García VM

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 51

Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Universidad del Perú. Decana de América


Facultad de Medicina Veterinaria
Escuela Profesional de Medicina Veterinaria

Nivel de cortisol sanguíneo en cuyes de engorde (Cavia


porcellus) mantenidos en diferentes áreas de crianza y
en diferentes tipos de alimentación

TESIS
Para optar el Título Profesional de Médico Veterinario

AUTOR
Marco Antonio GARCÍA VILLENA

ASESOR

Mg. Sandra Gracia BEZADA QUINTANA

Lima, Perú

2022
Reconocimiento - No Comercial - Compartir Igual - Sin restricciones adicionales

https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/
Usted puede distribuir, remezclar, retocar, y crear a partir del documento original de modo no
comercial, siempre y cuando se dé crédito al autor del documento y se licencien las nuevas
creaciones bajo las mismas condiciones. No se permite aplicar términos legales o medidas
tecnológicas que restrinjan legalmente a otros a hacer cualquier cosa que permita esta licencia.
Referencia bibliográfica

García M. Nivel de cortisol sanguíneo en cuyes de engorde (Cavia porcellus)


mantenidos en diferentes áreas de crianza y en diferentes tipos de alimentación [Tesis
de pregrado]. Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Facultad de
Medicina Veterinaria, Escuela Profesional de Medicina Veterinaria; 2022.
Metadatos complementarios

Datos de autor

Nombres y apellidos Marco Antonio García Villena

Tipo de documento de identidad DNI

Número de documento de identidad 06608036

URL de ORCID -------

Datos de asesor

Nombres y apellidos Sandra Gracia Bezada Quintana

Tipo de documento de identidad DNI

Número de documento de identidad 07630662

URL de ORCID https://orcid.org/0000-0001-9516-0805

Datos del jurado

Presidente del jurado

Nombres y apellidos María Elith Vásquez Cachay

Tipo de documento DNI

Número de documento de identidad 09945245

Miembro del jurado 1

Nombres y apellidos Graciela Inés Yamada Abe

Tipo de documento DNI

Número de documento de identidad 15749842

Miembro del jurado 2

Nombres y apellidos José Manuel Angulo Tisoc

Tipo de documento DNI

Número de documento de identidad 44081403

Datos de investigación
B.4.2.4. Bioquímica, Nutrición y
Línea de investigación
Alimentación Animal.

Grupo de Investigación de Nutrición y


Grupo de investigación
Alimentación animal - GINAA

Perú. Universidad Nacional Mayor de San


Marcos. Vicerrectorado de Investigación y
Agencia de financiamiento Posgrado. Proyectos de Investigación para
Grupos de Investigación con Financiamiento.
A20080771. PCONFIGI.
Edificio: Facultad de Medicina Veterinaria.
Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
País: Perú
Departamento: Lima
Ubicación geográfica de la
Provincia: Lima
investigación
Distrito: San Borja
Dirección: Av. Circunvalación 2800.
Latitud: -12.08348
Longitud: -76.984573
Año o rango de años en que se
Noviembre 2020-octubre 2021
realizó la investigación
Ciencia Veterinaria
URL de disciplinas OCDE https://purl.org/pe-repo/ocde/ford#4.03.01
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Universidad del Perú, Decana de América
Facultad de Medicina Veterinaria
Escuela Profesional de Medicina Veterinaria

ACTA DE SUSTENTACIÓN DE TESIS EN MODALIDAD VIRTUAL


PARA OPTAR EL TÍTULO DE MEDICO VETERINARIO
Autorizado por R.D N° 304-D-FMV-2020

1. FECHA DE LA SUSTENTACIÓN 05/05/2022

HORA INICIO: 11:00 horas

HORA TÉRMINO: 12: 00m

2. MIEMBROS DEL JURADO

PRESIDENTE: MV. Dra. Vásquez Cachay, María Elith

MIEMBRO: MV. Mg. Yamada Abe, Graciela Inés

MIEMBRO: MVZ. Mg. Angulo Tisoc, José Manuel

ASESORA: MV. Mg. Bezada Quintana Sandra Gracia

3. DATOS DEL TESISTA

APELLIDOS Y NOMBRES: GARCÍA VILLENA MARCO ANTONIO

CÓDIGO: 831191

R.R. DE GRADO DE TESISTA NÚMERO: N° 011177-2019-R/UNMSM

TÍTULO DE LA TESIS: “NIVEL DE CORTISOL SANGUÍNEO EN CUYES DE ENGORDE (Cavia porcellus)


MANTENIDOS EN DIFERENTES ÁREAS DE CRIANZA Y EN DIFERENTES TIPOS DE ALIMENTACIÓN”

4. RECOMENDACIONES

__________________________________________________________

Datos de la plataforma virtual institucional del acto de sustentación:


https://meet.google.com/oqo-qswz-pec
ID: oqo-qswz-pec
Archivada en:
https: //drive.google.com/file/d/1B8TQ1XYU7j79EKXUAjG0eoMeeajHkxiY/view?usp=sharing

Página 1 de 3
NOTA OBTENIDA: 15 (Quince)

PÚBLICO ASISTENTE: (Nombre, apellido y DNI)

Apellidos y Nombres DNI Correo electrónico


Marco Antonio García Villena [email protected]
María Vásquez Cachay 9945245 [email protected]
Sandra Bezada Quintana 7630662 [email protected]
Graciela Yamada Abe 15749842 [email protected]
José Manuel Angulo Tisoc 44081403 [email protected]
Faride Altamirano Zevallos 43695598 [email protected]
Sofía López Guerra 40060409 [email protected]
Zoyla Mirella Clavo Peralta 7717043 [email protected]
Ana Dhalal Corso Guisabalo 71618364 [email protected]
Andrés Trujillo Peña [email protected]

5. FIRMAS DE LOS MIEMBROS DEL JURADO


Firmado digitalmente por VASQUEZ
CACHAY Maria Elith FAU
20148092282 soft
Motivo: Soy el autor del documento
Fecha: 08.05.2022 08:13:18 -05:00

Firma

MV. Dra. Vásquez Cachay,


María Elith

Apellidos y Nombres

PRESIDENTE

Firmado digitalmente por BEZADA


QUINTANA Sandra Gracia FAU
20148092282 soft
Motivo: Soy el autor del documento Firmado digitalmente por ANGULO
Fecha: 07.05.2022 07:27:57 -05:00 TISOC Jose Manuel FAU
20148092282 soft

Firma Motivo: Soy el autor del documento


Fecha: 06.05.2022 20:48:59 -05:00

Firma
MV. Mg. Bezada Quintana MV. Mg. Yamada Abe, MVZ. Mg. Angulo Tisoc, José
Sandra Gracia Graciela Inés Manuel
Apellidos y Nombres Apellidos y Nombres Apellidos y Nombres

ASESOR DE LA TESIS MIEMBRO JURADO MIEMBRO JURADO

Página 2 de 3
AGRADECIMIENTOS

A la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Facultad de Ciencias Biológicos y a la Facultad de


Medicina Veterinaria por ser mi alma mater.

Al Dr. Fernando Carcelén Cáceres quien me brindó su amistad en este largo camino que me tocó
recorrer, a quien tengo la dicha de conocerle desde la etapa estudiantil, fue quien participó en este
proyecto de manera directa e indirecta para llegar a culminar.

Al Dr Edgardo Figueroa Terry (QEPD) por sus sabios consejos, por su apoyo emocional cuando caí
al régimen anual, así como al Dr Diego Diaz Coahila quienes me brindaron consejos para seguir
adelante a pesar de las adversidades y de los años transcurrido llegar a culminar esta etapa de mi vida
académica.

A mis amigos M.V Mg Néstor Falcón Pérez, al Dr M.V Miguel Ángel Lam R. por creer que aún
existen amigos de verdad.

A mi amigo tocayo M.V Marco Antonio Garcia Siabala, por estar en esos momentos difícil del camino
de la vida, quien me brindó su mano franco, sincera y su apoyo emocional, sin su colaboración estoy
seguro que no hubiera llegada a esta meta.

A la MV. Mg Sandra Bezada Quintana por su tiempo y dedicación para llegar a culminar el presente
trabajo que sin su asesoramiento este trabajo no hubiera llegado a su objetivo.

Un agradecimiento especial a mi amigo colega M.V Eduardo Paredes Muñoz por su amistad, apoyo
y comprensión para lograr culminar esta tesis.

ii
DEDICATORIA

A Dios por darme fuerza y voluntad porque a pesar de las dificultades y obstáculos llegar a
culminar este trabajo.

A mi madre PATROCINIA VILLENA GASPAR que desde el cielo donde se encuentra, está feliz
que estoy culminando este proyecto. A quien en vida pude darle lo poco o mucho con
amor…gracias Madre...!!!

A mi padre por darme la vida.

A mi esposa Rosa Saboya fiel compañera de la vida, a mis hijos JHON ANTHONY y AXCEL
que son mi razón y motivo para lograr a culminar esta tesis. Con mi ejemplo demostrar que en la
vida todo es posible, con fuerza de voluntad a pesar de las adversidades de toda índole llegar a la
meta, aunque me demore mucho tiempo… lo logré !!!

A mi hermana Elizabeth y mi sobrina Judith Patrocìnia por su apoyo emocional y ser también
parte de este proyecto.

A mi hermano Julio Cesar por ser parte de mi entorno.

A mis amigos del grupo de WhatsApp Tribilines FMV/UNMSM.

3
ÍNDICE

AGRADECIMIENTOS .............................................................................................................ii

DEDICATORIA ......................................................................................................................... 3

RESUMEN.................................................................................................................................. 6

ABSTRACT ................................................................................................................................ 7

I. INTRODUCCIÓN .......................................................................................................... 8

II. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA ................................................................................... 10

2.1 Aspectos generales e importancia de criar cuyes en el Perú 10

2.1.1. Taxonomía y descripción ............................................................................................... 10

2.1.2. Sistemas de producción .................................................................................................. 12

2.1.3 Problemática en la crianza de cuyes ............................................................................ 12

2.2. Espacio vital e instalaciones en la crianza de cuyes 13

2.2.1. Espacio vital .................................................................................................................... 13

2.2.2. Instalaciones.................................................................................................................... 13

2.3 Estrés y su repercusión sobre la producción animal 15

2.3.1 Definición de estrés .......................................................................................................... 15

2.3.2 Fisiopatología del estrés ................................................................................................ 15

2.3.3. Factores desencadenantes de estrés ......................................................................... 16

2.3.4. Consecuencias y efectos del estrés ............................................................................... 17

2.4. Cortisol. Estructura química y regulación de su secreción 18

2.4.1. Estructura química y efectos en el organismo ........................................................ 18

2.4.2. Síntesis y regulación de la secreción ........................................................................ 20

2.5 Cortisol como indicador de estrés 21

2.6. Método inmunoenzimático para la determinación de cortisol sanguíneo 21

2.7. Espacio vital como factor estresante en cuyes 22

2.8. Tipos de alimentación empleada en cuyes 23

III. MATERIALES Y MÉTODOS .................................................................................... 24

4
3.1. Lugar de ejecución y periodo de duración 24

3.2. Animales del estudio 24

3.3. Instalaciones y áreas de crianza 24

3.4. Equipos y materiales 25

3.5. Tratamientos y dieta experimental 25

3.5.1. Tratamientos................................................................................................................... 25

3.5.2. Dieta experimental ......................................................................................................... 25

3.6. Toma de muestras 25

3.7. Análisis estadístico 26

IV. RESULTADOS ............................................................................................................. 27

V. DISCUSIÓN.................................................................................................................. 29

VI. CONCLUSIÓN ............................................................................................................... 33

VII. RECOMENDACIONES .............................................................................................. 34

VIII. LITERATURA CITADA ............................................................................................. 35

5
RESUMEN

El propósito del estudio fue determinar los niveles de cortisol sanguíneo en cuyes criados en pozas
y mantenidos en diferentes áreas de espacio vital y con diferente tipo de alimentación: Se utilizó
40 cuyes destetados de 15 días de vida, separados en cuatro tratamientos (T) experimentales. T1:
alimento balanceado + agua / con espacio vital de 0.20m2 por cuy. T2: alimento balanceado +
agua / con espacio vital de 0.10m2 por cuy. T3: alfalfa fresca (Medicago sativa L) / con espacio
vital de 0.20 m2 por cuy. T4: alfalfa fresca / con espacio vital de 0.10 m2 por cuy. El periodo de
engorde duró 8 semanas al término de los cuales se realizó el sacrificio de los animales y se
colectó muestras de sangre para determinar cortisol. Se realizó análisis de varianza y prueba de
Tukey entre los cuatro tratamientos. Los cuatro tratamientos no presentaron diferencia
significativa (p>0.05) en los valores de cortisol sanguíneo. Se concluye que el nivel de cortisol
sanguíneo en cuyes de engorde machos no varía por el tipo de alimentación, ni por las áreas de
espacio vital utilizadas en este estudio.

