Evolución: Diversidad Y Cambios en Los Seres Vivos

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EVOLUCIÓN: DIVERSIDAD Y CAMBIOS EN LOS SERES VIVOS

DIVULGACIÓN CIENTÍFICA: para animarse a leer ciencia

Les recomendamos los siguientes libros:


Rossi, M. S.; Levin, L.; Qué es y qué no es la evolución. El círculo de Darwin, Uni-
versidad de Quilmes. Siglo XXI [Ciencia que ladra], 2006. Plantea un encuentro
imaginario de los científicos que conocimos en este capítulo, en el que cada uno
defiende sus ideas.

Tambussi, C. P.; López, G.; Dinosaurios de aquí, de allá, de verdad y de mentira,


Buenos Aires, Colihue, 1994. Explica en forma muy amena todo lo relacionado con
estos míticos animales, incluyendo su curiosa extinción.

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CAPÍTULO 3

EL ORIGEN DE LA VIDA

“El Universo: 1.000.000.000.000 de galaxias (1980-1990)”, fotomontaje del


pintor ruso George Kuzmin

El origen de la vida y la evolución de las primeras formas vivientes


Pregunta puente: ya sabemos cómo apareció la gran diversidad de seres vivientes en la
Tierra, y sabemos que todos habrían derivado de un mismo y único antecesor común
pero…
¿Qué aspecto habrá tenido ese primer ser vivo? ¿Cómo se habrá originado si, por ser
el primero, no pudo haberse creado a partir de otra forma viviente?

15.000 millones de años atrás…


Nada. Simplemente un lugar vacío de materia. Eso era el espacio que ocupaba el univer-
so actual en ese momento. Traten de imaginar qué aspecto tendría: ¿sería una infinita
mancha negra? ¿Podría haberse reconocido en él algún límite? En ese caso… ¿habría
algo después de la nada? ¿Qué? Todos estos son misterios para los que, al menos por
ahora, nadie tiene una respuesta certera...
Es imposible representar en nuestra mente ese estado. La “nada” significa la ausencia
total de materia, y nos cuesta imaginarla, sencillamente, porque en nuestro mundo real
absolutamente todo es materia: todo aquello que nos rodea y que percibimos gracias
a alguno de nuestros sentidos. Sí, lo que olemos y lo que oímos también es materia:

61
EL ORIGEN DE LA VIDA

olemos porque las moléculas aromáticas se suspenden en el aire y son captadas por
nuestros receptores del olfato. Oímos lo que oímos porque las ondas sonoras se propa-
gan en el aire gracias a las moléculas que éste posee y que le permiten transmitir esas
ondas que viajan en medios materiales; aunque la onda en sí misma no es materia
que se traslada: lo que se traslada en una onda es una perturbación, tal como sucede,
por ejemplo, cuando hacemos una ola agitando una mano en el agua.
El otro componente del universo es la energía. Ésta no es perceptible por sí misma: sus
efectos sólo pueden verse cuando se pone en juego en diferentes procesos en los que
interviene la materia, como es, por ejemplo, el caso de una madera que, al quemarse,
genera energía en forma de luz y calor.
Si no había materia… ¿Dónde estaba todo lo que conforma el universo actual? ¿Y qué
ocurría con la energía?
Para dar respuesta a este enigma científico, diversos grupos de investigadores trabajan
desde hace mucho tiempo. Lean la siguiente noticia, aparecida en el diario Clarín:

La teoría del Big Bang


Entre las distintas explicaciones que intentaron dar cuenta del origen del Universo, la que goza
de mayor aceptación en el ámbito de las ciencias es la del Big Bang (Gran explosión), que en
los últimos años se popularizó de la mano de las investigaciones del científico británico Stephen
Hawking, considerado hoy uno de los mayores exponentes en el ámbito de la física.
De acuerdo con esta teoría, hace 14 mil millones de años –tal vez 15 mil millones, según algunos
científicos–, la Tierra, el Sol, todo el Sistema Solar, las galaxias, todo el Universo, estaban conteni-
dos en una pequeñísima partícula con una temperatura mayor al trillón de grados. Por algún motivo
que todavía es oscuro, esta partícula explotó y así nació el Universo.
La teoría del Big Bang sostiene que a partir de esa explosión se produjo una expansión del Univer-
so, que sigue hasta hoy. Esa partícula inicial, de milímetros de diámetro, era al principio una densa
“sopa” muy caliente en la que no se distinguían formas. Pero 400.000 años después de la explo-
sión, esa sopa perdió densidad, se enfrió y permitió que se formaran los cuerpos que componen el
Universo.

