) Negativa con sobrepintura roja. [Las vasijas] fueron primero deco-
Pradas mediante el procedimiento llamado a color perdido (negativo), aplica-
do sobre un barro amarillo rojizo claro, y un color para teñir los fondos, que
varía entre el negro sucio y un café oscuro. Hecho esto, se aplicaba una pin-
"tura roja translúcida, que no hace desaparecer los dibujos negativos, pero sin
ceñirse en muchos casos a éstos, incurriendo en frecuentes errores al recubrir
E de rojo una figura, o apartándose intencionalmente de las decoraciones, al co-
, lorir parte de la superficie. En todo caso, cuando la sobrepintura no se apar-
ta totalmente de la decoración negativa, tiene por objeto hacer resaltar parte
. del dibujo la
a color perdido. Diríase que entre pintura negativa y la sobre-

E
, pintura ha transcurrido algún tiempo y parece que este proceso decorativo de-
bió tener un carácter
. mágico o ritual.
p Enumerar y el
hacer análisis de los motivos de la riquísima decoración
; usada en el país Pasto, durante el período de Tuncahuán, requerirían un esper

lo del que aquí no


disponemos. Casi todos son dibujos más o menos estili-

o.
- Zados y
convencionales, que representan conceptos míticos, que deben tradu-

e
gunos:
las
la religión de
gentes que los hacían. Mencionaremos, Som
Se ES
:
cuerpo d
bajo la banda de dragones.
pacio que queda
c) El monstruo alado bifronte. Las características de este dibr
dos cabezas opuestas entre sí, cuatro brazos y cuatro alas, que
JO Sop.
par
cuerpo, de ordinario, circular, en el cual hay otra cabeza, de la Ah de mn
CON fre.
cuencia se conserva sólo la boca. Es un motivo típico del arte de Tu
"cal,
A
|

OS en su sentido más lato, pero que sufre tremendas estilizaciones y si :


ES ciones, demodo quea menudo es difícil reconocerlo; las figs, 13]
y 132
tie.
nen imágen

de en
erte
frente o
erguido, delado, en acti de
(is.
y
unsimple dibujo geométrico 100
A estas formas hay que añadir, en el Azuay:
k) ollas con base anular;
1) botellas altas, angostas, de cuello corto, adornado con una cabeza

humana en relieve y de asiento plano;


102,
m) cántaros antropomorfos de cuerpo globular, cuello alto con una ca-

d de
beza humana
en relieve.
La decoración es:
100,
A) Plástica (figs. 149-151);
B) Positiva: El barro usado en el Carchi era amarillo rojizo claro; en
Puruhá y Cañar, si no falta el de este color, era de ordinario rojo; así, para de-
corar los vasos se usa de color blanca, con la que
una pintura espesa y opaca,
se han ejecutado espirales, como en la fig. 152, o una magnífica representa-
ción de una de 153. Sobre obje-
las estilizaciones del pulpo, como en la fig.
tos de barro amarillo rojizo, como la compotera de
la fig. 154,
rior tiene decoración negativa con sobrepintura, se ha ejecutado enel Ez
que en Ae
tlor del plato
la imagen del “monstruo alado
C) Negativa
bifronte”,
rica
con pintura
conceptos
ee AE
mitológico
con sobrepintura, No es tan en
“omo la del imita el reja, de 20P
Carchi. En la fig. 150, el dibujonegativo

EE
en la fig. 155 consiste en cabezas triangulares. Nofaltann1 20.

e figuras de revolución, ni el dragón de dos cabezas.


'dinarjo,
e] mismocolor rojo translúcido del Carchi y
La
de m0
| ODE

el
E
e
2N Y

la 2SMa
18
el barro
'
rojo, Se ha acudido
Oe ser mjs ad ,

os en
dy e positiva, en cuyo caso el efecto Obtenido be Wa p pi

decoracl Mu
de
Quizás se trata productos, por otra de
de.

y
49,151) parte,

modernos y
sá etapd final del período, cuando principiaba a Sentirse
o Ina

a
en Chimborazo, Azuay y Cañar, en este

a,
hi como
,
ylem.
el cobre. uizás de él, las h
el oro Y "aCizas
po se tr abajaba
en leve
Tener ¡tomoda de la fig. 156, :
así como las
barras de este Co n

dibujos
;
de
empleadas para la fundición y que llevan un 2 Cabeza
Cta
que erandespués hum
relieve (fig. 157).
na en
Opinamos que es probable que pertenezca al (5d
período de Tune
ídolo de piedra la
de fig. 158, que en una forma
ofrece
casi
la
idéntica a la de la
escu.
tura de la Isla Zapatera, en Njegragua, nos de
imagen un hombre A
cuclillas, con el “Segundo yo” representado por un cocodrillo, Fue encontra.
do en Ingapirca, lugar que no por poseer monumentos incaicos se ha de
tener
como de reciente ocupación, ya que allí se han encontrado artefactos Muy
an:
tiguos, lo que demuestra que los cuzqueños hicieron sus construcciones
sitio ya famoso, quizás por su importancia como adoratorio.
en un

s
(fig. 167).El barroenéstoses
< Z — X O 18 O al OO < 0 XxX IM HL
9 L< O < O MT J ly O ia) < O
0 XxX

sayeJidsa

Á
SO[NIJIO

IP

PULJOY

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del
De

Artefactos
NR

RANA

cane

161

>
OSTdió

Figs, 163
[foto
l
de
Fig. 166
E
as
z
Cerámica de Manabí en la época de Tuncahuán
165
. fragmentos
original]
cerámicos con complicadas Aguns
A
de
ja
SE
of
ae
Fig. 167
- RES con estilización de armadillo
Hagmento con representaciones de espirales.
169 y 170, co
>
cerámica grabada y pintada
¿Lt
S£t

SES (epeZueno)

sopesa¡essa

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ALA
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“9L1

4
“vL1 sL.1

a
DA

BY Ba
| ANTROPOLOGÍA PREHISPÁNICA
A DEL É

“nada
ornada con
C pintura positiva, con figur
guras escaleradas:
|

B) Ad as; el barro es Ñ
Im

incisas se han pintado de diferentes colores, lo


líneas que establece
Pri
-las
«culación MUY estrecha entre esta cerámica
la
del período de las “si-
de Narrío” (figs. 168-170).
e barro SN

a
o

pulimento
de S — SD
ZO
figurillas estaba floreciente en Manabí, en esta época
,
E] culto de las |

las de ella son muy distintas de las del período de Proto-panzaleo IL


IE

pero
carecen de la perfección artística de éstas, siendo como ellas hechas a
pues A

mano libre; son también totalmente distintas de las de tiempos posteriores,


trabajadas en molde.
Tres tipos principales se encuentran: a) imágenes de una mujer desnu- |

marcados; los brazos cortos, separados del


|

da, los pechos prominentes, muy


tronco, cónicos; la cintura angosta; las piernas abiertas; la cabeza apenas mo-
delada (figs. 171-173); b) figuras sumamente toscas, en las que el cuerpo es
un cilindro (fig. 174); e) imágenes huecas, que al parecer representan un per-
sonaje vestido, decoradas con la técnica C (fig. 175).15
Saville ha publicado un vaso como procedente de la provincia del Gua-
yas, que dice podría creerse proveniente de Recuay, a no ser por el
color del
barro (fig. 176). En efecto, la forma el dibujo son idénticos a los del Calle-
y
jón de Huaylas y mucho nos tememos Ecuador
que su atribución al sea equi-
vocada. Si lo mencionamos
aquí es por la evidente relación que hay entre el
estilo de Recuay el
y de Tuncahuán.
Los más antiguos Esmeraldas, perte-
ida
restos, encontrados por Uhle, en
necen al período de
Tuncahuán 176 |
Ed OR

aladoy qusYas, región guancavilca).ElSr. Bushnell,


O. del
lOlarg9 del pueblo de la Libertad, en todo el
río Tambo, situado
a pocas
millas al E
Graba da; va:
A) sonica negativa,
e”.
-

B) Decorada 1 distinto grado de pulimento;]

amarillo; b) café

a
. rojo
a) sobre sobre Amari
sobre blanco, e) pintada a tres colores;

e
.0: d) rojo

A) La decoración gra
de
E
ablemente,
que,
“on el fondo con una ligera
E

curvatura. labio
El es rectilíneo, en ay.
se reuni
El barro muy bien cocido, de color café (chestnut), está bien
co romano. pu-
lido en el exterior, en el cual, cuando el barro estaba seco, se ha trazado un
dibujo formado por dos bandas: la superior, adornada con una línea angulo-
sa; la inferior, por triángulos escalerados, separados por grupos de paralelas,
un tanto diagonales a las fajas, que dividen a las dos bandas (fig. 177). Esta
alfarería corresponde en todo, menos en el color, a la del último
período de
Manta y, quizás, no p
Siguen luego otras fajas pulidas angostas, recargadas de medias lu
fondo:
luego las anchas fajas pulidas y los
Campos ocupados dor
¡r; repítense

líneas (fig. 179 a, b).


eve
El otro ejemplar es de un vaso globular, las zonas no pulidas
son ama-

terior.
D) Rojo sobre amarillo es la decoración pintada de tres fragmentos:
el uno (fig. 181), pertenece a un plato de recipiente hemisférico, sobre el

cido, que tiene en el interior una estrecha capa negra, donde no ha sido en-
gobado, es de color amarillento pálido (pale pinkish cinnamon); en donde lo
que es la
está, parte exterior de la sección cónica, es amarillo canela brillan-
'* (vivaceous
cinnamon). La decoración consiste en chevrones rojos (mine-

aa
had,

ends
ads
a
E sa
borde
para
de una taza ascatada, o el gollete de un cántaro, el
el exterior está formado por un plano ligeramen-
ángulos arredondeados. El color del barro, el engobe y la
;guales al fragmento anterior, y el ornamento es cabeza es-
á
calerada, una

gngob
al O

Ae
y último de los fragmentos tiene unas calaveras del color del

a
el SADO
DT ToJO, con los ojos y la boca de este color.
a decoración café sobre amarillo está mejor
representada. Las

a
ad Ollas globulares (?), de gollete angosto saliente, el labioen for-

ls
:
de co Ma, platos des
ae
pe
FE

dia lts
e ej
y Y

hemisféricos de labio rectilíneo en arco TOMAno;


,
Cid ; ó

.
Misma cl
OS
or un casquete
Por
Es A
esférico y una sección cono
:

de TEA AS
truncado,A“con l:
pe de :
labio. El barro bien cocido
Kish
oj muy es amarillopál
91) las figuras pintadas con café (chesnut brow
líneasverticales,
vert o diagonales, agry
S
Me faja
en
en
íneas

S,
consisten ABTUPAdas
Sa
Pe
>
has,
C Uns >

dividen la banda o
a E

rados por fajas anchas que ornamental en Da.


ee

las
Seccione,
;
C É

triángulos escalerados con báculos,


y
ni líneas j
verticales NO
fa.
>

an que Macieng
la
V

banda, no l
>

la parte inferior de la 11
llegan superior y yan decre,; 9e
o los tubos de una flauta de de Pan (fig.
Pan1 182). (fig.
<1ENdO
ye e
ticos del estilo de Guangala:lá: son barro
de de rústi
rÚstiCO, Sin engobe
a y;
CATACterí,
2

por el
exterior, de color amarnilento (pinkish cinnamon), Pulido
Mm
te y del mismo
net brown),
color
hechas
en
con
el interior,
descuido.
con
Lo
unas lajas radiales
característico son
anchas, rojas (
los Soportes,
,
e,
cabeza humana. El pie es sólido, cónico, en forma de
presentan
con la
una
curvatura hacia adentro; la cabeza tiene una especie de tocado (no be
Ha
sible en la figura) hecho con dos
o
tres ranuras practicadas en
los ojos son pelotitas superpuestas hendidas longitudinalmente; la boca NO
Pasta fresca; la
se
ha representado, pues lo que pudiera tomarse como representa las manos, tal,
colocadas una encima de
la otra y hechas con ranuras, en un pedazodebarro
183). a,

A
|
e

superpuesto (fig. a
;

D-c) La pintura blanca sobre rojo se observa en platos hemisféricos, de


¡

labio rectilíneo, en arco romano. El


engobe rojo (burnt-sienna) seextiende al

interior y al exterior; con la pintura blanca se han trazado líneaso iduladas, 0


series de rombos (fig. 184).
|

RE
D-e) La decoración rojo sobre blanco ocurre en un platohemisiénoo
de labio afilado, con ornamentación en el exterior
y
lor gris claro (tilleul-buff), Los dibujos de los que el
interior,la
delexterior
pasta el E
pa
un pájaro, son hechos con
rojo
(brazil red) 185) (fig.
E) La decoración policroma está
limitada a platos hemisién
fi
na
bio rectilíneo, en arco da y
la
2 1
romano; cerámica es sumamente
A

como son todas las anteriores; la los


pasta la misma que
es lade barr:

sobre amarillo, café sobre


engobadas y las que no lo
amarillo y blanco sobrerojo.
están, hay sólounadiferencia de
| 101»

Eo0tas (light pinkish cinnamon pinkishcinnamon);


y
BE
AT

Ae
-
ímica
de la cultura lá
Fig. 179 D.
a »
Cerámica uanget
., con distin to grado de pulimento:líneas vertic y an
Decoración icales anchas
fajas Pulidas
Fig, 180,
AS
0 cm

O
S Y
3E3 Senó O 3 la. ES
E

y 5E g
2

oe 2 x 2 ES
O
2 0
== ángulos

3
nv:
u 530 ¡8 o

a
EgAO:A
,
A

3. 9
:
de
eo
Fig. z
Cerámica la cultura
E
Guangala
183 , SOportes de platos trípodes con representaciones
de cabezas humanas se
formando rombos
e
blanca
Fig. 1
fragmento cerámico con líneas de pintura
[foto
S£ición OBginal]
Me original]
z

¡ón
,

Fig z
Iragmento decorado rojo sobre blanco [foto
.
,
Guangala

y
ltura

0]

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"B1A

31Y 314
o
A
*
la
po

gen

cen

“AS
del
La faja
más que

culados (fig.
tre rombo
amarillo
campos
de aspas,
el

(fig. 189).

biomorfa

una

lante. Este

Si “Ira.

