Viva España

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 28

España

Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
Para otros usos de este término, véase España (desambiguación).
«Estado español» redirige aquí. Para otras acepciones, véase Estado español
(desambiguación).

Reino de España

Estado miembro de la Unión Europea

Bandera Escudo

Lema: «Plus ultra» (latín: ‘Más allá’)

Himno: Marcha Granadera/Marcha Real Españolaa

¿Problemas al reproducir este archivo?


Capital
Madrid 
(y ciudad más poblada)
40°25′08″N 3°41′31″O

Sede de gobierno Palacio de la Moncloa

Idioma oficial castellanob

Gentilicio español, -la

Forma de gobierno Monarquía parlamentaria


 • Rey Felipe VI
 • Presidente del Gobierno Pedro Sánchez

Órgano legislativo Cortes Generales

Formación
 • Unión dinástica 20 de enero de 1479c
 • Casa de Austria 14 de marzo de 1516d
 • Unificación 16 de enero de 1716e
 • Estado liberal 19 de marzo de 1812
 • Estado democrático 14 de abril de 1931
 • Constitución actual 29 de diciembre de 1978

Superficie Puesto 52.º


 • Total 505 944f km²
 • Agua (%) 1,04g

Fronteras 1952,7 kmh

Línea de costa 4964 km11

Punto más alto Teide

Población total Puesto 30.º


 • Censo (2020) 47 450 795 hab.13
 • Densidad 93,55 hab./km²

PIB (PPA) Puesto 16.º


 • Total (2022, est.)  $ 2 168 787 millones14

 • Per cápita  $ 45 79614 (35.°)

PIB (nominal) Puesto 14.º


 • Total (2022, est.)  $ 1 570 910 millones14
 • Per cápita  $ 33 17114 (30.°)

IDH (2020)  0,90415 (25.º) – Muy alto

Coeficiente de Gini  32.1 medio (2020)16


Moneda Euroi (€, EUR)

Huso horario CET (UTC+1)j

 • En verano CEST (UTC+2)k

Código ISO 724 / ESP / ESl

Dominio internet .es

Prefijo telefónico +34

Prefijo radiofónico AMA-AOZ, EAA-EHZ

Siglas país para aeronaves EC,m EMn

Siglas país para automóviles E

Código del COI ESP

mostrar
Membresía

Lado de conducción derecho

1. ↑ El Real Decreto 1560/1997 lo nombra

indistintamente Marcha Granadera y Marcha

Realmarieta.1

2. ↑ Aunque la Real Academia Española da por superada

la polémica acerca del glotónimo y da por válidos tanto

«español» como «castellano»,2 la Constitución usa de

manera explícita «castellano» para diferenciarlo del resto de

lenguas españolas.3 Asimismo, son cooficiales

el catalán en Cataluña,4 las Islas Baleares5 y la Comunidad

Valenciana, donde es denominado valenciano;

el gallego en Galicia; el euskera en el País Vasco y la zona

vascófona de Navarra; y el occitano, denominado aranés en

el Valle de Arán, en Cataluña.4 Además están reconocidos

legalmente la lengua de signos española,6 la lengua propia

de las áreas pirenaica y prepirenaica (aragonés) y la lengua

propia del área oriental (catalán) en Aragón7 y

el asturleonés en Asturias, donde se denomina bable,8 y

en Castilla y León, donde recibe el nombre de leonés.910

3. ↑ Entre Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón,

los Reyes Católicos.

4. ↑ Mediante Carlos I de España. Cabe mencionar que este no


se tituló "Rey de España", sino rey de Castilla, Aragón y el

resto de territorios hispánicos.

5. ↑ Mediante los Decretos de Nueva Planta, por los cuales

fueron abolidas las instituciones del Reino de

Valencia y Reino de Aragón el 29 de junio de 1707,

del Reino de Mallorca el 28 de noviembre de 1715 y

del Principado de Cataluña en 1716.

6. ↑ Dato referido a la superficie española.11

7. ↑ Dato referido a las aguas continentales. Las aguas

jurisdiccionales o marinas son un millón de kilómetros

cuadrados aproximadamente.12

8. ↑ De los cuales: 63 km con Andorra, 646 km con Francia,

1,2 km con Gibraltar, 1 224 km con Portugal, 18,5 con

Marruecos (8 en Ceuta y 10,5 en Melilla). Asimismo, existe

una frontera adicional de 75 metros entre Marruecos y

el Peñón de Vélez de la Gomera.

9. ↑ Desde 1868 y hasta 2002, la peseta (₧, ESP).

10. ↑ WET (UTC±0) en Canarias.

11. ↑ WEST (UTC+1) en Canarias.

12. ↑ Para las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla: EA.

Para Canarias: IC. Estos códigos no son oficiales pero sí

reservados.17

13. ↑ Utilizada en aeronaves civiles.

14. ↑ Utilizada en aeronaves militares.

15. ↑ España es miembro del G20 como invitado permanente.

España, también denominado Reino de España,nota 1 es


un país soberano transcontinental, miembro de la Unión Europea, constituido
en Estado social y democrático de derecho y cuya forma de gobierno es
la monarquía parlamentaria. Su territorio, con capital en Madrid,30 está organizado
en diecisiete comunidades autónomas, formadas a su vez por
cincuenta provincias; y dos ciudades autónomas.
España se sitúa tanto al sur de Europa Occidental como en el norte de África. En
Europa, ocupa la mayor parte de la península ibérica, conocida como España
peninsular, y las islas Baleares (en el mar Mediterráneo occidental); en África se
hallan los municipios de Ceuta (en la península tingitana) y Melilla (en el cabo de
Tres Forcas), las islas Canarias (en el océano Atlántico nororiental) y otras
posesiones mediterráneas denominadas «plazas de soberanía». El municipio
de Llivia, en los Pirineos, constituye un exclave rodeado totalmente por territorio
francés. Completa el conjunto de territorios una serie de islas e islotes frente a las
propias costas peninsulares. Tiene una extensión de 505 370 km²,11 por lo que es
el cuarto país más extenso del continente, tras Rusia, Ucrania y Francia,nota 2 y con
una altitud media de 650 metros sobre el nivel del mar, uno de los países más
montañosos de Europa. Su población supera los 47 millones de habitantes,
aunque la densidad de población es reducida.3113 Concretamente, la población
durante 2021 se redujo en 65 688 habitantes, llegando hasta los 47 385 107, tras
cuatro años de subida.32 El territorio peninsular comparte fronteras terrestres con
Francia y con Andorra al norte, con Portugal al oeste y con el territorio británico
de Gibraltar al sur. En sus territorios africanos, comparte fronteras terrestres y
marítimas con Marruecos. Comparte con Francia la soberanía sobre la isla de los
Faisanes en la desembocadura del río Bidasoa y cinco facerías pirenaicas.33
De acuerdo con la Constitución, y según su artículo 3.1, «el castellano es la
lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de
conocerla y el derecho a usarla».3 En 2012, era la lengua materna del 82 % de los
españoles.34 Según el artículo 3.2, «las demás lenguas españolas serán también
oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus
Estatutos».3 El idioma español o castellano, segunda lengua materna más hablada
del mundo y con casi 600 millones de hispanohablantes, 35 es uno de los más
importantes legados del acervo cultural e histórico de España en el mundo.
Perteneciente culturalmente a la Europa Latina y heredero de una vasta
influencia grecorromana, España alberga también la cuarta colección más
numerosa del mundo de sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la
Unesco.36
Es un país desarrollado —goza de la segunda esperanza de vida más elevada del
mundo— y de altos ingresos, cuyo PIB coloca a la economía española en
la decimocuarta posición mundial (2021).37 Gracias a sus características únicas,
España es una gran potencia turística y se erige como el segundo país más
visitado del mundo —más de 83 millones de turistas en 2019— y el segundo país
del mundo en ingresos económicos provenientes del turismo internacional. 3839
Tiene un índice de desarrollo humano muy alto (0,904), según el informe de
2020 del Programa de la ONU para el Desarrollo.15 España también tiene una
notable proyección internacional a través de su pertenencia a múltiples
organizaciones internacionales como Naciones Unidas, el Consejo de Europa,
la Organización Mundial del Comercio, la Organización de Estados
Iberoamericanos, la OCDE, la OTAN y la Unión Europea —incluidos dentro de
esta al espacio Schengen y la Eurozona—, además de ser miembro de
facto del G20.
La primera presencia constatada de homínidos del género Homo se remonta a 1,2
millones de años antes del presente, como atestigua el descubrimiento de una
mandíbula de un Homo aún sin clasificar en el yacimiento de Atapuerca.40 En el
siglo III a. C., se produjo la intervención romana en la península, lo que conllevó a
una posterior conquista de lo que, más tarde, se convertiría en Hispania. En el
Medievo, la zona fue conquistada por distintos pueblos germánicos y por
los musulmanes, llegando estos a tener presencia durante algo más de siete
centurias. No es hasta el siglo XV, con la unión dinástica de Castilla y Aragón y la
culminación de la Reconquista, junto con la posterior anexión navarra, cuando se
puede hablar de la cimentación de «España», como era denominada en el
exterior.414243 Ya en la Edad Moderna, los monarcas españoles dominaron
el primer imperio de ultramar global, que abarcaba territorios en los cinco
continentes,nota 3 dejando un vasto acervo cultural y lingüístico por el globo. A
principios del XIX, tras sucesivas guerras en Hispanoamérica, pierde la mayoría de
sus territorios en América, acrecentándose esta situación con el desastre del 98.
Durante este siglo, se produciría también una guerra contra el invasor francés, una
serie de guerras civiles, una efímera república reemplazada nuevamente por
una monarquía constitucional y el proceso de modernización del país. En el primer
tercio del siglo XX, se proclamó una república constitucional. Un golpe de Estado
militar fallido provocó el estallido de una guerra civil, cuyo fin dio paso a
la dictadura de Francisco Franco, finalizada con la muerte de este en 1975,
momento en que se inició una transición hacia la democracia, cuyo clímax fue
la redacción, ratificación en referéndum y promulgación de la Constitución de
1978.nota 4 Acrecentado significativamente durante el llamado «milagro económico
español», el desarrollo económico y social del país ha continuado a lo largo del
vigente periodo democrático.