Palabras clave: cuyes, cortisol sanguíneo, espacio vital, alimentación integral, Medicago sativa.

6
ABSTRACT

The purpose of the study was to determine the levels of blood cortisol in guinea pigs raised in
pools and kept in different areas of living space and with different types of feeding: Weaned
guinea pigs of 15 days of life were used, separated into four experimental treatments (T). T1:
balanced feed + water / with living space of 0.20m2 per guinea pig. T2: balanced feed + water /
with living space of 0.10m2 per guinea pig. T3: fresh alfalfa (Medicago sativa L)/ with living
space of 0.20 m2 per guinea pig. T4: fresh alfalfa / with living space of 0.10 m 2 per guinea pig.
The fattening period lasted 8 weeks at the end of which the animals were slaughtered and blood
samples were collected to determine cortisol. The analysis of variance was performed for each
group and the Tukey test was applied. The four treatments showed no significant difference
(p>0.05) in blood cortisol values. It is concluded that the level of blood cortisol in male guinea
pigs does not vary by the type of feeding, nor by the areas of living space used in this study.

Keywords: guinea pig, blood cortisol, living space, integral feeding, Medicago sativa

7
I. INTRODUCCIÓN

El cuy (Cavia porcellus) es un roedor originario del Perú cuya evolución y grado de
mejoramiento genético lo ha convertido en un recurso importante de proteína animal para muchos
pobladores en nuestro país, sobre todo de la región sierra. Se caracteriza por ser altamente
prolífico y su producción puede darse a un bajo costo. En el censo realizado por el “Instituto
Nacional de Estadística e Informática” (INEI) en el año 2017 se estimó una población de cuyes
de más de 17 millones distribuido principalmente en sierra seguido de la costa.

Un aspecto importante de la especie es que presentan un temperamento nervioso que los hace
estresarse rápidamente lo que resulta en la disminución en sus parámetros productivos y
presentación de enfermedades. Actualmente se crían ejemplares mejorados genéticamente con
fines comerciales; estas líneas genéticas mejoradas se caracterizan, principalmente, por ser
precoces en cuanto a la ganancia de peso, pero son exigentes en su alimentación y área de crianza,
conocido también como espacio vital. Una alimentación inadecuada y espacios vitales reducidos
son factores desencadenantes de estrés en esta especie la que puede manifestarse de forma aguda
o crónica, con la resultante merma en la producción.

Las condiciones de crianza en las que se mantiene a esta especie, por lo tanto, tienen un rol
determinante para la manifestación de estrés y uno de los parámetros empleado tradicionalmente
para medir el estrés en animales son los niveles de cortisol, sin embargo, no se ha determinado
los valores sanguíneos de cortisol en cuyes mejorados genéticamente con fines productivos y
criados en diferentes espacios vitales y tipos de alimentación, y si hubiera alguna variación en sus
valores frente a estas condiciones de mantenimiento, de tal forma que el valor de cortisol
sanguíneo pudiera ser un indicador fiable para evaluar posibles condiciones de estrés en esta
especie.

Las publicaciones donde señalan los valores de cortisol plasmático en cuyes de ambos sexos
provienen prioritariamente de especímenes albinos de laboratorio y se ubican entre el rango de
20 a 60µg/dL (Hennessy et al., 2019) en dos eventos evaluados, sin embargo, otros estudios
señalan que en las cuyes hembras albinas los valores de cortisol son significativamente menores,
registrándose cifras de aproximadamente 7 µg/dL (durante etapa de anestro) y 9 µg/dL (durante
el estro) (Garris, 1979; Glenk et al., 2018), pero, dado que la mayor presión para alcanzar el peso
de mercado en los cuyes se da en los machos de engorde , se hace necesario conocer los niveles
de cortisol sanguíneo en esta etapa productiva con el fin de proponer mejoras en su crianza y
alojamiento.
8
Por lo anteriormente expuesto el propósito de la presente investigación fue determinar los niveles
de cortisol sanguíneo en cuyes criados en pozas y mantenidos en diferentes áreas de espacio vital
y con diferente tipo de alimentación.

9
II. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA

2.1 Aspectos generales e importancia de criar cuyes en el Perú

El cuy es un mamífero roedor que se originó en las zonas altas de Ecuador, Colombia,
Bolivia y Perú, siendo las especies silvestres Cavia cutleri y Cavia tschudii los antepasados
del cuy doméstico Cavia porcellus (Solorzano y Sarria, 2014; Chauca, 2020). La crianza de
cuy en nuestro país se ha desarrollado generalmente en pequeña escala, para consumo de carne
a nivel familiar. Sin embargo, con el tiempo se ha apreciado el valor de este roedor por el
contenido nutricional de su carne, además de ser precoces, prolíficos y con eficiente
conversión alimenticia (Montes, 2012; Solorzano y Sarria, 2014).

Según MIDAGRI (2019), en Perú la crianza de cuy ha ido en ascenso favorablemente,


además del mercado interno, ha llegado al mercado externo siendo nuestro país uno de los
mayores exportadores de carne de cuy a nivel mundial, con un 71.3% de participación, siendo
los Estados Unidos el principal mercado (99.9%), seguido por Japón, Italia, El Salvador,
Aruba, Corea del Sur y Canadá. La exportación de carne de cuy se inició en 1994, llegando a
un volumen de 132 kg; en el 2018 el crecimiento fue de 3.9% con un 9958 kg. Por ello se
evidencia un potencial mercado de exportación para los productores de cuy en nuestro país, lo
que implicaría un crecimiento económico para sus criadores, además que se puede aprovechar
la producción de estiércol como abono orgánico de buena calidad (Rotiz, 2020).

El mejoramiento genético en cuyes ha dado como resultado la presentación de líneas


mejoradas y razas de cuy las cuales han sido establecidas para promover la seguridad
alimentaria de los pobladores de escasos recursos en zona sierra principalmente (Chauca,
2007; Pozo y Tepú, 2012).

La carne de cuy es apreciada por las características que presenta como su bajo porcentaje
de grasa, menor del 10%, un porcentaje de proteína de 20%, además de bajas cantidades de
colesterol (65mg/100g). Sin embargo, actualmente continúa con un alto precio en el mercado
lo que limita bastante su consumo masivo (Gil, 2007).

2.1.1. Taxonomía y descripción


El cuy doméstico (Cavia porcellus) tiene la siguiente clasificación taxonómica según lo
recopila Chauca (1997):
10
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Mammalia
Orden: Rodentia
Familia: Caviidae
Género: Cavia
Especie: Cavia porcellus
El Cavia porcellus es comúnmente conocido como cuy, cobayo, curí o conejillo de indias
(Montes, 2012), se caracteriza por tener un cuerpo cilíndrico, alargado, cubierto de pelos y con
miembros cortos, que les provee agilidad para escapar. Presentan 4 dedos en los miembros
anteriores y 3 dedos en los miembros inferiores. Su cabeza tiene forma cónica y es más grande en
comparación de su volumen corporal; en los cuyes que presentan mejoramiento genético la
cabeza, especialmente el hocico tiene una forma “redondeada”, mientras que los cuyes criollos
presentan una cabeza triangular y el hocico “puntiagudo”. Los ojos son grandes y los colores
varían entre rojo o negro. Las orejas son generalmente desprovistas de pelo y caídas, pero con
bastante vascularización (Chauca, 1991).

Los cuyes se pueden clasificar según el tipo de pelaje que presente; los del tipo 1, que son los
más difundidos a nivel nacional presentan pelo corto, lacio y pegado al cuerpo, son de color entero
o combinados. Al tipo 2 corresponden los animales que presenten remolinos de pelo lacio o
también llamados rosetas y que se distribuyen a lo largo del cuerpo, no está muy difundido, pero
presenta potencial como productor de carne. El tipo 3 tiene pelo lacio y lacio, que dificulta su
utilización como productor de carne, por lo que es más solicitado con fines de mascota.
Finalmente, el tipo 4 se caracteriza por presentar pelo ensortijado que con el crecimiento se vuelve
erizado, por ello recibe la denominación de merino, este tipo es apreciado por el sabor de la carne
ya que tiene buena infiltración de grasa muscular y considerable implantación muscular, por lo
que representa un potencial cárnico (Chauca, 1991; Montes 2012; Solorzano y Sarria, 2014).

Según sus características físicas, los cuyes se dividen en tipo A y tipo B, el primero
comprende aquellos animales que tienen el cuerpo en forma rectangular enmarcado en un
paralelepípedo, características que favorecen la inserción de carne; es el tipo deseado debido a su
fácil manejo y mejor conversión alimenticia. Mientras que el segundo corresponde a los animales
con poca profundidad debido a lo anguloso que es su cuerpo, por lo cual no logra desarrollar gran
cantidad de musculo, son muy temerosos y dificultan el manejo. Existe también clasificaciones
en base al color de ojos (negros y rojos) y color de pelaje (claros y oscuros) (Chauca, 1991;
Solorzano y Sarria, 2014).

11
2.1.2. Sistemas de producción

Existen 3 sistemas de producción en cuyes, los cuales se dividen según el contexto de crianza
y el grado de tecnología aplicado, por lo que el número de ejemplares que se tengan no influye
en la clasificación. El sistema familiar es el más común, tiene como objetivo principal la
alimentación de la familia, involucra la crianza de cuyes en conjunto con otros animales en
traspatios o cocinas sin discriminar edades o sexo, por lo cual existe un alto nivel de mortalidad
y presencia de enfermedades. La alimentación es en base a restos de comida o residuos agrícolas,
lo que provoca poca productividad y mala conversión alimenticia. Todas estas características
favorecen a que no se pueda aplicar manejos técnicos y una baja productividad (Castro, 2002;
Ataucusi, 2015; Chauca, 2020).

Cuando un sistema familiar presenta excedentes en la producción de cuyes, esta puede


convertirse a un sistema familiar-comercial, el cual genera ingresos para los criadores. La
alimentación está constituida principalmente por subproductos agrícolas provenientes de terceros
o cosechas de sus propios campos, se brinda un mejor espacio y distribución para los animales,
favoreciendo un manejo más tecnificado; sin embargo, en la población predominan los cuyes
mestizos debido al cruce de uno mejorado con los criollos, por lo que no todos los resultados
suelen ser uniformes (Castro, 2002; Solorzano y Sarria, 2014; Mosqueira, 2019; Chauca, 2020).

En nuestro país el sistema comercial es poco desarrollado debido a que requiere una gran
inversión, mayor desarrollo en infraestructura, utilización de tecnología y manejo técnico; a este
tipo de crianza pertenecen aquellos criadores que se sustentan principalmente de la crianza de
cuyes. El alimento balanceado forma parte principal de la alimentación lo cual favorece una mejor
conversión alimenticia y productividad. Las instalaciones son adecuadamente distribuidas según
la edad, sexo, tamaño y condición del animal (Ataucusi, 2015; Mosqueira, 2019; Chauca, 2020).

2.1.3 Problemática en la crianza de cuyes

Existe un alto porcentaje de granjas comerciales de cuyes en el país que presentan un pobre manejo
productivo, además existe un conflictivo sistema de comercialización y bajo conocimiento y
capacitación técnica en los productores (Gil, 2007; Ataucusi 2015). Por otro lado, la escases de
pastos en la Costa representa otra limitante en su crianza ya que no se dispone de áreas suficientes
para el cultivo de pastos para cuyes, lo que ha obligado a emplear alimento balanceado para su
alimentación y suministrar en forma restringida el pasto cultivado, lo que ha limitado la ingesta
diaria de vitamina C, la que es indispensable para su supervivencia y productividad (Sarmiento,
2021). En la región de la Sierra el pasto escasea en temporada de sequía lo cual también representa
un problema debido a que, de igual forma que en Costa, se brinda pasto en forma restringida y se
12
suplementa con granos de cebada o afrecho los cuales no cubren las necesidades nutricionales de
los animales.

2.2. Espacio vital e instalaciones en la crianza de cuyes

2.2.1. Espacio vital

Se conoce como espacio vital o individual al “área necesaria para realizar actividades
básicas de mantenimiento y subsistencia; además está caracterizado por la distancia mínima
que se establece entre el individuo y los demás miembros del grupo” y se representa mediante
un valor de volumen o superficie (Cvabodni, 2003).