ae
te
la

O
decorada

omamentado,

de negro; Negros
186);
rombo,
segundo,

(fig.
ANTROPOLOGÍA PREHISPÁNICA

superficie

en

190).
rie de volutas (fig. 191).
es

rojos

alternativamente
por
que

el
paralela

con
rellenos
amarillo

triángulos
se

que

reticulados;
un

rojos
iba

se

ojo
por

dibujo

Debe ser un ornamento biomorfo


cen figurar alas (fig. 193).
y
ve el

tres
punteado

escalerados
de

geométrico

el
DEL ECUADOR

al labio y el engobe

engobe;

alternativamente,
central,

es el
una

quedando
triángulos
el
negro,
amarillos,
sencillos
se ha extendido un
a decorar. Una ancha faja
0 al borde; sigue, luego, una línea del color del fondo,
línea

rojos

inscritos:

constituido

recta entrante, va a unirse con la base de la cabeza, que


horizontal. De la extremidad
de la oreja nace un
interesantísimo dibujo (figs. 195 a y b),
'as estilizaciones
de la alfarería polícroma de

La conexión nos
parece
|

clara, que en
apéndice
tiene
Nicoya,!??
negro

por una
el

tita; la mandíbula inferior cuadrangular es tanto más corta que la superior,


que termina a la altura del nacimiento de la nariz; el cráneo alargado es un
contorno elíptico;
rior del cráneo,
la
llega a
oreja es un triángulo que,
la altura del ápice de la
arrancando
bóveda
de la
craneal,

tiahuanacoides de la Costa del Perú,!73 que no tienen precedentes en


el caso
en este respecto el arte de Guangalá es el precede
presente es
es
cefálico
semejanza
así como
se-

de la fig. 192. Otros adornos pare-


Los hay que representan aves (fig. 194).
En dos platos se ha dividido la faja ornamental en cuadrados negros y
rojos y en cuadrilongos amarillos; en cada uno de éstos hay una cabeza de
perfil: la nariz es redonda y se prolonga en un labio saliente rectilíneo, que
forma la mandíbula superior; la boca está abierta y muestra una lengua tripar-

parte
desde

con
una
1

po
roja corre para-
otra negra, el cam-
negra, otra del co-

macizos,

poste
97

o Negros reti-
los espacios vacíos en-
primero,
tercero (fig. 187), o por
recargados éstos con figuras
(fig. 188) o con báculo

El triángulo escalerado, en ocasiones, parece corresponder a una ima-


Otro

donde,

hacia
con
con

el
línea
ade-
cier
cabe-

Nor
la
,
e]
En otro plato de
negra, bordeada líneas amarillas
cativa: una fa] q vertical
el del
0)
limitan a cada lado campo ornament E
bordura neglá,
luego, UN cuadra do reticulado con negro, que llamaremos d
]
Cab
E
ás el dib
de
línea cert ada de triángulos negros, separados de] 4
arranca una
horizontal amarilla, a laque sigue un cam PO U.
rojo, 'Mitado
E

las exigencias del estilo por líneas negras; en int


Sa
;

faja serpentiforme, amarilla, recargada con


¿ste hay una Os

la
e
ne STOS, E
valor de este ornamento es claro; representa
significado y Ente em.
el campo reticulado es la cabeza; la faja cerrada de
plumada:
la faja serpentiforme, el cuerpo del ofidio. Aquí no da gulos, las
plumas; nada QUe
sugerir influencias peruanas, sino un dibujo de marcado E dor
pueda Centro
americano.
F) La cerámica pintada a do s colores y-8 grabad a recuerda, por una par.
te, la del período de las “sillas de barro de
cilindricos de Manabí Parece que esta decoración ocurre
”,
Narrío”; por otra, la
E
de los“
a led
res, en oposición a a la tres colores, que es exclusiva de los PES
a
platos

a e sd
ér-

a r
Los colores son pinkish cinnamon y morocco red, que corres
os engobes distintos que se aplicaban sobre el barro, de acuerdo
trazar. Hecho esto y cocida la
>

vasija, con un
ea
a E

aibi
cuchillo de
cba _ Sa
obsidiana se hacían incisiones que penetraban todo el engobe y

cotton
E el . ;
hecho los dos colores. Son di
1
estos
; O siguen dibujo con
bujos (fig. 197); [hay tam:

los vasos del período los


s
"14
“sellos cilíndri
cuer de de 2

cos” (fig. 198), ; círculo s radiados, a modo de imágenes del sol, etc.

Ss
chas neolíti
ompletar el análisis de esta cultura, fáltanos mencionál as ha"
sonar

ape”
las

encortante,
:
Iticas simples. Son de piedra,
piedra,
bien pulidas
bi
:
la parte las
nas pulidas en el resto o del instrumento; o de pedazos de Strombus,
del
¡ siendo

Ant
Únicas hech as
NoE
que conocemos en
el Ecuador.
detenido más del cuento en la civilización
105
encuentra las provincias interand

as
zación
civilizació se en
a inas de Pichin-
ahua (región panzalea). Los hallazgos hechos

nos de Tuncahuán, permiten afirmar por no-

nit
en el qu e Panzaleo 1
y
en parte, coetáneos; si bien zaleo
huán Pan 1 dura más
quizá por haber principiado más

E
d
te,
el Tuncahuán del Sur. L

E e
esta y
To
CUAL»

adea zalea, sea ésta III, caracteriza


]
se la
ésta

E
an finura
E 1,
por I, del

o
mirableme
admira bien asado y livianísimo, que es poroso y perm

oia
barro,
|
obe, con mi e ed
:
)
e >

dis
ía de Panzaleo s eeneuenta ispersa en todo el Ecua dor, por
no om Los indios de Pujilí se ,
á
aún
fabrican
hoy,op or todos
¡erra, llevando cargamentos
caminos de la Sierra, que para
:
los do de

indígena,
ir, de casa en casa indíg de merc ado en mercado,
do, vendiendo el pro cto

e
Lor

a
,

as í
Be E
s decoraciones an mu
E dado ostcóm algunas de la
>
como

la es lo que hace d
z
mas;, las paredes son más
gruesas, pero pasta 1

:
hoy, lo han hecho durante 7

pe los abios, q
Una las de e Panaleo Les la forma de
se han hecho pegando
Las formas los
caracteristicas

de
la cara

vasos
interior una
son:
:
de año

o) Vasijas loso, cue llo


“on labio con base de
anular, cuerpo globu
Saliente (fig.
201);
110) Jeones decuerpo barriliform
Do Aaa
10
Saliente; )
pub
NTROPOLOGÍA PREHISPÁNICA DEL ECUADOR
201

A
e$ losas (fig- 202);

ao
l con pies cónicos macizos;
trip
hy ollas
Bs anular, cuello largo con un pequeño reborde, cuer-
une al cuello mediante una pared vertical y otra suave-
que
esferoidal q
da]

¡ ¡g. 203);
mente
se diferencian de las anteriores, por tener dos cuerpos
JS
TOo
rpuestos entre el cuello y la base anular;
esferoidales
que representan un animal
o
(puma
|
tapir?), con un
k) vasos
1
: del animal.

el
lomo
:

gollete
Los a, b,c, d y g son de la forma descrita; los de e f
y son
: anule romanos Los dej ¿, y k, planos, vistos por arriba, pues
las
recto paredes interiores, y a las exteriores con un pla-
AS

del País Pa ís Palta y del Cañar


Tia huanacoides
S Ituras
un cementerio de la época la de
A
hle estudió
El Dr Max .s XPansig

lA
tiahuanacoide, en la propiedad de la
del arte famili
máxima el
en que sólo encontró una tumba
llamada intacta,
Riofrío, qe ¡la
tatul que representa un felino, reproducida
en fig. 204
Ja

o
de pirita las ranuras ornamentales

A
el lomo un espejoio y del
va sobre
mosaicos
Y

de de conchas. Del mismo cementerio,


upadas por concaá
la
tuvieron OCUP perto mo

a asii
da por Uhle, son los objetos de
fig. 206. El hacha

ia
Insig-
a más de la ornamentación calada, tiene Otra gra-
unas Eb de felinos, en simetría alterna, quesiendo
tienen cierto sabor del arte de Chavín (fig. 207).
Uhle no menciona el
hallazgo de ningún objeto o fragmento de alfare-
ría, quizás no los recogió, lo que constituiría un descuido
imperdonable.
De la región cañari se conoce:
un vaso publicado por Bamps, $0 pro-
veniente de Chordeleg,
que corresponde al mejor estilo epigonal de
mac, en el que se mezcla el Nazca Y,
pación
o Cajamarquilla, con el Tiahuanaco clá-
sico (fig, 208);
una hacha ceremonial,
Vernea,1$l que tiene dos
reproducida por los señores Rivet y
clásicas cabezas de del más arte de Tía:
puma puro
frecuente en
“Iepresentación en oro y piedras finas
este arte.
del “adorador
£
cóndor”,»
1

€n la Lam.
>

"en el cual las XXIII, fig. 2, de su Ets mir 1

> Y tambié
figuras de felinos tienen aún
Y. y
felino

un

nta

a
statu1rll

a
de
4

zrd
AN

90
» ud
Tr

Cañar

del

y
Palta

ís
pa

del

huanacoide

tra

"A

Cultur
E
Culturas tiahuanacoides del país Palta y del Cañar

SO
Big.
2.2OS, f
'8. 207,
o una coraza de cobre
ci n grabada de cabezas de felinos (en el hacha de la fig. 206)
NS

mba del cementerio.


Si
ANTROPOLOGÍA PREHISPÁNICA DEL ECUADOR 205

De
,E

..
O
ssIG
SAG
ds
GEO
GN
sh

Le, Z

-. S

e
209

Fig. 208, tiahuanacoides del país Palta y del Cañar


estilo epigonal Pachacámac [foto de la edición original]
Pig. 209, md"esentación
loto de 1 de dos cabezas de puma un hacha
a edición yun cóndor en
Original]
demiasiado POCO la arqueología la
esta mezcla de
Sierra Norte
de

dej
ocemos = rtadamente Chavín y Tia Pa.
“Macy

N
de
Sta
de Puruhá, contemporáneo con la
hora sólo mencionaremos los vasos ; líndw;
Pansió, a
75 210, 211) que,
período de
revelando
Tacalshapa.
el
influjo
taba CO1de

de Guano o San Sebastián

descubierta elasificaca
cultura fue y por nosotros, Cuando en 19 19

practicamos
excavaciones metódicas en Puruhá.
puruhá).
sE exclusivamente kimita.

da a la provincia de Chimborazo (territorio


de San
E yacimiento Principa
de esta época es la ciudad prehistórica Sebastián, en la actual villa de

Guano, la que está sepultada bajo 5,60 m. de capas eólicas y volcánicas, cy.
ya composición estudiamos en páginas anteriores.
La ciudad más antigua fue destruida por una erupción volcánica de in.
tensidad inusitada, que sepultó los edificios bajo 2,40 m. de lapilli. Enlas ha-
bitaciones excavadas no encontramos ningún esqueleto, lo que parece indicar
que los moradores pudieron ponerse a salvo antes de la llegada los gases
de

inflamados (como los que en diversos días arrojó el Tungurahua entre 1917
y 1918) o de las cenizas ardientes (que asolaron Pointe-a-Pitre en la Martini
ca), que incendiaron la población de San Sebastián. La combustión de los pe

arqueros (floración del ágave), 0

ea
DN2 GS

3
Ai
EA
yA
as
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A
LL

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O 19p [9p


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Otermi

riables
Los:

inados

enlucidas,
dondeadas,
pequeñas,
muros
S de piedras
das S

en
eran

punta,
EE

distancias;
mientras
cimentadas
bien
Las vasijas eran:
q

las

pisoneadas

a) ollas globulares;
de
horizontales
que

habían,
E
tapia
que

paredes
con
con
>
(barro

servían
ntinuo; en
2
además,
de
as

otras,
amasado),
descansaban
E
cimiento.
estaban
.
tapias
divisorias
barro (fig.
barro, y

b) platos hemisféricos (pucos) (fig. 216);


de
s

sin
eran
213-215).
0,20
revestida
sobre
Estos

sólo

m.
grandes

El
:

de
al

cantos,
.
revestimiento
hileras
piso

c) ollas formadas por dos casquetes que se unen formando ángulo:


era
espesor

d) cántaros antropomorfos, de corte horizontal elíptico, gollete alto


rectilíneo saliente, en el cual se ha figurado una cabeza humana y un Cuerpo
fusiforme;

Jando un espacio vacío, o que están casi juntas (figs. 218-220);


f) ollas globulares trípodes, con pies a modo de hojas de cabuya (ága-
exterior
cantos
en

de

ve), o cintas de barro apuntadas de corte elíptico, o de cordones retorcidos, a


modo de columna salomónica (figs. 221-222);
g) compoteras con piecilíndrico (fig. 223) en forma
con perforaciones triangulares
(fig. 224), recipiente poco
>
de conotruncado,
profundo o de más
de
una
dispuestos como pilares
d
S
de hi:
del

Piedras

medio.

e) molcajetes, o sea platos trípodes con el fondo del recipiente estria-


do, grabado o rugoso, para moler en él con la mano ciertas sustancias blan-
das, probablemente ají o chile;!83 con pies, en la forma de
mal o hechos con dos ramas bastante separadas (fig. 217), que se reúnen de-
;

E
;

Piedrecil.S
la.
dos,
Pare des,

cuidadosa,
a va.

la pata de un ani-

de media circunferencia,
adornado con una cabeza humana (fig. 225);
h) recipientes hemisféricos asas cerca 226 y 227)
del borde (figs.
con
1) platos con mango
(fig. 228);
E] estudio de las cabezas permite saber ciertos usos de esta época. Las
orejeras eran múltiples: una serie de perforacionesen el pabellón de la oreja
colocar adornos. Varios bezotes se colocaban ellabio inferior,
|

servían para en

pero parece no Se usaban narigueras (figs. 229, 230, 238, 240).


cabeza de viejo, con brazos de niño”, está representado en

e
El dios “de
las figuras 233 y 238; es quizás una imagen del Chusalongo, ser mítico has-
ta hoy temido por los indios, al que atribuyen poderes genésicos y un inmen-
i
)

so falo. |

2) Figuras de el
aves, como en mango doble de un plato (fig. 228).
3) Coronas de puntos.
a |
oa
4) Falsas asas (fig. 245).
5) Cordones con muescas (fig. 246).