“El mundo
después del
Big Bang”
Fotografía de
Jerzy Müller

62
CAPÍTULO 3

Para muchos científicos contemporáneos a Gamow estas


Antes de seguir…
ideas eran poco creíbles. Incluso, el nombre “Big Bang” fue
el intento que hizo un cosmólogo llamado Fred Hoyle por ¡A pensar!
ridiculizarlas. Indudablemente, resulta difícil creer que
Gamow planteó su teoría
una partícula tan pequeña pudiera contener una cantidad
fijándose en el movimiento
de materia tan inmensa y tanta energía (un “calorcito” de
trillones de grados) como para poder originar por sí sola actual de las galaxias en el
al universo completo. espacio. ¿Cómo les parece
que sería ese movimiento
para deducir que se produjo
¿Y por la Tierra cómo andamos? a partir de una explosión?
Investiguen más detalles
Hubo que esperar “apenas” unos 5.000 millones de años
sobre el Big Bang y verifi-
para que, a partir de una acumulación de polvo y gas hi-
quen su respuesta. Ayuda:
drógeno, se formara nuestra estrella, el Sol. Su masa, y la
atracción gravitatoria que ésta ejerce son tan poderosas pueden llenar con agua
que a su alrededor se alinearon otros trozos de masa espa- una bombita de carnaval y
cial, que fueron los que conformaron los actuales planetas luego hacerla estallar con-
del Sistema Solar. Los planetas, a su vez, comenzaron a tra una pared. Observen la
describir en torno al sol órbitas elípticas. La órbita de la trayectoria que describe el
Tierra ocupa el tercer lugar en cercanía del Sol, luego de agua al expandirse.
Mercurio y Venus.
Esta posición estratégica que ocupa la Tierra le permitió
desarrollar condiciones compatibles con la vida, tales
como un rango de temperaturas moderadas, ni dema- Atracción gravitatoria:
siado altas –como ocurre en planetas más cercanos al Es la atracción que ejer-
Sol–, ni demasiado bajas –como en los más alejados de cen los cuerpos entre sí y
él–. Por otro lado, estas temperaturas tampoco presentan que está relacionada con
variaciones bruscas diarias o estacionales, gracias a ga- su masa y la distancia que
los separa.
ses atmosféricos como el dióxido de Carbono (CO ), que
2
provocan el conocido efecto invernadero, una especie de
amortiguador de los cambios climáticos. Efecto invernadero:
Pero hubo otra condición que permitió la supervivencia de Fenómeno atmosférico na-
los primeros seres: la existencia de agua en estado líquido, tural que permite mantener
la temperatura del planeta,
que es la que conforma la mayor parte de la composición
al retener una parte de la
química de los seres vivos. Esto no siempre fue así. La Tie- energía que proviene del
rra primitiva estaba bastante lejos de poder ser habitada sol.
por seres vivos como los que hoy conocemos…

Investiguen
Como hemos señalado, el efecto invernadero es un proceso favorable para la vida en nuestro
planeta. Pero desde hace unos años las noticias que lo tienen como protagonista dicen lo
contrario. ¿Qué relación tiene con el calentamiento global? ¿Cuáles son las causas y con-
secuencias del aumento de las temperaturas medias en nuestro planeta?

63
EL ORIGEN DE LA VIDA

Muy lejos del “paraíso terrenal”…


Hace 4.500 millones de años apareció el planeta Tierra.
Si lo hubiéramos podido contemplar desde una nave
espacial a la distancia, tal como hicieron los astronautas
del Apolo XI que tomaron esta foto desde la Luna en julio
de 1969, su aspecto sería muy diferente a lo que muestra
la imagen.
El paisaje constituido por esta bola azul cubierta de agua
y con brillantes nubes blancas a su alrededor es rotunda-
mente diferente al que hubiéramos observado hace 4.500
millones de años.