Índice

 1Toponimia
o 1.1Origen de la palabra Hispania
o 1.2Evolución de la palabra Hispania a España
o 1.3Uso histórico del término España
 1.3.1Uso del término España hasta la Edad Media
 1.3.2Identificación con las Coronas de Castilla y Aragón
 1.3.3Evolución independiente del gentilicio español
 2Historia
o 2.1Prehistoria, protohistoria y Edad Antigua
o 2.2Edad Media
 2.2.1Alta Edad Media
 2.2.2Plena Edad Media
 2.2.3Baja Edad Media
o 2.3Edad Moderna
o 2.4Edad Contemporánea
 2.4.1Siglo XIX
 2.4.2Siglo XX
 2.4.3Siglo XXI
 3Política y administración
o 3.1División de poderes
o 3.2Relaciones exteriores
o 3.3Fuerzas armadas
o 3.4Derechos humanos
o 3.5Organización territorial
 3.5.1Estado de las autonomías
 3.5.2Reclamaciones territoriales y territorios en disputa
 3.5.3El caso del Sahara Occidental
 4Geografía
o 4.1Clima
o 4.2Medio ambiente
o 4.3Sistemas montañosos
o 4.4Flora
o 4.5Fauna
o 4.6Huso horario
 5Demografía
o 5.1Áreas metropolitanas
o 5.2Distribución de la población por islas
o 5.3Inmigración en España
o 5.4Municipios más poblados
 6Economía
o 6.1Sector primario
o 6.2Industria
o 6.3Ciencia y tecnología
o 6.4Sector servicios
 6.4.1Turismo
o 6.5Comercio exterior
 6.5.1Balanza de pagos
 7Infraestructura y servicios
o 7.1Energía
o 7.2Transporte
o 7.3Vivienda
o 7.4Telecomunicaciones
o 7.5Sanidad
 8Cultura
o 8.1Patrimonio de la Humanidad
o 8.2Arte
o 8.3Literatura
o 8.4Arquitectura
o 8.5Fiestas oficiales
 8.5.1Festividades religiosas de ámbito público
o 8.6Tauromaquia
o 8.7Lenguas
o 8.8Religión
o 8.9Deportes
o 8.10Medios de comunicación
 9Ubicación geográfica
 10Véase también
 11Notas
 12Referencias
 13Bibliografía
 14Enlaces externos

Toponimia
Origen de la palabra Hispania
Véase también: Origen del nombre de Hispania

Castillo de Sancti Petri (San Fernando, Cádiz). En este lugar se hallaba el Templo de Hércules Melkart

El nombre de «España» deriva fonéticamente de Hispania, nombre con el que


los romanos designaban geográficamente al conjunto de la península ibérica,
término alternativo al nombre Iberia, preferido por los autores griegos para
referirse al mismo espacio. Sin embargo, el hecho de que el término Hispania no
es de raíz latina ha llevado a la formulación de varias teorías sobre su origen,
algunas de ellas controvertidas.
Hispania proviene del fenicio i-spn-ya, un término cuyo uso está documentado
desde el segundo milenio antes de Cristo, en inscripciones ugaríticas. Los fenicios
constituyeron la primera civilización no ibérica que llegó a la península para
expandir su comercio y que fundó, entre otras, Gadir, la actual Cádiz, la ciudad
habitada más antigua de Europa Occidental. 4445 Los romanos tomaron la
denominación de los vencidos cartagineses, interpretando el prefijo i como
«costa», «isla» o «tierra», con ya con el significado de «región». El lexema spn,
que en fenicio y también en hebreo se puede leer como saphan, se tradujo como
«conejos» (en realidad «damanes», unos animales del tamaño del conejo
extendidos por África y el Creciente Fértil). Los romanos, por tanto, le dieron a
Hispania el significado de «tierra abundante en conejos», un uso recogido
por Cicerón, César, Plinio el Viejo, Catón, Tito Livio y, en particular, Catulo, que se
refiere a Hispania como península cuniculosa (en algunas monedas acuñadas en
la época de Adriano figuraban personificaciones de Hispania como una dama
sentada y con un conejo a sus pies), en referencia al tiempo que vivió en Hispania.
Sobre el origen fenicio del término, el historiador y hebraísta Cándido María
Trigueros propuso en la Real Academia de las Buenas Letras de Barcelona en
1767 una teoría diferente, basada en el hecho de que el alfabeto fenicio (al igual
que el hebreo) carecía de vocales. Así spn (sphan en hebreo y arameo)
significaría en fenicio «el norte», una denominación que habrían tomado los
fenicios al llegar a la península ibérica bordeando la costa africana, viéndola al
norte de su ruta, por lo que i-spn-ya sería la «tierra del norte». Por su parte,
según Jesús Luis Cunchillos en su Gramática fenicia elemental (2000), la raíz del
término span es spy, que significa «forjar» o «batir metales». Así, i-spn-
ya sería «la tierra en la que se forjan metales».46
Aparte de la teoría de origen fenicio, que es la más aceptada a pesar de que el
significado preciso del término sigue siendo objeto de discusiones, a lo largo de la
historia se propusieron diversas hipótesis, basadas en similitudes aparentes y
significados más o menos relacionados. A principios de la Edad Moderna, Antonio
de Nebrija, en la línea de Isidoro de Sevilla, propuso su origen autóctono como
deformación de la palabra ibérica Hispalis, que significaría «la ciudad de
occidente»47 y que, al ser Hispalis la ciudad principal de la península, los fenicios y
luego los romanos dieron su nombre a todo su territorio. 48 Posteriormente, Juan
Antonio Moguel propuso en el siglo XIX que el término Hispania podría provenir de
la palabra euskera Izpania, que vendría a significar «que parte el mar» al estar
compuesta por las voces iz y pania o bania que significa «dividir» o «partir».49 A
este respecto, Miguel de Unamuno declaró en 1902: «La única dificultad que
encuentro [...] es que, según algunos paisanos míos, el nombre España deriva del
vascuence ezpaña, labio, aludiendo a la posición que tiene nuestra península en
Europa».50 Otras hipótesis suponían que tanto Hispalis como Hispania eran
derivaciones de los nombres de dos reyes legendarios de España, Hispalo y su
hijo Hispan o Hispano, hijo y nieto, respectivamente, de Hércules.51
Evolución de la palabra Hispania a España
A partir del periodo visigodo, el término Hispania, hasta entonces usado
geográficamente, comenzó a emplearse también con una connotación política,
como muestra el uso de la expresión Laus Hispaniae para describir la historia de
los pueblos de la península en las crónicas de Isidoro de Sevilla.
Tú eres, oh Hispania, sagrada y madre siempre feliz de príncipes y de pueblos, la más hermosa de
todas las tierras que se extienden desde el Occidente hasta la India. Tú, por derecho, eres ahora la
reina de todas las provincias, de quien reciben prestadas sus luces no sólo el ocaso, sino también el
Oriente. Tú eres el honor y el ornamento del orbe y la más ilustre porción de la tierra, en la cual
grandemente se goza y espléndidamente florece la gloriosa fecundidad de la nación goda. Con justicia
te enriqueció y fue contigo más indulgente la naturaleza con la abundancia de todas las cosas creadas,
tú eres rica en frutos, en uvas copiosa, en cosechas alegre... Tú te hallas situada en la región más grata
del mundo, ni te abrasas en el ardor tropical del sol, ni te entumecen rigores glaciares, sino que, ceñida
por templada zona del cielo, te nutres de felices y blandos céfiros... Y por ello, con razón, hace tiempo
que la áurea Roma, cabeza de las gentes, te deseó y, aunque el mismo poder romano, primero
vencedor, te haya poseído, sin embargo, al fin, la floreciente nación de los godos, después de
innumerables victorias en todo el orbe, con empeño te conquistó y te amó y hasta ahora te goza segura
entre ínfulas regias y copiosísimos tesoros en seguridad y felicidad de imperio.
ISIDORO DE SEVILLA, Santo (siglo VI-VII). Historia de regibus Gothorum, Vandalorum et
Suevorum [Historia de los reyes de los godos, vándalos y suevos]. Trad. de Rodríguez Alonso (1975).
León. pp. 169 y 171.5253