8
6) Trocitos alargados, sobrepuestos a la pared exterior de los vasos,
|

Con incisiones.
)

s un procedr
nto decorativo,
.de los EE. UY.
A caVER iaa

as

¿a

Ned
y
á
o =A Y A
o (Ss
¿

«
2 E
Hi
n A MN
- Y 5003 3
23032
"Y
a tes hemisféricos

E
ON: NNSega

Do
E
E92mSE QA
Ns
a SH
a 3 Ú OQ

Y
a o v a32
Civilización de Guanoo San Sebastián
Fig
|

O Ti VAS
12. 229. Timbal con paredes más o menos
A
curvas
js Civilización Puruhá de Guano oSa
234
dad vilización Puruhá en Guano o San Sebastián

e
Figs. 242
E

y 243 antropo morfa


lfotos de y con decoración de cabeza L

la edición cp
;
Jsetito
8.244, fTagmento original] ,
E de edición
tig 245, fragmento con decoraciónde mana [foto la e
de. man PS
con falsa [foto edición origin
Big.
246 una asa de la ecicii
fragmento foto de la edicl
a.

asa
JalSa

>

con un cordón con muescas [


LIO!
OSvasos, platos
COn pies de forma
de ho-
permanecen desde entonces inmutadas.
de ágave ,

el
:

jas
Las formas, las decoraciones, manifiestan que origen de esta cultu-
ha de buscarse entre Costa Rica y el Valle del Cauca.
ra

La civilización de los Paltas o de los Jíbaros en Loja

El tiempo en el cual los Jíbaros, o sea los Paltas históricos, rompiendo


la unidad geográfica de los Puruhá-Mochicas, se establecieron en la Provin-
Loja, puede fijarse con certeza como que corresponde con
cia de
Tiahuanaco. Ya vimos los restos de un tiahuanaco-chavinoide
la
época de
allí
que se en-
cuentran. En las regiones de Méndez y Macas
se hallan restos de una civili-
zación adelantada, que
Barro de Narrío”,
parece ser una variante de la llamada delas “Sillas de
que es Pre-tiahuanaco y no jíbara, esto es anterior al esta-
blecimiento de éstos en las hoyas del Paute el
y Upano. Así a ellas no habían
aún llegado
por ese tiempo. En Loja, a más de los objetos de estilo tiahuana-
coide, de la cerámica
Proto-Panzaleo II y Chaullabamba, que son anteriores,
y de la pintada del
valle del Catamayo, que es posterior, contemporánea con
los Íncas, sólo se
encuentra una alfarería rústica, que es igual a la que hoy
fa-
eo los jfbaros184
ya del Santiago.
y que se encuentra también en antiguos paraderos de la

Las formas de
2) ollas
la cerámica palta son: s
Aberty
globulares, de base puntiaguda, gollete rectilíneo y pequena
ta; D) ollas de rectilíneo corto y gran
adertu cuerpo globular achatado, labio
c) vasos altos
SS barriliformes.
A das
;
reforzado
|

labios son romano, o


Con rectilíneos, terminados en ángulo
tra de barro vez, UN ele-
la
|

aplicada por lado exterior, que 2


el es,
A A os,
e
Cerámica Palta (provincia de Loja)
Fig. 256, fragmentos
cerámicos con diversas decoraciont”
no está
y
hecho con las uñas; b) cordones superpuestos, q
razadas en el barro fresco; d) hileras de Puntos
grabados con pa

e
los

mbre (bara de
casa
no enterrar
para
a
:
depositar el
muertos,
cadáver.
4
sino de construir
Jo UN pequeña

La cultura
de la alfarería negativa del Carchi
y de
los sepulcros en pozos
de Imbabura

Las tumbas son pozos no muy profundos, con bolsón lateral o sin él.
Predomina la práctica de la segunda sepultura, esto es, el depositar los hue-
sos en desordenado montón, cuando ya estaban desnudos de carne, sin que
por eso falten los cadáveres en decúbito lateral y posición de feto.
El venado parece haber sido objeto de culto y sus restos encontramos
en una tumba rica en ajuar, tal como
de la tribu.
si se tratase de un miembro prominente

El vestido que usaban era sencillísimo: los varones llevaban un cintu-


rón angosto, del
que colgaba hacia adelante una pieza de tela triangular, ter-
minada en una cuerda, que pasándola entre las nalgas, la ataban a la parte
posterior del cinturón; las mujeres cubríanse, desde la cintura,
con un paño
que les bajaba hasta las rodillas, el envolvía las caderas. En la
que se en ca-
beza llevaban los
hombres un gorro de tejido suave, que se amoldaba al crá-
1160, que formaba
sIenes y, llegando
una concha sobre la
frente y seguía verticalmente sobre las
hasta la altura de las orejas, cubría la parte posterior de la
cabeza. Usaban collares
de
e
de cuentas de piedrecitas o concha y amuletos dis-
lormas de

E
mujer, o fálicos; en sus bailes llevaban sonajas de cobre do-
he Sey mentado con la cabeza de un felino, de cuya boca pendían
Mismo metal el las sonaban
(tincullpas) que, al moverse que llevaba,
SoNgos y cascabeles. y
Usaban bezote en el labio inferior, narigueras
ES.
are
ngo.

ángulo,
poseía

c)
d)
queñisimas
e)
Fl
llamas,
único

Las formas
a) platos

eS gollete
ollas
ollas
tejido
ANTROPOLOGÍA PREHISPÁNICA DEL

cobayos.

de
que

globulares
tetrápodas
prominencias
ollas con
se

los
esféricos

asiento
abertura,
Eran

vasos

de

con
de
agricultores
conoce es

(pucos);

ancha
corte
de

son:
:

maniformes;
en forma
labio
hilos de

apertura
ECUADO R

y el maíz era su principal

horizontal

de
saliente;
y
algodón

gollete

casquete
anudados

formadas por dos casquetes esféricos que se unen formando


corto,
corto;
cuadrangular,

esférico,
los pies

cuerpo
225

son pe-

cónico u
ovalado, gran -

f) ollas formadas por la superposición de dos del tipo b;


g) trípodes globulares de pies cilíndricos;
h) ollas formadas por dos casquetes esféricos que se cortan, amplia
apertura, con labio saliente, y soportadas por cuatro piecitos cónicos;
i) compoteras de pie corto y plato profundo;
j) compoteras de pie corto y plato profundo, cuyos bordes se inclinan
hacia el interior, :

k) compoteras de pie corto y plato profundo y con un labio, sección de


cono truncado, cuya base mayor se une
al plato;

q
l) compoteras de pie cilíndrico alto ligeramente ensanchado en la ba-

rectilíneo;
O
se, plato formado esférico de amplia curva, que es el fondo,
por un casquete

AA
paredes cónicas labio saliente
y
m) compoteras con el plato cuadrangular;
n) ollas con base anular diminuta, recipiente formado por dos casqu
tes esféricos
que se cortan;
0) ollas globulosas
con base
A
anular;
p) ollas elipsoidales
con base anular;
ld
K
9) ollas de
cuerpo elipsoidal muy alargado, golletealto

e decoración es simplemente negativa plást


o
"A
negra muy oscura se hanpintado
a
226 JACINTO JIJÓN Y CAAMAÑO

a,
modo que los dibujos aparecen en el color rojO OScurO
Cel barro,
de los motivos ornamentales:
:

algunos pe
1) la cruz griega recargada de puntos
y encerrada
257, 259); en En
'9Mbo
2) rombos reticulados o no (figs. 260-263): (o
(q

3) campos reticulados (fig. 264) alternando a


las (fig. 265);
con fajas de
fs, <S E
Par.
8

5
4) una figura a modo de mariposa (fig.
266);

O
|

E
5) chevrones (fig. 258); 6) cabezas triángulos jos
escalerados, yo
vierten en greca (figs. que

Las decoraciones plásticas


1)
son:
el vaso que imita en su forma
una fruta,
E 1 ys

FS
generalmente una
je pe,

>
bitácea;= n

aleTR
:

2e enla región ecuatorial, hay.unborde


a
ya)

3) hileras de:aproniinenelas cónicasenrelieve


una y otra, a veces tan grandes como los cantos. La casa debió ser de made-
ra, una barbacoa como las de los actuales campesinos de
la
Costa; o sea que
vivían en lo alto, mientras en el suelo se acumulaban
las basuras. Varios de
estos cimientos están agrupados, lo que corresponde
alemplazamiento de de-
pendencias de una misma morada y a habitaciones de gentes afines, que se
reunían en barrios pequeños, distantes unos de otros,
pero comprendidos
dentro del perímetro de la ciudad, sea ésta Manta o Jocay, la de Cerro de Ho-
jas, o Cerro Jaboncillo. Estas gentes cremaban a sus muertos. Dentro de las

ropofagia ritual. Así


en Manta,junto a un altar, espe se más O

E
COn poco
muros de piedra pavimentado, había unas
y

ai
Menos circulares 08 est
y delgadas. Y dentro del perímetro de cráneos sin la
Vari
“rios lugares,
había hacinamientos de
Z Z A

huesos :.2 ns Ao .

Mandíbula sitios, troncos


inferior, otro sólo de éstas; €n gros estos e

PeMEL
vEUnO sin las P te :

extremidades inferiores. osdesper


e “e
enemigos, después de habersido supiel, y colgaos e”
Y
*
fueron desollados de
para henchir paja
despedazada, que se extrae de los basurale
a.

siempre ds A
que
decorada, A) por distinto grado de pulimento,
está y B)
hay en las casas, Por

grabado.
obtenidas dando distinto grado de pulimento a la
A) LaS ñTUDS alfa
líneas
La

neg ra, son sencillas verticales,


e d erantemente CAMPOS
re E
rería, : prepon son las figuras
de muchas vueltas;
z
nunca :
macizas de Pro.
culados, espirales
to
o
-panzaleo

instrumento
>
Il.
En la decoración
cortante en el
grabada,

la
barro
hay
aún
dos Scni
técnicas.
fresco,
y
se
En
han
la una,
hecho
con
incisiones Poco
un

profundas. En la otra, en pasta ya seca probablemente cocida, se han


tallado los dibujos, tal vez con un cuchillo de obsidiana. Los ornamentos
son siempre elementos pequeños que se repiten simétricamente, [y ele-
mentos] de carácter textil, que tienen marcada afinidad con los que, con
técnica negativa, se hacen en la alfarería del período de Elén-Pata, en Pu-
ruhá. Abundan las volutas dispuestas en fajas, de modo de formar una se-
rie de S (figs. 276-280); dibujos cerrados (figs. 281-283); triángulos esca-
lerados (fig. 279), campos alternativamente reticulados o no (fig. 284);
cuadrados partidos por una diagonal escalerada y con una greca o báculo,
en cada uno de los triángulos asíformados
dos por una greca (fig. 285). Muycuriosas
(fig. 285); o cuadrados ocupa-
son las cabezas cuadrangulares
con los lados menores
las espirales entre
serrados y un ojo a modo de espiral (figs. 276, 278);
fajas de líneas paralelas (fig. 286, 287); las figuras bio-
morfas (figs. 288-290). == ====>
PARO TEA IA

0 cm 5

A
La
18.
de
a la alfareria negativa del Carchi de los
264, vasija con decor
ii
Ja con decoración negativa en
y sepulcros en pozos de
ación negativa en campos reticulados [reemplazo]
alternando
Imbani!

con fojas
le

campos reticulados
e9913

u9

pinqoqui] U9MIrAUOo

ap as

anb
sozod

ua
SOPt.Ja[e9sa

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Dj494of]p 109

1D]
sesoJodulo9

2p
y

DANIMI

“697

DT Á

'
y

8o7 4

4
y l
La cultura
dela alfarería negativa del Carchi de
Figs. 272 y 273, máscaras de
COR
E 24, máscara de oro o
[foto di
278
279

E Artefactos de la cultura Manteña

cuadrangulares y ojo espiral [foto de la edición original]


Figs. 277
|

Figs.276 y 278, fragmentos grabados con volutas dispuestas en fajas, cabezas

y 280 fragmentos grabados con volutas dispuestas en fajas


Fig. 279, fragmento grabado

a
con volutas en S y triángulos escalerados
Figs. 281, 282 y 283, fragmentos (282, reempli
con dibujos serrados grabados
RE agmento con campos grabados alternativamente reticulados 02%
RAEE

a
de la cultura Manteña
líneas paralelas

e
de
Ejig. 287,
vasija erbadecin
on espirales entre:faj
jas
bior

ás
28 8,28 gment grabados con
É de
Artefactos de la cultura Manteña ca yb

Mascarón con ojos representado por tres huequitos :
dividir en:

ol
Ay, los
po se puede
del globo (figs.
cuando
a;
párpacos y 300-4, 301-1
5

ncia del barro con una hendidura As,


¡tudinaj

orro tapa las orejas, las que de acuerd


a

fig,

figuran a Un hombre viejo (fig. 302-3);


E) las que
en que la nariz es sumamente prominente, que carece
F) aquellas 2%: de
se ha el arco supraciliar y representado la boca
tocado, que marcado a

hendidura (fig.303-2);
6) aquellas en
QS
que se ha representado el pelo con un arco que va de
con arqueada (fig. 303-4);
|
an aorej: y laboca
an
una ranura
turbante a 'modo de llauto, formadopordos cor-

de
sel
de:
u na tela
a -nas visibles
its
las
(e.
facciones,
3023 y10)
seadvierte
a
extraer grandes bloques.
bajo, AS

Los principales tipos de esculturas son:


A) sillas de piedra, que son distintos tipos:
de

O
a-a) aquellas en que el asiento descansa sobre un paralelepípedo de

eS a-b) cuando en el soporte se ha esculpido una cabeza de felino (Savi-


lle, Marshall H., Antiquities of Manabí, Contributions to South American Ar-
gy, TheGeorge G. Heye Expedition. Vol. 1. Lam. XVILfig.
2);
de un puma(1d,id.,Lám.
E E AE
PEE
+
E
Ez %

:
más E8> las
aes
E

an e adalas excepciones má, é

EN
|
:

destino ceremonial. Así lo demuestra


tenían UN
ale
dif
sillas de
en el basamento Mismas, lo
ca
DIOS ornamentos Las de

as
el
cción, peso
propio de
ellas (que impedía el que fuesen tras]
En do
2 otro), y el que se hallen sillas diminutas de barro (Savio
% 0p,
5,
(rió
Vol. Il, fig. 8, pág. 102). ;
cit. Eene
E