Cáceres et al., (2004), señalan que el espacio vital inadecuado puede desencadenar en
estrés, y en cuyes se manifestaría como renuencia a alimentarse, movilizarse e incluso para
descansar, lo que se vería traducido con bajos índices productivos. El espacio vital óptimo que
señalaron para cuyes fue: “0.16 m2/cuy para machos de recría; 0.14 m2/cuy para hembras de
recría; 0.24 m2 /cuy para machos de engorde; 0.18 m2 /cuy para hembras de engorde y 0.28
m2/cuy para pozas de reproducción”.

Los datos de espacio vital señalados por Cáceres et al. son superiores a lo señalado por
Humala, en (1971), quien evalúo tres medidas de espacios vitales: 0.13; 0.1; y 0.08 m 2 por
cobayo, concluyendo que no hubo diferencia significativa en la ganancia diaria y total de peso;
perosi encontró diferencia significativa en la interacción tratamiento-sexo, a favor del grupo de
cobayos machos, llegando a la conclusión que los machos necesitan más espacio vital que las
hembras.

2.2.2. Instalaciones

Las instalaciones en una crianza de cuyes deben satisfacer las necesidades de protección ante
depredadores, temperatura, humedad, clima y brindar el mayor confort para que los animales se
desarrollen en óptimas condiciones. Dentro de las consideraciones generales a tomar en cuenta
para establecer un sistema de crianza están la temperatura del ambiente, la cual debe oscilar entre
18-22°C y no presentar temperaturas extremas altas ya que los cuyes al carecer de glándulas
sudoríparas, su sistema de termorregulación es relativamente deficiente, llegando a padecer
“estrés de calor” que los lleva a la muerte rápidamente; sin embargo, pueden resistir mejor las
temperaturas bajas. La humedad relativa debe ser del 65 al 80%, en cuanto al clima, la ubicación
debe estar bien orientada de tal forma que los animales reciban 12 h de luz al día; también es

13
importante mantener una buena ventilación en el lugar (Montes, 2012; Ataucusi, 2015; Chauca,
2020).

La utilización de pozas y jaulas son los tipos de instalaciones más usadas en el país en una
crianza tecnificada, permitiendo un mejor manejo y distribución de los animales. Estas pueden
estar resguardadas por galpones que protejan y delimiten el área de crianza, favoreciendo un mejor
resguardo de los cuyes frente a amenazas y el mantenimiento de un microclima adecuado, pero
no suele ser un requisito indispensable en el sistema de producción (Quispe 2008; Mosqueira,
2019). Generalmente el tamaño de un galpón se rige por el número de hembras en producción, es
así que Solorzano y Sarria (2014) mencionan que el espacio mínimo por animal se da de acuerdo
con la etapa en la que se encuentre; entonces, para el área de reproducción debe haber un mínimo
de 0.12 m2 y máximo de 0.36 m2 por animal reproductor. Los que estén en recría deben tener un
área mínima de 0.08m2 y máximo de 0.20m2.

Las pozas facilitan el manejo de la población, y éstas pueden estar hechas a partir de material
noble, adobe, malla, madera u otros que se dispongan en la zona. Se construyen de forma
rectangular o cuadrada y suelen estar ubicadas sobre el piso del galpón o en su defecto elevadas
del piso con malla o tiras de madera para poder retirar las heces y orina. Estas características
pueden favorecer la proliferación de enfermedades infecciosas si no se tiene una correcta
desinfección del área, además el uso de estas instalaciones puede ser de alto costo y al estar fijas
no permiten que pueda realizarse cambios (Zeas, 2016; Dávila, 2017). Las pozas de empadre
deben medir 1.5 x 1 x 0.45 m. que alberguen 1 macho con 10 hembras o un máximo de 15 hembras
y sus crías. Las pozas que pertenezcan a los animales de recría (de 4 a 9 semanas de edad) pueden
tener 10 machos o 15 hembras y deben medir 1.5 x 1 x 0.45 m. En caso de los machos
reproductores se recomienda utilizar pozas con medidas de 1 x 0.5 x 0.45 m. (Castro, 2002; Zeas,
2016; Mosqueira, 2019).

Las jaulas en la crianza de cuyes representan una mejor separación de las excretas y la orina
de los animales, favoreciendo un menor desarrollo de enfermedades. Sin embargo, se debe tener
en cuenta que a la instalación de estas estructuras se le debe adicionar vías de drenaje y evacuación
de desechos. Dentro de las desventajas son la elevada inversión y que los animales pueden
presentar lesiones en las patas por las rejillas del piso. Existen 2 tipos de jaulas, en piso que
favorecen a la higiene del galpón y los de varios pisos que si bien aprovechan mejor el espacio
hay menor eficiencia de limpieza (Castro, 2002; Ortega y Silva, 2018).

14
2.3 Estrés y su repercusión sobre la producción animal

“El estrés involucra cualquier factor externo o interno que induce a un aumento en el
esfuerzo por parte de la persona para mantener un estado de equilibrio dentro de sí misma y
en relación con su ambiente” (Parihuamán, 2017).

2.3.1 Definición de estrés

El estrés se define como un estado de homeostasis modificado como resultado de un


agente estresante, que puede ser un estímulo extrínseco o intrínseco, obteniendo como
respuesta en los animales cambios fisiológicos y de conducta con el fin de adaptarse o
compensar el nuevo estado interno. Si la adaptación por parte del animal no se logra, este
estado de estrés puede desencadenar en inmunosupresión y aparición de enfermedades
(Chauca, 1991). Para Ávila (2014) y Pérez et al. (2014) la consecuencia del estrés resulta en
la liberación de adrenalina y noradrenalina, además de cortisol; se han señalado dos tipos de
estrés: el distrés que se caracteriza por ser una reacción negativa y que puede desencadenar
en problemas somáticos que disminuyan el desempeño del individuo, y el eustrés que es
llamado el “estrés positivo” que se caracteriza por respuestas positivas del individuo.
Fernández (2003) concluyó que corrales mal diseñados con espacios reducidos para crianza
de cerdos es el factor estresante más común en la crianza de esta especie.

Ganfornina (2017), concluye que “el estrés afecta al aparato digestivo a través de las
comunicaciones existentes entre el cerebro y el tracto gastrointestinal, conocidas con el
nombre de Eje Cerebro-Intestino. Como consecuencia, el estrés altera las funciones
gastrointestinales tales como: la permeabilidad, la motilidad, la sensibilidad visceral, el flujo
sanguíneo y las secreciones, así como la composición y el hábitat de la microbiota intestinal”.

2.3.2 Fisiopatología del estrés

Para Romero et al. (2011) el grado de estrés es utilizado como un indicador de bienestar
animal. Al generar cambios en la actividad del eje “hipotálamo-pituitaria-adrenocortical”
(HPA) y el “sistema simpático-adreno-medular” se produce un aumento en la liberación de
catecolaminas: adrenalina y noradrenalina, de la médula adrenal y de las fibras nerviosas del
locus coeruleus, respectivamente, como respuesta cuando el animal necesita luchar o huir ante
una amenaza, colocándolo en estado de alerta continua. En el eje HPA se da la activación de
la “hormona liberadora de corticotropina” (CRH) que actúa sobre la hipófisis propiciando la
liberación de la “hormona adrenocorticotrópica” (ACTH), la que sobre la corteza adrenal

15
promueve la liberación de corticosteroides como el cortisol, el cual aumenta la concentración
de glucosa en la sangre mediante el catabolismo de proteínas y grasas, favoreciendo una mayor
disponibilidad de energía en el organismo. El cortisol tiene efectos sobre el hipotálamo cuando
hay mucha segregación de esta hormona, provocando así que el animal puede adaptarse y
relajarse ante el evento de estrés que esté afrontando, a lo cual se le llama etapa de “resistencia
o relajación” (Cortés et al., 2018).

El estrés presenta 3 fases descritas por Ferreira (2012): la primera se llama fase de alarma,
en la que el cuerpo reconoce el agente que genera el estrés y se produce respuesta fisiológica
por parte del organismo mediante la activación del eje HPA y la liberación de hormonas,
provocando el aumento de la frecuencia cardíaca, contracción del bazo, liberación de glóbulos
rojos y blancos, aumento de la capacidad respiratoria, dilatación de pupilas y una
redistribución de la sangre dejando piel y órganos para distribuirse en el músculo, cerebro y
corazón. La segunda es la fase de resistencia o adaptación y se presenta la normalización del
nivel de corticoesteroides y desaparición de la sintomatología porque el organismo intenta
superar y adaptarse ante el agente de estrés. El agotamiento es la tercera fase y suceden eventos
de mayor frecuencia y duración, si el individuo no logra adaptarse ante el agente tensor se
producen desequilibrios internos y fisiológicos, provocando enfermedades psicosomáticas o
hasta la muerte del animal.

2.3.3. Factores desencadenantes de estrés

El estrés se presenta de forma natural durante las diferentes etapas de un ser vivo, y
también puede ser producido por factores externos como el manejo o el medio ambiente. Por
eso podemos dividir a los factores estresores en 3 categorías:

• Interacción entre animales

Desde etapas tempranas, en animales como los cuyes se encuentran rodeados de factores
estresantes; durante la lactación las crías entran en competencia por alcanzar la glándula
mamaria y poder alimentarse, en otros casos la separación entre la cría - madre y la interacción
con nuevos individuos representan un factor de estrés altísimo que puede alterar el futuro
desempeño productivo del animal. Durante esta fase mientras se va estableciendo las
jerarquías entre individuos, las peleas pueden causar lesiones, bajo consumo alimenticio, bajo
peso corporal, comportamientos anómalos, baja fertilidad y sensibilidad a enfermedades
(Odeón y Romera, 2017).

16
• Interacción entre el hombre – animal

El manejo del hombre en cada actividad zootécnica (alimentación, destete, transporte,


cambios de pozas o corrales, arreos, ordeño, vacunación, beneficio, etc) representa uno de los
factores más importantes de estrés en la vida del animal, ya que ante malas prácticas y tiempos
prolongados en las actividades de manejo pueden producir en los animales miedo y rechazo
hacia los humanos (Odeón y Romera, 2017).

• Interacción entre el animal y su medio ambiente

Las características medioambientales como radiación, viento, temperatura y humedad son


factores que pueden provocar estrés si no están dentro de los límites adecuados para cada
especie animal. Estos pueden tener efectos negativos en la fertilidad al alterar el estro en las
hembras (Córdova-Izquierdo et al. 2014).

2.3.4. Consecuencias y efectos del estrés

Los efectos de un agente tensor en los animales pueden verse reflejados en diversos
ámbitos de su desarrollo, causando bajos rendimientos productivos, baja rentabilidad y
viabilidad económica. Álvarez et al. (2009) señalan que en el organismo se produce un
desequilibrio hídrico debido al incremento del cortisol, que provoca mayor pérdida de agua a
través del aumento de la micción y la alta filtración glomerular. El estrés también puede afectar
la etapa de lactación de un animal por la alta presencia de catecolaminas en la sangre, las cuales
reducen la secreción de prolactina y bloquean la liberación de oxitocina, causando baja
producción de leche e inhibiendo la bajada de la misma; estos efectos causan una mala etapa
de lactación para las crías lo cual retrasa el destete, crecimiento y disminuye la provisión de
inmunoglobulinas. Durante el proceso de crianza es posible que se presenten problemas que
puedan afectar el crecimiento del animal, las altas concentraciones de glucocorticoides debido
a un caso de estrés crónico llegan a inhibir el crecimiento y desarrollo de tejidos y órganos. La
osteopenia causada puede provocar fractura de huesos y sumada a la acción anti-vitamínica D
provoca una reducción en la absorción de calcio a nivel del lumen intestinal (Álvarez et al.,
2009; Ullmann y Galich, 2019). Durante el proceso de beneficiado de animales, es donde se
observa las mayores consecuencias de un agente de estrés sobre la calidad de la carne, debido
a que ocurre un gran consumo de glucógeno que reduce los niveles de ácido láctico, factor que
da terneza, buen sabor y color a la carne, por lo que como resultado se obtiene una carne de
menor calidad. Así lo comprobó Yucra (2020), quien evidenció que en cuyes que habían
experimentado estrés (privatización de alimento, agua y separación individual de animales),

17
el tiempo de congelación, pH y acidez se vieron alterados con respecto a los que no habían
pasado este procedimiento.

Cuando un individuo atraviesa un proceso de estrés crónico y continuo, se elevan en el


organismo los niveles de catecolaminas y glucocorticoides, agentes que producen inmuno-
depresión, retardando la producción de anticuerpos tanto en la etapa pre como la posnatal;
también se observa que se inhibe la formación de células como los linfocitos, monocitos,
leucocitos y otras mediadoras de la inflamación (Gómez y Escobar, 2006; Álvarez et al.,
2009).

