Antologia de Poesia Universal 1 1
Antologia de Poesia Universal 1 1
Antologia de Poesia Universal 1 1
1. Homero (VIII a.C.), Canto XXIII. Ulises reconocido por Penélope, v. 209-284, de La
Odisea.
Diciendo de esta guisa, acrecentóle el deseo de sollozar; y Odiseo lloraba, abrazado a su dulce
y honesta esposa. Así como la tierra aparece grata a los que vienen nadando porque Poseidón
les hundió en el ponto [3] la bien construida embarcación, haciéndola juguete del viento y del
gran oleaje; y unos pocos, que consiguieron salir nadando del espumoso mar al continente,
lleno el cuerpo de suciedad, pisan la tierra muy alegres porque se ven libres de aquel
infortunio: pues de igual manera le era agradable a Penélope la vista del esposo y no le
quitaba del cuello los níveos [4] brazos. Llorando los [5]hallara Eos de rosáceos dedos, si
Atenea, la deidad de ojos de lechuza, no hubiese ordenado otra cosa; alargó la noche, cuando
ya tocaba a su término, y detuvo en el Océano a Eos de áureo trono no permitiéndole uncir los
caballos de pies ligeros que traen la luz a los hombres, Lampo y Faetonte, que son los corceles
que conducen a Eos.
—¡Mujer! Aun no hemos llegado al fin de todos los trabajos, pues falta otra empresa muy
grande, larga y difícil, que he de llevar a cumplimiento. Así me lo vaticinó el alma de Tiresias [6]
el día que bajé a la morada de Hades procurando la vuelta de mis compañeros y la mía propia.
Mas, vámonos a la cama para que, acostándonos, nos regalemos con el dulce sueño.
—El lecho lo tendrás cuando a tu ánimo le parezca bien, ya que los dioses te hicieron tornar a
tu casa bien construida y a tu patria tierra. Mas, puesto que pensaste en ese trabajo, por
haberte sugerido su memoria alguna deidad, explícame en qué consiste; me figuro que más
tarde lo tengo de saber y no será malo que me entere desde ahora.
1
Respondióle el ingenioso Odiseo:
—¡Desdichada! ¿Por qué me incitas tanto, con tus súplicas, a que te lo explique? Voy a
declarártelo sin omitir cosa alguna. No se alegrará tu ánimo de saberlo, como yo no me alegro
tampoco, pues Tiresias me ordenó que recorriera muchísimas ciudades, llevando en la mano
un remo, hasta llegar a aquellos hombres que nunca vieron el mar, ni comen manjares
sazonados con sal, ni conocen las naves de purpúreos flancos, ni tienen noticia de los remos
que son como las alas de los bajeles. Para ello me dio una señal muy manifiesta, que no te
quiero ocultar. Me mandó que, cuando encuentre otro caminante y me diga que voy con un
bieldo [7] sobre el gallardo hombro, clave en tierra el remo, haga al soberano Poseidón
hermosos sacrificios de un carnero, un toro y un verraco [8], y vuelva a esta casa donde
ofreceré sagradas hecatombes a los inmortales dioses que poseen el anchuroso cielo, a todos
por su orden. Me vendrá más adelante, y lejos del mar, una muy suave muerte, que me quitará
la vida cuando esté abrumado por placentera vejez y a mi alrededor los ciudadanos serán
dichosos. Todas estas cosas aseguró Tiresias que habían de cumplirse.
[1] argiva, natural de Argos o de la Argólida.
[2] Helena es un personaje de la mitología griega. Considerada hija de Zeus y pretendida por muchos
héroes debido a su gran belleza, fue seducida o raptada por Paris, príncipe de Troya, lo que dio origen a
la Guerra de Troya.
[5] Eos, en la mitología griega era la diosa de la aurora, que salía de su hogar al borde del océano para
anunciar a su hermano Helios, el Sol.
[6] Tiresias, en la mitología griega, fue un adivino ciego de la ciudad de Tebas. Aparece este adivino en el
Canto XI de la Odisea: Odiseo, con el fin de averiguar las circunstancias en que se desarrollará su regreso
a Ítaca, viaja al Hades para consultar a Tiresias.
[7] bieldo, instrumento para beldar, es decir, para aventar las mieses, legumbres, etc., trilladas, para
separar del grano la paja.