La palabra España deriva fonéticamente de Hĭspanĭa, de manera regular a través


a la palatalización de la /n/ en /ñ/ ante yod latina -ĭa, la pérdida de la H- inicial (que
se da en latín tardío) y la abertura de la ĭ en posición inicial a /e/. Sin
embargo, España no puede considerarse la traducción al español de la palabra
latina Hispania, ya que el uso moderno designa una extensión diferente.
Uso histórico del término España
Uso del término España hasta la Edad Media
La evolución de la palabra España es acorde con otros usos culturales. Hasta
el Renacimiento, los topónimos que hacían referencia a territorios nacionales y
regionales eran relativamente inestables, tanto desde el punto de vista semántico
como del de su precisa delimitación geográfica. Así, en tiempos de los
romanos Hispania correspondía al territorio que ocupaban en la península,
Baleares y, en el siglo III, parte del norte de África —la Mauritania Tingitana, que
se incluyó en el año 285 en la Diocesis Hispaniarum—.
En el dominio visigodo, el rey Leovigildo, tras unificar la mayor parte del territorio
de la España peninsular a fines del s. VI, se titula rey de Gallaecia, Hispania y
Narbonensis. San Isidoro de Sevilla narra la búsqueda de la unidad peninsular,
finalmente culminada en el reinado de Suintila en la primera mitad del s. VII y se
habla de la «madre España». En su obra Historia Gothorum, Suintila aparece
como el primer rey de Totius Spaniae («toda España»). El prólogo de la misma
obra es el conocido De laude Spaniae («Acerca de la alabanza a España»).
En tiempos del rey Mauregato, fue compuesto el himno O Dei Verbum en el que
se califica al apóstol como dorada cabeza refulgente de Ispaniae («Oh, vere digne
sanctior apostole caput refulgens aureum Ispaniae, tutorque nobis et patronus
vernulus»).nota 5
Manuscrito de la Estoria de España de Alfonso X de Castilla, «el Sabio»

Con la invasión musulmana, el nombre de Spania o España se transformó en


‫اسبانيا‬, Isbāniyā. El uso de la palabra España sigue resultando inestable,
dependiendo de quién lo use y en qué circunstancias. En algunos textos se refiere
a la unidad peninsular, como cuando el Padre Mariana recoge la historia de Musa
II de Tudela y su autotitulación como tercer rey de España: «se sublevó contra el
rey de Córdoba, su señor (...) se sublevó contra el rey don Ordoño [de Asturias],
con cuyo reino y el de Córdoba se contaba por tercer rey de España.»54 En otras
crónicas y documentos de la Alta Edad Media se designa exclusivamente con ese
nombre (España o Spania) al territorio dominado por los musulmanes. Así, Alfonso
I de Aragón, «el Batallador», dice en sus documentos que «Él reina en Pamplona,
Aragón, Sobrarbe y Ribagorza» y, cuando en 1126 hace una expedición hasta
Málaga, nos dice que «fue a las tierras de España». Pero ya a partir de los últimos
años del siglo XII, se generaliza nuevamente el uso del nombre de España para
toda la Península, sea de musulmanes o de cristianos. Así se habla de los cinco
reinos de España: Granada (musulmán), León con Castilla, Navarra, Portugal y
la Corona de Aragón (cristianos).
Identificación con las Coronas de Castilla y Aragón
A medida que avanza la Reconquista, varios reyes se proclamaron príncipes de
España, tratando de reflejar la importancia de sus reinos en la península ibérica. 55
Tras la unión dinástica de Castilla y Aragón, se comienza a usar en estos dos
reinos el nombre de España para referirse a ambos, circunstancia que, por lo
demás, no tenía nada de novedosa; así, ya en documentos de los años 1124 y
1125, con motivo de la expedición militar por Andalucía de Alfonso el Batallador,
se referían a este —que había unificado los reinos de Castilla y Aragón tras su
matrimonio con Urraca I de León— con los términos «reinando en España» o
reinando «en toda la tierra de cristianos y sarracenos de España». 56
Evolución independiente del gentilicio español
El gentilicio español ha evolucionado de forma distinta a la que cabría esperar
(cabría esperar algo similar a «hispánico»). Existen varias teorías sobre cómo
surgió el propio gentilicio español. Según una de ellas, el sufijo -ol es característico
de las lenguas romances provenzales y poco frecuente en las lenguas romances
habladas entonces en la península, por lo que considera que habría sido
importado a partir del siglo IX, con el desarrollo del fenómeno de las
peregrinaciones medievales a Santiago de Compostela, por los numerosos
visitantes francos que recorrieron la península, favoreciendo que con el tiempo se
divulgara la adaptación del nombre latino hispani a partir
del espagnol, espanyol, espannol, espanhol, español, etc. (las grafías gn, nh y ny,
además de nn, y su abreviatura ñ, representaban el mismo fonema) con que ellos
designaban a los cristianos de la antigua Hispania. Posteriormente, habría sido la
labor de divulgación de las élites formadas la que promocionó el uso
de español y españoles: la palabra españoles aparece veinticuatro veces en
el cartulario de la catedral de Huesca, manuscrito de 1139-1221,57 mientras que en
la Estoria de España, redactada entre 1260 y 1274 por iniciativa de Alfonso X el
Sabio, se empleó exclusivamente el gentilicio españoles.58
El Diccionario de la lengua española publicado por la Real Academia Española, en
su vigesimotercera edición (2014), asegura que la voz español proviene de
la provenzal espaignol, y esta del latín medieval Hispaniŏlus,
de Hispania, España.59

Historia
Artículo principal: Historia de España
Véanse también: Formaciónterritorial de España,  Ser de España,  Cronología de los
reinos en la península ibérica y  Cronología de España.
Prehistoria, protohistoria y Edad Antigua
Artículos principales: Prehistoria
en la península ibérica,  Protohistoria de la península
ibérica e  Historia antigua de la península ibérica.