Castaño et al. (2014) registraron que el estrés tiene un efecto negativo sobre la
segregación de las gonadotropinas en el eje HPA del individuo. Se observa una baja
producción de andrógenos como la testosterona, principal hormona de los caracteres sexuales
masculinos; ante un proceso de estrés crónico los testículos pueden dañarse perjudicando la
motilidad, calidad y desarrollo espermático. Mientras que en las hembras el ciclo estral se ve
afectado en su duración e intensidad, además ante una baja producción de la hormona
luteinizante (LH) se imposibilita la maduración del folículo. Estos efectos se resumen en una
mayor cantidad de óvulos no fertilizados, embriones anormales o pérdida de los mismo y por
lo tanto bajo nivel productivo (Buestán, 2011; Odeón y Romera, 2017).

Un estudio realizado por Al-Maliki et al. (2018), demostró que la exposición de los
ratones a hidrocortisona aumentó significativamente el número de glóbulos blancos y
hemoglobina en hembras no gestantes, mientras que en hembras gestantes los monocitos, la
hemoglobina y los glóbulos rojos se ven aumentados, pero con los días las células granulares
van disminuyendo. De igual forma en marranas se estudió el efecto del estrés sobre parámetros
sanguíneos durante el transporte, dando como resultado un aumento de neutrófilos y
disminución de linfocitos a causa del estrés producido durante el manejo (Dalin et al., 1993).

2.4. Cortisol. Estructura química y regulación de su secreción

2.4.1. Estructura química y efectos en el organismo

El cortisol o hidrocortisona es un glucocorticoide que circula unida a proteínas


transportadoras como la CBG o también llamada transcortina en un 83%, un 12% unido a la
albúmina y un 5% circula sin estar unida a ninguna molécula (Figura 1).

18
Figura 1. Cortisol plasmático total y cortisol biodisponible. Fuente: Guerrero, 2017.

El cortisol al ser una hormona de tipo esteroidea tiene como precursor al colesterol
procedente de las lipoproteínas plasmáticas de baja densidad (LDL) y en su estructura presenta
4 anillos compuestos, moléculas de ciclopentanoperhidrofenantreno y 17 átomos de carbono.
En su estructura química presenta un grupo metil, que emerge desde la cadena adjunta en la
posición C17 (Figura 2). Su fórmula es C21H30O5. El cortisol tiene efectos sobre la
concentración de glucosa, aumentando los niveles mediante el catabolismo de proteínas y la
liberación de ácidos grasos para que sean utilizados como fuente de energía; y disminuye la
respuesta antiinflamatoria del organismo.

En los seres humanos la concentración de cortisol en condiciones normales es mayor en


horas de la mañana y menor por la tarde. Ante una situación constante de estrés puede
presentarse niveles altos de esta hormona, como en el síndrome de Cushing, lo que puede
desencadenar en retención de sodio en el organismo, de igual forma las modificaciones
químicas que se lleguen a dar pueden provocar trastornos más potentes y prolongados. Este
glucocorticoide es catabolizado en el hígado y tras varias descomposiciones finalmente se
elimina a través de la orina (Álvarez et al. 1998; Cruz y Rodríguez, 2018).

19
Figura 2. Estructura química del cortisol (11β,17α,21-Trihidroxi-4-pregnen-3,20-diona).
Fuente: Murray et al.,1992.

En los seres humanos el cortisol es la principal hormona glucocorticoide (Murray et al., 1992),
de la misma manera que en el cuy (Matthews, 1998; Hewitt et al., 2014) y en la oveja (Cudd,
et al., 2001), mientras que la corticosterona es el corticoide dominante en la rata (Rivier et al.,
1984; Rowland y Toth, 2019). Cortisol y corticosterona son producidos en el humano y en el
cuy, recién nacidos y adultos, sin embargo, el cortisol es el glucocorticoide dominante, con
una concentración más de 10 veces mayor (Hewitt et al., 2014).

2.4.2. Síntesis y regulación de la secreción

La corticotropina (CRH) es segregada básicamente por el hipotálamo, pero también se


puede sintetizar en el tubo digestivo, los testículos, la médula suprarrenal y la placenta, con
una mínima contribución del 5%. Esta hormona viaja a través del sistema portal venoso y
provoca la liberación de adenocorticotropina (ACTH) en la hipófisis anterior. Una vez que la
ACTH se encuentra en circulación en el organismo, en la corteza suprarrenal se activan
proteínas para sintetizar cortisol a partir de colesterol. La acción de la adenocorticotropina
puede modificar el tamaño de la glándula suprarrenal, en ausencia de esta hormona se puede
producir atrofia o en alta concentración una hiperplasia (Álvarez et al., 2009; Maidana et al.,
2013; Cruz y Rodríguez, 2018).

El cortisol se regula naturalmente por el ritmo circadiano a través de los estímulos


hipotalámicos, en las mañanas el nivel de ACTH, CRH y cortisol es mayor en comparación a
la tarde. Sin embargo, el cortisol también tiene la capacidad de autorregularse, cuando existen
altas concentraciones de esta hormona, se produce una retroalimentación negativa que inhibe
la liberación de ACTH y como consecuencia inactiva a la CRH. De igual forma ante un

20
impulso de estrés: hambre, agresiones, quemaduras, lesiones, calor, entre otros; aumenta el
nivel de ACTH (Álvarez et al., 2009; Maidana et al., 2013).

2.5 Cortisol como indicador de estrés

El cortisol es liberado por estimulación del ciclo luz-oscuridad y en respuesta a situaciones


de estrés en los animales. Una vez que llega a la sangre se une a la globulina transportadora
de corticoesteroide (CBG) conocida también como transcortina; puede unirse en menor
porcentaje también a la albúmina quedando una fracción muy reducida en forma libre, es
decir cortisol que no se ha unido a proteína alguna y es el que se une a receptores ubicados
en diferentes tejidos para realizar las acciones ya descritas anteriormente. Las interacciones
entre los órganos que conforman el eje HPA controlan las reacciones al estrés para el
mantenimiento de la homeostasis, por lo que para valoración del estrés se emplea la
medición del cortisol. Actualmente, sobre todo en los seres humanos, se emplea para
evaluar estrés, además del cortisol sanguíneo, el cortisol salival, el cortisol en orina, cabello
y uñas (Cozma et al., 2017; Quan et al., 2017), siendo el cortisol salival el más idóneo para
evaluaciones en humanos por ser un método no invasivo y cuyos valores de cortisol libre
en sangre y en saliva son similares estadísticamente (Lépez et al., 2010; Garrido et al.,
2015). En estudios para evaluar estrés en animales se mide cortisol sanguíneo, pero también
podría utilizarse cortisol que se encuentra en otros fluidos biológicos como saliva, orina y
heces, esto último fue señalado en un trabajo en camélidos sudamericanos (Arias y
Velapatiño, 2015).

2.6. Método inmunoenzimático para la determinación de cortisol sanguíneo

Para la determinación cuantitativa de cortisol sanguíneo se emplea frecuentemente el


inmunoensayo quimioluminiscente amplificado por enzimas competitivas en fase sólida,
conocido por sus siglas CLIA en referencia al método, pero con el nombre en inglés
(ChemiLuminescent Immuno Assay). Esta técnica tiene su base en la interacción
“Antígeno-Anticuerpo” de tipo sándwich o competitivo dependiendo de lo cual enviará una
señal de “luz directa o inversamente proporcional a la concentración de la molécula de
interés en presencia de algunos reactivos” (Garrido et al., 2015). Esta emisión de luz está
basada en una reacción química especifica conocida como “fase sólida” en la que se
emplean partículas magnéticas, además de otras sustancias como por ejemplo el éster de
acridina. Según la cinética de la emisión de luz, se puede clasificar esta técnica como “CLIA
FLASH o CLIA GLOW”, dependiendo de la rapidez y estabilidad de la emisión de luz

21
(Berruezo, 2015; Cinquanta et al., 2017). Para la lectura se requiere de un luminómetro de
microplacas o Lector de Quimioluminiscencia. El método quimioluminiscente es ventajoso
por su rango dinámico de medición, alta especificidad, fácil detección de las señales
luminosas de alta intensidad, rápida lectura de la señal analítica con corto tiempo de
incubación, alta estabilidad de los reactivos y el requerimiento de bajo volumen de muestra
y reactivo (Cinquanta et al., 2017).

2.7. Espacio vital como factor estresante en cuyes

El factor ambiental es importante en el comportamiento reproductivo, alimenticio y


desarrollo de un animal en producción (Roter et al., 2018). Según Cáceres et al (2004)
señalaron que: “las prácticas de selección y mejoramiento genético han hecho posible que, en
la actualidad, los cuyes sean de mayor tamaño y peso, lo que hace lógico deducir que los
requerimientos de espacio vital han variado; el insuficiente espacio vital estresa a los animales
y hace que se incremente la frecuencia de peleas”. Jiménez y Huamán (2010) señalaron que
uno de los causantes de estrés en los cuyes es mantenerlos en espacios vitales inadecuados,
basándose como principal indicador la disminución del apetito, lo que significaría una
reducción en su crecimiento y letargo en las siguientes etapas productivas. Ferrari (2014)
menciona que los animales con mayor tamaño tienen una mayor necesidad de espacio, por lo
tanto, al brindárselo podría ver reflejado en un mayor incremento de peso y rendimiento de
carcasa.

Según Koscinczuk (2014): “El bienestar y la supervivencia de los individuos se ven


amenazados por cambios ambientales; para restablecer la homeostasis y lograr adaptarse el
organismo pone en marcha respuestas colectivas de estrés. Estas respuestas están mediadas
por circuitos interconectados del sistema límbico frontal, hipotálamo y cerebro, donde la
liberación final de glucocorticoides asegura el aporte de energía mediante movilización de
glucosa. El resultado final de la sobreexposición a glucocorticoides se refleja en la alteración
de los sistemas corporales con hiperglucemia, hipertensión, infecciones recurrentes, alteración
de la memoria y del control del comportamiento”. Para Moreno (1989) el espacio vital debe
delimitarse según el tamaño y línea genética del animal que se cría, dado que estas dos
variables definen el tamaño final y temperamento de la especie animal, éste último muy
importante para la presentación de estrés en un ser vivo.

Para Roter et al. (2018) y Chauca (2020) el espacio vital suficiente ayuda al animal a
desarrollar su potencial genético; el no contar con este ambiente adecuado podría elevar sus

22
niveles de cortisol sanguíneo y disminuir la función de su sistema inmunológico por lo que se
presentarían enfermedades bacterianas y/o virales. Cáceres et al. (2004) realizó un estudio con
cuyes entre hembras y machos, demostrando que un mayor espacio vital en machos de recría
y engorde permite mayores ganancias de peso y consumo de alimento, además de menor índice
de conversión alimenticia y disminución de cicatrices por peleas; mientras que en las hembras
se registró el mismo comportamiento.

2.8. Tipos de alimentación empleada en cuyes

Siendo el cuy un animal herbívoro monogástrico y con un ciego bastante desarrollado,


su principal alimento es el forraje verde. Tradicionalmente, el cuy doméstico (Cavia
porcellus) criado en zonas rurales y utilizado como alimento para el poblador, se alimenta
exclusivamente de forraje y restos de verduras provenientes de la cocina. A partir de la
década de los 70 con el objetivo de mejorar la crianza casera, para obtener cuyes
productores de carne, se desarrolló un programa de mejoramiento genético en esta especie
que a la fecha ha resultado en la obtención de líneas genéticas mejoradas y razas de cuy,
todos ellos de alta producción. Pero, precisamente, la obtención de animales mejorados
genéticamente para producción de carne ha exigido un cambio en su alimentación pasando
de ser un animal que se mantenía exclusivamente con forraje verde a convertirse en un
animal consumidor de alimento balanceado de alta densidad nutricional, además del forraje,
para cubrir sus necesidades nutricionales. Por lo tanto, actualmente, en la crianza del cuy
pueden emplearse tres tipos de alimentación: alimentación a base de forraje, alimentación
únicamente con concentrado (conocida como integral), y la alimentación mixta (forraje más
concentrado). La elección del tipo de alimentación dependerá del sistema de crianza
empleada: casera, familiar-comercial o comercial, ya que cada una de ellas se caracteriza
por presentar diferentes índices productivos, parámetro muy importante para predecir la
rentabilidad de una granja de cuyes, sobre todo si tenemos en cuenta que los costos en
alimentación llegan a ser el 70% aproximadamente de la inversión al momento de instalar
una granja de producción pecuaria. Otro considerando para la elección en el tipo de
alimentación es la disponibilidad y precio de forraje en la zona de crianza, también la
calidad y costo de los insumos disponibles en la zona. De esta manera, podemos señalar
que el tipo de alimentación en crianzas de zona sierra es a base de forraje en época de lluvia
y de tipo mixta cuando llega la temporada de sequía. En la costa, donde se ubican
principalmente granjas comerciales, la alimentación es de tipo integral, a base de
concentrado que contiene vitamina C microencapsulada y con muy escaso suministro de
forraje verde.