El asiento, en repetidas ocasi0nes, adornos grabados qUe e,


Manteño.
a periodo
de la cerámica del Meg.
jest
a
los
de
yy,
ponden
del murciélago la fig. 306, corresponde otros Jlas
El dibujo de
ISmo
del Ulua.1$5 :
animal del Valle
op
o
Estelas. Son siempre placas trapezoidales que, de ordinar; l cor
B) o, ten
la parte inferior, la más angosta, sin ornamentar. De acuerdo con el bajo > | fig
lieve que
-b-1)
las adorna,
Estelas
se
llanas
dividen
en:
que carecen de bajo relieve;
val
las
| b-2) Estelas con la imagen de una mujer desnuda con las piernas abjer. ==
el La En
tas, de modo de poner en evidencia sexo (fig. 310). mujer está bajo ua |
como puerta escalerada, que tiene diversas clases de adornos: simples trián sb
-gulos escalerados (fig. 311), y grecas (fig. 310); [hay también] una represer-
tación esquemática de sillas de piedra, con uno, dos o tres discos (estrellas?)
e
Sobre el asiento (Saville, Op. cit. Vol. IL, Lám. IV, figs. 2-54) o representa

iones bióticas del Octopus, murciélagos y monos (fig. 312).


la mujer y dentrodelapuerta hay discos de significado astral (Sa:
A veces, alu

cit. Vol, IL, Lam. 1V,


figs. 2 o
y 3) de monos (fig. 313). En ocaso
una
silla, como si
los talones descansasen Y
ylas
nalgas el asiento (Savill

uh
misma en
Ñ

¡brazosde

la

el ee
;
21Daajo relieve deunvarón, colocado en

ÉS
ÁNICA DEL
ECUADOR
¡ 24;

A
W

Dn
Card América
SS
memoria inevitablemente el
od ss
a le> México
UpATE
y

ca
U
de
b-5) Estelas en las que se ha representado un Monstruo
0 mari
el
Wlyy,

AN del Octopus (fig


fig.
314), mismo que junto a la q
e| cidad femenina
$0b,
do
la fig 312. Tampoco estas tienen puerta, pero en Una hay una se ve en
bordura

a
escalerados, con báculo, que forman UNA greca. de
iriángulos
b-6) Estelas con la representación del “vaso de la tierra”

/|
|

o “g] Ojo ce-


4] leste” o el “ophignathos” (fig. 315-317). Las hay
de diferentes tipos: a) aque-
l |
en que una media luna está debajo de un disco, rodeada o no del
tio, llas
marco
o puerta, en que de ordinario se coloca a la deidad femenina (Saville, Op.
VII, figs. 2, 3, 4 cit. !
Vol. II, Lám. y 6); b) aquellas en que la media luna toma
il
contornos que recuerdan los de las sillas (Saville, Op. cit. Vol. 11, Lam.
0
) le VIL il
» 1); c) cuando la media luna es el asiento de una silla. En nuestras exca-
on fig.
vaciones en Cerro Jaboncillo encontramos en un mismo montículo dos este-
las, la una junta a la otra; en la una, la apertura de la silla estaba hacia abajo; S
l
en la otra, hacia arriba. Lo que manifiesta figuraciones astronómicas de dos

.
Sable mi

fases distintas dela luna. Para establecer más claramente lavinculación con

5
ajo el “ophignathos”, en elbajo relieve de la fig. 317,el brazodela silla termi-
|
4:
Cp
s nin
la
na en una cabeza,pero no es de una: serpiente, sino de un pájaro quelleva

e
PES SIDAAO
|

presi colgado del picounobjetotriangular.


)

a2
ells)
Las estelas delos tipos b-2, b-5 yb- 6, tienen mismo. significado re Al
un
ese
als |
ligioso. Sonlarepresentación
la
dela diosa de la la
fecundidad, venerada |

Sat
Manta, de de
quehabla Cieza: León que curaba
a Madre.>
los enfermos,
|
Sámanos,ylalUmiña deNelas0osque:esla
María Meseía«de
AN
Euradaenlasb-6 rel
isco terrestre,
«
en las
b-5 por ke
last-2,por
do
cd
>
AN
Incensar! adornados con bajos
C) ipédos:de piedra
la
relieves
po at
c-1) un recipiente en parte superjor De Mas

La
E
con

pila y
cuatro caras,
0
sirvió por muchos años de pila de
iClque E904 epas0
el más
la Iglesia
de Picoazá y
321).
ahora
Una
se conserva
cornisa rodea
en
Museo me el
U
ta en
aquil (figs. 318- por tres ad cabe
de Qu Sl de ésta las os

nla
nicipal
o: los grabados en caras laterales la com]
)

a
del

ee
dis.
bandeja «en las
fajas verticales, entre que hay un adorno he de
cos kl principal están muy destruídos. En ésta Ba
la cara se
ple dijo desnuda que en las estelas b-2,
Sn
un tocado a modo de y
rona y un collar en el pecho (fig. 318). Llama
marino,
la
el
atención
el tratamiento q,
el ES
Lám
son las del monstruo octopus; a los lados
las manos, que PA
cabeza hay dos peces y encima de las manos una serpiente con
la cabeza arte(
el
hacia abajo y cuerpo doblado en tres ángulos rectos, de modo
de COnsti-
tuir casi un cuadrilátero, en cuyo interior hay un disco. La cara derecha (fig.

319) está adornada con la figura de un varón de pie, con la una mano levan-
tada como si ofreciese una
una
ofrenda;
camiseta
la
corta
otra, detrás
adornada
de
con
las
una
caderas, lleva yn
gorro cuadrangular y “tincullpa”. Lo

que más llama la atención es la nariz larga, prominente, apuntada como

o
trompa de tapir. Si esta piedra proviniese de la América Central, no vacila-

-ríamos en reconocer en la figura de que tratamos al dios Maya B, el de “la


nariz larga”.186

La
|

piladeaguabendita de Picoazá está muy destruida, pero si nos Ír

Jamos 319, las Huellas que quedan del ojo son de un ojo cdi

le

disco.
s
noes una serpiente sino una simple figura geométrica,
personaje *
UN

caraizquierda (fig. 320) la ocupa un


camiseta
LOS
en
actitud
n
FANS
lleva una
e ANICA DEL

ti
Ecu ADOR

E
243

A PA le
“isación tolteca. Es esta divinidad la que
se ve en

o
A cara
|

posterior (fig. 321) tiene una

A
La

»a , po
En otros de los incensarios de
esta clase Sólo hay
una
Y A
en la cara figura humana

a
t sculina,
ze "
lo ma

e
|

c-2) Incensarios Una figura humana


i Ma
beza una fuente, O Cuyo
tocado es
el recipiente
que
(fig. 322-326),
sostiene
en la
EN se con los de la región totonaca y de Teotihuacán, que deben
O, que
fe Ye 4 en divinidad que Seler ha identificado con Xipe, el dios
del fuego
representan

"de, c-3) Pilares decorados con un capitel, formado por dos o tres
molduras

O8 ñ expansión donde se ponía el copal o incienso que están adornados


a «vaso de la tierra” (Saville, Op. cit. Vol. L, Lám XXXIII con
fig. 3: Vol. K,
ado,
de L, fig. 3), o con un dibujo derivado de
laestilización de la araña en el
ca,
de
Pay
|

|
arte de Tuncahuán
O. E
e-4) Incensarios formados poE el cuerpo del
a puma
asiento de las sillas, de cuyo lomo se yergue una columna (fig. 327). Estos
que sostiene el

E Í son iguales a losque,hechosen madera, se encuentran en Pachacamac.187


mol

lada
afig.)
d-1)La mujer
la

[tas
mismadelos bajos relieves, en cuclillas, con

SS? OL
domo
y elsexo enevidencia
desnuda,

piernas abiertas con

del | 4-2) Mujer desnuda de


pie
PE (Saville, Op.cit. Vol. IL, Lám. XLIV,
_ 4-3) Imagen deuna madre con hijo en los
su
brazos (fig. 328). :
: Artefactos de la cultura Manteña
Ea
Fig. 300-1, cabeza de nariz aquilínea, con ojos hendidos [foto de la edición 056
Fig. 300-2, cabeza sin representación de los párpados y el globo del ojo ña
ae orejas nicas .:
5

300-3, cabeza con gorro


que tapalas
Fig. 300-4, cabeza denariz. |
di
[fotodela edición original]
A A EN

Mig. 301-1, cabeza de nariz aquilíne


Artefactos de la cultura Manteña
Figs. 302-1 y 2, cabezas rústicas sin párpados
Fig. 302-3, cabeza de hombre viejo
y globo del ojo

Fig. 302-4, cabezas con gorro


que tapa las orejas

pa ess y dos.

A
Pigs. 302-5 y 302-6, con un
cabezas fortuEaS

a
tocado
Os laterales
185. 302-7, 8, 11,
12, cabezas con cial cd A A
aparentemer de plumas
labrada a
Pigs. 302-9
y 10, cabeza con tocado tela
de
E

e
a

€$
ANTROPOLOGÍA

Artefactos de la cultura Manteña

Eas ee
jer gorda
Fig.
Fig.
de
304-1 y 4, fragmentos figurillas que representan E

304-2, fragmento de figurilla con tronco cilíndrico, con senta


separados
del tronco E distinguidos

a
1razos apenas
y brazo
:
Fig. 304-3, :
señalado,

3 ee
fragmento de figurilla, sin pecho

e
POr una ranura

O echo eS
|

fragmento de figurilla: la mano descausa ee SD


Fig, 304-5,
pa
ob :
E

a
10

RADA

ARA
Artefactosdelacu S0
Fig.309, silla
de piedra cuyo
-
%

¿e?

ADOS

AT
LIA

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IICA

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5

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CE
prole j
23 PEA é Me
a
316

317

: Artefactosde la cultura Ma
Figs. 316y 317, estelas con
la
representación del
2.el “ophignathos” [fotos de la edición original]
“vaso de a
6L€

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cultura

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Artefactos

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incensario

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caras

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AUIIALIAI

“EZE

Á 19
SI
TE

OPLIO]
“531
SN
329
inal]
Período Manteño en el Guayas
g1

igual a la de Manta, pero no los usos funerarios, pues se


€S practicaba > ]
,
rería
., cadáveres, extendidos
Á a

inpumación de los en grandes urnas (¿segunda se pul-


tura?) )

Las conexiones de la civilización de Manta con las de México y Cen


troamérica son evidentes y hasta puede, sin temor de equivocarse, afirmar
que son las culturas toltecas, con aquellas que se relacionan con la ocupación
mexicana de Chichen Itza. Los incensarios cariátides,!88 el ophignathos, y la
misma forma de las sillas!82 lo indican.
Esto no tiene nada de inverosímil, tanto por la edad de la cultura

La Civilizacion de La Tolita

Carecemos en absoluto de perspectiva hi

sa
E
Se lzaciones esmeraldeñas. La
arshall H. Saville habría
obra
sido
monument
aún mejor ilustrada que laque PYds
e
y que de cri-
bre Manabí,
sobr E |
no ha visto la luz pública, pero —seguram ..nte— carecía
lugares de esa
en varios
lerdad que el Dr. Max Uhle excavo "20 sideracio-
"9 istórico,

Aca pero preocupado por descubrir culturas,


Pológicas, había
Ieveló ya, para entonces, perdido el fino
set”.
a osque

¿Tola
Z SN ES

"rade Tuncahuán prece


aid
ciar
de
«La Tolita” es
oa yeÑ Así las Ú A
O
de for.
La cultura variadas, P
y
son de lo más
de las va sijas de
tetrápodos
mas interés: platos pies bulbosog; f yq
/ee yy
<u especial VASOS

AE
dol as
unas pocas dilatados en la base; cántaros bitubulares, con los
encorvada; algunos
tubos
di. p

con una agarradera antropomorfos |

OST
(fig
silbatos
sE de los dos en la parte
formados por
de
dos
los
ada
rec tubulares,
que terminan
con una asa
1%
eu ss
media recipientes, los dos, o pe y
a
e
Ai
uno, en una curva de arco romano, con tubito en el centro, que parece | p g
$
representar
felino. Si las
el seno
dos
de una
primeras
mujer
formas
con
son
Su
de
pezon,
progenie
Z
centroamericana,
de
las
un
dos
|
de
últimaslas tienen en el Perú.
pe s y
¡
|

Lo más notable de la civilización de “La Tolita” son las figurillas


variedad; unas han sido de vasos, otras
de ;
al
las que hay gran partes silbatos, pero UN
|
a
e
estatuillas. De éstas, muchas tienen una protuberancia en la o
|
la mayoría parte Los

posterior, que es plana y rústica y sin adorno alguno, que lo demuestra que se 1
t”

colocaban en las paredes de las casas a guisa de bajos relieves, o comocor- ral
nisas ornamentales de los muros. Esto explica la inmensa multitud que de
]
]
0)
O
jabon
ellas se encuentra en los emplazamientos de habitaciones, quequizí y
Ñ
iÑ '
1218 e |

madera recubierta de empañete. Otras trabajadas por todos los lados ver-
son lim del
daderos idolillos, que revelan que el culto de las figurillas estabamuydesa-
de

murales o idolillos, han


UN complicado tocado, que termina con una representación del “Segun-
con
”, que es una ave de rapiña (¿cóndor?)
do yO
La fig. 343 es una canoa con flotadores (out riders) y una tolda pa-
ra los pasajeros. La fig. 344 es un sello plano con una serpiente empluma-
da. Las figs. 345 y 346 son raspadores de barro en forma de pescado, el
uno con el rallo hecho del mismo barro, el otro de pedacitos de cuarzo.
Los esmeraldeños eran admirables orfebres; muchas de sus joyas son
maravillosos trabajos de miniatura, pero las tenían también de gran tamaño
(fig. 347); trabajaban el el
platino, oro, el cobre el
y plomo.
Usaban decorarse los dientes delanteros, cortando parte del esmalte pa-
ra incrustarse discos de oro; el cráneo de la fig. 348 se guarda en el British
Museum de Londres. Saville dice hablando de esta usanza: “No puedo me-
nos de expresar la opinión que la costumbre de incrustar los dientes, tal cual
se encuentra en la costa del Ecuador, ha sido llevada directamente de Centro
América”,195
Antes de terminar este párrafo, debemos mencionar un objeto que se
guarda en nuestro Museo (fig. 349 a, b y c), que lo obtuvimos en Santa Ele-
na (Prov. del encontrado. Es del mismo ba-
Guayas), en donde se dice fue
lo que no es un reci-
tro que el usado en “La Tolita”, carece de fondo, por
Su no

at
tiene una perforación. use

q
Piente, y en la
parte superior de la cabeza
este
e
ae
haber sido otro que el servir de sostén a algo que en
"roducía. Representa a un hombre en cuclillas, apoyado sobre

Yan
h
en el Objeto
JOras
no muy
arredondeado.
grandes, a modo
Lleva un
de
collar
botones.Lo
E
de
inte
e
cuentas 2edondas y “e
.
A
de tamaño; la corona está f
por pares,
es Un medallón en el que se ve el e col
la delantera bj.