Uno de los bisontes de la cueva de Altamira (Cantabria), pintada durante el Paleolítico superior


El actual territorio español aloja dos de los lugares más importantes para la
prehistoria europea y mundial: la sierra de Atapuerca (donde se ha definido la
especie Homo antecessor y se ha hallado la serie más completa de huesos
de Homo heidelbergensis) y la cueva de Altamira (donde por primera vez en el
mundo se identificó el arte paleolítico).
La particular posición de la península ibérica como «Extremo Occidente»
del mundo mediterráneo determinó la llegada de sucesivas influencias culturales
del Mediterráneo oriental, particularmente las vinculadas al Neolítico y la Edad de
los Metales (agricultura, cerámica, megalitismo), proceso que culminó en las
denominadas colonizaciones históricas del I milenio a. C. Tanto por su localización
favorable para las comunicaciones como por sus posibilidades agrícolas y su
riqueza minera, las zonas este y sur fueron las que alcanzaron un mayor
desarrollo (cultura de los Millares, Cultura del Argar, Tartessos, pueblos iberos).
También hubo continuos contactos con Europa Central (cultura de los campos de
urnas, celtización).

La Dama de Elche, obra maestra del arte ibero

La datación más antigua de un hecho histórico en España es la de la legendaria


fundación de la colonia fenicia de Gadir (la Gades romana, que hoy es Cádiz), que
según fuentes romanas (Veleyo Patérculo y Tito Livio) se habría producido
ochenta años después de la guerra de Troya, antes que la de la propia Roma,60 lo
que la situaría en el 1104 a. C. y sería la fundación de una ciudad en Europa
Occidental de referencias más antiguas. 4445 Las no menos legendarias referencias
que recoge Heródoto de contactos griegos con el reino tartésico de Argantonio se
situarían, por su parte, en el año 630 a. C. Las evidencias arqueológicas de
establecimientos fenicios (Ebusus —Ibiza—, Sexi —Almuñécar—, Malaka —
Málaga—) permiten hablar de un monopolio fenicio de las rutas comerciales en
torno al estrecho de Gibraltar (incluyendo las del Atlántico, como la ruta del
estaño), que limitó la colonización griega al norte mediterráneo (Emporion, la
actual Ampurias).
Las colonias fenicias pasaron a ser controladas por Cartago desde el siglo VI a. C.,
periodo en el que también se produce la desaparición de Tartessos. Ya en el
siglo III a. C., la victoria de Roma en la primera guerra púnica estimuló aún más el
interés cartaginés por la península ibérica, por lo que se produjo una verdadera
colonización territorial, con centro en Qart Hadasht (Cartagena), liderada por
la familia Barca.

Teatro romano de Mérida, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1993. Más de dos mil años
después de su construcción sigue utilizándose como espacio escénico

La intervención romana se produjo en la segunda guerra púnica (218 a. C.), que


inició una paulatina conquista romana de Hispania, no completada hasta casi
doscientos años más tarde. La derrota cartaginesa permitió una relativamente
rápida incorporación de las zonas este y sur, que eran las más ricas y con un nivel
de desarrollo económico, social y cultural más compatible con la propia civilización
romana. Mucho más dificultoso se demostró el sometimiento de los pueblos de la
Meseta, más pobres (guerras lusitanas y guerras celtíberas), que exigió
enfrentarse a planteamientos bélicos totalmente diferentes a la guerra clásica
(la guerrilla liderada por Viriato —asesinado el 139 a. C.—, resistencias extremas
como la de Numancia —vencida el 133 a. C.—). En el siglo siguiente,
las provincias romanas de Hispania, convertidas en fuente de enriquecimiento de
funcionarios y comerciantes romanos y de materias primas y mercenarios,
estuvieron entre los principales escenarios de las guerras civiles romanas, con la
presencia de Sertorio, Pompeyo y Julio César. La pacificación (pax romana) fue el
propósito declarado de Augusto, que pretendió dejarla definitivamente asentada
con el sometimiento de cántabros y astures (29-19 a. C.), aunque no se produjo su
efectiva romanización. En el resto del territorio, la romanización de Hispania fue
tan profunda como para que algunas familias hispanorromanas alcanzaran la
dignidad imperial (Trajano, Adriano y Teodosio) y hubiera hispanos entre los más
importantes intelectuales romanos (el filósofo Lucio Anneo Séneca, los
poetas Lucano, Quintiliano o Marcial, el geógrafo Pomponio Mela o el
agrónomo Columela), si bien, como escribió Tito Livio en tiempos de Augusto,
«aunque fue la primera provincia importante invadida por los romanos fue la última
en ser dominada completamente y ha resistido hasta nuestra época»,
atribuyéndolo a la naturaleza del territorio y al carácter recalcitrante de sus
habitantes. La asimilación del modo de vida romano, larga y costosa, ofreció una
gran diversidad desde los grados avanzados en la Bética a la incompleta y
superficial romanización del norte peninsular.
Edad Media
Artículo principal: Historia medieval de España
Alta Edad Media

Situación política de la península ibérica en el año 560

Corona votiva de Recesvinto, tesoro de Guarrazar

En el año 409 un grupo de pueblos


germánicos (suevos, alanos y vándalos) invadieron la península ibérica. En el 416,
lo hicieron a su vez los visigodos, un pueblo igualmente germánico, pero mucho
más romanizado, bajo la justificación de restaurar la autoridad imperial. En la
práctica tal vinculación dejó de tener significación y crearon un reino visigodo con
capital primero en Tolosa (la actual ciudad francesa de Toulouse) y posteriormente
en Toletum (Toledo), tras ser derrotados por los francos en la batalla de
Vouillé (507). Entretanto, los vándalos pasaron a África y los suevos conformaron
el reino de Braga en la antigua provincia de Gallaecia (el cuadrante noroeste
peninsular). Leovigildo materializó una poderosa monarquía visigoda con las
sucesivas derrotas de los suevos del noroeste y otros pueblos del norte (la zona
cantábrica, poco romanizada, se mantuvo durante siglos sin una clara sujeción a
una autoridad estatal) y los bizantinos del sureste (Provincia de Spania, con centro
en Carthago Spartaria, la actual Cartagena), que no fue completada hasta el
reinado de Suintila en el año 625.

Estatua de Isidoro de Sevilla por José Alcoverro ubicada en la escalinata de acceso a la Biblioteca


Nacional de España

Isidoro de Sevilla, en su Historia Gothorum, se congratula de que este rey fuera


«el primero que poseyó la monarquía del reino de toda España que rodea el
océano, cosa que a ninguno de sus antecesores le fue concedida...» El carácter
electivo de la monarquía visigótica determinó una gran inestabilidad política
caracterizada por continuas rebeliones y magnicidios. 61 La unidad religiosa se
había producido con la conversión al catolicismo de Recaredo (587), proscribiendo
el arrianismo que hasta entonces había diferenciado a los visigodos, impidiendo su
fusión con las clases dirigentes hispanorromanas. Los Concilios de Toledo se
convirtieron en un órgano en el que, reunidos en asamblea, el rey, los principales
nobles y los obispos de todas las diócesis del reino sometían a consideración
asuntos de naturaleza tanto política como religiosa. El Liber
Iudiciorum promulgado por Recesvinto (654) como derecho común a
hispanorromanos y visigodos tuvo una gran proyección posterior.
En el año 689 los árabes llegaron al África noroccidental y en el año 711, llamados
por la facción visigoda enemiga del rey Rodrigo, cruzaron el Estrecho de Gibraltar
(denominación que recuerda al general bereber Tarik, que lideró la expedición) y
lograron una decisiva victoria en la batalla de Guadalete. La evidencia de la
superioridad llevó a convertir la intervención, de carácter limitado en un principio,
en una verdadera imposición como nuevo poder en Hispania, que se terminó
convirtiendo en un emirato o provincia del imperio árabe llamada al-Ándalus con
capital en la ciudad de Córdoba. El avance musulmán fue veloz: en el 712 tomaron
Toledo, la capital visigoda; el resto de las ciudades fueron capitulando o siendo
conquistadas hasta que en el 716 el control musulmán abarcaba toda la península,
aunque en el norte su dominio era más bien nominal que efectivo. En
la Septimania, al noreste de los Pirineos, se mantuvo un núcleo de resistencia
visigoda hasta el 719. El avance musulmán contra el reino franco fue frenado
por Carlos Martel en la batalla de Poitiers (732).