23
III. MATERIALES Y MÉTODOS

3.1. Lugar de ejecución y periodo de duración

El periodo de experimentación fue de 08 semanas y se realizó en la “Unidad de Crianza


de Animales de Experimentación del Laboratorio de Bioquímica, Nutrición y Alimentación
Animal de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos”, distrito de San Borja, departamento de Lima, a una altitud de 145 m.s.n.m., durante
los meses de octubre y noviembre del año 2018. La colecta de las muestras de sangre se realizó
en la misma unidad de crianza una vez finalizadas las ocho semanas.

3.2. Animales del estudio

Se necesitaron 40 cuyes (Cavia porcellus) machos, destetados de 15 días de edad,


clínicamente saludables, con un peso vivo aproximado de 280 gramos, provenientes de la línea
genética mejorada Perú y Andina. Los gazapos provenían de madres que se criaron y parieron
en pozas, se alimentaron con alimento balanceado integral más forraje fresco y cuyo
temperamento, de esta línea genética, se caracteriza por ser dócil y manejable. La granja
comercial de procedencia está localizada en el centro poblado de Manchay Bajo, distrito de
Pachacamac, provincia de Lima.
Los cuyes se distribuyeron aleatoriamente en cuatro grupos con ayuda del programa
Excel® para generar números aleatorios. Se expusieron a 12/12 h de luz y oscuridad
diariamente. La temperatura promedio en la granja fue de 20°C con una humedad relativa de
72-75%. y con buena ventilación mediante el uso de cortinas durante diferentes horas del día.

3.3. Instalaciones y áreas de crianza

Se realizó un sistema de crianza intensivo y se prepararon 40 pozas experimentales las


que tuvieron piso de cemento y techo de malla. Se dividió el número de pozas donde 20 pozas
tenían un área de 0.20 m2 y las otras 20 pozas presentaron un área de 0.10 m2. Cada poza se
flameó con un lanzallamas y posteriormente se desinfectó con glutaraldehído al 2%.
Finalmente se colocó viruta como piso en cada poza antes de colocar a los cuyes.

24
3.4. Equipos y materiales

Durante el periodo de crianza se emplearon pocillos de arcilla revestidos con esmalte


blanco para el suministro de agua y alimento balanceado a los animales, además de balanza
digital para el pesado de alimento, material de limpieza y desinfección, termohigrómetro para
medir temperatura en el interior de la granja, guantes de látex, mandiles, tubos sin
anticoagulante EDTA (Vacutainer®) rotulados para cada tratamiento para la colecta de sangre.

3.5. Tratamientos y dieta experimental

3.5.1. Tratamientos
Se evaluaron 04 tratamientos con 10 repeticiones cada uno:

3.5.2. Dieta experimental

Los tratamientos 1y 2 recibieron alimentación balanceada con un contenido de mínimo


18% de proteína cruda, en cantidad de 10% de su peso vivo. Los tratamientos 3 y 4, recibieron
únicamente alfalfa fresca (Medicago sativa L) a razón del 30% de su peso vivo. Los alimentos
fueron proporcionados en forma diaria a las 8:00 horas durante todo el periodo de
experimentación. Se controló el consumo de alimento semanal y peso vivo de los cobayos.

3.6. Toma de muestras

Al finalizar las 08 semanas de experimentación, los cuyes fueron sedados empleando


halotano, seguidamente se procedió a la insensibilización cervical y se procedió a la colecta
de sangre mediante corte en la región yugular con ayuda de un bisturí. Toda la manipulación
y contención de los animales estuvo a cargo de personal entrenado en el manejo de cuyes. Se
colectaron aproximadamente 2ml de sangre por cada animal en tubos sin anticoagulante
(Vacutainer®), se esperó la coagulación de la sangre y luego se centrifugó para obtener el
suero. Se realizó el análisis de cortisol sanguíneo mediante el método inmunoensayo
quimioluminiscente enzimático competitivo en un establecimiento de salud privado de

25
reconocida experiencia en análisis de bioquímica sanguínea ubicado en Lima, dentro de la
hora de colectada la muestra de sangre.

3.7. Análisis estadístico

Los datos obtenidos fueron sometidos a un análisis de varianza (ANOVA) y Prueba de Tukey
para determinar la significancia y comparación de medias entre tratamientos. Se empleó el
programa estadístico R® 3.4.3.

26
IV. RESULTADOS

Los niveles de cortisol sanguíneo en cuyes (Cavia porcellus) fueron evaluados en cuatro
tratamientos con dos tipos de alimentación y dos áreas de espacio vital.

Cuadro 1. Promedio de los niveles de cortisol, leucocitos y linfocitos en cuyes de engorde por
tratamiento a la 8va semana.

Parámetro Tratamientos
Balanceado integral alfalfa (Medicago sativa)
T1 T2 T3 T4
0.20m2 /animal 0.10m2 /animal 0.20m2/animal 0.10m2/animal
Cortisol (µg/dL) 24.7a ±4.41 24.4a ±4.47 26.0a ±5.12 28.6a ±4.80
(X̄ ± desviación estándar)

Intervalo de confianza 21.5-27.8 21.2-27.5 22.3-29.7 25.2-32.1


(Alfa = 95%)

Valor min.-valor máx. 18.90-32.12 17.98-32.0 17.96-33.87 19.20-34.08

Leucocitos (miles/µL) 5.99a ±0.78 5.95a ±0.93 5.92a ±0.70 6.81a ±0.95
(X̄ ± desviación estándar)

Linfocitos (%) 47.70 a 42.20 a 41.70 a 36.70 a

“Letras diferentes en la misma fila indican diferencias significativas (p<0,05)”.


T1: Alimento integral y 0.20 m2 /animal; T2: Alimento integral y 0.10 m2 /animal; T3: alfalfa y 0.20 m2
/animal; T4: alfalfa y 0.10 m2 /animal.

En los resultados del cuadro 1 observamos una diferencia numérica en los valores de cortisol
sanguíneo, indicando los mayores valores en los cuyes de los tratamientos 3 y 4, los cuales fueron
alimentados solamente con alfalfa y mantenidos en diferente espacio vital. Los valores de cortisol
de los cuyes alimentados con concentrado integral (T1 y T2) y con diferente espacio vital fueron
similares. En relación al valor mínimo este fue de 17.96 µg/dL y el máximo valor fue de 34.08
µg/dL. De la misma manera sólo se observa una diferencia numérica en los valores de leucocitos
y linfocitos, entre los cuatro tratamientos presentando los animales del tratamiento 4 los valores
más altos de leucocitos (6.81miles/µL) y los valores más bajos de linfocitos (36.70%). Sin
embargo, estadísticamente no se observa diferencia entre los cuatro tratamientos ni interacción
entre tipo de alimentación y área de espacio vital utilizada.

27
Cuadro 2. Parámetros productivos por cada tratamiento al término del periodo de engorde.

Tratamientos
Balanceado integral alfalfa (Medicago sativa)
T1 T2 T3 T4
0.20m2/animal 0.10m2/animal 0.20m2/animal 0.10m2/animal
Variables Promedio
Peso Inicial (g) 281a 282.20ª 262.9ª 292.3ª
Peso final (g) 1042.4a 869.3b 643.0c 617.0c
Conversión alimenticia (CA) 3.69b 4.76ª 4.58ª 5.08ª
Peso de la canal (g) 725.0a 552.8b 384.4c 363.8c
Rendimiento de canal % 69.63a 63.59b 59.75b 58.96b
“Letras diferentes en la misma fila indican diferencias significativas (p<0,05)”.

En los resultados del cuadro 2 se muestran los valores alcanzados en los parámetros
productivos registrados, observando una diferencia significativa en el peso final, siendo los
animales del T3 y T4 los que registraron los menores pesos al final del periodo de engorde,
mientras que los animales del T1 superaron el kilo de peso vivo al finalizar la 8va semana de
engorde. De manera similar, el T1 registró una CA significativamente mejor (3.69) y peso de la
canal (725g) que el resto de los tratamientos.

28
V. DISCUSIÓN

El cuy es un roedor histricomorpha que presenta altos niveles de cortisol sanguíneo


circulantes (Keightley y Fuller, 1996; Wriston, 1984), esto ha quedado confirmado en el presente
estudio al obtener valores promedio de cortisol sanguíneo en cuyes machos por encima de
24µg/dL, superiores a los valores de cortisol promedio en seres humanos (13 µg/dL) (Santo, 2017;
Linares, 2020), siendo también superiores a lo reportado en caninos machos (4.8 µg/dL)
(Proverbio et al., 2009) y en el Pecari tajacu (sajino) donde se obtuvo valores de 10.1 y 7.5 µg/dL
en hembras y machos, respectivamente (Montes et al., 2009); en ratas, no se ha registrado valores
de cortisol pero en cambio se han reportado valores promedio de corticosterona (glucocorticoide
dominante en esta especie) de 5µg/dL (Gangisetty et al., 2022). Se ha señalado que estos valores
de cortisol en cobayos serían consecuencia de un eje pituitario-adrenal con anomalías,
específicamente en el receptor de glucocorticoide, lo que se traduciría en el incremento de la
fracción libre de cortisol circulante, situación que ha llevado a clasificar al cuy en una especie
resistente a la acción de los corticoides exógenos (Claman, 1972; Keightley y Fuller, 1996), hecho
que lo diferencia de sus otros parientes roedores (rata y ratón). Pero debe tenerse en cuenta que
las numerosas publicaciones en lo que respecta al metabolismo y bioquímica sanguínea en cuyes
han sido realizadas en cobayos albinos de laboratorio, de las cepas “Hartley GP” o “FMMU
(Fourth Military Medical University) guinea pigs” que son cuyes que no han sido objeto de
selección genética ni cruce para fines productivos de consumo humano; lo que se confirma en
varias publicaciones donde los cuyes empleados pertenecen a estas cepas y alcanzan un peso vivo
promedio de 200-250 g a las tres semanas de vida (Avoli et al., 2009; Zhao et al.,2018; Guo et
al., 2022), periodo de tiempo significativamente más largo si se compara con las dos semanas de
vida en que los cuyes que actualmente se crían en las granjas de nuestro país alcanzan pesos de
280- 300g y llegando a las ocho semanas al kilo de peso vivo (López B, 2018; Córdova, 2019;
Quesquén, 2019).

Esta característica de precocidad en los cuyes criados en granjas comerciales en nuestro país,
como resultado del mejoramiento genético, resultaría en un factor estresante (Ormandy et al.,
2011) que habría influenciado para que los niveles de cortisol sanguíneo se hayan elevado aún
más en esta especie sobre todo en los machos (Hennessy et al., 2006), ya que en las hembras
influiría las fases del ciclo estral en su temperamento y niveles de cortisol (Glenk, 2018), además
de las condiciones ambientales como espacio vital y alimentación que también influirían en el
nivel sanguíneo de esta hormona (Kaiser et al., 2007). Sin embargo, los resultados de cortisol
29
sanguíneo en cuyes machos obtenidos en el presente trabajo no son estadísticamente significativos
al compararse entre los cuatro tratamientos, donde se mantuvieron a la mitad de la población en
un reducido espacio vital y con restricción de alimento que satisfaga sus necesidades nutricionales
por día (T3 y T4). Aparentemente la reducción del espacio vital hasta 0.10m2 no fue suficiente
como para causar un aumento significativo de cortisol sanguíneo como respuesta a un evento
estresante posiblemente debido a que esta área permitía aún el libre desplazamiento y movimiento
del animal además que el aporte de alfalfa fresca suministrado diariamente cubría ampliamente
los requerimientos diarios de vitamina C en el cuy en crecimiento, los cuales son en el rango de
0.4 a 25mg/día, según la National Research Council [NRC] (1995), y el contenido promedio de
ácido ascórbico en la alfalfa fresca es de aproximadamente 100 mg/100 g (Pennacchiotti y
Yanssens, 1953), lo que significaría que el aporte diario de este antioxidante disminuiría los
efectos negativos del estrés en los animales (Paredes, 2020).

Por otro lado, los valores obtenidos resultan similares a lo reportado por Hennessy et al.
(2019) quienes evaluaron las alteraciones en los niveles de cortisol en cuyes de ambos sexos
expuestos a eventos estresantes, mientras se mantuvieron juntos con la madre en una jaula
colectiva los cuyes presentaron valores de cortisol de 20µg/dL, sin embargo cuando se realizó el
cambio repentino de jaulas colectivas a pasar a un evento de aislamiento en jaulas individuales,
en los cuyes se observaron valores de cortisol superiores a 60µg/dL; pero, cuando comparamos
nuestros resultados de cortisol con otros trabajos realizados en la década de los 70’s donde
también se evaluó el cortisol en cuyes de laboratorio y obtuvieron entre 6.4-9.0 µg/dL en las
primeras horas de la mañana (Garris,1979), nuestros hallazgos resultaron significativamente
superiores (24 µg/dL) en ese mismo horario de colecta de sangre, posiblemente como resultado
de las líneas genéticas mejoradas que existen actualmente en nuestro país y que causarían una
exigencia en el metabolismo y fisiología en esta especie (Kaiser, 2007).