Por un lado, si bien después de la explosión la temperatura comenzó a descender (no


olvidemos que era de, aproximadamente, un trillón de grados), esa disminución no fue
suficiente como para permitir la vida sobre la Tierra. En ese entonces, nuestro planeta
era incandescente: estaba “al rojo”, como cuando calentamos un alfiler al fuego directo
durante un rato. La atmósfera, que es la capa gaseosa que envuelve al planeta, estaba
conformada por gases tóxicos como el metano (el gas de las hornallas), el amoníaco (es
el compuesto de algunos limpiadores, que tiene un penetrante olor que irrita los ojos),
el dióxido de carbono (el que exhalamos todos los seres vivos porque es venenoso para
nuestro organismo) y el hidrógeno, entre otros.
Todas estas sustancias cubrían la superficie terrestre y, para colmo de males, ¡no ha-
bía oxígeno! Así es: este gas, esencial para el desarrollo de cualquier forma de vida,
no estaba presente en la Tierra primitiva. Hubo que esperar hasta que surgieran los
primeros organismos fotosintéticos para que apareciera y llegara a constituir un impor-
tante componente de la atmósfera. Más aún: la ausencia de oxígeno (O2) implicaba la
ausencia también del gas ozono (O3), una combinación diferente de átomos de oxígeno,
responsable de la formación de la capa protectora contra las radiaciones ultravioletas,
sumamente perjudiciales para el organismo; las mismas de las que nos protegemos
en la actualidad con filtros y pantallas solares para evitar serios daños en la piel. ¿Se
imaginan cómo quemaría el sol si no hubiera capa de ozono?
Por otra parte, si bien había abundante agua, ésta se encontraba en estado gaseoso.
Una vez que la corteza terrestre se fue enfriando, el vapor de agua se condensó y, como
consecuencia de esto, hubo largos períodos de tormentas eléctricas con lluvias torren-
ciales que formaron los océanos que cubren casi toda su extensión.

La Tierra viva
En 1922, un bioquímico soviético, Alexander Oparin, planteó una idea revolucionaria:
según él, la primera estructura viviente habría sido producto de una “evolución quími-
ca”. A partir de sustancias simples y moléculas pequeñas, señalaba Oparin, se habrían

64
CAPÍTULO 3

construido otras sumamente complejas pero esenciales para la estructura de un ser


vivo, puesto que estaban conformadas por cuatro elementos básicos: carbono, hidróge-
no, oxígeno y nitrógeno. Desde 1808, a estas moléculas se las conoce como “orgánicas”,
nombre acuñado por el químico Berzelius, debido a que están presentes universalmente
en el mundo vivo (o sea, en los “organismos”). La fuente de energía imprescindible para
esta evolución fueron los rayos ultravioletas y los que provenían de las tormentas. Las
sustancias comenzaron a acumularse en los océanos y los convirtieron en un verda-
dero caldo. Este “caldo primitivo”, tal como lo denominó Oparin, era rico en proteínas,
grasas (lípidos), y azúcares (hidratos de carbono), y tenía los “ingredientes” necesarios
para conformar a la primera estructura viviente.
Justamente la ausencia de oxígeno y la intensa radiación ultravioleta fueron las con-
diciones que dieron lugar a la combinación de distintas sustancias químicas entre sí,
que fue la que permitió el surgimiento de las primeras manifestaciones de la vida en
el planeta.
Según Oparin, gracias a diversas atracciones químicas, en ese medio líquido se fueron
agrupando ciertas moléculas (posiblemente lípidos asociados a átomos de fósforo, o
fosfolípidos). Este proceso dio origen a una estructura de membrana, en la cual se de-
limitó un medio interno y otro externo. Dentro de esa bolsa membranosa comenzaron
a llevarse a cabo reacciones y procesos físico-químicos específicos que le permitieron
a este primer organismo crecer, reproducirse, mantener sus estructuras y responder a
estímulos determinados. Este conjunto de procesos se denomina metabolismo (una
capacidad exclusiva de los seres vivos), y a esta estructura inicial sumamente simple,
Oparin la denominó coacervado.
Respecto de la reproducción de los coacervados, al llegar a cierto tamaño, estos se frag-
mentaban de manera muy rudimentaria. Simplemente se partían en dos. La información
necesaria para construir un ser similar a otro todavía no estaba organizada en ellos.
Con la aparición del material genético, que según recientes investigaciones era una
molécula muy similar al conocido ADN pero
más simple, llamada ARN, la continuidad
de la vida estaba garantizada. Ya había una
“receta” para crear seres vivos semejantes
entre sí; además, con pequeños cambios
en esa “receta”, inclusive sería posible la
evolución: otra cualidad que distingue a
los seres vivos.
Así se conformó la célula primitiva o pro-
tocélula, gracias a las reacciones metabó-
licas que permitieron crear el importante
elemento que faltaba: el ADN.