LIBRO I
Inmortal Afrodita de colorido trono,
hija de Zeus, artificiosa, te suplico,
que no sometas a infortunios ni dolores,
oh, Soberana, mi corazón.
2
batiendo fuertemente sus alas en medio
de los cielos y del éter.
3
o sobre espeso prado.
Mientras, fluye el arroyo por su cauce,
trina el ave en el bosque
y hay un rumor de fuentes manantiales
que invita a sueños leves.
Pero, en invierno, cuando Jove envía
lluvias y nieves juntas,
acosa al jabalí con su jauría
a las abiertas trampas,
o extiende redes ralas con un palo,
engaños para tordos,
y la liebre y la grulla coge a lazo,
presas muy agradables.
Ante estos goces, ¿quién no olvidaría
las penas que Amor trae?
Mas si una mujer fiel cuida en su parte
de la casa y los hijos,
como una de Sabina o bien de Apulia
por soles abrasada,
apila en el lar sacro leña seca
para su hombre cansado,
y, llevando al redil la grey alegre,
ordeña las ovejas,
y saca del barril vino del año
e improvisa una cena,
no me placieran más ostras lucrinas,
o escaro o rodaballo,
si el invierno en las olas orientales
en este mar los vierte.
Ni ave africana, ni faisán de Jonia
descienden en mi vientre
con más gusto que olivas escogidas
en las ramas del árbol,
o la acedera, amante de los prados,
y las salubres malvas,
o un cabrito salvado de los lobos,
o un cordero en las fiestas.
En la mesa, qué bien ver las ovejas
recogerse de prisa,
ver los bueyes exhaustos arrastrando
la reja, el cuello flojo,
ver esclavos nacidos en la casa
en torno de los lares.”
4
Versión Fray Luis de León
5
Con esto, ¿quién del pecho no desprende
cuanto en amor se pasa?
¿Pues qué, si la mujer honesta atiende
los hijos y la casa?
Oh, Fortuna
Oh, Fortuna,
como la luna
de condición variable,
siempre creces
o decreces.
La detestable vida
primero embota
y después estimula,
como juego, la agudeza de la mente.
La pobreza y
el poder
los disuelve como al hielo.
Suerte cruel
e inútil,
tú eres una rueda voluble
de mala condición;
vana salud,
siempre disoluble,
cubierta de sombras
y velada
6
brillas también para mí;
ahora, por el juego
de tu maldad,
llevo la espalda desnuda.
La suerte de la salud
y de la virtud
ahora me es contraria;
los afectos
y las carencias
vienen siempre
como cosa impuesta.
En esta hora,
sin demora,
impulsad los latidos del corazón,
el cual, por azar,
hace caer al fuerte;
¡llorad todos conmigo!
7
E de merce no.i trop nien
No es maravilla si mi canto
vale más que el de ningún poeta,
pues a mi corazón lo gana el amor,
y a su poder, fiel permanece.
Corazón, cuerpo, saber y entendimiento,
coraje y fuerza, yo tengo más.
8
Distinto al amor no me atrae nada,
ningún envite no me es conveniente.
9
Dama gentil, solo os pido
que me aceptéis como servidor.
Os serviré como buen señor.
Ningún galardón esperaré.
Estoy a vuestro mandato
con corazón humilde, servidor y cortés;
no soy león ni oso montés
porque me amanso como ellos, de igual modo.
6. Dante Alighieri (1265), Infierno I (v.1-9, 61-63, 79-84), Infierno V (v. 100-141), Paraíso XXXII
(v. 88-96)
CANTO I (vv.61--63)
Mientras que yo bajaba por la cuesta,
se me mostró delante de los ojos
alguien que, en su silencio, creí mudo. 63
CANTO I (vv.79-84)
«¿Eres Virgilio, pues, y aquella fuente
de quien mana tal río de elocuencia?
‑ respondí yo con frente avergonzada‑ . 81
CANTO V (vv.100-141)
Amor, que al noble corazón se agarra,
a éste prendió de la bella persona
que me quitaron; aún me ofende el modo. 102
10
Amor, que a todo amado a amar le obliga,
prendió por éste en mí pasión tan fuerte
que, como ves, aún no me abandona. 105
11
Paraíso - Canto XXXII
12
Inferno - Canto V (100-141)
13
5.138 quel giorno più non vi leggemmo avante».