:
zatesatl; sigue del un lado algo así como un
eEa
lo que debe ser una telarayad ue,
o tela
con
envuelta
una ranura,
en espl
está separada de la parte posterior,
Ed
igual
Ad
aella
ÓN
y,
y con€
con

de la envoltura espiral.
en Esmeraldas ocurre una mutilas
Hemos visto que
México el País Maya; represe
Sólo se conoce en América, en y
de
ci

unaforma de nariguera propia


er
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tot

PAR

A
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A
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PI

:
Artefactos de la cultura Manteña
Fig. 330, columna sencilla [foto de la ediciónOM

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Civilización
les. 339
al
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y otra imagen que representa dios Bdelan
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el de b,

La y
Figs
3 '2yD, cabeza grande tolita, de frente y de E
- Civilizaciónde La
Tolita
Olitas con diversas. E
clases de:
345

Civilización de La Tolita
un €

o
con
A

"ig. 342, fr
agmento de vaso con representación de un hombre
[foto edición original]
:
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343, canoa los
as 344, con flotadores y una tolda para pasajeros
'£- sello plano con una serpiente emplumada [
a F

ANTROPOLOGÍA PREHISPÁNICA
DE
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2P

UQIDDZIALO)
ANTROPOLOGÍA PREHISPÁNICA
D

Panzaleo Il

Las formas típicas de los vasos son:


a) grandes ollas globulares, livianísimas, con gollete corto, formado
por una sección cilíndrica baja y un plano inclinado
al interior (figs. 350 y
351);
a
|

b) ollas semejantes las anteriores, pero con gollete más alto y con la-
bio saliente, a menudo adornado con una cabeza, muchas veces de pájaro, o

A
con una máscara (figs. 352-353-354);

e
c) ollas con pie y golletecorto(figs 355-6);

35)
|

d) ollas con pie, gollete alto, adornado con unafigura plástica (figs.
357,358 y
La decoración positiva emplea uno
el
CP
He: AOS

como en las figs. 350-352, se

que resalta sobre el amarillo ro:


el que se han trazado
grupos C
limitados por líneas horizontales
ANTROPOLOGÍA PREHISPÁ

Ej
Artefactos de la cultura de
(353
353 y 354,
de
fragmentos ollas globulares €

Ej
3 reemplazo], Po
[reurSuo

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optuJope.
máximo desarrollo cultural de Puruhá.
a el
n los
A

más numerosos, l los más ricos


ÁS rl

en
Los
:
ajuar, los ás
e
Menterios de
m típicos por

o
formas de los vasos son:
Las
antropomorfos de ¡

horizontal elíptico,
a) cántaros formados por
apuntado en las extremidades, especialmente en
la
2AE
TO cipiente
inferior, y un
un
rectilíneo saliente que representa una cabeza humana; a veces hay dos
na en cada lado del vaso (figs. 360-363).

ri
globulares de amplia abertura, sin gollete y con labio saliente;
c) ollas esféricas, con gollete y
corto ancho (fig. 364);
d) ollas de gollete ancho y alto (figs. 365-370);

tos
A
|

e) ollas formadas por dos casquetes de diferente que se unen


vertical, frecuentemente
por medio de una pared arredondeada; pros z 5

f) frascos de base plana, recipiente a modo de


presión al unirse con el cuello, conta

IE 5
e
quees
SUS
Faneho y !

FU, 5
A es
j
A E
E IDA. AO 1]
g) compoteras de recipiente cónico,
chado en labase (fig. 372);
h) compoteras conelplato
lol JS
E
oa FOCPÍE

i) compoteras con labio saliente


3

YE
0

un arco;
s) platos
;
trípodes

tmodes con
ngo
COB

10s
1
pies
(f1g5-
en forma
382-389),
de la
algunos
pata
son
de un animal;
molcajates;
AS
E
un tubo Como pipita.
as con

observa: en a) gollete de los cántaros an-


A) La decoración plástica se
360-363); la nariz es un cordón de barro de
sol triangu-
tropomorfos (figs.
lar, que arranca
son cordones a
del
modo
borde
de
del
dobles
gollete
asas,
y
CON
termina
aretes
ce al
múltiples;
fin de
losE ojos
las
y la
orejas
boca,

ha representado, son esferas de barro en relieve, con una hen-


cuando ésta se
A en las compoteras, en la pared exterior del plato, se ve una
didura. veces,
las modificaciones exigidas por la diferencia del espacio dis-
cara igual, con
el de los platos se ha representado ya una figura humana
ponible. En mango
(fig. 388); ya un animal (fig. 389), una cabeza de serpiente (figs. 382, 383),

ya una mano (fig. 386), ya la mandíbula inferior de un felino (fig. 384). En


ocasiones la decoración plástica consiste en falsas orejas (fig. 377), o en pro-
tuberancias cónicas, en el labio de los vasos (figs. 369, 370).
B) La decoración negativa ha sido hecha con un color negruzco sobre

y
j
rojo, del barro no engobado. Se caracteriza la ordenada SI
£
por disposición
me ñ
de pequeños motivos ornamentales, altamente estilizados, de aspec-
1

rica >
1pi
Piente,
En círculos CONCÉnNtricos, o en sectores de dispo-
eN
¿dornos Círc ulo; es muy
banda diametral.
:
S
una
E
pjend sisposición en
¡
para
SO
“nales dibujos son
a modo de enrejado (figs. 362, 363, 365);
, dibujo
> fajas o líneas paralelas dispuestas, a veces, en ángulos (figs. 362

0j0;
del 1 0]

dobles, a modo de S, que son representaciones de


d) espirales serpien-
cabezas (figs. 360, 362, 363, 370, 372, 373 y 374).
de dos
js los rellenos con
e) enrejado CON espacios puntos;
f) espirales
unidas formando festón (fig. 376);
g) figuras de serpientes (fig. 369);
h) líneas angulosas, estilización de la serpiente (fig. 367);
¡) rosarios de Óvalos concéntricos (¿piel de jaguar?)
j) cruces, representación estelar (fig. 372),
k) estrellas (figs. 375, 377);
1) báculos (figs. 363, 374);

m) triángulos con ojo (figs. 360, 361, 364, 366, 367 y 371);
n) triángulos escalerados, con o sin báculo (f1g. 362);
o) figuras del monstruo marino de
las estelas de Manta (fig. 372);
374,
p) el ophignathos, ojo celeste, o vaso de la tierra (figs. 363, 368,

E
Y Imágenes estilizadas del murciélago (figs. 362, 363);
1) la
imagen del dios alado y bifronte, muy estilizado y en descompo-
Siciá
“ión (figs, |

372, 377);
|

dos
S)
cabezas de animales, de corte cuadrang ular y
,£ "el :
:
|

bordes menores será


me
ojo en el centro (figs. 374 375);

pour de animales de progenie tiahuanacola.


286 JACINTO JIJÓN Y CAAMAÑO

C) La decoración es:
grabada
a) dibujo reticulado (figs. 383, 388);
b) chevrones (figs. 382, 384);
c) espinas de arenque (fig. 389);
d) hileras de puntos.
Civilización de Elén Pata
rectilíneo saliente
Fig. 362. 2. Cántaro antropomorfo con gollete

unaCi beza humana


que representa
E FAN 000 N dao E

e ao a AA
PrREHISPA

7
NO
o
ARRE

SET

pa

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eu
dos
379

File. 378,
olla trípode con pies en forma
pen
Civilización de
de ho) PE [rem

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|

Pig. 379, con cordones de barro


olla trípode con pies pan
hechos
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apuntadas
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Big, 380,
plato trípode, con pies en forma
Hotde la
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Fig.
381, vats cx |
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cañari.1” Encuéntrase en Azuay y Cañar Sue
del país

pe
dad; el
le
cañari,

barro es poroso,
ha
contemporánea
poco
empleado
consistente,
un barro
con
que
mezclado
Tiahuanaco,
odesmoron
con arena,
es
A

que
oi
de

em 3S
no lesa,
0
a
7

>
el pues se
mar u
Estos defectos
|

de fabricación Se acentúan aún en la época deTacalsha.


objetos en que se ha empleado el engobe,
pa, salv o en los pocos n ¡

engobe,
a la sobre la aplica.
:
pasta que se
E

un barro ro] o fino, que da consistencia

A
formas principales son:
>
Las
2) platos formados por un esferoidal,c
casquete

eA
una sección cónicatrun ada (fig.390);
gollet
-
b) ollasesferoidales,

e) ollas trípodes
-d)ollas trípodes con
depies corto
pies
lástica, O pintada, según técnicane:
encuentra en los vasos COn engobe rojo:
la.
e
til; la segunda, recuerda
[[eurSno

u9Io1po

e]
ap

0703]

anbuae

DIO
ap eamiode

OADYS|DIDL

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16€
“68€ 06€

“SBILA

2 3 0
BA
ANTROPOLOGÍA

|
!

trípode de recipiente globuloso, piesanc


4

OT
Original]
!
dice
INS RO
rl
CIVILIZACIONES MODERNAS
DS MD DEL

ULTIMO PERIODO PREHISTORICO

de civilización representada
la por los hallazgos hechos por
edad la población precolombina de Cuasmal,
en ha sido
el
pr.didodo unle,
indiscutible por el Sr. Dn. Carlos Emilio Grijalva,
determin
quien
he
a

CR
de de
da
esa población y ese tipo alfarería datan de la óltimma
é
vado que

2
demos
contemporánea con la conquista incaica,198
Ane la

14 lo que cre ía Uhle,


mbién
basándose
es
en
relativamente
comparaciones
moderna,
con
la alfarería
él
de
que ta pero que tenía por muy
Montoso,
antigua.
Las poblaciones de este
z
período
desordenadamente.
z
están
El diámetro
0
constituidas
de
por grupos de casas
las
redondas, dispuestas casas varía entre
6 siendo el de la mayoría de 12 a 20; de las excepcionalmente
550 y m.,
grandes
casas
SON sólo
comunales
una
o a
o
las
dos en
viviendas
cada
de
agrupación,
los jefes.
y deben
!
corresponder
: a las

Las paredes, hechas de


tierra, eran bajas y no debieron llegar a la altu-
ra de un hombre. Son de corte trapezoidal y tienen en la base una anchura de
225 m. Uno o varios postes, colocados en el interior, servían para sostener

una cámara sepulcral y bolsón, hacia el E.!??


Estamos casi seguros de que cuando se efectúen nuevas excavaciones

e
en esta clase de
ruinas, se dividirá período
el en dos subperíodos: uno equ
a de las tolas
i

al ha-
DA
en tiempo las tolas con pozo de Imbabura; otro,
bitacionales, |
|

Ea
as
Las principales formas
de los vasos son:
tura
a) ollas de
(figs. 406bis,
recipiente globular, más o menos achatado,
y PA
=—

dd
407);
D) ollas globulares de gollete corto, rectilíneo, y £ cn
CS

en forma de un rompecab ezas (estre]


recipiente lado);
un animal, o están sobremontadas por SU 1

Ma.

e
gen (fIgS-
alargado (fig. 416);
f) ollas de CUErpO
antropomorfas (fig. 417);
g) id.
base anular (fig. 418);
h) ollas con
¡) ollas zapato (asimétricas);
de pies macizos cónicos, cortos o larg os;
j) ollas trípodes
hemisféricos;
-k) platos rectilíneas;
de fondo plano y paredes
|) platos
pie
y corto.
des
(figs.

2
hemisférico :
Se

E
de plato

2
-m) compoteras
(cráteres)con base anular(fig. 422);
-n) vasos
o) vasos de base pao: muy (e.
o11as,

) es
e
La decoración pintada siempre únicamente positiva. El bar
de color amarillo rojizo, más o menos claro, la
inario,
ordi pintas E
ge
caoba, hasta el rojo. Los principales dibujos
desde el
café son:
1) reticulado (f1gS. 409, 416, 417).
2) chevrones (fig. 414). |

caras triangulares en simetría alternada (fig. 406).

a
3) z i

angulosas, dispuestas de modo de espiral


4) líneas constituir una (ig.
408)

28.
báculo.

as
5) rombo con figuras escaleradas con (fig.
s
6) dibujos a modo de clepsidras (figs. 429, 430).
7)

3)
cuadrados.

cruces.
Ae en unos —
cn
Figura
por esca-

9) estrellas.

lc
430; los venados las figs. 420 430;
y
murciélagos de la fig. 434.
E
ES

“aracoles, que son deordina


Plástica de una
mujer, unho ¡br
Bes.
Dor
410
úy
411,412 y
im
Pe
Itura de
ollas
413,

a
los
que
E
id
lo Pastos

qe
istóricOS
tohis
Pe

Cultura de los Pastos Protohistóricos


Fig. 417. Olla antropomorfa de cuerpo esférico
ca
PATAS
rd
es
Cultura de losPa stos
5
de las Tolas con Pozo
La Civilización

Cultura aún muy mal conocida. En 1909 y 1911


a Pudimo
Hospital”, Urcuquí, Provincia de Imbabura se
"A

la hacienda “El
excavar, en
cuantos montículos, que de los demás
gión caranqui- unos
su de 2a6m. de
A
tudiados por nosotros en Imbabura, por tamaño diámetro, y
1,20 m. de altura; por ser de plano circular, por tener en el Interior
de 0,60 a
cavados no desde la superficie del montículo, sino des-
uno o dos sepulcros,
éste se levanta y que tiene de 1,50 a 2,10 m. de Profun-
de el terreno en que
didad, de 0,70 a 1,60 m. de diámetro. Algunosde estos montículos tienen dos
o tres coronas de piedras, dispuestas formando un círculo, lo que demuestra
no son casas derruidas, sino verdaderos monumentos funerarios. Los cadáve.
res están en orden anatómico, tendidos de espaldas (41,66%); en decúbito la-
teral y posición embrionaria (3,335%); en desordenado montón (segunda se-

son:
pultura, 33,33%), o cremados (16,66%
Las formas de los vasos
a) ollas de cuerpos formados por paredes ca:
el
da:
1 Pichincha. Llámanse tolas a los montículos artificiales de tierra
Ja de Los ha
ecuatoriana y de ellos ya hemos hablado, pero son diferentes de
en la costa
| país caranqui. Estas son de las siguientes clases:
p los de
a) Construcciones del tipo del templo antiguo del Quinche (fig. 440).
el y
de

Fl terreno, de suave declive, está limitado por N. S.


por dos pro-
fundos cauces. De talud a talud, hay una excavación que forma una amplia
' terraza, en Cuyo Centro está colocado el templo. Compónese de un primer pa-
tio de 56 m. de ancho por 220 m. de largo, cerrado el
por E. el
por corte de
laexcavación hecha para construir la terraza, de 3 m. de alto, por término me-
dio. Por el O., por el muro del templo, de corte trapezoidal, formado por un
ácleo de trozo de cangahua endurecida, sobre el cual se ha amontonado una

' gran cantidad tierra; este muro,


de
el
hacia interior del patio,
construcción,
tiene unos
de muy
2 m.
' dealtura, por el Norte, por un parapeto de la misma po-
Ps

natura
or,tiene 230 m. de largo y 15 m. de altura sobre el terreno
9. Porel N.
va disminuyendo la altura suavemente, pue 5, amodode ram
tuerce relS.
A pa
314 JACINTO DIU
del tipo del templo de Cayambe.
Construc ciones
bp)
cuadrangular, limitada por el E. por una
aza emi
clives de una colina, y por el Occidente Por un co
porel amontonamiento
la
de la tierra sacada del
arranca una
des.
mitad de terraza, rampa que con sua.
la llanura. Equidistantes de la rampa
nores que terminan en rápidos descensos. Pare.
o dividida en patios, comolos del templo de]

del del montículo conocido con el

a
O
c) Construcciones tipo nombre de
Paila Tola, en Atuntaqui (fig. 441). E
Es un inmenso montón de tierra en forma de pirámide truncada, de 80
m. de lado en la base, 50 m. en el plano superior y
de
22
40
m. de
altura.
de
la
En cús-
mts.