Cadena de ADN

65
EL ORIGEN DE LA VIDA

La teoría de Oparin: ¿una vuelta a las antiguas ideas sobre la generación


espontánea de la vida?
Las ideas de Oparin causaron, en un principio, bastante desconcierto entre los científicos.
Hubo quienes las apoyaron, como el bioquímico inglés J. Haldane (aunque discrepó con
algunos puntos) pero lo que básicamente los incomodaba era que Oparin sostuviera que
la vida podía surgir de cosas inanimadas. Este pensamiento había tenido vigencia hasta
el siglo XVII, como ya vimos, y se lo conocía con el nombre de teoría de la generación
espontánea de la vida. Tres siglos más tarde todo parecía volver atrás: el “inoportuno”
Oparin proponía una idea basada en originar vida a partir de sustancias inanimadas.
Sin embargo, este científico sólo se cuestionó sobre el origen del primer ser vivo, ya que,
obviamente, es imposible que hubiera puesto en duda, en pleno siglo XX, el postulado
que señala que todo ser vivo proviene únicamente de otro preexistente.

El fragmento que incluimos a continuación pertenece a la introducción de Oparin a su principal obra,


El origen de la vida sobre la Tierra (1936):
“La cuestión relativa al origen de la vida, o aparición sobre la Tierra de los primeros seres vivientes,
pertenece al grupo de los problemas más importantes y básicos de las Ciencias Naturales. Toda
persona, cualquiera que sea su nivel cultural, se plantea este problema más o menos conscientemen-
te y, de mejor o peor calidad, producirá una respuesta, ya que sin ella no puede concebirse ni la más
rudimentaria concepción del Mundo.
“La Historia nos muestra que el problema del origen de la vida ha atraído la atención de la Humanidad
ya desde los tiempos más remotos. No existe un solo sistema filosófico o religioso, ni un solo pensador
de talla, que no haya dedicado la máxima atención a este problema. En cada época diferente y durante
cada una de las distintas fases del desarrollo de la cultura, este problema ha sido resuelto con arreglo
a normas diversas. Sin embargo, en todos los casos ha constituido el centro de una lucha acerba entre
las dos filosofías irreconciliables del idealismo y el materialismo.
“Hacia comienzos de nuestro siglo [N. de la E.: el autor hace referencia al siglo XX] esta lucha no
solamente no amaina, sino que adquiere renovado vigor; ello debido a que las Ciencias Naturales de
entonces eran incapaces de encontrar una solución racional y científica al problema del origen de la
vida, a pesar de que en otros terrenos ya habían logrado tan brillantes éxitos. Se había entrado, por
así decirlo, en un callejón sin salida. Pero un tal estado de cosas no era fortuito. Su causa residía en
el hecho de que hasta la segunda mitad del siglo pasado todos, casi sin excepción, se habían obs-
tinado en resolver este problema basándose en el principio de la generación espontánea. Es decir,
con arreglo al principio según el cual, los seres vivos podrían generarse no solamente a partir de los
semejantes suyos, sino también de una manera primaria, súbitamente, a partir de objetos pertenecien-
tes a la Naturaleza inorgánica, disponiendo además, ya desde el primer instante, de una organización
compleja y perfectamente acabada (…)
“Con arreglo a los idealistas, todos los seres vivientes, incluyendo al hombre entre ellos, habrían
surgido primariamente dotados de una estructura poco más o menos igual a la que hoy en día poseen
gracias a la acción de fuerzas anímicas supramateriales: como resultado de un acto creador de la
Divinidad; por la acción “conformadora” del alma, de la fuerza vital (…), etc. En otras palabras, sería
siempre el resultado de aquel principio espiritual que, según los conceptos idealistas, constituye la
esencia de la vida.
“Por el contrario, los naturalistas y filósofos de fibra materialista partían de la tesis según la cual, la
vida, lo mismo que todo el universo restante, es de naturaleza material, no siendo necesaria la existen-
cia de principio espiritual alguno para explicarla. En consecuencia, al ser la generación espontánea un
hecho autoevidente para la mayoría de ellos, la cuestión se limitaba a interpretar este último fenómeno
como el resultado de leyes naturales, rechazando toda injerencia por parte de fuerzas sobrenaturales.
Creían así que la manera correcta de resolver el problema del origen de la vida consistía en estudiar,
con todos los medios al alcance de la Ciencia, aquellos casos de generación espontánea descubribles
en el medio natural o inducidos experimentalmente.”