7. Francesco Petrarca (1304), I " Los que escucháis en rimas el desvelo ", de Cancionero
14
¡Ay, risa donde flecha fue arrojada
por que otro bien que muerte ya no espero!
¡Alma digna a más alto reino y fuero,
si no fueses aquí tan tarde enviada!
15
31 sol est penssar me tol del mon delit
32 —car nos vivint, no creu se pusqua fer—:
Ed. Pere Bohigas: Ausiàs March, Poesies, rev. Amadeu Soberanas e Noemi Espinàs, Barcelona,
Barcino («ENC»), 2000. Pagès XLVI.
Soneto XIII
16
los tiernos miembros que aun bullendo 'staban;
los blancos pies en tierra se hincaban
y en torcidas raíces se volvían.
17
dirás maravillada, mientras cantas mis versos:
«Ronsard me celebraba, cuando yo era hermosa»,
Sonnet à Hélène
Soneto I
18
guardará su memoria su heredero.
13. William Shakespeare (1564), CXXXVII, “"Amor, ciego estúpido, qué le has hecho a mis
ojos"
Soneto CXXXVII
¿Amor, ciego estúpido, qué le has hecho a mis ojos
que miran pero que no ven lo que ven?
19
Saben lo que es la belleza, ven dónde se encuentra,
y sin embargo, confunden lo peor con lo mejor.
Soneto CXXXVII
Thou blind fool, Love, what dost thou to mine eyes,
That they behold, and see not what they see?
They know what beauty is, see where it lies,
Yet what the best is take the worst to be.
20
14. John Donne (1572-1631), " Muerte, no te envanezcas, aunque algunos te llamen
poderosa, pues no lo eres ", de Sonetos
21
En cada grito humano,
en cada chillido infantil de miedo,
en cada voz, en cada prohibición,
escucho las cadenas forjadas por la mente:
22
que, borrosa, tras el velo se muestra,
ceñido círculo mortecino, con luz tan débil,
que ni una sombra entrevía el suelo de tierra
-sea de roca o planta, de árbol o torre.
De repente, un relampagueo maravilloso
sorprende al peatón que, solitario,
medita en el camino, la mirada distraída
en tierra; levanta los ojos -la nube
rasga- y voz en alto, encima suyo,
la luna clara, y el esplendor del cielo.
Navega por la oscura bóveda azul,
seguida de miles de estrellas que, vivas,
pequeñas, brillantes, el oscuro abismo creen
con ella; ¡que raudos se hacen allá,
sin desvanecerse! El viento suena el árbol,
pero ellos callan, hacen su camino,
inmensurablemente distantes; la vuelta,
andamio con estas nubes blancas,
enormes, ahondando su fondo inescrutable.
Al final se cierra la visión,
y la mente, no insensible a tal delicia
que poco a poco en calma sosiega,
se recoge en la escena gloriosa.
1798
23
Not undisturbed by the delight is feels,
Which slowly settles into peaceful calm,
Is left to muse upon the solemn scene.
17. Friedrich Hölderlin (1770), " Canto del destino de Hiperión", de Siete poemas de
Hölderlin
“Hyperions Schicksalslied”
24
In bescheidener Knospe,
Blühet ewig
Ihnen der Geist,
Und die seligen Augen
Blicken in stiller
Ewiger Klarheit.
Friedrich Hölderlin
A place to rest
isn’t given to us.
Suffering humans
decline and blindly fall
from one hour to the next,
like water thrown
from cliff to cliff,
year after year,
down into the Unknown.
25
“Hyperion’s Song Of Destiny”
18. Novalis (1772), " Descendamos al seno de la Tierra ", v. 1-60, de Himnos a la noche
VI
Descendamos al seno de la Tierra,
dejemos los imperios de la luz;
el golpe y el furor de los dolores
son la alegre señal de la partida.
Veloces, en angosta embarcación,
a la orilla del cielo llegaremos.
26
Quien amó con piedad el mundo pasado
no sabrá ya qué hacer en este mundo.
27
para todos los que aman, para los afligidos.