La península en el año 910

La poco controlada zona noroeste de la península ibérica fue escenario de la


formación de un núcleo de resistencia cristiano centrado en la cordillera
Cantábrica, zona en la que un conjunto de pueblos poco romanizados
(astures, cántabros y vascones), escasamente sometidos al reino godo, tampoco
habían suscitado gran interés para las nuevas autoridades islámicas. En el resto
de la península ibérica, los señores godos o hispanorromanos, o bien se
convirtieron al islam (los denominados muladíes, como la familia banu Qasi, que
dominó el valle medio del Ebro) o bien permanecieron fieles a las autoridades
musulmanas aun siendo cristianos (los denominados mozárabes), conservaron su
posición económica y social e incluso un alto grado de poder político y territorial
(como Tudmir, que dominó una extensa zona del sureste).

Cruz de la Victoria, Cámara Santa de la Catedral de Oviedo

La sublevación inicial de Don Pelayo fracasó, pero en un nuevo intento del año


722 consiguió imponerse a una expedición de castigo musulmana en un pequeño
reducto montañoso, lo que la historiografía denominó «batalla de Covadonga». La
determinación de las características de ese episodio sigue siendo un asunto no
resuelto, puesto que más que una reivindicación de legitimismo visigodo (si es que
el propio Pelayo o los nobles que le acompañaban lo eran) se manifestó como una
continuidad de la resistencia al poder central de los cántabros locales (a pesar del
nombre que terminó adoptando el reino de Asturias, la zona no era de ninguno de
los pueblos astures, sino la de los cántabros vadinienses).62 El «goticismo» de
las crónicas posteriores asentó su interpretación como el inicio de la
«Reconquista», la recuperación de todo el territorio peninsular, al que los
cristianos del norte entendían tener derecho por considerarse legítimos
continuadores de la monarquía visigoda.
Los núcleos cristianos orientales tuvieron un desarrollo inicial claramente
diferenciado del de los occidentales. La continuidad de los godos de la
Septimania, incorporados al reino franco, fue base de las campañas
de Carlomagno contra el Emirato de Córdoba, con la intención de establecer
una Marca Hispánica al norte del Ebro, de forma similar a como hizo con
otras marcas fronterizas en los límites de su Imperio. Demostrada imposible la
conquista de las zonas del valle del Ebro, la Marca se limitó a la zona pirenaica,
que se organizó en diversos condados en constantes cambios, enfrentamientos y
alianzas tanto entre sí como con los árabes y muladíes del sur. Los condes, de
origen franco, godo o local (vascones en el caso del condado de Pamplona)
ejercían un poder de hecho independiente, aunque mantuvieran la subordinación
vasallática con el Emperador o, posteriormente, el rey de Francia Occidentalis. El
proceso de feudalización que llevó a la descomposición de la dinastía carolingia,
evidente en el siglo IX, fue estableciendo paulatinamente la transmisión hereditaria
de las condados y su completa emancipación de la vinculación con los reyes
francos. En todo caso, el vínculo nominal se mantuvo mucho tiempo: hasta el año
988 los condes de Barcelona fueron renovando su contrato de vasallaje.

Interior de la Mezquita-Catedral de Córdoba, obra maestra del arte hispanomusulmán

En 756, Abderramán I (un Omeya superviviente del exterminio de la familia califal


destronada por los abbasíes) fue acogido por sus partidarios en al-Ándalus y se
impuso como emir. A partir de entonces, el Emirato de Córdoba fue políticamente
independiente del Califato abasí (que trasladó su capital a Bagdad). La obediencia
al poder central de Córdoba fue desafiada en ocasiones con revueltas o episodios
de disidencia protagonizados por distintos grupos etnorreligiosos, como
los bereberes de la Meseta del Duero, los muladíes del valle del Ebro o
los mozárabes de Toledo, Mérida o Córdoba (jornada del foso de
Toledo y Elipando, mártires de Córdoba y San Eulogio) y se llegó a producir una
grave sublevación encabezada por un musulmán convertido al cristianismo (Omar
ibn Hafsún, en Bobastro). Los núcleos de resistencia cristiana en el norte se
consolidaron, aunque su independencia efectiva dependía de la fortaleza o
debilidad que fuera capaz de demostrar el Emirato cordobés.

Castillo de Gormaz

En 929, Abderramán III se proclamó califa, manifestando su pretensión de dominio


sobre todos los musulmanes. El Califato de Córdoba solo consiguió imponerse,
más allá de la península ibérica, sobre un difuso territorio norteafricano; pero sí
logró un notable crecimiento económico y social, con un gran desarrollo urbano y
una pujanza cultural en todo tipo de ciencias, artes y letras, que le hizo destacar
tanto en el mundo islámico como en la entonces atrasada Europa cristiana
(sumida en la «Edad Oscura» que siguió al renacimiento carolingio). Ciudades
como Valencia, Zaragoza, Toledo o Sevilla se convirtieron en núcleos urbanos
importantes, pero Córdoba llegó a ser, durante el califato de al-Hakam II, la mayor
ciudad de Europa Occidental; quizá alcanzó el medio millón de habitantes, y sin
duda fue el mayor centro cultural de la época, como muestran la construcción
de Medina Azahara o el traslado de la Casa de la Moneda a la ciudad en 947.63A
la muerte de Almanzor en 1002, tras su derrota ante una coalición cristiana en
la batalla de Calatañazor, comenzaron una serie de enfrentamientos entre familias
dirigentes musulmanas, que llevaron a la desaparición del califato y la formación
de un mosaico de pequeños reinos, llamados de taifas.
El reino de Asturias, con su capital fijada en Oviedo desde el reinado de Alfonso II
el Casto, se había transformado en reino de León en 910 con García I al
repartir Alfonso III el Magno sus territorios entre sus hijos. En 914, muerto García,
subió al trono Ordoño II, que reunificó Galicia, Asturias y León y fijó
definitivamente en esta última ciudad su capital. Su territorio, que llegaba hasta el
Duero, se fue paulatinamente repoblando mediante el sistema
de presura (concesión de la tierra al primero que la roturase, para atraer a
población en las peligrosas zonas fronterizas), mientras que los señoríos laicos o
eclesiásticos (de nobles o monasterios) se fueron implantando posteriormente. En
las zonas en que la frontera fue una condición más permanente y la defensa
recaía en la figura social del caballero-villano, lo que ocurrió particularmente en la
zona oriental del reino, se conformó un territorio de personalidad marcadamente
diferenciada: el condado de Castilla (Fernán González). Un proceso hasta cierto
punto similar (aprisio) se produjo en los condados catalanes de Cataluña la
Vieja (hasta el Llobregat, por oposición a la Cataluña la Nueva conquistada a partir
del siglo XII).
Plena Edad Media

Alfonso X de Castilla tuvo una gran labor jurídica, cultural y de historiografía, acercando Castilla y León
a las corrientes europeas