Además, es importante señalar que en nuestra población el cuy es criado para consumo y
significa una fuente de proteína animal de muy buena calidad, lo que justificó la creación de
ecotipos mejorados genéticamente como productores de carne, que han sido evaluados en su
desempeño productivo (Yamada et al., 2019) y actualmente se crían en costa y sierra; hasta
incluso la creación de razas de cuyes de línea cárnica (Chauca, 2007); lo que significó su crianza
en números cada vez mayores en espacios reducidos y con cada vez menor suministro de forraje
verde. Por lo que, obtener información de hemograma y bioquímica sanguínea en cuyes de
engorde mantenidos en estas condiciones es bastante escasa. Uno de esos trabajos es el publicado
por Vidalón (2014) que reportó valores de hemograma de cuyes de la Línea Precoz de la Estación
El Mantaro en Huancayo, resultando con valores de leucocitos superiores al nuestro (9.6
miles/µL) y con valores de linfocitos muy variables, siendo el rango muy amplio entre 3 a 76%;

30
estos valores quizá respondan a las condiciones de crianza y estado de salud de los animales de
la estación en la fecha de muestreo. Los valores de linfocitos observados en nuestro estudio en
los cuatro tratamientos estarían dentro del rango de lo reportado por Vidalón (2014).

Por otra parte, en relación a si existió alguna influencia en los valores de cortisol por la
manipulación y sujeción de los cuyes al momento de la toma de muestras de sangre, tenemos lo
señalado por Harper (1976), quien basado en la recopilación de artículos científicos en cuyes, y
Wirth (2020) señalaron que el acto de manipular a esta especie, dado su temperamento nervioso
y propensos al estrés, sería suficiente para variar los valores del hemograma, principalmente
hematocrito, recuento diferencial de células blancas y niveles de glucocorticoides, principalmente
cortisol (Sachser et al.,1994) y catecolaminas; sin embargo, Kaiser et al. (2007) señalaron que
los cuyes al ser sometidos a sedación empleando anestesia previa a la colecta de sangre, o previo
al degüello cuando se procede al sacrificio y éste se realiza en menos de 5 minutos los valores de
cortisol no se ven afectados durante ese tiempo, y efectivamente en el presente estudio se utilizó
el método de sedación con agente anestésico previo al degüello, por lo que consideramos que los
resultados de cortisol del presente estudio no se vieron influenciados por el método de beneficio
de los animales en el momento de la colecta de las muestras de sangre ya que ésta se realizó en
menos de 4 minutos por cada cuy.

Al comparar, además, los valores obtenidos en nuestro estudio con lo reportado por Falconí
(2015) quien obtuvo valores de cortisol sanguíneo en cuyes machos de 2.34µg/dL, consideramos
que nuestros valores de cortisol resultantes son altos sobre todo en los animales del T4
(28.6µg/dL). Más aún, dentro los valores de sangre obtenidos en el T4, observamos que incluso
los valores de leucocitos (6.81miles/µL) y linfocitos (36.7%) difieren del resto de los tratamientos
del estudio, aunque estadísticamente no habría diferencia entre los cuatro tratamientos. Sin
embargo, cuando observamos los índices productivos de este grupo de animales (Cuadro 2) y que
fue estudiado y reportado por Córdova (2019) vemos que su ganancia de peso es baja, alcanzando
poco más de 600g de peso vivo a las ocho semanas; esto puede atribuirse principalmente al tipo
de alimentación que recibieron estos animales, únicamente a base de alfalfa, que si bien aportaba
entre el 6 y 7% de su peso vivo en materia seca, además de vitamina C y agua, no cubría las
demandas energéticas ni nutricionales de los animales por lo que pudieron entrar en déficit
nutricional y presentar un cuadro de estrés crónico que se manifestó como inapetencia, letargia,
baja ganancia de peso, bajo consumo de materia seca, mala conversión alimenticia (5.08%) y
deficiente rendimiento de carcasa (58.96%). Todo este conjunto de eventos pudo haber sido el
factor que desencadenó en la muerte de uno de los animales del T4 en la semana 7 del periodo de
evaluación. En el resto de los tratamientos no se registraron fallecimientos.

31
Señalamos que, en base a los resultados hallados en los niveles de cortisol y en el
comportamiento productivo observado en los animales del experimento, los cuales pertenecían a
la línea genética mejorada Perú-Andina, el eje Hipotálamo-Pituitaria-Adrenal a través de la
expresión del factor liberador de corticotropina, puede influir sobre el comportamiento y
productividad del cuy macho (Emack y Matthews, 2011); y que los efectos del estrés, estimado
mediante los niveles de cortisol en sangre, podrían depender del sexo y densidad poblacional.
Finalmente, respecto a la utilidad de las medidas de cortisol sanguíneo en cuyes como posible
indicador de bienestar animal debemos señalar que los hallazgos en el presente trabajo, en las
condiciones que fue realizado, son resultados iniciales importantes para un estudio más
exhaustivo sobre como repercute el sistema de crianza actual de cuyes de producción comercial
en los niveles de glucocorticoides como el cortisol, la generación de estrés, salud y bienestar
animal y su impacto en la productividad de esta especie, sugiriendo evaluar además del cortisol
sanguíneo otros parámetros como cortisol salival o cortisol en heces (Nemeth et al., 2016;
Sanmiguel et al., 2018) y su potencial empleabilidad en cuyes de producción.

32
VI. CONCLUSIÓN

En las condiciones que se desarrolló el estudio se concluye que el nivel de cortisol sanguíneo en
cuyes de engorde machos no varía por el tipo de alimentación, ni por las áreas de espacio vital
utilizadas en este estudio.

33
VII. RECOMENDACIONES

1. Evaluar niveles de cortisol en cuyes empleando métodos no invasivos y determinar si


existe diferencia entre los valores de cortisol sanguíneo (método invasivo) versus los
valores de cortisol en pelo o heces (método no invasivo).
2. Estudiar los valores de cortisol en cuyes en diferentes etapas productivas y por sexo.
3. Incrementar el tamaño muestral para el estudio de cortisol en esta especie empleando
métodos no invasivos.

34
VIII. LITERATURA CITADA

1. Al-Maliki, S. J., Al-Ali, A. A., y Kathim, A. S. 2018. Effect of corticosteroids cortisol


hormone [hydrocortisone] on the blood parameter in pregnant and non-pregnant
laboratory females mice. J Histol Cell Biol Volume 1 Issue 2. DOI:10.20959/wjpr201812-
12543
2. Álvarez A, Pérez H, Martin T, Quincosa J, Sánchez A. 2009. Fisiología animal aplicada.
Pag. 228-255. 341p. Universidad de Antioquia. Medellín-Colombia.1era Ed.
3. Arias N, Velapatiño B. 2015. Cortisol como Indicador Fiable del Estrés en Alpacas y
Llamas. Revista De Investigaciones Veterinarias Del Perú, 26(1), 1–8.
https://doi.org/10.15381/rivep.v26i1.10915
4. Ataucusi, S. 2015. Manejo técnico de la crianza de cuyes en la Sierra del Perú. 1ra edición.
PRA Buenaventura. CSE Arequipa. 1era Ed. 44p. [INTERNET]. Disponible en:
http://draapurimac.gob.pe/sites/default/files/revistas/MANUAL%20CUY%20PDF.pdf
5. Ávila J. 2014. El estrés un problema de salud del mundo actual. Revista Con-
Ciencia, N°1/VOL. 2 (2014) 115-124. 09p. [INTERNET]. Disponible en:
http://www.scielo.org.bo/pdf/rcfb/v2n1/v2n1_a13.pdf
6. Avoli M, Biagini G, Uva L, de Curtis M. 2009. NETWORKS | Network Interactions in
the Limbic System and Epileptiform Synchronization, Editor(s): Philip A. Schwartzkroin,
Encyclopedia of Basic Epilepsy Research, Academic Press, 2009, Pages 830-836, ISBN
9780123739612, https://doi.org/10.1016/B978-012373961-2.00007-2.
7. Berruezo M. 2015. Utilidad de una técnica de quimioluminiscencia (VirClia) en el
diagnóstico serológico de pacientes con neumonía adquirida en la comunidad. Trabajo
final de Máster en Enfermedades Infecciosas y Salud Internacional. Universidad Miguel
Hernández de Elche. España. 39p. [INTERNET]. Disponible en:
http://dspace.umh.es/bitstream/11000/3355/1/BERRUEZO%20SALAS%2C%20MART
A.pdf
8. Buestán Carabajo, P. D. 2011. Fisiología del estrés y sus efectos sobre la reproducción
de la hembra bovina. Tesis para obtener el título de Médico Veterinario Zootecnista.
Universidad de Cuena. Cuenca-Ecuador. 77p. [INTERNET]. Disponible en:
http://dspace.ucuenca.edu.ec/bitstream/123456789/3044/1/mv182.pdf

35
9. Cáceres F, Jiménez R, Ara M, Huamán H, Huamán A. 2004. Evaluación del espacio
vital de cuyes criados en pozas. Rev Inv Vet Perú 15 (2): 100-112.
https://doi.org/10.15381/rivep.v15i2.1577
10. Castaño FA, Rugeles CC, Betancur CA, Ramírez-López CJ. 2014. Impacto del estrés
calórico sobre la actividad reproductiva en bovinos y consideraciones para mitigar sus
efectos sobre la reproducción. Revista Biosalud 2014; 13(2): 84-94. [INTERNET].
Disponible en: http://www.scielo.org.co/pdf/biosa/v13n2/v13n2a07.pdf
11. Castro, H. 2002. Sistemas de crianza de cuyes a nivel familiar-comercial en el sector
rural. Benson Agriculture and Food Institute Brigham Young University Provo, Utah,
USA Institute Brigham Young University Provo. Utah, US, 14(2). 29p. [INTERNET].
Disponible en: http://usi.earth.ac.cr/glas/sp/50000203.pdf
12. Chauca L. 1997. Producción de cuyes (Cavia porcellus). Organización de las naciones
Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). [INTERNET]. Disponible en:
https://www.fao.org/3/w6562s/w6562s00.htm#TopOfPage
13. Chauca L. 1991. Producción de cuyes (Cavia porcellus) en los países andinos. En:
Revista mundial de zootecnia. Editor: D. Chupin. Organización de las naciones Unidas
para la Agricultura y la Alimentación (FAO). [INTERNET]. Disponible en:
https://www.fao.org/3/v6200t/v6200T05.htm#producci%C3%B3n%20de%20cuyes%20(
cavia%20porcellus)%20en%20los%20pa%C3%ADses%20andinos
14. Chauca L. 2020. Manual de crianza de cuyes. 1ra edición. Instituto Nacional de
Innovación Agraria- INIA. 60p. [INTERNET]. Disponible en:
http://repositorio.inia.gob.pe/bitstream/20.500.12955/1077/1/Manual%20de%20Crianza
%20de%20Cuyes-Versio%CC%81n%20Final.pdf

15. Chauca L. 2007. Logros obtenidos en la mejora genética del cuy (Cavia porcellus)
Experiencias del INIA. (Instituto Nacional de Innovación Agraria). XX Reunión ALPA,
XXX Reunión APPA-Cusco-Perú. Arch. Latinoam. Prod. Anim. Vol. 15 (Supl. 1) 2007
05p. [INTERNET]. Disponible en: http://www.bioline.org.br/pdf?la07057

16. Cinquanta L, Fontana DE, Bizzaro N. 2017. Chemiluminescent immunoassay


technology: what does it change in autoantibody detection?. Autoimmun Highlights 8, 9
https://doi.org/10.1007/s13317-017-0097-2
17. Claman HN. 1972. Corticosteroids and lymphoid cells. N Engl J Med. Aug
24;287(8):388-97. doi: 10.1056/NEJM197208242870806.
18. Córdova R. 2019. Efecto de la suplementación de vitamina C oral en cuyes (Cavia
porcellus) sometidos a reducción del espacio vital sobre los parámetros productivos. Tesis
para obtener el título de Médico Veterinario. Lima-Perú; Universidad Nacional Mayor de