Un sueño rompe nuestras ataduras
y nos sumerge en el seno del Padre.
19. Lord Byron (1788), “Islas de Grecia, islas de Grecia”, v. 1-30. Don Juan, canto III,
28
para forjar unas nuevas Termópilas!
¿Qué, y aún callan? ¿Todos callados?
¡Ah no, las voces de los muertos suenan
como la catarata distante de un torrente
que responde: " Dejad que viva una cabeza"!,
una tan sólo. "Vamos, vamos."
Son los vivos los que callan. […]
29
Of the three hundred grant but three,
To make a new Thermopylae.
What, silent still? And silent all?
Ah no! The voices of the dead
Sound like a distant torrent’s fall,
And answer, “Let one living head,
But one arise, – we come, we come!”
‘ Tis but the living who are dumb. [...]
20. P.B. Shelley (1792), "Adonais. Elegía a la muerte de John Keats” XXXIX, XL, XLI, XLIII.
XXXIX
Callad, que no está muerto ni dormido;
despertó ya del sueño de la vida.
Perdidos en visiones tempestuosas
y armados contra espectros sostenemos
contienda estéril y en delirio loco
el puñal del espíritu clavamos
en el vacío invulnerable. Si,
cruel despojos sepultos decaemos,
el temor y la angustia día a día
nos crispan y consumen, y esperanzas
friolentas cual gusanos hormiguean
en la entraña del barro que vivimos.
XL
Ascendió más allá de las tinieblas
de nuestra noche; envidia ni calumnia,
odio, dolor, ni esta inquietud que el hombre
llama placer le tocan ni le hieren;
se libró del contagio de esta lenta
mancha del mundo, y no podrá ya nunca
gemir en vano cuando el tiempo torne
helado el corazón, gris la cabeza,
ni al dejar de arder el alma misma
llenarán sus cenizas sin fulgor.
urna desamparada por el llanto.
XLI
Vive, vela. No lloréis por Adonais.
La muerte murió, no él. Tú, joven
amanecer, enciende tu rocío,
no se ha ido el espíritu que lloras;
vosotras, grutas, selvas, no gimáis,
ni vosotras, flores y fuentes lánguidas.
Y tú, aire, que extiendes como un velo
de dolor tu cendal sobre la tierra
desolada, desnúdala hasta el alto
30
fulgor en que sonríen los alegres
XLIII
Parte es de la belleza que otros días
hizo más bella; está con el espíritu
cuya potencia plástica recorre
la entraña del espeso mundo inerte
y crea desde allí todas las formas
que revisten las nuevas sucesiones,
y tortura a la escoria en rebeldía
que se resiste al vuelo que la encumbra
a su alta identidad, según la masa
la comparte, y estalla esplendorosa
en todo su vigor y su belleza
desde el árbol, las bestias y los hombres
hasta la luz del cielo
XXXIX
Peace, peace! he is not dead, he doth not sleep,
He hath awaken'd from the dream of life;
'Tis we, who lost in stormy visions, keep
With phantoms an unprofitable strife,
And in mad trance, strike with our spirit's knife
Invulnerable nothings. We decay
Like corpses in a charnel; fear and grief
Convulse us and consume us day by day,
And cold hopes swarm like worms within our living clay.
XL
He has outsoar'd the shadow of our night;
Envy and calumny and hate and pain,
And that unrest which men miscall delight,
Can touch him not and torture not again;
From the contagion of the world's slow stain
He is secure, and now can never mourn
A heart grown cold, a head grown gray in vain;
Nor, when the spirit's self has ceas'd to burn,
With sparkless ashes load an unlamented urn.
XLI
He lives, he wakes--'tis Death is dead, not he;
Mourn not for Adonais. Thou young Dawn,
Turn all thy dew to splendour, for from thee
The spirit thou lamentest is not gone;
Ye caverns and ye forests, cease to moan!
Cease, ye faint flowers and fountains, and thou Air,
Which like a mourning veil thy scarf hadst thrown
O'er the abandon'd Earth, now leave it bare
31
Even to the joyous stars which smile on its despair!