Le
pide hay una depresión, semejante a un cráter, diámetro. Del
medio del lado S. nace una rampa de 120 m. de largo y 25 m. de en
ancho la
base, que termina junto a un riachuelo.

0
d) Tolas con rampa.

Si
j

de los tipos anteriores conocemos un soloejemplo del

e
ER
e: éste tenemos noticia de muchísimos monumentos i; ual
la 442).
3
cribiremos gigantesca tola de Zuleta (fig. SERES
ESFERAS

de
|
-— Esuna pirámide truncada de 30 m.
45
y m. enla plataforma, ligeramente más altaha
2
al E ia
5h
Como para que
e le ofreciesen llegaran interior. Cuando el montón

O
apetecida, Se edificaba en la plataforma superior la casa, al parecer de ñ
¿ura
construcción ligera.
Casos hay como en la tola del Aguacatal (Hda. San José, Parroquia de
Urcuquí) en que el montículo, abandonado por sus primeros pobladores, fue ñ

o
añadiendo nuevas capas de tierra y aumentando sus dimen-
welto a ocupar,
siones.
e
Todas las tolas excavadas por nosotros son simples amontonamientos
de tierra, si bien una contenía en su interior las ruinas de una casamásanti-

e
sua, cuyos muros habían sido hechos con cantos rodados, cimentadoscon ba-

A
rro. Pero se nos ha dicho que las hay construidas de parapetosde canga ua

Un monumento híbrido Caranqui-Incaico.207 ,

de E constructores de tolasvivía

re
maderada hay -de ordinario- «
la) platos hemisféricos;
2c) ollas formadas por dos casquetes da
esféricos, que se cortan forman. i

se ángulo;
20) ollas globulares de ancha abertura y gollete corto; ;

2f)
de
ollas
casquete
constituidas
esférico
por
de
una
poca
sección
altura;
ovalada O cónica
y un
asiento dd
forma
2j) ollas de asiento cónico muy apuntado;
21) ollas asimétricas en forma de zapato;
|
de cónicos
y

3a) ollas globulares trípodes, pies macizos;


3b) id. de cuerpo alargado, de corte horizontal ovoide;
3d) ollas trípodes asimétricas;

E
Sb) compoteras de pie alto, cónico, ancho;
5d) id. de pie cilíndrico ensanchado
a la base;
5f) id. de pie bajo y recipiente de más de media esfera;
|

féricos, que se cortan en


-6a)
ángulo;
a
6b) ollas con base anular y recipiente constituido pordos

id. con recipiente barriloide y gran abertura;


:
;
]
a ql«

78) botellitasde cuerpo globular, gollete altoy


E

8a)vasos(timbales) cónicos.208.
-
del tipo 7, del período manteño, el dios de las e
Jas €
“ado de Guano, O San Sebastián, de Puruhá;
f la frente dos protuberancias
: o) figuras que en
trazado los
tienen
ojos, la nariz y la boca
de
(fig.
cuerpo
447b).
cilíndriz
e] cual se han
CO, en

Los torteros de los husos eran pedazos de ollas rotas, a los que se ha

prelen
dido dar forma circular y
música
hecho una perforación
flautas de hueso
bicónica el
en
centro
silbios
Los instrumentos de eran: (fig. 448) y
de caracoles, importados de ordinario del país pasto, ya en la de
ya e n forma
en la de animales, ya simplemente redondos; y kipas, esto es,
testíc ulos, ya
trompas de caracoles marinos.
veces, esculturas toscas de piedra, que son
En
las tolas encuéntranse, a
representaciones del dios b.203
están en decúbito lateral embrionario
En las tolas los cadáveres

oE
se:
desordenado montón (segun-
(25.00%); sentados en cuclillas (7,14%) , o en
da sepultura,
67,88%).
En la tolade Cochasquí,
que estudió Unle, 210 después de

bían cavado los buscadores de


tesoros, pero sin practicar ]

científicas, había gran número decráneos trofeos.


La civilización de las “tolas habitaciones”, MOS revela aun pueblo p

SA
energía, bien sE
dotado de una indomable

>
bre artísticos,
en sentimientos pero

aa y numeroso. Si
Geográficas”
por
de
el
lo
testimonio
que hoy
de
es
los
Imba

picaiso
estado. Podemos
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colegir,
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TOLA EN LA HACIENDA DE COCHASQUI

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Civilización

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o
Ao:
ANTANS DANSN

ADOR
N 329
¡ón de Chaupi Cruz

dominación incaica, que objetos de


1E L
manufactura local. N
on la de Panzaleo

s0.
nuimana

Nosotros, en 1909, excavamos un cementerio en


:
la hacienda que en-
señorita doña Concepción Corral, de
era de la hoy sus herederos, la fa-
a
tonces
€n Chaupi Cruz, al N. de Quito, que corresponde este arte
milia Stacey, ya
cara

una
este fIempo.
ac
Que llega al período de los Incas es indudable, por la imitación del mé-
LACIO
todo de suspensión de los aríbalos, que se observa en vasijas que nada tienen

de incaicas (fig. 449).

La cultura encontrada en dicho cementerio es, por lo demás, aquella a


OAMI

EPL

que pertenecen casi todos los objetos prehistóricos, provenientes de los valles
la
EH

a
de Quito, Chillo,
Lloa, Turubamba y Machachi que conocemos. Es que en-
mastodon-
O

a
o
contraron Uhle y Spillman, junto al esqueleto más antiguo de un
O
le, en Alangasí.
Las formas
A

de los vasos son:


a) ollas globulares de distintos tamaños;
z
A

b)
ollas de asiento plano, cuerpo alargado (fig. 450);
e.
A

4D;
A

c) ollas macizos (fig.


trípodes de pies cónicos,
d) cántaros
ES una
altos, angostos, con base anular (fig.

a
452).
alfarería muy rústica, de paredes gruesas, 2 yocos cd
a
|
eN Un
ejemplar de la clase de decorado con tEemIa
7

2
ue recuerda
Carcht”-
o
los del período “negativo del
Civilización el fin de E
parece haber durado desde
QUista
Castellana.
lg.
Civilización de Chaupi Cruz
449
-Jarra loca] as
con influencia inca en las
ANTROPOLOGÍA PREHISPÁNICA
DEL E

de Panzaleo III
civilización
¡

encuentra
Las

e
ol
vasijas
engobe y de
SON

color ya
ed formas de los vasos son:
.-
anaranjado, ya E
de la misma pasta ligerísima de las de Panzaleo
café oscuro, ya gris.
Ty Il

y
a) ollas de cuerpo formado por un asiento curvo, paredes cónicas, cue-
corto, pequeña abertura, con labio saliente rectilíneo; |

llo
b) ollas de la misma forma, con base anular (figs. 453-455); ES
dos se

a
c) id. con el cuerpo formado por casquetes que cortan en ángu-
456); ==
457)
lo (fig.
d) id. con una media caña
e) id. formadas por dos vasos
en
el
cuello (fig.
comunicantes (fig. 458);
labio 459,
f) compoteras pie
de cónico, rentrante
-g) compoteras con labio saliente doblado(fi 4
(figs.

La decoración es: plá


A) pl
-A) La omamentación
a1dal

Uu0y

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SA %3toÉ
SES 35 e233
E 9) Sora
a 28SS

>
mes
9
3
PAN SENA
NANI AA

de Huavalac
civilización

A
sección cilíndrica y gollete alto;
f) id.esferoide, con gollete alto cónico:
g) platos
h) platos
de un tercio de
con mango;
esferoide: _
Fig. Civilización de Huavalac
=>
-

463, Vasija con


decoración grabada en espinas de
Pigs. 464 y 465, arenque

e
vasiijas
con
1464, foto de
la edición
decoración grabada en chevrones
original]
MPresiones
de uñas en una superficie más o menos extensa, o con las uñas se ha
repulga.
do, como pastelería, las narices que decoran los vasos (figs. 465, 466, 469 b,
471).
Curiosos son los idolillos femeninos (fig. 472) y el que reproduce
imagen de la divinidad c de las tolas habitaciones la
del país caranqui (fig. 473),
así como la cuchara de la fig. 474.
Huavalac es un período de corta duración, que marca
el principio de la
decadencia de Puruhá; es la continuación del de Guano y del de Elén-pata.
_Difiere de éste por la simplificación y degeneración de la
ornamentación a
color perdido, y por la introducción del repulgado, demuestra una
que inva-
sión o una influencia del E.,
seguramente jíbara.
E
red

ci
o
4
Cn

As
,

A
aeve
AN)

Estilo Puruhá Incalco / e YE


a 27

decor ción plastic ZE

o antropomorfo con car


€ A
en :
1

hileras de impresiones
IO
CU
restos mucho más antiguos.
tenía
formas de los vasos son:
i Las |

j
aa
a) platos hemisféricos muy tendidos (fig. 482);
b) ollas globulares;

iS
| )

base anular 2

an e
e) ollas con (figs. 483-485); 5 SS

de
ó
a
d)compoteras pie perforado con mango, que ds

e) frascos de amplia abertura (fig. 488); É


Civilización de la Región Trasandina o Amazónica
La

En la Hoya del Santiago (Zamora-Paute, Upano), se eNCUENtrAn


q
clases de alfarería: la jíbara y otra que es una variante poco diversificada q,
Narrío”. 211
de Barro de

e
la de las “Sillas
ó
En
la región de Baeza
la de
y Archidona
Panzaleo YI, en
(Quijos
forma
actual, provincia de
clásica e inconfun
Na
Pastaza) se encuentra
En el Alto Napo, cerca de la confluencia del Curaray, APArece una
ci.
vilización completamente distinta de las de la Sierra y Costa ecuatorianas, Tí.
picas para esta civilización son las urnas funerarias globulares (figs. 497,

sz
498), en forma de varones (figs. 499-500), o de mujeres (fig.
y los pla-
tos que servían para taparlas (figs. 497, 502, 503).
Son objetos de barro de color amarillento, de par -des 3 )

gruesas pero
«
muy bien pulidas y decoradas, ya sólo con dibujos hechos conPintura negra,
pri
ya con negra y roja simultáneamente. Dibujos sumamente (
do comp:
2 y
ables los delosPanos otras tribus arawakas
a
s8p

CREAS

ALA

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JIJÓN Y ESPAI

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S SS
Ñ
SN Ss
A
O JIJÓN Y CAAMAÑO
/
Alfare r ía
YY 5 — —
= ES

z QS

e
E '8-
500. Figura human ad erámi1Ca,
CAPITULO VII
PROTOHISTORIA

PASTOS. El vestido de los Pastos en la época de la “cerámica negati-


A)
|

varones taparrabo sostenido un cinturón cruza-


ren para los un por y que
ba entre las piernas; para las mujeres, un paño envuelto a la cintura y que les
llegaba a la rodilla. Los varones usaban una especie de banda cruzada sobre
el pecho y un gorro
que se adaptaba al contorno de lacabeza y, dejando libre
se había
la frente, caía
sobre las orejas. En la época de Cuasmal, parece que
arriba

|
introducido el
uso de la “cushma”, camisa sin mangas, de igual ancho

do
la que
E deal una abertura la cabezadeotras. para
con dos los brazos,
de
. a; e intura co representaciones humanas
sto d OS
as
y
MI
iltores. Por ser
JACINTO JIJÓN Y CAAMANO
354

els laa Completaban la dieta, el maní y las frutas aMericanas

da
4
E¿E
-

de la coca (Borja, pág. 126). Poseían


e

mucho
(excavaciones del autor). 0-
Habían cazadores de oficio, que vendían la carne de venado
hecha ce.
cina (Sancho de Paz Ponce de León, pág. 117).
Pescaban las preñadillas (Pimelodes Cyclopum) en
las noches
“con unos garlitos de caña que ponen la
aboca de
las Oscuras,
fuentes” (1d. pág.
Labraban la tierra con palas de madera, del tipo bien conocido
ches

108),
Por los
ejemplos encontrados en la Costa del Perú (Anónimo, pág. 95).
Cultivaban,
en Pimampiro, la coca con esmero y para su labranza acudían a gentes de
dis-
tintas partes del Ecuador, que alquilaban su trabajo, a cambio de
hoja, por determinado número de días (Borja, pág. 130). Conocían la
la
preciosa
Propie-
dad privada y el contrato de trabajo. Tenían canales para el regadío
(OrdÓñez
de Cevallos, 1614, pág. 225).
Las casas se levantaban sobre las tolas, eran redondas; las
paredes de
palos entretejidos y embarrados de barro, por dentro fuera
y -bareque- y con
techo de paja; las de los caciques eran más
grandes, con una viga grande en
el medio (Sancho de Paz Ponce de León, pág. 116).
Las fortalezas, según Cabello Balboa, eran
eminencias, con varias cer-
cas de piedra. Para la batalla de
Yaguarcocha, cuenta Montesinos, hicieron
unosandamiajes en ocho corpulentos
sauces, en donde se atrincheraron más

vos) a trueque de “mantas, saly pe-


EA monos,
A
27.

