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L M J J P G -F **
Resumen: El modelo de negocio de los servicios gratuitos de internet –como los motores de
búsqueda– compromete el control de los individuos sobre sus datos personales. Esta situación ha
hecho surgir el debate sobre el ejercicio del «derecho al olvido digital» o derecho de oposición.
Sin embargo, el ejercicio de estos derechos podría menoscabar otros intereses legítimos de los
internautas y editores web, especialmente la libertad de información. Este artículo pondera ambos
intereses a través de dos situaciones. Como resultado, se obtiene una regla que afina el clásico
concepto de relevancia pública usado por la jurisprudencia constitucional: cuando un buscador
trata datos personales como criterio de búsqueda para indexar una información en la que los datos
se encuentran contenidos, el interesado no podrá oponerse si la relevancia de esta información lo
es precisamente por la persona que identifica.
Palabras clave: libertad de información, derecho al olvido digital, derecho de oposición, motor
de búsqueda, relevancia pública.
Abstract: The free internet business model (as search engines) endangers the control carried out
by individuals over their personal data. This situation has raised the debate on the exercise of the
«right to be forgotten» or right to object. However, the exercise of these rights could jeopardize
other legitimate interests of internet users and web publishers, especially freedom of information.
This paper considers the balance of both interests in two situations. As a result, we obtain a rule
that refines the classic concept of public relevance used in constitutional jurisprudence: when
a search engine processes personal data as search criteria to index information which includes
personal data, the person does not have the right to object if the importance of this information is
precisely because of who is identified.
Key words: freedom of information, right to be forgotten, right to object, search engine, public
relevance.
Fecha de recepción: 3 de febrero de 2015.
Fecha de Aceptación: 6 de marzo de 2015.
Graduada y estudiante de segundo ciclo, respectivamente, del Doble Grado en Derecho y Ciencia Política y
Administración Pública en la Universidad Autónoma de Madrid. Correos electrónicos: [email protected];
[email protected].
Este trabajo ha sido supervisado por la Prof. Dra. Dña. Isabel Giménez Sánchez, a la que agradecemos
profundamente sus recomendaciones y disposición.
1
Vid. PÉREZ LUÑO, A. E., «Intimidad y protección de datos personales», en Estudios sobre el derecho
a la intimidad, Tecnos, Madrid, 1992, p. 37.
2
Vid. PUENTE ESCOBAR, Agustín, «El derecho al olvido en Internet», en Retos de la protección de
datos, Agencia Española de Protección de Datos, Santander, 2013.
3
«Internet permite el acceso masivo a información que antes tal vez solo pudiera hallarse después de
búsquedas exhaustivas, y en espacios físicos determinados» Vid. Conclusiones del Abogado General Niilo
Jääskinen, presentadas el 25 de junio de 2013, apartado 28.
veintiséis4, de las cuales ocho se referían a publicaciones en boletines oficiales y otras ocho
a casos frente a noticias en prensa5.
A raíz del «caso Costeja», cuyos datos personales aparecían recogidos por un boletín
oficial en la hemeroteca digital de un periódico indexado por un motor de búsqueda, el
Tribunal de Justicia de la Unión Europea (en adelante, TJUE y caso Google c. España6) se
ha pronunciado por primera vez sobre ejercicio del derecho al olvido contra estos servicios
de intermediación.
Sin embargo, aunque el soporte de los datos personales impugnados por el señor Cos-
teja sea un medio de comunicación, no son objeto de noticia informativa, por lo que no se
conforma directamente el supuesto que creemos tiene las mayores dificultades y es de mayor
relevancia: la colisión entre el derecho al olvido y la libertad de información cuando los da-
tos personales están contenidos en noticias que son indexadas por los motores de búsqueda.
Esta herramienta genera nuevos retos y por eso es relevante estudiar las consecuencias
jurídicas de su uso y actividad.
4
Vid. PARRA, S. del 2 de junio de 2014, <http://www.samuelparra.com/wp-content/uploads/2014/06/
Derecho-al-olvido.pdf>.
5
Los diez casos restantes estimados son variados, como la petición de eliminar dirección postal en servicio
de mapas o la petición para no indexar datos personales en directorios o blogs personales.