XLII
He is made one with Nature: there is heard
His voice in all her music, from the moan
Of thunder, to the song of night's sweet bird;
He is a presence to be felt and known
In darkness and in light, from herb and stone,
Spreading itself where'er that Power may move
Which has withdrawn his being to its own;
Which wields the world with never-wearied love,
Sustains it from beneath, and kindles it above.
XLIII
He is a portion of the loveliness
Which once he made more lovely: he doth bear
His part, while the one Spirit's plastic stress
Sweeps through the dull dense world, compelling there
All new successions to the forms they wear;
Torturing th' unwilling dross that checks its flight
To its own likeness, as each mass may bear;
And bursting in its beauty and its might
From trees and beasts and men into the Heaven's light.
32
ves rezumar la última sidra hora tras hora.
"To Autumn"
Season of mists and mellow fruitfulness,
Close bosom-friend of the maturing sun;
Conspiring with him how to load and bless
With fruit the vines that round the thatch-eves run;
To bend with apples the moss’d cottage-trees,
And fill all fruit with ripeness to the core;
To swell the gourd, and plump the hazel shells
With a sweet kernel; to set budding more,
And still more, later flowers for the bees,
Until they think warm days will never cease,
For Summer has o’er-brimm’d their clammy cells.
33
Hedge-crickets sing; and now with treble soft
The red-breast whistles from a garden-croft;
And gathering swallows twitter in the skies.
I
Le sort des nations, comme une mer profunde,
A ses écueils cachés et ses gouffres mouvants.
Aveugle qui ne voit, dans les destins du monde,
Que le combat des flots sous la lutte des vents!
II
Muse! il n'est point de temps que les regards n'embrassent;
Tu suis dans l'avenir leur cercle solennel;
Car les jours, et les ans, et les siècles ne tracent
Qu'un sillon passager dans le fleuve eternel.
34
Bourreaux, n'en doutez pas ; n'en doutez pas, victimes!
Elle porte en tous lieux son immortel flambeau,
Plane au sommet des monts, plonge au fond des almes,
Et souvent fonde un temple où manquait un tombeau.
II
¡Musa!, no hay tiempo para que los ojos se abracen;
Está en el futuro su círculo solemne;
Porque los días, y los años, y los siglos, no se trazan.
sino por un surco que pasa en el río eterno.
35
En el carro de los conquistadores rompe el frágil eje,
Camina soñando con el sonido de los imperios que caen,
¡Y en todos los sentidos muestra los pasos de Dios!
36
Severamente negó su ardiente deseo de acelerar
El descenso hacia esa tumba que será mía.
Remembrance
37
How could I seek the empty world again?
EL ALBATROS
A veces, por divertirse, los hombres de la tripulación
capturan albatros, grandes pájaros del mar,
que siguen, indolentes compañeros de viaje,
al barco que se desliza sobre abismos amargos.
38
esos reyes del éter, torpes y avergonzados,
dejan piadosamente sus grandes alas blancas
como remos colgar de sus flancos.
27. Emily Dickinson (1830), " No es que el morir nos duela tanto "
39
Pactamos, hasta que las nieves compasivas
Persuadan a nuestras plumas a Casa.
Traducción 1
Cuando esté muerta, mi amor,
No cantes tristes canciones para mí,
No plantes rosas en mi cabeza
Ni sombríos cipreses:
Sé la hierba verde sobre mí,
Con rocíos y gotas mójame;
Y si te marchitas, recuerda;
Y si te marchitas, olvida.
Traducción 1
Aquí te traigo el niño de una noche idumea.
Negra y sangrienta el ala, quemada por la tea
40
Que en un vaso de aromas y de oros ardía,
Por los vidrios helados, hay, tristes todavía,
Sobre el candil angélico la aurora se arrojó,
¡Palmas! y cuando ella su reliquia mostró
A ese padre que intenta sonreír con enfado,
La soledad azul y estéril ha temblado.
Oh la canción de cuna, con tu hija y la inocencia
De los pies fríos, toma una horrible presencia
Y tu voz que recuerda a viola y clavecín,
¿Apretarás el seno con el dedo marchito
Por donde la blancura va en sibilino rito
hacia labios sedientos en el azur sin fin?
Don du poème
Je t'apporte l'enfant d'une nuit d'Idumée !