36
San Marcos. 46p. [INTERNET] Disponible en:
https://cybertesis.unmsm.edu.pe/bitstream/handle/20.500.12672/16891/Cordova_cr.pdf?
sequence=1yisAllowed=y
19. Córdova-Izquierdo, A, Cervantes, RE, Naranjo, JIL, Aparicio, PS, Villa-Mancera, A,
Liera, EG, y Pérez, JO. 2014. Tipos de estrés en el ganado y recomendaciones para su
control. [INTERNET]. Disponible en:
www.researchgate.net/publication/303967229_Tipos_de_estres_en_el_ganado
20. Cortés C, Escobar A, Cebada J, Soto G, Bilbao T y Vélez M. 2018. Estrés y cortisol:
implicaciones en la ingesta de alimento. Revista Cubana de Investigaciones Biomédicas,
37(3), 1-15. Recuperado en 08 de marzo de 2022, de
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttextypid=S0864-
03002018000300013ylng=esytlng=es.
21. Cozma S, Dima-Cozma LC, Ghiciuc CM, Pasquali V, Saponaro A, Patacchioli FR.
2017. Salivary cortisol and α-amylase: subclinical indicators of stress as cardiometabolic
risk. Braz J Med Biol Res. 2017 Feb 6;50(2):e5577. doi: 10.1590/1414-431X20165577.
22. Cruz Mateus AA, Rodríguez Beltrán DA. 2018. Caracterización de eventos adversos con
medicamentos corticosteroides reportados al Programa Nacional de Farmacovigilancia en
Colombia (2005-2016). Trabajo de grado para optar el título de Químico Farmacéutico.
Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales. Bogotá -Colombia. 133p.
[INTERNET]. Disponible en:
https://repository.udca.edu.co/bitstream/handle/11158/998/DOC.%20FINAL%20TRAB
AJO%20DE%20GRADO%20CORTICOSTEROIDES..pdf?sequence=1yisAllowed=y
23. Cudd TA, Chen WJ, West JR. 2001. Fetal and maternal sheep hypothalamus pituitary
adrenal axis responses to chronic binge ethanol exposure during the third trimester
equivalent. Alcohol Clin Exp Res. Jul;25(7):1065-71. PMID: 11505034.
24. Cvabodni G. 2003. Principios del comportamiento individual de los caprinos. [Internet].
Disponible en: https://www.portalveterinaria.com/rumiantes/articulos/2720/principios-
delcomportamiento-individual-de-los-caprinos.html
25. Dalin, AM., Magnusson, U., Häggendal, J., Nyberg L. 1993. The Effect of Transport
Stress on Plasma Levels of Catecholamines, Cortisol, Corticosteroid-Binding Globulin,
Blood Cell Count, and Lymphocyte Proliferation in Pigs. Acta Vet Scand 34, 59–68 .
https://doi.org/10.1186/BF03548224
26. Dávila, K. 2017. Uso de tecnologías apropiadas en sistemas de producción de cuyes en
cuatro comunidades campesinas de Oyón y Huaura, región Lima. Tesis para optar el título
profesional de Ing. Zootecnista. Universidad Nacional del Centro del Perú. Huancayo-
Perú. 119p. [INTERNET]. Disponible en:
37
https://repositorio.uncp.edu.pe/bitstream/handle/20.500.12894/3386/DAvila%20Ascono
a.pdf?sequence=1yisAllowed=y
27. Emack J, Matthews S. 2011. Effects of chronic maternal stress on hypothalamo–
pituitary–adrenal (HPA) function and behavior: No reversal by environmental enrichment.
, 60(5), 0–598. doi:10.1016/j.yhbeh.2011.08.008
28. Falconi E. 2015. Evaluación de la inmunoesterilización como alternativa a la
esterilización quirúrgica tradicional en diferentes parámetros hormonales en cuyes (Cavia
porcellus) como modelo experimental en el Ceypsa. Carrera de Medicina Veterinaria y
Zootecnia. Universidad Técnica de Cotopaxi. Tesis de Título de Médico Veterinario
Zootecnista. Profesional de Latacunga. Ecuador. 125 p.
http://repositorio.utc.edu.ec/bitstream/27000/2791/1/T-UTC-00327.pdf
29. Fernández M. 2003. Estudios de conducta para mejorar el bienestar en las granjas.
[INTERNET] Disponible en: https://academic.uprm.edu/rodriguezh/HTMLobj-
135/consumaseguridad_com__Estudios_de_conducta_para_mejorar_el_bienestar_en_las
_granjas.htm
30. Ferrari G. 2014. Evaluación de crianza de cuyes (Cavia porcellus) durante el crecimiento
y engorde en jaulas y pozas con dos unidades. Tesis de Ingeniero Zootecnista Universidad
Nacional Agraria. La Molina. Lima 80p
31. Ferreira A. 2012. Reconociendo el estrés. Rev. Latino-Am. Enfermagem Editorial
20(5):[02 pantallas] sep.-oct. 2012. [INTERNET] Disponible en:
https://www.scielo.br/j/rlae/a/hbzC9GH8gjNpHn8LDZfH4yy/?format=pdfylang=es
32. Ganfornina A. 2017. El estrés y el sistema digestivo. Universidad de Sevilla. Trabajo de
Fin de Grado. 41p. [INTERNET] . Disponible en:
https://idus.us.es/bitstream/handle/11441/64735/GANFORNINA%20ANDRADES,%20
ANA.pdf;jsessionid=C9AF31C0AADB1B92AA89BA68DB1FA406?sequence=1yisAll
owed=y
33. Gangisetty O, Chaudhary S, Palagani A, Sarkar DK. 2022. Transgenerational
inheritance of fetal alcohol effects on proopiomelanocortin gene expression and
methylation, cortisol response to stress, and anxiety-like behaviors in offspring for three
generations in rats: Evidence for male germline transmission. PLoS ONE 17(2):
e0263340. https://doi.org/10.1371/journal. pone.0263340
34. Garrido M, Romero C, Cid M, Araya V. 2015. Detección de cortisol salival nocturno en
una muestra de sujetos de Santiago de Chile, mediante la técnica de
electroquimioluminicencia. Rev. chil. endocrinol. diabetes 2015; 8 (3): 102-107.
[INTERNET]. Disponible en: http://revistasoched.cl/3_2015/3-3-2015.pdf

38
35. Garris, DR 1979. Diurnal fluctation of plasma cortisol levels in the guinea pig. European
Journal of Endocrinology, 90(4), 692–695. doi:10.1530/acta.0.0900692
36. Gil V. 2007. Importancia del cuy y su competitividad en el mercado. Arch. Latinoam.
Prod. Anim. Vol. 15 (Supl. 1) 2007. XX Reunión ALPA, XXX Reunión APPA-Cusco-
Perú. 02p. [Internet] Disponible en: http://www.bioline.org.br/pdf?la07056
37. Glenk LM.; Machatschke IH; Wallner B. 2018. Fight or flight? Effects of vaginal oestrus
on cortisol, testosterone, and behaviour in guinea pig female-female interaction.
Behavioural Processes, (), S037663571730387X–. doi:10.1016/j.beproc.2018.04.008
38. Gómez B y Escobar A. 2006. Estrés y sistema inmune. Revista Mexicana de
Neurociencia, 7(1), 30-38. [INTERNET]. Disponible en:
http://previous.revmexneurociencia.com/wp-content/uploads/2014/06/Nm061-05.pdf
39. Guerrero, Julia. 2017. Para entender la acción de cortisol en inflamación aguda: una
mirada desde la glándula suprarrenal hasta la célula blanco. Revista médica de Chile,
145(2), 230-239. https://dx.doi.org/10.4067/S0034-98872017000200011
40. Guo, L., Tao, J., Tong, Y., Chen, S., Zhao, X., y Hua, R. 2022. Morphological and
vascular characteristics of the optic nerve head of normal guinea pigs. Scientific Reports,
12(1), 1–6. https://doi.org/10.1038/s41598-022-04911-x
41. Harper LV. 1976. Behavior. In: Wagner JE, Manning, PJ, eds. The Biology of the Guinea
Pig. New York: Academic Press. p 31-51.
42. Hennessy MB, Hornschuh G, Kaiser S, Sachser N. 2006. Cortisol responses and social
buffering: a study throughout the life span. Horm Behav 2006;49:383–90. doi:
10.1016/j.yhbeh.2005.08.006
43. Hennessy MB, Tai F, Carter KA, Watanasriyakul WT, Gallimore DM, Molina AL,
Schiml PA. 2019. Central oxytocin alters cortisol and behavioral responses of guinea pig
pups during isolation in a novel environment. Physiology y Behavior, 212, 112710–.
doi:10.1016/j.physbeh.2019.112710
44. Hewitt, Amy J.; Dobson, Christine C.; Brien, James F.; Wynne-Edwards, Katherine E.;
Reynolds, James N. 2014. Chronic ethanol exposure increases the non-dominant
glucocorticoid, corticosterone, in the near-term pregnant guinea pig. Alcohol, 48(5), 477–
481. doi:10.1016/j.alcohol.2014.06.005
45. Humala A. 1971. Efecto de tres áreas mínimas de corral por animal sobre la velocidad de
crecimiento en cuyes (Cavia porcellus). Tesis Bachillerato. Facultad de Ingeniería y
Zootecnia. La Molina, Lima. Universidad Nacional Agraria. 20-42 p.
46. [INEI] Instituto Nacional de Estadística e Informática. 2017. Encuesta Nacional
Agropecuaria. Lima, Perú. [Internet]. Disponible en:
https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/publicaciones_digitales/Est/Lib1593/
39
47. Jiménez R, Huamán A. 2010. Cuyes genéticamente geniales: Manual para el manejo de
reproductores híbridos especializados en producción de carne. Subproyecto desarrollo y
evaluación de reproductores para maximizar la producción de cuyes de carne. Huancayo,
Perú: UNMSM-INCAGRO.
48. Kaiser S, Harderthauer S, Sachser N, Hennessy MB. 2007. Social housing conditions
around puberty determine later changes in plasma cortisol and behavior, Physiol. Behav.
90 (2007) 405–411. doi:10.1016/j.physbeh.2006.10.002
49. Keightley MC, Fuller PJ. 1996. Anomalies in the endocrine axes of the guinea pig:
relevance to human physiology and disease. Endocr Rev. Feb;17(1):30-44. doi:
10.1210/edrv-17-1-30.
50. Koscinczuk, P. 2014. Ambiente, adaptación y estrés. Rev. vet. 25: 1, 10p.
Universidad Nacional del Nordeste, Facultad de Ciencias Veterinarias Argentina. DOI:
http://dx.doi.org/10.30972/vet.251555
51. Lépez M, Caaamaño E, Romero C, Fiedler J, Araya V. 2010. Determinación de los
niveles de cortisol salival en una muestra de sujetos de Santiago de Chile. Rev. méd. Chile
[Internet]. 2010 Feb [citado 2022 Mar 08] ; 138( 2 ): 168-174. Disponible en:
http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttextypid=S0034-
98872010000200004ylng=es. http://dx.doi.org/10.4067/S0034-98872010000200004.
52. Linares JL. 2020. Relación entre los niveles de cortisol salival durante el estrés agudo y
el desempeño de la memoria a corto plazo en estudiantes de educación superior en la
ciudad de Lima Metropolitana. Tesis para obtener el Grado de Maestro en Neurociencias.
Lima, Perú. Universidad Peruana Cayetano Heredia. 86 p. [INTERNET]. Disponible en:
https://repositorio.upch.edu.pe/bitstream/handle/20.500.12866/8556/Relacion_LinaresW
eilg_Jorge.pdf?sequence=1yisAllowed=y
53. López B. 2018. Efecto de la suplementación oral de una mezcla probiótica en cuyes (Cavia
porcellus) de engorde desafiados con Salmonella typhimurium sobre la morfología
intestinal. Tesis para obtener el título de Médico Veterinario. Lima-Perú; Universidad
Nacional Mayor de San Marcos. 59p. [INTERNET] Disponible en:
https://cybertesis.unmsm.edu.pe/bitstream/handle/20.500.12672/9529/Lopez_cb.pdf?seq
uence=3yisAllowed=y
54. Maidana, P, Bruno, OD, Mesch, V. 2013. Medición de cortisol y sus fracciones. Una
puesta al día. Medicina (B. Aires) [online]. 2013, vol.73, n.6. pp.579-584. Disponible en:
<http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttextypid=S0025-
76802013000800016ylng=esynrm=iso>. ISSN 0025-7680