El siglo XI comenzó con el predominio entre los reinos cristianos del reino de


Navarra. Sancho III el Mayor incorporó los condados pirenaicos centrales
(Aragón, Sobrarbe y Ribagorza) y el condado leonés de Castilla, estableciendo un
protectorado de hecho sobre el propio reino de León. Los enfrentamientos entre
las taifas musulmanas, que recurrían a los cristianos como tropas mercenarias
para imponerse unas sobre otras, aumentaron notablemente su poder, que llegó a
ser suficiente como para someterlas al pago de parias.
Los territorios de Sancho el Mayor fueron distribuidos entre sus hijos tras su
muerte. Fernando obtuvo Castilla. Su matrimonio con la hermana del rey leonés y
el apoyo navarro le permitieron imponerse como rey de León tras la muerte de su
cuñado en la batalla de Tamarón (1037). A la muerte de Fernando se volvió a
realizar un reparto territorial que multiplicó el número de territorios que adquirieron
el rango regio: reino de León, reino de Galicia, reino de Castilla, así como la
ciudad de Zamora. Sucesivamente se produjeron reunificaciones y divisiones,
siempre revertidas, excepto en el caso del condado de Portugal, convertido
en reino. La conquista de Toledo por Alfonso VI (1085) permitió la repoblación de
la amplia región entre los ríos Duero y Tajo mediante la concesión
de fueros y cartas pueblas a concejos con jurisdicción sobre amplias zonas
(comunidad de villa y tierra) sobre los que ejercían una especie de «señorío
colectivo». Un proceso similar se produjo en el valle del Ebro, repoblado (en parte
con mozárabes emigrados del sur peninsular) a partir de la conquista de Zaragoza
(1118) por Alfonso I el Batallador, rey de Navarra y Aragón, que incluso llegó a ser
rey consorte de Castilla y León (en un accidentado matrimonio con Urraca I de
Castilla, que terminó anulándose). A su muerte sin herederos directos se
separaron definitivamente sus reinos: mientras que Navarra quedó marginada en
la Reconquista, sin crecimiento hacia el sur, Aragón se vinculó con Cataluña en
1137 por el matrimonio de la reina Petronila con el conde Ramón Berenguer IV de
Barcelona y formaron la Corona de Aragón.

Catedral de Burgos, gótica, como muchas otras catedrales de España. Burgos fue sede del Consulado


del Mar de la Corona de Castilla en sus relaciones comerciales con Europa, heredera de la Hermandad
de las Marismas de Vitoria

Por su parte, la conformación de la Corona de Castilla como conjunto de reinos,


con un único rey y unas únicas Cortes, no se consolidó hasta el siglo XIII. Los
distintos territorios conservaban diversas particularidades jurídicas, así como su
condición de reino, perpetuada en la intitulación regia: «rey de Castilla, de León,
de Galicia, de Nájera, de Toledo,... señor de Vizcaya y de Molina», añadiendo
sucesivamente los títulos de soberanía de los nuevos reinos que se fueran
conquistando o adquiriendo. Alfonso VII adoptó el título de Imperator totius
Hispaniae. La repoblación de la amplia zona entre el Tajo y Sierra Morena,
relativamente despoblada, se confió a las órdenes
militares (Santiago, Alcántara, Calatrava, Montesa).
Universidad de Salamanca, fundada como universidad plena en 1252

Los avances cristianos hacia el sur fueron confrontados sucesivamente por dos
intervenciones norteafricanas: la de los almorávides (batallas de Zalaca, 1086,
y Uclés, 1108) y la de los almohades (batalla de Alarcos, 1195), que unificaron
bajo una concepción más rigorista del islam a las taifas, cuyos gobernantes eran
acusados de corruptos y contemporizadores con los cristianos. Sin embargo,
la batalla de las Navas de Tolosa (1212) significó una decisiva imposición del
predominio cristiano y a los pocos años quedó un único reducto musulmán en la
península, el reino nazarí de Granada. La decadencia política y militar de al-
Andalus fue simultánea a su mayor esplendor en los campos artístico y cultural
(palacio de la Aljafería, Alhambra de Granada, Averroes, Ibn Hazm).
La Corona de Castilla, con Fernando III el Santo, conquistó en los años centrales
del siglo XIII la totalidad del valle del Guadalquivir (reinos de Jaén, de
Córdoba y de Sevilla) y el reino de Murcia; mientras la Corona de Aragón, tras
frustrarse su expansión al norte de los Pirineos (cruzada albigense), conquistaba
los reinos de Valencia y de Mallorca (Jaime I el Conquistador). El acuerdo entre
ambas coronas definió las respectivas zonas de influencia, e incluso enlaces
matrimoniales (de Alfonso X el Sabio con Violante de Aragón). La repoblación por
los cristianos de estas zonas, densamente habitadas por musulmanes, muchos de
los cuales permanecieron tras la conquista (mudéjares), se realizó mediante
el repartimiento de lotes de fincas rurales y urbanas de distinta importancia según
la categoría social de los que habían intervenido en la toma de cada una de las
ciudades. La convivencia entre cristianos, musulmanes y judíos produjo un
intercambio cultural de altísimo nivel (escuela de traductores de Toledo, tablas
alfonsíes, obras de Raimundo Lulio) al tiempo que se abrían varios studium
arabicum et hebraicum (Toledo, Murcia, Sevilla, Valencia, Barcelona) y los studia
generalia que se convirtieron en las primeras universidades (Palencia, Salamanca,
Valladolid, Alcalá, Lérida, Perpiñán).
Baja Edad Media
Artículo principal: Crisis de la Edad Media en España
Mapa del mundo mediterráneo contenido en el Atlas Catalán, libro del siglo XIV considerado una de las
obras cartográficas más destacadas de la Edad Media

A partir de las vísperas sicilianas (1282), la Corona de Aragón inició una


expansión por el Mediterráneo en la que incorporó Cerdeña, Sicilia e incluso,
brevemente, los ducados de Atenas y Neopatria. En competencia con Portugal, la
Corona de Castilla optó por una expansión atlántica, basada en su control del
Estrecho. En 1402 comenzó la conquista de las islas Canarias, hasta entonces
habitadas exclusivamente por los guanches. La ocupación inicial fue llevada a
cabo por señores normandos (Juan de Bethencourt) que rendían vasallaje al
rey Enrique III de Castilla. El proceso de conquista no concluyó hasta 1496,
culminado por la propia acción de la corona. El deslindamiento de las zonas de
influencia portuguesa y castellana se acordó en el tratado de Alcaçovas (1479),
que reservaba a los portugueses las rutas del Atlántico Sur y por tanto la
circunnavegación de África que permitiera una ruta marítima hasta la India.
La gran mortandad provocada por la Gran Peste de 1348, particularmente grave
en la Corona de Aragón, precedida de las malas cosechas del ciclo de 1333 (lo
mal any primer), provocaron una gran inestabilidad tanto económica y social como
política e ideológica. En Castilla se desató la Primera Guerra Civil
Castellana (1351-1369) entre los partidarios de Pedro I el Cruel y su
hermanastro Enrique II de Trastamara. En Aragón, a la muerte de Martín I el
Humano, representantes de los tres Estados de la Corona eligieron como sucesor,
en el Compromiso de Caspe (1412), a Fernando de Antequera, de la
castellana Casa de Trastámara. La expansión mediterránea aragonesa continuó
con la conquista del Reino de Nápoles durante el reinado de Alfonso V el
Magnánimo.
Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, los Reyes Católicos. Su matrimonio en 1469 selló la unión
dinástica de las Coronas de Castilla y Aragón.