Noire, à l'aile saignante et pâle, déplumée,
Par le verre brûlé d'aromates et d'or,
Par les carreaux glacés, hélas ! mornes encor
L'aurore se jeta sur la lampe angélique,
Palmes ! et quand elle a montré cette relique
A ce père essayant un sourire ennemi,
La solitude bleue et stérile a frémi.
41
La inflexión de otras voces queridas que han callado.
(Poèmes saturniens, 1866.)
42
Dans la colère ou les ivresses pénitentes ;
U, cycles, vibrements divins des mers virides,
Paix des pâtis semés d'animaux, paix des rides
Que l'alchimie imprime aux grands fronts studieux ;
O, suprême Clairon plein des strideurs étranges,
Silences traversés des Mondes et des Anges :
- O l'Oméga, rayon violet de Ses Yeux ! -
Traducción 2
La ciudad
Dijiste, "Me iré a otra tierra, me iré a otro mar.
Encontraré otra ciudad, mejor que esta.
Todos mis esfuerzos son una condena del destino;
y mi corazón está –como un cadáver– enterrado.
Cómo podría permanecer mi mente en esta tierra baldía.
A donde vuelvo los ojos, dondequiera que mire
veo las ruinas negras de mi vida aquí,
donde pasé tantos años destruyendo y malgastando".
43
Konstantinos Kavafis: Obra escogida. Barcelona: Teorema, 1984.
Cementerio marino
44
¡Oh recompensa, acallar la mente
y contemplar la calma de los dioses!
45
aguardo el eco de mi grandeza íntima,
amarga, endrina, sonora cisterna,
un son del alma: horadación futura.
46
¡la gracia de vivir pasó a las flores!
¿Dónde de muertos frases familiares,
el arte propio, las almas unívocas?
La larva hila en la matriz del llanto.
47
¡Quiebre mi cuerpo la pensativa forma!
¡Beba mi pecho la génesis del viento!
Una frescura, exhalación marina,
me vuelve el alma… ¡Oh poder salino!
¡Corramos tras las ondas y la vida!
Le cimetière marin
48
La scintillation sereine sème
Sur l’altitude un dédain souverain.
49
Le blanc troupeau de mes tranquilles tombes,
Éloignes-en les prudentes colombes,
Les songes vains, les anges curieux !
50
Qui de la mort fais un sein maternel,
Le beau mensonge et la pieuse ruse !
Qui ne connaît, et qui ne les refuse,
Ce crâne vide et ce rire éternel !
51
35. Robert Frost (1874), "Reparando el muro"
52
Traducción: Rhina P. Espaillat
"Mending Wall"
Something there is that doesn't love a wall,
That sends the frozen-ground-swell under it,
And spills the upper boulders in the sun,
And makes gaps even two can pass abreast.
The work of hunters is another thing:
I have come after them and made repair
Where they have left not one stone on a stone,
But they would have the rabbit out of hiding,
To please the yelping dogs. The gaps I mean,
No one has seen them made or heard them made,
But at spring mending-time we find them there.
I let my neighbor know beyond the hill;
And on a day we meet to walk the line
And set the wall between us once again.
We keep the wall between us as we go.
To each the boulders that have fallen to each.
And some are loaves and some so nearly balls
We have to use a spell to make them balance:
Stay where you are until our backs are turned!'
We wear our fingers rough with handling them.
Oh, just another kind of out-door game,
One on a side. It comes to little more:
There where it is we do not need the wall:
He is all pine and I am apple orchard.
My apple trees will never get across
And eat the cones under his pines, I tell him.
He only says, 'Good fences make good neighbors'.
Spring is the mischief in me, and I wonder
If I could put a notion in his head:
'Why do they make good neighbors? Isn't it
Where there are cows?
But here there are no cows.
Before I built a wall I'd ask to know
What I was walling in or walling out,
And to whom I was like to give offence.
Something there is that doesn't love a wall,
That wants it down.' I could say 'Elves' to him,
But it's not elves exactly, and I'd rather
He said it for himself. I see him there
Bringing a stone grasped firmly by the top
In each hand, like an old-stone savage armed.
He moves in darkness as it seems to me~
Not of woods only and the shade of trees.
He will not go behind his father's saying,
And he likes having thought of it so well
53
He says again, "Good fences make good neighbors."