66
CAPÍTULO 3

Como mencionamos en el capítulo anterior, la teoría de generación espontánea sostenía


que los seres vivos se podían armar a partir de elementos muy diversos, a tal punto que
se conocían “fórmulas” para crear distintos seres, en especial aquéllos desagradables
que no fueran “dignos” de haber sido creados por Dios (¿recuerdan la receta para crear
ratones que incluimos en el capítulo 2?). En 1668, un médico italiano, Francesco Redi,
logró invalidar las ideas sobre generación espontánea, por medio de un sencillo expe-
rimento en el que utilizó, precisamente, carne, a la que dejó entrar en descomposición.
Preparó frascos como estos:

Moscas
Huevos
Gasa

Larvas
Materia orgánica Materia orgánica
en descomposición en descomposición

Frasco 1: estaba tapado con una gasa.


Frasco 2: estaba destapado.
Frasco 3: estaba tapado herméticamente.

¿Cuál les parece que habrá sido el resultado en cada uno de los frascos en cuanto
a la aparición de larvas de moscas? Si fuera cierto que la vida surge por generación
espontánea, ¿habría sido diferente el resultado de esta experiencia? ¿Para qué habría
colocado el frasco tapado con gasa? Analicen cuáles son las variables de esta experi-
mentación (constantes, independiente y dependiente. Para recordar estos conceptos,
vuelvan al capítulo 1).
La invención del microscopio, a mediados del siglo XVII, le permitió a Louis Pasteur
realizar observaciones más profundas y demostrar que cualquier ser vivo puede gene-
rarse únicamente a partir de otro. Pasteur demostró esto para el caso específico de los
microbios (recuerden que previamente Redi lo había comprobado para los organismos
no microscópicos, como las moscas). Imagínense: si había sido tan difícil convencer
a la gente de que los seres que se ven a simple vista surgían de otros, cuánto más
difícil fue demostrarlo para aquellos que no se ven pero que producen numerosas
enfermedades.

67
EL ORIGEN DE LA VIDA

En un estilo muy apasionado, Pasteur comunicó sus re-


sultados en la Academia Francesa:

“…y por lo tanto, caballeros, yo podría señalar este líquido y


decirles que he tomado mi gota de agua de la inmensidad de la
Creación y que la he tomado plena de los elementos apropia-
dos para el desarrollo de organismos microscópicos. ¡Y espero,
observo, pregunto!, rogándole que comience para mí el hermoso
espectáculo de la creación primaria. Pero es mudo, mudo desde
estos experimentos que fueron iniciados hace varios años, es
mudo. Lo he mantenido aislado de la única cosa que el hombre
no sabe producir: de los gérmenes que flotan en el aire, de la
Vida. Porque la Vida es un germen, y un germen es la Vida. La
doctrina de la generación espontánea no se recuperará jamás
del golpe mortal que le asestó este simple experimento…”
Lazcano Araujo, A.; El origen de la vida, México, Trillas, 1985,
citado en Biología: El origen de la vida.

Como el mismo Pasteur lo sostenía, su experiencia fue


sumamente sencilla:
Tomó matraces (recipientes de vidrio como los de la
imagen), y dentro de ellos vertió un caldo con sustancias
nutritivas, especial para el desarrollo de microbios. Hirvió
largo rato el caldo dentro de los recipientes, que perma-
necieron siempre tapados con un largo vidrio curvado
en forma de cuello de cisne, cuyo extremo estaba abierto
para permitir la entrada del aire. Pasteur comprobó, luego
de varios días, que no aparecían señales de ningún orga-
nismo microscópico. Pero si se cortaba verticalmente el
tubo de vidrio de manera que la abertura quedara arriba
Matraces de Pasteur
del matraz, poco después aparecían microbios. ¿Cómo
interpretarían ustedes estos resultados? Compárenlos
con los obtenidos por Redi.

