Un Domingo para Recordar
Un Domingo para Recordar
Un Domingo para Recordar
2. PREPARACIÓN DE LA SESIÓN
EVALUACIÓN
DESEMPEÑOS PRECISADOS EVIDENCIAS INSTRUMENTO DE
EVALUACIÓN
INTANGIBLE: Lista de cotejo.
----------------------------------------------------- Ficha de
----------------------------------------------
- coevaluación.
----------------------------------------------
-----------------------------------------------------
- TANGIBLE:
----------------------------------------------------- ----------------------------------------------
---------------------------------------------------- ----------------------------------------------
----------------------------------------------------
----------------------------------------------------
REFLEXIONES DE APRENDIZAJE
¿Qué avances tuvieron los estudiantes? ¿Qué dificultades tuvieron los estudiantes?
Anexos
1. ¿Qué significa leer una imagen?
Leer una imagen es mirarla detalladamente para entender qué elementos la componen y cómo
se organizan dichos elementos a fin de transmitir ideas y narrar historias.
Premisas para la lectura de imágenes
Para poder llevar a cabo una buena lectura de imágenes es necesario partir de dos premisas:
1. Las imágenes son textos, es decir, son un tipo muy particular de artefactos.
2. Por ser textos, las imágenes pueden ser estudiadas como sistemas.
La imagen como artefacto
Las imágenes son artefactos, como lo son un asiento, una mesa o una máquina. Es decir, una
imagen es algo creado por seres humanos para seres humanos y, por lo tanto, cumple
funciones específicas dentro de la sociedad.
Sin embargo, las imágenes pertenecen a un tipo muy particular de artefactos que reciben el
nombre de textos.
La imagen como texto
Tradicionalmente se ha considerado que los textos son conjuntos coherentes de palabras, por
lo general impresas, que buscan transmitir mensajes. Sin embargo, hoy sabemos que las
imágenes también son textos porque ellas también se crean con el propósito de transmitir
mensajes. Por eso, las imágenes también pueden recibir el nombre de textos visuales.
Todos los textos –lingüísticos, visuales, audiovisuales, musicales, etc.– son concebidos,
financiados, realizados y distribuidos por personas que tienen intereses económicos e
ideológicos. Por consiguiente, al leer una imagen, debemos tener siempre en cuenta que dicha
imagen proviene de una o varias "mentes organizadoras" que han decidido expresar ciertas
ideas de cierta manera con un propósito en mente. De lo anterior se desprende que no existen
imágenes "inocentes".
La imagen como sistema
Si una imagen es un texto visual, entonces, es también un sistema. Un sistema es un tipo
particular de conjunto donde todos los elementos que lo componen trabajan solidariamente
para cumplir un propósito.
En el caso de las imágenes, los componentes del sistema textual son los elementos visuales: las
líneas, las formas, los colores, las luces y las sombras, etc. Gracias a esos elementos, a su
tamaño, ubicación y relaciones recíprocas, se construyen los significados que el texto visual
busca transmitir.
A diferencia de un conjunto cualquiera, un sistema tiene un propósito definido y, por esa razón,
las partes que lo componen tienen funciones específicas y ocupan posiciones bien definidas
unas respecto a las otras.
Desde esta perspectiva, un texto visual es un artefacto que sirve para producir significados. Así,
nuestro trabajo cuando leemos imágenes consiste en observarlas con cuidado para tratar de
entender cuáles son sus elementos constitutivos, dónde están ubicados y cuáles son sus
funciones.
TIPOS DE IMÁGENES
La cantidad de imágenes que existen en el mundo actual, así como las particularidades de los
diferentes tipos de textos visuales con que nos encontramos diariamente son aspectos que
pueden abrumarnos cuando queremos aprender a leer imágenes. Por eso, conviene encontrar
una manera efectiva de clasificar los textos visuales que queremos analizar.
Imágenes en movimiento e imágenes fijas
Los textos visuales contemporáneos se pueden clasificar en dos grandes grupos: las imágenes
en movimiento y las imágenes fijas. A partir de esta división, el siguiente cuadro propone una
clasificación bastante útil de las imágenes con las que se puede trabajar en contextos
académicos:
Conviene que nos preguntemos siempre cuál es el propósito –narrativo, descriptivo, expositivo
o argumentativo— que prima en las imágenes que vamos a analizar.
Pensar en las imágenes, y en su lectura, implica también pensar en las personas que observan
dichas imágenes: los espectadores.
El espectador: socio activo en la creación de las imágenes
Se suele creer que la lectura de imágenes es directa, poco codificada y, por lo tanto, automática
para el espectador. Sin embargo, esto no es cierto. No existe ningún tipo de lectura pasiva, y la
lectura de imágenes no es una excepción a esta regla.
A todos los niveles, la lectura de imágenes exige que el espectador se involucre, que ayude a
completar el texto visual. Se puede afirmar entonces que todo lector de imágenes es, en cierta
medida, coautor del texto visual que lee.
En cada ejercicio de lectura es necesario que el cerebro del espectador aporte inferencias y
pensamientos que están condicionados por su entorno cultural, su bagaje intelectual, su
historia personal y sus afectos.
Siempre que se observa una imagen es necesario que se activen, además de ciertas
capacidades perceptivas y procesos mentales específicos, una serie de saberes, afectos y
creencias que dependen de la pertenencia del espectador a una época, a un espacio geográfico
y a una cultura determinados. Así, la manera como un espectador lee una imagen depende de
lo que este sabe, siente y cree.
En otras palabras, la lectura de las imágenes depende del contexto cultural al que pertenecen
tanto quien mira la imagen como quien la crea. Por eso, no hay que olvidar que los textos
visuales no existen en un tubo al vacío sino que responden a interacciones sociales complejas
que afectan continuamente las relaciones entre los espectadores y las imágenes, así como las
relaciones entre la gente que crea imágenes y la gente que las consume.