La crisis fue particularmente intensa en Cataluña, cuya expresión política fueron


las disputas entre Juan II de Aragón y su hijo, Carlos de Viana, aprovechadas por
las instituciones representativas del poder local (la Generalidad o comisión
permanente de las Cortes y el Consejo de Ciento o regimiento de la ciudad de
Barcelona) para manifestar el escaso poder efectivo que la monarquía aragonesa
tenía sobre el particularismo (pactismo, foralismo) de cada uno de sus territorios,
donde prevalecían las constituciones, usos y costumbres tradicionales
(usatges, observancias) sobre la voluntad real. Simultáneamente estallaron las
tensiones sociales entre la Busca y la Biga (alta y baja burguesía de la ciudad de
Barcelona) y las revueltas de los payeses de remença (campesinos sometidos a
un régimen de sujeción personal particularmente duro), todo lo cual hizo estallar
la Guerra Civil Catalana (1462-1472). El debilitamiento de Barcelona y Cataluña
benefició a Valencia, que se convirtió en el puerto marítimo que centralizó la
expansión comercial de la Corona de Aragón y alcanzó los 75 000 habitantes a
mediados de siglo XV, con un auge cultural que permite definirlo como Siglo de
Oro valenciano. El reino de Aragón, sin salida al mar y centrado en actividades
fundamentalmente agropecuarias, limitó su desarrollo económico y social. Los
privilegios de ricoshombres y nobleza laica y eclesiástica impidieron el desarrollo
de una burguesía pujante, y su peso relativo en el equilibrio entre los Estados de
la Corona aragonesa disminuyó.
En 1479, con la subida al trono de Fernando el Católico, segundo hijo y heredero
de Juan II, y rey consorte de Castilla por su matrimonio con Isabel la Católica, las
tensiones sociales se redujeron, incluida la conflictividad campesina –Sentencia
Arbitral de Guadalupe de 1486–. El creciente antisemitismo, estimulado por
predicadores católicos como San Vicente Ferrer o el Arcediano de Écija, había
explotado en la revuelta antijudía de 1391, que al provocar conversiones masivas
originó el problema del converso: la discriminación de los cristianos nuevos por
los cristianos viejos, que llegó incluso a la persecución violenta (revuelta
anticonversa de Pedro Sarmiento en Toledo, 1449) y suscitó la creación de
la Inquisición española (1478).
Edad Moderna
Artículos principales: Historia moderna de España e  Imperio español.

Localización del movimiento comunero sobre el territorio de la Corona de Castilla. En morado, las
ciudades pertenecientes al bando comunero; en verde, aparecen las que se mantuvieron leales al rey.
Las ciudades que estuvieron presentes en ambos bandos aparecen en ambos colores. 64

El matrimonio de Isabel y Fernando (1469), y la victoria del bando que les apoyaba
en la Guerra de Sucesión Castellana, determinaron la unión dinástica de las
coronas de Castilla y Aragón. La unificación territorial peninsular se incrementó
con la Guerra de Granada (1482-1492) y la anexión de Navarra (1512), y se
prosiguió la expansión territorial por el norte de África e Italia. La política
matrimonial de los Reyes Católicos, que casaron a sus hijos con herederos de
todas las casas reales de Europa occidental excepto con la francesa (Portugal,
Inglaterra y los Estados Habsburgo) provocó una azarosa concentración de reinos
en su nieto Carlos de Habsburgo (Carlos I como rey de España -1516-, Carlos V
como emperador -1521-), que junto con la enorme dimensión territorial de
la recientemente descubierta América gracias al navegante Cristóbal
Colón (1492), convertida en un verdadero imperio colonial, hizo de la Monarquía
Hispánica la más poderosa del mundo. En el mismo annus mirabilis de 1492 se
decretó la expulsión de los judíos y apareció la Gramática castellana de Antonio
de Nebrija.
Retrato de Felipe II, atribuido tradicionalmente a Alonso Sánchez Coello y recientemente a Sofonisba
Anguissola, 1570

El poder de los «imperiales» no se afianzó en Castilla sin vencer una fuerte


oposición en la guerra de las Comunidades, que evidenció la centralidad de los
reinos españoles en el Imperio de Carlos. A pesar de su triunfo en las guerras de
Italia frente a Francia, el fracaso de la idea imperial de Carlos V (en gran medida
causado por la oposición de los príncipes protestantes alemanes) llevó al
emperador a planificar la división de sus Estados entre su hermano Fernando
I (Archiducado de Austria e Imperio germánico) y su hijo Felipe II (Flandes, Italia y
España, junto con el imperio ultramarino). La alianza entre los Austrias de Viena y
los Austrias de Madrid se mantuvo entre 1559 y 1700. La hegemonía española se
vio incluso incrementada con la unión ibérica con Portugal, mantenida entre 1580
y 1640; y fue capaz de enfrentarse a conflictos abiertos por toda Europa:
las guerras de religión de Francia, la revuelta de Flandes (1568-1648, que terminó
con la división del territorio en un norte protestante —Holanda— y un sur católico
—los Países Bajos Españoles—) y el creciente poder turco en el Mediterráneo,
frenado en la batalla de Lepanto de 1571. El dominio de los mares fue desafiado
por holandeses e ingleses, que consiguieron resistir a la llamada Armada
Invencible de 1588. Dentro de España se sofocaron con dureza las alteraciones
de Aragón (1590) y la rebelión de las Alpujarras (1568). Esta fue una
manifestación de la no integración de los moriscos, que no encontró solución
hasta su radical expulsión de 1609, ya en el siguiente reinado, que en zonas como
Valencia causó una grave despoblación y la decadencia de la productiva
agricultura característica de este grupo social.
Imperios español y portugués en 1790

La familia de Felipe V, de Louis Michel Van Loo, 1743

La revolución de los precios del siglo XVI fue provocada por la masiva llegada de


plata a Castilla, que monopolizaba el comercio americano, y causó el hundimiento
de las actividades productivas locales, mientras se realizaban importaciones de
productos manufacturados europeos. La crisis del siglo XVII afectó especialmente a
España, que bajo los llamados Austrias menores (Felipe III, Felipe IV y Carlos II)
entró en una evidente decadencia. Simultáneamente, el arte y la cultura española
vivía los momentos más brillantes del Siglo de Oro. Superada la coyuntura crítica
de la crisis de 1640, en que estuvo a punto de disolverse (revuelta de los
catalanes, revuelta de Masaniello en Nápoles, alteraciones
andaluzas, independencia de Portugal), la Monarquía Hispánica se redefinió, ya
sin Portugal y con la frontera francesa fijada en el tratado de los Pirineos (1659).
La Guerra de Sucesión Española (1700-1715) y los tratados de Utrecht y
Rastadt determinaron el cambio de dinastía, imponiéndose en el trono la Casa de
Borbón (con la que se mantuvieron los pactos de familia durante casi todo el
siglo XVIII), aunque significara la pérdida de los territorios de Flandes e Italia en
beneficio de Austria y onerosas concesiones en el comercio americano en
beneficio de Inglaterra, que también retuvo Gibraltar y Menorca. Dentro de España
se impuso un modelo político que adaptaba el absolutismo y centralismo francés a
las instituciones de la Corona de Castilla, que se impusieron en la Corona de
Aragón (decretos de Nueva Planta). Únicamente las provincias vascas y Navarra
mantuvieron su régimen foral. En el contexto de una nueva coyuntura de
crecimiento, se procuró la reactivación económica y la recuperación colonial en
América, con medidas mercantilistas en la primera mitad del siglo, que dieron paso
al nuevo paradigma de la libertad de comercio, ya en el reinado de Carlos III.
El motín de Esquilache (1766) permite comparar el diferente grado de desarrollo
sociopolítico con Francia, que en una coyuntura hasta cierto punto similar
desembocó en la Revolución, mientras que en España la crisis se cerró con la
sustitución del equipo de ministros ilustrados y el freno de su programa reformista,
la expulsión de los jesuitas y un reequilibrio de posiciones en la corte entre las
facciones de golillas y manteístas.
Edad Contemporánea
Artículo principal: Historia contemporánea de España