68
CAPÍTULO 3

La teoría de Oparin puesta a prueba


In Vitro:
¿Cómo pudo organizarse una estructura viviente en la
Desarrollo experimental
Tierra recién conformada? Los evolucionistas ya hablaban llevado a cabo en el labo-
de la existencia de un antecesor o antepasado común para ratorio, por contraposición
todas las formas de vida actuales, incluso el mismo Darwin con las experiencias in
había opinado que la vida podría haberse originado a partir vivo, que se llevan a cabo
de sustancias orgánicas en “pequeñas charcas templadas”, en condiciones naturales
en forma directa sobre los
y que, mediante fuentes de energía como el calor o la elec-
seres vivos.
tricidad de las tormentas, podrían haber reaccionado entre
sí. Pero esta hipótesis no fue puesta a prueba por Darwin
ni por Oparin o Haldane. Este último sólo pudo realizar Síntesis:
algunos experimentos en laboratorio que le permitieron Reacciones químicas de
obtener algunas moléculas orgánicas partiendo de otras construcción de nuevas
moléculas más complejas
sencillas. Recién en 1952 dos científicos de la Universi-
que las iniciales. Este tér-
dad de Chicago, Harold Urey y Stanley Miller, diseñaron mino se opone al de lisis,
un dispositivo que reproducía las caóticas condiciones que describe a aquellas
de la Tierra primitiva y lograron sintetizar moléculas de reacciones en las que se
aminoácidos (partes constitutivas de las proteínas). Más destruyen moléculas para
tarde, en los años 60, el investigador Sydney Fox logró obtener otras más simples
producir in Vitro una estructura bastante similar a un que las iniciales.
coacervado, a la que llamó proteinoide.

Descarga
eléctrica

Antes de seguir…
Electrodo
La experiencia de Urey y
Miller.
Analicen la ilustración y ha-
Condensador
gan la correlación entre el
dispositivo y los elementos
Agua fría
de la Tierra primitiva.
¿Qué parte reproduce a la
atmósfera primitiva? ¿Cuál
Agua enfriada que sería el mar? ¿A qué equi-
contiene moléculas
H 2O orgánicas valen los electrodos? ¿Y la
hirviendo presencia del condensador
Mechero Muestra para análisis químicos o refrigerante? Expliquen
la secuencia de acciones
dentro del circuito.
Esquema experiencia Urey - Miller

69
EL ORIGEN DE LA VIDA

A pesar de que no logró ser demostrada en su totalidad, esta teoría es la más aceptada,
pero no es la única que intenta explicar el origen de la vida. Existe otra, llamada teoría
de la Panspermia, que veremos a partir de la lectura que sigue:

Teoría de la Panspermia: ¿la vida tendría un origen extraterrestre?


Lean el siguiente texto:

“Esta hipótesis propone que la vida provino del espacio exterior. Ya había sido enunciada a finales
del siglo pasado por el químico sueco S. Arrhenius: los microbios que pululaban por el universo
hicieron de ‘semilla de vida’ sobre la Tierra. (…)
En la actualidad cuenta con cierto consenso, más ahora que los astrónomos han descubierto es-
pectros reveladores de la presencia de una gran variedad de compuestos orgánicos alrededor de
ciertas estrellas, y en los espacios interestelares. (…)
Así, esta hipótesis propone que las moléculas que precedieron a los seres vivos podrían haber
llegado a la Tierra por el roce de la cola de los cometas, traídas por meteoritos, o por el polvo
cósmico. Algunos van más lejos y proponen directamente la llegada de microbios. (…)
La mayoría de los científicos rechazan de plano estas ideas, por la sencilla razón de que nunca se
han encontrado microbios en el espacio, y es muy improbable que se encuentren dado su carácter
de ambiente hostil para la vida, por lo menos como la caracterizamos nosotros. Además, esta hipó-
tesis no explica cómo se pudo originar la vida fuera de nuestro planeta”. Cervino, C. La vida: origen
y diversidad.