I
Entro en la hora oscuramente azul –
está allí el portal, la cadena se cierra
y ahora en el cuarto un rojo en una boca
y una vasija de rosas tardías – ¡tú!
II
Tu cabeza discurre, es blanca y quiere protegerse,
sin embargo, se amontonan en tu boca
todo el gozo, la púrpura y las flores
de la heredada tierra de tus ancestros.
III
Yo te pregunto, ¿eres ya de otro?,
¿para qué me traes las rosas tardías?
Tú dices, vuelan los sueños, las horas pasan,
¿qué es todo esto: él y yo y tú?
54
Traducción de Carlos Ciro
Blaue Stunde
I
Ich trete in die dunkelblaue Stunde -
da ist der Flur, die Kette schließt sich zu
und nun im Raum ein Rot auf einem Munde
und eine Schale später Rosen – Du!
II
Dein Haupt verfließt, ist weiß und will sich hüten,
indessen sammelt sich auf deinem Mund
die ganze Lust, der Purpur und die Blüten
aus deinem angestammten Ahnengrund.
III
Ich frage dich, du bist doch eines andern,
was trägst du mir die späten Rosen zu?
Du sagst, die Träume gehn, die Stunden wandern,
was ist das alles: er und ich und du?
55
Señor: es hora. Largo fue el verano.
Pon tu sombra en los relojes solares,
y suelta los vientos por las llanuras.
Le temps de vivre
56
Sans avoir bu le miel ni respiré le vent
Des matins de la terre,
V
Aquí estoy, pues, en medio del camino,
después de haber pasado veinte años
-veinte años casi perdidos, los de entreguerras-
intentando aprender a utilizar las palabras;
y es cada intento un comienzo totalmente nuevo
y un fracaso de orden completamente distinto
porque sólo se aprende a dominar las palabras
para decir lo que uno ya no quiere decir
o para decirlo como a uno no le gusta
ya decirlo. Así cada empresa es comenzar
de nuevo; una incursión en lo inarticulado
con mísero equipo que sin cesar
se deteriora en el desarreglo general
del sentimiento impreciso: indisciplinadas
patrullas de la emoción. Y aquello que se trata
de conquistar por la fuerza y el sometimiento
ya lo han descubierto en una o dos, o en varias ocasiones,
57
hombres que uno no puede aspirar a emular;
pero no hay competencia, sólo existe
la lucha por recuperar lo que se ha perdido
y encontrado y vuelto a perder mil veces; y ahora
de nuevo en circunstancias que parecen adversas.
Pero tal vez no haya ni pérdida ni ganancia.
Para nosotros no hay sino el intento.
Lo restante no es de nuestra incumbencia.
V
So here I am, in the middle way, having had twenty years—
Twenty years largely wasted, the years of
l'entre deux guerres
Trying to use words, and every attempt
Is a wholly new start, and a different kind of failure
Because one has only learnt
to get the better of words
For the thing one no longer has to say, or the way in which
One is no longer disposed to say it. And so each venture
Is a new beginning, a raid on the inarticulate
With shabby equipment always deteriorating
In the general mess of imprecision of feeling,
Undisciplined squads of emotion. And what there is to conquer
By strength and submission, has already been discovered
Once or twice, or several times, by men whom one cannot hope
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To emulate—but there is no competition—
There is only the fight to recover what has been lost
And found and lost again and again: and now, under conditions
That seem unpropitious. But perhaps neither gain nor loss.
For us, there is only the trying. The rest is not our business.
40. Fernando Pessoa (1888), " Sabio quien se contenta con el espectáculo del mundo " de
Odas de Ricardo Reis
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El pasar de bacantes.
Y él espera, gozoso casi y bebedor tranquilo;
Tan sólo deseando
Con incierto deseo,
Que la ola abominable
No lo moje tan pronto.
Sábio
"La Mañana"
Me ilumino
de inmensidad
M'illumino
d'immerso
L'Allegria, 1917
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42. Anna Akhmàtova (1889), "La mujer de Lot”
1922-1924
Лотова жена
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И быстрые ноги к земле приросли.
Lot’s Wife
Anna Akhmatova
Who will grieve for this woman? Does she not seem
too insignificant for our concern?
Yet in my heart I never will deny her,
who suffered death because she chose to turn.
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