También podría gustarte

  • Coordenadas
    Coordenadas
    Documento127 páginas
    Coordenadas
    Antonio Perez
    Aún no hay calificaciones
  • España
    España
    Documento14 páginas
    España
    Luliti Frish
    Aún no hay calificaciones
  • España
    España
    Documento19 páginas
    España
    Gabriela Diaz Laureano
    Aún no hay calificaciones
  • España
    España
    Documento110 páginas
    España
    Palaces Facts
    Aún no hay calificaciones
  • Que Es España Tesis Doctoral Sobre España
    Que Es España Tesis Doctoral Sobre España
    Documento37 páginas
    Que Es España Tesis Doctoral Sobre España
    julia
    Aún no hay calificaciones
  • Conitnente Español Historia
    Conitnente Español Historia
    Documento10 páginas
    Conitnente Español Historia
    respaldo.trabajo.papp
    Aún no hay calificaciones
  • España
    España
    Documento6 páginas
    España
    Belen Sandoval
    Aún no hay calificaciones
  • España
    España
    Documento5 páginas
    España
    Hiro Yamin
    Aún no hay calificaciones
  • España
    España
    Documento14 páginas
    España
    Lewis Fran Beltran Saenz
    Aún no hay calificaciones
  • España
    España
    Documento37 páginas
    España
    Elsa Cespdes
    Aún no hay calificaciones
  • España Enrolen
    España Enrolen
    Documento132 páginas
    España Enrolen
    Planeta Verde Plantas Carnívoras
    Aún no hay calificaciones
  • España
    España
    Documento6 páginas
    España
    Milder Jhaic Lombardo
    Aún no hay calificaciones
  • España
    España
    Documento41 páginas
    España
    Lisset RO
    Aún no hay calificaciones
  • ESPAÑA
    ESPAÑA
    Documento31 páginas
    ESPAÑA
    Tomi Oliva
    Aún no hay calificaciones
  • España
    España
    Documento68 páginas
    España
    FraNn HN
    Aún no hay calificaciones
  • Añafrgreg 011212
    Añafrgreg 011212
    Documento66 páginas
    Añafrgreg 011212
    Azucena Alvarez
    Aún no hay calificaciones
  • Zomboy Sample Pack With Presets Free Download - SA Sample
    Zomboy Sample Pack With Presets Free Download - SA Sample
    Documento69 páginas
    Zomboy Sample Pack With Presets Free Download - SA Sample
    Henry Calero Misari
    Aún no hay calificaciones
  • España
    España
    Documento70 páginas
    España
    Vinicio Parra
    Aún no hay calificaciones
  • España
    España
    Documento69 páginas
    España
    Anabell Quiroz
    Aún no hay calificaciones
  • España y Toda Su Historia en Un PDF
    España y Toda Su Historia en Un PDF
    Documento60 páginas
    España y Toda Su Historia en Un PDF
    VayGamer
    Aún no hay calificaciones
  • España
    España
    Documento84 páginas
    España
    Guillermo Pombo
    Aún no hay calificaciones
  • Espana
    Espana
    Documento3 páginas
    Espana
    IKO Agent
    Aún no hay calificaciones
  • España
    España
    Documento78 páginas
    España
    YONATHAN AYMA JIMENEZ
    Aún no hay calificaciones
  • España
    España
    Documento44 páginas
    España
    Marian Andrew
    Aún no hay calificaciones
  • España
    España
    Documento78 páginas
    España
    Fabricio Carmona
    Aún no hay calificaciones
  • España
    España
    Documento80 páginas
    España
    DIEGO FELIPE BLANCO VELASQUEZ
    Aún no hay calificaciones
  • España
    España
    Documento78 páginas
    España
    Joel Nb
    Aún no hay calificaciones
  • España 198 - Wikipedia, La Enciclopedia Libre
    España 198 - Wikipedia, La Enciclopedia Libre
    Documento5 páginas
    España 198 - Wikipedia, La Enciclopedia Libre
    Didi Alex Palmera Castillo
    Aún no hay calificaciones
  • España
    España
    Documento85 páginas
    España
    cofir50
    Aún no hay calificaciones
  • España
    España
    Documento84 páginas
    España
    jorgezacarias725
    Aún no hay calificaciones
  • España
    España
    Documento84 páginas
    España
    richim880
    Aún no hay calificaciones
  • Una Vuelta Por La Cultura Hispanica
    Una Vuelta Por La Cultura Hispanica
    Documento17 páginas
    Una Vuelta Por La Cultura Hispanica
    laucocchi18
    Aún no hay calificaciones
  • Portugal
    Portugal
    Documento53 páginas
    Portugal
    focus.alexandrocarvajal
    Aún no hay calificaciones
  • ESPAÑA
    ESPAÑA
    Documento79 páginas
    ESPAÑA
    Jose Luis C. Vidarte
    Aún no hay calificaciones
  • Andorra
    Andorra
    Documento25 páginas
    Andorra
    Fenrir Promacos
    Aún no hay calificaciones
  • España - EcuRed
    España - EcuRed
    Documento28 páginas
    España - EcuRed
    Alberto Conti
    Aún no hay calificaciones
  • España - Wikipedia, La Enciclopedia Libre
    España - Wikipedia, La Enciclopedia Libre
    Documento44 páginas
    España - Wikipedia, La Enciclopedia Libre
    Hunk Garner
    Aún no hay calificaciones
  • Andorra
    Andorra
    Documento26 páginas
    Andorra
    Ana Lilian Ramirez Gomez
    Aún no hay calificaciones
  • Andorra Wik
    Andorra Wik
    Documento31 páginas
    Andorra Wik
    Nicole Tatiana R. Infante
    Aún no hay calificaciones
  • Portugal
    Portugal
    Documento51 páginas
    Portugal
    carlos.escritor105211
    Aún no hay calificaciones
  • Historia de Francia
    Historia de Francia
    Documento43 páginas
    Historia de Francia
    Liseth Tinta
    Aún no hay calificaciones
  • Francia
    Francia
    Documento39 páginas
    Francia
    hilary pino
    Aún no hay calificaciones
  • España - Wikipedia, La Enciclopedia Libre
    España - Wikipedia, La Enciclopedia Libre
    Documento81 páginas
    España - Wikipedia, La Enciclopedia Libre
    Yohan Rodriguez
    Aún no hay calificaciones
  • Francia
    Francia
    Documento13 páginas
    Francia
    Gabriela Diaz Laureano
    Aún no hay calificaciones
  • Cataluña
    Cataluña
    Documento34 páginas
    Cataluña
    Andres futbol
    Aún no hay calificaciones
  • Francia
    Francia
    Documento31 páginas
    Francia
    AngelDvid Revilla
    Aún no hay calificaciones
  • Francia
    Francia
    Documento70 páginas
    Francia
    Ub Angg
    Aún no hay calificaciones
  • España
    España
    Documento2 páginas
    España
    Luis Rosales
    Aún no hay calificaciones
  • España
    España
    Documento2 páginas
    España
    ferreteriaryobi
    Aún no hay calificaciones
  • Guia
    Guia
    Documento49 páginas
    Guia
    Diego F Brand
    Aún no hay calificaciones
  • España
    España
    Documento2 páginas
    España
    carlos gonzales
    Aún no hay calificaciones
  • Andorra
    Andorra
    Documento30 páginas
    Andorra
    karliiestefania
    Aún no hay calificaciones
  • Espana
    Espana
    Documento13 páginas
    Espana
    Giorgia vezzaro
    Aún no hay calificaciones
  • Andorra
    Andorra
    Documento7 páginas
    Andorra
    Luis La Torre Jaramillo
    Aún no hay calificaciones
  • Francia
    Francia
    Documento80 páginas
    Francia
    ISABELLA
    Aún no hay calificaciones
  • Andorra
    Andorra
    Documento26 páginas
    Andorra
    Rickely Tavera Suero
    Aún no hay calificaciones
  • Descripcion de España
    Descripcion de España
    Documento2 páginas
    Descripcion de España
    samuel
    Aún no hay calificaciones
  • Andorra
    Andorra
    Documento17 páginas
    Andorra
    gtrevi_o
    Aún no hay calificaciones
  • Portugal Ust
    Portugal Ust
    Documento16 páginas
    Portugal Ust
    cesarautomatizadorchatgpt34
    Aún no hay calificaciones
  • Portugal: Desde la antigüedad hasta nuestros días
    Portugal: Desde la antigüedad hasta nuestros días
    De Everand
    Portugal: Desde la antigüedad hasta nuestros días
    Calificación: 5 de 5 estrellas
    5/5 (1)