AO
pita,
ES
papagayos, contrayerbay
ole,

Para pasarlos
uoU
O
IS.O
ríos, hacían puentes colgantes pág.
Sl

(Id.
A
Él que M á Sor labran 4

(Sancho de Paz Ponce ee Pri, ese era re-

re
ocido PO! cacique de León
n )
pxistía la propiedad privada de la tierra NEsé "a Por herencia
ág. 98)

e
onfederaban entre sí estos diversos cacicazgos.
$ S ; a Oa. O a O D Sy
C
aO c
? volver del sepelio,
a O o a D O a
O
30
jura.

mm
> ¡al
Oo
O
UN SD
O
SD
pam
jun
Ss

camino y al regresaban por otro. Abrían un boquerón


yn
a
la pared de la casa, por donde sacaban todo el menaje y, luego,
en abandona-
O

ban Ja habitación. En la ruta recorrida por el cadáver encendían fogatas para


espan tar al espíritu del difunto (Borja, pág. 132).
En Lita adoraban a los altos
al
montes
y,
a veces, al sol (Rodríguez, pág.
123); en Caguasquí y Quilca, cielo, a los montes eminentes (Aguilar pg.
tenían ídolos de de al
mame

126). En Pimampiro piedra y madera, en un cerro alto, nr

Cr

consultaban todo negocio (soñadores como los de los Jíbaros ac-


O

que grave y
tualmente el Imbabura para los indios del contorno?). En Coaque decían apa-
A

reció una serpiente monstruosa, de poderes mágicos (Borja, pág. 132).


cre

PANZALEOS. Según Cieza, los indios de Quito eran “gente mediana

A
de cuerpo y grandes labradores..... antiguamente eran... mal vestidos y sin in-
dustria en el edificar”. 5
|

S
SiN man-
De los de Panzaleo dice: “Andan vestidos con Sus camisetas
gas, ni collar, no más los lados, por donde sacan los brazos,
que abiertas por y)man

Sos
.
la cabeza -cushma- pS
y con
e sus S
E
É

C
-

y Por arriba,
por donde asimismo, sacan

anta
las largas de
lana y algunas de algodón”... “por zapatos :
-- Cabuya y por la cabeza traen puestos sus ramales. *
sos!
SS
adoratorios: ve
andan vestidas
$
|

” a uso del Cuzco”. “Tenían grandes


a
|

casas que tienen, todassondepiedra y


se>. “Las . ,
:
Cub :

E E aIS, e
3
A
356

su
(Cieza,
JACINTO JIJÓN

“Usan para pelear


fols. XLVHI-LUOD.
Tenían cierta
tacunga parece que
Según
vocados por Langanate
ban piedras

anacos y

había

00S
con las
de

pisadas

PURUHAES. Vestían
liquedas;
1868, págs. 469-471).
el
de
Y

lanzas

organización
eran
González
el
los jefes
Suárez,

un

los
algodón
CAAMANO

de

más
los
palma

estatal.
de

héroe
y

El
tiraderas

Ati
poderosos.
Píllaro,
(Llanga-n-Ati), y en
de

cultural,

varones
estaba
cushma
reservado
!

a
y dardos

|
Tigualó y el Hacho

Patate
Ambato
y Pelileo
y
creíanse
Ndas”.

di
o
y Latacunga Mostra.
semejante

los
a

de

dedicados al Chimborazo (Maldonado, pág. 150).


Viracocha

caciques
216

y manto lana; las Indias,


(Anónimo,

Tenían “los cabellos muy largos y se los entrenchaban muy menuda-


mente” (Cieza, fol.LIV).
En perdiendo la virginidad en el primer parto, o a la muerte del mari-
do, las mujeres se cortaban el pelo (Maldonado, pág. 153).
Eran agricultores, los campos estaban cercados con plantas de ágave y
poseían canales para regadío (Anónimo, 1868, págs. 468, 470, 473, 474, 476,
479, 480, 482, 485, 487, 490; Maldonado 150-153).
Poseían llamas domésticas, desde muy antiguo, y en tiempos incaicos
rebaños
Las casas de la porción oriental eran de piedra (Cieza, fol. LIV); las ca-

cia de cabuya
o
de paja; los caciques poseían duhos, tianas,
que eran sus asientos (Mal-

era principal grangería. Trocábanlaconsal, con


de pelo (Id. pág. 154). A las mujeres les era prohibido decir el
mechones
nombre de su marido (Id. pág. 153).
Abandonaban las casas con su mueblaje, cuando caía un rayo, y los
dueños de ellas ayunaban muchos días, sin comer ni sal, ni ají. (Id. pág. 154).
Temían al arco iris y, antes de entrar a los papales floridos aquitar las
flores, azotábanse los pies con ortigas (Id. pág. 154).
“un paje”
an
En cuanto elseñor se levantaba de su asiento, que estaba
siempre detrás, lo volteaba, pues de lo contrario se sentaba el diablo (Id.id).

LOS CAÑARIS. “Llevaban elcabellolargo y enrollado en la cabeza

con una coronade palo, a modode arodecedazo”.Vestíanlana algodón y


y
..
Lasmujereslabrabanlos campos, los
TA
(1d.)

las

164).
as de
Sus armas

En San
los
eran

Caciques

Tenían guerra con


moranos sobre y en razón
h

Francisco
ondas,

de
de
tenían
Pacha,
patio

los
a
tiraderas, macanas

las
la
:

casas eran unas redondas,


entrada (Domingo
Y

de
A
rOMpecabe
p

los A ngeles,

jíbaros, “por les quitas sus mujeres


defender las salinas” (Id.).
, Pág,
Zas de :
Pledra

Mantenían comercio con la tierra caliente, trocando puercos,


venados,
conejos, con algodón y coca (Id.).

ques
En Paute adoraban a una imagen, que a veces se aparecía a los
en figura de un muchacho rubio. Allí las casas eran de bahareque (Pe- E
ES
=p
ágs. 167).
de Azogues adoraban al monte Abgna (Gallegos, pág. 173).

LOS PALTAS. asian cushma y manta, usaban “oshotas”. “Lasas casas


donde habitan son las paredes de palos, o tablas y algunas cubiertas
con ba-
rro manerade tabique y otras con paja, la cubija, en general, de la misma
a
paja.En medio de la casa.. . ponen dos
o estantes otres
más, y de las paredes
a ellas ponen sus varas bien atadas y tejidas sobre ellas
y ponen sus cobijos
depajamuy. bienobrados grandes” (Salinas de Loyola, pág. 215).
le Y

ste nombre vierondiezyy ocho «canoas


« *
grandes “lasproase
10
5 e allas, con ciertos edificios
l (rostros) y eran
de menos saber que SUS Vecinos, porque eran behetrías”. Se deformaban el
cráneo (Cieza).
Tenían sobre las puertas de los templos unas figuras de hom-
bres con un vestido a modo de dalmática (Zárate, pág. 465). Cieza compara
a los que no eran Caraquez (o sea aquellos que se labraban el rostro) con los
moros. Zárate dice que son “de gestos ajudiados, hablan de papo, andan tras-
quilados... hácense coronas a manera de frailes, aunque adelante ni atrás no
traen ningún cabello sino a los lados” (pág. 465). |

Usan camisetas sin manga... se cubren las vergiienzas con una benda
q
a

A
de algodón, la cual por detrás casi llega al suelo, manera de cola de caballo
(Benzoni, fol. 165). Las camisetas eran cortas hasta el ombligo (Zárate, loc.
cit). Las mujeres vestían “nahuas o mantas de la cinta abaxo” (Oviedo, Vol.
IV, pág. 221). Usaban muchas
joyasde oro en las orejas yen las narices, así.
como esmeraldas.
e,

20 EEE

Ar
E

aES
O RESTOS e
¿ 360 JACINTO JIJÓN Y CAAMAÑO

negros” (sillas?) ante los cuales quemaban la perfumada


to” (Zárate, pág. 465; Oviedo. Vol. IV., pág. 221).
leña del “palo
van:
Los cueros de hombres aspados en cruz, eran de los indio S
sacrificados
(Oviedo. Vol. IV, pág. 221). “Si habían preso a algunos de su S
COMarcanos
con quién tuviesen guerra... después de haberse embriagado.
lo mismo del preso, con sus navajas de pedernal o de cobre, el
.. y haber hecho
Sacerdote ma-
yor de ellos lo mataba y, cortándole la cabeza, la ofrecía con el
Cuerpo al mal.
dito demonio” (Cieza).
Tenían ídolos en forma de serpientes (Zárate, pág. 465).
Sacrificaban a sus divinidades más que en otra parte del
Perú, en los
templos; a sus tiempos y horas decían los sacerdote cantares y hacían
cere-
monias (Cieza).
En Manta había una diosa, una esmeralda de gran tamaño,
que curaba
las enfermedades y a la que le ofrecían como don, otras esmeraldas
(Cieza).
Velasco dice que se llamaba UMIÑA. |

Benzonivio, al son de tambores y cantos,


que se preparaban a ofrecer
en sacrificio a un ídolo de arcilla, en forma de un tigre, dos
pavos y otros pá-
jaros.
Eran
Esto ocurrió en Charapotó (fol.
163).
ya
sodomitas, los muchachos los tenían

a la que se
IR
EN z
tenían sus
de
al
león o tigre” (Cieza).
costumbres de los de Puná, al
er sso
decir de Oviedo y Zárate, eran las
Las
ya descritas.
“El señor de esta isla”, escribe el primero, “se sirve con mucha pompa
e cuando sale de
e
su casa es con trompetas atabales: tiene porteros e guardas
de sus mujeres, e porque estos no les parezcan bien a ellas traen cortadoslos
bezos e narices e los miembros genitales” (Vol. IVpág. 222).

AO
Tenían guerras con los comarcanos, especialmente con los de Tumbes.
Sus armas eran tiraderas, hondas,
porras E
ns y cobre, lanzas el
con
hie-

A
rro de oro de baja ley (Zárate, pág. 466).
En la Isla vecina de Santa Clara El Muerto, tenían unsantuario en
o
(Id).
ye

Pr
él “el retrato de
una huerta conlos arbolillos y plantas de oro”
Al Sur de Bahía
de Caráquez, “especialmentelos sobe $9
pueblo de Colima,
parte
ala delNorte, andan EE
La tierra adentro, al E. dela costa
manabita, vivían
gua: eransus casas
otras
de
campaces oColorados,
dediferentene
tos fortificados con adecuada guarnición, que luego unían con caminos bien
defendidos. Desde estos pucaráes, que les permitían vigilar a las Poblaciones
del valle, principiaban la el
colonización, establecimiento de mitimaes, el so-
juzgamiento de los aborígenes. De allí el que sea un Inca el conquistador de
pueblos que quedan en una provincia, ya anexada al Imperio por su predece-
sor. Por ello también el que Huaina-Capac enviase por las de
soledades
cordillera Central, u Oriental, sus ejércitos al país de los Pastos, antes de
la
so-
meter a los
-—
Caranquis.. ó
Sarmiento de Gamboa ha conservado los nombres de los tres Sinches
que fueron sometidos por Tupac-Yupanqui, en su primera expedición al
Ecuador, cuando aún reinaba su padre, en la que edificó la fortalezade Quin-

ue
chicajas, que son: Pisar-Capac, Cañar-Capac y Chica-Capac (Sarmiento, pág.

A
87), nombres quechuasde significado geográfico, los reyes de Pisar, Cañar y
E
Ei
==
Checa.
Chica o
ps
seba resistencia principal delos Paltasfue en las asperezas deSaraguro.
Los Cañaris se sometieron sin lucha,
aun cuando después quisieron revelar-
Ss
Alo quemotivó la prisión de los Capac mencionados. Así avanz ó elInca
¡

Hon. y
Da y Tomebamba fuera de Quinchi Cajas, dondedejó mi-
PA

Jos chimboscuyos jefes Apo ChauanCallo (Apo


ANTROPOLOGÍA PREHISPÁNICA
DEL E €

fue el cuartel general de Tupac-


¡id
ebamba - Yupanqui, desd

Pe y conquista y ganó muchas provincias hasta los :


don
s¿mpezó
*

.. que las más nombradas son: Chanchán, Moca MAA pa


(al O. de Tiquizambi-Tixán

e
-Quesna y E. de Guayaquil), Po
la hoya del Zula, afluente del río de Alausí), Ticzambi (Tixán),

caza
(Tiocajas),
del Chimborazo)
Cayambi
y
(cerca
Tincuracu
de Cajabamba
(Tungurahua)
y sin
Sicalpa),
otras
Ureullaza
muchas que
(nom-
hay en
bre
' (Garcilazo pág. 271).
provincia!
a
aquella
Esta segunda etapa de la conquista tuvo por fin someter los Puruháes;
+] Inca franqueó el Nudo del Azuay y avanzó hasta el de Sanancajas; proba-
Pje?

blemente su ejército, caminando por la Cordillera Occidental y por la de los


: Yaruquíes, cercó la hoya de Riobamba.
Hubo algunos años de paz, destinados a cimentar estas conquistas, du-

1|
.
M

rante los cuales el Inca se fue a la Costa, tras los cuales Tupac-Yupanqui em- i

la contra Quito, esto es, contra el país panzaleo. Estas opera-

y
prendió guerra
ciones duraron cinco años, la guerra fue extremada desde los Tiquizambis
| hasta Quito. El jefe de la resistencia fue el ya antes vencido Pillaguazo, “ca- |

cique de cierta provincia de Quillacos” (Cabello Balboa). |

apa
r

aE
A

| y, toda resistencia,

y
E En Latacunga se combatió con denuedo venciendo
llegó Tupac-Yupanqui a Quito, donde fundó ciudad y fortaleza. El de
|
Quito “fue
preso y muerto” (Cobo, Vol. III, pág. 169). Es O

caminos
m + El dominio de los Incas se reducía a conservar los
*"euían tales Eebimias E Quio.
pg Y
Centros, como Tomebamba,