40
55. Matthews SG. 1998. Dynamic changes in glucocorticoid and mineralocorticoid receptor
mRNA in the developing guinea pig brain. Brain Res Dev Brain Res. Apr 17;107(1):123-
32. doi: 10.1016/s0165-3806(98)00008-x.
56. [MIDAGRI]. Ministerio de Agricultura y Riego. 2019. Potencial del mercado
internacional para la carne de cuy. 14 p. [Internet]. Disponible en:
https://bibliotecavirtual.midagri.gob.pe/index.php/analisis-economicos/estudios/2019/19-
potencial-del-mercado-interno-de-carne-de-cuy-2019/file
57. Montes T. 2012. Guía técnica: Asistencia técnica dirigida en crianza tecnificada de cuyes.
Oficina Académica de Extensión y Proyección Social-UNALM. Cajamarca-Perú.
[INTERNET]. Disponible en: https://www.agrobanco.com.pe/data/uploads/ctecnica/015-
a-crianza-tecnificada.pdf
58. Montes RC, Solís AL, Yokoyama J, Mukul JM, Segura JC. 2009. Evaluación de estrés
en el Pecari tajacu sometido a dos densidades de población. Arch. Zootec. 58 (223): 463-
466. 2009. [INTERNET] https://scielo.isciii.es/pdf/azoo/v58n223/art17.pdf
59. Moreno R. 1989. El cuy. Segunda edición. Lima: La Molina. 128 p.
60. Mosqueira A. 2019. Evaluación de tres tipos de comederos en crecimiento y engorde de
cuyes (Cavia porcellus) en pozas y jaulas. Tesis para optar el título de Ingeniera
Zootecnista. UNALM. 69p.
61. Murray R, Granner D, Mayes P, Rodwell V. 1992. Bioquímica de Harper, Ed. El
Manual Moderno, México. 12ava edición. 740 p.
62. [NRC] National research council. 1995. Nutrient Requirements of Laboratory Animals.
[Internet]. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK231932/#
63. Nemeth M; Pschernig E; Wallner B; Millesi, E. 2016. Non-invasive cortisol
measurements as indicators of physiological stress responses in guinea pigs. PeerJ, 4(),
e1590–. doi:10.7717/peerj.1590
64. Odeón MM, Romera SA. 2017. Estrés en ganado: causas y consecuencias. Revista
Veterinaria, 28 (1), 69-77. DOI: http://dx.doi.org/10.30972/vet.2811556
65. Ormandy EH, Dale J, Griffin G. 2011. Genetic engineering of animals: ethical issues,
including welfare concerns. Can Vet J. 2011;52(5):544-550. PMID: 22043080.
66. Ortega WR, Silva L. 2018. Implementación de galpones como alternativa para tecnificar
y aumentar la producción del cuy en las granjas del Municipio de Guaitarilla del
departamento de Nariño. Tesis de grado realizado como requisito para obtención del Título
Especialista en Gestión de Proyectos. Universidad nacional Abierta y a Distancia. 56 p.
67. Paredes M, Terrones A, Hoban C, Ortiz P. 2020. Efecto de la suplementación dietaria
con vitamina C sobre el rendimiento productivo, estrés y respuesta inmunitaria del pavo

41
criado en un ambiente hipóxico natural. Scientia Agropecuaria, 11(3), 357-364.
https://dx.doi.org/10.17268/sci.agropecu.2020.03.07
68. Parihuamán, M. 2017. Nivel de estrés de los docentes de las instituciones educativas de
Villa Vicús y Kilómetro 50, distrito de Chulucanas - Morropón - Piura (Tesis de Maestría
en Educación con Mención en Gestión Educativa). Universidad de Piura. Facultad de
Ciencias de la Educación. 127p. Piura, Perú. [Internet] Disponible en:
https://pirhua.udep.edu.pe/bitstream/handle/11042/3022/MAE_EDUC_343.pdf
69. Pennacchiotti I; Yanssens G. 1953. Valoración espectrofotométrica de la vitamina C en
alfalfa y trébol y de carotenos en trébol. ISI. Repositorio Académico de la Universidad de
Chile. 04 p. Disponible en:
http://repositorio.uchile.cl/bitstream/handle/2250/121478/PENNACCHIOTTI_1953a.pdf
? sequence=1&isAllowed=y
70. Pérez D, García J, García T, Ortiz D, Centelles M. 2014. Conocimientos sobre estrés,
salud y creencias de control para la Atención Primaria de Salud. Rev Cubana Med Gen
Integr. Sep ; 30( 3 ): 354-363. [INTERNET]. Disponible en:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttextypid=S0864-1252014000300009ylng=es
71. Pozo V, Tepú A. 2012. Evaluar la influencia de la vitamina “C” en cuyes (Cavia porcellus)
de engorde en la comunidad de Guananguicho – Cantón San Pedro de Huaca – Carchi/
Trabajo de Grado. Ingeniero Agropecuario. Quito: Universidad Técnica del Norte. 86 p.
[INTERNET]. Disponible en: http://repositorio.utn.edu.ec/handle/123456789/2683
72. Proverbio D, Groppetti D, Spada E, Perego R. 2009. Comparison of the VIDAS and
IMMULITE-2000 methods for cortisol measurement in canine serum. Vet Clin Pathol.
Sep;38(3):332-6. doi: 10.1111/j.1939-165X.2009.00135.x.
73. Quan Zhang, Zheng Chen, Shenghuo Chen, Youyun Xu, Huihua Deng. 2017.
Intraindividual stability of cortisol and cortisone and the ratio of cortisol to cortisone in
saliva, urine and hair, Steroids, Volume 118, 2017, Pages 61-67, ISSN 0039-128X,
https://doi.org/10.1016/j.steroids.2016.12.008.
74. Quispe MS. 2008. Evaluación de la ganancia de peso de cuyes mejorados (Cavia aperea
porcellus) en tres periodos de destete en El Alto – La Paz. Tesis para obtener el título de
Ing. Agrónomo. Universidad Mayor de San Andrés. La Paz-Bolivia. 88 p. [INTERNET].
Disponible en: https://repositorio.umsa.bo/xmlui/bitstream/handle/123456789/4892/T-
1308.pdf?sequence=1yisAllowed=y
75. Quesquén D. 2019. Evaluación del consumo de agua en cuyes de engorde (Cavia
porcellus), alimentados a base de concentrado y mantenidos en diferentes densidades de
crianza. Tesis para obtener el título de Médico Veterinario. Lima-Perú; Universidad
Nacional Mayor de San Marcos. 46p. [INTERNET] Disponible en:
42
https://cybertesis.unmsm.edu.pe/bitstream/handle/20.500.12672/11529/Quesquen_ad.pdf
?sequence=5yisAllowed=y
76. Rivier C, Bruhn T, Vale W. 1984. Effect of ethanol on the hypothalamic-pituitary-adrenal
axis in the rat: role of corticotropin-releasing factor (CRF). J Pharmacol Exp Ther.
Apr;229(1):127-31. PMID: 6323684.
77. Romero MH, Uribe LF, Sánchez JA. 2011. Biomarcadores de estrés como indicadores
de bienestar animal en ganado decarne: stress biomarkers as indicators of animal welfare
in cattle beef farming. Biosalud 10, 71–87
http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1657-95502011000100007
78. Roter E, Trejo W, Palacios G. 2018. Evaluación del tamaño del lote en la crianza
comercial de cuyes (Cavia porcellus) en la etapa de crecimiento. Anales Científicos, 79
(1): 126 – 129. DOI: http://dx.doi.org/10.21704/ac.v79i1.1148
79. Rotiz MS. 2020. Producción y comercialización de abonos a partir de las heces del cuy.
Universidad mariana-Colombia. Visión Empresarial (10)pp. 122-127. Revista digital. doi:
10.32645/13906852.1014. [Internet]. Disponible en:
https://revistasdigitales.upec.edu.ec/index.php/visionempresarial/article/view/1014/2069

80. Rowland NE, Toth LA. 2019. Analytic and Interpretational Pitfalls to Measuring Fecal
Corticosterone Metabolites in Laboratory Rats and Mice. Comparative Medicine, 69(5),
337–349. https://doi.org/10.30802/AALAS-CM-18-000119

81. Sanmiguel Plazas RA, Plazas Hernández FA, Trujillo Piso DY, Pérez Rubio MdelR.,
Peñuela Sierra LM, y DiGiacinto A. 2018. Requerimientos para la medición de
indicadores de estrés invasivos y no invasivos en producción animal. Revista De
Investigaciones Veterinarias Del Perú, 29(1), 15–30.
https://doi.org/10.15381/rivep.v29i1.14195
82. Santo MA. 2017. Determinación de cortisol sérico y su relación con el Síndrome de
Burnout en choferes profesionales. Informe de Investigación para obtener el Título de
Licenciada en Laboratorio Clínico. Ambato, Ecuador. Universidad Técnica de Ambato.
89 p. [INTERNET]. Disponible en:
https://repositorio.uta.edu.ec/bitstream/123456789/24759/1/CORTISOL%20S%C3%89
RICO%20PROYECTO%20DE%20INVESTIGACI%C3%93N.pdf
83. Sarmiento M del C. 2021. Morfometría de la mucosa del intestino delgado de cuyes
(Cavia porcellus) suplementados con vitamina C y sometidos a la reducción del espacio
vital. Tesis para obtener el título de Médico Veterinario. Lima-Perú: Universidad Nacional
Mayor de San Marcos. 87 p. [INTERNET]. Disponible en:

43
https://cybertesis.unmsm.edu.pe/bitstream/handle/20.500.12672/17218/Sarmiento_tm.pd
f?sequence=1yisAllowed=y

84. Sachser N, Lick C, Stanzel K. 1994. The environment, hormones, and aggressive
behaviour: A 5-year-study in guinea pigs. , 19(5-7), 697–707. doi:10.1016/0306-
4530(94)90051-5

85. Solorzano J, Sarria J. 2014. Crianza, producción y comercialización de cuyes. Editorial


Macro EIRL. 1era ed. 191p.
86. Ullmann T.E., Galich A.M. 2019. Implicancias de la enfermedad intestinal inflamatoria
en el metabolismo fosfocálcico. Rev. argent. endocrinol. metab. [Internet]. 2019 Sep
[citado 2022 Mar 08] ; 56( 3 ): 61-70. Disponible en:
http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttextypid=S1851-
30342019000300061ylng=es.
87. Vidalón J. 2014. Evaluación Hematológica de dos Líneas de Selección de Cuyes (Cárnica
y Precoz) Criados en la Estación Ivita el Mantaro. Tesis para obtener el título de Médico
Veterinario. Lima-Perú; Universidad Nacional Mayor de San Marcos. 114p. [INTERNET]
Disponible en:
http://cybertesis.unmsm.edu.pe/bitstream/handle/20.500.12672/3967/Vidalon_rj.pdf?seq
uence=1yisAllowed=y
88. Wirth, S; Gebhardt-Henrich, SG; Riemer, S; Hattendorf, J; Zinsstag, J; Hediger, K.
2020. The influence of human interaction on guinea pigs: behavioral and thermographic
changes during animal-assisted therapy. Physiology y Behavior, 113076–.
doi:10.1016/j.physbeh.2020.113076
89. Wriston, John. 1984. Comparative biochemistry of the guinea-pig: A partial checklist.
Comparative Biochemistry and Physiology Part B: Comparative Biochemistry, 77(2),
253–278. doi:10.1016/0305-0491(84)90329-8.
90. Yamada G, Bazán V, Fuentes N. 2019. Comparación de parámetros productivos de dos
líneas cárnicas de cuyes en la costa central del Perú. Revista de Investigaciones
Veterinarias del Perú, 30(1), 240-246. https://dx.doi.org/10.15381/rivep.v30i1.15678
91. Yucra Mamani, E. 2020. Efecto del nivel de estrés durante el ante mortem del cuy (Cavia
porcellus L.) en el proceso de congelación. Tesis para optar el título de Ing. Agroindustrial.
Universidad nacional del Altiplano. Puno-Perú. 84p. [INTERNET]. Disponible en:
http://tesis.unap.edu.pe/bitstream/handle/UNAP/14592/Yucra_Mamani_Eduardo.pdf?se
quence=1yisAllowed=y
92. Zeas Delgado, V. A. 2016. Análisis productivo, índice de conversión y mortalidad en
cuyes durante el periodo de engorde, manejados en pozas y jaulas. Trabajo experimental

44
previo a la obtención del título de Médico Veterinario Zootecnista. Universidad
Politécnica Salesiana. Cuenca-Ecuador. 89p. [INTERNET]. Disponible en:
https://dspace.ups.edu.ec/bitstream/123456789/12353/1/UPS-CT006452.pdf
93. Zhao Y, Guo L-L, Fang B, Liu B. 2018. Pharmacokinetic/pharmacodynamic (PK/PD)
evaluation of tulathromycin against Haemophilus parasuis in an experimental neutropenic
guinea pig model. PLoS ONE 13(12): e0209177.
https://doi.org/10.1371/journal.pone.0209177

45

También podría gustarte