La vida del primer ser vivo: ¿qué hay para comer?


Volvamos al escenario de la Tierra recién creada. Mencionamos ya que la primera estruc-
tura viviente, la protocélula, debió contar necesariamente con dos atributos: la capacidad
de metabolizar, es decir, de llevar a cabo en su interior reacciones químicas y, por otro
lado, también la capacidad de reproducirse. Para ambas cosas es imprescindible incor-
porar materias primas desde el exterior, así como eliminar las sustancias innecesarias
en sentido inverso. Esta es otra condición asociada a la vida: todo sistema viviente es
necesariamente abierto, y genera un intercambio permanente de materia y también
de energía. Por otro lado, esta división entre el “adentro” y el “afuera” le permitió a este
ser vivo crear y mantener en su medio interno condiciones diferentes con respecto al
exterior. A esta capacidad que adquirió la protocélula la llamamos homeostasis, y es la
que le permite lograr un estado de equilibrio o estabilidad interna, independientemente
de los cambios que tengan lugar en el entorno. A partir de la homeostasis se regulan
condiciones como la retención de agua, la temperatura etc.
Los seres vivos necesitan comer y respirar. ¿Para qué? Porque a partir del alimento y
de la sustancia gaseosa respirada, pueden realizar el principal proceso metabólico, que
es el de la obtención de energía. ¿Recuerdan que señalamos al inicio del capítulo que
materia y energía son los dos componentes básicos del universo?
La incorporación de materia no constituyó un problema para esos primeros individuos
unicelulares, ya que los mares eran un verdadero yacimiento de materia orgánica
muy variada. Se supone que estos organismos fueron heterótrofos, es decir, seres que

70
CAPÍTULO 3

Antes de seguir…

Nos preguntamos: ¿qué es un sistema abierto?


En términos generales, un sistema es un conjunto
de elementos que funcionan de manera coordinada
para cumplir con una finalidad determinada.
Observen el dibujo y determinen cuál es el sistema.
¿Será un sistema abierto o cerrado?
En los seres humanos, ¿qué intercambios de ma-
teria y energía se producen?

obtienen moléculas de alimento -materia orgánica- a través de la ingestión de otros


organismos o de sustancias orgánicas disponibles en el medio en que se encuentran.
Ambas cosas abundaban en los océanos primigenios. Por otro lado, recordemos que en
la atmósfera no había oxígeno gaseoso (el oxígeno estaba presente sólo en la molécula
de agua y no sirve –ni servía, por supuesto– para ser respirado). Estos seres tenían otra
característica: eran anaerobios, es decir, podían vivir en lugares en los que no hubiera
oxígeno disponible..
Los científicos plantean que en cierto momento el alimento comenzó a escasear, y ese
factor comenzó a ejercer presión de selección (recuerden este concepto que definimos
en el capítulo 2) sobre los organismos, que se quedaron sin muchas alternativas para

Brote de helecho.
Fotografía de Michal Filip Gmerek

71
EL ORIGEN DE LA VIDA

alimentarse. En ese momento, y muy oportunamente, se habría producido un cambio en


el metabolismo de algún individuo que le permitió fabricar en su interior las moléculas
necesarias para alimentarse a partir de sustancias inorgánicas simples: apareció así el
primer ser autótrofo; es decir, uno que se alimenta por sí mismo. Esta nueva reacción
química que comenzó a llevarse a cabo fue nada menos que la fotosíntesis, y generó
un profundo cambio climático y biológico en la Tierra.