6
STJUE de 13 de mayo de 2014, Google Spain y Google Inc. contra Agencia Española de Protección de
Datos y Mario Costeja González.
7
Este concepto se corresponde con el de la «autodeterminación informativa» que desarrolla el Tribunal
Constitucional Alemán en el caso de la Ley del Censo de 1983 [BVerfGE 65, de 15 de diciembre], que
consideramos más acertada por poner de relieve la idea de que los datos personales definen a la persona y
condicionan su actuación según de la del conocimiento que terceros tengan de ellos. En la misma línea, ARENAS
RAMIRO afirma que «no controlar qué información personal está en conocimiento de terceros impide actuar
libremente, al verse condicionado por el temor de que esa información pueda ser utilizada en contra de uno».
Vid. COTINO HUESO, L (coord.), Libertad en Internet, Tirant Lo Blanch, Valencia, 2007, p. 378.
a un tercero, […] cuáles puede este tercero recabar, y […] saber quién posee esos datos
personales y para qué, pudiendo oponerse a esa posesión o uso»8.
Como señala Troncoso, se trata de un derecho bifronte9: es un derecho autónomo
para la protección de datos personales, sean íntimos o públicos, y por tanto con un ámbito
de protección más específico e idóneo que el derecho a la intimidad, aunque en ocasiones
concrete éste. Y es también un instituto de garantía de otros valores constitucionales (de
forma especial intimidad personal y familiar, honor y propia imagen, pero también libertad
ideológica, religiosa, sindical…).
La normativa en protección de datos reconoce un catálogo de facultades para hacer real
el poder de control y disposición del interesado sobre sus datos personales. Se trata de los
llamados «derechos ARCO» (derecho de acceso, rectificación, cancelación y oposición)10.
Su aplicación está vinculada a dos principios básicos en la protección de datos: el principio
del consentimiento (art. 5 LOPD) y el de la calidad de los datos (art. 4 LOPD). Ambos ope-
ran como criterio de licitud o ilicitud del tratamiento de datos personales en el caso concreto,
determinando la necesidad de ser suprimidos, rectificados o conservados.
Entre los límites del art. 18.4 CE –y para el tema que nos interesa– la libertad de in-
formación del 20.1.d) CE es uno de sus más claros contrapesos.
La jurisprudencia del TC hace prevalecer por defecto la libertad de información sobre
la protección de datos personales, colmando la laguna deliberada que contiene la LOPD en
lo que a la relación de protección de datos y libertad de información se refiere11.
Esa prevalencia se justifica en el papel de las libertades comunicativas del art. 20 CE
como garantía de una opinión pública libre indispensable para el pluralismo político12. La
proporcionalidad en la limitación del derecho fundamental a la protección de datos perso-
nales por acción de este otro valor constitucionalmente legítimo depende del cumplimiento
cumulativo de los siguientes requisitos: el interés público de la información en la que se
haga un tratamiento de datos personales y la veracidad de la información13.
8
STC 292/2000, de 30 de noviembre.
9
TRONCOSO, A., La protección de datos personales, Tirant Lo Blanch, Valencia, 2010, p. 320.
10
Arts. 15, 16 y 6.4 Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de protección de datos de carácter general
(LOPD).
11
«La ausencia de regulación de la libertad de información y expresión es consecuencia de una voluntad
consciente del legislador de no limitar en exceso el ejercicio de este derecho fundamental, dejando la definición
de sus límites a la doctrina del Tribunal Constitucional y la resolución de los conflictos a la jurisdicción ordinara»
TRONCOSO, A., Revista de Derecho, comunicaciones y nuevas tecnologías, n.º 8, 2012, p. 20.
12
Vid. SSTC 9/2007, 15 de enero (FJ4); 121/1989, de 3 de julio (FJ2); 192/1999, de 25 octubre (FJ8).
13
Vid. STC 139/2007, de 4 de junio (FJ 7 y 8) y AN 1542/2006, de 16 marzo (FJ 5 y 6).
Ahora bien, estas pautas hermenéuticas se refieren a este conflicto en los clásicos me-
dios de comunicación, por lo que nos preguntamos cuál sería el resultado de su aplicación
en un nuevo medio de difusión: los motores de búsqueda.