E militares, los
que estaban
unidos
pr la.carreteraimpe
sal:

e
fic
Norte,
desde los
as,
Be allí
Íque
casóejercían una,soberanía
des€ yulc
==
de
Y alv
a
364 JACINTO JIJÓN Y CAAMAÑO

No regresó al Quito este Inca. Su hijo Huayna-Capac


era al Volver a
mebamba, de donde nativo, envió a sus capitanes por
la

e
Cordillera dej De
te a los Pastos, dejando a un lado el país caranqui. El éxito fue
al Princi
.
favorable a los Cuzqueños, mas, luego, fueron desbaratados
por los
salvándose del completo desastre sólo por la oportuna presencia
del Soberms
no, con fuerzas de refresco (Cabello Balboa).
Vencedor, estableció un pucará en Rumichaca de la Paz. Volvió
el In-
ca a Tomebamba por las soledades de los páramos, para
preparar el ataque a
los Caranquis, capitaneados por Nasacota Puento, Cacique de Cayambe.
to fue el cuartel general. Cochasquí el punto gravitante del ataque. Victorj pes
sos, los invasores construyeron fortalezas allí y en Guachalá. Entonces
el E
ca arremetió contra Caranqui, pero fue vencido. Tras este descalabro en
que
estuvo a punto de perecer, retiróse a Tomebamba, dejando a su hermano An-
qui-Toma
a la cabeza del ejército, el cual pereció en una refriega. Los Caran-
quis avanzaron hasta Pesillo. Entonces Huayna-Capac, con un gran ejército
llevando a Mihi, por Capitán General, fue a combatirlos. Vióse obligado a
y
re-

o
fugiarse en una fortaleza, cuyos primeros muros rompieron los Caranquis,
que no obtuvieronel
Lafortaleza de Caranqui cayó
la
triunfo por llegada de oportunos refuerzos cuzqueños.
en poder «de losIncas y sus: defensoresse re-

e
la
fugiaron en Laguna de Yaguarcocha, enbalsas, en unfuerte hecho los en

e
sauces de la orilla y en los pucaráesquela rodean.
mandó
construir crabarcacianeS en
nte
t otora el de Pablo
atacó re

n
ANTROPOLOGÍA ,
DOR
365

Las
¡ana
noticias
son tan
que tenemos
confusas, que

no
last; s
permiten
ion es de
Una narr
Tupac Yupanqui sometió a los Guan cavilcas
decir qu e e
Manteños,
un hecho cierto que en Manta se hizo al mar e Cuzqu eño,
el
es
larguísimo viaje a unas islas, que pueden serr las Galápagos,
]

tante Oceanía.
NOTAS

E
y
3
4.
Wolf (Teodoro),

Nombres
Cumbal
Chiles
Cotacachi
Cayambe
Geografía y geología
Wolf (Teodoro), Op. cit., pág. 399.
De Lapparent (A.), Traité de

Altura m.
4.790
4780
4.966
5.840
del Ecuador.

Nombres
Pichincha
Antisana
Cotopaxi
Chimborazo
1
Leipzig, 1892, págs. 423 -435

géologie, Paris, 1906, Vol. I, pág. 86.

Alturas de algunas cumbres de la cordillera

Alturas de algunos lugares del Callejón Interandino


Altura m.
4.787
5.756
5.943
6.310
:

IS
Nombres Altura m. Nombres Altura m.

A
Tulcán 2.977 Machachi 2.931

Huaca.
A
2.952 Callo 303 >
San Gabriel (Tuza)
Puente del Chota
2.874
=1532>
Latacunga
Ambato 220

+TM
Mocha

A
Aluburo 2.584 3.284
Y aguarcocha. 2.253 - Riobamba
Guamote
Memorias antiguas, historiales y políticas del Perú. M ad
(nos, 1882,
américaines d' Alexandre de Humbold+, ide págs, 161-163
Mon 7), Lettres París,
A pamy 6 04. págs.
134-135

E dl
|
i 1. ; á
ha cold, Cosmos, París, 1856, 311
E

pág.
des Cordilléres, París, 1810, págs. 106-199
i 0 Vues

Ea Ed (osó), Obras, Bogotá, 1912, págs. 162-163,

3
! los de
El Génesis de pueblos América, Religiones de América
3, 4, 5, B
15.
imbelloni (y), Nos.
;
]
aires,
1a, La
1940.
Capaceu” a de e
Montesinos, Religiones de América No. 8, Mendoza ,1941.
:

historique et descriptive d' un séjour de vingt ans dans |' Amérique du Sud,
| S1oVenson,
Relation
326
Pe
E! 17.
1826, Vol. 1, págs. 486, 487,325 y
ds,
Se edita el Tomo Primero en la “Biblioteca Amazonas”, Vol. VII, Quito 1941.
Aún sólo
(Gonzalo), El Diccionario inédito de Alcedo. Boletín de la Academia Nacional de His-
Zaldumbide
P.
Vol. II., Quito, 1921, págs. 71-93. Basta comparar lo que Alcedo escribe de Niza, Bravo de
toria,
Saravia y Collaguazo, con lo que dice Velasco, para ver que lo copia. -

162-262.
1. Sievers (Wilhelm),
[n
Reise
den
in Peru
Hoch-Anden
and
von
Ecuador.
Ecuador,
Munchen,
Berlín,
1914,
1907,
págs.
págs. 427-484, : E
did
4 E :

e
Meyer (Hans),
faites a !' París, 1851.

idl
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geo-
2. Branco (W), Uber eine fosil Sangethier-Fauna von Punin bei Riobamba in Ecuador; mi, einer
logischen einleitung von W. Reiss. Berlín, 1.883.
Etzold (Franz), Sangetierreste aus denplcistocanen Tuffen
EAve
von Punin, Ecuador
a Meye
En

2.
Op. cit. págs.
Spillmann
528-538.
(Franz), Die
e
Saugetier Ecuadors
»y

im Mandelde Zeit. A

sional Paper 166.


eine na 27-31, 69-83
1932,
E Obermaier (Hugo), El Hombre Fósil. Madrid, 1916, págs. 2

dere! .
Menghin(Oswald), Weltgeschichte

Ae
Kozlowski (León),
Die altereStein:

Pa: l 1929, os cladoi


a
368

30.

Si
32.
93
34.
do:

36.

37.
38.
39.
40.

A
-
JACINTO JIJÓN

Jijón
ra,
Id.

von
en

Rivet
Jijón
y

1d.,

y
Caamaño
la

Tschudi
República
Op.
(P.) y

Id., Organismus
cit.
Anthony
Caamaño

(J.),
der
Y CAAMAÑO

(J.),
del
págs.

(J.),
Contribución
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Op.
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1897,
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Cl
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1 Les fam illes linguistiques du Nord-Ouest es! dede |
Amerique
E
pg9-294. du Sud. L-
L

122. Amnée Lingui


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Indians
att (S. A.), The Cayapa
Foundation,
of Ecuador. Indian Notes
No. 40., Vol.
and Mono
Sraphs, Museum
American | ndian, Heye I, págs. 31-39. of the
ork, 1925,
material Cayapa asequible, lo reunimos en nuestro Ecuador Inte
Todo el
Conquista Castellana. Vol. 11. Quito, 1941,
págs. 289-384;
tes de la
cado algunos datos en Acosta Solís (M.), Nuevas
posteriormente
contribuciones al conocimiento PE
Par au |

1944, 471-481. rovincia


de Esmeraldas. Quito, págs. |

14, Sobre el colorado, véase Jijón y Caamaño (J.), El Ecuador Interandino y Occidental
antes de la

Conquista Castellana. Vol. 1, Quito, 1941, págs. 119-288.


15, Cieza de León (Pedro), Op. cit., fol. L, recto a LIII recto.
Cieza de León (P.), Op. cit. fol. L, vuelta.

IÓN
16. :

Relaciones Geográficas de Indias, Vol. UL, págs. 267-269.


62...
7.
A

47.
78. Rivet y Verneau, Ethnographie ancienne de l* Equateur, París, 1912, pág.

129... Ote: at.


González Suárez (Federico), Notas Arqueológicas, Quito 1915, pág.

recto.A
79.

80. Relaciones Geográficas de Indias, Vol. WI, pág.

pág.129.. >
1d. Vol. L, pág. CIV de Antecedentes.
==
EPA
8l.
Ss
82. Ordóñez de Cevallos, Viaje del Mundo. Madrid 1614, fol. 191,
$3. Relaciones Geográficas de Indias, Vol. MI,

La
seo
Marcelino), .
34.
Acerca del cofane, o kofán, todo
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inci

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8...
129.

Vol. XII, Quito 1931, págs. 32-33. Láwm.


I, figs. 6 y 7. Lam. HI, figs. 1-6. Lám.4,figs. 1-6. Lám.
S, figs. 1, 2, 4, 5, 6, 7. Collier (Donald)
y Murra (John V.), Op. cit. págs. 23-25. L ám. 5,figs. 1, 7,

50..
Max Uhle al autor, de Chahuarurco, 31de Octubre de
Carta del Dr.
Bl. Collier Murra,
y Op. cit. Lám. 26, figs. 5, 6, Ty
1920...
132.
Conviene dejar sentadas llamamos cerámica con decoraciónnegativa,aquella
unas definiciones:

coa
la decoración no
PP negativa, es hecha a color perdido, pero faltan ejem
(Chorotega), en que se ha pintadocon negro los
q
das e
jo
aquí hay dibujo negativo, sinel empleode le vena

(e
com SIgnamos con el nombre defalsadec - d
de Santa
Elena, la técnica a color perdido,seha
Y

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>

uno en pintada,
A
nicowosorr
372 JACINTO JIJÓN Y
CAAMAÑO

la (México) y en la
ecuaatoriana de la época de Tuncahuán. Este procedimiento lo
el nombre de designaremos con
negativo: con sobrepintura.
133. Jijón y Caamaño (J.),
Nueva Contribución al conocimiento de los Aborígenes de la Prov. de
bura. Ed. sep del Boletín Imba-
de la Sociedad Ecuatoriana de Estudios Históricos Americanos, Vol.

¿A
Nos. 10 y 11, Quito, IV,
1920, pág. 135.
134. Las excavaciones
que practicamos en los yacimientos de esta épocanos proporcionaron varios mi-
llares de fragmentos,
que aún no han sido totalmente estudiados. Y cuando lo hagamos podremos,

a
- Seguramente,
completar este análisis.
135. Ridwal (Robert), Color standards and Color nomenclature, Washington, 1912.
136.

MPA ae
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Lothrop (Samuel
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en el Alto Ecuador. Ed. sep. del Boletín Academia Nacional
de Historia, Vol. 1V, Nos. 10 y 11, Quito, 1922, págs. 3-5.

petete
21 05
138. Carta del Dr. MaxUhle al autor, de Loja, 21 de.
yA
:
Setiembre de 1919. ; 27
y 81. e ea
139.- “Collier Murra, Op. cit., pág. E

io ,
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Colliér y Murra ¡Oprcit; págs: 46:54

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A
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10, fig. a, £.
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>Holmul II: 1d
Id., Lám.*DOMig Indo ¿om
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(Tepeu):Ricketson,Op. fig. 184 b,c(pág. 237) 00000Jamal so
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San José:
Thompson,Op:cit. fig.54(pág.108),55k-
(pág.109), 56b
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yaa Pido, 1935,
E
acio
dE(ciclón cronológica segura. O Mencionar tan Sólo

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Ésta algu-

pa
ejemplo Op. cit. figs. 178, a, b, c. (Pág. 267)
11, Ricketson,
p0S

Op. CS págs. 79-85.


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1
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(J.), Puruhá, Vol. l, Lam. XII fig.
-» año
(J.), Puruhá, Vol. XL, fig. 3

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Jijón
año:(J.); Puruhá, Vol. XLVII y LI, fig. 1

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Puruhá 3,2% Tuncahuán

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Puruhá 0%
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Tuncahuán 1,08%
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AD
0%
:

Puruhá Tuncahuán
Nue 2,8%
374 JACINTO JIJÓN Y CAAMAÑO

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149. Compárese el vaso publicado por Uhle con Benett (Wendel C.) Chavin
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ropological Studies, Vol. II, fig. 2. Anth-
Kroeber (A. L.), Archaelogical explorations in Perú I, Field Museum of
Natural History.
pological Memoirs. Vol. 1,
IN? Chicago, 1926, figs. 3 y 4. An
+ Anthro-

El encontrado por Saville (fig. 92), que representa un felino con boca en el
vientre, con Benet,
cit. figs. 1, 10. Especialmente notable en el tratamiento de los ojos. om
150. Llamala atención la frecuencia de apéndices y ganchos que recuerdan los de
Chavín.
151. Collier y Murra. Op. cit., Lám. 10, fig. 4. Equivocadamente señalan como
Proveniencia del vaso el
Puente del Descanso.
152. Bennett (Wendell C.), The North Higlands of Perú. Excavations in the Callejón de
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Recuay, Anthropological Papers of the American Museum of Natural History, Vol. 39, Part
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Pra
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bo
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penetrar mejor en € l significado de estosos dibuj
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pien desee dibujos, consulte:


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183. Antes de ahora no habíamos caído en cuenta
que estos platos son “molcajetes”. Entendemos que
estos objetos, tan típicamente mejicanos centroamericanos, no conocenenel Perú. 0%
y se
184. Karsten distingue dos clases de cerámica jíbara,“lade lostrastes de cocina,negra(ichingana
de los trastes
pequeños para beber el agua detabaco (yucunda)”. Nosotros,
Paltas con la de los
jíbaros, nos referimos sólo la a
os
primera, quela segunda

externas. Karsten (Rafael), The Headhunters ofWestern Ama:


. 100. es %
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pod ware (Lám. CLXXV, b, d, e). Stone Cist ware (Lám. CLXXX,
f.
g. h; CLXXImI f). Tri-

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cit., Lám. CXIX e; fig. 205, Pág: 3155

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sil mA 4

204. Holmes(WilliamH.), Op. cit., fig. 116, 188; 200,


f;
cit., figs. 84, 255.Láms. VI VII; X; XXXVII; XL b; XLI
a, b.
201,202:

0
Mac Curdy (George Grant), Op. cit,fig 84,255. Lams. VI
Ompárese:
f; VIILX, XXXVII XL; b; XLIb a,
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150,
pág 232; fig 135,Pág233; fe
238.
E
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pág
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215.
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