Un poco de aire puro: la llegada del oxígeno


La fotosíntesis

Reformulemos algunas ideas: Oparin había hablado de un “caldo” primitivo rico en


lípidos e hidratos de carbono, de niveles altísimos de radiación ultravioleta, y de cómo
estas condiciones habían sido las necesarias para que se desarrollaran en los océanos
las formas de vida primeras, las más elementales. También señalamos que no había
oxígeno y que ninguna de las formas de vida como las conocemos –la nuestra, por
ejemplo– podría sobrevivir en ese ambiente más que unos pocos minutos. En el párra-
fo anterior vimos que en algún momento el alimento comenzó a escasear y que sólo
sobrevivieron aquellos organismos que pudieron adaptarse a las nuevas condiciones
ambientales: los autótrofos, que comenzaron a realizar un nuevo proceso químico, la
fotosíntesis. Por medio de él, estos organismos –a los que en adelante denominaremos
fotosintetizadores– elaboraron, a partir de sustancias muy sencillas tales como el agua
o el dióxido de carbono del aire, una sustancia orgánica que se puede utilizar como
alimento y como fuente de energía; un tipo de azúcar llamado glucosa. Pero también
obtuvieron un elemento imprescindible para la supervivencia de cualquier forma de
vida tal como las que hay en el universo en la actualidad: el oxígeno gaseoso…
Estos primeros fotosintetizadores fueron también anaerobios. Mientras estos orga-
nismos se reproducían a gran escala, el cambio de composición atmosférica ejercía
sobre ellos presión de selección. Algunos de ellos, los anaerobios facultativos, pudieron
adaptar su metabolismo a la presencia de oxígeno, pero otros (llamados anaerobios
obligados) se extinguieron, puesto que no lo toleraron. Los fotosintetizadores fueron
capaces de utilizar la inagotable energía del sol para transformarla en energía útil para
sí mismos y para todos los demás seres vivientes. De este modo, mantuvieron un flujo
continuo que aseguró la perpetuación de todas las formas de vida. Todo este proceso
ocurrió entre, aproximadamente, 2.700 a 2.200 millones de años atrás.
Tuvo lugar entonces un profundo cambio climático, que se relacionó con dos fenó-
menos fundamentales: el primero es el que acabamos de señalar, la aparición del O2.
El segundo es la generación de una nueva combinación de tres átomos del elemento
oxígeno y que dio como resultado un nuevo gas: el ozono (O3).
Éste se empezó a acumular en forma localizada y formó una capa que resultó suma-
mente eficiente para proteger a la superficie terrestre de la devastadora acción de la
radiación ultravioleta.
Es decir: para que todos nosotros estemos hoy aquí –dependientes del oxígeno como
lo somos–, en primer lugar fue imprescindible la ausencia del oxígeno y del ozono.
¿No es curioso?

72
CAPÍTULO 3

Si hubiera habido oxígeno…


… habría actuado como reactivo, y habría interferido Reactivo:
con todos estos procesos químicos que derivaron en el Sustancia que se somete
universo tal como lo conocemos hoy. a reacción química para
obtener una nueva sustan-
Si hubiera habido ozono… cia llamada producto.
… la intensidad de las radiaciones ultravioletas habría
sido mucho menor (recuerden que explicamos cuál es la
Aerobio:
función de la capa de ozono), y estas radiaciones cons-
tituyeron una de las dos importantes fuentes de energía Todo ser vivo que necesi-
necesarias para construir moléculas. ta del oxígeno para sobre-
vivir.
Los organismos que salieron airosos (nunca más ade-
cuado el término) frente a estas nuevas condiciones
ambientales fueron los que adquirieron la capacidad de Anaerobio:
generar energía a partir del oxígeno como reactivo; por Organismo que no necesi-
esa razón se los denomina aerobios. ta oxígeno para subsistir.

La luz del Sol es la fuente de energía para todos los seres vivos.

73
EL ORIGEN DE LA VIDA

Actividades

1) Realicen una cronología sobre la aparición de la vida en la Tierra.


2) Ordenen la secuencia de acontecimientos que integre la evolución química y biológica
de las primeras formas de vida. Coloquen un número de orden al comienzo de cada
frase.
( ) Formación de moléculas de proteínas, hidratos de carbono, etc.
( ) Aparición de organismos fotosintéticos aerobios.
( ) Reacciones químicas entre compuestos simples de la atmósfera.
( ) Surgimiento de los primeros heterótrofos anaerobios.
( ) Formación de coacervados.
( ) Origen de la protocélula.
( ) Aparición de los heterótrofos aerobios.
( ) Creación de células fotosintéticas anaerobias.
3) Confeccionar una lista de las características que debe reunir un organismo para poder
mantener la vida (a partir de la aparición del coacervado). Definir cada una.
4) Sintetizar en un cuadro o mapa conceptual todas las teorías que expliquen el origen
del primer ser vivo.

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