14
Adoptando la definición de la RAE –que no incluye la acepción de «enlazar»–: 1. Hacer índices. 2.
Registrar ordenadamente datos e informaciones, para elaborar su índice.
15
Como obligación para el responsable y derecho para el interesado, el principio de calidad exige que solo
se traten los datos adecuados, pertinentes y no excesivos para el cumplimiento de un fin determinado, explícito
y legítimo para el que se haya obtenido. Además, estos datos deberán ser exactos y estar puestos al día.
16
Si bien relacionado con tipos penales, en los supuestos de «imposibilidad material» en los que no puede
localizarse al editor de la página web fuente que realiza un tratamiento ilícito –por ejemplo por utilizar dominios
de paraísos fiscales–, las autoridades sí pueden exigir al motor de búsqueda la desindexación de páginas web
de terceros.
17
Lo que ocurre según el art. 6 LOPD cuando, entre otros supuestos, «se recojan para el ejercicio de
las funciones propias de las Administraciones públicas en el ámbito de sus competencias» o «los datos que
figuren en fuentes accesibles al público –diarios o boletines oficiales y medios de comunicación ex art. 3.j)– y
su tratamiento sea necesario para la satisfacción de interés legítimo […] del responsable».
búsqueda son responsables, hay que distinguir entre la licitud del tratamiento por el editor
de la web fuente y la licitud del tratamiento por el motor de búsqueda que indexa esa web.
Así, el interesado puede solicitar al motor de búsqueda que restrinja el tratamiento
de sus datos personales aun cuando en la web fuente el tratamiento de esos mismos datos
sea lícito. En consecuencia, estará ahora legitimado para defender su pretensión contra el
motor de búsqueda con todas las facultades que le reconoce la normativa de protección de
datos personales.
La AEPD considera que el derecho al olvido digital no es más que la aplicación al
contexto online del clásico catálogo de facultades de la LOPD. En concreto, para el tipo de
operación de tratamiento de un motor de búsqueda que indexa el contenido de páginas web
de terceros, a través del derecho de oposición18.
Este derecho permite al afectado oponerse a un tratamiento que por satisfacer un interés
público no requiere su consentimiento, siempre que alegue motivos fundados y legítimos
referidos a una concreta situación personal, que habrán de ponderarse, y siempre que una
ley no obligue a ese tratamiento de datos19.
21
STC 207/1996, de 16 de diciembre (FJ 4).
22
«Cabe estudiar el contexto donde se divulga, se guarda o conserva la información, para determinar el
daño que se produce sobre el bien jurídico protegido por el derecho al olvido digital». Vid. COTINO HUESO,
L., Libertad de expresión e información en Internet, CEPC, Madrid, 2013, p. 462.
23
El Tribunal Supremo declaró en su sentencia 179/2011, de 18 de marzo, que existen datos personales
que de forma aislada dan poca información sobre una persona, «pero que unidos a otros pueden servir para
configurar una visión completa de cualquier individuo» (FJ 2).
ya que el ejercicio de otros derechos y libertades exige preservar un control sobre la propia
información personal24.
IV. CONCLUSIONES
V. BIBLIOGRAFÍA
24
«Es un elemento esencial y objetivo que afecta al conjunto de la sociedad y concierne a la calidad de la
democracia que demanda ciudadanos libres y con capacidad de decisión. Existe un interés público en el respeto
a la protección de datos personales al ser también un instituto de garantía de otros derechos fundamentales,
de tal manera que protegiendo los datos personales frente a los tratamientos estamos protegiendo al mismo
tiempo el ordenamiento constitucional». Vid. TRONCOSO, A., Revista de Derecho, comunicaciones y nuevas
tecnologías, n.º 8, 2012, p. 21.
25
En España no hay una elaboración doctrinal o jurisprudencial de cómo el medio o modo de comunicación
condiciona la protección de la libre expresión e información. Vid. COTINO HUESO, L (coord.) Libertad en
Internet, Tirant Lo Blanch, Valencia, 2007, p. 22.
26
Vid. COTINO HUESO, L (coord.), Libertad en Internet, Tirant Lo Blanch, Valencia, 2007, p. 378.